Job: Zarandeado como al trigo

La última vez que vi a alguien tamizar harina, yo era un niño pequeño viendo a mi mama preparar un pastel. Puede que tú no eres un agricultor, ni siquiera has tamizado harina, pero creo que ya sabes lo que significa ser zarandeado como al trigo: refinar, pasar por el molino, ser examinado, o pasar por una prueba. Satanás pidió permiso para zarandear a los discípulos de Jesús  como al trigo. ¿Es cierto que Satanás tiene ese acceso a tu vida? ¿Es posible que algo de lo que estás experimentando ahora es el resultado de Satanás zarandeándote?

El hombre mejor conocido que Satanás casi destruyó es Job. En el primer capítulo de su libro, Satanás se presenta en la corte celestial, donde Dios está jactándose acerca de este hombre intachable y recto:

Entonces el Señor preguntó a Satanás:

—¿Te has fijado en mi siervo Job? Es el mejor hombre en toda la tierra; es un hombre intachable y de absoluta integridad. Tiene temor de Dios y se mantiene apartado del mal.

Satanás le respondió al Señor:

—Sí, pero Job tiene una buena razón para temer a Dios: 10 siempre has puesto un muro de protección alrededor de él, de su casa y de sus propiedades. Has hecho prosperar todo lo que hace. ¡Mira lo rico que es! 11 Así que extiende tu mano y quítale todo lo que tiene, ¡ten por seguro que te maldecirá en tu propia cara!

12 —Muy bien, puedes probarlo —dijo el Señor a Satanás—. Haz lo que quieras con todo lo que posee, pero no le hagas ningún daño físico.

Entonces Satanás salió de la presencia de Señor.

Satanás no está impresionado con Job, y me imagino que muchas personas hoy en día dirían lo mismo. ¡Por supuesto Job está muy contento con Dios! ¡Ha derramado bendiciones tremendas sobre él!

  • Dios puso un muro de protección alrededor de él, su familia, y todos sus bienes. ¿Tienes ese muro? ¿Lo quieres? ¡Dios puede proveerlo! Si por alguna razón ese muro no está presente y parece que el maligno ha entrado en tu casa, pregúntate a ti mismo y pídele a Dios: ¿Qué ha sucedido? ¡A veces abrimos el portón! Pídele a Dios que en su misericordia Él edifique ese muro de nuevo.
  • Dios bendijo la obra de sus manos. Todo lo que hizo prosperó, trayéndole grandes riquezas. El profeta Hageo (1:6) habla de la experiencia opuesta, donde se trabaja duro sin nada que mostrar a cambio. ¿Cuál es tu experiencia? La «bolsa rota» generalmente es el resultado de prioridades equivocadas. No hay ninguna garantía de riquezas, pero ¿es evidente la bendición de Dios en la obra de tus manos?

Job tenía una vida casi perfecta, pero está a punto de ser probado. Satanás propone que Dios quitara su mano de Job, a ver cómo reacciona. Satanás es muy egoísta, y sabe que la mayoría de nosotros también somos egoístas. Así que Satanás cree que Job sólo sirve a Dios por las bendiciones que recibe. Si Dios quita esas bendiciones, Satanás está confiado que Job maldecirá a Dios a su cara. ¿Y tú? ¿Cómo reaccionas cuando sufres reveses? ¿Te sientes ahora que Dios ha quitado su mano de tu vida y tu familia? ¿Cómo has respondido?

En este caso, Dios le da permiso a Satanás a meterse con Job como él desee. A veces la prueba puede ser simplemente perder la bendición de Dios y permitir consecuencias naturales en tu vida. Hay tres cosas importantes que tener en cuenta aquí:

  1. Dios tiene el control absoluto sobre Satanás. Dios está en su trono y Satanás se le presente (sí, ¡en su presencia!), junto con los otros ángeles. No es una competencia de iguales.
  2. Satanás hace sólo lo que Dios le permite hacer. Si él te está atacando, es sólo porque Dios sabe que tú puedes soportarlo, y tiene un propósito en ello para ti.
  3. ¡No seas engañado a pensar que Satanás no existe! La Biblia dice claramente que él es un ser espiritual que se meta con tu vida.

Dios puso solo una restricción sobre Satanás: que no tocara a Job mismo. Satanás  comienza de inmediato y devasta al hombre, con todos sus hijos muertos y la mayoría de sus posesiones perdidas. Lo único que el tipo no pierde era su esposa. Sin embargo, Job todavía adora a Dios:

«Desnudo salí del vientre de mi madre
y desnudo estaré cuando me vaya.
El Señor me dio lo que tenía
y el Señor me lo ha quitado.
¡Alabado sea el nombre del Señor!».

