Jueces 3: Pruebas, para que aprendieran a combatir

1Las siguientes naciones son las que el Señor dejó a salvo para poner a prueba a todos los israelitas que no habían participado en ninguna de las guerras de Canaán. 

Acabamos de ver cómo Israel perdió la bendición de estar completamente libre de sus enemigos. Desobedecieron el claro mandato de eliminarlos. No tenían fe para seguir batallando contra ellos. Los acomodaron e incluso los esclavizaron.

Cuando aceptamos a Jesus, Dios también quiere liberarnos de la opresión del enemigo. A veces hay “aguijones,” como lo experimentó Pablo, que permite para un propósito específico. La mayoría de los enemigos que quedan en nuestra vida son el resultado de nuestra rebelión y una decisión que tomamos de continuar con algún pecado. Dios dejará a estos enemigos para probar a los israelitas. Este es un grupo nuevo; aquellos jóvenes que no habían participado en las guerras.

¿Cuáles son las “naciones,” las cosas del mundo o del diablo, que aún permanecen en tu vida?

 

¿Cómo te ponen a prueba? ¿Cómo te va en la prueba?

 

El propósito de las naciones que quedaron en la tierra

Lo hizo solamente para que los descendientes de los israelitas, que no habían tenido experiencia en el campo de batalla, aprendieran a combatir. 

Al principio, parece que solo quedan para hacer tropezar a este pueblo rebelde, pero incluso en las consecuencias dolorosas que experimentamos por nuestro pecado, Dios tiene un propósito más profundo. Aquí hay jóvenes que nunca experimentaron la guerra. No sabían guerrear, pero es importante que aprendan a combatir. Y no es posible aprender si no hay enemigo.

¿Hay situaciones en tu vida ahora que Dios ha permitido para que puedas aprender a pelear? ¿Cómo te va en ese aprendizaje?

 

 

Quedaron los cinco príncipes de los filisteos, todos los cananeos, y los sidonios y heveos que vivían en los montes del Líbano, desde el monte de Baal Hermón hasta Lebó Jamat. Allí los dejó el Señor para poner a prueba a los israelitas, a ver si obedecían sus mandamientos, que él había dado a sus antepasados por medio de Moisés.

Ya hemos visto dos propósitos: Ponerlos a prueba y que aprendan a combatir. Ahora hay un tercero: para ver si obedecen sus mandamientos. Los tres exigen de un enemigo, algún obstáculo, algo que tenemos que luchar.

¿Hay algo en tu vida ahora que Dios ha permitido que pruebe tu obediencia? ¿Incluso cuando no sientes la presencia de Dios y no tienes ganas de obedecer?

 

¿Cómo te va en la obediencia a los mandamientos de Dios?

 

 

Se casaron con ellos y adoraron a sus dioses

Los israelitas vivían entre cananeos, hititas, amorreos, ferezeos, heveos y jebuseos. Se casaron con las hijas de esos pueblos, y a sus propias hijas las casaron con ellos y adoraron a sus dioses.

Es obvio que Israel no recibió una muy buena calificación por su obediencia. En lugar de fortalecerse y pelear contra estos enemigos, de buena gana se casaron con su hijos y adoraron a sus dioses. Esto es exactamente lo que Dios dijo que sucedería si les permitieran en su territorio. Nosotros como cristianos somos la luz del mundo y la sal de la tierra. Espiritualmente, Dios nos llama, como los israelitas, a separarnos de la gente que no conoce a Dios. Pero Israel no tenía el Espíritu Santo y no estaban preparados para vivir en santidad entre tantas personas con otras creencias. Tantas veces la caída de un cristiano empieza con una relación sentimental o íntima con alguien que no conoce a Cristo, y rápidamente conduce a un alejamiento de su Señor y a dedicarse a uno de los muchos ídolos del mundo actual.

Con mucha razón Pablo nos advierte de un “yugo desigual” (2 Corintios 6:14). ¿Qué has observado en amigos o familiares cristianos que entablan una relación con un incrédulo?

 

¿Estás en una relación así en este momento? ¿Qué crees que el Señor te está llamando a hacer al respecto?

 

Si están casados, no es motivo para divorciarse. Debes continuar en la relación y orar por la salvación de la pareja (1 Corintios 7:12-24).

Los israelitas hicieron lo que ofende al Señor; se olvidaron del Señor su Dios, y adoraron a las imágenes de Baal y de Aserá. 

