Números 25 y 31   El sexo como un arma

Sexo. La trampa número uno para muchos hombres. Y cuando un varón cae en pecado sexual, su familia y comunidad sufren también. Hasta ahora, el sexo no ha sido un gran problema en el éxodo, pero ahora están acercándose a la Tierra Prometida. A pesar de tanta rebelíon, la nación ha sobrevivido. Satanás sabe que le queda poco tiempo para descarrilar el plan de Dios para ellos, y sabe que una mujer siempre es útil para hacer caer al hombre. También encontró un siervo disponible en el infame Balán; el diablo y su «profeta» casi instigaron a Dios a destruir la nación.

No coquetees con el desastre

1Mientras los israelitas acampaban en la arboleda de Acacias, algunos hombres se contaminaron al tener relaciones sexuales con las mujeres moabitas del lugar. 

¿Por qué es tan difícil para muchos hombres estar satisfechos con la mujer que Dios les ha dado? ¿Por qué para muchos de ellos las mujeres del mundo son tan atractivas? El adulterio y las relaciones con mujeres paganas estaban claramente prohibidos en la ley. Dios estaba muy consciente del peligro potencial; es por eso que les mandó destruir totalmente las naciones paganas en Canaán, al igual que tu tienes que destruir cualquier pornografía que tengas y asegurarte de que no puedes acceder a ella por Internet. Si está solo un clic de distancia será una tentación constante. Corta cualquier relación que pueda conducir al adulterio y destruye cualquier ídolo. No coquetees con el desastre.

Estas mujeres los invitaron a los sacrificios a sus dioses, así que los israelitas festejaron con ellas y rindieron culto a los dioses de Moab. De ese modo Israel se unió al culto a Baal de Peor, lo cual encendió el enojo del Señor contra su pueblo.

El pecado sexual conduce a la idolatría

Para Dios, la idolatría era peor que el pecado sexual, aunque el hecho es que las mujeres y el sexo a menudo se convierten en ídolos. En lugar de ayudar a estas mujeres a conocer al verdadero Dios, los hombres israelitas cayeron rápidamente en su religión pagana. Parece ser la norma cuando nos relacionamos con una mujer incrédula; rara vez ella viene al Señor. Por supuesto, la eficacia de tu evangelismo es limitada cuando ya estás en pecado. De hecho, cuando caes en pecado sexual, Satanás ya tiene una entrada en tu vida y comienza a edificar una fortaleza, y de allí muchas veces conduce al abuso de drogas o alcohol, una religión falsa y muchas prácticas corruptas.

Si la ira de Dios está ardiendo contra ti por el pecado sexual o la idolatría, no esperes para arrepentirte. Confiesa tu pecado y  vuelve a Dios. El pecado puede ser placentero en el momento y puede no parecer tan grave, pero te destruirá.

Entonces el Señor le dictó a Moisés la siguiente orden: «Detén a todos los cabecillas y ejecútalos delante del Señor, a plena luz del día, para que su ira feroz se aleje del pueblo de Israel».

Acción drástica requerida

Pobre Moisés; ya tiene unos 120 años y tiene que reunir y ejecutar a estos hombres. La plaga ya ha comenzado. En el pasado, Moisés ya estaría intercediendo por el pueblo, pero por alguna razón él guarda silencio. En lugar de buscar al Señor, Dios viene a él y le dice cómo detener la matanza: ejecutar a todos los cabecillas; los hombres que los siguieron se salvarán. Pero Moisés tiene que actuar rapidamente para evitar una masacre más grande.

Así que Moisés les ordenó a los jueces de Israel: «Cada uno de ustedes debe quitarles la vida a los hombres bajo su autoridad que se han unido a rendir culto a Baal de Peor».

