Porno

Jesús dijo:

»Ustedes han oído que se dijo: “No cometas adulterio.” Pero yo les digo que cualquiera que mira a una mujer y la codicia ya ha cometido adulterio con ella en el corazón.  Por tanto, si tu ojo derecho te hace pecar, sácatelo y tíralo. Más te vale perder una sola parte de tu cuerpo, y no que todo él sea arrojado al infierno. Y si tu mano derecha te hace pecar, córtatela y arrójala. Más te vale perder una sola parte de tu cuerpo, y no que todo él vaya al infierno (Mateo 5:27-30).

Estamos en medio de una crisis que va de mal en peor, y parece que no hay una salida fácil. Se llama pornografía. Siempre ha existido, pero nunca estaba tan accesible como ahora en el internet. En la actualidad genera más de $100 mil millones al año en todo el mundo, y los cristianos están siendo arrastrados hacia ella a un ritmo alarmante. Son pocos los hombres que no han metido en porno. Ya sabes lo destructivo que es a tu vida espiritual. Es un pecado horrible; en realidad, según Jesús, es adulterio, y así se convierte en un asunto de la salvación, ya que la Biblia es clara que los adúlteros no heredarán el reino de Dios.

Creo que ya sabes que es destructivo para tu matrimonio, pero en realidad puede destruir tu capacidad para disfrutar relaciones íntimas. Un experto sobre el matrimonio, John Gottman, ha escrito sobre esto en su libro ¿Qué hace el amor durar? (Simon & Schuster, 2012). Dios nos diseñó para que la oxitócica y, en los hombres, la vasopresina, son liberados durante el orgasmo. Estas son las hormonas que fomentan el apego emocional. Masturbarte con pornografía lleva al orgasmo con imágenes que no son de tu esposa, y disminuye el atractivo sexual de ella. Con el tiempo encontrarás que es difícil tener relaciones satisfactorias con tu esposa. Eso no es sorprendente, a la luz de la enseñanza de Pablo en 1 Corintios 6. Dios nos diseñó para tener una relación de una sola carne con una sola mujer, y cada mujer adicional disminuye la intensidad de esa unión. Lo que es tal vez diferente aquí es que no son sólo mujeres reales, sino las imágenes pornográficas, que tienen el mismo impacto.

Gottman afirma que la pornografía sirve como una escalera hacia la infidelidad real, con estos pasos descendentes típicos:

  • Visualización de fotos
  • Vídeos
  • La búsqueda de lo que te excita más rápido e intensamente
  • El chat en línea
  • Fantaseando un encuentro en la vida real
  • Darse permiso para cruzar las fronteras con otra mujer (o, aún peor, un hombre, niña o niño)

La pornografía es veneno. Como dice Jesús en Mateo 5, debes hacer todo lo que sea necesario para liberarte de ella.

  • Buenos filtros en el celular, Tablet, y computadora son el primer paso.
  • Puede ayudarte tener a un hermano confiable con quien puedes compartir y orar y rendir cuentas.
  • Destruye cualquier revista o DVD que tienes.
  • Pídele a alguien poner un bloque en tus computadoras para los sitios que regularmente frecuentas.
  • Reconócelo como pecado, pide perdón a Dios, y arrepiéntete.
  • Lucha contra la tentación y cree en la palabra de Dios, que Él siempre te dará una salida de la tentación (1 Corintios 10:13: Ustedes no han sufrido ninguna tentación que no sea común al género humano. Pero Dios es fiel, y no permitirá que ustedes sean tentados más allá de lo que puedan aguantar. Más bien, cuando llegue la tentación, él les dará también una salida a fin de que puedan resistir.).
  • Reconoce esos momentos y lugares en que estás más vulnerable y cambia tu estilo de vida para evitarlos.
  • Participa en un grupo con otros que están batallando esta adicción, o habla con un consejero.
  • Es posible que necesitas liberación de espíritus inmundos. Un primer paso hacia la libertad es volver atrás y renunciar cada vez que utilizabas porno, hasta la primera vez. El enemigo ha construido una fortaleza en ti, ladrillo por ladrillo, y ahora la estás destruyendo, renunciando cada ladrillo. Confiesa el pecado y renuncia a cualquier dominio que Satanás tiene sobre ti. Es posible que necesitas a alguien que ora por ti también.

Nunca ha sido fácil ser un hombre. Incluso algunos de los más grandes hombres de la Biblia cayó en pecado sexual, pero hoy es peor que nunca. No te rindas. Dios está contigo. Él te ayudará. Muchos hombres han encontrado libertad e intimidad renovada con sus esposas. Al igual que el alcohol o drogas, tú puedas tener esa debilidad por el resto de tu vida, pero vale la pena luchar para mantenerte limpio. ¡Que Dios te ayude!