Es difícil entender cómo es posible olvidar a Dios después de todos los milagros que Él hizo por Israel. Pero nosotros somos tan rápidos en olvidar lo que Dios hizo por nosotros hace 10 años, o incluso hace una semana. También parece una locura dejar a un Dios vivo y adorar imágenes hechas por el hombre. Pero en nuestra naturaleza pecaminosa, tendemos a hacer lo que ofende a Dios, y seguimos el mismo camino ancho a la perdición que recorrió Israel.

¿Estás haciendo consciente o inconscientemente algo que ofende a Dios?

 

En tu vida, ¿hay momentos en los que te has olvidado de Dios? ¿Qué lo precipitó? ¿Cuáles fueron las consecuencias?

La ira de Dios

El Señor se enfureció contra Israel a tal grado que los vendió a Cusán Risatayin, rey de Aram Najarayin, a quien estuvieron sometidos durante ocho años.

Como Dios santo y justo, está obligado a juzgar el pecado. No puede simplemente pasarlo por alto. A menudo pensamos en el Dios del Antiguo Testamento como un dios de ira, mientras que en el nuevo pacto lo vemos como un Dios de amor. Pero Dios no cambia: Ciertamente, la ira de Dios viene revelándose desde el cielo contra toda impiedad e injusticia de los seres humanos, que con su maldad obstruyen la verdad (Romanos 1:18).

Puede sonar radical, pero Dios puede “vendernos” a alguien malvado, incluso a un demonio, para castigarnos y llamarnos la atención. En este caso, duró ocho años. Durante ese tiempo, se puede intentar librarse y escapar del juicio, pero se encuentra sometido a esa opresión.

¿Has experimentado la ira de Dios? ¿Cómo estuvo? ¿Crees que en algún momento Dios te “vendió” a algo o alguien que te dominó para juzgarte y llamar tu atención? ¿Cuánto duró? ¿O aun te sientes sometido a ello?

El primer juez

Pero clamaron al Señor, y él hizo que surgiera un libertador, Otoniel hijo de Quenaz, hermano menor de Caleb. Y Otoniel liberó a los israelitas. 

La misericordia de Dios es grande, pero no siempre es inmediato. En el caso de Israel esclavizado en Egipto, clamaron a Dios durante mucho tiempo antes de que Dios enviara a Moisés para librarlos. Pero Dios escucha nuestro clamor. Clama a Él si estás sufriendo bajo la opresión del maligno.

Cuando Dios actúa, una y otra vez Él levanta a un hombre como su instrumento de liberación. Un solo hombre puede transformar una nación entera. En este caso procedía de una familia famosa. Su hermano Caleb tenía “un espíritu diferente” (Números 14:24), y fue el único que se unió a Josué para declarar su fe en Dios después de explorar la tierra prometida.

¿Deberías clamar a Dios? ¿Por qué estás esperando?

 

¿Te ha proporcionado Dios  un libertador para ayudarte en el pasado? ¿Puedes ser un libertador que Dios usará para liberar a su pueblo?

 

 

10 El Espíritu del Señor vino sobre Otoniel, y así Otoniel se convirtió en caudillo de Israel y salió a la guerra.

Esta es la primera vez que se menciona al Espíritu Santo en el libro de los Jueces, y la primera vez que las palabras “El Espíritu del Señor” aparecen en la Biblia. Por buena razón; hasta ahora, la experiencia de Israel en Jueces ha sido desalentadora. Sin el Espíritu Santo, carecemos del poder y la unción de Dios. Pero cuando Dios llama y levanta a alguien en un momento de necesidad, el Espíritu vendrá sobre esa persona. Posiblemente Otoniel ni siquiera pidió la unción, pero Dios la proporciona. Es necesario para enfrentarse al maligno.

¿Había algo especial en Otoniel? Posiblemente “un espíritu diferente,” como su hermano. Pero la manera en que Dios usa a alguien no depende de sus habilidades. Cuando el Espíritu viene, se convierte en la persona que Dios necesita para la tarea. Otoniel se convirtió en caudillo y salió a la guerra.

¿Ha venido sobre ti el Espíritu Santo? ¿Cuál fue la transformación que ocurrió en tu vida? ¿Fue por algún ministerio o tarea que Dios tenia para ti?

 

¿Necesitas ahora que el Espíritu venga sobre ti, de nuevo o por primera vez?

 

El Señor entregó a Cusán Risatayin, rey de Aram, en manos de Otoniel, quien prevaleció sobre él. 11 El país tuvo paz durante cuarenta años, hasta que murió Otoniel hijo de Quenaz.

No es la capacidad de Otoniel como gran guerrero lo que le permitió prevalecer sobre el enemigo. El Señor entregó al enemigo en sus manos.

