Deuteronomio 31  Nunca te abandonaré

Las prédicas de Moisés han terminado. Él tiene que pasar el liderazgo a Josué, cantar una canción y bendecir a las tribus. Luego él subirá al monte una vez más para morir e ir a la presencia de su Señor.

El sucesor anunciado

Hoy tenemos una tendencia alarmante de hacer superestrellas de pastores, profetas, cantantes y otras celebridades cristianas. Es tan fácil centrarse en el hombre. Moisés los salvó de la destrucción y fielmente los guio a través de algunos de sus momentos más difíciles. Naturalmente apegamos a un pastor que caminó con nosotros por el valle de la sombra. A veces Dios hace algo drástico para llamar nuestra atención y recordarnos que tenemos que seguirlo a Él y confiar en Él.

Nunca habrá otro hombre como Moisés. Josué sería un buen líder militar, pero ahora los sacerdotes y los ancianos tendrán un papel cada vez más importante. El pueblo ha escuchado la Palabra de Dios y ha aprendido a caminar con Él. Su atención se centrará más en el Señor y menos en el hombre que los guía. Ya es tiempo para Moisés moverse a un lado.

1De nuevo habló Moisés a todo el pueblo de Israel, y les dijo: «Ya tengo ciento veinte años de edad, y no puedo seguir siendo su líder. Además, el Señor me ha dicho que no voy a cruzar el Jordán, pues ha ordenado que sea Josué quien lo cruce al frente de ustedes. El Señor su Dios marchará al frente de ustedes para destruir a todas las naciones que encuentren a su paso, y ustedes se apoderarán de su territorio. El Señor las arrasará como arrasó a Sijón y a Og, los reyes de los amorreos, junto con sus países. Cuando el Señor los entregue en sus manos, ustedes los tratarán según mis órdenes. Sean fuertes y valientes. No teman ni se asusten ante esas naciones, pues el Señor su Dios siempre los acompañará; nunca los dejará ni los abandonará.»

En algún momento que solo Dios sabe, cada uno de nosotros llega al final de esta vida. Dios mediante, saldremos en paz y en su presencia. Es hermoso ver a alguien que ama a Jesús hacer esa transición a la vida eterna. También he visto el tormento y el terror de aquellos que no conocen a Cristo cuando la muerte se acerca. Moisés es viejo. Ya no es capaz de dirigir la nación, y Dios ya dijo que su tiempo ha terminado. Todavía le resulta difícil aceptar que no podría entrar en la Tierra Prometida, pero al menos sabe que está dejando a su pueblo en buenas manos.

En primer lugar, las manos del Señor. Dios los trajo a este momento, y cruzará el río con ellos y seguirá mostrándoles su gran poder.

En la entrega de sus enemigos, Dios:

  • Cruzará por delante de ellos. Ya sea que estés cruzando a una nueva etapa en tu vida (matrimonio, bebé, nuevo trabajo), un nuevo país (enviado por Dios como misionero) o el cruce final de la muerte, que bueno es saber que Dios cruza por delante de ti. Él prepara el camino.
  • Destruirá las naciones delante de ellos. Los enemigos que les esperan, las fortalezas y el hombre fuerte. ¿A qué enemigo te enfrentas hoy? ¿Crees que Dios puede destruirlo?
  • Hablará. Si has tenido momentos en que Dios pareció callar, ya sabes lo terrible que puede ser. Especialmente con la inminente partida de Moisés, ellos podrían temer que ya no oirían de Dios, pero dos veces Moisés menciona lo que Dios ha dicho. No hay razón para pensar que Él dejará de hablarles.
  • Hará lo que ha hecho en el pasado. Habían visto su poder en Egipto, y últimamente con Sijón y Og. Pueden estar confiados que Dios no cambia. ¿Cómo has visto el poder de Dios en el pasado? Él todavía hace milagros.
  • Irá con ellos. Si Dios es por mí, ¿quién contra mí? Si Él está conmigo, no tengo nada que temer.
  • Nunca los dejará ni los abandonará. No siempre se puede sentir su presencia, pero Él siempre está contigo. ¡Jesús está a tu lado, y su Espíritu mora dentro de ti! ¿Temes que Dios te haya dejado? Tal vez tu pecado ha creado un muro. Confiésalo y busca al Señor. ¡Él está esperando! ¡Él no te ha abandonado!
  • Levantará a alguien para guiarlos. Fue Dios quien señaló a Josué. Dios levantará un pastor y líderes para tu iglesia. En las transiciones del liderazgo es importante esperar en el Señor para su elección.

Pueden contar con que Dios hará su parte, pero ya es tiempo que el pueblo se levante y haga su parte.

Israel tiene que:

  • Tomar posesión de su tierra. Ya les fue dada. Dios destruirá a sus habitantes, pero todavía tienen que entrar y tomar posesión de ella. ¿Hay algo que Dios te ha dado que tienes que reclamar con fe?  ¡No te quedes ahí sentado, pensando que de alguna manera te llegará! Puede que tengas que luchar por ello. ¡A veces tienes que levantarte y por fe agarrar lo que es tuyo!
  • Destruir a los enemigos que Dios entrega en su mano. Ellos tienen que eliminar todos los rastros de ellos. Puede que tú hayas experimentado liberación, o la necesites. Dios puede librarte de un espíritu inmundo de pornografía que te esclaviza, pero para evitar el acceso a esos sitios,  hay que asegurarte de que tu Internet tenga un filtro que tú no puedes invalidar, y tienes que destruir cualquier revista o DVD que tengas.
  • Ser fuerte y valiente. El cobarde lo pasará mal. Hay muchos cristianos débiles que no se alimentan de la Palabra ni fortalecen su fe al congregarse. Hay pocos hombres valientes, pero más que nunca, tenemos que ser fuertes para enfrentar los desafíos de esta vida, y valientes en medio de la persecución y la intimidación. Dios te respaldará.
  • Rechazar el temor. ¿Hay algo que te asuste en este momento? ¿El miedo se apodera de tu corazón cuando te despiertas en medio de la noche y piensas en algún desafío que te enfrenta? Ese temor va a destruir tu fe y paralizarte. Lucha contra eso. Medita en todo lo que Dios ha prometido hacer por ti, y deja que su amor te rodee y eche fuera el temor. Tú puedes echarlo fuera en el Nombre de Jesús.

El cargo a Josué

Llamó entonces Moisés a Josué, y en presencia de todo Israel le dijo: «Sé fuerte y valiente, porque tú entrarás con este pueblo al territorio que el Señor juró darles a sus antepasados. Tú harás que ellos tomen posesión de su herencia. El Señor mismo marchará al frente de ti y estará contigo; nunca te dejará ni te abandonará. No temas ni te desanimes.»

