Josué 23: «Mucho tiempo después»

El libro comienza con la palabra “después”, y termina con ella. Estas palabras son importantes. Algo está cambiando. Muchos años han pasado. Puede ser tu vida ahora. Mucho tiempo después de:

  • tu conversión…
  • tu matrimonio…
  • recibir tu título…
  • pastorear una iglesia…
  • nacer tu hijo…

Mucho tiempo después.

¿Cuál sería ese punto de inflexión para ti?

 

¿Qué ocurrirá en el futuro? Todo parece incierto ahora. Esperamos que haya algún cambio, pero las encuestas muestran que la gran mayoría del mundo tiene una visión pesimista del futuro. Solo los cristianos tienen la esperanza del regreso de Jesucristo, la destrucción de esta tierra, el juicio del diablo y sus discípulos y el establecimiento del reino de perfecta paz y justicia.

¿Cuáles son tus pensamientos sobre el futuro? ¿Dirías que tienes esperanza?

 

Mucho tiempo después… ¿de qué?

De que el Señor le diera a Israel paz con sus enemigos cananeos

Ya hemos leído la historia. Hubo mucha guerra, con enemigos llamados cananeos, pero llegó el momento en que hubo paz. No por la valentía de algún ejército o gran general, sino como resultado de una obra divina. El Señor les dio paz. Este pueblo de Israel tenía un Dios poderoso que ama a su gente y quiere bendecirlos cono paz.

¿Estás en una batalla?    ¿Quién es el enemigo? ¿Lo sabes?

 

¿Conoces a este Señor que puede darte paz? ¿Puedes notar una o más veces cuando Dios te ha dado paz?

 

¿Necesitas esa paz? ¿Qué significaría para ti tener paz?

 

Josué, anciano y cansado, 

Aparte de Dios, Josué has sido el héroe de esta historia. Su nombre significa “Dios es mi salvación;” el mismo nombre que se le dio al Hijo de Dios cuando Él vino a este mundo. Cuando conocimos a Josué (Éxodo 17:9), era joven y enérgico; ahora está anciano y cansado. ¿Por qué? Bueno, hemos leído de sus 40 años en el desierto, más años batallando en la tierra prometida. ¿Es el destino de todos estar cansado al llegar a la vejez?

¿Cómo te describes? ¿Joven? ¿Anciano? ¿Energético? ¿Cansado?

 

¿Cómo te sientes frente a la realidad del envejecimiento inevitable? ¿Qué puedes hacer para evitar el cansancio?

 

convocó a toda la nación, incluyendo a sus líderes, jefes, jueces y oficiales,

Josué todavía es su líder, con el poder para convocar a toda la nación. No menciona a los sacerdotes…debe ser algo en la arena política, e importante, para convocar a todos. Ahora veamos qué tiene para decirles:

Y les dijo: «Yo ya estoy muy viejo, y los años me pesan. 

¿Te pesan los años? ¿O todavía eres joven? Dios mediante, y si Cristo no viene, vas a llegar a la vejez, y sabrás lo que es sentir el peso de los anos. La vejez no es fácil. Es mejor saber que tenemos la vida eterna con Cristo esperándonos, pero aún pesan todas las batallas, los fracasos y la gente perdida.

¿Cuáles son las cosas que te pesan?

 

Hay un ministerio muy especial para los viejos en Cristo, y para con ellos; un ministerio que a menudo se pasa por alto. Las culturas que antes valoraban mucho a los ancianos ahora se centran más en la juventud. Muchas veces esos ancianos solo quieren hablar sobre sus experiencias. Podemos aprender mucho que de ellos.

¿Alguna vez has tenido un “Moisés” en tu vida? ¿Quién? ¿Cuáles son las cosas más importantes que aprendiste de él?

 

Si no tienes a ese “padre espiritual,” pídele al Señor que te guíe a alguien. ¿Podrías ser tú un mentor para un Josué? ¿Quiénes son las posibilidades?

 

Ustedes han visto todo lo que el Señor su Dios ha hecho con todas aquellas naciones a favor de ustedes, pues él peleó las batallas por ustedes. 

La tendencia de algunos ancianos es glorificarse a sí mismos, y hablar de sus logros impresionantes. Josué le da toda la gloria a Dios. Puede que haya pasado mucho tiempo, pero la mayoría de la gente convocada tiene vívidos recuerdos de batallas y victorias. Ninguno de ellos había experimentado la esclavitud en Egipto. Toda esa generación murió en el desierto debido a su rebelión, pero muchos de estos hombres vieron los milagros del maná y el agua de una roca en el desierto. Eran parte de una generación muy especial que heredó una tierra que fluye leche y miel. Tenían la ley de Dios y todas las oportunidades para establecer un país modelo como testigo al mundo de la bondad y el poder de Dios.

También tenían muchos enemigos. El reto fue tan grande que cuando Moisés envió espías, trajeron un reporte de gigantes y ciudades fortificadas que atemorizaron a la gente y resultó en 40 años de vagar por el desierto. Tenían que aprender que Dios pelea nuestras batallas y actúa a favor de nosotros.

¿Qué has visto de las maravillas de Dios?

 

¿Cuáles enemigos ha derrotado el Señor?

 

¿Has visto a Dios pelear tus batallas? ¿O siempre tratas de pelear con tus propias fuerzas?

 

¿Estás dispuesto a aprender a dejar que Dios las combata?

Yo repartí por sorteo, como herencia de sus tribus, tanto las tierras de las naciones que aún quedan como las de aquellas que ya han sido conquistadas, entre el río Jordán y el mar Mediterráneo. 

Cada tribu tiene su herencia. El gran trabajo de Josué fue repartir las tierras por sorteo. Él estableció los límites para cada tribu. No hay razón para pelear entre ellas. Aunque algunas tierras ya se han conquistado, el desafío es no descansar hasta que todas las tribus tengan su herencia.

Lo que Dios hará en el futuro

Ahora Josué cambia a tiempo futuro. Su vida está acabando, pero la batalla y la tarea no han terminado. Han disfrutado del gran liderazgo y ejemplo de Moisés y Josué, y tienen promesas preciosas de Dios:

El Señor su Dios expulsará a esas naciones de estas tierras, y ustedes tomarán posesión de ellas, tal como él lo ha prometido.

