El propósito del sufrimiento 1 Pedro 4

Asume la misma actitud de Cristo

El tema principal de esta carta ha sido el sufrimiento. Este capítulo empieza “Por tanto,” refiriéndonos al versículo 18 del capítulo 3 (los versos 19-22 son un paréntesis): El padecimiento del justo (Cristo) por los injustos (nosotros).

Los cristianos que recibieron la carta han sufrido una persecución fuerte. Pedro ya ha dicho que tienen que soportar la persecución e incluso someterse a los amos (en el caso de siervos o esclavos), a los maridos (para las mujeres casadas) y a toda la autoridad terrenal. Esperamos que en algún momento Pedro pueda prometer un fin a su sufrimiento y una vida feliz, pero en cambio nos llama a algo más difícil:

1Por tanto, ya que Cristo sufrió en el cuerpo, asuman también ustedes la misma actitud; porque el que ha sufrido en el cuerpo ha roto con el pecado, para vivir el resto de su vida terrenal no satisfaciendo sus pasiones humanas, sino cumpliendo la voluntad de Dios. 

¿Estás listo para vivir el resto de tu vida sin satisfacer tus pasiones o seguir tus propios deseos? ¿Te imaginas vivir toda tu vida cumpliendo la voluntad de Dios? Por desgracia, el pecado puede tener un fuerte control sobre nosotros; solo después de mucho sufrimiento estamos realmente listos para renunciar a la vida carnal y hacer la voluntad de Dios.

Yo he escuchado a predicadores decir que Cristo ya sufrió para que nosotros no tengamos que sufrir, pero la Biblia dice aquí que Cristo es nuestro ejemplo (ve también lo que Pablo dijo al respecto en Filipenses 2:5-11). A la luz de su sufrimiento en la cruz, Dios nos llama a asumir la misma actitud de Jesús, el Varón de Dolores. ¿Cuál es esa actitud? Confiar en el Padre y aceptar el sufrimiento, incluso regocijarse en él. La tendencia es hacer todo lo posible para evitar el sufrimiento:

  • Pastillas, alcohol, drogas, placeres carnales y entretenimiento sin fin (películas, televisión e Internet).
  • La búsqueda de la riqueza (o dinero prestado) para comprar diversiones y vacaciones.
  • La vida llena con actividad, trabajo y todo lo necesario para evitar la realidad de los problemas.

El propósito del sufrimiento

La Biblia dice que hay un propósito en el sufrimiento. Podemos asumir la actitud de Cristo porque sabemos que resulta en algo bueno. En el caso de Jesús, fue por nuestra salvación. Para nosotros, es la santificación. Es un proceso, y vemos la progresión del fruto del sufrimiento en estos dos versículos:

  1. ¿Quieres romper con el pecado? Es una declaración que tú puedes hacer si has sufrido en el cuerpo: “Yo he roto con el pecado.” Lástima que a menudo tengamos que pasar por una enfermedad, encarcelamiento o persecución para arrepentirnos y romper con el pecado.
  2. Hay un cambio definido: es para el resto de tu vida terrenal. Lo natural (la vida que observamos a nuestro alrededor), es satisfacer las pasiones humanas (ya sabemos lo que son, aunque Pedro nombró algunas de ellas en el verso 3 y en el primer versículo del capítulo 2). No podemos servir a dos amos (Dios y la carne); Dios puede permitir el sufrimiento necesario para llevarnos al arrepentimiento para no satisfacer las concupiscencias de la carne.
  3. Ahora nuestro anhelo es cumplir la voluntad de Dios: “No mi voluntad, lo que yo quiero, sino tu voluntad, Padre, lo que tú quieras.” Para cumplir su voluntad, tenemos que saber qué es. Tenemos que moldear nuestras mentes con la Palabra de Dios, someter cada decisión a Dios y aprender a escuchar la voz del Espíritu Santo para discernir su voluntad. Ahora lo más importante es glorificar y agradar a Dios, no a mí mismo.

Y todo empieza con tener la actitud de Cristo y pensar como Él. Un cambio de actitud afecta a toda la vida. Podemos obligarnos a hacer la voluntad de Dios, pero si tenemos una mala actitud, no le agrada. La actitud de Cristo es una disposición total, una entrega completa, a la voluntad de Dios.

Pues ya basta con el tiempo que han desperdiciado haciendo lo que agrada a los incrédulos, entregados al desenfreno, a las pasiones, a las borracheras, a las orgías, a las parrandas y a las idolatrías abominables. 

Tiempo desperdiciado

Pedro clarifica algunas de las pasiones humanas que satisfacíamos, cosas que agradan a los incrédulos y a la carne. Todos vivíamos de esa manera en el pasado, pero son un desperdicio de nuestro tiempo y nuestras vidas. Pedro los incluye aquí, ya que sabe que algunos cristianos todavía están luchando con ellos, pero es hora de cambiar y dejar de ser devotos a ellos (y otras cosas similares).

  • Desenfreno (DHH: vicios, RVR: lascivias); disfrutar de placeres, especialmente sexuales, sin auto dominio ni pensar en las consecuencias
  • Pasiones; lujuria, pornografía, sexo fuera del matrimonio, homosexualidad
  • Borracheras; uso excesivo de alcohol y drogas
  • Orgías; toda práctica sexual fuera de lo normal
  • Parrandas (disipación, banquetes, fiestas)
  • Idolatrías abominables; más allá de la idolatría común, idolatrando a cosas abominables

Ahora queremos redimir el tiempo y vivir para agradar a Dios. El mundo de hoy muestra que nuestra creencia en la perversidad y depravación del ser humano sin Cristo es correcta, aunque no significa que todos los que no conocen a Cristo practiquen estos pecados. Hay buena gente en el mundo, pero sin Cristo, están perdidos.

Pablo escribió acerca de esta depravación en Romanos 1:29-32:

Se han llenado de toda clase de maldad, perversidad, avaricia y depravación. Están repletos de envidia, homicidios, disensiones, engaño y malicia. Son chismosos, calumniadores, enemigos de Dios, insolentes, soberbios y arrogantes; se ingenian maldades; se rebelan contra sus padres; son insensatos, desleales, insensibles, despiadados. Saben bien que, según el justo decreto de Dios, quienes practican tales cosas merecen la muerte; sin embargo, no solo siguen practicándolas, sino que incluso aprueban a quienes las practican.

Nosotros batallamos con nuestros deseos pecaminosos, la influencia del mundo que no conoce a Cristo y el diablo, como Pablo explica en Efesios 2:1-2:

En otro tiempo ustedes estaban muertos en sus transgresiones y pecados, en los cuales andaban conforme a los poderes de este mundo. Se conducían según el que gobierna las tinieblas, según el espíritu que ahora ejerce su poder en los que viven en la desobediencia.

Amigos viejos del mundo

A ellos les parece extraño que ustedes ya no corran con ellos en ese mismo desbordamiento de inmoralidad, y por eso los insultan. 

La NTV: No es de extrañarse que sus amigos de la vieja vida se sorprendan de que ustedes ya no participan en las cosas destructivas y descontroladas que ellos hacen. Por eso los calumnian.

Cuando yo era un niño, la práctica de la inmoralidad era aún menospreciada. Yo he visto un gran cambio; en el mundo de hoy, la moral cristiana a menudo es vista como extrema, rígida e irreal. ¿No es cierto que todos los días vemos el desbordamiento de la inmoralidad, con gente que hace cosas destructivas e incontroladas? ¿Conoces a personas que piensan que es extraño que no apruebes su inmoralidad? Si te insultan, considéralo parte del sufrimiento por Cristo. Puedes sentirte presionado a adoptar su estilo de vida, pero recuerda el verso siguiente:

Pero ellos tendrán que rendirle cuentas a aquel que está preparado para juzgar a los vivos y a los muertos. 

Hay un juicio venidero; habrá una recompensa para aquellos que practican la justicia y el castigo eternal para los pecadores. ¿Cómo será para ti cuando tengas que rendir cuentas a Dios?

Predica el Evangelio

Por esto también se les predicó el evangelio aun a los muertos, para que, a pesar de haber sido juzgados según criterios humanos en lo que atañe al cuerpo, vivan conforme a Dios en lo que atañe al espíritu.

Este es otro verso difícil, quizás relacionado con lo que Pedro dijo en 3:4-5 (Cristo predicando a los espíritus encarcelados). Estas personas aparentemente tienen la oportunidad en el espíritu de responder al evangelio, arrepentirse y seguir a Dios. Ya habían sido juzgados por los estándares del mundo por lo que hicieron en la tierra. Pueden ser creyentes que sufrieron bajo el juicio del hombre y murieron, pero ahora están vivos en el espíritu.

A pesar de las dificultades con este verso, hay una enseñanza importante aquí:

  • Tenemos la responsabilidad de predicar el evangelio, de salvar a la mayor cantidad posible de la condenación.
  • El mundo juzga según criterios humanos. Y sí, los incrédulos también juzgan, aunque a menudo señalan a los cristianos como críticos.
  • Más importante que enfocarse en el juicio es vivir para Dios y enfocarse en el Espíritu en lugar de la carne.
  • La experiencia del creyente es paralela a la de Cristo: ambos sufren en la carne, ambos mueren, pero, a pesar de la muerte, ambos viven en el espíritu.

Prepárate para el fin

Ya se acerca el fin de todas las cosas.

Hay una urgencia de poner en orden nuestras vidas, porque no nos queda mucho tiempo. Cristo vendrá pronto y este mundo terminará. A la luz de esa urgencia, hay prioridades que debemos establecer y varias cosas prácticas que tenemos que incluir como parte de la vida:

  1. Así que, para orar bien, manténganse sobrios y con la mente despejada. 

DHH: sean ustedes juiciosos y dedíquense seriamente a la oración.

RVR: sed, pues, sobrios, y velad en oración.

Es fácil descuidar la vida de oración, pero en medio de la persecución, el sufrimiento y la presión para seguir las normas del mundo, la comunión con Dios es aún más importante.

Pedro menciona dos cosas que nos ayudan en la oración:

  • Mantente sobrio. El diccionario dice que sobrio es “Moderado en sus palabras, comportamiento, etc., y especialmente en el comer y el beber; Que carece de adornos superfluos o de otras características que lo hagan llamativo y exagerado; Que no está borracho.” Con todos los extremos en el mundo actual y tanto hablar en Internet, es fácil vivir en temor y perder nuestra perspectiva.
  • Mantén la mente despejada. Eso es difícil con todas las cosas en Internet y los medios de comunicación que contaminan la mente. Es muy importante ser moldeado por la Palabra de Dios para mantener la mente clara. La palabra griega puede incluir la idea de auto dominio, también importante para mantener y desarrollar la vida devocional. Algunos temen el fin del mundo, pero para nosotros no hay nada que temer.
  1. Sobre todo, ámense los unos a los otros profundamente, porque el amor cubre multitud de pecados.

