Pablo y Bernabé enviados en su primer viaje misionero; Hechos 12, 13 y 14

12:25 Cuando Bernabé y Saulo cumplieron su servicio, regresaron de Jerusalén llevando con ellos a Juan, llamado también Marcos.

La última vez que vimos a Bernabé y Saulo (Hechos 11:30), traían una ofrenda de Antioquía a la iglesia en Jerusalén. Posiblemente estaban allí por la muerte de Jacobo y el encarcelamiento de Pedro; la cronología no está muy clara en ese punto.

Se menciona a Juan Marcos (12:12) como el hijo de la dueña de la casa donde la gente estaba orando para Pedro. Bernabé tiene buen ojo para los siervos potenciales del Señor; se acerca a ellos y los suelta en un ministerio. Trajo a Saulo a Jerusalén y luego lo buscó en Tarso. Ahora, lleva a Juan Marcos a Antioquía con ellos. ¡Qué hermoso ministerio! Presentar a creyentes al campo misionero u otra cultura, y ser un mentor para ellos. Con razón le pusieran el nombre  Bernabé, que significa “Hijo de consolación” o “Hijo de ánimo” (Hechos 4:36). ¿Puedes tu ser un Bernabé para alguien?

El llamado y la ordenación de Bernabé y Saulo

1En la iglesia de Antioquía eran profetas y maestros Bernabé; Simeón, apodado el Negro; Lucio de Cirene; Manaén, que se había criado con Herodes el tetrarca; y Saulo. Mientras ayunaban y participaban en el culto al Señor, el Espíritu Santo dijo: «Apártenme ahora a Bernabé y a Saulo para el trabajo al que los he llamado».

Este es el primer llamado misionero claro. Estos líderes reflejan la naturaleza cosmopolita de Antioquía y su diversidad, tal como el liderazgo de una iglesia de hoy debe reflejar su diversidad:

  • Bernabé, Levita de Chipre.
  • Simeón; “el Negro,” un nombre judío pero probablemente de África.
  • Lucio de Cirene, en el norte de África.
  • Manaén; de una clase alta, criado con Herodes.
  • Saulo; Fariseo de Tarso.

La iglesia también estaba bien ordenada, con estos hombres reconocidos como profetas y maestros, dos de los cinco oficios que Pablo nombra en Efesios 4:11. Es posible que una persona ocupe dos de esos oficios (o más; Pablo era un apóstol).

El llamado ocurrió en el contexto de la iglesia, en un culto, con los dones funcionando conforme al plan de Dios. Además, estaban en ayuno, buscando al Señor y en su presencia. Claro que alguien puede recibir un llamado de Dios solo (como Moisés y la zarza ardiente), pero hay un orden en el reino de Dios que era muy obvio con el sacerdocio del Antiguo Testamento, y que aún hoy es muy importante. Dios opera dentro de la autoridad de la iglesia.

El Espíritu llamó a dos hombres. Aunque hay casos en que alguien va solo, Jesús envió a los discípulos de dos en dos, y creo que es el patrón bíblico. Saulo ya sabía que su trabajo sería con los gentiles, y el Espíritu guio a Bernabé a buscarlo.

Así que después de ayunar, orar e imponerles las manos, los despidieron.

Tan importante como el llamado es la ordenación de una iglesia. Es peligroso (espiritual y físicamente) que alguien salga al campo misionero sin esa cobertura. La iglesia en Antioquía obedeció al Espíritu sin dudarlo, pero pasaron un tiempo en ayuno, preparándose para orar, imponerles las manos y despedirlos.

Enviados por el Espíritu Santo

Bernabé y Saulo, enviados por el Espíritu Santo, bajaron a Seleucia, y de allí navegaron a Chipre. 

Si eres enviado por el Espíritu Santo, tienes la certeza de que Él guiará, ungirá y preparará el camino. Todo fue la obra del Espíritu, a través de la iglesia. Si tu sales a algún ministerio, es importante ser enviado por el Espíritu.

Primero bajaron a Seleucia, la puerta de Antioquía, unos 24 km (15 millas) de la ciudad. No es de extrañar que empiecen en Chipre, la tierra natal de Bernabé; él ya tendría algún conocimiento de la isla y su cultura.

Al llegar a Salamina, predicaron la palabra de Dios en las sinagogas de los judíos. Tenían también a Juan como ayudante.

Aquí nos enteramos de que Juan Marcos los acompañó, como ayudante y estudiante para aprender de ellos. Aunque el llamado de Pablo fue a los gentiles, él siempre empezó en las sinagogas de los judíos.

Pablo se enfrenta a un falso profeta

Recorrieron toda la isla hasta Pafos. Allí se encontraron con un hechicero, un falso profeta judío llamado Barjesús, que estaba con el gobernador Sergio Paulo. El gobernador, hombre inteligente, mandó llamar a Bernabé y a Saulo, en un esfuerzo por escuchar la palabra de Dios. Pero Elimas el hechicero (que es lo que significa su nombre) se les oponía y procuraba apartar de la fe al gobernador. 

Uno supondría que estaban predicando a la gente durante el viaje desde la costa este a la costa oeste de Chipre (unos 144 km o 90 millas). Hasta ahora todo parece tranquilo; aparentemente no experimentaron mucha oposición de los judíos mientras recorrían toda la isla. No hay mención de señales y prodigios; simplemente predicaron la palabra. El gobernador, en Pafos, la capital de la provincia, tenía hambre de algo espiritual. Era común que los gobernadores tuvieran un hechicero o un mago para dar consejos, y él estaba recibiendo palabras de un falso profeta. Sergio Paulo había oído hablar de Bernabé y Saulo, y los llamaron a escuchar la palabra, la cual recibió con fe. Pero Elimas, el hechicero, no quiere perder su posición e influencia, y se les oponía.

