Lucas 10:1-24  La misión de los setenta

Jesús necesita tu ayuda. Nos mandó hacer discípulos en todo el mundo, ¡pero carece de obreros! ¡Ora por los obreros por la cosecha! El Espíritu Santo está trabajando horas extras preparando corazones. Otros fielmente han plantado la semilla. La cosecha está lista. Es enorme. Pero ¿dónde están los trabajadores?

¿Y tú?

  • ¿Estás orando por los obreros?
  • ¿Vas a salir a los campos?
  • ¿Sabes cosechar? ¿Puedes reconocer cuándo alguien está listo para ser cosechado?
  • ¿Qué estás haciendo para preparar a los obreros? ¿Sigues el Plan del Maestro que estudiamos en el capítulo 2?
  • ¿Cuál es tu círculo de influencia? ¿Puedes colaborar con algunos hermanos? ¿Hay incrédulos que puedes invitar al reino?

El círculo de influencia de Jesús

La primera respuesta de Jesús a la necesidad fue llamar a doce discípulos, nombrarlos apóstoles y enviarlos. Ahora ese grupo se está expandiendo con el envío de setenta trabajadores adicionales. (Algunos manuscritos dicen 72; puede ser 70 o 72. Setenta puede reflejar el número de ancianos judíos [Éxodo 24:10], mientras que 72 sería la multiplicación por seis de los 12 apóstoles.) Esta es la única vez que el Nuevo Testamento menciona este grupo.

Las Escrituras no dan muchos detalles acerca de los otros en el círculo de influencia de Jesús, pero podemos ver claramente:

  • Los tres discípulos más íntimos (Pedro, Jacobo y Juan). Junto con los otros nueve discípulos, formaron los doce apóstoles.
  • Este grupo de setenta.
  • Un grupo de mujeres que viajaron con Él y se ocuparon de las necesidades diarias de Jesús: Lo acompañaban los doce, y también algunas mujeres que habían sido sanadas de espíritus malignos y de enfermedades: María, a la que llamaban Magdalena, y de la que habían salido siete demonios; Juana, esposa de Cuza, el administrador de Herodes; Susana y muchas más que los ayudaban con sus propios recursos (Lucas 8:1-3).
  • Los 120 presentes en el Aposento Alto después de su ascensión, probablemente principalmente de estos grupos.
  • Un grupo más grande de creyentes (como Nicodemo o José de Arimatea) que no se identificaron públicamente con los discípulos. Estos pueden haber sido los 500 que vieron a Jesús después de su resurrección.
  • Las multitudes que no habían sido «cosechadas».

Hemos estudiado las instrucciones detalladas de Jesús cuando envió a los Doce en su primer viaje misionero. Encontraremos muchas similitudes en este pasaje de Lucas, pero también algunas adiciones importantes.

1Después de esto, el Señor escogió (RVR: designó) a otros setenta y dos para enviarlos de dos en dos delante de él a todo pueblo y lugar adonde él pensaba ir.

Escogidos y designados

A pesar de la urgente necesidad de obreros, Jesús no hizo una invitación abierta para voluntarios que irían a la cosecha. Dios llama, designa y equipa a los que Él envía. Esta es una tarea importante, y debemos asegurarnos de que los trabajadores estén listos. Especialmente necesitan la autoridad de Dios que Él les da cuando los designa.

  • ¿Eres consciente de tu vocación? ¿Crees que has sido designado? Es muy serio desobedecer su llamado si Dios te ha escogido.
  • Jesús trabaja a través de la autoridad delegada de aquellos que Él ha designado como líderes en su Cuerpo. ¿Te ha dado Jesús esa autoridad?
  • ¿Estás haciendo discípulos? ¿Estás designando cuidadosa y fielmente a los obreros? ¿O suplicas por voluntarios? ¿Te conformas con quienquiera que puedas conseguir?
  • “Apóstol” significa “enviado.” Pablo y Bernabé fueron enviados por la iglesia en Antioquía. Y tú iglesia, ¿designa y envía trabajadores a la cosecha?

¡Jesús tenía un plan!

