2 Corintios 8:1-12: Generosidad

Cuestiones de dinero y ofrendas siempre son delicadas. Por desgracia, hay abusos y corrupción incluso dentro de la iglesia. Pero la Biblia habla de la importancia de ofrendar para la obra de Dios, y los capítulos 8 y 9 contienen algunas de sus enseñanzas más claras:

1Ahora, hermanos, queremos que se enteren de la gracia que Dios ha dado a las iglesias de Macedonia. En medio de las pruebas más difíciles, su desbordante alegría y su extrema pobreza abundaron en rica generosidad. Soy testigo de que dieron espontáneamente tanto como podían, y aún más de lo que podían, rogándonos con insistencia que les concediéramos el privilegio de tomar parte en esta ayuda para los santos. Incluso hicieron más de lo que esperábamos, ya que se entregaron a sí mismos, primeramente al Señor y después a nosotros, conforme a la voluntad de Dios. De modo que rogamos a Tito que llevara a feliz término esta obra de gracia entre ustedes, puesto que ya la había comenzado. Pero ustedes, así como sobresalen en todo —en fe, en palabras, en conocimiento, en dedicación y en su amor hacia nosotros—, procuren también sobresalir en esta gracia de dar.

Pablo les anima a dar más

Los corintios están orgullosos de su espiritualidad y de su éxito como iglesia, así que Pablo les da un reto: Puesto que ustedes reclaman que sobresalen en todo, asegúrense de sobresalir en esta cuestión de dar también. Una competencia amistosa puede estimular su ofrenda.

Pablo escribió esta carta en Macedonia y tiene un conocimiento íntimo de la situación en esa zona:

  • Están en medio de una prueba severa y pobreza extrema. Además de ser perseguidos por su fe, la provincia fue devastada por una guerra civil y despojada de sus recursos naturales por los romanos.
  • A pesar de la prueba, están rebosante de alegría, y de alguna manera esa alegría se combina con su pobreza para producir una rica generosidad.
  • Dieron hasta que duele; fueron más allá de su capacidad.
  • No fue por obligación – suplicaron con urgencia el privilegio de dar. Tal vez Pablo no quería pedirles mucho porque era consciente de su pobreza.
  • Habían dado con un corazón abierto al Señor, a Pablo y sus compañeros, y ahora, a los hermanos en Jerusalén.

Este ejemplo sirve como gran desafío para la cómoda y rica iglesia corintia.

Estadísticamente, los pobres dan mucho más que los ricos. ¡Tal vez por eso son pobres! Los que tienen más tiendan a agarrarlo e incluso tienen más miedo de que terminen en necesidad.

 Cómo motivar a la iglesia a ofrendar

Creo que yo soy como la mayoría de la gente y no me gusta sentirme presionado para dar, y mucho menos ser manipulado, pero estoy muy listo para ayudar si existe una necesidad legítima. Dos cosas son necesarias para motivar a la gente a dar:

Mostrarles oportunidades dignas para dar. Una de las tareas del liderazgo de la iglesia es identificar las necesidades legítimas y darlas a conocer a la iglesia. Pablo sabía que la necesidad de la iglesia de Jerusalén era urgente, y esta ofrenda tenía su apoyo de 100%. Era la iglesia madre, en la ciudad santa donde Jesús ministraba y fue crucificado, y había sufrido hambre y persecución. El apoyo de los creyentes gentiles en todo el imperio fue una demostración importante de su unidad con sus hermanos judíos.

Asegurar a la gente que su dinero será manejado con integridad. Lamentablemente hay muchos abusos de dinero. Tú tienes derecho a saber qué hacen con tu dinero y exigir integridad completa. Hace poco leí que el presidente de una organización cristiana de desarrollo muy conocido en los Estados Unidos gana casi US $400.000 al año. Yo no puedo justificar eso. Estudia bien las oportunidades para dar, y cómo utilizan el dinero. Ora por la sabiduría y la dirección del Señor, y ten cuidado de las solicitudes emocionales o la presión para dar.

Pablo espera que confíen en su juicio como su padre espiritual. Era prudente nombrar a Tito para recoger el regalo, ya que él tenía una buena relación con los corintios. Pablo no iba a conseguir ni un centavo.

 El dar es una gracia

Tres veces en siete versículos, Pablo usa la palabra “gracia.” Fue esa gracia de Dios (que Él da generosamente y sin esperar nada a cambio), lo que permitió a las iglesias macedonias responder generosamente. Debemos mostrar esa misma gracia hacia los demás. La ofrenda de los macedonios fue un acto de gracia, no basada en sus méritos y sin esperar nada a cambio.

