Apocalípsis 3: Yo conozco tus obras

La última vez compartí una palabra de Juan 15, permaneciendo en Cristo como pámpanos en la vid. Es una palabra importante para cada creyente, pero la realidad es que Cristo trabaja con nosotros como un cuerpo. Es hermoso tener esa relación personal con Jesús, pero una mano separada del cuerpo no puede hacer nada. Por eso que no vemos más frutos ni más impacto sobre un mundo tan necesitado. Sí, cada uno de nosotros es un pámpano de la vid, pero qué triste tener una vid con una sola rama. Produce muy poco. Esa vid tiene que estar llena de ramas para tener una cosecha valiosa. Ahora más que nunca tenemos que unirnos en los cuerpos donde Dios nos ha colocado. Necesitamos cuerpos bien coordinados con todos los miembros funcionando. Demasiadas veces estos cuerpos están cojos, desfigurados o enfermos. Muchas manos y ningún pie. Dios quiere que tu iglesia esté funcionando al máximo.

Reflexionando sobre esto, el Señor me llevó al Apocalipsis. Esta revelación nos habla del corazón de Dios por su iglesia. Inicia con cartas a siete iglesias. Así como la mayoría de las cartas del Nuevo Testamento son dirigidas a iglesias. Muy pocas son para particulares.

Pero primero Juan vio al Autor de las cartas:

12 Y me volví para ver la voz que hablaba conmigo; y vuelto, vi siete candeleros de oro, 13 y en medio de los siete candeleros, a uno semejante al Hijo del Hombre, vestido de una ropa que llegaba hasta los pies, y ceñido por el pecho con un cinto de oro.

En su mano derecha tiene 7 estrellas. Y Jesús nos hace el favor de explicarnos esta visión:

20 El misterio de las siete estrellas que has visto en mi diestra, y de los siete candeleros de oro: las siete estrellas son los ángeles de las siete iglesias, y los siete candeleros que has visto, son las siete iglesias.

¿Saben que cada iglesia tiene su ángel? ¡Tu iglesia tiene un ángel! Algunos creen que este ángel puede ser el pastor u obispo de la iglesia, pero yo no veo ninguna razón para no aceptar literalmente lo que dice. ¿Qué hace ese ángel? La realidad es que no sabemos mucho sobre los ángeles. Ministra al cuerpo. Aporta alimento al cuerpo. Es un mensajero de Dios. Cuida la iglesia y la protege. ¿Por qué es una estrella? Brilla. Es algo fuera de este mundo.

Jesús anda en medio de sus iglesias, los candelabros, que brillan su luz en el mundo. Jesús trata con iglesias. Hoy vamos a estudiar las tres iglesias del capítulo tres.

1Escribe al ángel de la iglesia en Sardis:

En el Nuevo Testamento la iglesia siempre se identifica con su ciudad. Parece que para Dios sólo hay una iglesia en cada distrito. Así está organizada la iglesia católica hasta el día de hoy. La iglesia en tu ciudad puede reunirse en varios lugares, pero me parece importante que haya coordinación entre esos grupos para escuchar la voz del Señor para esa ciudad. Yo también sé que eso es muy complicado.

El que tiene los siete espíritus de Dios, y las siete estrellas, dice esto:

En cada carta Jesús se identifica de maneras diferentes. Para Sardis habla de los ángeles pero también del Espíritu Santo. Hay siete espíritus porque es perfecto, y está presente en todas las iglesias y cada cristiano. El Padre está en su trono y Jesús aparece en la visión como el Hijo del Hombre. Ellos tienen gran necesidad de un toque fresco del fuego del Espíritu Santo. Cristo tiene el Espíritu y las iglesias. Están en sus manos. Él manda, y él es la fuente de su vida. Cada iglesia es de Cristo.

