2 Corintios 13:1-6 Examínate

1Ésta será la tercera vez que los visito. «Todo asunto se resolverá mediante el testimonio de dos o tres testigos.» Cuando estuve con ustedes por segunda vez les advertí, y ahora que estoy ausente se lo repito: Cuando vuelva a verlos, no seré indulgente con los que antes pecaron ni con ningún otro, ya que están exigiendo una prueba de que Cristo habla por medio de mí. Él no se muestra débil en su trato con ustedes, sino que ejerce su poder entre ustedes. Es cierto que fue crucificado en debilidad, pero ahora vive por el poder de Dios. De igual manera, nosotros participamos de su debilidad, pero por el poder de Dios viviremos con Cristo para ustedes.

Casi al final de esta carta, Pablo sigue luchando por el alma de esta Iglesia.

Primero, él quiere impresionarlos con lo serio que él está sobre limpiar la iglesia del pecado. A pesar de lo que sus enemigos pueden decir, no son amenazas vanas. Esta es su tercera visita, el tercer “testimonio” necesario para confirmar su juicio de la iglesia. Casi como “tres strikes y estás fuera,” esta visita será decisiva.

Pablo y los falsos apóstoles ambos reclaman que Cristo habla por medio de ellos, pero los corintios ponen la carga sobre Pablo para probarlo. Confía en que la demostración del poder y la autoridad de Cristo durante su visita lo confirmará. Hasta el día de hoy, muchos afirman que Cristo habla por medio de ellos, y la maravilla es que en realidad Cristo puede hablar por medio de nosotros. Es una gran responsabilidad; si dices que es Cristo hablando por medio de ti, ¡hay que estar muy seguro que realmente es su palabra! Lamentablemente, hay muchos charlatanes y falsos profetas que hablan por su propia cuenta. Necesitamos mucho discernimiento para evaluar a otros que dicen que Cristo habla por medio de ellos.

La iglesia de Corinto no funcionaba independiente de la autoridad apostólica. No era una opción para ellos “dejar el concilio” y ser una iglesia autónoma. La naturaleza de la autoridad que Dios ha establecido en la Iglesia requiere alguna cobertura apostólica, ya sea de un concilio o un apóstol. Es cierto que hay abusos con la autoridad apostólica, y hay concilios que no apoyan a sus pastores, pero también hay abusos en las iglesias independientes.  ¡Necesitamos mucha gracia de Dios para establecer la verdadera autoridad apostólica!

Los falsos apóstoles acusaron a Pablo de ser débil, pero ser débil o poderoso en el mundo es muy distinto de nuestra comprensión de poder y debilidad como creyentes. Muchos hombres orgullosos en el mundo creen que Dios es solo una muleta. Son autosuficientes; la fe en Dios es solo para los débiles. Es cierto que entregar tu vida y crucificar la carne voluntariamente puede parecer débil. La crucifixión de Cristo fue una expresión profunda de debilidad, pero ese acto humillante soltó un poder sobrenatural increíble. Incluso después de muchos años de caminar con Cristo, tú puedes estar muy consciente de la debilidad de tu carne, pero eso te permite vivir por el poder de Dios. Los que confían en sí mismos no experimentan más que su propia fuerza. ¡No se trata de ti! Lo importante es negarse a sí mismo, para que se manifieste el poder de Dios.

Los corintios estaban locos por el poder: manifestaciones sobrenaturales en sus servicios, apóstoles impresionantes y demostraciones del poder del Espíritu Santo en la vida diaria. Para ellos, cualquier debilidad podría ser un signo de falta de fe, y Pablo les parecía débil. El mismo Cristo fue sospechoso por su supuesta debilidad y humildad: ¿Por qué no pidió fuego o ángeles del cielo? ¿Por qué no se enfrentó a los fariseos y los líderes judíos? Los corintios habían aceptado un evangelio distorsionado, y por esa razón Pablo hace una petición sorprendente:

Examínense para ver si están en la fe; pruébense a sí mismos. ¿No se dan cuenta de que Cristo Jesús está en ustedes? ¡A menos que fracasen en la prueba! Espero que reconozcan que nosotros no hemos fracasado.

Los corintios tienen la audacia de exigir que Pablo se probase, pero él lo da la vuelta: ¡ellos son los que tienen algo que probar! ¿De verdad son salvos? Pablo no está tan seguro. Él se había puesto a sí mismo a esa prueba, y sabe que él y sus compañeros la pasarán.

Hay una provisión asombrosa para los verdaderos creyentes, casi escondida en su llamado al autoexamen: Cristo está en nosotros. ¿Eres consciente de eso en tu vida diaria? ¿Hay evidencia que Cristo vive en ti? Si el Hijo de Dios está en ti, ¿no se espera alguna evidencia?

¿Cuándo fue la última vez que hiciste este autoexamen, o desafiaste a tu iglesia a examinarse a sí mismos? ¿Tienes miedo de no pasarlo? ¿Crees porque alguien tiene mucho tiempo en la iglesia que él está en la fe?  Pablo no lo cree. Basándose en su experiencia con los corintios, quienes aceptaron a los “apóstoles” que él llama siervos de Satanás, probablemente teme que muchos no sean realmente salvos.

