La experiencia de Pedro 2 Pedro 1:12-21

12 Por eso siempre les recordaré estas cosas, por más que las sepan y estén afianzados en la verdad que ahora tienen. 


Puede parecer que estas cualidades son elementales, pero son tan importantes que siempre vale la pena recordarlas. Pedro sabe que ya las conocen, y se mantienen firmes en ellas, pero son cuestiones de salvación:

  • 1:3: las cosas que necesitamos para vivir como Dios manda. Si no vivimos como Dios manda, y no sabemos lo que mandó, ¿cómo vamos a entrar en su reino?
  • 1:8: si estas cosas están en vosotros, y abundan, no os dejarán estar ociosos ni sin fruto. Juan 15 nos dice que Dios quita las ramas infructuosas y las echa al fuego.
  • 1:10: esfuércense más todavía por asegurarse del llamado de Dios. Hay cosas que nosotros tenemos que hacer para que nuestra elección sea firme y para asegurar nuestro llamado.

Entonces, ¡con buena razón Pedro les recordará! Yo he escuchado a hermanos quejarse después de una predicación básica, pero no seas orgulloso. Hay valor en recordarnos de ellas, y la verdad es que pocos realmente andan firmes en ellas.

La habitación pasajera del cuerpo

13 Además, considero que tengo la obligación de refrescarles la memoria mientras viva en esta habitación pasajera que es mi cuerpo; 14 porque sé que dentro de poco tendré que abandonarlo, según me lo ha manifestado nuestro Señor Jesucristo. 15 También me esforzaré con empeño para que aun después de mi partida ustedes puedan recordar estas cosas en todo tiempo.

Similar a Jesús en el Aposento Alto la noche de su arresto, estas son las cosas que ocupan el corazón de Pedro poco antes de su muerte.

El joven Pedro que conocimos en los evangelios probablemente pensó poco sobre la muerte. Así son los jóvenes, pero a lo largo de los anos, la muerte y la eternidad se vuelven cada vez más reales. Pablo se refirió al cuerpo como un “vaso de barro” (2 Corintios 4:7) y Pedro aquí reconoce que es una “habitación pasajera.” Algún día, todos vamos a “abandonar” esta habitación. Por la gracia de Dios, nos sirve bastante bien en esta tierra, pero Dios tiene un cuerpo glorificado y perfecto que nos espera en el cielo.

Empeño y diligencia

El anciano responsable también quiere dejar capacitados y equipados a quienes los sobreviven, para que puedan prosperar en esta vida. Para Pedro, los temas de esta carta son los más importantes para asegurar eso. Él puede descansar, sabiendo que ha hecho su parte, pero primero se esfuerza con empeño para compartir esta palabra importante. Empeño es la actitud de la persona que pone mucho esfuerzo, interés y perseverancia para hacer una cosa. Dios Habla Hoy dice haré todo lo posible; la Reina Valera procuraré con diligencia. ¿Puedes decir que empeño y diligencia caracterizan tu servicio para el Señor? ¿Haces todo lo posible por ayudar a tus hermanos cristianos?

El último testamento de un padre o alguien muy importante en tu vida debería tener más peso. Pedro ha cumplido el mandato de Jesús de apacentar y alimentar a sus ovejas (Juan 21:15-16). Creemos que Marcos escribió el segundo evangelio trabajando estrechamente con Pedro para recordarnos las palabras de Jesús.

Antes de morir…

Muchos no quieren pensar en la muerte, pero ¿estás preparado? ¿Tienes todo en orden? ¿Sabe tu cónyuge qué hacer si mueres? ¿Hay alguna obligación que tengas que cumplir? ¿Hay algo que puedas cambiar ahora para no sentir remordimiento en el lecho de muerte? ¿Qué tipo de legado vas a dejar?

La experiencia personal de Pedro

16 Cuando les dimos a conocer la venida de nuestro Señor Jesucristo en todo su poder, no estábamos siguiendo sutiles cuentos supersticiosos, sino dando testimonio de su grandeza, que vimos con nuestros propios ojos. 17 Él recibió honor y gloria de parte de Dios el Padre, cuando desde la majestuosa gloria se le dirigió aquella voz que dijo: «Este es mi Hijo amado; estoy muy complacido con él».18 Nosotros mismos oímos esa voz que vino del cielo cuando estábamos con él en el monte santo. 

De todos los apóstoles, Pedro tal vez tenía el testimonio más personal. Pedro pasó muchas horas con Jesús, lo tocó y anduvo hacia Él sobre las aguas. De esos tres años de caminar con Jesús, lo más impresionante para Pedro fue la transfiguración (Mateo 17:1-8, Lucas 9:28-36), cuando vio a Jesús en su gloria y escuchó la misma voz del Padre afirmando su Hijo.

Jesucristo no es un mito, y los evangelios no son historias supersticiosas; Pedro estaba allí, a diferencia de los falsos maestros que él va a condenar.

Profecía impulsada por el Espíritu

19 Esto ha venido a confirmarnos la palabra de los profetas, a la cual ustedes hacen bien en prestar atención, como a una lámpara que brilla en un lugar oscuro, hasta que despunte el día y salga el lucero de la mañana en sus corazones. 20 Ante todo, tengan muy presente que ninguna profecía de la Escritura surge de la interpretación particular de nadie. 21 Porque la profecía no ha tenido su origen en la voluntad humana, sino que los profetas hablaron de parte de Dios, impulsados por el Espíritu Santo.

No es solo la experiencia personal; nuestra fe se basa en los registros de cuatro escritores acerca de la vida y las palabras de Jesucristo, y se confirma por las profecías del Antiguo Testamento cumplidas en Jesús.

  • La transfiguración fue una confirmación de la veracidad del Antiguo Testamento, con la aparición de Elías y Moisés.
  • Debemos prestar atención a los profetas.
  • Su palabra es una lámpara que brilla en un lugar oscuro.
  • Los eruditos hablan sobre el “estilo” de Isaías o cómo Jeremías “escribió” Lamentaciones. Pero los profetas fueron impulsados por el Espíritu Santo y hablaron de parte de Dios mismo.
  • La profecía jamás surgió de la comprensión personal de los profetas o por iniciativa humana.

¡Qué hermosa imagen! El lucero de la mañana brillando en nuestros corazones. Eso va a suceder cuando amanezca el día del Señor y Cristo vuelva a este mundo.

Yo soy la raíz y la descendencia de David, la brillante estrella de la mañana.

Apocalipsis 22:16