Josué 6:6-27: ¡Derribar los muros!

¡Por fin llegó el día! ¡Más de 40 años de espera! ¡La primera batalla dentro de la tierra prometida! Dios le reveló el plan para la victoria a Josué, y él simplemente sigue las instrucciones del Señor.

El orden de Dios para la batalla

Hablando con autoridad, empieza con los sacerdotes:

Josué hijo de Nun llamó a los sacerdotes y les ordenó: «Carguen el arca del pacto del Señor, y que siete de ustedes lleven trompetas y marchen frente a ella». 

La batalla es espiritual, peleada en los cielos. No se trata de sus armas ni de su fuerza. Sacerdotes, el arca de la presencia de Dios y las trompetas inician la batalla. Aunque es una orden, hay lugar para la elección personal: entre los sacerdotes eligen siete para llevar trompetas.

Josué era hombre de guerra. Esta es la primera batalla en Canaán. ¿Cómo crees que se siente con este plan de batalla? ¿Por qué?

 

Si tu fueses sacerdote, ¿cómo te sentirías con esta asignación?

 

Y le dijo al pueblo: «¡Adelante! ¡Marchen alrededor de la ciudad! Pero los hombres armados deben marchar al frente del arca del Señor».

La palabra clave aquí es “¡adelante!” Tenemos que esperar esa palabra del Señor, pero cuando Él la dice, es hora de caminar.

Empiezan a marchar

Dios no mencionó nada en sus instrucciones sobre el resto del pueblo marchando, pero Josué los incluye. Coloca a los soldados al frente del arca, aunque Dios dijo que los sacerdotes con trompetas deberían encabezar la procesión (6:4). Los siguientes versos revelan cómo Josué acomodó a sus soldados, mientras él obedeció las órdenes del Señor:

Cuando Josué terminó de dar las instrucciones al pueblo, los siete sacerdotes marcharon al frente del arca del pacto del Señor tocando sus trompetas; y el arca del pacto les seguía. Los hombres armados marchaban al frente de los sacerdotes que tocaban las trompetas, y tras el arca marchaba la retaguardia. Durante todo ese tiempo las trompetas no cesaron de sonar. 

¿Qué significan las trompetas? Además de invocar la presencia del Señor y obedecer sus órdenes, sería desalentador para la gente de Jericó escucharlas y ver esta extraña procesión.

10 Al resto del pueblo, en cambio, Josué le ordenó marchar en silencio, sin decir palabra alguna ni gritar hasta el día en que les diera la orden de gritar a voz en cuello.

Es difícil para algunos guardar silencio, y siempre hay alguien que murmura: “¿Por qué tenemos que esperar siete días para gritar? ¿Por qué Josué quiere controlar todo lo que hacemos?” Pero esa obediencia absoluta es esencial para la victoria.

¿Tienes un espíritu sumiso, para esperar el tiempo del Señor? ¿Cómo disciernes cuándo es el momento de marchar en silencio y cuándo hay que gritar?

 

11 Josué hizo llevar el arca alrededor de Jericó una sola vez. Después, el pueblo regresó al campamento para pasar la noche. 12 Al día siguiente, Josué se levantó temprano, y los sacerdotes cargaron el arca del Señor. 13 Los siete sacerdotes que llevaban las trompetas tomaron la delantera y marcharon al frente del arca mientras tocaban sus trompetas. Los hombres armados marchaban al frente de ellos, y tras el arca del Señor marchaba la retaguardia. ¡Nunca dejaron de oírse las trompetas! 14 También en este segundo día marcharon una sola vez alrededor de Jericó, y luego regresaron al campamento. Así hicieron durante seis días.

Seis días de hacer exactamente lo mismo, sin ver ningún resultado.

¿Tienes esa paciencia y disciplina?

¿Sigues orando día tras día sin ver la respuesta?

¿Puedes confiar en lo que dice Dios?

El séptimo día

15 El séptimo día, a la salida del sol, se levantaron y marcharon alrededor de la ciudad tal como lo habían hecho los días anteriores, solo que en ese día repitieron la marcha siete veces. 16 A la séptima vuelta, los sacerdotes tocaron las trompetas, y Josué le ordenó al ejército: «¡Empiecen a gritar! ¡El Señor les ha entregado la ciudad! 

