Un pastor como Jesús Juan 10:1-21

Jesús estableció su iglesia con cinco oficios: apóstol, profeta, evangelista, pastor y maestro (Efesios 4:11). Los apóstoles, profetas y evangelistas están a la vanguardia del esfuerzo para cumplir la Gran Comisión, pero a veces con su celo para plantar iglesias y ganar muchas almas para el reino, pueden ignorar los importantes oficios de maestro y pastor; resulta que pierden muchas de las ovejas que han aceptado a Jesús. Hemos visto que la Comisión es para hacer discípulos, no conversos. Es posible levantar una iglesia grande con muchos milagros y prodigios, pero para establecer un verdadero cuerpo de Cristo con discípulos capacitados para hacer otros discípulos, el ministerio del pastor es esencial. Cuando el apóstol que planta una iglesia no instala a un pastor con el corazón de Jesus, deja la puerta abierta para el diablo y para perder muchas ovejas.

Ladrones y bandidos

1»Ciertamente les aseguro que el que no entra por la puerta al redil de las ovejas, sino que trepa y se mete por otro lado, es un ladrón y un bandido. 

En el reino de Dios hay orden. No cualquiera puede decidir que quiere pastorear y tener una iglesia. Hay una puerta, y solo una, en la que un pastor puede entrar para cuidar las ovejas. Jesús ya sabe que hay muchos ladrones y bandidos que se disfrazan de pastores, así como hay muchos falsos profetas, y Él está muy preocupado por eso.

Un ladrón viene a robar. No piensa en las ovejas y su bienestar; solo piensa en sí mismo y en cómo puede aprovechar a los demás. El sube por otra parte (RVR), entra al corral saltando la cerca (TLA). No respeta los límites ni la autoridad. El diccionario (Real Academia Española) dice que un bandido es una persona traviesa o de mala intención, malhechor, delincuente, persona sin escrúpulos, que engaña o estafa. ¡Y vienen disfrazados de hombres de Dios!

Pastor, ¡ten cuidado de a quién permites enseñar y dirigir en tu iglesia! Establece puertas claras para entrar en la iglesia y al ministerio, y haz lo que sea necesario para proteger a tu rebaño de bandidos y ladrones. Puede ser que ya haya un ladrón o bandido en el redil, y te toca a ti tomar autoridad en el nombre de Jesus para echarlo fuera.

El pastor llama por nombre a las ovejas

El que entra por la puerta es el pastor de las ovejas. El portero le abre la puerta, y las ovejas oyen su voz. Llama por nombre a las ovejas y las saca del redil. 

Hay varios rebaños dentro del redil de Jesús, quien conoce a los pastores que Él ha llamado para cuidar las ovejas. El pastor solo las cuida, no son suyas, sino que pertenecen a Jesús, el dueño del redil. El pastor legítimo ya conoce los nombres de sus ovejas y toma la iniciativa de buscarlas y llamarlas por nombre. El pastor las ama y quiere cuidarlas. La oveja no vaga de un rebaño a otro buscando un pastor que le gusta; la oveja espera a que su pastor la llame.

¿Qué significa para las iglesias y las “ovejas” hoy? ¿Podría ser que le toca a un pastor visitar a la gente, evangelizar y llamar a alguien para que forme parte de su rebaño? O siendo alguien que fue criado y discipulado en la iglesia, ¿ya conoce a las ovejas, y un apóstol lo coloca en el puesto de pastor? Hay muchas ovejas descarriadas que están hartas del redil; estaban esperando a su pastor, pero ya se han ido a buscar mejores pastos.

Cuando ya ha sacado a todas las que son suyas, va delante de ellas, y las ovejas lo siguen porque reconocen su voz. 

El pastor no empieza su ministerio, no se mueve, hasta que haya sacado todas sus ovejas. No quiere dejar ni perder ni una. El Señor le revela cuántas son y él sabe cuándo las tiene todas. Si el pastor subió de entre la congregación, parte de su formación puede ser buscar al Señor para saber cuáles son sus ovejas y establecer una relación con ellas; pueden ser las personas que él ha discipulado. Luego es enviado y comisionado por la iglesia para salir de ese redil y plantar una iglesia nueva. ¡Que diferente del concepto común del pastoreado! El pastor tiene mucha responsabilidad, y las ovejas solo tienen que escuchar su voz y seguirlo. La base del ministerio es la relación pastor/oveja; es muy personal, tal como la relación de Jesús y sus discípulos.

El pastor necesita dirección; tiene que saber a dónde va. El Señor puede usar un profeta para dar esa dirección, tal como consagraron a Pablo y Bernabé (Hechos 13:2). Está claro que él tiene autoridad, y las ovejas confían en él y lo siguen. Esa es una gran responsabilidad: no engañar a ninguna oveja o llevarla a un lugar peligroso. Las ovejas están más seguras cuando todo este proceso ocurre dentro de la autoridad de un cuerpo local, con una cobertura piadosa que funciona conforme al plan de Jesús. El problema puede ser esa oveja rebelde que no quiere andar con todo el rebaño y no quiere seguir al pastor y puede distraerlo del cuidado de las demás.

Pero a un desconocido jamás lo siguen; más bien, huyen de él porque no reconocen voces extrañas».

Dios le ha dado a la oveja la habilidad de reconocer la voz de su pastor y seguirlo solo a él. Si su discernimiento está funcionando bien, nunca seguirá a un extraño; huirá de él. Es algo que Dios nos da a nosotros (y a los animales) para nuestro bienestar y protección.

Jesús es la puerta

Jesús les puso este ejemplo, pero ellos no captaron el sentido de sus palabras. 

Los discípulos no eran los más listos. En varias ocasiones no entendieron el significado de las parábolas, pero Jesús graciosamente la explica:

Por eso volvió a decirles: «Ciertamente les aseguro que yo soy la puerta de las ovejas.

Jesús es el camino, la verdad y la vida. Él es la única puerta de salvación; no hay otra entrada al reino de los cielos. Igual que el camino es una persona, la puerta es una persona, y una relación personal con Cristo. Él sabe cuándo entran al redil, y Él sabe cuándo salen, y con quién van.

Todos los que vinieron antes de mí eran unos ladrones y unos bandidos, pero las ovejas no les hicieron caso. 

Esta es una declaración fuerte. ¿Significa que no había buenos sacerdotes o líderes entre los judíos que cuidaran a la gente? Ciertamente les coloca una expectativa más alta en los pastores del reino.

Si las ovejas en una iglesia no le hacen caso de un pastor, podría ser un ladrón o un bandido.

Yo soy la puerta; el que entre por esta puerta, que soy yo, será salvo. Se moverá con entera libertad, y hallará pastos. 

El tipo de liderazgo que Jesús modela implica libertad y alimento. Dentro de los límites de su rebaño, hay libertad. Sí, somos siervos de Cristo y nos sometemos a Él, pero hay algo mal si las ovejas se sienten controladas como esclavas. Hay algo mal con una iglesia si no hay libertad. Las ovejas deben sentir un reposo, una seguridad y la provisión del alimento espiritual que necesitan. Sí, la Biblia nos llama a someternos al pastor (y a los ancianos), pero ellos nunca deben controlar a las ovejas como tiranos:

Cuiden como pastores el rebaño de Dios que está a su cargo, no por obligación ni por ambición de dinero, sino con afán de servir, como Dios quiere. No sean tiranos con los que están a su cuidado, sino sean ejemplos para el rebaño (1 Pedro 5:2-3).

El buen pastor da vida en abundancia

10 El ladrón no viene más que a robar, matar y destruir; yo he venido para que tengan vida, y la tengan en abundancia.

El pastor tiene que vigilar al ladrón. Hay demasiadas ovejas que han perdido a sus familias y sus ministerios; demasiados sueños muertos, e incluso gente muerta, porque cayeron en la trampa del diablo. Él quiere destruirte, y es una batalla fuerte. Si tu sientes la muerte, si estás perdiendo cosas preciosas, ¡despiértate! Si pide mucho dinero, ten cuidado. El ladrón está atacándote. Tienes que resistirle.

En un rebaño debes sentir la vida, debes observar la vida abundante en los líderes y la vida de Jesús debe ser evidente. Cuando parece que la iglesia está muerta, el ladrón ya la controla. Jesús quiere darte vida en abundancia. La única manera de realmente vivir es en relación con Cristo.

11 »Yo soy el buen pastor. El buen pastor da su vida por las ovejas. 12 El asalariado no es el pastor, y a él no le pertenecen las ovejas. Cuando ve que el lobo se acerca, abandona las ovejas y huye; entonces el lobo ataca al rebaño y lo dispersa. 13 Y ese hombre huye porque, siendo asalariado, no le importan las ovejas.

El lobo y el asalariado

Jesús ya habló sobre la diferencia entra un verdadero pastor y el ladrón o bandido. Ahora presenta dos amenazas más: el lobo, y el “pastor” asalariado. Ese hombre realmente no es un pastor. Para él, es un trabajo. Tal vez alguien lo presionó para pastorear, o podría verlo como una posición cómoda que le permite controlar y aprovecharse de las ovejas y enriquecerse. Él piensa solo en una persona: él mismo. No le importan las ovejas. Cuando hay problemas en la iglesia, las abandona. Esta persona puede predicar bien y tener la apariencia de un varón de Dios, pero no fue llamado por Dios y no es un pastor.

La otra amenaza es el lobo. Las ovejas deben tener el discernimiento para saber que el lobo no tiene la voz de un pastor y no lo siguen. Pero son ovejas, y los lobos las engañan fácilmente: por su personalidad carismática, sus mensajes emotivos y sus promesas de bendiciones y prosperidad.

Es muy obvio que el lobo viene a matar, pero hay lobos disfrazados de ovejas. Hay muchos en las iglesias. Una indicación segura de la obra de un lobo es ovejas dispersas. Cuando él ataca una iglesia, casi siempre hay divisiones y muchas ovejas lastimadas y resentidas que abandonan la iglesia y posiblemente el Señor. Parece que Jesús, con todo su poder y autoridad, podría simplemente proteger a su amado redil y matar al lobo y expulsar al asalariado, pero les permite, tal vez para probarnos y hacernos más fuertes.

El buen pastor ama a las ovejas, incluso dando su vida por ellas. Las cuida y permanece con ellas, pase lo que pase. Siempre está atento a un lobo o ladrón, y hace todo lo posible para proteger a su rebaño. Nunca abandona a sus ovejas. El dinero y la gloria no le importan mucho. Él hace todo por sus ovejas. Una marca de una iglesia que funciona con un pastor llamado por Dios es la unidad de las ovejas.

El pastor conoce a sus ovejas

14 »Yo soy el buen pastor; conozco a mis ovejas, y ellas me conocen a mí, 15 así como el Padre me conoce a mí y yo lo conozco a él, y doy mi vida por las ovejas.

¡Jesús dice algo muy impresionante! El conocimiento íntimo que existe entre Dios el Padre y su Hijo existe entre nosotros y Jesús. Esto tiene implicaciones muy importantes para el ministerio. El pastor tiene que verdaderamente conocer a sus ovejas, y ellas tienen que conocer a él. Esa es la relación que tenemos con Jesús, y es la relación que Cristo quiere entre sus pastores y sus rebaños. Tienen que pasar tiempo juntos y compartir sus vidas.

Jesus repite otra vez que un verdadero pastor da su vida por las ovejas

Hay otra parábola que demuestra la importancia de cada oveja (Lucas 15:1-7):

1Muchos recaudadores de impuestos y pecadores se acercaban a Jesús para oírlo, de modo que los fariseos y los maestros de la ley se pusieron a murmurar: «Este hombre recibe a los pecadores y come con ellos».

Aquí el contexto es el desprecio de los líderes religiosos por los “pecadores” que se acercaron a Jesús.

Él entonces les contó esta parábola: «Supongamos que uno de ustedes tiene cien ovejas y pierde una de ellas. ¿No deja las noventa y nueve en el campo, y va en busca de la oveja perdida hasta encontrarla? Y, cuando la encuentra, lleno de alegría la carga en los hombros y vuelve a la casa. Al llegar, reúne a sus amigos y vecinos, y les dice: “Alégrense conmigo; ya encontré la oveja que se me había perdido”. Les digo que así es también en el cielo: habrá más alegría por un solo pecador que se arrepienta que por noventa y nueve justos que no necesitan arrepentirse.

Nos recuerda al hijo pródigo y la reacción de su hermano mayor (Lucas 15:25-32). Esta es una oveja de cien, uno por ciento. No es inusual en una iglesia tener el 10% o hasta el 25% de las ovejas perdidas en el mundo. Muchos pastores no tienen el tiempo o el interés para buscar esas ovejas perdidas. Muchos pastores aceptan que así son los pecadores que no toman en serio al evangelio, pero el ejemplo de Jesús es que cada oveja es importante; no quiere perder ni una. También he visto a pastores que abandonan las 99 para dedicar todo el tiempo a las ovejas rebeldes y descarriadas. Tampoco es apropiado hacer eso.

Otros rediles (volviendo a Juan 10)

16 Tengo otras ovejas que no son de este redil, y también a ellas debo traerlas. Así ellas escucharán mi voz, y habrá un solo rebaño y un solo pastor. 

Aquí Jesús habla de los gentiles. El plan de Dios es unir a todas sus ovejas en un solo rebaño, todo bajo la autoridad de Jesucristo.

17 Por eso me ama el Padre: porque entrego mi vida para volver a recibirla. 18 Nadie me la arrebata, sino que yo la entrego por mi propia voluntad. Tengo autoridad para entregarla, y tengo también autoridad para volver a recibirla. Este es el mandamiento que recibí de mi Padre».

El Padre está complacido con el pastor que entrega su vida por sus ovejas, pero Jesús tiene un poder divino: después de entregar su vida (en la cruz) Él puede volver a recibirla.

Esta es una respuesta para aquellos que odian a los judíos porque “mataron a Jesús.” No, Cristo entregó su vida por su propia voluntad. Él vino a este mundo voluntariamente, sabiendo que iba a morir. Nadie puede arrebatar la vida de Jesús. A diferencia de nosotros, Él es Dios, y tiene autoridad para entregar su vida y para volver a recibirla. Ningún hombre puede hacer eso.

19 De nuevo las palabras de Jesús fueron motivo de disensión entre los judíos. 20 Muchos de ellos decían: «Está endemoniado y loco de remate. ¿Para qué hacerle caso?» 21 Pero otros opinaban: «Estas palabras no son de un endemoniado. ¿Puede acaso un demonio abrirles los ojos a los ciegos?»

Perdieron la bendición de entrar en esa vida abundante y ser parte del redil porque se fijaron en las palabras polémicas de Jesús acerca de su vida y muerte. Jesús siempre es polémico, cuando realmente analizamos todo lo que dijo. Los judíos sabían que ningún hombre tiene ese control sobre su vida, pero los milagros afirman que tiene que ser de Dios.

Ezequiel 34

El pasaje más conocido sobre pastores en el Antiguo Testamento se encuentra en el capítulo 34 de Ezequiel, que los judíos conocían bien. Es un vistazo importante del corazón de Dios hacia sus pastores y sus responsabilidades:

1El Señor me dirigió la palabra: «Hijo de hombre, profetiza contra los pastores de Israel; profetiza y adviérteles que así dice el Señor omnipotente: “¡Ay de ustedes, pastores de Israel, que solo se cuidan a sí mismos! ¿Acaso los pastores no deben cuidar al rebaño? Ustedes se beben la leche, se visten con la lana, y matan las ovejas más gordas, pero no cuidan del rebaño. No fortalecen a la oveja débil, no cuidan de la enferma, ni curan a la herida; no van por la descarriada ni buscan a la perdida. Al contrario, tratan al rebaño con crueldad y violencia. Por eso las ovejas se han dispersado: ¡por falta de pastor! Por eso están a merced de las fieras salvajes. Mis ovejas andan descarriadas por montes y colinas, dispersas por toda la tierra, sin que nadie se preocupe por buscarlas.

¿Cuáles son las quejas del Señor contra estos pastores?

  • Solo se cuidan a sí mismos; no se preocupan por el rebaño.
  • Abusan del rebaño y roban lo que pertenece a las ovejas: beben la leche, se visten con la lana y matan a las más gordas.
  • No fortalecen a la oveja débil.
  • No cuidan de la oveja enferma.
  • No curan a la oveja herida.
  • No buscan a la perdida ni persiguen a los que se han extraviado.
  • Tratan al rebaño con crueldad y violencia.

