Los danitas buscan un territorio: Jueces 18

1En aquella época no había rey en Israel, y la tribu de Dan andaba buscando un territorio propio donde establecerse, porque hasta ese momento no había recibido la parte que le correspondía de entre las tribus de Israel. 

Aquí hay otra cosa rara. La tribu de Dan aún no había recibido su territorio, años después de que las demás tribus tuvieron el suyo. Suena como andan perdidos, buscando algo. Nuevamente, el autor señala la falta de un rey como la razón de esta situación. O eso parece. Pero la realidad era algo diferente. Por eso es tan importante conocer todas las escrituras. ¿Recuerda Josué 19:40-48?

40 Dan fue la séptima tribu que recibió territorio, según sus clanes. 41 Se incluían en el territorio Zora, Estaol, Ir Semes, 42 Sagalbín, Ayalón, Jetlá, 43 Elón, Timnat, Ecrón, 44 Eltequé, Guibetón, Balat, 45 Jehúd, Bené Berac, Gat Rimón, 46 Mejarcón y Racón, con la región que estaba frente a Jope.

47 Como a los danitas no les alcanzó el territorio que se les asignó, fueron a conquistar la ciudad de Lesén. Después de que la tomaron, pasaron a filo de espada a todos sus habitantes. Luego los danitas la habitaron y le dieron por nombre Dan, en honor de su antepasado. 48 Así quedó establecido el territorio de los clanes de la tribu de Dan, junto con sus ciudades y pueblos.

Este es realmente extraño. Dios claramente prometió a Israel que la tierra sería de ellos. No era solo una promesa, sino una orden. Tuvieron que limpiar la tierra de todos los paganos. Pero Dan tenía un problema con la tierra asignada. La NVI dice que “no les alcanzó.” La NTV lo deja más claro: Pero los de la tribu de Dan tuvieron dificultades para tomar posesión de su tierra. La lucha, la guerra, era demasiado para ellos. En lugar de confiar en Dios para lo que les fue asignado, conquistan una ciudad más fácil. Dan no era la única tribu con este problema. El primer capítulo de Jueces enumera varias tribus que no cumplieron con el mandato de Dios de conquistar y arrojar a los habitantes de la tierra. Jueces 1:34 dice: Los amorreos hicieron retroceder a los de la tribu de Dan hasta la región montañosa, y no les permitieron bajar a la llanura. El autor aquí en el capítulo 18 no solo tuerce una parte importante de la situación de Dan, sino que la atribuye a la falta de un rey. En realidad, como hemos visto una y otra vez en este libro, fue falta de fe y de obediencia a Dios. Era el resultado de hacer las cosas a su manera. Ya hemos visto lo que sucede cuando “cada uno hacía lo que le parecía mejor,” las últimas palabras de Jueces. Están completamente fuera del orden y plan de Dios.

¿Hay cosas en tu vida que tú has torcido para justificar la falta de fe o de obediencia y sus consecuencias?

 

¿Estás sufriendo ahora esas consecuencias? Como Dan, ¿buscas algo, tratando de establecerte para tener paz?

Los espías danitas llegan a la casa de Micaías

Desde Zora y Estaol los danitas enviaron a cinco de sus hombres más valientes, para que espiaran la tierra y la exploraran. Les dijeron: «Vayan, exploren la tierra».

Si ellos saben algo de la historia de Israel, ya deberían saber que no siempre es prudente usar espías. No es de extrañar que no mencione buscar a Dios para encontrar una solución a su problema.

Cuando te encuentras en una situación difícil, ¿qué has explorado o espiado para una posible solución? ¿O es tu hábito buscar siempre a Dios primero?

 

 

Los hombres entraron en la región montañosa de Efraín y llegaron hasta la casa de Micaías, donde pasaron la noche. 

Esta casa tenía que ser bastante grande e impresionante. Primero llega el levita; ahora los espías.

Cuando estaban cerca de la casa de Micaías, reconocieron la voz del joven levita; así que entraron allí y le preguntaron: —¿Quién te trajo aquí? ¿Qué haces en este lugar? ¿Qué buscas aquí?