Los doce apóstoles no fueron descritos como un equipo para preparar el camino, pero los 70 fueron enviados específicamente a cada ciudad y lugar que Jesús estaba a punto de visitar. ¡Él tenía un plan! ¡Él sabía a dónde iría! Podemos ser guiados por el Espíritu y aún hacer planes, pero como Pablo se enteró (Hechos 16:6-10) y Santiago advierte (Santiago 4:13-15), los planes están siempre sujetos a cambios. Cristo tiene un plan también para cumplir una tarea tan importante como la Gran Comisión.

  • ¿Has buscado a Dios por una revelación de ese plan?
  • ¿A dónde vas?
  • ¿Es tu vocación preparar el camino para otra persona? ¿O tienes a un equipo para prepararte el camino?
  • ¿Puedes enviar a algunos de esos jóvenes creyentes que estás discipulando para preparar el camino para tu ministerio?
  • Si tu función es preparar el camino, ¿humildemente le das preferencia a la persona que te sigue?
  • ¿Has separado el tiempo para escuchar a Dios y saber a dónde Él quiere enviarte?

De dos en dos

El obrero solitario es vulnerable:

  • Está sujeto a más tentación, especialmente a la tentación sexual.
  • Se desanima más fácilmente. En equipo, uno anima al otro.
  • Uno puede orar mientras queel otro ministra.
  • Dos tienen menos probabilidades de distraerse.

¿Seguimos este modelo de Jesus hoy? ¿Tienes un compañero para trabajar contigo en la obra del Señor? El equipo puede ser un hombre y su esposa. Ora para que Dios te dé ese compañero en el ministerio.

«Es abundante la cosecha —les dijo—, pero son pocos los obreros. Pídanle, por tanto, al Señor de la cosecha que mande obreros a su campo. ¡Vayan ustedes! Miren que los envío como corderos en medio de lobos. No lleven monedero ni bolsa ni sandalias; ni se detengan a saludar a nadie por el camino.

No saludes a nadie por el camino

Jesús pidió a los Doce que oraran; ahora pide lo mismo de los 70. Su siguiente palabra es: «¡Vayan!» Oramos, y nos vamos. Al igual que los Doce, van como corderos a la matanza, y no pueden llevar dinero o una bolsa con ellos. El calzado puede ser un par de sandalias de repuesto.

Hay una instrucción adicional: no saludar a nadie por el camino. Deben permanecer libres de distracciones y concentrarse en la tarea asignada. Si tú eres una persona social, o en una cultura muy relacional, podría ser difícil obedecer eso. En la cultura judía, un saludo es a menudo mucho más que “hola.” Donde yo vivo, si saludas a alguien, puedes volver al camino un par de horas más tarde, después de compartir un café y conversar.

¿Hay personas que has conocido en el camino que te han distraído de la tarea? ¿Tienes que deshacerte de exceso de equipaje?

»Cuando entren en una casa, digan primero: “Paz a esta casa”. Si hay allí alguien digno de paz, gozará de ella; y, si no, la bendición no se cumplirá.Quédense en esa casa, y coman y beban de lo que ellos tengan, porque el trabajador tiene derecho a su sueldo. No anden de casa en casa. »Cuando entren en un pueblo y los reciban, coman lo que les sirvan.

Hay dos variaciones leves en estas instrucciones:

  • Jesús dice que “un hijo de paz” puede recibirte (alguien inclinado hacia la paz o que promueve la paz). Jesús quiere que nos quedemos con gente de paz. Por su respuesta a tu saludo, puedes discernir si debes permanecer allí o no. Por lo general, es mejor alojarte en un hogar que en un hotel, donde ocurre toda clase de inmundicia.
  • Aquí Jesús dice que deben comer o beber lo que se les ofrece. Cuando te encuentras en una cultura diferente o con personas de bajos ingresos, eso puede ser difícil, pero es grosero rechazar su hospitalidad, y puede obstaculizar tu ministerio. Debemos estar agradecidos por todo lo que se nos da. Mucho ministerio se lleva a cabo en una comida. Dos veces Jesús nos ordena comer lo que nos sirven.

Sanen a los enfermos que encuentren allí y díganles: “El reino de Dios ya está cerca de ustedes”.

Sanar y proclamar

La tarea es muy sencilla y muy parecida a la que Jesús le dio a los Doce: Primero deben sanar a los enfermos, lo que atrae a las multitudes y genera interés, luego pueden proclamar al Mesías que los sanó. ¿Tienes esa combinación de milagros y proclamación en tu ministerio?

