La primera prueba de la iglesia: Hechos 4:1-31

Hasta ahora, los apóstoles y la joven iglesia están disfrutando de una experiencia maravillosa. Después del desastre de la crucifixión de Cristo y el suicidio de Judas, pasaron tiempo con su Señor resucitado, lo vieron ascender al cielo, recibieron el bautismo prometido en el Espíritu Santo y vieron a multitudes salvadas, sanadas y caminando en victoria. Este suele ser el caso durante los primeros meses como cristiano. Dios protege al bebé creyente del diablo y le permite un tiempo para establecerse.

Es genial saborear las riquezas del cielo, pero aún estamos en un mundo bajo el dominio del maligno. Estoy seguro de que tú eres consciente de ese enemigo que quiere destruirte y derrumbar la iglesia. Seguramente él está enojado: creía que había derrotado a Jesús en la cruz, pero luego Cristo resucitó, y ahora hay multitudes llenas del Espíritu Santo. De tal palo tal astilla; los apóstoles ya van a experimentar la misma oposición que experimentó su Maestro. Este es el primero de tres ataques fuertes contra la iglesia.

¿Y tú? ¿Estás en medio de una prueba? ¿Te sorprende que de repente, mientras intentas andar como Cristo anduvo, que los recuerdos del pasado, las tentaciones y el desánimo atacan tu mente? Son parte de nuestro peregrinación, pero vamos a ver cómo seguir andando en victoria.

El cojo saltando y alabando a Dios, y la multitud congregada para escuchar a Pedro, llamaron la atención de los líderes del templo:

1Mientras Pedro y Juan le hablaban a la gente, se les presentaron los sacerdotes, el capitán de la guardia del templo y los saduceos. Estaban muy disgustados porque los apóstoles enseñaban a la gente y proclamaban la resurrección, que se había hecho evidente en el caso de Jesús. Prendieron a Pedro y a Juan y, como ya anochecía, los metieron en la cárcel hasta el día siguiente. 

Juan y Pedro metidos en la cárcel

No dejaron que Pedro terminara su mensaje; se les “echaron encima” (LBLA). Son los sacerdotes, los saduceos y el jefe de los guardias del templo (notable en su ausencia son los fariseos). Estaban “indignados” (LBLA), “sumamente molestos” (NTV), enojados y muy disgustados con este espectáculo, sobre todo porque estaba centrado en el Mesías que ellos crucificaron. Creían que con la muerte de Jesús estarían libres de este problema, pero ahora va de mal en peor. ¡Y estos hombres no fueron estudiados ni aprobados por ellos!

Su solución es prenderlos y meterlos en la cárcel. Un milagro sería genial para liberarlos; Dios lo hizo varias veces más tarde. Pero no esta vez. Tuvieron que pasar la noche encarcelados y aparecer frente al concilio al día siguiente. No dice nada sobre cómo pasaron la noche; posiblemente pensaron que serían crucificados como crucificaron a su Maestro.

La importancia del “pero”

Pero muchos de los que oyeron el mensaje creyeron, y el número de estos, contando solo a los hombres, llegaba a unos cinco mil.

Como vemos muchas veces en la Biblia y en nuestro caminar con Jesús, en las circunstancias más difíciles Dios tiene un “pero.” ¿Cuál es la lucha en tu vida ahora? ¿Cómo te ha atacado el enemigo (incluso a través de gente religiosa)? ¿Cuál es tu “pero”?

El “pero” aquí es el fruto abundante del ministerio, a pesar de la oposición. Terminamos el segundo capítulo con más de tres mil creyentes; ya la iglesia ha alcanzado unos cinco mil. ¡Y ellos son solo los hombres! ¡Estamos hablando de más de diez mil creyentes! No lo dice, pero estoy seguro de que muchos de ellos estaban orando al Señor que Pedro y Juan fueran liberados.

Gracias a Dios, la iglesia está prosperando. Solo los líderes (en este caso, Pedro y Juan) están sufriendo. Y a menudo es así: mientras la iglesia disfruta de las bendiciones de Dios, el pastor paga el precio como blanco de los ataques de Satanás.

Los apóstoles interrogados

Al día siguiente se reunieron en Jerusalén los gobernantes, los ancianos y los maestros de la ley. Allí estaban el sumo sacerdote Anás, Caifás, Juan, Alejandro y los otros miembros de la familia del sumo sacerdote. Hicieron que Pedro y Juan comparecieran ante ellos y comenzaron a interrogarlos:

—¿Con qué poder, o en nombre de quién, hicieron ustedes esto?

Estar frente a todos estos hombres importantes puede ser intimidante. Primero, quieren saber la fuente de su poder; piden el nombre de quién les dio ese poder, porque quieren señalar a Jesús. Hay sanidad en el nombre de Jesús. Hay salvación en su nombre. Es el nombre sobre todo nombre. El mundo y el maligno odian el nombre de Jesús. Cuando yo trabajaba como capellán en las prisiones federales me pidieron que orara por una graduación, pero me dijeron que tendría que ser una oración genérica, sin usar el nombre de Jesús, porque habría gente de varias religiones representada. Yo respondí que solo podía orar en su nombre, ¡y me permitieron orar en ese dulce y poderoso nombre!

Jesús les prometió que cuando comparecieran ante las autoridades, el Espíritu les daría las palabras para defenderse (Lucas 12:12), y eso es exactamente lo que sucedió aquí. Pedro ya fue bautizado en el Espíritu, pero vemos varias veces que en el momento de necesidad hay una llenura especial del Espíritu. Confía en el Señor que Él te dé las palabras y te llene de su Espíritu.

Pedro, lleno del Espíritu Santo, les respondió:

—Gobernantes del pueblo y ancianos: Hoy se nos procesa por haber favorecido a un inválido, ¡y se nos pregunta cómo fue sanado! 10 Sepan, pues, todos ustedes y todo el pueblo de Israel que este hombre está aquí delante de ustedes, sano gracias al nombre de Jesucristo de Nazaret, crucificado por ustedes, pero resucitado por Dios. 11 Jesucristo es

»“la piedra que desecharon ustedes los constructores,
y que ha llegado a ser la piedra angular”.

12 De hecho, en ningún otro hay salvación, porque no hay bajo el cielo otro nombre dado a los hombres mediante el cual podamos ser salvos».

¡Pedro exalta al nombre de Jesús! No es por Mahoma, Buda o cualquier otra persona. Es solo Jesús. No es “tolerante” decir que hay muchos caminos a Dios. El único camino a la salvación es Jesús; todos los demás caminos conducen al infierno. Nunca seas tímido para proclamar el nombre de Jesús. Dios es tu retaguardia. Otra vez más Pedro los señala como asesinos que crucificaron al Hijo de Dios. Estos líderes eran los constructores de la casa de Dios en Judea, pero ellos desecharon (despreciaron y rechazaron) a Jesucristo, la piedra angular de la casa. Dios el Padre lo resucitó y lo estableció como la piedra angular. ¿Es Jesús la piedra angular de tu vida y de tu iglesia?

El caso es ridículo: Los están interrogando por causa del beneficio hecho a un hombre enfermo (LBLA). ¡El hombre estaba delante de ellos! ¡No hay argumento! Si te persiguen, deja que sea por algo bueno como esta sanidad, y no por alguna locura que cometemos. No hay mucho que Pedro tenga que decir; es un caso cerrado, un caso simple, de un milagro hecho por Jesús.

Por qué se asombraron los gobernantes

13 Los gobernantes, al ver la osadía con que hablaban Pedro y Juan, y al darse cuenta de que eran gente sin estudios ni preparación, quedaron asombrados y reconocieron que habían estado con Jesús. 14 Además, como vieron que los acompañaba el hombre que había sido sanado, no tenían nada que alegar. 

¡Jesús se deleita en confundir a la gente! Hay cuatro cosas que impresionan a los gobernantes y los dejan asombrados:

  1. La osadía con la que hablaron. Hablaron sin temor, con confianza y valentía. Ese valor es una gran arma que Dios nos da contra las asechanzas del enemigo. Dios quiere quitar el temor de tu corazón para que puedas hablar de Jesús con mucha confianza.
  2. Era gente sin estudios ni preparación, hombres sencillos (TLA), comunes (NTV) y sin cultura (DHH). ¿Crees que necesitas un diploma y mucha preparación para ser usado por Dios? ¡De ninguna manera! Hay gente muy estudiada y con mucha cultura que hablan orgullosamente en la carne y no pueden influir a nadie. Dios se deleita en usar a la gente más humilde y despreciada del mundo para hacer cosas grandes. ¿Significa que no debemos estudiar o prepararnos? ¡Claro que no! Lo ideal es la combinación de humildad, el estudio de la Palabra, una buena preparación y la unción del Espíritu.
  3. Reconocieron que habían estado con Jesús. Posiblemente recordaron que caminaban con Jesús, pero yo creo que vieron un reflejo del Maestro en ellos. Habían pasado tanto tiempo en presencia de Jesús que ya eran como Cristo. ¡Que meta para nosotros! Pasar tanto tiempo con el Señor que otros puedan ver a Jesús en nosotros y reconocer que hemos estado con Cristo.
  4. Tenían la evidencia en la carne frente a ellos: El hombre, que todos habían visto cojo durante mucho tiempo pedir limosnas, acompañaba a Pedro y Juan, completamente sano. Que nuestro testimonio no sea solo palabras, sino también la evidencia de vidas transformadas por el poder de Dios.

La sentencia del Consejo

15 Así que les mandaron que se retiraran del Consejo, y se pusieron a deliberar entre sí: 16 «¿Qué vamos a hacer con estos sujetos? Es un hecho que por medio de ellos ha ocurrido un milagro evidente; todos los que viven en Jerusalén lo saben, y no podemos negarlo. 17 Pero, para evitar que este asunto siga divulgándose entre la gente, vamos a amenazarlos para que no vuelvan a hablar de ese nombre a nadie». 18 Los llamaron y les ordenaron terminantemente que dejaran de hablar y enseñar acerca del nombre de Jesús. 

¡Que sea así para nosotros! Que buscarían alguna manera de condenarnos, pero solo tienen la realidad de los milagros hechos en el nombre de Jesús que no pueden refutar. Aquí también es donde entra en juego la opinión pública. Hoy es fácil divulgar algo por Facebook o Twitter. Esas redes tienen una gran influencia en las decisiones de las empresas y del gobierno.

Su solución: Amenazar y ordenarles que dejen de hablar y enseñar acerca del nombre de Jesús. ¿Cómo responderías tú a esa orden? ¿Sería suficiente para callarte? El diablo siempre quiere silenciarnos, pero Cristo nos envió a predicar y enseñar su Palabra.

19 Pero Pedro y Juan replicaron: —¿Es justo delante de Dios obedecerlos a ustedes en vez de obedecerlo a él? ¡Júzguenlo ustedes mismos! 20 Nosotros no podemos dejar de hablar de lo que hemos visto y oído.

Muchos dirían: “Está bien, no hablaremos del nombre de Jesús,” y posiblemente no mencionarían su nombre en su prédica, o saldrían y continuarían predicando como siempre. Pero Pedro y Juan no tienen temor; hablan con mucho denuedo y desafían a todos estos líderes.

¿Pero no nos ordena la Biblia que obedezcamos a las autoridades? ¿Hay momentos en que está bien violar la ley? Parce que sí: Cuando tenemos que elegir entre obedecer a Dios u obedecer al hombre, tenemos que obedecer a Dios. Así murieron muchos mártires.

Para algo tan transformador y poderoso como lo que Pedro y Juan vieron y oyeron, no puedes callarte. ¡No podemos dejar de hablar al respecto!

21 Después de nuevas amenazas, los dejaron irse. Por causa de la gente, no hallaban manera de castigarlos: todos alababan a Dios por lo que había sucedido, 22 pues el hombre que había sido milagrosamente sanado tenía más de cuarenta años.

Ahora nos enteramos de que el hombre tenía más de cuarenta años. Todos lo habían visto, y ahora no pueden dejar de hablar acerca del poder del nombre de Jesús. Tal como por un rato no tocaron a Juan Bautista porque era tan popular, no se atrevieron a castigar a los apóstoles, porque todos estaban alabando a Dios por el gran milagro.

¿Crees que Dios puede, y quiere, hacer algo tan impresionante en tu ciudad?

La primera oración registrada de la joven iglesia

23 Al quedar libres, Pedro y Juan volvieron a los suyos y les relataron todo lo que les habían dicho los jefes de los sacerdotes y los ancianos. 24 Cuando lo oyeron, alzaron unánimes la voz en oración a Dios:

Tenemos que testificar, y luego tenemos que orar. Ya estaban acostumbrados a orar, alzar la voz y orar unánimes a Dios. Hay mucho poder en la oración unánime.

«Soberano Señor, creador del cielo y de la tierra, del mar y de todo lo que hay en ellos, 25 tú, por medio del Espíritu Santo, dijiste en labios de nuestro padre David, tu siervo:

»“¿Por qué se sublevan las naciones
y en vano conspiran los pueblos?
26 Los reyes de la tierra se rebelan
y los gobernantes se confabulan
contra el Señor
y contra su ungido”.

Primero, reconocen quién es su Dios: Él es soberano, Él es Señor, Él es el creador de todo, incluidos estos gobernantes que han amenazado a los apóstoles.

Luego recurren a las Escrituras y a un Salmo conocido. Usan la Palabra de Dios para interpretar su situación y dar dirección a su petición. No es sorprendente que haya esta oposición. Fue profetizada.

27 En efecto, en esta ciudad se reunieron Herodes y Poncio Pilato, con los gentiles y con el pueblo de Israel, contra tu santo siervo Jesús, a quien ungiste 28 para hacer lo que de antemano tu poder y tu voluntad habían determinado que sucediera. 

29 Ahora, Señor, toma en cuenta sus amenazas y concede a tus siervos el proclamar tu palabra sin temor alguno. 30 Por eso, extiende tu mano para sanar y hacer señales y prodigios mediante el nombre de tu santo siervo Jesús».

Después de alabar a Dios y reflexionar sobre su situación a la luz de la Biblia, terminan su oración con una petición. No tiene nada que ver con su comodidad o bendiciones personales. Entregan a Dios estos gobernantes que amenazaron a los apóstoles y piden un nuevo denuedo para proclamar la Palabra. Es la misma combinación que vemos tantas veces en el ministerio de Jesús y en este libro de Hechos: La Palabra, y la confirmación en sanidades, señales y prodigios.

Esta oración no es larga, pero es poderosa. ¿Cómo se compara con las oraciones en tu iglesia, o en tu tiempo devocional? ¿Cuánto tiempo dedicas a interceder por la obra del evangelio?

31 Después de haber orado, tembló el lugar en que estaban reunidos; todos fueron llenos del Espíritu Santo, y proclamaban la palabra de Dios sin temor alguno.

Habían pasado la primera prueba. Fue algo que podía difundir el temor en sus corazones y enviarlos de vuelta a la seguridad del aposento alto. Podrían pensar: “Es mejor adorar a Dios, escuchar la Palabra aquí en la seguridad de esta sala y orar por la salvación de Jerusalén.”

De la experiencia en Hechos se puede pensar que solo los apóstoles estaban evangelizando; por ejemplo de este versículo:

33 Los apóstoles, a su vez, con gran poder seguían dando testimonio de la resurrección del Señor Jesús.

La orden de no predicar sobre Jesucristo no tenía ningún impacto en los apóstoles. Siguen evangelizando como siempre, con el poder sobrenatural del Espíritu Santo. Pero no eran solo los apóstoles; el verso 31 dice que todos proclamaban la palabra de Dios. ¿Cómo se compara con las reuniones de oración en tu iglesia?

  • ¿Asiste la mayoría de la iglesia a esas reuniones?
  • ¿Tiembla el lugar en presencia del Dios todopoderoso?
  • ¿Salen todos llenos del Espíritu Santo?
  • ¿Proclaman la palabra de Dios sin temor?

Cuando todo está tranquilo la iglesia puede volverse complaciente. Hay algo en la persecución y la prueba que motiva a los creyentes a orar y libera el poder de Dios. Por un momento las cosas parecían muy difíciles. Fácilmente los gobernantes podrían matar a Pedro y Juan. Pero Dios tiene el control total y la iglesia termina fortalecida y triunfante. Así es cómo Dios quiere glorificarse a sí mismo en tu prueba también.

 

Hechos 3: Tiempos de refrigerio

Guau. Que comienzo. De la noche a la mañana la iglesia tiene miles de creyentes llenos del Espíritu Santo, y sigue creciendo. Hay gozo, amor y poder. Tienen el favor de todo el pueblo. Parece que nada puede detener este avivamiento. ¿Qué deben hacer los apóstoles ahora? ¿Cuál sería el siguiente paso? No intentan inventar algún programa nuevo para mantener el impulso. Permanecen fieles y andan con Jesús como siempre. Hacen lo que su Maestro haría. Jesús nunca nos mandó edificar templos o iniciar programas; nos mandó hacer discípulos, sanar a los enfermos, liberar a los endemoniados, predicar el evangelio y amar.

Los discípulos ya han aprendido que cuando seguimos las huellas de Cristo, Él va a preparar el camino. Este es un buen consejo para ti cuando no sabes qué hacer: Sigue como siempre en la iglesia, en comunión con otros hermanos y en oración al Señor. Es una vida emocionante, llena de sorpresas.

Rutinas

1Pedro y Juan subían juntos al templo a las tres de la tarde, que es la hora de la oración. (RVR)

Juntos. Allí está otra vez. En Pentecostés los hermanos estaban juntos. Ahora Pedro y Juan subían juntos al templo. Dios quiere liberarnos de nuestra soledad, para andar juntos con otros hermanos y hermanas. Dios nos ha creado para amistades genuinas. Para compañerismo. Para tener a alguien que realmente anda conmigo, y no solo físicamente, sino unidos en corazón y espíritu.

Todos los días subían al templo a esta hora, para orar juntos. Era su rutina. Sí, la iglesia puede convertirse en una rutina, pero hay buenas rutinas. Durante muchos años, el fundamento de mi vida espiritual ha sido el tiempo que paso con mi Señor temprano de mañana. Me alegra haber sido alentado como un nuevo creyente para establecer esa rutina. Al principio, yo pensaba que si perdía ese tiempo devocional, el día sería malo, pero Dios entiende y es misericordioso. No lo hago legalistamente. Habrá momentos de enfermedad o situaciones inusuales en los que no podemos subir al templo, pero la iglesia y el tiempo devocional diario son rutinas que siempre quiero mantener. Lo hago cada mañana porque mi alma anhela ese tiempo de comunión con mi Señor y Salvador. Voy a la iglesia porque soy parte de ese cuerpo y quiero adorar a Dios, escuchar la Palabra y estar con mis hermanos. No depende del clima, quién más va al templo o mis emociones. Así era para Pedro y Juan; la hora novena (las tres de la tarde) era una hora separada para estar en comunión con Dios y con otros en el templo.

Y era traído un hombre cojo de nacimiento, a quien ponían cada día a la puerta del templo que se llama la Hermosa, para que pidiese limosna de los que entraban en el templo. (RVR)

Esta puerta se llamaba “la Hermosa,” pero no era hermosa para este hombre. Hay gente en la iglesia que ha experimentado tragedias; es duro mantener la sonrisa y la “gloria a Dios” ante enfermedades, depresión o problemas familiares. Yo vivo en un país lindo; dicen que es el país más feliz del mundo, la tierra de la “pura vida.” Ese ambiente es genial, pero, para algunos, empeora aún más la depresión. Para este hombre, la puerta hermosa le recordaba todos los días que él no era hermoso. Ni siquiera podía entrar al templo; fue prohibido debido a su discapacidad.

Gracias a Dios, nadie tiene que quedarse fuera de la iglesia hoy. He estado en iglesias que claramente son para la “gente hermosa.” Su templo tiene puertas hermosas y bancos cómodos (con cojines, por supuesto). No es pecado tener un templo hermoso, pero la iglesia es para todos. Como yo vi en el rótulo de una iglesia: “Los pecadores son bienvenidos aquí.” ¿Se siente bienvenida en tu iglesia la gente discapacitada, pobre o “fea” a los ojos del mundo?

Alguien trajo a este hombre y lo dejó en esa puerta cada día, lo que significa que seguramente Juan y Pedro lo habían pasado muchas veces, e incluso Jesús lo vio allí, pero por alguna razón, el tiempo de Dios para él no había llegado. Tú puedes sentirte como ese hombre. Vas a la iglesia con la expectativa de recibir algo. Los ministros y otros líderes alaban a Dios y dicen que Jesús está presente. Otros reciben sus milagros, pero parece que tu turno nunca llegará. No te rindas. Sigue asistiendo a la iglesia. Cristo es tu esperanza.