Este levita también tenía que ser notorio para que ellos lo conocieran, aunque vino de Judá, bastante lejos.

El joven les contó lo que Micaías había hecho por él, y dijo: —Me ha contratado, y soy su sacerdote.

Le dijeron: —Te rogamos que consultes a Dios para que sepamos si vamos a tener éxito en nuestro viaje.

El sacerdote les respondió: —Vayan en paz. Su viaje tiene la aprobación del Señor.

¿Es la palabra de Dios? ¿O de un asalariado que quiere complacerlos? Existe toda la evidencia de que estos hombres de Dan estaban en pecado. Es peligroso hablar en nombre de Dios solo una palabra que la gente quiere escuchar.

¿Has visto a pastores o profetas decir cosas en el nombre del Señor que no se cumplen y van en contra de la Palabra de Dios? ¿Cómo les respondes a ellos?

 

 

Los espías y un buen reporte sobre Lais

Los cinco hombres se fueron y llegaron a Lais, donde vieron que la gente vivía segura, tranquila y confiada, tal como vivían los sidonios. Gozaban de prosperidad y no les faltaba nada. Además, vivían lejos de los sidonios y no se relacionaban con nadie más. 

Este Lais es la misma Lesem de Josué 19. Era una ciudad de los cananeos, fuera de los límites de lo que Dios estableció para su pueblo. Es un blanco fácil: aislado, con gente tranquila sin relación con nadie más. El autor hace todo lo posible para dar una buena impresión de esta ciudad. ¿Dios realmente quiere que destruyan esta ciudad?

Cuando volvieron a Zora y Estaol, sus hermanos les preguntaron: —¿Cómo les fue?

Ellos respondieron: —¡Subamos, ataquémoslos! Hemos visto que la tierra es excelente. ¿Qué pasa? ¿Se van a quedar ahí, sin hacer nada? No duden un solo instante en marchar allí y apoderarse de ella. 10 Cuando lleguen allí, encontrarán a un pueblo confiado y una tierra espaciosa que Dios ha entregado en manos de ustedes. Sí, es una tierra donde no hace falta absolutamente nada.

De alguna manera Dios no pudo entregar en sus manos el territorio que les asignó (según ellos, aunque no fue culpa de Dios). Pero ahora declaran con confianza que Dios ya se lo entregó en sus manos. ¡Cuidado con lo que declaras en el nombre de Dios! Está fuera de la tierra prometida, pero eso no les importa. Es excelente y espacioso, y no falta nada. Ahora tienen la fe para conquistarla. Pero esas condiciones no siempre significan que sea la voluntad de Dios.

¿Hay cosas que tú has probado o conquistado, pensando que era la voluntad de Dios? Pero en realidad, ¿estaban fuera de las normas y límites de la Palabra del Señor?

 

11 Entonces partieron de Zora y Estaol seiscientos danitas armados para la batalla. 12 Subieron y acamparon cerca de Quiriat Yearín en Judá. Por eso hasta el día de hoy el sector oeste de Quiriat Yearín se llama Majané Dan. 13 Desde allí cruzaron hasta la región montañosa de Efraín, y llegaron a la casa de Micaías.

Una vez más regresan a la casa de Micaías, pero van a traicionar su hospitalidad, y destruirán el mundo que él también había construido fuera de las normas de la ley. Cuando hay desorden, tiende a contagiar también a otras personas.

Los danitas toman el levita y los artículos religiosos de Micaías

14 Entonces los cinco hombres que habían explorado la tierra de Lais les dijeron a sus hermanos:

—¿Saben que una de esas casas tiene un efod, algunos dioses domésticos, una imagen tallada y un ídolo de fundición? Ahora bien, ustedes sabrán qué hacer.

Esos espías no solo recibieron la confirmación de Dios, sino que también vieron todo lo que Micaías tenía en su casa. Ahora los soldados saben qué hacer, y no es nada noble.