Si Josué pierde su valentía, la nación no sobrevivirá. Moisés acaba de decirlo a todos; ahora él se lo repite específicamente a Josué; lo llama y le da este cargo en presencia de todo Israel. Josué tiene que:

  • Ser fuerte y valiente. Dios repite este mandamiento en el primer capítulo del libro de Josué. Tenemos que recordarnos frecuentemente de este orden. No es opcional. ¿Puede ser la palabra de Dios para ti hoy?
  • Entrar con ellos a la tierra. Eso parece bastante obvio, pero hay momentos en que nos enfrentamos a una tarea tan difícil que queremos correr hacia el otro lado. Josué había visto su rebelión y los dolores de cabeza que Moisés soportó. Tú puedes sentirte tentado a buscar otra iglesia para pastorear, o simplemente renunciar al ministerio por completo. Pero tenemos que hacer todo lo que Dios nos manda hacer. Tú no tienes la opción de alejarte de las personas que Dios te ha confiado, ya sea tu esposa, familia o iglesia. Quédate con ellos.
  • Dividir su herencia. Dar a cada tribu su porción. Asegúrate de que la gente bajo tu cuidado haya recibido todo lo que Dios tiene para ellos. Usa bien la Palabra de verdad. Enseña acerca de cómo Dios distribuye sus dones y ayuda a cada persona a discernir y operar en su don.
  • No temer. El temor del hombre es especialmente debilitante. Con el respaldo de Dios no hay que temer.
  • No desanimarse. El desánimo es demasiado común entre los pastores. El ministerio es duro. Las personas son pecaminosas. Rara vez suceden las cosas tan rápido o tan fácilmente como deseamos. Tú puedes ver las grandes cosas que otros están haciendo en Internet, y tu pequeño ministerio parece tan insignificante. Puedes sentir que nunca alcanzarás eso, pero tú solo tienes que ser fiel a tu llamado. Lucha contra el desaliento.

Con todos los desafíos que tiene por delante, Josué tiene que saber, en lo más profundo de su corazón, que Dios irá delante de él, estará con él, y nunca lo dejará ni lo abandonará. Esa palabra es para ti también.

El lugar central de la Palabra de Dios

Moisés le está dejando a Josué algo muy valioso: la Palabra de Dios.

Moisés escribió esta ley y se la entregó a los sacerdotes levitas que transportaban el arca del pacto del Señor, y a todos los ancianos de Israel. 10 Luego les ordenó: «Cada siete años, en el año de la cancelación de deudas, durante la fiesta de las Enramadas, 11 cuando tú, Israel, te presentes ante el Señor tu Dios en el lugar que él habrá de elegir, leerás en voz alta esta ley en presencia de todo Israel. 12 Reunirás a todos los hombres, mujeres y niños de tu pueblo, y a los extranjeros que vivan en tus ciudades, para que escuchen y aprendan a temer al Señor tú Dios, y obedezcan fielmente todas las palabras de esta ley. 13 Y los descendientes de ellos, para quienes esta ley será desconocida, la oirán y aprenderán a temer al Señor tu Dios mientras vivan en el territorio que vas a poseer al otro lado del Jordán.»

Josué tiene dos grandes recursos al asumir el liderazgo:

La Biblia

Dios instruyó a Moisés a escribir todo lo que Él le dijo. ¡Gracias a Dios que lo hizo! ¡Todavía lo tenemos hoy! La Biblia ha sido más escudriñada que cualquier otro libro. Fielmente ha guiado a millones de personas. Tú probablemente la tengas en tu celular y tengas varias Biblias de estudio en diferentes traducciones. Métete en la Palabra, y déjala entrar en tu corazón y guiar tu vida.

Líderes escogidos por Dios

El trabajo de Josué será infinitamente más fácil si el pueblo conoce la Palabra y vive conforma a ella. Si la nación ha de sobrevivir, los niños tienen que aprender la Palabra y seguirla. Afortunadamente, Josué no tiene esa tarea. La responsabilidad recae principalmente en la familia, pero Dios también la proporcionó a sacerdotes y ancianos para enseñar la Palabra y lidiar el culto conforme a ella.

Eso sucedería al nivel local, pero cada siete años todos se vieron obligados a reunirse y tener, en esencia, un avivamiento. Tendrían la oportunidad de examinar su caminar, escuchar la Palabra de nuevo y ser desafiados a ponerla en práctica. Se debe incluir cualquier extranjero que haya vivido entre ellos. Y, tal vez inusual para la época, las mujeres y los niños tenían que estar presentes.

¿Nos falta el temor del Señor hoy? Moisés dice que aprendemos a temerle al escuchar su Palabra. ¿Tal vez estamos fallando para adecuadamente enseñar la Biblia? El propósito de escuchar la Palabra y su enseñanza es seguir cuidadosamente todas sus palabras. Moisés lo ha repetido muchas veces. Nosotros podemos pensar que lo estamos haciendo bastante bien si obedecemos el 50%, pero el estándar es el 100%.

Predicción de la rebelión de Israel

Moisés ha compartido su corazón. Ahora Dios le hablará una vez más.

14 El Señor le dijo a Moisés: «Ya se acerca el día de tu muerte. Llama a Josué, y preséntate con él en la Tienda de reunión para que reciba mis órdenes.» Fue así como Moisés y Josué se presentaron allí. 

Fue una reunión privada. Solo Josué y Moisés estaban en el tabernáculo, esperando al Señor. ¡Que contraste con la imagen optimista pintada justo antes con toda la congregación! Josué tiene que saber que su pueblo romperá el pacto y será destruido. ¡Que comienzo para su nueva tarea!

15 Entonces el Señor se apareció a la entrada de la Tienda de reunión, en una columna de nube, 16 y le dijo a Moisés: «Tú irás a descansar con tus antepasados, y muy pronto esta gente me será infiel con los dioses extraños del territorio al que van a entrar. Me rechazarán y quebrantarán el pacto que hice con ellos. 17 Cuando esto haya sucedido, se encenderá mi ira contra ellos y los abandonaré; ocultaré mi rostro, y serán presa fácil. Entonces les sobrevendrán muchos desastres y adversidades, y se preguntarán: “¿No es verdad que todos estos desastres nos han sobrevenido porque nuestro Dios ya no está con nosotros?” 18 Y ese día yo ocultaré aún más mi rostro, por haber cometido la maldad de irse tras otros dioses.

¿No sería desalentador para Moisés escuchar esta palabra después de dedicarles cuarenta años de su vida? Claro que sí, pero no fue una sorpresa. Es cierto que parece contradictorio; Dios apenas les dio un nuevo líder, su Palabra y sacerdotes para ayudarlos a obedecerla. Sin embargo, hay una rebeldía tan profunda dentro de todo ser humano que ya estaban destinados al fracaso. Pero, ¿por qué dijo Dios que nunca los dejaría o abandonaría? ¡Ahora dice específicamente que los abandonará! Otra vez, como muchas de las promesas de Dios, parece ser condicional. Primero ellos abandonan a Dios y rompen su pacto, y Dios no tiene más remedio que abandonarlos. Por un rato; no para siempre.  Él va a ocultar su rostro de ellos. Su ira se encenderá. Como una esposa infiel, se prostituirán ante otros dioses. Dios no puede soportar su pecado, por lo tanto permitirá que los desastres y las calamidades lleguen a ellos y serán destruidos. Y ellos tienden a culpar a Dios, en lugar de arrepentirse y reconocer su pecado y culpa.

¿Por qué hablaría Dios tan negativamente?