Como resultado:

  • Las ovejas se dispersan.
  • Están a la merced de las fieras salvajes.
  • Andan descarriadas por montes y colinas.
  • No hay nadie que las cuida; son vulnerables.

El Señor no culpa a las ovejas por ser rebeldes o descarriarse; es parte de ser oveja que se lastima y a veces es débil. El Señor culpa a los pastores y los responsabiliza por la miseria de sus ovejas.

El juicio de Dios sobre esos pastores

»”Por tanto, pastores, escuchen bien la palabra del Señor: Tan cierto como que yo vivo —afirma el Señor omnipotente—, que por falta de pastor mis ovejas han sido objeto del pillaje y han estado a merced de las fieras salvajes. Mis pastores no se ocupan de mis ovejas; cuidan de sí mismos, pero no de mis ovejas. Por tanto, pastores, escuchen la palabra del Señor. 10 Así dice el Señor omnipotente: Yo estoy en contra de mis pastores. Les pediré cuentas de mi rebaño; les quitaré la responsabilidad de apacentar a mis ovejas, y no se apacentarán más a sí mismos. Arrebataré de sus fauces a mis ovejas, para que no les sirvan de alimento.

Cuando un pastor no cumple con su llamado dado por Dios, el Señor:

  • Se opone a ellos.
  • Les pide cuentas del rebaño de Dios.
  • Les quitará de la responsabilidad de apacentar a las ovejas.
  • Los afligirá para que ya no se apacentaran más a sí mismos.
  • Rescatará de sus fauces a sus ovejas.

Como Dios pastorea sus ovejas

11 »”Así dice el Señor omnipotente: Yo mismo me encargaré de buscar y de cuidar a mi rebaño. 12 Como un pastor que cuida de sus ovejas cuando están dispersas, así me ocuparé de mis ovejas y las rescataré de todos los lugares donde, en un día oscuro y de nubarrones, se hayan dispersado. 13 Yo las sacaré de entre las naciones; las reuniré de los países, y las llevaré a su tierra. Las apacentaré en los montes de Israel, en los vados y en todos los poblados del país. 14 Las haré pastar en los mejores pastos, y su aprisco estará en los montes altos de Israel. Allí descansarán en un buen lugar de pastoreo y se alimentarán de los mejores pastos de los montes de Israel. 15 Yo mismo apacentaré mi rebaño, y lo llevaré a descansar. Lo afirma el Señor omnipotente. 16 Buscaré a las ovejas perdidas, recogeré a las extraviadas, vendaré a las heridas y fortaleceré a las débiles, pero exterminaré a las ovejas gordas y robustas. Yo las pastorearé con justicia.

Dios mismo tiene que pastorearlas; nunca va a simplemente abandonarlas. En su ejemplo vemos lo que Dios espera de sus pastores hoy:

  • Buscar y cuidar al rebaño.
  • Cuidar las ovejas que están dispersas.
  • Rescatarlas de los lugares donde se hayan dispersado.
  • Sacarlas del mundo para apacentarlas en rebaños seguros.
  • Pastarlas en los mejores pastos donde se alimentarán.
  • Proveerlas un buen lugar de descanso.
  • Vendar a las heridas.
  • Fortalecer a las débiles.
  • Pastorearlas con justicia.

Curiosamente, Él está en contra de las gordas y robustas. ¡Las exterminará!

Juicio de las ovejas

17 »”En cuanto a ti, rebaño mío, esto es lo que dice el Señor omnipotente: Juzgaré entre ovejas y ovejas, y entre carneros y chivos. 18 ¿No les basta con comerse los mejores pastos, sino que tienen también que pisotear lo que queda? ¿No les basta con beber agua limpia, sino que tienen que enturbiar el resto con las patas? 19 Por eso mis ovejas tienen ahora que comerse el pasto que ustedes han pisoteado, y beberse el agua que ustedes han enturbiado.

20 »”Por eso, así dice el Señor omnipotente: Yo mismo voy a juzgar entre las ovejas gordas y las flacas. 21 Por cuanto ustedes han empujado con el costado y con la espalda, y han atacado a cornadas a las más débiles, hasta dispersarlas, 22 voy a salvar a mis ovejas, y ya no les servirán de presa. Yo juzgaré entre ovejas y ovejas. 23 Entonces les daré un pastor, mi siervo David, que las apacentará y será su único pastor. 24 Yo, el Señor, seré su Dios, y mi siervo David será su príncipe. Yo, el Señor, lo he dicho.

Los pastores no son los únicos con pecado. Dios está en contra de las ovejas gordas que privan a las ovejas más débiles de su alimento y agua. Son egoístas, como alguien que hace pecar a uno de los pequeños (Mateo 18:6). Dios tiene algo especial en su corazón para las flacas y las débiles.

Su solución para estos abusos es pastorear a sus ovejas Él mismo, a través de alguien con el corazón de David, y un descendiente de David (Jesús), y los pastores a quienes Jesús delega el cuidado de su rebaño.

25 »”Estableceré con ellas un pacto de paz: haré desaparecer del país a las bestias feroces, para que mis ovejas puedan habitar seguras en el desierto y dormir tranquilas en los bosques. 26 Haré que ellas y los alrededores de mi colina sean una fuente de bendición. Haré caer lluvias de bendición en el tiempo oportuno. 27 Los árboles del campo darán su fruto, la tierra entregará sus cosechas, y ellas vivirán seguras en su propia tierra. Y, cuando yo haga pedazos su yugo y las libere de sus tiranos, entonces sabrán que yo soy el Señor. 28 Ya no volverán a ser presa de las naciones, ni serán devoradas por las fieras. Vivirán seguras y nadie les infundirá temor. 29 Les daré una tierra famosa por sus cosechas. No sufrirán hambre en la tierra, ni tendrán que soportar los insultos de las naciones. 30 Entonces sabrán que yo, el Señor su Dios, estoy con ellos, y que ellos, el pueblo de Israel, son mi pueblo. Yo, el Señor omnipotente, lo afirmo, 31 y afirmo también que yo soy su Dios y que ustedes son mis ovejas, las ovejas de mi prado”».

Dios hará todo lo necesario para cuidar a sus ovejas y proporcionarlas lo mejor. Será imposible cumplir la Gran Comisión sin el arduo trabajo de los pastores. Otros (los apóstoles, profetas y evangelistas)  pueden hacer la obra que atrae la atención, predicando a las multitudes y operando en señales y prodigios, pero son los pastores que día tras día alimentan y cuidan a sus ovejas que van a sostener a las iglesias vivas, con ovejas dedicadas a la obra de hacer discípulos.

 

La experiencia de Pedro 2 Pedro 1:12-21

12 Por eso siempre les recordaré estas cosas, por más que las sepan y estén afianzados en la verdad que ahora tienen. 


Puede parecer que estas cualidades son elementales, pero son tan importantes que siempre vale la pena recordarlas. Pedro sabe que ya las conocen, y se mantienen firmes en ellas, pero son cuestiones de salvación:

  • 1:3: las cosas que necesitamos para vivir como Dios manda. Si no vivimos como Dios manda, y no sabemos lo que mandó, ¿cómo vamos a entrar en su reino?
  • 1:8: si estas cosas están en vosotros, y abundan, no os dejarán estar ociosos ni sin fruto. Juan 15 nos dice que Dios quita las ramas infructuosas y las echa al fuego.
  • 1:10: esfuércense más todavía por asegurarse del llamado de Dios. Hay cosas que nosotros tenemos que hacer para que nuestra elección sea firme y para asegurar nuestro llamado.

Entonces, ¡con buena razón Pedro les recordará! Yo he escuchado a hermanos quejarse después de una predicación básica, pero no seas orgulloso. Hay valor en recordarnos de ellas, y la verdad es que pocos realmente andan firmes en ellas.

La habitación pasajera del cuerpo

13 Además, considero que tengo la obligación de refrescarles la memoria mientras viva en esta habitación pasajera que es mi cuerpo; 14 porque sé que dentro de poco tendré que abandonarlo, según me lo ha manifestado nuestro Señor Jesucristo. 15 También me esforzaré con empeño para que aun después de mi partida ustedes puedan recordar estas cosas en todo tiempo.

Similar a Jesús en el Aposento Alto la noche de su arresto, estas son las cosas que ocupan el corazón de Pedro poco antes de su muerte.

El joven Pedro que conocimos en los evangelios probablemente pensó poco sobre la muerte. Así son los jóvenes, pero a lo largo de los anos, la muerte y la eternidad se vuelven cada vez más reales. Pablo se refirió al cuerpo como un “vaso de barro” (2 Corintios 4:7) y Pedro aquí reconoce que es una “habitación pasajera.” Algún día, todos vamos a “abandonar” esta habitación. Por la gracia de Dios, nos sirve bastante bien en esta tierra, pero Dios tiene un cuerpo glorificado y perfecto que nos espera en el cielo.

Empeño y diligencia

El anciano responsable también quiere dejar capacitados y equipados a quienes los sobreviven, para que puedan prosperar en esta vida. Para Pedro, los temas de esta carta son los más importantes para asegurar eso. Él puede descansar, sabiendo que ha hecho su parte, pero primero se esfuerza con empeño para compartir esta palabra importante. Empeño es la actitud de la persona que pone mucho esfuerzo, interés y perseverancia para hacer una cosa. Dios Habla Hoy dice haré todo lo posible; la Reina Valera procuraré con diligencia. ¿Puedes decir que empeño y diligencia caracterizan tu servicio para el Señor? ¿Haces todo lo posible por ayudar a tus hermanos cristianos?

El último testamento de un padre o alguien muy importante en tu vida debería tener más peso. Pedro ha cumplido el mandato de Jesús de apacentar y alimentar a sus ovejas (Juan 21:15-16). Creemos que Marcos escribió el segundo evangelio trabajando estrechamente con Pedro para recordarnos las palabras de Jesús.

Antes de morir…

Muchos no quieren pensar en la muerte, pero ¿estás preparado? ¿Tienes todo en orden? ¿Sabe tu cónyuge qué hacer si mueres? ¿Hay alguna obligación que tengas que cumplir? ¿Hay algo que puedas cambiar ahora para no sentir remordimiento en el lecho de muerte? ¿Qué tipo de legado vas a dejar?

La experiencia personal de Pedro

16 Cuando les dimos a conocer la venida de nuestro Señor Jesucristo en todo su poder, no estábamos siguiendo sutiles cuentos supersticiosos, sino dando testimonio de su grandeza, que vimos con nuestros propios ojos. 17 Él recibió honor y gloria de parte de Dios el Padre, cuando desde la majestuosa gloria se le dirigió aquella voz que dijo: «Este es mi Hijo amado; estoy muy complacido con él».18 Nosotros mismos oímos esa voz que vino del cielo cuando estábamos con él en el monte santo. 

De todos los apóstoles, Pedro tal vez tenía el testimonio más personal. Pedro pasó muchas horas con Jesús, lo tocó y anduvo hacia Él sobre las aguas. De esos tres años de caminar con Jesús, lo más impresionante para Pedro fue la transfiguración (Mateo 17:1-8, Lucas 9:28-36), cuando vio a Jesús en su gloria y escuchó la misma voz del Padre afirmando su Hijo.

Jesucristo no es un mito, y los evangelios no son historias supersticiosas; Pedro estaba allí, a diferencia de los falsos maestros que él va a condenar.

Profecía impulsada por el Espíritu

19 Esto ha venido a confirmarnos la palabra de los profetas, a la cual ustedes hacen bien en prestar atención, como a una lámpara que brilla en un lugar oscuro, hasta que despunte el día y salga el lucero de la mañana en sus corazones. 20 Ante todo, tengan muy presente que ninguna profecía de la Escritura surge de la interpretación particular de nadie. 21 Porque la profecía no ha tenido su origen en la voluntad humana, sino que los profetas hablaron de parte de Dios, impulsados por el Espíritu Santo.

No es solo la experiencia personal; nuestra fe se basa en los registros de cuatro escritores acerca de la vida y las palabras de Jesucristo, y se confirma por las profecías del Antiguo Testamento cumplidas en Jesús.

  • La transfiguración fue una confirmación de la veracidad del Antiguo Testamento, con la aparición de Elías y Moisés.
  • Debemos prestar atención a los profetas.
  • Su palabra es una lámpara que brilla en un lugar oscuro.
  • Los eruditos hablan sobre el “estilo” de Isaías o cómo Jeremías “escribió” Lamentaciones. Pero los profetas fueron impulsados por el Espíritu Santo y hablaron de parte de Dios mismo.
  • La profecía jamás surgió de la comprensión personal de los profetas o por iniciativa humana.

¡Qué hermosa imagen! El lucero de la mañana brillando en nuestros corazones. Eso va a suceder cuando amanezca el día del Señor y Cristo vuelva a este mundo.

Yo soy la raíz y la descendencia de David, la brillante estrella de la mañana.

Apocalipsis 22:16

 

Cómo nunca caer 2 Pedro 1:1-11

1Simón Pedro, siervo y apóstol de Jesucristo, a los que por la justicia de nuestro Dios y Salvador Jesucristo han recibido una fe tan preciosa como la nuestra.

Un siervo

Pedro era una de las columnas de la iglesia primitiva, pero, de acuerdo con la enseñanza y ejemplo de su Maestro, se considera un siervo. Sí, también es un apóstol, pero el que quiere ser grande tiene que ser el siervo de todos. En ese entonces, los falsos maestros se levantaron para dominar las iglesias. Pedro se diferencia de ellos cuando se identifica a sí mismo como un siervo. ¿Conoces a “apóstoles” en la iglesia de hoy? ¿Tienen esa actitud de siervo?

Todos recibimos gracia y fe

Pedro también se identifica con la gente que recibe esta carta. Cada creyente ha recibido la misma preciosa fe. Otra vez, a diferencia de los falsos maestros y gnósticos que afirmaron tener un conocimiento especial, Pedro dice que todos recibimos la misma gracia del Señor. A veces podemos pensar en la fe como algo que tenemos que producir; Pedro dice que recibimos esta fe. Dios nos da la capacidad de creer. Es la justicia de Jesús (no la mía, que es como trapos de inmundicia) que nos concede esa fe. Pedro escribe ahora para toda la iglesia; no solo las iglesias nombradas en su primera carta.

Cristo es Dios

Una herejía que ha plagado la iglesia a través de los siglos es la enseñanza de que Cristo no es Dios. Cristo es la piedra de tropiezo para varios grupos, que insinúan que adoramos a dos (o tres) dioses. Ellos dicen que la Biblia no afirma que Cristo es Dios, pero aquí Pedro dice claramente que Jesucristo es Dios y Salvador.

Los frutos de nuestro conocimiento de Cristo

Que abunden en ustedes la gracia y la paz por medio del conocimiento que tienen de Dios y de Jesús nuestro Señor.

¿Quieres más gracia y paz en tu vida? Vienen por medio de tu conocimiento de Dios. Acércate a Jesús y lee la Biblia para crecer en ese conocimiento y en tu experiencia de su gracia y paz. Esta es la primera de las dos veces en este capítulo que Pedro usa la palabra “abundar.” No debemos simplemente saborearlas; la gracia y la paz deben abundar en nosotros. ¿Estás creciendo en tu conocimiento de Jesús? No solo intelectualmente o en el conocimiento de la Biblia, sino también en el conocimiento personal en relación con Él.

Una vez más, Pedro ya está luchando contra la enseñanza gnóstica de un conocimiento especial. Ellos trajeron confusión y el sentido de que hay algo que nosotros tenemos que hacer para recibir este conocimiento. Pedro dice que son frutos de un conocimiento personal de Jesús y de nuestra relación con Él.

Todas las cosas que pertenecen a la vida y a la piedad

Su divino poder, al darnos (mediante) el conocimiento de aquel que nos llamó por su propia gloria y excelencia, nos ha concedido todas las cosas que necesitamos para vivir como Dios manda (RVR: todas las cosas que pertenecen a la vida y a la piedad). Así Dios nos ha entregado sus preciosas y magníficas promesas para que ustedes, luego de escapar de la corrupción que hay en el mundo debido a los malos deseos, lleguen a tener parte en la naturaleza divina.

El verso 3 confirma nuevamente lo que Pedro acaba de decir: Ya Dios nos ha concedido todo lo que necesitamos. Es un don. Los falsos maestros no pueden ofrecerles algo que necesitan más allá de lo que ya tienen. El mismo peligro existe hoy, cuando alguien te ofrece una nueva revelación. Ten mucho cuidado de lo que recibes.