15 Ellos se acercaron hasta allí, y entraron en la casa del joven levita, que era la misma de Micaías, y lo saludaron amablemente. 16 Los seiscientos danitas armados para la batalla se quedaron haciendo guardia en la entrada de la puerta. 17 Los cinco hombres que habían explorado la tierra entraron y tomaron la imagen tallada, el efod, los dioses domésticos y el ídolo de fundición. Mientras tanto, el sacerdote y los seiscientos hombres armados para la batalla permanecían a la entrada de la puerta.

18 Cuando aquellos hombres entraron en la casa de Micaías y tomaron la imagen tallada, el efod, los dioses domésticos y el ídolo de fundición, el sacerdote les preguntó: —¿Qué están haciendo?

19 Ellos le respondieron: —¡Silencio! No digas ni una sola palabra. Ven con nosotros, y serás nuestro padre y sacerdote. ¿No crees que es mejor ser sacerdote de toda una tribu y de un clan de Israel que de la familia de un solo hombre?

En todo esto Micaías no dice nada. No hace nada. Parece que no sabe nada. Que él no está presente. Porque estos soldados entran y sacan todos sus artículos religiosos. Y le ofrecen al levita un puesto importante: ser sacerdote de toda una tribu. ¿Qué tan leal a su “maestro” será su levita?

20 El sacerdote se alegró. Tomó el efod, los dioses domésticos y la imagen tallada, y se fue con esa gente. 21 Ellos, poniendo por delante a sus niños, su ganado y sus bienes, se volvieron y partieron.

¡El levita está feliz por una nueva misión!

Micaías se enfrenta a los danitas

22 Cuando ya se habían alejado de la casa de Micaías, los hombres que vivían cerca de Micaías se reunieron y dieron alcance a los danitas. 23 Como gritaban tras ellos, los danitas se dieron vuelta y le preguntaron a Micaías: —¿Qué te sucede, que has convocado a tu gente?

Ahora aparece Micaías, junto con todos sus vecinos. Por alguna razón, dejaron que los soldados de Dan se alejaran de la casa antes de perseguirlos.

24 Micaías les respondió: —Ustedes se llevaron mis dioses, que yo mismo hice, y también se llevaron a mi sacerdote y luego se fueron. ¿Qué más me queda? ¡Y todavía se atreven a preguntarme qué me sucede!

Él hizo esos dioses con la plata robada a su mamá. Tenía una especie de religión propia. Ahora lo ha perdido todo. Su casa y su corazón están vacíos. Sin sus “dioses” y su sacerdote, no tiene nada. Lamentablemente, hay muchos hoy que dependen de la emoción de un culto y otras cosas externas, pero carecen de una relación personal con Cristo. Cuando pierden esas cosas materiales y externas, se quedan sin nada.

¿Qué has observado en la iglesia de dependencia de cosas externas para mantener una experiencia espiritual?

 

¿Y tú? ¿Tienes un fundamento sólido de una relación personal con Jesús?

 

25 Los danitas respondieron: —No nos levantes la voz, no sea que algunos de los nuestros pierdan la cabeza y los ataquen a ustedes, y tú y tu familia pierdan la vida.

Amenazados por un ejército más grande y más fuerte, no tienen más remedio que volver a casa.

26 Y así los danitas siguieron su camino. Micaías, viendo que eran demasiado fuertes para él, se dio la vuelta y regresó a su casa. 

En todo este incidente, nadie sirve o adora a Dios. Utilizan la religión para sus propios fines egoístas.

Los danitas se establecen en Lais

27 Así fue como los danitas se adueñaron de lo que había hecho Micaías, y también de su sacerdote, y marcharon contra Lais, un pueblo tranquilo y confiado; mataron a sus habitantes a filo de espada, y quemaron la ciudad. 28 No hubo nadie que los librara, porque vivían lejos de Sidón y no se relacionaban con nadie más. La ciudad estaba situada en un valle cercano a Bet Rejob.