El mensaje es muy simple y algo vago, y crea interés: el reino de Dios está cerca. Estaban preparando el camino para Jesús; Él les explicaría más acerca de este reino y cómo entrar en él.

10 Pero, cuando entren en un pueblo donde no los reciban, salgan a las plazas y digan: 11 “Aun el polvo de este pueblo, que se nos ha pegado a los pies, nos lo sacudimos en protesta contra ustedes. Pero tengan por seguro que ya está cerca el reino de Dios”. 12 Les digo que en aquel día será más tolerable el castigo para Sodoma que para ese pueblo.

Advertencia de juicio

Jesús da mucho poder y autoridad a sus siervos para juzgar a los pueblos que no los reciben. En Mateo, puedes imaginar a los discípulos a hurtadillas saliendo de la ciudad y sacudiendo el polvo de sus pies. Aquí es parte de una proclamación pública: un juicio severo les espera. Ellos tuvieron la oportunidad de entrar en el reino de Dios, y lo rechazaron.

Es posible que hayas visto a cristianos juzgar a alguien que no los recibe. A menudo se ven tontos, especialmente en películas, pero tal vez deberíamos ser más audaces para obedecer lo que Jesús nos manda que hagamos. ¿Cómo se determina si un pueblo te ha recibido o no? ¿En qué punto tenemos que pronunciar un juicio sobre ellos? Es evidente que no debe hacerse a la ligera, y tiene que ser claramente guiado por el Espíritu Santo.

13 »¡Ay de ti, Corazín! ¡Ay de ti, Betsaida! Si se hubieran hecho en Tiro y en Sidón los milagros que se hicieron en medio de ustedes, ya hace tiempo que se habrían arrepentido con grandes lamentos. 14 Pero en el juicio será más tolerable el castigo para Tiro y Sidón que para ustedes. 15 Y tú, Capernaúm, ¿acaso serás levantada hasta el cielo? No, sino que descenderás hasta el abismo.

Los milagros deberían conducir al arrepentimiento

Capernaúm era la base de Jesús en Galilea, pero su presencia allí no tuvo gran impacto: ¡Jesús los envía al infierno! ¡Junto con otras dos importantes ciudades judías! Y Jesús cita dos ciudades gentiles como mucho más abiertas a su ministerio. No realizó milagros en Tiro y Sidón porque su ministerio se centró en los judíos, pero Él sabe que los gentiles se habrían arrepentido.

Esta respuesta todavía es común hoy. Las áreas altamente evangelizadas y cristianas pueden ser virtualmente inmunes al ministerio milagroso, mientras que la gente en los países menos evangelizados tiene un corazón muy abierto. Jesús no menciona la predicación aquí; los milagros abundantes deberían llevarlos al arrepentimiento. Dios puede resucitar a los muertos y hacer milagros asombrosos, y sin embargo no tocarían los corazones endurecidos. ¡Pero hay un juicio venidero!

¿Cómo será para tu ciudad? ¿Será levantada hasta el cielo? ¿O bajada al Hades? ¿Qué tal tu país?

16 »El que los escucha a ustedes, me escucha a mí; el que los rechaza a ustedes, me rechaza a mí; y el que me rechaza a mí, rechaza al que me envió».

No fueron solo los Doce; cualquier persona que es enviada por Jesús como su representante debe ser recibida como si él fuera Jesús mismo. Jesús lo repite varias veces en los Evangelios. ¡Es muy serio! Rechazar a Jesús es rechazar al Padre. No puedes aceptar a “Dios” y rechazar a su Hijo.

Resultados de la misión

17 Cuando los setenta y dos regresaron, dijeron contentos: —Señor, hasta los demonios se nos someten en tu nombre.

Su experiencia fue más allá de lo que Jesús originalmente pretendía. Predicaron y sanaron a muchos, pero se sorprendieron de que los demonios se sometieron a ellos cuando los reprendieron en el nombre de Jesús. Eso es maravilloso, pero también causó preocupación a Jesús (tal vez por eso no mencionó la liberación al principio).

