Cómo nunca caer 2 Pedro 1:1-11

1Simón Pedro, siervo y apóstol de Jesucristo, a los que por la justicia de nuestro Dios y Salvador Jesucristo han recibido una fe tan preciosa como la nuestra.

Un siervo

Pedro era una de las columnas de la iglesia primitiva, pero, de acuerdo con la enseñanza y ejemplo de su Maestro, se considera un siervo. Sí, también es un apóstol, pero el que quiere ser grande tiene que ser el siervo de todos. En ese entonces, los falsos maestros se levantaron para dominar las iglesias. Pedro se diferencia de ellos cuando se identifica a sí mismo como un siervo. ¿Conoces a “apóstoles” en la iglesia de hoy? ¿Tienen esa actitud de siervo?

Todos recibimos gracia y fe

Pedro también se identifica con la gente que recibe esta carta. Cada creyente ha recibido la misma preciosa fe. Otra vez, a diferencia de los falsos maestros y gnósticos que afirmaron tener un conocimiento especial, Pedro dice que todos recibimos la misma gracia del Señor. A veces podemos pensar en la fe como algo que tenemos que producir; Pedro dice que recibimos esta fe. Dios nos da la capacidad de creer. Es la justicia de Jesús (no la mía, que es como trapos de inmundicia) que nos concede esa fe. Pedro escribe ahora para toda la iglesia; no solo las iglesias nombradas en su primera carta.

Cristo es Dios

Una herejía que ha plagado la iglesia a través de los siglos es la enseñanza de que Cristo no es Dios. Cristo es la piedra de tropiezo para varios grupos, que insinúan que adoramos a dos (o tres) dioses. Ellos dicen que la Biblia no afirma que Cristo es Dios, pero aquí Pedro dice claramente que Jesucristo es Dios y Salvador.

Los frutos de nuestro conocimiento de Cristo

Que abunden en ustedes la gracia y la paz por medio del conocimiento que tienen de Dios y de Jesús nuestro Señor.

¿Quieres más gracia y paz en tu vida? Vienen por medio de tu conocimiento de Dios. Acércate a Jesús y lee la Biblia para crecer en ese conocimiento y en tu experiencia de su gracia y paz. Esta es la primera de las dos veces en este capítulo que Pedro usa la palabra “abundar.” No debemos simplemente saborearlas; la gracia y la paz deben abundar en nosotros. ¿Estás creciendo en tu conocimiento de Jesús? No solo intelectualmente o en el conocimiento de la Biblia, sino también en el conocimiento personal en relación con Él.

Una vez más, Pedro ya está luchando contra la enseñanza gnóstica de un conocimiento especial. Ellos trajeron confusión y el sentido de que hay algo que nosotros tenemos que hacer para recibir este conocimiento. Pedro dice que son frutos de un conocimiento personal de Jesús y de nuestra relación con Él.

Todas las cosas que pertenecen a la vida y a la piedad

Su divino poder, al darnos (mediante) el conocimiento de aquel que nos llamó por su propia gloria y excelencia, nos ha concedido todas las cosas que necesitamos para vivir como Dios manda (RVR: todas las cosas que pertenecen a la vida y a la piedad). Así Dios nos ha entregado sus preciosas y magníficas promesas para que ustedes, luego de escapar de la corrupción que hay en el mundo debido a los malos deseos, lleguen a tener parte en la naturaleza divina.

El verso 3 confirma nuevamente lo que Pedro acaba de decir: Ya Dios nos ha concedido todo lo que necesitamos. Es un don. Los falsos maestros no pueden ofrecerles algo que necesitan más allá de lo que ya tienen. El mismo peligro existe hoy, cuando alguien te ofrece una nueva revelación. Ten mucho cuidado de lo que recibes.

El proceso de nuestra salvación

Hay una progresión, un proceso, muy obvia aquí. Empezamos perdidos, destinados al infierno, y terminamos compartiendo la naturaleza divina. Hay algo que Dios, en su divino poder, hace, y algo que nosotros tenemos que hacer: conocerlo, reclamar sus promesas y luchar contra los malos deseos.