Jesús dijo (Juan 17) que nuestro amor testifica al mundo que el evangelio es verdadero. Su nuevo mandamiento (Juan 13:30) es amarnos unos a otros como Él nos ha amado; ese es un gran desafío para nosotros, porque el amor de Cristo es un amor verdaderamente profundo. El amor de nuestros hermanos nos ayuda a soportar la persecución de los días postreros. El amor no ignora el pecado, pero el amor es más poderoso que la ofensa y el juicio. El que ama está dispuesto a perdonar cualquier ofensa. La combinación de oración y amor (que conduce al arrepentimiento y cubre una multitud de pecados) nos prepara para la venida de Cristo. ¿Qué significa amar profundamente para ti hoy? ¿Puedes decir que estás obedeciendo este comando?

  1. Practiquen la hospitalidad entre ustedes sin quejarse.

No oímos mucho al respecto en las predicas actuales, pero la Biblia le da mucha importancia a la hospitalidad. Dios nos ha bendecido con casas y alimento para que podamos ayudar y bendecir a otros; debe ser un resultado natural de nuestro amor. Es una alegría y privilegio servir a otros; no pensamos en el costo, y nunca debemos quejarnos de alguien que estamos hospedando, sino confiar en que Dios proporcionará todo lo necesario para bendecir a esa persona. Abrir la casa a otros nos brinda una buena oportunidad para amar profundamente y chinear a nuestros huéspedes. ¿Cuáles oportunidades tienes para practicar la hospitalidad? ¿Cómo puedes promoverla en tu iglesia?

  1. 10 Cada uno ponga al servicio de los demás el don que haya recibido, administrando fielmente la gracia de Dios en sus diversas formas.

En medio de las presiones del mundo para pecar, el sufrimiento y la incertitud de la situación mundial, Dios nos llama a ocuparnos en servir y ser activos en nuestras iglesias. Pedro habla aquí de la diversidad de dones espirituales. Esos dones son para el beneficio de toda la iglesia. Cada creyente recibe un don de Dios; nuestra parte es administrarlo fielmente. ¿Sabes cuál es tu don (o dones; puedes tener más de uno)? ¿Estás usándolo para servir a los que te rodean? ¿Qué implica para ti administrarlo fielmente? ¿Puedes decir que estás haciendo eso? Si no, ¿qué tienes que cambiar?

Ahora, Pedro nombra a dos ejemplos más de los dones (la hospitalidad en el verso 9 fue el primero).

  1. 11 El que habla, hágalo como quien expresa las palabras mismas de Dios.

Puede ser enseñar, predicar o profetizar; siempre es una responsabilidad sagrada pararse para compartir una palabra en el Nombre de Jesús.

  1. El que presta algún servicio, hágalo como quien tiene el poder de Dios.

Los dones son manifestaciones sobrenaturales del Espíritu Santo. Cualquier servicio o ministerio debe demostrar el poder de Dios. El don del servicio no es tan impresionante como milagros o profecía, pero tiene la misma importancia en la iglesia. La operación de ese don facilita el funcionamiento de la iglesia.

Otras enseñanzas acerca de los dones espirituales se encuentran en Romanos 12, 1 Corintios 12 y 14, y Efesios 5.

Así Dios será en todo alabado por medio de Jesucristo, a quien sea la gloria y el poder por los siglos de los siglos. Amén.

Cuando mantenemos estas normas, el poder de Dios se manifiesta y Él es glorificado. La tentación de aquellos que operan con impresionantes dones es buscar la gloria, la fama y el poder para sí mismos. Algunas veces, después de años de ministrar, olvidamos el poder de Dios y ministramos en la carne. Siempre tenemos que dejar al poder de Dios fluir en el ministerio y dirigir toda la gloria y alabanza a Él.

El fuego de la prueba

12 Queridos hermanos, no se extrañen del fuego de la prueba que están soportando, como si fuera algo insólito. 

Pedro descansó del tema de su carta al principio de este capítulo, pero ahora vuelve a hablar del sufrimiento. Muchos cristianos criados con una doctrina de prosperidad y bendición no están preparados para las pruebas y persecuciones, pero Jesús dijo que son parte de esta vida (Juan 15:20). Creo que todos nosotros hemos oído eso, pero todavía nos sorprendamos por la intensidad de las pruebas. Preguntamos: “¿Por qué? ¿Qué he hecho malo? ¿Está Dios enojado conmigo? ¿Estoy en pecado? ¿Tiene que estar tan caliente este fuego?”

Las buenas nuevas para ellos es que están soportando la prueba. No se han rendido. ¿Y tú? ¿Estás aguantando en la prueba? ¿Estás en el fuego? Esto es lo que Pedro dice que debe ser nuestra respuesta:

13 Al contrario, alégrense de tener parte en los sufrimientos de Cristo, para que también sea inmensa su alegría cuando se revele la gloria de Cristo. 

Alegrarse en el fuego no es fácil. Solo lo puedes hacer si tienes el gozo del Señor y puedes ver más allá de la prueba, a la recompensa y la promesa de vida eterna. ¡Eres un participe en los padecimientos de Cristo! En ese fuego tú puedes conocer una comunión más íntima con tu Señor.

Es una perspectiva rara hoy en día, pero muy común en los primeros siglos de la iglesia:

  • Hechos 5:41: Los apóstoles salieron del Consejo, llenos de gozo por haber sido considerados dignos de sufrir afrentas por causa del Nombre.
  • Filipenses 3:10: Lo he perdido todo a fin de conocer a Cristo, experimentar el poder que se manifestó en su resurrección, participar en sus sufrimientos y llegar a ser semejante a él en su muerte. 

Nuestra alegría como creyentes es muy diferente de la alegría que experimentamos en el mundo. Nuestra mirada debe fijarse en la bendita esperanza de estar con Cristo por la eternidad, y la anticipación de ver su gloria cuando venga otra vez. Honestamente, ¿puedes estar feliz de participar en los sufrimientos de Cristo? ¿Alguna vez has experimentado ese gozo?

14 Dichosos ustedes si los insultan por causa del nombre de Cristo, porque el glorioso Espíritu de Dios reposa sobre ustedes. 

Otra vez suena como los bienaventurados en Mateo 5. Aquí hay una promesa de un toque especial del Espíritu Santo para aquellos que están insultados por causa de Cristo (tiene que ser por causa de Él, y no por ninguna tontería nuestra).

15 Que ninguno tenga que sufrir por asesino, ladrón o delincuente, ni siquiera por entrometido. 16 Pero, si alguien sufre por ser cristiano, que no se avergüence, sino que alabe a Dios por llevar el nombre de Cristo. 

Se ha repetido varias veces en esta carta: No hay beneficio en sufrir por ningún delito o crimen; ese sufrimiento es una consecuencia justa. Para sufrir por ser cristiano, debe ser obvio a todos que llevamos el nombre de Cristo y reflejamos su vida. Nunca debes avergonzarte por algún insulto porque eres “diferente,” “un aleluya” o “un fanático.” Si te insultan porque vas a la iglesia, llevas una Biblia o no participas en las perversiones del mundo, ¡alaba a Dios!

17 Porque es tiempo de que el juicio comience por la familia de Dios; y, si comienza por nosotros, ¡cuál no será el fin de los que se rebelan contra el evangelio de Dios! 18 «Si el justo a duras penas se salva, ¿qué será del impío y del pecador?»

Estos son versos frecuentemente citados, y con buena razón:

  • Todos van a ser juzgados.
  • El juicio de los creyentes ya había comenzado en el tiempo de Pedro y sigue aún. Dios quiere purificar su iglesia y preparar a una novia sin mancha para su Hijo.
  • Es dura cosa para el justo ser salvo; hay algo terrible y temeroso esperando a los rebeldes e impíos.

¿Es posible que tú estés experimentando algún juicio de Dios ahora? ¿O tu iglesia? Dios lo hace en su misericordia, para prepararnos para el gran juicio. Los que están en rebelión a Dios deben temer, porque: ¡Terrible cosa es caer en las manos del Dios vivo!” (Hebreos 10:31; Hebreos 10:19-39 es un pasaje que está muy relacionado con esta carta, con buenos consejos para la persona que sufre persecución.)

19 Así pues, los que sufren según la voluntad de Dios, entréguense a su fiel creador y sigan practicando el bien.

¿Es posible que sea la voluntad de Dios sufrir? ¡Así dice Pedro! Dios es soberano y puede salvarnos de la persecución, pero la permite, porque, como ya hemos visto, Él tiene un propósito en ella. No importa lo difícil que sea, tenemos que confiar en Dios, entregarnos a Dios y seguir practicando el bien.

 

El sometimiento máximo 1 Pedro 3:13-22

Al finalizar la enseñanza acerca de la sumisión, Pedro ha compartido algunas instrucciones muy claras sobre cómo tener una vida feliz; el problema para sus lectores es que han vivido una pesadilla de persecución e incluso la muerte que los ha dejado perplejos. Es un dilema viejo: Si Dios es soberano, ¿por qué permite que los justos sufran? ¿Por qué tengo que someterme a un amo o marido cruel? Tal vez después de leer estas promesas tú hayas pensado: “Lo he hecho, y todavía no veo la bendición.” Ahora vamos a ver que nuestra fe nos permite hacer el sometimiento máximo: a Cristo. Y esa perspectiva impacta toda la vida.

Sufrir por causa de la justicia

13 Y a ustedes, ¿quién les va a hacer daño si se esfuerzan por hacer el bien? 

¿Y la respuesta de ellos? “¡Muchos! ¡A veces parece que cuanto más me acerco a Jesús, más sufro!” Y Pedro responde (él sabe por su propia experiencia): “Vivimos en un mundo cruel, bajo el dominio del maligno. No hay garantía de que no te lastimarán a ti, una persona buena. ¡Mira lo que hicieron al Hijo de Dios!” Por supuesto, no hay lógica en dañar a alguien que sana y salva, o al cristiano que quiere bendecir a otros, pero esa es la naturaleza de este mundo caído.

14 ¡Dichosos si sufren por causa de la justicia! «No teman lo que ellos temen, ni se dejen asustar». 

