Jueces 6:1-10: Escondites en montañas y cuevas

1Los israelitas hicieron lo que ofende al Señor, y él los entregó en manos de los madianitas durante siete años. 

Es un patrón ya demasiado establecido: Después del liderazgo de un libertador (o una mujer, en este caso), inmediatamente vuelven a pecar y ofender a su Señor. Dios responde con un castigo cada vez más fuerte y más feo. En este caso su instrumento es un pariente: Los madianitas eran descendientes de Madián, un hijo de Abraham y su esposa Ketura. Siempre que pensamos en Abraham y sus hijos, es la desgracia del hijo de “la esclava”, Ismael, el padre de los árabes de hoy, e Isaac, el hijo de la promesa, nacido en su vejez. Pero Abraham todavía tenía vigor como anciano, y engendró otros hijos después de la muerte de Sara. No hay nada de malo en tomar otra esposa cuando una muera, pero a menudo las otras mujeres y sus hijos son un dolor de cabeza para su papá.

En lugar de motivar a sus “hermanos”, los madianitas se aprovecharon de su pecado para oprimirlos. Y Dios lo permitió para castigar a Israel. En este caso la “pena” fue de siete años.

¿Has recibido alguna “sentencia” de Dios por algún pecado? ¿Cuánto duró?

 

Reflexionando sobre tu vida, ¿cuáles son los instrumentos que Dios ha usado para corregirte?

 

Respondiendo a la tiranía del enemigo

Era tal la tiranía de los madianitas que los israelitas se hicieron escondites en las montañas, las cuevas y otros lugares de refugio. Siempre que los israelitas sembraban, los madianitas, amalecitas y otros pueblos del oriente venían y los atacaban. Acampaban y arruinaban las cosechas por todo el territorio, hasta la región de Gaza. No dejaban en Israel nada con vida: ni ovejas, ni bueyes ni asnos. Llegaban con su ganado y con sus carpas como plaga de langostas. Tanto ellos como sus camellos eran incontables, e invadían el país para devastarlo. 

Algunas de las palabras aquí demuestran la intensidad de este castigo:

  • Tiranía
  • Arruinaban
  • Plaga
  • Devastarlo

¿Cuáles palabras describen los momentos más oscuros de tu vida?

 

En lugar de clamar a Dios y recordar sus promesas de victoria, se escondieron. Buscaron cualquier espacio disponible, cualquier refugio, ya fuera montanas o cuevas.

¿Cómo has respondido a la tiranía de un enemigo en tu vida?

 

¿Qué o quién ha sido tu refugio?

 

¿Tiendes a esconderte y retirarte en esas pruebas, en lugar de enfrentarlas?

 

Una invasión como langostas

Este enemigo es realmente intimidante. No solo los madianitas, sino los amalecitas y otros pueblos también vieron la cobardía y la debilidad de Israel y se aprovecharon de ellos. Ningún lugar ni animal fue exento – fue en todo el país, y mataron a todos los animales. No hay esperanza ante esta invasión, como  langostas, con sus camellos y multitudes que devastaron el país. Arruinaban las cosechas y mataron a los animales, dejando a los israelitas muy hambrientos.

¿Sabes cómo es sentirse abrumado por la fuerza y la cantidad de enemigos y problemas que enfrentas?

 

¿Cómo describirías parte de la devastación que el enemigo ha traído a tu vida?

 

 

Era tal la miseria de los israelitas por causa de los madianitas que clamaron al Señor pidiendo ayuda.

Lamentablemente, a menudo tenemos que agotar nuestras fuerzas y remedios para finalmente clamar a Dios por ayuda. En lugar de ser nuestro primer auxilio, es el último.

 

Dios envía un profeta en respuesta a su clamor

Cuando los israelitas clamaron al Señor a causa de los madianitas, el Señor les envió un profeta que dijo: «Así dice el Señor, Dios de Israel: “Yo los saqué de Egipto, tierra de esclavitud, y los libré de su poder. También los libré del poder de todos sus opresores, a quienes expulsé de la presencia de ustedes para entregarles su tierra”. 10 Les dije: “Yo soy el Señor su Dios; no adoren a los dioses de los amorreos, en cuya tierra viven”. Pero ustedes no me obedecieron».

La respuesta del Señor no es muy alentadora. Sí, escuchó su clamor. Sí, les responde. Les envía un profeta (desconocido, pero incluso en este tiempo de pecado hubo profetas en la tierra). Pero Dios no les ofrece alivio. En cambio, les recuerda sus maravillas a favor de su pueblo en el pasado, y su desobediencia. En respuesta a sus milagros, solo pidió que no adoraran a dioses paganos. Pero fue demasiado para ellos, y se rebelaron.

¿Cuáles son algunos de los milagros que Dios ha hecho en tu vida? ¿Qué te ha pedido? ¿Lo has obedecido?

 

Les puede parecer que Dios no los ama y con mucha razón están sufriendo. Pero, sin que ellos lo supieran, el Señor estaba preparando un libertador, parecido a su preparación de Moisés cuando Israel clamó a Dios en su esclavitud en Egipto.