Seis días después, Jesús tomó a Pedro, a Jacobo y a Juan, y los llevó aparte solos a un monte alto; y se transfiguró delante de ellos. (Marcos 9:2, RVR)
Sería un día muy especial para Jesús, y uno de los momentos más gloriosos de su vida terrenal. Siempre es bueno escalar una montaña con buenos amigos. Éste era un monte alto, y Jesús estaba acompañado por los tres hombres más cercanos a Él. Allí en el monte vieron su gloria, mientras Él conversaba con Moisés y Elías.
Pero no fue un día tan hermoso para los demás discípulos; aquellos que Jesús dejó abajo. Con el gadareno (Marcos 5), no se oye nada de los discípulos; probablemente se quedaron en la barca. Esperemos que los discípulos hayan aprendido algo de esa experiencia, porque esta vez Jesús está fuera de la vista, en el monte, y toca a ellos ministrar a un joven endemoniado. Pero cuando Jesús bajó del monte, los halló en un conflicto feo:
14 Cuando llegó a donde estaban los discípulos, vio una gran multitud alrededor de ellos, y escribas que disputaban con ellos. 15 Y en seguida toda la gente, viéndole, se asombró, y corriendo a él, le saludaron. (RVR)
Jesús rescata a sus discípulos
Es duro bajar de la cumbre de la montaña y encontrar a aquellos encargados de la obra fracasando. Moisés tuvo una experiencia similar cuando descendió del Monte Sinaí. Así como el rostro de Moisés reflejaba la presencia gloriosa de Dios, sospecho que rastros de gloria quedaron en el rostro de Jesús; de modo que la gente se asombró al verlo. Estoy seguro de que los otros discípulos se alegraron al ver a Jesús. No sabemos por qué los maestros de la ley discutieron con ellos, pero la cuestión era un muchacho endemoniado que los discípulos no podían ayudar. Tal vez los maestros aprovecharon la ocasión para atacar la credibilidad de Jesús en general, y los discípulos se apresuraron en su defensa.
16 —¿Sobre qué discuten? —preguntó Jesús.
17 Un hombre de la multitud tomó la palabra y dijo: —Maestro, traje a mi hijo para que lo sanaras. Está poseído por un espíritu maligno que no le permite hablar. 18 Y, siempre que este espíritu se apodera de él, lo tira violentamente al suelo y él echa espuma por la boca, rechina los dientes y se pone rígido. Así que les pedí a tus discípulos que echaran fuera al espíritu maligno, pero no pudieron hacerlo. (NTV)
¿Has visto eso? ¿O lo has experimentado? El pastor principal encarga la iglesia a un pastor joven. La gente viene en busca de ayuda. Quieren ver al pastor principal, o al evangelista famoso, pero ellos no están allí; tienen que conformarse con el joven. Pero parece que esa persona no tiene la misma unción, y no puede ayudarlos. Es una experiencia humillante para quien falla; quizás aún peor para estos discípulos, ya que Pedro, Jacobo y Juan los observaban. Este padre vino con una simple solicitud para echar fuera al espíritu maligno, y los discípulos no pudieron.
No es que no tuvieran experiencia en liberación, o carecieran de autoridad. Jesús ya les había dado autoridad para echar fuera demonios, y tuvieron bastante éxito en su primer viaje misionero:
Después llamó a los doce, y comenzó a enviarlos de dos en dos; y les dio autoridad sobre los espíritus inmundos. Y saliendo, predicaban que los hombres se arrepintiesen. Y echaban fuera muchos demonios, y ungían con aceite a muchos enfermos, y los sanaban. (Marcos 6:7, 12-13, RVR)
Pero esta vez no pudieron ayudar a este padre.
Los síntomas de demonización
- Una persona atormentada por un demonio puede estar bien, pero de repente el espíritu puede manifestarse.
- También puede ser una aflicción continua (como este niño que no podía hablar), que a menudo se explica en términos médicos o psicológicos.
- Cuando un demonio se manifiesta, la persona puede:
- Estar tirado al suelo. Algunas traducciones mencionan convulsiones.
- Echar espuma por la boca.
- Rechinar los dientes.
- Ponerse rígida.
¿Un espíritu o una enfermedad?