Hay tres palabras de consolación y ánimo que Pedro nos ofrece:

  • Eres dichoso. Posiblemente Pedro lo sacó de las Bienaventuranzas: Dichosos los perseguidos por causa de la justicia, porque el reino de los cielos les pertenece. Dichosos serán ustedes cuando por mi causa la gente los insulte, los persiga y levante contra ustedes toda clase de calumnias. Alégrense y llénense de júbilo, porque les espera una gran recompensa en el cielo. Así también persiguieron a los profetas que los precedieron a ustedes (Mateo 5:10-12). Dios sabe todo. Confía en Él por tu bendición y recompensa.
  • No temas lo que ellos temen. La traducción del griego aquí es complicada. Dios Habla Hoy sigue el pensamiento de la Reina Valera: No tengan miedo a nadie. Dios quiere quitar todo temor de nuestros corazones. Aquí es más complicado entender la NVI, lo que nos lleva a pensar en lo que los perseguidores temen, y no tener temor de eso. Esa versión refleja la cita de Isaías 8:12, que, en su contexto, nos da una buena perspectiva de la voluntad de Dios: 11 El Señor me dio una firme advertencia de no pensar como todos los demás. Me dijo: 12 «No llames conspiración a todo, como hacen ellos, ni vivas aterrorizado de lo que a ellos les da miedo. 13 Ten por santo en tu vida al Señor de los Ejércitos Celestiales; él es a quien debes temer. Él es quien te debería hacer temblar. 14Él te mantendrá seguro. No pensamos como el mundo.
  • No te dejes asustar. Es útil saber de antemano que habrá persecución y oposición en este mundo; no es ninguna sorpresa.

Debido a que confiamos en la bendición de Dios y estamos libres del temor, Pedro nos dice lo que debe ser nuestra actitud: No luchamos contra nuestros perseguidores ni nos defendemos, sino honramos a Cristo y damos testimonio de Él.

Honra en tu corazón a Cristo como Señor

15 Más bien, honren en su corazón a Cristo como Señor. Estén siempre preparados para responder a todo el que les pida razón de la esperanza que hay en ustedes. 16 Pero háganlo con gentileza y respeto, manteniendo la conciencia limpia, para que los que hablan mal de la buena conducta de ustedes en Cristo se avergüencen de sus calumnias. 17 Si es la voluntad de Dios, es preferible sufrir por hacer el bien que por hacer el mal.

Primero, tenemos que honrar a Cristo como Señor en nuestros corazones. ¿Qué significa eso? Somos suyos. Como nuestro Señor, Él ocupa el trono de nuestros corazones y dirige nuestras vidas, pero también nos cuida como sus ovejas. Cristo es nuestro amigo, pero también es Señor, y siempre tenemos que honrarlo. Cuando Él gobierna nuestros pensamientos y emociones, nada de lo que haga el enemigo nos moverá. La sumisión a las autoridades de este mundo es importante, pero es la sumisión al señorío de Jesús lo que nos permite superar las pruebas de esta vida.

Una vez más, Pedro dice que el sufrimiento es parte de la vida en este mundo, e incluso puede ser la voluntad de Dios para nosotros; mejor sufrir por hacer el bien que por hacer el mal.

La enseñanza radical de Pedro aquí es que siempre tenemos que amar a nuestros enemigos y orar por ellos. No nos escondemos en la seguridad de la iglesia, ni nos apartamos del mundo para protegernos de sus ataques injustificados. Parte de honrar a Cristo es ser su embajador ejemplar en este mundo. Queremos que las estafadoras también conozcan a Cristo.

  • En medio de la persecución, quedará claro que nosotros tenemos una esperanza más allá de una vida mejor en este mundo; eso atraerá la atención de los inconversos.
  • Algunos nos van a preguntar la razón de nuestra esperanza (y cómo es posible estar gozosos en medio del sufrimiento); puede ser que el Espíritu Santo abra su corazón a Cristo. ¿Sabes cómo compartir lo que Cristo ha hecho en tu vida, es decir, tu testimonio?
  • Tenemos que prepararnos de antemano para no sorprendernos o desconocer nuestra esperanza y el Evangelio. Estudia la Biblia y libros de apologéticos, y toma clases de evangelismo si es posible.
  • No siempre tenemos las ganas de evangelizar, pero las palabras son muy claras: “siempre,” y a “” ¿Tienes esa disposición?
  • Hazlo con gentileza (humildad y mansedumbre) y respeto (reverencia). Parece extraño que Pedro tenga que incluir eso. ¿No deberíamos hablar siempre con gentileza y respeto? Pero estoy seguro de que tú también has conocido a cristianos que no respetan a personas de otras religiones o estilos de vida muy mundanos.
  • Siempre mantener la conciencia limpia en tu trato con gente del mundo.
  • Habrá gente que hable mal de tu buena conducta; la meta es que ellos se avergüencen de sus calumnias.

¡Imagínate el impacto si cada cristiano obedeciera esta palabra para dar testimonio de Cristo!

Cristo obtuvo nuestra salvación a través de su sufrimiento

18 Porque Cristo murió por los pecados una vez por todas, el justo por los injustos, a fin de llevarlos a ustedes a Dios. Él sufrió la muerte en su cuerpo, pero el Espíritu hizo que volviera a la vida. 

Cristo es el ejemplo supremo de sufrimiento por hacer el bien. Aunque vivió una vida perfecta, Él murió la muerte más cruel posible; no por su propio pecado, sino por tu pecado y el mío. En el amor, el justo murió por los injustos. El pecado es la causa de todo sufrimiento, el de Cristo, y el nuestro. Pero incluso en el caso de su Hijo amado, fue la voluntad de Dios que sufriera así, para cumplir un propósito mayor.

¡Nosotros necesitamos ese mismo amor por los injustos en este mundo! ¡Y no tenemos que morir por ellos; solo compartir las buenas nuevas de la salvación con ellos! Gracias a Dios, Cristo murió por el pecado del mundo de una vez por todas. Así nos restaura a Dios, nos lleva a la presencia de Dios. Para ayudar a gente necesitada que nos rodean, lo mejor que podemos hacer es llevarlos a Dios, llevarlos a una vida nueva a través de la salvación en Jesús.

¡Tu sufrimiento no es en vano! ¡Dios siempre puede redimir la situación y glorificarse a sí mismo en ella! A diferencia del sufrimiento de Cristo, no es de una vez por todas; puede ser muchas veces, pero no se compara con la intensidad del sufrimiento de Cristo en la cruz. El mismo Espíritu que lo trajo de vuelta a la vida hará lo mismo por ti después de pasar por el sufrimiento.

¿Espíritus encarcelados?

19 Por medio del Espíritu fue y predicó a los espíritus encarcelados, 20 que en los tiempos antiguos, en los días de Noé, desobedecieron, cuando Dios esperaba con paciencia mientras se construía el arca. En ella solo pocas personas, ocho en total, se salvaron mediante el agua, 21 la cual simboliza el bautismo que ahora los salva también a ustedes.

Estos son versos difíciles; la Biblia no habla de esto en ningún otra parte. Esto es lo que dicen:

  • La gente era de “los tiempos antiguos, los días de Noé.” Parece que no se aplica a la gente de hoy.
  • Son aquellos que desobedecieron y motivaron a Dios a destruir todo el mundo. Noé estaba construyendo el arca, y aún tenían la oportunidad de entrar al arca y salvarse, pero se burlaron de Noé. Sin embargo, Dios estaba esperando pacientemente su arrepentimiento.
  • Sus espíritus quedaron encarcelados. ¿Esperando el gran juicio? ¿En algún lugar especial? ¿Todavía tenían la oportunidad de arrepentirse? Muchas veces, cuando usan la palabra “espíritu” en el Nuevo Testamento, se refiere a los ángeles o demonios. En este caso, serían demonios, porque están encarcelados. ¿Cómo respondieron cuando Cristo los predicó?
  • Siguen siendo importantes a Dios, y Cristo fue a través del Espíritu y les predicó (¿durante su vida aquí en la tierra? ¿durante los tres días que fue sepultado?). No dice nada de cómo respondieron.
  • Aunque no contestan todas las preguntas, estos versículos que Pedro escribió en su segunda carta (2 Pedro 2:4 y 5) pueden ayudarnos a entender estos “espíritus”: Dios no perdonó a los ángeles cuando pecaron, sino que los arrojó al abismo, metiéndolos en tenebrosas cavernas y reservándolos para el juicio. Tampoco perdonó al mundo antiguo cuando mandó un diluvio sobre los impíos, aunque protegió a ocho personas, incluyendo a Noé, predicador de la justicia.

Pedro aprovecha la experiencia de Noé para introducir el tema del bautismo. Hay varias cosas en el Antiguo Testamento que son tipos o símbolos de realidades en el Nuevo Pacto. En esta imagen, Cristo sería el arca que nos salva. Pero Pedro también dice algo que se tiene que tomar en el contexto de toda la enseñanza bíblica acerca del bautismo: dice que el bautismo nos salva. Sabemos que el bautismo es el símbolo de la decisión que tomamos de aceptar a Cristo como Señor y Salvador. El bautismo es importante; no es opcional que el creyente sea bautizado en agua como símbolo de la muerte de la vieja naturaleza y el nuevo nacimiento. Pero el bautismo en sí no te salva.

El bautismo

El bautismo no consiste en la limpieza del cuerpo, sino en el compromiso de tener una buena conciencia delante de Dios. Esta salvación es posible por la resurrección de Jesucristo, 22 quien subió al cielo y tomó su lugar a la derecha de Dios, y a quien están sometidos los ángeles, las autoridades y los poderes.

Hay varias descripciones en la Biblia del significado del bautismo. Está claro que es espiritual; no tiene nada que ver con la limpieza del cuerpo. Es un pacto que hacemos con Dios, un compromiso, de andar conforme a la voluntad de Dios, con una buena conciencia.

Pedro luego pasa de hablar de la experiencia actual de estos creyentes, y quiere exaltar al Señor Jesucristo. Lo que hace nuestra salvación posible es la victoria de Jesús sobre la muerte en su resurrección, de la cual Pedro fue testigo. Cristo entonces ascendió al cielo y está a la diestra del Padre. Todo ser espiritual (ángeles, autoridades, poderes, demonios – incluso el mismo diablo que está atacándolos) está sujeto a Dios. Así, el capítulo termina con la misma palabra que aparece en el primer versículo: sometidos. Es la realidad en el cielo, debe ser la realidad para nosotros y nosotros debemos someternos a toda autoridad en la tierra también. ¿Estás sometido al señorío de Jesucristo? ¿Estás practicando la sumisión a autoridad que este capítulo nos ha enseñado?