Gracias a Dios por las personas que llevan a gente como este hombre a la iglesia, ya sea físicamente, en oración o mediante su apoyo emocional. A menudo es una madre o el conyugue. ¿Hubo alguien en tu vida que te llevó a la iglesia? Dale gracias a Dios por esa persona.

Lo peor es estar discapacitado y no tener a nadie que te cuide. Nadie se preocupa por ti. La buena noticia es que Cristo te conoce y te ama. Si ya has experimentado el toque del Señor, tú puedes ser el instrumento en su mano para llevar a alguien a la iglesia, o mejor aún, ser un Pedro o un Juan para él.

Era una rutina para este hombre, pero no una rutina agradable. Era la única vida que conocía. Él se vio obligado a pedir limosnas para sobrevivir, como muchos que dependen de cosas muy humildes para subsistir. Tenemos que evaluar nuestras rutinas y desechar las rutinas que no funcionan. En la ignorancia podemos mantener a otros en rutinas poco saludables, como los amigos de este hombre. Es mejor enseñarle a un hombre a pescar que darle un pez. Tal vez tú puedas ayudar a alguien a romper una rutina que no funciona, y llevarlo a Jesucristo. Jesús quiere mucho más para este hombre que pedir limosna todos los días.

Gracias a Dios por su perseverancia; Jesús nos habló de su importancia en la oración. Estoy seguro de que podría haber habido días en que él quería morir, incluso quitarse la vida, pero cada día iba al templo. Todos los días tenemos que entrar al lugar santo, en presencia de Dios, y pedir limosna, sanidad y ese milagro que necesitamos.

Mirar fijamente

Cuando este vio que Pedro y Juan estaban por entrar, les pidió limosna.

Parece que, como otros días, Pedro y Juan querían llegar a tiempo para la oración, y no estaban pensando en este hombre. Podemos estar tan acostumbrados a ver a alguien en nuestro vecindario o en la calle que la persona casi desaparece y no podemos ver su necesidad. Pedro y Juan iban a entrar sin ofrecer un peso al cojo. Hay veces en que voy a la iglesia y veo a alguien necesitado en la calle, y me siento como el levita o el sacerdote en la parábola del buen samaritano. Incluso yo puedo decirle “Dios le bendiga” u ofrecerle algo, pero tengo que confesar que estoy pensando en llegar al culto a tiempo.

Pedro, con Juan, mirándolo fijamente, le dijo: —¡Míranos!

Tal como nosotros a veces no vemos a la gente necesitada, muchas veces ellos tampoco nos miran. Parece que cuando él rogó limosna, el Espíritu tocó algo en Pedro. Mientras Pedro y Juan lo miraron fijamente, creo que Dios les dijo que quería sanarlo, y les dio la fe para mandar una curación. No siempre andamos por la calle mandando una curación para cada enfermedad, ni entramos en un hospital y mandamos curaciones a todos, pero cuando Dios nos habla de algo que Él quiere hacer, tenemos que obedecerlo.

Mira a la gente que encuentras durante el día. Hoy más que nunca, muchos andan todo el tiempo con los ojos en el teléfono. Es casi raro hacer ese contacto visual y tener esa conexión. No cuesta nada mirar a alguien a los ojos, sonreír y decirle “buenos días” o “Dios le bendiga.” Hay una gran diferencia entre las ciudades grandes y los pueblos pequeños, pero incluso en el campo estamos perdiendo ese calor. Es aún más importante saludar a nuestros hermanos cristianos. Con demasiada frecuencia, un hermano de la iglesia pasa a otro hermano en la calle y no lo saluda.

Fija tus ojos en otros. Míralos. Sé sensible al Espíritu y lo que te revela acerca de la persona. Es común recibir una palabra de ciencia en ese momento.

Entonces él les estuvo atento, esperando recibir de ellos algo. (RVR)

Me recuerda a mi perro. Si él cree que va a recibir algo, está muy atento. El cojo no tiene muchas expectativas; solo pide algunas monedas para sobrevivir un día más. Todos quieren recibir algo, ¿verdad? Tenemos que ofrecer algo para que estén atentos a nosotros;  como creyentes en Jesucristo hay más dicha en dar que en recibir. He escuchado muchas veces de gente que deja una iglesia y tienen esta queja: No recibo nada allí. Claro que es importante recibir apoyo y alimento espiritual, pero a veces tenemos que pensar: ¿Que puedo dar?

Lo que tengo te doy

—No tengo plata ni oro —declaró Pedro—, pero lo que tengo te doy. En el nombre de Jesucristo de Nazaret, ¡levántate y anda!

El hombre no pidió una curación. No hay ninguna evidencia de fe. Pedro no dice: “¿Puedo orar por ti? Puede que Dios te sane.” No, con su fe, Pedro le manda levantarse y andar. Es como si Cristo mismo estuviese allí. Hay poder en el nombre de Jesús para sanar. ¿Tienes la fe para mandar a un cojo a levantarse y andar? ¿Tienes los oídos para oír la voz del Espíritu decir: “Yo quiero sanar a ese hombre”?

Qué interesante que Pedro y Juan no tuvieran dinero. Eran los líderes de los apóstoles, pero eran pobres, y eso a pesar de lo que dice el capítulo anterior de las personas que vendieron sus casas y dieron el dinero a los pobres. Jesús nunca le pidió dinero a nadie, ni le regaló dinero a nadie. No quería manejar el dinero. Por supuesto, los discípulos tenían dinero. Su tesorero era famoso: Judas Iscariote. Robó dinero y traicionó a Jesús por treinta piezas de plata. Con razón no tuvieran plata ni oro.

No importa si tú no tienes dinero, tú tienes algo mucho más importante, que no tiene costo alguno. La falta de oro y plata nunca debe impedir el ministerio de Jesucristo. ¿Estás dispuesto a dar lo que tienes? Todos podemos dar el amor de Cristo, la Palabra de Dios y un abrazo. ¿Qué más has recibido de la mano de Dios que puedas compartir? Si Él te ha bendecido con plata y oro, ¿estás dispuesto a compartirlo?

Tómalo por la mano

Y tomándolo por la mano derecha, lo levantó. Al instante los pies y los tobillos del hombre cobraron fuerza.

No fue suficiente para Pedro solo mandar la curación, él extiende la mano y lo levanta. ¡Me gusta la precisión de la Palabra de Dios! Lucas registra que fue la mano derecha. El cojo no respondió solo a ese mandato de levantarse y andar; fue cuando Pedro lo tocó que cobraron fuerza sus pies y tobillos. Pedro tuvo que levantarlo. A veces no es suficiente solo predicar o decir “Dios le bendiga, hermano.” Tenemos que extender la mano y levantar a la persona. Sí, cuesta más tiempo y más trabajo. A veces no queremos tocar a esa persona sucia y enferma. Un judío bajo la ley puede permanecer inmundo, pero ese toque es muy importante. ¿Hay alguien a quien tú tengas que levantar? Es posible que le hayas predicado varias veces y orado por él, pero necesita tu mano extendida para levantarse.

El pueblo lleno de admiración y asombro

¡Se levantó de un salto, se puso de pie y comenzó a caminar! Luego entró en el templo con ellos caminando, saltando y alabando a Dios. (NTV)

Ahora, con los pies y tobillos fortalecidos, y el apoyo de Pedro, se puso de pie y anduvo. Saltó, con un toque poderoso de Dios, y entró al templo con ellos. Eso es tan importante. A veces ministramos a gente en la calle, pero nunca entran al templo con nosotros. Puede que no los invitemos, o que algunos, como un ex recluso, pueden no ser bienvenidos en el templo. Pueden apestar e interrumpir el culto bien ordenado y planeado. ¡Pero gloria a Dios por aquellas personas que Dios ha tocado, y saltan y alaban al Señor!

¿Y tú? Cuando Dios hace algo impresionante en tu vida, ¿vas directamente a la iglesia para agradecerle?

9Cuando todo el pueblo lo vio caminar y alabar a Dios, 10 lo reconocieron como el mismo hombre que acostumbraba pedir limosna sentado junto a la puerta llamada Hermosa, y se llenaron de admiración y asombro por lo que le había ocurrido.

Cuando Dios realiza un milagro como este, le gusta hacerlo en público, para que todo el pueblo lo vea. ¡Y quiere que la gente se llene de asombro y espanto! ¿Cuándo fue la última vez que sucedió algo en tu vida, tu ministerio o tu iglesia que llenó a la gente de admiración y asombro? ¿No crees que Dios todavía quiere glorificarse a sí mismo de esa manera?

11Mientras el hombre seguía aferrado a Pedro y a Juan, toda la gente, que no salía de su asombro, corrió hacia ellos al lugar conocido como Pórtico de Salomón.

Otra versión dice “no soltaba a Pedro y a Juan.” Qué bueno tener esa relación. Cuando tú ministras a alguien y Dios lo toca, es natural que no quiera soltarte. Por supuesto, necesitamos límites para proteger a nuestras familias y nuestras vidas personales, pero esa relación es muy importante para un nuevo creyente.

Está claro que el centro de atención ya no es la oración usual, sino el espectáculo de este hombre sano. Al igual que Pentecostés, cuando el pueblo está atónito, tenemos que aprovechar esa oportunidad para compartir la Palabra de Dios.

El Pórtico de Salomón era un pórtico a lo largo del lado interno de la pared que encierra el patio exterior del templo, con hileras de columnas de piedra de 8 metros (26 pies) de altura y un techo de cedro. Juan 10:23 coloca a Jesús caminando en este Pórtico.

Jesús glorificado

12 Al ver esto, Pedro les dijo: «Pueblo de Israel, ¿por qué les sorprende lo que ha pasado? ¿Por qué nos miran como si, por nuestro propio poder o virtud, hubiéramos hecho caminar a este hombre? 

Pedro inicia su sermón con dos preguntas. Jesús era un maestro en el uso de preguntas, y la primera aquí revela la incredulidad de esta gente reunida para la oración. ¿Por qué nos sorprende cuando Dios hace su obra y contesta una oración? Debería ser normal en nuestras iglesias.

La segunda pregunta revela la tendencia humana a mirar al vaso, al hombre, en lugar de la fuente del poder. Pedro inmediatamente quita la mirada de sí mismo, y eso de alguien que ante estaba demasiado listo para jactarse. ¿Por qué exaltamos al evangelista, apóstol o pastor que tiene un ministerio ungido? ¿Por qué caemos en esa tentación de proyectar que un ministerio tiene algo que ver con nuestro poder o virtud?

13 El Dios de Abraham, de Isaac y de Jacob, el Dios de nuestros antepasados, ha glorificado a su siervo Jesús. Ustedes lo entregaron y lo rechazaron ante Pilato, aunque este había decidido soltarlo. 14 Rechazaron al Santo y Justo, y pidieron que se indultara a un asesino. 15 Mataron al autor de la vida, pero Dios lo levantó de entre los muertos, y de eso nosotros somos testigos. 

Pedro dirige su atención a Jesús. Hay tres partes evidentes en lo que dice aquí:

  1. Quién es Cristo: es un siervo de Dios, a quien Dios glorificó. Hay una relación íntima de Cristo con el mismo Dios que Israel siempre ha adorado. Aunque no introduce aquí el concepto de la trinidad, Pedro lo llama Santo y Justo, lo cual lo hace igual a Dios. Es el autor de la vida, lo que significa que es creador, otra referencia a su divinidad.
  2. Igual como lo hizo en Pentecostés, los culpa con varias palabras muy fuertes:
    1. Ellos lo entregaron.
    2. Lo rechazaron ante Pilato (aunque él quería soltarlo).
    3. Pidieron que se indultara a un asesino.
    4. Mataron al autor de la vida.
  3. A pesar de ese rechazo, Dios realizó un gran milagro y lo levantó de entre los muertos; Pedro y Juan son testigos de su resurrección.

16 Por la fe en el nombre de Jesús, él ha restablecido a este hombre a quien ustedes ven y conocen. Esta fe que viene por medio de Jesús lo ha sanado por completo, como les consta a ustedes.

El milagro se logró por la fe en Jesús. Cuando dice “en el nombre” no es solo decir su nombre, sino que expresa fe en todo lo que Cristo es. Pedro dice algo muy importante: La fe no es algo que nosotros fabricamos o tenemos que fomentar, la fe misma viene por medio de Jesús. Él nos da la capacidad de creer en Él; luego edificamos esa fe con ejercicio, la Palabra de Dios y la iglesia. Una y otra vez vemos la importancia de la fe en recibir un milagro. ¿Cómo está tu fe?

Cuando oramos por sanidad, es bueno orar por una curación por completo. Este no es siempre el caso, por varias razones, pero Cristo puede sanar por completo. ¿Y por qué no? ¡El recibe más gloria!

Tiempos de refrigerio

17 »Ahora bien, hermanos, yo sé que ustedes y sus dirigentes actuaron así por ignorancia. 18 Pero de este modo Dios cumplió lo que de antemano había anunciado por medio de todos los profetas: que su Mesías tenía que padecer. 

Pedro culpa a los judíos, pero inmediatamente les ofrece dos ejemplos de la misericordia de Dios y cómo Él puede redimir nuestros errores:

  1. Actuaron por ignorancia. La ignorancia no es una excusa por nuestro pecado, ni nos libera de sus consecuencias. Pero la ley hace una distinción entre los pecados de presunción y los de ignorancia (Números 15:27-31). La ignorancia afecta nuestra responsabilidad ante Dios y cómo Él nos responde. Está en otro contexto, pero lo que Jesús dijo en Lucas 12:47-48 se aplica aquí también: »El siervo que conoce la voluntad de su señor, y no se prepara para cumplirla, recibirá muchos golpes. En cambio, el que no la conoce y hace algo que merezca castigo recibirá pocos golpes. A todo el que se le ha dado mucho, se le exigirá mucho; y al que se le ha confiado mucho, se le pedirá aún más.
  2. Como lo hace tantas veces en nuestras vidas, Dios redime nuestros errores y los usa para cumplir sus propósitos. La muerte del Mesías fue el cumplimiento de la profecía. Para efectuar la salvación, tuvo que morir.

Pedro nos da una perspectiva amplia del plan de Dios a través de los siglos y las muchas profecías que se cumplieron en la vida de Jesús.

19 Por tanto, para que sean borrados sus pecados, arrepiéntanse y vuélvanse a Dios, a fin de que vengan tiempos de descanso de parte del Señor, 20 enviándoles el Mesías que ya había sido preparado para ustedes, el cual es Jesús. 21 Es necesario que él permanezca en el cielo hasta que llegue el tiempo de la restauración de todas las cosas, como Dios lo ha anunciado desde hace siglos por medio de sus santos profetas. 

Estas pocas palabras son muy ricas:

  1. Aunque actuaron en ignorancia, el rechazo de Cristo sigue siendo un gran pecado que tiene que ser borrado. ¡Gloria a Dios porque nuestros pecados pueden ser borrados! Para recibir ese perdón tienen que arrepentirse y volverse a Dios. Allí están, en el templo a la hora de la oración, pero Pedro dice que están alejados de Dios. Solo en Cristo podemos acercarnos a Dios y encontrar el perdón. Puede que tú estés en la iglesia, orando, y hayas cometido errores en ignorancia. ¿Tienes la confianza de que tus pecados son borrados? ¿O estás alejado de Dios, y tienes que arrepentirte y volverte a Él?
  2. Con esa relación restaurada, Dios puede bendecirnos con tiempos de descanso (refrigerio y alivio). ¿Lo necesitas en tu vida ahora? ¿Hay algún pecado que lo impida?
  3. Jesús acaba de salir del mundo, pero el enfoque está en su regreso. Por ahora Él tiene que permanecer en el cielo, pero en su tiempo Dios lo enviará de vuelta al mundo.
  4. Primero habrá una restauración de todas las cosas.
  5. Todo este plan para la historia fue anunciado por los profetas. El mensaje que Pedro proclama a estos judíos no es nuevo, sino el cumplimiento de las profecías acerca del Mesías.

Jesús el cumplimiento de profecía

22 Moisés dijo: “El Señor su Dios hará surgir para ustedes, de entre sus propios hermanos, a un profeta como yo; presten atención a todo lo que les diga. 23 Porque quien no le haga caso será eliminado del pueblo”.

Pedro apela a Moisés y señala a Jesús como el cumplimiento de la profecía que Moisés le dio de otro profeta como él que vendría. Está en la misma ley del Antiguo Testamento: quien no le haga caso de este profeta será eliminado de su pueblo. Sin Jesús es imposible ser parte del pueblo de Dios y entrar en su reino.

24 »En efecto, a partir de Samuel todos los profetas han anunciado estos días. 25 Ustedes, pues, son herederos de los profetas y del pacto que Dios estableció con nuestros antepasados al decirle a Abraham: “Todos los pueblos del mundo serán bendecidos por medio de tu descendencia”. 26 Cuando Dios resucitó a su siervo, lo envió primero a ustedes para darles la bendición de que cada uno se convierta de sus maldades».

Pedro aún no ha recibido la revelación de la inclusión de los gentiles, pero él cita lo que Dios le dijo a Abraham: la bendición es para todos los pueblos del mundo. Los judíos son los primeros en recibir esta bendición, según las profecías del Antiguo Testamento. Jesús es el cumplimiento de esas profecías; en este breve sermón Pedro lo presenta como:

  • El siervo sufriente (13, 18).
  • El profeta como Moisés (22-23).
  • El rey del linaje de David (24).
  • La semilla de Abraham (25-26).
  • El mesías quien vendrá otra vez (20-21).
  • Dios: El Santo y Justo, Autor de la vida (14-15).

Ellos ahora tienen la oportunidad de convertirse y aprovechar todas las bendiciones del Nuevo Pacto.

Qué hacer después del bautismo en el Espíritu

¿Qué hizo la iglesia después del derramamiento del Espíritu Santo? ¿Qué hicieron los apóstoles? Parece que aprendieron de sus errores (Hechos capítulo 1). No se sentaron para planear más eventos. Continuaron a caminar como Jesús camina, en el compañerismo, la enseñanza de la Palabra y con señales y prodigios. Este capítulo es un buen ejemplo del mismo patrón que observamos en Jesucristo: Un hecho, un milagro o una sanidad que llama la atención del pueblo, y la Palabra, la explicación de lo que sucedió, o la enseñanza de cómo vivir en la voluntad de Dios y experimentar lo mismo. En todo lo que hace la iglesia, el énfasis está en la persona de Jesucristo y en una relación con Él. No hay ningún intento de establecer una religión, institución u organización.

Un ritmo en Hechos

Ya vemos un ritmo en este libro de Hechos:

  1. Los creyentes permanecen unidos, en oración, celebrando la Santa Cena y alimentados por la enseñanza de la Palabra.
  2. Dios obra soberana y sobrenaturalmente para bendecir a su pueblo, mostrar su poder y llamar la atención de los incrédulos.
  3. Se da un mensaje Cristo-céntrico para llamar a la gente al arrepentimiento y la salvación.

Hasta ahora todo parece casi un paraíso. Hay pura bendición y crecimiento. Pero no podemos olvidar de que aún estamos en el mundo y tenemos a un enemigo que vino a hurtar, matar y destruir.

 

 

Un error cometido al actuar en la carne; Hechos 1:15-26

Muchos vienen a la Biblia con lentes – lentes de lo que han escuchado de un sacerdote, pastor o YouTube. Lentes de libros que han leído. Queremos quitar esos lentes y dejar que el Espíritu Santo nos hable. Cuando abrimos la Biblia siempre queremos leer la palabra misma primero. Hay Biblias de estudio escritas por pastores famosos. El peligro es leer sus notas y no dejar que el Espíritu te hable. Sus comentarios no tienen la misma inspiración que las escrituras. Después de leer y orar y reflexionar, podemos leer varias traducciones para discernir mejor el significado del pasaje. Siempre es bueno tener un cuaderno para anotar nuestras observaciones o preguntas. Entonces podemos leer varios comentarios, desde varias perspectivas. Luego, guiados por el Espíritu, hacemos nuestra interpretación, y siempre una aplicación personal. Estudiar la Biblia nunca es solo un ejercicio intelectual. Queremos dejar que la Palabra nos forme y transforme nuestras vidas.

El caso aquí no está cerrado. Los mejores eruditos no son unánimes. Hay quienes creen que Pedro hizo lo correcto. Hay otros que creen que él no, y yo estoy de acuerdo con ellos. No soy dogmático; puedo estar equivocado. Estudiemos el pasaje; entonces sacaré mis conclusiones, y tú puedes sacar las tuyas. Sea lo que sea, por favor sigue leyendo el libro; no es un asunto de tanta importancia.

