Josué 23: «Mucho tiempo después»

El libro comienza con la palabra “después”, y termina con ella. Estas palabras son importantes. Algo está cambiando. Muchos años han pasado. Puede ser tu vida ahora. Mucho tiempo después de:

  • tu conversión…
  • tu matrimonio…
  • recibir tu título…
  • pastorear una iglesia…
  • nacer tu hijo…

Mucho tiempo después.

¿Cuál sería ese punto de inflexión para ti?

 

¿Qué ocurrirá en el futuro? Todo parece incierto ahora. Esperamos que haya algún cambio, pero las encuestas muestran que la gran mayoría del mundo tiene una visión pesimista del futuro. Solo los cristianos tienen la esperanza del regreso de Jesucristo, la destrucción de esta tierra, el juicio del diablo y sus discípulos y el establecimiento del reino de perfecta paz y justicia.

¿Cuáles son tus pensamientos sobre el futuro? ¿Dirías que tienes esperanza?

 

Mucho tiempo después… ¿de qué?

De que el Señor le diera a Israel paz con sus enemigos cananeos

Ya hemos leído la historia. Hubo mucha guerra, con enemigos llamados cananeos, pero llegó el momento en que hubo paz. No por la valentía de algún ejército o gran general, sino como resultado de una obra divina. El Señor les dio paz. Este pueblo de Israel tenía un Dios poderoso que ama a su gente y quiere bendecirlos cono paz.

¿Estás en una batalla?    ¿Quién es el enemigo? ¿Lo sabes?

 

¿Conoces a este Señor que puede darte paz? ¿Puedes notar una o más veces cuando Dios te ha dado paz?

 

¿Necesitas esa paz? ¿Qué significaría para ti tener paz?

 

Josué, anciano y cansado, 

Aparte de Dios, Josué has sido el héroe de esta historia. Su nombre significa “Dios es mi salvación;” el mismo nombre que se le dio al Hijo de Dios cuando Él vino a este mundo. Cuando conocimos a Josué (Éxodo 17:9), era joven y enérgico; ahora está anciano y cansado. ¿Por qué? Bueno, hemos leído de sus 40 años en el desierto, más años batallando en la tierra prometida. ¿Es el destino de todos estar cansado al llegar a la vejez?

¿Cómo te describes? ¿Joven? ¿Anciano? ¿Energético? ¿Cansado?

 

¿Cómo te sientes frente a la realidad del envejecimiento inevitable? ¿Qué puedes hacer para evitar el cansancio?

 

convocó a toda la nación, incluyendo a sus líderes, jefes, jueces y oficiales,

Josué todavía es su líder, con el poder para convocar a toda la nación. No menciona a los sacerdotes…debe ser algo en la arena política, e importante, para convocar a todos. Ahora veamos qué tiene para decirles:

Y les dijo: «Yo ya estoy muy viejo, y los años me pesan. 

¿Te pesan los años? ¿O todavía eres joven? Dios mediante, y si Cristo no viene, vas a llegar a la vejez, y sabrás lo que es sentir el peso de los anos. La vejez no es fácil. Es mejor saber que tenemos la vida eterna con Cristo esperándonos, pero aún pesan todas las batallas, los fracasos y la gente perdida.

¿Cuáles son las cosas que te pesan?

 

Hay un ministerio muy especial para los viejos en Cristo, y para con ellos; un ministerio que a menudo se pasa por alto. Las culturas que antes valoraban mucho a los ancianos ahora se centran más en la juventud. Muchas veces esos ancianos solo quieren hablar sobre sus experiencias. Podemos aprender mucho que de ellos.

¿Alguna vez has tenido un “Moisés” en tu vida? ¿Quién? ¿Cuáles son las cosas más importantes que aprendiste de él?

 

Si no tienes a ese “padre espiritual,” pídele al Señor que te guíe a alguien. ¿Podrías ser tú un mentor para un Josué? ¿Quiénes son las posibilidades?

 

Ustedes han visto todo lo que el Señor su Dios ha hecho con todas aquellas naciones a favor de ustedes, pues él peleó las batallas por ustedes. 