Cómo relacionarse con otros 1 Pedro 3:1-12

Instrucciones para esposas

1Así mismo, esposas, sométanse a sus esposos, de modo que, si algunos de ellos no creen en la palabra, puedan ser ganados más por el comportamiento de ustedes que por sus palabras, al observar su conducta íntegra y respetuosa. 

Ya vimos en el capítulo 2 la importancia de la sumisión en el reino de Dios. Después del principio general de sumisión a “toda institución humana,” Pedro primero se dirigió a los siervos, o esclavos. Dijo que no importa si el amo es cruel; tienen que someterse. Ahora Pedro dice que lo mismo se aplica en el matrimonio. Él sabe que muchos esposos no son creyentes, pero eso no exime a la mujer de someterse a él. Esta es una palabra muy dura para la mujer que se siente como una esclava y puede ser maltratada por su marido. Es una prueba fuerte de obediencia a la Palabra y de fe en Dios. No es tan simple como decir “ella tiene que someterse” y culparla si está sufriendo. Requiere mucha compasión y apoyo. La Biblia nunca exige que una mujer sufra abuso físico o emocional, pero tampoco permite la rebelión o el divorcio en tales casos (es posible que tenga que salir de una situación abusiva para un lugar seguro).

La humildad demostrada en la sumisión es un testimonio, en este caso para el esposo incrédulo. La fe y la petición de la mujer a Dios es siempre por la salvación del hombre. En cada problema matrimonial, lo más importante es la salvación eterna de la persona y su caminar con Cristo; el matrimonio es solo para este mundo, y un matrimonio debería ser mejor cuando ambos están llenos del Espíritu Santo. Si el esposo abusador es cristiano, puede esperar un juicio fuerte de Dios por su pecado.

Parte del testimonio es la palabra, pero el comportamiento piadoso diario es un testimonio más importante. Es un principio que se aplica en cualquier situación con los inconversos: nuestro comportamiento debe ser el mensaje más poderoso. Nuestra conducta con todos debe ser íntegra, pura y respetuosa. Qué triste cuando el comportamiento cristiano conduce al oprobio de Jesucristo.

En el matrimonio, hay ocasiones cuando el hombre inconverso puede sentir que ha perdido a su mujer, o está compitiendo con Jesús. O puede ser que ella siempre le predique y lo condena, hasta que no se vea nada del amor de Cristo; puede suceder con un hombre salvo y su esposa incrédula también.

Hermana, si estás casada, ¿cómo te va con la sumisión, el comportamiento y el respeto hacia tu esposo? Hermano, ¿es tu conducta en la casa y el trabajo íntegra, pura y respetuosa?

La belleza de un espíritu gentil y apacible

Que la belleza de ustedes no sea la externa, que consiste en adornos tales como peinados ostentosos, joyas de oro y vestidos lujosos. Que su belleza sea más bien la incorruptible, la que procede de lo íntimo del corazón y consiste en un espíritu suave y apacible. Esta sí que tiene mucho valor delante de Dios. 

¿Es pecado llevar joyas de oro o vestidos lujosos? ¿Hay algo malo con una mujer de apariencia hermosa? Creo que no, pero la modestia debe caracterizar a la mujer cristiana. El problema es los peinados ostentosos o exagerados, muchas joyas y vestidos muy lujosos. Dios no mira a la apariencia; esas cosas no le impresionan. La belleza debe proceder de lo que está en el corazón. A Dios le gusta un espíritu suave y apacible (gentil, tierno, tranquilo, afable, y sereno) en una mujer. Esa belleza es incorruptible, y se vuelve más hermosa a medida que pasan los años, en lugar de la belleza externa que se marchita con los años.

Pablo escribió algo similar en 1 Timoteo 2:9-10: En cuanto a las mujeres, quiero que ellas se vistan decorosamente, con modestia y recato, sin peinados ostentosos, ni oro, ni perlas ni vestidos costosos. Que se adornen más bien con buenas obras, como corresponde a mujeres que profesan servir a Dios.

Hermano, ¿honras el deseo de tu esposa de cultivar ese espíritu y no prestar demasiada atención a su apariencia? ¿O siempre estás comprándola más cosas e impulsándola a usar más maquillaje y arreglar su pelo? ¿Miras a otras mujeres y su apariencia hasta que haces que tu esposa se sienta insegura y celosa de ellas? Y tú, ¿dedicas más tiempo y energía a lo que está en lo íntimo de tu corazón? No es inusual que un hombre también dedique mucha energía y dinero a su ropa y apariencia.

Hermana, ¿gastas mucho dinero, tiempo y energía en cabello, joyas y ropa? ¿Tienes ese espíritu apacible y tierno? ¿Hay algo que tengas que cambiar?

Yo sé que este es un tema delicado, pero en la iglesia la vestidura de muchas mujeres (y más aún las jóvenes) sirve como tropiezo para los hombres. Hay cristianos que han reaccionado contra el legalismo de algunas iglesias y la forma en que se visten, pero la mujer cristiana tiene que tener en cuenta que su vida es un testimonio. Debe honrar al Señor: ¿te sentirías cómoda en esa prenda en presencia de Jesús? Hermano, es tu deber guiar a tu esposa e hijas en este asunto.

El ejemplo de Sara

Así se adornaban en tiempos antiguos las santas mujeres que esperaban en Dios, cada una sumisa a su esposo. Tal es el caso de Sara, que obedecía a Abraham y lo llamaba su señor. Ustedes son hijas de ella si hacen el bien y viven sin ningún temor.

La sumisión y la modestia en los adornos eran características de las mujeres santas del pasado. El ejemplo para la mujer es Sara, quien obedeció a su esposo y lo llamaba señor, aunque es obvio que Abraham no era un esposo ejemplar (lee algunas historias de su matrimonio en Génesis 12:10-20; 16:1-7; 20:1-18). Podría ser que Sara no pudiera concebir porque había sufrido tanto en su relación con Abraham.

Esta enseñanza no está de moda hoy. Muchos cristianos creen que la sumisión de la esposa ya no se aplica en el mundo actual. Incluso en los hogares e iglesias donde se practica, la sumisión a menudo es solo de nombre; está claro (y aceptado) que en realidad la mujer manda. Qué lástima, porque la Biblia es muy clara en que este orden dado por Dios siempre está de moda. Podemos aprender mucho de las santas mujeres del pasado.

La voluntad de Dios para la esposa

  • Esperar en Dios. Igual a los siervos con amos crueles, su fe y esperanza están en Dios. No hay ningún hombre perfecto, y la sumisión no es condicionada por el comportamiento del hombre.
  • Obedecer a su esposo. No murmurando, quejándose y luchando, como los hebreos en el éxodo, sino con buena gana. Otra vez, “obedecer” suena muy fuerte en la cultura actual.
  • Llamarlo señor. Claro que no ocupa el lugar de Dios, pero es un título de mucho respeto, reconociendo la posición que Dios le ha dado.
  • Hacer el bien. A pesar de la tentación para vengarse y desobedecer, siempre hacer lo que agrada a Dios, y ocuparse en servir y hacer el bien.
  • Vivir sin ningún temor. Que interesante que Pedro incluiría esto. Parece que él ha visto a mujeres temerosas de sus maridos, y mujeres maltratadas por ellos. El hombre abusivo con mano dura está en pecado, y puede dominar a su mujer con ese temor, pero Dios quiere liberar a cada mujer del temor, a través de su fe en Dios.

Instrucciones para los esposos

De igual manera, ustedes esposos, sean comprensivos en su vida conyugal, tratando cada uno a su esposa con respeto, ya que como mujer es más delicada, y ambos son herederos del grato don de la vida. Así nada estorbará las oraciones de ustedes.

Cuando Pedro dice “de igual manera,” se aplica las mismas actitudes del esclavo y esposa a los hombres. Es cierto que Dios le ha dado autoridad, pero a veces él también, en amor, tiene que someterse a su esposa. Cristo es nuestro ejemplo, y Él nunca dominaba a sus discípulos con mano dura (ni a nosotros hoy). El hombre debe demostrar el mismo amor, respeto y humildad que se requiere de los siervos y las mujeres.

Pedro tiene menos que decir a los hombres, pero son cosas muy importantes.

La mentalidad necesaria hacia la mujer:

  1. Es más delicada (un vaso más frágil). No es decir que una mujer no puede ser fuerte y trabajar. Emocionalmente, muchas veces el hombre es más frágil. En el pasado los hombres cuidaban mejor a sus esposas, con caballerosidad y cosas pequeñas como abrirles puertas y darles preferencia. Tenemos que recordarnos que, en muchos aspectos, ella es más frágil. El hombre debe ayudar a su esposa con tareas en la casa y con los hijos (especialmente si ella está trabajando). Siempre trata a ella con cortesía, consideración, discernimiento y tacto.
  2. Ella es heredera contigo de la salvación. Es tu hermana en Cristo, y así también tiene dones y un llamado para su vida. Es la responsabilidad del hombre fomentar su relación con Cristo, y tomar la iniciativa para orar, adorar y compartir la Palabra juntos. Demasiadas veces es la mujer que anhela más espiritualidad en el matrimonio.

El comportamiento del hombre:

  1. Ser comprensivo en la vida conyugal. La RVR dice vivir sabiamente. ¿Qué es la comprensión que Pedro tiene en mente? Comprensión de los principios y propósitos de Dios para el matrimonio. Comprensión de los deseos, metas y frustraciones de tu esposa. Comprensión de sus puntos fuertes y sus debilidades. Eso significa que tienes que dedicar energía a tu relación y realmente conocerla; habla con ella y dale la oportunidad de compartir su corazón contigo. Reflexiona sobre quién es ella y lo que está sucediendo en su vida ahora. Cosechamos lo que sembramos, y hay hombres que no muestran mucha sabiduría en cómo tratan a sus esposas y lo que siembran en sus vidas. Luego se sorprenden cuando ella no quiere tener relaciones íntimas o no se ocupa de su apariencia, de la casa u otras responsabilidades familiares.
  2. Trátala con respeto (honor, entendimiento). Después de Cristo, ella es la más preciosa en tu vida, más importante que tus hijos, tus parientes y tus amigos. Trátala de tal manera que ella sepa que tu valoras lo que dice y estás realmente escuchándola. Acepta y respeta las diferencias entre ustedes. Muchos hombres no muestran respeto por sus esposas; en lugar de honrarlas, se burlan de ellas y las desprecian frente a sus amigos y familiares. Atesora y celebra su feminidad, y estúdiala para comprender lo que es importante para ella.

