La propuesta: Dios los invita a un pacto Éxodo 19:1-9 

¿Anhelas una experiencia espiritual más profunda? ¿Un verdadero encuentro con Dios? ¿Hay momentos en que tienes dudas sobre si todo esto es real? Si Moisés necesitaba algo más, pronto experimentará algo muy poderoso. Es cierto que después de la zarza ardiente él estaba en comunicación constante con Dios. Había visto su poder demostrado en las plagas y la apertura del Mar Rojo. Comió maná todos los días al igual que cada israelita, un recordatorio constante de la fidelidad y la provisión de Dios. Pero todo eso no es nada comparado con este encuentro cara a cara con Dios.

He visto demasiados intentos de producir grandes experiencias espirituales y manifestaciones del poder de Dios en la iglesia. Es interesante que nada de lo que vemos en Éxodo sucedió en el tabernáculo (todavía no construido) o el templo (muchos años después). ¿Podría ser que nos esforcemos demasiado para obligar a Dios a aparecer en nuestros templos?

1Exactamente dos meses después de haber salido de Egipto, los israelitas llegaron al desierto de Sinaí. Después de levantar campamento en Refidim, llegaron al desierto de Sinaí y acamparon al pie del monte Sinaí.

Campamento del desierto del Monte Sinaí

¡Otro campamento! (Bueno, tenían uno casi todas las noches.) Esta no es una situación ideal. Acaban de entrar en un gran desierto; no era exactamente la tierra que fluye leche y miel la que Dios los había prometido. Ya cumplieron tres meses viajando, más que suficiente para llegar a Canaán si hubiesen tomado la ruta directa. Pero Dios no estaba interesado en ahorrar tiempo; todavía tenía mucho que hacer para prepararlos para la tierra prometida. A menudo en el desierto (esas situaciones difíciles en nuestras vidas) tenemos los encuentros más profundos con Dios, y nadie ha experimentado algo tan intenso como lo que ocurrió aquí en el Monte Sinaí.

¿Estás entrando en un desierto? ¿Tienes temor de ello? ¿Te sientes frustrado y cansado de andar por ahí, y listo para comenzar la buena vida que te han prometido en el Señor? ¿O has estado ya en el camino del desierto más tiempo del necesario? Confía en Dios. Es posible que haya un encuentro que cambie tu vida en ese desierto, libre de las muchas distracciones de la vida buena en el mundo.

El Monte Sinaí (también conocido como Monte Horeb) tiene una altura de 2,285 metros (7,497 pies), y está situado cerca del extremo  sur de la península del Sinaí en lo que hoy es Egipto. No sabemos exactamente en cual montaña acampó Israel. El Monte Sinaí que nosotros conocemos tiene picos irregulares y rocosos, sin vegetación. La ruta más fácil hacia la cima dura aproximadamente dos horas y media. Los peregrinos también suben los «pasos de penitencia» (3750 gradas) hasta la cima. Cualquier que sea el pico, y cualquiera ruta (¡no había escaleras en ese entonces!), Moisés estaba a punto de subirlo. Y bajarlo. Y subirlo otra vez. En los próximos días subiría y bajaría ocho veces. ¡Él tenía que estar en buena forma para un hombre de 80 años! Por supuesto, la idea de encontrarse con Dios sería un gran motivador.

Entonces Moisés subió al monte para presentarse delante de Dios. El Señor lo llamó desde el monte y le dijo: «Comunica estas instrucciones a la familia de Jacob; anúncialas a los descendientes de Israel: “Ustedes vieron lo que hice con los egipcios. Saben cómo los llevé a ustedes sobre alas de águila y los traje hacia mí. Ahora bien, si me obedecen y cumplen mi pacto, ustedes serán mi tesoro especial entre todas las naciones de la tierra; porque toda la tierra me pertenece.Ustedes serán mi reino de sacerdotes, mi nación santa”. Este es el mensaje que debes transmitir a los hijos de Israel».

Invitación al Pacto

No hay mandatos. No hay nada que temer. Dios está haciendo una propuesta de amor a Israel, no muy diferente de una oferta de matrimonio. Finalmente Él tuvo toda su atención; ahora Él puede proponer el pacto que siempre anhelaba con un pueblo. Ojalá que ellos estuviesen impresionados con su «noviazgo» bastante inusual y aceptaran su oferta.

Tres cosas que Dios ya ha hecho deberían facilitar su decisión:

  • El juzgó a Egipto y los liberó de la esclavitud.
  • Él los llevó en alas de águila. ¡Qué hermosa imagen de cómo Dios se preocupa por nosotros!
  • Él los trajo a sí mismo, cortejándolos como un amante.

Como cualquier pacto, incluido el pacto matrimonial, existe una condición. Para el pueblo de Israel, es muy sencilla, pero su experiencia mostrará qué difícil es:

  • Obedecer completamente a Dios.
  • Guardar su pacto.