El proceso de nuestra salvación

Hay una progresión, un proceso, muy obvia aquí. Empezamos perdidos, destinados al infierno, y terminamos compartiendo la naturaleza divina. Hay algo que Dios, en su divino poder, hace, y algo que nosotros tenemos que hacer: conocerlo, reclamar sus promesas y luchar contra los malos deseos.

  1. Dios nos llamó.
  2. Su propia gloria y excelencia lo motivan y trabajan porque quiere que nosotros participemos en estas bendiciones.
  3. Su divino poder ha hecho posible nuestra redención y salvación.
  4. Una vez salvos, tenemos que cambiar; ya tú no mandas, Dios manda. Pero Él ha hecho todo lo necesario para hacerlo posible, dándonos todas las cosas que pertenecen a la vida y a la piedad.
  5. Recibimos estas cosas por medio del conocimiento que Dios nos da de sí mismo.
  6. Conociendo algo de su santidad y gloria, y ya poseyendo todo lo que necesitamos para obedecerlo, huimos, escapamos, de la corrupción que hay en el mundo debido a los malos deseos.
  7. Dios nos entrega sus preciosas y magnificas promesas.
  8. Llegamos a tener parte en la naturaleza divina.

La mayor parte de este proceso es una obra de Dios. Incluso el conocimiento que tenemos de Dios es un don, por medio de revelación y la obra del Espíritu Santo en nosotros. Esa revelación, ese conocimiento, nos motiva a huir del pecado. Ten cuidado con alguna enseñanza que menosprecia la gravedad del pecado y no conduce a la santidad; tenemos que recibir, escuchar y meditar en lo que Dios ya nos ha revelado.

Las promesas de Dios

Solo después de pasar por este proceso, Dios nos entrega sus promesas. Son preciosas y magnificas, y Él no va a entregarlas a alguien con una mente corrupta que está atado en satisfacer los malos deseos de su carne. No es posible contar todas las promesas bíblicas, pero dicen que hay alrededor de 3000. Yo he visto cajitas con una tarjetita por cada día con una promesa. Dios nos las entrega, pero nosotros tenemos que buscarlas, estudiarlas y reclamarlas.

¿Participar en la naturaleza divina?

¿Cómo es posible tener parte en la naturaleza divina? ¿Significa que nos convertimos en dioses? Claro que no, pero con el conocimiento que Dios nos ha dado,  experimentamos el milagroso cumplimiento de sus promesas, estamos libres de pecado y tenemos una nueva naturaleza más cercana a lo divino que a lo carnal. Si no huimos de la corrupción del mundo, no es posible participar en esa naturaleza divina. Compartimos su santidad, como Pedro nos mandó en su primera carta (1:16): Sean santos, porque yo soy santo.

¿Dónde estás en este proceso?

¿Estás creciendo en tu conocimiento de Dios? ¿Has huido de la corrupción del mundo? ¿O aún vives para satisfacer los malos deseos de tu carne?

¿Cuántas de las promesas de Dios conoces? Sería bueno tener un cuaderno para registrar cada promesa que encuentres en la Biblia, y cómo y cuándo Dios la cumple.

Tal vez la primera promesa para reclamar es la realidad de que Dios ya te ha dado todas las cosas que necesitas para vivir como Él lo manda. ¿Lo crees?

Dios ha hecho una obra maravillosa para nosotros. Y precisamente porque la meta es algo tan asombrosa (participar en la naturaleza divina), depende de nosotros esforzarnos para conformarnos a su imagen.

¡Otro proceso!

Precisamente por eso, esfuércense por añadir a su fe, virtud; a su virtud, entendimiento; al entendimiento, dominio propio; al dominio propio, constancia; a la constancia, devoción a Dios; a la devoción a Dios, afecto fraternal; y al afecto fraternal, amor. 

NTV: En vista de todo esto, esfuércense al máximo por responder a las promesas de Dios complementando su fe con una abundante provisión de excelencia moral; la excelencia moral, con conocimiento; el conocimiento, con control propio; el control propio, con perseverancia; la perseverancia, con sumisión a Dios; la sumisión a Dios, con afecto fraternal, y el afecto fraternal, con amor por todos.

Algunos han dicho que estos son solo varios aspectos de la vida cristiana, sin ningún orden, pero dice añadir; me parece claro que es una progresión. No es posible trabajar en todas estas cosas a la vez. Es parecido a lo que Pablo dice en Romanos 5: 3 y 4: sabemos que el sufrimiento produce perseverancia; la perseverancia, entereza de carácter; la entereza de carácter, esperanza. Aquí, el fundamento es nuestra fe; todo empieza con esa fe en Dios:

  1. Fe (la verdadera fe siempre se manifiesta en obediencia y acción)
  2. Virtud (buena conducta, excelencia moral)
  3. Entendimiento (conocimiento)
  4. Dominio propio (muchos falsos maestros carecen de esto)
  5. Constancia (perseverancia, paciencia)
  6. Devoción a Dios (sumisión a Dios, piedad)
  7. Afecto (cariño) fraternal
  8. Amor (ágape)

Algunas observaciones sobre este proceso:

  • Todo empieza con la fe. Sin fe en Dios, podemos trabajar y hacer un esfuerzo para mejorar, pero todo será en la carne, y vamos a terminar frustrados.
  • Parece que no es de una vez por todas. Por ejemplo, la buena conducta siempre puede ser un reto y una lucha.
  • Nuestro entendimiento crece con el estudio de la Palabra y una sólida enseñanza y predicación en la iglesia.
  • De acuerdo con muchos textos bíblicos, el amor es lo más importante, es el objetivo de nuestro discipulado. Las demás cosas proporcionan el fundamento necesario para capacitarnos amar con el amor ágape de Dios.
  • Sí, es un arduo trabajo. Tenemos que dedicarnos a este proceso, pero la mayoría de estas cosas también son frutos del Espíritu Santo. Luego, a la medida que crecemos en nuestra comunión con el Espíritu, Él va a producirlos en nosotros.

¿Puedes decir que te has esforzado al máximo para trabajar con estas cosas? Lo que yo he observado es que de vez en cuando hacemos un esfuerzo para crecer, vamos a un seminario o retiro, o leemos un libro. Pero para la mayoría no es una prioridad. ¿Dónde estás en este proceso? ¿Qué nota (A a F) te darías para cada característica?

Porque estas cualidades, si abundan en ustedes, los harán crecer en el conocimiento de nuestro Señor Jesucristo, y evitarán que sean inútiles e improductivos. En cambio, el que no las tiene es tan corto de vista que ya ni ve, y se olvida de que ha sido limpiado de sus antiguos pecados. 10 Por lo tanto, hermanos, esfuércense más todavía por asegurarse del llamado de Dios, que fue quien los eligió. Si hacen estas cosas, no caerán jamás, 11 y se les abrirán de par en par las puertas del reino eterno de nuestro Señor y Salvador Jesucristo.

Si haces estas cosas, no caerás jamás

Es cierto que no somos salvos por las obras, pero muchas veces eso nos conduce a pensar que Cristo hace todo, y nosotros no tenemos que hacer nada: “Soy elegido y tengo mi boleto para el cielo. Ya que no puedo perder mi salvación, puedo vivir como quiera.” Pedro ha encontrado esa actitud y sabe lo peligrosa que es. Si necesitas más motivación para esforzarte y trabajar en estas cosas, Pedro nos da varios frutos de este trabajo, y las consecuencias de no trabajar:

  • Te harán crecer en tu conocimiento de Jesús. ¿Es importante que lo conozcas mejor? No importa si ya tienes 20 años caminando con Dios, siempre hay más que saber acerca de Jesús.
  • Evitarán que seas inútil e improductivo. Mejor dicho, serás muy útil en el Reino de Dios y productivo en tu servicio a Él. Si te has sentido inútil, puede ser porque estas cosas no abundan en tu vida.
  • Dios te eligió, pero tenemos que asegurarnos de su llamado. ¿Hay veces en que dudes de tu llamado y si eres elegido por Dios? Dedícate a trabajar en estas cosas, y Dios te asegurará tu llamado.
  • Se te abrirán las puertas del reino de Jesucristo. ¿Podría ser que si no te esfuerzas por trabajar con estas cosas, las puertas no se abrirán para ti? Yo no quiero arriesgarme a eso.
  • ¡No caerás jamás! Esa es una de las preciosas promesas, una garantía: no es inevitable que caigamos.

Estas cualidades deben abundar en ti. Pedro tiene palabras fuertes para la persona que echa a menos estas cualidades:

  • Es corto de vista. Está ciego a las realidades de un caminar con Cristo.
  • Ha olvidado que ha sido limpiado de sus antiguos pecados.

Son once cortos versículos, pero ¡qué introducción a esta carta! Medita en estos procesos y lo que Dios quiere para ti ahora. Son tan impresionantes que Pedro dice que siempre tiene que recordarles a los creyentes estas cosas.

Consejos para ancianos, jóvenes y todos 1 Pedro 5

Pedro ha hablado de la experiencia común de sufrimiento, y presentó el principio del sometimiento como el fundamento de toda relación: con el gobierno, los siervos (o esclavos) con sus amos, las esposas con sus maridos y la actitud que gobierna cada relación en la iglesia. ¿Cómo podemos hacer algo tan difícil? El fundamento es una sumisión a Dios y su voluntad. Ahora, Pedro dirige unas palabras a los líderes de la iglesia.

Para los ancianos

1A los ancianos que están entre ustedes, yo, que soy anciano como ellos, testigo de los sufrimientos de Cristo y partícipe con ellos de la gloria que se ha de revelar, les ruego esto: cuiden como pastores el rebaño de Dios que está a su cargo, no por obligación ni por ambición de dinero, sino con afán de servir, como Dios quiere. 

Un anciano puede ser simplemente alguien mayor, pero en este caso son los líderes de las iglesias. Pedro está en una buena posición para hablarles, porque, a pesar de ser uno de los apóstoles principales de la iglesia, también es un anciano. Al igual que los otros ancianos, él participará en la gloria de Jesús cuando Él se revelará a todo el mundo. Lo especial de Pedro es que fue un testigo de los sufrimientos de Cristo, no desde lejos, sino muy cerca.

El orden para la iglesia establecido en el Nuevo Testamento

No siempre tenemos que llamarlos ancianos, pero es importante seguir el orden del Nuevo Testamento para el liderazgo de la iglesia. He conocido a iglesias grandes que ni siquiera tienen ancianos. La Biblia nos da calificaciones muy claras para ellos (1 Timoteo 3:1-7, Tito 1:5-9). El Antiguo Testamento detalla un proceso de santificación y muchos requisitos para los sacerdotes. Servir a Dios es algo muy serio.

Aquí Pedro agrega instrucciones importantes para los ancianos:

  • Son pastores del rebaño de Dios; los mayordomos de las ovejas que pertenecen a Dios. Pedro equivale “anciano” con “pastor.” Jesús se identificó a sí mismo como pastor (Juan 10:1-18; Lucas 15:3-7).
  • Su tarea es cuidar a ese rebaño como un pastor. Hay una gran necesidad de cuidar a las ovejas, del amor y del consejo de un pastor que piensa primero en su bienestar. Parte del pastoreo es alimentar: enseñar la Palabra de Dios y proporcionar alimento sólido para sus ovejas. Esta es la misma comisión que Pedro recibió de su Señor en la mañana de su restauración, en la playa de Galilea (Juan 21). Jesús le mandó alimentar, cuidar, pastorear y apacentar a sus ovejas. Pedro lo tomó muy en serio y lo obedeció; ahora encomienda la misma comisión a todos los ancianos de la iglesia.
  • Es un encargo dado por Dios. No es fácil; tienen que rendir cuentas al Pastor Supremo de las ovejas. Ezequiel 34:1-10 es una buena descripción de los fracasos de los pastores de Israel.
  • Uno nunca debe servir como anciano por obligación, o presionar a alguien o usar la culpa para obligarlos a servir.
  • Alguien que busca el puesto por ambición de dinero es descalificado. En muchos casos, el anciano es un voluntario, pero incluso en el día de Pedro hubo algunos que se enriquecieron por medio de esta posición. La NTV dice ni por el beneficio personal que puedan obtener de ello. Esto no significa que el pastor no debe recibir un salario justo por sus labores (Mateo 10:9-10; 1 Corintios 9:1-18; 1 Timoteo 5:17-18).
  • El anciano debe tener un afán de servir. Cristo dijo que el que quiera ser grande tiene que ser el siervo de todos (Mateo 20:26-28, Marcos 10:42-45, Lucas 22:26, Juan 13:12-17).

No sean tiranos con los que están a su cuidado, sino sean ejemplos para el rebaño. La NTV: No abusen de la autoridad que tienen sobre los que están a su cargo, y DHH: Compórtense no como si ustedes fueran los dueños de los que están a su cuidado.

No es con una mano dura o dominando sobre el rebano. El orgullo y la vanidad destruirán al anciano. Pedro refleja lo que había aprendido de su Maestro (Marcos 10:42).

No hay lugar para aquellos en un “viaje de poder,” o para hipócritas. El anciano debe liderar con el ejemplo, no con la fuerza. Para que el anciano sea un ejemplo, la oveja tiene que verlo y conocerlo. No puede ser en la tele o Internet, o simplemente predicar en el púlpito; las ovejas necesitan un buen ejemplo de esposo y padre. Para recibir la posición del anciano ya se debe mostrar un buen ejemplo.

Así, cuando aparezca el Pastor supremo, ustedes recibirán la inmarcesible corona de gloria.

Hay una recompensa, pero no es necesariamente financiera o de reconocimiento en esta vida. Tenemos que servir con la expectativa de la aparición de Jesucristo, el Pastor supremo, el Pastor de excelencia, el Príncipe de los pastores. Él va a juzgar tu servicio, y si fue bueno, recibirás una corona de gloria.

Si tú eres un anciano, pastor o líder en la iglesia, estos versículos brindan una buena oportunidad para la auto-evaluación. Vemos en ellos que quién eres es más importante de lo que haces. Si tu relación con Cristo es sólida y tienes esta actitud, Dios puede usarte y el ministerio fluirá. A diferencia, es posible predicar bien y ser un buen administrador, pero si hay problemas con estas actitudes, no tendrás un ministerio exitoso ante los ojos del Señor.

Si tú deseas ser un anciano o líder en la iglesia, estas son las cualidades que debes modelar y desarrollar en tu vida ahora. Si estás en condiciones de evaluar a alguien para que sea pastor o anciano, estas son cosas que debes buscar en esa persona.

Para los jóvenes

Así mismo, jóvenes, sométanse a los ancianos.

Pedro ya mandó a los siervos y a las esposas que se sometieran, ahora se dirige a los jóvenes, “así mismo” – de la misma manera que él ya instruyó a los siervos y esposas. Posiblemente cuando Pedro dice “ancianos” aquí, incluye no solo a los líderes sino también a los mayores en edad. ¿Dónde está ese respeto y honra para los ancianos? Hay gran falta de esta actitud tan fundamental para la vida cristiana en todos los niveles de la iglesia. A los ancianos les ayuda mucho tener a un rebano sumiso (Hebreos 13:17), y esa actitud debe empezar en la juventud. Si tú eres un joven, ¿tienes esa actitud de sumisión a los ancianos en general, y a los ancianos que  pastorean tu iglesia?

Consejos para toda la iglesia

Revístanse todos de humildad en su trato mutuo, porque

«Dios se opone a los orgullosos,
pero da gracia a los humildes».

La cuestión aquí es: ¿se aplica este mandato a todos los jóvenes, o a todos los creyentes? Me parece que Pedro está terminando la carta, y esta parte está dirigida a cada creyente. Nadie está exento de la tentación del orgullo. El principio es actuar con humildad en la relación unos con otros. DHH dice: Todos deben someterse unos a otros con humildad.

La persona orgullosa está luchando contra Dios. Dios se opone a los orgullosos, y exalta o da gracia a los humildes. Aquí Pedro cita Proverbios 3:34. Si te parece que Dios está en tu contra, ¿puede ser que hay orgullo al que tienes que renunciar? Dios da su gracia libremente a los humildes. ¿Estás experimentando esa gracia? Si no, ¿es posible que tengas que humillarte?

Humíllense, pues, bajo la poderosa mano de Dios, para que él los exalte a su debido tiempo. 

