1 Corintios 10: Como vencer la tentación

Lamentablemente, debido a las divisiones artificiales entre los capítulos de la Biblia, casi siempre leemos este capítulo aparte del capítulo 9, pero ese contexto es esencial para entenderlo. Pablo acaba de terminar con dos temas:

  • Correr la carrera para ganar el premio, practicando el autodominio estricto.
  • La posibilidad de quedar descalificado después de predicar y ministrar para el Señor.

Un ejemplo de ser descalificado y perder la carrera

1No quiero que desconozcan, hermanos, que nuestros antepasados estuvieron todos bajo la nube y que todos atravesaron el mar. Todos ellos fueron bautizados en la nube y en el mar para unirse a Moisés. Todos también comieron el mismo alimento espiritual y tomaron la misma bebida espiritual, pues bebían de la roca espiritual que los acompañaba, y la roca era Cristo. 

La mayoría de los israelitas en el desierto fueron descalificados a pesar de experimentar maravillas del Señor:

  • Todos estuvieron bajo la nube (la columna de nube y fuego cuando salieron de Egipto; guiados físicamente y protegidos por el Señor).
  • Todos atravesaron el mar rojo (en el éxodo; Dios salvó a todos con un gran milagro, ve Éxodo 14).
  • Hubo una especie de bautismo, uniéndolos a Moisés, cuando pasaron por las aguas. Como pueblo, se unieron bajo el plan redentor de Dios y sometidos al liderazgo de Moisés. Es semejante a nuestra sumisión al Señor Jesucristo y el plan de salvación. Moisés es un tipo de Jesús.
  • Todos comieron el mismo alimento espiritual (el maná, y la rica palabra que Moisés trajo directamente de la presencia de Dios).
  • Todos tomaron la misma bebida espiritual (agua que salió milagrosamente de las rocas).

Ahora Pablo introduce un concepto nuevo: no era solo agua; esa roca que apareció de vez en cuando, acompañándolos en el camino y dándolos el agua de vida, fue Cristo.  El Salvador mismo estaba con ellos en el éxodo.  El alimento espiritual y la bebida espiritual corresponden  a la Santa Cena. Posiblemente “el ángel del Señor” que los acompañaba en el desierto realmente fue Cristo.

¿Qué más quieres?

Tenían todos estos beneficios; la presencia y provisión milagrosa del Señor:

5Sin embargo, la mayoría de ellos no agradaron a Dios, y sus cuerpos quedaron tendidos en el desierto.

Nunca entraron en la tierra prometida.  Perecieron.   No agradaron a Dios. Y Pablo ya ha advertido a los corintios varias veces en esta carta que ellos no están agradando a Dios. Pueden ser bautizados y participar en la santa cena, pero ellos también perecerán si practican el pecado. ¿Cómo es posible perder todo cuando Dios hizo tanto por ellos?  ¿Cómo podemos nosotros fallarle a Dios? ¡Tenemos la salvación, la revelación de la Biblia y el Espíritu Santo!

6Todo eso sucedió para servirnos de ejemplo, a fin de que no nos apasionemos por (no codiciemos) lo malo, como lo hicieron ellos.

Tenemos el ejemplo actual de hermanos en Cristo  y de otros cristianos y sus escritos a lo largo de los siglos. Pero el mejor ejemplo es Israel. Ellos se apasionaron por lo malo, codiciaron cosas malas, y cayeron en estos pecados que nosotros tenemos que evitar:

Idolatría7No sean idólatras, como lo fueron algunos de ellos, según está escrito: «Se sentó el pueblo a comer y a beber, y se entregó al desenfreno.»  Aquí Pablo habla del becerro de oro (lee lo que sucedió en Éxodo 32), aunque Israel continuamente cayó en la idolatría.  Comida…bebida…entregándose al desenfreno… ¿no describe el mundo actual?

Pecado sexual8No cometamos inmoralidad sexual, como algunos lo hicieron, por lo que en un sólo día perecieron veintitrés mil. En Números 25 los israelitas se prostituyeron con las moabitas. Dios quiso destruir a todo Israel, pero Fines, el nieto de Aarón, atravesó con una espada un israelita acostado con una mujer moabita, y así cesó la mortandad. La iglesia está llena de todo tipo de pecado sexual. ¿Cuántos morirían si Dios trajera el mismo juicio sobre nosotros?

