El orden de Dios para hombres y mujeres 1 Corintios 11:2-16

Hoy este es un pasaje muy polémico; muchos dicen que es lo más difícil de todas las epístolas de Pablo.  Sabemos que hay algunas cosas en la Biblia que eran las costumbres de ese día, por ejemplo, lo que Pablo dice aquí acerca de una mujer cortando su cabello o cubriendo la cabeza. Pero, ¿cómo sabemos cuáles son los principios eternos? Todavía hay iglesias que prohíben a las mujeres cortarse el cabello. Y hay iglesias que creen que el orden divino para el hombre y la mujer también era cultural, y no se aplica a nosotros. ¡Hay mucha confusión! Necesitamos mucha sabiduría del Espíritu para discernir la verdad, y aplicarla sabiamente para el siglo XXI.

2Los elogio porque se acuerdan de mí en todo y retienen las enseñanzas, tal como se las transmití.
Ahora bien, quiero que entiendan que Cristo es cabeza de todo hombre, mientras que el hombre es cabeza de la mujer y Dios es cabeza de Cristo. Todo hombre que ora o profetiza con la cabeza cubierta deshonra al que es su cabeza. En cambio, toda mujer que ora o profetiza con la cabeza descubierta deshonra al que es su cabeza; es como si estuviera rasurada. Si la mujer no se cubre la cabeza, que se corte también el cabello; pero si es vergonzoso para la mujer tener el pelo corto o la cabeza rasurada, que se la cubra. 

Lo que significa la palabra “cabeza”

Muchos se sienten incómodos con este pasaje y la idea de que la mujer tiene una “cabeza,” pero no corresponde a nosotros seleccionar lo que nos gusta o no en la Biblia. La realidad es que cabeza (griego: kefale) tiene un significado muy obvio:

  • En el cuerpo humano, la cabeza dirige todas las funciones corporales.
  • En el gobierno o la industria, es la persona que tiene autoridad.
  • El verso 3, de acuerdo con muchos pasajes bíblicos, habla de la autoridad que Dios ha establecido en el mundo.
  • En los evangelios es muy claro que Cristo se sometió al Padre (su cabeza) en todo, y de esa manera recibió su autoridad (ve Mateo 8:8-10).
  • Pablo usa la misma palabra (cabeza) en Efesios 5:22-28, con una conexión clara con la sumisión de la mujer y la autoridad del hombre.

Cristo experimentó gozo y propósito en la libertad de sumisión a su Padre.

  • Así como su Padre es su cabeza, Cristo es la cabeza del hombre, y el hombre es la cabeza de la mujer.
  • El hombre tiene que someterse a Cristo en todo, y en esa sumisión encuentra gozo, libertad y realización.
  • La mujer se somete a su marido y puede encontrar su mayor realización en su familia. Eso no significa que ella no pueda trabajar o ministrar. La mujer tiene la libertad de orar o profetizar en la iglesia, si lo hace en orden.
  • El punto de los versos 4 y 5 es la importancia de honrar a quien es la cabeza.  En aquel entonces (pero ya no), la cabeza cubierta era un símbolo de sumisión.

La sumisión no significa que el hombre tenga más valor.  Padre, Hijo y Espíritu Santo son igualmente Dios, pero solo trabajan en su lugar ordenado.  El universo funciona con un orden impresionante; ningún planeta se rebela contra el lugar designado para ello. Es necesario tener ese mismo orden en la sociedad para que funcione bien; la anarquía no funciona. Ya vemos los resultados de la rebelión en nuestro mundo; por ejemplo, en el hogar, y en las escuelas.

Ser la cabeza implica mucha responsabilidad. El mundo actual tiene un concepto muy negativo de la autoridad, pero es un tema central de la fe bíblica. Nosotros tenemos que entender el flujo de esta autoridad, someternos a ella y enseñarla en la iglesia. No es dominar a nadie, sino servir y liberar a otros para que sean todo lo que Dios deseaba para ellos.   Para un muy buen tratamiento de autoridad, lee Autoridad Espiritual por Watchman Nee.

