2 Corintios 13:1-6 Examínate

1Ésta será la tercera vez que los visito. «Todo asunto se resolverá mediante el testimonio de dos o tres testigos.» Cuando estuve con ustedes por segunda vez les advertí, y ahora que estoy ausente se lo repito: Cuando vuelva a verlos, no seré indulgente con los que antes pecaron ni con ningún otro, ya que están exigiendo una prueba de que Cristo habla por medio de mí. Él no se muestra débil en su trato con ustedes, sino que ejerce su poder entre ustedes. Es cierto que fue crucificado en debilidad, pero ahora vive por el poder de Dios. De igual manera, nosotros participamos de su debilidad, pero por el poder de Dios viviremos con Cristo para ustedes.

Casi al final de esta carta, Pablo sigue luchando por el alma de esta Iglesia.

Primero, él quiere impresionarlos con lo serio que él está sobre limpiar la iglesia del pecado. A pesar de lo que sus enemigos pueden decir, no son amenazas vanas. Esta es su tercera visita, el tercer “testimonio” necesario para confirmar su juicio de la iglesia. Casi como “tres strikes y estás fuera,” esta visita será decisiva.

Pablo y los falsos apóstoles ambos reclaman que Cristo habla por medio de ellos, pero los corintios ponen la carga sobre Pablo para probarlo. Confía en que la demostración del poder y la autoridad de Cristo durante su visita lo confirmará. Hasta el día de hoy, muchos afirman que Cristo habla por medio de ellos, y la maravilla es que en realidad Cristo puede hablar por medio de nosotros. Es una gran responsabilidad; si dices que es Cristo hablando por medio de ti, ¡hay que estar muy seguro que realmente es su palabra! Lamentablemente, hay muchos charlatanes y falsos profetas que hablan por su propia cuenta. Necesitamos mucho discernimiento para evaluar a otros que dicen que Cristo habla por medio de ellos.

La iglesia de Corinto no funcionaba independiente de la autoridad apostólica. No era una opción para ellos “dejar el concilio” y ser una iglesia autónoma. La naturaleza de la autoridad que Dios ha establecido en la Iglesia requiere alguna cobertura apostólica, ya sea de un concilio o un apóstol. Es cierto que hay abusos con la autoridad apostólica, y hay concilios que no apoyan a sus pastores, pero también hay abusos en las iglesias independientes.  ¡Necesitamos mucha gracia de Dios para establecer la verdadera autoridad apostólica!

Los falsos apóstoles acusaron a Pablo de ser débil, pero ser débil o poderoso en el mundo es muy distinto de nuestra comprensión de poder y debilidad como creyentes. Muchos hombres orgullosos en el mundo creen que Dios es solo una muleta. Son autosuficientes; la fe en Dios es solo para los débiles. Es cierto que entregar tu vida y crucificar la carne voluntariamente puede parecer débil. La crucifixión de Cristo fue una expresión profunda de debilidad, pero ese acto humillante soltó un poder sobrenatural increíble. Incluso después de muchos años de caminar con Cristo, tú puedes estar muy consciente de la debilidad de tu carne, pero eso te permite vivir por el poder de Dios. Los que confían en sí mismos no experimentan más que su propia fuerza. ¡No se trata de ti! Lo importante es negarse a sí mismo, para que se manifieste el poder de Dios.

Los corintios estaban locos por el poder: manifestaciones sobrenaturales en sus servicios, apóstoles impresionantes y demostraciones del poder del Espíritu Santo en la vida diaria. Para ellos, cualquier debilidad podría ser un signo de falta de fe, y Pablo les parecía débil. El mismo Cristo fue sospechoso por su supuesta debilidad y humildad: ¿Por qué no pidió fuego o ángeles del cielo? ¿Por qué no se enfrentó a los fariseos y los líderes judíos? Los corintios habían aceptado un evangelio distorsionado, y por esa razón Pablo hace una petición sorprendente:

Examínense para ver si están en la fe; pruébense a sí mismos. ¿No se dan cuenta de que Cristo Jesús está en ustedes? ¡A menos que fracasen en la prueba! Espero que reconozcan que nosotros no hemos fracasado.

