Samuel se despide: I Samuel 12:1-25

¿Qué palabra te gustaría recibir de tu padre espiritual? ¿O de tu padre terrenal? Israel está en medio de una celebración familiar. Se sienten bien. ¡Tienen un rey! ¡Derrotaron a los amonitas! Las cosas realmente están mejorando. Con mucha expectativa ellos se reúnen para recibir la bendición de su padre.

Entonces Samuel se dirigió a todo Israel: —He hecho lo que me han pedido y les he dado un rey. Ahora el rey es su líder. Estoy aquí delante de ustedes —un hombre ya viejo y canoso— y mis hijos les sirven. He sido su líder desde mi niñez hasta el día de hoy. Ahora testifiquen contra mí en presencia del Señor y ante su ungido. ¿A quién le he robado un buey o un burro? ¿Alguna vez he estafado a alguno de ustedes? ¿Alguna vez los he oprimido? ¿Alguna vez he aceptado soborno o he pervertido la justicia? Díganmelo y corregiré cualquier cosa incorrecta que haya hecho. (1-3, NTV)

No es exactamente lo que esperaban oír, pero los ancianos tienen una tendencia a ser malhumorados. ¿Por qué? Hay algo que sucede a menudo con un hombre a lo largo de los años. Él se esfuerza para ser todo lo que un hombre debe ser: Un buen esposo y padre, exitoso en el trabajo y financieramente seguro, un buen cristiano y líder en la iglesia (si es un creyente). Pero a través de los años crece un intenso revoltijo de emociones, tanto que es difícil de expresar o incluso comprender:

  • Hay fracasos y rechazos.
  • Él tiene un amor profundo por su esposa, pero anhela una mayor intimidad.
  • Está preocupado por sus hijos.
  • El tiempo pasa demasiado rápido, y se siente fuera de control.

Cuando mezcla todo eso, y más, un anciano puede parecer gruñón. Muchos hombres simplemente se retiran a algún pasatiempo, al bar, a sus animales – o a la iglesia. No saben cómo manejar todas esas emociones. Pero mira más allá del dolor y lo que necesitan es amor y afirmación. Todavía tienen algo importante que decir. Podemos aplacarlos para silenciarlos y evitar sus quejas. A veces otros quieren que simplemente desaparezcan. Eso es lo que sucedió aquí. Se puede ver por la rapidez con que responden a Samuel. Dicen lo que ellos creen que él quiere oír:

—No nos has defraudado —respondieron—; tampoco nos has oprimido ni le has robado nada a nadie. (4)

El entusiasmo del pueblo se ha ido. Se sienten pequeños, como un niño regañado por mami o papi. Es difícil que te recuerden tu pecado. Te gustaría olvidarlo. Quieres que todo esté bien, pero la vida no funciona así. No puedes seguir adelante hasta que lo resuelvas. En tu corazón ya sabes muy bien que hiciste mal. Tu esposa, tu patrón, Dios – todos tienen quejas legítimas contra ti. Te sientes frustrado y puedes preguntar “¿Qué más quieres de mí?” Pero el único remedio es arrepentirse y hacer frente a las consecuencias.

Ya Samuel sabe que ellos no han escuchado su corazón, pero es difícil para los hombres hablar de su dolor, y Samuel todavía tiene que decir algo. Va a centrarse en Dios. Ya sea conscientemente o no, de alguna manera Samuel quiere producir culpa en el pueblo.

—El Señor y el rey que él ha escogido son testigos de que ustedes no me han encontrado culpable de nada —recalcó Samuel.

—Así es —afirmaron.

Además, Samuel dijo al pueblo: —El Señor es quien actuó por medio de Moisés y de Aarón, sacando de Egipto a los antepasados de ustedes.  Por lo tanto prepárense, que en presencia del Señor voy a discutir con ustedes acerca de todos los beneficios que él les ha hecho a ustedes y a los antepasados de ustedes. (5-7, DHH)

Más allá de sus críticas y su mal humor, a Samuel le preocupa la relación de Israel con Dios. Se siente en parte responsable por ella. Durante muchos años él ha predicado fielmente la Palabra de Dios y todavía no la obedecen. Ahora él está retirándose. Sus hijos no pueden ocupar su lugar. No habrá otro profeta prominente hasta el reinado de David. Samuel sabe que Saúl está heredando una situación difícil. Será de gran ayuda para el nuevo rey si el pueblo está bien con Dios. Samuel sabe que necesitan un avivamiento. Él va a descansar tranquilo si puede entregarle a Saúl un pueblo arrepentido.

»Y ahora, préstenme atención y observen con sus propios ojos algo grandioso que el Señor va a hacer. Ahora no es tiempo de lluvias sino de cosecha. Sin embargo, voy a invocar al Señor, y él enviará truenos y lluvia; así se darán cuenta de la gran maldad que han cometido ante el Señor al pedir un rey.