El mismo Dios que los sacó de Egipto, dividió en dos el Mar Rojo, los acompañó en el desierto y peleó sus batallas, ahora expulsará a todas las naciones paganas que quedan. Ya han visto la fidelidad de Dios para cumplir sus promesas. No hay duda de que Él hará todo lo que sea necesario para entregarles las tierras. Hay tres cosas que Dios les promete. Claro que son específicamente para ese momento de la conquista de la tierra prometida, pero yo creo que también se aplican a nosotros:

  1. Dios echará al enemigo delante de nosotros. Él prepara el camino para ti.
  2. Lo expulsará de nuestra presencia.

Estas dos son una obra soberana de Dios, pero Israel también tiene que hacer su parte, tal como nosotros tenemos que hacer nuestra parte:

  1. Deben tomar posesión de lo que Dios les entrega. Poseeremos las tierras que solían pertenecer al enemigo. La TLA dice: se apoderarán de esas tierras.

¿Qué es esa tierra? Puede ser un área de tu vida donde el diablo dominaba. Puede ser tu familia, o una ciudad. Dios quiere quitarnos la gente y las cosas de este mundo que están bajo el dominio del enemigo y darnos su territorio.

¿Cuál sería tu tierra? ¿Tienes que tomar posesión de algo que el Señor tiene para ti?

 

¿Hay algún enemigo en tu vida que Dios tiene que expulsar?

 

¿Crees en las promesas que Jesus nos dio, de que tenemos autoridad sobre todo demonio? No tienes que convivir con esos enemigos. ¿Cuáles son las promesas que Dios te ha dado?

 

Lo que ellos (y nosotros) tienen que hacer

»Por lo tanto,

A la luz de todo lo que Dios ha hecho y prometido, hay algunas cosas que ellos tienen que hacer:

  • Esfuércense por cumplir todo lo que está escrito en el libro de la ley de Moisés. ¿Todo? Eso es lo que dice. Creo que solo Jesucristo cumplió todo lo que está en la ley, pero esa es la meta. 100%. Muchos creen que si cumplen la mitad de las instrucciones en la Biblia, son buenos cristianos. Dios sabe que somos débiles, pero no acepta excusas para la obediencia parcial, y se nos ordena a “esforzarnos” para hacerlo. Pero, ¿cómo?

 

¿Qué estás haciendo para esforzarte por cumplir la Palabra de Dios?

 

¿Qué porcentaje dirías que estas guardando?

  • No se aparten de esa ley para nada. Esa ley ahora incluye la enseñanza de Jesús y los apóstoles del Nuevo Testamento. No nos corresponde a nosotros escoger las partes que nos agradan e ignorar las partes que parecen anticuadas. Siempre tenemos que cuidarnos de enseñanzas, “profecías” y otras palabras que pueden apartarnos de la Biblia.

¿Hay algo ahora que te sirva para apartarte de la Biblia?

 

¿Hay cosas en la Biblia que hayas ignorado a propósito?

 

  • No se mezclen con las naciones que aún quedan entre ustedes. Esto es difícil para nosotros. Estamos en el mundo pero no somos del mundo. Los judíos, literalmente, no tenían nada que ver con los gentiles. No entraron a sus casas ni conversaron con ellos. Pero el cristiano es la luz del mundo y la sal de la tierra. El problema mayor para Israel “mezclándose” con las naciones era el matrimonio con ellos. Ha existido mucho legalismo a través de los siglos en la interpretación de la santificación y la separación del mundo. Queremos evitar los extremos. Sabemos que Jesús fue condenado por ser amigo de “pecadores.” Pero mi impresión es que actualmente casi no hay diferencia entre el cristiano y “las naciones.”

¿Cómo te va en relación a ese equilibrio de mantener la santidad y a la misma vez ser sal y luz en el mundo?

 

¿Pueden otros ver a Cristo en tu ejemplo? ¿Hay áreas en las que has permitido que los valores y prácticas del mundo entren tu vida?

 

  • No rindan culto a sus dioses ni juren por ellos. Ni siquiera mencionen los nombres de sus dioses y mucho menos juren por ellos, ni los sirvan, ni los adoren. No ofrecemos sacrificios ni participamos en los cultos de otras religiones. Pero si dependemos de los “dioses” de este mundo (el dinero, el sistema mundial), los rendimos culto. No solo mencionamos los nombres de sus dioses, pasamos horas frente a la pantalla con su dios de la sensualidad, adoramos la plata y las cosas materiales e incluso nos casamos con ellos y compartimos su estilo de vida.

¿Hay dioses de este mundo a los que sirves?

 

¿Cómo te va con el dios de la sensualidad y la plata y las cosas materiales?

 

¿Hay algo que tengas que cambiar para ser fiel a Dios?

 

  • Permanezcan fieles al Señor su Dios, como lo han hecho hasta ahora. Aférrense bien al Señor.  En una crisis, es fácil aferrarse al Señor y buscarlo con todo el corazón. Hasta ahora, Josué está satisfecho con su fidelidad. Solo tienen que perseverar en ella y siempre permanecer en unión con Cristo.

Lee Juan 15:1-17. ¿Estas permaneciendo en Cristo?

 

¿Crees que eres fiel al Señor?

El Señor ha expulsado a esas grandes naciones que se han enfrentado con ustedes, y hasta ahora ninguna de ellas ha podido resistirlos. 10 Uno solo de ustedes hace huir a mil enemigos, porque el Señor pelea por ustedes, tal como lo ha prometido. 

El Señor pelea las batallas, y les da un impacto milagroso, pero ellos todavía tienen que salir a perseguir a sus enemigos. El Señor expulsa a las grandes naciones, pero son los soldados de Dios a quienes no pueden resistir. Tenemos que escucharlo y obedecerlo como nuestro jefe, y luego peleamos juntos. Sería un varón valiente para perseguir a mil hombres, pero así es la valentía y la fuerza sobrenatural que Dios nos da.

¿Hay grandes enemigos en tu vida en este momento? ¿Fuerzas enemigas que se enfrentan a tu iglesia? ¿Cuáles son tus batallas actuales?

