Moisés en el resto de la Biblia

El nombre “Moisés” aparece 803 veces en la Biblia. No sorprende que 603 de ellas estén en los libros que él escribió, los primeros cinco libros de la Biblia. Hay 51 más en Josué. Obviamente, Moisés seguiría teniendo mucha influencia en el país durante muchos años. ¡Pero también hay 85 referencias en el Nuevo Testamento! ¡Aproximadamente 1,300 años después de su muerte! ¡Esa es una influencia duradera! ¿Qué perspectiva nos da el resto de la Biblia de Moisés? Muchas de esas escrituras se refieren a las experiencias de su vida y el éxodo, o los libros que escribió, y la ley que dio.

Los descendientes de Moisés

La Biblia nunca dice mucho acerca de su familia. Sus descendientes no eran líderes en Israel, pero sí, sabemos que entraron en la Tierra Prometida:

A Moisés, hombre de Dios, y a sus hijos se les incluyó en la tribu de Leví. Los hijos de Moisés fueron Guersón y Eliezer. Sebuel fue el primero de los descendientes de Guersón. Eliezer no tuvo sino un solo hijo, que fue Rejabías, pero éste sí tuvo muchos hijos (1 Crónicas 23:14-17).

¡Nada más! A mí me parece un poco extraño para un hombre de la importancia de Moisés, pero Dios nunca le dijo que tendría una dinastía como David. Tampoco le dio promesas para sus descendientes, como Dios le dio a Abraham. Reflexionando sobre la vida familiar de Moisés, en todos sus aspectos era inusual.

Salmo 90: Una oración de Moisés, hombre de Dios

Esta es la única porción escrita por Moisés fuera de sus cinco libros. Es probablemente el más antiguo de todos los Salmos.

Señor, tú has sido nuestro refugio (o morada, u hogar)
generación tras generación.
Desde antes que nacieran los montes
y que crearas la tierra y el mundo,
desde los tiempos antiguos
y hasta los tiempos postreros,
tú eres Dios.

Dios es el creador. Él nunca cambia. Muchos tienen casas muy humildes; cuesta mucho conseguir casa propia. Dios es la única morada segura. He conocido a mucha gente que anhela un hogar, y nunca lo encuentra. Dios es tu hogar. Es tu refugio. Qué hermoso saber que Dios nos proporciona ese lugar de reposo y seguridad. Es especialmente relevante que Moisés conociera a Dios como su morada, refugio y hogar: fue criado en el palacio de Faraón, huyó a otro país extranjero y pasó los últimos cuarenta años de su vida vagando sin hogar en el desierto. ¡Y luego se le prohibió entrar en la Tierra Prometida! En toda la inseguridad y las transiciones de su vida, Moisés descubrió que Dios era el único refugio seguro.

Dios nunca te fallará. No va a morir. Nadie puede echarte de su hogar. Desde el principio y hasta el fin, de tu vida, de tu matrimonio y de la historia, Él es Dios.

Tú haces que los hombres vuelvan al polvo,
cuando dices: «¡Vuélvanse al polvo, mortales!»
Mil años, para ti, son como el día de ayer, que ya pasó;
son como unas cuantas horas de la noche.
Arrasas a los mortales. Son como un sueño.
Nacen por la mañana, como la hierba
que al amanecer brota lozana
y por la noche ya está marchita y seca.

Una enfermedad debilitante o la muerte de un ser querido nos recuerdan rápidamente que esta vida es pasajera. Desde la perspectiva de la eternidad, toda tu vida es un milisegundo. Dios suena un poco duro barriéndolos como un torrente y diciendo  «¡Vuélvanse al polvo, mortales!» Pero nos da una perspectiva sobre nuestro egocentrismo muy inflado. Sí, Dios te ama y eres de gran valor para Él, pero no eres el centro del universo. Moisés había visto a Dios destruir a miles de personas en un momento de juicio, y Moisés no pudo entrar en la Tierra Prometida debido a su pecado. Sin embargo, también vio la cara de Dios y su grandeza como ningún otro hombre.

Tal vez, después de vagar por el desierto durante tantos años, Dios le mostró que lo que parecía una eternidad para Moisés no era nada en el calendario de Dios. ¿Te parece que Dios está tardando mucho en cambiar algo en tu vida? ¿Te preguntas por qué Jesús aún no  ha regresado? Recuerda que para Dios mil años son como unas pocas horas de la noche.

Tu ira en verdad nos consume,
tu indignación nos aterra.
Ante ti has puesto nuestras iniquidades;
a la luz de tu presencia, nuestros pecados secretos.
Por causa de tu ira se nos va la vida entera;
se esfuman nuestros años como un suspiro.
10 Algunos llegamos hasta los setenta años,
quizás alcancemos hasta los ochenta,
si las fuerzas nos acompañan.
Tantos años de vida, sin embargo,
sólo traen pesadas cargas y calamidades:
pronto pasan, y con ellos pasamos nosotros.
11 ¿Quién puede comprender el furor de tu enojo?
¡Tu ira es tan grande como el temor que se te debe!
12 Enséñanos a contar bien nuestros días,
para que nuestro corazón adquiera sabiduría.

¿Te parece la vida muy pesada y dura? ¿Buscas algo para llenar los días vacíos y aliviar el aburrimiento? ¿O están tan llenos que te estás perdiendo momentos especiales con tu esposa o tus hijos? ¿Es Dios el último en tu lista de prioridades? ¡Señor, enséñanos a vivir bien! Hoy es un regalo de Dios para ti. Que Él te otorgue sabiduría para aprovechar al máximo cada día. No desperdicies tu vida en páginas interminables y sin sentido de Internet, o programas de televisión. No caigas en la trampa de buscar las riquezas y los placeres del mundo. Inviértete en cosas de valor eterno: tu familia y el Reino de Dios. ¿Qué quiere Dios que hagas con tu vida? ¿Cómo afecta eso el uso de tu tiempo, el tiempo que Dios te ha dado como mayordomo?