Tengo que confesar que a veces lucho con la Palabra de Dios. Eso es normal y está bien si tú lo haces. El tono cambia tan rápidamente en este capítulo: desde la seguridad optimista que Dios está con ellos y los llevará a un lugar hermoso, hasta la predicción extrema de que abandonarán a Dios y que Él los abandonará. El mismo tono deprimente llena la canción en el próximo capítulo también. Consulté varios comentarios evangélicos y ninguno mencionó ninguna inquietud al respecto. Parece que sus autores no estaban pensando en cómo sonaba a la gente escuchándola. Todos los eruditos estaban aplaudiendo la precisión de la predicción del pecado de Israel. Por supuesto, los comentaristas liberales dicen que esto fue un agregado posterior que Moisés nunca escribió, pero yo no puedo tomar esa libertad con la Palabra de Dios – especialmente cuando se acaba de declarar la importancia de cada palabra que Dios habla. ¿Quién soy yo para decidir lo que es y lo que no es auténtico? Tengo que aceptar toda la Biblia como verdadera.

Así que me deja la opción de averiguar por qué Dios haría esto. Francamente, si yo fuera uno de esos judíos que pasaron cuarenta años caminando por el desierto, estaría tentado a tirar la toalla. ¿Por qué batallar para conseguir la tierra sabiendo que Dios va a destruirte? Éstas no son las técnicas motivacionales que nos enseñan hoy. Sin duda, no encaja con la «confesión positiva» y la actitud mental positiva y todos esos enfoques comunes. ¿Podría Dios querer que sepamos lo importante que es enfrentar la realidad de nuestro pecado y sus consecuencias?

La Canción

19 »Escriban, pues, este cántico, y enséñenselo al pueblo para que lo cante y sirva también de testimonio contra ellos.

20 »Cuando yo conduzca a los israelitas a la tierra que juré darles a sus antepasados, tierra donde abundan la leche y la miel, comerán hasta saciarse y engordarán; se irán tras otros dioses y los adorarán, despreciándome y quebrantando mi pacto. 21 Y cuando les sobrevengan muchos desastres y adversidades, este cántico servirá de testimonio contra ellos, porque sus descendientes lo recordarán y lo cantarán. Yo sé lo que mi pueblo piensa hacer, aun antes de introducirlo en el territorio que juré darle.» 22 Entonces Moisés escribió ese cántico aquel día, y se lo enseñó a los israelitas. 

La canción está escrita en el capítulo 32 (y en el próximo capítulo en este libro). Es un poco deprimente. No es el tipo de alabanza que cantamos en la iglesia de hoy, pero Dios quiere que ellos sepan por qué el desastre les acontecerá. Él quiere que sean conscientes de las consecuencias del pecado. Dios nunca toma el pecado a la ligera ni da una imagen del futuro que no sea realista.

Las canciones siempre han sido una excelente manera de recordarnos un mensaje. ¡Lamento que no sabemos su melodía! La música puede despertar emociones fuertes y recuerdos vívidos. Tal vez Dios quería que ellos recordasen como estuvo tener a su gran líder envejecido enseñarles esta canción. Me sorprende que incluso los comentarios conservadores hablen de Moisés como su autor. Dios dice claramente aquí que la tarea de Moisés era escribirla y enseñarla. Dios fue el autor de la canción. ¿Tal vez deberías incluirla en tu iglesia el próximo domingo?

El mandato de Dios a Josué

23 Y el Señor le dio a Josué hijo de Nun esta orden: «Esfuérzate y sé valiente, porque tú conducirás a los israelitas al territorio que juré darles, y yo mismo estaré contigo.»

Aquí está otra vez: ¡Esfuérzate y sé valiente! Tengo que confesar que para mí, esa afirmación de la presencia de Dios con Josué suena un poco débil después de la predicción que le darían la espalda a Dios y serían destruidos. Pero conociendo la naturaleza de su pueblo, la fuerza y el valor para Josué se vuelven más necesarios.

24 Moisés terminó de escribir en un libro todas las palabras de esta ley.25 Luego dio esta orden a los levitas que transportaban el arca del pacto del Señor: 26 «Tomen este libro de la ley, y pónganlo junto al arca del pacto del Señor su Dios. Allí permanecerá como testigo contra ustedes los israelitas, 27 pues sé cuán tercos y rebeldes son. Si fueron rebeldes contra el Señor mientras viví con ustedes, ¡cuánto más lo serán después de mi muerte! 28 Reúnan ante mí a todos los ancianos y los líderes de sus tribus, para que yo pueda comunicarles estas palabras y las escuchen claramente. Pongo al cielo y a la tierra por testigos contra ustedes, 29 porque sé que después de mi muerte se pervertirán y se apartarán del camino que les he mostrado. En días venideros les sobrevendrán calamidades, porque harán lo malo a los ojos del Señor y con sus detestables actos provocarán su ira.»

La canción resume el libro

La canción no fue el único testigo en su contra; simplemente resume lo que Moisés ya dijo en sus últimos mensajes. Veremos que no hay nada nuevo en ella. ¿Has notado tu propia tendencia de pasar por encima de las muchas secciones sobre el pecado y el juicio cuando lees la Biblia, y aferrarte solo a las promesas? Por ejemplo, lo que casi todos saben sobre Jeremías es el famoso verso de Jeremías 29:11 sobre los grandes planes que Dios tiene para nosotros. ¡Pero la mayor parte del libro es muy deprimente! ¡Sin decir nada sobre las Lamentaciones, también escritas por Jeremías! ¿Cuándo fue la última vez que escuchaste un sermón de ese libro? (¿Has leído Lamentaciones?) Si predican de Lamentaciones, casi siempre es la parte acerca de la fidelidad de Dios (3:21-24).

El libro que Moisés escribió (los primeros cinco libros de nuestra Biblia) ser colocaría en el arca como un recordatorio permanente de todo lo que Dios había dicho. Lo que dice Moisés al punto de embarcarse en la conquista de la Tierra Prometida simplemente hace eco de la imagen deprimente que Dios le ha dado de Israel:

  • Son rebeldes y tercos. Moisés espera que empeoren aún más después de su muerte.
  • Él va a llamar al cielo y a la tierra para testificar contra ellos.
  • Él sabe que serán totalmente corruptos y se apartarán de lo que él ha enseñado.
  • Desastres caerán sobre ellos. Harán lo malo ante los ojos de Dios y encenderán su ira por sus ídolos.

Entonces, ¿qué podemos decir sobre la conclusión de este capítulo? ¿Cómo te sentirías hacerte cargo de una iglesia con esta clase de gente? ¿Cuál sería tu reacción como uno de los líderes (o un miembro de la congregación) al escuchar estas palabras? Para experimentar la gracia y el poder de Dios, tenemos que reconocer honestamente nuestro pecado e impotencia.  La tentación es ignorar esas palabras fuertes para mensajes de bendición y prosperidad.

A reflexionar sobre lo que Dios quiere comunicarnos en este capítulo, pienso en la importancia de ser fiel a Dios cada día. Puedo meditar sobre el envejecimiento y mis remordimientos, o cuestiones sobre la tribulación y los desastres que vendrán al mundo, pero Dios me llama a vivir por el momento. Todavía hay mucho que Él tiene para mí que hacer ahora. Yo no dejo de evangelizar porque Cristo puede venir en cualquier momento. Los sacerdotes en ese entonces no dejaron de animar a la gente a seguir la ley porque ya saben que, en última instancia, probablemente no lo harán. ¡Debe impulsarlos aún más para enseñar la ley y ayudarlos a obedecerla! ¡Y agarrar el poder de Dios! ¡Israel aún vería el poder de Dios y entraría en la Tierra Prometida! ¿Qué querría Dios que tú hicieras – ahora mismo?