 

¿Estás peleando en tu fuerza, a tu manera? Solo tendremos la victoria cuando dejamos que Dios pelee.

 

¿Tienes muchos enemigos? ¿Crees que tu iglesia es demasiado pequeña para impactar tu ciudad? ¡No importa! Con Dios, ¡uno puede hacer huir a mil!

¿Qué tienes que hacer para liberar a Dios para pelear tus batallas?

 

11 Hagan, pues, todo lo que está de su parte para amar al Señor su Dios. 

Esta es la primera mención de amor a Dios. Sabemos que es el mandamiento más importante. Sabemos que Cristo dijo que si lo amamos, lo obedecemos. No son meras palabras o la emoción de un culto ungido. Cuando Josué dice “hagan,” es porque amar a Dios implica que hacemos algo. Ese amor no es solo una emoción, sino acciones que hacemos como resultado de ese amor. Muchas cosas pueden quitarnos nuestro amor por Dios. Esa relación y ese amor es lo más importante. Es el primer mandamiento.

¿Obedeces al Señor porque lo amas? ¿O es de temor u obligación?

 

¿Estás haciendo todo lo que está de tu parte para amarlo? ¿Qué más puedes hacer?

 

La Reina Valera dice: Guardad, pues, con diligencia vuestras almas, para que améis a Jehová vuestro Dios.

Guarda con diligencia tu alma. Hay muchas cosas que pueden atacar tu alma y distraerte de Dios. Consciente y diligentemente tenemos que guardarla.

¿Eres consciente de que tienes que guardar tu alma? ¿Qué significa para ti? ¿Eres diligente en guardarla?

 

Cuando Dios empieza a bendecirnos, nuestra tendencia es olvidarlo y perseguir el placer y la riqueza. Las cosas del mundo. La triste realidad es que muchos de nosotros hemos empezado a caminar con Cristo, y Él ha expulsado a los enemigos de nuestra presencia, pero no hemos tomado posesión de la tierra. No hemos perseguido a esos mil enemigos. Tenemos mucho que ver con el mundo. Resulta que hay batallas inacabadas en nuestras vidas.

El peligro de un “yugo desigual” en el matrimonio

Puede parecer cruel, pero Israel tuvo que eliminar por completo a las naciones paganas en la tierra, o habría muchas posibilidades de yugos desiguales en los matrimonios o la adoración de sus dioses. Josué les advierte fuertemente:

12 Porque si ustedes le dan la espalda a Dios y se unen a las naciones que aún quedan entre ustedes, mezclándose y formando matrimonios con ellas, 13 tengan por cierto que el Señor su Dios no expulsará de entre ustedes a esas naciones. Por el contrario, ellas serán como red y trampa contra ustedes, como látigos en sus espaldas y espinas en sus ojos, hasta que ustedes desaparezcan de esta buena tierra que el Señor su Dios les ha entregado.

Este es la primera advertencia. Parece una locura dar la espalda a un dios que tanto ha hecho por ellos, pero sabemos que siempre es una tentación mezclarse con el mundo y casarse con no creyentes. Es cierto que había naciones que aún permanecían entre ellos. La promesa de Dios es expulsarlas de la tierra, pero solo si se mantienen separados de ellas.

Es un principio que se aplica a nosotros. Dios quiere expulsar todos los demonios y pecados del pasado de nuestras vidas, pero si seguimos visitando esos sitios de pornografía u otro pecado, no lo expulsará, y será como una red y una trampa para ti. Demasiados cristianos viven con esos pecados.

¿Hay algo en tu vida que Dios quiso quitar, pero le diste la espalda a Dios y permaneciste en ese pecado?

 

¿Es posible que estés experimentando algunas de estas consecuencias? ¿Hay pecados que ahora son piedras de tropiezo, látigos en tu espalda?

 

14 »Por mi parte, yo estoy a punto de ir por el camino que todo mortal transita.

Josué ha hecho su parte. Todos nosotros, en el ámbito que Dios nos dé, tenemos que hacerlo lo mejor que podamos, pero llega el momento en que tenemos que retirarnos, morir o dejar la obra en manos de otra persona. Nadie quiere ver en vano el trabajo de su vida. Por eso, Josué advierte a la nación otra vez de las consecuencias de la desobediencia.

Cuando llegue el momento de emprender el camino hacia la vida eterna, ¿podrás decir con confianza que has hecho tu parte?

 

Ustedes bien saben que ninguna de las buenas promesas del Señor su Dios ha dejado de cumplirse al pie de la letra. Todas se han hecho realidad, pues él no ha faltado a ninguna de ellas. 

¿Puedes pensar en alguna promesa del Señor que Él no haya cumplido? El testimonio de millones de personas a lo largo de los siglos es que Dios es completamente fiel.

 

Años atrás era común tener una cajita con tarjetas de todas sus promesas. ¿Sabes cuáles son? ¿Las anotas y las estudias cuando lees la Biblia? ¿Las reclamas en tus oraciones?

 

¿Te das cuenta de que la mayoría de las promesas también contienen condiciones?

 

Es fácil quitar la promesa de su contexto e ignorar la condición, pero lee ese contexto. Hay algunas que eran para personas específicas o una situación específica.

Las consecuencias de la desobediencia

15 Pero, así como el Señor su Dios ha cumplido sus buenas promesas, también descargará sobre ustedes todo tipo de calamidades, hasta que cada uno sea borrado de esta tierra que él les ha entregado. 16 Si no cumplen con el pacto que el Señor su Dios les ha ordenado, sino que siguen a otros dioses, adorándolos e inclinándose ante ellos, tengan por seguro que la ira del Señor se descargará sobre ustedes y que serán borrados de la buena tierra que el Señor les ha entregado».

Dios es fiel para cumplir sus promesas de bendición, pero también es fiel para cumplir con los juicios que Él asegura que acompañarán la desobediencia. Es el pueblo escogido de Dios. Tienen su palabra y sus promesas. Dios les ha entregado una tierra que fluye leche y miel, pero eso no es motivo para presumir. Fácilmente pueden perderlo todo. Todo tipo de calamidad que puedas imaginar les sobrevendrá. Dios es un dios de amor, pero también es un dios de ira. Es un dios celoso. El borrará a cada uno si no son fieles a su pacto. No se menciona ninguna excepción para los pocos fieles que guardan el pacto. Parece que como pueblo perderán la tierra y serán borrados. Todos sufrirán.