Aquí vemos un número muy significante en la Biblia: cuarenta. Cuarenta años de paz, después de ocho años sometidos al enemigo. Pero, lamentablemente, no es una paz duradera. Porque la paz y la bendición de Dios no son automáticas ni están garantizadas. El liderazgo de alguien ungido con el Espíritu es importante para mantenernos en el camino correcto. Pero como vemos demasiadas veces, la paz duró solo mientras vivió Otoniel. Y otra vez, aparentemente Otoniel no preparó a alguien entregado al Señor para continuar su liderazgo.

¿Crees que el Señor puede pelear y ganar tus batallas? ¿Hay un enemigo que Él deba entregar a ti?

 

¿Has visto a una iglesia sufrir después de la muerte o partida de un pastor ungido?

 

Si estás en el liderazgo, ¿qué puedes hacer para preparar a alguien para que continúe en el liderazgo, ungido del Señor?

El mismo ciclo

12 Una vez más los israelitas hicieron lo que ofende al Señor, y por causa del mal que hicieron, el Señor le dio poder sobre ellos a Eglón, rey de Moab. 

Otro rey, la misma historia. Con un ritmo desalentador, apenas muere su libertador y vuelven a hacer lo que ofende a Dios. Una vez más, experimentan el juicio y corrección del Señor. No aprendieron la lección de 40 años atrás. Es otra generación. Y una vez más los padres les fallan a sus hijos y no les enseñan la ley y cómo caminar con su Dios. Hay otro opresor, pero con el mismo propósito.

¿Cuánto sabes sobre tu herencia? A menudo se puede ver un patrón de una generación que conoció al Señor y la siguiente que no lo conoció. Y uno y otro vicio u opresor que tenía poder sobre tus antepasados. ¿Sabes cuáles eran algunos de ellos?

 

13 Luego de aliarse con los amonitas y los amalecitas, Eglón fue y atacó a Israel, y se apoderó de la Ciudad de las Palmeras. 14 Los israelitas estuvieron sometidos a Eglón, rey de Moab, durante dieciocho años.

La última vez fueron ocho años que estuvieron sometidos al opresor; esta vez dieciocho. Es un patrón que observé demasiadas veces durante los años que trabajaba en las prisiones: Alguien recibe una sentencia leve, tal vez cinco años. Durante ese tiempo recibe a Jesús. Sale de la cárcel, pero vuelve a su vida anterior. Nuevamente es arrestado, pero esta vez la sentencia es de 20 años. Luego lo mismo, pero esta vez la sentencia es de por vida. No tienes que ir a la cárcel. Puedes experimentar un castigo cada vez más fuerte de parte de Dios por tu pecado.

Aod, el segundo juez

15 Los israelitas volvieron a clamar al Señor, y el Señor les levantó un libertador, Aod hijo de Guerá, de la tribu de Benjamín, quien era zurdo. Por medio de él los israelitas enviaron tributo a Eglón, rey de Moab. 

Curiosamente, las Escrituras señalan que era zurdo. Durante muchos años fue común creer que los zurdos eran inferiores. Aún más interesante es el tipo que Dios levantó en respuesta a su clamor. El hecho de que Dios levante a alguien no siempre significa que sea muy piadoso. A veces es difícil comprender los motivos de nuestro Dios. Aquí este rey pagano no solo tenía poder sobre ellos, sino que Israel también tenía que enviarle tributo.

16 Aod se había hecho un puñal de doble filo como de treinta centímetros de largo, el cual sujetó a su muslo derecho por debajo de la ropa. 17 Le presentó el tributo a Eglón, rey de Moab, que era muy gordo. 18 Cuando Aod terminó de presentárselo, se fue a despedir a los hombres que habían transportado el tributo. 19 Pero luego se regresó desde las canteras que estaban cerca de Guilgal, y dijo:

—Majestad, tengo un mensaje secreto para usted.

—¡Silencio! —ordenó el rey.

Y todos sus servidores se retiraron de su presencia.

20 Entonces Aod se acercó al rey, que estaba sentado solo en la habitación del piso superior de su palacio de verano, y le dijo:

—Tengo un mensaje de Dios para usted.

Cuando el rey se levantó de su trono, 21 Aod extendió la mano izquierda, sacó el puñal que llevaba en el muslo derecho, y se lo clavó al rey en el vientre. 22 La empuñadura se hundió tras la hoja, a tal punto que esta le salió por la espalda. Además, Aod no le sacó el puñal, ya que este quedó totalmente cubierto por la gordura. 23 Luego de cerrar y atrancar las puertas de la habitación del piso superior, Aod salió por la ventana.