15 Por aquellos días Pedro se puso de pie en medio de los creyentes, que eran un grupo como de ciento veinte personas.

Este es el primer discurso registrado de Pedro. No es sorprendente que él haya tomado la iniciativa. Puede ser que él ya estaba harto de orar y esperar. Recuerda que fue Pedro en Juan 21 quien sugirió volver a pescar porque estaba cansado de esperar a Jesús. Nos cuesta mucho esperar. Queremos hacer algo. El peligro es hacer algo que no sea la voluntad de Dios (como en el famoso pasaje de Mateo 7:21-23).

16 Les dijo: «Hermanos, tenía que cumplirse la Escritura que, por boca de David, había predicho el Espíritu Santo en cuanto a Judas, el que sirvió de guía a los que arrestaron a Jesús. 17 Judas se contaba entre los nuestros y participaba en nuestro ministerio. 

Él empieza bien, citando la Biblia. La traición y el suicidio de Judas tuvieron que ser muy fuertes para los discípulos. Él era uno de ellos. Durante tres años estaban muy unidos. Judas participaba en el ministerio igual a ellos, predicando, sanando y echando fuera demonios. Seguramente había una mezcla de ira, tristeza y dudas acerca de cómo podría suceder. Pedro posiblemente estaba reflexionando sobre eso mientras oraba, y esta escritura le vino a la mente. No siempre tenemos que compartir todo lo que el Señor nos revela, pero siendo Pedro, lo hace.

Lucas agrega una explicación de la muerte de Judas:

18 (Con el dinero que obtuvo por su crimen, Judas compró un terreno; allí cayó de cabeza, se reventó, y se le salieron las vísceras. 19 Todos en Jerusalén se enteraron de ello, así que aquel terreno fue llamado Acéldama, que en su propio idioma quiere decir “Campo de Sangre”).

Puede parecer una contradicción a lo que dice Mateo 27:5: Entonces Judas arrojó el dinero en el santuario y salió de allí. Luego fue y se ahorcó. Pero podría ser que cuando se ahorcó (o un rato después) el cuerpo cayó y se reventó. Fue una muerte muy fea, pero la paga del pecado siempre es la muerte, y Judas es un buen ejemplo de las consecuencias de negar o traicionar a Jesús, o ser cegado por las riquezas.

20 »Porque en el libro de los Salmos —continuó Pedro— está escrito: »“Que su lugar quede desierto,
y que nadie lo habite”.

Pedro cita el Salmo 69 (verso 25) donde David habla de los enemigos de Dios y los maldice, pidiendo el castigo de Dios sobre ellos. Hay varias referencias en los Evangelios que aplican este Salmo a Cristo, incluyendo una del mismo Jesús (Juan 15:25).

También está escrito:

»“Que otro se haga cargo de su oficio”.

Este es el versículo 8 del Salmo 109, también escrito por David, y es otra súplica a Dios para que juzgue a sus enemigos. Como en varios ejemplos de textos del Antiguo Testamento citados en el Nuevo Testamento, no parece muy claro que estas citas se apliquen a Judas. Es una práctica muy común hoy en día: citar versos para apoyar algo que la persona cree o quiere hacer, independientemente del contexto o el significado basado en una sana interpretación.

21-22 Por tanto, es preciso que se una a nosotros un testigo de la resurrección, uno de los que nos acompañaban todo el tiempo que el Señor Jesús vivió entre nosotros, desde que Juan bautizaba hasta el día en que Jesús fue llevado de entre nosotros».

Pedro termina postulando una respuesta a la muerte de Judas: elegir un nuevo apóstol. Él da tres calificaciones muy claras:

  1. Tiene que ser testigo de la resurrección.
  2. Tenía que acompañarlos todo el tiempo que Jesús vivió entre ellos.
  3. El plazo tenía que ser del ministerio de Juan hasta ese día reciente cuando Jesús ascendió al Padre.

No habría muchos que cumplirían con todos estos requisitos; posiblemente algunos del grupo de los Setenta que siguió a Jesús. Estos no aparecen en otra parte como requisitos para un apóstol, y eran en parte la base de la lucha continua de Pablo para defender su apostolado (él no cumplió ninguno de estos requisitos). Jesús nunca los dio como necesarias para ser un apóstol.

23 Así que propusieron a dos: a José, llamado Barsabás, apodado el Justo, y a Matías. 24 Y oraron así: «Señor, tú que conoces el corazón de todos, muéstranos a cuál de estos dos has elegido 25 para que se haga cargo del servicio apostólico que Judas dejó para irse al lugar que le correspondía». 26 Luego echaron suertes y la elección recayó en Matías; así que él fue reconocido junto con los once apóstoles.

Al igual que la influencia de Pedro que vemos en Juan 21 cuando salieron a pescar, no hay argumento de los demás. No sabemos cuántos calificaron, pero propusieron a dos. Oraron después de seleccionarlos, y le ofrecieron a Jesús las dos opciones. Terminan echando suertes para discernir la voluntad del Señor.

¿Por qué pienso yo que actuaron en la carne?

  1. Jesús nunca dijo nada acerca de elegir otro apóstol. Fue Jesús quien designó a los primeros, y en la iglesia es su Espíritu que llama, confirma y envía apóstoles. El versículo dos de este capítulo enfatiza que fue Jesús quien escogió a los apóstoles. Si Él quisiera que alguien ocupara el lugar de Judas, seguramente Él lo hubiera escogido durante los 40 días posteriores a su resurrección.
  2. Es cierto que oraron, pero ellos ya habían elegido a los dos candidatos. Oraron después de tomar la decisión de nombrar a otro apóstol. Es muy común en la iglesia de hoy; tomamos la decisión y oramos para que Dios la bendiga. O le ofrecemos a Dios algunas opciones, en lugar de entregarle todo a Él. Para algo tan importante, debe quedar muy claro lo que quiere Dios.
  3. Echar suertes era común en el Antiguo Testamento, pero solo en los primeros años de la nación se vio de manera positiva (Levítico 16:8, Números 26:55 y Josué 7:14 y 18:6). Ningún ejemplo tiene que ver con algo de mucha importancia espiritual. Los otros ejemplos no son de gente piadosa (el rey Saúl en 1 Samuel 14:42, los marineros en Jonás 1:7, Amán en Ester y los soldados en la crucifixión de Jesús). Nunca se practicó en el ministerio de Jesús o después de Pentecostés. El patrón es orar juntos, esperar una palabra de Dios y llegar a un acuerdo unánime.
  4. Pedro toma escrituras totalmente fuera de contexto para apoyar su plan. ¡Y se contradicen entre sí! La primera dice que nadie habite su lugar, la segunda que otro se haga cargo de su oficio.
  5. Nunca escuchamos nada más sobre Matías. Es cierto que hay otros de los Doce que no aparecen en Hechos, pero es raro que él nunca aparezca, ni siquiera en los libros apócrifos del primer siglo.
  6. Cuando Jacobo murió varios años después, no hicieron nada para nombrar a otro apóstol que tomara su lugar.
  7. Muchos creen que la selección de Dios fue Pablo. Los frutos de esa elección lo confirman. Pedro y los demás no querían esperar el tiempo del Señor.

Dios no los reprende. Parece que Él simplemente ignora algo hecho en la carne, sabiendo que pronto el Espíritu Santo los bautizaría y se transformarían. Pero hay varias consecuencias posibles cuando actuamos en la carne:

  1. Lastimamos a la persona elegida, en este caso Matías. Le damos una falsa esperanza y un llamado que no es de Dios.
  2. Damos un mal ejemplo para los creyentes jóvenes.
  3. Podemos causar conflictos, como los que existieron a veces entre Pablo y los demás apóstoles.

¿Fue un error? Yo puedo estar equivocado, pero creo que hay varios puntos importantes para nuestra reflexión que nos pueden ayudar cuando estamos administrando la iglesia de Jesucristo. Me recuerda la queja de Dios contra Israel en Oseas 8:4: Establecen reyes que yo no apruebo, y escogen autoridades que no conozco. Yo no quiero caer en el error de Israel, o hacer en la carne algo tan importante como elegir a un apóstol.

¿Cuál sería la aplicación de este pasaje?

  • Si eres pastor o líder, tienes una gran responsabilidad de guiar bien a tu gente. Espera en el Señor por su voluntad. Ten mucho cuidado de no perseguir cosas dudosas, como echar suertes, para discernir la voluntad de Dios. Y ten la humildad de confesar errores y recibir la corrección del Señor u otros.
  • Si eres un seguidor, y ves algo cuestionable, ten la confianza de cuestionar al pastor o líder. No son infalibles. Con humildad, puedes cuestionar una decisión que parece estar en contra de la palabra de Dios.
  • Aprende a interpretar la Palabra de Dios sanamente.

Los apóstoles cometen cuatro errores; Hechos 1:1-14

Nuestra meta en esta serie de cuatro libros es andar como Jesucristo: El que dice que permanece en [Jesús], debe andar como él anduvo (1 Juan 2:6, RVR). Hemos estudiado el ejemplo y las enseñanzas del Maestro para aprender cómo anduvo. Ahora vamos a ver que la iglesia primitiva hizo exactamente eso.

Los apóstoles tenían 3 años de aprendizaje. En el último volumen vimos la gran comisión y la preparación que Jesús dio a sus discípulos para cumplirla. Jesús volvió a la gloria del cielo, dejando a esos apóstoles para establecer la iglesia y cumplir con esa comisión. Pero ellos no están solos. Este libro, un estudio de los Hechos de los Apóstoles, va a demostrar si Jesus hizo un buen trabajo al prepararlos.

Este primer capítulo de los Hechos es glorioso; es un puente entre los evangelios y el ministerio maravilloso del Hijo de Dios, y la poderosa obra del Espíritu Santo en la iglesia primitiva. Es el final de la vida más increíble que cualquier hombre haya vivido en esta tierra. Cristo murió, ¡pero resucitó! ¡Cristo vive! Durante cuarenta días se presentó vivo a sus discípulos con muchas pruebas convincentes, y les prometió algo transformador: El bautismo del Espíritu Santo con poder sobrenatural. Cumplió su misión, entregó a los apóstoles una Gran Comisión para hacer discípulos de todas las naciones, y luego ascendió a la gloria del cielo para reinar y sentarse a la diestra de su Padre.

De ninguna manera quiero pasar por alto estas maravillas, pero el tema de esta serie de libros es “Andar como Jesús anduvo.” Estos discípulos andaban tres años con Cristo. Puede que hayas estado caminando con el Señor por varios años. Es posible que ya hayas leído los primeros libros en esta serie y estés haciendo discípulos en obediencia a la Gran Comisión. Pero la verdad es que aún es posible fracasar. Allí, en la misma presencia de Jesús, y luego de dos ángeles, los apóstoles cometen cuatro errores. Después de toda la preparación de esos años de andar con Jesús, ellos muestran una falta de comprensión de la misión de su Señor y la tarea que Jesús les encomendó. Estos primeros errores son menores, pero en el mismo capítulo (capítulo dos de este libro), sin la presencia física de Jesús o los ángeles, y aún sin la plenitud del Espíritu, toman su primera decisión como iglesia, y cometen otro error, más grave (aunque no tuvo consecuencias graves).

Lo que hizo Jesús

En los primeros tres versículos, Lucas cubre los puntos más importantes de la vida de Jesús, los cuales nos dan una base para lo que él va a registrar en este libro.

1Estimado Teófilo, en mi primer libro me referí a todo lo que Jesús comenzó a hacer y enseñar hasta el día en que fue llevado al cielo, luego de darles instrucciones por medio del Espíritu Santo a los apóstoles que había escogido. Después de padecer la muerte, se les presentó dándoles muchas pruebas convincentes de que estaba vivo. Durante cuarenta días se les apareció y les habló acerca del reino de Dios. 

Lo que Jesús comenzó a hacer y enseñar.

El autor, un médico llamado Lucas, está hablando de su Evangelio. Ese primer libro, igual a este, fue escrito para un Teófilo. El nombre significa “Amante de Dios” y puede ser para una persona específica o cualquier persona que ama a Dios. Lucas señala las dos cosas que siempre eran parte del ministerio de Jesús: hechos y palabras. Pero, ¿por qué dice Lucas que sólo comenzó a hacer y enseñar estas cosas? Es cierto que Cristo dijo que había terminado su trabajo aquí en este mundo, pero siempre está trabajando hasta el día de hoy, por medio de su Cuerpo, la iglesia. Este libro es el registro de los hechos y enseñanzas de los apóstoles. Ya estaban haciendo las mayores cosas que Jesús dijo que haríamos (Juan 14:12). Aunque el libro se llama “Los Hechos de los Apóstoles,” podría llamarse “Los Hechos y las Palabras de los Apóstoles,” porque ellos siguen el patrón de su Maestro, haciendo y enseñando.

Padeció muerte.

Jesús hizo milagros y enseñó sobre el reino de Dios, pero el propósito principal de su vida fue morir como sacrificio por el perdón de nuestros pecados. Ahora, en este libro, el enfoque es lo que sucedió después de su muerte.

Se les presentó dándoles muchas pruebas de que estaba vivo.

Las pruebas eran convincentes. Jesús hizo lo que fuera necesario para dejarlos sin duda de que estaba vivo. En comparación con todos los hechos y las enseñanzas antes de su muerte, su ministerio en esos cuarenta días fue muy limitado: Sólo se les apareció a aquellos que creyeron en Él  para darles esas pruebas, algunas instrucciones finales y más enseñanza sobre un solo tema:

Durante cuarenta días les habló acerca del reino.

Era uno de los temas principales de su ministerio, y para esos días habló sólo del reino (el tema del segundo volumen en esta serie); no habló sobre los detalles de cómo establecer la iglesia o la vida cotidiana del creyente. ¿Qué parte ocupa el reino en tu enseñanza y predicación?

Instrucciones dadas a los apóstoles.

Jesús dijo que no habló ni hizo nada por su propia cuenta. Incluso les dio estas instrucciones por medio del Espíritu Santo, el mismo Espíritu que pronto bautizaría a los apóstoles, quien se manifiesta poderosamente en este libro y nos inspira hoy para hablar y hacer la obra del reino. Lucas deja en claro que los apóstoles fueron escogidos por Jesús.

El día que fue llevado al cielo.

En el libro anterior de esta serie hablamos de la importancia del trabajo. Jesús estaba trabajando y haciendo la obra de su Padre hasta el día en que ascendió a Él.

Los apóstoles continúan lo que Jesús comenzó a hacer y enseñar.

Ese es el tema de este libro. Jesús solo puso los cimientos. Él es la piedra del ángulo. Ahora les toca a los apóstoles establecer la iglesia, hacer las obras de Jesús y enseñar su Palabra.

La última instrucción: Esperen

La Nueva Versión Internacional coloca este mandato mientras comían, aunque ese detalle no está claro en el griego.  Lo que está claro es que las comidas y el tiempo compartido alrededor de la mesa son importantes para Jesús. En Galilea, les preparó un desayuno en la playa cuando restauró a Pedro (Juan 21). No hay certeza de que estaban comiendo; lo que es cierto es que estaban juntos.

Una vez, mientras comía con ellos, les ordenó: —No se alejen de Jerusalén, sino esperen la promesa del Padre, de la cual les he hablado: Juan bautizó con agua, pero dentro de pocos días ustedes serán bautizados con el Espíritu Santo.

Sería un desastre para ellos dejar el compañerismo y la relativa seguridad de Jerusalén sin el bautismo del Espíritu Santo. Pero, ¿no fueron suficientes tres años de discipulado con el Hijo de Dios? ¿No son suficientes tres años en un instituto bíblico? Él sopló sobre ellos y dijo “recibe el Espíritu Santo” (Juan 20:22). ¿Qué más necesitan?

Necesitan lo que el Padre prometió. Este bautismo no es opcional o solo para algunos creyentes súper espirituales. No tenemos que rogarle al Padre que lo reciba. Es una promesa. Lo que tenemos que hacer es esperar. Hay muchas promesas de Dios, pero no las recibimos todas a la vez. Tenemos que esperar a muchas de ellas. En este caso, no sería una espera larga; será dentro de pocos días.

Jesús compara esta plenitud con el bautismo de Juan el Bautista. Ese bautismo de arrepentimiento es distinto del bautismo del creyente en agua, lo cual Jesús mandó en la Gran Comisión. Este bautismo no es en agua, sino en el Espíritu Santo; es una inmersión, un llenado del Espíritu.

¿Eres bautizado en el Espíritu Santo? Si eres, responderás “sí” con mucha confianza y gozo, pero muchas veces yo escucho respuestas como:

  • “Sí…creo que sí.”
  • “Alguien me dijo que todos los creyentes son llenos del Espíritu.”
  • “Yo no soy de una iglesia Pentecostal.”
  • “Fui bautizado en agua y me dijeron que a la misma vez el Espíritu vendría sobre mí.”
  • “Claro, yo voy a una iglesia Pentecostal.” ¡Pero yo conozco a muchos (tal vez la mayoría) en iglesias carismáticas y Pentecostales que no han recibido el bautismo del Espíritu!

Todas esas excusas realmente no importan. Tampoco importa lo que lo llames. No es el propósito de este libro promover una cierta doctrina de cómo recibir el Espíritu Santo. Solo podemos decir y creer lo que claramente está escrito en este libro de Hechos. Lo esencial es tener este poder y presencia del Espíritu en tu vida. Algunos llaman a este libro los Hechos del Espíritu Santo, porque es el Espíritu quien hizo la obra en la iglesia primitiva. Es la promesa del Padre. Dios quiere bautizarte en el Espíritu.

La respuesta de los apóstoles al recibir esa promesa

Parece increíble. Jesús acabó de darles una promesa preciosa y no expresan anticipación o gratitud. No le preguntan más detalles acerca de cómo recibirán el Espíritu.

 6 Entonces los que estaban reunidos con él le preguntaron: —Señor, ¿es ahora cuando vas a restablecer el reino a Israel?

—No les toca a ustedes conocer la hora ni el momento determinados por la autoridad misma del Padre —les contestó Jesús—. 

Después de contarles tanto sobre el reino de los cielos, podría ser muy desalentador para Jesús saber que ellos nunca captaron ese mensaje. Aún estaban pensando en este mundo. Como muchos cristianos hoy pierden la bendición del Espíritu porque se centran en la prosperidad y las bendiciones en este mundo, pierden por completo esta gloriosa promesa. Mientras Jesús les habló sobre el reino, ellos estaban pensando en la independencia y la gloria del reino anterior de la nación de Israel, y probablemente su parte en él. Sí, su respuesta puede ser desalentadora, pero Jesús conoce un secreto: pronto el Espíritu Santo soberanamente descendería sobre ellos y les revelaría muchas verdades acerca del reino. Mientras tanto, Jesus tiene que corregir estos errores.

Tres errores

  1. Le preguntaron a Jesús si iba a “restablecer” el reino; estaban pensando en un reino territorial. ¡Pero el reino de Dios es espiritual! ¡No es de este mundo! Su reino se establecerá cuando Cristo venga. A lo largo de los siglos, ha habido muchos que han querido establecer un reino territorial en esta tierra, y siempre han terminado desilusionados. No funciona. Hay una tendencia fuerte en la iglesia hoy a perseguir este mismo error.
  2. Pensaban en un reino de una nacionalidad, de un solo país o grupo de personas. Jesús responde que el reino incluye a los despreciados samaritanos y a la gente de toda nación y raza del mundo. La perversión de lo que Cristo pretende para su reino ha llevado a la tragedia de toda clase de racismo, prejuicio y abuso en el mundo de hoy, incluso en la iglesia.
  3. Ellos desean el reino “ahora.” Es cierto que podemos experimentar muchos beneficios del reino ahora, pero el reino crece gradualmente hasta que Cristo venga para establecerlo físicamente. Se requiere mucha paciencia y fe para mantener una visión del reino y perseverar mientras el mundo nos persigue y se opone. Hay muchos libros, videos en YouTube y sitios web dedicados a temas del anticristo, la gran tribulación y cuándo podría venir Cristo. Siempre hay gente que quiere establecer fechas para su regreso, pero no nos corresponde conocer esos detalles. Algunos dicen: “Aquí Jesús habló sobre la hora y el momento, pero, sí, podemos saber el día o el año.” Ellos pierden el claro mensaje de Jesús. Es cierto que tenemos que observar lo que está sucediendo en el mundo y ser sabios, pero la mayoría de estas cosas las tenemos que dejar en manos de Dios. Hay cosas más importantes para nosotros.