Dios frustrará los esfuerzos de la persona que trata de exaltarse a sí mismo, y Él tiene una mano poderosa. Se opondrá a todo lo que hagas al respecto. Confía en Dios que Él te exaltará a su debido tiempo. Casi siempre es más tarde de lo que esperamos, pero es mucho mejor esperar su tiempo. ¿Cómo te humillas a ti mismo?

  • Busca toda oportunidad para servir.
  • Siempre toma el lugar más bajo, el último en la fila.
  • Practica la sumisión. En cada situación, busca la persona que tiene autoridad y sométete a él.

Dios llama a aquellos humildes, quienes, vaciados de toda confianza en su propio poder, sabiduría y justicia, buscan todo el bien solo de Dios. Si tú no te humillas, Dios te ama tanto que a menudo Él te humillará, pero es mucho mejor tomar la iniciativa y humillarte a ti mismo. Cristo es nuestro ejemplo aquí (Filipenses 2:8-9).

(Yo he escrito un libro sobre este tema: Humíllate.)

Depositen en él toda ansiedad, porque él cuida de ustedes.

Siempre habrá ansiedad, sobre todo cuando eres perseguido y sufres como estos hermanos, pero Dios te cuida. No tienes que estar ansioso; pon todas tus preocupaciones y ansiedades en las manos de Dios. Él sabe cómo manejarlas, y te librará de toda esa ansiedad. No te sometas a las circunstancias, sino a Dios, quien las controla.

Practiquen el dominio propio y manténganse alerta. Su enemigo el diablo ronda como león rugiente, buscando a quién devorar. Resístanlo, manteniéndose firmes en la fe, sabiendo que sus hermanos en todo el mundo están soportando la misma clase de sufrimientos.

Estamos en una guerra espiritual. Hay un diablo, y él quiere destruirte y devorarte. No tiene misericordia ninguna. Él es tu enemigo; no es tu cónyuge, tu jefe o tu pastor (Efesios 6:12). Él busca a alguien pasando por tribulaciones, enfermedades o depresión. Él espera un momento de debilidad, y como un león, ataca para devorarte. Tú no eres único; los hermanos de todo el mundo están sujetos a las mismas tentaciones y los mismos ataques. Dios te ayudará, pero hay varias cosas que tú tienes que hacer también:

  • Practica el dominio propio. Sé sobrio y prudente. Cuando nos permitimos ver cosas inmundas en Internet o la tele, abrimos una puerta al diablo. Cuando carecemos de dominio propio para evitar entrar en una cantina u otro lugar de mucha tentación, nos convertimos en blancos para el león.
  • Mantente alerta. No hay oportunidad de descansar. En el momento en que bajamos la guardia, el león nos atacará. Observa bien lo que sucede a tu alrededor, en tu hogar y familia, y dentro de ti, en tus emociones y frustraciones.
  • Resístelo. Cuando te encuentras cara a cara con el diablo, no te rindas. Resístelo. Santiago 4:7 añade una promesa: Resistan al diablo, y él huirá de ustedes. Reclama esa promesa, y no te canses de la lucha.
  • Mantente firme en la fe. Tu fe es tu escudo contra sus ataques (Efesios 6:16). No dejes que las dudas entren en tu mente. Recuerda al diablo quien eres.

10 Y, después de que ustedes hayan sufrido un poco de tiempo, Dios mismo, el Dios de toda gracia que los llamó a su gloria eterna en Cristo, los restaurará y los hará fuertes, firmes y estables. 11 A él sea el poder por los siglos de los siglos. Amén.

No hay promesa de libertad del sufrimiento. Dios puede permitirlo, y algunas veces incluso puedes caer. Pero la promesa para agarrar es que, después de un poco de tiempo, Dios te restaurará y te hará fuerte, firme y estable. RVR: os perfeccione, afirme, fortalezca y establezca. NTV: él los restaurará, los sostendrá, los fortalecerá y los afirmará sobre un fundamento sólido.

Es Dios quien te llamó, con un propósito: compartir su gloria eterna en Cristo. Seguramente Él hará lo que sea necesario para llevarte al cielo; es el Dios de toda gracia.

Este conocimiento lleva a Pedro a alabarle; que el poder y la gloria por los siglos de los siglos sean para Cristo.

Últimos saludos

12 Con la ayuda de Silvano, a quien considero un hermano fiel, les he escrito brevemente, para animarlos y confirmarles que esta es la verdadera gracia de Dios. Manténganse firmes en ella.

¿Están sufriendo? Pedro les recuerda un don, la gracia de Dios. Si se mantienen firmes en la gracia, todo va a estar bien. El propósito de Pedro ha sido animarlos y confirmarlos en esa gracia. Pedro sabe lo fácil que es vacilar en la prueba, como niños fluctuantes, con muchos altibajos, pero si aprendemos a vivir por la gracia de Dios, habrá estabilidad en nuestras vidas.

Silvano era un hermano fiel. ¿Hay hermanos infieles? Probablemente. Este Silvano ha sido especial para Pedro, quien no fue estudiado y probablemente no pudo escribir griego. Silvano lo ayudó. Otro nombre para Silvano es Silas; este es el mismo compañero de Pablo en su segundo viaje misionero (y compañero de cárcel en Filipos), era un profeta (Hechos 15:32), y llevó la decisión del concilio en Jerusalén para Antioquia. Aunque a veces puede parecer que Pablo y Pedro operaban en esferas distintas, había compañerismo entre ellos, y posiblemente ambos estaban en Roma.

13 Saludos de parte de la comunidad que está en Babilonia, escogida como ustedes, y también de mi hijo Marcos. 14 Salúdense los unos a los otros con un beso de amor fraternal.

Babilonia casi seguro es Roma; Pedro escribió desde esa ciudad. No sabemos de ningún hijo natural de Pedro; Marcos fue un hijo espiritual, el que escribió el evangelio basándose en lo que Pedro le contó. Era primo de Bernabé y compañero de Pablo en su encarcelamiento en Roma.

Paz a todos ustedes que están en Cristo.

En medio de la lucha y la persecución, Pedro los bendice con la paz de Cristo, porque están en Cristo, un lugar seguro y pacífico.

 

El propósito del sufrimiento 1 Pedro 4

Asume la misma actitud de Cristo

El tema principal de esta carta ha sido el sufrimiento. Este capítulo empieza “Por tanto,” refiriéndonos al versículo 18 del capítulo 3 (los versos 19-22 son un paréntesis): El padecimiento del justo (Cristo) por los injustos (nosotros).

Los cristianos que recibieron la carta han sufrido una persecución fuerte. Pedro ya ha dicho que tienen que soportar la persecución e incluso someterse a los amos (en el caso de siervos o esclavos), a los maridos (para las mujeres casadas) y a toda la autoridad terrenal. Esperamos que en algún momento Pedro pueda prometer un fin a su sufrimiento y una vida feliz, pero en cambio nos llama a algo más difícil:

1Por tanto, ya que Cristo sufrió en el cuerpo, asuman también ustedes la misma actitud; porque el que ha sufrido en el cuerpo ha roto con el pecado, para vivir el resto de su vida terrenal no satisfaciendo sus pasiones humanas, sino cumpliendo la voluntad de Dios. 

¿Estás listo para vivir el resto de tu vida sin satisfacer tus pasiones o seguir tus propios deseos? ¿Te imaginas vivir toda tu vida cumpliendo la voluntad de Dios? Por desgracia, el pecado puede tener un fuerte control sobre nosotros; solo después de mucho sufrimiento estamos realmente listos para renunciar a la vida carnal y hacer la voluntad de Dios.

Yo he escuchado a predicadores decir que Cristo ya sufrió para que nosotros no tengamos que sufrir, pero la Biblia dice aquí que Cristo es nuestro ejemplo (ve también lo que Pablo dijo al respecto en Filipenses 2:5-11). A la luz de su sufrimiento en la cruz, Dios nos llama a asumir la misma actitud de Jesús, el Varón de Dolores. ¿Cuál es esa actitud? Confiar en el Padre y aceptar el sufrimiento, incluso regocijarse en él. La tendencia es hacer todo lo posible para evitar el sufrimiento:

  • Pastillas, alcohol, drogas, placeres carnales y entretenimiento sin fin (películas, televisión e Internet).
  • La búsqueda de la riqueza (o dinero prestado) para comprar diversiones y vacaciones.
  • La vida llena con actividad, trabajo y todo lo necesario para evitar la realidad de los problemas.

El propósito del sufrimiento

La Biblia dice que hay un propósito en el sufrimiento. Podemos asumir la actitud de Cristo porque sabemos que resulta en algo bueno. En el caso de Jesús, fue por nuestra salvación. Para nosotros, es la santificación. Es un proceso, y vemos la progresión del fruto del sufrimiento en estos dos versículos:

  1. ¿Quieres romper con el pecado? Es una declaración que tú puedes hacer si has sufrido en el cuerpo: “Yo he roto con el pecado.” Lástima que a menudo tengamos que pasar por una enfermedad, encarcelamiento o persecución para arrepentirnos y romper con el pecado.
  2. Hay un cambio definido: es para el resto de tu vida terrenal. Lo natural (la vida que observamos a nuestro alrededor), es satisfacer las pasiones humanas (ya sabemos lo que son, aunque Pedro nombró algunas de ellas en el verso 3 y en el primer versículo del capítulo 2). No podemos servir a dos amos (Dios y la carne); Dios puede permitir el sufrimiento necesario para llevarnos al arrepentimiento para no satisfacer las concupiscencias de la carne.
  3. Ahora nuestro anhelo es cumplir la voluntad de Dios: “No mi voluntad, lo que yo quiero, sino tu voluntad, Padre, lo que tú quieras.” Para cumplir su voluntad, tenemos que saber qué es. Tenemos que moldear nuestras mentes con la Palabra de Dios, someter cada decisión a Dios y aprender a escuchar la voz del Espíritu Santo para discernir su voluntad. Ahora lo más importante es glorificar y agradar a Dios, no a mí mismo.

Y todo empieza con tener la actitud de Cristo y pensar como Él. Un cambio de actitud afecta a toda la vida. Podemos obligarnos a hacer la voluntad de Dios, pero si tenemos una mala actitud, no le agrada. La actitud de Cristo es una disposición total, una entrega completa, a la voluntad de Dios.

Pues ya basta con el tiempo que han desperdiciado haciendo lo que agrada a los incrédulos, entregados al desenfreno, a las pasiones, a las borracheras, a las orgías, a las parrandas y a las idolatrías abominables. 

Tiempo desperdiciado

Pedro clarifica algunas de las pasiones humanas que satisfacíamos, cosas que agradan a los incrédulos y a la carne. Todos vivíamos de esa manera en el pasado, pero son un desperdicio de nuestro tiempo y nuestras vidas. Pedro los incluye aquí, ya que sabe que algunos cristianos todavía están luchando con ellos, pero es hora de cambiar y dejar de ser devotos a ellos (y otras cosas similares).

  • Desenfreno (DHH: vicios, RVR: lascivias); disfrutar de placeres, especialmente sexuales, sin auto dominio ni pensar en las consecuencias
  • Pasiones; lujuria, pornografía, sexo fuera del matrimonio, homosexualidad
  • Borracheras; uso excesivo de alcohol y drogas
  • Orgías; toda práctica sexual fuera de lo normal
  • Parrandas (disipación, banquetes, fiestas)
  • Idolatrías abominables; más allá de la idolatría común, idolatrando a cosas abominables

Ahora queremos redimir el tiempo y vivir para agradar a Dios. El mundo de hoy muestra que nuestra creencia en la perversidad y depravación del ser humano sin Cristo es correcta, aunque no significa que todos los que no conocen a Cristo practiquen estos pecados. Hay buena gente en el mundo, pero sin Cristo, están perdidos.

Pablo escribió acerca de esta depravación en Romanos 1:29-32:

Se han llenado de toda clase de maldad, perversidad, avaricia y depravación. Están repletos de envidia, homicidios, disensiones, engaño y malicia. Son chismosos, calumniadores, enemigos de Dios, insolentes, soberbios y arrogantes; se ingenian maldades; se rebelan contra sus padres; son insensatos, desleales, insensibles, despiadados. Saben bien que, según el justo decreto de Dios, quienes practican tales cosas merecen la muerte; sin embargo, no solo siguen practicándolas, sino que incluso aprueban a quienes las practican.

Nosotros batallamos con nuestros deseos pecaminosos, la influencia del mundo que no conoce a Cristo y el diablo, como Pablo explica en Efesios 2:1-2:

En otro tiempo ustedes estaban muertos en sus transgresiones y pecados, en los cuales andaban conforme a los poderes de este mundo. Se conducían según el que gobierna las tinieblas, según el espíritu que ahora ejerce su poder en los que viven en la desobediencia.

Amigos viejos del mundo

A ellos les parece extraño que ustedes ya no corran con ellos en ese mismo desbordamiento de inmoralidad, y por eso los insultan. 

La NTV: No es de extrañarse que sus amigos de la vieja vida se sorprendan de que ustedes ya no participan en las cosas destructivas y descontroladas que ellos hacen. Por eso los calumnian.

Cuando yo era un niño, la práctica de la inmoralidad era aún menospreciada. Yo he visto un gran cambio; en el mundo de hoy, la moral cristiana a menudo es vista como extrema, rígida e irreal. ¿No es cierto que todos los días vemos el desbordamiento de la inmoralidad, con gente que hace cosas destructivas e incontroladas? ¿Conoces a personas que piensan que es extraño que no apruebes su inmoralidad? Si te insultan, considéralo parte del sufrimiento por Cristo. Puedes sentirte presionado a adoptar su estilo de vida, pero recuerda el verso siguiente:

Pero ellos tendrán que rendirle cuentas a aquel que está preparado para juzgar a los vivos y a los muertos. 

Hay un juicio venidero; habrá una recompensa para aquellos que practican la justicia y el castigo eternal para los pecadores. ¿Cómo será para ti cuando tengas que rendir cuentas a Dios?

Predica el Evangelio

Por esto también se les predicó el evangelio aun a los muertos, para que, a pesar de haber sido juzgados según criterios humanos en lo que atañe al cuerpo, vivan conforme a Dios en lo que atañe al espíritu.

Este es otro verso difícil, quizás relacionado con lo que Pedro dijo en 3:4-5 (Cristo predicando a los espíritus encarcelados). Estas personas aparentemente tienen la oportunidad en el espíritu de responder al evangelio, arrepentirse y seguir a Dios. Ya habían sido juzgados por los estándares del mundo por lo que hicieron en la tierra. Pueden ser creyentes que sufrieron bajo el juicio del hombre y murieron, pero ahora están vivos en el espíritu.

A pesar de las dificultades con este verso, hay una enseñanza importante aquí:

  • Tenemos la responsabilidad de predicar el evangelio, de salvar a la mayor cantidad posible de la condenación.
  • El mundo juzga según criterios humanos. Y sí, los incrédulos también juzgan, aunque a menudo señalan a los cristianos como críticos.
  • Más importante que enfocarse en el juicio es vivir para Dios y enfocarse en el Espíritu en lugar de la carne.
  • La experiencia del creyente es paralela a la de Cristo: ambos sufren en la carne, ambos mueren, pero, a pesar de la muerte, ambos viven en el espíritu.

Prepárate para el fin

Ya se acerca el fin de todas las cosas.

Hay una urgencia de poner en orden nuestras vidas, porque no nos queda mucho tiempo. Cristo vendrá pronto y este mundo terminará. A la luz de esa urgencia, hay prioridades que debemos establecer y varias cosas prácticas que tenemos que incluir como parte de la vida:

  1. Así que, para orar bien, manténganse sobrios y con la mente despejada. 

DHH: sean ustedes juiciosos y dedíquense seriamente a la oración.

RVR: sed, pues, sobrios, y velad en oración.

Es fácil descuidar la vida de oración, pero en medio de la persecución, el sufrimiento y la presión para seguir las normas del mundo, la comunión con Dios es aún más importante.

Pedro menciona dos cosas que nos ayudan en la oración:

  • Mantente sobrio. El diccionario dice que sobrio es “Moderado en sus palabras, comportamiento, etc., y especialmente en el comer y el beber; Que carece de adornos superfluos o de otras características que lo hagan llamativo y exagerado; Que no está borracho.” Con todos los extremos en el mundo actual y tanto hablar en Internet, es fácil vivir en temor y perder nuestra perspectiva.
  • Mantén la mente despejada. Eso es difícil con todas las cosas en Internet y los medios de comunicación que contaminan la mente. Es muy importante ser moldeado por la Palabra de Dios para mantener la mente clara. La palabra griega puede incluir la idea de auto dominio, también importante para mantener y desarrollar la vida devocional. Algunos temen el fin del mundo, pero para nosotros no hay nada que temer.
  1. Sobre todo, ámense los unos a los otros profundamente, porque el amor cubre multitud de pecados.

