Dios puede hacer lo imposible para ti esta navidad

Es hora de prepararnos para la celebración de la venida de Hijo de Dios a este mundo. Para muchos, eso implica un portal, ya sea en el banco, el supermercado o la casa (está a todos lados aquí en Costa Rica). Es un tiempo de muchas fiestas y regalos. Tal vez para la mayoría es simplemente el lindo niño Jesús en el pesebre. Es bueno celebrar la navidad centrada en nuestro Salvador, pero aún más importante es la preparación para el regreso de Jesús a este mundo.

Dios empezó esa preparación con una familia. Una familia ordinaria. Una familia humilde. La familia es importante para Dios. Esta navidad Dios quiere trabajar en tu familia. Hay algo importante que Él quiere hacer en tu vida a través de esta historia de la familia del profeta que preparó el camino para el Mesías.

La historia empieza en Lucas 1:5:

Hubo en los días de Herodes, rey de Judea,

Judea era una provincia del Imperio Romano, que permitió una medida de soberanía para esta pobre provincia. Herodes reinó entre los años 37 y 4 antes de Cristo. No era del linaje de David. Era Edomita, descendiente de Esaú, el hermano gemelo de Jacob que Dios odiaba, pero había aceptado la religión judía. Era conocido por sus proyectos masivos de construcción, como la renovación del templo y la fortaleza de Masada.

Es importante observar y analizar los signos de lo que está sucediendo en política, economía y sociedad. Ellos proporcionan el contexto para la obra de Dios. Hay cosas muy impresionantes sucediendo en el mundo de hoy.

Hubo un sacerdote llamado Zacarías, de la clase de Abías; 

El padre de Juan Bautista se llama Zacarías, que significa  “Recuerda a Jehová”. Era de la clase de Abias. David organizo los sacerdotes en 24 divisiones, y Abias era la cabeza de una de esas familias. Hubo unos 20,000 sacerdotes en el país, con aproximadamente mil en una clase. No siempre estaban en el templo; cada clase sirvió como sacerdote dos semanas al año.

su mujer era de las hijas de Aarón, y se llamaba Elisabet.

Su esposa era del linaje del primer sumo sacerdote; su nombre significa  “Mi Dios ha jurado”.

Ambos eran justos delante de Dios, y andaban irreprensibles en todos los mandamientos y ordenanzas del Señor.

Eran justos y andaban irreprensibles en todos los mandamientos y ordenanzas del Señor. Personas muy especiales. ¿Pueden decir eso de usted? Esa es la persona que Dios busca para tareas muy importantes. Nuestra justicia es como trapos de inmundicia, pero somos revestidos con la justicia de Jesucristo, y Él nos ayuda andar en sus ordenanzas.

Pero no tenían hijo, porque Elisabet era estéril, y ambos eran ya de edad avanzada.

Casi todos nosotros tenemos un “pero” en la vida. No hablo de una mascota, sino la palabra “pero.”

Puede parecer que esta es una pareja modelo. Justos e irreprensibles. Un sacerdote. Pero tienen un “pero.” Su “pero” fue la esterilidad. No tenían hijo. Eso era aún más importante en esa época. La esterilidad se veía como un castigo de Dios. La mujer estéril era despreciada por las otras mujeres. Y ya eran de edad avanzada. Ya es tarde. No hay esperanza para un hijo.

Seguramente agonizaron sobre ese pero. Fueron a los médicos, oraron, declararon y reclamaron ese hijo. Pero nada. ¿Por qué, Dios? He hecho todo bien. ¿Por qué me castigas? ¿Hay algún pecado oculto?

A pesar del dolor, la vejez y la perdida de la esperanza que a menudo la acompaña, Zacarías ha resistido la tentación de buscar otra mujer para tener un hijo. No hizo lo que hizo Abraham con Agar para adelantar el plan de Dios. Porque tú no puedes adelantar su plan. Puedes destruir tu vida y la de otros, pero no puedes adelantar su plan. El hecho es que, debido a nuestro pecado, a menudo demoramos su plan, como Israel vagando 40 años en el desierto. Pero Zacarías fielmente ha servido a su Dios. Otras mujeres intentaron llamar su atención. Lo admiraban como sacerdote and todos sabían de la situación con Elisabet. Muchas veces la infertilidad afecta la intimidad de la pareja. Pero Zacarías soportó todo eso.

¿Qué es tu “pero”? ¿Tienes algún aguijón? Pablo tenía un aguijón y le pidió al Señor que se lo quitara. Dios dijo que no, bástate mi gracia. Casi todos tienen alguna herida, algo doloroso que ha tocado toda la vida. Jesus es el Señor de los “peros”.