  1. Dios nos llamó.
  2. Su propia gloria y excelencia lo motivan y trabajan porque quiere que nosotros participemos en estas bendiciones.
  3. Su divino poder ha hecho posible nuestra redención y salvación.
  4. Una vez salvos, tenemos que cambiar; ya tú no mandas, Dios manda. Pero Él ha hecho todo lo necesario para hacerlo posible, dándonos todas las cosas que pertenecen a la vida y a la piedad.
  5. Recibimos estas cosas por medio del conocimiento que Dios nos da de sí mismo.
  6. Conociendo algo de su santidad y gloria, y ya poseyendo todo lo que necesitamos para obedecerlo, huimos, escapamos, de la corrupción que hay en el mundo debido a los malos deseos.
  7. Dios nos entrega sus preciosas y magnificas promesas.
  8. Llegamos a tener parte en la naturaleza divina.

La mayor parte de este proceso es una obra de Dios. Incluso el conocimiento que tenemos de Dios es un don, por medio de revelación y la obra del Espíritu Santo en nosotros. Esa revelación, ese conocimiento, nos motiva a huir del pecado. Ten cuidado con alguna enseñanza que menosprecia la gravedad del pecado y no conduce a la santidad; tenemos que recibir, escuchar y meditar en lo que Dios ya nos ha revelado.

Las promesas de Dios

Solo después de pasar por este proceso, Dios nos entrega sus promesas. Son preciosas y magnificas, y Él no va a entregarlas a alguien con una mente corrupta que está atado en satisfacer los malos deseos de su carne. No es posible contar todas las promesas bíblicas, pero dicen que hay alrededor de 3000. Yo he visto cajitas con una tarjetita por cada día con una promesa. Dios nos las entrega, pero nosotros tenemos que buscarlas, estudiarlas y reclamarlas.

¿Participar en la naturaleza divina?

¿Cómo es posible tener parte en la naturaleza divina? ¿Significa que nos convertimos en dioses? Claro que no, pero con el conocimiento que Dios nos ha dado,  experimentamos el milagroso cumplimiento de sus promesas, estamos libres de pecado y tenemos una nueva naturaleza más cercana a lo divino que a lo carnal. Si no huimos de la corrupción del mundo, no es posible participar en esa naturaleza divina. Compartimos su santidad, como Pedro nos mandó en su primera carta (1:16): Sean santos, porque yo soy santo.

¿Dónde estás en este proceso?

¿Estás creciendo en tu conocimiento de Dios? ¿Has huido de la corrupción del mundo? ¿O aún vives para satisfacer los malos deseos de tu carne?

¿Cuántas de las promesas de Dios conoces? Sería bueno tener un cuaderno para registrar cada promesa que encuentres en la Biblia, y cómo y cuándo Dios la cumple.

Tal vez la primera promesa para reclamar es la realidad de que Dios ya te ha dado todas las cosas que necesitas para vivir como Él lo manda. ¿Lo crees?

Dios ha hecho una obra maravillosa para nosotros. Y precisamente porque la meta es algo tan asombrosa (participar en la naturaleza divina), depende de nosotros esforzarnos para conformarnos a su imagen.

¡Otro proceso!

Precisamente por eso, esfuércense por añadir a su fe, virtud; a su virtud, entendimiento; al entendimiento, dominio propio; al dominio propio, constancia; a la constancia, devoción a Dios; a la devoción a Dios, afecto fraternal; y al afecto fraternal, amor. 

NTV: En vista de todo esto, esfuércense al máximo por responder a las promesas de Dios complementando su fe con una abundante provisión de excelencia moral; la excelencia moral, con conocimiento; el conocimiento, con control propio; el control propio, con perseverancia; la perseverancia, con sumisión a Dios; la sumisión a Dios, con afecto fraternal, y el afecto fraternal, con amor por todos.

Algunos han dicho que estos son solo varios aspectos de la vida cristiana, sin ningún orden, pero dice añadir; me parece claro que es una progresión. No es posible trabajar en todas estas cosas a la vez. Es parecido a lo que Pablo dice en Romanos 5: 3 y 4: sabemos que el sufrimiento produce perseverancia; la perseverancia, entereza de carácter; la entereza de carácter, esperanza. Aquí, el fundamento es nuestra fe; todo empieza con esa fe en Dios:

  1. Fe (la verdadera fe siempre se manifiesta en obediencia y acción)
  2. Virtud (buena conducta, excelencia moral)
  3. Entendimiento (conocimiento)
  4. Dominio propio (muchos falsos maestros carecen de esto)
  5. Constancia (perseverancia, paciencia)
  6. Devoción a Dios (sumisión a Dios, piedad)
  7. Afecto (cariño) fraternal
  8. Amor (ágape)

Algunas observaciones sobre este proceso:

  • Todo empieza con la fe. Sin fe en Dios, podemos trabajar y hacer un esfuerzo para mejorar, pero todo será en la carne, y vamos a terminar frustrados.
  • Parece que no es de una vez por todas. Por ejemplo, la buena conducta siempre puede ser un reto y una lucha.
  • Nuestro entendimiento crece con el estudio de la Palabra y una sólida enseñanza y predicación en la iglesia.
  • De acuerdo con muchos textos bíblicos, el amor es lo más importante, es el objetivo de nuestro discipulado. Las demás cosas proporcionan el fundamento necesario para capacitarnos amar con el amor ágape de Dios.
  • Sí, es un arduo trabajo. Tenemos que dedicarnos a este proceso, pero la mayoría de estas cosas también son frutos del Espíritu Santo. Luego, a la medida que crecemos en nuestra comunión con el Espíritu, Él va a producirlos en nosotros.

¿Puedes decir que te has esforzado al máximo para trabajar con estas cosas? Lo que yo he observado es que de vez en cuando hacemos un esfuerzo para crecer, vamos a un seminario o retiro, o leemos un libro. Pero para la mayoría no es una prioridad. ¿Dónde estás en este proceso? ¿Qué nota (A a F) te darías para cada característica?

Porque estas cualidades, si abundan en ustedes, los harán crecer en el conocimiento de nuestro Señor Jesucristo, y evitarán que sean inútiles e improductivos. En cambio, el que no las tiene es tan corto de vista que ya ni ve, y se olvida de que ha sido limpiado de sus antiguos pecados. 10 Por lo tanto, hermanos, esfuércense más todavía por asegurarse del llamado de Dios, que fue quien los eligió. Si hacen estas cosas, no caerán jamás, 11 y se les abrirán de par en par las puertas del reino eterno de nuestro Señor y Salvador Jesucristo.

Si haces estas cosas, no caerás jamás

Es cierto que no somos salvos por las obras, pero muchas veces eso nos conduce a pensar que Cristo hace todo, y nosotros no tenemos que hacer nada: “Soy elegido y tengo mi boleto para el cielo. Ya que no puedo perder mi salvación, puedo vivir como quiera.” Pedro ha encontrado esa actitud y sabe lo peligrosa que es. Si necesitas más motivación para esforzarte y trabajar en estas cosas, Pedro nos da varios frutos de este trabajo, y las consecuencias de no trabajar:

  • Te harán crecer en tu conocimiento de Jesús. ¿Es importante que lo conozcas mejor? No importa si ya tienes 20 años caminando con Dios, siempre hay más que saber acerca de Jesús.
  • Evitarán que seas inútil e improductivo. Mejor dicho, serás muy útil en el Reino de Dios y productivo en tu servicio a Él. Si te has sentido inútil, puede ser porque estas cosas no abundan en tu vida.
  • Dios te eligió, pero tenemos que asegurarnos de su llamado. ¿Hay veces en que dudes de tu llamado y si eres elegido por Dios? Dedícate a trabajar en estas cosas, y Dios te asegurará tu llamado.
  • Se te abrirán las puertas del reino de Jesucristo. ¿Podría ser que si no te esfuerzas por trabajar con estas cosas, las puertas no se abrirán para ti? Yo no quiero arriesgarme a eso.
  • ¡No caerás jamás! Esa es una de las preciosas promesas, una garantía: no es inevitable que caigamos.

Estas cualidades deben abundar en ti. Pedro tiene palabras fuertes para la persona que echa a menos estas cualidades:

  • Es corto de vista. Está ciego a las realidades de un caminar con Cristo.
  • Ha olvidado que ha sido limpiado de sus antiguos pecados.

Son once cortos versículos, pero ¡qué introducción a esta carta! Medita en estos procesos y lo que Dios quiere para ti ahora. Son tan impresionantes que Pedro dice que siempre tiene que recordarles a los creyentes estas cosas.

Consejos para ancianos, jóvenes y todos 1 Pedro 5

Pedro ha hablado de la experiencia común de sufrimiento, y presentó el principio del sometimiento como el fundamento de toda relación: con el gobierno, los siervos (o esclavos) con sus amos, las esposas con sus maridos y la actitud que gobierna cada relación en la iglesia. ¿Cómo podemos hacer algo tan difícil? El fundamento es una sumisión a Dios y su voluntad. Ahora, Pedro dirige unas palabras a los líderes de la iglesia.