Los corintios tienen la audacia de exigir que Pablo se probase, pero él lo da la vuelta: ¡ellos son los que tienen algo que probar! ¿De verdad son salvos? Pablo no está tan seguro. Él se había puesto a sí mismo a esa prueba, y sabe que él y sus compañeros la pasarán.

Hay una provisión asombrosa para los verdaderos creyentes, casi escondida en su llamado al autoexamen: Cristo está en nosotros. ¿Eres consciente de eso en tu vida diaria? ¿Hay evidencia que Cristo vive en ti? Si el Hijo de Dios está en ti, ¿no se espera alguna evidencia?

¿Cuándo fue la última vez que hiciste este autoexamen, o desafiaste a tu iglesia a examinarse a sí mismos? ¿Tienes miedo de no pasarlo? ¿Crees porque alguien tiene mucho tiempo en la iglesia que él está en la fe?  Pablo no lo cree. Basándose en su experiencia con los corintios, quienes aceptaron a los “apóstoles” que él llama siervos de Satanás, probablemente teme que muchos no sean realmente salvos.

¿Cómo puedes estar seguro de que realmente estás en la fe? Se puede escribir un libro sobre ese tema, pero aquí hay algunas pruebas:

Fruto

  • Del mismo modo, todo árbol bueno da fruto bueno, pero el árbol malo da fruto malo. Un árbol bueno no puede dar fruto malo, y un árbol malo no puede dar fruto bueno. Todo árbol que no da buen fruto se corta y se arroja al fuego. Así que por sus frutos los conocerán(Mateo 7:17-20).
  • El que recibió la semilla que cayó entre espinos es el que oye la palabra, pero las preocupaciones de esta vida y el engaño de las riquezas la ahogan, de modo que ésta no llega a dar fruto(Mateo 13:22).

El quebrantamiento sobre el pecado y la victoria sobre él. Varios pasajes hablan de cómo aquellos que habitualmente practican el pecado no pueden ser salvos:

  • ¿No saben que los malvados no heredarán el reino de Dios? ¡No se dejen engañar! Ni los fornicarios, ni los idólatras, ni los adúlteros, ni los sodomitas, ni los pervertidos sexuales, ni los ladrones, ni los avaros, ni los borrachos, ni los calumniadores, ni los estafadores heredarán el reino de Dios (1 Corintios 6:9-10).
  • Las obras de la naturaleza pecaminosa se conocen bien: inmoralidad sexual, impureza y libertinaje; idolatría y brujería; odio, discordia, celos, arrebatos de ira, rivalidades, disensiones, sectarismos  y envidia; borracheras, orgías, y otras cosas parecidas. Les advierto ahora, como antes lo hice, que los que practican tales cosas no heredarán el reino de Dios (Gálatas 5:19-21).
  • Los que son de Cristo Jesús han crucificado la naturaleza pecaminosa, con sus pasiones y deseos(Gálatas 5:24).

Lo que ocupa tu tiempo, cariño y pensamientos.

  • Los que viven conforme a la naturaleza pecaminosa fijan la mente en los deseos de tal naturaleza; en cambio, los que viven conforme al Espíritu fijan la mente en los deseos del Espíritu. La mentalidad pecaminosa es muerte, mientras que la mentalidad que proviene del Espíritu es vida y paz (Romanos 8:5-6).

La confirmación interior del Espíritu Santo.

  • Y ustedes no recibieron un espíritu que de nuevo los esclavice al miedo, sino el Espíritu que los adopta como hijos y les permite clamar: «¡Abba! ¡Padre!» El Espíritu mismo le asegura a nuestro espíritu que somos hijos de Dios (Romanos 8:15-16).

Evidencia de la presencia del Espíritu en tu vida.