Con toda la fe, Josué declara que Dios les ha entregado la ciudad. Es un momento de suspenso, a ver si todos lo hacen según el mandato de Dios y si los muros se caen.

¿Hay algo en tu vida ahora que tengas que reclamar de acuerdo con la palabra de Dios?

 

¿Podría ser este el momento de gritar?

 

17 Jericó, con todo lo que hay en ella, será destinada al exterminio como ofrenda al Señor. Solo se salvarán la prostituta Rajab y los que se encuentren en su casa, porque ella escondió a nuestros mensajeros. 18 No vayan a tomar nada de lo que ha sido destinado al exterminio para que ni ustedes ni el campamento de Israel se pongan en peligro de exterminio y de desgracia. 19 El oro y la plata y los utensilios de bronce y de hierro pertenecen al Señor: colóquenlos en su tesoro».

No siempre fue así, pero en este caso la ciudad es una ofrenda al Señor. Todo será anatema, para ser destruido por completo. Hay tres detalles muy importantes:

  1. Tienen que ser fiel a la palabra de los espías y salvar a Rajab y aquellos de su casa.
  2. No pueden tomar nada consagrado a la destrucción. Sería una maldición que haría anatema el campamento de Israel y lo destruiría.
  3. Tienen que buscar y cuidadosamente llevar todo de valor (oro, plata y utensilios de bronce y de hierro) al tesoro del Señor. Hay cosas que pertenecen a Dios y ¡ay de la persona que las toca!

20 Entonces los sacerdotes tocaron las trompetas, y la gente gritó a voz en cuello, ante lo cual las murallas de Jericó se derrumbaron. El pueblo avanzó, sin ceder ni un centímetro, y tomó la ciudad. 21 Mataron a filo de espada a todo hombre y mujer, joven y anciano. Lo mismo hicieron con las vacas, las ovejas y los burros; destruyeron todo lo que tuviera aliento de vida. ¡La ciudad entera quedó arrasada!

Dios hizo lo imposible y las murallas se derrumbaron. Dios abrió el camino. Ahora ellos tienen que avanzar y matar a todos. La matanza es fuerte para nosotros en esta época, pero fue necesario para ellos, y ordenada por Dios, para empezar la purificación de la tierra.

Hoy no matamos a los incrédulos. Somos sal y luz en medio del mundo, y tenemos que mantener siempre nuestra pureza espiritual. ¿Hay algo o alguien que tengas que eliminar de tu vida que sea una piedra de tropiezo para ti?

 

Este es un gran milagro, y un ejemplo poderoso de cómo Dios nos da la victoria en las batallas de la vida. ¿Hay un “Jericó” en tu vida ahora? ¿Tienes la fe que Dios derrumbará las murallas de esa fortaleza?

 

Salvan a Rajab y su familia

22 Ahora bien, Josué les había dicho a los dos exploradores: «Vayan a casa de la prostituta, y tráiganla junto con sus parientes, tal como se lo juraron». 23 Así que los jóvenes exploradores entraron y sacaron a Rajab junto con sus padres y hermanos, y todas sus pertenencias, y llevaron a toda la familia a un lugar seguro, fuera del campamento israelita. 

Los mismos jóvenes que Rajab salvó ahora vuelven a su casa y rescatan a ella y a sus parientes. Como gentiles inmundos, tenían que quedarse fuera del campamento, pero luego serían incluidos en el pueblo de Israel. Es uno de varios ejemplos del Antiguo Testamento de la inclusión de los gentiles en la familia de Dios, que fue parte del plan de Dios desde el principio.

¿Eres fiel a tu palabra? ¿Cumples las promesas hechas a otros? ¿Tienes que pedir perdón por alguna promesa que no cumpliste? ¿Hay algo prometido que incluso ahora tienes que cumplir?

 

 

24 Solo entonces los israelitas incendiaron la ciudad con todo lo que había en ella, menos los objetos de plata, de oro, de bronce y de hierro, los cuales depositaron en el tesoro de la casa del Señor. 25 Así Josué salvó a la prostituta Rajab, a toda su familia y todas sus posesiones, por haber escondido a los mensajeros que él había enviado a Jericó. Y desde entonces, Rajab y su familia viven con el pueblo de Israel.

Incluso en el tabernáculo había un tesoro. Con mucho cuidado hicieron exactamente lo que Dios les mandó hacer: Incendiaron toda la ciudad.