Jesús dijo (Juan 17) que nuestro amor testifica al mundo que el evangelio es verdadero. Su nuevo mandamiento (Juan 13:30) es amarnos unos a otros como Él nos ha amado; ese es un gran desafío para nosotros, porque el amor de Cristo es un amor verdaderamente profundo. El amor de nuestros hermanos nos ayuda a soportar la persecución de los días postreros. El amor no ignora el pecado, pero el amor es más poderoso que la ofensa y el juicio. El que ama está dispuesto a perdonar cualquier ofensa. La combinación de oración y amor (que conduce al arrepentimiento y cubre una multitud de pecados) nos prepara para la venida de Cristo. ¿Qué significa amar profundamente para ti hoy? ¿Puedes decir que estás obedeciendo este comando?

  1. Practiquen la hospitalidad entre ustedes sin quejarse.

No oímos mucho al respecto en las predicas actuales, pero la Biblia le da mucha importancia a la hospitalidad. Dios nos ha bendecido con casas y alimento para que podamos ayudar y bendecir a otros; debe ser un resultado natural de nuestro amor. Es una alegría y privilegio servir a otros; no pensamos en el costo, y nunca debemos quejarnos de alguien que estamos hospedando, sino confiar en que Dios proporcionará todo lo necesario para bendecir a esa persona. Abrir la casa a otros nos brinda una buena oportunidad para amar profundamente y chinear a nuestros huéspedes. ¿Cuáles oportunidades tienes para practicar la hospitalidad? ¿Cómo puedes promoverla en tu iglesia?

  1. 10 Cada uno ponga al servicio de los demás el don que haya recibido, administrando fielmente la gracia de Dios en sus diversas formas.

En medio de las presiones del mundo para pecar, el sufrimiento y la incertitud de la situación mundial, Dios nos llama a ocuparnos en servir y ser activos en nuestras iglesias. Pedro habla aquí de la diversidad de dones espirituales. Esos dones son para el beneficio de toda la iglesia. Cada creyente recibe un don de Dios; nuestra parte es administrarlo fielmente. ¿Sabes cuál es tu don (o dones; puedes tener más de uno)? ¿Estás usándolo para servir a los que te rodean? ¿Qué implica para ti administrarlo fielmente? ¿Puedes decir que estás haciendo eso? Si no, ¿qué tienes que cambiar?

Ahora, Pedro nombra a dos ejemplos más de los dones (la hospitalidad en el verso 9 fue el primero).

  1. 11 El que habla, hágalo como quien expresa las palabras mismas de Dios.

Puede ser enseñar, predicar o profetizar; siempre es una responsabilidad sagrada pararse para compartir una palabra en el Nombre de Jesús.

  1. El que presta algún servicio, hágalo como quien tiene el poder de Dios.

Los dones son manifestaciones sobrenaturales del Espíritu Santo. Cualquier servicio o ministerio debe demostrar el poder de Dios. El don del servicio no es tan impresionante como milagros o profecía, pero tiene la misma importancia en la iglesia. La operación de ese don facilita el funcionamiento de la iglesia.

Otras enseñanzas acerca de los dones espirituales se encuentran en Romanos 12, 1 Corintios 12 y 14, y Efesios 5.

Así Dios será en todo alabado por medio de Jesucristo, a quien sea la gloria y el poder por los siglos de los siglos. Amén.

Cuando mantenemos estas normas, el poder de Dios se manifiesta y Él es glorificado. La tentación de aquellos que operan con impresionantes dones es buscar la gloria, la fama y el poder para sí mismos. Algunas veces, después de años de ministrar, olvidamos el poder de Dios y ministramos en la carne. Siempre tenemos que dejar al poder de Dios fluir en el ministerio y dirigir toda la gloria y alabanza a Él.

El fuego de la prueba

12 Queridos hermanos, no se extrañen del fuego de la prueba que están soportando, como si fuera algo insólito. 

Pedro descansó del tema de su carta al principio de este capítulo, pero ahora vuelve a hablar del sufrimiento. Muchos cristianos criados con una doctrina de prosperidad y bendición no están preparados para las pruebas y persecuciones, pero Jesús dijo que son parte de esta vida (Juan 15:20). Creo que todos nosotros hemos oído eso, pero todavía nos sorprendamos por la intensidad de las pruebas. Preguntamos: “¿Por qué? ¿Qué he hecho malo? ¿Está Dios enojado conmigo? ¿Estoy en pecado? ¿Tiene que estar tan caliente este fuego?”

Las buenas nuevas para ellos es que están soportando la prueba. No se han rendido. ¿Y tú? ¿Estás aguantando en la prueba? ¿Estás en el fuego? Esto es lo que Pedro dice que debe ser nuestra respuesta:

13 Al contrario, alégrense de tener parte en los sufrimientos de Cristo, para que también sea inmensa su alegría cuando se revele la gloria de Cristo. 

Alegrarse en el fuego no es fácil. Solo lo puedes hacer si tienes el gozo del Señor y puedes ver más allá de la prueba, a la recompensa y la promesa de vida eterna. ¡Eres un participe en los padecimientos de Cristo! En ese fuego tú puedes conocer una comunión más íntima con tu Señor.

Es una perspectiva rara hoy en día, pero muy común en los primeros siglos de la iglesia:

  • Hechos 5:41: Los apóstoles salieron del Consejo, llenos de gozo por haber sido considerados dignos de sufrir afrentas por causa del Nombre.
  • Filipenses 3:10: Lo he perdido todo a fin de conocer a Cristo, experimentar el poder que se manifestó en su resurrección, participar en sus sufrimientos y llegar a ser semejante a él en su muerte. 

Nuestra alegría como creyentes es muy diferente de la alegría que experimentamos en el mundo. Nuestra mirada debe fijarse en la bendita esperanza de estar con Cristo por la eternidad, y la anticipación de ver su gloria cuando venga otra vez. Honestamente, ¿puedes estar feliz de participar en los sufrimientos de Cristo? ¿Alguna vez has experimentado ese gozo?

14 Dichosos ustedes si los insultan por causa del nombre de Cristo, porque el glorioso Espíritu de Dios reposa sobre ustedes. 

Otra vez suena como los bienaventurados en Mateo 5. Aquí hay una promesa de un toque especial del Espíritu Santo para aquellos que están insultados por causa de Cristo (tiene que ser por causa de Él, y no por ninguna tontería nuestra).

15 Que ninguno tenga que sufrir por asesino, ladrón o delincuente, ni siquiera por entrometido. 16 Pero, si alguien sufre por ser cristiano, que no se avergüence, sino que alabe a Dios por llevar el nombre de Cristo. 

Se ha repetido varias veces en esta carta: No hay beneficio en sufrir por ningún delito o crimen; ese sufrimiento es una consecuencia justa. Para sufrir por ser cristiano, debe ser obvio a todos que llevamos el nombre de Cristo y reflejamos su vida. Nunca debes avergonzarte por algún insulto porque eres “diferente,” “un aleluya” o “un fanático.” Si te insultan porque vas a la iglesia, llevas una Biblia o no participas en las perversiones del mundo, ¡alaba a Dios!

17 Porque es tiempo de que el juicio comience por la familia de Dios; y, si comienza por nosotros, ¡cuál no será el fin de los que se rebelan contra el evangelio de Dios! 18 «Si el justo a duras penas se salva, ¿qué será del impío y del pecador?»

Estos son versos frecuentemente citados, y con buena razón:

  • Todos van a ser juzgados.
  • El juicio de los creyentes ya había comenzado en el tiempo de Pedro y sigue aún. Dios quiere purificar su iglesia y preparar a una novia sin mancha para su Hijo.
  • Es dura cosa para el justo ser salvo; hay algo terrible y temeroso esperando a los rebeldes e impíos.

¿Es posible que tú estés experimentando algún juicio de Dios ahora? ¿O tu iglesia? Dios lo hace en su misericordia, para prepararnos para el gran juicio. Los que están en rebelión a Dios deben temer, porque: ¡Terrible cosa es caer en las manos del Dios vivo!” (Hebreos 10:31; Hebreos 10:19-39 es un pasaje que está muy relacionado con esta carta, con buenos consejos para la persona que sufre persecución.)

19 Así pues, los que sufren según la voluntad de Dios, entréguense a su fiel creador y sigan practicando el bien.

¿Es posible que sea la voluntad de Dios sufrir? ¡Así dice Pedro! Dios es soberano y puede salvarnos de la persecución, pero la permite, porque, como ya hemos visto, Él tiene un propósito en ella. No importa lo difícil que sea, tenemos que confiar en Dios, entregarnos a Dios y seguir practicando el bien.

 

El sometimiento máximo 1 Pedro 3:13-22

Al finalizar la enseñanza acerca de la sumisión, Pedro ha compartido algunas instrucciones muy claras sobre cómo tener una vida feliz; el problema para sus lectores es que han vivido una pesadilla de persecución e incluso la muerte que los ha dejado perplejos. Es un dilema viejo: Si Dios es soberano, ¿por qué permite que los justos sufran? ¿Por qué tengo que someterme a un amo o marido cruel? Tal vez después de leer estas promesas tú hayas pensado: “Lo he hecho, y todavía no veo la bendición.” Ahora vamos a ver que nuestra fe nos permite hacer el sometimiento máximo: a Cristo. Y esa perspectiva impacta toda la vida.

Sufrir por causa de la justicia

13 Y a ustedes, ¿quién les va a hacer daño si se esfuerzan por hacer el bien? 

¿Y la respuesta de ellos? “¡Muchos! ¡A veces parece que cuanto más me acerco a Jesús, más sufro!” Y Pedro responde (él sabe por su propia experiencia): “Vivimos en un mundo cruel, bajo el dominio del maligno. No hay garantía de que no te lastimarán a ti, una persona buena. ¡Mira lo que hicieron al Hijo de Dios!” Por supuesto, no hay lógica en dañar a alguien que sana y salva, o al cristiano que quiere bendecir a otros, pero esa es la naturaleza de este mundo caído.

14 ¡Dichosos si sufren por causa de la justicia! «No teman lo que ellos temen, ni se dejen asustar». 

Hay tres palabras de consolación y ánimo que Pedro nos ofrece:

  • Eres dichoso. Posiblemente Pedro lo sacó de las Bienaventuranzas: Dichosos los perseguidos por causa de la justicia, porque el reino de los cielos les pertenece. Dichosos serán ustedes cuando por mi causa la gente los insulte, los persiga y levante contra ustedes toda clase de calumnias. Alégrense y llénense de júbilo, porque les espera una gran recompensa en el cielo. Así también persiguieron a los profetas que los precedieron a ustedes (Mateo 5:10-12). Dios sabe todo. Confía en Él por tu bendición y recompensa.
  • No temas lo que ellos temen. La traducción del griego aquí es complicada. Dios Habla Hoy sigue el pensamiento de la Reina Valera: No tengan miedo a nadie. Dios quiere quitar todo temor de nuestros corazones. Aquí es más complicado entender la NVI, lo que nos lleva a pensar en lo que los perseguidores temen, y no tener temor de eso. Esa versión refleja la cita de Isaías 8:12, que, en su contexto, nos da una buena perspectiva de la voluntad de Dios: 11 El Señor me dio una firme advertencia de no pensar como todos los demás. Me dijo: 12 «No llames conspiración a todo, como hacen ellos, ni vivas aterrorizado de lo que a ellos les da miedo. 13 Ten por santo en tu vida al Señor de los Ejércitos Celestiales; él es a quien debes temer. Él es quien te debería hacer temblar. 14Él te mantendrá seguro. No pensamos como el mundo.
  • No te dejes asustar. Es útil saber de antemano que habrá persecución y oposición en este mundo; no es ninguna sorpresa.

Debido a que confiamos en la bendición de Dios y estamos libres del temor, Pedro nos dice lo que debe ser nuestra actitud: No luchamos contra nuestros perseguidores ni nos defendemos, sino honramos a Cristo y damos testimonio de Él.

Honra en tu corazón a Cristo como Señor

15 Más bien, honren en su corazón a Cristo como Señor. Estén siempre preparados para responder a todo el que les pida razón de la esperanza que hay en ustedes. 16 Pero háganlo con gentileza y respeto, manteniendo la conciencia limpia, para que los que hablan mal de la buena conducta de ustedes en Cristo se avergüencen de sus calumnias. 17 Si es la voluntad de Dios, es preferible sufrir por hacer el bien que por hacer el mal.

Primero, tenemos que honrar a Cristo como Señor en nuestros corazones. ¿Qué significa eso? Somos suyos. Como nuestro Señor, Él ocupa el trono de nuestros corazones y dirige nuestras vidas, pero también nos cuida como sus ovejas. Cristo es nuestro amigo, pero también es Señor, y siempre tenemos que honrarlo. Cuando Él gobierna nuestros pensamientos y emociones, nada de lo que haga el enemigo nos moverá. La sumisión a las autoridades de este mundo es importante, pero es la sumisión al señorío de Jesús lo que nos permite superar las pruebas de esta vida.

Una vez más, Pedro dice que el sufrimiento es parte de la vida en este mundo, e incluso puede ser la voluntad de Dios para nosotros; mejor sufrir por hacer el bien que por hacer el mal.

La enseñanza radical de Pedro aquí es que siempre tenemos que amar a nuestros enemigos y orar por ellos. No nos escondemos en la seguridad de la iglesia, ni nos apartamos del mundo para protegernos de sus ataques injustificados. Parte de honrar a Cristo es ser su embajador ejemplar en este mundo. Queremos que las estafadoras también conozcan a Cristo.

  • En medio de la persecución, quedará claro que nosotros tenemos una esperanza más allá de una vida mejor en este mundo; eso atraerá la atención de los inconversos.
  • Algunos nos van a preguntar la razón de nuestra esperanza (y cómo es posible estar gozosos en medio del sufrimiento); puede ser que el Espíritu Santo abra su corazón a Cristo. ¿Sabes cómo compartir lo que Cristo ha hecho en tu vida, es decir, tu testimonio?
  • Tenemos que prepararnos de antemano para no sorprendernos o desconocer nuestra esperanza y el Evangelio. Estudia la Biblia y libros de apologéticos, y toma clases de evangelismo si es posible.
  • No siempre tenemos las ganas de evangelizar, pero las palabras son muy claras: “siempre,” y a “” ¿Tienes esa disposición?
  • Hazlo con gentileza (humildad y mansedumbre) y respeto (reverencia). Parece extraño que Pedro tenga que incluir eso. ¿No deberíamos hablar siempre con gentileza y respeto? Pero estoy seguro de que tú también has conocido a cristianos que no respetan a personas de otras religiones o estilos de vida muy mundanos.
  • Siempre mantener la conciencia limpia en tu trato con gente del mundo.
  • Habrá gente que hable mal de tu buena conducta; la meta es que ellos se avergüencen de sus calumnias.

¡Imagínate el impacto si cada cristiano obedeciera esta palabra para dar testimonio de Cristo!

Cristo obtuvo nuestra salvación a través de su sufrimiento

18 Porque Cristo murió por los pecados una vez por todas, el justo por los injustos, a fin de llevarlos a ustedes a Dios. Él sufrió la muerte en su cuerpo, pero el Espíritu hizo que volviera a la vida. 

Cristo es el ejemplo supremo de sufrimiento por hacer el bien. Aunque vivió una vida perfecta, Él murió la muerte más cruel posible; no por su propio pecado, sino por tu pecado y el mío. En el amor, el justo murió por los injustos. El pecado es la causa de todo sufrimiento, el de Cristo, y el nuestro. Pero incluso en el caso de su Hijo amado, fue la voluntad de Dios que sufriera así, para cumplir un propósito mayor.

¡Nosotros necesitamos ese mismo amor por los injustos en este mundo! ¡Y no tenemos que morir por ellos; solo compartir las buenas nuevas de la salvación con ellos! Gracias a Dios, Cristo murió por el pecado del mundo de una vez por todas. Así nos restaura a Dios, nos lleva a la presencia de Dios. Para ayudar a gente necesitada que nos rodean, lo mejor que podemos hacer es llevarlos a Dios, llevarlos a una vida nueva a través de la salvación en Jesús.

