1 Corintios 14:26-40 El orden de Dios

¡Este capítulo 14 de 1 Corintios está lleno de controversia!  Ya hemos hablado de los dones de profecía y lenguas.  El único tema que nos queda es la cuestión del orden en los servicios.  Parece bastante benigno, pero Pablo incluye en ello la participación de las mujeres en los cultos.

Instrucciones para el culto de adoración

26 ¿Qué concluimos, hermanos? Que, cuando se reúnan, cada uno puede tener un himno, una enseñanza, una revelación, un mensaje en lenguas, o una interpretación. Todo esto debe hacerse para la edificación de la iglesia. 27 Si se habla en lenguas, que hablen dos —o cuando mucho tres—, cada uno por turno; y que alguien interprete. 28 Si no hay intérprete, que guarden silencio en la iglesia y cada uno hable para sí mismo y para Dios.

29 En cuanto a los profetas, que hablen dos o tres, y que los demás examinen con cuidado lo dicho. 30 Si alguien que está sentado recibe una revelación, el que esté hablando ceda la palabra. 31 Así todos pueden profetizar por turno, para que todos reciban instrucción y aliento. 32 El don de profecía está bajo el control de los profetas, 33 porque Dios no es un Dios de desorden, sino de paz.

 La imagen aquí es bien diferente de lo que vemos en la mayoría de los servicios actuales, los cuales son más como un espectáculo, con una banda y un predicador para entretenernos. El objetivo es salir alentado, feliz y entusiasmado, algo  así como un juego de futbol en un estadio. La pregunta es: ¿quieres estar en el juego, o simplemente mirar desde las bancas? ¡Dios te diseñó para jugar!

Pablo dice que la iglesia debe funcionar como un cuerpo: Cada miembro tiene una parte importante en el servicio.  Hay que llegar al servicio lleno y listo para compartir y edificar a los demás, en lugar de llegar vacío, con la expectativa de que la música, la predicación y la unción te llenen. Claro que es difícil poner en práctica este modelo en una iglesia grande.  ¡No sería posible para miles de personas traer himnos o enseñanzas! Es muy importante tener grupos pequeños para experimentar la verdadera comunidad cristiana y ejercer dones espirituales.  Es hermoso estar en un servicio con todos unánimes en el Espíritu, esperando en el Señor. El Espíritu claramente guía a uno y luego a otro para comenzar una alabanza, leer una porción bíblica, etcétera.  Pero eso requiere más fe; la mayoría de los pastores no quieren perder ese control. Siempre habrá el riesgo de que alguien quiera cantar su alabanza favorita cada semana, otro que use una oración para compartir chismes, y otro que lleve una mala interpretación de la Biblia. Si hay gente fuera de orden, los líderes tienen que intervenir. Muchos no quieren hacer eso, pero es parte de aprender a ser un cuerpo.

Dios no se limita a un solo estilo de adoración. La adoración litúrgica con un libro que sigue la misma forma cada semana puede ser muy ungida por el Señor, y las iglesias orgullosas de su libertad y falta de liturgia en realidad casi siempre siguen el mismo orden cada semana. Incluso preparan la música de antemano, para un sonido profesional, en lugar de esperar en el Espíritu durante el servicio para la próxima canción. Esos detalles de estilo son más culturales; lo importante es dejar que el Espíritu Santo tenga la libertad de ministrar en el culto.

En resumen, entonces, ¿que aprendemos aquí acerca de un servicio o culto de adoración?

