A fin de cuentas, lo más importante es el amor (Efesios 6:21-24)

Las últimas palabras de Pablo en esta carta, sus saludos, revelan lo que perdura:

  • Las personas.
  • La relación con otros hermanos.
  • Amor – para Dios y para otros.
  • Un verdadero interés en ellos.
  • Y haciendo todo lo posible para mantener esas relaciones.

21 Nuestro querido hermano Tíquico, fiel servidor en el Señor, les contará todo, para que también ustedes sepan cómo me va y qué estoy haciendo. 22 Lo envío a ustedes precisamente para que sepan cómo estamos y para que cobren ánimo.

Pablo quiere que ellos sepan su condición. Estaba miles de años antes de las maravillas de Facebook, WhatsApp o el teléfono. Tenían que depender de visitas personales o cartas que tardaron meses en llegar. ¡Que bendición recibir una visita, con noticias de hermanos amados! ¿Mantienes esa comunicación con otros hermanos alrededor del mundo? ¿Te interesa lo que está pasando con ellos? ¿O estás tan ocupado con tu propia vida que no te importa?

Hay una tentación: blanquear lo que compartimos e incluir solo las bendiciones y victorias. Pero Tíquico les contaría todo. Nos alienta y nos consuela a recibir noticias de otros hermanos, escuchando testimonios de la grandeza y la gracia de Dios en sus vidas. ¿Puedes bendecir a otros con noticias de lo que Dios ha hecho en ti o en la iglesia?

¿Has oído hablar de Tíquico? Su nombre significa casualidad o afortunado. En algunas historias de la iglesia primitiva, está nombrado entre 70 apóstoles. Aparece varias veces en el Nuevo Testamento:

  • Varios hombres viajaban con [Pablo]. Sus nombres eran Sópater, hijo de Pirro, de Berea; Aristarco y Segundo, de Tesalónica; Gayo, de Derbe; Timoteo; también Tíquico y Trófimo, de la provincia de Asia. (Hechos 20:4)  Estaba con Pablo en su viaje a Grecia y Macedonia, y luego de regreso a Jerusalén. Probablemente volvió a su casa en Asia, posiblemente en Éfeso.
  • Tíquico les contará con detalles cómo me va. Él es un amado hermano y un fiel colaborador que sirve conmigo en la obra del Señor. (Colosenses 4:7) Tíquico no fue solamente a Éfeso, sino también a Colosas, posiblemente en la misma gira. Así como Pablo era un embajador de Cristo, Tíquico era un embajador de Pablo (y también de Cristo).
  • Sólo Lucas está conmigo. Trae a Marcos contigo cuando vengas, porque me será de ayuda en mi ministerio.  A Tíquico lo envié a Éfeso. (2 Timoteo 4:11-12)  En su carta a Timoteo, nos enteramos de que Pablo ya envió a Tíquico a Éfeso. Estaba con Pablo en Roma.  ¡Viajaba mucho!
  • Tengo pensado enviarte a Artemas o a Tíquico. Tan pronto como uno de ellos llegue, haz todo lo posible para encontrarte conmigo en Nicópolis, porque he decidido pasar allí el invierno. (Tito 3:12) Otra vez vemos que Pablo confía mucho en Tíquico para realizar la obra.

¡Que bendición tener a alguien como Tíquico! ¿Puedes ser un Tíquico para algún Pablo? ¿Hay alguien confiable que te ayude como Tíquico ayudó a Pablo?

23 Que Dios el Padre y el Señor Jesucristo les concedan paz, amor y fe a los hermanos. 24 La gracia sea con todos los que aman a nuestro Señor Jesucristo con amor imperecedero.

Aquí Pablo pone una condición a la gracia de Dios: Es para aquellos que aman a Jesús con un amor inalterable. ¿Tienes ese amor por Cristo?

Juntas, estas dos personas de la Trinidad, el Padre y el Hijo, nos conceden paz, amor, y fe. ¿A ti, te falta uno o más de ellos? Dios sabe que no los tenemos naturalmente, pero Él está dispuesto a concedernos lo que nos falta.

Estos versos están llenos del amor de Dios:

  • El amor entre hermanos.
  • El amor de un siervo para ministrar al gran apóstol Pablo.
  • El amor de Pablo por Tíquico y la iglesia en Éfeso.
  • Nuestro amor por Dios.
  • Y el amor de Dios derramado en nuestros corazones.

¿Conoces ese amor? Como vamos a ver en Apocalipsis, ¡ese amor es muy importante!