Para los ancianos

1A los ancianos que están entre ustedes, yo, que soy anciano como ellos, testigo de los sufrimientos de Cristo y partícipe con ellos de la gloria que se ha de revelar, les ruego esto: cuiden como pastores el rebaño de Dios que está a su cargo, no por obligación ni por ambición de dinero, sino con afán de servir, como Dios quiere. 

Un anciano puede ser simplemente alguien mayor, pero en este caso son los líderes de las iglesias. Pedro está en una buena posición para hablarles, porque, a pesar de ser uno de los apóstoles principales de la iglesia, también es un anciano. Al igual que los otros ancianos, él participará en la gloria de Jesús cuando Él se revelará a todo el mundo. Lo especial de Pedro es que fue un testigo de los sufrimientos de Cristo, no desde lejos, sino muy cerca.

El orden para la iglesia establecido en el Nuevo Testamento

No siempre tenemos que llamarlos ancianos, pero es importante seguir el orden del Nuevo Testamento para el liderazgo de la iglesia. He conocido a iglesias grandes que ni siquiera tienen ancianos. La Biblia nos da calificaciones muy claras para ellos (1 Timoteo 3:1-7, Tito 1:5-9). El Antiguo Testamento detalla un proceso de santificación y muchos requisitos para los sacerdotes. Servir a Dios es algo muy serio.

Aquí Pedro agrega instrucciones importantes para los ancianos:

  • Son pastores del rebaño de Dios; los mayordomos de las ovejas que pertenecen a Dios. Pedro equivale “anciano” con “pastor.” Jesús se identificó a sí mismo como pastor (Juan 10:1-18; Lucas 15:3-7).
  • Su tarea es cuidar a ese rebaño como un pastor. Hay una gran necesidad de cuidar a las ovejas, del amor y del consejo de un pastor que piensa primero en su bienestar. Parte del pastoreo es alimentar: enseñar la Palabra de Dios y proporcionar alimento sólido para sus ovejas. Esta es la misma comisión que Pedro recibió de su Señor en la mañana de su restauración, en la playa de Galilea (Juan 21). Jesús le mandó alimentar, cuidar, pastorear y apacentar a sus ovejas. Pedro lo tomó muy en serio y lo obedeció; ahora encomienda la misma comisión a todos los ancianos de la iglesia.
  • Es un encargo dado por Dios. No es fácil; tienen que rendir cuentas al Pastor Supremo de las ovejas. Ezequiel 34:1-10 es una buena descripción de los fracasos de los pastores de Israel.
  • Uno nunca debe servir como anciano por obligación, o presionar a alguien o usar la culpa para obligarlos a servir.
  • Alguien que busca el puesto por ambición de dinero es descalificado. En muchos casos, el anciano es un voluntario, pero incluso en el día de Pedro hubo algunos que se enriquecieron por medio de esta posición. La NTV dice ni por el beneficio personal que puedan obtener de ello. Esto no significa que el pastor no debe recibir un salario justo por sus labores (Mateo 10:9-10; 1 Corintios 9:1-18; 1 Timoteo 5:17-18).
  • El anciano debe tener un afán de servir. Cristo dijo que el que quiera ser grande tiene que ser el siervo de todos (Mateo 20:26-28, Marcos 10:42-45, Lucas 22:26, Juan 13:12-17).

No sean tiranos con los que están a su cuidado, sino sean ejemplos para el rebaño. La NTV: No abusen de la autoridad que tienen sobre los que están a su cargo, y DHH: Compórtense no como si ustedes fueran los dueños de los que están a su cuidado.

No es con una mano dura o dominando sobre el rebano. El orgullo y la vanidad destruirán al anciano. Pedro refleja lo que había aprendido de su Maestro (Marcos 10:42).

No hay lugar para aquellos en un “viaje de poder,” o para hipócritas. El anciano debe liderar con el ejemplo, no con la fuerza. Para que el anciano sea un ejemplo, la oveja tiene que verlo y conocerlo. No puede ser en la tele o Internet, o simplemente predicar en el púlpito; las ovejas necesitan un buen ejemplo de esposo y padre. Para recibir la posición del anciano ya se debe mostrar un buen ejemplo.

Así, cuando aparezca el Pastor supremo, ustedes recibirán la inmarcesible corona de gloria.

Hay una recompensa, pero no es necesariamente financiera o de reconocimiento en esta vida. Tenemos que servir con la expectativa de la aparición de Jesucristo, el Pastor supremo, el Pastor de excelencia, el Príncipe de los pastores. Él va a juzgar tu servicio, y si fue bueno, recibirás una corona de gloria.

