A cada uno se le da una manifestación especial del Espíritu para el bien de los demás (12:7).
A cada uno
¿Has estado en una fiesta de Navidad y todos reciben regalos, excepto tú? Te sientes mal. Gracias a Dios, no es así con el Señor. Él da sus dones a cada cristiano. A cada uno significa: ¡para ti! Si tienes el Espíritu, ¡Dios te da un don!
¡Ábrelo! ¡Úsalo!
Si alguien tiene un regalo precioso para ti, ¿no quieres recibirlo y abrirlo? ¿No es cierto que si fuese un iPad, no esperarías ni un minuto para encenderlo y usarlo? Entonces, ¿cómo es que Dios tiene dones mucho mejores, que benefician a todos nuestros hermanos, y los rechazamos, los abusamos y los malentendemos?
¡Dios te necesita a ti!
¿No es una maravilla que el Dios del universo haya decido depender de nosotros para preparar a la novia de su Hijo? Él quiere edificar una iglesia fortalecida, pero necesita la participación de cada miembro. La persona que no usa su don está robando a la iglesia de una bendición y está en pecado. ¿Sabes cuál es tu don? ¿Estás usándolo? ¿Cuándo fue la última vez que experimentaste esa manifestación del Espíritu para la edificación de tu iglesia?
Qué no los malentiendan
1En cuanto a los dones espirituales, hermanos, quiero que entiendan bien este asunto. No quiero que ignoren acerca de ellos.
Qué lástima que, al contrario del deseo del apóstol Pablo, haya todavía mucha ignorancia acerca de estos dones. ¿Qué es un don espiritual? Una manifestación del Espíritu (verso 7). Un don no tiene nada que ver con tus talentos; es una obra sobrenatural de Dios en tu vida, para el beneficio de su iglesia. Si no estás andando en la plenitud del Espíritu, o si estás apagando el Espíritu o negando su poder, no se manifestará. Si estás en una iglesia que no cree en los dones, y no espera ni permite su manifestación, no vas a experimentar su bendición.
Por supuesto tienes que ser salvo. Por esa razón, Pablo quiere dejar claro que los dones no tienen nada que ver con la idolatría que los corintios practicaban:
2 Ustedes saben que cuando eran paganos se dejaban arrastrar hacia los ídolos mudos. 3 Por eso les advierto que nadie que esté hablando por el Espíritu de Dios puede maldecir a Jesús; ni nadie puede decir: «Jesús es el Señor» sino por el Espíritu Santo.
A diferencia de los ídolos mudos, el Espíritu habla. La primera evidencia de la presencia del Espíritu es la confesión de Jesucristo como Señor; nadie llega a ese punto de fe sin la ayuda del Espíritu. Y la mayoría de las manifestaciones del Espíritu tiene algo que ver con algo que hablamos. Toda la obra del Espíritu es constructiva; nunca maldecirá a Jesús ni lastimará a su cuerpo.
La primera característica del cuerpo de Cristo: La diversidad
Ahora bien, hay diversos dones, pero un mismo Espíritu (4).
Hay diversas maneras de servir, pero un mismo Señor (5).
Hay diversas funciones, pero es un mismo Dios el que hace todas las cosas en todos (6).
La trinidad es un modelo de lo que Dios pretende para la iglesia: perfecta unidad, pero con funciones distintas. En estos tres versículos, Pablo compara la obra del Espíritu Santo, el Señor Jesús y Dios Padre, y así confirma la divinidad de cada persona de la trinidad y la igualdad de las tres.
11Todo esto lo hace un mismo y único Espíritu, quien reparte a cada uno según él lo determina.
Aunque hay mucha diversidad en los dones, todos tienen la misma fuente, el Espíritu Santo. El verso uno del capítulo 14 dice que debemos desear dones, y podemos pedirle a Dios algún don. El último verso de este capítulo dice: Ustedes, por su parte, ambicionen (procuren) los mejores dones (31). Pero al final, es el Espíritu que determina cual don recibes. Él conoce la necesidad de la iglesia, Él te conoce completamente, y Él los reparte perfectamente, como Él quiera.
Algunos de los dones
Dos veces en este capítulo Pablo enumera varios dones. Hay otras listas en Romanos 12:6-8, Efesios 4:11 y 1 Pedro 4:11. Creo que estas listas no son exhaustivas, sino ejemplos de manifestaciones comunes.
