Romanos 1 nos da un indicio de la respuesta:
18 Ciertamente, la ira de Dios viene revelándose desde el cielo contra toda impiedad e injusticia de los seres humanos, que con su maldad obstruyen la verdad (DHH: mantiene prisionera la verdad, RVR: detienen con injusticia la verdad).
Mantenemos la verdad prisionera
Dios es la verdad, y nos revela la verdad en las escrituras, pero muchos no quieren oír la verdad, ni conocer la verdad. La verdad está obstruida por nosotros. ¿Cómo puede un mero hombre obstruir la verdad de un Dios todopoderoso? Por medio de su maldad. El pecado es tan potente y tan oscuro, y tiene tanta influencia sobre nosotros, que mantiene la verdad aprisionada.
Como consecuencia, tal como Dios se reveló en la Palabra y en Jesucristo, también habrá una revelación de su ira. Es por venir, pero ya la estamos experimentando. Viene desde el cielo; será algo sobrenatural, aunque será manifestada en la tierra.
Su blanco es la impiedad e injusticia del hombre. Por su naturaleza, Dios no puede tolerar esta rebelión; es obligado responder a ella o no sería fiel a sí mismo.
19 Me explico: lo que se puede conocer acerca de Dios es evidente para ellos, pues él mismo se lo ha revelado. 20 Porque desde la creación del mundo las cualidades invisibles de Dios, es decir, su eterno poder y su naturaleza divina, se perciben claramente a través de lo que él creó, de modo que nadie tiene excusa.
Nadie puede alegar ignorancia
Hemos detenido y obstruido la verdad de Dios a propósito, pero no es posible escapar de la revelación de su naturaleza. Pueden quemar todas las Biblias y detener la predicación de la Palabra, pero el universo es una pantalla grande que declara la infinitud y la hermosura de Dios: El milagro de un bebé nuevo, o la maravilla de las estrellas y las flores. Se llama revelación natural. Dios es un dios que quiere revelarse.
Dios ha puesto en cada corazón el sentido que este universo fue creado por alguien; requiere más fe creer que era un accidente. La única respuesta a esta maravilla que Dios exige es nuestra adoración, gratitud, y obediencia, pero no las recibe.
21 A pesar de haber conocido a Dios, no lo glorificaron como a Dios ni le dieron gracias, sino que se extraviaron (RVR: se envanecieron) en sus inútiles razonamientos (DHH: han terminado pensando puras tonterías), y se les oscureció su insensato corazón (RVR: fue entenebrecido). 22 Aunque afirmaban ser sabios, se volvieron necios 23 y cambiaron la gloria del Dios inmortal por imágenes que eran réplicas del hombre mortal, de las aves, de los cuadrúpedos y de los reptiles.
Las consecuencias de nuestra rebelión
Imagínate estar en la corte: Dios está presentando su caso en contra de nosotros. Ha hecho todo lo posible para enseñarnos quien es:
- Su revelación en la naturaleza.
- Un escrito claro de sus expectativas y las consecuencias de desobediencia (la Biblia).
- Fue hasta el extremo de mandar a su Hijo a vivir como hombre en esta tierra y morir como sacrificio para reconciliarnos consigo.
¿Qué más quieres? Es para nosotros probar por qué, a pesar de toda la evidencia, a propósito escogimos otro camino. Dios tiene estas acusaciones contra nosotros:
- No le glorificamos como a Dios.
- No le damos gracias.
Como resultado de obstruir la verdad y no honrar a Dios:
- Nos extraviamos en nuestros inútiles razonamientos.
- El insensato corazón se nos oscureció; apagamos la luz de Dios.
- Rechazamos la sabiduría de Dios para una invención humana; decimos que es superior a su sabiduría, pero nos conduce a ser necios.
- Caímos en idolatría, escogiendo a adorar a imágenes de hombres y animales que Dios creó en vez del Dios glorioso.
Dios nos ha dado la libertad para escoger. Como un amante, nos da su mejor, sigue dando, y derrama su amor sobre nosotros. Pero cuando seguimos rechazándole, nos deja experimentar las consecuencias.
Tres pasos que marcan nuestro descenso a un infierno auto hecho
24 Por eso Dios los entregó a los malos deseos de sus corazones, que conducen a la impureza sexual, de modo que degradaron sus cuerpos los unos con los otros. (RVR: a la inmundicia, en las concupiscencias de sus corazones, de modo que deshonraron entre sí sus propios cuerpos.) 25 Cambiaron la verdad de Dios por la mentira, adorando y sirviendo a los seres creados antes que al Creador, quien es bendito por siempre. Amén.
