2 Corintios 8:13-24 La meta es igualdad

13 No se trata de que otros encuentren alivio mientras que ustedes sufren escasez; es más bien cuestión de igualdad. 14 En las circunstancias actuales la abundancia de ustedes suplirá lo que ellos necesitan, para que a su vez la abundancia de ellos supla lo que ustedes necesitan. Así habrá igualdad, 15 como está escrito: «Ni al que recogió mucho le sobraba, ni al que recogió poco le faltaba.»

La meta es igualdad

Suena bien. Es un concepto muy sencillo: Si somos uno en Cristo y amamos a nuestros hermanos, vamos a compartir nuestros bienes con ellos. Para gente acostumbrada al capitalismo e individualismo, puede  parecer demasiado como el socialismo o el comunismo, pero hay una gran diferencia: El comunismo se impone a la gente por un gobierno secular; esto es completamente voluntario, viene de un corazón de amor por Dios y su pueblo, y la igualdad es entre los hermanos cristianos. Aunque también debemos preocuparnos por aquellos fuera de la iglesia, la promesa de Dios para provisión (y el mandato de distribuirla por igual) es para la iglesia: Por lo tanto, siempre que tengamos la oportunidad, hagamos bien a todos, y en especial a los de la familia de la fe (Gálatas 6:10).

Esto responde a la pregunta en el versículo 9: ¿Deberías seguir el ejemplo de Cristo y hacerte pobre para que otros puedan ser ricos? Aunque Dios puede llamarte a ese sacrificio, el objetivo en general de las ofrendas cristianas es igualar el estatus económico, no dar tanto que tú estás sufriendo. Mi preocupación es la grave desigualdad entre los cristianos en los países ricos y aquellos que ganan solo unos pocos dólares al día. No hay igualdad en el Cuerpo de Cristo hoy.

No estamos hablando de caridad; el versículo 15 asume que todos están trabajando. La Escritura no respalda la idea de algunos perezosos recibiendo los frutos de gente trabajadora. Nunca queremos fomentar la irresponsabilidad a través de programas gubernamentales. Pero si estamos prosperando porque tuvimos el privilegio de nacer en un país rico y recibir una buena educación, es un pecado no compartir con alguien muy trabajador sin esas bendiciones. Los corintios prosperaban y los creyentes en Jerusalén sufrían. Si Corinto experimenta una recesión en el futuro, se espera que los demás cristianos acudan en su ayuda. Durante muchos siglos la Iglesia practicaba esto, predicando contra la avaricia y el exceso,  al mismo tiempo que alentaba el trabajo duro. Hoy, la predicación de la prosperidad es un velo fino para la codicia.

Cuando obedecemos sus mandatos, Dios va a proveer  suficiente para todo su pueblo, siempre y cuando una parte del cuerpo ayude a la otra. La abundante provisión no es para que algunos vivan la vida buena, mientras que otros están en pobreza. Nuestro ejemplo es el maná en el desierto:

Y éstas son las órdenes que el Señor me ha dado: “Recoja cada uno de ustedes la cantidad que necesite para toda la familia, calculando dos litros por persona.” Así lo hicieron los israelitas. Algunos recogieron mucho; otros recogieron poco.  Pero cuando lo midieron por litros, ni al que recogió mucho le sobraba, ni al que recogió poco le faltaba: cada uno recogió la cantidad necesaria.  Entonces Moisés les dijo: “Nadie debe guardar nada para el día siguiente.”  Hubo algunos que no le hicieron caso a Moisés y guardaron algo para el día siguiente, pero lo guardado se llenó de gusanos y comenzó a apestar. Entonces Moisés se enojó contra ellos (Éxodo 16:16-20).

¿Qué nos enseña esta porción?

  • Recoge lo necesario. No codicies.
  • Si nadie codicia, Dios asegura que habrá suficiente para todos.
  • Dios te dará lo que necesitas: confía en Él para tu pan diario.

Charles Hodge escribió en su comentario:

“Si alguien trató de acaparar su parte, se echó a perder en sus manos. La lección de Éxodo y de Pablo es que en el pueblo de Dios se debe usar la sobreabundancia de uno para aliviar las necesidades de los demás; cualquier intento de contrarrestar esta ley dará lugar a la vergüenza y pérdida. La propiedad es como el maná, no soportará el acaparamiento.”

Aprendí esta dura lección hace muchos años. Yo tenía un viejo Ford Pinto que yo no estaba usando, y un hermano de la iglesia que no tenía un carro quería prestarlo. Por alguna razón (que ni siquiera recuerdo),  inventé una excusa falsa (mentí) y le dije que no. El carro estaba funcionando bien, pero cuando fui a conducirlo un poco más tarde, la transmisión murió y ese carro fue directamente al depósito de chatarra. Estoy seguro de que habría funcionado muy bien para el hermano.

