Andar como Jesús no es fácil Juan 15 y 16

Hemos visto en este libro cómo el ADN del reino va completamente contra la corriente de este mundo. No es sorprendente, entonces, que el creyente que fielmente pone en práctica estas enseñanzas sea mal interpretado y perseguido. Queremos iglesias grandes y el elogio de la gente que nos rodea. En países con raíces católicas, los evangélicos de ayer estaban muy acostumbrados a la persecución. Ahora, en gran medida, eso ha cambiado, y en algunos casos es popular ser un cristiano evangélico. En los países con sus raíces en el evangelio, los creyentes están sorprendidos por los muchos que se oponen a la enseñanza bíblica. Estamos muy listos para quejarnos por la “persecución,” pero Jesús dijo claramente que vamos a sufrir en este mundo. Esa noche en el Aposento Alto Jesús preparó a sus discípulos para esa oposición.

El mundo nos aborrece (Juan 15)

18 »Si el mundo los aborrece, tengan presente que antes que a ustedes, me aborreció a mí. 

¿No es cierto que las multitudes siguieron a Jesucristo, y se celebró como un rey en la entrada triunfal el Domingo de Ramas? Sí, pero muchos de esa multitud gritaron “¡Crucifícalo!” esa misma semana, y Jesús se quedó con solo 120 después de su resurrección. Por supuesto, países enteros se han visto afectados por los avivamientos, y los líderes de varios países han sido discípulos de Jesús. Pero el sistema de este mundo está completamente en contra de los valores del reino de Dios, y odia a Cristo y a sus seguidores.

19 Si fueran del mundo, el mundo los amaría como a los suyos. Pero ustedes no son del mundo, sino que yo los he escogido de entre el mundo. Por eso el mundo los aborrece.

¡Es tan fácil para nosotros olvidar que no somos del mundo! ¡Jesús nos sacó del mundo! Al que busca la aprobación del mundo le resultará difícil obedecer a Jesús. Muchos cristianos de hoy quieren ambas cosas: aprovechar los beneficios del mundo y recibir la bendición de Dios. Pero es imposible; tienen un ADN completamente diferente. El mundo habla de tolerancia, pero en realidad no hay mucha tolerancia por parte del mundo para gente con el ADN del reino. El mundo ama a los suyos, pero nos aborrece a nosotros.

20 Recuerden lo que les dije: “Ningún siervo es más que su amo”. Si a mí me han perseguido, también a ustedes los perseguirán. Si han obedecido mis enseñanzas, también obedecerán las de ustedes. 21 Los tratarán así por causa de mi nombre, porque no conocen al que me envió. 

Si persiguen a Jesús, también te perseguirán a ti (su discípulo). ¿Realmente creemos que podemos escapar de la persecución que experimentó Jesús? De tal palo tal astilla. Como amo como siervo. Como Cristo como su discípulo. No es sorprendente que te rechacen, porque no conocen a Dios. No lo tomes como algo personal; hay algo acerca de Jesucristo que la persona en el reino de las tinieblas, con el ADN del mundo, odia. La persona que tiene un corazón abierto para recibir y obedecer las enseñanzas de Jesús, también recibirá y obedecerá las nuestras. El signo del discípulo de Jesús, de la cultura del reino, es la obediencia.

No tienen excusa para su pecado

22 Si yo no hubiera venido ni les hubiera hablado, no serían culpables de pecado. Pero ahora no tienen excusa por su pecado. 23 El que me aborrece a mí también aborrece a mi Padre. 24 Si yo no hubiera hecho entre ellos las obras que ningún otro antes ha realizado, no serían culpables de pecado. Pero ahora las han visto, y sin embargo a mí y a mi Padre nos han aborrecido. 

El propósito de Jesús aquí no es dar una teología del final de aquellos que nunca han escuchado el evangelio, sino dar las condiciones en las que alguien no es culpable de pecado:

  • Si Él no hubiera venido.
  • Si Él no les hubiera hablado.
  • Si Él no hubiera hecho obras que ningún otro ha realizado.