Deuteronomio 13 y 18 ¿Por qué te mandara Dios  matar a «tu esposa amada»?

Nuestro mundo está lleno de profetas. Muchos señalan milagros y prodigios en su ministerio, pero, ¿a quién puedes creer? A veces uno directamente contradice a otro. Las cosas no son siempre lo que parecen. En Deuteronomio 13 Moisés nos ayuda a discernir un falso profeta, y presenta la posibilidad que algún día tengas que escoger entre Dios y la persona que más amas. Luego, en el capítulo 18, en otro mensaje de otro día, nos da otra enseñanza sobre los profetas.

La atracción peligrosa de la profecía y los milagros

1»Cuando en medio de ti aparezca algún profeta o visionario, y anuncie algún prodigio o señal milagrosa, si esa señal o prodigio se cumple y él te dice: “Vayamos a rendir culto a otros dioses”, dioses que no has conocido, no prestes atención a las palabras de ese profeta o visionario. El Señor tu Dios te estará probando para saber si lo amas con todo el corazón y con toda el alma. 

Otra prueba. En el capítulo ocho fue: ¿Van a obedecer los mandamientos de Dios? Ahora es: ¿Realmente aman a Dios, conforme al requisito del mayor mandamiento?

Imagina una prueba del amor de tu esposa por ti: Un hombre viene y le ofrece la vida de sus sueños; él es todo lo que tú no eres. Si ella te ama, no hará caso a sus palabras; ella sabe que Dios ya le ha dado su hombre, y el verdadero amor requiere que ella te siga. Para Israel, el amor significaba seguir a Dios cuando no tenía sentido y no habían milagros. La peregrinación en el desierto parecía interminable.

Aquí, es la persona que dice ser profeta o visionario. La prueba es más difícil porque las señales o los prodigios que ellos profetizan se cumplen, pero ahora sabemos que ellos no son una prueba de autenticidad. Lamentablemente, muchos de nosotros descartamos nuestro sentido común si alguien dice ser profeta o recibir visiones. Y si sus predicciones se cumplen, junto con señales y prodigios, podemos creer que tiene que ser de Dios. El apóstol Pablo trató de abrir los ojos de los corintios que fueron engañados por falso profetas: Aguantáis incluso a cualquiera que os esclaviza, y os explota, y se aprovecha de vosotros, y se comporta con altanería, y os da bofetadas (2 Corintios 11:20).

Los falsos profetas pueden ser muy convincentes, pero luego empiezan a alejarte de Dios, en busca de otros dioses. En aquel entonces, podría haber sido una de la multitud de deidades locales. Nosotros somos demasiado sofisticados para eso, aunque podríamos sentirnos tentados por algún nuevo movimiento «cristiano.» Nuestro “otro dios” puede ser mucho más sutil. Puede ser el profeta mismo, o alguna doctrina que él enseña. Puede ser una iglesia que ha perdido su primer amor y está enamorada de su propio éxito. Si tienes que preguntarte “¿Dónde está Jesús aquí?” ya es tiempo de escudriñar el ministerio. Hoy más que nunca estos dioses nos engañarán:

  • Jesús dijo en Mateo 24:24: Porque surgirán falsos Cristos y falsos profetas que harán grandes señales y milagros para engañar, de ser posible, aun a los elegidos.
  • Queridos hermanos, no crean a cualquiera que pretenda estar inspirado por el Espíritu, sino sométanlo a prueba para ver si es de Dios, porque han salido por el mundo muchos falsos profetas (1 Juan 4:1).
  • Les ruego, hermanos, que se cuiden de los que causan divisiones y dificultades, y van en contra de lo que a ustedes se les ha enseñado. Apártense de ellos.  Tales individuos no sirven a Cristo nuestro Señor, sino a sus propios deseos. Con palabras suaves y lisonjeras engañan a los ingenuos (Romanos 16:17-18).

Protección contra el engaño

Solamente al Señor tu Dios debes seguir y rendir culto. Cumple sus mandamientos y obedécelo; sírvele y permanece fiel a él.

¿Cuál es el remedio? ¿Tenemos que ser detectives, tratando de exponer a los charlatanes? No, aunque puede haber un tiempo para eso. Pero, en lugar de centrarse en lo negativo, el remedio crítico en estos días postreros es un enfoque vigoroso y de todo corazón en Jesús. Moisés nos ofrece seis maneras de protegernos del engaño:

  • Sigue al Señor. No sigas a ningún hombre o doctrina. No sigas un programa de televisión, radioemisora o sitio web. Sigue a Jesús. Estudia los Evangelios para ver lo que eso significaba para los primeros discípulos, y haz lo mismo. Tú no eres la cabeza. No corras delante de Jesús. Siempre mantén tus ojos en Él, mientras caminas detrás de Él. Jesús prepara el camino. Tú no puedes tropezar si lo estás siguiendo. El apóstol Juan confirmó la necesidad de rechazar decisivamente a alguien que no sigue a Jesús: Todo el que se descarría y no permanece en la enseñanza de Cristo, no tiene a Dios; el que permanece en la enseñanza sí tiene al Padre y al Hijo.  Si alguien os visita y no lleva esta enseñanza, no lo recibáis en casa ni le déis la bienvenida,  pues quien le da la bienvenida se hace cómplice de sus malas obras (2 Juan 9-11).
  • Tener reverencia (o temor) de Dios. Ten un respeto saludable por su señorío y poder. Recuerda que es un juez, y juzgará más a los que guían a otros por el camino equivocado. Qué bueno es tener a Jesús como amigo, pero también es Dios todopoderoso. No pierdas esa reverencia por Él. Muchos cultos en la iglesia hoy en día se han vuelto en algo muy casual: envían mensajes de texto por teléfono, chatean con amigos y van y vienen a su gusto. ¿Dónde está la reverencia a Dios?
  • Guardar sus mandamientos. Para guardarlos, se tiene que conocerlos, y eso requiere bastante tiempo para estudiar la Biblia, y recordarnos a nosotros mismos y a los demás los mandamientos. Examina tu diario andar para ver cómo te va. No se trata de cuánto conocimiento tienes de la Biblia, sino de lo que pones en práctica. ¿Cómo respondería la iglesia si comenzamos a predicar que Dios requiere algo de nosotros?
  • Obedecerlo. La obediencia es mucho más que una esclavitud legalista a cada palabra de la Biblia. Jesús habló de las implicaciones más profundas de los mandamientos contra el adulterio y el homicidio (Mateo 5). Tenemos que obedecer la voz del Espíritu Santo momento a momento. Algunos orgullosamente hablan de su obediencia legalista a las Escrituras, pero pueden tener corazones perversos.
  • Servirle. No estamos hablando de una religión que se consume con rituales religiosos en algún templo. Una de las mejores protecciones del engaño, y del pecado, es servir activamente al Señor; es cuando el Espíritu Santo fluye más libremente. Por supuesto, si de verdad estás siguiendo a Jesús, vas a servirlo. Y no tiene que ser a tiempo completo; en tu empleo secular debes trabajar como para el Señor y estar disponible para ser utilizado por Él.
  • Aferrarte a Él. Para salvarte a ti mismo, con un amor profundo. Eso significa estar en comunión con Él y vivir en su presencia. No dejes que nada se interponga entre ustedes.