Notamos varias cosas sobre este Elimas:

  • Era judío, pero no guardaba la ley.
  • Era un hechicero, pero también un falso profeta. ¿Puede ser que muchos falsos profetas operen con un espíritu de brujería? Podrían recibir mensajes, pero son del maligno.
  • Su nombre “Barjesús” significa “hijo de salvación” (probablemente no tuvo nada que ver con Jesucristo).
  • Incluso hombres inteligentes, como Sergio Paulo, pueden ser engañados por falsos profetas.
  • Un falso profeta o hechicero intenta apartar al creyente de su fe.

¿Cómo van a responder Bernabé y Saulo?

Entonces Saulo, o sea Pablo, lleno del Espíritu Santo, clavó los ojos en Elimas y le dijo: 10 «¡Hijo del diablo y enemigo de toda justicia, lleno de todo tipo de engaño y de fraude! ¿Nunca dejarás de torcer los caminos rectos del Señor? 11 Ahora la mano del Señor está contra ti; vas a quedarte ciego y por algún tiempo no podrás ver la luz del sol».

Por primera vez, Lucas llama a Saulo “Pablo” (y nunca más lo vuelve a llamar Saulo), y él se levanta con una unción especial del Espíritu Santo. Al igual que Pedro y Juan que fijaron sus ojos en el cojo en la Puerta Hermosa (Hechos 3), Pablo clavó los ojos en Elimas y dice las cosas tal como son, inspirado por el Espíritu:

  • Es un hijo del diablo. No solo está equivocado, está endemoniado, un siervo de Satanás.
  • Es enemigo de toda justicia; pueden ser lobos vestidos como ovejas, pero son enemigos de la justicia.
  • Está lleno de todo tipo de engaño y fraude.
  • Tuerce los caminos rectos del Señor; puede proclamar cosas supuestamente de Dios o de la Biblia, pero las tuerce.
  • Alguien tiene que revelar lo que es, y Pablo proclama que la mano del Señor ahora está en su contra. Hay gente malvada que perjudica la obra del Señor, pero aparentemente Dios está esperando que alguien como Pablo (¿o tú?) proclame un juicio contra ellos.
  • La confirmación será una señal: ceguera. Pablo está muy familiarizado con eso; fue su experiencia en el camino a Damasco.

Pablo no le ofrece la oportunidad de arrepentirse; tiene que caer bajo el juicio de Dios.

Al instante cayeron sobre él sombra y oscuridad, y comenzó a buscar a tientas a alguien que lo llevara de la mano. 12 Al ver lo sucedido, el gobernador creyó, maravillado de la enseñanza acerca del Señor.

Con mucha fe y la unción del Espíritu, Pablo proclamó la ceguera, y así sucedió. No sabemos nada más sobre lo que sucedió a Elimas, pero fue suficiente para convencer al gobernador. Como vemos tantas veces, la manifestación del poder de Dios confirma la palabra y resulta en que la persona cree y se maravilla del Señor.

No dice nada acerca de cuánto tiempo permanecieron allí o si intentaron de formar una iglesia. Siguen adelante en su viaje.

Juan Marcos se separa de ellos en Panfilia

13 Pablo y sus compañeros se hicieron a la mar desde Pafos, y llegaron a Perge de Panfilia. Juan se separó de ellos y regresó a Jerusalén; 14 ellos, por su parte, siguieron su viaje desde Perge hasta Antioquía de Pisidia. El sábado entraron en la sinagoga y se sentaron. 15 Al terminar la lectura de la ley y los profetas, los jefes de la sinagoga mandaron a decirles: «Hermanos, si tienen algún mensaje de aliento para el pueblo, hablen».

Se produjo un cambio importante en Chipre: Pablo obviamente toma la posición de liderazgo y Bernabé sirve, como su nombre lo sugiere, para animarlo. Posiblemente eso no le cayó bien a Juan Marcos, y él se separó en la primera oportunidad de volver a casa en Jerusalén. Algunas veces nuestros intentos de iniciar a alguien en el ministerio son prematuros o no están guiados por el Señor. Tristemente, el problema con Juan Marcos sirvió para separar a Pablo y Bernabé más tarde (Hechos 15:36-41), aunque más tarde Juan Marcos viajaba con Pablo. Posiblemente, en el plan de Dios, Juan Marcos pasó este tiempo con Pedro en Jerusalén, y escribió el Evangelio de Marcos.

Fue un viaje de unos 160 km (100 millas) desde la costa de Asia (hoy Turquía) a Antioquía de Pisidia. Conforme a la costumbre de los judíos, los visitantes tienen la oportunidad de compartir una palabra.

16 Pablo se puso en pie, hizo una señal con la mano y dijo: «Escúchenme, israelitas, y ustedes, los gentiles temerosos de Dios: 

Este es el primer sermón registrado de Pablo (versículos 17-41), y sigue un patrón similar a la predicación de Pedro:

  • La historia de Israel, con énfasis en la iniciativa de la gracia de Dios. Señala a David, “hombre conforme a mi corazón; él realizará todo lo que yo quiero”.
  • El ministerio de Juan el Bautista.
  • La muerte y resurrección de Jesucristo, cumpliendo las profecías del Antiguo Testamento.
  • Jesús ofrece el perdón del pecado si no endurecen sus corazones.

Es totalmente Cristo-céntrico y basado en la Biblia. Termina su sermón con esta cita de 2 Samuel 7:13-14:

»“¡Miren, burlones!
¡Asómbrense y desaparezcan!
Estoy por hacer en estos días una obra
que ustedes nunca creerán,
aunque alguien se la explique”».

42 Al salir ellos de la sinagoga, los invitaron a que el siguiente sábado les hablaran más de estas cosas. 43 Cuando se disolvió la asamblea, muchos judíos y prosélitos fieles acompañaron a Pablo y a Bernabé, los cuales en su conversación con ellos les instaron a perseverar en la gracia de Dios.

Reciben la palabra y hay una puerta abierta para el sábado siguiente; mientras tanto, Pablo y Bernabé siguen hablando con ellos entre semana, animándolos a perseverar en la gracia de Dios.

44 El siguiente sábado casi toda la ciudad se congregó para oír la palabra del Señor. 45 Pero, cuando los judíos vieron a las multitudes, se llenaron de celos y contradecían con maldiciones lo que Pablo decía.