La tendencia de algunos ancianos es glorificarse a sí mismos, y hablar de sus logros impresionantes. Josué le da toda la gloria a Dios. Puede que haya pasado mucho tiempo, pero la mayoría de la gente convocada tiene vívidos recuerdos de batallas y victorias. Ninguno de ellos había experimentado la esclavitud en Egipto. Toda esa generación murió en el desierto debido a su rebelión, pero muchos de estos hombres vieron los milagros del maná y el agua de una roca en el desierto. Eran parte de una generación muy especial que heredó una tierra que fluye leche y miel. Tenían la ley de Dios y todas las oportunidades para establecer un país modelo como testigo al mundo de la bondad y el poder de Dios.

También tenían muchos enemigos. El reto fue tan grande que cuando Moisés envió espías, trajeron un reporte de gigantes y ciudades fortificadas que atemorizaron a la gente y resultó en 40 años de vagar por el desierto. Tenían que aprender que Dios pelea nuestras batallas y actúa a favor de nosotros.

¿Qué has visto de las maravillas de Dios?

 

¿Cuáles enemigos ha derrotado el Señor?

 

¿Has visto a Dios pelear tus batallas? ¿O siempre tratas de pelear con tus propias fuerzas?

 

¿Estás dispuesto a aprender a dejar que Dios las combata?

Yo repartí por sorteo, como herencia de sus tribus, tanto las tierras de las naciones que aún quedan como las de aquellas que ya han sido conquistadas, entre el río Jordán y el mar Mediterráneo. 

Cada tribu tiene su herencia. El gran trabajo de Josué fue repartir las tierras por sorteo. Él estableció los límites para cada tribu. No hay razón para pelear entre ellas. Aunque algunas tierras ya se han conquistado, el desafío es no descansar hasta que todas las tribus tengan su herencia.

Lo que Dios hará en el futuro

Ahora Josué cambia a tiempo futuro. Su vida está acabando, pero la batalla y la tarea no han terminado. Han disfrutado del gran liderazgo y ejemplo de Moisés y Josué, y tienen promesas preciosas de Dios:

El Señor su Dios expulsará a esas naciones de estas tierras, y ustedes tomarán posesión de ellas, tal como él lo ha prometido.

El mismo Dios que los sacó de Egipto, dividió en dos el Mar Rojo, los acompañó en el desierto y peleó sus batallas, ahora expulsará a todas las naciones paganas que quedan. Ya han visto la fidelidad de Dios para cumplir sus promesas. No hay duda de que Él hará todo lo que sea necesario para entregarles las tierras. Hay tres cosas que Dios les promete. Claro que son específicamente para ese momento de la conquista de la tierra prometida, pero yo creo que también se aplican a nosotros:

  1. Dios echará al enemigo delante de nosotros. Él prepara el camino para ti.
  2. Lo expulsará de nuestra presencia.

Estas dos son una obra soberana de Dios, pero Israel también tiene que hacer su parte, tal como nosotros tenemos que hacer nuestra parte:

  1. Deben tomar posesión de lo que Dios les entrega. Poseeremos las tierras que solían pertenecer al enemigo. La TLA dice: se apoderarán de esas tierras.

¿Qué es esa tierra? Puede ser un área de tu vida donde el diablo dominaba. Puede ser tu familia, o una ciudad. Dios quiere quitarnos la gente y las cosas de este mundo que están bajo el dominio del enemigo y darnos su territorio.

¿Cuál sería tu tierra? ¿Tienes que tomar posesión de algo que el Señor tiene para ti?

 

¿Hay algún enemigo en tu vida que Dios tiene que expulsar?

 

¿Crees en las promesas que Jesus nos dio, de que tenemos autoridad sobre todo demonio? No tienes que convivir con esos enemigos. ¿Cuáles son las promesas que Dios te ha dado?

 

Lo que ellos (y nosotros) tienen que hacer

»Por lo tanto,

A la luz de todo lo que Dios ha hecho y prometido, hay algunas cosas que ellos tienen que hacer:

  • Esfuércense por cumplir todo lo que está escrito en el libro de la ley de Moisés. ¿Todo? Eso es lo que dice. Creo que solo Jesucristo cumplió todo lo que está en la ley, pero esa es la meta. 100%. Muchos creen que si cumplen la mitad de las instrucciones en la Biblia, son buenos cristianos. Dios sabe que somos débiles, pero no acepta excusas para la obediencia parcial, y se nos ordena a “esforzarnos” para hacerlo. Pero, ¿cómo?