La ciudad maldita

26 En aquel tiempo, Josué hizo este juramento:

«¡Maldito sea en la presencia del Señor
el que se atreva a reconstruir esta ciudad!
Que eche los cimientos
a costa de la vida de su hijo mayor.
Que ponga las puertas
a costa de la vida de su hijo menor».

Josué pronuncia una maldición sobre cualquiera que reconstruya la ciudad, incluso sobre sus hijos. Parece un poco extraño, pero sería un monumento apropiado del poder de Dios para abrir el camino a su pueblo.

27 El Señor estuvo con Josué, y este se hizo famoso por todo el país.

Así como el Señor engrandeció el nombre de Moisés y de muchos otros de sus escogidos, Dios se complace de que su siervo sea famoso. No para vanagloriarse, sino para ser útil en la mano del Señor.

Hechos 12: Levántate, que se caigan tus cadenas

En aquel mismo tiempo (Hechos 12:1)

Esas palabras nos señalan que hay algo importante sobre el tiempo. Tenemos que leer el capítulo anterior. Y allí vemos la historia de Cornelio y su salvación que abrió la puerta para incluir a los gentiles en el evangelio. Vemos que fue un tiempo de bendición y crecimiento. Pero hay un ritmo en Hechos, de crecimiento y bendición y luego persecución y prueba. Casi siempre al mismo tiempo que Dios trabaja, el diablo también se levanta en contra.

Es posible que usted haya experimentado esos altibajos. Puede estar confundido porque después de obedecer a Dios y experimentar su bendición, de repente parece que todo se vino abajo. Dios nos permite pasar por aflicciones, pero Él siempre tiene una salida y su deseo es glorificarse a sí mismo. ¿Estás disponible para pasar por algunas pruebas para ver el poder y la gloria de Dios?

En este caso dice que

el rey Herodes echó mano a algunos de la iglesia para maltratarles.

La prueba puede provenir de problemas familiares, económicos o de salud. Aquí es una persecución. Hasta ahora, casi siempre fueron perseguidos por líderes religiosos judíos. Ahora es el rey. No importa el instrumento, el propósito del diablo es hurtar, matar y destruir. Dios no maltrata a nadie. De tal manera amó Dios a mundo que nos envió a su hijo. Y lo maltrataron y lo crucificaron. No te sorprendas los incrédulos te maltratan.

2Y mató a espada a Jacobo, hermano de Juan.

Este es el primer apóstol en morir, excepto Judas, el hijo de perdición. Esteban fue el primer mártir, pero este es uno de los tres apóstoles más cercanos de Jesucristo. ¿Por qué permitiría Dios la muerte de este hombre tan especial? Durante esta pandemia casi todos conocen a alguien que murió a causa del Covid. ¿Por qué Dios no contestó todas nuestras oraciones? A menudo no hay respuesta. A fin de cuentas tenemos que confiar en la soberanía de Dios. Nuestro consuelo es que el creyente va directamente a la presencia del Señor, pero tuvo que ser un golpe fuerte, sobre todo para Juan y Pedro.

Y viendo que esto había agradado a los judíos, procedió a prender también a Pedro.

Ahora Herodes va por la roca, el líder de la iglesia. Quiere agradar a los judíos, y si están contentos con la muerte de Jacobo, más aún si mata a Pedro.

Eran entonces los días de los panes sin levadura.

Esta es una bendición para Pedro. No pueden matar a Pedro ahora. La pascua era una fiesta muy importante, y Jerusalén estaba llena. Fue justo antes de la pascua que crucificaron a Jesus, posiblemente unos 11 años atrás.

Y habiéndole tomado preso, le puso en la cárcel, entregándole a cuatro grupos de cuatro soldados cada uno, para que le custodiasen; y se proponía sacarle al pueblo después de la pascua.Así que Pedro estaba custodiado en la cárcel;

Puede que esta noche te encuentres en un lugar donde no quieras estar. Una situación complicada. Un lugar feo. Solo. Oprimido. ¿Cuál es tu cárcel? ¿Cómo te mantiene encadenado el diablo? ¿Te enfrentas a una situación imposible?

Dieciséis soldados custodiaban a Pedro. Esta es custodia máxima. En lo natural, no hay esperanza para Pedro.

pero la iglesia hacía sin cesar oración a Dios por él.