¿Cómo está tu iglesia? ¿Cuál es tu impresión de los cristianos en general? ¿Estamos engañados? ¿Cómo te va en cada una de estas áreas? ¿Qué puedes hacer para poner las cosas en orden?

Quita el mal

Condenarás a muerte a ese profeta o visionario por haberte aconsejado rebelarte contra el Señor tú Dios, que te sacó de Egipto y te rescató de la tierra de esclavitud. Así extirparás el mal que haya en medio de ti, porque tal profeta habrá intentado apartarte del camino que el Señor tu Dios te mandó que siguieras.

Ahora nos toca a nosotros juzgar. En el contexto de la autoridad ejercida por los líderes llamados por Dios en la iglesia, tenemos que escudriñar a los profetas. Ya se hace en algunas iglesias, pero Internet está lleno de herejías. Tenemos que examinar nuestras bibliotecas y aplicaciones y los favoritos de Internet. Si hay una duda, quítalo.  Y como el Cuerpo de Cristo, tenemos que establecer algún tipo de rendición de cuentas por la proliferación de profetas.

Ya no vamos a matar a nadie. Han matado a muchos en la historia de la iglesia, a menudo hombres piadosos en manos de los mismos engañadores. Con razón no tenemos prisa en decir que alguien está incitando a la rebelión solo porque no estamos de acuerdo con su enseñanza. Pero Moisés aclara la rebelión como cualquier cosa que pueda tratar de desviarnos del camino que el Señor nos ha ordenado seguir.

Aquí, son los falsos profetas que tienen que eliminar, pero Dios nos llama a eliminar todo mal en nuestras vidas. Me parece que hay mucho mal que eliminar. Lamentablemente, eso puede crear situaciones muy incómodas con hermanos cristianos, amigos e incluso con nuestros familiares más cercanos.

¿Apedrear a tu esposa?

»Si tu propio hermano, o tu hijo, o tu hija, o tu esposa amada, o tu amigo íntimo, trata de engañarte y en secreto te insinúa: “Vayamos a rendir culto a otros dioses”, dioses que ni tú ni tus padres conocieron, dioses de pueblos cercanos o lejanos que abarcan toda la tierra, no te dejes engañar ni le hagas caso. Tampoco le tengas lástima. No te compadezcas de él ni lo encubras, ni dudes en matarlo. Al contrario, sé tú el primero en alzar la mano para matarlo, y que haga lo mismo todo el pueblo.10 Apedréalo hasta que muera, porque trató de apartarte del Señor tu Dios, que te sacó de Egipto, la tierra donde eras esclavo. 11 Entonces todos en Israel oirán esto y temblarán de miedo, y nadie intentará otra vez cometer semejante maldad.

Para mí, éste es uno de los pasajes más duros de la Biblia. Sí, aún peor que quitar el ojo que me hace pecar, o Israel destruyendo las naciones paganas en Canaán. ¿En serio? ¿Dios me ordena ser el primero que alza la mano para matar a mi esposa o mi hijo, si intentan apartarme del Señor? No hay oportunidad de arrepentirse. No hay misericordia. Con Dios no hay tolerancia ni la opción de escoger otro camino. No. Mátalos. No los protejas. No hagas caso a ellos. ¡Sé el primero en arrojar la piedra! Tenemos que dar ejemplo e infundir un temor saludable del Señor.

Jesús predijo problemas familiares para sus seguidores: Ustedes serán traicionados aun por sus padres, hermanos, parientes y amigos, y a algunos de ustedes se les dará muerte (Lucas 21:16). Ten en cuenta que no dice matarlos; eso fue para el antiguo pacto, pero tenemos que mantenernos firmes y no permitir que nos alejen de Jesús. Aférrate a Él, incluso si tu esposa amenaza con dejarte, o si ella te mata.

¿Cuándo fue la última vez que recibiste una enseñanza balanceada sobre cómo responder a los hijos que persigan a otros dioses? La iglesia tiene que orientar a los hermanos, ya que hay mucha rebelión y muchos dioses.

Dios se enoja con todos a causa de una sola ciudad rebelde

12 »Si de alguna de las ciudades que el Señor tu Dios te da para que las habites llega el rumor de 13 que han surgido hombres perversos que descarrían a la gente y le dicen: “Vayamos a rendir culto a otros dioses”, dioses que ustedes no han conocido, 14 entonces deberás inquirir e investigar todo con sumo cuidado. Si se comprueba que tal hecho abominable ha ocurrido en medio de ti, 15 no dudes en matar a filo de espada a todos los habitantes de esa ciudad. Destrúyelos junto con todo lo que haya en ella, incluyendo el ganado. 16 Lleva todo el botín a la plaza pública, y préndele fuego a la ciudad y a todo el botín. Será una ofrenda totalmente quemada para el Señor tu Dios. La ciudad se quedará para siempre en ruinas, y no volverá a ser reedificada. 17 No te apropies de nada que haya sido consagrado a la destrucción. De ese modo, el Señor alejará de ti el furor de su ira, te tratará con misericordia y compasión, y hará que te multipliques, tal como se lo juró a tus antepasados. 18 Así será, siempre y cuando obedezcas todos estos mandamientos que te ordeno hoy, y hagas lo recto ante el Señor tu Dios.

Puede ser una sola ciudad de todo el país, o una sola iglesia de todo un concilio; si se apartan del Dios de la Biblia y sus enseñanzas, tendrían que matarlos. Claro que no vamos a matar a una iglesia entera, pero tenemos que públicamente romper la comunión con ellos. Pero primero tenemos que examinar la situación cuidadosamente y tener pruebas del delito; la Biblia dice que un solo rumor puede comenzar el proceso. Si somos fieles a la Palabra, tenemos que tomar en serio la disciplina de la iglesia.

Fue una limpieza total: No podían separar a los fieles; todos mueren, incluso el ganado. Luego quemaron todo como una ofrenda al Señor. No importa cuán hermoso sea un artículo religioso, no pueden tomar nada; tiene que permanecer en ruinas para siempre, como un ejemplo para otros tentados a apartarse del Señor.

¿Y qué pasa si no mantienen la pureza de la nación y permiten la rebelión? Dios derramará su ira sobre todo el país y ellos perderán su misericordia y compasión. Todos van a sufrir porque los líderes no estaban dispuestos a obedecer a Dios.

Capítulo 18: Otro día, otro mensaje sobre profetas

Si conoces el Antiguo Testamento, ya sabes lo importantes que fueron los profetas en la historia de Israel; grandes hombres como Samuel, Elías, Isaías y Jeremías. Su función ha cambiado después de Cristo, pero nunca hay una indicación de que los profetas desaparecerían. Afortunadamente, el oficio de profeta ha sido restaurado en la iglesia hoy después de ignorarlo durante siglos. Por supuesto, siempre ha habido profetas; ellos simplemente no se llamaban así. Hoy parece que todos quieren ser profeta. Hay que tomar muy en serio la advertencia de Jesús sobre falsos profetas en los últimos días, porque parece difícil encontrar a los verdaderos.

Dios levantará a un profeta como Moisés

14 »Las naciones cuyo territorio vas a poseer consultan a hechiceros y adivinos, pero a ti el Señor tu Dios no te ha permitido hacer nada de eso.15 El Señor tu Dios levantará de entre tus hermanos un profeta como yo. A él sí lo escucharás. 16 Eso fue lo que le pediste al Señor tu Dios en Horeb, el día de la asamblea, cuando dijiste: “No quiero seguir escuchando la voz del Señor mi Dios, ni volver a contemplar este enorme fuego, no sea que muera.”