La noticia se difundió, ¡y casi toda la ciudad quiere oír la palabra! De repente, los corazones abiertos de los judíos cierran y maldicen a Pablo, contradiciéndolo. ¡Los celos son poderosos!

46 Pablo y Bernabé les contestaron valientemente: «Era necesario que les anunciáramos la palabra de Dios primero a ustedes. Como la rechazan y no se consideran dignos de la vida eterna, ahora vamos a dirigirnos a los gentiles. 47 Así nos lo ha mandado el Señor:

»“Te he puesto por luz para las naciones,
a fin de que lleves mi salvación hasta los confines de la tierra”».

48 Al oír esto, los gentiles se alegraron y celebraron la palabra del Señor; y creyeron todos los que estaban destinados a la vida eterna.

Como sucedió tan a menudo, los judíos tuvieron la primera oportunidad de creer, pero rechazaron la palabra, y ahora Pablo y Bernabé se dirigieron a los gentiles, quienes recibieron la palabra de salvación con mucha alegría.

Aquí hay un indicio de algo que ha causado mucha controversia en la iglesia: habla de algunos que “estaban destinados a la vida eterna.” Obviamente no eran todos, pero Dios preparó sus corazones para recibir la palabra y creer en Jesús. No es el propósito de este libro resolver esta controversia; simplemente tenemos que reconocer que la idea de algunos destinados a la salvación existe en la Palabra, y podemos confiar en la obra del Espíritu para abrir sus corazones.

49 La palabra del Señor se difundía por toda la región. 50 Pero los judíos incitaron a mujeres muy distinguidas y favorables al judaísmo, y a los hombres más prominentes de la ciudad, y provocaron una persecución contra Pablo y Bernabé. Por tanto, los expulsaron de la región. 51 Ellos, por su parte, se sacudieron el polvo de los pies en señal de protesta contra la ciudad, y se fueron a Iconio. 52 Y los discípulos quedaron llenos de alegría y del Espíritu Santo.

Lucas termina esta porción con un resumen del estado de la iglesia allá. Pablo y Bernabé tenían mucho éxito, predicando en toda la región y dejando a los discípulos llenos de alegría y del Espíritu. Los que no estaban “destinados a la vida eterna” estaban celosos, y tenían conexiones con las personas más influyentes de la ciudad. Otra vez Pablo y Bernabé sufrieron persecución y fueron expulsados de la región, sacudiéndose el polvo de los pies, conforme a las instrucciones de Jesús (Lucas 9:5 y 10:11).

El viaje continúa en el capítulo 14

Hay mucho de interés en estos viajes de Pablo, pero para el propósito de este libro, no vamos a estudiarlos todos.

Su experiencia en Iconio (14:1-7) era familiar: Empezaron con los judíos, quienes los rechazaron, pero “una multitud” de judíos y griegos creyeron. Aquí nos enteramos de que Bernabé también fue incluido entre los apóstoles. Ministraban allí “bastante tiempo, hablando valientemente,” con muchos señales y prodigios. Cuando se dieron cuenta de un complot para apedrearlos, huyeron a Listra y Derbe (¡buena decisión!).

En Listra (14:8-20) la curación de un hombre lisiado de nacimiento abrió un camino para el evangelio, pero el pueblo llamó a Bernabé Zeus, y a Pablo, Hermes, y quería ofrecerles sacrificios como a los dioses. En esta ciudad pagana Pablo no habló del Antiguo Testamento, sino del Dios viviente de la creación. En un cambio dramático, llegaron de Antioquía y de Iconio unos judíos que hicieron cambiar de parecer a la multitud. Apedrearon a Pablo y lo arrastraron fuera de la ciudad, creyendo que estaba muerto (14:19).

Derbe y regreso a casa

Seguramente sería difícil para Pablo (quien pensaban que estaba muerto) caminar los 100 km (60 millas) hasta Derbe, pero su tiempo allá era más tranquilo. No sabemos cuánto tiempo estaban allí, pero de Derbe volvieron a las ciudades donde habían dejado a discípulos, y luego volvieron a casa, después de casi dos años.

21 Después de anunciar las buenas nuevas en aquella ciudad [Derbe} y de hacer muchos discípulos, Pablo y Bernabé regresaron a Listra, a Iconio y a Antioquía, 22 fortaleciendo a los discípulos y animándolos a perseverar en la fe. «Es necesario pasar por muchas dificultades para entrar en el reino de Dios», les decían. 23 En cada iglesia nombraron ancianos y, con oración y ayuno, los encomendaron al Señor, en quien habían creído. 24 Atravesando Pisidia, llegaron a Panfilia, 25 y, cuando terminaron de predicar la palabra en Perge, bajaron a Atalía.

Esta es una parte muy importante del seguimiento. De su propia experiencia, podían hablar sobre las “muchas dificultades” por las que pasamos para entrar al reino. Muy posiblemente estos nuevos creyentes ya las estaban experimentando también. Nuevos discípulos necesitan ser fortalecidos y animados a perseverar en la fe. El amor manifestado por Pablo y Bernabé al volver a verlos sería de mucho valor, tal como las palabras de aliento y la oración por ellos. Ese toque personal es muy importante en el seguimiento, si no en persona, de los mensajes electrónicos. Jesús nos mandó “hacer discípulos,” no “conversos.” Nosotros tenemos infinitamente más recursos para compartir con discípulos para fortalecer y animarlos.

No solo animaron a los hermanos, sino que formaron iglesias con ancianos, quienes solo tendrían unos meses en el evangelio. Pero ya sería evidente quién permanecerá y quién tiene el corazón para guiar a la iglesia. Es difícil dejar una iglesia joven, sabiendo que estos ancianos van a pasar por muchas dificultades, pero los encomendaron al Señor, con la fe manifestada en su ayuno y oración. Jesucristo los cuidará. La meta de Pablo en su obra misionera no era la fama o las multitudes de conversos, sino establecer a iglesias, cuerpos de Jesucristo, en cada lugar. Él para siempre sería su “padre espiritual” y proporcionaría una cobertura espiritual para estas iglesias.