Aunque Moisés tenía 120 años cuando murió, sabía lo rápido que pasan los años. Al envejecerse, uno es cada vez más consciente de eso. De hecho, cuando yo tenía veintitantos años,  la vida parecía casi interminable. Ahora soy muy consciente de cómo está llegando a su fin. Tal vez Moisés había visto suficiente de la ira de Dios que él la conociera todos los días. Es cierto que la ira es parte de la naturaleza de Dios, pero estoy agradecido con Jesús de que Él sufrió la penalidad de esa ira en la cruz. Ahora somos libres de adorarlo y servirlo con un corazón agradecido, acompañado de un temor apropiado y reverencia por Él.

Durante muchos años yo creí en el mito popular de que la vida es básicamente buena. Los estadounidenses son expertos en cómo aislarse de las realidades más difíciles de la vida, y todos quieren ese estilo de vida. Los programas en televisión y películas difunden el mito y brindan un escape de la realidad, pero la verdad es que para la gran mayoría del mundo la vida es muy dura. El optimismo de la juventud es bueno, y hay que ver las dificultades de la vida a través de los ojos de la fe, pero el mensaje muy popular de que Dios quiere hacer tu vida muy cómoda y libre de dolor simplemente no es toda la verdad.

¿Y el pecado? Eso parece ser tabú en muchos círculos. ¿Le has pedido al Espíritu de Dios que te revele cualquier pecado u oscuridad que pueda haber en tu corazón? ¿Cómo te sientes acerca de Dios poniendo tus iniquidades delante de ti? (Versículo 8) ¿Hay pecados secretos que crees que puedes esconder de Dios? ¿Sabes que Él brilla su luz sobre ellos para exponerlos? ¡Jesús dijo que serían gritados a los cuatro vientos! ¿Eres consciente de la profundidad de tu naturaleza pecaminosa? Moisés lo había visto claramente día tras día en el éxodo.

13 ¿Cuándo, Señor, te volverás hacia nosotros?
¡Compadécete ya de tus siervos!
14 Sácianos de tu amor por la mañana,
y toda nuestra vida cantaremos de alegría.
15 Días y años nos has afligido, nos has hecho sufrir;
¡devuélvenos ahora ese tiempo en alegría!
16 ¡Sean manifiestas tus obras a tus siervos,
y tu esplendor a sus descendientes!

¡Espérate! ¡Pensé que Moisés estaba diciendo que la vida es difícil y que Dios está enojado con nuestro pecado! Sin embargo, a medida que sentimos el impacto del pecado cada día y somos conscientes de la ira de Dios, su compasión y amor nos rodean y nos ayudan a través de las pruebas.

Moisés acaba de decir que el tiempo (que para nosotros puede parecer interminable) es para Dios como una vigilia de la noche, pero ahora tiene que preguntar cuándo Dios se volverá hacia ellos. ¿Estás en un lugar donde clamas: “Ten misericordia de mí, Señor”? “¡No puedo soportar mucho más!” ¡Dios es compasivo! Donde hay enfermedad, Él puede sanar. Donde hay oscuridad, puede brillar su luz. Donde hay pecado, Él puede perdonar.

¿Te acercas a Dios temprano de la mañana para recibir su amor? A menudo me despierto atribulado y tengo que bañarme en su amor para hacer frente a las dificultades del nuevo día. Cuando Dios te libere de esa pesadez, alábalo y reflexiona sobre su esplendor,  poder y fidelidad.

Si tu vida ha sido muy dura, Dios quiere llenarte de su amor y alegría. Puede que Dios no cambie todas las circunstancias difíciles, pero te dará una canción y un gozo inexplicable en medio de las pruebas. Dios quiere saciarte con su presencia.

17 Que el favor del Señor nuestro Dios esté sobre nosotros.
Confirma en nosotros la obra de nuestras manos;
sí, confirma la obra de nuestras manos.

Y que el Señor nuestro Dios nos dé su aprobación
y haga que nuestros esfuerzos prosperen;
sí, ¡haz que nuestros esfuerzos prosperen!
(NTV)

Hay tanto trabajo malgastado, hecho fuera de la voluntad de Dios y sin su favor. Sin embargo, con Dios, nuestro trabajo puede producir resultados duraderos. El trabajo es bueno. ¡Él nos dio las manos para usarlas! Y cuando Dios está en medio de ese trabajo, nuestros esfuerzos prosperarán. ¿Has experimentado la frustración de gastar un gran esfuerzo en algo que no era de Dios, solo para verlo desmoronarse? ¡Que Dios confirme la obra de tus manos!

Moisés y Jesús

Jesús se refería con frecuencia a Moisés como el autor del Pentateuco, y afirmó lo que Moisés escribió allí. Para los judíos en los días de Jesús, Moisés fue visto como el «estándar de oro» por el cual Jesús fue comparado: Y sabemos que a Moisés le habló Dios; pero de éste no sabemos ni de dónde salió (Juan 9:29).

Tal vez el homenaje más impresionante de la importancia duradera de Moisés es su inclusión (junto con Elías) en la Transfiguración:

Unos ocho días después de decir esto, Jesús, acompañado de Pedro, Juan y Jacobo, subió a una montaña a orar. Mientras oraba, su rostro se transformó, y su ropa se tornó blanca y radiante.  Y aparecieron dos personajes —Moisés y Elías— que conversaban con Jesús.  Tenían un aspecto glorioso, y hablaban de la partida de Jesús, que él estaba por llevar a cabo en Jerusalén (Lucas 9:28-31).

Hemos visto a Moisés en la presencia de Dios en el Monte Sinaí. Murió y fue sepultado en la cima del Monte Nebo. Y ahora está en la cima de una montaña de nuevo, con alguien que Moisés obviamente conoció antes de su nacimiento en este mundo: El Hijo de Dios. Moisés ya tenía conocimiento del milagro más grande de la historia: la salvación que Jesús logró para nosotros por su muerte en la cruz. ¡Y Moisés aparece en glorioso esplendor! ¡Y era muy amigo de Elías!

Jesús quería asociarse con Moisés, y señaló los muchos lugares donde Moisés escribió sobre Él:

Si le creyeran a Moisés, me creerían a mí, porque de mí escribió él (Juan 5:46).

Moisés fue parte de la conversación el día de su resurrección. En el camino a Emaús, Jesús explicó lo que Moisés había escrito acerca del mesías:

Entonces, comenzando por Moisés y por todos los profetas, les explicó lo que se refería a él en todas las Escrituras. Cuando todavía estaba yo con ustedes, les decía que tenía que cumplirse todo lo que está escrito acerca de mí en la ley de Moisés, en los profetas y en los salmos (Lucas 24:27, 44).