La relación entre hombres y mujeres

El hombre no debe cubrirse la cabeza, ya que él es imagen y gloria de Dios, mientras que la mujer es gloria del hombre. De hecho, el hombre no procede de la mujer sino la mujer del hombre; ni tampoco fue creado el hombre a causa de la mujer, sino la mujer a causa del hombre. 10 Por esta razón, y a causa de los ángeles, la mujer debe llevar sobre la cabeza señal de autoridad. 

11 Sin embargo, en el Señor, ni la mujer existe aparte del hombre ni el hombre aparte de la mujer. 12 Porque así como la mujer procede del hombre, también el hombre nace de la mujer; pero todo proviene de Dios. 13 Juzguen ustedes mismos: ¿Es apropiado que la mujer ore a Dios sin cubrirse la cabeza? 14 ¿No les enseña el mismo orden natural de las cosas que es una vergüenza para el hombre dejarse crecer el cabello, 15 mientras que es una gloria para la mujer llevar cabello largo? Es que a ella se le ha dado su cabellera como velo. 16 Si alguien insiste en discutir este asunto, tenga en cuenta que nosotros no tenemos otra costumbre, ni tampoco las iglesias de Dios.

Pablo dice que esta relación tiene su fundamento en la creación:

  • El hombre es la imagen y la gloria de Dios; la mujer es la gloria del hombre (7).  Los dos juntos son la imagen de Dios. El hombre refleja la naturaleza de Dios y debe traer gloria a su Creador, para que otros puedan alabarlo.
  • La mujer refleja a su marido.  Una mujer amada por su marido brilla; otros van a notar que ella tiene un marido que la ama y la cuida.  El hombre tiene la responsabilidad de presentarla a Cristo como una novia radiante (Efesios 5:27).
  • El hombre no procedió de la mujer, sino la mujer del hombre (8). En la creación, Adán fue creado del polvo de la tierra, pero Eva fue creada de la costilla de Adán.
  • El hombre no fue creado para la mujer, sino la mujer para el hombre (9), para ser una compañera y ayuda idónea.

Estas son normas universales, pero en Cristo hay algo más. La mujer no existe aparte del hombre o el hombre aparte de la mujer (11); ambos provienen de Dios, y el hombre nace de la mujer (13).  Nadie es superior; nos necesitamos unos a otros.  En Cristo, la mujer es elevada a un nivel desconocido en el mundo antiguo.  Cristo la redime de la maldición y la restaura a la ayuda idónea que Dios intentó al principio.

¡Advertencia!

Este no es un cheque en blanco para que el hombre tenga una mano dura en el hogar o abuse a su esposa. Por desgracia, muchos hombres cristianos no demuestran mucho amor o respeto por ellas, lo que ha resultado en la rebelión de muchas mujeres y el rechazo de la Biblia como un libro anticuado. Cristo es el ejemplo para el hombre de cómo ser la cabeza. Cristo no era duro ni exigente con sus discípulos. Él dijo que el más grande tiene que ser el siervo de todos (Marcos 9:35). Dios le ordena al hombre amar a su esposa como Cristo ama la iglesia, y entregar su vida por ella (Efesios 5:25). El ejemplo de Cristo es uno de auto-sacrificio y servicio. La mujer es el vaso más frágil, y tenemos que atesorarla.

Yo sé que la enseñanza de este capítulo va contra la corriente del siglo XXI. Teólogos muy educados han hecho estudios intensivos acerca de este pasaje, y muchos cristianos sinceros no estarían de acuerdo con mi interpretación. Si tú no estás de acuerdo, está bien, pero deja de lado la mentalidad del mundo del siglo XXI, y cuidadosamente, en oración, estudia lo que la Biblia realmente dice.