¡El socorro está por delante! Éxodo 15:22-27

Muchos me han preguntado cuánto tiempo debe esperar una persona antes de salir de dificultades en un matrimonio, trabajo o iglesia. Mi impresión es que la mayoría tira la toalla demasiado rápido. Tendemos a ser como los israelitas en el éxodo: A la primera dificultad empezamos a llorar, nos  desesperamos y nos quejamos que la vida es dura. Parece que Dios nos ha desamparado. No podemos ver que Elim nos espera por delante, un lugar de manantiales refrescantes y la sombra de setenta palmeras. He conocido parejas que se separaron. Él finalmente decide divorciarse, justo cuando su esposa me había dicho que ella estaba pensando en reconciliación. Él no estaba dispuesto a darle suficiente tiempo; había sufrido demasiado e iba a hacer las cosas a su manera.

En este pasaje, Dios quiere darte esperanza y perseverancia para seguir adelante.

Después del milagro

22E hizo Moisés que partiese Israel del Mar Rojo, y salieron al desierto de Shur; y anduvieron tres días por el desierto sin hallar agua.

Si se desconoce el contexto, puedes comprender el pánico después de tres días sin agua. Pero solo unos días atrás habían sido liberados de cientos de años de esclavitud en Egipto, con algunas manifestaciones increíbles del poder de Dios. Luego, a propósito, el Señor los colocó entre el Mar Rojo y los ejércitos perseguidores de Faraón. En un milagro que debe fortalecer su fe durante muchos años, Dios abrió el mar, cruzaron la tierra seca y los ejércitos del faraón fueron destruidos. Acaban de terminar un culto glorioso de adoración, y ahora están en camino otra vez. Dice que Moisés los hizo partir, pero en realidad es la columna de nube y fuego, la presencia visible de Dios, la que los guía. Y Él los lleva directamente al desierto. Todos saben la importancia del agua en el desierto. Caminaron en medio de un mar, pero ahora no hay ni una gota de agua. Puedes aguantar un día, pero después de tres días la situación es crítica. ¿Los había abandonado Dios? ¿Realmente sabe Moisés lo que está haciendo?

Los milagros son geniales, pero tenemos memorias muy cortas. Me parece que los milagros no hacen mucho para fortalecer la verdadera fe. Podemos experimentar un gran milagro y pocos días después caer en la desesperación y darse por vencido. Incluso podemos llegar a ser tan adictos a ellos que no podemos soportar las luchas del desierto.

¿Te encuentras en un tramo seco, después de un gran mover de Dios en tu vida? ¿Puedes todavía confiar en Él? ¿Ha hecho lo suficiente por ti para que puedas creer que no te dejará? ¿Cómo estarías tú después de tres días sin agua? Es fácil sentirse traicionado por Dios, incluso enojado con Él. Las lindas historias de victoria y prosperidad, y un Dios que resuelve todos tus problemas, parecen mentiras.

Pastorear en el desierto

¿Y Moisés? Él tenía tanta sed como los demás, pero llevaba una carga mucho más pesada. Era responsable de miles de personas. Todos lo miraron a él por ayuda. Es Moisés quien sería apedreado si la gente se desespera. A pesar de sus dudas, había aceptado la tarea de guiar a su pueblo a una tierra que fluye leche y miel, pero hasta  ahora ha sido una montaña rusa. Dios mostró su poder al faraón, pero los israelitas mismos se levantaron contra Moisés. Finalmente salieron de Egipto, pero luego se encontraron atrapados por el Mar Rojo. Y ahora, después de una liberación increíble y un gran culto de adoración, todos podrían morir de sed.

Si tú eres pastor o líder, tú probablemente hayas montado la misma montaña rusa. A veces puede ser tu culpa. Siempre es provechoso examinarte a ti mismo y pedirle al Espíritu Santo que escudriñe tu corazón. Pero lo más probable es que no hay nada malo en ti: Tu fe no es débil, y no estás en pecado. Esta caminata tiene muchos altibajos. Una gran parte de la madurez es perseverar en la fe cuando atraviesas los valles y ser humilde en las victorias. Es posible que hayas predicado de todas las grandes cosas que Dios tiene para nosotros en esa tierra prometida, pero parece que tu gente está en un lugar seco. Algunos están listos para irse a otra iglesia más «exitosa» con mejor música; no  está sucediendo como dicen en la televisión que debería suceder. Es una situación difícil para un pastor: Está bien predicar sobre las cosas buenas que Dios tiene para nosotros, pero también tienes que preparar al pueblo para los tramos secos.

La esperanza que se demora

23 Y llegaron a Mara, y no pudieron beber las aguas de Mara, porque eran amargas; por eso le pusieron el nombre de Mara.

Tenían tanta sed. Los imagino acercándose al oasis y escuchando el agua; ¡Dios no los ha olvidado! ¡Hay esperanza! De repente, las quejas se convierten en alabanzas – hasta que los primeros peregrinos beben un poco del agua. ¡Es amarga! Su esperanza está defraudada.