Lo importante: Recibir poder y ser testigos

Pero, cuando venga el Espíritu Santo sobre ustedes, recibirán poder y serán mis testigos tanto en Jerusalén como en toda Judea y Samaria, y hasta los confines de la tierra.

Esto es lo que debemos hacer: ser testigos de Jesucristo, o, en otras palabras, obedecer la Gran Comisión. No podemos hacer eso sin el poder del Espíritu. ¿Tienes ese poder? Si eres bautizado en el Espíritu y tienes su poder, vas a testificar acerca de Jesús. Él te dará muchas oportunidades. Será natural; Él  quitará todo el temor. El Espíritu nos enviará hasta los confines de la tierra. Si sientes que no tienes poder y casi nunca testificas acerca de Jesús, deberías examinarte para ver si eres bautizado en el Espíritu. Evangelizar es para cada creyente lleno del Espíritu, no solo para el pastor o evangelista.

La ascensión

Habiendo dicho esto, mientras ellos lo miraban, fue llevado a las alturas hasta que una nube lo ocultó de su vista. 10 Ellos se quedaron mirando fijamente al cielo mientras él se alejaba. De repente, se les acercaron dos hombres vestidos de blanco, que les dijeron:

11 —Galileos, ¿qué hacen aquí mirando al cielo? Este mismo Jesús, que ha sido llevado de entre ustedes al cielo, vendrá otra vez de la misma manera que lo han visto irse.

Están en estado de shock. No esperaban esto. Esas fueron sus últimas palabras para ellos. Ascendió a su Padre y en este momento reina en el cielo a su diestra. Cuando dice que “vendrá de la misma manera,” no significa que vendrá al Monte de los Olivos o que vendrá a un grupo de solo once apóstoles. Así como subió, vendrá en una nube, pero todo ojo le verá (Apocalipsis 1:7).

¿Tienes esa esperanza de que Cristo vendrá otra vez? Es preciosa, pero no nos enfocamos en eso, sino en la tarea que Cristo nos asignó.

Cuarto error

Los apóstoles se quedaron boquiabiertos, mirando fijamente al cielo, y los ángeles estaban incrédulos: ¿No oyeron lo que dijo Jesús? Hay algunos cristianos mirando al cielo. No quieren tener nada que ver con este mundo, pero el mundo necesita a Jesús, y vamos a ver en este libro el poder que tenemos para transformarlo.

Los discípulos corrían el riesgo de caer en dos extremos: demasiado centrado en el mundo (restablecer el reino político de Israel) y demasiado centrado en el cielo (quedarse mirándolo fijamente). Hay un equilibrio saludable, con la consciencia de que somos ciudadanos del cielo con la esperanza de la vida eterna, pero aprovechando cada oportunidad para predicar y establecer el reino de Dios en este mundo.

De regreso a Jerusalén

12 Entonces regresaron a Jerusalén desde el monte llamado de los Olivos, situado aproximadamente a un kilómetro de la ciudad. 13 Cuando llegaron, subieron al lugar donde se alojaban. Estaban allí Pedro, Juan, Jacobo, Andrés, Felipe, Tomás, Bartolomé, Mateo, Jacobo hijo de Alfeo, Simón el Zelote y Judas hijo de Jacobo. 

¡Imagina los sentimientos en esta caminata desde el monte de los Olivos hasta Jerusalén! Esta vez no están desesperados, sino maravillados de lo que habían visto. Compartieron esta experiencia con las mujeres, la familia de Jesús y los demás discípulos, 120 personas en total. Alternaban entre ese Aposento Alto y tiempos en el templo (Y estaban continuamente en el templo, alabando a Dios, Lucas 24:53).

14 Todos, en un mismo espíritu, se dedicaban a la oración, junto con las mujeres y con los hermanos de Jesús y su madre María.

Los hermanos de Jesús, que antes lo despreciaban, ya creían. Todos obedecen a Jesús: esperan, están juntos, tienen el mismo espíritu y se dedican a la oración. Es un buen consejo para una iglesia hoy que quiere recibir el poder y el bautismo del Espíritu Santo, y algunos obedecen esa parte, pero luego agregan algo que Jesús nunca mencionó. Nosotros lo hacemos mucho: Agregamos otros requisitos o cosas al ministerio que Jesús nunca intentó. En el próximo capítulo vamos a ver de qué se trataba el quinto error de los apóstoles.

Dios puede hacer lo imposible para ti esta navidad

Es hora de prepararnos para la celebración de la venida de Hijo de Dios a este mundo. Para muchos, eso implica un portal, ya sea en el banco, el supermercado o la casa (está a todos lados aquí en Costa Rica). Es un tiempo de muchas fiestas y regalos. Tal vez para la mayoría es simplemente el lindo niño Jesús en el pesebre. Es bueno celebrar la navidad centrada en nuestro Salvador, pero aún más importante es la preparación para el regreso de Jesús a este mundo.

Dios empezó esa preparación con una familia. Una familia ordinaria. Una familia humilde. La familia es importante para Dios. Esta navidad Dios quiere trabajar en tu familia. Hay algo importante que Él quiere hacer en tu vida a través de esta historia de la familia del profeta que preparó el camino para el Mesías.

La historia empieza en Lucas 1:5:

Hubo en los días de Herodes, rey de Judea,

Judea era una provincia del Imperio Romano, que permitió una medida de soberanía para esta pobre provincia. Herodes reinó entre los años 37 y 4 antes de Cristo. No era del linaje de David. Era Edomita, descendiente de Esaú, el hermano gemelo de Jacob que Dios odiaba, pero había aceptado la religión judía. Era conocido por sus proyectos masivos de construcción, como la renovación del templo y la fortaleza de Masada.

Es importante observar y analizar los signos de lo que está sucediendo en política, economía y sociedad. Ellos proporcionan el contexto para la obra de Dios. Hay cosas muy impresionantes sucediendo en el mundo de hoy.

Hubo un sacerdote llamado Zacarías, de la clase de Abías; 

El padre de Juan Bautista se llama Zacarías, que significa  “Recuerda a Jehová”. Era de la clase de Abias. David organizo los sacerdotes en 24 divisiones, y Abias era la cabeza de una de esas familias. Hubo unos 20,000 sacerdotes en el país, con aproximadamente mil en una clase. No siempre estaban en el templo; cada clase sirvió como sacerdote dos semanas al año.

su mujer era de las hijas de Aarón, y se llamaba Elisabet.

Su esposa era del linaje del primer sumo sacerdote; su nombre significa  “Mi Dios ha jurado”.

Ambos eran justos delante de Dios, y andaban irreprensibles en todos los mandamientos y ordenanzas del Señor.

Eran justos y andaban irreprensibles en todos los mandamientos y ordenanzas del Señor. Personas muy especiales. ¿Pueden decir eso de usted? Esa es la persona que Dios busca para tareas muy importantes. Nuestra justicia es como trapos de inmundicia, pero somos revestidos con la justicia de Jesucristo, y Él nos ayuda andar en sus ordenanzas.

Pero no tenían hijo, porque Elisabet era estéril, y ambos eran ya de edad avanzada.

Casi todos nosotros tenemos un “pero” en la vida. No hablo de una mascota, sino la palabra “pero.”

Puede parecer que esta es una pareja modelo. Justos e irreprensibles. Un sacerdote. Pero tienen un “pero.” Su “pero” fue la esterilidad. No tenían hijo. Eso era aún más importante en esa época. La esterilidad se veía como un castigo de Dios. La mujer estéril era despreciada por las otras mujeres. Y ya eran de edad avanzada. Ya es tarde. No hay esperanza para un hijo.

Seguramente agonizaron sobre ese pero. Fueron a los médicos, oraron, declararon y reclamaron ese hijo. Pero nada. ¿Por qué, Dios? He hecho todo bien. ¿Por qué me castigas? ¿Hay algún pecado oculto?

A pesar del dolor, la vejez y la perdida de la esperanza que a menudo la acompaña, Zacarías ha resistido la tentación de buscar otra mujer para tener un hijo. No hizo lo que hizo Abraham con Agar para adelantar el plan de Dios. Porque tú no puedes adelantar su plan. Puedes destruir tu vida y la de otros, pero no puedes adelantar su plan. El hecho es que, debido a nuestro pecado, a menudo demoramos su plan, como Israel vagando 40 años en el desierto. Pero Zacarías fielmente ha servido a su Dios. Otras mujeres intentaron llamar su atención. Lo admiraban como sacerdote and todos sabían de la situación con Elisabet. Muchas veces la infertilidad afecta la intimidad de la pareja. Pero Zacarías soportó todo eso.

¿Qué es tu “pero”? ¿Tienes algún aguijón? Pablo tenía un aguijón y le pidió al Señor que se lo quitara. Dios dijo que no, bástate mi gracia. Casi todos tienen alguna herida, algo doloroso que ha tocado toda la vida. Jesus es el Señor de los “peros”.

Aconteció que ejerciendo Zacarías el sacerdocio delante de Dios según el orden de su clase, conforme a la costumbre del sacerdocio, le tocó en suerte ofrecer el incienso, entrando en el santuario del Señor. 10 Y toda la multitud del pueblo estaba fuera orando a la hora del incienso.

Zacarías vivía en Hebrón, pero para esta tarea especial subió los 28 km norte, hasta Jerusalén, al templo. Puede ser la única vez en su vida que tuvo la suerte de ofrecer el incienso. Dice que “le tocó en suerte,” pero sabemos que no hay casualidades con Dios. No es por casualidad que tú estás leyendo este mensaje ahora. Dios tiene una palabra para ti.

Todo empieza a cambiar cuando entramos en el santuario del Señor, aun mejor cuando hay una multitud orando, creando un ambiente adecuado para el mover del Espíritu Santo. Ofrecieron el incienso por la mañana y al atardecer. Cuando la gente vio el humo, empezaron a orar. El incienso representa las oraciones subiendo a Dios. Ya no tenemos que quemar incienso, pero nuestras oraciones son un olor fragante para el Señor.

Todos los días oraron en el templo. Yo he visto en la universidad y las prisiones la importancia y el poder de las reuniones diarias. Una vez a la semana simplemente no es suficiente para mantener el fuego en nuestros corazones.

Es hermoso e importante estar con la multitud, unidos en oración. Pero hay veces que tenemos que dejar la multitud afuera y entrar solo en el lugar santo, para una comunión íntima con el Señor.

11 Y se le apareció un ángel del Señor puesto en pie a la derecha del altar del incienso. 12 Y se turbó Zacarías al verle, y le sobrecogió temor.

¿Por qué nos turbamos cuando Dios aparece? ¿No es por eso que vamos a la iglesia? ¿Por qué nos sorprende cuando Dios contesta nuestra oración? ¿Estás listo para una palabra del Señor? ¿Para una visita angélica? ¿Crees que es posible? Zacarías nunca lo había experimentado. Durante cientos de años Dios guardó silencio. No hubo milagro ni una palabra de Dios. Nada. Esta fue la primera vez en cientos de años que Dios apareció. Seguramente Zacarías no estaba esperándolo. En lugar de glorificar a Dios y caer de rodillas para recibir su palabra, se turbó y le sobrecogió temor.

13 Pero el ángel le dijo: Zacarías, no temas; porque tu oración ha sido oída, y tu mujer Elisabet te dará a luz un hijo, y llamarás su nombre Juan.

Aquí hay otro “pero”. Nosotros tenemos nuestros “peros,” pero en medio de nuestro temor y confusión, Dios también tiene su “pero”.

Durante todos esos años Zacarías le estaba pidiendo a Dios un hijo. Tal vez 40 o 50 años. Creía en un Dios de milagros, pero año tras año no lo vio. ¿Estás pidiendo a Dios un milagro? ¿Cuantos años puedes perseverar en esa oración? He conocido a demasiados hombres que oran a Dios por un milagro en su matrimonio durante 5 años y dicen, basta, yo no puedo esperar más. Y se divorcian y buscan a otra mujer. Zacarías había perseverado, porque era justo, y sabía que la bendición vendría por medio de su esposa, su mujer estéril.

La palabra de Dios para ti es: No temas. Dios tiene planes para tu vida y lo que parece temeroso no es nada para el Señor.

Otra palabra es: Tu oración ha sido oído. ¿Crees eso? No necesariamente significa que Dios va a contestarla como quieras. ¿Pero puedes creer que Él sabe mejor que tú lo mejor para tu vida? ¿Puedes esperar su tiempo para contestar esa oración?

14 Y tendrás gozo y alegría, y muchos se regocijarán de su nacimiento;

Todos esos años en la oscuridad. Fielmente sirviendo a Dios. Haciendo lo recto. Sin recompensa. Sin gozo. Y su única misión es traer a este mundo un niño muy especial. ¿Estarías bien si tienes que esperar hasta los 60 para algo importante que Dios tiene para ti? ¿Puedes esperar tantos años para gozo y alegría?

15 porque será grande delante de Dios. No beberá vino ni sidra, y será lleno del Espíritu Santo, aun desde el vientre de su madre.

¡Ni siquiera Jesucristo fue lleno del Espíritu desde el vientre! ¡El Espíritu vino sobre Él en su bautismo! A manos de este mismo Juan Bautista que anuncia el ángel.

16 Y hará que muchos de los hijos de Israel se conviertan al Señor Dios de ellos.

Hará que muchos hijos de Israel se conviertan al Señor. ¿No son ya parte del pueblo escogido? Sí, pero hay muchos en la iglesia hoy que tienen que convertirse al Señor. Necesitan un arrepentimiento genuino.

17 E irá delante de él con el espíritu y el poder de Elías,

Yo creo que Dios quiere levantar a muchos con el espíritu y el poder de Elías. La unción de Elías era muy especial, pero nosotros ahora tenemos el Espíritu Santo. En lugar de un solo hombre, ahora habrá un gran ejército en todo el mundo moviéndose en el espíritu y el poder de ese gran profeta. ¿Quieres andar en el espíritu y el poder de Elías?

para hacer volver los corazones de los padres a los hijos,

Cuando pensamos en Elías, pensamos en los milagros que hizo. Pero aquí lo primero que dice que haría es hacer volver los corazones de los padres a los hijos.

¿Cómo está tu corazón? ¿Hay necesidad de perdón, restauración o reconciliación con tus hijos? ¿Está tu corazón endurecido hacia un hijo? En Malaquías donde primero aparece esta profecía, dice también que hará volver los corazones de los hijos a sus padres. ¿Hay ira en tu corazón hacia tu papá? ¿Tienes que perdonarlo? ¿Tienes que buscarlo con la posibilidad de restauración?

y de los rebeldes a la prudencia de los justos,

para preparar al Señor un pueblo bien dispuesto.

Zacarías fue el primero en enterarse de la venida del Mesías. El fin de todo lo que haría Juan sería preparar al Señor a un pueblo bien dispuesto. Dios quiere prepararte para algo grande. Para andar en el espíritu y poder de Elías. Pero Él tiene que quitar toda rebeldía. ¿Eres consciente de rebelión en tu corazón? ¿Hacia Dios, tu esposo o tu jefe? ¿Estas andando en justicia? ¿O estás haciendo cosas imprudentes?

18 Dijo Zacarías al ángel: ¿En qué conoceré esto? Porque yo soy viejo, y mi mujer es de edad avanzada.

Después de tantos años sirviendo a Dios y pidiendo un milagro, no tiene la fe para recibir esta palabra. No tiene sentido. Lógicamente es imposible. Elisabet ya ha pasado por la menopausia. ¿Qué te parece imposible en tu circunstancia?

19 Respondiendo el ángel, le dijo: Yo soy Gabriel, que estoy delante de Dios; y he sido enviado a hablarte, y darte estas buenas nuevas. 20 Y ahora quedarás mudo y no podrás hablar, hasta el día en que esto se haga, por cuanto no creíste mis palabras, las cuales se cumplirán a su tiempo.

Cuando Dios envía a un ángel u otro mensajero con una palabra, tenemos que prestarle atención. El único castigo para Zacarías es que queda mudo hasta el nacimiento. Lo que Dios promete lo da, y lo cumple a su tiempo.

21 Y el pueblo estaba esperando a Zacarías, y se extrañaba de que él se demorase en el santuario. 22 Pero cuando salió, no les podía hablar; y comprendieron que había visto visión en el santuario. Él les hablaba por señas, y permaneció mudo. 23 Y cumplidos los días de su ministerio, se fue a su casa.

Elisabet estaba esperándolo. Quería escuchar las historias de su experiencia en el templo. ¡Pero llegó a casa mudo! ¡Y este viejo solo quiere acostarse con ella y hacer el amor!

24 Después de aquellos días concibió su mujer Elisabet, y se recluyó en casa por cinco meses, diciendo: 25 Así ha hecho conmigo el Señor en los días en que se dignó quitar mi afrenta entre los hombres.

¿Hay alguna afrenta que te aflija? ¿Algo vergonzoso en tu vida? Siempre te sentiste despreciado por los demás. ¿Crees que el Señor puede y quiere quitar esa afrenta?

Él quiere que muchos que se llaman hijos de Dios y cristianos se conviertan al Señor su Dios. ¿Tienes que arrepentirte y genuinamente convertirte al Señor? Dios quiere liberarte de toda rebelión e imprudencia.

Zacarías y Elisabet carecían de gozo y alegría. Eran justos, pero la infertilidad les robó esa alegría. Cantamos de gozo. Supuestamente esta es una temporada de mucho gozo, pero para muchos no lo es. Dios quiere restaurar el gozo de tu salvación.

¿Cómo está tu corazón hacia tus hijos? ¿Se ha endurecido? ¿O hacia tu papá? Dios quiere restaurar esa relación. Quiere volver tu corazón a tus hijos y a tu padre.

La primera palabra para Zacarías era “No temas”. Dios quiere quitar todo temor de tu corazón; ha oído tu oración.

Zacarías dudaba la palabra de Dios. ¿Hay dudas en tu corazón? Para Zacarías, sería imposible tener a un hijo. Pero no hay nada imposible para Dios. Ese dolor en su familia le parece imposible de sanar. ¿Hay algo que parezca imposible en tu matrimonio? ¿Con tus hijos? ¿En tu caminar con Dios?

Cristo viene pronto; 2 Pedro 3

1 Queridos hermanos, esta es ya la segunda carta que les escribo. En las dos he procurado refrescarles la memoria para que, con una mente íntegra, recuerden las palabras que los santos profetas pronunciaron en el pasado, y el mandamiento que dio nuestro Señor y Salvador por medio de los apóstoles.

El propósito de la carta

En el griego este capítulo empieza simplemente diciendo “Amados.” Su corazón está lleno de amor y ya ha compartido lo que más lo carga, ahora hace una pausa antes de resumir lo más importante que quiere comunicarles. No reclama una revelación nueva; de hecho, Pedro dice que ya tenemos toda la revelación que necesitamos. Su propósito en las dos cartas ha sido:

  • Refrescar la memoria (somos cortos de memoria). RVR dice despertar con exhortación. Ya recibieron la sana doctrina; Pedro quiere recordarlos para refutar a los falsos maestros.
  • Tener una mente íntegra (NTV: estimularlos a que sigan pensando sanamente, DHH: hacerlos pensar rectamente). Frente a toda la falsa doctrina, es importante que piensen sanamente y no se dejen engañar por la emoción.
  • Recordar las palabras de las Escrituras. Lo más importante cuando hay herejía y falsa doctrina es volver a las Escrituras, estudiarlas y evaluar la nueva enseñanza a la luz de ellas.

Pedro iguala las palabras de los profetas en el Antiguo Testamento y las palabras de Jesucristo registradas por los apóstoles. El Nuevo Testamento ya estaba en las primeras etapas de la formación. ¿A qué mandamiento de Jesús se refiere? Puede ser el nuevo mandamiento de amarnos unos a otros como Cristo nos ha amado, o todas las enseñanzas de Jesús.

Los escritos de los profetas no eran solo para Israel en ese entonces, también tienen mucho que enseñarnos hoy.  ¿Cuánto has leído, estudiado y meditado sobre estos profetas?

Pedro ha hablado del pasado y los problemas de estos creyentes en el presente; ahora va a hablar sobre el futuro.

Gente burlona en los últimos días

Ante todo, deben saber que en los últimos días vendrá gente burlona que, siguiendo sus malos deseos, se mofará: «¿Qué hubo de esa promesa de su venida? Nuestros padres murieron, y nada ha cambiado desde el principio de la creación». 

Ellos deben prepararse para los últimos días; si ellos ya estuvieran en esos días, ¡imagina nosotros! Hay gente, incluso en las iglesias, que se cansa de escuchar acerca de la pronta venida de Jesús. Ya son sínicos; les parece que nada cambia a pesar de las supuestas “profecías” que Jesús vendrá en tal o cual fecha.