  • Si alguno no tiene el Espíritu de Cristo, no es de Cristo(Romanos 8:9).
  • Se debe ver fruto del Espíritu (amor, alegría, paz, paciencia, amabilidad, bondad, fidelidad, humildad y dominio propio, Gálatas 5:22-23), y manifestaciones del Espíritu en dones espirituales.

Confesión pública de fe en Cristo, y fe sólida en lo que logró en la cruz.

  • Mas a cuantos lo recibieron, a los que creen en su nombre, les dio el derecho de ser hijos de Dios(Juan 1:12).
  • Si confiesas con tu boca que Jesús es el Señor, y crees en tu corazón que Dios lo levantó de entre los muertos, serás salvo. Porque con el corazón se cree para ser justificado, pero con la boca se confiesa para ser salvo (Romanos 10:9-10).
  • Un verdadero creyente debe hablar con otros acerca de su fe.

Haciendo la voluntad de Dios; obediencia.

  • »No todo el que me dice: “Señor, Señor”, entrará en el reino de los cielos, sino sólo el que hace la voluntad de mi Padre que está en el cielo. Muchos me dirán en aquel día: “Señor, Señor, ¿no profetizamos en tu nombre, y en tu nombre expulsamos demonios e hicimos muchos milagros?” Entonces les diré claramente: “Jamás los conocí. ¡Aléjense de mí, hacedores de maldad!”(Mateo 7:21-23).

Si tú no pasas el examen, ¡no te desesperes! ¡He conocido a muchos pastores y otros que llevan mucho tiempo en la iglesia que se han dado cuenta de que no son salvos! El propósito de una prueba es determinar dónde estás, para que sepas qué estudiar y cómo prepararte para el examen final. ¡Es mucho mejor saberlo ahora, que cuando te presentas ante Dios en el día del juicio! Algunos han ofrecido a muchos un boleto al cielo, sin costo o verdadera entrega al Señorío de Cristo.

Qué el Espíritu Santo de Dios te guíe y abra tus ojos para honestamente examinarte a ti mismo. Si pasas la prueba, ¡regocíjate en la gracia y la salvación de Dios! Si no, ¡Jesús está esperando ahora para recibirte, para corregir lo que estaba mal y para darte una nueva vida!

 

2 Corintios 12:11-21: Ministerio Apostólico Auténtico

11 Me he portado como un insensato, pero ustedes me han obligado a ello. Ustedes debían haberme elogiado, pues de ningún modo soy inferior a los «superapóstoles», aunque yo no soy nada. 12 Las marcas distintivas de un apóstol, tales como señales, prodigios y milagros, se dieron constantemente entre ustedes. 13 ¿En qué fueron ustedes inferiores a las demás iglesias? Pues sólo en que yo mismo nunca les fui una carga. ¡Perdónenme si los ofendo!

El verdadero ministerio apostólico está marcado por señales, prodigios y milagros

¿Cómo sabes si alguien es realmente un apóstol? Pablo declara que será conocido por señales, prodigios y milagros. No sabemos si los “superapóstoles” demostraron estos signos, pero eran abundantes en el ministerio de Pablo. ¿Son evidentes en el ministerio de “apóstoles” que tú conoces? Si no, puede ser necesario evaluar su autenticidad.

Hemos visto varias veces lo incómodo que ha sido para Pablo defender su apostolado. No tenía sentido que tuviera que defenderse; ¡deberían haberlo elogiado como apóstol! La negativa de Pablo a aceptar dinero era la fuente de muchas de sus dudas acerca de él. Según ellos, si él era un verdadero apóstol, ¿por qué no actuaba como los otros “súperapóstoles” que tomaron el dinero de los corintios con tanto gusto?

14 Miren que por tercera vez estoy listo para visitarlos, y no les seré una carga, pues no me interesa lo que ustedes tienen sino lo que ustedes son. Después de todo, no son los hijos los que deben ahorrar para los padres, sino los padres para los hijos. 15 Así que de buena gana gastaré todo lo que tengo, y hasta yo mismo me desgastaré del todo por ustedes.

