Josué 5:13-6:5: La estrategia de Dios para la victoria

El pueblo de Israel ha hecho todo conforme al orden de Dios. Están listos para la conquista. Josué ya envió espías y sabe que los habitantes de Jericó tienen temor de Israel. Pero, ¿exactamente cómo das el próximo paso? Josué tiene la promesa de Dios de que todo lo que haga saldrá bien y Dios lo acompañará (Josué 1), pero no tiene los detalles. Este nuevo líder necesita un encuentro personal con Dios, parecido a lo que tuvo Moisés en la zarza ardiente (Éxodo 3).

Josué tiene un encuentro con el comandante del ejército del Señor

Parece que Josué salió solo y acampaba cerca de Jericó, probablemente para observar la ciudad y los espías, y preparar un plan para atacarla. Dios aprovecha ese tiempo para enviar el “comandante” de ejército a comunicar su plan a Josué.

13 Cierto día Josué, que acampaba cerca de Jericó, levantó la vista y vio a un hombre de pie frente a él, espada en mano. Josué se le acercó y le preguntó:

—¿Es usted de los nuestros, o del enemigo?

Por su apariencia, no es obvio para Josué si era del Señor o simplemente un hombre. Aunque apareció de repente y tiene una espada en la mano, Josué no le tiene miedo; se acercó a él para hablar con él.  Quiere saber con quién está tratando.

14 —¡De ninguno! —respondió—. Me presento ante ti como comandante del ejército del Señor.

Dios tiene un ejército, y ese ejército tiene orden, con un comandante. De un comandante celestial a otro comandante terrenal, este es un encuentro muy especial, y Josué responde en consecuencia. A menudo las primeras palabras de un ángel son: “No temas,” pero este hombre solo se identifica. Algunos creen que era una teofanía (Dios en forma humana) o cristofania (una aparición de Cristo antes de su encarnación), pero puede ser un ángel también.

El mensaje del hombre es que esta batalla es de Dios, y Josué tiene que alinearse con los planes del Señor. No le corresponde a Israel pelear la batalla a su manera y pedir ayuda de Dios.

¿Has recibido alguna orden del comandante del ejército del Señor?       ¿Crees que podrías reconocerlo si aparece?

 

¿Cómo recibes dirección para las batallas de tu vida?

 

Quita las sandalias para recibir la palabra del Señor

Entonces Josué se postró rostro en tierra y le preguntó: —¿Qué órdenes trae usted, mi Señor, para este siervo suyo?

Josué ya está acostumbrado a someterse, a recibir órdenes y obedecerlas sin preguntar. Le ofrece al hombre la reverencia indicada.

15 El comandante del ejército del Señor le contestó: —Quítate las sandalias de los pies, porque el lugar que pisas es sagrado.

Y Josué le obedeció. Ya está postrado, pero la importancia de este encuentro exige algo más. Esta es la segunda (y última) vez que se le ordena a alguien que se quite las sandalias. Seguramente Moisés le habló a Josué sobre la zarza ardiente y de quitarse las sandalias en esa tierra santa. ¿Por qué es sagrado ese lugar? Porque Dios está presente allí.

¿Alguna vez has sentido que estás en un lugar tan santo que deberías quitarte las sandalias?

 

6:1Las puertas de Jericó estaban bien aseguradas por temor a los israelitas; nadie podía salir o entrar. 

Tal vez mientras Josué acampaba allí estaba observando las puertas y pensando cómo penetrar esa ciudad cerrada. Esa es la situación, la cual puede parecer imposible. Pero con Dios siempre hay un “pero.”

¿Qué hay en tu vida ahora que esta bien cerrado? ¿Qué te parece imposible?

 

¿Qué es un posible “pero” que Dios tuviera para esas puertas cerradas?

 

La estrategia de Dios para la victoria

Pero el Señor le dijo a Josué: «¡He entregado en tus manos a Jericó, y a su rey con sus guerreros!

El “pero” viene por una palabra, una palabra que confirma que Dios es fiel a sus promesas. Ya dijo en el capítulo 1 que le había entregado la tierra a Israel; ahora específicamente dice que la ciudad con su rey y sus guerreros ya fue entregada en manos de Josué. Dios tiene la estrategia, una estrategia única:

Tú y tus soldados marcharán una vez alrededor de la ciudad; así lo harán durante seis días. Siete sacerdotes llevarán trompetas hechas de cuernos de carneros, y marcharán frente al arca. El séptimo día ustedes marcharán siete veces alrededor de la ciudad, mientras los sacerdotes tocan las trompetas. Cuando todos escuchen el toque de guerra, el pueblo deberá gritar a voz en cuello. Entonces los muros de la ciudad se derrumbarán, y cada uno entrará sin impedimento».

Vemos claramente la importancia del número siete. Este es el plan perfecto de Dios, y Él se deleita en ejecutarlo.

Para un guerrero como Josué esta estrategia puede parecer una locura. Él puede rechazarla, tal como al transcurso de la historia muchos han rechazado la estrategia de Dios para la victoria. Es algo que solo puede originar con Dios: Van a derrumbar los muros grandes de esta ciudad con un grito. Los soldados simplemente marchan; son los sacerdotes y la presencia de Dios en el arca que realmente pelean la batalla.

Su primera batalla en la tierra será completamente una obra sobrenatural. El éxito está garantizado, si siguen exactamente lo que Dios manda.

¿Cómo responderías a estas instrucciones? ¿Hay algo que Dios te haya dicho que hagas que parezca una locura?

 

¿Podría la estrategia de Dios para tu batalla ahora sea algo completamente fuera de lo comun?