26 De Atalía navegaron a Antioquía, donde se los había encomendado a la gracia de Dios para la obra que ya habían realizado. 27 Cuando llegaron, reunieron a la iglesia e informaron de todo lo que Dios había hecho por medio de ellos, y de cómo había abierto la puerta de la fe a los gentiles. 28 Y se quedaron allí mucho tiempo con los discípulos.

Ellos mismos habían sido “encomendados a la gracia de Dios” meses antes, cuando salieron de su iglesia en Antioquia. Han pasado por “muchas dificultades,” pero Dios ha sido fiel, y vuelven con muchos testimonios para compartir con una iglesia hambrienta para noticias de ellos. Hoy tenemos conexiones con todo el mundo con WhatsApp, pero es ese momento podrían pasar meses sin ninguna noticia. Con razón se quedaron allí mucho tiempo, para descansar, ministrar a la iglesia y refrescarse en el Señor.

Preparándose para nuestro matrimonio con el Cordero de Dios

Nosotros como la novia de Jesucristo. Cuando empecé a reflexionar sobre esto, pensé en las escrituras conocidas sobre la novia en Apocalipsis y Mateo (como la parábola de las vírgenes prudentes e insensatas en el capítulo 24). Pero cuanto más pensaba en esto, más me maravillaba. Creo que hemos perdido el impacto de esta realidad: El Dios del universo ha escogido a nosotros, su iglesia, para la esposa de su Hijo unigénito.

¿Has tenido a hijos que se han casado? Es un momento de ansiedad, tristeza y alegría. En el pasado muchas veces los padres escogieron a la persona. Hoy eso es raro. Pero oramos y esperamos que haga una buena elección. Sabemos que el matrimonio no es fácil. Sabemos que muchos hombres solo piensan en la atracción física. Ofrecemos nuestros consejos. Es un paso gigante para el hijo. Está formando una nueva familia. Al mismo tiempo, reconocemos que su niñez ha terminado y de alguna manera estamos perdiendo a ese hijo.

En el caso de nuestro Padre celestial, Él ya envió a su hijo a este mundo. Ya derramo toda su ira sobre Él en la cruz del Calvario. Ya lo recibió de vuelta al cielo para sentarse triunfalmente a su diestra. Y ahora está preparándose para recibir a esta novia que va a compartir el reinado del universo. Finalmente va a lograr lo que quería desde el principio de los tiempos. Esa es la parte del padre.

Para los que están casados, los hombres han experimentado la anticipación, la inseguridad y el deseo para una mujer mientras nos preparamos para el matrimonio. Hermanas, ustedes le están confiando su vida a este varón que posiblemente solo conocieron hace unos meses. Usted va a compartir lo más íntimo con él. Idealmente, sería exclusivo. Como virgen usted recibe a un hombre de por vida, hasta la muerte.

Para ambos, la preparación es muy importante. Si hay una recepción, quieren un queque hermoso y comida rica. La luna de miel en un lugar precioso. La boda en sí en un lugar bonito, con toda la familia y amigos. Es una celebración, pero también una consagración solemne en presencia de Dios. Toman votos de lealtad y fidelidad.

Lamentablemente, algunos conocen el dolor de los votos rotos. De infidelidad. De la muerte. Muerte física o muerte del amor. Como es una relación tan íntima, el dolor es más intenso.

Hay varios factores que conforman un matrimonio feliz, como la fidelidad, la comunicación, el respeto y los objetivos comunes. Esos también son importantes en nuestra relación con Cristo como su novia. Pero el centro de esa relación es el amor.

Muchos muchachos, cuando piensan en el amor, piensan en hacer el amor. Pero nosotros sabemos que el amor es algo mucho más profundo. Tal vez lo más importante en la preparación para el novio es crecer en ese amor. Aprender lo que significa amar a Cristo. Y comprender lo que significa estar unido a Jesús, como un hombre y una mujer están unidos en el matrimonio. No es intimidad física, pero es una unión tan íntima al nivel personal como el matrimonio. Jesus dijo en Juan 14:

20 En aquel día vosotros conoceréis que yo estoy en mi Padre, y vosotros en mí, y yo en vosotros.

“Aquel día” es la venida del Espíritu Santo a la iglesia en su plenitud. En su oración en Juan 17, Jesus oró:

20 Mas no ruego solamente por éstos, sino también por los que han de creer en mí por la palabra de ellos, 21 para que todos sean uno; como tú, oh Padre, en mí, y yo en ti, que también ellos sean uno en nosotros; para que el mundo crea que tú me enviaste. 22 La gloria que me diste, yo les he dado, para que sean uno, así como nosotros somos uno.

¡Cristo es el polígamo más grande! Claro que es muy diferente de ser un polígamo aquí. Pero hay millones de personas que componen su novia. ¡Qué desastre sería tener peleas y divisiones entre ellas! Cristo, como buen novio, nos pasa la gloria que recibió de su Padre. No para vanagloriarnos, sino para que seamos uno. Esa es su petición para nosotros. Si vamos a estar preparados para la boda, tenemos que mantener nuestra unidad y hacer todo lo posible para promover la unidad de su cuerpo.

¿Usted ha visto a una pareja que llame la atención por el cariño y la unidad que muestran? Así debe ser para Cristo y su novia. El mundo ve algo muy especial en nosotros, y sabe que solo sería posible si Dios enviara a su hijo a este mundo para ser el novio.

23 Yo en ellos, y tú en mí, para que sean perfectos en unidad, para que el mundo conozca que tú me enviaste, y que los has amado a ellos como también a mí me has amado.

¡Podemos contar con el amor del suegro! ¡Qué hermoso sería tener esa perfecta unidad con tu conyugue! Esa es la unión que Cristo quiere con nosotros y entre nosotros como su novia. Así como una mujer feliz refleja el cuidado y el amor de su esposo, también debemos reflejar el amor del novio para nosotros.

24 Padre, aquellos que me has dado, quiero que donde yo estoy, también ellos estén conmigo, para que vean mi gloria que me has dado; porque me has amado desde antes de la fundación del mundo.