Si estás experimentando “todo tipo de calamidades,” hay que examinarse a sí mismo y preguntarle al Señor si son consecuencia de algún pecado. Josué menciona tres posibilidades:

  • No cumplir con el pacto. ¿Sabes que cuando aceptas a Jesucristo entras en un pacto con Dios? No es el pacto que Josué menciona, sino un nuevo pacto en la sangre de Jesucristo. Afirmamos ese pacto cada vez que recibimos la Santa Cena. El bautismo es el sello de entrada a ese nuevo pacto; la muerte del hombre viejo, la crucifixión de la naturaleza pecaminosa e identificación con Jesucristo. Nuestra parte del pacto es obedecer a Jesus y guardar sus mandamientos. ¿Pensaste que ser cristiano era pura bendición? ¿Qué Dios está obligado a hacerte prosperar? No, Él exige nuestra obediencia y nuestro servicio.

¿Eres fiel al pacto con Jesús?

 

¿Cómo te va con la obediencia y servicio a Cristo?

 

  • Seguir a otros dioses. Ya no tenemos a Baal y todos esos dioses. Los dioses de hoy son el éxito, el placer, el dinero y la sensualidad; todo lo que ocupa más nuestra afección y tiempo que Dios.

¿Qué más ocupa tu tiempo y tus pensamientos?

 

Los que viven conforme a la naturaleza pecaminosa fijan la mente en los deseos de tal naturaleza; en cambio, los que viven conforme al Espíritu fijan la mente en los deseos del Espíritu. La mentalidad pecaminosa es muerte, mientras que la mentalidad que proviene del Espíritu es vida y paz. La mentalidad pecaminosa es enemiga de Dios, pues no se somete a la ley de Dios, ni es capaz de hacerlo. Los que viven según la naturaleza pecaminosa no pueden agradar a Dios (Romanos 8:5-8, NVI).

  • Adorarlos e inclinarse ante ellos. Ya no son las estatuas e ídolos de esa época. Ahora nos adoramos a nosotros mismos y a ese cuerpo que vemos en el espejo. Más que nada, nos inclinamos ante la pantalla: de nuestros teléfonos y todas sus imagines y mensajes, los videos en YouTube y toda clase de películas y programas en la televisión.

Tú puedes decir: “Pues, no me inclino ante esa pantalla.” Pero, ¿gastas más tiempo con ella de lo que pasas arrodillado o en la Palabra de Dios o adorándolo?

 

Josué 13-21; Muchas batallas, muchas victorias

Estos capítulos contienen muchos detalles acerca de las batallas y la división de la tierra. Al leer el Antiguo Testamento es fácil cansarse de tantas cosas que no se relacionan a la vida cotidiana, pero entre las leyes, genealogías y otros detalles hay algunos tesoros. El autor Bruce Wilkinson lo descubrió hace varios años con un librito llamado La Oración de Jabes que vendió millones de copias, basado en unos versos oscuros en una genealogía de 1 Crónicas 4.

Todos estos detalles también sirven para confirmar la diligencia de los autores bíblicos al comunicarnos la verdad sobre hechos históricos. Así que, en estos capítulos, veremos algunos detalles que pocos conocen. Son capítulos que casi nunca escuchas predicados.

Josué 13

1Cuando Josué era ya bastante anciano, el Señor le dijo: «Ya estás muy viejo, y todavía queda mucho territorio por conquistar. Me refiero a todo el territorio filisteo y guesureo, que se extiende desde el río Sijor, al este de Egipto, hasta la frontera de Ecrón al norte. A ese se le considera territorio cananeo, y en él se encuentran los cinco gobernantes filisteos: el de Gaza, el de Asdod, el de Ascalón, el de Gat y el de Ecrón. También queda sin conquistar el territorio de los aveos. Por el lado sur queda todo el territorio cananeo, desde Araj, tierra de los sidonios, hasta Afec, que está en la frontera de los amorreos. Además queda el territorio de los guiblitas y todo el Líbano oriental, desde Baal Gad, al pie del monte Hermón, hasta Lebó Jamat. 

¡No es una noticia que uno quiera escuchar después de toda una vida de viajar por un desierto y luego guerrear hasta una edad avanzada! No hay registro de la relación o comunicación que Josué tuvo con el Señor a lo largo de los años, pero justo cuando uno quiere escuchar “bien hecho, has terminado la carrera y ya puedes descansar”, Dios le dice que le queda mucho territorio por conquistar, y luego describe cuán extenso es. A un anciano le parece muy agotador. La vejez no es fácil. Se da cuenta de que el final se acerca. Algunos están muy satisfechos con lo que lograron en la vida; otros tienen muchas decepciones.

¿Qué palabra te gustaría escuchar en tu vejez?

 

¿Crees que estás progresando en terminar el trabajo que Dios tiene para ti en esta tierra? ¿O crees que te queda mucho?

 

¿Hay algo que puedes hacer ahora para asegurar una vejez más feliz?

 

Yo mismo voy a echar de la presencia de los israelitas a todos los habitantes de Sidón y a cuantos viven en la región montañosa, desde el Líbano hasta Misrefot Mayin.

¡Eso es un alivio! No es Josué quien tiene que derrotar a todos estos pueblos. Dios mismo lo hará.

»Tú, por tu parte, repartirás y les darás por herencia esta tierra a los israelitas, tal como te lo he ordenado. Ya es tiempo de que repartas esta tierra entre las nueve tribus restantes y la otra media tribu de Manasés».

Hasta ahora no han repartido las herencias de las tribus. Siguen en una situación casi como el éxodo, sin la oportunidad de descansar y edificar casas. Esa es una tarea más grata para Josué en su vejez; ya no tiene que salir a más batallas.