 

¿Qué estás haciendo para esforzarte por cumplir la Palabra de Dios?

 

¿Qué porcentaje dirías que estas guardando?

  • No se aparten de esa ley para nada. Esa ley ahora incluye la enseñanza de Jesús y los apóstoles del Nuevo Testamento. No nos corresponde a nosotros escoger las partes que nos agradan e ignorar las partes que parecen anticuadas. Siempre tenemos que cuidarnos de enseñanzas, “profecías” y otras palabras que pueden apartarnos de la Biblia.

¿Hay algo ahora que te sirva para apartarte de la Biblia?

 

¿Hay cosas en la Biblia que hayas ignorado a propósito?

 

  • No se mezclen con las naciones que aún quedan entre ustedes. Esto es difícil para nosotros. Estamos en el mundo pero no somos del mundo. Los judíos, literalmente, no tenían nada que ver con los gentiles. No entraron a sus casas ni conversaron con ellos. Pero el cristiano es la luz del mundo y la sal de la tierra. El problema mayor para Israel “mezclándose” con las naciones era el matrimonio con ellos. Ha existido mucho legalismo a través de los siglos en la interpretación de la santificación y la separación del mundo. Queremos evitar los extremos. Sabemos que Jesús fue condenado por ser amigo de “pecadores.” Pero mi impresión es que actualmente casi no hay diferencia entre el cristiano y “las naciones.”

¿Cómo te va en relación a ese equilibrio de mantener la santidad y a la misma vez ser sal y luz en el mundo?

 

¿Pueden otros ver a Cristo en tu ejemplo? ¿Hay áreas en las que has permitido que los valores y prácticas del mundo entren tu vida?

 

  • No rindan culto a sus dioses ni juren por ellos. Ni siquiera mencionen los nombres de sus dioses y mucho menos juren por ellos, ni los sirvan, ni los adoren. No ofrecemos sacrificios ni participamos en los cultos de otras religiones. Pero si dependemos de los “dioses” de este mundo (el dinero, el sistema mundial), los rendimos culto. No solo mencionamos los nombres de sus dioses, pasamos horas frente a la pantalla con su dios de la sensualidad, adoramos la plata y las cosas materiales e incluso nos casamos con ellos y compartimos su estilo de vida.

¿Hay dioses de este mundo a los que sirves?

 

¿Cómo te va con el dios de la sensualidad y la plata y las cosas materiales?

 

¿Hay algo que tengas que cambiar para ser fiel a Dios?

 

  • Permanezcan fieles al Señor su Dios, como lo han hecho hasta ahora. Aférrense bien al Señor.  En una crisis, es fácil aferrarse al Señor y buscarlo con todo el corazón. Hasta ahora, Josué está satisfecho con su fidelidad. Solo tienen que perseverar en ella y siempre permanecer en unión con Cristo.

Lee Juan 15:1-17. ¿Estas permaneciendo en Cristo?

 

¿Crees que eres fiel al Señor?

El Señor ha expulsado a esas grandes naciones que se han enfrentado con ustedes, y hasta ahora ninguna de ellas ha podido resistirlos. 10 Uno solo de ustedes hace huir a mil enemigos, porque el Señor pelea por ustedes, tal como lo ha prometido. 

El Señor pelea las batallas, y les da un impacto milagroso, pero ellos todavía tienen que salir a perseguir a sus enemigos. El Señor expulsa a las grandes naciones, pero son los soldados de Dios a quienes no pueden resistir. Tenemos que escucharlo y obedecerlo como nuestro jefe, y luego peleamos juntos. Sería un varón valiente para perseguir a mil hombres, pero así es la valentía y la fuerza sobrenatural que Dios nos da.

¿Hay grandes enemigos en tu vida en este momento? ¿Fuerzas enemigas que se enfrentan a tu iglesia? ¿Cuáles son tus batallas actuales?

 

¿Estás peleando en tu fuerza, a tu manera? Solo tendremos la victoria cuando dejamos que Dios pelee.

 

¿Tienes muchos enemigos? ¿Crees que tu iglesia es demasiado pequeña para impactar tu ciudad? ¡No importa! Con Dios, ¡uno puede hacer huir a mil!