La persona que habla palabras que no son de Dios está practicando brujería o adivinación. No se les debe escuchar, porque nos llevarán por mal camino. Estudia a los falsos profetas del Antiguo Testamento y verás que suenan muy bien. Estaban en la mayoría. Por lo general, pronunciaban las palabras que la gente quería escuchar, mientras el verdadero profeta era perseguido.

Israel, incluso aquí, al principio de su caminar con Dios, era consciente de la importancia de escuchar al Señor. Estaban aterrorizados por su impresionante presencia en Horeb y le rogaron a Dios que no les hablase directamente, porque temían que iban a morir. Parece que Dios quería hablar directamente con ellos, pero honró su petición y habló por los profetas. Dios quiere hablarnos. Él no está callado; le encanta revelarse, y quiere comunicarse contigo.

Algunos creen que Moisés profetizó aquí acerca del Mesías, y es cierto que en Cristo tenemos la mejor revelación y comunicación de Dios. Pero este profeta era de entre sus hermanos israelitas. En la iglesia de hoy, Dios a menudo levanta profetas de los mismos hermanos de la iglesia. No tengas prisa por correr tras el profeta famoso.

17 »Y me dijo el Señor: “Está bien lo que ellos dicen. 18 Por eso levantaré entre sus hermanos un profeta como tú; pondré mis palabras en su boca, y él les dirá todo lo que yo le mande.19 Si alguien no presta oído a las palabras que el profeta proclame en mi nombre, yo mismo le pediré cuentas. 20 Pero el profeta que se atreva a hablar en mi nombre y diga algo que yo no le haya mandado decir, morirá. La misma suerte correrá el profeta que hable en nombre de otros dioses.”

Instrucciones para los profetas

  • Dios pone sus palabras en la boca del profeta. Eso no implica que se dicte; el profeta puede ser influenciado por su experiencia o cultura, pero no preparamos mensajes proféticos de antemano. El profeta espera en Dios y aprende a discernir las palabras que Dios pone en su boca.
  • El profeta tiene que decir todo lo que Dios manda que diga. ¡Ay de aquel que no dice todo lo que Dios le ha hablado por temor de una respuesta negativa!
  • Cuando un verdadero profeta habla en nombre de Dios, estamos obligados a escuchar sus palabras. Tenemos que rendir cuentas a Dios si no lo hacemos. Eso significa que es muy importante discernir quién es verdadero, y luego escuchar con atención y actuar sobre lo que habla. El internet está lleno de palabras proféticas. Muchas personas las escanean y agarran la que les gusta, diciendo que es la palabra de Dios para ellos. Eso es peligroso.
  • Ser un profeta es una enorme responsabilidad. La pena por fracasar era la muerte. Aunque no matamos a profetas hoy, el falso profeta debe sufrir una consecuencia severa. ¡Ay del profeta que Dios usaba en el pasado que cae en la presunción y habla algo que Dios no ha mandado! Si Dios te usa proféticamente, ¡ten cuidado!
  • Menos común hoy en día es el profeta que habla en nombre de otros dioses, pero la pena de muerte se aplicaba allí también. Lee Jeremías 23 para obtener más información sobre los falsos profetas.

21 »Tal vez te preguntes: “¿Cómo podré reconocer un mensaje que no provenga del Señor?” 22 Si lo que el profeta proclame en nombre del Señor no se cumple ni se realiza, será señal de que su mensaje no proviene del Señor. Ese profeta habrá hablado con presunción. No le temas.

Se puede encontrar mensajes muy alarmantes en Internet. Esa alarma puede ser necesaria, si el mensaje es de Dios. Pero algunos pueden haberse dado bajo presunción. ¿Cómo lo sabes? ¿Se cumple? Moisés ya dio el castigo por proclamar algo que no es del Señor. De alguna manera, todas estas palabras actuales acerca de desastres económicos y naturales deben archivarse y verificarse cuidadosamente como la verdad. Ten cuidado de no señalar un terremoto reciente para justificar una palabra sobre un terremoto. Siempre habrá terremotos. Pero si dicen que una ciudad específica será destruida por un terremoto, debe ser destruida si la palabra es de Dios. Claro que hay palabras que el Señor nos da para despertarnos; si nos arrepentimos y oramos puede ser posible evitar el juicio. A fin de cuentas, solo la operación del don de discernimiento de espíritus puede aclarar si es de Dios. Qué bueno sería si toda la iglesia pudiera ponerse de acuerdo sobre cómo evaluar y responder a los profetas y bregar con aquellos que no están hablando del Señor.

La prueba de Jesús para los profetas

Las cosas no son siempre lo que parecen. Hay que mirar más allá de la superficie y saber algo sobre la vida de la persona que está profetizando:

»Cuidaos de los falsos profetas. Vienen a vosotros disfrazados de ovejas, pero por dentro son lobos feroces.  Por sus frutos los conoceréis. ¿Acaso se recogen uvas de los espinos, o higos de los cardos?  Del mismo modo, todo árbol bueno da fruto bueno, pero el árbol malo da fruto malo.  Un árbol bueno no puede dar fruto malo, y un árbol malo no puede dar fruto bueno.  Todo árbol que no da buen fruto se corta y se arroja al fuego.  Así que por sus frutos los conoceréis (Mateo 7:15-20).

Por eso es tan peligroso confiar mucho en las palabras proféticas en Internet o dadas por alguien que no conoces. Es por eso que Dios nos coloca en una iglesia, donde podemos observar el fruto del profeta y su ministerio, y los líderes y aquellos que tienen el don de discernimiento de espíritus pueden evaluar la palabra.

Sí, servir a Dios y hablar por Él es una gran responsabilidad y un privilegio. Él es un Dios celoso y santo, y su palabra debe ser tomada muy en serio. Tenemos que mantener nuestras vidas e iglesias libre del pecado, y estudiar y aplicar cuidadosamente esta enseñanza para la iglesia de Jesucristo hoy.

Deuteronomio 8    El peligro de la prosperidad

Hemos leído sobre las grandes bendiciones que Dios prometió a Israel. Ellos ya saben que hay gigantes en la tierra: Siete naciones más grandes y más fuertes que ellos. Sin Dios sería imposible derrotarlas.  ¿Cómo podría Israel olvidar al Señor? Pues, Moisés sabe lo fácil que sería; ya tiene cuarenta años de experiencia con este pueblo rebelde.

¡Nosotros tenemos mucho más de lo que tenía Israel! ¿Cómo podría un cristiano jamás olvidar a Dios? Pues, lo he visto con demasiada frecuencia. Cuando la vida es dura y sentimos que no podemos soportarlo más, vamos a la iglesia, leemos la Biblia y clamamos a Dios. Y Él responde de maneras maravillosas, y nos libera, nos cura y derrama sus bendiciones. De hecho, experimentamos la comunión más rica con Dios en los momentos más difíciles. Pero entonces, cuando todo está bien, ya no tenemos tiempo para Él. No hay tanta urgencia de estar en la iglesia y ser fortalecido por el Señor. Claro que nunca diríamos que nos olvidamos de Dios, pero lo tomamos con calma…hasta la próxima crisis.