Capítulo 14 La herencia de Caleb

Los descendientes de Judá se acercaron a Josué en Guilgal. El quenizita Caleb hijo de Jefone le pidió a Josué: «Acuérdate de lo que el Señor le dijo a Moisés, hombre de Dios, respecto a ti y a mí en Cades Barnea. Yo tenía cuarenta años cuando Moisés, siervo del Señor, me envió desde Cades Barnea para explorar el país, y con toda franqueza le informé de lo que vi. Mis compañeros de viaje, por el contrario, desanimaron a la gente y le infundieron temor. Pero yo me mantuve fiel al Señor mi Dios. Ese mismo día Moisés me hizo este juramento: “La tierra que toquen tus pies será herencia tuya y de tus descendientes para siempre, porque fuiste fiel al Señor mi Dios”.

Al momento que reparten la plata, los oficios u otro beneficio, siempre hay alguien que se presenta para recordarle al encargado algo que le fue prometido o que se merece. Es más delicado arreglar la situación con un familiar o un amigo. En este caso fue Caleb, uno de los amigos más cercanos de Josué.

Caleb le recuerda (como si Josué pudiera haber olvidado) la tarea que les dio Moisés, la exploración del país, y el lastimoso fin de ese viaje. Parecería que Josué recordaría muy bien esa promesa y sería el primero en darle a Caleb su herencia, pero cuestiones de dinero y otros beneficios pueden dañar una amistad. Lo más importante de Caleb fue su fidelidad a Dios; por eso fue recompensado.

Para algunos, puede parecer que Caleb y Josué fracasaron cuando no pudieron convencer a sus paisanos para que avanzaran con fe. Fue uno de los momentos más difíciles de su vida. Pero lo importante para Dios era su fidelidad.

¿Te consideras fiel a Dios, su palabra y los acuerdos que tú has hecho con otros, como el matrimonio?   ¿Qué significa ser fiel en tu circunstancia?

 

 

10 »Ya han pasado cuarenta y cinco años desde que el Señor hizo la promesa por medio de Moisés, mientras Israel peregrinaba por el desierto; aquí estoy este día con mis ochenta y cinco años: ¡el Señor me ha mantenido con vida! 11 Y todavía mantengo la misma fortaleza que tenía el día en que Moisés me envió. Para la batalla tengo las mismas energías que tenía entonces. 12 Dame, pues, la región montañosa que el Señor me prometió en esa ocasión. Desde ese día, tú bien sabes que los anaquitas habitan allí, y que sus ciudades son enormes y fortificadas. Sin embargo, con la ayuda del Señor los expulsaré de ese territorio, tal como él ha prometido».

Ahora nos enteramos de que llevan cinco años en Canaán, batallando con los habitantes de la tierra. Lo impresionante es que a través de la peregrinación en el desierto y las batallas de los cinco años anteriores, Caleb tiene la misma fortaleza que tenía a los cuarenta. Caleb atribuye esa salud y fortaleza al Señor.

¿Crees que el Señor puede hacer lo mismo por ti?  Dios quiere darte fe y esperanza para una vida larga, fructífera y sana. Claro que hay buenos cristianos que fallecen jóvenes, y es difícil de entender. Nosotros tenemos que hacer nuestra parte con hábitos saludables de alimentación, ejercicio y salud emocional y espiritual. Pero Dios claramente puede mantener a un viejo con mucha fortaleza y las mismas energías.

 

 

Aún más impresionante es que Caleb está pidiendo una región difícil y montañosa. Le fue prometida por el Señor, y Caleb tiene la fe de que si Dios le prometió esa zona, le dará la capacitad para tomar posesión de ella. Son ciudades enormes y fortificadas, pero Caleb ha visto muchos milagros, y tiene toda la fe que Dios lo ayudará a expulsar a los habitantes de la tierra.

13 Entonces Josué bendijo a Caleb y le dio por herencia el territorio de Hebrón. 14 A partir de ese día Hebrón ha pertenecido al quenizita Caleb hijo de Jefone, porque fue fiel al Señor, Dios de Israel. 15 Hebrón se llamaba originalmente Quiriat Arbá, porque Arbá fue un importante antepasado de los anaquitas.

Y así lo hizo Dios, como le había prometido a Caleb. Todo porque Caleb fue fiel a Dios. Con mucho gusto Josué bendijo a su amigo y le dio ese territorio por herencia. Recibir la herencia no es igual a tomar posesión de ella. Caleb aún tenía que batallar para expulsar a sus habitantes. Hay muchas herencias prometidas a nosotros en Cristo, pero a menudo tenemos que luchar duro para tomar posesión de ellas.

Después de todo esto el país se vio libre de guerras.

Parece una contradicción, después de tanto territorio en el capítulo 13 que aún tenían que conquistar. Pero parece que Dios les dio un descanso de la guerra para establecerse en la tierra.

Capítulo 16 Más paganos que no expulsaron

10 Los efraimitas no expulsaron a los cananeos que vivían en Guézer; les permitieron vivir entre ellos, como sucede hasta el día de hoy, pero los sometieron a trabajos forzados.

Todos nosotros sabemos cómo permitir a un pequeño pecado abre la puerta al pecado cada vez más feo. Y todo empezó cuando no consultaron al Señor cuando los gabaonitas los engañaron. Con ese pacto, se vieron obligados a permitirles vivir entre ellos, pero solo como sirvientes.  Ahora, en Guezer, simplemente eran perezosos y estaban cansados, y no querían expulsarlos. De todos modos, eran útiles como sus esclavos. Es otro ejemplo de un patrón desconcertante, de permitir a los paganos en la tierra santa que Dios dijo que tenían que eliminar.

¿Has acomodado a “Guezer” en tu vida? ¿Algo o alguien que tú sabes va en contra de la voluntad y la palabra del Señor?

 

¿Cómo lo racionalizas?

¿Qué ha sido el impacto de acomodar el pecado?

 

Capítulo 18 Un sorteo para proporcionar la tierra

1Cuando el país quedó bajo el control de los israelitas, toda la asamblea israelita se reunió en Siló, donde habían establecido la Tienda de reunión. Para entonces, todavía quedaban siete tribus que no habían recibido como herencia sus respectivos territorios.

Aunque hemos visto que no están cerca de eliminar a todos los pueblos que Dios quiere que se destruyan, el país queda más o menos bajo su control. Es una victoria parcial, y siete tribus ni siguiera han recibido su herencia, pero parece una buena idea convocar a todo el país en la ciudad que les sirve como sede de culto, con la tienda de reunión que construyeron en el desierto. Esta sería una asamblea santa.