¡Me encantaría saber lo que dijo Jesús sobre los libros de Moisés!

Moisés en el libro de Hebreos

Está claro que Moisés era uno de los hombres más grandes de toda la historia, pero el autor de Hebreos, escribiendo a judíos, enfatiza que hay uno infinitamente mayor:

[Jesús] fue fiel al que lo nombró, como lo fue también Moisés en toda la casa de Dios. De hecho, Jesús ha sido estimado digno de mayor honor que Moisés, así como el constructor de una casa recibe mayor honor que la casa misma (Hebreos 3:2-3).

Solo Abraham recibe más espacio entre los héroes de la fe en Hebreos 11:23-29:

Por la fe Moisés, recién nacido, fue escondido por sus padres durante tres meses, porque vieron que era un niño precioso, y no tuvieron miedo del edicto del rey. Por la fe Moisés, ya adulto, renunció a ser llamado hijo de la hija del faraón. Prefirió ser maltratado con el pueblo de Dios a disfrutar de los efímeros placeres del pecado. Consideró que el oprobio por causa del Mesías era una mayor riqueza que los tesoros de Egipto, porque tenía la mirada puesta en la recompensa.  Por la fe salió de Egipto sin tenerle miedo a la ira del rey, pues se mantuvo firme como si estuviera viendo al Invisible. Por la fe celebró la Pascua y el rociamiento de la sangre, para que el exterminador de los primogénitos no tocara a los de Israel.  Por la fe el pueblo cruzó el Mar Rojo como por tierra seca; pero cuando los egipcios intentaron cruzarlo, se ahogaron.

Moisés es elogiado como un gran héroe de la fe. Hemos visto esa fe una y otra vez en el éxodo. Es interesante que éstos son apuntados aquí:

  • Su decisión como adulto de renunciar a su adopción y sus privilegios, y alejarse de su madre adoptiva, la hija de Faraón.
  • Su elección de identificarse con sus hermanos israelitas y sufrir con ellos, rechazando los placeres pecaminosos del palacio.
  • Confiar en que una recompensa eterna valía más que el éxito temporal.
  • Su fe lo hizo salir de Egipto, no temer la ira de Faraón. Como siempre, la fe echa fuera el temor.
  • Perseveró a través de muchas pruebas debido a su profunda confianza en Dios.
  • Celebró, y condujo a todo Israel a celebrar, la Pascua, protegiendo a sus primogénitos del ángel de la muerte.

La última referencia a Moisés se encuentra en Apocalipsis 15:2. Ya vimos la canción que él va a cantar con Jesús. Sí, ¡Moisés estará allí con Jesús cuando lleguemos al cielo!

Deuteronomio  34 La muerte de Moisés

Ya llegó esa hora que viene para cada hombre, la hora en que este gran varón de Dios muere. Moisés tuvo una vida increíble:

  • Su infancia en el palacio del faraón.
  • Su llamado con la zarza ardiente.
  • Un milagro tras otro en Egipto y en el desierto.
  • Hablar con Dios cara a cara.

Ahora Dios le dice cuándo va a morir. ¿Te gustaría saber la hora de tu muerte? Moisés no protesta; lo que aún le molesta es morir sin pisar la Tierra Prometida. Dedicó cuarenta años de su vida a guiar a su pueblo a esa tierra. Sí, Dios le dijo que podía verla desde lejos, pero al comienzo de sus mensajes finales a Israel le pidió un cambio de opinión a Dios una última vez.

Dios niega su súplica (Deuteronomio 3:23-29)

Sí, él era un gran hombre de fe cuyas oraciones a menudo movieron la mano de Dios. Salvó a Israel de mucha destrucción. Pero Dios le negó esta simple petición de ver la Tierra Prometida:

23 »En aquella ocasión le supliqué al Señor: 24 “Tú, Señor y Dios, has comenzado a mostrarle a tu siervo tu grandeza y tu poder; pues ¿qué dios hay en el cielo o en la tierra capaz de hacer las obras y los prodigios que tú realizas? 25 Déjame pasar y ver la buena tierra al otro lado del Jordán, esa hermosa región montañosa y el Líbano.” 

Es interesante que él siente que Dios solo «ha comenzado» a mostrarle su grandeza y su poder. Vio la liberación de Israel en Egipto. Cruzó el Mar Rojo en tierra seca. Vio tantas manifestaciones del poder de Dios. ¡Pero Moisés anhela mucho más! Ahora, como lo había hecho tantas veces, le recuerda a Dios su poder y su compromiso con su pueblo, y le recuerda que él ha sido un siervo fiel. ¡Moisés no pide mucho! Dios  ya se he arrepentido muchas veces de algún juicio debido a sus oraciones, pero no sería así para Moisés.

26 Pero por causa de ustedes el Señor se enojó conmigo y no me escuchó, sino que me dijo: “¡Basta ya! No me hables más de este asunto. 27 Sube hasta la cumbre del Pisgá y mira al norte, al sur, al este y al oeste. Contempla la tierra con tus propios ojos, porque no vas a cruzar este río Jordán. 28 Dale a Josué las debidas instrucciones; anímalo y fortalécelo, porque será él quien pasará al frente de este pueblo y quien les dará en posesión la tierra que vas a ver.” 29 »Y permanecimos en el valle, frente a Bet Peor.

Todavía es difícil para Moisés aceptar la responsabilidad de sus acciones. Su resentimiento es notable cuando dice que Dios se enojó consigo “por causa de ustedes.” Moisés pudo mirar la tierra, pero no tocarla. Pudo ver lo hermosa que era, pero Dios es firme en que no va a cruzar el Jordán, y si él, en rebelión, lo hubiera intentado Dios probablemente lo habría matado. La tarea de Moisés era preparar al hombre que los llevaría a la tierra: Comisionarlo, animarlo y fortalecerlo.

Eso puede ser agridulce. Imagina invertir toda tu vida en un joven, preparándolo para el liderazgo. Ahora él tiene la oportunidad de experimentar lo que tú tanto has anhelado. Y tienes que animarlo y fortalecerlo, mientras tú te preparas para morir.