Agua amarga

¿Has bebido agua amarga recientemente? ¿Hay algo que anhelas y necesitas? ¿Lo has esperado mucho tiempo? Justo cuando parece ser tuyo, descubres que estás en Mara, en lugar de la tierra prometida. Puede ser una mujer que pensaste que era la respuesta de Dios a años de orar por una esposa, solo para descubrir que ella no es tan agradable como parecía inicialmente. O un trabajo que te prometió libertad financiera que se ha convertido en una carga insoportable. ¿Cómo respondes cuando Dios te decepciona? ¿Cuándo un pastor te defrauda? ¿Cuándo la vida parece más de lo que puedes soportar?

24 Entonces el pueblo murmuró contra Moisés, y dijo: ¿Qué hemos de beber?

Es el mismo refrán que se repetirán con frecuencia en este viaje. Como ya hemos visto varias veces, la gente recurre naturalmente a aquellos que creen que puede ayudarlos: Su líder, su pastor, su esposo o su padre. Se quejan. En este momento no hay insurrección, pero están muy frustrados. Moisés no pudo conjurar agua para miles de personas. ¿Recuerdas cuando Jesús mandó a sus discípulos a alimentar a la multitud? Ellos sabían que era imposible.  Pero tanto los discípulos como los hijos de Israel olvidaron quién es su Señor.

¿Estás en un lugar seco en este momento? ¿Estás murmurando? ¿Te sientes frustrado con alguien con autoridad que no te ayuda? ¿Parece que Dios tiene oídos sordos? ¿Estás en la situación de Moisés? La gente te busca ayuda, ¡y no tienes idea de qué hacer!

¡Agua dulce!

25 Y Moisés clamó a Jehová, y Jehová le mostró un árbol; y lo echó en las aguas, y las aguas se endulzaron.

Una vez más Moisés hizo lo correcto; hizo lo único que pudo hacer. Clamó a Dios. La solución fue simple: Un árbol arrojado al agua la hizo apta para beber. No cualquier trozo de madera, sino el que el Señor le mostró. ¿Era una especie de árbol especial que de alguna manera contrarrestó la amargura del agua? Se han ofrecido muchas posibilidades. Creo que no tiene nada que ver con la madera; creo que fue un milagro sencillo que Dios hizo en respuesta a la obediencia de Moisés a lo que puede parecer un comando tonto.

En el árbol hay un tipo de la cruz. Ciertamente, Jesús pagó el precio por la amargura de esta vida. Puede que Él no cure instantáneamente todos los problemas, pero el poder del diablo, del pecado y de la muerte fue quebrado en la cruz. Él experimentó la muerte más amarga posible, para ti. Su presencia satisface la sed de tu alma.

Probablemente mucha gente frustrada y sedienta observó a Moisés arrojar el árbol al agua. ¿Qué ocurriría si no hubiese pasado nada? ¿Qué haría Moisés entonces? ¿Estaría la gente tan enojada que lo matarían? ¿Qué hubiera pasado si Moisés se hubiera vuelto muy lógico y hubiera comenzado a discutir con Dios?

¿Te está llamando Dios a hacer algo que te parece una locura? ¿Puedes creer que Dios sabe lo que está haciendo? ¿Estás dispuesto a dar un paso de fe, con toda tu iglesia observándote, para obedecer algo que no tiene sentido para ti?

La provisión de Dios en momentos amargos

A veces Dios puede endulzar la amargura en tu vida y hacerla soportable. Él puede proporcionar agua fresca de una roca. Él es libre de moverse como lo desee en cada situación. Sería ridículo que Moisés buscara un palo la próxima vez que se encontraran con agua amarga, y lo lanzara al agua. Lo que Dios le ordena a otro pastor que haga, lo que trajo gran bendición a su iglesia, puede no tener los mismos efectos con tu situación. Es necesario siempre escuchar a Dios. El palo que arrojaste al agua el año pasado no funcionará esta vez.

La vida está llena de problemas, pero Dios tiene una solución para todos. ¿Habría sido agradable que carros con agua helada los acompañaran durante todo el viaje? ¡Claro que sí! Algunas personas «declararían» que el agua está  allí, que es dulce, y la reclamarían en el Nombre de Jesús. Ellos simplemente no pueden soportar la idea que tenemos  que pasar por dificultades, pero Dios puede ponerte en un camino sin agua por un rato. ¡Sobrevivirás! ¡Dios no te dejará morir!

Allí les dio estatutos y ordenanzas, y allí los probó; 26 y dijo: Si oyeres atentamente la voz de Jehová tu Dios, e hicieres lo recto delante de sus ojos, y dieres oído a sus mandamientos, y guardares todos sus estatutos, ninguna enfermedad de las que envié a los egipcios te enviaré a ti; porque yo soy Jehová tu sanador.