Es interesante que Siló estaba en el territorio de Efraím, la tribu que acabamos de ver que no eliminó a algunos de los cananeos. Ana fue a Siló para adorar y pedirle a Dios un hijo (1 Samuel 1), y ese hijo, el profeta Samuel, ministraba allí al principio de su ministerio.

Así que Josué los desafió: «¿Hasta cuándo van a esperar para tomar posesión del territorio que les otorgó el Señor, Dios de sus antepasados? 

¡Qué desafío! El Dios todopoderoso les otorgó un territorio. Ya es suyo. Solo tienen que tomar posesión de él. Pero están esperando para…¡no sabemos qué! Quizás estaban tan acostumbrados a que Moisés o Josué lo hicieran todo, que nunca aprovecharon su libertad y poder para tomar sus propias decisiones. O quizás estaban tan ocupados en la batalla que aún no habían pensado en establecerse en su territorio.

Nombren a tres hombres de cada tribu para que yo los envíe a reconocer las tierras, y que hagan por escrito una reseña de cada territorio. A su regreso, dividan el resto del país en siete partes. Judá mantendrá sus territorios en el sur, y los descendientes de José, en el norte. Cuando hayan terminado la descripción de las siete regiones, tráiganmela, y yo las asignaré echando suertes en presencia del Señor nuestro Dios. Los levitas, como ya saben, no recibirán ninguna porción de tierra, porque su herencia es su servicio sacerdotal ante el Señor. Además, Gad, Rubén y la media tribu de Manasés ya han recibido sus respectivos territorios en el lado oriental del Jordán. Moisés, siervo del Señor, se los entregó como herencia».

De nuevo con los espías. Para algo tan importante, el proceso parece un poco casual. Josué confía en la guía soberana de Dios mediante suertes y una reseña escrita por los espías.

¿Y qué opinas de la herencia de los levitas? Su porción es el servicio sacerdotal. No necesitan ninguna tierra. ¡Qué diferencia con esos pastores que quieren enriquecerse y tener una casa grande a expensas de su congregación!

Cuando los hombres estaban listos para salir a hacer el reconocimiento del país, Josué les ordenó: «Exploren todo el país y tráiganme una descripción escrita de todos sus territorios. Cuando regresen aquí a Siló, yo haré el sorteo de tierras en presencia del Señor». Los hombres hicieron tal como Josué les ordenó, y regresaron a Siló con la descripción de todo el país, ciudad por ciudad, y su división en siete partes. 10 Josué hizo allí el sorteo en presencia del Señor, y repartió los territorios entre los israelitas, según sus divisiones tribales.

Aparentemente, estos hombres tenían libertad para hacer su trabajo en todo el país. Israel ya había eliminado a la mayoría de sus enemigos. Tres veces en estos versículos dice que Josué hizo el sorteo “en presencia del Señor.” El último ejemplo de echar suertes en la Biblia es la selección del apóstol Matías para reemplazar a Judas Iscariote. Siempre ha habido controversia en la iglesia si esa selección fue de Dios. Gracias a Dios, con el Espíritu Santo tenemos la oportunidad de discernir la voluntad de Dios claramente.

A menudo hacemos cosas “en presencia del Señor” que no sean necesariamente su voluntad. Puede ser una manera de buscar la bendición de Dios mientras hacemos las cosas a nuestra manera. ¿Has hecho algo parecido a un sorteo para discernir la voluntad de Dios?

 

 

¿Qué harías si fuera, por ejemplo, de la tribu de Judá, pero hay una tierra al norte del país que quieres? ¿Cuáles son las implicaciones de esta división de la tierra?

 

¿Te basta con servir al Señor y a otros, como los levitas? ¿O quieres una casa y un terreno aquí en la tierra también?

 

Capítulo 20 Ciudades de refugio establecidas

1El Señor le dijo a Josué: «Pídeles a los israelitas que designen algunas ciudades de refugio, tal como te lo ordené por medio de Moisés. Así cualquier persona que mate a otra accidentalmente o sin premeditación podrá huir a esas ciudades para refugiarse del vengador del delito de sangre.

Hay algunas cosas adicionales que Josué debe terminar antes de morir. Al Señor le interesa la justicia, y está estableciendo un sistema para proteger a los inocentes y castigar a los culpables (casi siempre la pena de muerte). Estas ciudades ofrecerían un refugio para alguien que incluso mató a alguien sin premeditación, por ejemplo, en una pelea. Hay un procedimiento muy definido a seguir:

»Cuando tal persona huya a una de esas ciudades, se ubicará a la entrada y allí presentará su caso ante los ancianos de la ciudad. Acto seguido, los ancianos lo aceptarán en esa ciudad y le asignarán un lugar para vivir con ellos. Si el vengador del delito de sangre persigue a la persona hasta esa ciudad, los ancianos no deberán entregárselo, pues ya habrán aceptado al que mató sin premeditación ni rencor alguno. El acusado permanecerá en aquella ciudad hasta haber comparecido ante la asamblea del pueblo y hasta que el sumo sacerdote en funciones haya fallecido. Solo después de esto el acusado podrá regresar a su hogar y al pueblo del cual huyó tiempo atrás».

Capítulo 21 Un resumen: Toda promesa cumplida al pie de la letra

43 Así fue como el Señor les entregó a los israelitas todo el territorio que había prometido darles a sus antepasados; y el pueblo de Israel se estableció allí. 44 El Señor les dio descanso en todo el territorio, cumpliendo así la promesa hecha años atrás a sus antepasados. Ninguno de sus enemigos pudo hacer frente a los israelitas, pues el Señor entregó en sus manos a cada uno de los que se les oponían. 45 Y ni una sola de las buenas promesas del Señor a favor de Israel dejó de cumplirse, sino que cada una se cumplió al pie de la letra.

Este es un resumen del proceso que empezó casi 50 años atrás en Egipto, cuando los esclavos hebreos clamaron al Señor en su angustia. Pero también es el cumplimiento de una promesa hecha cientos de años atrás a Abraham (Génesis 12:2-3). Las palabras suenan comprensivas: “todo” (dos veces), “ninguno”, “cada uno” (dos veces) y “ni una sola”. Dios claramente ha hecho su parte, pero como vamos a ver en el próximo libro (Jueces) todo no es color de rosa.