Dar hasta que duele

Cada cristiano debe ofrendar de acuerdo a su capacidad, en proporción a sus ingresos. El diezmo es un buen comienzo. El reto es confiar en Dios y dar más allá de su capacidad. El promedio nacional actual de dar en los Estados Unidos es aproximadamente el 4%. Habría avances masivos en las misiones y servicio cristiano si todos diezmasen; mucho más si daban hasta que duela.

¿Ves dar como un privilegio? ¿Le has suplicado a alguien el privilegio de darle dinero? ¡Imagina lo encantado que estaría tu pastor! Es una bendición poder ofrendar. Esperemos que más gente pida hacerlo.

No es que esté dándoles órdenes, sino que quiero probar la sinceridad de su amor en comparación con la dedicación de los demás. Ya conocen la gracia de nuestro Señor Jesucristo, que aunque era rico, por causa de ustedes se hizo pobre, para que mediante su pobreza ustedes llegaran a ser ricos.

Haz la generosidad tu meta

Dios es un dador, y la generosidad debe ser una marca de cada cristiano. Busca cualquier oportunidad para dar. Modela y enseña la generosidad a tu familia, no sólo con dinero, sino con todo lo que Dios te ha dado. Somos mayordomos; Dios nos encomienda cosas para usar sabiamente en beneficio de su reino. Si Él sabe que tienes un corazón generoso, es probable que te dé más, para bendecir a otros.

Jesús es el mejor ejemplo de la generosidad. De buena gana soltó todo lo que tenía; terminó su vida con nada más que una túnica sin costura, y echaron suertes para ella. Tú puedes decir que Él era Dios y sabía que iba a volver a las riquezas del cielo, pero Él llamó a mucha gente rica a regalar todo lo que tenía para seguirle.

¿Está Dios probando la sinceridad de tu amor?

Pablo sabe que el dinero es una gran prueba de la sinceridad de nuestro amor, y va a comparar los corintios con otras iglesias (especialmente los macedonios) a ver cuán sinceros son. Una cosa es decirle a un hermano en la iglesia “te amo;” y otra cuando él pierde su trabajo o su casa. ¿Puedes pensar en la posibilidad de dar todo tu dinero a una familia pobre para que ellos sean ricos – y tu pobre? ¿Incluso para dar tu casa? Eso es extremo, y creo que Dios no llama a muchos a hacerlo, pero el dinero y los bienes no son nuestros para guardarlos (o enterrarlos). Santiago escribe: Supongamos que un hermano o una hermana no tienen con qué vestirse y carecen del alimento diario,  y uno de ustedes les dice: «Que les vaya bien; abríguense y coman hasta saciarse», pero no les da lo necesario para el cuerpo. ¿De qué servirá eso? (Santiago 2:15-16)

¿Has considerado siquiera la posibilidad de que Dios te llamase a la pobreza?

10 Aquí va mi consejo sobre lo que les conviene en este asunto: El año pasado ustedes fueron los primeros no sólo en dar sino también en querer hacerlo. 11 Lleven ahora a feliz término la obra, para que, según sus posibilidades, cumplan con lo que de buena gana propusieron. 12 Porque si uno lo hace de buena voluntad, lo que da es bien recibido según lo que tiene, y no según lo que no tiene.

¿Tienes la voluntad?

El primer paso para dar es la voluntad, no la cantidad que tienes o lo que realmente ofrendas. Si tienes la voluntad y un corazón generoso, el resto vendrá naturalmente. Si no puedes dar mucho, no te sientas mal. Da acuerdo con tus medios. Dios conoce la condición de tu corazón: si eres avaro, o si realmente quieres dar todo lo que puedas.

Pablo los ha comparado con los macedonios; ahora desafía a los corintios con sus donaciones anteriores. Fueron los primeros en expresar su interés en dar el año anterior, y los primeros en dar. Pablo quiere asegurarse de que al menos igualan con lo que hicieron el año pasado. Hubo algunos problemas en la iglesia y en su relación con Pablo que retrasó la ofrenda, pero ahora que todo está bien, deben seguir adelante. Puede ser que tú hayas pasado por problemas financieros, pero ahora Dios te ha bendecido y la situación ha mejorado. Hay que reevaluar tus ofrendas al Señor y ser más generoso.

Decide que esta semana vas a cultivar la generosidad. Da hasta que duele. Busca cada oportunidad para dar.