Yo conozco tus obras,

En cinco de las siete cartas Jesús empieza diciendo “yo conozco tus obras.” En otras palabras, pensando en Juan 15, él conoce tu fruto. No evalúa sus programas, sus cultos, su templo o sus finanzas. Es el fruto colectivo de esa iglesia lo que Jesús examina. Claro que el fruto de tu vida es importante, pero el fruto de una iglesia vale más para Jesús y tiene más impacto.

Con razón predicamos que somos salvos por la fe y no por las obras. Pero ese énfasis en la gracia de Dios y el don de la salvación puede minimizar la importancia de las obras. Podemos pensar que es suficiente estar en la vid y no tenemos que producir fruto. Pero Dios quita el pámpano infructuoso. La fe sin obras es muerta. Sí, las obras son importantes. Y Sardis tiene un problema con sus obras.

tienes nombre de que vives, y estás muerto. 

Que susto. Tienen buena reputación en Sardis. Dicen que es una iglesia próspera y viva. Pero Cristo dice que está muerta. No está sufriendo persecución como algunas de las iglesias. No vale la pena que Satanás ataque una iglesia muerta.

Sé vigilante, y afirma las otras cosas que están para morir; porque no he hallado tus obras perfectas delante de Dios. 

Dios quiere fruto de calidad. Para exportación. No sólo buena apariencia, sino fruto rico. Fruto que permanezca. Jesús dice que la iglesia está muerta. Que el pámpano ya está seco y será echado al fuego. En algunos aspectos están muertos. Pero aún hay esperanza. Tienen que dirigir su atención a las cosas que realmente le importan al Señor. Tal vez estaban intentando demasiadas cosas y el fruto era de baja calidad. Sus obras no fueron perfectas delante de Dios. Pueden verse muy bonitas delante de los hombres, pero Dios conoce el corazón. Él conoce el tesoro que hay en tu corazón, y en el corazón de esta iglesia. Y las obras de Sardis no fueron perfectas. Posiblemente no surgieron del amor ni de la fe. Tal vez querían impresionar a otros.

Otras traducciones nos dan una perspectiva importante sobre su situación:

¡Despierta! Reaviva lo que aún es rescatable, pues no he encontrado que tus obras sean completas delante de mi Dios. (NVI)

¡Despierta! Fortalece lo poco que te queda, porque hasta lo que queda está a punto de morir. Veo que tus acciones no cumplen con los requisitos de mi Dios. (NTV)

Así que levántate y esfuérzate por mejorar las cosas que aún haces bien, pero que estás a punto de no seguir haciendo, pues he visto que no obedeces a mi Dios. (TLA)

Lo que hagas para el Señor no tiene que ser perfecto. Lamentablemente todos cometemos errores, a pesar de nuestras buenas intenciones. Pero sí, tienen que honrar la palabra y el corazón de Dios.

Hay iglesias dormidas. En una rutina. Muy cómodas con cultos bonitos y programas que todos disfrutan. Tienen que despertar antes de perderlo todo. Es mejor hacer pocas cosas bien que muchas cosas regular.

Tenemos que vigilar. Estaban contentos, satisfechos con todo tal como estaba.

Acuérdate, pues, de lo que has recibido y oído; y guárdalo, y arrepiéntete.

Tres consejos que Cristo tiene para esta iglesia:

  1. Acordarse de lo que han recibido y oído. No es siempre una nueva revelación, sino más bien un recordatorio de los fundamentos que aprendimos como nuevos creyentes. Es muy fácil para nosotros olvidar lo que Dios ha hecho y nos ha enseñado en el pasado.
  2. Ponerlo en práctica, guardarlo. Obedecer al Señor.
  3. ¡Arrepentirse! ¡Descuidar la calidad de lo que hacemos para Dios es pecado! Tienen que reconocer eso y arrepentirse.

Pues si no velas, vendré sobre ti como ladrón, y no sabrás a qué hora vendré sobre ti. 

Esto es para la gente que no presta atención a las advertencias. Anda muy confiada y no se arrepiente de su pecado. En un momento inesperado Jesús vendrá sobre ellos. Puede ser su regreso a este mundo. O puede hablar de un juicio, de una visitación para despertarlos.