La consecuencia de no tratarla bien es oraciones estorbadas. Es una aplicación específica de lo que Jesús enseña en Mateo 5:23 y 24; tenemos que resolver problemas con otros antes de adorar a Dios. ¿Podría ser que por eso no has visto algunas respuestas a tus oraciones? La relación matrimonial es muy importante para Dios. Pablo dice que es misteriosa, similar a la relación de Cristo y la iglesia. El hombre que no trata bien a su esposa sufre espiritualmente. Cuando tu relación con ella es correcta, Dios abre las puertas del cielo.

Hay otros pasajes en el Nuevo Testamento que también hablan de la autoridad y la sumisión en el matrimonio (1 Corintios 7, Efesios 5:22-33, Colosenses 3:18-19). Para los hombres, creo que Efesios 5:25-26 tiene el consejo más importante: Esposos, amen a sus esposas, así como Cristo amó a la iglesia y se entregó por ella para hacerla santa.

Consejos para toda relación

En fin, vivan en armonía los unos con los otros; compartan penas y alegrías, practiquen el amor fraternal, sean compasivos y humildes. No devuelvan mal por mal ni insulto por insulto; más bien, bendigan, porque para esto fueron llamados, para heredar una bendición. 

En resumen de esta sección sobre la sumisión y las relaciones, Pedro incluye algunos consejos que se aplican a los siervos y amos, maridos y esposas, y todas las relaciones:

  1. Vivir en armonía (todos deben ser de un mismo parecer y buscar las mismas metas).
  2. Compartir penas y alegrías (tener el mismo sentir y compasión, responder a las necesidades de los demás).
  3. Practicar el amor fraternal (ver y tratar a los demás como hermanos).
  4. Ser compasivo (ser sensible en el afecto y el interés).
  5. Ser humilde (amigable, animar a otros y regocijarse con sus triunfos).
  6. No devolver mal (maldición) por mal o insulto por insulto, sino orar por ellos.

¿Cómo te va con estas cosas? Dios te llamó a heredar una bendición. ¿La estás experimentando?

10 En efecto,

«el que quiera amar la vida
y gozar de días felices,
que refrene su lengua de hablar el mal
y sus labios de proferir engaños;
11 que se aparte del mal y haga el bien;
que busque la paz y la siga.
12 Porque los ojos del Señor están sobre los justos,
y sus oídos, atentos a sus oraciones;
pero el rostro del Señor está contra los que hacen el mal».

Esta cita del Salmo 34:12-16 es un resumen de lo que Pedro ha escrito aquí.

¿Quieres que los ojos del Señor estén sobre ti? ¿Quieres que sus oídos estén atentos a tus oraciones? ¿Puedes decir con confianza que ya lo son? ¿Qué puedes dar como evidencia de eso?

¿Amas la vida? ¿Cómo son tus días? ¿Felices? ¿O es la vida una rutina aburrida, una carga insoportable?  ¿Son tus días largos y duros?

Pedro nos ha dado una receta inusual: sumisión y consejos para una relación sana con Dios y otros. Su deseo, y el deseo de Dios para ti, no es cargarte con muchas tareas religiosas, sino liberarte para amar a Dios y a otros, tener una vida familiar muy rica y disfrutar de la vida.  Además, hay que:

  • Refrenar la lengua de hablar el mal.
  • Refrenar los labios de proferir engaños (decir mentiras).
  • Partir del mal.
  • Hacer el bien.
  • Buscar la paz en cada situación (Dios bendice al pacificador).
  • Seguir la paz (esforzarse para mantener la paz).

La decisión es tuya. Como siempre, la Palabra de Dios es muy clara, y la promesa es segura. Es duro vivir con el rostro del Señor contra ti. Dios quiere bendecirte con días felices, pero tienes que seguir su fórmula.

 

El Consolador Juan 14-16

Jesús quiere preparar a sus discípulos para una transición importante: de su presencia física, a la presencia del Espíritu Santo. Hay muchas enseñanzas sobre el Espíritu en el libro de Hechos (que vamos a estudiar en el cuarto volumen de esta serie) y en las epístolas, pero esto es lo que Jesús compartió durante su vida terrenal, principalmente en el mismo aposento alto. Sorprendentemente, una revisión de los evangelios revela poco registrado de Jesús hablando acerca del Espíritu.

El Consolador dado a los que obedecen a Jesús (Juan 14)

15 »Si ustedes me aman, obedecerán mis mandamientos. 16 Y yo le pediré al Padre, y él les dará otro Consolador para que los acompañe siempre: 17 el Espíritu de verdad, a quien el mundo no puede aceptar porque no lo ve ni lo conoce. Pero ustedes sí lo conocen, porque vive con ustedes y estará en ustedes. 18 No los voy a dejar huérfanos; volveré a ustedes.

Jesús ha hablado de nosotros haciendo sus obras (y mayores) y de su disposición para contestar nuestras oraciones. Ahora empieza a hablar de otra dimensión de nuestra relación con Él.

No dice “me aman,” sino “si me aman.” Para Jesús, la única señal segura de ese amor es nuestra obediencia a sus mandamientos. Caminamos con Jesús y recibimos su amor, con corazones llenos de amor y gratitud por todo lo que Él ha hecho por nosotros. Ese amor nos motiva a escuchar su voz y estudiar sus palabras escritas, con muchas ganas de obedecer y poner en práctica todo lo que Él ha dicho. Cuanto más ames a Jesús y le obedezcas, más experimentarás del Espíritu.

Cuando Cristo confía en nuestro amor y obediencia, Él le pide al Padre un regalo especial. Hechos 5:32 confirma la parte importante de nuestra obediencia para recibir ese regalo: Nosotros somos testigos de estos acontecimientos, y también lo es el Espíritu Santo que Dios ha dado a quienes le obedecen. Cuando Cristo le pide algo a su Padre, no hay ninguna duda de que Él le responderá. El Espíritu es un don que puedes recibir cuando recibes a Jesús, o puede darse después de caminar con Cristo por un tiempo. El pecado, la desobediencia y la rebelión apagan el Espíritu. El designio del Señor es que nunca nos dejará, que siempre nos acompañará, pero como el rey Saúl (1 Samuel 16:14) es posible que el Espíritu puede alejarse de alguien.

Hay una conexión íntima entre Cristo y el Espíritu. Aquí, Cristo dice que no nos dejará huérfanos, sino que volverá a nosotros, hablando de la venida del Espíritu. El Espíritu es una persona que podemos conocer; vive con nosotros y está en nosotros. El Espíritu es un misterio para el inconverso porque no puede verlo. Como él no conoce a Cristo, tampoco puede conocer al Espíritu. Para nosotros, es el Espíritu de verdad, que nos guía a conocer toda la verdad.

Consolador y Maestro

25 »Todo esto lo digo ahora que estoy con ustedes.26 Pero el Consolador, el Espíritu Santo, a quien el Padre enviará en mi nombre, les enseñará todas las cosas y les hará recordar todo lo que les he dicho. 

El Espíritu tiene varias funciones, entre ellas el Consolador que está a nuestro lado (y dentro de nosotros) para ayudarnos (paracletos en el griego). En el versículo 16 Jesús dijo que Él  es otro Consolador; Jesús es uno, y el Espíritu tiene un ministerio similar. También es un Maestro, que nos enseña muchas cosas más allá de lo que Cristo podría enseñarnos en sus tres años aquí (aunque esas palabras de Jesús tienen una importancia especial); el Espíritu también nos recuerda todo lo que Jesús nos ha dicho.

¿Has experimentado el consuelo del Consolador? ¿Cómo? ¿Hay algo que Él te haya enseñado últimamente? ¿Buscas su enseñanza y tienes tiempo libre del celular y otras distracciones para escuchar su voz?

Testigos (Juan 15)

26 »Cuando venga el Consolador, que yo les enviaré de parte del Padre, el Espíritu de verdad que procede del Padre, él testificará acerca de mí. 27 Y también ustedes darán testimonio porque han estado conmigo desde el principio.

Uno de los ministerios principales del Espíritu es testificar acerca de Jesús. Podemos orar para que el Espíritu obrara en el corazón de un incrédulo, y para que dé testimonio a la gente, tal vez en países que no permiten la evangelización. Suena muy espiritual decir que vamos a dejar la obra de testificar al Espíritu Santo, pero Jesús dice que nosotros también tenemos que dar testimonio (no dice “pueden dar testimonio,” sino “darán testimonio”). Nosotros evangelizamos junto con el Espíritu.

El Espíritu también nos ayuda a testificar frente al tribunal: Pero, cuando los arresten, no se preocupen por lo que van a decir o cómo van a decirlo. En ese momento se les dará lo que han de decir, porque no serán ustedes los que hablen, sino que el Espíritu de su Padre hablará por medio de ustedes (Mateo 10:19-20).

¿Experimentaste el testimonio del Espíritu antes de aceptar a Cristo? ¿Has visto la obra del Espíritu en las vidas de personas no convertidas? ¿Cómo va tu testimonio acerca de Jesús? Cuando testifiques, sentirás más de la presencia del Espíritu. Es una de las mayores bendiciones de ser cristiano, ver al Espíritu trabajar en la vida de un inconverso.

Mejor que Cristo se vaya (Juan 16)

»Ahora vuelvo al que me envió, pero ninguno de ustedes me pregunta: “¿A dónde vas?” Al contrario, como les he dicho estas cosas, se han entristecido mucho. Pero les digo la verdad: Les conviene que me vaya porque, si no lo hago, el Consolador no vendrá a ustedes; en cambio, si me voy, se lo enviaré a ustedes.

En 14:6, Tomás le preguntó el camino a donde iría Jesús, pero la verdad es que los discípulos no siempre parecían muy inteligentes, y estaban más interesados en el impacto en sus vidas personales que en lo que va a pasar con Cristo.  En vez de estar alegres porque Jesús puede volver a la gloria del cielo (14:28), se entristecieron.

¡Qué hermoso sería todavía tener a Cristo aquí en la tierra, conversar con Él y participar en su ministerio! Pero Jesús dice que nosotros tenemos algo mejor: El Espíritu que mora en nosotros, siempre con nosotros: consejero, consolador, maestro y fuente de poder espiritual 24/7. Mientras Cristo estuvo aquí en la tierra, Él no pudo enviar el Espíritu en toda su plenitud.

El Espíritu convence al mundo

Y, cuando él venga, convencerá al mundo de su error en cuanto al pecado, a la justicia y al juicio; en cuanto al pecado, porque no creen en mí; 10 en cuanto a la justicia, porque voy al Padre y ustedes ya no podrán verme; 11 y en cuanto al juicio, porque el príncipe de este mundo ya ha sido juzgado.