A pesar de eso, Josué puede descansar sabiendo que ha hecho un buen trabajo. Es impresionante lo que Dios ha hecho:

  • El Señor le entregó a Israel toda la tierra que había jurado darles a sus antepasados.
  • Los israelitas la tomaron para sí mismos y se establecieron en ella.
  • El Señor les dio descanso en todo el territorio, tal como había prometido solemnemente a sus antepasados.
  • Ningún enemigo pudo hacerles frente, porque el Señor los ayudó a conquistar a todos sus enemigos.
  • Ni una sola de todas las buenas promesas que el Señor  había hecho a la familia de Israel quedó sin cumplirse.
  • Todo lo que Dios había dicho se hizo realidad, al pie de la letra.

Es notable la fidelidad de Dios a su palabra, y la obra soberana y poderosa del Señor para cumplir su promesa.

¿Hay promesas que Dios le haya hecho a ti y tu familia, o a tu iglesia?

 

¿Cómo has visto la mano del Señor moverse para cumplir esas promesas?

 

¿Hay promesas aun incumplidas que Dios te ha dado? ¿Te fortalece la fe ver la fidelidad de Dios aquí?

 

Había mucha muerte, trabajo y batalla para llegar a este punto. ¿Qué has experimentado en tu vida mientras esperas el cumplimiento de todas las promesas hechas a ti?

 

Josué 11: Cumplir al pie de la letra

1Cuando Jabín, rey de Jazor, se enteró de todo lo ocurrido, convocó a Jobab, rey de Madón, y a los reyes de Simrón y de Acsaf. También llamó a los reyes de la región montañosa del norte; a los de la región al sur del lago Quinéret; a los de los valles, y a los de Nafot Dor, al occidente. Llamó además a los cananeos de oriente y occidente, a los amorreos, a los hititas, a los ferezeos, a los jebuseos de las montañas y a los heveos que viven en las laderas del monte Hermón en Mizpa.

Ahora las cosas se están poniendo serias. Empezó con una ciudad, cuando Dios milagrosamente derribó las murallas de Jericó. Hubo derrota y luego triunfo en Hai, un tratado imprudente con Gabaón y victoria sobre una alianza de cinco reyes, con el sol milagrosamente detenido. Parece ser un mover poderoso de Dios a favor de Josué y el pueblo de Israel. Pero esa última expedición fue tan frenética que fácilmente puedes sentir que las cosas están fuera de control. ¿Por qué digo eso?

Los primeros capítulos registran una preparación muy cuidadosa para la conquista, con instrucciones explícitas para la derrota de Jericó. Pero luego no se menciona a Josué buscando a Dios o al Señor guiándolos a la próxima batalla. No es un proceso ordenado, con espías revisando la situación y Josué preparando un plan de batalla en comunión con el Señor. No, Israel está cada vez más envuelto en una guerra que ha crecido hasta incluir a casi todos los habitantes de la tierra.

¿Hay momentos en tu vida en los que las cosas suceden tan rápido que te sientes fuera de control?

 

En tu experiencia, ¿es evidente más tarde que Dios tenía el control? O, como vimos con Gabaón, ¿has cometido errores porque no esperaste la palabra del Señor?

 

Ejércitos tan numerosos como la arena

Ni siguiera menciona el número de reyes aquí, pero el siguiente verso nos da una idea de su inmensidad:

Todos ellos salieron con sus ejércitos, caballos y carros de guerra. Eran tan numerosos que parecían arena a la orilla del mar. Formaron un solo ejército y acamparon junto a las aguas de Merón para pelear contra Israel.

Cuando la Biblia dice que un ejército o un pueblo es como la arena a la orilla del mar, es realmente intimidante. A menudo, la gente del mundo entiende la importancia de la unidad mejor que la iglesia. Un solo rey contra Israel no tiene esperanzas, pero aquí todos forman un solo ejército. No dice si Josué sabía lo que estaban preparando, pero Dios sí. Aunque puede estar fuera del control de Josué, él siempre está andando en las promesas de victoria, y con cada victoria se vuelve aún más valiente y fortalecido.

¿Te sientes fuera de control en lo que sucede en tu vida ahora?

Es alentador recordar que eres un hijo de Dios, la niña de sus ojos, y estás bajo sus alas. Él es soberano, y es por ti. No es excusa para no buscar a Dios o esperar su guía, pero cuando la situación está fuera de tu control, Dios siempre tiene el control.

 

¿Hay alguna situación en tu ministerio en la que Dios haya hecho maravillas, pero ahora te enfrentas a una alianza de las fuerzas del maligno?

 

¿Has recibido alguna promesa de victoria?

 

¿Tienes paz y confianza en que debes avanzar en la batalla, o hay otra alternativa?

 

La palabra de Dios para la batalla

Entonces el Señor le dijo a Josué: «No les tengas miedo, porque mañana, a esta hora, yo le entregaré muerto a Israel todo ese ejército. Ustedes, por su parte, deberán desjarretar sus caballos e incendiar sus carros de guerra».

Incluso después de años de servir al Señor y experimentar su poder, cuando ves un adversario tan grande o un problema tan serio, es normal sentir miedo. Esos reyes aliados tenían temor, pero si el miedo se apodera de Josué, Israel ya ha perdido la batalla. Dios no se demora; al día siguiente verán un gran mover de Dios. Si se sienten tentados a apropiarse de los caballos y carros de guerra para ser como las otras naciones, Dios claramente dice que no; no quiere nada que le robe la gloria de la victoria.

Josué cumple con todo lo que el Señor le ordenó

Así que Josué partió acompañado de sus guerreros y tomó por sorpresa a sus enemigos junto a las aguas de Merón. El Señor los entregó en manos de los israelitas, quienes los atacaron y persiguieron hasta la gran ciudad de Sidón, y hasta Misrefot Mayin y el valle de Mizpa al este, y no quedaron sobrevivientes. Josué cumplió con todo lo que el Señor le había ordenado: desjarretó los caballos del enemigo e incendió sus carros de guerra.