¿Qué tienes que hacer para liberar a Dios para pelear tus batallas?

 

11 Hagan, pues, todo lo que está de su parte para amar al Señor su Dios. 

Esta es la primera mención de amor a Dios. Sabemos que es el mandamiento más importante. Sabemos que Cristo dijo que si lo amamos, lo obedecemos. No son meras palabras o la emoción de un culto ungido. Cuando Josué dice “hagan,” es porque amar a Dios implica que hacemos algo. Ese amor no es solo una emoción, sino acciones que hacemos como resultado de ese amor. Muchas cosas pueden quitarnos nuestro amor por Dios. Esa relación y ese amor es lo más importante. Es el primer mandamiento.

¿Obedeces al Señor porque lo amas? ¿O es de temor u obligación?

 

¿Estás haciendo todo lo que está de tu parte para amarlo? ¿Qué más puedes hacer?

 

La Reina Valera dice: Guardad, pues, con diligencia vuestras almas, para que améis a Jehová vuestro Dios.

Guarda con diligencia tu alma. Hay muchas cosas que pueden atacar tu alma y distraerte de Dios. Consciente y diligentemente tenemos que guardarla.

¿Eres consciente de que tienes que guardar tu alma? ¿Qué significa para ti? ¿Eres diligente en guardarla?

 

Cuando Dios empieza a bendecirnos, nuestra tendencia es olvidarlo y perseguir el placer y la riqueza. Las cosas del mundo. La triste realidad es que muchos de nosotros hemos empezado a caminar con Cristo, y Él ha expulsado a los enemigos de nuestra presencia, pero no hemos tomado posesión de la tierra. No hemos perseguido a esos mil enemigos. Tenemos mucho que ver con el mundo. Resulta que hay batallas inacabadas en nuestras vidas.

El peligro de un “yugo desigual” en el matrimonio

Puede parecer cruel, pero Israel tuvo que eliminar por completo a las naciones paganas en la tierra, o habría muchas posibilidades de yugos desiguales en los matrimonios o la adoración de sus dioses. Josué les advierte fuertemente:

12 Porque si ustedes le dan la espalda a Dios y se unen a las naciones que aún quedan entre ustedes, mezclándose y formando matrimonios con ellas, 13 tengan por cierto que el Señor su Dios no expulsará de entre ustedes a esas naciones. Por el contrario, ellas serán como red y trampa contra ustedes, como látigos en sus espaldas y espinas en sus ojos, hasta que ustedes desaparezcan de esta buena tierra que el Señor su Dios les ha entregado.

Este es la primera advertencia. Parece una locura dar la espalda a un dios que tanto ha hecho por ellos, pero sabemos que siempre es una tentación mezclarse con el mundo y casarse con no creyentes. Es cierto que había naciones que aún permanecían entre ellos. La promesa de Dios es expulsarlas de la tierra, pero solo si se mantienen separados de ellas.

Es un principio que se aplica a nosotros. Dios quiere expulsar todos los demonios y pecados del pasado de nuestras vidas, pero si seguimos visitando esos sitios de pornografía u otro pecado, no lo expulsará, y será como una red y una trampa para ti. Demasiados cristianos viven con esos pecados.

¿Hay algo en tu vida que Dios quiso quitar, pero le diste la espalda a Dios y permaneciste en ese pecado?

 

¿Es posible que estés experimentando algunas de estas consecuencias? ¿Hay pecados que ahora son piedras de tropiezo, látigos en tu espalda?

 

14 »Por mi parte, yo estoy a punto de ir por el camino que todo mortal transita.

Josué ha hecho su parte. Todos nosotros, en el ámbito que Dios nos dé, tenemos que hacerlo lo mejor que podamos, pero llega el momento en que tenemos que retirarnos, morir o dejar la obra en manos de otra persona. Nadie quiere ver en vano el trabajo de su vida. Por eso, Josué advierte a la nación otra vez de las consecuencias de la desobediencia.

Cuando llegue el momento de emprender el camino hacia la vida eterna, ¿podrás decir con confianza que has hecho tu parte?

 

Ustedes bien saben que ninguna de las buenas promesas del Señor su Dios ha dejado de cumplirse al pie de la letra. Todas se han hecho realidad, pues él no ha faltado a ninguna de ellas. 