Como todo novio, Él ha preparado un lugar muy especial para nosotros, y espera con ansias ese día en que pueda llevarnos a su casa. Quiere que estemos donde Él está, que estemos con Él. Todo novio quiere mostrar su virilidad y su fuerza. Del mismo modo, Cristo quiere que veamos su gloria.

Todo esto es un misterio. ¿Cómo es posible esa unión con Dios? ¿Qué significa ser el novio de Cristo?

Tal como la imagen del cuerpo nos ayuda entender cómo funciona la iglesia, el matrimonio es algo que todos entendemos. Es por eso Pablo escribió en Efesios 5 cuando enseña sobre el matrimonio: 32 Grande es este misterio; mas yo digo esto respecto de Cristo y de la iglesia.

¿Habla de matrimonio, o de Cristo y la iglesia? ¡Ambos! ¡Los dos son misterios! Y los dos son paralelos. Entonces podemos aprender algunas cosas muy importantes para nuestra relación con Cristo como su novia.

21 Someteos unos a otros en el temor de Dios. 22 Las casadas estén sujetas a sus propios maridos, como al Señor; 23 porque el marido es cabeza de la mujer, así como Cristo es cabeza de la iglesia, la cual es su cuerpo, y él es su Salvador.

La primera lección aquí para nosotros es aprender a someternos a la autoridad. El hombre tiene que someterse a Cristo. Tenemos que aprender a someternos unos a otros. Esa es una lección para todos: Aprender la humildad y el temor de Dios. Si nos cuesta someternos a otros, será difícil estar sujetos a Cristo. Como su cuerpo, su novia, tenemos que honrarlo como la cabeza de la iglesia. La mujer tiene la oportunidad de aprender esa sumisión con su esposo.

24 Así que, como la iglesia está sujeta a Cristo, así también las casadas lo estén a sus maridos en todo.

25 Maridos, amad a vuestras mujeres, así como Cristo amó a la iglesia, y se entregó a sí mismo por ella, 26 para santificarla, habiéndola purificado en el lavamiento del agua por la palabra, 27 a fin de presentársela a sí mismo, una iglesia gloriosa, que no tuviese mancha ni arruga ni cosa semejante, sino que fuese santa y sin mancha.

Hay varias cosas que Cristo hace como nuestro novio:

  • Nos ama.
  • Demuestra ese amor en su sacrificio en la cruz, entregándose a sí mismo.
  • Él quiere una novia santificada y purificada.
  • Nos lava mediante la purificación de la palabra de Dios.
  • Allí, en la boda, la novia se presenta a Cristo, una novia gloriosa, sin mancha ni arruga ni ningún otro defecto. En cambio, será santa e intachable.

Esa es la responsabilidad del esposo hacia su esposa también. En nuestra preparación para ser su novia, esta escritura nos enseña varias cosas que tenemos que hacer:

  • Permitir que el Espíritu Santo nos santifique.
  • Meternos en la palabra de Dios y permitir que nos lave y purifique.
  • Examinarnos en busca de manchas o defectos en nuestras vidas. Ya es tiempo corregir esas cosas para estar listos para el novio.

28 Así también los maridos deben amar a sus mujeres como a sus mismos cuerpos. El que ama a su mujer, a sí mismo se ama. 29 Porque nadie aborreció jamás a su propia carne, sino que la sustenta y la cuida, como también Cristo a la iglesia, 30 porque somos miembros de su cuerpo, de su carne y de sus huesos. 31 Por esto dejará el hombre a su padre y a su madre, y se unirá a su mujer, y los dos serán una sola carne.

Si la unión de un hombre y una mujer es un misterio, aún más la unión de Cristo y su novia, la iglesia. Y la clave es el amor. La novia que se ha preparado, ama al novio, y ha aprendido a comprender y recibir el amor del novio, de Cristo.

¿Cómo sabes si amas a Cristo? Él dijo en Juan 14:

21 El que tiene mis mandamientos, y los guarda, ése es el que me ama; y el que me ama, será amado por mi Padre, y yo le amaré, y me manifestaré a él. El que me ama, mi palabra guardará; y mi Padre le amará, y vendremos a él, y haremos morada con él. 24 El que no me ama, no guarda mis palabras; y la palabra que habéis oído no es mía, sino del Padre que me envió.

Para prepararse, la novia estudia la palabra y los mandamientos de Jesus, y lo obedece. Sin obediencia, el amor es meras palabras.

Jesus habló de la preeminencia del amor en Mateo 22:37: “Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente. 38 Este es el primero y grande mandamiento. 39 Y el segundo es semejante: Amarás a tu prójimo como a ti mismo. 40 De estos dos mandamientos depende toda la ley y los profetas.

El amor empieza con esa obediencia. Estamos hablando aquí de un amor ágape, un amor que pocos en el mundo conocen. Ellos piensan en el amor como eros, amor sexual y romántico, o fileo, el amor entre nosotros como hermanos. El amor ágape es un amor incondicional. Pablo lo describe en 1 Corintios 13, en la NTV:

El amor es paciente y bondadoso. El amor no es celoso ni fanfarrón ni orgulloso ni ofensivo. No exige que las cosas se hagan a su manera. No se irrita ni lleva un registro de las ofensas recibidas. No se alegra de la injusticia sino que se alegra cuando la verdad triunfa. El amor nunca se da por vencido, jamás pierde la fe, siempre tiene esperanzas y se mantiene firme en toda circunstancia.

En el matrimonio, después de la luna de miel, aprendemos que esa relación cuesta mucho trabajo. No es fácil. Y Dios lo usa para enseñarnos mucho acerca de cómo amar. Si vamos a estar preparados para el novio, vamos a aprovechar cada oportunidad para poner estas calidades en práctica. Y podemos esperar que Dios proporcione circunstancias en nuestras vidas para probarnos y darnos la oportunidad para crecer en ellas.