Allí está esa palabra tan importante. Dios siempre tiene la última palabra. Y una y otra vez en la Biblia vemos el “pero.” ¿Cuál es el “pero” en tu situación ahora? ¿Estás orando?

Que bendición ser parte de una iglesia que ora. Cuando usted está en la lucha, en la prueba o en la cárcel y no puedes orar, la iglesia ora por usted.

Posiblemente fueron un poquito flojos cuando arrestaron a Jacobo. Pensaron que Dios nunca permitiría a este apóstol escogido muriera. Ya habían visto la liberación de los apóstoles de la cárcel, registrada en el capítulo 5. Lamentablemente, muchas veces, para orar en serio, el conyugue tiene que caer en adulterio, tenemos que perder nuestro trabajo o sufrir un accidente o enfermedad. La muerte de Jacobo llamó la atención de la iglesia. Están orando sin cesar.

¿Crees en el poder de la oración? ¿Lo suficiente para orar sin cesar por otro hermano? ¿O por la obra de Dios en tu iglesia? ¿Lo suficiente para sacrificar una noche para ir a la iglesia e interceder con otros hermanos? ¿Qué emergencia o tragedia sería suficiente para motivarte a orar así?

Y cuando Herodes le iba a sacar, aquella misma noche estaba Pedro durmiendo entre dos soldados, sujeto con dos cadenas, y los guardas delante de la puerta custodiaban la cárcel.

Varios días han pasado. La pascua terminó y todos saben que ya Herodes lo va a sacar, probablemente para matarlo.

¿Y la iglesia? Sigue orando, perseverando, pero parece que Dios no les contesta.

¿En la cárcel? Mucha seguridad para este preso tan peligroso. Dos soldados para un solo hombre. Dos cadenas. Más guardias delante de la puerta.

¿Y Pedro? Dormido. No se quejaba ni se lamentaba: “¿Por qué sucedió esto? Yo debería haber escuchado a mi esposa. Me advirtió que no lo dejara todo para seguirte. Yo solo quería hacer algo grandioso por tu reino, y mira a donde me llevó. Ahora yo voy a morir como mi amigo Jacobo. Yo creía que me perdonaste, pero tal vez esta sea la consecuencia de negarte.” No no no. Pedro no se lamentaba ni oraba ni declaraba nada. No estaba tan ansioso como no poder dormir. Quizás tenía tanta fe que podía descansar, aun sabiendo que podía morir al día siguiente.

Pero la iglesia estaba orando, y toda la situación estaba en las manos del Señor. Tal como tu situación está en manos de Dios. Dios podría haberlo sacado la primera noche, pero espera hasta casi el último momento para actuar.

¿Te parece que Dios se está demorando en alguna crisis en tu vida ahora? Puede ser que Dios quiera enseñarte cómo orar, perseverar y mantener la fe a pesar de las apariencias. Cuando tú estás dormido y menos lo esperas, Dios puede hacer su milagro.

Y he aquí que se presentó un ángel del Señor, y una luz resplandeció en la cárcel; y tocando a Pedro en el costado, le despertó, diciendo: Levántate pronto. Y las cadenas se le cayeron de las manos.

De repente, en un instante, todo cambia. Dios cegó a los guardias. No vieron nada. Probablemente los puso en un sueño profundo. Así Dios también puede cegar a tus enemigos.

La celda de una cárcel no es nada para Dios. El ángel se presentó allí y el lugar se llenó de luz. E incluso Pedro no se despertó. El ángel tiene que despertarlo. La Reina Valera dice “tocando a Pedro en el costado” pero otras versiones dicen “con unas palmadas en el costado” o “lo golpeó en el costado.”

“Levántate pronto.” Pero, ¿por qué hay tanta prisa? Es obvio que Dios tiene el control total aquí. No creo que hubiera un límite en cuanto al tiempo que los guardias estarían ciegos y dormidos. Pero a menudo, cuando Dios actúa, nosotros tenemos que levantarnos y responder pronto. Este no es el momento de preguntas o protestas. Es cuando se levantó que las cadenas se le cayeron. A menudo tenemos que dar ese paso de obediencia para experimentar el milagro de Dios. Si Pedro se resistía y no obedecía, las cadenas no caerían. No habría ningún milagro.

¿Hay un primer paso de obediencia que debas dar? ¿Es hora de levantarte y salir de tu prisión? Es posible que lo que te encadena se caiga cuando te levantes.