Es cierto que Dios dijo que una ciudad idólatra debe ser destruido (Deuteronomio 13:12-15). Pero esta era un pueblo tranquilo y confiado, y Dios nunca mandó a Dan a destruirlo. Su éxito en la batalla no significa que fue aprobado por Dios. La falta de sufrimiento, la popularidad y la riqueza no necesariamente indican la bendición de Dios.

Después los mismos danitas reconstruyeron la ciudad y se establecieron allí. 29 La llamaron Dan en honor a su antepasado del mismo nombre, que fue hijo de Israel, aunque antes la ciudad se llamaba Lais. 30 Allí erigieron para sí la imagen tallada, y Jonatán, hijo de Guersón y nieto de Moisés, y sus hijos fueron sacerdotes de la tribu de Dan hasta el tiempo del exilio. 31 Instalaron la imagen tallada que había hecho Micaías, y allí quedó todo el tiempo que la casa de Dios estuvo en Siló.

Allí se establecieron. Y aprendemos algo realmente extraño: ese sacerdote era nieto de Moisés. Hace mucho tiempo que no sabemos nada sobre los hijos de ese gran líder. Pero ahora aparece su nieto como líder espiritual de esta secta herética. Es la única referencia a un hijo de Moisés en el libro de Jueces. Los judíos creían que un nieto de Moisés no podía ser un idólatra, y le cambiaron el nombre por el de Manasés.

El lugar aprobado para la adoración de Dios estaba en Siló, unos 130 kilómetros (81 millas) de la nueva ciudad de Dan. Se requería que los varones adultos viajaran a Siló para algunas de las fiestas religiosas, pero Dan parece haber establecido su propio centro de culto.

¿Por qué son estos dos capítulos en la Biblia?

Micaías no era juez, ni un gran guerrero, ni un hombre piadoso. Yo veo dos propósitos en ellos:

  1. 1. Demostrar la profundidad del pecado de Israel. Aquí hay un ladrón que levanta un “templo” en su casa, con ídolos y un sacerdote contratado. Es un sincretismo peligroso, elegir elementos de la religión que le agradan y cambiar lo que quiere. No hay evidencia de una relación con Dios o sumisión a su autoridad. Es un buen ejemplo de lo que sucede cuando cada uno hace lo que quiere.
  2. 2. El fracaso total del plan de Dios para una nación santa, libre de influencias paganas, con cada tribu habitando su territorio. Dan es un buen ejemplo de abandonar lo que Dios quiere para nosotros para perseguir nuestro propio plan. Para Dan, incluye la masacre de un pueblo inocente, la cual Dios no ordenó, y el robo y adopción de los ídolos, el sacerdote y la religión falsa de Micaías.

Lamentablemente, no es tan diferente de mucho de lo que vemos en la iglesia actual. Vemos aquí la ruina total de la religión de los israelitas y la ruina religiosa de los sacerdotes.

¿Qué has visto de estas dos tendencias en la iglesia de hoy? ¿Cuáles serían sus ídolos?

 

Micaías y una religión a su manera: Jueces 17

Los capítulos restantes de Jueces forman un epílogo. Ocurrieron bastante temprano en el tiempo de los jueces, y fueron escritos para describir en vívidos detalles los resultados de la falta de autoridad y de un rey en Israel. Sirven como un contraste dramático a las bendiciones de Dios bajo el rey David.

Una imagen y un ídolo hechos con plata robada de su mamá

1En la región montañosa de Efraín había un hombre llamado Micaías, quien le dijo a su madre: —Con respecto a las mil cien monedas de plata que te robaron y sobre las cuales te oí pronunciar una maldición, yo tengo esa plata; yo te la robé.

En este libro ya estamos acostumbrados a gente y situaciones inusuales. Pero esta es una manera muy extraña de presentar este hombre. ¿Será un juez u otro líder? Le roba a su mamá y ahora se lo confiesa, después de que ella maldijo al ladrón (¡su hijo!). Tal vez el temor a esa maldición lo motivó a devolver la plata. La respuesta de su mamá no es menos extraña:

Su madre le dijo: —¡Que el Señor te bendiga, hijo mío!