18 —Yo veía a Satanás caer del cielo como un rayo —respondió él—. 19 Sí, les he dado autoridad a ustedes para pisotear serpientes y escorpiones y vencer todo el poder del enemigo; nada les podrá hacer daño. 20 Sin embargo, no se alegren de que puedan someter a los espíritus, sino alégrense de que sus nombres están escritos en el cielo.

Es muy fácil para el ministro intoxicarse con el poder de sanar y echar fuera demonios, y perder de vista la importancia de su propia salvación. Jesús fue testigo de la caída de Satanás, y se estremece ante la posibilidad de que uno de sus propios discípulos se sienta tan orgulloso y cautivado por el poder espiritual que puede presumir e intentar tomar el lugar de Dios.

Jesús nos ha dado una autoridad increíble: vencer todo el poder del enemigo. Nada que el diablo pueda hacer contra ti puede hacerte daño.

  • ¿Hay algo sobre lo que tengas que pisotear?
  • ¿Has sido derrotado por la fuerza del enemigo? ¿Lastimado?

Aférrate a esa autoridad y empieza a caminar en el poder que Jesús te ha dado. ¡Y regocíjate de que tu nombre esté escrito en el cielo!

21 En aquel momento Jesús, lleno de alegría por el Espíritu Santo, dijo: «Te alabo, Padre, Señor del cielo y de la tierra, porque habiendo escondido estas cosas de los sabios e instruidos, se las has revelado a los que son como niños. Sí, Padre, porque esa fue tu buena voluntad.

Lo que llena a Jesús de alegría

Tal vez los discípulos no habrían apreciado que se llamara niños, pero el Padre se deleita en ocultar la verdad espiritual de los sabios y bien educados de este mundo, y en revelarla a los humildes y sencillos.

Puede parecer increíble, pero esta es la única vez que los Evangelios dicen que Jesús se regocijó. Estoy seguro de que se alegró al recibir el buen informe de su misión, pero la Palabra dice que Jesús se llenó de gozo al ver que su Padre permitía que la gente humilde comprendiera la verdad, y la ocultara de aquellos que creen que son tan inteligentes.

Hay solo dos otras referencias al gozo en la vida de Jesús:

  • Juan 15:11: Les he dicho estas cosas para que se llenen de mi gozo; así es, desbordarán de gozo.
  • Juan 17:13: Pero ahora voy a ti; y hablo esto en el mundo, para que tengan mi gozo cumplido en sí mismos.

Por supuesto, Jesús tenía gozo y quiere compartir ese gozo con nosotros, pero también sabemos que Jesús era un varón de dolores. Tal vez es por eso que no leemos más acerca de Jesús regocijándose. ¡Andaba muy agobiado!

¿Conoces la plenitud de su gozo? ¿Te regocijas de las cosas simples, como lo hizo Jesús?

22 »Mi Padre me ha entregado todas las cosas. Nadie sabe quién es el Hijo, sino el Padre, y nadie sabe quién es el Padre, sino el Hijo y aquel a quien el Hijo quiera revelárselo».

Cómo conocer al Padre

No todos pueden conocer al Padre, y ciertamente no si son de otra religión y no reconocen a Jesús. El único que realmente conoce a Jesús es su Padre. Jesús revela al Padre, pero solo a aquellos a quienes Él decide revelarle. Podemos orar para que Jesús revele el Padre a alguien, pero al final es su decisión.

Jesús hace una declaración universal aquí: Todas las cosas me fueron entregadas por mi Padre. Me recuerda la declaración en Efesios 1:9-10, que el propósito de Dios es reunir todas las cosas en la tierra y en los cielos bajo la autoridad de Cristo. ¡Qué enorme privilegio es conocer a Jesús y al Padre! ¡Cristo ocupa una posición muy exaltada!

23 Volviéndose a sus discípulos, les dijo aparte: «Dichosos los ojos que ven lo que ustedes ven. 24 Les digo que muchos profetas y reyes quisieron ver lo que ustedes ven, pero no lo vieron; y oír lo que ustedes oyen, pero no lo oyeron».

Estos versos concluyen esta sección acerca del regreso de los Setenta. En caso de que no se diesen cuenta, tenían una bendición muy especial: ver a Jesús y ver las manifestaciones de su poder. Muchos anhelaban verlo y nunca lo experimentaron. Tú también tienes una bendición especial, con toda la revelación que hemos recibido hoy y todo lo que hemos visto del poder de Dios.