Pruebas

Sí, fue una prueba. ¿Te acuerdas de la escuela? ¿Estabas emocionado cuando el profesor anunció una prueba? ¡No! (A menos que tú fueses un cerebrito, ansioso por mostrar tú inteligencia a todos.) ¿Estás pasando por una prueba en este momento? La teología popular de las bendiciones sin fin no deja mucho lugar para la prueba. Pero Dios quería saber cuán real era la adoración de Israel, y quería darles la oportunidad de ver cuánto  ha crecido su fe después de su experiencia cruzando el Mar Rojo (¡no mucho!).

¿Podría Dios estar probándote ahora mismo? Israel estaba afortunado; esta prueba duró solo tres días. Eso era todo lo que pudieron soportar. He visto pruebas durar años; probablemente Dios tiene grandes cosas preparadas para ellos, y está haciendo una obra profunda en ellos.

Yo soy el Señor tu sanador

En realidad, fue un importante paso adelante. Dios les dio nuevas ordenanzas y una promesa increíble; una promesa que muchos ven hoy como un cheque en blanco para sanidad. Examinemos lo que dice:

  • Al igual con la mayoría de las promesas de Dios, viene con una condición muy importante: Tienen que escuchar atentamente al Señor, hacer lo recto delante de sus ojos, prestar atención a sus mandamientos y guardar todos sus estatutos. ¡Espérate! ¡Eso es imposible! ¡Jesús es el único que guardó cada mandamiento! Pues, si aún quieres intentar cumplir con estas condiciones, implica pasar bastante tiempo con Dios, para escuchar su voz. ¿Cómo te va con eso? Qué fácil es superar las condiciones y reclamar la promesa, ¿verdad?
  • La promesa toca específicamente las enfermedades que Dios había enviado a los egipcios; no es una promesa de curación para todas las enfermedades. No sabemos exactamente cuáles eran esas enfermedades.
  • Dios puede enviar enfermedades, lo cual implica que puede deberse a nuestra infidelidad o pecado, o puede ser algún tipo de corrección. Si tú estás enfermo, vale la pena preguntarle a Dios si se la envió por alguna razón. Al parecer, no siempre es del
  • A pesar de eso, todavía gozosamente afirmamos: ¡Dios es un Dios sanador! Él quiere sanar. Él tiene todo el poder para sanar, y siempre es bueno pedirle sanidad. Solo ten cuidado de no “declarar” una curación cuando realmente no sabes lo que Dios está haciendo en la vida de esa persona. Solo te pones a ti mismo (y a Dios) en ridículo si no sucede. Y si no hay curación, examínate a ver si estás cumpliendo con estas condiciones.

27 Y llegaron a Elim, donde había doce fuentes de aguas, y setenta palmeras; y acamparon allí junto a las aguas.

¡Un oasis!

Ah, Elim. Dios es bueno. Este es, finalmente, el campamento que esperaban junto al Mar Rojo. Es tan bueno encontrar un oasis en medio del desierto. Les encantaría quedarse allí, pero, lamentablemente, todavía tenían un largo viaje y muchas batallas por delante.

Gracias a Dios por los oasis en tu vida. No los des por sentado, y no te sientas demasiado cómodo con ellos. Son un signo de la provisión misericordiosa de Dios, y el estímulo de que existan tales lugares. Habrá más de ellos en el camino. Mientras tanto, guarda la memoria de lo bueno que fue. Veo mucha gente hoy que cree que Elim es su derecho de nacimiento como cristianos. Edifican casas allí para vivir la vida buena. Pero este mundo no es nuestro hogar; somos peregrinos y extranjeros aquí. Ten cuidado de no sentirte demasiado cómodo en Elim, tal vez hasta el punto de  no escuchar a Dios, o no estar dispuesto a seguir adelante cuando te llame de nuevo al desierto.

Dios los llevó tanto a Mara como a Elim; un lugar de amargura y un lugar de bendición. Elim es aún mejor cuando apenas saliste de Mara. Dios puede tenerte en Mara un poco más, pero puede mostrarte un árbol que lo haga soportable. Claro que no es Elim, pero al menos sobrevivirás. Esta vida está llena de los “Elims” – y los “Maras.” Renovación y amargura. Dios no te debe Elim. Nunca te garantiza que te quedarás en Elim. De hecho, Jesús nos dijo que habría mucha amargura en este mundo.

El socorro está por delante

Si tan solo la gente hubiera aguantado un poco más, Dios tenía algo tan dulce preparado para ellos. Aguanta, mi hermano. Yo no puedo decir cuando llegarás a Elim, pero va a ser justo a tiempo. Justo en el tiempo de Dios. Hay algunos momentos hermosos, algunos regalos, que Dios tiene para nosotros en medio de este desierto que llamamos vida. Disfrútalos al máximo mientras estés allí. Son pequeños alivios, pasos en el camino al cielo, que mantienen la fe viva y refrescan tu alma. Un Elim podría estar justo a la vuelta de la esquina para ti. No te rindas. Dios te dará la fuerza para seguir adelante.

 

2 respuestas a «¡El socorro está por delante! Éxodo 15:22-27»

  1. Amen gracias. Por estas. Palabras. Y este estudio llegó a mi vida en el momento justo. Dios los bendiga

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