  • El dar libertad al Espíritu para que se manifieste con varios dones no significa desorden.  Si el Espíritu está presente, habrá orden y paz.
  • Tenemos que enseñar y modelar cómo la iglesia funciona como un cuerpo y dar la oportunidad en los servicios para la expresión de varios dones.
  • La prueba para todo en un servicio es: ¿Sirve para edificar a los hermanos?  Creo que perdemos mucho tiempo en anuncios, la ofrenda y otras cosas que realmente no edifican la iglesia. En muchas iglesias, el flujo del Espíritu en la adoración es interrumpido por ellos.
  • El objetivo es dar libertad al Espíritu, una libertad guiada por los líderes de la iglesia. Para tener un verdadero culto de adoración que agrada a Dios, se necesita la unción y la presencia del Espíritu.  Qué lástima que muchos servicios dependen completamente de las habilidades de los músicos y el predicador, quienes saben muy bien cómo entretener y complacer a la gente. Ni siquiera necesitan el Espíritu – ¡y muchas veces Él no aparece!

La participación de las mujeres en el culto

33Como es costumbre en las congregaciones de los creyentes, 34 guarden las mujeres silencio en la iglesia, pues no les está permitido hablar. Que estén sumisas, como lo establece la ley. 35 Si quieren saber algo, que se lo pregunten en casa a sus esposos; porque no está bien visto que una mujer hable en la iglesia.

36 ¿Acaso la palabra de Dios procedió de ustedes? ¿O son ustedes los únicos que la han recibido? 37 Si alguno se cree profeta o espiritual, reconozca que esto que les escribo es mandato del Señor. 38 Si no lo reconoce, tampoco él será reconocido.

Estos versículos son difíciles. En el ambiente del siglo XXI parecen muy anticuados. ¿Hasta qué punto tenemos que someternos a todo lo que dice la Biblia?  ¿Y cómo se interpreta esto en el contexto de otros pasajes?

El estudio del papel de la mujer en la iglesia es largo, complicado y delicado.  Hay buenos libros que puedes leer; un estudio profundo no es posible aquí.  Me molesta la manipulación de las Escrituras para evitar lo que claramente dice.  No nos corresponde a nosotros quitar algunos versículos que no nos gustan. No seas juez de la Palabra de Dios.

Esta palabra no es solo para alguna situación particular en Corinto. Pablo dice que es costumbre en las congregaciones de los creyentes. En algunos contextos, Pablo ofrece un consejo que él dice que es su opinión, no un mandato de Dios. Pero aquí dice que es mandato del Señor, y tiene palabras fuertes para alguien que no lo reconoce.

Está claro que las mujeres pueden hablar en algunas situaciones en la iglesia.  En la misma carta (11:5) Pablo habla de mujeres que oran y profetizan en la iglesia.  Hechos 21:9 menciona a cuatro hijas solteras de Felipe que profetizaron. Los dones son dados sin respeto al género del creyente (Joel 2:28-29), pero parece que los cinco oficios están restringidos a los hombres.  Yo creo que aquí Pablo tiene en mente el mismo mensaje que él comparte en 1 Timoteo 2:11-14: La mujer debe aprender en silencio, con toda sumisión.  No permito que la mujer enseñe al hombre y ejerza autoridad sobre él; debe guardar silencio.  Porque primero fue formado Adán, y Eva después.  Además, no fue Adán el engañado, sino la mujer; y ella, una vez engañada, incurrió en pecado. Esto no es una cuestión de cultura, sino de la sumisión de la mujer que se enseña en otros pasajes y la historia de la creación. Es muy difícil honrar la Palabra y aún creer que las mujeres pueden ser pastores.

40 Pero todo debe hacerse de una manera apropiada y con orden.

Hay un orden y normas que Dios ha establecido para su creación, la sociedad, la iglesia, la familia y el individuo.  El mundo actual está en rebelión contra la autoridad de Dios, y esa rebelión incluso ha llegado a la iglesia. Cuando no hacemos las cosas de una manera apropiada, en el orden de Dios, todos sufrimos.  En este capítulo Pablo nos ha dado unas normas muy claras para el orden en la iglesia.  Puede que no nos gustan, pero nuestra tarea es someternos a la Palabra y ponerla en práctica.  Que Dios nos ayude a ordenar nuestras iglesias conforme a su plan.  De esa manera vamos a ver su verdadera bendición.