Si Israel lo hace, aquí está la oferta de parte de Dios:

  • Ellos serán su tesoro. Toda la tierra es de Dios. No es que Él realmente necesita nada, sino que Él ha escogido esta nación en particular de todas las naciones de la tierra (en gran medida basado en la fidelidad de Abraham y las promesas hechas a él). ¿Te sientes especial? ¿A quién no le gusta ser la posesión de Dios?
  • Será una nación santa. Única en toda la tierra; si se mantienen libres de la corrupción del mundo, estarían apartados y dedicados para adorar y servir a Dios. Eso implica una cierta pérdida de libertad y sumisión a los límites que Dios establece.
  • Será un reino de sacerdotes. El concepto del sacerdocio de todos los creyentes del nuevo pacto no es tan nuevo. Es cierto que Leví tenía las funciones oficiales, al igual que pastores las llevan a cabo hoy, pero la intención de Dios era que todo su pueblo ministrara ante Él y sirviera como intercesores y mediadores con el mundo.

Suena como una gran oferta para este grupo irregular de ex esclavos, pero sería un noviazgo rocoso, y un matrimonio áspero que terminaría esencialmente en divorcio. ¿Se equivocó Dios cuando los eligió? Estoy seguro que no. ¿Cometiste un error cuando te casaste con tu esposa, debido a que el matrimonio ha sido difícil? Estudia la interacción de Dios con su «novia» y puedas ver algunos de los propósitos para tu matrimonio, y cómo hacer frente a una relación menos-que-perfecta.

La relación de Moisés con el pueblo (la cual probablemente tenía menos de seis meses), también ha sido inestable. Por su gracia, Dios le permitió realizar grandes milagros para ganar la confianza del pueblo. Hasta ahora Moisés ha sido fiel a su palabra, pero ellos todavía no están muy seguros de él. Ahora él tiene algo impresionante que ofrecerles, aunque si ellos hubiesen sido como nosotros, hubieran preferido una oferta de riqueza y una vida larga y feliz.

¿Cuándo fue la última vez que subiste «a la montaña» para encontrarte con Dios? Si tú predicas o enseñas su palabra, ¿buscas a Dios y esperas en Él hasta que estés seguro de temer una palabra fresca del corazón de Dios? Dios le dio a Moisés un mensaje preciso; no pudo agregar o quitar nada de esa palabra.

Entonces Moisés regresó del monte y llamó a los ancianos del pueblo y les comunicó todo lo que el Señor le había ordenando. Y todo el pueblo respondió a una voz: «Haremos todo lo que el Señor ha ordenado». Entonces Moisés llevó al Señor la respuesta del pueblo.

¿Crees que lo tienes difícil predicando la Palabra de Dios? Moisés bajó de la montaña con su Palabra, y luego subió con la respuesta de la gente. Inicialmente habló a los ancianos, quienes probablemente llevaron la oferta al pueblo. La respuesta fue unánime y rápido: «sí.» Tal vez fue demasiado rápido, sin pensar en todas sus implicaciones, pero tampoco hay muchas parejas que entienden las implicaciones del pacto matrimonial.

Luego el Señor le dijo a Moisés: «Yo me presentaré ante ti en una densa nube, para que el pueblo pueda oírme cuando hable contigo; así ellos siempre confiarán en ti». Moisés le dijo al Señor lo que el pueblo había dicho. 

Dios afirma a Moisés como líder

Dios realmente se preocupa por sus siervos, y los apoya. Aunque el encuentro con Dios en la densa nube sería hermoso para Moisés, el verdadero propósito era impresionar a la gente, para que siempre confiaran en su líder. Algunos son reticentes a confiar demasiado en un pastor u otros líderes, y hasta cierto punto es bueno, sobre todo cuando hacen cosas que no son de Dios, o traen una palabra que no es del Señor. Pero Dios sabe que esta relación de confianza es fundamental para el buen funcionamiento de la nación – y de una iglesia. Si tú eres un pastor, asegúrate de que no hagas nada para traicionar la confianza de tu pueblo. Dios afirmará tu llamado si estás sirviéndole fielmente. Si eres parte de una iglesia, es importante que tu pastor sea alguien en quien puedas confiar. Si esa confianza ha sido traicionada, ora por reconciliación y perdón, pero también es posible que tengas que buscar a un nuevo pastor, y luego confiar en que Dios realmente trabajará a través de él.

¿Acaso Dios no sabe lo que dice la gente? Seguramente lo sabía, pero por alguna razón Dios nos usa para entregar su palabra, interceder por su pueblo, y comunicarle al Señor lo que hay en sus corazones. Esa posición como portavoz de Dios (profeta) y representante de la gente (sacerdote) conlleva una gran responsabilidad. Junto con la autoridad que Dios le da (rey), son las tres funciones principales que Dios ha confiado a los seres humanos. Si tú funcionas en una de ellas, sé consciente de que Dios Todopoderoso te ha confiado una tarea sumamente importante.

La nación ha aceptado la propuesta de Dios. Ahora tienen que prepararse para el «día de la boda,» la cual será la boda más espectacular jamás presenciada. ¿Y tú? ¿Has aceptado la oferta de Dios de vida eterna en Jesucristo? ¿Eres consciente de los grandes privilegios que forman parte de ella?