El primer síntoma de nuestra caída y necedad es impureza sexual.
Cada hombre tiene malos deseos; ya están presentes en nuestra naturaleza caída. No surgen del diablo, sino de nuestros corazones malvados (ve Mateo 15:19). No cuesta mucho trabajo caer en lascivia. Dios quiere ayudarnos, pero cuando seguimos rechazándole, nos deja hacer lo que queramos hacer.
Ya conocemos las consecuencias de perseguir el engaño de placer sexual fuera del matrimonio. Adoramos y servimos al cuerpo humano, sobre todo por medio de la pornografía que llena el internet. Pensamos en sexo todo el día, pero nunca estamos satisfechos. Relaciones con la esposa no comparan con lo que vimos en la pantalla. Buscamos porno más y más exótico. Pero eso no satisface tampoco. Así que buscamos algo diferente:
26 Por tanto, Dios los entregó a pasiones vergonzosas. En efecto, las mujeres cambiaron las relaciones naturales por las que van contra la naturaleza. 27 Así mismo los hombres dejaron las relaciones naturales con la mujer y se encendieron en pasiones lujuriosas los unos con los otros. Hombres con hombres cometieron actos indecentes, y en sí mismos recibieron el castigo que merecía su perversión.
El segundo paso en el descenso es homosexualidad, y nuestra sociedad está de camino para allá a toda prisa. Muchos ya creen que es completamente normal para un hombre tener relaciones con otro hombre, casarse con él, e incluso tener a hijos. Es una de las mentiras más peligrosas del diablo. El mundo dice que estos versículos son anticuados, que no aplican al día de hoy, o que Pablo está hablando de promiscuidad homosexual. Pero mira las palabras que él usa:
- Pasiones vergonzosas (pero no tienen vergüenza ninguna).
- Cambiaron las relaciones naturales para las que van contra la naturaleza. Es sentido común: Es obvio que Dios hizo nuestras genitales para que el hombre y la mujer funcionan juntos perfectamente. Es así con toda la naturaleza. Sin esa combinación la raza humana se terminaría rápidamente.
- Se encendieron en pasiones lujuriosas.
- Actos indecentes.
- Perversión.
- Merecen un castigo – y lo reciben en sí mismos. Algunos dijeron que era SIDA. Puede que no, pero los homosexuales experimentan mucho más enfermedad, suicidio, y problemas emocionales.
Pecado es pecado, y todo pecado merece el juicio de Dios, pero parece que hay algo peor en el pecado sexual. En 1 Corintios 6 Pablo dice que es único, porque uno peca contra su propio cuerpo. Sexo toca a lo más profundo de nuestro ser, y la unión de hombre y mujer es una reflexión de la unión del Padre, Hijo, y Espíritu Santo. Dios dice en Levítico que homosexualidad es una abominación.
A pesar de eso, a la misma vez que rechazamos el pecado, tenemos que amar a la persona. Las encuestas demuestran que la mayoría de los homosexuales creen en Dios – pero también han experimentado la iglesia como su enemigo mortal. Condenamos el pecado, pero también tenemos que confesar nuestra falla como iglesia a modelar matrimonios saludables. La iglesia está llena de divorcio y abuso. Tenemos que dedicar las mismas fuerzas a llevar el evangelio de libertad y perdón a ellos, que dedicamos a condenarlos. ¡Nuestra hipocresía es muy obvia a todo el mundo! ¡Estamos perdiendo la batalla en nuestra sociedad! En California la corte ha prohibido terapia sicológica para ayudar a homosexuales cambiar a ser heterosexuales, y apenas está comenzando. Más que nunca, necesitamos el poder del Espíritu Santo para liberarlos de estas pasiones vergonzosas. Demasiados han dicho que piden a Dios – pero Dios no contesta sus peticiones para libertad, y la iglesia tiene las puertas cerradas a ellos. ¿Qué haría Jesús?
Una cosita más: creo que ya es tiempo para reclamar de nuevo el arcoíris como símbolo cristiano. ¿Qué pasaría si cada iglesia y hogar cristiano mostraría una bandera con un arcoíris?