¡Tu sufrimiento no es en vano! ¡Dios siempre puede redimir la situación y glorificarse a sí mismo en ella! A diferencia del sufrimiento de Cristo, no es de una vez por todas; puede ser muchas veces, pero no se compara con la intensidad del sufrimiento de Cristo en la cruz. El mismo Espíritu que lo trajo de vuelta a la vida hará lo mismo por ti después de pasar por el sufrimiento.

¿Espíritus encarcelados?

19 Por medio del Espíritu fue y predicó a los espíritus encarcelados, 20 que en los tiempos antiguos, en los días de Noé, desobedecieron, cuando Dios esperaba con paciencia mientras se construía el arca. En ella solo pocas personas, ocho en total, se salvaron mediante el agua, 21 la cual simboliza el bautismo que ahora los salva también a ustedes.

Estos son versos difíciles; la Biblia no habla de esto en ningún otra parte. Esto es lo que dicen:

  • La gente era de “los tiempos antiguos, los días de Noé.” Parece que no se aplica a la gente de hoy.
  • Son aquellos que desobedecieron y motivaron a Dios a destruir todo el mundo. Noé estaba construyendo el arca, y aún tenían la oportunidad de entrar al arca y salvarse, pero se burlaron de Noé. Sin embargo, Dios estaba esperando pacientemente su arrepentimiento.
  • Sus espíritus quedaron encarcelados. ¿Esperando el gran juicio? ¿En algún lugar especial? ¿Todavía tenían la oportunidad de arrepentirse? Muchas veces, cuando usan la palabra “espíritu” en el Nuevo Testamento, se refiere a los ángeles o demonios. En este caso, serían demonios, porque están encarcelados. ¿Cómo respondieron cuando Cristo los predicó?
  • Siguen siendo importantes a Dios, y Cristo fue a través del Espíritu y les predicó (¿durante su vida aquí en la tierra? ¿durante los tres días que fue sepultado?). No dice nada de cómo respondieron.
  • Aunque no contestan todas las preguntas, estos versículos que Pedro escribió en su segunda carta (2 Pedro 2:4 y 5) pueden ayudarnos a entender estos “espíritus”: Dios no perdonó a los ángeles cuando pecaron, sino que los arrojó al abismo, metiéndolos en tenebrosas cavernas y reservándolos para el juicio. Tampoco perdonó al mundo antiguo cuando mandó un diluvio sobre los impíos, aunque protegió a ocho personas, incluyendo a Noé, predicador de la justicia.

Pedro aprovecha la experiencia de Noé para introducir el tema del bautismo. Hay varias cosas en el Antiguo Testamento que son tipos o símbolos de realidades en el Nuevo Pacto. En esta imagen, Cristo sería el arca que nos salva. Pero Pedro también dice algo que se tiene que tomar en el contexto de toda la enseñanza bíblica acerca del bautismo: dice que el bautismo nos salva. Sabemos que el bautismo es el símbolo de la decisión que tomamos de aceptar a Cristo como Señor y Salvador. El bautismo es importante; no es opcional que el creyente sea bautizado en agua como símbolo de la muerte de la vieja naturaleza y el nuevo nacimiento. Pero el bautismo en sí no te salva.

El bautismo

El bautismo no consiste en la limpieza del cuerpo, sino en el compromiso de tener una buena conciencia delante de Dios. Esta salvación es posible por la resurrección de Jesucristo, 22 quien subió al cielo y tomó su lugar a la derecha de Dios, y a quien están sometidos los ángeles, las autoridades y los poderes.

Hay varias descripciones en la Biblia del significado del bautismo. Está claro que es espiritual; no tiene nada que ver con la limpieza del cuerpo. Es un pacto que hacemos con Dios, un compromiso, de andar conforme a la voluntad de Dios, con una buena conciencia.

Pedro luego pasa de hablar de la experiencia actual de estos creyentes, y quiere exaltar al Señor Jesucristo. Lo que hace nuestra salvación posible es la victoria de Jesús sobre la muerte en su resurrección, de la cual Pedro fue testigo. Cristo entonces ascendió al cielo y está a la diestra del Padre. Todo ser espiritual (ángeles, autoridades, poderes, demonios – incluso el mismo diablo que está atacándolos) está sujeto a Dios. Así, el capítulo termina con la misma palabra que aparece en el primer versículo: sometidos. Es la realidad en el cielo, debe ser la realidad para nosotros y nosotros debemos someternos a toda autoridad en la tierra también. ¿Estás sometido al señorío de Jesucristo? ¿Estás practicando la sumisión a autoridad que este capítulo nos ha enseñado?

Cómo relacionarse con otros 1 Pedro 3:1-12

Instrucciones para esposas

1Así mismo, esposas, sométanse a sus esposos, de modo que, si algunos de ellos no creen en la palabra, puedan ser ganados más por el comportamiento de ustedes que por sus palabras, al observar su conducta íntegra y respetuosa. 

Ya vimos en el capítulo 2 la importancia de la sumisión en el reino de Dios. Después del principio general de sumisión a “toda institución humana,” Pedro primero se dirigió a los siervos, o esclavos. Dijo que no importa si el amo es cruel; tienen que someterse. Ahora Pedro dice que lo mismo se aplica en el matrimonio. Él sabe que muchos esposos no son creyentes, pero eso no exime a la mujer de someterse a él. Esta es una palabra muy dura para la mujer que se siente como una esclava y puede ser maltratada por su marido. Es una prueba fuerte de obediencia a la Palabra y de fe en Dios. No es tan simple como decir “ella tiene que someterse” y culparla si está sufriendo. Requiere mucha compasión y apoyo. La Biblia nunca exige que una mujer sufra abuso físico o emocional, pero tampoco permite la rebelión o el divorcio en tales casos (es posible que tenga que salir de una situación abusiva para un lugar seguro).

La humildad demostrada en la sumisión es un testimonio, en este caso para el esposo incrédulo. La fe y la petición de la mujer a Dios es siempre por la salvación del hombre. En cada problema matrimonial, lo más importante es la salvación eterna de la persona y su caminar con Cristo; el matrimonio es solo para este mundo, y un matrimonio debería ser mejor cuando ambos están llenos del Espíritu Santo. Si el esposo abusador es cristiano, puede esperar un juicio fuerte de Dios por su pecado.

Parte del testimonio es la palabra, pero el comportamiento piadoso diario es un testimonio más importante. Es un principio que se aplica en cualquier situación con los inconversos: nuestro comportamiento debe ser el mensaje más poderoso. Nuestra conducta con todos debe ser íntegra, pura y respetuosa. Qué triste cuando el comportamiento cristiano conduce al oprobio de Jesucristo.

En el matrimonio, hay ocasiones cuando el hombre inconverso puede sentir que ha perdido a su mujer, o está compitiendo con Jesús. O puede ser que ella siempre le predique y lo condena, hasta que no se vea nada del amor de Cristo; puede suceder con un hombre salvo y su esposa incrédula también.

Hermana, si estás casada, ¿cómo te va con la sumisión, el comportamiento y el respeto hacia tu esposo? Hermano, ¿es tu conducta en la casa y el trabajo íntegra, pura y respetuosa?

La belleza de un espíritu gentil y apacible

Que la belleza de ustedes no sea la externa, que consiste en adornos tales como peinados ostentosos, joyas de oro y vestidos lujosos. Que su belleza sea más bien la incorruptible, la que procede de lo íntimo del corazón y consiste en un espíritu suave y apacible. Esta sí que tiene mucho valor delante de Dios. 

¿Es pecado llevar joyas de oro o vestidos lujosos? ¿Hay algo malo con una mujer de apariencia hermosa? Creo que no, pero la modestia debe caracterizar a la mujer cristiana. El problema es los peinados ostentosos o exagerados, muchas joyas y vestidos muy lujosos. Dios no mira a la apariencia; esas cosas no le impresionan. La belleza debe proceder de lo que está en el corazón. A Dios le gusta un espíritu suave y apacible (gentil, tierno, tranquilo, afable, y sereno) en una mujer. Esa belleza es incorruptible, y se vuelve más hermosa a medida que pasan los años, en lugar de la belleza externa que se marchita con los años.

Pablo escribió algo similar en 1 Timoteo 2:9-10: En cuanto a las mujeres, quiero que ellas se vistan decorosamente, con modestia y recato, sin peinados ostentosos, ni oro, ni perlas ni vestidos costosos. Que se adornen más bien con buenas obras, como corresponde a mujeres que profesan servir a Dios.

Hermano, ¿honras el deseo de tu esposa de cultivar ese espíritu y no prestar demasiada atención a su apariencia? ¿O siempre estás comprándola más cosas e impulsándola a usar más maquillaje y arreglar su pelo? ¿Miras a otras mujeres y su apariencia hasta que haces que tu esposa se sienta insegura y celosa de ellas? Y tú, ¿dedicas más tiempo y energía a lo que está en lo íntimo de tu corazón? No es inusual que un hombre también dedique mucha energía y dinero a su ropa y apariencia.

Hermana, ¿gastas mucho dinero, tiempo y energía en cabello, joyas y ropa? ¿Tienes ese espíritu apacible y tierno? ¿Hay algo que tengas que cambiar?

Yo sé que este es un tema delicado, pero en la iglesia la vestidura de muchas mujeres (y más aún las jóvenes) sirve como tropiezo para los hombres. Hay cristianos que han reaccionado contra el legalismo de algunas iglesias y la forma en que se visten, pero la mujer cristiana tiene que tener en cuenta que su vida es un testimonio. Debe honrar al Señor: ¿te sentirías cómoda en esa prenda en presencia de Jesús? Hermano, es tu deber guiar a tu esposa e hijas en este asunto.

El ejemplo de Sara

Así se adornaban en tiempos antiguos las santas mujeres que esperaban en Dios, cada una sumisa a su esposo. Tal es el caso de Sara, que obedecía a Abraham y lo llamaba su señor. Ustedes son hijas de ella si hacen el bien y viven sin ningún temor.

La sumisión y la modestia en los adornos eran características de las mujeres santas del pasado. El ejemplo para la mujer es Sara, quien obedeció a su esposo y lo llamaba señor, aunque es obvio que Abraham no era un esposo ejemplar (lee algunas historias de su matrimonio en Génesis 12:10-20; 16:1-7; 20:1-18). Podría ser que Sara no pudiera concebir porque había sufrido tanto en su relación con Abraham.

Esta enseñanza no está de moda hoy. Muchos cristianos creen que la sumisión de la esposa ya no se aplica en el mundo actual. Incluso en los hogares e iglesias donde se practica, la sumisión a menudo es solo de nombre; está claro (y aceptado) que en realidad la mujer manda. Qué lástima, porque la Biblia es muy clara en que este orden dado por Dios siempre está de moda. Podemos aprender mucho de las santas mujeres del pasado.

La voluntad de Dios para la esposa

  • Esperar en Dios. Igual a los siervos con amos crueles, su fe y esperanza están en Dios. No hay ningún hombre perfecto, y la sumisión no es condicionada por el comportamiento del hombre.
  • Obedecer a su esposo. No murmurando, quejándose y luchando, como los hebreos en el éxodo, sino con buena gana. Otra vez, “obedecer” suena muy fuerte en la cultura actual.
  • Llamarlo señor. Claro que no ocupa el lugar de Dios, pero es un título de mucho respeto, reconociendo la posición que Dios le ha dado.
  • Hacer el bien. A pesar de la tentación para vengarse y desobedecer, siempre hacer lo que agrada a Dios, y ocuparse en servir y hacer el bien.
  • Vivir sin ningún temor. Que interesante que Pedro incluiría esto. Parece que él ha visto a mujeres temerosas de sus maridos, y mujeres maltratadas por ellos. El hombre abusivo con mano dura está en pecado, y puede dominar a su mujer con ese temor, pero Dios quiere liberar a cada mujer del temor, a través de su fe en Dios.

Instrucciones para los esposos

De igual manera, ustedes esposos, sean comprensivos en su vida conyugal, tratando cada uno a su esposa con respeto, ya que como mujer es más delicada, y ambos son herederos del grato don de la vida. Así nada estorbará las oraciones de ustedes.

Cuando Pedro dice “de igual manera,” se aplica las mismas actitudes del esclavo y esposa a los hombres. Es cierto que Dios le ha dado autoridad, pero a veces él también, en amor, tiene que someterse a su esposa. Cristo es nuestro ejemplo, y Él nunca dominaba a sus discípulos con mano dura (ni a nosotros hoy). El hombre debe demostrar el mismo amor, respeto y humildad que se requiere de los siervos y las mujeres.

Pedro tiene menos que decir a los hombres, pero son cosas muy importantes.

La mentalidad necesaria hacia la mujer:

  1. Es más delicada (un vaso más frágil). No es decir que una mujer no puede ser fuerte y trabajar. Emocionalmente, muchas veces el hombre es más frágil. En el pasado los hombres cuidaban mejor a sus esposas, con caballerosidad y cosas pequeñas como abrirles puertas y darles preferencia. Tenemos que recordarnos que, en muchos aspectos, ella es más frágil. El hombre debe ayudar a su esposa con tareas en la casa y con los hijos (especialmente si ella está trabajando). Siempre trata a ella con cortesía, consideración, discernimiento y tacto.
  2. Ella es heredera contigo de la salvación. Es tu hermana en Cristo, y así también tiene dones y un llamado para su vida. Es la responsabilidad del hombre fomentar su relación con Cristo, y tomar la iniciativa para orar, adorar y compartir la Palabra juntos. Demasiadas veces es la mujer que anhela más espiritualidad en el matrimonio.

El comportamiento del hombre:

  1. Ser comprensivo en la vida conyugal. La RVR dice vivir sabiamente. ¿Qué es la comprensión que Pedro tiene en mente? Comprensión de los principios y propósitos de Dios para el matrimonio. Comprensión de los deseos, metas y frustraciones de tu esposa. Comprensión de sus puntos fuertes y sus debilidades. Eso significa que tienes que dedicar energía a tu relación y realmente conocerla; habla con ella y dale la oportunidad de compartir su corazón contigo. Reflexiona sobre quién es ella y lo que está sucediendo en su vida ahora. Cosechamos lo que sembramos, y hay hombres que no muestran mucha sabiduría en cómo tratan a sus esposas y lo que siembran en sus vidas. Luego se sorprenden cuando ella no quiere tener relaciones íntimas o no se ocupa de su apariencia, de la casa u otras responsabilidades familiares.
  2. Trátala con respeto (honor, entendimiento). Después de Cristo, ella es la más preciosa en tu vida, más importante que tus hijos, tus parientes y tus amigos. Trátala de tal manera que ella sepa que tu valoras lo que dice y estás realmente escuchándola. Acepta y respeta las diferencias entre ustedes. Muchos hombres no muestran respeto por sus esposas; en lugar de honrarlas, se burlan de ellas y las desprecian frente a sus amigos y familiares. Atesora y celebra su feminidad, y estúdiala para comprender lo que es importante para ella.

La consecuencia de no tratarla bien es oraciones estorbadas. Es una aplicación específica de lo que Jesús enseña en Mateo 5:23 y 24; tenemos que resolver problemas con otros antes de adorar a Dios. ¿Podría ser que por eso no has visto algunas respuestas a tus oraciones? La relación matrimonial es muy importante para Dios. Pablo dice que es misteriosa, similar a la relación de Cristo y la iglesia. El hombre que no trata bien a su esposa sufre espiritualmente. Cuando tu relación con ella es correcta, Dios abre las puertas del cielo.

Hay otros pasajes en el Nuevo Testamento que también hablan de la autoridad y la sumisión en el matrimonio (1 Corintios 7, Efesios 5:22-33, Colosenses 3:18-19). Para los hombres, creo que Efesios 5:25-26 tiene el consejo más importante: Esposos, amen a sus esposas, así como Cristo amó a la iglesia y se entregó por ella para hacerla santa.

Consejos para toda relación

En fin, vivan en armonía los unos con los otros; compartan penas y alegrías, practiquen el amor fraternal, sean compasivos y humildes. No devuelvan mal por mal ni insulto por insulto; más bien, bendigan, porque para esto fueron llamados, para heredar una bendición. 

En resumen de esta sección sobre la sumisión y las relaciones, Pedro incluye algunos consejos que se aplican a los siervos y amos, maridos y esposas, y todas las relaciones:

  1. Vivir en armonía (todos deben ser de un mismo parecer y buscar las mismas metas).
  2. Compartir penas y alegrías (tener el mismo sentir y compasión, responder a las necesidades de los demás).
  3. Practicar el amor fraternal (ver y tratar a los demás como hermanos).
  4. Ser compasivo (ser sensible en el afecto y el interés).
  5. Ser humilde (amigable, animar a otros y regocijarse con sus triunfos).
  6. No devolver mal (maldición) por mal o insulto por insulto, sino orar por ellos.