Algo interesante en la historia de Sardis puede ayudarnos a entender esto. Años atrás era la capital de Lidia. Una ciudad muy importante. Había una fortaleza allí. En tres lados había precipicios que caían unos 500 metros al valle abajo. Nadie jamás derrotó esa fortaleza por sus propias fuerzas. Pero los griegos y luego los persas entraron en secreto, porque los de Sardis estaban muy confiados y no vigilaban.

Pero tienes unas pocas personas en Sardis que no han manchado sus vestiduras; y andarán conmigo en vestiduras blancas, porque son dignas. 

¿Quieres andar con Jesús en vestiduras blancas? Cristo trata con ellos como una iglesia, pero aun reconoce que hay un remanente fiel en esa iglesia. Parece que la mayoría se ha manchado sus vestiduras. Estas pocas personas con vestiduras blancas pueden ser sal y luz en esa iglesia. Son aquellas que se disfrutarán de una comunión rica con Jesús y tienen el potencial para avivar y transformar esa iglesia. Los demás no son dignos y no tendrán esa relación. De hecho, parece que hay otro final posible para muchos de ellos.

El que venciere será vestido de vestiduras blancas; y no borraré su nombre del libro de la vida, y confesaré su nombre delante de mi Padre, y delante de sus ángeles. 

No lo dice directamente, pero la implicación es que aquellos que no vencen el pecado y el diablo, que andan con vestiduras manchadas y creen que están bien, tendrán su nombre borrado del libro de la vida. No permanecen en Jesús porque no guardan su palabra. Son pámpanos infructuosos. Y serán quitados de la vid y echados al fuego. Jesús no confesará su nombre delante del Padre. Vencer siempre implica alguna batalla. Si no hay enemigo, no hay nada que vencer. Lamentablemente, la lucha es parte de esta vida.

Esta cuestión de ser borrado del libro de la vida es delicada. Es una controversia que ha existido desde el principio de la iglesia. Obviamente Jesús nos da muchas oportunidades para arrepentirnos. Pero si permanecemos en nuestro pecado, infructuosos, el final parece bastante fuerte. No juegues con tu salvación.

El que tiene oído, oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias.

No todos pueden entender o recibir lo que el Espíritu Santo nos dice. Como dijo Jesús sobre sus parábolas.

¿Qué es lo que el Espíritu de Dios quiere que tú oigas hoy? ¿Cómo están las obras de tu iglesia? ¿De tu vida? ¿Andas con vestiduras manchadas? ¿Estás muy cómodo? ¿Jesús te está llamando a despertar y fortalecer lo que te queda?

Escribe al ángel de la iglesia en Filadelfia: Esto dice el Santo, el Verdadero, el que tiene la llave de David, el que abre y ninguno cierra, y cierra y ninguno abre:

La salutación aquí revela el tema de la carta: Jesús es la puerta. Y él abre y cierra puertas. Tiene toda autoridad y todo poder. Como rey, Él tiene la llave de David. Si él cierra una puerta, nadie podrá abrirla. Si él abre una puerta, nadie podrá cerrarla. Jesús es el Santo, perfecto, libre de todo pecado. Él es el Camino, la Verdad y la Vida. Es el Verdadero.

Filadelfia fue fundada en el año 150 antes de Cristo. Era una ciudad pequeña. Estaba en la frontera que servía de entrada a la meseta central de Asia Menor. Una puerta al este mantuvo a los bárbaros alejados de la región. Un terremoto en el año 17 destruyó la ciudad. Al igual que en Managua, Nicaragua, ya nadie quería vivir en el centro. Vivían con mucha ansiedad.

Yo conozco tus obras; he aquí, he puesto delante de ti una puerta abierta, la cual nadie puede cerrar; porque aunque tienes poca fuerza, has guardado mi palabra, y no has negado mi nombre. 