Samuel invocó al Señor, y ese mismo día el Señor mandó truenos y lluvia. Todo el pueblo sintió un gran temor ante el Señor y ante Samuel, y le dijeron a Samuel: —Ora al Señor tu Dios por nosotros, tus siervos, para que no nos quite la vida. A todos nuestros pecados hemos añadido la maldad de pedirle un rey. (16-19)

¿Qué opinas de Samuel invocando el trueno y la lluvia? ¿Fue demasiado sensacional? ¡Definitivamente fue un paso de fe! ¡Pero Dios honró su petición! Samuel no estaba exaltándose a sí mismo, y ahora Dios tiene la atención del pueblo. Claro, Samuel dejó que sus prejuicios personales afectaran su mensaje. Pero, ¿quién no? Cuando miras más allá de ellos, vemos la gran sabiduría de Samuel, y lo que aún podemos hacer hoy para estar bien con Dios. La historia de Israel hubiera sido muy diferente si Saúl y el resto de la nación hubieran seguido lo que Samuel predicó. Básicamente se trata de lo que debería suceder en la iglesia cada semana, o cuando buscamos a Dios en un tiempo devocional:

  • Adoras a Dios, ves su poder revelado o lees la Biblia. Así obtienes una visión fresca de quién es Dios.
  • Tienes la oportunidad de humillarte, ser honesto y confesar tu pecado. Pero no termina ahí; Dios te llama al arrepentimiento, a dejar tu pecado, dar la vuelta y seguirlo.
  • Dios te enseña una nueva forma de vida, a través de tu propio estudio de la Palabra, la predicación y la enseñanza en la iglesia y la guía de su Espíritu Santo. Entonces tú tienes que decidir si vas a obedecerlo o no.

Sé asombrado por el poder de Dios

Samuel les recordó su pecado. Los israelitas pensaban que todo estaba bien, pero se habían olvidado de Dios. Ellos habían esperado una bendición de Samuel y un sermón agradable. Luego podrían volver a sus rutinas y seguir haciendo lo que sentían ganas de hacer. Ellos necesitaban un recordatorio de quién es Dios. Una tormenta mostraría el poder de Dios, vindicaría a Samuel y condenaría a la gente de su ofensa por pedir un rey. Casi nunca llueve en Canaán durante la cosecha, así que la lluvia y el trueno tuvieron el efecto deseado.

Es fácil olvidar que Él es el Creador Todopoderoso y el Señor del Universo, y nosotros somos su creación pecaminosa. ¿Eres tú como los israelitas, asistiendo a la iglesia de costumbre, en busca de tu bendición? ¿Estás tan ocupado con las actividades de la iglesia que has olvidado quién es Dios? Es fácil pensar que todo está bien, cuando en realidad hay fallas graves en tu relación con el Señor. Es posible que Él tenga que despertarte para ver que es un santo, todopoderoso Dios, y reconocer la profundidad de tu pecado contra Él. ¿Sientes reverencia o temor de Dios? ¿Cuándo fue la última vez que viste su poder y grandeza? ¿Ha utilizado Dios una señal dramática para llamar tu atención? ¿Necesitas una señal ahora?

Dios está listo a perdonar a los israelitas, pero nunca habían reconocido la forma en que lo rechazaron cuando pidieron un rey. Para tener una relación sana con Dios, necesitas un arrepentimiento genuino.

Arrepentimiento

Al darse cuenta de su error, los israelitas humildemente le piden a Samuel que interceda por ellos. Podríamos esperar que él aproveche de la oportunidad para regañarlos de nuevo, pero ahora les da el consejo de un padre. Puede que no sea el mensaje de aliento que Israel esperaba, pero es la verdad, y eso es lo que necesitamos. Puede que no te guste todo lo que la Biblia dice, pero Dios es justo. Él nos ha dado su Palabra para enseñarnos lo bueno y lo malo, y hacer claro lo que espera de nosotros. El problema es que a menudo no queremos obedecerlo.

Si ustedes y el rey que los gobierne temen al Señor su Dios, y le sirven y le obedecen, acatando sus mandatos y manteniéndose fieles a él, ¡magnífico! En cambio, si lo desobedecen y no acatan sus mandatos, él descargará su mano sobre ustedes como la descargó contra sus antepasados. (14-15)

—No teman —replicó Samuel—. Aunque ustedes han cometido una gran maldad, no se aparten del Señor; más bien, sírvanle de todo corazón. No se alejen de él por seguir a ídolos inútiles, que no los pueden ayudar ni rescatar, pues no sirven para nada.  Por amor a su gran nombre, el Señor no rechazará a su pueblo; de hecho él se ha dignado hacerlos a ustedes su propio pueblo.  En cuanto a mí, que el Señor me libre de pecar contra él dejando de orar por ustedes. Yo seguiré enseñándoles el camino bueno y recto.  Pero los exhorto a temer al Señor y a servirle fielmente y de todo corazón, recordando los grandes beneficios que él ha hecho en favor de ustedes. Si persisten en la maldad, tanto ustedes como su rey serán destruidos. (20-25)

Habiendo reconocido quién es Dios y que necesitamos su gracia, estamos listos para seguir adelante. Él nos asegura su amor y cuidado, y nos da tres consejos sabios para ayudarnos a prosperar.