 

La Petición de un Varón Maduro (Efesios 6:19-20)

Hemos llegado al final de estos cuatro pasos al varón perfecto. ¡No te desanimes si aún no estás
perfecto! Es un proceso largo: ¡de toda la vida!  Pero yo creo que hay principios muy importantes aquí. Si te cuesta años establecerte en una iglesia y cumplir ese primer paso, vale la pena. A veces se tiene que volver una y otra vez a los mismos pasos. Lamentablemente, no es cierto que una vez que hayas cumplido un paso, ya, nunca tienes que hacer nada más. Examínate con frecuencia para ver cómo te va en cada paso.

Estos dos versículos revelan el corazón de un hombre bastante maduro. Pablo no diría que es perfecto. El siempre reconocía que estaba de camino para el cielo, y que nunca se alcanza la perfección total en esta vida. Sin embargo, es interesante ver lo que tenía en su corazón en este punto de su vida.

 19 Y [oren] por mí, a fin de que al abrir mi boca me sea dada palabra para dar a conocer con denuedo el misterio del evangelio. (RVR)

Y oren también por mí. Pídanle a Dios que me dé las palabras adecuadas para poder explicar con valor su misterioso plan: que la Buena Noticia es para judíos y gentiles por igual. (NTV)

 La importancia de orar por otros

Pablo sabía que él necesitaba las oraciones de otros. No fue por su propio talento que pudo predicar.  Él dependía de las oraciones de la iglesia para recibir una palabra dada por el Señor. Con todas esas oraciones él tendría más unción cuando predica el mensaje.

No estás solo en esta lucha. Eres parte de un gran ejército. Nuestro deber es apoyarnos mutuamente en la oración. ¿Estás orando por tu pastor y otros ministros de la Palabra? Necesitan tus oraciones. Si tú eres un pastor o ministro, humíllate para pedir las oraciones de otros, y déjalos saber que sin la ayuda de Dios, tú no serías nada.

No hagas un ídolo de ningún predicador o pastor.  Son hombres como tú y yo, con sus debilidades y necesidades. Dependen de la gracia de Dios.

El mensaje

Vemos algunas cosas importantes en lo que Pablo está pidiendo:

  • Primero tienes que abrir la boca. Es cierto que a veces tienes que esperar una Palabra del Señor, pero también hay veces en que debes abrir tu boca con fe, y Dios la llenará.
  • Claro que hay algunos que deben cerrar la boca. Hablan demasiado, y en la carne. El varón maduro sabe cuándo debe hablar, y cuándo debe callarse.
  • Cuando hablas, habla una palabra dada por el Señor. Qué lástima que muchos predicadores proclamen palabras dadas por Internet o palabras que provienen de su propia mente.
  • Puede que no sea popular.  Está bien. No es tu palabra, sino la Palabra de Dios. Sabiendo que es del Señor, debe darte mucho denuedo para proclamarla, pero aun el gran apóstol Pablo tenía que pedir oración para hablar con denuedo. Esa unción es un don de Dios.
  • El enfoque de tus mensajes debe ser la Biblia, el evangelio. Explícalo. Hay muchos que no lo entienden.  Para algunos es un misterio. No se puede comprenderlo humanamente, pero Dios quiere revelarlo a aquellos que tienen los oídos para escuchar.
  • El mensaje es inclusivo. Pablo batallaba toda su vida por la inclusión de los gentiles en la iglesia.  El reino de Dios es para todos los que aceptan el evangelio.

20  Soy embajador en cadenas [por el evangelio]; que con denuedo hable de él, como debo hablar. (RVR)

Ahora estoy encadenado, pero sigo predicando este mensaje como embajador de Dios. Así que pidan en oración que yo siga hablando de él con valentía, como debo hacerlo. (NTV)

¿Crees que tu circunstancia es difícil? Pablo estaba en cadenas, aprisionado, pero todavía quería hablar de Jesús con denuedo. ¡Dos veces pidió denuedo! ¡Era ese mismo denuedo que lo llevó a la cárcel! Sería una tentación guardar silencio, pero el varón perfecto entra en la batalla en el Nombre de su Señor y está listo para entregar su vida por el evangelio. ¿Estás hablando de Jesús con denuedo en tu hogar, tu trabajo o tu escuela? No importa tu circunstancia. ¡Sigue hablando de Cristo con valentía!