¿Fue un acto de valentía? ¿Fue dirigido por Dios? Era ingenioso, pero muy engañoso y se puede decir cobarde. Me parece aún peor que haya usado la excusa de llevar un mensaje de Dios para matarlo, aunque se puede decir que el mensaje fue “basta ya con esta opresión de mi pueblo.”

24 Cuando ya Aod se había ido, llegaron los siervos del rey y, al ver atrancadas las puertas de la habitación del piso superior, dijeron: «Tal vez está haciendo sus necesidades en el cuarto interior de la casa». 25 Y tanto esperaron que se sintieron desconcertados. Al ver que el rey no abría las puertas de la habitación, las abrieron con una llave. Allí encontraron a su señor tendido en el piso, ya muerto.

26 Mientras esperaban, Aod se escapó. Pasó junto a las canteras y huyó a Seirat. 27 Cuando llegó allí, tocó la trompeta en la región montañosa de Efraín, y los israelitas descendieron de la montaña, con él a la cabeza.

28 «Síganme —les ordenó—, porque el Señor ha entregado en manos de ustedes a sus enemigos los moabitas». Bajaron con él y, tomando posesión de los vados del Jordán que conducían a Moab, no dejaron pasar a nadie. 29 En aquella ocasión derrotaron a unos diez mil moabitas, todos robustos y aguerridos. No escapó ni un solo hombre. 30 Aquel día Moab quedó sometido a Israel, y el país tuvo paz durante ochenta años.

Esta vez son ochenta años de paz; la vez anterior fue cuarenta. Es una historia interesante, y el pueblo de Dios triunfó. Pero, ¿el fin justifica los medios? Es cierto que Aod dice que es Dios quien los ha entregado a sus enemigos. Es cierto que Dios lo levantó, pero no hay nada en la historia que glorifique al Señor. Lamentablemente, es posible (y común) atribuir a Dios cosas que no tienen nada que ver con nuestro Señor. De todos modos, el país ahora tenía paz. Un acto de engaño cambió la experiencia de todo el país.

¿Has conocido a alguien como Aod? ¿Alguien que parece que Dios usa, pero su forma de ministrar es engañosa y no glorifica a Dios?

 

Profundizando en estas complicadas historias de los Jueces, ¿puedes ver algo parecido en la experiencia de la iglesia hoy?

 

Aunque no queremos seguir el modelo de Aod, ¿crees que Dios puede usarte para cambiar la historia de tu familia, tu iglesia o tu país?

 

 

Samgar, el tercer juez

31 El sucesor de Aod fue Samgar hijo de Anat, quien derrotó a seiscientos filisteos con una vara para arrear bueyes. También él liberó a Israel.

El primer versículo del próximo capítulo es interesante: Después de la muerte de Aod, los israelitas volvieron a hacer lo que ofende al Señor. ¡Pero ya no se menciona a Samgar! Veremos en ese capítulo a la única jueza de Israel. Samgar derrotó a seiscientos filisteos y liberó a Israel, pero no sabemos absolutamente nada más sobre él. No dice que Dios lo levantó. Es completamente desconocido.

Es peligroso leer demasiado del silencio de la Biblia. Podemos decir que la lección es que Dios puede usar incluso a gente totalmente desconocida para liberar a su pueblo. Parece que actuó solo. Podemos decir también que es un mensaje de que en tiempos desesperados, cuando no puedes encontrar a nadie que luche contigo contra las fuerzas del mal, Dios puede usar a Samgar, a alguien despreciado por el mundo (por su nombre hay indicios de que no fue un sangre pura hebreo), para liberar a su pueblo. Alguien tenía que hacer algo, y gracias a Dios por los Samgars valientes que derrotan al enemigo. Para mí, más triste e importante es la profundidad hasta que haya descendido Israel. En unos pocos años han perdido toda semblanza del pueblo glorioso que Dios visualizó para la tierra santa.