¿Puedes pensar en alguna promesa del Señor que Él no haya cumplido? El testimonio de millones de personas a lo largo de los siglos es que Dios es completamente fiel.

 

Años atrás era común tener una cajita con tarjetas de todas sus promesas. ¿Sabes cuáles son? ¿Las anotas y las estudias cuando lees la Biblia? ¿Las reclamas en tus oraciones?

 

¿Te das cuenta de que la mayoría de las promesas también contienen condiciones?

 

Es fácil quitar la promesa de su contexto e ignorar la condición, pero lee ese contexto. Hay algunas que eran para personas específicas o una situación específica.

Las consecuencias de la desobediencia

15 Pero, así como el Señor su Dios ha cumplido sus buenas promesas, también descargará sobre ustedes todo tipo de calamidades, hasta que cada uno sea borrado de esta tierra que él les ha entregado. 16 Si no cumplen con el pacto que el Señor su Dios les ha ordenado, sino que siguen a otros dioses, adorándolos e inclinándose ante ellos, tengan por seguro que la ira del Señor se descargará sobre ustedes y que serán borrados de la buena tierra que el Señor les ha entregado».

Dios es fiel para cumplir sus promesas de bendición, pero también es fiel para cumplir con los juicios que Él asegura que acompañarán la desobediencia. Es el pueblo escogido de Dios. Tienen su palabra y sus promesas. Dios les ha entregado una tierra que fluye leche y miel, pero eso no es motivo para presumir. Fácilmente pueden perderlo todo. Todo tipo de calamidad que puedas imaginar les sobrevendrá. Dios es un dios de amor, pero también es un dios de ira. Es un dios celoso. El borrará a cada uno si no son fieles a su pacto. No se menciona ninguna excepción para los pocos fieles que guardan el pacto. Parece que como pueblo perderán la tierra y serán borrados. Todos sufrirán.

Si estás experimentando “todo tipo de calamidades,” hay que examinarse a sí mismo y preguntarle al Señor si son consecuencia de algún pecado. Josué menciona tres posibilidades:

  • No cumplir con el pacto. ¿Sabes que cuando aceptas a Jesucristo entras en un pacto con Dios? No es el pacto que Josué menciona, sino un nuevo pacto en la sangre de Jesucristo. Afirmamos ese pacto cada vez que recibimos la Santa Cena. El bautismo es el sello de entrada a ese nuevo pacto; la muerte del hombre viejo, la crucifixión de la naturaleza pecaminosa e identificación con Jesucristo. Nuestra parte del pacto es obedecer a Jesus y guardar sus mandamientos. ¿Pensaste que ser cristiano era pura bendición? ¿Qué Dios está obligado a hacerte prosperar? No, Él exige nuestra obediencia y nuestro servicio.

¿Eres fiel al pacto con Jesús?

 

¿Cómo te va con la obediencia y servicio a Cristo?

 

  • Seguir a otros dioses. Ya no tenemos a Baal y todos esos dioses. Los dioses de hoy son el éxito, el placer, el dinero y la sensualidad; todo lo que ocupa más nuestra afección y tiempo que Dios.

¿Qué más ocupa tu tiempo y tus pensamientos?

 

Los que viven conforme a la naturaleza pecaminosa fijan la mente en los deseos de tal naturaleza; en cambio, los que viven conforme al Espíritu fijan la mente en los deseos del Espíritu. La mentalidad pecaminosa es muerte, mientras que la mentalidad que proviene del Espíritu es vida y paz. La mentalidad pecaminosa es enemiga de Dios, pues no se somete a la ley de Dios, ni es capaz de hacerlo. Los que viven según la naturaleza pecaminosa no pueden agradar a Dios (Romanos 8:5-8, NVI).

  • Adorarlos e inclinarse ante ellos. Ya no son las estatuas e ídolos de esa época. Ahora nos adoramos a nosotros mismos y a ese cuerpo que vemos en el espejo. Más que nada, nos inclinamos ante la pantalla: de nuestros teléfonos y todas sus imagines y mensajes, los videos en YouTube y toda clase de películas y programas en la televisión.

Tú puedes decir: “Pues, no me inclino ante esa pantalla.” Pero, ¿gastas más tiempo con ella de lo que pasas arrodillado o en la Palabra de Dios o adorándolo?