En los capítulos 10 de Mateo y Lucas hemos recibido instrucciones detalladas sobre cómo hacer la obra del Señor. La mies es mucha, y los obreros son pocos. Especialmente pocos son los que andan en la autoridad que vemos aquí. Somos parte de la misión más importante en toda la historia, y tenemos la oportunidad de conocer al Padre y a su Hijo, quienes gobiernan todo el universo. ¿Estás haciendo tu obra para el Señor, de acuerdo con estos mandamientos? ¿Sigues este modelo para hacer discípulos?

 

Mateo 10  El primer viaje misionero

Escuchamos el clamor de Jesús por obreros en los últimos versículos del capítulo nueve de Mateo. Su corazón compasivo duele por las ovejas desamparadas y dispersas que no tienen pastor. El Padre está preocupado porque los campos están listos para la cosecha (gente que su Espíritu Santo ha preparado para la salvación), pero se perderán por la falta de trabajadores. Jesús quiere volver y establecer su reino, pero está esperando a los obreros necesarios para hacer discípulos en todo el mundo y cumplir la Gran Comisión.

El capítulo diez de Mateo comienza casi igual al pasaje de Marcos tres que estudiamos en el capítulo 2 de este libro:

1Reunió a sus doce discípulos y les dio autoridad para expulsar a los espíritus malignos y sanar toda enfermedad y toda dolencia. Éstos son los nombres de los doce apóstoles: primero Simón, llamado Pedro, y su hermano Andrés; Jacobo y su hermano Juan, hijos de Zebedeo; Felipe y Bartolomé; Tomás y Mateo, el recaudador de impuestos; Jacobo, hijo de Alfeo, y Tadeo; Simón el Zelote y Judas Iscariote, el que lo traicionó.

En Mateo, Jesús proporciona instrucciones detalladas para los discípulos, que también te ofrecen orientación para la formación de un discípulo y cómo empezar a evangelizar.

Ve a donde Dios te envíe

Jesús envió a estos doce con las siguientes instrucciones: «No vayan entre los gentiles ni entren en ningún pueblo de los samaritanos. Vayan más bien a las ovejas descarriadas del pueblo de Israel. 

Cuando Dios llama, capacita y envía un apóstol, misionero u otro ministro, generalmente lo envía a un grupo específico. ¿Tienes alguna idea de a quién Dios te ha enviado?

Como siempre, las Escrituras deben ser interpretadas con mucho cuidado. Se puede deducir de las palabras de Jesús que Él no está interesado en los gentiles y comparte el desdén judío común por los samaritanos. Quizás la vacilación inicial de los apóstoles de incluir a los gentiles en el Evangelio tuvo su origen aquí, pero sabemos por otras Escrituras que no es así. Por ejemplo, en Hechos capítulo uno, Jesús específicamente los envió a los samaritanos.

Esta fue la primera asignación para los apóstoles. No será fácil para ellos ministrar a sus compañeros judíos; menos aún están preparados para manejar los desafíos del ministerio intercultural. Más tarde irían a Samaria y al mundo entero. Todo es cuestión de tiempo. Si ellos obstinadamente insistieran en ir a Samaria, habrían sido frustrados y en rebelión, privados de la autoridad y el poder de Dios. Tenemos que escuchar atentamente la voz de Dios y saber a dónde ir, y no ir.

Vamos a ver en el capítulo 9 de este libro cuán importantes para Dios son las ovejas perdidas. La prioridad para esta misión era la oveja perdida de Israel. Incluso Pablo, el apóstol de los gentiles, siempre comenzó con los judíos. No hay nada de malo en ser selectivo. Jesús no estaba siendo racista aquí, sino que estaba siendo obediente a la clara guía del Padre. Debemos hacer lo mismo.

Haz lo que Dios te dice que hagas

Dondequiera que vayan, prediquen este mensaje: “El reino de los cielos está cerca.” Sanen a los enfermos, resuciten a los muertos, limpien de su enfermedad a los que tienen lepra, expulsen a los demonios. Lo que ustedes recibieron gratis, denlo gratuitamente. 