Una persona es responsable de lo que ha visto y oído. Puede ser que la persona que nunca ha escuchado nada acerca de Dios y su Hijo unigénito sea juzgado por otra norma (ver Romanos 2:12-16). La condena es para la persona que ha visto y escuchado el mensaje, y lo rechaza. De hecho, él aborrece a Jesús, y quien aborrece a Jesús también aborrece a su Padre (no es posible creer solo en Dios y rechazar a Jesús).

¿Por qué aborrecer a Jesús,  alguien lleno de tanto amor y sabiduría, que solo hizo lo bueno para sanar, liberar, salvar y bendecir a la gente? Debido a que han endurecido los corazones, están cegados por el diablo y aman su pecado y las cosas del mundo. Estamos en una guerra espiritual, y Satanás es el padre de la mentira y el engañador.

25 Pero esto sucede para que se cumpla lo que está escrito en la ley de ellos: “Me odiaron sin motivo”.

Si te parece que alguien te odia sin motivo, cobra ánimo: así es nuestra raza caída. No había ningún motivo para el odio hacia Jesús en ese entonces o en el mundo de hoy, y tampoco hay motivo para el odio de muchos hacia su discípulo. Pero es nuestra responsabilidad asegurar que no haya un motivo legítimo para el odio del mundo (por ejemplo, la hipocresía). Pedro le escribió a cristianos que estaban sufriendo mucho (1 Pedro 4:12-19):

Queridos hermanos, no se extrañen del fuego de la prueba que están soportando, como si fuera algo insólito. Al contrario, alégrense de tener parte en los sufrimientos de Cristo, para que también sea inmensa su alegría cuando se revele la gloria de Cristo. Dichosos ustedes si los insultan por causa del nombre de Cristo, porque el glorioso Espíritu de Dios reposa sobre ustedes. Que ninguno tenga que sufrir por asesino, ladrón o delincuente, ni siquiera por entrometido. Pero, si alguien sufre por ser cristiano, que no se avergüence, sino que alabe a Dios por llevar el nombre de Cristo. Porque es tiempo de que el juicio comience por la familia de Dios; y, si comienza por nosotros, ¡cuál no será el fin de los que se rebelan contra el evangelio de Dios!

«Si el justo a duras penas se salva,
¿qué será del impío y del pecador?»

Así pues, los que sufren según la voluntad de Dios, entréguense a su fiel creador y sigan practicando el bien.

Para que no flaquee tu fe (Juan 16)

1»Todo esto les he dicho para que no flaquee su fe. 

Es mejor saber de antemano lo que nos puede suceder. Ante el odio y la persecución, la fe podría flaquear. Otras traducciones dicen: para que no abandonen su fe (NTV) y para que no tengáis tropiezo (RVR).

¿Hay cosas inesperadas pasando en tu vida? ¿Cosas que sirven de tropiezo? ¿Has pensado en abandonar tu fe? Estamos en los días postreros, y la persecución va a empeorar, hasta que sea casi imposible de soportar. Jesús dijo: Si no se acortaran esos días, nadie sobreviviría, pero por causa de los elegidos se acortarán (Mateo 24:22).

Los expulsarán de las sinagogas; y hasta viene el día en que cualquiera que los mate pensará que le está prestando un servicio a Dios. Actuarán de este modo porque no nos han conocido ni al Padre ni a mí. Y les digo esto para que cuando llegue ese día se acuerden de que ya se lo había advertido. Sin embargo, no les dije esto al principio porque yo estaba con ustedes.