  • Vendrá gente burlona. ¿Has conocido a algunos?
  • Siguen sus malos deseos (y a menudo malinterpretan la Biblia o citan alguna enseñanza que evita hablar de crucificar la carne y permite mucha “libertad” para pecar).
  • Se mofarán, se burlarán de aquellos que creen la Biblia y sus promesas.

Nuestra creencia en el regreso de Jesucristo no es una doctrina opcional; es la base de nuestra esperanza, y una clara promesa del Nuevo Testamento. Tenemos que vivir a la luz de su regreso.

Pero intencionalmente olvidan que desde tiempos antiguos, por la palabra de Dios, existía el cielo y también la tierra, que surgió del agua y mediante el agua. Por la palabra y el agua, el mundo de aquel entonces pereció inundado. Y ahora, por esa misma palabra, el cielo y la tierra están guardados para el fuego, reservados para el día del juicio y de la destrucción de los impíos.

Estas son dos de las cosas que tienen que recordar: el poder de la palabra de Dios en la creación y eventos como el gran diluvio. Esa misma palabra de Dios proclamará la destrucción de la tierra y el cielo. Los falsos maestros tienden a ignorar o cuestionar doctrinas básicas como la creación y el juicio. Pedro dice que lo hacen “intencionalmente.”

Habrá un juicio, en lo que Dios juzgará a estos falsos maestros. El primer juicio fue por agua; el venidero será por fuego.

Ten cuidado con la interpretación de “la destrucción de los impíos.” Siempre tenemos que examinar toda la Biblia y no formar doctrinas de versos aislados. Hay una corriente común hoy que se llama “aniquilacionismo” que dice que el diablo, los demonios y todos aquellos que no han aceptado a Jesús simplemente serán destruidos. Pueden citar este verso 7 para apoyar esa enseñanza, pero hay muchas escrituras que hablan de un castigo eterno para los pecadores.

El recordatorio del poder de Dios en la creación, el juicio del mundo en el gran diluvio y el juicio venidero debe estimular a estos hermanos a pensar sanamente y a tener una reverencia por Dios y por la verdad.

Dios quiere que todos se arrepientan

Pero no olviden, queridos hermanos, que para el Señor un día es como mil años, y mil años como un día. El Señor no tarda en cumplir su promesa, según entienden algunos la tardanza. Más bien, él tiene paciencia con ustedes, porque no quiere que nadie perezca, sino que todos se arrepientan.

En nuestra lucha con la duda y los falsos maestros con respecto al regreso de Cristo, hay tres cosas importantes que recordar:

  • Dios opera fuera de nuestra comprensión del tiempo. Lo que parece ser mucho tiempo para nosotros (como, digamos, mil años), no es nada para el Señor (es como un día).
  • ¿Quiénes somos nosotros para decir que Dios es lento para cumplir su promesa?
  • Dios es simplemente paciente con nosotros.

Aquí hay dos declaraciones muy importantes acerca de la voluntad de Dios. Otra vez, tenemos que formar doctrinas de todas las escrituras, pero aquí dice explícitamente:

  • Negativamente, Dios no quiere que nadie perezca.
  • Positivamente, Él quiere que todos se arrepientan.

Cuando evangelizamos, estamos trabajando juntos con Dios para llevar a todos los posibles al arrepentimiento. Dios nunca quiere enviar a nadie al infierno. La única razón por la que el Padre demora en enviar a Cristo al mundo es para dar la oportunidad a todos los posibles a ser salvos.

El día del Señor

10 Pero el día del Señor vendrá como un ladrón. En aquel día los cielos desaparecerán con un estruendo espantoso, los elementos serán destruidos por el fuego, y la tierra, con todo lo que hay en ella, será quemada.

No estamos hablando solo de una renovación de esta tierra, con un reino establecido en lo que hoy es Israel. Todos los animales, personas y todo lo demás en esta tierra serán quemados. “Los elementos” pueden ser estrellas y cosas celestiales, o cosas como aire, agua, fuego y oxígeno. La destrucción del mundo no será un proceso que dure meses o años, sino que desaparecerá con un estruendo espantoso. Siempre hay gente que piensa en una explosión nuclear o alguna otra explicación para esta destrucción, pero es peligroso adivinar cosas tan importantes. Claro que es alarmante pensar en esta destrucción, pero tenemos la certeza de que nuestro futuro está seguro en las manos de Dios.

Lo que sabemos es que Cristo vendrá como un ladrón, en una  hora inesperada. Cuídate de aquellos que quieren dar una fecha para la venida de Cristo. Como dijo el mismo Jesús: Así mismo deben ustedes estar preparados, porque el Hijo del hombre vendrá cuando menos lo esperen (Lucas 12:40).

Como vivir a la luz de su venida

11 Ya que todo será destruido de esa manera, ¿no deberían vivir ustedes como Dios manda, siguiendo una conducta intachable 12 y esperando ansiosamente la venida del día de Dios? Ese día los cielos serán destruidos por el fuego, y los elementos se derretirán con el calor de las llamas. 13 Pero, según su promesa, esperamos un cielo nuevo y una tierra nueva, en los que habite la justicia. 14 Por eso, queridos hermanos, mientras esperan estos acontecimientos, esfuércense para que Dios los halle sin mancha y sin defecto, y en paz con él. 

No hay que temer, sino:

  • Esperar ansiosamente la venida de ese día. Mantener esta verdad en mente.
  • Esperar un cielo nuevo y una tierra nueva, mucho mejor que el cielo y la tierra actuales.
  • La justicia habitará en esa tierra nueva.
  • DHH dice: hagan lo posible por apresurarla, algo que se perdió en la traducción de la NVI. Las misiones, la evangelización y la preparación del Cuerpo de Jesús todos pueden apresurar su venida.

Entonces, la gran pregunta: ¿Es este evento tan importante al frente y al centro en tus pensamientos? ¿O es solo algo genial en lo que piensas de vez en cuando, mientras estás totalmente involucrado en la vida cotidiana? ¿Estás involucrado en algo por apresurar su llegada?

A la luz de esto, debemos tener temor y reverencia por Dios:

  • Vivir como Dios manda.
  • Seguir una conducta intachable.
  • Esforzarte para que Dios te halle sin mancha y sin defecto.
  • Esforzarte para que estés en paz con Dios.
  • DHH: ¡con cuánta santidad y devoción deben vivir ustedes!

Estas cosas, y no interminables conjeturas sobre los detalles del fin, deben ocupar nuestras mentes y nuestro tiempo. ¿Cómo te va con ellas?

Pablo

15 Tengan presente que la paciencia de nuestro Señor significa salvación, tal como les escribió también nuestro querido hermano Pablo, con la sabiduría que Dios le dio. 16 En todas sus cartas se refiere a estos mismos temas. Hay en ellas algunos puntos difíciles de entender, que los ignorantes e inconstantes tergiversan, como lo hacen también con las demás Escrituras, para su propia perdición.

Esta es una referencia muy interesante a Pablo. Está claro que Pedro respeta a Pablo (aunque no tenían una comunión muy íntima), y reconoce que Dios le ha dado sabiduría. Los dos apóstoles están de acuerdo con estos temas de la venida de Cristo y una vida santificada. Al mismo tiempo, Pedro reconoce que es difícil entender algunas cosas que Pablo escribió, lo que ha permitido que algunos de estos falsos maestros lo perviertan.

Una nota importante (e impresionante tan temprano en la historia de la iglesia): Pedro habla de las cartas de Pablo y “las demás Escrituras”, dándole a esas cartas el mismo estatus del Antiguo Testamento.

Últimos consejos

17 Así que ustedes, queridos hermanos, puesto que ya saben esto de antemano, manténganse alerta, no sea que, arrastrados por el error de esos libertinos, pierdan la estabilidad y caigan. 18 Más bien, crezcan en la gracia y en el conocimiento de nuestro Señor y Salvador Jesucristo. ¡A él sea la gloria ahora y para siempre! Amén.

Estos hermanos tienen una responsabilidad, ya que no pueden reclamar ignorancia, sino que han recibido esta enseñanza. Hay varias cosas que ellos (y nosotros) tenemos que hacer:

  • Mantenerse alerta.
  • Si no están alertas, pueden ser arrastrados por el error de los “libertinos”
  • Si eso sucede, pueden perder estabilidad y caerse.
  • En el lado positivo, tienen que crecer en la gracia y en el conocimiento de Jesús.

Los falsos maestros y su destrucción; 2 Pedro 2

Las divisiones de los capítulos se agregaron a la Biblia más tarde, y a veces interrumpen el flujo del pensamiento del autor. En el griego, el versículo 1 de este capítulo empieza con “pero.” Esa palabra siempre es importante; lástima que la NVI la eliminara de su traducción. El propósito del “pero” es claro: Pedro termina el capítulo 1 con una fuerte afirmación de la inspiración e importancia de la profecía, pero él está muy preocupado por la proliferación de la herejía, la falsa doctrina y los falsos profetas. Tomó en serio la palabra de Jesús: Porque surgirán falsos Cristos y falsos profetas que harán señales y milagros para engañar, de ser posible, aun a los elegidos. Así que tengan cuidado; los he prevenido de todo (Marcos 13:22 y 23).

Profecía y falsa doctrina en la iglesia de hoy

Hoy existe una falta de conocimiento de la doctrina sólida y bíblica, y también de la historia de la iglesia y las herejías a lo largo de los años.  Esa carencia nos hace vulnerables a las falsas doctrinas. Algunas personas creen que la doctrina y la teología, y su estudio, no son importantes, pero para Dios hay verdad y hay mentiras. Satanás es el padre de la mentira y el engañador; hoy más que nunca, él sabe que su tiempo es corto, y está engañando mucho a la iglesia.

La práctica de la profecía en la iglesia de hoy es polémica. Pablo habla de su importancia en 1 Corintios 14, y nos advierte en 1 Tesalonicenses 5:20: no desprecien las profecías. Pero la situación actual es la misma que la del apóstol Pedro: Hay muchos falsos profetas, y debemos tener mucho cuidado y discernimiento. Posiblemente, como en el Antiguo Testamento, hay más falsos profetas que verdaderos, pero no rechazamos el mensaje de Dios a causa de ellos.

Características de los falsos profetas

1En el pueblo judío hubo falsos profetas, y también entre ustedes habrá falsos maestros que encubiertamente introducirán herejías destructivas, al extremo de negar al mismo Señor que los rescató. Esto les traerá una pronta destrucción. Muchos los seguirán en sus prácticas vergonzosas, y por causa de ellos se difamará el camino de la verdad. Llevados por la avaricia, estos maestros los explotarán a ustedes con palabras engañosas. Desde hace mucho tiempo su condenación está preparada y su destrucción los acecha.

¿Sabes cómo identificar y responder a falsos profetas y maestros? Muchos en el pueblo judío los aceptaron (porque los falsos profetas dijeron lo que querían escuchar) y persiguieron a los verdaderos profetas de Dios (porque a menudo tenían una palabra difícil). Aquí averiguamos algunas características de los falsos maestros:

  • Encubiertamente introducen herejías destructivas.
    • La herejía siempre es destructiva: Destruye la fe de los creyentes, la pureza de la enseñanza bíblica y la obra del evangelio.
    • Dice que “introducen” las herejías, es decir, son enseñanzas nuevas, que no se conocían antes.
    • No se presentan como enviados por el diablo; vienen encubiertos, lobos vestidos como ovejas. Parecen estar ungidos por Dios; saben todas las palabras correctas.
  • Fueron rescatados por el Señor; tenían algún conocimiento del evangelio.
  • Pueden llegar al extremo de negar a Jesús.
  • Muchos los seguirán en sus prácticas vergonzosas. Prepárate para ver sus herejías aceptadas en los medios de comunicación, y para ser presionado por los “muchos” a seguir la misma herejía. No son solo doctrinas falsas sino también prácticas. Solo podemos imaginar lo que serían, pero son vergonzosas; lo más común sería la inmoralidad sexual.
  • A causa de ellos, se difamará el camino de la verdad.
  • Se centran en el dinero; son llevados por la avaricia y usan palabras engañosas para explotar a los creyentes y robarlos. La NTV dice: inventarán mentiras ingeniosas para apoderarse del dinero de ustedes.

Pedro habla de la “pronta destrucción” que los acecha, con una condenación preparada, lo que nos introduce a los siguientes versículos. Como muchas cosas “prontas” en la vida cristiana, nos puede parecer que no es suficiente pronto; la demora de su juicio nos puede consternar.

Tres ejemplos de la certeza del juicio

Pedro ahora nos da tres ejemplos del pasado que apoyan su afirmación de que seguramente Dios juzgará a estos falsos maestros; nadie está exento del justo juicio de Dios.

  • Los ángeles: Dios no perdonó a los ángeles cuando pecaron, sino que los arrojó al abismo, metiéndolos en tenebrosas cavernas y reservándolos para el juicio. Ellos son Satanás y la tercera parte de los ángeles que se rebelaron con el diablo. En ese caso no hay oportunidad para el arrepentimiento o el perdón. Pedro incluye unas cosas curiosas:
    • Dios arrojó a esos ángeles al abismo.
    • Los metió en tenebrosas cavernas.
    • Los reservó para el juicio.

Eso nos presenta algunas preguntas:

  • Si esos demonios están metidos en cavernas, ¿cómo pueden atacarnos ahora? La Biblia no lo explica, pero parece que hay algunos encarcelados y otros libres para oprimirnos.
  • ¿Qué les pasará en el juicio? Todos esos ángeles (incluido Satanás) serán condenados al infierno eternamente.

 

  • El mundo antiguo ante del diluvioTampoco perdonó al mundo antiguo cuando mandó un diluvio sobre los impíos, aunque protegió a ocho personas, incluyendo a Noé, predicador de la justicia.Nadie más en esa época buscó a Dios para que se arrepintiera y pidiera perdón, y parece que solo fue la justicia de Noé que le permitió a su familia sobrevivir. Esta es la única vez en las Escrituras cuando se llama a Noé “predicador de la justicia.” Así como Noé resistió la presión de los impíos y fielmente predicó la justicia de Dios, estos creyentes sufrientes pueden resistir a los falsos maestros y perseverar en la persecución. Dios también nos protegerá.

 

  • Sodoma y Gomorra: Además, condenó a las ciudades de Sodoma y Gomorra, y las redujo a cenizas, poniéndolas como escarmiento para los impíos.El primer ejemplo es de seres celestiales, el segundo de la destrucción del mundo entero, y este es de un juicio enfocado en dos ciudades conocidas por su perversidad. No hay duda de que Dios castiga y juzga a los impíos.

Dios libra al justo

Pedro da una perspectiva muy positiva sobre Lot, a diferencia de la historia en Génesis 18 y 19, donde parece que es más la intercesión de Abraham que la justicia de Lot que lo salvó: Por otra parte, libró al justo Lot, que se hallaba abrumado por la vida desenfrenada de esos perversos, pues este justo, que convivía con ellos y amaba el bien, día tras día sentía que se le despedazaba el alma por las obras inicuas que veía y oía.

  • Lot fue abrumado por el pecado que lo rodeaba.
  • Los habitantes de esas ciudades eran perversos, viviendo una vida desenfrenada.
  • A pesar del pecado, Lot convivía con ellos y amaba el bien.
  • Lot veía y oía sus obras inicuas.
  • Día tras día sentía que se le despedazaba el alma.

Lot no era perfecto, pero Dios aún lo rescató, por lo que estos lectores pueden confiar en que Dios los rescatará.

Todo esto demuestra que el Señor sabe librar de la prueba a los que viven como Dios quiere, y reservar a los impíos para castigarlos en el día del juicio. 10 Esto les espera sobre todo a los que siguen los corrompidos deseos de la naturaleza humana y desprecian la autoridad del Señor.

El pecado es pecado, pero hay algunos pecados más graves para el Señor. Aquí Pedro menciona dos:

  • Seguir los corrompidos deseos de la naturaleza humana. En este caso es aún peor, porque están corrompiendo a la iglesia. Pablo dijo (1 Corintios 3:17) que Dios destruirá a la persona que destruye su templo (la iglesia).
  • Despreciar la autoridad del Señor. A diferencia de la sumisión que Pedro presentó como fundamento de toda la vida cristiana en su primera carta, ellos son rebeldes.

Hay claramente dos grupos, y los ejemplos que Pedro dio del Antiguo Testamento confirman cómo Dios actúa:

  • Los impíos, que serán castigados el día del juicio.
  • Los que viven como Dios quiere. El Señor sabe liberarlos de la prueba. Serían buenas noticias para estos creyentes que han sufrido durante años bajo la persecución de Nerón y ahora por el engaño de los falsos maestros, pero fácilmente pueden pensar: ¿hasta cuándo?

La Biblia menciona otros pecados muy serios, como hacer un pequeño tropezar (Mateo 18:6). En su descripción del pecado en Romanos 1, Pablo parece presentar el pecado sexual, y especialmente la homosexualidad, como la expresión más perversa de nuestra naturaleza caída y rebelde.

La perversidad de los falsos maestros

Aquí Pedro empieza una serie de denuncias contra los falsos maestros, usando una variedad de imágenes para comunicar su perversidad.

10¡Atrevidos y arrogantes que son!

Soberbios y completamente carentes de la humildad. Orgullosos, tercos y obstinados. Vigila por la arrogancia en los líderes de la iglesia; es una tentación fuerte, pero completamente contraria a la humildad que Cristo exige de sus siervos. La persona terca puede decir que actúa así porque no puede comprometer la verdad, pero a menudo es una manifestación de su orgullo. Casi siempre carecen de una sumisión a la autoridad de Dios, la Biblia u otros.

No tienen reparo en insultar a los seres celestiales, 11 mientras que los ángeles, a pesar de superarlos en fuerza y en poder, no pronuncian contra tales seres ninguna acusación insultante en la presencia del Señor. 

Parece que parte de su error fue insultar a los ángeles (posiblemente los ángeles caídos), algo que Pedro ve como abominable. Ni siquiera los ángeles de Dios tienen esa audacia. Hay que tener cuidado de cómo hablamos de los demonios y el diablo; hacer una acusación insultante en la presencia del Señor es muy serio.

12 Pero aquellos blasfeman (hablan mal, se burlan) en asuntos que no entienden.

¿Incluso la blasfemia contra el Espíritu Santo, el pecado imperdonable? Probablemente no. Lo que yo he observado mucho es que los predicadores o maestros hablan mal y se burlan de las prácticas de otras iglesias, o de doctrinas polémicas: el rapto, el milenio y los dones espirituales (como hablar en lenguas). Si hay alguien en error, es nuestro deber informar a la iglesia acerca de ellos, pero siempre con humildad y nunca burlándose de otros ministros.

Como animales irracionales, se guían únicamente por el instinto, pues nacieron para ser atrapados y degollados. Lo mismo que esos animales, perecerán también en su corrupción 13 y recibirán el justo pago por sus injusticias.

Cosechamos lo que sembramos. Lo que se siembra se recoge. Pedro los denigra, equiparándolos con animales. No es para despreciar a los animales (son creados por Dios), pero un animal no razona, sino que vive por sus instintos. Parece que muchos animales viven para morir y proveer alimento para nosotros.

Su concepto de placer es entregarse a las pasiones desenfrenadas en pleno día. Son manchas y suciedad, que gozan de sus placeres mientras los acompañan a ustedes en sus comidas. 

Tal como Sodoma y Gomorra, tienen vidas desenfrenadas, dominadas por sus pasiones. Tienen la audacia de satisfacer esas pasiones en pleno día. El placer es su dios, pero también participan en las comidas (incluso la Santa Cena) de la iglesia.

En cada una de estas fallas, su falsedad será obvia para la persona que analiza y observa cuidadosamente. ¡No te dejes engañar por las apariencias y muchas promesas!

14 Tienen los ojos llenos de adulterio y son insaciables en el pecar; seducen a las personas inconstantes; son expertos en la avaricia, ¡hijos de maldición! 

Donde hay falsos maestros, falsos profetas y falsas doctrinas, casi siempre hay pecado sexual:

  • Tienen los ojos llenos de adulterio (DHH: No pueden ver a una mujer sin desearla)
  • Son insaciables en el pecar
  • Seducen a gente inconstante e inestable
  • Son expertos en la avaricia
  • Son hijos de maldición

15 Han abandonado el camino recto, y se han extraviado para seguir la senda de Balán, hijo de Bosor, a quien le encantaba el salario de la injusticia. 16 Pero fue reprendido por su maldad: su burra —una muda bestia de carga— habló con voz humana y refrenó la locura del profeta.