Aconteció que ejerciendo Zacarías el sacerdocio delante de Dios según el orden de su clase, conforme a la costumbre del sacerdocio, le tocó en suerte ofrecer el incienso, entrando en el santuario del Señor. 10 Y toda la multitud del pueblo estaba fuera orando a la hora del incienso.

Zacarías vivía en Hebrón, pero para esta tarea especial subió los 28 km norte, hasta Jerusalén, al templo. Puede ser la única vez en su vida que tuvo la suerte de ofrecer el incienso. Dice que “le tocó en suerte,” pero sabemos que no hay casualidades con Dios. No es por casualidad que tú estás leyendo este mensaje ahora. Dios tiene una palabra para ti.

Todo empieza a cambiar cuando entramos en el santuario del Señor, aun mejor cuando hay una multitud orando, creando un ambiente adecuado para el mover del Espíritu Santo. Ofrecieron el incienso por la mañana y al atardecer. Cuando la gente vio el humo, empezaron a orar. El incienso representa las oraciones subiendo a Dios. Ya no tenemos que quemar incienso, pero nuestras oraciones son un olor fragante para el Señor.

Todos los días oraron en el templo. Yo he visto en la universidad y las prisiones la importancia y el poder de las reuniones diarias. Una vez a la semana simplemente no es suficiente para mantener el fuego en nuestros corazones.

Es hermoso e importante estar con la multitud, unidos en oración. Pero hay veces que tenemos que dejar la multitud afuera y entrar solo en el lugar santo, para una comunión íntima con el Señor.

11 Y se le apareció un ángel del Señor puesto en pie a la derecha del altar del incienso. 12 Y se turbó Zacarías al verle, y le sobrecogió temor.

¿Por qué nos turbamos cuando Dios aparece? ¿No es por eso que vamos a la iglesia? ¿Por qué nos sorprende cuando Dios contesta nuestra oración? ¿Estás listo para una palabra del Señor? ¿Para una visita angélica? ¿Crees que es posible? Zacarías nunca lo había experimentado. Durante cientos de años Dios guardó silencio. No hubo milagro ni una palabra de Dios. Nada. Esta fue la primera vez en cientos de años que Dios apareció. Seguramente Zacarías no estaba esperándolo. En lugar de glorificar a Dios y caer de rodillas para recibir su palabra, se turbó y le sobrecogió temor.

13 Pero el ángel le dijo: Zacarías, no temas; porque tu oración ha sido oída, y tu mujer Elisabet te dará a luz un hijo, y llamarás su nombre Juan.

Aquí hay otro “pero”. Nosotros tenemos nuestros “peros,” pero en medio de nuestro temor y confusión, Dios también tiene su “pero”.

Durante todos esos años Zacarías le estaba pidiendo a Dios un hijo. Tal vez 40 o 50 años. Creía en un Dios de milagros, pero año tras año no lo vio. ¿Estás pidiendo a Dios un milagro? ¿Cuantos años puedes perseverar en esa oración? He conocido a demasiados hombres que oran a Dios por un milagro en su matrimonio durante 5 años y dicen, basta, yo no puedo esperar más. Y se divorcian y buscan a otra mujer. Zacarías había perseverado, porque era justo, y sabía que la bendición vendría por medio de su esposa, su mujer estéril.

La palabra de Dios para ti es: No temas. Dios tiene planes para tu vida y lo que parece temeroso no es nada para el Señor.

Otra palabra es: Tu oración ha sido oído. ¿Crees eso? No necesariamente significa que Dios va a contestarla como quieras. ¿Pero puedes creer que Él sabe mejor que tú lo mejor para tu vida? ¿Puedes esperar su tiempo para contestar esa oración?

14 Y tendrás gozo y alegría, y muchos se regocijarán de su nacimiento;

Todos esos años en la oscuridad. Fielmente sirviendo a Dios. Haciendo lo recto. Sin recompensa. Sin gozo. Y su única misión es traer a este mundo un niño muy especial. ¿Estarías bien si tienes que esperar hasta los 60 para algo importante que Dios tiene para ti? ¿Puedes esperar tantos años para gozo y alegría?

15 porque será grande delante de Dios. No beberá vino ni sidra, y será lleno del Espíritu Santo, aun desde el vientre de su madre.

¡Ni siquiera Jesucristo fue lleno del Espíritu desde el vientre! ¡El Espíritu vino sobre Él en su bautismo! A manos de este mismo Juan Bautista que anuncia el ángel.

16 Y hará que muchos de los hijos de Israel se conviertan al Señor Dios de ellos.

Hará que muchos hijos de Israel se conviertan al Señor. ¿No son ya parte del pueblo escogido? Sí, pero hay muchos en la iglesia hoy que tienen que convertirse al Señor. Necesitan un arrepentimiento genuino.