Esta es una de las dos únicas de las 7 iglesias que Jesús no reprende. Él conoce sus obras. Aunque ha puesto delante de ellos una puerta abierta, parece que no han tenido fuerzas para avanzar. Hay muchos que se creen fuertes y abren puertas con sus propias fuerzas. Eso puede causarnos muchos problemas. Esta puerta permanece abierta. Hay oportunidades para esta iglesia. Pero por el momento, simplemente están permaneciendo. A pesar de toda la presión, no han negado el nombre de Jesús. No han renunciado a su fe. Y conocen la importancia de la obediencia. Guardan su palabra.

Parece que la recompensa para fiel servicio es más puertas abiertas. Más oportunidades para servir.

He aquí, yo entrego de la sinagoga de Satanás a los que se dicen ser judíos y no lo son, sino que mienten; he aquí, yo haré que vengan y se postren a tus pies, y reconozcan que yo te he amado. 

Este verso es delicado. Obviamente están sufriendo persecución. Y es de la misma gente que debe aceptar la palabra de Dios. Pero la misma gente que se opuso a Jesús. Algunos han utilizado este verso y otros para apoyar su antisemitismo. ¿Quién es un verdadero judío? Pablo dice:

28 Lo exterior no hace a nadie judío ni consiste la circuncisión en una señal en el cuerpo. 29 El verdadero judío lo es interiormente; y la circuncisión es la del corazón, la que realiza el Espíritu, no el mandamiento escrito. Al que es judío así, lo alaba Dios y no la gente. (Romanos 2:28-29)

Jesús dijo que algunos judíos eran de su padre el diablo. Una iglesia o una sinagoga puede llamarse un pueblo de Dios, pero realmente fuese una iglesia de Satanás, si se oponen a la palabra y la obra de Dios. Y sobre todo a Jesucristo. Al igual que su padre el diablo, son mentirosos.

Jesús quiere honrar a estos creyentes fieles. La misma gente que los está persiguiendo vendrá y se postrará a sus pies. Jesús hará lo que sea necesario para que esto suceda. La venganza es de Dios. No les corresponde a ellos humillarlos. ¿Y qué verán en estos hermanos? El amor de Cristo. Reconocerán que en lugar de rechazarlos, Cristo los ama.

10 Por cuanto has guardado la palabra de mi paciencia, yo también te guardaré de la hora de la prueba que ha de venir sobre el mundo entero, para probar a los que moran sobre la tierra. 

Si tú guardas la palabra de Jesús, él te guarda del mal. Específicamente él dice que los guardará de la hora de la prueba que vendrá sobre el mundo entero. Muchos han visto el arrebatamiento, el rapto, allí. Y la hora de la prueba la tribulación. La palabra traducida “guardar” puede significar quitar para que no la experimentan, o proteger y ayudar en medio de la prueba.

Dos cosas que vemos aquí:

  1. Esta hora de prueba es universal. Vendrá sobre el mundo entero.
  2. El propósito es poner a prueba a todos.

Qué bueno que Jesús puede quitarnos de una prueba, para no sufrir. Pero él mismo también dijo en Mateo 24:

Entonces os entregarán a tribulación, y os matarán, y seréis aborrecidos de todas las gentes por causa de mi nombre. 10 Muchos tropezarán entonces, y se entregarán unos a otros, y unos a otros se aborrecerán. 11 Y muchos falsos profetas se levantarán, y engañarán a muchos; 12 y por haberse multiplicado la maldad, el amor de muchos se enfriará. 13 Mas el que persevere hasta el fin, este será salvo.

11 He aquí, yo vengo pronto; retén lo que tienes, para que ninguno tome tu corona. 

Siempre es interesante la perspectiva bíblica sobre el tiempo. Jesús dice que viene pronto. Dos mil años han pasado y aún no ha venido. “Pronto” para Dios no es lo mismo que nuestro “pronto.”

