Sexualidad santificada: 1 Corintios 6:12-20

En los 40 años que llevo en el ministerio, he hablado con miles de hombres. No importa si es soltero o casado, pastor o preso, joven o viejo. La mayoría de ellos no hablan mucho sobre eso, pero todos han luchado con la tentación sexual. La batalla puede cambiar con los años, pero he hablado con hombres de 90 años que todavía piensan mucho sobre el sexo. Una de las razones más comunes para la caída de un pastor es el pecado sexual. La pornografía siempre ha sido una tentación, pero ahora, con Internet, es una plaga en la iglesia. Algunos estudios dicen que hasta el 40% de pastores son adictos a la porno en Internet.

Dios está muy interesado en tu vida sexual. Él te creó un hombre. Jesús sabe lo que es ser un hombre: Fue tentado en todo como tú, y nunca pecó. Él es tu sumo sacerdote que puede y quiere ayudarte. Habla con Dios honestamente acerca de tus luchas. Él ya sabe todo. No separes tu vida sexual de tu vida espiritual.

La Biblia habla abiertamente sobre el sexo. Cantar de Cantares lo celebra. Efesios 5:31 y 32 comparan la relación íntima de un hombre y una mujer con la relación de Cristo y la iglesia. El misterio de dos personas que son una sola carne es semejante al misterio de la santa trinidad: tres personas en uno. Por esa razón, Satanás ha hecho todo lo posible para pervertir y destruir el sexo. Efesios 5:3 dice que el cristiano ni siquiera debe mencionar la inmoralidad sexual o la impureza. La triste realidad es que muchos hombres cristianos piensan y hablan sobre el sexo todo el día. Llenan sus mentes de impurezas en la televisión e Internet. Es una lucha muy dura, pero tú puedes superar esta tentación. La Biblia nos habla de la lucha, la caída y la victoria de varios hombres. Había mucha inmoralidad en la cultura de Roma y Grecia, y ya había invadido la iglesia primitiva. Una de las enseñanzas bíblicas más claras sobre el sexo se encuentra en este pasaje.

Para la mujer que está leyendo este libro, estoy escribiendo muy abiertamente para ayudar a tus hermanos. Puede ser que te ayude a comprender al hombre en tu vida, y hay principios aquí que se aplican a ti también.

Lo que esta porción nos enseña

12 Ustedes dicen: «Se me permite hacer cualquier cosa», pero no todo les conviene. Y aunque «se me permite hacer cualquier cosa», no debo volverme esclavo de nada.

  1. Hay libertad en Cristo; hay algunas cosas que no están prohibidas. Pero la cuestión es: ¿es para mi bien? ¿Me conviene?
  2. Puedes ser libre de hacer lo que quieras, pero ¿te domina? ¿Llena todos tus pensamientos? Si te domina, es pecado.

13 Ustedes dicen: «La comida se hizo para el estómago, y el estómago, para la comida». (Eso es cierto, aunque un día Dios acabará con ambas cosas). Pero ustedes no pueden decir que nuestro cuerpo fue creado para la inmoralidad sexual. Fue creado para el Señor, y al Señor le importa nuestro cuerpo. 

  1. Dios hizo cada parte del cuerpo con un propósito. Tu cuerpo no es tuyo para abusar como quieras. Tu cuerpo es para el Señor, y debe ser usado como Él ha planeado.

14 Y Dios nos levantará de los muertos con su poder, tal como levantó de los muertos a nuestro Señor.

  1. El sexo es solo para esta vida; en el cielo seremos como los ángeles (ver Mateo 22:30). Puedes pensar: “¿Un paraíso sin sexo?” Pero así será, y Dios sabe lo que está haciendo.

15 ¿No se dan cuenta de que sus cuerpos en realidad son miembros de Cristo? ¿Acaso un hombre debería tomar su cuerpo, que es parte de Cristo, y unirlo a una prostituta? ¡Jamás! 

  1. Tu cuerpo es un miembro de Cristo. Piensa cuidadosamente sobre lo que haces con un miembro de Jesús.

16 ¿Y no se dan cuenta de que, si un hombre se une a una prostituta, se hace un solo cuerpo con ella? Pues las Escrituras dicen: «Los dos se convierten en uno solo».

  1. No importa la persona; cuando tienes relaciones con alguien, eres una sola carne con ella.

17 Pero la persona que se une al Señor es un solo espíritu con él.

  1. La unión del hombre y la mujer es paralela a la unión de Cristo y el creyente.

18 ¡Huyan del pecado sexual! Ningún otro pecado afecta tanto el cuerpo como este, porque la inmoralidad sexual es un pecado contra el propio cuerpo. 

  1. Se nos manda a huir de la inmoralidad sexual, y Cristo nos da el poder de obedecer sus mandamientos. El problema es que muchas veces no queremos huir; queremos entrar en ella.
  2. Hay algo diferente en el pecado sexual; toca lo más íntimo de un hombre. Pecas contra tu propio cuerpo.