Aquí Pedro los compara con el infame profeta Balán (lee su historia en Números 22-24). Al principio Balán dijo que no pudo maldecir a Israel; pudo decir solo la palabra que Dios le da. Pero entonces el rey Balac le pagó, y Balán maldijo a Israel. Para siempre es un ejemplo de alguien que ha pervertido el servicio al Señor.

Con el enfoque en Balán, puedes pasar por alto  algo importante aquí: Estos falsos maestros y profetas empezaron en el camino recto, pero lo abandonaron. Lo más probable es que fueron las riquezas y los placeres de la carne que los sedujeron.

17 Estos individuos son fuentes sin agua, niebla empujada por la tormenta, para quienes está reservada la más densa oscuridad. 

  • Fuentes sin agua. Todo es por apariencias. Prometen algo refrescante y su palabra suena bien, pero todo está vacío. Nunca cumplen lo que prometen.
  • Niebla empujada por la tormenta. Neblina que puede verse pero que no produce lluvia; de hecho hace que viajar sea peligroso. Son inestables y poco fiables.
  • La más densa oscuridad está reservada para ellos. Como una neblina densa; recibirán una condenación fuerte.

18 Pronunciando discursos arrogantes y sin sentido, seducen con los instintos naturales desenfrenados a quienes apenas comienzan a apartarse de los que viven en el error. 

  • Pronuncian discursos arrogantes y sin sentido. (NTV: Se jactan de sí mismos con alardes tontos y sin sentido.) Poca Palabra de Dios y mucho sobre sí mismo. Al final del culto, lo que al principio pareció impresionante te deja a pensar “¿Qué es exactamente lo que quería decir y qué tiene que ver con mi vida en Cristo?”
  • Seducen con instintos naturales desenfrenados. (NTV: Saben cómo apelar a los deseos sexuales pervertidos.)
  • Su blanco es quienes apenas están empezando en la vida cristiana.

19 Les prometen libertad, cuando ellos mismos son esclavos de la corrupción, ya que cada uno es esclavo de aquello que lo ha dominado. 

¿Eres un esclavo? Aquí Pedro repite lo que Jesús dijo (Les aseguro que todos los que pecan son esclavos del pecado, Juan 8:34) y Pablo dijo (¿Acaso no saben ustedes que, cuando se entregan a alguien para obedecerlo, son esclavos de aquel a quien obedecen? Claro que lo son, ya sea del pecado que lleva a la muerte, o de la obediencia que lleva a la justicia, Romanos 6:16). Tú eres esclavo de lo que te ha dominado. ¿Qué te domina?

Muchos creen que el cristiano carece de libertad, y te prometen libertad de vivir como quieras. Pero en realidad ellos son esclavos de la corrupción. Eres un esclavo de lo que te controla.

Mejor que nunca conocieron al Señor

20 Si, habiendo escapado de la contaminación del mundo por haber conocido a nuestro Señor y Salvador Jesucristo, vuelven a enredarse en ella y son vencidos, terminan en peores condiciones que al principio. 21 Más les hubiera valido no conocer el camino de la justicia que abandonarlo después de haber conocido el santo mandamiento que se les dio. 22 En su caso ha sucedido lo que acertadamente afirman estos proverbios: «El perro vuelve a su vómito», y «la puerca lavada, a revolcarse en el lodo».

Aquí lo vemos claramente: Ellos conocían a Jesús. Conocían el camino de la justicia. Sabían la Palabra de Dios. Habían escapado de la contaminación del mundo, pero son seducidos por los placeres del mundo. A menudo empieza con algo pequeño, pero fácilmente se enreda en la contaminación del mundo. Toman la decisión de abandonar al Señor y lo que conocían. En este caso, parecen permanecer en la iglesia, posiblemente con un ministerio muy visible, conocidos como profetas. Pero son derrotados por el enemigo y su propio pecado. Son algunos de los ministros más efectivos del diablo.

Pedro hace una declaración alarmante: Es mejor nunca conocer a Cristo y el camino de la justicia, que conocerlo y abandonarlo. Quizás conoces a algunos creyentes descarriados que confirman eso. Hebreos 6:4-8 dice algo similar:

Es imposible que renueven su arrepentimiento aquellos que han sido una vez iluminados, que han saboreado el don celestial, que han tenido parte en el Espíritu Santo y que han experimentado la buena palabra de Dios y los poderes del mundo venidero, y después de todo esto se han apartado. Es imposible, porque así vuelven a crucificar, para su propio mal, al Hijo de Dios, y lo exponen a la vergüenza pública.

Cuando la tierra bebe la lluvia que con frecuencia cae sobre ella, y produce una buena cosecha para los que la cultivan, recibe bendición de Dios. En cambio, cuando produce espinos y cardos, no vale nada; está a punto de ser maldecida, y acabará por ser quemada.

La amenaza de los falsos profetas y maestros en la iglesia es más real que nunca.

De vuelta a casa; Lucas 4:14-30

Espero que tú ya veas la importancia del trabajo en el reino de Dios y tengas un gran deseo de participar en el cumplimiento de la Gran Comisión. Si todavía no tienes tu primer discípulo, ese sería el siguiente paso. ¡Es una maravilla que el Dios Todopoderoso usara a nosotros para una tarea tan importante! Debe ser una fuente de gran gozo tener esa influencia en la vida de otro creyente. Sin embargo, todavía estamos en este mundo. La mayoría tiene que trabajar para sobrevivir. Tenemos familias y responsabilidades con ellas, y estamos sujetos a enfermedades y envejecimiento. Si Cristo no viene, todos vamos a morir. Terminamos este libro caminando con Jesús de vuelta a su pueblo natal, y luego al final de su vida en el camino agonizante a la cruz.

Todos lo admiraban

14 Jesús regresó a Galilea en el poder del Espíritu, y se extendió su fama por toda aquella región. 15 Enseñaba en las sinagogas, y todos lo admiraban.

El initio de su ministerio fue un éxito total; de la noche a la mañana fue famoso. Las noticias acerca de Él corrieron rápidamente por toda la región, y todo fue positivo; todos lo elogiaron. Estamos un poco después de su bautismo y las tentaciones en el desierto. No sabemos exactamente cuánto tiempo pasó antes de que regresara a Galilea, o si tuvo tiempo de ministrar en Judea (algunos creen que esto sucedió un año después de su bautismo), pero regresó lleno del poder del Espíritu que descendió sobre Él en su bautismo, y fue directamente a las sinagogas. Es lógico ir a la congregación de creyentes que ya tienen conocimiento de la Palabra y deben estar más abiertos a su enseñanza; más tarde, cuando hubo más oposición, casi no fue a las sinagogas a enseñar. Años después, Pablo siguió el ejemplo de su Maestro, siempre empezando en la sinagoga.

No solo trajo una enseñanza con autoridad, ya hizo milagros en Capernaúm. Sabiamente, no fue inmediatamente a Nazaret; dejó que la noticia llegara a ese pueblito para crear una anticipación de su regreso.

16 Fue a Nazaret, donde se había criado, y un sábado entró en la sinagoga, como era su costumbre.

Sabemos muy poco sobre su vida cotidiana antes de su bautismo, pero aquí aprendemos que era su costumbre ir siempre a la sinagoga los sábados (¡por supuesto!). Probablemente no estaba sentado al frente, sino en los bancos con su familia y los demás fieles. Como cortesía a este hijo que había regresado a casa, se le otorgaron el honor de leer de la Biblia.

Una profecía de Isaías 61 cumplida

Se levantó para hacer la lectura, 17 y le entregaron el libro del profeta Isaías. Al desenrollarlo, encontró el lugar donde está escrito:

18 «El Espíritu del Señor está sobre mí,
por cuanto me ha ungido
para anunciar buenas nuevas a los pobres.
Me ha enviado a proclamar libertad a los cautivos
y dar vista a los ciegos,
a poner en libertad a los oprimidos,
19     a pregonar el año del favor del Señor».

20 Luego enrolló el libro, se lo devolvió al ayudante y se sentó. Todos los que estaban en la sinagoga lo miraban detenidamente, 21 y él comenzó a hablarles: «Hoy se cumple esta Escritura en presencia de ustedes».

¡Este mensaje es muy corto! ¡A veces eso es mejor! Deja que la Palabra hable por sí misma. En estos pocos versículos (Isaías 61:1 y 2) Jesús afirma que el Espíritu Santo está sobre Él y que fue ungido para algunos propósitos  muy impresionantes:

  • Anunciar buenas nuevas a los pobres (pueden ser humildes, pobres en espíritu o pobres económicamente).
  • Proclamar la libertad a los cautivos (ya sea aquellos atados en pecado o por un demonio, o aquellos privados de libertad).
  • Dar vista a los ciegos (restaurando milagrosamente la visión, o abriendo los ojos de los ciegos espiritualmente).
  • Liberar a los oprimidos (ya sea oprimidos por un gobierno, como el Imperio Romano en ese caso, oprimidos por las circunstancias de la vida u oprimidos por el diablo).
  • Pregonar el año del favor del Señor (¡Dios los ama y tiene buenas noticias para ellos! ¡Están viviendo un momento muy especial!).

Ya vemos que su ministerio se centra en la gente necesitada, sufriente, que no tiene otro remedio. Este no es un ministerio para personas ricas y satisfechas, que no son conscientes de un vacío en sus vidas. No es el tipo de mensaje que siempre se daba en la sinagoga a la gente religiosa; está dirigido más a la gente en la calle, pero Jesús espera que aquellos en la sinagoga apoyen este importante ministerio. La triste realidad es que a menudo la gente religiosa no quiere tener nada que ver con ese tipo de personas.

Hay varias vocaciones y, por supuesto, Dios envía algunos a gente rica y religiosa. Tal como Jesús fue primero a la sinagoga, empezamos en la iglesia, pero es posible que algunos de nosotros sigamos esta misma línea de Jesús. Quizás la mayor aceptación no estará en la iglesia, sino con la gente despreciada por el mundo. Hay muchos que están sufriendo que necesitan escuchar que este es un año del favor de Dios. Dios es por ti, no contra ti.

22 Todos dieron su aprobación, impresionados por las hermosas palabras que salían de su boca. «¿No es este el hijo de José?», se preguntaban.

Les sorprende que el “hijo de José,” el carpintero, pueda hablar con tanta elocuencia. Muchas personas reconocen a un buen predicador y disfrutan de un mensaje alentador. Pueden hablar sobre sus “hermosas palabras” y dar su aprobación, cuando se trata de un ejercicio de palabras y no está dirigido a revelar su pecado y su necesidad.

23 Jesús continuó: «Seguramente ustedes me van a citar el proverbio: “¡Médico, cúrate a ti mismo! Haz aquí en tu tierra lo que hemos oído que hiciste en Capernaúm”. 24 Pues bien, les aseguro que a ningún profeta lo aceptan en su propia tierra. 

No querían aceptar quién era o la palabra que traía. Querían ver los milagros que hizo en Capernaúm, pero Jesús no se sintió obligado a seguir los proverbios y complacer a la gente. Él dice algo muy sabio y verdadero: El campo más difícil para un pastor, profeta o cualquier ministro es su propia casa y tierra. Claro que alguien del lugar conoce el idioma y la cultura y tiene algunas ventajas en la evangelización de gente que no conoce a Cristo. Casi siempre es más económico, pero a veces es mejor enviar un misionero que no sea de ese país.

Cuando hacemos discípulos, tenemos que ayudarlos con los retos de mantener su testimonio en su propio hogar y familia. Volver a casa no es fácil; puede ser mejor aprender a ministrar en otro lugar. Jesús nos muestra que tenemos que mantener el mensaje y la unción que recibimos, y no volver a ser el “carpintero” y “el hijo de José.”

25 No cabe duda de que en tiempos de Elías, cuando el cielo se cerró por tres años y medio, de manera que hubo una gran hambre en toda la tierra, muchas viudas vivían en Israel.26 Sin embargo, Elías no fue enviado a ninguna de ellas, sino a una viuda de Sarepta, en los alrededores de Sidón.27 Así mismo, había en Israel muchos enfermos de lepra en tiempos del profeta Eliseo, pero ninguno de ellos fue sanado, sino Naamán el sirio».

¿Por qué Jesús hizo enojar a la gente a propósito? Seguramente Él conoce sus prejuicios contra los gentiles. Esta no es la forma de ganar personas la primera vez que les predicas, pero eso nunca le importó a Jesús.

28 Al oír esto, todos los que estaban en la sinagoga se enfurecieron. 29 Se levantaron, lo expulsaron del pueblo y lo llevaron hasta la cumbre de la colina sobre la que estaba construido el pueblo, para tirarlo por el precipicio. 30 Pero él pasó por en medio de ellos y se fue.

La gente por naturaleza es voluble e inconstante. Si tú siempre quieres ser popular, vas a comprometer el mensaje y perderás la unción. Si tú predicas para recibir elogios de la congregación y no los enfrentas con su pecado y sus prejuicios, vas a perder la bendición de Dios en tu ministerio. En una iglesia, de un domingo a otro a los ojos de la gente tú puedes cambiar de ser el mejor pastor a ser un falso profeta. Eso sucedió con muchos pastores que recibieron el bautismo del Espíritu Santo y empezaron a predicar Pentecostés.

Aquí es como si el mismo diablo hubiera entrado en ellos, y querían matarlo. No era solo un grupo pequeño o algunos líderes; todos se enfurecieron. Solo por un milagro de Dios, Jesús pasó en medio de ellos y se fue. No lo dice, pero imagino que fue un buen rato antes de que volviera a Nazaret. Es duro, pero a veces tenemos que aceptar que nunca vamos a tener esa aceptación en la iglesia donde conocimos a Cristo, con nuestras familias o con gente que nos conoce desde la infancia.

Otra visita a Nazaret en Mateo 13

Parece que no fue la última vez que Jesús ministró en la sinagoga de Nazaret. Cronológicamente es difícil ubicar lo que sucede en Mateo 13:53-58, pero parece que fue un buen rato después de esa primera visita registrada en Lucas.

53 Cuando Jesús terminó de contar estas parábolas, se fue de allí. 54 Al llegar a su tierra, comenzó a enseñar a la gente en la sinagoga.

Jesús vuelve a la sinagoga para enseñar, y la gente aún no puede aceptar que tiene una unción muy especial.

—¿De dónde sacó este tal sabiduría y tales poderes milagrosos? —decían maravillados—. 55 ¿No es acaso el hijo del carpintero? ¿No se llama su madre María; y no son sus hermanos Jacobo, José, Simón y Judas? 56 ¿No están con nosotros todas sus hermanas? ¿Así que de dónde sacó todas estas cosas? 57 Y se escandalizaban a causa de él. (NTV: Se sentían profundamente ofendidos y se negaron a creer en él.)

Aquí lo vemos aún más claro: Los vecinos de Jesús en Nazaret no esperaban que Él fuera un gran siervo de Dios. Dicen: “¿De dónde sacó tal sabiduría?” Parece que Él no empezó a enseñar en su adolescencia, por lo que ya habría tenido la reputación de hablar con mucha sabiduría. Hay historias extrabíblicas (casi todos los eruditos creen no son auténticas) de Jesús sanando a animalitos cuando era niño y haciendo otros milagros en su casa. Pero sus paisanos dicen: ¿De dónde sacó tales poderes milagrosos? ¡Estaban maravillados de que pudiera hablar bien y hacer milagros! Para ellos, Jesús era solo el hermano mayor de varios hermanos. Aquí nombra a cuatro hijos que María tuvo con José; Jacobo (Santiago) era un líder de la iglesia primitiva en Jerusalén quien escribió el libro de Santiago, y Judas escribió la última epístola del Nuevo Testamento. No sabemos nada más sobre José y Simón.

Pero Jesús les dijo: —En todas partes se honra a un profeta, menos en su tierra y en su propia casa.

Aquí Jesús repite lo que Lucas registró, añadiendo “su propia casa.” El rechazo de su pueblo natal y la incredulidad de su familia impactaron mucho a Jesús. Como hombre, igual a todos nosotros, la aprobación de la familia y la comunidad le era importante. Los cuatro evangelios incluyen una referencia a la falta de honor para un profeta en su tierra:

Él mismo había declarado que un profeta no recibe honra en su propio pueblo (Juan 4:44).

“En todas partes se honra a un profeta, menos en su tierra, entre sus familiares y en su propia casa.” En efecto, no pudo hacer allí ningún milagro, excepto sanar a unos pocos enfermos al imponerles las manos. Y él se quedó asombrado por la incredulidad de ellos (Marcos 6:4-6).

¿Puede la incredulidad de la gente realmente despojar al Hijo de Dios de poder para hacer milagros? Claro que Dios es todopoderoso, pero hay muchas Escrituras que enseñan que Dios responde a nuestra fe, y que esa fe es necesaria para recibir un milagro.

58 Y por la incredulidad de ellos, no hizo allí muchos milagros.

Es la experiencia de muchos ministros: Pueden ir a otro país y tener un ministerio impresionante de milagros y prodigios, pero vuelven a casa y parecen perder la unción. Incluso Jesús no pudo hacer muchos milagros en Nazaret debido a la incredulidad de la gente. Sí, Dios es soberano, pero la fe de la congregación es muy importante. Donde hay mucha fe y expectativa, habrá muchos milagros. Si no esperan ningún milagro o no creen en ellos, no habrá milagros. Por lo tanto, cuando Jesús envió a los 12 y a los 70, si no los recibieron, Jesús los indicó que sacudieran el polvo de sus pies y abandonaran el lugar.

Cuando hacemos discípulos, tenemos que prepararlos para esta realidad. Si fuera así para Jesús, seguramente será igual para nosotros. Puede que tenga que ir a otro país u otro lugar donde haya más fe y expectativas de recibir de Dios.

Su familia cree que se había vuelto loco: Marcos 3

Tal vez puedas entender la reacción de sus vecinos en Nazaret, pero María tuvo una visita angélica anunciando el nacimiento del Mesías. Pasaron unos 30 años juntos en la casa. Seguramente hablaron acerca de la misión de Jesús, y ella tuvo que observar algo muy especial en este hijo al que dio a luz mientras aún era virgen. Pero ellos tampoco lo honraron. Jesús estaba atrayendo multitudes y estaba tan ocupado en el ministerio que ni siquiera tuvo tiempo para comer. Eso es demasiado para una madre judía:

21 Cuando los familiares de Jesús supieron lo que hacía, fueron para llevárselo, porque decían que se había vuelto loco. (TLA)

Esta era una misión familiar: Tienen que rescatar a Jesús. Literalmente, ellos dijeron: “Está fuera de sí.”

31-32 Mientras tanto, la madre y los hermanos de Jesús llegaron a la casa donde él estaba, pero prefirieron quedarse afuera y mandarlo a llamar. La gente que estaba sentada alrededor de Jesús le dijo:

—Tu madre, tus hermanos y tus hermanas están allá afuera, y quieren hablar contigo. (TLA)

Ni siquiera quieren entrar en la bulla de esa casa. María y todos los hermanos y hermanas de Jesús están afuera y llaman la atención de la multitud. Todos tienen la expectativa de que Jesús va a dejar todo para recibir a su familia, pero otra vez están equivocados.

33 Pero Jesús les preguntó: —¿Quiénes son en verdad mi madre y mis hermanos? 34 Luego, miró a todos los que estaban sentados a su alrededor y dijo: —¡Éstos son mi madre y mis hermanos! 35 Porque, en verdad, cualquiera que obedece a Dios es mi hermano, mi hermana y mi madre. (TLA)

Cuando entramos al 100% en la obra del Señor, incluso nuestro compromiso con la familia cambia. Jesús no va a permitir que su familia lo distraiga de la tarea sumamente importante de anunciar el reino. Cuando aceptamos a Jesús, ya tenemos una nueva familia. Claro que mantenemos la relación con la familia carnal; Jesús en la cruz confió el cuidado de su madre al apóstol Juan (Juan 19:25-27), pero ahora nuestros verdaderos familiares son aquellos que hacen la voluntad de Dios.

Tu familia, ¿entiende tu compromiso de servir a Dios? Pueden ser muy sinceros, ¿pero les preocupa que te hayas convertido en un fanático? ¿Intentan persuadirte a hacer menos por el reino? Seguramente hay un equilibrio saludable; ¿dedicas suficiente tiempo a tu familia? ¿Cómo está tu relación con otros que obedecen a Dios?

Incluso tu discípulo principal puede ser el instrumento del diablo: Mateo 16

Jesús acaba de anunciar su muerte y Pedro, el líder de los discípulos, tiene una reacción muy fuerte:

22 Pedro lo llevó aparte y comenzó a reprenderlo: —¡De ninguna manera, Señor! ¡Esto no te sucederá jamás!

23 Jesús se volvió y le dijo a Pedro: —¡Aléjate de mí, Satanás! Quieres hacerme tropezar; no piensas en las cosas de Dios, sino en las de los hombres.