Ante esta situación, que Jesús reconoce como muy complicada, sólo tienen que retener lo que ya tienen. No les exige muchas cosas más. Solo permanecer y ser firme en su fe. Ya Jesús tiene una corona para ellos. ¡Pero es posible perder esa corona! Si fallamos y no retenemos lo que Jesús ha hecho en nuestras vidas, alguien puede tomar nuestra corona. ¡Aférrate a lo que tienes!

12 Al que venciere, yo lo haré columna en el templo de mi Dios, y nunca más saldrá de allí; y escribiré sobre él el nombre de mi Dios, y el nombre de la ciudad de mi Dios, la nueva Jerusalén, la cual desciende del cielo, de mi Dios, y mi nombre nuevo. 

No solo tienen que retenerlo. Jesús los llama a vencer. ¿Vencer qué? Los ataques del enemigo. La tentación de negar a Jesús.

Tendrán una posición muy exaltada en el templo de Dios: Una columna. Para algunos, esa recompensa puede no parecer muy atractiva. Puede sentir como una prisión. Nunca salir del templo. Siempre estar allí como una columna. Nos gusta venir a este templo, pero queremos salir después de varias horas.

También Jesús escribirá tres nombres sobre los que venzan:

  1. El nombre del Padre, el Dios de Jesús.
  2. El nombre de la nueva Jerusalén, la ciudad de Dios. Esta nueva Jerusalén desciende del cielo.
  3. El nombre nuevo de Jesús.

¿Qué significa tener esos nombres escritos sobre ti?

Hablar del templo allá en el cielo y la nueva Jerusalén apoya la sensación de que Jesús está hablando del futuro, de su venida.

¿Y qué pasa si no vencen? Saldrán del templo. No serán columnas. No tendrán esos nombres escritos sobre ellos. Es decir, no serán parte de los redimidos.

13 El que tiene oído, oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias.

¿Qué oyes del Espíritu de esta carta a Filadelfia? ¿Hay puertas abiertas para ti y para tu iglesia? ¿Tienes poca fuerza? Puede ser que estés en un momento muy difícil, atribulado, pero ¿permaneces y sigues guardando la Palabra de Dios? ¿Eres más que vencedor?

14 Y escribe al ángel de la iglesia en Laodicea: He aquí el Amén, el testigo fiel y verdadero, el principio de la creación de Dios, dice esto:

Laodicea era la ciudad más rica y opulenta de las siete ciudades. Era conocida por su industria y la manufactura de lana para vestiduras y alfombras. Había una escuela de medicina allá que producía un medicamento para los ojos.

Para Laodicea Jesús señala que él es el final de todo, el Amén. También estuvo al principio. Puede parecer que fue creado: El principio de la creación de Dios. Otras traducciones nos ayudan a evitar ese error:

  • El soberano de la creación de Dios (NVI)
  • Por medio de mí, Dios creó todas las cosas.(TLA)
  • El origen de todo lo que Dios creó. (DHH)

Él es actualmente el testigo fiel y verdadero.

15 Yo conozco tus obras, que ni eres frío ni caliente. ¡Ojalá fueses frío o caliente!

El fruto, la obra, es una manifestación de lo que hay en el corazón. Ellos ni son fríos ni calientes, como lo son sus obras. Hay obras, pero las hace a medias. No son calidad de exportación. No son dignas de nuestro Dios glorioso.

¿Y tus obras? ¿Tu corazón? Jesús prefiere a gente fría, que sabe que está en rebelión y alejada del Señor. Aquellos son los incrédulos. Él puede tocar sus corazones. Quizás tu eras frío, y sabes cómo Jesús puede cambiar el corazón. Aun mejor estar caliente. Pero ellos son tibios.

16 Pero por cuanto eres tibio, y no frío ni caliente, te vomitaré de mi boca. 

Jesús usa un término casi grosero. No los soporta. Estaban en Jesús, pero él los vomitará. Ya hablamos de un nombre borrado de su libro. De estos versículos yo creo que podemos decir que sólo los calientes entran al reino. Obviamente no los fríos. Y vomita los tibios. Son desagradables para Jesús. Lo enferman. ¿Por qué dice que son tibios?