Nunca dice en la Biblia que es nuestro deber convencer a otros de su pecado y la necesidad de un Salvador. Esa es la obra del Espíritu, en tres niveles:

  1. En cuanto al pecado, porque no creen en Jesús (sí, eso es un pecado).
  2. Respecto a la justicia, porque Cristo fue al Padre y ya no podemos verlo.
  3. Sobre el juicio, porque Satanás ya ha sido juzgado.

12 »Muchas cosas me quedan aún por decirles, que por ahora no podrían soportar. 13 Pero, cuando venga el Espíritu de la verdad, él los guiará a toda la verdad, porque no hablará por su propia cuenta, sino que dirá solo lo que oiga y les anunciará las cosas por venir. 14 Él me glorificará porque tomará de lo mío y se lo dará a conocer a ustedes.15 Todo cuanto tiene el Padre es mío. Por eso les dije que el Espíritu tomará de lo mío y se lo dará a conocer a ustedes.

Como Jesús, el Espíritu no habla por su propia cuenta, sino que nos guía a toda la verdad. Va a compartir con nosotros las muchas cosas que Jesús no tuvo la oportunidad de compartir.

Hay momentos en que Dios sabe que no podemos soportar algo y espera hasta que estemos listos. Así nosotros también debemos tener esa sensibilidad para saber si algo es demasiado para alguien. A veces decimos demasiado. Una vez más, Jesús dice que el Espíritu nos guía a toda la verdad, y agrega otra dimensión a esa revelación: anunciará las cosas por venir.

También tenemos otras dos facetas de su ministerio:

  • Tomar lo que es de Jesús y darlo a conocer a nosotros. Hay un intercambio entre las tres personas de la trinidad (al decir eso, Jesús afirma su realidad): Todo lo que el Padre tiene es de Jesús, el Espíritu lo toma libremente y nos lo da.
  • En ese proceso de tomar de lo que Cristo tiene y dárnoslo, el Espíritu glorifica a Cristo. Su deseo es siempre glorificar al Padre y al Hijo.

Ríos de agua viva (Juan 7)

37 En el último día, el más solemne de la fiesta, Jesús se puso de pie y exclamó: —¡Si alguno tiene sed, que venga a mí y beba! 38 De aquel que cree en mí, como dice la Escritura, brotarán ríos de agua viva.

39 Con esto se refería al Espíritu que habrían de recibir más tarde los que creyeran en él. Hasta ese momento el Espíritu no había sido dado, porque Jesús no había sido glorificado todavía.

Más tarde;” puede ser que eso sea la razón por la cual Jesús no habló mucho sobre el Espíritu durante su ministerio; solo sería dado después de que Jesús fuese glorificado.

¿Quién recibe el Espíritu? “Aquel que cree en mí;” los que creyeran en El. ¿Crees en Jesús? Entonces el don del Espíritu es para ti. Qué interesante que los discípulos hicieron todos esos milagros sin la presencia del Espíritu Santo en sus vidas; solo en el poder del nombre de Jesús.

Jesús describe al Espíritu como ríos de agua viva brotando de nuestro interior. ¿Has sentido esos ríos? Muchos están contentos con unas gotas, o aun un aguacero de vez en cuando. Algunos se sumergen en esas aguas en un culto muy ungido; pueden sentir la presencia del Espíritu en la iglesia o unas alabanzas. Pero Jesús habla de ríos; algo poderoso fluyendo de tu interior para traer vida, refrigerio y la presencia de Dios a tu familia, tu trabajo y tu comunidad. ¡Oremos por un diluvio de esas aguas vivas!

Sopla en mi (Juan 20)

21 —¡La paz sea con ustedes! —repitió Jesús—. Como el Padre me envió a mí, así yo los envío a ustedes.

22 Acto seguido, sopló sobre ellos y les dijo: —Reciban el Espíritu Santo. 23 A quienes les perdonen sus pecados, les serán perdonados; a quienes no se los perdonen, no les serán perdonados.

Ahora Jesús ha resucitado y puede dar el Espíritu Santo a sus discípulos.

Hay tres cosas importantes que acompañan el soplo del Espíritu:

  • La paz de Jesucristo nos llena.
  • No es solo para gozarnos de esa presencia, sino también entrar en el mundo con el poder de Dios. De la misma manera que el Padre envió a Jesús al mundo, Jesús nos envía a nosotros al mundo.
  • Actuando en su nombre, tenemos la autoridad de perdonar pecados o no. Esto ha creado confusión, porque sabemos que solo Dios puede perdonar los pecados. La respuesta sencilla es que Cristo nos envía al mundo con el poder del Espíritu para proclamar el perdón de pecados a través de fe en el sacrificio de Jesús en la cruz. Podemos asegurar a aquellos que aceptan esa salvación que son perdonados; nunca queremos dar la impresión a alguien que es perdonado a menos que haya aceptado a Jesús. Los que rechazan el mensaje de salvación no son perdonados.

Cristo sopló sobre ellos para recibir el Espíritu, pero aún no fueron bautizados en el Espíritu hasta el día de Pentecostés. De hecho, en el próximo pasaje (Hechos 1) Jesús dice que dentro de unos días serán bautizados, y “cuando venga el Espíritu” sobre ellos, recibirán poder. Entonces, es posible recibir un toque del Espíritu, la promesa del Espíritu, sin la plenitud del bautismo del Espíritu. Es hermoso tener a Jesús soplando sobre nosotros, pero ¿no quieres el bautismo?

Poder para testificar (Hechos 1)

Aquí estamos en el monte con las últimas palabras de Jesús antes de su ascensión.

Una vez, mientras comía con ellos, les ordenó: —No se alejen de Jerusalén, sino esperen la promesa del Padre, de la cual les he hablado: Juan bautizó con agua, pero dentro de pocos días ustedes serán bautizados con el Espíritu Santo.

Entonces los que estaban reunidos con él le preguntaron: —Señor, ¿es ahora cuando vas a restablecer el reino a Israel?

—No les toca a ustedes conocer la hora ni el momento determinados por la autoridad misma del Padre —les contestó Jesús—. Pero, cuando venga el Espíritu Santo sobre ustedes, recibirán poder y serán mis testigos tanto en Jerusalén como en toda Judea y Samaria, y hasta los confines de la tierra.

Los discípulos aún no tenían concepto alguno de cómo sería este bautismo. Todavía están pensando en un reino terrenal, pero Jesús tiene algo mucho más allá de esta tierra, algo que Él compara con el bautismo de Juan. Sería una obra soberana de Dios; dice “serán bautizados.” Es la voluntad de Dios para ellos, y para ti también. Es la promesa de Dios para nosotros, y es importante recibir ese poder para servir a Dios.

Muchos todavía quieren establecer un reino “cristiano” aquí en la tierra, y se preocupan mucho con los detalles de la segunda venida de Cristo, pero es mejor dejar esas cosas en las manos del Padre. Lo importante es el poder de Dios para testificar acerca de Jesús. Son los dos resultados que Cristo menciona aquí:

  • Recibiremos poder, para testificar, predicar y hacer las obras de Jesús; el poder sobrenatural de Dios fluirá a través de nosotros.
  • Seremos testigos de Jesucristo, predicando las buenas nuevas a todo el mundo. Tenemos que ocuparnos no solo de nuestra congregación local, sino también de dedicarnos a extender su reino hasta los confines de esta tierra. Puede ser ir físicamente, orar o apoyar con nuestras finanzas la obra misionera de la iglesia.

¿Cómo está tu experiencia con el Espíritu?

La Biblia dice mucho más acerca del Espíritu, pero esta es la enseñanza de Jesús. Cristo le pide al Padre que te dé el Espíritu, pero tú también puedes pedirle. Jesús dijo en Lucas 11:13: Pues, si ustedes, aun siendo malos, saben dar cosas buenas a sus hijos, ¡cuánto más el Padre celestial dará el Espíritu Santo a quienes se lo pidan!

¡Dios quiere darte su Espíritu! ¡Pídele!

 

Andar como Jesús no es fácil Juan 15 y 16

Hemos visto en este libro cómo el ADN del reino va completamente contra la corriente de este mundo. No es sorprendente, entonces, que el creyente que fielmente pone en práctica estas enseñanzas sea mal interpretado y perseguido. Queremos iglesias grandes y el elogio de la gente que nos rodea. En países con raíces católicas, los evangélicos de ayer estaban muy acostumbrados a la persecución. Ahora, en gran medida, eso ha cambiado, y en algunos casos es popular ser un cristiano evangélico. En los países con sus raíces en el evangelio, los creyentes están sorprendidos por los muchos que se oponen a la enseñanza bíblica. Estamos muy listos para quejarnos por la “persecución,” pero Jesús dijo claramente que vamos a sufrir en este mundo. Esa noche en el Aposento Alto Jesús preparó a sus discípulos para esa oposición.

El mundo nos aborrece (Juan 15)

18 »Si el mundo los aborrece, tengan presente que antes que a ustedes, me aborreció a mí. 

¿No es cierto que las multitudes siguieron a Jesucristo, y se celebró como un rey en la entrada triunfal el Domingo de Ramas? Sí, pero muchos de esa multitud gritaron “¡Crucifícalo!” esa misma semana, y Jesús se quedó con solo 120 después de su resurrección. Por supuesto, países enteros se han visto afectados por los avivamientos, y los líderes de varios países han sido discípulos de Jesús. Pero el sistema de este mundo está completamente en contra de los valores del reino de Dios, y odia a Cristo y a sus seguidores.

19 Si fueran del mundo, el mundo los amaría como a los suyos. Pero ustedes no son del mundo, sino que yo los he escogido de entre el mundo. Por eso el mundo los aborrece.

¡Es tan fácil para nosotros olvidar que no somos del mundo! ¡Jesús nos sacó del mundo! Al que busca la aprobación del mundo le resultará difícil obedecer a Jesús. Muchos cristianos de hoy quieren ambas cosas: aprovechar los beneficios del mundo y recibir la bendición de Dios. Pero es imposible; tienen un ADN completamente diferente. El mundo habla de tolerancia, pero en realidad no hay mucha tolerancia por parte del mundo para gente con el ADN del reino. El mundo ama a los suyos, pero nos aborrece a nosotros.

20 Recuerden lo que les dije: “Ningún siervo es más que su amo”. Si a mí me han perseguido, también a ustedes los perseguirán. Si han obedecido mis enseñanzas, también obedecerán las de ustedes. 21 Los tratarán así por causa de mi nombre, porque no conocen al que me envió. 