La Biblia enseña perseverancia en la oración. Jesús nos exhortó a perseverar en varias parábolas (Lucas 11:1-13; 18:1-8). Pero si Dios está enojado con nosotros, o si simplemente no es su voluntad, a veces podemos experimentar lo que sucedió con Moisés. Dios no le hizo caso, y de hecho, lo reprendió: «¡Basta ya! No me hables más de este asunto.» En ese momento ya no podemos discutir con Dios; tenemos que aceptar su voluntad.

Moisés predicó sus últimos mensajes y compartió la canción que Dios le dio. Ese mismo día, después de bendecir a las tribus (capítulo 33), subiría a la montaña una vez más, para morir.

Las últimas palabras de Dios a Moisés (Deuteronomio 32:48-52)

48 Ese mismo día el Señor le dijo a Moisés: 49 «Sube a las montañas de Abarín, y contempla desde allí el monte Nebo, en el territorio de Moab, frente a Jericó, y el territorio de Canaán, el cual voy a dar en posesión a los israelitas. 50 En el monte al que vas a subir morirás, y te reunirás con los tuyos, así como tu hermano Aarón murió y se reunió con sus antepasados en el monte Hor. 51 Esto será así porque, a la vista de todos los israelitas, ustedes dos me fueron infieles en las aguas de Meribá Cades; en el desierto de Zin no honraron mi santidad. 52 Por eso no entrarás en el territorio que voy a darle al pueblo de Israel; solamente podrás verlo de lejos.»

No parece muy compasivo de Dios para recordarle a Moisés sus fallas el día de su muerte. Está claro que esa desobediencia fue muy grave para Dios.

  • Moisés (y Aarón) le fueron infieles a Dios a la vista de todos los israelitas. Pecaron contra Dios (RVR), y lo traicionaron (NTV) con su desobediencia. Es una cosa desobedecer en privado, pero cuando se está frente a toda la congregación es mucho más grave.
  • No honraron la santidad de Dios entre los israelitas. Dejaron que la ira los dominara y golpearon la roca en lugar de hablarle a ella. No reflejaron ni el amor de Dios ni su provisión graciosa para su pueblo.

Moisés fue uno de los hombres más grandes en toda la historia del mundo. Durante cuarenta años él proporcionó un liderazgo ejemplar a Israel. Sería muy difícil encontrar un líder en la iglesia de hoy como él. Sin embargo, pagó un precio alto por un solo fracaso. Tú y yo también podemos sufrir dolorosas consecuencias por nuestras acciones. He visto un error tonto destruir a hombres que sirvieron fielmente a Dios por muchos años.

La muerte de Moisés (Deuteronomio 34:1-8)

1Moisés ascendió de las llanuras de Moab al monte Nebo, a la cima del monte Pisgá, frente a Jericó. Allí el Señor le mostró todo el territorio que se extiende desde Galaad hasta Dan, todo el territorio de Neftalí y de Efraín, Manasés y Judá, hasta el mar Mediterráneo. Le mostró también la región del Néguev y la del valle de Jericó, la ciudad de palmeras, hasta Zoar. Luego el Señor le dijo: «Éste es el territorio que juré a Abraham, Isaac y Jacob que daría a sus descendientes. Te he permitido verlo con tus propios ojos, pero no podrás entrar en él.»

Moisés pasó muchos días con Dios en el Monte Sinaí. Él tuvo el privilegio de escuchar más directamente de la boca de Dios que cualquier otro hombre. Ahora una vez más, sólo él y Dios están en la cima de la montaña. ¿Estaba Israel mirando a Moisés subir los 805 metros (2,643 pies) del Monte Nebo?

Estas son las últimas palabras de Dios:

  • Esta es la tierra que le prometí a Abraham, Isaac y Jacob.
  • Se la daré a sus descendientes.
  • Te he permitido verla con tus propios ojos.
  • Pero no podrás entrar en ella.

Mientras Moisés la vio, murió. Los judíos tradicionalmente creen que Dios se lo llevó con un beso.

Allí en Moab murió Moisés, siervo del Señor, tal como el Señor se lo había dicho. Y fue sepultado en Moab, en el valle que está frente a Bet Peor, pero hasta la fecha nadie sabe dónde está su sepultura.

Moisés tenía ciento veinte años de edad cuando murió. Con todo, no se había debilitado su vista ni había perdido su vigor. Durante treinta días los israelitas lloraron a Moisés en las llanuras de Moab, guardando así el tiempo de luto acostumbrado.

¿Quién lo enterró? Al parecer, Dios. Dios le quitó la vida, ya que él todavía estaba sano. Con 120 años escaló la montaña y sus ojos eran lo suficientemente fuertes para ver toda la Tierra Prometida.

Hay una intrigante referencia del Nuevo Testamento a la muerte de Moisés: El mismo arcángel Miguel, cuando luchaba contra el diablo disputándole el cuerpo de Moisés, no se atrevió a condenarlo con insultos, sino que solamente le dijo: «¡Que el Señor te reprenda!» (Judas 9) No sabemos lo que significa, pero el cuerpo de Moisés probablemente habría sido un premio para el diablo. Tal vez Satanás quería impedir la entrada de Moisés en la presencia de Dios, citando su pecado golpeando la roca y matando al egipcio.

El legado de Moisés

Entonces Josué hijo de Nun fue lleno de espíritu de sabiduría, porque Moisés puso sus manos sobre él. Los israelitas, por su parte, obedecieron a Josué e hicieron lo que el Señor le había ordenado a Moisés.

Tal vez «espíritu» debería ser con mayúscula “E”. Seguramente fue el Espíritu Santo que llenó a Josué cuando Moisés le impuso las manos, el primer ejemplo de la imposición de manos para ungir a un nuevo líder.

10 Desde entonces no volvió a surgir en Israel otro profeta como Moisés, con quien el Señor tenía trato directo.11 Sólo Moisés hizo todas aquellas señales y prodigios que el Señor le mandó realizar en Egipto ante el faraón, sus funcionarios y todo su país. 12 Nadie ha demostrado jamás tener un poder tan extraordinario, ni ha sido capaz de realizar las proezas que hizo Moisés ante todo Israel.