19 ¿No se dan cuenta de que su cuerpo es el templo del Espíritu Santo, quien vive en ustedes y les fue dado por Dios? Ustedes no se pertenecen a sí mismos, 20 porque Dios los compró a un alto precio. Por lo tanto, honren a Dios con su cuerpo.

  1. Cristo compró tu cuerpo con el precio de su sangre; no eres el dueño de tu cuerpo.
  2. Tu cuerpo es un templo del Espíritu Santo. Honra a Dios con tu cuerpo.

Algunas aplicaciones de estos versículos

  1. Dios quiere que un hombre casado tenga relaciones íntimas con una sola mujer de por vida. De esa manera puedes disfrutar de la profundidad de ser “una sola carne.” ¿Cómo es posible ser “una sola carne” con 10 mujeres?
    • Todo sexo fuera de la relación comprometida del matrimonio es pecado, y te roba de la intimidad que Dios intenta para ti y tu esposa. Incluye fantasías, masturbación y pornografía.
    • Ya sabemos que el adulterio está prohibido en los Diez Mandamientos, y el castigo bajo la ley era la muerte.
    • Pablo dijo que los adúlteros, fornicarios y pervertidos que continúan practicando su pecado no son salvos (1 Corintios 6:9).
    • En lugar de la “libertad” que algunos quieren con muchas experiencias sexuales, todo pecado sexual destruye la belleza de la unión sexual.
    • Si realmente amas a tu esposa, detén todo pecado sexual.
  2. Muchos hombres viven bajo condena porque no pueden dejar de masturbarse, pero no es el pecado peor. Aunque la Biblia nunca menciona la masturbación en sí misma, se le puede aplicar muchos principios bíblicos:
    • No es para tu bien, no te conviene. Te deja vacío, con culpa, y alejado de Dios.
    • Es fácil ser dominado por la masturbación.
    • Impulsa al hombre a pensar aún más sobre el sexo, tener fantasías y usar pornografía.
    • Dios puede darnos sueños mojados para aliviar la presión física.
    • Tú puedes vivir sin sexo. Cristo lo hizo. Este es el testimonio de muchos solteros, presos, soldados y otros sin una mujer: es mucho mejor si no te excitas con la masturbación, las fantasías y la pornografía.
    • El sexo es como un fuego. Muchos hombres siempre le agregan leña a ese fuego. Pero si no es posible tener relaciones con tu esposa, es mejor mantener ese fuego muy bajo.
    • Piensa en esto: ¿Estoy honrando a Dios con esto? ¿De verdad quiero hacer esto con un miembro de Cristo?
  3. El acceso que tenemos hoy a la pornografía es muy peligroso. A veces llegan cosas no invitadas en el correo electrónico. Y no es solo Internet; hay un montón de imágenes en la televisión, revistas… pues tú ya sabes.
    • La porno es una adicción, y es posible que necesites liberación para dejarla. Pon un buen filtro en tu computadora y ten mucho cuidado con Internet y el teléfono.
    • Destruye toda la porno que tienes, o te destruirá. Completamente adormece el espíritu.
  4. Como José en Egipto, huye de la tentación sexual. En el momento que comienzas a discutir y considerar la tentación, ya has perdido la batalla.
  5. Memoriza 1 Corintios 10:13: Las tentaciones que enfrentan en su vida no son distintas de las que otros atraviesan. Y Dios es fiel; no permitirá que la tentación sea mayor de lo que puedan soportar. Cuando sean tentados, él les mostrará una salida, para que puedan resistir. Es posible ganar la batalla contra la concupiscencia.
  6. Muchos hombres batallan con la atracción a otros hombres. En sí, es una tentación como cualquier otra. La sociedad actual (¡incluso muchas iglesias!) dicen que es normal. Está claro que va completamente en contra del plan de Dios para nosotros. No le des ningún lugar al diablo. Dios quiere ayudarte a superar esa tentación y liberarte de esa atracción, pero será una lucha.
  7. No somos ciegos – claro que siempre habrá mujeres hermosas. Echa un vistazo, agradeciendo a Dios por su belleza, y no más. Hay que entrenar la mente para no codiciar.
    • Ten cuidado con tus compañeros, y evita esos lugares (¿la playa?) donde sabes que habrá mucha tentación.

Es mejor no compartir tu lucha con tu esposa. Si ella sabe que tú estás batallando en tu vida sexual, puede fomentar la inseguridad en ella y crear aún más problemas en tus relaciones íntimas. Mejor buscar a un hermano para orar contigo y rendirle cuentas. ¡Somos hermanos en la batalla! ¡Juntos venceremos! El sexo es una de las grandes bendiciones que Dios te ha dado, pero si no lo usas conforme al diseño divino, puede convertirse en una maldición. Mi oración para ti es que Dios te dé libertad del pecado, para disfrutar de la mujer que Dios te ha dado.

(Citas bíblicas de la Nueva Traducción Viviente)