17 E irá delante de él con el espíritu y el poder de Elías,

Yo creo que Dios quiere levantar a muchos con el espíritu y el poder de Elías. La unción de Elías era muy especial, pero nosotros ahora tenemos el Espíritu Santo. En lugar de un solo hombre, ahora habrá un gran ejército en todo el mundo moviéndose en el espíritu y el poder de ese gran profeta. ¿Quieres andar en el espíritu y el poder de Elías?

para hacer volver los corazones de los padres a los hijos,

Cuando pensamos en Elías, pensamos en los milagros que hizo. Pero aquí lo primero que dice que haría es hacer volver los corazones de los padres a los hijos.

¿Cómo está tu corazón? ¿Hay necesidad de perdón, restauración o reconciliación con tus hijos? ¿Está tu corazón endurecido hacia un hijo? En Malaquías donde primero aparece esta profecía, dice también que hará volver los corazones de los hijos a sus padres. ¿Hay ira en tu corazón hacia tu papá? ¿Tienes que perdonarlo? ¿Tienes que buscarlo con la posibilidad de restauración?

y de los rebeldes a la prudencia de los justos,

para preparar al Señor un pueblo bien dispuesto.

Zacarías fue el primero en enterarse de la venida del Mesías. El fin de todo lo que haría Juan sería preparar al Señor a un pueblo bien dispuesto. Dios quiere prepararte para algo grande. Para andar en el espíritu y poder de Elías. Pero Él tiene que quitar toda rebeldía. ¿Eres consciente de rebelión en tu corazón? ¿Hacia Dios, tu esposo o tu jefe? ¿Estas andando en justicia? ¿O estás haciendo cosas imprudentes?

18 Dijo Zacarías al ángel: ¿En qué conoceré esto? Porque yo soy viejo, y mi mujer es de edad avanzada.

Después de tantos años sirviendo a Dios y pidiendo un milagro, no tiene la fe para recibir esta palabra. No tiene sentido. Lógicamente es imposible. Elisabet ya ha pasado por la menopausia. ¿Qué te parece imposible en tu circunstancia?

19 Respondiendo el ángel, le dijo: Yo soy Gabriel, que estoy delante de Dios; y he sido enviado a hablarte, y darte estas buenas nuevas. 20 Y ahora quedarás mudo y no podrás hablar, hasta el día en que esto se haga, por cuanto no creíste mis palabras, las cuales se cumplirán a su tiempo.

Cuando Dios envía a un ángel u otro mensajero con una palabra, tenemos que prestarle atención. El único castigo para Zacarías es que queda mudo hasta el nacimiento. Lo que Dios promete lo da, y lo cumple a su tiempo.

21 Y el pueblo estaba esperando a Zacarías, y se extrañaba de que él se demorase en el santuario. 22 Pero cuando salió, no les podía hablar; y comprendieron que había visto visión en el santuario. Él les hablaba por señas, y permaneció mudo. 23 Y cumplidos los días de su ministerio, se fue a su casa.

Elisabet estaba esperándolo. Quería escuchar las historias de su experiencia en el templo. ¡Pero llegó a casa mudo! ¡Y este viejo solo quiere acostarse con ella y hacer el amor!

24 Después de aquellos días concibió su mujer Elisabet, y se recluyó en casa por cinco meses, diciendo: 25 Así ha hecho conmigo el Señor en los días en que se dignó quitar mi afrenta entre los hombres.

¿Hay alguna afrenta que te aflija? ¿Algo vergonzoso en tu vida? Siempre te sentiste despreciado por los demás. ¿Crees que el Señor puede y quiere quitar esa afrenta?

Él quiere que muchos que se llaman hijos de Dios y cristianos se conviertan al Señor su Dios. ¿Tienes que arrepentirte y genuinamente convertirte al Señor? Dios quiere liberarte de toda rebelión e imprudencia.

Zacarías y Elisabet carecían de gozo y alegría. Eran justos, pero la infertilidad les robó esa alegría. Cantamos de gozo. Supuestamente esta es una temporada de mucho gozo, pero para muchos no lo es. Dios quiere restaurar el gozo de tu salvación.

¿Cómo está tu corazón hacia tus hijos? ¿Se ha endurecido? ¿O hacia tu papá? Dios quiere restaurar esa relación. Quiere volver tu corazón a tus hijos y a tu padre.

La primera palabra para Zacarías era “No temas”. Dios quiere quitar todo temor de tu corazón; ha oído tu oración.

Zacarías dudaba la palabra de Dios. ¿Hay dudas en tu corazón? Para Zacarías, sería imposible tener a un hijo. Pero no hay nada imposible para Dios. Ese dolor en su familia le parece imposible de sanar. ¿Hay algo que parezca imposible en tu matrimonio? ¿Con tus hijos? ¿En tu caminar con Dios?