Moisés estaba muy consciente de los peligros de la prosperidad. Él sabía que no se trata solo de recibir la bendición, conseguir el dinero y comenzar una familia. Es cómo cuidas a esa mujer, cómo manejas el dinero y cómo caminas con Dios en los buenos y malos momentos. La cuestión no es tanto cómo comienzas, sino cómo terminas.

¡Obediencia!

1»Cumple fielmente todos los mandamientos que hoy te mando, para que vivas, te multipliques y tomes posesión de la tierra que el Señor juró a tus antepasados.

Ahí está otra vez: La prioridad es la obediencia. ¿Qué significa eso? Tener a Cristo como Señor, someter tu voluntad a la suya y poner en práctica su palabra. Ese es el fundamento de la vida cristiana. Aunque ahora estamos bajo la gracia, la obediencia es tan importante como lo fue para Israel. Nuestra gran ventaja es el poder del Espíritu Santo que nos ayuda a obedecer.

Humillación y pruebas en el desierto

Recuerda que durante cuarenta años el Señor tu Dios te llevó por todo el camino del desierto, y te humilló y te puso a prueba para conocer lo que había en tu corazón y ver si cumplirías o no sus mandamientos.

Ya hemos visto que a los hebreos no les fue muy bien en la prueba. Prometieron obedecer a Dios, pero luego fracasaron miserablemente. Moisés sabe que si continúan con este patrón, serán destruidos.

  • ¿Has estado en un desierto? ¿Por más tiempo de lo que crees necesario?
  • ¿Puedes aceptar que pudo haber sido Dios quien te llevó a ese desierto, y te mantiene allí?
  • ¿Has visto a Dios guiándote en ese desierto?
  • ¿Puedes ver cómo Dios te está humillando en las tribulaciones?
  • ¿Cómo te va en la prueba? ¿Qué ha revelado acerca de tu corazón?

Si somos honestos, la mayoría de nosotros tenemos mucha oscuridad en nuestros corazones. Cuanto más orgulloso estés, y cuanto más importante sea la tarea que Dios tiene para ti, más probable es que Él tenga que humillarte.

¿Sigues obediente aunque parezca que no pasa nada? ¿Puedes ser fiel a tu esposa (y a Dios) cuando parece que tu matrimonio está muerto? ¿Cuándo no hay intimidad o sentimientos de amor? ¿O cuando ella está gravemente enferma? ¿Todavía confías en Dios cuando eres rechazado una y otra vez por un trabajo y el dinero se acaba? ¿Qué sucede cuando todas las puertas del ministerio se cierran y te sientes mal entendido por todos?

No solo de pan vive el hombre

Te humilló y te hizo pasar hambre, pero luego te alimentó con maná, comida que ni tú ni tus antepasados habían conocido, con lo que te enseñó que no sólo de pan vive el hombre, sino de todo lo que sale de la boca del Señor. 

Dios los hizo pasar hambre; a propósito los puso en un lugar donde no había comida. Era parte de humillarlos. Si el refrigerador siempre está lleno, no necesitamos el maná de Dios. Es humillante para un hombre no poder alimentar a su propia familia y depender de limosnas – o salir a recoger maná cada mañana.

¿Te ha hecho Dios pasar hambre (problemas económicos) últimamente? ¿Te ha puesto en un lugar de escasez para que ordenes tus prioridades y te des cuenta de que las cosas materiales no son lo más importante? ¡El Señor no permitirá que mueras de hambre! ¿Estás dispuesto a salir y conseguir el maná necesario para sostenerte? Estas pruebas pueden ser para humillarte. Cuanto antes recibas ese mensaje y dejes de exaltarte y vivir a tu manera, más pronto terminará la humillación.

Este es un verso que Jesús usó para resistir la tentación de Satanás de convertir las piedras en pan. No caigas en esa trampa del diablo; hoy en día la comida se ha convertido en un ídolo para muchas personas. Viven para comer en vez de comer para vivir.

El verdadero pan para nuestras almas, lo que realmente nos alimenta, es la Palabra de Dios. Cada palabra que Él ha hablado es importante; no solo los versos que siempre citamos, sino toda palabra que ha salido de su boca. No te conformes con el pan que Satanás intenta darte: el materialismo del mundo o lo espectacular. Aprende a alimentarte de la Palabra de Dios.

Una garantía extendida

Durante esos cuarenta años no se te gastó la ropa que llevabas puesta, ni se te hincharon los pies.

Eso es milagroso. ¡De alguna manera Dios guardó su ropa intacta durante cuarenta años! Ellos caminaban por el desierto, ¡y no tenían tenis Nike o botas de senderismo! Sin embargo, sus pies no se hincharon. Eso debería demostrarles el amor de Dios e inculcar una profunda confianza en su provisión.

¿Has experimentado a Dios milagrosamente mantener un carro viejo funcionando bien? ¿O te ha protegido de la enfermedad? He visto a cristianos obtener años de servicio de dispositivos que se descomponen para los demás. Parte de su bendición no siempre es darnos la última moda, sino hacer durar lo que tenemos. Seguramente la moda cambió mucho en esos cuarenta años, pero no somos esclavos de la moda, ¿verdad? Nosotros no tiramos buena ropa solo porque puede estar un poco anticuada. No compramos un nuevo carro o refrigerador solo porque el nuestro no tiene las últimas características. Eso sería un insulto a Dios, quien graciosamente nos da una garantía extendida, ¡gratis!

La disciplina de Dios

Reconoce en tu corazón que, así como un padre disciplina a su hijo, también el Señor tu Dios te disciplina a ti. 

¿Eres padre? ¿Cuál es tu experiencia disciplinando a tu hijo? Por desgracia, eso es un reto para muchos hombres. Tendemos a una mano muy dura, o a retirarnos y dejar que su madre lo haga. La disciplina no significa corrección o castigo; significa acercarse al muchacho y andar con él para aconsejarlo y suavemente corregirlo y, sí, administrarle las consecuencias cuando sea necesario.  Muchos de nosotros carecíamos de la disciplina amorosa de nuestros padres, y no tenemos idea de cómo disciplinar a nuestros hijos. Dios tiene la intención de que aprendamos de nuestros padres, pero si nunca conociste la verdadera disciplina de tu padre, ahora puedes reflexionar sobre cómo Dios te disciplina y aplicar esos principios a tus hijos.

¿Es posible que el Señor está disciplinándote en algo que has experimentado recientemente? Una cosa es estar de acuerdo con eso en la mente, pero Moisés dice que es necesario «en tu corazón.» Eso significa que el amor de papá Dios te toca. No, la disciplina por lo general no es agradable, pero ayuda si entiendes lo que está sucediendo y reconoces que la amorosa mano del Padre está detrás de ella.

En la lucha que ustedes libran contra el pecado, todavía no han tenido que resistir hasta derramar su sangre.  Y ya han olvidado por completo las palabras de aliento que como a hijos se les dirige:

«Hijo mío, no tomes a la ligera la disciplina del Señor
ni te desanimes cuando te reprenda,
porque el Señor disciplina a los que ama,
y azota a todo el que recibe como hijo.»