Le dijo el ángel: Cíñete, y átate las sandalias. Y lo hizo así.

Paso a paso, el ángel tiene que instruirle sobre lo que debe hacer. Gracias a Dios que Él nos guía. A veces puede que no pensemos en algo tan obvio como ceñirnos y atarnos las sandalias para salir de nuestra prisión, pero Dios te guiará. Tu solo tienes que escuchar y obedecer.

Y le dijo: Envuélvete en tu manto, y sígueme.

Cuando el Señor te envíe un ángel o su siervo, síguelo. Confía en el Señor y en su representante.

Y saliendo, le seguía; pero no sabía que era verdad lo que hacía el ángel, sino que pensaba que veía una visión.

¿Qué es real? ¿Es la vida un sueño? Dios puede hacer algo tan impresionante que parece una visión o un sueño. Pedro estaba aún medio dormido. O, como vemos muchas veces en los evangelios, Dios a propósito nubló su mente.

Gracias a Dios, lo siguió. Aunque no esté claro exactamente lo que está sucediendo, sigue al Señor.

10 Habiendo pasado la primera y la segunda guardia, llegaron a la puerta de hierro que daba a la ciudad, la cual se les abrió por sí misma; y salidos, pasaron una calle, y luego el ángel se apartó de él.

Cuando Dios abre una puerta, sal por ella. Esto es todo un milagro. Dios tiene todo el poder para pasar los siervos del diablo y abrir puertas de hierro.

El ángel no dijo nada más. Y tal como apareció, ahora desapareció. Puede haber un momento en que el ángel se aleje de ti. O esa persona que te ha ministrado y guiado. Ahora tú tienes que ser sabio y discernir qué hacer. Dios quiere guiarte, pero Él quiere también que crezcas. ¿Qué hará Pedro solo, de noche, en una calle de Jerusalén?

11 Entonces Pedro, volviendo en sí, dijo: Ahora entiendo verdaderamente que el Señor ha enviado su ángel, y me ha librado de la mano de Herodes, y de todo lo que el pueblo de los judíos esperaba.

Pedro estaba fuera de sí. Volvió en sí. Estuvo un rato en las nubes. ¿Te ha pasado a ti? Hay algunos que andan en tinieblas, en pecado, y en un momento vuelven en sí, y ven todo con claridad.

Ahora comprendió lo que le había sucedido. Una traducción dice “Estoy completamente seguro.” Es decir que al principio no entendió. Hubo un momento de duda y confusión. Pero ahora lo entendió verdaderamente. Le pido al Señor que Él le confirme, que aclare la mente, que usted puede entender verdaderamente lo que Dios hace en su vida.

Ahora tiene fe. Ahora puede ver la mano de Dios. El Señor está trabajando. Le envió su ángel. Le liberó de todas las asechanzas de sus enemigos. Dios vive. No se olvidó de Pedro. Y Dios también quiere enviar ayuda a usted y liberarle de la mano de sus enemigos.

12 Y habiendo considerado esto, llegó a casa de María la madre de Juan, el que tenía por sobrenombre Marcos, donde muchos estaban reunidos orando.

Su primer instinto es ir a la iglesia. Él sabía que habría gente congregada allí. Este Juan Marcos es el mismo joven que huyó desnudo la noche del arresto de Jesus. Es el mismo que abandonó a Pablo y Bernabé, más tarde, en su viaje misionero. Es el mismo que escribió el evangelio de Marcos.

Qué bueno tener tu casa a disposición de la familia de Dios. Esta debe ser una casa bastante grande. Muchos estaban reunidos. No sabemos nada del padre de Juan Marcos. No lo menciona. Lamentablemente, a menudo los hombres no participan en la oración, ni siquiera en la iglesia.

13 Cuando llamó Pedro a la puerta del patio, salió a escuchar una muchacha llamada Rode, 14 la cual, cuando reconoció la voz de Pedro, de gozo no abrió la puerta, sino que corriendo adentro, dio la nueva de que Pedro estaba a la puerta.

Pedro sabe que Dios está con él, pero sigue siendo un prófugo. No quiere estar en la calle. Por alguna razón desconocida, “de gozo” Rode no le abre la puerta. Si Dios te envía a alguien, ¡abre la puerta! ¡No dejes a un hermano en la calle! No dejes que tu gozo te haga ignorar lo obvio.