Aunque fue muy dolorosa, Job recibió un “A” en esta primera prueba. ¿Cómo te va en tus pruebas? ¿Sigues adorando al Señor? ¿Estás consciente que todo lo que tienes viene de Dios, y que Dios no es obligado a bendecirte? Si pierdes todo, como Job ¿lo aceptarías como lo hizo Job?

Dios está muy complacido con su hijo, y se jacta de él la próxima vez que Satanás se presenta en su corte celestial (Job 2:3):

 Entonces el Señor preguntó a Satanás:

—¿Te has fijado en mi siervo Job? Es el mejor hombre en toda la tierra; es un hombre intachable y de absoluta integridad. Tiene temor de Dios y se mantiene apartado del mal. Además ha conservado su integridad a pesar de que tú me incitaste a que le hiciera daño sin ningún motivo (RVR: para que lo arruinara sin causa).

¿Era realmente Dios que le hizo daño a Job y lo arruinó sin causa? En esta escritura parece ser una posibilidad. Satanás no tiene el poder para controlar ni nuestras vidas ni la naturaleza. Hay veces  cuando las tragedias en nuestras vidas no tienen sentido ninguno.

Job probablemente intentó a recuperar su vida, con la esperanza que esta tragedia fue temporal.  Estaba agradecido que todavía tenía su buena salud. Él no sabe que Satanás no había terminado con él:

 Satanás respondió al Señor:

—¡Piel por piel! Cualquier hombre renunciaría a todo lo que tiene para salvar su vida. Así que extiende tu mano y quítale la salud, ¡ten por seguro que te maldecirá en tu propia cara!

—Muy bien, haz con él lo que quieras —dijo el Señor a Satanás— pero no le quites la vida.

Curiosamente, Satanás no persigue la esposa de Job, lo cual devastaría a Job totalmente, sino ataca su cuerpo. La única restricción que Dios le da es que no lo matara, aunque en el capítulo tres veremos que Job habría preferido la muerte a los sufrimientos que tuvo que soportar. Esta vez se dice claramente (3:7) que fue Satanás quien afligió a Job con forúnculos. Incluso su esposa le insta a maldecir a Dios y morir, pero Job sigue fiel y persevera en esta prueba increíble. Al final del libro, todo le es restaurado y terminó su vida feliz y bendecido.

Sabemos que Job es un libro anciano, escrito mucho antes de la venida de Jesús. ¿Es posible que algo semejante puede suceder hoy en día? Mira a Lucas 22:31-32, la noche que Jesús fue traicionado:

»Simón, Simón, mira que Satanás ha pedido zarandearlos a ustedes como si fueran trigo. Pero yo he orado por ti, para que no falle tu fe. Y tú, cuando te hayas vuelto a mí, fortalece a tus hermanos.

¿No es cierto que suena notablemente como Job? Justo al momento cuando Jesús está de experimentar su muerte horrorosa, Satanás viene pidiendo permiso para zarandear a sus mismos discípulos, y ¡Jesús lo permite! No le dice a Pedro: «¡Yo le reprendí y le dije que no toque a ninguno de ustedes!» ¡Me encantaría si Cristo hubiera dicho eso! ¡Pero Jesús lo permite! Él sabe lo que va a suceder, y sabe que es posible que la fe de Pedro pudiera fallar. (Nota que aquí Jesús no le llama Pedro [la roca], sino su nombre dado, Simón.) El único consuelo para Pedro es que Jesús está orando para él. Jesús ya sabe cómo todo terminará. Él hará todo lo necesario para que Pedro sobreviviera, pero por un rato va a pasar por una prueba difícil, y se apartará de Jesús.

Satanás pidió permiso para zarandear a todos los discípulos, pero Jesús tenía una tarea especial para Pedro: Cuando ha vuelto a Jesús tiene que fortalecer a los otros discípulos en sus tribulaciones. A veces tienes que pasar por tu propia tribulación para entonces ministrar a otros que están pasando por sus pruebas.

¿Es posible que Satanás ha solicitado acceso a tu vida? ¿Te está zarandeando el diablo en este momento? ¡Dios está en control! ¡Jesús sabe lo que está pasando! Satanás no puede hacer nada más allá de lo que Dios le permitiera. Tú no puedes entender por qué Dios lo permite, y tal vez nunca lo entenderás. ¿Puedes seguir adorando a Dios a pesar del sufrimiento? ¿Te das cuenta de que todo lo que tienes es un don de Dios? Si ya has salido de la prueba, este sea el momento para ministrar a otros que Satanás está zarandeando.

¡Jesús está orando por ti! ¡Esto también pasará!

 

Una respuesta a «Job: Zarandeado como al trigo»

  1. Muy cierto. Aunque estemos en momentos. Muy difíciles Dios está orando por nosotros. Y como Job, sabremos vencer el mal.

Los comentarios están cerrados.