El éxodo de los hebreos de Egipto se caracterizó por quejas, murmullos y rebeldía, pero hasta ahora muy poco se dirigió a Moisés personalmente. Cuando llega el ataque, no es de la gente, sino de la familia: su hermana y su hermano. Sí, el mismo Aarón que se paró con Moisés ante Faraón, su portavoz y el sumo sacerdote. Y Miriam, quien dirigió al pueblo en la adoración después de cruzar el Mar Rojo. Miriam, que vio a su hermano colocado en una cesta en el Nilo y arregló su cuidado con la hija del faraón. Es triste, pero a menudo la oposición más fuerte proviene de los más cercanos a nosotros. Por supuesto, ellos conocen nuestras debilidades y vulnerabilidades, pero también pueden estar celosos de nosotros.
Miriam y Aarón tenían un problema: No podían encontrar ninguna crítica legítima. Moisés andaba sin reproche. Así que deciden atacar a su esposa. Si eres un líder, prepárate para las críticas dirigidas a tu familia. Siempre mantén tu lealtad a esa familia; a Satanás le encantaría utilizar la política de la iglesia para abrir una brecha entre tú y tu familia.
La esposa de Moisés
1Mientras estaban en Hazerot, Miriam y Aarón criticaron a Moisés porque se había casado con una cusita.
Hay mucho debate acerca de quién era esta mujer cusita (o etíope). Es posible que no fuera Séfora, porque ella era madianita. Desafortunadamente, algunos usan este versículo para justificar el divorcio y el nuevo matrimonio, diciendo que cuando Moisés despidió a Séfora (Éxodo 18:2), se divorció de ella y luego se casó con esta mujer. Tal vez por eso a Miriam y Aarón no les gustaba que se casara con esa mujer. Sabemos que la relación de Moisés con Séfora no era la mejor, pero es demasiado decir de este versículo que Moisés se divorció de ella. Era muy común en el Antiguo Testamento que un hombre tomara varias mujeres. El hecho que no fuera hebrea podría haber sido un problema para Miriam también. Dada la estatura de Moisés en la Biblia, es un poco sorprendente que no se haya casado con una hebrea.
Parece que los otros hebreos no estaban preocupados por la esposa de Moisés; Miriam y Aarón querían exagerar su importancia, con la esperanza de crear malestar entre la gente. Era solo una cortina de humo; ahora vamos a ver la verdadera razón de su crítica.
Celos
2 Dijeron: «¿Ha hablado el Señor solamente por medio de Moisés? ¿Acaso no ha hablado también a través de nosotros?». Y el Señor los oyó.
Miriam y Aarón ambos ocupaban posiciones importantes: Aarón era sacerdote y Miriam dirigía la adoración y era una profetisa (Éxodo 15:20). Es cierto que Dios habló a través de ella. Miqueas 6:4 dice que Dios envió a los dos, junto con Moisés, para conducir al pueblo, pero eso no era suficiente para ellos. Envidiaban la comunión que Moisés tenía con Dios y la manera en que Dios habló a través de él. Ellos estaban celosos de que él fuese la cabeza.
¿Has estado celoso de los dones o la unción de otra persona? ¿Tal vez su predicación, dones de sanidad o habilidades proféticas? ¿O su carisma y popularidad en la iglesia? ¿Eres consciente de personas que envidian tu posición y tus dones? ¿Tal vez incluso miembros de tu familia? El Nuevo Testamento enseña claramente que Dios da dones según su voluntad, y en el Cuerpo de Cristo todos somos importantes (1 Corintios 12).
Ellos no incitan a una rebelión contra Moisés ni buscan su posición; solo quieren ser reconocidos como igualmente dotados y compartir su unción profética. Cuando Dios tomó del Espíritu que estaba en Moisés y lo repartió entre los setenta ancianos en el capítulo anterior, Aarón y Miriam no lo recibieron, lo que me parece que pudo haber provocado su descontento. En la superficie, lo que hicieron Aarón y Miriam no parece tan grave. Pero fue grave para Dios.
El hombre más humilde en la tierra
3 (Ahora bien, Moisés era muy humilde, más que cualquier otra persona en la tierra).