Moisés conocía al Señor cara a cara. Nadie más se acercó a esa intimidad con Dios, hasta que Jesús llevó una vida sin pecado, revelando plenamente al Padre, e iniciando el Nuevo Pacto.

¿Qué más te inspira en la vida de Moisés? ¿Puedes imaginar conociendo al Señor cara a cara? ¿Hay algo que te impediría la entrada en la tierra prometida? ¿Qué dirá la gente acerca de ti cuando mueras?

Deuteronomio 32 La canción de Moisés

Dios le dio esta canción a Moisés, pero como la mayor parte de la Palabra inspirada, no necesariamente significa que fue dictada. Dios comienza a llenar la mente de Moisés con pensamientos, y el gran líder escribe esta introducción:

1«¡Escuchen, oh cielos, y hablaré!
¡Oye, oh tierra, las palabras que digo!
Que mi enseñanza caiga sobre ustedes como lluvia;
que mi discurso se asiente como el rocío.
Que mis palabras caigan como lluvia sobre pastos suaves,
como llovizna delicada sobre plantas tiernas.

Cuando tú hablas, ¿cae tu enseñanza como la lluvia? No como un aguacero, sino suavemente bajando como el rocío; lluvia que no daña el pasto suave. Y llovizna lo suficiente para dar a las plantas tiernas el agua necesaria, sin romperlas. Cuando abras tu Biblia, imagina la Palabra de Dios cayendo como una lluvia refrescante para tu alma sedienta. Deja que el agua viva de Dios reviva tu alma tierna, marchitada en el calor de la batalla.

La Roca

Proclamaré el nombre del Señor;
¡qué glorioso es nuestro Dios!
Él es la Roca, sus obras son perfectas.
Todo lo que hace es justo e imparcial.
Él es Dios fiel, nunca actúa mal;
¡qué justo y recto es él!

Dios fue llamado la Roca de Israel por primera vez por Jacob, en Génesis 49:24. El nombre no vuelve a aparecer hasta esta canción (seis veces). También se lo ve con frecuencia en los Salmos y en Isaías. Primera de Corintios 10:3-4 dice: Todos comieron el mismo alimento espiritual y bebieron la misma bebida espiritual; Porque bebían de la roca espiritual que les acompañaba, y esa roca era Cristo. Las rocas de donde brotó el agua salvaron a Israel en el desierto. Irónicamente, el cuerpo crucificado de Jesús fue colocado en un sepulcro excavado en la roca. Aférrate a la Roca sólida hoy y confía en su bondad en medio de las pruebas.

Dios no puede hacer ningún mal. Todo lo que hace es perfecto. Es totalmente confiable y fiel; recto y justo. ¡Tenemos que proclamar este Dios a las naciones! ¡Tenemos que postrarnos y alabarlo!

¡Tú eres una de sus obras! Incluso en tus pruebas, Dios está trabajando para perfeccionarte. Y si estás dolido porque tus hijos son rebeldes, este gran Dios crio hijos perversos y torcidos:

»Pero ellos se comportaron de manera corrupta con él;
cuando actúan con tanta perversión,
¿son realmente sus hijos?
Son una generación engañosa y torcida.
¿Es así como le pagas al Señor,
pueblo necio y sin entendimiento?
¿No es él tu Padre, quien te creó?
¿Acaso no te formó y te estableció?

Él es nuestro Creador y Padre. Tú y yo estamos entre sus obras perfectas, pero hemos recompensado su bondad y gracia con pecado y la rebelión. Es posible que tus hijos también te hayan pagado así por todo lo que tú has hecho por ellos.

Muchos creen que todos somos hijos de Dios, pero vemos aquí que no es así. Cuando nos rebelamos, renunciamos a nuestros derechos como hijos. Estas mismas palabras describen el mundo de hoy:

  • Corruptos y malvados
  • Perversos
  • Torcidos
  • Engañosos
  • Necios
  • Sin entendimiento y sabiduría

En lugar de agradecer y alabar a Dios y obedecerlo voluntariamente, se han avergonzado por los caminos necios que escogen. Pablo escribió acerca de ellos en los primeros dos capítulos de Romanos.

Límites

Recuerda los días pasados,
piensa en las generaciones anteriores.
Pregúntale a tu padre, y él te informará.
Averigua con los ancianos, y ellos te contarán.
Cuando el Altísimo asignó territorios a las naciones,
cuando dividió a la raza humana,
fijó los límites de los pueblos
según el número de su corte celestial.

»Pues el pueblo de Israel pertenece al Señor;
Jacob es su posesión más preciada.

¿Pensamos en las generaciones anteriores? Por la mayor parte, creo que no. Tenemos tanta tecnología y tanto para llamar nuestra atención que parecen irrelevantes. ¿Te has sentado con tu padre y otros ancianos para preguntarles acerca de sus vidas y experiencias? Muchos jóvenes de hoy, sobre todo en los países más ricos, han perdido el respeto y el honor por los ancianos, lo cual, gracias a Dios, todavía está presente en algunos países. Prestamos poca atención al pasado. Creemos que somos mucho más “iluminados” que los escritores bíblicos “ignorantes.” Pero aquellos que ignoran la historia la repetirán.

Dios ha establecido límites en su palabra; no las fronteras para las tribus de Israel, sino límites de lo aceptable e inaceptable. Límites de quién entrará en su reino. ¿Eres consciente de sus límites? ¿Los respetas? ¿Te das cuenta de que debes seguir su ejemplo y establecer límites apropiados para tu vida y tu hogar?

¡Dios tiene una gran herencia para nosotros! No le preocupan las casas y los terrenos; su porción es su gente. Él está haciendo todo lo posible para que recibamos todo lo que Él ha planeado para nosotros.

¡Un águila!

10 Él lo encontró en un desierto,
en un páramo vacío y ventoso.
Lo rodeó y lo cuidó;
lo protegió como a la niña de sus ojos.
11 Como un águila que aviva a sus polluelos
y revolotea sobre sus crías,
así desplegó sus alas para tomarlo y alzarlo
y llevarlo a salvo sobre sus plumas.