Y si alguien supiera desde el principio lo difícil que sería andar con Jesús, ¿quién lo seguiría? Qué fácil es olvidar en medio de la aflicción que Jesús ya nos advirtió. Esta es gente religiosa, en este caso judíos celosos, pero hoy puede ser alguien que confiesa ser cristiano y cree que está sirviendo a Dios; a ese extremo el diablo puede engañar a alguien. Hay que estar preparado:

Entonces los entregarán a ustedes para que los persigan y los maten, y los odiarán todas las naciones por causa de mi nombre. En aquel tiempo muchos se apartarán de la fe; unos a otros se traicionarán y se odiarán; y surgirá un gran número de falsos profetas que engañarán a muchos. Habrá tanta maldad que el amor de muchos se enfriará, pero el que se mantenga firme hasta el fin será salvo (Mateo 24:9-13).

Hay muchos falsos profetas en el mundo de hoy. ¿Estás bajo la cobertura de un pastor (sometido a su autoridad espiritual que Dios le ha dado) o alguien que tiene el discernimiento para identificarlos? ¿Cómo está tu amor? No dejes que se enfríe.

Gozo en medio de la tribulación

19 Jesús se dio cuenta de que querían hacerle preguntas acerca de esto, así que les dijo:

—¿Se están preguntando qué quise decir cuando dije: “Dentro de poco ya no me verán”, y “un poco después volverán a verme”? 20 Ciertamente les aseguro que ustedes llorarán de dolor, mientras que el mundo se alegrará. Se pondrán tristes, pero su tristeza se convertirá en alegría. 

Es de sentido común, si odiaran a Jesús, estarían felices de ver a Cristo crucificado. A veces habrá tristeza y dolor, el llanto puede durar por la noche, pero la alegría llega por la mañana. Cuando veas a Cristo, cuando Él regrese, tu dolor se convertirá en gozo. Hay cosas en este mundo que nos entristecen, pero en Jesús esa tristeza se convierte en alegría.

21 La mujer que está por dar a luz siente dolores porque ha llegado su momento, pero en cuanto nace la criatura se olvida de su angustia por la alegría de haber traído al mundo un nuevo ser.22 Lo mismo les pasa a ustedes: Ahora están tristes, pero cuando vuelva a verlos se alegrarán, y nadie les va a quitar esa alegría.

Puede ser que tú estés en un embarazo ahora: haya angustia en este momento; con dificultad quieres crecer en el evangelio y dar a luz una obra para el Señor. Qué bueno saber que algún día estaremos con el Señor para siempre; hay gozo en su presencia, y nadie puede quitar esa alegría.

32 Miren que la hora viene, y ya está aquí, en que ustedes serán dispersados, y cada uno se irá a su propia casa y a mí me dejarán solo. Sin embargo, solo no estoy, porque el Padre está conmigo. 

¡Qué rápido olvidamos a nuestro Salvador y lo dejamos! Esta profecía se cumpliría dentro de unas pocas horas. Es difícil perseverar con Cristo cuando puede costarte la vida y tu Señor está crucificado. Jesús conoce de antemano nuestras debilidades y la tendencia a huir de las dificultades, pero a pesar de la infidelidad de estos discípulos (y la nuestra a veces), Él permanece fiel.

Cristo ha vencido al mundo

33 Yo les he dicho estas cosas para que en mí hallen paz. En este mundo afrontarán aflicciones, pero ¡anímense! Yo he vencido al mundo.

Ya está claro que tenemos un ADN muy diferente del mundo, y, por desgracia, muy diferente de lo que es enseñado en muchas iglesias. La vida cristiana no está libre de aflicción; de hecho, es cierto que enfrentaremos aflicciones en el mundo. Pero Cristo nos dejó estas palabras importantes:

  • En Él hallamos paz en medio de la tormenta, especialmente cuando reflexionamos sobre sus palabras y las escrituras. Tu paz no viene de las circunstancias o de algo material. Es una paz más profunda, una paz que viene de la presencia de Jesús en ti.
  • ¿Te enfrentas ahora a las aflicciones? No estás mal y probablemente no estés en pecado. La triste realidad es que vamos a enfrentarlas en este mundo.
  • Cristo quiere darte ánimo. Él está contigo y sabe lo que está pasando. No estás solo.
  • Él ha vencido al mundo, y comparte esa victoria contigo. ¡En Cristo somos más que vencedores!