Deuteronomio 21: ¿Apedrear al hijo rebelde?

18 »Si un hombre tiene un hijo obstinado y rebelde, que no escucha a su padre ni a su madre, ni los obedece cuando lo disciplinan, 19 su padre y su madre lo llevarán a la puerta de la ciudad y lo presentarán ante los ancianos. 20 Y dirán los padres a los ancianos: “Este hijo nuestro es obstinado y rebelde, libertino  y borracho. No nos obedece.” 21 Entonces todos los hombres de la ciudad lo apedrearán hasta matarlo. Así extirparás el mal que haya en medio de ti. Y todos en Israel lo sabrán, y tendrán temor.

¿Puedes visualizar a ti y tu esposa llevando a tu hijo a la puerta de la ciudad?  “No podemos soportar más. Ya es tiempo matarlo.”  ¡Esto no es alguna película de horror! Dios tiene una solución muy sencilla para el hijo rebelde:  Apedréalo.  Viene directamente del corazón de Dios, escrito en la misma Biblia.

Gracias a Dios, ya no estamos bajo la ley, porque habría muchos jóvenes muertos. Parece que, igual a mucho de la ley, Israel casi no la ponía en práctica, pero allí está en las Santas Escrituras. La verdad es que hay mucho en la Palabra que no entendamos, pero no es para nosotros juzgarla, sino obedecerla. Como toda la ley, tenemos que discernir su sentido y como aplicarla hoy para ser fiel a Dios.

El quinto de los diez mandamientos es: Honra a tu padre y a tu madre, para que disfrutes de una larga vida en la tierra que te da el Señor tu Dios (Éxodo 20:12).   Dios es en serio con esto, y no solamente en el Antiguo Testamento. Mira lo que Jesús dijo en Marcos 7, afirmando los mandamientos:

8 Ustedes han desechado los mandamientos divinos y se aferran a las tradiciones humanas. 9¡Qué buena manera tienen ustedes de dejar a un lado los mandamientos de Dios para mantener sus propias tradiciones! 10 Por ejemplo, Moisés dijo: “Honra a tu padre y a tu madre”, y: “El que maldiga a su padre o a su madre será condenado a muerte”. 11 Ustedes, en cambio, enseñan que un hijo puede decirle a su padre o a su madre: “Cualquier ayuda que pudiera haberte dado es corbán” (es decir, ofrenda dedicada a Dios). 12 En ese caso, el tal hijo ya no está obligado a hacer nada por su padre ni por su madre. 13 Así, por la tradición que se transmiten entre ustedes, anulan la palabra de Dios. Y hacen muchas cosas parecidas.

¿Hemos caídos en el mismo pecado? ¿Hemos dejado a un lado los mandamientos? ¿Anulamos la palabra de Dios por nuestras tradiciones? Jesús nunca dice que sería extrema matar al hijo que maldiga a su padre. No quiero decir que debemos apedrear a hijos rebeldes, pero tenemos un gran problema en nuestras familias.  Hemos descuidado la Palabra de Dios y estamos pagando un precio muy alto. Honrar a los padres es muy importante. Si un hijo no honra a sus padres, tampoco va a honrar a Dios, ni someterse a su autoridad. Y Jesús dice que un hijo está obligado a ayudar a sus padres; los que no hacen nada por su padre ni por su madre están en pecado.

Un hijo que merece la pena de muerte sería:

  • Obstinado
  • Rebelde
  • Uno que no escucha a su padre ni a su madre
  • Uno que no los obedece cuando lo disciplinan
  • Libertino (DHH: pervertido; otros sinónimos: sensual, obsceno, desenfrenado)
  • Borracho

Esto implica que:

  • Sus padres le han hablado y enseñado, pero no los hace caso.
  • Lo han corregido y disciplinado, pero él no lo recibe ni cambia.

Cae a los padres criar a sus hijos con amor y disciplina para que los padres sean honrados.  Los dos son importantes, porque la mano dura puede ser abusiva también. El problema comienza y es resuelto en el hogar. Lamentablemente, hay una falta de disciplina en muchas familias hoy en día. Los niños están obstinados y rebeldes, y su rebeldía solamente crece en la adolescencia. Muchos se apartan del Señor; no hay temor de Dios.