Cuando Dios nos llama a una misión, para seguir el plan del Maestro o hacer algo que exige mucha fe, incluso alguien a quien hemos discipulado puede ser usado por Satanás. Es más fuerte porque proviene de alguien que amas y conoces muy bien, pero hay una respuesta muy clara que Jesús nos muestra aquí:

  • Parar inmediatamente lo que esa persona quiere decir. Jesús no dio ninguna posibilidad de seguir el consejo o el plan de Pedro.
  • Reconocer el origen de la tentación. Jesús no reprende a Pedro, sino al diablo. En ese momento tenemos que fuertemente renunciar a Satanás.
  • Vigilar por esas cosas (a veces de la gente más cercana a ti) que te harían tropezar. Aunque Pedro lo dice de amor y lealtad, Jesús sabe que lo haría tropezar.
  • Evaluar si la persona está pensando en las cosas de Dios, o las cosas de los hombres. ¿Está en contra de la Biblia? ¿Es egoísta, promoviendo un camino más fácil? ¿Resulta en gloria y honra para Dios y la expansión de su reino?

Trabaja hasta que cumplas tu propósito: Lucas 13:31-32

En ese tiempo, algunos fariseos le dijeron: —¡Sal de aquí si quieres vivir! ¡Herodes Antipas quiere matarte!

Jesús respondió: —Vayan y díganle a ese zorro que seguiré expulsando demonios y sanando a la gente hoy y mañana; y al tercer día cumpliré mi propósito (NTV).

Suena similar a lo que Pedro dijo, pero aquí proviene de los fariseos. Claramente están pensando en las cosas de los hombres, como preservando la vida, y  provocando miedo. Al igual que la situación con su familia y lo que dijo Pedro, detienen la obra de Dios y desvían a Jesús de su propósito. Cuando estamos en la voluntad de Dios y tenemos una meta clara, un llamado, una misión y un propósito para la vida, no podemos permitir que nada ni nadie nos distraiga.

Qué bueno sería morir sabiendo que has cumplido tu propósito. Qué bueno saber que tú has hecho tu parte para hacer discípulos y cumplir la Gran Comisión. ¿Sabes cuál es tu propósito? ¿Sigues haciendo la voluntad de Dios a pesar del peligro y la oposición? ¿De dónde viene la oposición más fuerte en la actualidad?

Cuatro viñedos; Mateo 20:1-16; 21:28-46

A Dios le gusta la viña. Las palabras “viñedo” y “viña” aparecen 135 veces en la Nueva Versión Internacional. Sería interesante estudiar todo lo que la Biblia dice al respecto. Aquí Jesús usa una viña en cuatro parábolas para describir el reino de Dios. Como vimos en el último capítulo, el trabajo es importante en el reino, y es un tema que las cuatro viñas tienen en común. Dios siempre es el dueño, y nosotros los obreros, trabajando para cumplir la Gran Comisión y acelerar el regreso de Jesucristo.

Conseguir obreros para su viñedo

1»Así mismo el reino de los cielos se parece a un propietario que salió de madrugada a contratar obreros para su viñedo.

Jesús dijo que la mies es mucha, más los obreros pocos (Mateo 9:37). Aquí Dios no tiene obreros a tiempo completo. El Señor del universo tiene que levantarse temprano para buscar obreros contratados en la plaza cada día. Muchos hoy conocen muy bien esa experiencia; ya sea al costado de una carretera, en una gasolinera o en una ferretería, muchos dependen de alguien como este propietario para vivir.

¿No te parece que Dios tendría una abundancia de obreros que quisieran trabajar en su viñedo, que estarían entusiasmados de  cumplir la Gran Comisión? ¿No sería Dios el mejor propietario?

Acordó darles la paga de un día de trabajo y los envió a su viñedo. 

El primer grupo es el único que sabe de antemano cuál sería su paga. Parece ser la paga habitual por un día de trabajo.

Cerca de las nueve de la mañana, salió y vio a otros que estaban desocupados en la plaza.Les dijo: “Vayan también ustedes a trabajar en mi viñedo, y les pagaré lo que sea justo”. Así que fueron. Salió de nuevo a eso del mediodía y a la media tarde, e hizo lo mismo. Alrededor de las cinco de la tarde, salió y encontró a otros más que estaban sin trabajo. Les preguntó: “¿Por qué han estado aquí desocupados todo el día?” “Porque nadie nos ha contratado”, contestaron. Él les dijo: “Vayan también ustedes a trabajar en mi viñedo”.

No sabemos por qué no contrató a todos los que necesitaba a la vez. Puede ser que, siendo Dios, era un hombre compasivo que quería ayudar a todos los posible. Tampoco le gusta ver a hombres capaces desocupados, porque es como el dicho: “una mente ociosa es el taller del diablo.” Dios nos diseñó para trabajar. Su viñedo le dio la oportunidad para proporcionar trabajo a muchos; un buen ejemplo para los que tengan un negocio hoy. El viñedo y la casi ilimitada necesidad de obreros le brindan mucha oportunidad para probarnos, entrenarnos y prepararnos para un trabajo en su reino.

Pasó por esa plaza todo el día y siempre encontró a otros sin trabajo:

  1. A las nueve contrató a algunos para trabajar para “lo que sea justo.”
  2. Al mediodía, lo mismo.
  3. A las tres, lo mismo.
  4. Otros esperaron todo el día, y a las cinco todavía estaban desocupados. Los envía también a su viñedo.

La paga justa para un obrero en el viñedo

»Al atardecer, el dueño del viñedo le ordenó a su capataz: “Llama a los obreros y págales su jornal, comenzando por los últimos contratados hasta llegar a los primeros”. 

El dueño tiene capataces; ahora se les ordena pagar a los obreros, comenzando por los últimos. Ellos hacen exactamente lo que les indica que hagan, y hay una sorpresa y una bendición para los últimos obreros:

Se presentaron los obreros que habían sido contratados cerca de las cinco de la tarde, y cada uno recibió la paga de un día. 

Solo trabajaron durante una hora, pero recibieron la paga de un día. Y así fue para los demás que el dueño contrató durante el día: todos recibieron la paga de un día.

10 Por eso cuando llegaron los que fueron contratados primero, esperaban que recibirían más. Pero cada uno de ellos recibió también la paga de un día. 

Este propietario no funciona conforme a las leyes laborales de ningún país en la actualidad. Claro que aquellos que trabajaron todo el día esperan más; no sería justo trabajar más y no recibir más, pero ellos también reciben lo mismo. ¡Huelga! ¡Protesta! Y sabiendo esto, ¿por qué trabajar todo el día? Es mejor aparecer en la plaza a las cinco, trabajar una hora, y recibir la paga de un día.

11 Al recibirla, comenzaron a murmurar contra el propietario. 12 “Estos que fueron los últimos en ser contratados trabajaron una sola hora —dijeron—, y usted los ha tratado como a nosotros que hemos soportado el peso del trabajo y el calor del día”. 

Su queja parece muy justificada. Me recuerda al hermano mayor del hijo pródigo (Lucas 15:28-30). Él siempre trabajaba e hizo su mejor por su padre, y nunca recibió nada especial. Su hermano, que desperdició su herencia, vuelve a casa para una gran celebración.

Nosotros esperamos recibir la paga conforme con el trabajo realizado. ¿Qué harías tú? ¿Por qué crees que el dueño no les pagó más?

13 Pero él le contestó a uno de ellos: “Amigo, no estoy cometiendo ninguna injusticia contigo. ¿Acaso no aceptaste trabajar por esa paga? 14 Tómala y vete. Quiero darle al último obrero contratado lo mismo que te di a ti.15 ¿Es que no tengo derecho a hacer lo que quiera con mi dinero? ¿O te da envidia de que yo sea generoso?”

El dueño no los engañó; ellos aceptaron la paga (de un día) que el dueño propuso. Él es el dueño. Él es Dios. Él es generoso. ¡Gloria a Dios por la bendición que muchos reciben a consecuencia de su generosidad! Es su dinero, su reino y su viñedo. Él tiene todo el derecho de hacer lo que quiera. No obliga a nadie a trabajar en su reino, pero una vez que respondemos a su llamado y empezamos a trabajar, tenemos que someternos a sus normas.

La economía del reino

16 »Así que los últimos serán primeros, y los primeros, últimos».

La economía del reino no se conforma a las leyes y costumbres que tenemos hoy. Como vimos en el segundo libro de esta serie (El ADN del Reino), todo está al revés en el reino, y a menudo no es lo que nosotros consideraríamos justo.

¿Quieres trabajar para Dios? ¿Estás listo para aceptar sus prioridades? ¿Sabes cuál es la paga? ¿Cómo te sentirías en estas situaciones?

  • Alguien sin educación llega a tu iglesia, saliendo de la prisión después de pagar su deuda por un crimen horrible, y recibe un puesto, la misma paga que tú recibes y la oficina que tú siempre anhelabas.
  • Tú siempre has servido fielmente a Dios, has estudiado y has hecho todo bien, pero alguien nuevo en el Señor recibe la promoción.
  • Tú has sacrificado mucho para ir a un campo misionero muy difícil y nadie reconoce tu trabajo, mientras que un amigo pastorea una iglesia muy cómoda y rica, y tiene una presencia conocida en Internet.

Tenemos que guardarnos de la envidia. Dios puede promover a alguien más joven con menos experiencia. Compararte con otros siempre es peligroso. Dios tiene un trato, un llamado y un pago para cada persona. Lo importante es tu relación con Dios, el entendimiento de lo que Él quiere para ti y tu fidelidad al servirle. Lo que sucede con otro hermano es entre él y su Señor; no tiene nada que ver contigo. Si ves que alguien recibe algo hermoso de la mano generosa del Señor, ¡gloria a Dios! Regocíjate en su bendición.

¿Cómo puedes aplicar esta generosidad y la justicia de Dios en tu situación? ¿Les das preferencia a los “primeros”? ¿Es hora de dar más a los “últimos”?  ¿Te consideras entre los últimos, o los primeros? ¿Podría tu iglesia hacer lo que hizo el dueño aquí como un ministerio, y salir a las calles para encontrar gente desempleada que quiera trabajar?

¿Qué es tu motivo para trabajar? En esta parábola, los obreros no tenían una relación con el dueño. Solo querían ganar algo para comprar comida para su familia. Si tu motivo para servir a Dios es el reconocimiento de otros, el dinero o alguna recompensa de Dios, puedas sentirte desilusionado. Pero si tienes la mentalidad de un siervo, amas a tu maestro y quieres hacerlo con excelencia porque Él ha hecho tanto por ti, puedes ser muy útil en las manos del Señor.

¿Cumples tu palabra?  Mateo 21:28-46

28 »¿Qué les parece? —continuó Jesús—. Había un hombre que tenía dos hijos. Se dirigió al primero y le pidió: “Hijo, ve a trabajar hoy en el viñedo”.29 “No quiero”, contestó, pero después se arrepintió y fue. 30 Luego el padre se dirigió al otro hijo y le pidió lo mismo. Este contestó: “Sí, señor”; pero no fue. 31 ¿Cuál de los dos hizo lo que su padre quería?»

—El primero —contestaron ellos.

El contexto de la parábola es el templo; Jesús está hablando con los principales sacerdotes y los ancianos del pueblo. Quieren saber dónde recibió su autoridad para hacer lo que hace. Les quedó claro que Jesús los condena y su apariencia de religiosidad e hipocresía.

Los hijos en esta parábola podrían ser como:

  • Tus niños
  • Un hermano en tu familia
  • Gente en la iglesia que habla sobre todo lo que hará pero no cumple su palabra.

El primero fue honesto. No quiso trabajar. Esta clase de hombre lucha con su rebelión y le resulta difícil someterse, pero a menudo tiene un buen corazón y luego se arrepiente y obedece.

A veces estamos muy listos para hacer compromisos (como Pedro cuando dijo que moriría con Cristo). Tenemos  miedo de decirle a alguien con autoridad que no queremos hacer algo. Queremos mantener una buena apariencia. En algunas culturas es muy difícil decir “no.” Siempre quieren parecer buenos cristianos, listos para servir, pero se entiende que probablemente no van a cumplir su palabra.

Muchos cristianos saben todas las palabras para decir que se ven como buenos cristianos. En la iglesia siempre pasan al frente y dice “amén” al llamado a hacer algo por el Señor, pero no cumplen lo que dijeron.

Jesús les dijo: —Les aseguro que los recaudadores de impuestos y las prostitutas van delante de ustedes hacia el reino de Dios.32 Porque Juan fue enviado a ustedes a señalarles el camino de la justicia, y no le creyeron, pero los recaudadores de impuestos y las prostitutas sí le creyeron. E incluso después de ver esto, ustedes no se arrepintieron para creerle.

La audiencia de Jesús estaba muy confiada de tener una posición exaltada en el reino. Ellos tienen la apariencia de piedad, pero son muy selectivos en su obediencia a la palabra de Dios. Otra vez, nosotros a menudo tenemos las cosas al revés. Despreciamos a los “pecadores” y elogiamos a la gente religiosa. Estos sacerdotes y ancianos nunca aceptaron a Juan el Bautista, quien no era uno de ellos y quebrantó todas sus normas de un ministro. Hoy serían los adictos, los reclusos y otra gente con mala reputación quienes se arrepienten de corazón.

Si esa parábola no fue suficiente para condenar a la gente religiosa, Jesús tiene una aún más fuerte.

Otro viñedo, otros labradores y otro viaje dejándolos a cargo

33 »Escuchen otra parábola: Había un propietario que plantó un viñedo. Lo cercó, cavó un lagar y construyó una torre de vigilancia. Luego arrendó el viñedo a unos labradores y se fue de viaje. 34 Cuando se acercó el tiempo de la cosecha, mandó sus siervos a los labradores para recibir de estos lo que le correspondía. 35 Los labradores agarraron a esos siervos; golpearon a uno, mataron a otro y apedrearon a un tercero.36 Después les mandó otros siervos, en mayor número que la primera vez, y también los maltrataron.

Los siervos que el propietario envió son los profetas y otros siervos del Señor en el Antiguo Testamento. Pacientemente, el propietario dio la oportunidad a estos labradores, pero no honran al propietario ni a sus siervos.

37 »Por último, les mandó a su propio hijo, pensando: “¡A mi hijo sí lo respetarán!” 38 Pero, cuando los labradores vieron al hijo, se dijeron unos a otros: “Este es el heredero. Matémoslo, para quedarnos con su herencia”. 39 Así que le echaron mano, lo arrojaron fuera del viñedo y lo mataron.

¿Sabían los sacerdotes y ancianos que Jesús estaba hablando de sí mismo? Posiblemente. Si no honraban a los profetas, mucho menos honrarán al Hijo de Dios.

Lo que enfurece a Dios es la posibilidad de que un pastor o apóstol pueda estar tan orgulloso que ya cree que una iglesia es suya. Ya no hay lugar para el Hijo de Dios. No quieren someterse a Él ni arrepentirse. Quieren mantener su imperio religioso y expulsar a Jesús.

40 »Ahora bien, cuando vuelva el dueño, ¿qué hará con esos labradores?»

41 —Hará que esos malvados tengan un fin miserable —respondieron—, y arrendará el viñedo a otros labradores que le den lo que le corresponde cuando llegue el tiempo de la cosecha.

Jesús me impresiona mucho con su manera de dejar que otros se condenen a sí mismos, porque esos sacerdotes están profetizando exactamente lo que sucedió: los judíos perdieron su reino y Dios lo dio a la iglesia.

42 Les dijo Jesús: —¿No han leído nunca en las Escrituras:

»“La piedra que desecharon los constructores
ha llegado a ser la piedra angular;
esto es obra del Señor,
y nos deja maravillados”?

43 »Por eso les digo que el reino de Dios se les quitará a ustedes y se le entregará a un pueblo que produzca los frutos del reino. 44 El que caiga sobre esta piedra quedará despedazado y, si ella cae sobre alguien, lo hará polvo».

Ahora Jesús claramente los declara culpables. Dios está buscando un pueblo que produzca los frutos del reino. Si no crees que lo mismo puede pasar con una iglesia hoy, lee nuevamente Apocalipsis 2 y 3, y las cartas a las siete iglesias. Por ejemplo, lo que Jesús dijo a la iglesia en Éfeso:

Sin embargo, tengo en tu contra que has abandonado tu primer amor. ¡Recuerda de dónde has caído! Arrepiéntete y vuelve a practicar las obras que hacías al principio. Si no te arrepientes, iré y quitaré de su lugar tu candelabro (Apocalipsis 2:4-5).

Jesús tiene que ser la piedra angular de cada ministerio. Tenemos que darle a Cristo su lugar en cada obra del reino. No hay excepción de personas con Dios. Si una iglesia no produce los frutos del reino, Dios buscará a otros que sean serios.

45 Cuando los jefes de los sacerdotes y los fariseos oyeron las parábolas de Jesús, se dieron cuenta de que hablaba de ellos. 46 Buscaban la manera de arrestarlo, pero temían a la gente porque esta lo consideraba un profeta.

Aquellos que están involucrados en la religión y edifican sus propios imperios religiosos van a reaccionar fuertemente al mensaje del reino. Puede incluir la iglesia establecida actual.

¿Necesitas más tiempo?

Hay una parábola más sobre un viñedo, muy corto, pero con un mensaje que coincide con muchas otras enseñanzas de Jesús.

Entonces les contó esta parábola: «Un hombre tenía una higuera plantada en su viñedo, pero, cuando fue a buscar fruto en ella, no encontró nada.  Así que le dijo al viñador: “Mira, ya hace tres años que vengo a buscar fruto en esta higuera, y no he encontrado nada. ¡Córtala! ¿Para qué ha de ocupar terreno?”  “Señor —le contestó el viñador—, déjela todavía por un año más, para que yo pueda cavar a su alrededor y echarle abono. Así tal vez en adelante dé fruto; si no, córtela”» (Lucas 13:6-9).

Dios es muy paciente. Él entiende el tiempo requerido para crecer y prepararse para ser fructífero en su reino, pero la clara expectativa es que cada creyente va a dar fruto. Si no, solo está ocupando “terreno” en los bancos de alguna iglesia. Posiblemente sea hora de que los líderes de la iglesia tomen en serio la posibilidad de que Dios corte muchos “higueras” infructuosas y las arroje al fuego. Como este viñador, podemos identificar cuáles son y echarles más abono; algún estímulo para florecer y dar fruto. Si seguimos el plan del Maestro y hacemos discípulos, debe ser obvio cuáles son infructuosos y la razón por lo cual.

Ya hemos tenido 2000 años para cumplir la Gran Comisión. Ya hemos visto varias veces la dificultad que Dios tiene para conseguir trabajadores. El problema no es con los “pecadores” o la cosecha. La mies es mucha. El problema es con los mismos siervos de Dios. Puede ser que el tiempo sea corto, y Dios ya nos ha dado “un año más,” y pronto llegará el momento en que cortará los árboles infructuosos.

 

La importancia del trabajo; Juan 5:16-47

Si vamos a cumplir la Gran Comisión, hay que trabajar. Trabajar duro: espiritual, emocional e incluso físicamente. Dios es un dios que trabaja, y espera lo mismo de sus hijos. El reino de Dios y el cielo no es puro reposo y cultos de adoración, Dios nos está preparando para el trabajo importante de reinar con Cristo.

En el capítulo 5 de Juan, Jesús está en Jerusalén para una fiesta, y todos los líderes religiosos lo rodean. La situación es delicada, y Jesús lo sabe. Él sanó a un paralítico en el conocido estanque de Betesda, un lugar feo, lleno de enfermos. El tipo fue al templo, anunciando a todos el milagro que experimentó. Ni siquiera sabía que fue Jesús quien lo sanó, pero cuando se enteró, sin pensarlo, informó a los líderes quién fue.  ¿Quién puede discutir con un milagro tan impresionante? Pues, Jesús lo hizo en el sábado, por lo que los líderes de los judíos se enfurecieron con Él. Cuando servimos al Señor, muchas personas, incluso religiosas, vendrán contra nosotros. Característicamente, Jesús no se somete al temor o a su presión, no hace nada para aplacarlos y ni se defiende ni se disculpa. No dijo: “Oh, perdóname. No sabía que estaba quebrantando el sábado. No lo volveré a hacer.” No, Jesús empeora la situación con este discurso.i vamos a cumplir la Gran Comisión, hay que trabajar. Trabajar duro: espiritual, emocional e incluso físicamente. Dios es un dios que trabaja, y espera lo mismo de sus hijos. El reino de Dios y el cielo no es puro reposo y cultos de adoración, Dios nos está preparando para el trabajo importante de reinar con Cristo.

