Dios hizo un milagro más grande que resucitar a un muerto, curar cáncer, o liberar a unendemoniado: Ha pagado el precio de tus pecados, te ha adoptado como su hijo, y te ha dado una herencia en su reino. ¿Qué tienes que hacer tú?
Algo para desechar
1Por lo tanto, abandonen toda maldad y todo engaño, hipocresía, envidias y toda calumnia.
Primero, hay cosas de tu vida vieja que simplemente no tienen lugar en esta nueva vida.Pedro nombra solo cinco aquí. ¿Siguen siendo parte en tu vida?
- Maldad (mala conducta, malicia)
- Engaño
- Hipocresía
- Envidias
- Calumnia (difamación, detracciones, chismes, comentarios hirientes)
¿Añadirías otras cosas de las que tienes que deshacerte? Esta es la parte negativa, que te limpiará y permitirá que la Palabra de Dios caiga en tierra fértil y crezca.
Prepárate para crecer
2 Deseen con ansias la leche pura de la palabra, como niños reciénnacidos. Así, por medio de ella, crecerán en su salvación, 3 ahora que han probado lo bueno que es el Señor.
Si has experimentado algo de la bondad de Dios y has saboreado su salvación, sabes lo bueno que es, y quieres más. Todos empezamos como niños recién nacidos cuando aceptamos a Cristo y nacemos otra vez como criaturas nuevas, pero tenemos que crecer. Qué triste es ver a un creyente que ha sido salvado 10 o 20 años y noha crecido. Aquí Pedro dice que es la leche pura de la palabra de Dios que produce el crecimiento. Tal como un bebe clama por esa leche, nosotros tenemos que desear y buscar esa leche. La NTV dice: Pidan a gritos ese alimento nutritivo.
Piedras vivas en una casa espiritual
4 Cristo es la piedra viva, rechazada por los seres humanos, pero escogida y preciosa ante Dios. Al acercarse a él, 5 también ustedes son como piedras vivas, con las cuales se está edificando una casa espiritual. De este modo llegan a ser un sacerdocio santo, para ofrecer sacrificios espirituales que Dios acepta por medio de Jesucristo.
Tú tienes una relación personal con Cristo; ahora debes acercarte a Él, sabiendo que es escogido y precioso para su Padre, aunque fue rechazado en esta tierra por su propio pueblo. Pedro lo llama una piedra viva, pero luego dice algo radical: nosotros también somos piedras vivas. La salvación no es solamente individual; una parte integral de ser salvo es ser parte de una casa espiritual. Dios te coloca como una piedra en el muro de esa casa, donde te relacionas con las otras piedras vivas. Los edificios no están vivos y no son muy importantes para Dios. Nosotros invertimos cantidades enormes de tiempo, energía, y dinero en nuestros templos y edificios; lo que interesa a Dios es la casa espiritual.
¿Está tu piedra colocada en una casa espiritual? ¿Estás experimentando un rico compañerismo con las demás piedras? ¿Es una casa que glorifica a Dios?
Sacrificios aceptables a Dios
En el Antiguo Testamento, los sacerdotes ofrecían los sacrificios. Ya no tenemos que sacrificar corderos y otros animales, pero Dios todavía exige sacrificios, y sacerdotes aún los ofrecen. Más los sacerdotes somos todos nosotros; somos parte de un sacerdocio real. Ese es un privilegio y una responsabilidad grande.Pablo habla de nosotros como sacrificios vivos (Romanos 12:1); aquí Pedro habla de sacrificios espirituales, los cuales tienen que ser aceptables a Dios. Hay mucha gente que hace sacrificios, pensando que pueden obligar a Dios a hacer algo, o para ganar la aprobación de hombres. Los sacrificios que se hacen con un corazón impuro y pecaminoso o por motivos incorrectos no son aceptables a Dios. El Antiguo Testamento habla mucho de Dios rechazando los sacrificios requeridos por la ley porque su pueblo estaba en pecado. El sacrificio extremo fue el sacrificio de Jesucristo en la cruz. Es el sacrificio de nosotros mismos que más agrada a Dios; entregando la vida por nuestros hermanos o esposas, sacrificando nuestra comodidad y tiempo, negándonos a nosotros mismos para el beneficio de otros. Todo lo que hacemos en el Nombre de Jesucristo puede ser un sacrificio a Dios: servicio, alabanzas, y acción de gracias.
La piedra principal
6 Así dice la Escritura:
«Miren que pongo en Sión
una piedra principal escogida y preciosa,
y el que confíe en ella
no será jamás defraudado».
7 Para ustedes los creyentes, esta piedra es preciosa; pero para los incrédulos,
«la piedra que desecharon los constructores
ha llegado a ser la piedra angular»,
8 y también:
«una piedra de tropiezo
y una roca que hace caer».
Tropiezan al desobedecer la palabra, para lo cual estaban destinados.
La piedra principal, la piedra angular de esta casa, es Jesús, colocado por el Padre como fundamento y cabeza. Esta piedra es preciosa para su Padre y para nosotros, pero el mundo ni la acepta ni la valora. No puede entender la importancia quedamos a esta piedra, y la desechan.
Para el mundo, y otras religiones, el problema casi siempre es Jesús. Si hablamos de“dios” en términos genéricos, no tienen mucho problema, pero la persona de Jesús es una piedra de tropiezo que los hace caer. Para ellos Cristo es un escándalo. Tropiezan a causa de su rebelión; no quieren obedecer la palabra, pero una parte integral de ser una piedra viva en esa casa espiritual es tener hambre por la palabra, alimentarte en ella, y obedecerla.
¿Confías en esta piedra? La promesa aquí es que jamás serás defraudado o avergonzado.
Quien eres
9 Pero ustedes son linaje escogido, real sacerdocio, nación santa, pueblo que pertenece a Dios, para que proclamen las obras maravillosas de aquel quelos llamó de las tinieblas a su luz admirable. 10 Ustedes antes ni siquiera eran pueblo, pero ahora son pueblo de Dios; antes no habían recibido misericordia, pero ahora ya la han recibido.
Ha habido una transformación milagrosa. Antes, no éramos un pueblo, especialmente nosotros, los gentiles. Nuestra rebelión y pecado nos hicieron enemigos de Dios. No habíamos recibido misericordia. Estábamos en las tinieblas. No éramos nada. Pero, ahora, Dios nos llamó a su luz admirable, y, en Cristo, todo ha cambiado:
- Hemos recibido misericordia de Dios.
- Somos pueblo de Dios, pueblo que pertenece a Él.
- Somos linaje escogido.
- Somos real sacerdocio.
- Somos nación santa.
¿Y cuál es el propósito de Dios para esta gran salvación? ¡Para proclamar las obras maravillosas y virtudes de Dios a al mundo entero!
Mira de nuevo quien eres, según a la Palabra de Dios. ¿Está tu identidad formada por esta verdad? ¿Tienes esa autoimagen? Nota nuevamente la naturaleza corporativa de quienes somos: un pueblo, un real sacerdocio, una nación santa. No es posible experimentar lo que Dios quiere para nosotros solos en la casa, mirando un culto en la tele.