El verdadero apóstol se gasta a sí mismo de buena gana por la gente a su cargo

Para silenciarlos Pablo simplemente pudo haber aceptado su dinero, pero eso violaría varios principios fundamentales del verdadero ministerio apostólico, que cada ministerio debe seguir:

  • No te seré una carga.El ministro no debe ser una carga para el pueblo que recibe su ministerio.
  • Meinteresa quién eres como persona, no lo que tienes. ¿Has estado en una iglesia donde sientes que a nadie le importas como persona? Te buscan por lo que puedes hacer por la iglesia, por tu diezmo y por la agenda de la iglesia. ¡Enfócate en la persona! Haz lo necesario para que sepa que tú estás realmente interesado en él o ella, y no en lo que tienen. Lamentablemente, si parece que alguien no sirve en la agenda del líder, muchas veces se descarta.
  • Los niños no deben ahorrar para los padres, sino los padres para sus hijos.Muchos padres ahorran para la educación de sus hijos, los ayudan a comprar su primera casa o les guardan una herencia generosa. Aquí Pablo habla de hijos y padres espirituales. ¡Un padre espiritual debe estar dispuesto a dar todo lo que pueda para apoyar a quienes están a su cuidado! Claro que hay ocasiones en que los hijos ayudan a sus padres (por ejemplo, en su vejez), pero por lo general, los padres no deben utilizar a sus hijos para su propio beneficio.
  • El padre espiritual debe tener una actitud de auto-sacrificio. Como un padre natural que ama a sus hijos y haría cualquier cosa por ellos, debe estar dispuesto a gastarse totalmente en lo económico, emocional y espiritual. El buen pastor entrega su vida por las ovejas (Juan 10:11). Un niño no debe ser obligado a gastarse por sus padres. El ministerio se trata de dar y entregar tu vida; no se trata de lo que puedes conseguir.

15Si los amo hasta el extremo, ¿me amarán menos? 16 En todo caso, no les he sido una carga. ¿Es que, como soy tan astuto, les tendí una trampa para estafarlos? 17 ¿Acaso los exploté por medio de alguno de mis enviados? 18 Le rogué a Tito que fuera a verlos y con él envié al hermano. ¿Acaso se aprovechó Tito de ustedes? ¿No procedimos los dos con el mismo espíritu y seguimos el mismo camino?

 Un verdadero apóstol camina en las mismas pisadas y comparte el mismo Espíritu con sus compañeros de trabajo

¡Por tercera vez les recuerda que él no ha sido una carga para ellos! El ministerio de Pablo estaba basado en el amor, y no sería amoroso ser una carga. Lo que Pablo anhela es su amor. Los hermanos que Pablo les envió siguen los mismos principios, para nunca explotar a la iglesia.

¡Qué hermoso cuadro de la unidad al servir a otros! ¡Todos caminando en las mismas pisadas! ¿Cómo puedes hacer eso? Ser dirigido y llenado por el mismo Espíritu. Todo el equipo debe tener la misma mente. El líder debe ser consciente de lo que hacen los demás y corregirlo si algo está fuera de orden.

19 ¿Todo este tiempo han venido pensando que nos estábamos justificando ante ustedes? ¡Más bien, hemos estado hablando delante de Dios en Cristo! Todo lo que hacemos, queridos hermanos, es para su edificación. 20 En realidad, me temo que cuando vaya a verlos no los encuentre como quisiera, ni ustedes me encuentren a mí como quisieran. Temo que haya peleas, celos, arrebatos de ira, rivalidades, calumnias, chismes, insultos y alborotos. 21 Temo que, al volver a visitarlos, mi Dios me humille delante de ustedes, y que yo tenga que llorar por muchos que han pecado desde hace algún tiempo pero no se han arrepentido de la impureza, de la inmoralidad sexual y de los vicios a que se han entregado.