¿Cómo puedes estar seguro de que realmente estás en la fe? Se puede escribir un libro sobre ese tema, pero aquí hay algunas pruebas:

Fruto

  • Del mismo modo, todo árbol bueno da fruto bueno, pero el árbol malo da fruto malo. Un árbol bueno no puede dar fruto malo, y un árbol malo no puede dar fruto bueno. Todo árbol que no da buen fruto se corta y se arroja al fuego. Así que por sus frutos los conocerán(Mateo 7:17-20).
  • El que recibió la semilla que cayó entre espinos es el que oye la palabra, pero las preocupaciones de esta vida y el engaño de las riquezas la ahogan, de modo que ésta no llega a dar fruto(Mateo 13:22).

El quebrantamiento sobre el pecado y la victoria sobre él. Varios pasajes hablan de cómo aquellos que habitualmente practican el pecado no pueden ser salvos:

  • ¿No saben que los malvados no heredarán el reino de Dios? ¡No se dejen engañar! Ni los fornicarios, ni los idólatras, ni los adúlteros, ni los sodomitas, ni los pervertidos sexuales, ni los ladrones, ni los avaros, ni los borrachos, ni los calumniadores, ni los estafadores heredarán el reino de Dios (1 Corintios 6:9-10).
  • Las obras de la naturaleza pecaminosa se conocen bien: inmoralidad sexual, impureza y libertinaje; idolatría y brujería; odio, discordia, celos, arrebatos de ira, rivalidades, disensiones, sectarismos  y envidia; borracheras, orgías, y otras cosas parecidas. Les advierto ahora, como antes lo hice, que los que practican tales cosas no heredarán el reino de Dios (Gálatas 5:19-21).
  • Los que son de Cristo Jesús han crucificado la naturaleza pecaminosa, con sus pasiones y deseos(Gálatas 5:24).

Lo que ocupa tu tiempo, cariño y pensamientos.

  • Los que viven conforme a la naturaleza pecaminosa fijan la mente en los deseos de tal naturaleza; en cambio, los que viven conforme al Espíritu fijan la mente en los deseos del Espíritu. La mentalidad pecaminosa es muerte, mientras que la mentalidad que proviene del Espíritu es vida y paz (Romanos 8:5-6).

La confirmación interior del Espíritu Santo.

  • Y ustedes no recibieron un espíritu que de nuevo los esclavice al miedo, sino el Espíritu que los adopta como hijos y les permite clamar: «¡Abba! ¡Padre!» El Espíritu mismo le asegura a nuestro espíritu que somos hijos de Dios (Romanos 8:15-16).

Evidencia de la presencia del Espíritu en tu vida.

  • Si alguno no tiene el Espíritu de Cristo, no es de Cristo(Romanos 8:9).
  • Se debe ver fruto del Espíritu (amor, alegría, paz, paciencia, amabilidad, bondad, fidelidad, humildad y dominio propio, Gálatas 5:22-23), y manifestaciones del Espíritu en dones espirituales.

Confesión pública de fe en Cristo, y fe sólida en lo que logró en la cruz.

  • Mas a cuantos lo recibieron, a los que creen en su nombre, les dio el derecho de ser hijos de Dios(Juan 1:12).
  • Si confiesas con tu boca que Jesús es el Señor, y crees en tu corazón que Dios lo levantó de entre los muertos, serás salvo. Porque con el corazón se cree para ser justificado, pero con la boca se confiesa para ser salvo (Romanos 10:9-10).
  • Un verdadero creyente debe hablar con otros acerca de su fe.

Haciendo la voluntad de Dios; obediencia.

  • »No todo el que me dice: “Señor, Señor”, entrará en el reino de los cielos, sino sólo el que hace la voluntad de mi Padre que está en el cielo. Muchos me dirán en aquel día: “Señor, Señor, ¿no profetizamos en tu nombre, y en tu nombre expulsamos demonios e hicimos muchos milagros?” Entonces les diré claramente: “Jamás los conocí. ¡Aléjense de mí, hacedores de maldad!”(Mateo 7:21-23).

Si tú no pasas el examen, ¡no te desesperes! ¡He conocido a muchos pastores y otros que llevan mucho tiempo en la iglesia que se han dado cuenta de que no son salvos! El propósito de una prueba es determinar dónde estás, para que sepas qué estudiar y cómo prepararte para el examen final. ¡Es mucho mejor saberlo ahora, que cuando te presentas ante Dios en el día del juicio! Algunos han ofrecido a muchos un boleto al cielo, sin costo o verdadera entrega al Señorío de Cristo.

Qué el Espíritu Santo de Dios te guíe y abra tus ojos para honestamente examinarte a ti mismo. Si pasas la prueba, ¡regocíjate en la gracia y la salvación de Dios! Si no, ¡Jesús está esperando ahora para recibirte, para corregir lo que estaba mal y para darte una nueva vida!