Sirve al Señor con todo tu corazón

Ahora que su relación con Dios está bien, pueden servirle. No es suficiente solo creer en Él, o servirle de mala gana. Tenemos que servirle con todo el corazón. Por naturaleza, no queremos que nadie nos diga qué hacer. Queremos hacer las cosas a nuestra manera. ¡Fue por eso que Adán y Eva cayeron! La decisión de caminar en obediencia es esencial para superar nuestra naturaleza rebelde. Ahora Israel tiene un rey, y el rey y el pueblo tienen que seguir a Dios. Esto significa que un rey malvado impactará a toda la nación, y si persisten en hacer el mal, incluso un rey piadoso no va a salvarlos. La historia de Israel está llena de ambas experiencias.

Permanece cerca de Dios

La clave para prosperar es quedarse cerca de Dios. Hay dos peligros para evitar aquí:

En primer lugar, apartándose de Dios. Algunas personas se desaniman cuando se enfrentan a su pecado, y sienten que nunca pueden cumplir con los requisitos de ser cristianos. Pero no importa la gravedad de tu pecado, Dios te recibirá de nuevo. Él te ama y se alegra por tu arrepentimiento. Tú eres su hijo adoptivo, y su reputación está en juego. Él no quiere que nadie hable lo mal que trata a su familia.

El segundo peligro es permitir que los ídolos inútiles te alejen de Dios. Samuel probablemente estaba pensando en imágenes talladas, pero nuestros ídolos son diferentes: dinero, mujeres, fama, casas, carros, internet. Puede ser bueno en sí mismo, pero se convierte en un ídolo y es destructivo e inútil si es más importante que Dios. En lugar de tratar con el pecado y caminar con Dios, la tentación es llenar tu vida con trabajo, mujeres o algún proyecto – por lo general algo que tú puedes controlar.

No juegues con Dios

Las consecuencias de la desobediencia son graves:

  • La mano de Dios estará contra ti. Si alguna vez has experimentado eso, no es divertido. La vida se vuelve miserable. Todo lo que intentas hacer es frustrado.
  • Por último, serán destruidos.

Eso no es sólo para Saúl y los israelitas. Eso todavía aplica hoy si te apartas del Señor. ¡No juegues con Dios! Desafortunadamente, aunque hubo triunfos aquí y allá, Israel no pudo hacer estas elecciones simples. Dios tanto quería ayudarlos que envió a su propio Hijo a morir por ellos, ¡y por ti! Es sólo en una relación con Jesús que encuentras el poder y la capacidad para vivir esto. ¡Alabado sea Dios por Jesús! Y Dios no sólo envió a su propio Hijo, también envió el Espíritu Santo para que viviera dentro de ti y te diera el poder de hacer lo correcto.

La responsabilidad del líder

Aunque es su mensaje de despedida, no es el final del ministerio de Samuel. Él va a seguir haciendo dos cosas fundamentales y esenciales para cualquier persona en el liderazgo cristiano:

  1. Orar por la gente. Una buena manera de evaluar un líder es observar su vida de oración. Samuel dice que no orar es pecar contra Dios. Si no has estado orando por tu gente, los estás privando de algo muy importante. Confiésalo a Dios como un pecado.
  2. Enseñarles lo que es bueno y correcto. El líder que no enseña a su pueblo esos principios ha fallado. Demasiados pastores tienen miedo de hacer lo que Samuel hizo aquí: comunicar una palabra fuerte. Dios honrará su palabra. Su iglesia merece la verdad.

 ¿Necesitas un nuevo encuentro con Dios?

Si tú estás tratando de vivir como un cristiano por tu cuenta, es imposible. No hay nada malo en ti, simplemente no puedes hacerlo por ti mismo. Tal vez nunca has aceptado a Jesús como Señor y Salvador de tu vida. Nunca has experimentado el poder del Espíritu Santo. Pensaste que podrías hacerlo por tu cuenta, pero Dios te ha convencido de que lo necesitas. Pídele que te perdone y te llene con su Espíritu.

¿Necesitas una nueva visión de Dios? ¿Te has alejado de Él? ¿Te parece extraña la idea de vivir en lo sobrenatural? Tal vez tú pensaste que todo estaba bien, mientras que en realidad hay cosas en tu vida que no agradan a Dios. Pídele al Espíritu Santo que escudriñe tu corazón. Si es necesario, arrepiéntete. Es hora de tomar en serio la obediencia, buscar a Dios con todo tu corazón, y dejar de lado los ídolos inútiles. Dios no te va a rechazar, pero antes de que puedas seguir adelante, tienes que reconocer y sinceramente confesar cualquier pecado.