Un verdadero apóstol hace todo por la edificación de la iglesia

¡No se trata de Pablo! Tal vez ellos no lo crean, pero su propósito al escribir esta carta era que él pudiera seguir ministrando a ellos, y así fortalecer a la iglesia. Sin embargo, Pablo todavía tenía temores acerca de su próxima visita. ¿Te sorprende?

Cuando tú anticipas un viaje ministerial u otro paso de fe, ¿hay momentos cuando tienes miedo? ¿Puedes nombrar tus temores? ¿Es malo tenerlos? Pablo comparte cuatro temores específicos sobre su próxima visita:

  • Posible desilusión e incomprensión entre Pablo y los corintios. Puede que Pablo no esté a las alturas de sus expectativas – y ellos no cumplan con las suyas. “¿Me aceptarán? ¿Serán difíciles las cosas cuando llegue allí?” Hay una inseguridad normal cuando nos encontramos en una situación difícil, incluso para un gran hombre de fe.
  • De lo que Pablo sabe acerca de esta iglesia, puede haber peleas, celos, enojo, egoísmo, calumnias, chismes, arrogancia y conducta desordenada. ¿Quién quiere entrar en esa situación? ¿Cuáles temores parecidos tienes acerca de tu iglesia? ¿Tu hogar? Algunos pueden declarar que estas cosas no sucederán, pero Pablo es un realista, y sabe que a pesar de sus oraciones, la situación puede estar tensa.
  • Dios puede humillar a Pablo ante la iglesia, tal vez por el pecado presente en una iglesia que Pablo trabajaba tan duro para establecer, y sobre la cual se ha jactado. Incluso puede confirmar las acusaciones de algunos judíos de que no es posible que los gentiles sean verdaderos cristianos.
  • Teme que encontre pecado sin arrepentimiento. Si no han seguido las instrucciones dadas en su primera carta, él tendrá que lamentarse y llorar por el pecado continuo.

Casi del final de esta carta todavía hay una gran incertidumbre sobre el futuro de la relación con una iglesia que Pablo valora tanto. ¡Todavía es muy posible que pueda perderla! Pablo no lo dice, pero el temor al fracaso, perder a tu esposa o familia o perder tu ministerio, a menudo puede acarrear otros temores. ¡No se puede decir que Pablo no hizo todo lo posible para recuperar los corazones de los corintios! Nosotros también debemos hacer nuestro mejor esfuerzo para mantener esas relaciones, pero al final tenemos que dejarlas en manos del Señor.

¿Cómo se compara tu ministerio con estas marcas de un verdadero ministerio apostólico? ¿Cuáles temores te enfrentan en estos momentos con respecto a tu iglesia, tu trabajo o tu familia? ¿Puedes expresarlos y quizás compartirlos con las personas que los causan?

 

2 Corintios 12:1-10 Cuando seas débil, entonces eres fuerte

1Me veo obligado a jactarme, aunque nada se gane con ello. Paso a referirme a las visiones y revelaciones del Señor. Conozco a un seguidor de Cristo que hace catorce años fue llevado al tercer cielo (no sé si en el cuerpo o fuera del cuerpo; Dios lo sabe). Y sé que este hombre (no sé si en el cuerpo o aparte del cuerpo; Dios lo sabe) fue llevado al paraíso y escuchó cosas indecibles que a los humanos no se nos permite expresar. De tal hombre podría hacer alarde; pero de mí no haré alarde sino de mis debilidades. Sin embargo, no sería insensato si decidiera jactarme, porque estaría diciendo la verdad. Pero no lo hago, para que nadie suponga que soy más de lo que aparento o de lo que digo.