Fácilmente se puede confundir estos síntomas con un ataque epiléptico, lo que nos lleva a un dilema fundamental en liberación: ¿Cuándo es un demonio, y cuándo es una enfermedad? ¿Se administra medicina, o se echa fuera al demonio? La ciencia moderna se burla de los cristianos que atribuyen estos síntomas a los demonios. Sin duda hay explicaciones médicas para muchos de ellos; es imprudente atribuir todos los casos a un demonio y descartar el conocimiento médico. Sin embargo, parece que el péndulo ha oscilado demasiado hacia el otro lado, donde incluso los cristianos rara vez buscan la razón espiritual detrás del problema. ¿Qué pasa con el alarmante aumento en el autismo, las enfermedades autoinmunes y otras aflicciones que desconciertan al establecimiento médico? ¿Es posible que millones de personas sufran innecesariamente porque los cristianos carecen de la autoridad y la libertad para enfrentar a los demonios detrás de sus aflicciones? Obviamente, queremos evitar los extremos, pero Jesús no tenía ningún problema atribuyendo estos síntomas a los demonios, y su enfoque proporciona un alivio inmediato.
19 —¡Ah, generación incrédula! —respondió Jesús—. ¿Hasta cuándo tendré que estar con ustedes? ¿Hasta cuándo tendré que soportarlos? Tráiganme al muchacho.
Generación incrédula y perversa
Después de la gloria del monte de transfiguración, Jesús está aún más consternado por la falta de fe de los discípulos. El pasaje paralelo de Mateo (17:17) agrega “perversa” a su descripción de ellos. Jesús no simpatiza con la situación difícil de sus discípulos. Él tenía la expectativa de que ellos ayudarían al niño. Ésta es una de las pocas ocasiones en que Jesús expresó impaciencia y dificultad con estar aquí en la tierra. Probablemente hubiera preferido quedarse en la montaña o irse directamente a casa, en el cielo.
¿Cómo describiría Jesús a nuestra generación? Parece que hay aún más incredulidad entre nosotros.
20 Así que se lo llevaron. Cuando el espíritu maligno vio a Jesús, le dio una violenta convulsión al muchacho, quien cayó al piso retorciéndose y echando espuma por la boca. (NTV)
Recopila información acerca del caso
En presencia de Jesús, el espíritu se manifestó de inmediato. ¿Es posible que no veamos más manifestaciones porque los espíritus no reconocen la presencia de Dios en nosotros? Al principio, en lugar de mejorar, el niño empeoró. Algunos padres tomarían al niño y correrían al hospital más cercano; algunos pastores caerían en un pánico e inmediatamente tratarían de controlar la situación. Pero Jesús con calma pide más aclaraciones, aunque el muchacho estaba rodando por el suelo con convulsiones.
21 Jesús preguntó al padre: ¿Cuánto tiempo hace que le sucede esto? Y él dijo: Desde niño. 22 Y muchas veces le echa en el fuego y en el agua, para matarle; pero si puedes hacer algo, ten misericordia de nosotros, y ayúdanos.
¿Por qué quería Jesús saber esto? Tal vez sabía que el demonio estaba muy apegado al niño y lo había atormentado durante mucho tiempo. Este parece un caso especialmente fuerte. O tal vez Él quería conectarse con el padre de alguna manera, para darle la oportunidad de expresar su dolor por la condición de su hijo.
Los demonios a menudo entran a causa de algún pecado o experiencia que abre la puerta y deja a la persona vulnerable. Pero si él había sido demonizado desde su infancia, es muy posible que el demonio fuera transmitido de sus padres.
¿Has notado a personas propensas a sufrir accidentes? Parecen tener un deseo de morir y terminan constantemente en situaciones dramáticas. Presta atención a eso: los demonios están dedicados a destruir, y con frecuencia logran matar a la persona que atormentan. No lo tomes a la ligera, y no desprecies a la persona por llamar la atención o ser demasiado dramática.
El padre tuvo la fe de llevar al niño a Jesús, pero también tenía dudas: Posiblemente porque los otros discípulos fallaron, ya no está seguro de que Jesús pueda ayudarlo tampoco. Tal vez te decepcionó un pastor que pensabas que te ayudaría, y ahora tu fe en Dios (o, especialmente, en sus siervos), es débil. ¡No dejes que la falta de fe de los demás debilite la tuya!