Moisés había aprendido a delegar, y sabiamente ordenó a cada juez que matara a aquellos hombres bajo su autoridad que habían pecado. La palabra “juez” se utiliza aquí en el mismo sentido que en el libro de Jueces: eran aquellos que tenían autoridad, inicialmente para resolver disputas comunitarias. ¡Tal vez estas ejecuciones fueron una nueva adición a la descripción de su trabajo! Para cumplir con este mandato tenían que conocer a los hombres a su cuidado y saber dónde encontrarlos. Podría llevar mucho tiempo encontrar a todos y matarlos. Parece que Moisés fue más allá del mandato de Dios e incluyó a todos los que participaron en la adoración de ídolos. Pero, antes de que los jueces actuaran, apareció un problema mayor.

Pecado feo y un hombre celoso

En ese momento, mientras todos lloraban a la entrada del tabernáculo, un israelita llevó a una madianita a su carpa ante los ojos de Moisés y de todo el pueblo. Cuando Finees, hijo de Eleazar y nieto del sacerdote Aarón, los vio, se levantó de un salto y salió de la asamblea. Fue y tomó una lanza y corrió detrás del hombre hasta su carpa. Con la lanza, Finees atravesó el cuerpo del hombre y perforó hasta el estómago de la mujer. Entonces se detuvo la plaga contra los israelitas, pero ya habían muerto veinticuatro mil personas.

La plaga ya había matado a 24,000 personas. Probablemente no fue selectiva, por lo que también murió gente inocente. Como siempre, nuestro pecado impacta a quienes nos rodean. Todos vinieron llorando y se unieron a Moisés en el tabernáculo. Y luego, increíblemente, frente a todos, ¡un hombre lleva a una mujer madianita a su tienda! ¿Quién responderá? Moisés no hace nada. ¡Todos están en estado de shock!

Excepto Finees; él tenía celo por el Señor, y corrió tras ellos. Al parecer, su padre Eleazar, el sumo sacerdote, lo criaba bien. Mientras la pareja tuvo relaciones, Finees irrumpe en su tienda y clava su lanza a través de los dos. No hay indicios de que ningunas de los otros cabecillas fueron matados en obediencia al mandato de Dios, pero ese acto audaz fue suficiente para detener la plaga.

10 Así que el Señor le dijo a Moisés: 11 «Finees, hijo de Eleazar y nieto del sacerdote Aarón, alejó mi enojo de los israelitas porque demostró entre ellos el mismo celo que yo. Así que dejé de destruir a todo Israel, como pensaba hacerlo a causa del enojo de mi celo. 12 Ahora dile que establezco con él mi especial pacto de paz, 13 por medio del cual doy a él y a sus descendientes el derecho perpetuo al sacerdocio. Pues en su celo por mí, su Dios, él purificó al pueblo de Israel, y los hizo justos ante mí».

Ya tenemos el sentido de que el tiempo de Moisés es corto; una nueva generación está haciendo la obra del Señor. Es Finees quien es celoso y purifica al pueblo. Ya está entrando en su papel de sacerdote, e intercede como Moisés lo había hecho tantas veces. Él está dispuesto a dar un paso audaz para librar a la nación del pecado y hacerlos justos ante Dios. Una vez más, un solo hombre dispuesto a ponerse de pie y actuar salvó multitudes.

Aunque sus días están contados, Moisés sigue siendo el que recibe la palabra de Dios, y ahora se revela la verdad: Una vez más, Dios estaba listo para destruir a toda la nación, pero encontró a alguien con el mismo celo que Él tenía. Alguien tuvo que hacer algo; gracias a Dios por Finees.

Esta historia no justifica algo tan extremo como matar a un pecador. Sin embargo, la lección fundamental es clara: Tenemos que tratar el pecado de manera decisiva, tal como Jesús abogó por cortar la mano o sacar el ojo si te hace pecar (Mateo 5:30; 18:8; Marcos 9:43). Tenemos que mantener nuestras vidas, familias e iglesias puras.