En defensa de su apostolado, Pablo ya ha enseñado que el sufrimiento y la debilidad validan el llamado de Dios más que los grandes logros. Si es tan humilde, me sorprende que él siquiera menciona estas revelaciones impresionantes, pero la batalla con los falsos apóstoles es tan feroz que se siente obligado a recurrir a todo lo posible. Probablemente ellos hablaron extensamente acerca de sus propias “revelaciones” y experiencias sobrenaturales, las cuales impresionaron a los corintios. Pero esas experiencias pueden ser difíciles de verificar. ¡Cuidado con lo que creas! No bases tu estimación de una persona o su ministerio (o tus decisiones personales) en sus visitas angelicales, visiones y otras experiencias espirituales. No son malas, pero ten cuidado con alguien que habla demasiado acerca de ellas. Pablo se refiere a ellas solo en el contexto de esta situación extraordinaria.

Hay algunas cosas interesantes que aprendemos sobre estos encuentros especiales que Pablo tuvo con el Señor:

  • Este es el gran apóstol Pablo. Sin embargo, al parecer, tuvo sólo una de estas experiencias, y esa fue catorce años atrás, probablemente durante sus  “años de silencio” en Siria o Cilicia. Tuvo su encuentro con Jesús en el camino para Damasco unos veinte años atrás. No es común tener muchas de estas revelaciones.
  • Pablo deja abierta la posibilidad de ser llevado físicamente al cielo, pero es casi imposible saber si fue una visión o si su cuerpo también estuvo involucrado.
  • Hay un lugar definido que Pablo llama el “paraíso” (una palabra que generalmente significa “jardín” o “parque”). Es un lugar que se puede visitar, donde esperamos pasar la eternidad. Hoy muchos hablan de visitas al cielo o al infierno. Algunas pueden ser válidas. Tales experiencias (como la de Pablo) afirman nuestra creencia en el cielo.
  • ¡Qué bueno sería saber sobre esas cosas tan increíbles que no pueden expresarse con palabras! ¿Y por qué no se le permite a nadie hablar de ellas? ¡Imagina las grandes cosas que vamos a aprender cuando llegamos al cielo!
  • Pablo se refiere al “tercer cielo,” la única vez que se menciona en el Nuevo Testamento. La atmósfera de la tierra puede ser el primer cielo, el espacio ultraterrestre el segundo cielo, y la morada de Dios el tercer cielo.
  • ¡Una experiencia como ésta obviamente tiene un impacto transformador! El gran peligro para cualquiera con tales visiones es la vanidad. Lejos de hacerte súper- espiritual, con una vida sin problemas, llevan un precio y una gran responsabilidad.

¿Has tenido una visión? La profecía de Joel (Joel 2:28, citada por Pedro en Pentecostés, Hechos 2:28) indica que, con la plenitud del Espíritu, las visiones y los sueños serían comunes, y en algunos lugares lo son. Si bien no queremos exagerar su importancia, debemos estar abiertos a las visiones y experiencias especiales.

Para evitar que me volviera presumido por estas sublimes revelaciones, una espina (un aguijón) me fue clavada en el cuerpo, es decir, un mensajero de Satanás, para que me atormentara. Tres veces le rogué al Señor que me la quitara; pero él me dijo: «Te basta con mi gracia, pues mi poder se perfecciona en la debilidad.» Por lo tanto, gustosamente haré más bien alarde de mis debilidades, para que permanezca sobre mí el poder de Cristo. 10 Por eso me regocijo en debilidades, insultos, privaciones, persecuciones y dificultades que sufro por Cristo; porque cuando soy débil, entonces soy fuerte.