Pablo tenía una autoimagen muy alta. ¡Era un embajador de Cristo! ¡Y tú lo eres también! (2 Corintios 5:20) ¿Andas todos los días con esa conciencia? ¿Te comportas de una manera digna de un embajador del Rey de reyes? Al terminar su estudio de estos pasos a la madurez, Pablo afirma su dedicación a su llamado como representante de Jesucristo en este mundo. ¿Cuál es tu llamado? ¿Estás ocupado en servir a Dios, a pesar de las circunstancias en tu vida?

 

Tu armadura: Oración (Efesios 6:18)

Orando en todo tiempo con toda oración y súplica en el Espíritu, y velando en ello con toda perseverancia y súplica por todos los santos. (RVR)

Oren en el Espíritu en todo momento y en toda ocasión. Manténganse alerta y sean persistentes en sus oraciones por todos los creyentes en todas partes. (NTV)

No dejen ustedes de orar: rueguen y pidan a Dios siempre, guiados por el Espíritu. Manténganse alerta, sin desanimarse, y oren por todo el pueblo santo. (DHH)

Junto a la Palabra va la oración. Las características de una oración eficaz en esta batalla son:

  • Oración continua. Se puede racionalizar que seguramente Pablo no significa que tengas que orar constantemente, pero esa conexión constante con Dios es necesaria en esta batalla.  La NTV va aún más allá cuando dice en todo momento y toda ocasión. Todo tiempo es, simplemente, todo tiempo.
  • Oración y súplica. La súplica es un ruego o una petición humilde y sumisa.  ¿Recuerdas la importancia de la sumisión? Impacta mucho tu oración también. Mantén esa actitud sumisa ante Dios en tu oración.
  • Ora en el Espíritu. Guiado por el Espíritu, pero también, según lo que 1 Corintios 14 nos enseña, yo creo que cuando Pablo dice “en el Espíritu” significa “en lenguas.” Muchas veces en la batalla yo no sé cómo orar, pero el Espíritu me ayuda, y clamo a Dios en lenguas. Puedo orar en lenguas en silencio todo el día. En esta batalla tú necesitas todos los recursos posibles, y el orar en lenguas es una gran bendición en la vida de oración.
  • Velando. ¿Recuerdas a los discípulos de Jesucristo la noche de su arresto? (Mateo 26:40) No pudieron velar con Jesús por una hora. ¡Despiértate! A veces es importante abrir los ojos en oración y mirar lo que está sucediendo a tu alrededor.
  • En toda perseverancia. Jesús enseñó la importancia de la perseverancia en varias parábolas:
    • Algunas guerras duran meses, aun años. Es una prueba de tu fe y perseverancia. Si ya llevas años orando por la salvación de tus hijos o tus padres, persevera. Sigue orando y confiando en el Señor.
    • He escuchado decir que solo tienes que pedir una vez en fe, y luego dar gracias por la respuesta. Eso está bien, pero yo veo la importancia de perseverar, lo que significa continuar en esa oración hasta que recibas una respuesta.
  • Ora por todos los santos. No estás solo en la batalla. Necesitas el apoyo de toda la iglesia. En este momento puede haber alguien en guerra que va a caer si no hay nadie intercediendo por él. Comparte tus peticiones para ayudar y alentar a otros a orar por ti, y para que sean obedientes a este mandato.
    • La NTV añade en todas partes. Ora por tus hermanos en todo el mundo. Lee en Internet de las necesidades en otros países e intercede por ellos también.

Cuatro veces usa la palabra “todo:”

  • En todo
  • Con todaoración.
  • Con toda
  • Por todoslos santos.

No puedes sobrevivir con unos diez minutos de oración en la mañana, dando gracias por la comida y clamando a Dios en emergencias. Esa es la razón por la cual muchos cristianos son derrotados por el enemigo. La oración tiene que ocupar un lugar de suma importancia en tu vida. Es tu conexión con el poder de Dios.

 

Tu armadura: El yelmo de la salvación y la espada del Espíritu (Efesios 6:17)

El yelmo

Y tomad el yelmo de la salvación, y la espada del Espíritu, que es la palabra de Dios. (RVR)

¿Eres salvo? ¿Estás seguro? ¿Recuerdas el estudio sobre la salvación en el capítulo 11, casi al principio de estos pasos? Si no eres salvo, tu cabeza no tiene protección. Pero si eres salvo, eres un hijo adoptado de Dios. Dios tiene vida eterna para ti. El yelmo protege tu mente de poner en duda la obra de Dios.