Si tú eres un anciano, pastor o líder en la iglesia, estos versículos brindan una buena oportunidad para la auto-evaluación. Vemos en ellos que quién eres es más importante de lo que haces. Si tu relación con Cristo es sólida y tienes esta actitud, Dios puede usarte y el ministerio fluirá. A diferencia, es posible predicar bien y ser un buen administrador, pero si hay problemas con estas actitudes, no tendrás un ministerio exitoso ante los ojos del Señor.

Si tú deseas ser un anciano o líder en la iglesia, estas son las cualidades que debes modelar y desarrollar en tu vida ahora. Si estás en condiciones de evaluar a alguien para que sea pastor o anciano, estas son cosas que debes buscar en esa persona.

Para los jóvenes

Así mismo, jóvenes, sométanse a los ancianos.

Pedro ya mandó a los siervos y a las esposas que se sometieran, ahora se dirige a los jóvenes, “así mismo” – de la misma manera que él ya instruyó a los siervos y esposas. Posiblemente cuando Pedro dice “ancianos” aquí, incluye no solo a los líderes sino también a los mayores en edad. ¿Dónde está ese respeto y honra para los ancianos? Hay gran falta de esta actitud tan fundamental para la vida cristiana en todos los niveles de la iglesia. A los ancianos les ayuda mucho tener a un rebano sumiso (Hebreos 13:17), y esa actitud debe empezar en la juventud. Si tú eres un joven, ¿tienes esa actitud de sumisión a los ancianos en general, y a los ancianos que  pastorean tu iglesia?

Consejos para toda la iglesia

Revístanse todos de humildad en su trato mutuo, porque

«Dios se opone a los orgullosos,
pero da gracia a los humildes».

La cuestión aquí es: ¿se aplica este mandato a todos los jóvenes, o a todos los creyentes? Me parece que Pedro está terminando la carta, y esta parte está dirigida a cada creyente. Nadie está exento de la tentación del orgullo. El principio es actuar con humildad en la relación unos con otros. DHH dice: Todos deben someterse unos a otros con humildad.

La persona orgullosa está luchando contra Dios. Dios se opone a los orgullosos, y exalta o da gracia a los humildes. Aquí Pedro cita Proverbios 3:34. Si te parece que Dios está en tu contra, ¿puede ser que hay orgullo al que tienes que renunciar? Dios da su gracia libremente a los humildes. ¿Estás experimentando esa gracia? Si no, ¿es posible que tengas que humillarte?

Humíllense, pues, bajo la poderosa mano de Dios, para que él los exalte a su debido tiempo. 

Dios frustrará los esfuerzos de la persona que trata de exaltarse a sí mismo, y Él tiene una mano poderosa. Se opondrá a todo lo que hagas al respecto. Confía en Dios que Él te exaltará a su debido tiempo. Casi siempre es más tarde de lo que esperamos, pero es mucho mejor esperar su tiempo. ¿Cómo te humillas a ti mismo?

  • Busca toda oportunidad para servir.
  • Siempre toma el lugar más bajo, el último en la fila.
  • Practica la sumisión. En cada situación, busca la persona que tiene autoridad y sométete a él.

Dios llama a aquellos humildes, quienes, vaciados de toda confianza en su propio poder, sabiduría y justicia, buscan todo el bien solo de Dios. Si tú no te humillas, Dios te ama tanto que a menudo Él te humillará, pero es mucho mejor tomar la iniciativa y humillarte a ti mismo. Cristo es nuestro ejemplo aquí (Filipenses 2:8-9).

(Yo he escrito un libro sobre este tema: Humíllate.)

Depositen en él toda ansiedad, porque él cuida de ustedes.

Siempre habrá ansiedad, sobre todo cuando eres perseguido y sufres como estos hermanos, pero Dios te cuida. No tienes que estar ansioso; pon todas tus preocupaciones y ansiedades en las manos de Dios. Él sabe cómo manejarlas, y te librará de toda esa ansiedad. No te sometas a las circunstancias, sino a Dios, quien las controla.

Practiquen el dominio propio y manténganse alerta. Su enemigo el diablo ronda como león rugiente, buscando a quién devorar. Resístanlo, manteniéndose firmes en la fe, sabiendo que sus hermanos en todo el mundo están soportando la misma clase de sufrimientos.