Jesús aún está trabajando

16 Precisamente por esto los judíos perseguían a Jesús, pues hacía tales cosas en sábado. 17 Pero Jesús les respondía: —Mi Padre aún hoy está trabajando, y yo también trabajo.

El Padre no tiene un día de reposo; Jesús dice que aún está trabajando en el sábado. Bueno, sabemos que Él descansó el séptimo día de la creación, pero siempre está trabajando para salvar y sanar, incluso en el día de reposo. Puede haber ocasiones en que nos parece que Dios no está trabajando; clamamos a Dios y parece que Él no hace nada, pero Él siempre está trabajando.

El trabajo es importante. Es parte de la naturaleza de Dios, y nosotros somos hechos a su imagen. Es bueno trabajar. Es muy difícil estar sin trabajo; destruye la auto-estima. Dios quiere que seas productivo, y te quiere en un trabajo digno. Cada creyente debe trabajar en algo para edificar el reino de Dios. Tenemos una tarea muy importante que cumplir: Hacer discípulos de todas las naciones. ¿Estás trabajando para esa meta ahora? Seguramente es una prioridad para Dios, y Él está muy ocupado en ese trabajo. Una premisa del excelente libro Experiencia con Dios es que debes buscar dónde Dios ya esté trabajando y unirte a Él en ese trabajo. ¿Dónde puedes ver a Dios trabajar ahora?

Los fariseos creían que Dios estaba trabajando en el templo y por medio de la gente bien estudiada. Ellos eran muy religiosos, muy ocupados en la obra de Dios, pero perdieron la bendición de Dios debido a su interpretación rígida de la Biblia. Dios estaba trabajando en las calles, en el campo y en lugares feos como Betesda. Hoy, muchos dirían que Dios está trabajando en las mega iglesias y por medio de apóstoles y profetas famosos. Puede ser. Pero qué triste sería estar equivocado e ignorar a la gente que hace la obra de Dios en lugares muy humildes.

Jesús es igual al Padre

Lo que Jesús dice puede parecer inocente, pero inflama la situación con los líderes judíos:

18 Así que los judíos redoblaban sus esfuerzos para matarlo, pues no solo quebrantaba el sábado, sino que incluso llamaba a Dios su propio Padre, con lo que él mismo se hacía igual a Dios.

Una vez más, Jesús no se defendió. No dijo: “Oh, lo siento. No quiero decir que soy Dios. Sólo soy el hijo de Dios, así como ustedes son hijos de Dios.” No, Él dijo que es Dios, y ellos se ofendieron por dos cosas tan graves que aún más procuraban matarlo:

  1. Quebrantó sus normas de observar el sábado (aunque no quebrantó ninguna ley de Dios).
  2. Jesús llamó a Dios su propio Padre (como su hijo unigénito, lo que es diferente de nuestra relación con Dios como Padre), y así se hizo igual a Dios. Ese es un gran problema para los judíos, y para muchos en el mundo actual. Dicen que la Biblia no afirma que Cristo es Dios, pero están equivocados: Jesús claramente afirmó ser Dios. Solo hay tres opciones: Tiene que ser loco, un mentiroso o el verdadero Hijo de Dios. ¿Tienes esa certeza de que Cristo es Dios? ¿Puedes defender su divinidad ante otros?

Nada por su propia cuenta

19 Entonces Jesús afirmó: —Ciertamente les aseguro que el Hijo no puede hacer nada por su propia cuenta, sino solamente lo que ve que su Padre hace, porque cualquier cosa que hace el Padre, la hace también el Hijo. 

El ejemplo de Jesús nos ofrece algo que evitar, y luego nos brinda una forma de garantizar un trabajo productivo:

  1. Jesús no hizo nada por su propia cuenta. Siendo Dios, obviamente tenía el potencial de hacer cualquier cosa, pero no tenía la libertad de hacer nada por su cuenta. Es el Hijo de Dios, pero no pudo actuar independientemente. Hizo solo lo que vio hacer a su Padre. Eso implica una relación muy íntima; siempre estaba observando lo que hizo. Si es así para Cristo (que nunca comete errores), imagínanos (que somos muy propensos a ellos). La Biblia habla fuertemente sobre la importancia de hacer la voluntad de Dios, y el peligro de hacer algo por nuestra propia cuenta (ve la advertencia en Mateo 7 en la página 160 de este libro). Desde la infancia hemos dicho: “Yo puedo;” ahora tenemos que decir: “No puedo.” No puedo inventar nuevas formas de hacer la obra de Dios o usar los métodos del mundo. No puedo hacer nada por mi propia cuenta.
  2. Jesús quería imitar a su Padre. Lo que había visto hacer a su Padre, Él lo hace también. Todo, cualquier cosa, que haga el Padre, Jesús lo hace también. No sabía automáticamente cuál sería la obra del Padre; tenía que observarlo. Si su Padre lo hace, Él lo hará también. Así garantiza agradar a su Padre y ser fructífero.

¿Qué significa para nosotros? Todo lo que Jesús hizo, nosotros lo podemos hacer también (confirmado por las Escrituras como 1 Juan 2:5-6 y Juan 14:12). La fuente más importante de información acerca de lo que Dios hace es la Biblia. Tenemos que estudiarla y averiguar cómo Dios trabaja, qué hace y qué hizo Jesús.

¿No tiene mucha lógica trabajar así? ¿Por qué querríamos hacer algo por nuestra propia cuenta? ¿Realmente creemos que sabemos más que Dios, o podemos hacer el ministerio mejor? ¿Tenemos tanto orgullo? No, tenemos que escudriñar lo que hacemos, para ver si lo hacemos por nuestra propia cuenta. ¿Quién eres tú para pensar que eres mejor que Jesucristo?

20 Pues el Padre ama al Hijo y le muestra todo lo que hace. Sí, y aun cosas más grandes que estas le mostrará, que los dejará a ustedes asombrados. 

Aquí podemos ver el paralelo de la relación de Dios Padre y su Hijo Jesucristo, y la relación padre/hijo en nuestras familias. En una relación y familia sana, el hijo observa todo lo que hace su papá y lo imita (por desgracia, imita también sus malos ejemplos). Y un buen padre terrenal ama a su hijo y quiere mostrarle todo lo que hace. No tiene nada que ocultar. Cuando mi hijo apenas tenía cinco añitos, ya tenía su iglesia y predicó a sus peluches. A veces nos invitaba a su madre y a mí a sus cultos.  Examina tus acciones para asegurarte de que no hagas nada para dar un mal ejemplo a tu hijo.

Dios Padre también muestra todo lo que hace a su Hijo, Jesucristo. Es una manifestación de su amor. El Padre te ama a ti también, su hijo adoptivo, y quiere mostrarte lo que está haciendo. ¡Abre tus ojos! Jesús nos prometió que haríamos cosas mayores que Él, para asombrar a la gente del mundo. Si estos judíos están escandalizados y asombrados por esta curación, el Padre tiene mucho más planeado que los dejará aún más escandalizados y asombrados.

Dios, el dador de la vida

21 Porque así como el Padre resucita a los muertos y les da vida, así también el Hijo da vida a quienes a él le place. 

Solo Dios puede dar vida. El hecho de que Jesús da vida a los que quiere es otra confirmación de su divinidad. Nosotros podemos ser el canal que Dios usa para dar vida a otros a través de la Palabra o cuando presentamos a alguien a Jesús. Queremos siempre ministrar la vida, y nunca ministrar la muerte.

Levantar a los muertos y dar vida es una expresión maravillosa de poder sobrenatural. Lo vemos manifestado cuando Jesús revivió a un muerto (como Lázaro), y cuando el Padre resucitó a Jesús de la muerte a través del poder el Espíritu Santo. Sabemos que Él también nos dio ese poder a nosotros (Mateo 10:8, Hechos 9:40-41 y 20:9-12). ¿Tienes la fe de que Dios puede usarte para resucitar a un muerto?

Todo juicio delegado al Hijo

22 Además, el Padre no juzga a nadie, sino que todo juicio lo ha delegado en el Hijo, 23 para que todos honren al Hijo como lo honran a él. El que se niega a honrar al Hijo no honra al Padre que lo envió.

Esta es una declaración sorprendente para muchos: El Padre no juzga a nadie, sino ha delegado todo juicio a Jesús. A veces pensamos en el Padre como el juez severo y en Jesús como nuestro amigo que nos ama, pero es Jesús quien te juzgará. ¡Qué consuelo saber que tu juez es tu salvador!

Podemos aprender del ejemplo del Padre para delegar algunas tareas a otros. La delegación es una manera de conseguir honor para quienes están debajo de ti. El propósito principal del Padre en eso es que todos honren a Jesús como lo honran a Él. El pastor que delega una tarea a un anciano quiere que la iglesia honre a ese anciano de la misma manera que honra al pastor. El Padre no vuelve a juzgar cuando quiere; ya no juzga a nadie. Cuando nosotros delegamos algo, tenemos que resistir la tentación de volver a meternos en él, pero también tenemos que ofrecer un buen ejemplo y una orientación de cómo llevar a cabo la tarea. Jesús aprendió a juzgar observando a su Padre (¿en el Edén, o en el gran diluvio?).

Juzgar es una obra muy importante y no se debe hacerlo a la ligera. Un juez es digno de mucha honra. El honor es muy importante para Dios. Jesús está reprendiendo a los líderes judíos porque lo juzgan por hacer algo bueno, algo que honra a Dios. Es importante honrar a Dios y honrar a aquellos que Dios ha puesto en el liderazgo de la iglesia.

¿Cómo nos negamos a honrar a Jesús?

  • Dudar de que sea Dios y haya sido enviado por el Padre.
  • Despreciar sus palabras y sus obras.
  • Tomar a la ligera sus mandamientos y su corazón, como se revelan en la Biblia.

De esa manera tampoco honramos al Padre. ¿Cómo honramos al Padre y al Hijo?

  • Creer su palabra y ponerla en práctica.
  • Dar un ejemplo al mundo que los glorifica y da un buen testimonio de quiénes son.
  • Dar toda la gloria a ellos y adorarlos en espíritu y en verdad, no solo en alabanzas en la iglesia, sino en toda la vida cotidiana.
  • Darle el primer lugar en tu vida.
  • Confesar a otros tu amor por Él y tu fe en Él.

Cómo pasar de la muerte a la vida

24 »Ciertamente les aseguro que el que oye mi palabra y cree al que me envió tiene vida eterna y no será juzgado, sino que ha pasado de la muerte a la vida. 

¿Serás juzgado? ¿Has pasado de la muerte a la vida?¿Tienes vida eterna? Qué gran privilegio es ayudar a alguien a pasar de la muerte a la vida, ser salvo y evitar un juicio eterno. En tu evangelización, ¿compartes la Palabra de Dios? ¿Diriges a la gente a creer en el Padre? ¿Les cuentas de la vida que obtendrán y el juicio que evitarán?

Esta es otra manera de explicar cómo ser salvo, cómo pasar de la muerte a la vida: Escuchar la palabra de Jesús  y creerle al Padre, es decir, creer que todo lo que la Biblia dice sobre Dios es la verdad.

Los muertos oirán la voz de Jesús

25 Ciertamente les aseguro que ya viene la hora, y ha llegado ya, en que los muertos oirán la voz del Hijo de Dios, y los que la oigan vivirán. 

Este es un verso complicado. ¿Quiénes son estos muertos? ¿Gente sepultada que escuchó la voz de Jesús mientras Él estaba en la tumba? ¿O aquellos que están físicamente vivos pero espiritualmente muertos?

Claramente, no todos los que oyeron la voz de Jesús vivieron, no todos recibieron la vida eterna. Para vivir cuando oímos su voz y escuchamos su Palabra, tenemos que responder con fe y obediencia.

26 Porque así como el Padre tiene vida en sí mismo, así también ha concedido al Hijo el tener vida en sí mismo, 27 y le ha dado autoridad para juzgar, puesto que es el Hijo del hombre.

Nadie le dio vida a Jesús, no fue creado ni nacido, sino que tiene vida en sí mismo. Sin embargo, vemos orden en la divinidad, con Jesús sometiéndose a su Padre. El Padre delegó todo juicio a Jesús, y le dio la autoridad para hacerlo. Cuando deleguemos una tarea a alguien, dale la autoridad que le corresponde.

28 »No se asombren de esto, porque viene la hora en que todos los que están en los sepulcros oirán su voz, 29 y saldrán de allí. Los que han hecho el bien resucitarán para tener vida, pero los que han practicado el mal resucitarán para ser juzgados. 

Al final, cuando Jesús venga, dará el grito y todos los muertos resucitarán para el día del juicio.

  • Aquellos que han hecho el bien recibirán vida (¡otra vez la importancia de las buenas obras!).
  • Los que hayan practicado el mal serán juzgados. Todos hacemos el mal de vez en cuando, pero nos arrepentimos y pedimos el perdón de Dios. Esta es la persona que habitualmente practica el pecado: Ninguno que haya nacido de Dios practica el pecado, porque la semilla de Dios permanece en él; no puede practicar el pecado, porque ha nacido de Dios (1 Juan 3:9).

No somos salvos por nuestras buenas obras, pero somos juzgados por ellas. ¿Cómo te irá ese día ante el gran trono de Dios? ¿Recibirás la vida?

30 Yo no puedo hacer nada por mi propia cuenta; juzgo solo según lo que oigo, y mi juicio es justo, pues no busco hacer mi propia voluntad, sino cumplir la voluntad del que me envió.

Así como Jesús enseñó solo lo que el Padre le dio, y no hace nada por su propia cuenta, así juzga según el Padre lo ordena. Él acaba de decir que el Padre le delegó todo juicio, pero aún confía en lo que escucha de su Padre para hacer los juicios. La versión TLA da esta traducción del versículo: Mi Padre me envió, y él me dice cómo debo juzgar a las personas. Por eso yo juzgo correctamente, porque no hago lo que yo quiero, sino lo que mi Padre me ordena hacer. Qué increíble imagen de sumisión, honor y trabajar juntos. Este es su ejemplo de cómo honrar a quienes nos han confiado el ministerio y, especialmente, cómo honrar a Dios.

Así es como vivió Jesús, y cómo debes vivir: para complacer al Padre y complacer a Jesús, y no a ti mismo. Toda la vida de Cristo fue sometida al Padre, para cumplir su voluntad. Para complacer al Padre así, tienes que saber lo que quieres: la Biblia es la fuente más importante, junto con el Espíritu Santo para guiarte momento a momento. ¿Dirías que conoces la voluntad de Dios en un sentido general, y específicamente en las decisiones que tienes que tomar? ¿O estás tropezando en las tinieblas, haciendo lo que te parece correcto? La tendencia de nuestra naturaleza caída es complacer a sí misma. Ya sea en la familia, en el tiempo libre o en la iglesia, naturalmente tendemos a hacer lo que queremos hacer, en lugar de tomar el tiempo para escuchar la voz de Dios y escudriñar las Escrituras, y hacer lo que el Padre nos dice que hagamos. Cuando trabajas para cumplir la Gran Comisión, Dios claramente te guiará y preparará el camino ante ti.

El testimonio acerca de Jesús

31 »Si yo testifico en mi favor, ese testimonio no es válido. 32 Otro es el que testifica en mi favor, y me consta que es válido el testimonio que él da de mí.

Para fastidiar aún más a los líderes religiosos, Jesús reclama el testimonio de un “otro” misterioso, dejándolos adivinar quién sería, y qué clase de testimonio sería. Obviamente, si alguien testifica a su propio favor, no es válido, pero su Padre testifica a su favor, con una voz audible en su bautismo, en respuesta a sus oraciones (como en la resurrección de Lázaro, Juan 11:41-44) y en todos los milagros que hizo.

Es tentador testificar en tu propio favor, mencionando a gente famosa que conoces, los premios que has recibido y los estudios que has completado. Ten cuidado: ese testimonio no es válido, y ten cuidado con otros que testifiquen a su favor.

33 »Ustedes enviaron a preguntarle a Juan, y él dio un testimonio válido.34 Y no es que acepte yo el testimonio de un hombre; más bien lo menciono para que ustedes sean salvos. 35 Juan era una lámpara encendida y brillante, y ustedes decidieron disfrutar de su luz por algún tiempo.

Muchos respetaron a Juan el Bautista. Aunque generalmente Jesús no acepta el testimonio de un hombre, agradecidamente recibió el de Juan.

36 »El testimonio con que yo cuento tiene más peso que el de Juan. Porque esa misma tarea que el Padre me ha encomendado que lleve a cabo, y que estoy haciendo, es la que testifica que el Padre me ha enviado.37 Y el Padre mismo que me envió ha testificado en mi favor.

Otro testimonio importante es la obra que Jesús está llevando a cabo: los milagros, pero más importante, más tarde, su muerte en la cruz.

Jesús condena a sus acusadores

A pesar de toda esta evidencia, ellos no lo honran y no quieren venir a Él (una decisión de su voluntad). Jesús está molesto y cambia su tono, condenando a sus acusadores:

Ustedes nunca han oído su voz, ni visto su figura, 38 ni vive su palabra en ustedes, porque no creen en aquel a quien él envió. 39 Ustedes estudian con diligencia las Escrituras porque piensan que en ellas hallan la vida eterna. ¡Y son ellas las que dan testimonio en mi favor! 40 Sin embargo, ustedes no quieren venir a mí para tener esa vida.

  • Nunca han oído su voz. Jesús está hablando de la voz del Padre, aunque el Padre estaba hablando por medio de Él. Estaban escuchando su voz en ese momento, pero oír espiritualmente es mucho más que escuchar una voz, como dijo Jesús muchas veces: “el que tiene oídos para oír, que oiga.” Oír.
  • No han visto su figura. De nuevo Jesús habla del Padre, pero ellos no tienen los ojos para realmente ver. Pero Cristo dijo que el que ha visto al Hijo ha visto al Padre (Juan 14:9). ¡Dios estaba allí presente delante de ellos en ese mismo momento!
  • Su palabra no vive en ellos.
  • No creen en el Padre que envió a Jesús (¡aunque pensaban que eran buenos judíos que creían en Dios!). Jesús dijo que no es posible creer en Dios si no se cree en su Hijo.
  • Las Escrituras y el estudio de ellas son importantes, pero es posible estudiarlas con diligencia, sin la guía del Espíritu Santo, y perder el mensaje. Ellos ignoran el claro testimonio del Antiguo Testamento sobre Jesús.

Y Jesús profundiza aún más en su condena:

41 »La gloria humana no la acepto, 42 pero a ustedes los conozco, y sé que no aman realmente a Dios. 43 Yo he venido en nombre de mi Padre, y ustedes no me aceptan; pero, si otro viniera por su propia cuenta, a ese sí lo aceptarían. 44 ¿Cómo va a ser posible que ustedes crean, si unos a otros se rinden gloria, pero no buscan la gloria que viene del Dios único?

  • No aceptan a Jesús que vino en el nombre de su Padre.
  • Se rinden gloria los unos a los otros, pero no buscan la gloria de Dios, lo cual les hace imposible tener verdadera fe.
  • Tienen una apariencia de religiosidad, pero no realmente aman a Dios.

Estamos muy listos para recibir la gloria humana: los elogios, las posiciones o los anuncios que proclaman al gran hombre de fe que soy. En tu vida, busca la gloria que viene de Dios, y no caigas en la trampa de rendirse la gloria unos a otros. Nadie más puede conocerte realmente, pero Jesús te conoce y puede ver a través de ti. ¿Tienes el amor de Dios en tu corazón?

45 »Pero no piensen que yo voy a acusarlos delante del Padre. Quien los va a acusar es Moisés, en quien tienen puesta su esperanza. 46 Si le creyeran a Moisés, me creerían a mí, porque de mí escribió él. 47 Pero, si no creen lo que él escribió, ¿cómo van a creer mis palabras?»

Moisés y su ley eran muy importantes para ellos, pero es Moisés quien los acusará.

¿Cuál es el trabajo que Dios tiene para ti?

¿Vives para complacer a Dios? ¿Lo honras en todo lo que haces? Él te invita a trabajar con Él en su trabajo. Hasta ahora el Padre está trabajando, y Él sigue trabajando, con o sin ti. Demasiadas veces nosotros tenemos una obra que queremos hacer. Pedimos la bendición de Dios sobre esa obra, pero puede que no sea el trabajo que Dios tiene para ti. ¿Cuál sería el mejor trabajo para ti? Dios tiene el mejor trabajo, hecho a tu medida, porque Él te conoce perfectamente. ¿Dónde está Dios trabajando en tu vida ahora? ¿Cómo puedes unirte a esa obra?