No es nuestro deber inventar nuevas formas ingeniosas de ministrar. Hay muchos buenos mensajes que los apóstoles podrían haber proclamado: amor por Dios y por los demás, el juicio de Dios sobre el pecado y la necesidad del arrepentimiento. Pero este no era el momento para esos mensajes. Aquí fue muy sencillo (¡y probablemente corto!): El reino de los cielos está cerca. Fue diseñado para crear interés y atraer a la gente a escuchar a Jesús hablar más al respecto.

Los predicadores tienen la costumbre de hablar demasiado. A menudo es mejor mantener el mensaje breve y dulce, ¡a menos que Jesús te dé una palabra larga y amarga! El mensaje equivocado en el momento equivocado puede alienar a la gente para siempre; puede ser mejor darles lo suficiente para despertar su interés y dejarlos con hambre de más. La verdad es que estos discípulos no tienen suficiente conocimiento para predicar un mensaje profundo, pero eso no debería impedir que prediques. Por supuesto, no prediques por ignorancia; predica lo que Dios te da.

Al principio, la mayor parte de su ministerio se centró en las obras, y no estamos hablando de algo ligero. Fueron enviados a:

  • Curar a los enfermos.
  • Resucitar a los muertos.
  • Limpiar a los leprosos.
  • Expulsar demonios.

Hay una gran necesidad de milagros auténticos. Si Jesús te envía a hacer ese ministerio, Él te dará la autoridad y el poder.

Lo que hemos recibido lo tenemos que transmitir a otros, de forma gratuita. Jesús había transformado sus vidas. Él dio libremente de sí mismo, como deberíamos hacer por aquellos a quienes discipulamos. Ellos a su vez deben dar libremente lo que reciben.

Confía en Dios para las necesidades diarias

No lleven oro ni plata ni cobre en el cinturón, 10 ni bolsa para el camino, ni dos mudas de ropa, ni sandalias, ni bastón; porque el trabajador merece que se le dé su sustento. 11 »En cualquier pueblo o aldea donde entren, busquen a alguien que merezca recibirlos, y quédense en su casa hasta que se vayan de ese lugar. 

No siempre fue así. Hubo momentos en que Pablo insistió en pagar sus propios gastos y no recibió la hospitalidad de los demás. Más tarde, Jesús les dijo que debían tomar dinero (Lucas 22:36), pero aquí, fue un ministerio de bajo costo. Ni siquiera podían llevar una bolsa para el viaje o una muda de ropa. Jesús los estaba liberando de la autosuficiencia y les estaba enseñando la abundancia de la provisión de Dios para sus trabajadores, pero hay que escuchar atentamente las instrucciones de Dios para cada situación; hay momentos en que estaríamos en pecado y gravemente dañaríamos nuestro ministerio si nos alojáramos en un hotel y cenáramos en restaurantes. Hay otras situaciones en las que eso podría ser necesario. La clave es en escuchar la voz de Dios y ser obediente; lo que funcionó en el último viaje puede no aplicarse esta vez.

  • Nunca te avergüences de aceptar la ayuda de aquellos a quienes estás ministrando. El obrero es digno de su sustento. Si tú tienes ministros visitando tu área, sé sensible a sus necesidades y prepárate para atenderlos. Hay abusos obvios por parte de los ministros que esperan hoteles de cinco estrellas y comidas elegantes. Una cama limpia y buena comida casera es todo lo que se requiere. No desprecies a alguien que viene esperando hospitalidad, como si estuviera tratando de abusar de ti. Puede ser que solo esté siendo obediente a las instrucciones de Dios.
  • Ten cuidado de no proporcionar tanto para tus propias necesidades que robes una bendición de otros, o pierdas oportunidades importantes para ministrar. Por lo general, es mucho mejor ministrar a una familia en su hogar que sentarse en un hotel mirando televisión, posiblemente tentado por canales para adultos.
  • Dios te dirigirá a una persona «digna» que esté dispuesta a recibirte. Una vez que encuentres ese lugar, quédate allí por la duración. No te muevas porque alguien te ofrece un lugar más lujoso. Si tú estás ofreciendo hospitalidad, prepárate para hospedar a esa persona todo el tiempo. Puede ser que él simplemente esté obedeciendo al Señor, y no tratando de aprovecharse de ti.