Creo que Romanos 13 tiene algunos versículos muy apropiados para terminar esta reflexión:

No debáis a nadie nada, sino el amaros unos a otros; porque el que ama al prójimo, ha cumplido la ley. Porque: No adulterarás, no matarás, no hurtarás, no dirás falso testimonio, no codiciarás, y cualquier otro mandamiento, en esta sentencia se resume: Amarás a tu prójimo como a ti mismo. 10 El amor no hace mal al prójimo; así que el cumplimiento de la ley es el amor. 11 Y esto, conociendo el tiempo, que es ya hora de levantarnos del sueño; porque ahora está más cerca de nosotros nuestra salvación que cuando creímos. 12 La noche está avanzada, y se acerca el día. Desechemos, pues, las obras de las tinieblas, y vistámonos las armas de la luz. 13 Andemos como de día, honestamente; no en glotonerías y borracheras, no en lujurias y lascivias, no en contiendas y envidia, 14 sino vestíos del Señor Jesucristo, y no proveáis para los deseos de la carne.

Lo que tú puedes hacer ahora en esta pandemia; Mateo 24 y 25

Estamos viviendo en un momento muy difícil. Justo cuando empezamos a abrir y pensamos que todo va a volver a la normalidad, hay una explosión de casos de Covid. ¿Jamás terminara? Sólo Dios sabe. Él es soberano y siempre tiene el control en medio de esta crisis. Él tiene un plan para tu vida y para un reino perfecto sin dolor, pecado o enfermedad. Pero es fácil sentirse impotente ante las malas noticias y la incertidumbre que nos rodea.

El internet está lleno de “profecías” y prédicas sobre el fin del mundo, la gran tribulación y el regreso de Cristo. Sabemos que Él viene pronto. ¡Aleluya! Pero la verdad, leer Mateo 24 no parece muy alentador:

Entonces os entregarán a tribulación, y os matarán, y seréis aborrecidos de todas las gentes por causa de mi nombre. 10 Muchos tropezarán entonces, y se entregarán unos a otros, y unos a otros se aborrecerán. 11 Y muchos falsos profetas se levantarán, y engañarán a muchos; 12 y por haberse multiplicado la maldad, el amor de muchos se enfriará.

24 Porque se levantarán falsos Cristos, y falsos profetas, y harán grandes señales y prodigios, de tal manera que engañarán, si fuere posible, aun a los escogidos.

¡Más malas noticias!

Ya veo malas noticias en la tele todos los días. Y estas noticias son deprimentes. ¿Estás emocionado de saber esto? Si no fueras un creyente, ¿te motivarían a aceptar a Cristo?

  • Nos entregarán a tribulación. Nos perseguirán.
  • Nos matarán. TLA: »Ustedes serán llevados presos, y entregados a las autoridades para que los maltraten y los maten.
  • Seremos aborrecidos de todos.

Gloria a Dios, ¿verdad? “Ay de mí. Están persiguiendo los cristianos.” “Nadie me quiere.” Lo siento, pero así lo dijo Jesús. ¿Puedes soportar ese maltrato sin renunciar a Cristo?

Incluso en las iglesias habrá muchos falsos profetas que engañarán a muchos. La maldad se multiplicará. Habrá mucha tentación de negar a Cristo y volver al pecado.

Con razón, en el pasaje paralelo en Lucas 21:36, Cristo dice: Velad, pues, en todo tiempo orando que seáis tenidos por dignos de escapar de todas estas cosas que vendrán, y de estar en pie delante del Hijo del Hombre.

Más que nunca necesitamos el apoyo de nuestros hermanos y hermanas en Cristo. Siempre mantén tu amor por ellos y por Cristo. Porque entre nosotros, aquí en la iglesia, Jesus dice que:

  • Muchos tropezarán y se apartarán de Cristo
  • Se entregarán unos a otros, incluso dentro de la misma familia.
  • Unos a otros se aborrecerán.
  • El amor de muchos se enfriará.

El verso 13 dice:  Mas el que persevere hasta el fin, éste será salvo. La triste realidad es que muchos no perseverarán hasta el fin.

¿Cuánto habló Jesús sobre su regreso?

Sí, es importante estar preparado. Pero es peligroso concentrarse en Mateo 24. Sí, es cierto que las películas que la gente quiere ver son sobre el rapto, el anticristo y la tribulación. Y son los mensajes que quieren escuchar. Les encanta adivinar quién podría ser el anticristo. Pero Cristo habló muy poco de los días postreros y su regreso:

  • Nunca inició la conversación.
  • No dijo nada al respecto hasta unos días antes de su crucifixión.
  • Incluso en este capítulo 24 no nos ofrece todos los detalles de lo que sucederá, ni nos anima a involucrarnos mucho en ellos.
  • Después de su resurrección no volvió al tema; solo dijo que nosotros recibiremos el poder del Espíritu Santo y que tenemos que hacer discípulos a todas las naciones.

¡Esa es nuestra parte! ¡Predicar el evangelio! Mira el verso 14: Y será predicado este evangelio del reino en todo el mundo, para testimonio a todas las naciones; y entonces vendrá el fin.

Yo creo que hemos pasado por alto algo muy importante en estos capítulos 24 y 25. Escucha como inicia el capítulo 24:

1Cuando Jesús salió del templo y se iba, se acercaron sus discípulos para mostrarle los edificios del templo.Respondiendo él, les dijo: ¿Veis todo esto? De cierto os digo, que no quedará aquí piedra sobre piedra, que no sea derribada.

Es como Él quisiera decir: “No se impresionen demasiado con los edificios. Este templo es temporal.” Y no dijo nada más. No aprovechó la oportunidad para darles más detalles. Creo que es un mensaje para nosotros y nuestra afinidad por los grandes edificios. Como los discípulos, estamos impresionados con el hermoso templo de alguna iglesia, pero Cristo dice: “No quedará piedra sobre piedra.” No debería ser nuestro enfoque.

Fue solo más tarde, en el verso 3, que sigue hablando del fin, y tampoco inició esa conversación:

Y estando él sentado en el monte de los Olivos, los discípulos se le acercaron aparte, diciendo: Dinos, ¿cuándo serán estas cosas, y qué señal habrá de tu venida, y del fin del siglo?