Guau. Esa es una declaración fuerte, y podemos suponer que se insertó más tarde. Creemos que Moisés escribió este libro, ¡y no sería muy humilde escribir esto! Es notable que Moisés permaneció humilde con la autoridad y las increíbles experiencias espirituales que tuvo. Fue criado en el palacio. Salió de Egipto un joven seguro de sí mismo y orgulloso. Dios usó los cuarenta años en Madián para quebrantarlo. Ver la gloria de Dios lo ayudó a mantenerse humilde.
¿Qué hay de ti? ¿Podría alguien decir esto acerca de ti? El orgullo es una tentación fuerte para pastores exitosos (y cualquier hombre). La humildad tiene un gran valor a los ojos de Dios.
Dios enfrenta a los rebeldes
4 Así que, el Señor llamó de inmediato a Moisés, a Aarón y a Miriam y les dijo: «¡Vayan los tres al tabernáculo!»; y los tres fueron allí.
Dios actuó de inmediato y los llamó a la tienda de reunión; no podría soportar esta locura que podría destruir la autoridad de Moisés. No sabemos si Moisés se dio cuenta de lo que estaba sucediendo. Si lo sabía, no se defendió ni los reprendió; los dejó en manos de Dios. Es sabio seguir su ejemplo con quienes nos critican.
Los desafíos a la autoridad pastoral son comunes. Pueden comenzar sembrando dudas sobre su carácter o sus acciones, pero fácilmente pueden terminar con una iglesia dividida y mucha gente lastimada. Se necesita mucha sabiduría para responder a una rebelión. El ejemplo de Dios nos enseña a no esperar hasta que crezca un gran problema, sino a enfrentarlo de inmediato. Puede ser necesario llamar a alguien que tenga autoridad sobre la iglesia, porque es muy difícil para la persona criticada resolver la situación.
5 Entonces el Señor descendió en la columna de nube y se detuvo en la entrada del tabernáculo. «¡Aarón y Miriam!», llamó él.
Miriam y Aarón querían oír mas la voz de Dios, pero en su pecado no reciben ningún mensaje del Señor. ¡Él está hablando a ellos! Si puedes visualizar esto, es muy impresionante. ¿Que estaban pensando Aarón y Miriam? ¿Estaban tan arrogantes que esperaban alguna comisión o unción especial de Dios? ¿O se dieron cuenta de que estaban en problemas?
Ellos dieron un paso al frente6 y el Señor les habló: «Escuchen lo que voy a decir:
»Si hubiera profetas entre ustedes,
yo, el Señor, me revelaría en visiones;
les hablaría en sueños.
7 Pero no con mi siervo Moisés.
De toda mi casa, él es en quien confío.
8 Yo le hablo a él cara a cara,
¡con claridad y no en acertijos!
Él ve al Señor como él es.
¿Entonces, por qué no tuvieron temor de
criticar a mi siervo Moisés?».
Moisés era más que un profeta, él era un amigo de Dios. Normalmente recibimos palabras proféticas en sueños o visiones. Joel profetizó que serían comunes después de Pentecostés. Hoy, como en ese entonces, esas revelaciones proféticas pueden venir en acertijos. No sabemos exactamente por qué Dios ha escogido revelarse de esa manera, pero puede ser para que solo aquellos con discernimiento del Espíritu Santo puedan entenderlos.
¿Qué hay de ti? ¿Has tenido sueños o visiones? ¿Estás abierto a ellos?
La fidelidad de Moisés era lo que realmente tocó el corazón de Dios. Ya sabemos que Moisés tenía una tarea muy difícil, pero era fiel en toda la casa de Dios. ¿Y tú? La fidelidad es muy importante para Dios. ¿Has sido fiel a tu esposa y a tu familia? ¿Al llamado de Dios en tu vida? ¿Fiel en la casa de Dios?
Hablar contra alguien que el Señor ha puesto en autoridad es muy serio. No importa si hay algún fundamento para la crítica. Puede ser un marido, un pastor o alguien más en autoridad; míralos con temor y temblor. Si lo estás haciendo ahora, detenlo. Cuida tu corazón y honra a aquellos que Dios ha puesto en autoridad sobre ti. Si hay otros que hablan en tu contra, confía en Dios para tratar con ellos y reivindicarte. Y no seas orgulloso; párate y examínate a ti mismo para ver si hay algo de verdad en lo que dicen.