¿Estás celoso para Dios y su santidad? ¿Dispuesto a tomar una posición audaz? ¿Te darías cuenta si Dios estuviera enojado con tu iglesia? ¿O con tu país? ¿Crees que es posible que tú puedas alejar su ira, purificar al pueblo y hacerlos justos ante Dios? Eso es lo que hizo Jesús, ¿verdad? ¿Crees que Él te podría utilizar? Utilizó Finees, y el joven fue recompensado con un pacto especial de paz: Sus descendientes heredarían un sacerdocio permanente.

14 El israelita que murió con la madianita se llamaba Zimri, hijo de Salu, jefe de una familia de la tribu de Simeón.15 La mujer se llamaba Cozbi, hija de Zur, jefe de un clan madianita.

Los transgresores eran personas prominentes de Israel y Madián. Israel ya está bien, pero ahora otros van a morir.

La última batalla de Moisés

16 Entonces el Señor le dijo a Moisés: 17 «Ataca a los madianitas y destrúyelos,18 porque los agredieron con artimañas y los engañaron para que rindieran culto a Baal de Peor, y también por causa de Cozbi, hija de un jefe madianita, que murió durante la plaga debido a lo que ocurrió en Peor».

Ahora los madianitas pagarán. Israel tenía un buen ejército (tenían mucho tiempo para prepararse durante esos cuarenta años en el desierto), y los otros países ya habían oído hablar de ellos. Eran tan numerosos que tenían a todos aterrorizados. Pero más importante, el favor de Dios estaba con ellos y Él bendijo sus esfuerzos. Los madianitas habían utilizado artimañas para luchar contra Israel; ahora morirán por su engaño.

La batalla como se registra en Números 31

1Entonces el Señor le dijo a Moisés: «En nombre del pueblo de Israel, toma venganza en contra de los madianitas por haber conducido a mi pueblo a la idolatría. Después morirás y te reunirás con tus antepasados».

Dios estaba decidido a vengarse de Madián, y mantiene a Moisés vivo para la batalla. Esta sería su última, y podría ser muy doloroso para él. Su esposa era madianita; su familia vivía en Madián. Puede que no haya estado en la misma zona, y sin duda ellos no estaban involucrados en la adoración de Baal, pero es una amarga ironía que el último gran acto de Moisés fue supervisar la devastación de un pueblo que conocía íntimamente.

Así que Moisés le dijo al pueblo: «Escojan a algunos hombres y ármenlos para pelear la guerra de venganza del Señor contra Madián. De cada tribu de Israel envíen mil hombres a la batalla».Entonces escogieron a mil hombres de cada tribu de Israel, en total reunieron a doce mil hombres armados para la batalla. Así que Moisés envió a mil hombres de cada tribu, y Finees, hijo del sacerdote Eleazar, los dirigió en la batalla. Llevaban los objetos sagrados del santuario y las trompetas para dar la orden de ataque. 

¡Mira quién está dirigiendo la batalla! Moisés es demasiado viejo, pero Finees está listo para pelear. El que está ausente de toda esta historia es Josué, quien pronto asumirá el liderazgo de Moisés y los llevará a la tierra prometida. No tenemos idea de dónde pudo haber estado.

Así que atacaron a Madián, tal como el Señor le había ordenado a Moisés, y mataron a todos los hombres. Los cinco reyes madianitas —Evi, Requem, Zur, Hur y Reba— murieron en la batalla. También mataron a espada a Balán, hijo de Beor.

Balán

Así terminó la historia de Balán (o Balaam). Tú puedes leer acerca de su vida conflictiva en Números, los capítulos 22 a 24:

Pero cuando Balán se dio cuenta de que al Señor le complacía que se bendijera a Israel, no recurrió a la hechicería, como otras veces, sino que volvió su rostro hacia el desierto. Cuando Balán alzó la vista y vio a Israel acampando por tribus, el Espíritu del Señor vino sobre él; entonces pronunció su oráculo (Números 24: 1-3).