23 —¿Cómo que si puedo? Para el que cree, todo es posible.
Todo es posible
Jesús parece molesto por esta expresión de duda. La fe que Él premia y busca en nosotros es una gran fe que sabe que todo es posible si sólo creemos. ¿Vienes a Jesús con esa débil actitud «si puedes»? ¿O con una fe audaz? Ésta es una de varias declaraciones que Jesús hizo que promete recursos prácticamente ilimitados para quien realmente cree.
24 Al instante el padre clamó: —¡Sí, creo, pero ayúdame a superar mi incredulidad! (NTV)
Al menos el padre fue honesto. Probablemente detectó la irritación de Jesús con su duda, y temía perder cualquier posibilidad de ayudar a su hijo. Si tú luchas con dudas e incredulidad, no estás solo. Acércate a Dios y pídele ayuda para superar tu incredulidad. Aprende a reconocer tus dudas y desafíalas. Sé honesto, Dios ya las sabe. Dios puede trabajar a pesar de nuestras dudas: La duda del padre no impidió que Jesús hiciera el milagro.
25 Al ver Jesús que se agolpaba mucha gente, reprendió al espíritu maligno. —Espíritu sordo y mudo —dijo—, te mando que salgas y que jamás vuelvas a entrar en él.
Desafía al espíritu inmundo
Tal vez Jesús quería platicar más con el padre, pero la situación se estaba convirtiendo en un espectáculo y Él quería terminarlo. ¡No dejes que las liberaciones se conviertan en un espectáculo! ¡Sé sensible a la pobre persona rodando por el suelo! ¡No lo pongas en la tele o en Internet!
- No se mencionó antes, pero el mismo espíritu que robó su hablar también le robó de su oír. Algunas culturas creen que todas las personas sordas están poseídas por un demonio y las rechazan. ¡No los rechaces! ¡Libéralos!
- Jesús reprendió al espíritu y luego lo mandó a salir. No hubo un largo debate. Jesús tenía la autoridad para ordenarlo salir, y Él te ha dado esa misma autoridad.
- Hay una segunda parte del comando que a menudo se pasa por alto: Si Jesús no le ordenó que nunca regresara, es muy posible que el demonio vuelva. Un espíritu que ha morado en alguien durante tanto tiempo está inclinado a volver. Lo he visto suceder. El seguimiento es esencial después de una liberación. Si no tenemos cuidado, la persona puede terminar peor que antes: »Cuando un espíritu maligno sale de una persona, va por lugares áridos buscando un descanso. Y al no encontrarlo, dice: “Volveré a mi casa, de donde salí.” Cuando llega, la encuentra barrida y arreglada. Luego va y trae otros siete espíritus más malvados que él, y entran a vivir allí. Así que el estado final de aquella persona resulta peor que el inicial.» (Jesús), (Lucas 11:24-26) Entonces la persona puede cuestionar si la liberación fue real, y puede rechazar completamente un enfoque espiritual.
26 Entonces el espíritu gritó, dio otra convulsión violenta al muchacho y salió de él. El muchacho quedó como muerto. Un murmullo recorrió la multitud: «Está muerto», decía la gente. 27 Pero Jesús lo tomó de la mano, lo levantó, y el muchacho se puso de pie. (NTV)
Los resultados de una liberación
Contar con manifestaciones físicas y dramáticas. ¡No lo dejes en el suelo! ¡Extiende tu mano, toma la suya y levántalo! Sigue ministrándole hasta que se haya recuperado. ¡Una liberación puede ser traumática!
No dice lo que pasó después, pero podemos adivinarlo:
- El padre incrédulo tuvo su fe fortalecida.
- Los maestros de la ley argumentativos fueron silenciados.
- La multitud que ya se asombró de Jesús probablemente se maravilló de Él aún más.
Aparentemente, Jesús no se aprovechó de la situación para preguntar si alguien más necesitaba liberación o quería seguirlo. Parece que Jesús escapó con sus discípulos, tal vez cansado del encuentro, o pensando en su gloriosa transfiguración.
28 Cuando él entró en casa, sus discípulos le preguntaron aparte: ¿Por qué nosotros no pudimos echarle fuera? 29 Y les dijo: Este género con nada puede salir, sino con oración y ayuno. (RVR)
¿Por qué no podemos echar fuera demonios?