Josué ha aprendido muy bien el valor de la sorpresa en la batalla, pero también la importancia de la obediencia absoluta. Cumplió con todo lo que el Señor le había ordenado.

¿Eres igualmente diligente en tu obediencia a la palabra de Dios?

 

¿Enfrentas una batalla en tu vida ahora? ¿Tienes fe en que Dios puede entregar a ese enemigo en tus manos? ¿Estás dispuesto a perseguirlo hasta destruirlo?

 

Cuidado con los caballos y carros de guerra; las cosas que el mundo usa para pelear sus batallas. Cumple cuidadosamente todo lo que el Señor te ha dicho.

 

Una ola de victoria

10 Al regreso Josué conquistó Jazor y mató a filo de espada a su rey, pues Jazor había sido cabecera de todos aquellos reinados. 11 Los israelitas mataron a espada a todo cuanto tenía vida. Arrasaron la ciudad y le prendieron fuego. 12 Josué conquistó todas las ciudades de aquellos reinos junto con sus reyes; a estos mató a filo de espada, destruyéndolos por completo. Así obedeció Josué todo lo que Moisés, siervo del Señor, le había mandado. 

Josué aprendió bien de su mentor. Moisés inculcó la estrategia de Dios en su ayudante. Es como una ola imparable que conquista la tierra entera.

¿Te ha dado Dios un “Josué” para que te instruya sobre cómo vencer en esta vida?

 

¿Hay algo que tu papá, un pastor o alguien más te haya enseñado? ¿Has sido fiel a su palabra?

¿Hay algo en lo que el Señor está llamando tu atención ahora que debes cambiar?

 

Cumplir al pie de la letra

13 Las ciudades que estaban sobre los cerros fueron las únicas que los israelitas no quemaron, excepto Jazor. 14 Tomaron como botín de guerra todas las pertenencias del enemigo y su ganado, y mataron a todos los hombres a filo de espada, de modo que ninguno quedó con vida. 15 Así como el Señor había ordenado a su siervo Moisés, también Moisés se lo ordenó a Josué. Y este, por su parte, cumplió al pie de la letra todo lo que el Señor le había ordenado a Moisés.

Josué recibió instrucciones directamente de Dios, pero hay mucho que Dios había ordenado que él recibió de Moisés. Por su gracia, hay ocasiones en las que recibimos una palabra fresca de Dios. Pero tenemos mucha revelación escrita, dada a Moisés, los profetas y los apóstoles. Esa palabra también es para nosotros, y tenemos que cumplirla al pie de la letra si queremos vencer al enemigo.

Aquí aparece por primera vez lo que puede ser un inconveniente: No quemaron las ciudades que estaban sobre los cerros. ¿Por qué? ¿No se les ordenó quemar todo? A pesar de eso, dice que cumplieron todo. Veremos más adelante si será problemático.

Todos los reyes ejecutados

16 Josué logró conquistar toda aquella tierra: la región montañosa, todo el Néguev, toda la región de Gosén, el valle, el Arabá, la región montañosa de Israel y su valle. 17 También se apoderó de todos los territorios, desde la montaña de Jalac que se eleva hacia Seír, hasta Baal Gad en el valle del Líbano, a las faldas del monte Hermón. Josué capturó a todos los reyes de esa región y los ejecutó, 18 después de combatir con ellos por largo tiempo.

Puede parecer que la conquista se logró rápidamente, pero dice aquí que combatieron por largo tiempo. Es aún más impresionante, dada nuestra tendencia a cansarnos y dejar algunos enemigos en nuestras vidas. Cinco veces la palabra “todo” aparece en estos versículos. Dios no quiere una victoria parcial para nosotros; tenemos que seguir batallando hasta conquistar toda la tierra que Dios nos ha dado.

19 Ninguna ciudad hizo tratado de ayuda mutua con los israelitas, excepto los heveos de Gabaón. A todas esas ciudades Josué las derrotó en el campo de batalla, 20 porque el Señor endureció el corazón de los enemigos para que entablaran guerra con Israel. Así serían exterminados sin compasión alguna, según el mandato que el Señor le había dado a Moisés.

¿Dónde está la compasión de Dios? Eran gente pagana y violenta, y estaban en una tierra prometida al pueblo de Dios. Josué no buscó la guerra con ellos; ellos entablaron guerra con Israel. Incluso allí, el Señor estaba obrando, endureciendo sus corazones. Hoy también Dios puede ablandar o endurecer el corazón de alguien para cumplir sus propósitos. Él es Dios, es soberano, y tiene todo el derecho a hacerlo, para cumplir sus propósitos.

21 En aquel tiempo Josué destruyó a los anaquitas del monte Hebrón, de Debir, de Anab y de la región montañosa de Judá e Israel. Habitantes y ciudades fueron arrasados por Josué. 22 Ningún anaquita quedó con vida en la tierra que ocupó el pueblo de Israel. Su presencia se redujo solo a Gaza, Gat y Asdod.

Puede parecer que fue Josué solo quien conquistó a todas estas naciones, pero sabemos que lo hizo con todo su ejército. Fue un gran comandante que se ganó el respeto de esos hombres. No se mencionan quejas ni rebeliones entre ellos. Dios generalmente obra por medio de un hombre. Dijo que quería enaltecer a Josué, y lo hizo. Sirve a los propósitos de Dios tener un hombre obediente que escuche su voz y cumpla con toda su palabra.

¿Crees que Dios aún trabaja de esa manera?

¿Puedes pensar en algunos ejemplos como Josué que hayas observado en la iglesia? ¿Qué es diferente hoy?

 

Por fin, descanso

23 Así logró Josué conquistar toda aquella tierra, conforme a la orden que el Señor le había dado a Moisés, y se la entregó como herencia al pueblo de Israel, según la distribución tribal. Por fin, aquella región descansó de las guerras.

Este es un versículo resumido. Josué logró lo que se le ordenó que hiciera; cumplió todo. Después de largo tiempo batallando, por fin hubo un descanso. Durante todo ese largo tiempo, los hombres de las tribus del lado este del río Jordán estaban lejos de sus familias, ayudando a sus hermanos.