Marcos 13 dice que solo Pedro, Jacobo, Juan y Andrés le preguntaron aparte. Esta palabra no era para todos los discípulos y menos aún para la multitud.

Engaño, la Palabra y Noé

Respondiendo Jesús, les dijo: Mirad que nadie os engañe.

Los discípulos quieren saber cuándo, y qué señal habrá de su venida. Pero característicamente, Cristo no responde directamente a sus preguntas. Ellos quieren todos los detalles, pero Cristo dice que hay otros que hablarán mucho sobre su regreso, y el peligro es que seremos engañados por ellos. Es un tema muy propenso a falsas doctrinas, mentiras y especulaciones. Un estudio de la historia de la iglesia lo confirma. Entonces, ¿qué es más importante?

35 El cielo y la tierra pasarán, pero mis palabras no pasarán. 36 Pero del día y la hora nadie sabe, ni aun los ángeles de los cielos, sino sólo mi Padre.

En medio de toda clase de desastre natural, tenemos que aferrarnos a la Palabra de Dios. Esta Palabra es nuestra roca firme. Cristo nos advierte claramente de aquellos que fijan fechas para su venida. Sabemos que viene pronto. Tenemos que vivir como si fuese hoy. Pero solo el Padre sabe cuándo será.

37 Mas como en los días de Noé, así será la venida del Hijo del Hombre.

Noé escuchó la Palabra de Dios y trabajó. Preparó un arca para su familia. Fue obediente al mandato de Dios. Predicó a sus vecinos. Buscó a todos los animales.

Muchos se dedican al estudio de las señales y los detalles, pero esas cosas están en manos del Señor. ¿Qué es nuestra parte? Estar preparado, trabajar y servir al Señor:

44 Por tanto, también vosotros estad preparados; porque el Hijo del Hombre vendrá a la hora que no pensáis. 45 ¿Quién es, pues, el siervo fiel y prudente, al cual puso su señor sobre su casa para que les dé el alimento a tiempo? 46 Bienaventurado aquel siervo al cual, cuando su señor venga, le halle haciendo así.

Darles de comer a su debido tiempo. Ser un siervo fiel y prudente. Ese es el enfoque de Jesucristo, pero ¿qué significa?  Ahora nos explicará lo que tenemos que hacer. El error en la interpretación de este discurso es separar el capítulo 24 del 25. Sabemos que esas divisiones no existen en el original. Cristo termina el capítulo 24 hablando sobre el lugar donde “será el lloro y el crujir de dientes”  – e inmediatamente nos da tres ejemplos de las personas que terminarán allí. Son personas inesperadas que forman parte de la iglesia.

A la luz de Mateo 24, tres consejos sobre cómo vivir ahora

Escuchen bien, mi hermano y mi hermana: En medio de toda la confusión y la impotencia que muchos sienten ante esta pandemia y la posibilidad del anticristo y la gran tribulación, Cristo tiene tres consejos muy claros sobre cómo vivir ahora. Estas son cosas que tú puedes hacer hoy. Son el enfoque del mensaje de Cristo en estos capítulos. Es tan importante que Jesús nos da tres parábolas para asegurarnos de que lo entendemos completamente. Me gustaría profundizar en cada uno de los tres, pero debido a la falta de tiempo, solo voy a dar algunos puntos principales de los primeros. Usted puede volver y estudiarlos más.

Parábola de las 10 vírgenes

1Entonces el reino de los cielos será semejante a diez vírgenes que tomando sus lámparas, salieron a recibir al esposo.

Hay cinco vírgenes prudentes y cinco insensatas. Todas salen para recibir al esposo. Todas tienen la expectativa de estar con Él. Todas tienen sus lámparas. No están de fiesta. No están en el mundo. La única diferencia es que las insensatas no tomaron aceite con ellas. El esposo llegó tarde. Cabecearon todas y se durmieron. Eso no era el problema, pero la demora era tanta que todas las lámparas se apagaron. Las insensatas creen que, como buenas cristianas, las prudentes van a compartir su aceite. Pero no hay suficiente para todas, y tienen que buscar a alguien que las venda el aceite.

10 Pero mientras ellas iban a comprar, vino el esposo; y las que estaban preparadas entraron con él a las bodas; y se cerró la puerta. 11 Después vinieron también las otras vírgenes, diciendo: ¡Señor, señor, ábrenos! 12 Mas él, respondiendo, dijo: De cierto os digo, que no os conozco. 13 Velad, pues, porque no sabéis el día ni la hora en que el Hijo del Hombre ha de venir.

En el ejemplo de Jesús la mitad son insensatas. Algunos de ustedes aquí son prudentes, y algunos son insensatos. Estás aquí en la iglesia, pero la verdad es que no estás preparado para entrar en las bodas de Jesucristo. Puedes creer que la preparación de tu esposa o tu mamá te ayudará ese día. Ellas tienen el aceite. Tú no lo tienes. No tienes el Espíritu Santo. Hay pecado en tu vida. No estás caminando bien. Cuando Cristo venga, tú vas a estar allí con toda tu familia, y ellos entrarán. Pero cuando llegues a la puerta, Jesús te dirá: No te conozco. Prepárate ya. Hay prisa. Cristo viene pronto.

Hay caos y muerte a nuestro alrededor. No puedes hacer mucho al respecto; está en las manos de Dios. Él te dice: Examínate a ti mismo. Prepárate. El primero de los tres enfoques para estos días es mantener nuestra relación con Cristo y la plenitud de su Espíritu. Pon aceite en tu lámpara.