16 Gracias a Dios que puso en el corazón de Tito la misma preocupación que yo tengo por ustedes. 17 De hecho, cuando accedió a nuestra petición de ir a verlos, lo hizo con mucho entusiasmo y por su propia voluntad. 18 Junto con él les enviamos al hermano que se ha ganado el reconocimiento de todas las iglesias por los servicios prestados al evangelio. 19 Además, las iglesias lo escogieron para que nos acompañe cuando llevemos la ofrenda, la cual administramos para honrar al Señor y demostrar nuestro ardiente deseo de servir. 20 Queremos evitar cualquier crítica sobre la forma en que administramos este generoso donativo; 21 porque procuramos hacer lo correcto, no sólo delante del Señor sino también delante de los demás.

22 Con ellos les enviamos a nuestro hermano que nos ha demostrado con frecuencia y de muchas maneras que es diligente, y ahora lo es aún más por la gran confianza que tiene en ustedes. 23 En cuanto a Tito, es mi compañero y colaborador entre ustedes; y en cuanto a los otros hermanos, son enviados de las iglesias, son una honra para Cristo. 24 Por tanto, den a estos hombres una prueba de su amor y muéstrenles por qué nos sentimos orgullosos de ustedes, para testimonio ante las iglesias.

¡Qué bueno saber que un hombre como Pablo está personalmente preocupado por ti y tu iglesia (versículo 16)! Las traducciones alternativas para “preocupado” son: solicitud, atención y entusiasmo. ¡Qué maravilloso tener a alguien entusiasmado contigo! ¡Y saber que Dios pone ese tipo de solicitud para ti en los corazones de los demás! Mejor aún, Dios tiene esa preocupación y entusiasmo por ti. ¿Te ha dado Dios entusiasmo por otra iglesia? ¿Una preocupación por otros creyentes? ¿Qué estás haciendo al respecto? Actuar en este tipo de preocupación dada por Dios es esencial para el funcionamiento saludable del cuerpo de Cristo.

Cosas específicas para esta ofrenda

  • Tito es el hombre encargado para recibir la ofrenda. Él y Pablo son compañeros en el ministerio y unidos en espíritu. Comparten la misma preocupación dada por Dios por los corintios y por esta ofrenda. Tito es amado por ellos y está entusiasmado con la colecta. Pablo no lo presionó para que se fuera, Tito tomó la iniciativa.
  • Un segundo hermano sin nombre (muchos creen que fue Lucas o Bernabé), vendrá con Tito, que garantiza aún más que el dinero será puesto en buen uso. Este hermano es muy respetado por todas las iglesias, y fue elegido por ellos, no por Pablo.
  • El equipo se completa con un tercer hermano, también sin nombre. Con el envío de estos ministros importantes, Pablo garantiza el uso de esta colecta. Una nota interesante sobre el versículo 23: el griego diceapóstoles de las iglesias – parece que había un cuerpo reconocido de apóstoles en esa época.
  • Un poco de psicología: Pablo llama a su don “liberal”, quizás en fe, o utilizando el poder de la sugestión. ¡Está haciendo todo lo posible para asegurar que realmente es liberal! La ofrenda es:
    • Una prueba de su amor: “si ustedes no dan, parece que en realidad no tienen amor; pongan en acción el amor.”
    • Una oportunidad para mostrar a los demás por qué Pablo está tan orgulloso de ellos (como un padre que quiere presentar a su hijo a otros miembros de la familia).
    • Una oportunidad para mostrar a todas las iglesias lo buenos que son los corintios.

Pautas universales cuando se trata de dinero

  • Haz todo correcto, no solo ante los ojos de Dios, sino también ante los ojos del mundo. Qué triste que los medios de comunicación tiendan a retratar a los cristianos como charlatanes, abusando del dinero de otras personas. Aún más triste, porque hay una base para ello.
  • Recuerda que la gente critica todo lo que no está bien hecho. Maneja el dinero con tanta integridad que estás por encima de las críticas.
  • El manejo adecuado del dinero honra y glorifica al Señor; un manejo impropio le deshonra y trae vergüenza  a su nombre.

Esta colecta toma mucho tiempo y energía de algunos de los más grandes líderes de la iglesia primitiva. Pablo se comprometió con sus mejores hombres y meses de su tiempo para entregarlo. Era muy consciente de su responsabilidad ante Dios, e hizo todo lo posible para manejarlo con la máxima integridad. ¿Tiene la misma prioridad la ayuda económica a las iglesias necesitadas en nuestros ministerios hoy? ¿Estás dispuesto a predicar lo que la Biblia dice acerca de la igualdad económica entre los creyentes? ¿Das lugar a críticas en tu manejo de las finanzas? ¿Hay algo que debes cambiar en tu iglesia para hacer todo conforme al ejemplo de Pablo? ¿Estás siendo obediente a Dios en tus propias ofrendas?