¡El Señor quiere hacer cosas grandes contigo! Nehemías 2:1-10

Señor, ¡necesitamos hombres como Nehemías!  Dios transformó a un preso, un cautivo al servicio de un rey opresor, en un instrumento de restauración, no solo de los muros de Jerusalén, sino también del pueblo de Dios.  Como José, que el Señor sacó de una prisión egipcia para gobernar el país, y como tú. Porque si tú sirves al mismo Dios, Él puede hacer lo mismo contigo.

¿Cómo? Aquí hay doce pasos sencillos que pueden prepararte para cambiar tu mundo:

  1. Prepárate espiritualmente. La reflexión, el ayuno y la oración del capítulo 1 sentaron las bases: Nehemías se alineó con el plan de Dios.  Una vez alineado con el Señor del universo, experimentarás su poder y favor.

1Un día, en el mes de nisán del año veinte del reinado de Artajerjes, al ofrecerle vino al rey, como él nunca antes me había visto triste

  1. Sigue con tu vida diaria como siempre. Trabaja, cumple con todos tus deberes, y hazlo con excelencia. Es más fácil cuando tu trabajo te ofrece contacto diario con el rey. A Dios le encanta colocar a sus hijos en posiciones de influencia. Piensa en eso cuando evalúas tus opciones para el futuro, aunque el Señor puede usarte en cualquier lugar.
  2. Mantén un testimonio ejemplar. ¿Diría tu jefe o tu familia que nunca te han visto triste?  Hay muchos cristianos tristes, y todo el mundo lo ve. No quiero decir que un creyente nunca debe estar triste, pero es un gran testimonio para el mundo cuando un creyente manifiesta el gozo del Señor en medio de la tribulación. Creo que fue un gran testimonio para el rey que Nehemías siempre estaba alegre en su presencia.  Nehemías dijo “el gozo del Señor tu fortaleza es” basado en su experiencia personal.

me preguntó: —¿Por qué estás triste? No me parece que estés enfermo, así que debe haber algo que te está causando dolor.

  1. Como puedas, mantén una relación saludable con todos (ve Romanos 12:18 y 1 Timoteo 3:7).  Muestra el amor de Cristo en tu compasión e interés para tus superiores y compañeros.  Para el rey, su copero no solo era un esclavo, sino una persona de valor.  ¿Estudias el semblante y las emociones de la gente que te rodean?  ¿Te importa si alguien está enfermo o triste? Con esa sincera amistad e interés ganas mucho favor con la gente.
  2. Espera el tiempo del Señor. Pasaron unos cuatro meses después de su ayuno.  No te apresures ni manipules la situación con tu propia fuerza. Confía en el Señor que Él creará la oportunidad.

Yo sentí mucho miedo y le respondí: —¡Que viva Su Majestad para siempre! ¿Cómo no he de estar triste, si la ciudad donde están los sepulcros de mis padres se halla en ruinas, con sus puertas consumidas por el fuego?

  1. Cuando el Señor abre la puerta, entra por ella. Habla sinceramente de lo que hay en tu corazón. Nehemías estaba muy consiente que él era un esclavo y luchaba para mantener una autoestima saludable. Tú puedes esperar meses para esa puerta abierta, y luego tener miedo cuando se abre. ¡Nehemías sintió mucho miedo! Eso es normal, pero da ese paso de fe. Si alguien te pregunta por qué estás siempre gozoso, responde honestamente que es por Jesús.

—¿Qué quieres que haga? —replicó el rey.

  1. Cuando haces tu parte, confiando en Dios, el Señor va a tocar al corazón de otros. Incluso el rey. (Proverbios 21:1: En las manos del Señor el corazón del rey es como un río: sigue el curso que el Señor le ha trazado.)

4Encomendándome al Dios del cielo, le respondí: —Si a Su Majestad le parece bien, y si este siervo suyo es digno de su favor, le ruego que me envíe a Judá para re-edificar la ciudad donde están los sepulcros de mis padres.—¿Cuánto durará tu viaje? ¿Cuándo regresarás? —me preguntó el rey, que tenía a la reina sentada a su lado.

  1. Fija tus ojos en Jesús y sigue orando. Nehemías satura todo lo que hace con la oración. Él sabe que necesita el favor de Dios (y del rey) para realizar la obra. Tenemos que orar también, porque recibir el favor de alguien no depende de tu capacidad lingüística o de “vender” tu caso.
  2. Cuando Dios abre la puerta, está preparado. Sabe exactamente lo que quieres hacer y lo que necesitas. Habla con confianza, respeto y claridad. Nehemías ya había orado sobre lo que debía hacer, y tiene un plan muy ambicioso: Quiere reedificar la ciudad de sus padres.  ¿Qué puedes hacer para reedificar lo que el enemigo ha destruido en tu familia e iglesia?

6En cuanto le propuse un plazo, el rey aceptó enviarme. Entonces añadí: —Si a Su Majestad le parece bien, le ruego que envíe cartas a los gobernadores del oeste del río Éufrates para que me den vía libre y yo pueda llegar a Judá; y por favor ordene a su guardabosques Asaf que me dé madera para reparar las puertas de la ciudadela del templo, la muralla de la ciudad y la casa donde he de vivir.

  1. Este no es el momento para la timidez. ¡Dios está contigo!  Pide todo lo que Dios ha puesto en tu corazón, pero no pidas en la carne cosas que no son de Dios, cosas para tu propio beneficio. Nehemías probó las aguas, y al ver el mover de Dios y la respuesta positiva del rey, tiene más coraje y pide más.  Cuando Dios te guíe a hacerlo, y su favor esté sobre tu vida, pide cosas grandes, ya sea del gobierno o de los ricos.

8El rey accedió a mi petición, porque Dios estaba actuando a mi favor. Cuando me presenté ante los gobernadores del oeste del río Éufrates, les entregué las cartas del rey. Además el rey había ordenado que me escoltaran su caballería y sus capitanes.

  1. No te sorprendas si Dios te da más de lo que esperabas. Cuando Dios está actuando en tu favor, suceden milagros. Provisión.  Te darán aún más de lo que pediste, como la caballería y capitanes aquí.

10 Pero al oír que alguien había llegado a ayudar a los israelitas, Sambalat el horonita y Tobías el siervo amonita se disgustaron mucho.

  1. Prepárate para una batalla. El enemigo se enoja mucho cuando ve la mano de Dios sobre tu vida.  No te apures; siempre habrá oposición.  Cuando alguien se levanta con mucha fe para hacer grandes cosas para el Señor, el diablo se levantará furioso y hará todo lo posible para parar la obra. Otros estarán celosos de ti.

¿Quién es tu Sambalat y Tobías ahora?  A ver cómo responderles.   ¿Cómo te están impactando? Hay que luchar contra el desánimo y el temor.  Muchos han fallado aquí y pierden la oportunidad de hacer cosas grandes para el Señor. Estudia estos doce pasos.  Son sencillos, ¿verdad?  ¿No crees que el Señor pueda hacer algo grande en tu vida también?

 

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