El juicio de Dios
9 El Señor estaba muy enojado con ellos y se fue.
Cuando Dios está enojado, se irá. No le gusta estar cerca de los rebeldes. Si de repente parece que Dios ha dejado tu vida o tu iglesia, pregúntale por qué. ¡No querrás que Dios se enoje contigo mientras tú creas que todo está bien! No sabemos qué forma tomó la ira ardiente del Señor, pero estoy seguro de que ellos estaban al tanto de su ira. Fue cuando Él se fue y la nube se levantó que vieron la evidencia de esa ira.
10 Cuando la nube dejó de estar encima del tabernáculo, allí estaba Miriam, con su piel tan blanca como la nieve, leprosa. Cuando Aarón vio lo que había pasado con ella, 11 clamó a Moisés: «¡Oh, mi señor! ¡Por favor, no nos castigues por este pecado que tan neciamente cometimos! 12 No dejes que ella sea como un bebé que nace muerto y que ya está en descomposición».
¿Por qué estaba afligida Miriam y no Aarón? ¿Por qué no pidió perdón Miriam? Parece que Miriam era la cabecilla de esta rebelión. Es posible que Aarón demostró la misma debilidad que mostró con el becerro de oro, fácilmente influenciado y arrastrado a la situación. Él llama a Moisés señor, y le pide perdón, aunque no le pide perdón a Dios.
Moisés intercede por su hermana
13 Entonces Moisés clamó al Señor: —¡Oh Dios, te suplico que la sanes!
Eso requiere gracia y humildad. ¿Te sentirías tentado a decir?: «Ese no es mi problema. Habla con Dios. Tal vez si ustedes realmente se arrepienten, Dios la sanara.» ¿Estarías secretamente encantado de que ella estuviera afligida y aprendiera su lección? No Moisés. Con la misma compasión y profundidad de carácter que hemos visto en varias ocasiones, clamó a Dios, sabiendo que Él tiene el poder de sanarla.
14 Pero el Señor le dijo a Moisés: —Si el padre de Miriam tan solo la escupiera en la cara, ¿no duraría su contaminación siete días? Por lo tanto, mantenla fuera del campamento durante siete días y después podrá ser aceptada de nuevo.
Si no fuera por la intercesión de Moisés, Miriam podría haber permanecido leprosa por el resto de su vida. Dios honra la súplica de Moisés, pero solo después de siete días con Miriam fuera del campamento. Es como si Dios estuviera diciendo, «Le he escupido en la cara… ahora ella tiene que pasar esos días en desgracia.» La reprensión pública requiere un período de vergüenza pública.
15 Así que Miriam permaneció fuera del campamento durante siete días, y el pueblo esperó hasta que la trajeron para continuar su viaje.
Eso es muy humillante. Todos sabían que se quedaron siete días en el campamento a causa de la rebelión de Miriam y el juicio de Dios sobre ella. Fue una advertencia clara para ellos de no rebelarse contra el ungido del Señor. Miriam nunca se volvió a mencionar hasta que su muerte se registra en Números 20:1.
Dios espera que honremos, respetemos y obedezcamos a aquellos que Él pone en autoridad. La rebelión contra esa autoridad es muy ofensiva para Él. Pero también yo he visto líderes abusivos usar este pasaje para ordenar lealtad inquebrantable. Cualquier cuestionamiento de sus decisiones o sugerencias sobre cómo hacer las cosas mejor se toman como un desafío a su autoridad. El «rebelde» puede ser golpeado espiritualmente y emocionalmente hasta que se someta, o sea expulsado de la asamblea. Tal vez el versículo tres es el más importante en este capítulo: Moisés era humilde; no usaba una mano dura para mantener su control sobre la gente. Un líder humilde tendrá el corazón de un siervo y estará abierto a críticas y consejos. Nunca dice que no podemos acercarnos a un líder y compartir nuestras inquietudes con él. Para situaciones serias, Jesús nos dio un procedimiento a seguir en Mateo 18:15-17. El liderazgo plural es saludable. Cuando una persona tiene el control total (una de las quejas de Miriam y Aarón contra Moisés) hay muchas más posibilidades de abuso. Moisés ahora tiene la protección de los setenta ancianos.
Los medios sociales e Internet ahora ofrecen una plataforma para todos los Miriam y Aarón en nuestro mundo. Y hay muchos de ellos, sobre todo con el sesgo de nuestra cultura contra la autoridad. Ten mucho cuidado con lo que escribas (y leas, y creas) en línea acerca de los líderes de Dios. Y sigue el ejemplo de la humildad de Moisés.