Estamos en una guerra espiritual. Hay un diablo, y él quiere destruirte y devorarte. No tiene misericordia ninguna. Él es tu enemigo; no es tu cónyuge, tu jefe o tu pastor (Efesios 6:12). Él busca a alguien pasando por tribulaciones, enfermedades o depresión. Él espera un momento de debilidad, y como un león, ataca para devorarte. Tú no eres único; los hermanos de todo el mundo están sujetos a las mismas tentaciones y los mismos ataques. Dios te ayudará, pero hay varias cosas que tú tienes que hacer también:

  • Practica el dominio propio. Sé sobrio y prudente. Cuando nos permitimos ver cosas inmundas en Internet o la tele, abrimos una puerta al diablo. Cuando carecemos de dominio propio para evitar entrar en una cantina u otro lugar de mucha tentación, nos convertimos en blancos para el león.
  • Mantente alerta. No hay oportunidad de descansar. En el momento en que bajamos la guardia, el león nos atacará. Observa bien lo que sucede a tu alrededor, en tu hogar y familia, y dentro de ti, en tus emociones y frustraciones.
  • Resístelo. Cuando te encuentras cara a cara con el diablo, no te rindas. Resístelo. Santiago 4:7 añade una promesa: Resistan al diablo, y él huirá de ustedes. Reclama esa promesa, y no te canses de la lucha.
  • Mantente firme en la fe. Tu fe es tu escudo contra sus ataques (Efesios 6:16). No dejes que las dudas entren en tu mente. Recuerda al diablo quien eres.

10 Y, después de que ustedes hayan sufrido un poco de tiempo, Dios mismo, el Dios de toda gracia que los llamó a su gloria eterna en Cristo, los restaurará y los hará fuertes, firmes y estables. 11 A él sea el poder por los siglos de los siglos. Amén.

No hay promesa de libertad del sufrimiento. Dios puede permitirlo, y algunas veces incluso puedes caer. Pero la promesa para agarrar es que, después de un poco de tiempo, Dios te restaurará y te hará fuerte, firme y estable. RVR: os perfeccione, afirme, fortalezca y establezca. NTV: él los restaurará, los sostendrá, los fortalecerá y los afirmará sobre un fundamento sólido.

Es Dios quien te llamó, con un propósito: compartir su gloria eterna en Cristo. Seguramente Él hará lo que sea necesario para llevarte al cielo; es el Dios de toda gracia.

Este conocimiento lleva a Pedro a alabarle; que el poder y la gloria por los siglos de los siglos sean para Cristo.

Últimos saludos

12 Con la ayuda de Silvano, a quien considero un hermano fiel, les he escrito brevemente, para animarlos y confirmarles que esta es la verdadera gracia de Dios. Manténganse firmes en ella.

¿Están sufriendo? Pedro les recuerda un don, la gracia de Dios. Si se mantienen firmes en la gracia, todo va a estar bien. El propósito de Pedro ha sido animarlos y confirmarlos en esa gracia. Pedro sabe lo fácil que es vacilar en la prueba, como niños fluctuantes, con muchos altibajos, pero si aprendemos a vivir por la gracia de Dios, habrá estabilidad en nuestras vidas.

Silvano era un hermano fiel. ¿Hay hermanos infieles? Probablemente. Este Silvano ha sido especial para Pedro, quien no fue estudiado y probablemente no pudo escribir griego. Silvano lo ayudó. Otro nombre para Silvano es Silas; este es el mismo compañero de Pablo en su segundo viaje misionero (y compañero de cárcel en Filipos), era un profeta (Hechos 15:32), y llevó la decisión del concilio en Jerusalén para Antioquia. Aunque a veces puede parecer que Pablo y Pedro operaban en esferas distintas, había compañerismo entre ellos, y posiblemente ambos estaban en Roma.

13 Saludos de parte de la comunidad que está en Babilonia, escogida como ustedes, y también de mi hijo Marcos. 14 Salúdense los unos a los otros con un beso de amor fraternal.

Babilonia casi seguro es Roma; Pedro escribió desde esa ciudad. No sabemos de ningún hijo natural de Pedro; Marcos fue un hijo espiritual, el que escribió el evangelio basándose en lo que Pedro le contó. Era primo de Bernabé y compañero de Pablo en su encarcelamiento en Roma.

Paz a todos ustedes que están en Cristo.

En medio de la lucha y la persecución, Pedro los bendice con la paz de Cristo, porque están en Cristo, un lugar seguro y pacífico.