Ya hemos visto a Dios como Creador, Padre y Roca; ahora Él es un águila. La próxima vez que te sientas vulnerable y solo, piensa en Dios cerniéndose sobre ti como un águila. ¡Él se deleita en ti! ¡Eres la niña de sus ojos! ¡Él quiere llevarte a las alturas y entrenarte para volar! Y si comienzas a caer, ¡extenderá sus alas para rescatarte! Como Jesús rescató a Pedro cuando se hundió caminando sobre el agua. ¡Qué bella imagen!

Un pájaro recién nacido no es impresionante. Un águila joven no da indicios de la majestuosa ave adulta. No había nada impresionante en Jacob que hiciera que Dios lo eligiera. No estaba buscando a Dios; de hecho, él estaba en un páramo vacío y ventoso. Dios fue a buscarlo en ese desierto, y lo encontró. A partir de ese momento, la vida de Jacob y su familia se transformó para siempre. ¿Estás agradecido de que Dios extendió la mano y te eligió en ese páramo vacío y ventoso de pecado? Ahora Dios participa activamente en tu vida. Te rodea y te cuida. Te aviva y te levanta en alto.

Si todavía estás en ese desierto árido, aullante y peligroso, si estás atravesando un desierto sin fin, busca a Dios. No es casualidad que estés leyendo esto. Él será tu Padre. Tu Roca. Y el águila que te levanta para superar todo lo que está tirándote hacia abajo.

Miel de la roca

12 El Señor, él solo, lo guio;
el pueblo no siguió a dioses ajenos.
13 Él lo dejó cabalgar sobre tierras altas
y saciarse con las cosechas de los campos.
Lo nutrió con miel de la roca
y con aceite de oliva de los pedregales.
14 Lo alimentó con yogur de la manada
y leche del rebaño,
y también con la grasa de los corderos.
Le dio de los mejores carneros de Basán y cabras,
junto con el trigo más selecto.
Bebiste el vino más fino,
elaborado con el jugo de las uvas.

Cuando venimos al Señor, nos bendice con su abundancia. No es un Dios tacaño, sino un Padre generoso que quiere bendecir a sus hijos; y da lo mejor: el vino más fino, los mejores carneros selectos y el trigo más selecto. ¿Cómo te ha hecho Dios a ti cabalgar sobre tierras altas? ¿Cómo te ha nutrido con miel de una roca para bendecirte? ¿Cuándo fue la última vez que le agradeciste a Dios por esas bendiciones, reconociendo que todo don bueno y perfecto proviene del Padre de luz?

Cómo responde Israel a la bondad de Dios

15 »Pero Israel pronto engordó y se volvió rebelde;
¡el pueblo aumentó de peso, se puso gordo y relleno!
Entonces abandonó a Dios, quien lo había creado;
se burló de la Roca de su salvación.
16 Lo provocó a celos al rendir culto a dioses ajenos;
lo enfureció con sus actos detestables.
17 Ofreció sacrificios a demonios, los cuales no son Dios,
a dioses que no conocían,
a dioses nuevos y recientes;
a dioses que sus antepasados jamás temieron.
18 Descuidaste la Roca que te engendró;
te olvidaste del Dios que te dio la vida.

Israel ni siquiera está en la tierra que fluye leche y miel, y ya están satisfechos consigo mismos, perezosos y centrados en su propio placer. Cuando su situación mejoró y disfrutaron de la bondad de Dios, en lugar de responder con acción de gracias y fidelidad:

  • Abandonaron a su creador; negaron su obvio derecho de propiedad.  ¡Él los hizo! Y ellos lo olvidaron. Él es su padre, pero en las Escrituras también se le ve como una madre. Ya sabemos que el hombre y la mujer juntos fueron hechos a imagen de Dios. Aquí Dios los engendró; los dio a luz, pero como un adolescente rebelde, Israel no quiere nada que ver con mamá y papá.
  • Rechazaron y abandonaron la Roca. Es difícil ignorar una roca. La Roca es su Padre y Salvador, y ellos consciente y deliberadamente lo rechazaron.
  • Lo enfurecieron y lo pusieron celoso con sus ídolos y falsos dioses. ¡Dios los ama! ¡Fue madre y padre para ellos! Él proveyó para ellos. Él está herido. Celoso. Enojado. ¡Ellos han elegido otros dioses e imágenes hechas por el hombre sobre el Dios vivo!
  • Rechazaron al Dios de sus padres. Durante cientos de años, sus antepasados ​​adoraban a Dios, a través de los largos años de esclavitud. Pero rompieron esa tradición para perseguir a dioses ajenos. ¡Suenan como muchos jóvenes hoy! Nadie les enseñó estos dioses, pero ahora, a pesar de que no hay evidencia de que sean reales, corren precipitadamente después de ellos y les hacen sacrificios.

¿Conoces a alguien que ha rechazado la bondad de Dios, como lo hizo Israel? Muchos cristianos se han convertido gordos y rellenos, pateando contra las restricciones de Dios. ¿Has hecho a Dios enojado o celoso en el pasado? ¿Te imaginas rechazando a tu madre, la que te dio a luz? ¿Por qué incluso considerar abandonar al Dios que te engendró? Ten cuidado con la tentación de correr hacia los dioses falsos de hoy. ¡No rechaces la única verdadera roca!

El juicio de Dios

19 »El Señor vio todo eso y se alejó de ti,
provocado al enojo por sus propios hijos e hijas.
20 Dijo: “Los abandonaré
y ya veremos cómo terminan.
Pues son una generación torcida,
hijos sin integridad.
21 Ellos despertaron mis celos al rendir culto a cosas que no son Dios;
provocaron mi enojo con sus ídolos inútiles.
Ahora yo despertaré sus celos con gente que ni siquiera es pueblo,
provocaré su enojo por medio de gentiles insensatos.
22 Pues mi enojo arde como el fuego
y quema hasta las profundidades de la tumba.
Devora la tierra y todos sus cultivos
y enciende hasta los cimientos de las montañas.

Dios no puede simplemente sentarse y dejarlos ir. Él los rechaza (porque primero lo rechazaron a Él) y les oculta su rostro, pero Él sigue siendo su Padre. Son sus hijos. Él no los olvidará; tratará de hacerlos envidiosos al incluir a una gente que nunca lo había conocido – exactamente lo que Pablo dice que Dios hizo mediante la inclusión de los gentiles en el Evangelio. ¡Pero aún eso no ha funcionado muy bien para llevar a los judíos a su Mesías!