Primero, sin saber quién era, lo maldice. Ahora, en lugar de regañarlo, lo bendice. Se supone que ella lo bendijo por confesar su pecado, y por contrarrestar la maldición, porque aún no había devuelto la plata.

Cuando Micaías le devolvió a su madre las mil cien monedas de plata, ella dijo: —Solemnemente consagro mi plata al Señor para que mi hijo haga una imagen tallada y un ídolo de fundición. Ahora pues, te la devuelvo.

El hijo la roba. Se la devuelve a su mamá. Ella se la devuelve a su hijo, pero ahora está consagrada al Señor. En su mente, no hay nada de malo en usar plata consagrada para hacer una imagen y un ídolo.

¿Has estado en relaciones familiares tan retorcidas? ¿Le has robado algo a un familiar? ¿Qué harías si te enteras de que te robaron algo?

 

¿Hay algo que tienes que devolver a alguien?

 

Cuando él le devolvió la plata a su madre, ella tomó doscientas monedas de plata y se las dio a un platero, quien hizo con ellas una imagen tallada y un ídolo de fundición, que fueron puestos en la casa de Micaías. Este Micaías tenía un santuario. Hizo un efod y algunos ídolos domésticos, y consagró a uno de sus hijos como sacerdote. 

La imagen y el ídolo ni siquiera quedan en la casa de quien pagó por ellos (la mamá), sino en la casa de quien robó la plata (su hijo). Este era un hombre religioso, pero no hizo nada conforme a la ley de Dios.

Básicamente, Micaías tiene una iglesia en casa. En sí, no es pecado tener una iglesia en tu casa. Era normal en la iglesia primitiva, debido a la persecución y falta de recursos para construir un edificio. Es muy común in China y otros países que persigan a los cristianos. Pero incluso una iglesia en casa tiene que seguir las normas establecidas en el Nuevo Testamento para una iglesia. Tiene que estar bajo la autoridad de algún concilio, apóstol u otra autoridad. Cualquiera no puede establecer una iglesia en su casa a su manera.

¿Conoces a alguien que haya construido su propia religión? ¿Tiene algún santuario? ¿O su concepto de un sacerdote? ¿Cuál sería su ídolo?

 

¿Cuáles son algunas de los “ídolos domésticos” que la gente tiene hoy?

 

En aquella época no había rey en Israel; cada uno hacía lo que le parecía mejor.

Esta es la explicación del autor para el desorden en el país: la falta de un rey. Yo diría que fue también por falta de sacerdotes o de un líder que tuviera autoridad de Dios para enseñar la ley y hacer cumplir la ley. Dios nos ha diseñado para funcionar bajo su autoridad y sus autoridades delegadas. Si eso no existe, cada uno hace lo que le parece mejor. Hay caos. Hay anarquía.

¿Cómo ves la actitud del mundo actual hacia la autoridad en el gobierno, la iglesia y la familia?

 

¿Crees que estamos en un momento en el que cada uno hace lo que le parece mejor? ¿Cuáles son los resultados?

 

 

Un levita se convierte en su sacerdote

Un joven levita de Belén de Judá, que era forastero y de la tribu de Judá, salió de aquella ciudad en busca de algún otro lugar donde vivir. En el curso de su viaje llegó a la casa de Micaías en la región montañosa de Efraín.

—¿De dónde vienes? —le preguntó Micaías.

—Soy levita, de Belén de Judá —contestó él—, y estoy buscando un lugar donde vivir.

10 —Vive conmigo —le propuso Micaías—, y sé mi padre y sacerdote; yo te daré diez monedas de plata al año, además de ropa y comida.

¡Qué conveniente! Por casualidad, este levita llega a la casa de Micaías. ¿Fue enviado por Dios? No parece probable. No dice que el levita estaba buscando una oportunidad para servir a Dios. Belén no era una de las ciudades designadas para los levitas. Suena como un acuerdo comercial de beneficio mutuo. Es probable que el servicio de los levitas y el sostén económico ya estuvieran olvidados en el desorden del país en aquellos días. No sabemos nada sobre el padre de Micaías, pero posiblemente no estaba en su vida, y este levita sirvió como su padre y sacerdote.