El falso evangelio del «yo»

Este es uno de esos mensajes que el Señor deposita en el espíritu. Me pareció muy fuerte. Hay ocasiones cuando el Señor nos revela algo, pero no es para compartir. Así que pedí confirmación para compartirlo. Y esto es lo que el Señor me dio:

En presencia de Dios y de Cristo Jesús, que ha de venir en su reino y que juzgará a los vivos y a los muertos, te doy este solemne encargo: Predica la Palabra; persiste en hacerlo, sea o no sea oportuno; corrige, reprende y anima con mucha paciencia, sin dejar de enseñar. Porque llegará el tiempo en que no van a tolerar la sana doctrina, sino que, llevados de sus propios deseos, se rodearán de maestros que les digan las novelerías que quieren oír.  Dejarán de escuchar la verdad y se volverán a los mitos. (2 Timoteo 4:1-4)

Esa palabra me dejó con un temor de Dios. Porque es algo que cada vez veo más y para mí es alarmante. Es la proliferación de la psicología en las publicaciones de cristianos en las redes sociales. En la misma página tienen sus dichos y enseñanzas a la par de citas bíblicas. Es como si tuvieran casi la misma autoridad y no se dieran cuenta de que son diametralmente opuestas.

Quiero aclarar que no estoy en contra de la psicología. Toda verdad es de Dios, y esa verdad incluye cosas en todas las ciencias. Hay psicólogos cristianos y hay perspectivas importantes que han contribuido a la salud emocional del creyente. Pero hay mucho, a veces sutil, que suena bien, pero es mentira. Yo he visto a muchos citar estas enseñanzas para apoyar su divorcio y separación de la familia y de la iglesia. Aquí hay unos ejemplos; todos son de cristianos e incluso de pastores:

Cada quien es capaz de reescribir su propia historia. Cualquier momento puede ser el instante preciso para convertir nuestros inviernos en primaveras.

Coloca todo el poder en nuestras manos. Tú puedes escribir tu destino. Si no te gusta tu propia historia, reescríbela. Si no te gusta ser hombre, hazte una cirugía y toma hormonas para convertirte en mujer. Es cierto que la Biblia dice que hoy es el día de salvación. Pero solo Cristo tiene el poder de convertir tu invierno en primavera. Y tienes que entregar la vida y la historia a Dios y Él lo hace todo nuevo. Nacimos de nuevo con Cristo.

Bendita es la mujer que se atreve a ser libre, la que aprende a amarse y valorarse. Benditas son todas las mujeres que salen adelante por ellas mismas, que no esperan a un príncipe azul en su vida, por que más que princesas, esas mujeres son guerreras.

¿Es verdad? Hasta cierto punto. Claro que es importante amarse y valorarse a uno mismo. Hay demasiadas mujeres con la autoestima destruida. Pero, ¿qué pasa cuando una mujer sale adelante por ella misma? Y, ¿libre de qué?  Demasiadas veces es librarse de enseñanzas bíblicas anticuadas. Abandonar la familia y la iglesia. Cristo enseña que la única libertad real se encuentra sometido al alfarero. Es Cristo quien nos libera de nuestras ataduras para vivir conforme al diseño de nuestro creador. Una guerrera para Cristo es una cosa. Pero esa guerrera tiene que someterse al capitán. Y a mí me gusta una princesa, una hija del Rey. No hay nada de malo en ser una princesa.

Hermoso es cuando tomas una decisión difícil y el tiempo te muestra que tomaste la decisión correcta.

Otra vez, suena bien. Puede que haya momentos en que el tiempo confirma que fue una decisión correcta. Pero queremos andar siempre guiados por el Espíritu Santo. En una relación, ¿son las dificultades evidencia de que tomaste una mala decisión al casarte con ella? No quiero jugar con una decisión importante. No quiero esperar años para averiguar que fue un error. Dios quiere salvarte de esas malas decisiones.

Me quedo cerquita de la gente que me hace sentir que ser yo está bien. Este proviene de un grupo llamado “Amor Propio”. No hay nada malo en sí con el amor propio. Pero Dios nos manda amar incluso a tus enemigos con ese mismo amor. A menudo la gente que te hace sentir que ser “tu” está bien no te anima a crecer o mejorarte. ¿Y qué pasa el día en que no te hace sentir que ser “tu” está bien? ¿Vas a buscar otra iglesia que te haga sentir bien? ¿U otro dios? ¿U otra pareja?

Al final, las almas gemelas se encuentran porque tienen el mismo escondite.

Toda la vida vas en busca de tu alma gemela. “Ya sé que mi esposa no era mi alma gemela. Estoy pidiendo a Dios que me muestre y me traiga a mi alma gemela.” Pero, ¿cómo sabes cuándo la encuentras? Y si nunca, ¿siempre estarás solo? ¿Qué significa tener el mismo escondite?

El café nunca se imaginó que podría tener un sabor suave y dulce, hasta que conoció al azúcar y la leche. Todos somos buenos individualmente, pero nos volvemos mejores cuando nos mezclamos con las personas apropiadas.