La naturaleza de un aguijón

  • Es el don que nadie quiere. Vienen de afuera de ti, y por lo tanto no indican una debilidad natural, un pecado o un fracaso. ¿Te has despreciado a ti mismo (u otros) porque crees que un aguijón refleja debilidad o fracaso?
  • Es dado con un propósito. Te obliga a mantener tus ojos fijos en Dios, y te recuerda nuestra fragilidad humana. Dios los usa de muchas maneras; en el caso de Pablo (y mucha gente), fue para mantenerlo humilde. ¿Qué puede ser el propósito del aguijón (o aguijones) en tu vida?
  • Un aguijón no te mata, pero tampoco desaparece. Es una molestia constante. “En el cuerpo” puede significar una afección corporal, pero también “en la carne” puede referirse a lo carnal, la naturaleza pecaminosa con la que todos batallamos.
  • En el caso de Pablo, era un mensajero de Satanás. Repréndelo y échalo fuera todo lo que quieras, ¡pero parece que Dios puede permitir que los mensajeros de Satanás aflijan incluso a sus siervos escogidos! “Mensajero” es la misma palabra que se usa para los ángeles; es decir que probablemente era un demonio. No significa posesión, sino un espíritu maligno que Dios permite para lograr sus propósitos. Tal vez si Dios puede lograr el mismo propósito con algo más suave, podemos evitar el mensajero satánico.
  • Como con cualquier demonio, el aguijón te atormenta. ¡Me resulta casi chocante que Dios realmente arregle el tormento de uno de los más grandes cristianos! ¿Estás atormentado? ¿Has intentado todo lo posible para librarte de ello? ¿Incluso has estado tentado de darle la espalda al Señor, porque Él no te ha liberado? ¿O dejar tu matrimonio o el ministerio por eso? O, en el extremo, ¿quitarte la vida? ¿Puedes aceptar la posibilidad de que este aguijón pueda atormentarte por el resto de tu vida?

Muchos han adivinado la naturaleza del aguijón de Pablo: problemas con los ojos, una aflicción física que lo hizo poco atractivo, o una enfermedad crónica (tal vez la epilepsia). ¡Pero parece que Pablo tenía que estar bastante saludable para soportar todo lo le sucedió a lo largo de los años! Otras posibilidades incluyen depresión, personas que constantemente lo molestaban (tal vez los judíos), alguna tentación sexual o incluso atracción por el mismo sexo. En la forma en que lo describe, y para merecer ser el tormento de Satanás mismo, supongamos que era algo bastante fuerte, en lugar de algún problema con los ojos.

¿Cuál es tu aguijón?

Puede que no tengas ninguno. Eso puede significar que cooperas con el Señor y no necesitas ese recuerdo, o puede significar que tu impacto para Cristo es tan mínimo que Satanás no tiene que distraerte del ministerio. La realidad es que la mayoría de nosotros luchamos con algún aguijón. ¿Cuál es el tuyo? Reflexiona y anota todas las posibilidades. Ora por ellas y examínalas para ver si encajan en el perfil de un aguijón. Puede transformar tu punto de vista en algunas de tus luchas para saber que no es tu culpa.

¿Un aguijón en la carne traiciona la fe débil?

¡He orado más de tres veces para que Dios quite los aguijones de mi vida! ¡Creo que tú también lo has hecho! ¡Tal vez Pablo estaba acostumbrado a oraciones contestadas la primera vez, y pedir algo tres veces era muy inusual para él! Jesús oró tres veces en Getsemaní para evitar el sufrimiento de la cruz, pero a Él también su Padre le dijo que no. La actitud de Jesús era como la nuestra debería ser: no mi voluntad, sino la tuya. ¡No es una falta de fe orar así! ¡Nosotros no le ordenamos a Dios que haga nuestra voluntad!

¿Es débil tu fe si tienes que pedir algo más de una vez? Algunos predican que pides una vez y luego simplemente das gracias por la respuesta, pero eso contradice lo que Pablo hizo aquí. Otros cuestionan si aún tenemos que pedirle, porque Dios ya conoce nuestras necesidades (Mateo 6:8). Pero Jesús enseñó acerca de la perseverancia en la oración. Santiago dijo que no tienes porque no pides (Santiago 4:2). Está bien compartir con Dios lo que hay en tu corazón, pero recuerda que Él puede decir “no,” tal como respondió a su propio Hijo y a Pablo. Confía en la sabiduría de Dios.

¡Bástate mi gracia!