La palabra para salvación también puede traducirse como liberación. Si todavía hay fortalezas enemigas en tu vida, será muy difícil caminar en victoria. Andas en tinieblas y confusión. Cristo vino para salvarte y liberarte de toda la opresión del enemigo. El yelmo te da protección contra las mentiras y los engaños de Satanás. No hay que desesperarse. Hay esperanza de una vida mejor y liberación de la opresión.

En 1 Tesalonicenses 5:8-9 también habla de un yelmo: Nosotros que somos del día, por el contrario, estemos siempre en nuestro sano juicio, protegidos por la coraza de la fe y del amor, y por el casco de la esperanza de salvación; pues Dios no nos destinó a sufrir el castigo sino a recibir la salvación por medio de nuestro Señor Jesucristo. El énfasis aquí está en la esperanza que la salvación de Jesucristo nos da. Nos libra del temor al juicio y nos da seguridad y libertad. Satanás no puede robar tu salvación. El casco va encima de todo, casi como una sombrilla.

Apocalipsis 12:10 nos da una visión amplia de esta salvación:

Han llegado ya
la salvación y el poder y el reino de nuestro Dios;
ha llegado ya la autoridad de su Cristo.
Porque ha sido expulsado
el acusador de nuestros hermanos,
el que los acusaba día y noche delante de nuestro Dios.

Junto con la salvación hay poder, dominio y autoridad.  Cuando recibes la salvación, entras en el reino de Dios y recibes ese poder y autoridad del Rey. Al mismo tiempo, el acusador es expulsado de tu vida. El yelmo de salvación te protege de sus acusaciones. Levántate en el poder de Cristo y toma autoridad sobre todos los pensamientos preocupantes.

Sin este casco, la alternativa obvia es la caída en el pecado o el suicidio. Cuando contemplas esas alternativas, ya sabes que estás bajo un ataque fuerte del diablo. ¡Apresúrate a tomar tu yelmo, y recuerda la certeza de la salvación y la liberación en Cristo! Aun mejor, siempre llévalo para que esos pensamientos no te alcancen. Y luego da gracias a Dios que envió a Jesucristo como un sacrificio eficaz por tu pecado, para perdonarte y para liberarte del reino de las tinieblas.

Tu espada  

La palabra de Dios es viva y poderosa, y más cortante que cualquier espada de dos filos.
Penetra hasta lo más profundo del alma y del espíritu, hasta la médula de los
huesos, y juzga los pensamientos y las intenciones del corazón. 
(Hebreos 4:12)

La espada del Espíritu, la Palabra de Dios, es la única arma ofensiva. Memoriza la Biblia. Estúdiala. Medita en ella. Proclámala y obedécela. Una Biblia en un estante no te sirve para nada; tiene que estar en tu corazón y accesible para la batalla.

Aquí hay unos puntos importantes para recordar utilizando esta espada:

  • Satanás también conoce la Palabra de Dios y la usa para su beneficio. La usó en las tentaciones de Jesucristo. Es posible que hagamos algo parecido y abusemos de la Palabra.
  • Para ser una espada del Espíritu, tienes que interpretarla bien. Por eso es importante aprender cómo entender la Biblia.
  • Para que esta espada sea eficaz, tienes que estar lleno del Espíritu. No lo agravies ni lo apagues por tu pecado. Hay una unción sobrenatural en la Palabra cuando un creyente la proclama correctamente y con fe.
  • Ésta es casi la última parte de la armadura mencionada aquí. Si no tienes las otras partes puestas, todavía vas a sufrir en la batalla. Por ejemplo, si hay pecado en tu vida y la coraza de justicia no está puesta, la espada no te sirve muy bien. Tampoco si no tienes el yelmo de salvación, si no eres salvo.
  • He conocido a gente que usa mucho la Biblia como una espada, pero no están andando en la luz, en el amor o en la verdad. Lastiman a mucha gente, pero no lastiman mucho al reino de las tinieblas.

Hay mucha falta de verdadero conocimiento de la Palabra de Dios hoy. Muchos no andan con su espada, y no quiero decir que no llevan una Biblia: la tienen en su teléfono, pero no saben lo que dice, ni cómo usarla como una espada. Dios quiere enseñarte cómo usar tu espada. Es una verdadera aventura, ¡mucho mejor que los video juegos!

Hay una sola parte más de tu armadura, que sirve como pegamento para todas las otras partes.