Entonces, hay personas apropiadas y otras que no lo son. Este dicho se puede aplicar para afirmar que se vuelve mejor cuando se mezcla con gente que ama a Jesús. Pero el primer problema aquí es que la Biblia no dice que somos buenos individualmente. Y yo he visto este pensamiento racionalizar la separación de un marido y una iglesia. Hasta que algunos racionalizan una relación gay.

Yo creo que esto resume bien el problema:

El mundo: Se la mejor versión de ti mismo.  Cristo: Niegate a ti mismo y toma tu cruz.

Mundo: Sigue tu corazón. Cristo: Sigueme.

Mundo: Hay grandeza dentro de ti. Cristo: El que se engrandece sera humillado.

Lo que me lleva a un tema muy popular: Gente toxica. Esta idea de personas toxicas es muy popular en la cultura actual. Alguien que no te gusta es etiquetado como “tóxico” y se aleja de esa persona. Aquí hay un ejemplo del entendimiento común de las personas tóxicas. Este hombre, Hiram Terán, es un “coach” y es muy popular. Un tic toc suyo sobre gente toxica estaba en el Facebook de un pastor amigo y recibió muchos comentarios de otros cristianos de que buen consejo ofreció. Aquí esta, si tiene la oportunidad de verlo: https://www.facebook.com/permalink.php?story_fbid=1607778162755604&id=333155820217851

No conozco al hombre. Pero en este y otros TicToc suyos que he visto, veo mucha arrogancia. Mucha supuesta sabiduría. No veo amor ni humildad. Nos da 7 caracteristicas de gente toxica. Escudriñemos lo que dicen:

No están dispuestas a cambiar, quieren que se les acepte “así como son”

Gracias a Dios, no es una condición del Señor cambiar antes de ser aceptable a Él. Por dicha, Él nos acepta tal como somos. Él sabe que hemos intentado cambiar muchas veces, sin éxito. Él sabe que solo el Espíritu Santo puede cambiarme. ¡Y el Señor tiene que luchar con cada uno de nosotros para hacer esos cambios!

En la gran mayoría de los casos de consejería matrimonial, la pareja cree que es el otro que tiene que cambiar. Es la naturaleza humana ser ciego a nuestras faltas. Por eso Jesus nos enseñó:

No juzguéis, para que no seáis juzgados.  Porque con el juicio con que juzgáis, seréis juzgados, y con la medida con que medís, os será medido.  ¿Y por qué miras la paja que está en el ojo de tu hermano, y no echas de ver la viga que está en tu propio ojo?  ¿O cómo dirás a tu hermano: Déjame sacar la paja de tu ojo, y he aquí la viga en el ojo tuyo?  ¡Hipócrita! saca primero la viga de tu propio ojo, y entonces verás bien para sacar la paja del ojo de tu hermano. (Mateo 7:1-5)

Todos queremos ser aceptados. Jesus te acepta “así como eres”, y él nos llama a imitarlo. Así que tenemos que aceptar a otros tal como son. Ese amor y aceptación los motiva a cambiar.

Siempre culpan al otro de los problemas

¿No suena eso como Adán y Eva? Era la mujer. Era la serpiente. Es uno de los mayores obstáculos para llegar a los pies de Jesús: Confesar que soy pecador y tengo que rendirle cuentas a Dios. No es la culpa de mi madre ni de mi padre ni de mi pareja ni de la iglesia. Para venir a Jesús tenemos que confesar que soy pecador y necesito un Salvador. Tengo que aceptar mi responsabilidad y arrepentirme de mi pecado. Dejamos a los demás en las manos del Señor. Le corresponde a Él juzgarlos y bregar con ellos.

Despiertan cada mañana con la intención de hacerse y hacerte la vida imposible

Yo no estoy seguro de que haya tantas personas que intencionalmente quieran hacerles la vida imposible a otros. Son atados en su pecado y por los lazos del diablo. No tienen a Cristo. Así no pueden salir de ese círculo vicioso, y se lastiman a sí mismo y a otros. Juzgar a una persona así para mí es una completa falta de misericordia y amor. Es ignorar que Dios hizo a esa persona a su imagen y la ama. Hay algo hermoso en cada creación de Dios.

No quieren amar, quieren poseer, controlar y absorber tu vida

Están tan necesitados que no saben cómo amar. Quieren ser amados. Pero son inseguros y están llenos del temor de que nadie los quiera o los acepte. Han perdido a tantas personas importantes en su vida que reaccionan con control. Llamar a esa persona “tóxica” y alejarse de ella solo afirma lo que ya cree: No tengo valor ninguno. No soy amable.