¡No provoques a Dios a ira! Su ira es lo suficientemente fuerte caliente para encender un fuego que devorará la tierra y sus cosechas, y eso es sólo el comienzo de su juicio.

¿Qué los salva de la destrucción total?

23 Amontonaré calamidades sobre ellos
y los derribaré con mis flechas.
24 Los debilitaré con hambre,
alta fiebre y enfermedades mortales.
Les enviaré los colmillos de bestias salvajes
y serpientes venenosas que se arrastran por el polvo.
25 Por fuera, la espada los matará
y por adentro, el terror los carcomerá,
tanto a los muchachos como a las jovencitas,
tanto a los niños como a los ancianos.
26 Los habría aniquilado por completo,
habría borrado hasta el recuerdo de ellos,
27 pero temí la burla del enemigo,
quien podría entender mal y decir:
‘¡Nuestro poder ha triunfado!
¡El Señor no tuvo nada que ver en eso!’”

Mira las palabras que Dios usa para describir los juicios venideros:

  • Calamidades amontonadas
  • Flechas derribadas
  • Hambruna debilitante
  • Enfermedades mortales
  • Los colmillos de bestias salvajes
  • Serpientes venenosas
  • La espada los matará
  • El terror los carcomerá
  • Aniquilados por completo
  • El recuerdo de ellos borrado

Esta no es la primera vez que ellos escuchan de este juicio; Moisés ya predijo estas calamidades, la canción simplemente las repite. ¿No servirían de luz roja en su camino a la perdición? ¿Sabes que el mismo juicio puede caer sobre aquellos que rechazan a Dios y su Palabra hoy?

Entonces, ¿por qué no simplemente destruirlos? El verso 27 dice que Dios teme la burla del diablo y sus demás enemigos. ¡Le preocupa que el enemigo pueda malinterpretar lo que está haciendo! El terror es la especialidad del diablo, y Satanás podría atribuirse el mérito de su destrucción (estamos acostumbrados a pensar que el diablo vino a matar, hurtar, y destruir, y así es). Es por eso que Satanás puede ver la destrucción de Israel como un gran triunfo para su equipo. Pero Dios no dará a sus enemigos esa satisfacción, y va a salvar a Israel y exaltarlo de nuevo.

Esto puede aplicarse a la iglesia pecadora de hoy. ¡Dios no permitirá que su iglesia esté tan devastada que Satanás pueda pensar que triunfó sobre nosotros!

28 »Pero Israel es una nación insensata;
su gente es necia, sin entendimiento.
29 ¡Ay, si fueran sabios y entendieran estas cosas!
¡Ay, si supieran lo que les espera!
30 ¿Cómo podría una persona perseguir a mil de ellos
y dos personas hacer huir a diez mil,
a menos que la Roca de ellos los hubiera vendido,
a menos que el Señor se los hubiera entregado?
31 Pero la roca de nuestros enemigos no es como nuestra Roca,
hasta ellos mismos se dan cuenta de eso.
32 Su vid crece de la vid de Sodoma,
de los viñedos de Gomorra.
Sus uvas son veneno,
y sus racimos son amargos.
33 Su vino es veneno de serpientes,
veneno mortal de cobras.

¿Has pensado en lo que te espera? ¿Qué has sembrado? ¿Qué cosecharás? ¿Te importa? ¿Crees que marcaría la diferencia si supieras tu futuro?

Dios está gritando: ¡Despiértate! Israel apenas está entrando en su herencia, ¡y ya está fracasando! ¡Son ciegos! Cuando las locuras comienzan a suceder en tu vida, ya es tiempo preguntarte ¿por qué? Dios tiene un mensaje para ti. Locuras como un solo hombre (del enemigo) persiguiendo a un millar. ¿Cómo se puede ignorar señales tan claras? ¡Incluso los enemigos de Dios saben que no hay otro como Él! ¡Pero Israel está tan involucrado en el pecado de Sodoma y Gomorra que no puede discernir lo que está sucediendo!

Y tú, ¿tienes discernimiento espiritual? ¿Puedes ver a dónde vas? ¿De dónde crece tu vid? ¿Está tu “vino” lleno de veneno y amargura?

La venganza es mía

34 »El Señor dice: “¿Acaso no estoy sellando todas esas cosas
y almacenándolas en mi cofre?
35 Yo tomaré venganza; yo les pagaré lo que se merecen.
A su debido tiempo, sus pies resbalarán.
Les llegará el día de la calamidad,
y su destino los alcanzará”.

Lo que siembras, cosecharás. Dios te recompensará. Ésta es la primera vez que el conocido dicho «la venganza es mía» aparece en la Biblia. Dios les permite seguir su camino pecaminoso, hasta que sus pies se deslicen. El desastre está mucho más cerca de lo que ellos pueden imaginar.

36 »Sin duda, el Señor hará justicia a su pueblo
y cambiará de parecer acerca de sus siervos,
cuando vea que ya no tienen fuerzas
y no queda nadie allí, ni siervo ni libre.
37 Y luego preguntará: “¿Dónde están sus dioses,
esas rocas a las que acudieron para refugiarse?
38 ¿Dónde están ahora los dioses
que comían la gordura de sus sacrificios
y bebían el vino de sus ofrendas?
¡Que se levanten esos dioses y los ayuden!
¡Que ellos les den refugio!

Dios puede parecer vengativo aquí, pero su corazón también está conmovido a la compasión al ver la debilidad y la destrucción de su pueblo. ¿Has sufrido castigo bajo la mano de Dios? ¡Anímate! Él se lo quita cuando sabe que no puedes soportarlo más. Dios espera hasta que hayas agotado tus fuerzas corriendo tras otros dioses y finalmente te das cuenta de que ellos no tienen nada que ofrecer. Dios quiere decir:

  • ¿Pensabas que esos dioses eran tan grandes? ¿Dónde están ahora?
  • Puede que confíes en tu dinero, tu posición o tus amigos mundanos. ¿Dónde están ahora?
  • ¿Por qué no te ayudan? ¿No pueden?

