¿SABES DE DONDE VIENES? Nehemías 7:5, 64

Y encontré el registro genealógico de los que habían regresado en la primera repatriación. (7:5)

Varios años atrás mi esposa comenzó a investigar sus orígenes.  Parece que tiene una conexión con los sefardíes de España.  Yo no lo sabía, pero muchos judíos habían huido a España, donde establecieron Toledo como una nueva Jerusalén (la ciudad está ubicada en un monte, en un lugar parecido a Israel). Durante muchos años prosperaron allí, incluso bajo los musulmanes.  Pero los reyes Católicos, Fernando e Isabela, expulsaron a todos los Judíos de España.  Muchos, que se llamaban conversos, supuestamente se convirtieron al catolicismo, pero muchos conversos mantuvieron su fe judía en secreto.  Otros huyeron al nuevo mundo.  Muchos de los marineros con Cristóbal Colon eran judíos.  Hay sefardíes en casi todos los países de Latinoamérica, aunque tal vez la mayoría de ellos no saben nada sobre su herencia.   Mi esposa tiene antepasados en Puerto Rico con nombres sefardíes, en las aldeas donde ellos vivían.

Si has leído mucho de la Biblia, ya sabes que la genealogía es importante para Dios. El Antiguo Testamento y los Evangelios dedican bastante espacio a ella.  Puede parecer una pérdida de tiempo leerlas, pero Dios las puso allí con un propósito. Era importante saber la tribu de su origen; Jesucristo tenía que probar que era de la tribu de Judá. La genealogía fue muy importante en la obra de Nehemías:

Éstos buscaron sus registros genealógicos, pero como no los encontraron, fueron excluidos del sacerdocio. (7:64)

Los judíos estaban estableciéndose de nuevo en Jerusalén después del exilio.  Para servir en el sacerdocio, uno tenía que probar que era de la tribu de Leví.  La mayoría, aun en la tragedia del exilio, mantenía estos registros, pero otros no, y ellos fueron excluidos del sacerdocio.  Algunas traducciones aun agregan estas palabras: fueron considerados inmundos.

¿Sabes de dónde vienes? ¿Sabes algo de tu herencia genealógica? Busca tu registro genealógico. Dios te ha dado una herencia única.  ¡Dale gracias por ella!  Habla con tus abuelos y otros parientes.  Graba video de ellos hablando de sus familias. Yo no tengo a casi nadie que pueda preguntar acerca de mi familia; mis abuelos, padres y tíos todos están muertos.  ¡No esperes!  Mi esposa tenía una bisabuela que estaba presente en Puerto Rico cuando llegaron los estadounidenses en 1898.  Pídele a Dios que Él te guíe a tu historia. Él puede tener unas sorpresas y bendiciones para ti.