Su juego siempre necesita al menos un codependiente

¡Porque quieren amor! ¡Quieren estar cerca de alguien! Esta persona es muy necesitada. Ocupa mucha afirmación. Lo más importante para esta persona es una iglesia que demuestre el amor y la firmeza de Cristo.

Por más sufrimiento que generan y se generan, ellos nunca dirán adiós

¡Claro que no! Ya hemos visto que son necesitados, temen el rechazo, ya han perdido a muchas personas importantes en su vida. La mayoría de ellos han sufrido mucho, y no saben cómo sanar esas heridas. Solo Jesus y el amor incondicional de otros que los rodean puede liberarlos de ese ciclo. A veces hay gente en la iglesia que causa muchos problemas y en secreto se espera que se vaya. Pero Cristo permite tales personas en nuestras vidas para enseñarnos paciencia, perseverancia y amor.

Por más promesas que hagan, solo cambian cuando tocan fondo

¿No es cierto para todos nosotros? ¿Cuántos tuvieron que tocar fondo para buscar a Dios y entregar su vida a Jesús? Yo creo que todos hemos hecho promesas que no cumplimos. Es cuando toca fondo que la iglesia debe estar allí con el amor de Cristo para levantarlo. No para señalarlo y recordarle todas sus promesas incumplidas.

Hay algo que veo en común en casi todas estas publicaciones de psicólogos y coaches: el “yo” en el centro. Egoísmo. Y eso va completamente en contra del evangelio.

De hecho, Pablo le escribió a Timoteo sobre estos días postreros:

También debes saber esto: que en los postreros días vendrán tiempos peligrosos.  Porque habrá hombres amadores de sí mismos, avaros, vanagloriosos, soberbios, blasfemos, desobedientes a los padres, ingratos, impíos,  sin afecto natural, implacables, calumniadores, intemperantes, crueles, aborrecedores de lo bueno,  traidores, impetuosos, infatuados, amadores de los deleites más que de Dios, que tendrán apariencia de piedad, pero negarán la eficacia de ella; a estos evita. (2 Timoteo 3:1-5)

Esa es la verdadera persona tóxica. Hay otro nombre para la persona tóxica: Pecador. Sin Jesús, todos somos tóxicos. Lo primero que Pablo menciona es: “amadores de sí mismos.” Y muchos de ellos están en la iglesia. Dicen que aman a Dios, pero aman más los deleites. Tienen apariencia de piedad, pero niegan el poder del evangelio. No son los inconversos los más tóxicos. Jesús es amigo del pecador. Es la gente religiosa hipócrita que es toxica. ¿Qué es el remedio para la toxicidad? Arrepentimiento genuino, salvación y amor verdadero.

Cristo dijo: Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente.  Este es el primero y grande mandamiento.  Y el segundo es semejante: Amarás a tu prójimo como a ti mismo. (Mateo 22:37-39)

Dios tiene que mandar. Tiene que ser el primero en nuestra vida. Solo cuando tienes esa relación en buen estado puedes amar a otros y a ti mismo.

Oísteis que fue dicho: Amarás a tu prójimo, y aborrecerás a tu enemigo.  Pero yo os digo: Amad a vuestros enemigos, bendecid a los que os maldicen, haced bien a los que os aborrecen, y orad por los que os ultrajan y os persiguen;  para que seáis hijos de vuestro Padre que está en los cielos, que hace salir su sol sobre malos y buenos, y que hace llover sobre justos e injustos.  Porque si amáis a los que os aman, ¿qué recompensa tendréis? ¿No hacen también lo mismo los publicanos?  Y si saludáis a vuestros hermanos solamente, ¿qué hacéis de más? ¿No hacen también así los gentiles? (Mateo 6:43-47)

Yo propongo que la cultura representada en esta psicología ni pone a Dios en primer lugar, con un amor ferviente y sumisión a Él, ni entiende lo que es el amor. Porque el amor genuino siempre piensa en el dar, en el bienestar de otros. Y no es verdadero amor el que ama sólo a la gente que son fáciles de amar. La vida tiene que girar en torno a Dios, y no en torno al “yo.” Adorar al “yo” o cualquier cosa que no sea Dios es idolatría. Muchos en la iglesia son adoradores del “yo”. Pero no es algo nuevo. Pablo escribió en Romanos 1:21-25:

Pues habiendo conocido a Dios, no le glorificaron como a Dios, ni le dieron gracias, sino que se envanecieron en sus razonamientos, y su necio corazón fue entenebrecido. Profesando ser sabios, se hicieron necios, y cambiaron la gloria del Dios incorruptible en semejanza de imagen de hombre corruptible, de aves, de cuadrúpedos y de reptiles.