Si persiguen a Jesús, también te perseguirán a ti (su discípulo). ¿Realmente creemos que podemos escapar de la persecución que experimentó Jesús? De tal palo tal astilla. Como amo como siervo. Como Cristo como su discípulo. No es sorprendente que te rechacen, porque no conocen a Dios. No lo tomes como algo personal; hay algo acerca de Jesucristo que la persona en el reino de las tinieblas, con el ADN del mundo, odia. La persona que tiene un corazón abierto para recibir y obedecer las enseñanzas de Jesús, también recibirá y obedecerá las nuestras. El signo del discípulo de Jesús, de la cultura del reino, es la obediencia.

No tienen excusa para su pecado

22 Si yo no hubiera venido ni les hubiera hablado, no serían culpables de pecado. Pero ahora no tienen excusa por su pecado. 23 El que me aborrece a mí también aborrece a mi Padre. 24 Si yo no hubiera hecho entre ellos las obras que ningún otro antes ha realizado, no serían culpables de pecado. Pero ahora las han visto, y sin embargo a mí y a mi Padre nos han aborrecido. 

El propósito de Jesús aquí no es dar una teología del final de aquellos que nunca han escuchado el evangelio, sino dar las condiciones en las que alguien no es culpable de pecado:

  • Si Él no hubiera venido.
  • Si Él no les hubiera hablado.
  • Si Él no hubiera hecho obras que ningún otro ha realizado.

Una persona es responsable de lo que ha visto y oído. Puede ser que la persona que nunca ha escuchado nada acerca de Dios y su Hijo unigénito sea juzgado por otra norma (ver Romanos 2:12-16). La condena es para la persona que ha visto y escuchado el mensaje, y lo rechaza. De hecho, él aborrece a Jesús, y quien aborrece a Jesús también aborrece a su Padre (no es posible creer solo en Dios y rechazar a Jesús).

¿Por qué aborrecer a Jesús,  alguien lleno de tanto amor y sabiduría, que solo hizo lo bueno para sanar, liberar, salvar y bendecir a la gente? Debido a que han endurecido los corazones, están cegados por el diablo y aman su pecado y las cosas del mundo. Estamos en una guerra espiritual, y Satanás es el padre de la mentira y el engañador.

25 Pero esto sucede para que se cumpla lo que está escrito en la ley de ellos: “Me odiaron sin motivo”.

Si te parece que alguien te odia sin motivo, cobra ánimo: así es nuestra raza caída. No había ningún motivo para el odio hacia Jesús en ese entonces o en el mundo de hoy, y tampoco hay motivo para el odio de muchos hacia su discípulo. Pero es nuestra responsabilidad asegurar que no haya un motivo legítimo para el odio del mundo (por ejemplo, la hipocresía). Pedro le escribió a cristianos que estaban sufriendo mucho (1 Pedro 4:12-19):

Queridos hermanos, no se extrañen del fuego de la prueba que están soportando, como si fuera algo insólito. Al contrario, alégrense de tener parte en los sufrimientos de Cristo, para que también sea inmensa su alegría cuando se revele la gloria de Cristo. Dichosos ustedes si los insultan por causa del nombre de Cristo, porque el glorioso Espíritu de Dios reposa sobre ustedes. Que ninguno tenga que sufrir por asesino, ladrón o delincuente, ni siquiera por entrometido. Pero, si alguien sufre por ser cristiano, que no se avergüence, sino que alabe a Dios por llevar el nombre de Cristo. Porque es tiempo de que el juicio comience por la familia de Dios; y, si comienza por nosotros, ¡cuál no será el fin de los que se rebelan contra el evangelio de Dios!

«Si el justo a duras penas se salva,
¿qué será del impío y del pecador?»

Así pues, los que sufren según la voluntad de Dios, entréguense a su fiel creador y sigan practicando el bien.

Para que no flaquee tu fe (Juan 16)

1»Todo esto les he dicho para que no flaquee su fe. 

Es mejor saber de antemano lo que nos puede suceder. Ante el odio y la persecución, la fe podría flaquear. Otras traducciones dicen: para que no abandonen su fe (NTV) y para que no tengáis tropiezo (RVR).

¿Hay cosas inesperadas pasando en tu vida? ¿Cosas que sirven de tropiezo? ¿Has pensado en abandonar tu fe? Estamos en los días postreros, y la persecución va a empeorar, hasta que sea casi imposible de soportar. Jesús dijo: Si no se acortaran esos días, nadie sobreviviría, pero por causa de los elegidos se acortarán (Mateo 24:22).

Los expulsarán de las sinagogas; y hasta viene el día en que cualquiera que los mate pensará que le está prestando un servicio a Dios. Actuarán de este modo porque no nos han conocido ni al Padre ni a mí. Y les digo esto para que cuando llegue ese día se acuerden de que ya se lo había advertido. Sin embargo, no les dije esto al principio porque yo estaba con ustedes.

Y si alguien supiera desde el principio lo difícil que sería andar con Jesús, ¿quién lo seguiría? Qué fácil es olvidar en medio de la aflicción que Jesús ya nos advirtió. Esta es gente religiosa, en este caso judíos celosos, pero hoy puede ser alguien que confiesa ser cristiano y cree que está sirviendo a Dios; a ese extremo el diablo puede engañar a alguien. Hay que estar preparado:

Entonces los entregarán a ustedes para que los persigan y los maten, y los odiarán todas las naciones por causa de mi nombre. En aquel tiempo muchos se apartarán de la fe; unos a otros se traicionarán y se odiarán; y surgirá un gran número de falsos profetas que engañarán a muchos. Habrá tanta maldad que el amor de muchos se enfriará, pero el que se mantenga firme hasta el fin será salvo (Mateo 24:9-13).

Hay muchos falsos profetas en el mundo de hoy. ¿Estás bajo la cobertura de un pastor (sometido a su autoridad espiritual que Dios le ha dado) o alguien que tiene el discernimiento para identificarlos? ¿Cómo está tu amor? No dejes que se enfríe.

Gozo en medio de la tribulación

19 Jesús se dio cuenta de que querían hacerle preguntas acerca de esto, así que les dijo:

—¿Se están preguntando qué quise decir cuando dije: “Dentro de poco ya no me verán”, y “un poco después volverán a verme”? 20 Ciertamente les aseguro que ustedes llorarán de dolor, mientras que el mundo se alegrará. Se pondrán tristes, pero su tristeza se convertirá en alegría. 

Es de sentido común, si odiaran a Jesús, estarían felices de ver a Cristo crucificado. A veces habrá tristeza y dolor, el llanto puede durar por la noche, pero la alegría llega por la mañana. Cuando veas a Cristo, cuando Él regrese, tu dolor se convertirá en gozo. Hay cosas en este mundo que nos entristecen, pero en Jesús esa tristeza se convierte en alegría.

21 La mujer que está por dar a luz siente dolores porque ha llegado su momento, pero en cuanto nace la criatura se olvida de su angustia por la alegría de haber traído al mundo un nuevo ser.22 Lo mismo les pasa a ustedes: Ahora están tristes, pero cuando vuelva a verlos se alegrarán, y nadie les va a quitar esa alegría.

Puede ser que tú estés en un embarazo ahora: haya angustia en este momento; con dificultad quieres crecer en el evangelio y dar a luz una obra para el Señor. Qué bueno saber que algún día estaremos con el Señor para siempre; hay gozo en su presencia, y nadie puede quitar esa alegría.

32 Miren que la hora viene, y ya está aquí, en que ustedes serán dispersados, y cada uno se irá a su propia casa y a mí me dejarán solo. Sin embargo, solo no estoy, porque el Padre está conmigo. 

¡Qué rápido olvidamos a nuestro Salvador y lo dejamos! Esta profecía se cumpliría dentro de unas pocas horas. Es difícil perseverar con Cristo cuando puede costarte la vida y tu Señor está crucificado. Jesús conoce de antemano nuestras debilidades y la tendencia a huir de las dificultades, pero a pesar de la infidelidad de estos discípulos (y la nuestra a veces), Él permanece fiel.

Cristo ha vencido al mundo

33 Yo les he dicho estas cosas para que en mí hallen paz. En este mundo afrontarán aflicciones, pero ¡anímense! Yo he vencido al mundo.

Ya está claro que tenemos un ADN muy diferente del mundo, y, por desgracia, muy diferente de lo que es enseñado en muchas iglesias. La vida cristiana no está libre de aflicción; de hecho, es cierto que enfrentaremos aflicciones en el mundo. Pero Cristo nos dejó estas palabras importantes:

  • En Él hallamos paz en medio de la tormenta, especialmente cuando reflexionamos sobre sus palabras y las escrituras. Tu paz no viene de las circunstancias o de algo material. Es una paz más profunda, una paz que viene de la presencia de Jesús en ti.
  • ¿Te enfrentas ahora a las aflicciones? No estás mal y probablemente no estés en pecado. La triste realidad es que vamos a enfrentarlas en este mundo.
  • Cristo quiere darte ánimo. Él está contigo y sabe lo que está pasando. No estás solo.
  • Él ha vencido al mundo, y comparte esa victoria contigo. ¡En Cristo somos más que vencedores!

Introducción a 1 Corintios 1 Corintios 1:1-3

¿Te gusta abrir un mensaje en WhatsApp o Facebook y encontrar una controversia o reproche? ¡Claro que no! Aunque Pablo tiene que tocar algunos temas muy difíciles en esta carta, él empieza con un saludo y las cosas positivas de esta iglesia.

1Pablo, llamado por la voluntad de Dios a ser apóstol de Cristo Jesús, y nuestro hermano Sóstenes,

¿Quién es este Pablo?

Pablo se identifica como el autor, junto con un hermano llamado Sóstenes. ¿Qué comunica Pablo acerca de su identidad?

  • Fue llamado.  No decidió ser cristiano ni apóstol.  Dios nos llama a la obediencia y al arrepentimiento.  Pocos buscan a Dios; Dios nos busca a nosotros. Si respondemos a ese llamado o nos resistimos, es nuestra decisión. Y tú, ¿has aceptado el llamado de Dios para seguir a Jesucristo?
  • Dios también nos llama a una tarea específica en la iglesia. El llamado de Pablo fue por el apostolado, enviado por Jesús para establecer y supervisar iglesias. Junto con el llamado viene la autoridad de Cristo, que Pablo va a ejercer en esta carta. ¿Sabes cuál es tu llamado? ¿Estás trabajando en ello? ¿Estás experimentando la autoridad de Dios cuando ministras en tu llamado?
  • Pablo puede escribir con autoridad y confianza porque sabe que su vocación es la voluntad de Dios.  Dios tiene un plan, un propósito, para toda la historia.  Su voluntad es suprema.  El clamor del corazón del creyente es “hágase tu voluntad, que venga tu reino.” ¿Quieres conocer la voluntad de Dios para tu vida? ¿Estás seguro de que estás en su voluntad ahora?
  • Jesucristo es su Maestro y Señor. Pablo quiere exaltar a Jesús en todo. Está completamente sometido a la voluntad y al llamado de Dios, lo que lo impulsa a escribir esta carta difícil.
  • No trabaja solo.  Siempre estaba acompañado por alguien a quien él estaba discipulando, u otro apóstol.