¿Cómo te va con estas cosas? Dios te llamó a heredar una bendición. ¿La estás experimentando?

10 En efecto,

«el que quiera amar la vida
y gozar de días felices,
que refrene su lengua de hablar el mal
y sus labios de proferir engaños;
11 que se aparte del mal y haga el bien;
que busque la paz y la siga.
12 Porque los ojos del Señor están sobre los justos,
y sus oídos, atentos a sus oraciones;
pero el rostro del Señor está contra los que hacen el mal».

Esta cita del Salmo 34:12-16 es un resumen de lo que Pedro ha escrito aquí.

¿Quieres que los ojos del Señor estén sobre ti? ¿Quieres que sus oídos estén atentos a tus oraciones? ¿Puedes decir con confianza que ya lo son? ¿Qué puedes dar como evidencia de eso?

¿Amas la vida? ¿Cómo son tus días? ¿Felices? ¿O es la vida una rutina aburrida, una carga insoportable?  ¿Son tus días largos y duros?

Pedro nos ha dado una receta inusual: sumisión y consejos para una relación sana con Dios y otros. Su deseo, y el deseo de Dios para ti, no es cargarte con muchas tareas religiosas, sino liberarte para amar a Dios y a otros, tener una vida familiar muy rica y disfrutar de la vida.  Además, hay que:

  • Refrenar la lengua de hablar el mal.
  • Refrenar los labios de proferir engaños (decir mentiras).
  • Partir del mal.
  • Hacer el bien.
  • Buscar la paz en cada situación (Dios bendice al pacificador).
  • Seguir la paz (esforzarse para mantener la paz).

La decisión es tuya. Como siempre, la Palabra de Dios es muy clara, y la promesa es segura. Es duro vivir con el rostro del Señor contra ti. Dios quiere bendecirte con días felices, pero tienes que seguir su fórmula.

 

El Consolador Juan 14-16

Jesús quiere preparar a sus discípulos para una transición importante: de su presencia física, a la presencia del Espíritu Santo. Hay muchas enseñanzas sobre el Espíritu en el libro de Hechos (que vamos a estudiar en el cuarto volumen de esta serie) y en las epístolas, pero esto es lo que Jesús compartió durante su vida terrenal, principalmente en el mismo aposento alto. Sorprendentemente, una revisión de los evangelios revela poco registrado de Jesús hablando acerca del Espíritu.

El Consolador dado a los que obedecen a Jesús (Juan 14)

15 »Si ustedes me aman, obedecerán mis mandamientos. 16 Y yo le pediré al Padre, y él les dará otro Consolador para que los acompañe siempre: 17 el Espíritu de verdad, a quien el mundo no puede aceptar porque no lo ve ni lo conoce. Pero ustedes sí lo conocen, porque vive con ustedes y estará en ustedes. 18 No los voy a dejar huérfanos; volveré a ustedes.

Jesús ha hablado de nosotros haciendo sus obras (y mayores) y de su disposición para contestar nuestras oraciones. Ahora empieza a hablar de otra dimensión de nuestra relación con Él.

No dice “me aman,” sino “si me aman.” Para Jesús, la única señal segura de ese amor es nuestra obediencia a sus mandamientos. Caminamos con Jesús y recibimos su amor, con corazones llenos de amor y gratitud por todo lo que Él ha hecho por nosotros. Ese amor nos motiva a escuchar su voz y estudiar sus palabras escritas, con muchas ganas de obedecer y poner en práctica todo lo que Él ha dicho. Cuanto más ames a Jesús y le obedezcas, más experimentarás del Espíritu.

Cuando Cristo confía en nuestro amor y obediencia, Él le pide al Padre un regalo especial. Hechos 5:32 confirma la parte importante de nuestra obediencia para recibir ese regalo: Nosotros somos testigos de estos acontecimientos, y también lo es el Espíritu Santo que Dios ha dado a quienes le obedecen. Cuando Cristo le pide algo a su Padre, no hay ninguna duda de que Él le responderá. El Espíritu es un don que puedes recibir cuando recibes a Jesús, o puede darse después de caminar con Cristo por un tiempo. El pecado, la desobediencia y la rebelión apagan el Espíritu. El designio del Señor es que nunca nos dejará, que siempre nos acompañará, pero como el rey Saúl (1 Samuel 16:14) es posible que el Espíritu puede alejarse de alguien.

Hay una conexión íntima entre Cristo y el Espíritu. Aquí, Cristo dice que no nos dejará huérfanos, sino que volverá a nosotros, hablando de la venida del Espíritu. El Espíritu es una persona que podemos conocer; vive con nosotros y está en nosotros. El Espíritu es un misterio para el inconverso porque no puede verlo. Como él no conoce a Cristo, tampoco puede conocer al Espíritu. Para nosotros, es el Espíritu de verdad, que nos guía a conocer toda la verdad.

Consolador y Maestro

25 »Todo esto lo digo ahora que estoy con ustedes.26 Pero el Consolador, el Espíritu Santo, a quien el Padre enviará en mi nombre, les enseñará todas las cosas y les hará recordar todo lo que les he dicho. 

El Espíritu tiene varias funciones, entre ellas el Consolador que está a nuestro lado (y dentro de nosotros) para ayudarnos (paracletos en el griego). En el versículo 16 Jesús dijo que Él  es otro Consolador; Jesús es uno, y el Espíritu tiene un ministerio similar. También es un Maestro, que nos enseña muchas cosas más allá de lo que Cristo podría enseñarnos en sus tres años aquí (aunque esas palabras de Jesús tienen una importancia especial); el Espíritu también nos recuerda todo lo que Jesús nos ha dicho.

¿Has experimentado el consuelo del Consolador? ¿Cómo? ¿Hay algo que Él te haya enseñado últimamente? ¿Buscas su enseñanza y tienes tiempo libre del celular y otras distracciones para escuchar su voz?

Testigos (Juan 15)

26 »Cuando venga el Consolador, que yo les enviaré de parte del Padre, el Espíritu de verdad que procede del Padre, él testificará acerca de mí. 27 Y también ustedes darán testimonio porque han estado conmigo desde el principio.

Uno de los ministerios principales del Espíritu es testificar acerca de Jesús. Podemos orar para que el Espíritu obrara en el corazón de un incrédulo, y para que dé testimonio a la gente, tal vez en países que no permiten la evangelización. Suena muy espiritual decir que vamos a dejar la obra de testificar al Espíritu Santo, pero Jesús dice que nosotros también tenemos que dar testimonio (no dice “pueden dar testimonio,” sino “darán testimonio”). Nosotros evangelizamos junto con el Espíritu.

El Espíritu también nos ayuda a testificar frente al tribunal: Pero, cuando los arresten, no se preocupen por lo que van a decir o cómo van a decirlo. En ese momento se les dará lo que han de decir, porque no serán ustedes los que hablen, sino que el Espíritu de su Padre hablará por medio de ustedes (Mateo 10:19-20).

¿Experimentaste el testimonio del Espíritu antes de aceptar a Cristo? ¿Has visto la obra del Espíritu en las vidas de personas no convertidas? ¿Cómo va tu testimonio acerca de Jesús? Cuando testifiques, sentirás más de la presencia del Espíritu. Es una de las mayores bendiciones de ser cristiano, ver al Espíritu trabajar en la vida de un inconverso.

Mejor que Cristo se vaya (Juan 16)

»Ahora vuelvo al que me envió, pero ninguno de ustedes me pregunta: “¿A dónde vas?” Al contrario, como les he dicho estas cosas, se han entristecido mucho. Pero les digo la verdad: Les conviene que me vaya porque, si no lo hago, el Consolador no vendrá a ustedes; en cambio, si me voy, se lo enviaré a ustedes.

En 14:6, Tomás le preguntó el camino a donde iría Jesús, pero la verdad es que los discípulos no siempre parecían muy inteligentes, y estaban más interesados en el impacto en sus vidas personales que en lo que va a pasar con Cristo.  En vez de estar alegres porque Jesús puede volver a la gloria del cielo (14:28), se entristecieron.

¡Qué hermoso sería todavía tener a Cristo aquí en la tierra, conversar con Él y participar en su ministerio! Pero Jesús dice que nosotros tenemos algo mejor: El Espíritu que mora en nosotros, siempre con nosotros: consejero, consolador, maestro y fuente de poder espiritual 24/7. Mientras Cristo estuvo aquí en la tierra, Él no pudo enviar el Espíritu en toda su plenitud.

El Espíritu convence al mundo

Y, cuando él venga, convencerá al mundo de su error en cuanto al pecado, a la justicia y al juicio; en cuanto al pecado, porque no creen en mí; 10 en cuanto a la justicia, porque voy al Padre y ustedes ya no podrán verme; 11 y en cuanto al juicio, porque el príncipe de este mundo ya ha sido juzgado.

Nunca dice en la Biblia que es nuestro deber convencer a otros de su pecado y la necesidad de un Salvador. Esa es la obra del Espíritu, en tres niveles:

  1. En cuanto al pecado, porque no creen en Jesús (sí, eso es un pecado).
  2. Respecto a la justicia, porque Cristo fue al Padre y ya no podemos verlo.
  3. Sobre el juicio, porque Satanás ya ha sido juzgado.

12 »Muchas cosas me quedan aún por decirles, que por ahora no podrían soportar. 13 Pero, cuando venga el Espíritu de la verdad, él los guiará a toda la verdad, porque no hablará por su propia cuenta, sino que dirá solo lo que oiga y les anunciará las cosas por venir. 14 Él me glorificará porque tomará de lo mío y se lo dará a conocer a ustedes.15 Todo cuanto tiene el Padre es mío. Por eso les dije que el Espíritu tomará de lo mío y se lo dará a conocer a ustedes.

Como Jesús, el Espíritu no habla por su propia cuenta, sino que nos guía a toda la verdad. Va a compartir con nosotros las muchas cosas que Jesús no tuvo la oportunidad de compartir.

Hay momentos en que Dios sabe que no podemos soportar algo y espera hasta que estemos listos. Así nosotros también debemos tener esa sensibilidad para saber si algo es demasiado para alguien. A veces decimos demasiado. Una vez más, Jesús dice que el Espíritu nos guía a toda la verdad, y agrega otra dimensión a esa revelación: anunciará las cosas por venir.

También tenemos otras dos facetas de su ministerio:

  • Tomar lo que es de Jesús y darlo a conocer a nosotros. Hay un intercambio entre las tres personas de la trinidad (al decir eso, Jesús afirma su realidad): Todo lo que el Padre tiene es de Jesús, el Espíritu lo toma libremente y nos lo da.
  • En ese proceso de tomar de lo que Cristo tiene y dárnoslo, el Espíritu glorifica a Cristo. Su deseo es siempre glorificar al Padre y al Hijo.

Ríos de agua viva (Juan 7)

37 En el último día, el más solemne de la fiesta, Jesús se puso de pie y exclamó: —¡Si alguno tiene sed, que venga a mí y beba! 38 De aquel que cree en mí, como dice la Escritura, brotarán ríos de agua viva.

39 Con esto se refería al Espíritu que habrían de recibir más tarde los que creyeran en él. Hasta ese momento el Espíritu no había sido dado, porque Jesús no había sido glorificado todavía.

Más tarde;” puede ser que eso sea la razón por la cual Jesús no habló mucho sobre el Espíritu durante su ministerio; solo sería dado después de que Jesús fuese glorificado.

¿Quién recibe el Espíritu? “Aquel que cree en mí;” los que creyeran en El. ¿Crees en Jesús? Entonces el don del Espíritu es para ti. Qué interesante que los discípulos hicieron todos esos milagros sin la presencia del Espíritu Santo en sus vidas; solo en el poder del nombre de Jesús.

Jesús describe al Espíritu como ríos de agua viva brotando de nuestro interior. ¿Has sentido esos ríos? Muchos están contentos con unas gotas, o aun un aguacero de vez en cuando. Algunos se sumergen en esas aguas en un culto muy ungido; pueden sentir la presencia del Espíritu en la iglesia o unas alabanzas. Pero Jesús habla de ríos; algo poderoso fluyendo de tu interior para traer vida, refrigerio y la presencia de Dios a tu familia, tu trabajo y tu comunidad. ¡Oremos por un diluvio de esas aguas vivas!

Sopla en mi (Juan 20)

21 —¡La paz sea con ustedes! —repitió Jesús—. Como el Padre me envió a mí, así yo los envío a ustedes.

22 Acto seguido, sopló sobre ellos y les dijo: —Reciban el Espíritu Santo. 23 A quienes les perdonen sus pecados, les serán perdonados; a quienes no se los perdonen, no les serán perdonados.

Ahora Jesús ha resucitado y puede dar el Espíritu Santo a sus discípulos.

Hay tres cosas importantes que acompañan el soplo del Espíritu:

  • La paz de Jesucristo nos llena.
  • No es solo para gozarnos de esa presencia, sino también entrar en el mundo con el poder de Dios. De la misma manera que el Padre envió a Jesús al mundo, Jesús nos envía a nosotros al mundo.
  • Actuando en su nombre, tenemos la autoridad de perdonar pecados o no. Esto ha creado confusión, porque sabemos que solo Dios puede perdonar los pecados. La respuesta sencilla es que Cristo nos envía al mundo con el poder del Espíritu para proclamar el perdón de pecados a través de fe en el sacrificio de Jesús en la cruz. Podemos asegurar a aquellos que aceptan esa salvación que son perdonados; nunca queremos dar la impresión a alguien que es perdonado a menos que haya aceptado a Jesús. Los que rechazan el mensaje de salvación no son perdonados.

Cristo sopló sobre ellos para recibir el Espíritu, pero aún no fueron bautizados en el Espíritu hasta el día de Pentecostés. De hecho, en el próximo pasaje (Hechos 1) Jesús dice que dentro de unos días serán bautizados, y “cuando venga el Espíritu” sobre ellos, recibirán poder. Entonces, es posible recibir un toque del Espíritu, la promesa del Espíritu, sin la plenitud del bautismo del Espíritu. Es hermoso tener a Jesús soplando sobre nosotros, pero ¿no quieres el bautismo?

Poder para testificar (Hechos 1)

Aquí estamos en el monte con las últimas palabras de Jesús antes de su ascensión.

Una vez, mientras comía con ellos, les ordenó: —No se alejen de Jerusalén, sino esperen la promesa del Padre, de la cual les he hablado: Juan bautizó con agua, pero dentro de pocos días ustedes serán bautizados con el Espíritu Santo.

Entonces los que estaban reunidos con él le preguntaron: —Señor, ¿es ahora cuando vas a restablecer el reino a Israel?

—No les toca a ustedes conocer la hora ni el momento determinados por la autoridad misma del Padre —les contestó Jesús—. Pero, cuando venga el Espíritu Santo sobre ustedes, recibirán poder y serán mis testigos tanto en Jerusalén como en toda Judea y Samaria, y hasta los confines de la tierra.

Los discípulos aún no tenían concepto alguno de cómo sería este bautismo. Todavía están pensando en un reino terrenal, pero Jesús tiene algo mucho más allá de esta tierra, algo que Él compara con el bautismo de Juan. Sería una obra soberana de Dios; dice “serán bautizados.” Es la voluntad de Dios para ellos, y para ti también. Es la promesa de Dios para nosotros, y es importante recibir ese poder para servir a Dios.

Muchos todavía quieren establecer un reino “cristiano” aquí en la tierra, y se preocupan mucho con los detalles de la segunda venida de Cristo, pero es mejor dejar esas cosas en las manos del Padre. Lo importante es el poder de Dios para testificar acerca de Jesús. Son los dos resultados que Cristo menciona aquí:

  • Recibiremos poder, para testificar, predicar y hacer las obras de Jesús; el poder sobrenatural de Dios fluirá a través de nosotros.
  • Seremos testigos de Jesucristo, predicando las buenas nuevas a todo el mundo. Tenemos que ocuparnos no solo de nuestra congregación local, sino también de dedicarnos a extender su reino hasta los confines de esta tierra. Puede ser ir físicamente, orar o apoyar con nuestras finanzas la obra misionera de la iglesia.

¿Cómo está tu experiencia con el Espíritu?