17 Porque tú dices: Yo soy rico, y me he enriquecido, y de ninguna cosa tengo necesidad; y no sabes que tú eres un desventurado, miserable, pobre, ciego y desnudo. 

Están totalmente desconectados de la realidad. Viven la ilusión de que son buenos cristianos, prósperos, y no necesitan nada de Dios porque ya lo tienen todo. Son cristianos muy cómodos y arrogantes.

  • Ciegos en una ciudad famosa por su medicina para los ojos
  • Desnudos en una ciudad famosa por su tela
  • Pobres en una ciudad muy rica

La riqueza es peligrosa. Tienen mucha plata, pero son pobres. Tienen ropa muy fina, pero son desnudos. Parecen estar viviendo la vida buena, pero por dentro son miserables. Y son tan engañados que no pueden verlo.

¿Hay esperanza para ellos?

18 Por tanto, yo te aconsejo que de mí compres oro refinado en fuego, para que seas rico, y vestiduras blancas para vestirte, y que no se descubra la vergüenza de tu desnudez; y unge tus ojos con colirio, para que veas. 

Tienen mucho oro y plata. Están muy acostumbrados a ir de compras. Pero hay cosas que no puedes comprar con dinero. Tienen que humillarse y comprar de Jesús oro refinado en fuego. El precio de ese oro es pasar por el fuego, por pruebas y tribulaciones. Su vestidura fina los deja desnudos. Tienen que comprar vestiduras blancas de Jesús. Dejar su pecado y vestirse con la justicia de Cristo. Y usar el colirio que Jesús les ofrece para que puedan ver.

19 Yo reprendo y castigo a todos los que amo; sé, pues, celoso, y arrepiéntete. 

Jesús aun los ama. Por eso los reprende y castiga. Los poda, los limpia. ¿Has experimentado el castigo de Dios?

Están en pecado. Tienen que arrepentirse y ser celosos. Jesús no habla aquí de herejía o inmoralidad. Es posible que tuvieran una doctrina muy sana. Tampoco menciona persecución.

20 He aquí, yo estoy a la puerta y llamo; si alguno oye mi voz y abre la puerta, entraré a él, y cenaré con él, y él conmigo. 

A menudo usamos este verso en una invitación a la salvación. Pero en realidad es para el cristiano tibio. No permanecen en Jesús y en su amor. Lo han dejado fuera de su corazón y de su casa lujosa. Pacientemente él te llama a la puerta. Tenemos que oír su voz. Muchos tienen tanto ruido de la música y televisión que no pueden oír la voz del Señor. Tú tienes que abrir la puerta. Él no entra a la fuerza en tu vida. Una vez que esté en tu vida, cenará contigo. Habrá una comunión muy dulce. ¿Cuándo fue la última vez que cenaste con Jesús?

21 Al que venciere, le daré que se siente conmigo en mi trono, así como yo he vencido, y me he sentado con mi Padre en su trono. 

La recompensa para vencer es hermosa. ¿Cuántos quieren sentarse con Cristo en su trono? ¡Debe ser un trono muy grande!

22 El que tiene oído, oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias.

¿Tienes oído? ¿Hay algo que el Espíritu de Dios quiere decirle a tu iglesia? ¿Cómo estuviera una carta a esa iglesia? ¿Y tú? ¿Tienes hambre? En tu vida tan llena, ¿has dejado a Jesús afuera? Él quiere cenar contigo. Tú puedes abrir esa puerta esta mañana. ¿Hay alguna puerta que Dios te haya abierto? ¿Te han faltado fuerzas para atravesar esa puerta? Él quiere darte esa fuerza. ¿Eres caliente? ¿O eres tibio? ¿Tienes vestiduras manchadas? ¿Sabes que Jesús te llama a arrepentirte? Es hora de vencer ese pecado, caminar con Cristo en vestiduras blancas, y prepararte para sentarte con Cristo en su trono.