 

Tu armadura: El escudo de la fe (Efesios 6:16)

Sobre todo, tomad el escudo de la fe, con que podáis apagar todos los dardos de fuego del maligno. (RVR)

Además de todo esto, tomen el escudo de la fe, con el cual pueden apagar todas las flechas encendidas del maligno. (NVI)

Las primeras tres partes tienen que ver con quién eres. Te ayudan a estar firme. Ahora, con esa firmeza, estás listo para una parte más activa en esta batalla. Las palabras “sobre todo” indican que ésta es la parte más importante. Sin este escudo, todavía eres muy vulnerable y tendrás muchos altibajos. Las flechas encendidas de Satanás te alcanzarán. Muchos cristianos andan lastimados por esos dardos de fuego. Con este escudo no solamente paras sus dardos, sino que los apagas. Es muy útil.

¿Cuáles son algunas de estas flechas encendidas que te afligen?

  • Recuerdos de tus debilidades y pecados.
  • Depresión y desesperanza.
  • Toda clase de tentación, muchas veces sutil.

Mira otra vez a la responsabilidad que  tienes: Dios quiere entrenarte en la guerra. Él puede pelear tus batallas, y algunas veces lo hace. Pero también quiere que tú madures y aprendas a pelear tus propias batallas. Tú no quieres que tu hijo sea siempre un niño, ¿verdad? Puede ser chulo que un niño de seis añitos venga corriendo a papi para ayudarlo en una pelea, pero es muy triste si aún lo haga a los 25 años. Quieres que él aprenda a manejar la vida.

¿Cómo funciona este escudo?

  • Tienes que estar muy vigilante. Para ser útil, debes estar alerta y ver la flecha antes de que llegue a tu corazón. Una vez lastimado, cuesta más tiempo sanar esa herida. Aprende a ser consciente de cómo y cuándo tu enemigo te ataca con esos dardos.
  • Algunas de sus flechas más letales son lanzadas por las personas que más amas. Ellos no lo saben y no lo hacen a propósito, pero esas palabras de tu amada penetran muy adentro de tu corazón. Hay veces en que las aceptas por conformismo, dándote por vencido y meditando en ellas. No lo hagas. Por ejemplo, ella te dice: “Tu no me quieres. Yo te voy a dejar por otro hombre.” En ese momento no entres en una pelea con ella ni te defiendas. Levanta el escudo de la fe: “Yo hice votos ante Dios para amarte toda mi vida. Yo sé que no soy perfecto, pero Dios está transformándome. Él odia el divorcio y yo lo odio. Dios nos ha hecho una sola carne y voy a seguir amándote, venga lo que venga.”

La naturaleza de la fe

La fe no es una fuerza para conseguir lo que quieras. La fe se basa en quién es Dios y lo que Él ha dicho en su Palabra. La fe viene por el oír y el oír por la Palabra de Dios. Si llenas tu mente con los pensamientos del mundo, tu escudo no funcionará. Medita en la Palabra y proclámala con fe.

Tener fe es tener la plena seguridad de recibir lo que se espera; es estar convencidos de la realidad de cosas que no vemos. (Hebreos 11:1, DHH) Medita en Hebreos 11 para ver ejemplos de varones y mujeres de fe. Nota cuales eran los dardos de fuego que el enemigo lanzó contra ellos, y cómo los apagaron con su fe.

En Marcos 4:35 Jesús dijo a los discípulos: “Crucemos al otro lado.” Pero en medio del mar, dardos de temor y dudas los lastimaron. Olvidaron quién estaba con ellos y lo que había dicho. Se desesperaron. Aceptaron la mentira que Dios no los cuidaría: —¡Maestro! —gritaron—, ¿no te importa que nos ahoguemos? Después de reprender a la tormenta Jesús les dijo: —¿Por qué están asustados? ¿Todavía no tienen fe? No estaban usando el escudo de su fe para apagar los dardos de sus circunstancias. Andaban por vista y no por fe.

¿Tienes fe?

Si no tienes fe, vas a sufrir mucho en las batallas de esta vida. ¡Despiértate! Examínate a ti mismo para ver dónde estás lastimado por los dardos de fuego de Satanás.  No hay que reprender mucho al diablo y pelear contra él. Simplemente levanta el escudo de tu fe y apaga esos dardos, antes de que alcancen tu corazón. Aprende a discernir cuales son, y cómo usar tu escudo para apagarlos. ¡Esto es mejor que un videojuego!  Sobre todo, toma el escudo de la fe. Dios quiere que tú seas un varón perfecto, no un niño fluctuante.