La Biblia dice mucho más acerca del Espíritu, pero esta es la enseñanza de Jesús. Cristo le pide al Padre que te dé el Espíritu, pero tú también puedes pedirle. Jesús dijo en Lucas 11:13: Pues, si ustedes, aun siendo malos, saben dar cosas buenas a sus hijos, ¡cuánto más el Padre celestial dará el Espíritu Santo a quienes se lo pidan!

¡Dios quiere darte su Espíritu! ¡Pídele!

 

Andar como Jesús no es fácil Juan 15 y 16

Hemos visto en este libro cómo el ADN del reino va completamente contra la corriente de este mundo. No es sorprendente, entonces, que el creyente que fielmente pone en práctica estas enseñanzas sea mal interpretado y perseguido. Queremos iglesias grandes y el elogio de la gente que nos rodea. En países con raíces católicas, los evangélicos de ayer estaban muy acostumbrados a la persecución. Ahora, en gran medida, eso ha cambiado, y en algunos casos es popular ser un cristiano evangélico. En los países con sus raíces en el evangelio, los creyentes están sorprendidos por los muchos que se oponen a la enseñanza bíblica. Estamos muy listos para quejarnos por la “persecución,” pero Jesús dijo claramente que vamos a sufrir en este mundo. Esa noche en el Aposento Alto Jesús preparó a sus discípulos para esa oposición.

El mundo nos aborrece (Juan 15)

18 »Si el mundo los aborrece, tengan presente que antes que a ustedes, me aborreció a mí. 

¿No es cierto que las multitudes siguieron a Jesucristo, y se celebró como un rey en la entrada triunfal el Domingo de Ramas? Sí, pero muchos de esa multitud gritaron “¡Crucifícalo!” esa misma semana, y Jesús se quedó con solo 120 después de su resurrección. Por supuesto, países enteros se han visto afectados por los avivamientos, y los líderes de varios países han sido discípulos de Jesús. Pero el sistema de este mundo está completamente en contra de los valores del reino de Dios, y odia a Cristo y a sus seguidores.

19 Si fueran del mundo, el mundo los amaría como a los suyos. Pero ustedes no son del mundo, sino que yo los he escogido de entre el mundo. Por eso el mundo los aborrece.

¡Es tan fácil para nosotros olvidar que no somos del mundo! ¡Jesús nos sacó del mundo! Al que busca la aprobación del mundo le resultará difícil obedecer a Jesús. Muchos cristianos de hoy quieren ambas cosas: aprovechar los beneficios del mundo y recibir la bendición de Dios. Pero es imposible; tienen un ADN completamente diferente. El mundo habla de tolerancia, pero en realidad no hay mucha tolerancia por parte del mundo para gente con el ADN del reino. El mundo ama a los suyos, pero nos aborrece a nosotros.

20 Recuerden lo que les dije: “Ningún siervo es más que su amo”. Si a mí me han perseguido, también a ustedes los perseguirán. Si han obedecido mis enseñanzas, también obedecerán las de ustedes. 21 Los tratarán así por causa de mi nombre, porque no conocen al que me envió. 

Si persiguen a Jesús, también te perseguirán a ti (su discípulo). ¿Realmente creemos que podemos escapar de la persecución que experimentó Jesús? De tal palo tal astilla. Como amo como siervo. Como Cristo como su discípulo. No es sorprendente que te rechacen, porque no conocen a Dios. No lo tomes como algo personal; hay algo acerca de Jesucristo que la persona en el reino de las tinieblas, con el ADN del mundo, odia. La persona que tiene un corazón abierto para recibir y obedecer las enseñanzas de Jesús, también recibirá y obedecerá las nuestras. El signo del discípulo de Jesús, de la cultura del reino, es la obediencia.

No tienen excusa para su pecado

22 Si yo no hubiera venido ni les hubiera hablado, no serían culpables de pecado. Pero ahora no tienen excusa por su pecado. 23 El que me aborrece a mí también aborrece a mi Padre. 24 Si yo no hubiera hecho entre ellos las obras que ningún otro antes ha realizado, no serían culpables de pecado. Pero ahora las han visto, y sin embargo a mí y a mi Padre nos han aborrecido. 

El propósito de Jesús aquí no es dar una teología del final de aquellos que nunca han escuchado el evangelio, sino dar las condiciones en las que alguien no es culpable de pecado:

  • Si Él no hubiera venido.
  • Si Él no les hubiera hablado.
  • Si Él no hubiera hecho obras que ningún otro ha realizado.

Una persona es responsable de lo que ha visto y oído. Puede ser que la persona que nunca ha escuchado nada acerca de Dios y su Hijo unigénito sea juzgado por otra norma (ver Romanos 2:12-16). La condena es para la persona que ha visto y escuchado el mensaje, y lo rechaza. De hecho, él aborrece a Jesús, y quien aborrece a Jesús también aborrece a su Padre (no es posible creer solo en Dios y rechazar a Jesús).

¿Por qué aborrecer a Jesús,  alguien lleno de tanto amor y sabiduría, que solo hizo lo bueno para sanar, liberar, salvar y bendecir a la gente? Debido a que han endurecido los corazones, están cegados por el diablo y aman su pecado y las cosas del mundo. Estamos en una guerra espiritual, y Satanás es el padre de la mentira y el engañador.

25 Pero esto sucede para que se cumpla lo que está escrito en la ley de ellos: “Me odiaron sin motivo”.

Si te parece que alguien te odia sin motivo, cobra ánimo: así es nuestra raza caída. No había ningún motivo para el odio hacia Jesús en ese entonces o en el mundo de hoy, y tampoco hay motivo para el odio de muchos hacia su discípulo. Pero es nuestra responsabilidad asegurar que no haya un motivo legítimo para el odio del mundo (por ejemplo, la hipocresía). Pedro le escribió a cristianos que estaban sufriendo mucho (1 Pedro 4:12-19):

Queridos hermanos, no se extrañen del fuego de la prueba que están soportando, como si fuera algo insólito. Al contrario, alégrense de tener parte en los sufrimientos de Cristo, para que también sea inmensa su alegría cuando se revele la gloria de Cristo. Dichosos ustedes si los insultan por causa del nombre de Cristo, porque el glorioso Espíritu de Dios reposa sobre ustedes. Que ninguno tenga que sufrir por asesino, ladrón o delincuente, ni siquiera por entrometido. Pero, si alguien sufre por ser cristiano, que no se avergüence, sino que alabe a Dios por llevar el nombre de Cristo. Porque es tiempo de que el juicio comience por la familia de Dios; y, si comienza por nosotros, ¡cuál no será el fin de los que se rebelan contra el evangelio de Dios!

«Si el justo a duras penas se salva,
¿qué será del impío y del pecador?»

Así pues, los que sufren según la voluntad de Dios, entréguense a su fiel creador y sigan practicando el bien.

Para que no flaquee tu fe (Juan 16)

1»Todo esto les he dicho para que no flaquee su fe. 

Es mejor saber de antemano lo que nos puede suceder. Ante el odio y la persecución, la fe podría flaquear. Otras traducciones dicen: para que no abandonen su fe (NTV) y para que no tengáis tropiezo (RVR).

¿Hay cosas inesperadas pasando en tu vida? ¿Cosas que sirven de tropiezo? ¿Has pensado en abandonar tu fe? Estamos en los días postreros, y la persecución va a empeorar, hasta que sea casi imposible de soportar. Jesús dijo: Si no se acortaran esos días, nadie sobreviviría, pero por causa de los elegidos se acortarán (Mateo 24:22).

Los expulsarán de las sinagogas; y hasta viene el día en que cualquiera que los mate pensará que le está prestando un servicio a Dios. Actuarán de este modo porque no nos han conocido ni al Padre ni a mí. Y les digo esto para que cuando llegue ese día se acuerden de que ya se lo había advertido. Sin embargo, no les dije esto al principio porque yo estaba con ustedes.

Y si alguien supiera desde el principio lo difícil que sería andar con Jesús, ¿quién lo seguiría? Qué fácil es olvidar en medio de la aflicción que Jesús ya nos advirtió. Esta es gente religiosa, en este caso judíos celosos, pero hoy puede ser alguien que confiesa ser cristiano y cree que está sirviendo a Dios; a ese extremo el diablo puede engañar a alguien. Hay que estar preparado:

Entonces los entregarán a ustedes para que los persigan y los maten, y los odiarán todas las naciones por causa de mi nombre. En aquel tiempo muchos se apartarán de la fe; unos a otros se traicionarán y se odiarán; y surgirá un gran número de falsos profetas que engañarán a muchos. Habrá tanta maldad que el amor de muchos se enfriará, pero el que se mantenga firme hasta el fin será salvo (Mateo 24:9-13).

Hay muchos falsos profetas en el mundo de hoy. ¿Estás bajo la cobertura de un pastor (sometido a su autoridad espiritual que Dios le ha dado) o alguien que tiene el discernimiento para identificarlos? ¿Cómo está tu amor? No dejes que se enfríe.

Gozo en medio de la tribulación

19 Jesús se dio cuenta de que querían hacerle preguntas acerca de esto, así que les dijo:

—¿Se están preguntando qué quise decir cuando dije: “Dentro de poco ya no me verán”, y “un poco después volverán a verme”? 20 Ciertamente les aseguro que ustedes llorarán de dolor, mientras que el mundo se alegrará. Se pondrán tristes, pero su tristeza se convertirá en alegría. 

Es de sentido común, si odiaran a Jesús, estarían felices de ver a Cristo crucificado. A veces habrá tristeza y dolor, el llanto puede durar por la noche, pero la alegría llega por la mañana. Cuando veas a Cristo, cuando Él regrese, tu dolor se convertirá en gozo. Hay cosas en este mundo que nos entristecen, pero en Jesús esa tristeza se convierte en alegría.

21 La mujer que está por dar a luz siente dolores porque ha llegado su momento, pero en cuanto nace la criatura se olvida de su angustia por la alegría de haber traído al mundo un nuevo ser.22 Lo mismo les pasa a ustedes: Ahora están tristes, pero cuando vuelva a verlos se alegrarán, y nadie les va a quitar esa alegría.

Puede ser que tú estés en un embarazo ahora: haya angustia en este momento; con dificultad quieres crecer en el evangelio y dar a luz una obra para el Señor. Qué bueno saber que algún día estaremos con el Señor para siempre; hay gozo en su presencia, y nadie puede quitar esa alegría.

32 Miren que la hora viene, y ya está aquí, en que ustedes serán dispersados, y cada uno se irá a su propia casa y a mí me dejarán solo. Sin embargo, solo no estoy, porque el Padre está conmigo. 

¡Qué rápido olvidamos a nuestro Salvador y lo dejamos! Esta profecía se cumpliría dentro de unas pocas horas. Es difícil perseverar con Cristo cuando puede costarte la vida y tu Señor está crucificado. Jesús conoce de antemano nuestras debilidades y la tendencia a huir de las dificultades, pero a pesar de la infidelidad de estos discípulos (y la nuestra a veces), Él permanece fiel.

Cristo ha vencido al mundo

33 Yo les he dicho estas cosas para que en mí hallen paz. En este mundo afrontarán aflicciones, pero ¡anímense! Yo he vencido al mundo.

Ya está claro que tenemos un ADN muy diferente del mundo, y, por desgracia, muy diferente de lo que es enseñado en muchas iglesias. La vida cristiana no está libre de aflicción; de hecho, es cierto que enfrentaremos aflicciones en el mundo. Pero Cristo nos dejó estas palabras importantes:

  • En Él hallamos paz en medio de la tormenta, especialmente cuando reflexionamos sobre sus palabras y las escrituras. Tu paz no viene de las circunstancias o de algo material. Es una paz más profunda, una paz que viene de la presencia de Jesús en ti.
  • ¿Te enfrentas ahora a las aflicciones? No estás mal y probablemente no estés en pecado. La triste realidad es que vamos a enfrentarlas en este mundo.
  • Cristo quiere darte ánimo. Él está contigo y sabe lo que está pasando. No estás solo.
  • Él ha vencido al mundo, y comparte esa victoria contigo. ¡En Cristo somos más que vencedores!

Introducción a 1 Corintios 1 Corintios 1:1-3

¿Te gusta abrir un mensaje en WhatsApp o Facebook y encontrar una controversia o reproche? ¡Claro que no! Aunque Pablo tiene que tocar algunos temas muy difíciles en esta carta, él empieza con un saludo y las cosas positivas de esta iglesia.

1Pablo, llamado por la voluntad de Dios a ser apóstol de Cristo Jesús, y nuestro hermano Sóstenes,

¿Quién es este Pablo?

Pablo se identifica como el autor, junto con un hermano llamado Sóstenes. ¿Qué comunica Pablo acerca de su identidad?

  • Fue llamado.  No decidió ser cristiano ni apóstol.  Dios nos llama a la obediencia y al arrepentimiento.  Pocos buscan a Dios; Dios nos busca a nosotros. Si respondemos a ese llamado o nos resistimos, es nuestra decisión. Y tú, ¿has aceptado el llamado de Dios para seguir a Jesucristo?
  • Dios también nos llama a una tarea específica en la iglesia. El llamado de Pablo fue por el apostolado, enviado por Jesús para establecer y supervisar iglesias. Junto con el llamado viene la autoridad de Cristo, que Pablo va a ejercer en esta carta. ¿Sabes cuál es tu llamado? ¿Estás trabajando en ello? ¿Estás experimentando la autoridad de Dios cuando ministras en tu llamado?
  • Pablo puede escribir con autoridad y confianza porque sabe que su vocación es la voluntad de Dios.  Dios tiene un plan, un propósito, para toda la historia.  Su voluntad es suprema.  El clamor del corazón del creyente es “hágase tu voluntad, que venga tu reino.” ¿Quieres conocer la voluntad de Dios para tu vida? ¿Estás seguro de que estás en su voluntad ahora?
  • Jesucristo es su Maestro y Señor. Pablo quiere exaltar a Jesús en todo. Está completamente sometido a la voluntad y al llamado de Dios, lo que lo impulsa a escribir esta carta difícil.
  • No trabaja solo.  Siempre estaba acompañado por alguien a quien él estaba discipulando, u otro apóstol.

Los receptores de la carta

a la iglesia de Dios que está en Corinto, a los que han sido santificados en Cristo Jesús y llamados a ser su santo pueblo, junto con todos los que en todas partes invocan el nombre de nuestro Señor Jesucristo, Señor de ellos y de nosotros:

La carta está dirigida a la iglesia en Corinto, pero la enseñanza es para la iglesia universal.  Tendemos a pensar en Jesús como nuestro salvador personal, y así es, pero Dios está preparando un cuerpo, un pueblo de discípulos.  Pablo no dirige la carta al pastor ni a los ancianos; Dios trabaja con nosotros como pueblo, como iglesia.  Es muy importante ser parte de una iglesia local.

Hay muchas cosas que Pablo puede decir acerca de la iglesia, pero aquí escoge dos cosas importantes:

  • Han sido santificados en Cristo Jesús.  Cuando aceptaron a Cristo y se unieron a Él, se separaron del mundo, se purificaron y se establecieron como un pueblo distinto.  Vamos a ver que estaban confundidos acerca de esta santidad. Si tú estás en Cristo, has sido santificado. ¿Entiendes lo que eso significa? ¿Estás caminando en santidad?
  • No es solo una cuestión de santidad personal; están llamados a ser un pueblo santo.  Dios ya ha hecho la obra en nosotros, pero aún no hemos llegado.  No somos perfectos. Tenemos el llamado y sabemos cuál es el objetivo, pero aún estamos en el proceso. Es parte de la tensión de la vida actual en este mundo. Por desgracia, los corintios no eran un pueblo tan santo. Pablo los alentará a una vida más santa, a cuadrar su experiencia diaria con lo que Dios ya ha hecho en ellos.

Jesucristo es la fuente de unidad entre los creyentes.  Él es la cabeza del cuerpo y tiene que ocupar su lugar como Señor de cada individuo (y cuerpo) para lograr esa unidad.  Debemos experimentar lazos de amor, ya que todos tenemos el mismo Señor.

Una bendición

Que Dios nuestro Padre y el Señor Jesucristo les concedan gracia y paz.

No son meras palabras; hay poder en una bendición.  Ten en cuenta que el Padre y el Señor Jesús son personas distintas, pero ambos son divinos, con el poder de conceder gracia y paz, que solo Dios puede dar.  Pablo sabe que cuando lean las palabras fuertes de esta carta, van a necesitar esa paz y gracia (el favor inmerecido de Dios) para ponerlas en práctica.