El gran YO SOY

39 ¡Miren ahora, yo mismo soy Dios!
¡No hay otro dios aparte de mí!
Yo soy el que mata y el que da vida,
soy el que hiere y el que sana.
¡Nadie puede ser librado de mi mano poderosa!
40 Ahora levanto mi mano al cielo
y declaro: ‘Tan cierto como que yo vivo,
41 cuando afile mi espada reluciente
y comience a hacer justicia,
me vengaré de mis enemigos
y daré su merecido a los que me rechazan.
42 Haré que mis flechas se emborrachen de sangre,
y mi espada devorará carne:
la sangre de los masacrados y cautivos,
y las cabezas de los jefes enemigos’”.

Éste es el crescendo de la canción. Me imagino trompetas y voces de júbilo. Dios se declara a sí mismo el gran YO SOY (lo cual está un poco oculto en la traducción del versículo 39).

Dios se vengará y  dará retribución a sus enemigos. Este se ha convertido en un tema principal en la canción. Y va a ser feo. Para enfatizarlo, Él jura por sí mismo. ¡Qué bueno saber que hay un solo Dios! ¡Ojalá que tú lo conozcas! Si no, ahora mismo puedes clamar a Él y ser salvo.

En medio de su ira y venganza, existen tres verdades muy consoladoras para los obedientes:

  • Dios tiene el poder de resucitar. El poder de la vida y la muerte está en su mano. ¿Te sientes muerto? ¿Ha muerto tu matrimonio? ¿Tus sueños? Dios puede hacerlos vivir, pero primero tienes que morir, crucificando en la cruz de Jesús el “yo” y lo que queda de tu vida.
  • Él tiene el poder de sanar. Dios hiere, y esas heridas duelen, pero Él siempre tiene un propósito. Dios sana al herido. ¿Tienes heridas en tu vida? Pueden ser de Dios, el diablo u otras personas. ¡Que Dios los sane!
  • Tu enemigo no puede ser librado de su mano. Nadie puede enfrentarse a Él, y cuando estás en su mano, nadie puede arrebatarte de ella.

¿Has notado cómo Moisés cambió de hablar acerca de Dios en el principio de la canción, a estas declaraciones proféticas muy claras? A menudo he visto que eso sucede en la profecía. Al principio puede ser una mezcla de los pensamientos de la persona y la palabra de Dios, pero con el Espíritu moviéndose, la palabra cambia y proviene directamente del corazón de Dios.

Ahora, al concluir la canción, Moisés responde a lo que Dios le dio, y llama al pueblo a regocijarse por lo que Dios hará.

¡Alégrense!

43 »Alégrense con él, oh cielos,
y que lo adoren todos los ángeles de Dios.
Alégrense con su pueblo, oh gentiles,
y que todos los ángeles se fortalezcan en él.
Pues él vengará la sangre de sus hijos,
cobrará venganza de sus enemigos.
Dará su merecido a los que lo odian
y limpiará la tierra de su pueblo».

El regocijo es para ahora; el resto es todo tiempo futuro. Nuestra alegría se basa en lo que creemos por fe que Dios va a hacer en el futuro, no en lo que estamos experimentando ahora. Moisés también les recordó las obras de Dios en el pasado. Podemos alegrarnos en ellas también. ¿Son ambos parte de tu adoración? ¿Recuerdas lo que Dios ha hecho por ti en el pasado? ¿Y te regocijas en su reino venidero y todo lo que nos ha prometido en el futuro?

Moisés señala tres cosas que Dios hará:

  • Vengará la sangre de sus siervos. Los mártires son preciosos para Dios, y la sangre de cada uno se vengará.
  • Cobrará venganza de sus enemigos. Ellos pagarán por todo lo que han hecho contra su reino. Pueden creer que han escapado de la ira de Dios, pero hay un día de juicio venidero.
  • Hará expiación por la tierra de su pueblo. El sacrificio de su propio Hijo en la cruz proporcionó expiación para su pueblo. La tierra será limpiada de su idolatría, y su pueblo restaurado.

Lo sorprendente aquí es la invitación a los gentiles (literalmente naciones) a unirse a las alabanzas. ¡Estas son buenas noticias para todos! Moisés pudo haber visto proféticamente la inclusión de los gentiles, quizá vislumbrando incluso esa gran reunión de toda nación y toda lengua en el reino de Dios.

44 Entonces Moisés fue con Josué, hijo de Nun, y recitó todas las palabras de ese canto al pueblo.

45 Cuando Moisés terminó de recitar todas esas palabras al pueblo de Israel, 46 agregó: «Toma en serio cada una de las advertencias que te hice hoy. Transmítelas como una orden a tus hijos, para que obedezcan cada palabra de esas instrucciones. 47 No son palabras vacías; ¡son tu vida! Si las obedeces, disfrutarás de muchos años en la tierra que poseerás al cruzar el río Jordán».

Los judíos dividen los cinco libros de Moisés en porciones semanales. Cada año, a lo largo de las generaciones, esta canción ha servido para recordarles qué significa servir al Dios vivo. Aunque hay palabras ominosas de apostasía y juicio, todavía tienen la oportunidad de poseer la tierra y disfrutar de una larga vida en ella. Dios les ha dado su Palabra, y su Palabra es vida. No hay palabras vacías o vanas en la Biblia. ¡No la tomes a la ligera! ¡Las Palabras de Dios son tu vida! Aprende a vivir por ellas.

Otra canción de Moisés

Vamos a tener la increíble oportunidad de escuchar otra canción de Moisés, en realidad un dúo de Moisés y Jesús, el Cordero. Se registra en Apocalipsis 15:2-4. ¡Qué tributo impresionante al lugar que Moisés ocupa en el Reino de Dios!

Vi también un mar como de vidrio mezclado con fuego. De pie, a la orilla del mar, estaban los que habían vencido a la bestia, a su imagen y al número de su nombre. Tenían las arpas que Dios les había dado,  y cantaban el himno de Moisés, siervo de Dios, y el himno del Cordero:

«Grandes y maravillosas son tus obras,
Señor, Dios Todopoderoso.
Justos y verdaderos son tus caminos,
Rey de las naciones.
¿Quién no te temerá, oh Señor?
¿Quién no glorificará tu nombre?
Sólo tú eres santo.
Todas las naciones vendrán
y te adorarán,
porque han salido a la luz las obras de tu justicia.»