Una pared de bronce fortificada

Si ésta ha sido una semana difícil para ti, no eres el único. Por alguna razón he hablado con muchas personas que están pasando por pruebas fuertes. Creo que el Señor quiere animarte con esta palabra de Jeremías 15:

15 —Señor, tú sabes lo que me sucede.
Por favor, ayúdame. ¡Castiga a mis perseguidores!

¡Dios sabe! ¡Él sabe exactamente qué ha pasado contigo esta semana y la razón por la cual Él lo permitió! Te ha visto en la angustia, en oración, y en momentos de alegría. Si alguien te ha perseguido o maltratado, entrégalo al Señor y deja a Él bregar con esa persona. ¡Clama a Dios! ¡Él te ayudará!

Por favor, dame más tiempo; no dejes que muera joven.
Es por tu causa que sufro.

Sí, puedes sentir que no puedes soportar más. Algunos han pensado en suicidio o han sentido una sentencia de muerte en su corazón; la muerte de sueños, un ministerio, o un matrimonio. (¡Ojalá que fuera por causa de Dios y no por causa de tu pecado que estés sufriendo!)

16 Cuando descubrí tus palabras las devoré;
son mi gozo y la delicia de mi corazón,
porque yo llevo tu nombre,
oh Señor Dios de los Ejércitos Celestiales.

¡Tú llevas el nombre del Señor de los Ejércitos Celestiales! ¡El Rey de reyes! ¡Él es un gran guerrero, y tiene un gran ejército de ángeles para ayudarte! ¡Tú eres su hijo adoptado!

Porque tú eres su hijo, Dios te ha dado su Palabra. ¿Ha sido esa Palabra tu gozo y la delicia de tu corazón esta semana? Con demasiada frecuencia, en la prueba no devoramos la Palabra. ¿Has descubierto cuan rica es la Palabra? Toma tiempo para hallar gozo y delicia en la Biblia.

17 Nunca me uní a la gente en sus alegres banquetes. (No he formado parte de grupos libertinos,
ni me he divertido con ellos.
NVI)
Me senté a solas porque tu mano estaba sobre mí
y me llené de indignación ante sus pecados.

Tú has intentado a andar en santidad y no caer con malos compañeros o ir a la fiesta o la cantina. Odias el pecado. Has hecho todo lo que dicen que se debe hacer para experimentar la bendición de Dios.

18 ¿Por qué, entonces, continúa mi sufrimiento?
¿Por qué es incurable mi herida?
Tu ayuda parece tan incierta como el arroyo estacional,
como un manantial que se ha secado. (¿Serás para mí un torrente engañoso de aguas no confiables?
NVI)

¿Te parece incierta la ayuda de Dios? ¿Te preguntas qué pasó con la sanidad prometida? ¿Dónde está el gozo del Señor? ¿Hay problemas y heridas que te parecen incurables?

19 Esto responde el Señor:

—Si regresas a mí te restauraré
para que puedas continuar sirviéndome. (Si te arrepientes, yo te restauraré y podrás servirme
. NVI)

No quiere decir que te has apartado del Señor. Pero si estas lejos de Él, si hace un rato que no vas a la iglesia, si no estás orando o leyendo su Palabra, Él te llama a regresar a Él. Si hay pecado, te llama a arrepentirte. Cualquier que sea la situación, su promesa es para restauración: del gozo, de la salud, de tu matrimonio, de tu ministerio. El diablo quiere que no sirvas a Dios; el Señor te restaura para que puedas continuar sirviéndole.

Si hablas palabras beneficiosas en vez de palabras despreciables, serás mi vocero. (Si evitas hablar en vano, y hablas lo que en verdad vale, tú serás mi portavoz. NVI)

Dudo que Jeremías estaba hablando palabras despreciables, tampoco estás tú. Pero puede sentir que has hablado en vano, que la gente no te escucha. Habla la verdad, habla palabras beneficiosas, para edificar a otros, incluso tus enemigos.

Tienes que influir en ellos; ¡no dejes que ellos influyan en ti!

Es demasiado fácil ser influido por los compañeros de trabajo, familiares inconversos, y los medios. ¡Dios quiere que tú influyas en ellos! Examina tus pensamientos y tu corazón. Si cosas del mundo o del enemigo han entrado a causa de la influencia de otros, recházalas y recuérdate a ti mismo lo que Dios ha dicho.

20 Pelearán contra ti como un ejército en ataque,
pero yo te haré tan seguro como una pared de bronce fortificada.
Ellos no te conquistarán,
porque estoy contigo para protegerte y rescatarte.
¡Yo, el Señor, he hablado!
21 Sí, te mantendré a salvo de estos hombres malvados;
te rescataré de sus manos crueles.

Puede ser que hay un ejército de demonios que te atacan, o los problemas te parecen tan grandes que son como un gran ejército. Puede que hayas caído en las manos crueles de hombres malvados. Puede parecer que hay obstáculos y enemigos a todos lados. Pero Dios tiene esta palabra para ti:

¡Te rescataré!

¡Te mantendré a salvo!

¡Yo estoy contigo para protegerte!

¡Yo estoy contigo para rescatarte!

¡Ellos no te vencerán!

Visualiza una pared de bronce fortificada. Dios dice que Él te hará tan seguro como esa pared. ¡Todo va a estar bien! ¡Dios no se ha olvidado de ti! ¡No estás solo!

4 respuestas a «Una pared de bronce fortificada»

  1. Que Palabra tan motivadora para aquellos que en algún momento no hemos visto respuesta de parte de Dios. Debemos seguir y cambiar nuestras actitudes, Él está con nosotros

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