¡Ahora finalmente aprendemos quién fue el responsable de todo este fiasco! Un hombre que al principio parecía un siervo de Dios, pero está condenado en toda la Biblia. Moab y Madián se habían unido por temor de Israel, y contrataron a Balan para maldecir a Israel. Cuando eso no funcionó, utilizaron sexo y casi tuvieron éxito. ¡Si Dios hubiera destruido todo Israel como Él quería, Moab y Madián podrían haber celebrado una gran victoria!

La historia de Balán nos recuerda la vigilancia necesaria con los «profetas.» Alguien puede sonar bien, pero eso no necesariamente significa que sea del Señor. Jesús advirtió sobre muchos falsos profetas en los últimos días. Estén atentos al “Balán” en nuestro medio. Parece que alguien puede hablar la palabra de Dios y tener al Espíritu pero aun así ser un hechicero.

¡No maten a las mujeres!

El ejército israelita capturó a las mujeres y a los niños madianitas y tomó como botín el ganado y los rebaños y toda su riqueza.10 Quemaron todas las ciudades y las aldeas donde los madianitas habían vivido. 11 Después que reunieron el botín y a los cautivos, tanto personas como animales, 12 llevaron todo a Moisés, al sacerdote Eleazar y a toda la comunidad de Israel que acampaba en las llanuras de Moab, al lado del río Jordán frente a Jericó. 

Israel estaba a punto de entrar en la Tierra Prometida. Estaban al final de su viaje. Parece que el ejército le fue muy bien, pero cuando Moisés sale a su encuentro, le espera una gran sorpresa:

13 Entonces Moisés, el sacerdote Eleazar y todos los jefes de la comunidad salieron a su encuentro afuera del campamento. 14 Pero Moisés se enfureció con los generales y los capitanes que volvieron de la batalla.

15 «¿Por qué dejaron con vida a las mujeres? —les reclamó—.16 Precisamente son ellas las que, siguiendo el consejo de Balán, incitaron al pueblo de Israel a rebelarse contra el Señor en el monte Peor. Son ellas las que causaron la plaga que hirió al pueblo del Señor. 17 Así que maten a todos los niños varones y a todas las mujeres que hayan tenido relaciones sexuales. 18 Dejen con vida únicamente a las niñas vírgenes; pueden quedarse con ellas. 

¡Guarda a las vírgenes!

¿Qué? Matar mujeres y niños, ¿pero guarda a las niñas vírgenes? ¡El versículo 35 nos dice que había 35,000 de ellas! Habría muchas para integrarse en la comunidad judía. ¿Crees que podrían causar celos entre las mujeres judías? ¿Y gozo para muchos hombres judíos? Parece una acomodación extraña para los hombres que apenas salieron del pecado sexual y la idolatría. ¡Casi como recompensarlos por su pecado!

El resto del capítulo describe la purificación necesaria y el botín de la batalla. Este fue un gran comienzo del ganado y los suministros para su traslado a la Tierra Prometida: ¡alrededor de 675,000 ovejas! Sorprendentemente, el verso 49 dice que ni un solo israelita murió en esta gran batalla. ¡Dios realmente estaba con ese ejército! ¡Y eso es lo último que la Biblia dice acerca de todo este asunto extraño!

Es un final trágico y siniestro para un viaje que plagado de quejas y rebeliones. Después de tanto tiempo caminando con Moisés, es triste ver su evidente declive. No hay duda de que ha hecho un trabajo increíble, y es alentador que haya alguien celoso como Finees. Sin embargo, parece que el diablo, la idolatría y nuestra propia naturaleza pecaminosa (especialmente la tentación sexual) siempre están al acecho, queriendo destruirnos. ¿Estás involucrado en algún pecado que con tiempo podría devastar a tu familia? ¿O resultar en tu propia muerte? ¿Hay un pecado a tu alrededor que debes desafiar? ¡Que Dios te dé el celo y la fuerza de Finees a ponerte de pie e interceder por el pueblo de Dios!