Los tres discípulos que estaban con Jesús en el monte fueron instruidos a no hablar con nadie al respecto, pero los otros discípulos ni siquiera les preguntaron qué sucedió allí; estaban demasiado envueltos con su orgullo herido. ¿Qué salió mal? ¿Cómo pudo Jesús hacerlo con tan poco esfuerzo? Aparte de las multitudes, dentro de una casa, tienen la oportunidad de hablar con el Maestro.
Jesús insinúa que existen varios niveles de dificultad en la liberación. Éste fue un caso difícil. El discernimiento es necesario para cada situación. ¿Debes pasar tiempo en oración y ayuno antes de intentar una liberación? ¿Qué deben decir los discípulos al padre que les trajo a su hijo?: “¿Vuelva usted mañana? ¿Primero tenemos que orar y ayunar?” Lo ideal sería que permanezcamos en ayuno y oración para estar listos para enfrentar todo lo que venga. Si no estás preparado, puede ser mejor esperar, para evitar la humillación de los discípulos. Siempre está bien pedir ayuda de otros. Es mejor tener a varios ministrando liberación, sobre todo cuando están unidos en el Espíritu. Jesús no aceptó el fracaso sólo porque se trató de un caso serio. Debemos esperar la liberación de todas las personas demonizadas.
El pasaje paralelo de Mateo (17:20) incluye otra parte de la explicación de Jesús que Marcos omite:
—Porque ustedes tienen tan poca fe —les respondió—. Les aseguro que si tienen fe tan pequeña como un grano de mostaza, podrán decirle a esta montaña: “Trasládate de aquí para allá”, y se trasladará. Para ustedes nada será imposible.
Esto refleja la consternación inicial de Jesús en la «generación incrédula y perversa.» Jesús aprovecha la situación para dar una enseñanza general sobre las posibilidades ilimitadas para aquellos que tienen fe, y atribuye nuestros fracasos en la liberación a nuestra falta de fe, junto con la falta de ayuno y oración.
¿Estás listo para ser usado por Dios?
- ¿Cómo está tu fe? No esperes hasta que Dios te ponga a prueba y te avergüences porque no puedes echar fuera a un demonio. ¿Tienes la fe que Dios te ha dado autoridad sobre los espíritus malignos? ¿Tienes la fe para ordenarlos que se vayan?
- ¿Cómo ha sido tu experiencia en la liberación? ¿La evitas por las enseñanzas distorsionadas o por los fracasos del pasado? ¿Crees que Dios quiere que la tomes más en serio?
- ¿Es lo suficientemente importante como para liberar a alguien para que te tomes el tiempo necesario en ayuno y oración?
- ¿Hay personas – quizá incluso en tu propia familia – que estén sufriendo porque están afligidos por espíritus malignos? ¿Has probado con todo tipo de médicos y terapia – sin éxito? ¿Estás dispuesto a considerar la posibilidad de demonización? Si se trata de alguien cercano a ti – o ti mismo – ¿puedes ver una puerta abierta a un demonio?
- Dios puede probarte con un caso esta semana. ¿Estás preparado para ello?
Una cosa más. Hay mucha discusión sobre la pregunta: ¿Puede un cristiano ser poseído por un demonio? El lenguaje griego del Nuevo Testamento no usa la palabra “poseído.” Habla de una persona demonizada, afligida por un demonio. No caigas en esa discusión.
primeramente le doy grasias a Dios por tener el privilejio de poderlo saludar y darle a saber que estmos bien y desirle que todos sus mensajes me han sido de mucha ensenansa para mi vida pastor como deseo poder hablar con usted pues he estado pasando momentos difisiles en mi vida y si el senor me a hablado atraves de sus mensajes pero quisiera saber si pudiera escrivile por el correo electronico pues son problemas que he estado viviendo con el pastor en la iglesia y yo creo que con la esperiensia de usted me podria ayudar bastante el enemigo me a estado atacando por el lado del pastor al punto que mejor he querido canbiar de iglesia claro le estoy pidiendo direccion a Dios ore por mi y mi esposa para que sea el senor dirijiendonos bueno pastor espero que resiba estas palabras y me pueda dar una respuesta que Dios me lo vendiga a usted y su apresiable familia y grasias por todo