Celos

Estamos siguiendo a Saúl por su camino de desesperación y derrota en 1 Samuel. Ahora vemos el peligro de celos y envidia.

Cualquier encargo que David recibía de Saúl, lo cumplía con éxito, de modo que Saúl lo puso al mando de todo su ejército, con la aprobación de los soldados de Saúl y hasta de sus oficiales.

Ahora bien, cuando el ejército regresó, después de haber matado David al filisteo, de todos los pueblos de Israel salían mujeres a recibir al rey Saúl. Al son de liras y panderetas, cantaban y bailaban,  y exclamaban con gran regocijo:

«Saúl destruyó a un ejército,
¡pero David aniquiló a diez!»

 Disgustado por lo que decían, Saúl se enfureció y protestó: «A David le dan crédito por diez ejércitos, pero a mí por uno solo. ¡Lo único que falta es que le den el reino!»  Y a partir de esa ocasión, Saúl empezó a mirar a David con recelo.  (18:5-9)

Qué pena perder la unción de Dios. Pero es aún peor ser superado por un chico joven. Es difícil tomar el lugar más bajo y crucificar al orgullo. Es difícil aceptar que otro pueda ser mejor que tú. Puedes dar paso a la persona y regocijarte que Dios sea glorificado y su iglesia prosperará. O puedes ponerte celoso y tratar de destruirlo.

Saúl necesitaba a David. Él había salvado a Israel de los filisteos. Él era el único que podía traer alivio a Saúl de los malos espíritus. Saúl debe aceptar las consecuencias de su desobediencia, honestamente admitiendo sus errores a Dios y al pueblo. A lo menos puede estar contento que su país tendría a un gran hombre como su próximo rey. Aunque su destino estaba sellado como rey, todavía podía aprovechar al máximo del resto de su vida.

No es sorprendente que Saúl tomó la decisión equivocada y los celos  se le consumían. Son un veneno que destruye  iglesias y familias. ¿Estás celoso de alguien que parece tener mayor éxito y unción? ¿Envidioso de su juventud, de sus dones, y que está bien parecido?

Los celos dan paso al miedo. Tal vez sin saberlo, Saúl puso a David en una posición en que podía distinguirse aún más. Cuando Dios está con alguien, no importa lo que haga, va a tener éxito,. En lugar de amar a David, como el resto de la nación, Saúl le temía.

Saúl sabía que el Señor lo había abandonado, y que ahora estaba con David. Por eso tuvo temor de David  y lo alejó de su presencia, nombrándolo jefe de mil soldados para que dirigiera al ejército en campaña.  David tuvo éxito en todas sus expediciones, porque el Señor estaba con él.  Al ver el éxito de David, Saúl se llenó de temor.  Pero todos en Israel y Judá sentían gran aprecio por David, porque él los dirigía en campaña. (18:12-16)

¡No caigas en la trampa del miedo y celos! Qué bueno si Saúl pudiera haber amado y apoyado a David como a un hijo, regocijándose en su éxito. ¡Que tú tengas la unción de David!
• El Señor estaba con él.
• David dirigía como gran líder a sus hombres.
• En todo lo que hizo tuvo gran éxito.
• Él fue amado por todos.
¡Eso puede ser verdad de tu vida también!