Saber cuándo sacudir el polvo de los pies

12 Al entrar, digan: “Paz a esta casa.” 13 Si el hogar se lo merece, que la paz de ustedes reine en él; y si no, que la paz se vaya con ustedes. 14 Si alguno no los recibe bien ni escucha sus palabras, al salir de esa casa o de ese pueblo, sacúdanse el polvo de los pies.15 Les aseguro que en el día del juicio el castigo para Sodoma y Gomorra será más tolerable que para ese pueblo.

Recibir a uno de los discípulos de Jesús es recibir a Él, y rechazarlo es rechazar a Jesús (»El que los escucha a ustedes, me escucha a mí; el que los rechaza a ustedes, me rechaza a mí; y el que me rechaza a mí, rechaza al que me envió.» Lucas 10:16). Jesús sabe que muchos hogares o aldeas no recibirían a los discípulos. Eso no debería sorprendernos u ofendernos hoy. No chismees acerca de ellos. No te lo tomes personalmente. Sacude el polvo de tus pies y déjalos en las manos de Dios para el día del juicio. ¡Es muy serio rechazar a aquellos que Dios te ha enviado!

Se necesita mucha sensibilidad para saber cuándo perseverar en un lugar donde no eres bienvenido y cuándo irte. Los judíos se sacudieron el polvo de sus pies cuando dejaron el territorio gentil como una forma simbólica de limpiarse. Sacudir el polvo de una ciudad judía habría sido un gran insulto. Creo que desperdiciamos mucho tiempo y dinero en lugares que deberíamos haber dejado hace mucho tiempo.

Hay poder espiritual en saludar a una familia y ofrecerles la paz de Cristo. Aquí estaban ofreciendo el “shalom” judío acostumbrado, la bendición de Dios y un deseo sincero por el bienestar total de esa familia. Hay una dinámica bastante extraña aquí que la mayoría de nosotros no conocemos. Podemos dejar que nuestra paz reine en un lugar, para que esa paz llegue a ese hogar, con la paz y las bendiciones de Dios. ¡Qué privilegio y oportunidad tenemos para bendecir a otras familias! Dios nos da el discernimiento para determinar si una casa merece esa paz o no, basada en parte en la forma en que responde a nuestro saludo. Si no la merece, dejamos ese hogar y traemos ese “shalom” con nosotros. ¡No queremos que nuestra paz reine en una casa que no la merece! ¡No arrojes tus perlas a los cerdos!

Ovejas en medio de lobos

16 Los envío como ovejas en medio de lobos. Por tanto, sean astutos como serpientes y sencillos como palomas.17 »Tengan cuidado con la gente; los entregarán a los tribunales y los azotarán en las sinagogas. 18 Por mi causa los llevarán ante gobernadores y reyes para dar testimonio a ellos y a los gentiles. 19 Pero cuando los arresten, no se preocupen por lo que van a decir o cómo van a decirlo. En ese momento se les dará lo que han de decir, 20 porque no serán ustedes los que hablen, sino que el Espíritu de su Padre hablará por medio de ustedes.

Con estos versículos, Jesús va más allá de las instrucciones específicas para este primer viaje. Estas son implicaciones a largo plazo de servir a Jesús, tal vez hasta que regrese el Hijo del Hombre, como se menciona en el versículo 23. Se aplican a nosotros en nuestro trabajo para cumplir la Gran Comisión.

¿Por qué estamos tan sorprendidos cuando experimentamos un poco de “persecución?” ¡Esa es la norma! ¡Si no hay persecución, es probable que no tengas suficiente denuedo en tu testimonio! ¿Cómo hemos llegado a la idea de que todos deberían ser amables con nosotros solo porque somos cristianos? ¡Es un mundo duro! Con pleno conocimiento, Jesús envía a sus amadas ovejas en medio de una manada de lobos. Eso no significa que tengamos que convertirnos en lobos; seguimos siendo ovejas, pero no ovejas estúpidas. Tenemos que mantener la ternura de un cordero, pero ser prudentes como serpientes. Eso no significa que descendamos al nivel del mundo; tenemos que ser inocentes como las palomas. ¡No pierdas tu inocencia! El mundo puede reírse de ella, pero es valiosa a los ojos de Dios. El problema es que demasiadas ovejas inocentes carecen de astucia, y los lobos las destruyen. Tenemos que encontrar el equilibrio adecuado.