15 Y ellos le dijeron: Estás loca.

Rode era una criada. Posiblemente por eso no le creyeron, y le dijeron “Estás loca.”

¿Cómo es que estaban allí congregados de noche, orando, y cuando la respuesta aparece en la puerta, no lo creen? Dicen que la persona que trae la buena noticia está loca.

Cuando usted ora, ¿realmente espera una respuesta? ¿Esperas que Pedro aparezca en la puerta? ¿Que Dios hará un milagro?

Pero ella aseguraba que así era. Entonces ellos decían: !!Es su ángel!

Ellos creían que Pedro tendría un ángel que podría llegar a la puerta. ¿Crees en los ángeles? La Biblia nos da algunas indicaciones de que cada creyente tiene un ángel.

16 Mas Pedro persistía en llamar; y cuando abrieron y le vieron, se quedaron atónitos.

Incluso cuando lo vieron, ¡se quedaron atónitos! ¿Es su oración solo un ejercicio religioso? ¿Tienes la expectativa de que Dios contestará tu oración?

17 Pero él, haciéndoles con la mano señal de que callasen, les contó cómo el Señor le había sacado de la cárcel. Y dijo: Haced saber esto a Jacobo y a los hermanos. Y salió, y se fue a otro lugar.

Este es un indicio de que solo las mujeres estaban orando. Pedro quiere que Jacobo y los hermanos sepan. Este no es Jacobo el hermano de Juan que acaban de matar, sino el hermano de Jesús, quien escribió la carta de Santiago.

¡No le permitieron hablar! ¡Tenía que hacerles señal con la mano de que callasen! ¡Tenían que ser mujeres!

Pedro tiene fe, pero también sabe que es peligroso estar allí. Tiene que esconderse.

18 Luego que fue de día, hubo no poco alboroto entre los soldados sobre qué había sido de Pedro. 19 Mas Herodes, habiéndole buscado sin hallarle, después de interrogar a los guardas, ordenó llevarlos a la muerte. 

Herodes nunca lo halló, y pronto Dios mataría al rey. Pedro se escondió bien y escapó. Sólo cuando fue de día se dieron cuenta de que no estaba allí. Y los pobres guardias pagaron con sus vidas, aunque no fue su culpa.

  • ¿Conoces a alguien encarcelado? ¿O atado en algún pecado? ¿O sufriendo bajo los ataques del enemigo? ¿Puedes orar sin cesar por esa persona?
  • ¿Podría el Señor estar llamándote a reunirte más con hermanos de la iglesia en oración?
  • ¿Crees en el poder de la oración?
  • ¿Crees que Dios responde nuestras oraciones con milagros como la liberación de Pedro? ¿Podría ser que no vemos más de esos milagros porque no oramos?
  • ¿Te encuentras ahora en una situación imposible? No puedes ver la salida. Parece que no hay esperanza. Sientes como te vas a morir. El mismo Dios que liberó a Pedro vive hoy y está contigo. Él quiere trabajar en tu vida tal como lo hizo en la vida de Pedro.

Josué 5:13-6:5: La estrategia de Dios para la victoria

El pueblo de Israel ha hecho todo conforme al orden de Dios. Están listos para la conquista. Josué ya envió espías y sabe que los habitantes de Jericó tienen temor de Israel. Pero, ¿exactamente cómo das el próximo paso? Josué tiene la promesa de Dios de que todo lo que haga saldrá bien y Dios lo acompañará (Josué 1), pero no tiene los detalles. Este nuevo líder necesita un encuentro personal con Dios, parecido a lo que tuvo Moisés en la zarza ardiente (Éxodo 3).

Josué tiene un encuentro con el comandante del ejército del Señor

Parece que Josué salió solo y acampaba cerca de Jericó, probablemente para observar la ciudad y los espías, y preparar un plan para atacarla. Dios aprovecha ese tiempo para enviar el “comandante” de ejército a comunicar su plan a Josué.

13 Cierto día Josué, que acampaba cerca de Jericó, levantó la vista y vio a un hombre de pie frente a él, espada en mano. Josué se le acercó y le preguntó:

—¿Es usted de los nuestros, o del enemigo?

Por su apariencia, no es obvio para Josué si era del Señor o simplemente un hombre. Aunque apareció de repente y tiene una espada en la mano, Josué no le tiene miedo; se acercó a él para hablar con él.  Quiere saber con quién está tratando.