8 A unos Dios les da por el Espíritu palabra de sabiduría; a otros, por el mismo Espíritu, palabra de conocimiento; 9 a otros, fe por medio del mismo Espíritu; a otros, y por ese mismo Espíritu, dones para sanar enfermos; 10 a otros, poderes milagrosos; a otros, profecía; a otros, el discernir espíritus; a otros, el hablar en diversas lenguas; y a otros, el interpretar lenguas.
28 En la iglesia Dios ha puesto, en primer lugar, apóstoles; en segundo lugar, profetas; en tercer lugar, maestros; luego los que hacen milagros; después los que tienen dones para sanar enfermos, los que ayudan a otros, los que administran y los que hablan en diversas lenguas. 29 ¿Son todos apóstoles? ¿Son todos profetas? ¿Son todos maestros? ¿Hacen todos milagros? 30 ¿Tienen todos dones para sanar enfermos? ¿Hablan todos en lenguas? ¿Acaso interpretan todos?
Hay una jerarquía de los dones; Pablo dice que hay “dones mejores.”
- Los apóstoles están en primer lugar, como el fundamento de la iglesia.
- Luego los profetas. ¡Qué lástima que muchas iglesias no reconozcan estos dos dones fundamentales! ¿Te sorprende que la iglesia sea débil?
- Pablo no menciona a los evangelistas o pastores aquí, pero son parte de las cinco oficinas en Efesios. Aquí él tiene maestros en tercer lugar, y luego los que hacen milagros.
Tenemos que someternos a la voluntad de Dios en este asunto y aceptar el don que Él nos da. No seas celoso de otros con “mejores” dones. La clara respuesta a la pregunta “¿todos tenemos el mismo don?” es “no.” Toda la obra es del mismo Espíritu, pero hay mucha diversidad en los dones.
Yo he observado mucha confusión entre cristianos sobre el significado de estos dones. Estas son habilidades sobrenaturales; no puedes hacer estas cosas con tu propia fuerza. Pero cuando se hace una encuesta en una iglesia, la mayoría casi siempre dice que tiene dones como servicio o administración; casi nadie tiene dones de poderes milagrosos. Esta porción nos enseña que habrá un equilibrio entre los dones, y que todos son necesarios.
No hay ninguna definición definitiva para el significado de cada don, pero aquí hay algunas sugerencias:
- Apóstol: Uno con autoridad para fundar y supervisar iglesias.
- Profecía: Este don (lo cual vamos a estudiar en el capítulo 14) es distinto de la oficina del profeta. El que tiene esa oficina es semejante al profeta del Antiguo Testamento: visita varias iglesias y ministra palabras directamente del Señor para edificar y guiar a la iglesia.
- Palabra de sabiduría: Habilidad para analizar una situación y dar una solución sobrenatural; ayuda mucho en la consejería.
- Palabra de conocimiento: Habilidad para ver adentro de una persona o situación y conocer cosas acerca de ellas; semejante a la profecía.
- Fe: Todo cristiano necesita fe para ser salvo; la persona con este don tendrá visiones muy amplias de lo que Dios quiere hacer, y lo llevará a cabo.
- Dones para sanar enfermos: Todos podemos orar por los enfermos, pero la persona con este don será conocida como alguien con una habilidad especial.
- Poderes milagrosos: Para milagros impresionantes como resucitar muertos o multiplicar alimentos.
- El discernir espíritus: Muy importante para discernir la presencia de demonios, falsa doctrina y falsa profecía. Se ve más allá de las apariencias.
- Hablar en lenguas e interpretar lenguas: Vamos a estudiar estos dones en el capítulo 14.
- Los que ayudan a otros: Todos debemos ayudar a otros, pero en el contexto la persona con este don puede movilizar a la iglesia para realizar obras muy impresionantes de servicio para gente necesitada.
- Los que administran: Tienen una habilidad especial para analizar una situación en la obra del Señor y arreglarla para que funcione bien.
Alguien puede tener dos o más dones que se complementen entre sí. Por ejemplo, dones de sanidad con la palabra de conocimiento, o fe con milagros. No veo nada en la Biblia que dice que un don es “mío;” que es mi “posesión” de por vida. Puede ser, pero como es la manifestación del Espíritu, puede cambiar conforme a la necesidad de la iglesia.
Si vamos a funcionar como la iglesia que Cristo desea, necesitamos todas estas manifestaciones del Espíritu. Abre tu corazón al Señor para que Él pueda hablarte acerca de los dones en tu vida y en tu iglesia. Con algo tan importante, estoy seguro que Él te guiará, si realmente estás abierto.