Si Dios contestara todas nuestras oraciones y nos diera la salud y todo lo que el mundo dice que necesitamos, ¡no necesitaríamos a Dios! ¡Estamos muy consentidos! La vida aquí en esta Tierra no es perfecta, y Cristo nunca nos garantizó el paraíso ahora. ¡Es por eso que Pablo tuvo que viajar al tercer cielo para tener una visión del paraíso! Mientras tanto, nos vemos obligados a confiar en la gracia de Dios. Si estás tentado a confiar en ti mismo, Él puede permitir que las circunstancias te obliguen a confiar en Él. Puede ser más difícil rendirse para gente como Pablo que está dotada naturalmente. Nuestras debilidades le dan a Cristo la oportunidad de trabajar en nosotros. La verdadera fe no se trata tanto de reclamar tu curación y todo lo que quieres, sino de confiar en que la gracia de Dios es suficiente.

En tus pruebas ahora, ¡bástate la gracia de Dios! ¿Qué está exponiendo tu debilidad en este momento? ¿Cuáles oraciones se han quedado sin respuestas? ¿Cuáles oportunidades hay en tu vida para que Dios se glorifique y muestre su gran poder? ¿Crees que no eres un buen cristiano porque tienes un aguijón y muchas pruebas? ¿Incluso crees que eres un fracaso? ¡Eso es exactamente lo que los falsos apóstoles reclamaban acerca de Pablo! ¡Y eso es exactamente lo que él está rechazando! ¡No se trata de ti! ¡Se trata de Dios y de su gracia!

Cuando eres débil, entonces eres fuerte

No es posible que el cristianismo sea un invento; ¡ningún hombre crearía una fe que glorifique la debilidad! Lo que es alarmante es que hoy en día la mayoría de los cristianos no se gozan en debilidades, afrentas, necesidades, persecuciones o angustias. Queremos una fe fuerte, matrimonios fuertes y la fuerza para hacer frente  todo lo que enfrentamos. Recurrimos a los juegos de poder en la iglesia, con el gobierno y en la relación con otras religiones.

Los falsos apóstoles en Corinto se jactaban de su poder y su impresionante fuerza espiritual. Al desafiarlos, Pablo ha cambiado por completo el campo de juego. Él se gloría en su debilidad, porque ha aprendido que en el más débil, Cristo puede manifestar más su poder. Esa realidad transformó totalmente su actitud ante las dificultades en esta vida. Como Santiago en el primer capítulo de su carta (Santiago 1:2), ahora podemos regocijarnos en las pruebas. Los insultos no nos tocan. Las necesidades son una oportunidad para ver la provisión de Dios. Las persecuciones nos permiten identificarnos con nuestro Salvador y nos recuerdan que no somos de este mundo. Las dificultades le permiten a Dios mostrar su sabiduría y poder. En lugar de lamentar estas cosas, entendemos que son parte de esta vida, y que Dios las permite, para que su poder se manifieste.

¡Tranquilo! ¡Tú puedes descansar! ¡Tú no tienes que hacerlo todo perfecto! ¡Las tribulaciones no significan que eres menos hombre o mujer! ¡Las necesidades no significan que no trabajaste lo suficiente! Esos falsos apóstoles siempre parecían en victoria. Puedes mirar con envidia a otros en tu iglesia o en el trabajo que parecen tan exitosos, pero tú no sabes nada acerca de su vida interior. Compararte con otros es inútil. Confía en Dios y sé fiel a Él. Piensa en Pablo y en las experiencias de este gran varón de Dios. El mundo (y los falsos apóstoles, e incluso muchos cristianos de hoy) están muy equivocados en su entendimiento del éxito y la espiritualidad.

Yo sé que es radical gloriarme en mi debilidad, pero si lo hago, voy a ver el poder de Dios como nunca antes. Pablo dice que lo hace por amor a Cristo. ¿Se trata de ti, o de Jesús? ¿Quieres que Él sea exaltado y glorificado? ¿Quieres que la gente se sienta atraída por Jesús – o por ti? Puede ser difícil, pero regocíjate en tus debilidades esta semana. ¡Y cuidado con esos aguijones!