Los receptores de la carta

a la iglesia de Dios que está en Corinto, a los que han sido santificados en Cristo Jesús y llamados a ser su santo pueblo, junto con todos los que en todas partes invocan el nombre de nuestro Señor Jesucristo, Señor de ellos y de nosotros:

La carta está dirigida a la iglesia en Corinto, pero la enseñanza es para la iglesia universal.  Tendemos a pensar en Jesús como nuestro salvador personal, y así es, pero Dios está preparando un cuerpo, un pueblo de discípulos.  Pablo no dirige la carta al pastor ni a los ancianos; Dios trabaja con nosotros como pueblo, como iglesia.  Es muy importante ser parte de una iglesia local.

Hay muchas cosas que Pablo puede decir acerca de la iglesia, pero aquí escoge dos cosas importantes:

  • Han sido santificados en Cristo Jesús.  Cuando aceptaron a Cristo y se unieron a Él, se separaron del mundo, se purificaron y se establecieron como un pueblo distinto.  Vamos a ver que estaban confundidos acerca de esta santidad. Si tú estás en Cristo, has sido santificado. ¿Entiendes lo que eso significa? ¿Estás caminando en santidad?
  • No es solo una cuestión de santidad personal; están llamados a ser un pueblo santo.  Dios ya ha hecho la obra en nosotros, pero aún no hemos llegado.  No somos perfectos. Tenemos el llamado y sabemos cuál es el objetivo, pero aún estamos en el proceso. Es parte de la tensión de la vida actual en este mundo. Por desgracia, los corintios no eran un pueblo tan santo. Pablo los alentará a una vida más santa, a cuadrar su experiencia diaria con lo que Dios ya ha hecho en ellos.

Jesucristo es la fuente de unidad entre los creyentes.  Él es la cabeza del cuerpo y tiene que ocupar su lugar como Señor de cada individuo (y cuerpo) para lograr esa unidad.  Debemos experimentar lazos de amor, ya que todos tenemos el mismo Señor.

Una bendición

Que Dios nuestro Padre y el Señor Jesucristo les concedan gracia y paz.

No son meras palabras; hay poder en una bendición.  Ten en cuenta que el Padre y el Señor Jesús son personas distintas, pero ambos son divinos, con el poder de conceder gracia y paz, que solo Dios puede dar.  Pablo sabe que cuando lean las palabras fuertes de esta carta, van a necesitar esa paz y gracia (el favor inmerecido de Dios) para ponerlas en práctica.

 

Corinto: Lo bueno, lo malo y lo feo 1 Corintios 1:4-17

Lo bueno: Acción de gracias por lo que Dios ha hecho

Pablo casi siempre comienza sus cartas con acción de gracias, algo positivo, antes de criticar.  Es fácil ir directamente al problema y ofrecer una solución; es posible que lo hayas intentado con tu esposa. ¡Espérate! Primero párate y piensa en lo bueno de la relación, y enfócate en lo positivo. ¡Sigue el ejemplo de Pablo con tu cónyuge, familia y hermanos en la iglesia!

Siempre doy gracias a Dios por ustedes, pues él, en Cristo Jesús, les ha dado su gracia. Unidos a Cristo ustedes se han llenado de toda riqueza, tanto en palabra como en conocimiento. Así se ha confirmado en ustedes nuestro testimonio acerca de Cristo, de modo que no les falta ningún don espiritual mientras esperan con ansias que se manifieste nuestro Señor Jesucristo. Él los mantendrá firmes hasta el fin, para que sean irreprochables en el día de nuestro Señor Jesucristo. Fiel es Dios, quien los ha llamado a tener comunión con su Hijo Jesucristo, nuestro Señor.

¡Este breve párrafo está lleno!

  • Pablo siempre agradece a Dios por ellos. Mantén esa actitud de gratitud hacia tu familia e iglesia imperfectas.
  • Tenían una relación complicada y a menudo difícil, algo similar a la relación padre-hijo.  Pablo los amaba, pero también sufrió por su pecado y el rechazo de su autoridad.
  • Recibimos la gracia de Dios a través de Jesucristo, en relación con Él.
  • Somos unidos a Cristo.  Fluyendo de esa unidad, Dios ya nos ha llenado con toda riqueza.  ¿Te sientes rico? ¡No busques las riquezas del mundo!  Ya tienes toda riqueza, en palabra y conocimiento.  Ahora hay que descubrir y desarrollar esas riquezas.
  • Pablo les había testificado acerca de lo que Cristo hace, y ese testimonio ha sido confirmado en ellos.  Su testimonio incluyó los dones espirituales que Cristo reparte a sus discípulos; no había falta de ellos entre los corintios. ¿Hay abundancia de dones en tu iglesia?
  • También vivían con la esperanza de un reino venidero, de la venida de Jesucristo. Jesús ya está presente entre nosotros, pero se manifestará cuando regrese. ¿Estás esperando ansiosamente su venida?  ¿O estás tan cómodo en este mundo que no piensas mucho en el cielo?
  • A pesar de todos sus problemas, Pablo confía en que Cristo los mantendrá firme hasta el final.  ¡Qué promesa preciosa!  ¡Cristo es por ti! SoloCristo te mantendrá firme; tú no puedes en tu propia fuerza.
  • Cristo quiere que tú seas irreprochable cuando venga.  Está trabajando ahora para preparar a su novia.
  • Pablo ya dijo que fueron llamados a ser un pueblo santo; ahora dice que son llamados a tener comunión con Jesús.  Quienes somos, en relación con Dios, es más importante que lo que hagamos. ¿Cómo está tu comunión con Cristo?
  • Podemos ser infieles, pero Dios es fiel.

Lo malo: Divisiones en la iglesia

A pesar de todas estas bendiciones, no todo está bien en la iglesia: No hay unidad; hay divisiones en el cuerpo de Cristo.

10 Les suplico, hermanos, en el nombre de nuestro Señor Jesucristo, que todos vivan en armonía y que no haya divisiones entre ustedes, sino que se mantengan unidos en un mismo pensar y en un mismo propósito.

Ésta es la súplica de Pablo por cada iglesia:

  • Que todos vivan en armonía, que estén de acuerdo.
  • Que no haya divisiones entre los hermanos.
  • Que se mantengan unidos.
  • Que tengan un mismo pensar.
  • Que tengan un mismo propósito.

Suena como la oración de Jesús en Juan 17.  Allí, el Hijo de Dios estuvo suplicando no solo por una iglesia, sino por toda la iglesia. ¡Imagina la potencia de la iglesia si tuviéramos el mismo propósito!

  • ¿Por qué actuamos como si fuese imposible?
  • ¿Por qué hay cristianos sospechosos de otros creyentes que promuevan la unidad?
  • ¿Compartes la carga de Pablo por la unidad de la iglesia?
  • ¿Cómo está la unidad en tu iglesia?
  • ¿Qué estás haciendo para fomentar la unidad (u obstaculizarla) en tu iglesia y con otras iglesias?

 11 Digo esto, hermanos míos, porque algunos de la familia de Cloé me han informado que hay rivalidades entre ustedes.

En la prisión se llama “chota.”  Nadie estima a un chismoso. El apóstol o el pastor debe saber lo que está sucediendo en la iglesia, pero ¡ten cuidado!

  • Discierne bien el espíritu de la persona que trae la información.
  • Cuidado con el favoritismo.
  • Busca una confirmación de alguien confiable.
  • No des lugar al chisme.

12 Me refiero a que unos dicen: «Yo sigo a Pablo»; otros afirman: «Yo, a Apolos»; otros: «Yo, a Cefas»; y otros: «Yo, a Cristo.» 13 ¡Cómo! ¿Está dividido Cristo? ¿Acaso Pablo fue crucificado por ustedes? ¿O es que fueron bautizados en el nombre de Pablo?

Me parece que hay rivalidades en la mayoría de las iglesias: Entre aquellos que quieren ser un líder del equipo de adoración, o de los diáconos, o de los ancianos; competencia para ser el mejor predicador u orar con más fervor. ¡Que Dios nos libere de esas rivalidades!

En este caso la rivalidad se centraba en la lealtad a un apóstol.  Los “más espirituales” dijeron que solo seguían a Jesús, y no a ningún hombre.  ¿No es ésta la situación en la iglesia hoy?  Hay un sinnúmero de apóstoles, y cada uno tiene sus seguidores. Me parece que hay más lealtad hacia hombres (y menos unidad) que nunca.

Es una tentación para el predicador exitoso  sentirse orgulloso de todos sus seguidores, su sitio web y su programa en la televisión. A él le gusta cuando alguien dice “yo voy a la iglesia del tal y tal.” ¡No tomes el lugar de Jesucristo!  ¡Es su iglesia!  ¡Es su cuerpo!

 14 Gracias a Dios que no bauticé a ninguno de ustedes, excepto a Crispo y a Gayo, 15 de modo que nadie puede decir que fue bautizado en mi nombre. 16 Bueno, también bauticé a la familia de Estéfanas; fuera de éstos, no recuerdo haber bautizado a ningún otro. 17 Pues Cristo no me envió a bautizar sino a predicar el evangelio, y eso sin discursos de sabiduría humana, para que la cruz de Cristo no perdiera su eficacia.

Cuando llenamos nuestra predicación y nuestros libros con discursos de sabiduría humana, la cruz de Cristo pierde su eficacia.

Jesús no bautizó a nadie, pero nos mandó a nosotros a bautizar.  Pablo sabía que no fue llamado a bautizar, y él mismo bautizó a muy pocos.  Siempre tenía varios hermanos para ayudarlo, o los líderes de la iglesia local bautizaron. En este caso fue provechoso, porque estaba más claro que fueron bautizados en identificación con Jesús, y no con Pablo. Evita todo lo que te llame la atención a ti mismo.

Lo feo

Vemos en esta introducción un corazón cargado.  Pablo ama a esta iglesia. Está muy agradecido por su crecimiento y todo lo que Cristo ha hecho por ellos, pero sabe que sus divisiones apagan el Espíritu, y conoce muchos otros problemas, que abordará en esta carta. Debajo de la fachada de la espiritualidad, los corintios están feos. Podemos tener mucha confianza, pero podríamos estar realmente en una situación muy peligrosa. ¿Podría ser que estamos tan feos como los corintios?