Lo que soportan es para su disciplina, pues Dios los está tratando como a hijos. ¿Qué hijo hay a quien el padre no disciplina? Si a ustedes se les deja sin la disciplina que todos reciben, entonces son bastardos y no hijos legítimos. Después de todo, aunque nuestros padres humanos nos disciplinaban, los respetábamos. ¿No hemos de someternos, con mayor razón, al Padre de los espíritus, para que vivamos?  En efecto, nuestros padres nos disciplinaban por un breve tiempo, como mejor les parecía; pero Dios lo hace para nuestro bien, a fin de que participemos de su santidad.  Ciertamente, ninguna disciplina, en el momento de recibirla, parece agradable, sino más bien penosa; sin embargo, después produce una cosecha de justicia y paz para quienes han sido entrenados por ella (Hebreos 12:4-11).

Dios lo hace con mucho amor. Eso debería animarte. Sométete a su disciplina, y deja que Dios haga esa obra profunda en tu vida.

¡Bendiciones están por venir!

Cumple los mandamientos del Señor tu Dios; témelo y sigue sus caminos. Porque el Señor tu Dios te conduce a una tierra buena: tierra de arroyos y de fuentes de agua, con manantiales que fluyen en los valles y en las colinas; tierra de trigo y de cebada; de viñas, higueras y granados; de miel y de olivares; tierra donde no escaseará el pan y donde nada te faltará; tierra donde las rocas son de hierro y de cuyas colinas sacarás cobre.

¡Qué refrescante! ¡Qué bendición! Después de cuarenta años en el desierto, comiendo maná, es un toque del cielo, lo que anhelamos, y nos motiva a seguir caminando en obediencia. Dios quiere derramar estas bendiciones sobre nosotros, pero Él espera hasta que sepa que podemos manejarlas.

Tu puedes estar en un desierto ahora mismo, muriendo de sed y anhelando alivio. Sigue caminando en obediencia y en el temor del Señor. Dios quiere llevarte a una tierra que fluye leche y miel también. ¿Pero sabes qué? No parece lógico, pero la prueba más difícil puede ser cuando lleguen esas bendiciones.

No olvides a Dios

10 »Cuando hayas comido y estés satisfecho, alabarás al Señor tu Dios por la tierra buena que te habrá dado. 

Para proteger tu corazón, primero reconoce que esas bendiciones son un regalo de Dios. Adóralo. Dale las gracias por ellas. Alábale por su bondad. Fija tus ojos en Él.

11 Pero ten cuidado de no olvidar al Señor tu Dios. No dejes de cumplir sus mandamientos, normas y preceptos que yo te mando hoy. 12 Y cuando hayas comido y te hayas saciado, cuando hayas edificado casas cómodas y las habites, 13 cuando se hayan multiplicado tus ganados y tus rebaños, y hayan aumentado tu plata y tu oro y sean abundantes tus riquezas, 14 no te vuelvas orgulloso ni olvides al Señor tú Dios, quien te sacó de Egipto, la tierra donde viviste como esclavo.

Las riquezas y el éxito pueden oscurecer nuestros sentidos espirituales. Cuando empezamos a experimentar las bendiciones materiales, queremos más. Estamos tan encantados con los regalos que nos olvidamos de dónde vienen y de dónde vinimos nosotros. Nos olvidamos de todo lo que Dios ha hecho por nosotros, y el corazón se enorgullece. Empezamos a ser flojos en nuestra obediencia. Antes, queríamos hacer todo conforme para ganar el favor de Dios y experimentar su ayuda y bendiciones, pero ya que lo tenemos, no parece tan urgente.

Si tú estás en ese lugar de bendiciones abundantes en este momento, ¿te has vuelto perezoso en tu caminar con Dios? ¿Ha entrado el orgullo sutilmente en tu corazón? Si eres honesto, ¿es Dios una de las últimas cosas en tu mente? Por supuesto, vas a la iglesia y das tu diezmo y haces lo requerido. ¿Pero te sientes muy satisfecho contigo mismo? ¡Cuidado!

Humillación y pruebas

15 El Señor te guio a través del vasto y horrible desierto, esa tierra reseca y sedienta, llena de serpientes venenosas y escorpiones; te dio el agua que hizo brotar de la más dura roca; 16 en el desierto te alimentó con maná, comida que jamás conocieron tus antepasados. Así te humilló y te puso a prueba, para que al fin de cuentas te fuera bien. 

Ahí está de nuevo: La aflicción sirve para humillarnos y ponernos a prueba. Puedes pasar la prueba y experimentar las bendiciones de Dios, pero si te olvidas de Él, probablemente habrá otra ronda de humillación. La prosperidad puede ser una prueba más grande que la escasez.

Mira las palabras que Moisés usa para recordarles lo malas que eran las cosas: vasto, horrible, reseca, sedienta, serpientes venenosas, escorpiones, roca, dura. Cuando piensas en tu vida vieja, ¿hay algunas palabras feas que la describan? Tendemos a olvidarnos de lo malo que fue, y empezar a dar por sentado las bendiciones de Dios.

Si Dios te está humillando y probando en este momento, recuerda que Dios tiene una perspectiva de largo alcance en tu vida. Él sabe que al final la disciplina tendrá un buen resultado; te irá bien, pero Él te ama tanto que va a permitir el malestar por un tiempo.

Orgullo

17 No se te ocurra pensar: “Esta riqueza es fruto de mi poder y de la fuerza de mis manos.” 18 Recuerda al Señor tu Dios, porque es él quien te da el poder para producir esa riqueza; así ha confirmado hoy el pacto que bajo juramento hizo con tus antepasados.

El engaño es que las bendiciones nos llegan debido a nuestra inteligencia, duro trabajo, astucia y fortaleza. Pero la inteligencia y las capacidades físicas que tengas fueron dadas por Dios. ¡Cuidado con el orgullo! Dale la gloria y las gracias a Dios por esas bendiciones. Cuando lo olvidamos y empezamos a reclamar toda la gloria para nosotros, estamos entrando en un territorio muy peligroso.

19 »Si llegas a olvidar al Señor tu Dios, y sigues a otros dioses para adorarlos e inclinarte ante ellos, testifico hoy en contra tuya que ciertamente serás destruido. 20 Si no obedeces al Señor tú Dios, te sucederá lo mismo que a las naciones que el Señor irá destruyendo a tu paso.

El resultado final del orgullo y el olvido de Dios es la destrucción. Una vez que lo olvidamos, tendemos a reemplazarlo con otros dioses, y normalmente son los dioses del placer, la sensualidad y el materialismo. Israel se volvería como las naciones que Dios arrojó de la tierra; ellos seguirían el camino natural del hombre caído en un mundo pecaminoso.

¿Has permitido otros dioses en tu vida? ¿Puedes recordar cómo era cuando Jesús primero te salvó y transformó tu vida?

  • Él derramó sus bendiciones sobre ti.
  • La obediencia era una alegría.
  • Siempre tenías hambre de la Biblia y de la comunión con el pueblo de Dios.

¿Es un recuerdo lejano ahora? Si eres honesto, ¿tendrías que decir que te has olvidado de Dios y que realmente no eres diferente de la gente del mundo?

Tal vez tú estés apenas empezando esta peregrinación, y Jesús es muy real para ti. Tómate estas advertencias en serio. Recibe la prueba, la humillación y la disciplina que Dios tiene para ti. Tú puedes evitar mucho dolor.

Cuidado con la prosperidad y la vida buena; se requiere madurez para manejarlas y mantenerte humilde y Cristo céntrico. No te olvides de Dios.