Parábola de los talentos

El segundo ejemplo que Cristo nos da es la parábola de los talentos. El Dios del universo nos confía sus bienes. No es nuestro dinero; Dios nos confía ser mayordomos de sus bienes. Son tres siervos de Dios que reciben un dinero (un talento era una moneda), o un don, conforme a su capacidad: 5, 2 o 1. La primera lección aquí es que habrá diferencias entre nosotros en las habilidades, recursos y talentos que Dios nos da. No mires a otros y lo que tengan. Hay que aceptar lo que Dios tiene para ti y ser un fiel mayordomo. Cristo espera que multipliquemos ese talento. Algún día tendremos que rendir cuentas a Dios por lo que hicimos con lo que Él nos confió. Cristo no menciona todas las cosas que suceden en el mundo alrededor de estos sirvientes. No acepta la excusa de que hubo una pandemia y fueron puestos en cuarentena. Él nos da un llamado, una tarea, y nuestro deber ahora es dedicarnos a trabajar con todas nuestras fuerzas.

¿No quieren todos ustedes escuchar estas palabras? Bien, buen siervo y fiel; sobre poco has sido fiel, sobre mucho te pondré; entra en el gozo de tu señor.

Todos eran siervos del Señor. Todos recibieron talentos de Él. Pero el siervo que recibió un solo talento tuvo miedo y no hizo nada con su talento. El miedo es peligroso. Muchos tienen miedo hoy. Pero ese miedo te hará infructífero. El siervo no malgastó el dinero. Devolvió al Señor lo suyo. Pero no es suficiente. Dios le llama: Siervo malo y negligente. Y luego vemos la economía del Reino de Dios: al que tiene, le será dado, y tendrá más; y al que no tiene, aun lo que tiene le será quitado.

Y exactamente como termina el capítulo 24, Jesus dice que será el fin de ese siervo: 30 Y al siervo inútil echadle en las tinieblas de afuera; allí será el lloro y el crujir de dientes.

No te preocupes tanto con las locuras de este mundo, la pandemia y la economía. ¿Cuál es el talento que Dios te ha dado? ¿Estás trabajando arduamente en ese llamado? ¿Eres un fiel mayordomo de los recursos que Dios te ha dado? ¿Cuáles frutos tienes para entregar a Jesús cuando venga?

¿Eres oveja o cabrito?

El gran final de esta enseñanza sobre la venida de Cristo es sobre el juicio de ese día. Todos queremos ver a Jesús cuando venga en su gloria. Todos los ángeles vendrán con Él. Pero el verso 31 dice: El se sentará en su trono de gloria, 32 y serán reunidas delante de él todas las naciones; y apartará los unos de los otros, como aparta el pastor las ovejas de los cabritos.33 Y pondrá las ovejas a su derecha, y los cabritos a su izquierda.

¿Eres una oveja o un cabrito? Depende de lo que estés haciendo con tu vida ahora.

34 Entonces el Rey dirá a los de su derecha: Venid, benditos de mi Padre, heredad el reino preparado para vosotros desde la fundación del mundo. 35 Porque tuve hambre, y me disteis de comer; tuve sed, y me disteis de beber; fui forastero, y me recogisteis; 36 estuve desnudo, y me cubristeis; enfermo, y me visitasteis; en la cárcel, y vinisteis a mí.

37 Entonces los justos le responderán diciendo: Señor, ¿cuándo te vimos hambriento, y te sustentamos, o sediento, y te dimos de beber? 38 ¿Y cuándo te vimos forastero, y te recogimos, o desnudo, y te cubrimos? 39 ¿O cuándo te vimos enfermo, o en la cárcel, y vinimos a ti?

Ellos no estaban haciendo estas cosas conscientemente para ser “buenos cristianos.” ¿Te diste cuenta de que no menciona que siempre estaban en la iglesia? ¿U oraban mucho? ¿O siempre diezmaron? Esas cosas son buenas, pero esas son las cosas que los judíos señalaron para justificarse: Ofrecieron todos los sacrificios. Comieron según la ley. Diezmaron. Celebraron las fiestas. Jesús no menciona que tenían todo en orden con su comprensión de los días postreros. O que estaban luchando contra la injusticia en el gobierno. Todas esas cosas pueden ser buenas. Pero Jesús está buscando algo diferente en nuestras vidas. Las ovejas simplemente andaban en amor, andaban como Cristo anduvo:

40 Y respondiendo el Rey, les dirá: De cierto os digo que en cuanto lo hicisteis a uno de estos mis hermanos más pequeños, a mí lo hicisteis.

¿Y por qué envía a estos cabritos al infierno?

41 Entonces dirá también a los de la izquierda: Apartaos de mí, malditos, al fuego eterno preparado para el diablo y sus ángeles. 42 Porque tuve hambre, y no me disteis de comer; tuve sed, y no me disteis de beber; 43 fui forastero, y no me recogisteis; estuve desnudo, y no me cubristeis; enfermo, y en la cárcel, y no me visitasteis.

Están en shock, sorprendidos:

44 Entonces también ellos le responderán diciendo: Señor, ¿cuándo te vimos hambriento, sediento, forastero, desnudo, enfermo, o en la cárcel, y no te servimos?

Lo llaman “Señor;” seguramente, si supieran que Cristo quería estas cosas, se las ofrecerían. Siempre estaban en la iglesia. No había mucho pecado en sus vidas. Tienen todas las expectativas de heredar el reino.

45 Entonces les responderá diciendo: De cierto os digo que en cuanto no lo hicisteis a uno de estos más pequeños, tampoco a mí lo hicisteis. 46 E irán éstos al castigo eterno, y los justos a la vida eterna.

No nos corresponde preocuparnos por todo lo que está sucediendo en el mundo. Sabios, sí. Velando y orando, claro. Pero no puedes vivir en temor. No puedes retirarte a la casa y no hacer nada para el Señor. Ahora más que nunca tenemos que proclamar su palabra y servir a otros con el amor de Cristo. Tenemos que buscar a los más pequeños, los más humildes y más insignificantes,  y ayudarlos. Todo eso es servir a Cristo.

Dios sabe que estos son días difíciles. Quiere librarte del temor y el desánimo. ¡Hay mucho que hacer! Llena tu cántaro con el aceite del Espíritu Santo. Usa los talentos que el Señor te ha dado para el beneficio de su reino. Y está atento para los más pequeños. Ofrécelos agua o comida. Una cama. Ropa. Ministra a los enfermos. Siempre siguiendo el protocolo, pero sirviéndolos como si fuese el mismo Cristo.