Parece que la homosexualidad abre una puerta para la rebelión y la perversión más extrema, la última parada en nuestro descenso:
28 Además, como estimaron que no valía la pena tomar en cuenta el conocimiento de Dios, él a su vez los entregó a la depravación mental, para que hicieran lo que no debían hacer. 29 Se han llenado de toda clase de maldad, perversidad, avaricia y depravación. Están repletos de envidia, homicidios, disensiones, engaño y malicia. Son chismosos, 30 calumniadores, enemigos de Dios, insolentes, soberbios y arrogantes; se ingenian maldades; se rebelan contra sus padres; 31 son insensatos, desleales, insensibles, despiadados. 32 Saben bien que, según el justo decreto de Dios, quienes practican tales cosas merecen la muerte; sin embargo, no sólo siguen practicándolas sino que incluso aprueban a quienes las practican.
Tercer paso: abandono completo de Dios y todo conocimiento que tenemos de Él
La conciencia está quemada y ya no funciona. Están libres para experimentar el alcance total de su pecado:
- Depravación mental (una mente reprobada)
- Hacer lo que no deben hacer (cosas que no convienen)
- Toda clase de:
- maldad (injusticia)
- perversidad (fornicación)
- avaricia
- depravación
- Envidia
- Homicidios
- Disensiones
- Engaño
- Malicia
Son:
- Chismosos (murmuradores)
- Calumniadores (detractores)
- Enemigos de Dios (aborrecedores de Dios)
- Insolentes
- Soberbios
- Arrogantes (altivos)
- Se ingenian maldades
- Se rebelan contra sus padres
- Insensatos
- Desleales
- Insensibles (sin afecto natural, no sienten cariño por nadie)
- Despiadados (implacables)
- Sin misericordia (no sienten compasión)
Con razón los Cristianos usan el término “depravación total” para describir nuestra caída. Es fuerte ver todas esas cosas juntas, ¿verdad? Pero casi nadie habla hoy en día de esa depravación. La gente se pone defensiva: “Tiene que ser algo bueno en nosotros, todos conocemos a buenas personas que no son salvas.” Pero la depravación total no significa que no hay nada bueno en nosotros; significa que la corrupción del pecado ha tocado a toda nuestra naturaleza, así que no es posible para nosotros merecer el favor de Dios para salvarnos. Pablo quiere decir que, dejados a nosotros mismos, la tendencia natural es descender a este extremo. Tradicionalmente, en la sociedad había un impedimento contra estas cosas; la influencia de la iglesia y la familia, o el temor de consecuencias en el trabajo, servían como frenos. En los Estados Unidos todavía está contra la ley en algunos estados tener relaciones homosexuales, pero más y más la sociedad está rechazando esos impedimentos.
Aun peor, ya saben la verdad. Ya saben que practicar tales cosas merece la muerte, pero no les importa. Son adictos. Yo estaba hablando con un homosexual que fue criado en la iglesia. Dijo que ya no cree en Dios, pero si hay un dios, un dios que condenaría alguien al infierno simplemente porque ama a otro hombre, no merece ser dios. Y este hombre dijo que vale la pena pasar una eternidad en el infierno por el placer de tener relaciones con otros hombres.
Así que, no solamente practican estas cosas que antes eran vergonzosas, aprueban a otros que las practican. Y quieren la aprobación de todo el mundo de su pecado.
¿Puede ser que Dios está enojado contigo?
Está duro si alguien está enojado contigo – y tú no lo sabes. Está aún peor cuando esa persona es Dios. Pero la mayoría de la gente hoy en día creen que Dios está bien para con ellos; que no son personas malas. Efesios 2:1-3 nos ofrece la verdad:
En otro tiempo ustedes estaban muertos en sus transgresiones y pecados, en los cuales andaban conforme a los poderes de este mundo. Se conducían según el que gobierna las tinieblas, según el espíritu que ahora ejerce su poder en los que viven en la desobediencia. En ese tiempo también todos nosotros vivíamos como ellos, impulsados por nuestros deseos pecaminosos, siguiendo nuestra propia voluntad y nuestros propósitos. Como los demás, éramos por naturaleza objeto de la ira de Dios.
Sí, está hablando de ti. Todos estamos en la misma condición. ¿Todavía crees que estás mejor que ellos? ¿Entiendes la profundidad de tu problema (tu pecado), y la necesidad absoluta de un salvador?
¿Crees ahora que la ira de Dios es justificada? Todavía hay tiempo para arrepentirte. Pero casi nadie habla del arrepentimiento ni del pecado; todo es pura bendición.
¿Y tú? ¿Estás glorificando a Dios? ¿Le das gracias? ¿Odias el pecado? ¿O estás luchando con uno de estos pecados? ¿Está Dios enojado contigo?