Vida y victoria en Jesucristo: 1 Juan 5:4-13

Esta es la victoria que vence al mundo: nuestra fe. ¿Quién es el que vence al mundo sino el que cree que Jesús es el Hijo de Dios?

Este versículo me recuerda la armadura espiritual de Efesios 6 y el escudo de la fe. Pero es difícil para mí ver la conexión entre lo que creo y la victoria en la batalla diaria con el mundo.

Pues, la fe es una decisión de momento a momento de creer la verdad sobre ti mismo en Cristo, lo que Dios ha hecho por ti y lo que dice la Biblia, y lo que ves y sientes y los deseos de tu carne. No es tan simple como hacer una confesión de fe en la iglesia y de repente estás caminando en pura victoria. Tener fe en Jesús incluye caminar con él y creer que él siempre te da lo que se necesita para vencer al mundo y una salida a la tentación.

Juan ya habló de los tres enemigos: el mundo, la carne y el diablo. Es obvio que estamos en una guerra, y si descuidamos la armadura, la espada del Espíritu (la Biblia) y nuestra relación con Dios, seremos derrotados.

Este es el que vino mediante agua y sangre, Jesucristo; no solo mediante agua, sino mediante agua y sangre. El Espíritu es quien da testimonio de esto, porque el Espíritu es la verdad. 

¿Qué significa cuando dice que vino mediante agua y sangre?

A través de los siglos los eruditos han luchado con esa pregunta. La mayoría cree que mediante agua describe el parto de todo ser humano; la parte humana de la naturaleza de Cristo. Mediante sangre significa su sangre derramada en la cruz, el sacrificio que fue posible porque es perfecto, es divino.

La NTV (y la TLA)  se toman la libertad de interpretarlo de otra manera en su traducción: Y Jesucristo fue revelado como el Hijo de Dios por medio de su bautismo en agua y por derramar su sangre en la cruz, es decir, no mediante agua solamente sino mediante agua y sangre. Puede ser entonces que “mediante agua” signifique su bautismo.

La persona llena del Espíritu tiene de él ese apoyo constante para la fe: nos afirma de la verdad de las Escrituras.

Tres son los que dan testimonio, y los tres están de acuerdo: el Espíritu, el agua y la sangre. 

Los tres testimonios que están de acuerdo son una fuerte afirmación de quién es Cristo, ¿verdad?

Sí, Juan sabe que es muy importante tener una convicción firme sobre la naturaleza de Cristo. A lo largo de la historia de la iglesia han surgido muchas controversias sobre esa naturaleza. La más común es dudar de su divinidad: algunos dicen que es el hijo de Dios, pero no es Dios. Si no mantenemos ese fundamento, nuestra salvación, perdón y futuro están en peligro.

Yo recuerdo algo acerca de la trinidad en el versículo 7.

Sí, así dice la RVR: Porque tres son los que dan testimonio en el cielo: el Padre, el Verbo y el Espíritu Santo; y estos tres son uno. Y tres son los que dan testimonio en la tierra: el Espíritu, el agua y la sangre; y estos tres concuerdan.  Su omisión en las versiones más recientes ha hecho que muchos digan que las traducciones modernas eliminan versos importantes de la Biblia. Es una afirmación poderosa de la trinidad, pero lamentablemente no aparece en ningún manuscrito antiguo de esta carta. Apareció por primera vez en 1515, y los eruditos son casi unánimes en que fue insertado por algún escriba.

Aceptamos el testimonio humano, pero el testimonio de Dios vale mucho más, precisamente porque es el testimonio de Dios, que él ha dado acerca de su Hijo. 

Yo entiendo que sobre todo si hay varias personas con el mismo testimonio sobre algo que pasó, me urge aceptar ese testimonio. Pero, ¿qué es este testimonio de Dios? ¿La Biblia?

Pues, Juan ya dijo al principio que él era testigo de su propia experiencia de todo lo que hizo Jesús. Acaba de hablar del testimonio del agua y la sangre, y también del testimonio del Espíritu. Junto con la Biblia, esos son testimonios muy seguros.

10 El que cree en el Hijo de Dios acepta este testimonio (RVR: tiene el testimonio en sí mismo). El que no cree a Dios lo hace pasar por mentiroso, por no haber creído el testimonio que Dios ha dado acerca de su Hijo.

A fin y al cabo parece ser una cuestión de fe: si creo en Jesús, acepto todos los testimonios sobre él.

Es un caso muy convincente: los cuatro evangelios, todos los testimonios de gente que recibió milagros y anduvo con Cristo y 500 testigos de su resurrección. Acusar a Dios de mentiroso es muy fuerte.

11 Y el testimonio es este: que Dios nos ha dado vida eterna, y esa vida está en su Hijo. 

Entonces, ¿no hay otra manera de llegar al cielo?

Cristo es el único que ofrece el “don” de la vida eterna. En todas las demás religiones tienes que merecerla y trabajar por ella.

Yo sé que es común hoy en día decir que hay muchos caminos hacia la vida eterna; que somos muy arrogantes al decir que solo nosotros tenemos la verdad y ofrecemos el don de la vida eterna. Pero es parte de nuestra fe en Cristo y el testimonio sobre él en la Biblia, y el testimonio que Juan ha descrito aquí.

12 El que tiene al Hijo, tiene la vida; el que no tiene al Hijo de Dios, no tiene la vida.

¡Yo conozco a muchas personas que no tienen a Cristo que dirían que tienen mucha vida! De hecho, lamentablemente yo he visto cristianos tan legalistas que parecen no tener vida.

Otra vez es una cuestión de lo que vemos y lo que dice Dios. Obviamente, la mayoría de la gente viva en este momento no tiene a Cristo. Pero es una cuestión de calidad de vida y sobre todo, para este pasaje, que tipo de vida tendremos después de la muerte. Cristo nos promete una vida abundante ahora, con todo lo que necesitamos para enfrentar los obstáculos y las pruebas de esta vida. Y la “vida” de aquellos sin Cristo después de la muerte es un castigo eterno en el infierno.

13 Les escribo estas cosas a ustedes que creen en el nombre del Hijo de Dios, para que sepan que tienen vida eterna. 

¡Aquí hay otra razón que Juan nos da para escribir!

Por eso él escribió cuidadosamente del testimonio de Dios sobre este don. Es común tener dudas sobre algo que nunca hemos experimentado. La prueba más clara de la vida después de la muerte es la resurrección de Jesucristo. La certeza de la vida eterna impacta toda nuestra perspectiva sobre nuestras prioridades y experiencias en esta vida.