Poner a prueba el Señor (tentarlo): 9Tampoco pongamos a prueba al Señor, como lo hicieron algunos y murieron víctimas de las serpientes.  ¿Cómo se pone a prueba al Señor?  Israel murmuraba contra Él cuando no había agua, desconfiando de Él (Éxodo 17).  En Números 21 se impacientaron y se quejaron de la “pésima comida” (maná y codornices), hablando contra Moisés, Dios y su plan para ellos.  Cuestionar al Señor y su provisión y plan para nosotros es ponerlo a prueba. Querían ver hasta dónde podían llegar y aún escapar del castigo de Dios.  Muchos cristianos ponen al Señor a prueba, para ver cuánto pueden pecar y aún ser salvos.

Murmurar contra Dios10Ni murmuren contra Dios, como lo hicieron algunos y sucumbieron a manos del ángel destructor.  Murmuraban ante la falta de comida y agua, y después del juicio de Dios contra la rebelión de Coré (Números 16).  El Señor nos manda dar gracias en todo. Es fácil caer en murmurar y quejarse.

En cada caso el castigo por el pecado fue la muerte. ¡Y los corintios ya cometieron casi todos estos pecados!  ¡Pablo tenía razón al preocuparse por su salvación! ¡No repitas los errores del pasado: los tuyos, los de tus padres o los de Israel!

11 Todo eso les sucedió para servir de ejemplo, y quedó escrito para advertencia nuestra, pues a nosotros nos ha llegado el fin de los tiempos.

¡Presta atención a esta advertencia! Toda la historia fue una preparación para esta temporada de gracia y salvación en Cristo. ¡Qué bendición tener el privilegio de vivir en el fin de los tiempos!

El peligro de la autoconfianza

Los corintios pensaban que eran firmes. Muchos cristianos se creen firmes, pero la confianza en sí mismo es peligrosa:

12 Por lo tanto, si alguien piensa que está firme, tenga cuidado de no caer.

Posiblemente Pablo estaba pensando de nuevo en la carrera. El diablo anda alrededor, buscando a quien devorar.  ¡Ten mucho cuidado con sus tentaciones!  Nadie está exento de estos pecados, pero Dios es por ti, y está contigo en la tentación.

Una salida de la tentación 

13Ustedes no han sufrido ninguna tentación que no sea común al género humano. Pero Dios es fiel, y no permitirá que ustedes sean tentados más allá de lo que puedan aguantar. Más bien, cuando llegue la tentación, él les dará también una salida a fin de que puedan resistir.

  • Todos sufrimos tentaciones. Tú no has sufrido ninguna tentación ajena al género humano. El diablo te dirá que tu tentación es única o imposible de resistir, pero es una mentira.
  • Dios es fiel. Confía en Él. Te ama. Te ayudará.  ¡Clama a Él!
  • Dios no permitirá que tú seas tentado más allá de lo que puedas soportar (o, resistir).  Él sabe lo fuerte que eres.  Si casi no hay tentación en tu vida, puede ser porque Dios sabe que tu fe es débil.  O puede ser que ya hayas resistido mucho la tentación y la hayas vencido. Si la tentación es muy fuerte, puede ser porque Dios sabe que puedes soportar mucho.  Dios es soberano, y la única tentación que te toca es la que Él permite.
  • Cuando llega la tentación (no dice si, sino cuando), Dios te dará también una salida a fin de que puedas resistir (o soportar).  Tú tienes que resistir.  Tienes que desear una salida, y tienes que tomar esa salida.  Tienes que huir, sin mirar atrás. La verdad es que muchas veces no queremos salir de la tentación.  Queremos caer en ella, y luego pedir el perdón de Dios.  Ten mucho cuidado con eso; estás jugando con Dios.

¡Aprende del mal ejemplo de Israel!  ¡No caigas en los mismos pecados! ¡Resiste la tentación y corre a la gracia de Jesucristo! Él es fiel y siempre te dará una salida – si quieres tomarla.