Por lo cual también Dios los entregó a la inmundicia, en las concupiscencias de sus corazones, de modo que deshonraron entre sí sus propios cuerpos, ya que cambiaron la verdad de Dios por la mentira, honrando y dando culto a las criaturas antes que al Creador, el cual es bendito por los siglos. Amén.

No es una sorpresa. En lugar de honrar y dar culto al Creador, se honran y adoran a sí mismos y a las personas que les agradan. En lugar de exaltar a nosotros mismos, tenemos que humillarnos y presentarnos en sacrificio vivo a Dios:

Así que, hermanos, os ruego por las misericordias de Dios, que presentéis vuestros cuerpos en sacrificio vivo, santo, agradable a Dios, que es vuestro culto racional. No os conforméis a este siglo, sino transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento, para que comprobéis cuál sea la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta.

Digo, pues, por la gracia que me es dada, a cada cual que está entre vosotros, que no tenga más alto concepto de sí que el que debe tener, sino que piense de sí con cordura, conforme a la medida de fe que Dios repartió a cada uno. (Romanos 12:1-3)

Cuando se llena así de Dios, Él nos da un amor y un deseo de bendecir a otros. Estos son los consejos que debemos poner en práctica. Pablo nos da un resumen en Romanos 13:8-10:

No debáis a nadie nada, sino el amaros unos a otros; porque el que ama al prójimo, ha cumplido la ley. Porque: en esta sentencia se resume los mandamientos: Amarás a tu prójimo como a ti mismo. El amor no hace mal al prójimo; así que el cumplimiento de la ley es el amor.

En ese amor no hay lugar para juzgar a otros o señalar a alguien como tóxico. Cada persona tiene su propia relación con Dios. Lo que me toca a mí es acercarme a Dios y estar bien con Él.

Dios primero, luego otros, y así podemos amar a nosotros. ¿Cómo es este amor?

El amor es sufrido, es benigno; el amor no tiene envidia, el amor no es jactancioso, no se envanece; no hace nada indebido, no busca lo suyo, no se irrita, no guarda rencor; no se goza de la injusticia, mas se goza de la verdad. Todo lo sufre, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta. El amor nunca deja de ser. (1 Corintios 13:4-8)

No caigas por el engaño de este evangelio del “yo.” ¿Has aceptado esas mentiras? Este es el evangelio de Jesús:

 Si alguno viene a mí, y no aborrece a su padre, y madre, y mujer, e hijos, y hermanos, y hermanas, y aun también su propia vida, no puede ser mi discípulo.  Y el que no lleva su cruz y viene en pos de mí, no puede ser mi discípulo. (Lucas 14:26-27)

Comparado con el amor que tenemos por Dios, aborrecemos incluso  la vida propia. Tenemos que tomar la cruz, crucificar la carne e ir en pos de Jesus.

Incluso el apóstol Pedro cayó en este error y Jesus tuvo que regañarlo fuertemente:

Desde entonces comenzó Jesús a declarar a sus discípulos que le era necesario ir a Jerusalén y padecer mucho de los ancianos, de los principales sacerdotes y de los escribas; y ser muerto, y resucitar al tercer día. Entonces Pedro, tomándolo aparte, comenzó a reconvenirle, diciendo: Señor, ten compasión de ti; en ninguna manera esto te acontezca. Pero él, volviéndose, dijo a Pedro: ¡Quítate de delante de mí, Satanás!; me eres tropiezo, porque no pones la mira en las cosas de Dios, sino en las de los hombres.

Entonces Jesús dijo a sus discípulos: Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, y tome su cruz, y sígame. Porque todo el que quiera salvar su vida, la perderá; y todo el que pierda su vida por causa de mí, la hallará. Porque ¿qué aprovechará al hombre, si ganare todo el mundo, y perdiere su alma? ¿O qué recompensa dará el hombre por su alma? Porque el Hijo del Hombre vendrá en la gloria de su Padre con sus ángeles, y entonces pagará a cada uno conforme a sus obras. (Mateo 16:21-27)

Jesus sabía muy bien cuan tentador es este falso evangelio. Tiene su fuente en el padre de la mentira. La persona que lo acepta es piedra de tropiezo para el verdadero discípulo de Jesus. El problema es que esta persona pone la mira en las cosas de los hombres, y no en las cosas de Dios. ¿Dónde está tu mira? ¿Eres tropiezo para alguien? ¿Qué pago recibirás de Jesus conforme a tus obras cuando el venga en gloria?