14 —¡De ninguno! —respondió—. Me presento ante ti como comandante del ejército del Señor.

Dios tiene un ejército, y ese ejército tiene orden, con un comandante. De un comandante celestial a otro comandante terrenal, este es un encuentro muy especial, y Josué responde en consecuencia. A menudo las primeras palabras de un ángel son: “No temas,” pero este hombre solo se identifica. Algunos creen que era una teofanía (Dios en forma humana) o cristofania (una aparición de Cristo antes de su encarnación), pero puede ser un ángel también.

El mensaje del hombre es que esta batalla es de Dios, y Josué tiene que alinearse con los planes del Señor. No le corresponde a Israel pelear la batalla a su manera y pedir ayuda de Dios.

¿Has recibido alguna orden del comandante del ejército del Señor?       ¿Crees que podrías reconocerlo si aparece?

 

¿Cómo recibes dirección para las batallas de tu vida?

 

Quita las sandalias para recibir la palabra del Señor

Entonces Josué se postró rostro en tierra y le preguntó: —¿Qué órdenes trae usted, mi Señor, para este siervo suyo?

Josué ya está acostumbrado a someterse, a recibir órdenes y obedecerlas sin preguntar. Le ofrece al hombre la reverencia indicada.

15 El comandante del ejército del Señor le contestó: —Quítate las sandalias de los pies, porque el lugar que pisas es sagrado.

Y Josué le obedeció. Ya está postrado, pero la importancia de este encuentro exige algo más. Esta es la segunda (y última) vez que se le ordena a alguien que se quite las sandalias. Seguramente Moisés le habló a Josué sobre la zarza ardiente y de quitarse las sandalias en esa tierra santa. ¿Por qué es sagrado ese lugar? Porque Dios está presente allí.

¿Alguna vez has sentido que estás en un lugar tan santo que deberías quitarte las sandalias?

 

6:1Las puertas de Jericó estaban bien aseguradas por temor a los israelitas; nadie podía salir o entrar. 

Tal vez mientras Josué acampaba allí estaba observando las puertas y pensando cómo penetrar esa ciudad cerrada. Esa es la situación, la cual puede parecer imposible. Pero con Dios siempre hay un “pero.”

¿Qué hay en tu vida ahora que esta bien cerrado? ¿Qué te parece imposible?

 

¿Qué es un posible “pero” que Dios tuviera para esas puertas cerradas?

 

La estrategia de Dios para la victoria

Pero el Señor le dijo a Josué: «¡He entregado en tus manos a Jericó, y a su rey con sus guerreros!

El “pero” viene por una palabra, una palabra que confirma que Dios es fiel a sus promesas. Ya dijo en el capítulo 1 que le había entregado la tierra a Israel; ahora específicamente dice que la ciudad con su rey y sus guerreros ya fue entregada en manos de Josué. Dios tiene la estrategia, una estrategia única:

Tú y tus soldados marcharán una vez alrededor de la ciudad; así lo harán durante seis días. Siete sacerdotes llevarán trompetas hechas de cuernos de carneros, y marcharán frente al arca. El séptimo día ustedes marcharán siete veces alrededor de la ciudad, mientras los sacerdotes tocan las trompetas. Cuando todos escuchen el toque de guerra, el pueblo deberá gritar a voz en cuello. Entonces los muros de la ciudad se derrumbarán, y cada uno entrará sin impedimento».

Vemos claramente la importancia del número siete. Este es el plan perfecto de Dios, y Él se deleita en ejecutarlo.

Para un guerrero como Josué esta estrategia puede parecer una locura. Él puede rechazarla, tal como al transcurso de la historia muchos han rechazado la estrategia de Dios para la victoria. Es algo que solo puede originar con Dios: Van a derrumbar los muros grandes de esta ciudad con un grito. Los soldados simplemente marchan; son los sacerdotes y la presencia de Dios en el arca que realmente pelean la batalla.

Su primera batalla en la tierra será completamente una obra sobrenatural. El éxito está garantizado, si siguen exactamente lo que Dios manda.

¿Cómo responderías a estas instrucciones? ¿Hay algo que Dios te haya dicho que hagas que parezca una locura?

 

¿Podría la estrategia de Dios para tu batalla ahora sea algo completamente fuera de lo comun?