11 El joven levita aceptó quedarse a vivir con él, y fue para Micaías como uno de sus hijos. 12 Luego Micaías invistió al levita, y así el joven se convirtió en su sacerdote y vivió en su casa. 13 Y Micaías dijo: «Ahora sé que el Señor me hará prosperar, porque tengo a un levita como sacerdote».

No es tan diferente del pensamiento de muchos hoy: Si tienen algún artículo religioso, una Biblia en un estante o alguien en la familia entregado al Señor, serán prosperados por el Señor. Micaías quería que el levita fuese su padre, pero es joven y como un hijo para él. Ahora es parte de la familia.

En tu forma de pensar, honestamente, ¿qué crees que trae la bendición de Dios a tu hogar?

 

Al terminar este capítulo, ¿qué  piensas de Micaías?

 

El fin de Sansón: Jueces 16:23-31

23 Los jefes de los filisteos se reunieron para festejar y ofrecerle un gran sacrificio a Dagón, su dios, diciendo:

«Nuestro dios ha entregado en nuestras manos
a Sansón, nuestro enemigo».

Sansón puede haber pecado y traicionado a su pueblo y a su Dios, pero el Señor no se complace cuando otro dios recibe estos elogios.

24 Cuando el pueblo lo vio, todos alabaron a su dios diciendo:

«Nuestro dios ha entregado en nuestras manos
a nuestro enemigo,
al que asolaba nuestra tierra
y multiplicaba nuestras víctimas».

25 Cuando ya estaban muy alegres, gritaron: «¡Saquen a Sansón para que nos divierta!» Así que sacaron a Sansón de la cárcel, y él les sirvió de diversión.

Se burlan no solo de Sansón, sino también de su dios.

Cuando lo pusieron de pie entre las columnas, 26 Sansón le dijo al muchacho que lo llevaba de la mano: «Ponme donde pueda tocar las columnas que sostienen el templo, para que me pueda apoyar en ellas». 27 En ese momento el templo estaba lleno de hombres y mujeres; todos los jefes de los filisteos estaban allí, y en la parte alta había unos tres mil hombres y mujeres que se divertían a costa de Sansón. 28 Entonces Sansón oró al Señor: «Oh Soberano Señor, acuérdate de mí. Oh Dios, te ruego que me fortalezcas solo una vez más, y déjame de una vez por todas vengarme de los filisteos por haberme sacado los ojos». 

Es sólo la segunda oración registrada de este hombre. Y no le pide a Dios que se glorifique ni que se manifieste para defender su honor, sino para vengarse de los filisteos que le sacaron los ojos. No le importa que él también muera allí.

29 Luego Sansón palpó las dos columnas centrales que sostenían el templo y se apoyó contra ellas, la mano derecha sobre una y la izquierda sobre la otra. 30 Y gritó: «¡Muera yo junto con los filisteos!» Luego empujó con toda su fuerza, y el templo se vino abajo sobre los jefes y sobre toda la gente que estaba allí. Fueron muchos más los que Sansón mató al morir que los que había matado mientras vivía.

Es un final igualmente impresionante y dramático como lo fue toda su vida. Uno de los hombres más inusuales de todos los líderes de Israel. Cumplió el propósito de Dios de juzgar a los filisteos. Fue consagrado a Dios antes de nacer. Pero no hay nada piadoso en su vida.

31 Sus hermanos y toda la familia de su padre descendieron para recogerlo. Lo llevaron de regreso y lo sepultaron entre Zora y Estaol, en la tumba de su padre Manoa. Sansón había gobernado a Israel durante veinte años.

Solo ahora nos enteramos de que después de su nacimiento milagroso su madre había dado a luz a otros  hermanos.  Aparte de matar a unos filisteos, no hay indicio de lo que hizo durante veinte años de gobernar a Israel.