Los padres no están solos bregando con este muchacho problemático; Dios nos puso en una comunidad.

  • Hay ancianos en la comunidad que los apoyan y mantienen orden y la voluntad de Dios.
  • Todos los hombres de la comunidad participan en el castigo (no menciona si el padre y la madre participan, o si están observándolo).

Dios intenta que seamos parte de una comunidad de fe. Más que nunca, necesitamos el apoyo de la iglesia, la escuela, y la sociedad para criar a jóvenes responsables. La iglesia debe hacer todo lo posible para ayudar a los padres y enseñarlos como criar a sus hijos. En una época cuando muchos hombres no conocen a sus padres ni tienen un buen modelo de cómo ser padre, la iglesia debe suplir mentores para ayudarlos.

Para mí, tal vez la parte más impresionante de este pasaje es el rol de la comunidad. Dios no espera que criamos a nuestros hijos solos. Perdemos algo muy importante si los abuelos, tíos, y otros familiares no participan en la crianza de nuestros hijos. Pero va más allá de la familia.  En el pasaje, los ancianos pueden representar los líderes de la iglesia, que ejercen la disciplina del pecador. Todos los hombres representan a toda la comunidad: la policía, los jueces, y el sistema judicial. Los jóvenes en una comunidad tienen que ser conscientes que los hombres están unidos en un compromiso para levantar a hombres responsables y rectos; los animarían a portarse bien, y los darían mucha fuerza. Tal como necesitaban el apoyo de los hombres antes de llegar a ser apedreado, hoy necesitan su apoyo antes de caer preso – o muerto.

El propósito de Dios en un castigo tan fuerte es mantener la santidad de la comunidad. Una y otra vez Dios manda que crucifiquemos esta carne, que echemos fuera de la iglesia los creyentes que sigan en su pecado, y que nos separemos del mundo para ser un pueblo santo. También sirve como una fuerza disuasiva para otros jóvenes. Noticias de la muerte serían llevadas a todo el país y los niños se pondrían en serio en honrar a sus padres. Dios ama a los jóvenes, y sabe la importancia de levantar a hombres íntegros para tener una comunidad sana. Ignorar su pecado la destruye, como estamos experimentando hoy en día.

Padre, ¿cómo te va con tu hijo? ¿Hay veces cuando quieres llevarlo a los ancianos en la puerta? ¿Estás haciendo tu parte, pasando tiempos juntos, ensenándole la palabra y los caminos del Señor? ¿Cómo está la disciplina en tu hogar? ¿Están unidos tú y tu esposa en la crianza de los niños?

Joven, ¿honras a tus padres? ¿Los ayudas? ¿Recibes sus consejos?

¡Dios te ayudará! ¡Oremos juntos por nuestras familias!

 

4 respuestas a «Deuteronomio 21: ¿Apedrear al hijo rebelde?»

  1. Mi hija de 16 años se fue de la casa. Tuvimos problemas por falta de buenq ejemplo en la iglesia. Habia mala comunicación entre los jovenes (inmoral). Por tres años, ella no acepto la corrección. Nosotros tuvimos que salir de la congregación por que nos causo daño la convivencia que ae tenía en el grupo de jovenes.

    Ahora, mi hija esta con mos padres. No hay comunicación y mis familiares la están solapando.

    No quiero hacer mal, pero ya me canse de humillarme al intentar acercarme y que sean tan groseros. Quieren demandarme por una pensión. Solo hay interés por dinero.

    1. Me duele mucho leer su mensaje. Que duro pasar por esos problemas sin el apoyo de la iglesia. Me alegro que usted sigue con fe en Jesus. El es su unica esperanza! Voy a unirme en oracion por su hija que vuelva al Senor y a su casa. Muchas bendiciones!

    1. Estoy de acuerdo que parece muy fuerte. Pero Dios esta estableciendo un pueblo santo que seria un testimonio a todo el mundo, y le era muy importante comunicar que no se puede jugar con Dios y mantener una comunidad sana para todos. Gracias a Dios no estamos bajo la ley…somos guiados por el Espiritu Santo. Pero estamos viendo las consecuencias feas de hijos rebeldes y toda clase de pecado en nuestro mundo. Yo prefiero vivir bajo las normas del Reino de Dios!

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