Hay varios comandos específicos aquí:

  • Sé prudente o astuto como las serpientes.
  • Sé sencillo o inocente como las palomas.
  • Ten cuidado con la gente. No camines a ciegas. No te resistas a quienes te entreguen a las autoridades, pero debes estar alerta a lo que está sucediendo. No debemos ser cogido desprevenido.
  • No te preocupes acerca de qué decir o cómo decirlo cuando te arresten.

También hay varias «promesas» aquí:

  • Te entregarán a las autoridades locales.
  • Serás azotado por los líderes religiosos (posiblemente en la iglesia).
  • Te llevarán ante los gobernadores y reyes.
  • Les darás testimonio.
  • Serás arrestado.
  • El Espíritu te dará lo que tienes que decir en el momento de necesidad.

La mayoría de nosotros no hemos conocido este tipo de persecución, pero muchos de nuestros hermanos y hermanas en otras partes del mundo la conocen muy bien.

Esta es una parte importante del discipulado: ir al campo misionero (que puede ser tu ciudad) y poner en práctica lo que Dios te ha enseñado.

¡Qué emocionante recibir esa autoridad para sanar, liberar y extender el reino de Dios en este mundo! ¡Qué privilegio ser confiado con la comisión de hacer discípulos de todas las naciones! Pero al final del último capítulo vimos que somos como ovejas entre lobos. Jesús no evite las enseñanzas difíciles con sus discípulos, y ésta es una porción muy difícil. Hay cosas complicadas para interpretar, y otras difíciles de aceptar. En el primer volumen de esta serie (Andar Como Jesús Anduvo) compartí el costo del discipulado, para ayudarte a tomar una decisión informada: ¿De verdad quieres ser cristiano? Suena bien andar como Jesús anduvo, pero ¿estoy listo para pagar el alto precio? Ahora, en este estudio sobre liderazgo y la Gran Comisión, supongo que ya has estado caminando con Jesús por un tiempo. Sin embargo, hay suficiente en el resto de este capítulo para hacernos pensar dos veces si queremos ser parte de esta gran misión.

Hay un cambio en este décimo capítulo de Mateo que nos ayuda a entender lo que Jesús está diciendo. En el verso 18, Él cambia de instrucciones específicas para la misión de los 12 a profecías acerca de la experiencia de sus siervos en el futuro, después de su ascensión. Aquí continuamos con lo que empezamos a ver en el capítulo anterior.

Familias divididas

21 »El hermano entregará a la muerte al hermano, y el padre al hijo. Los hijos se rebelarán contra sus padres y harán que los maten. 

¿Crees que tú lo tienes muy difícil en tu familia? Parece que las cosas van a empeorar.

  • ¿Son tus hijos rebeldes? ¿Han tratado de matarte?
  • ¿Y tú papá? ¿Te ha traicionado?
  • ¿Y qué hay de tu hermano?

¡Jesús es polémico! ¡No podemos necesariamente “reclamar” la salvación de todos los miembros de nuestras familias! ¡Es posible que tú seas la causa de la división en tu hogar! Puede que tengas que elegir entre tu madre y Jesús, o tu hijo y Jesús. Claro que hay promesas que nos gusta reclamar:

  • El carcelero en Filipos les preguntó a Pablo y Silas: —Señores, ¿qué tengo que hacer para ser salvo?—Cree en el Señor Jesús; así tú y tu familia serán salvos —le contestaron (Hechos 16:30-31).
  • Instruye al niño en el camino correcto, y aun en su vejez no lo abandonará (Proverbios 22:6).
  • »En cuanto a mí —dice el Señor—,
    este es mi pacto con ellos:
    Mi Espíritu que está sobre ti,
    y mis palabras que he puesto en tus labios,
    no se apartarán más de ti,
    ni de tus hijos ni de sus descendientes,
    desde ahora y para siempre
    —dice el Señor—
    (Isaías 59:21).

La realidad es que la única “promesa” en el Nuevo Testamento para la salvación de tus hijos es la palabra dada al carcelero. Las demás están en el contexto del Antiguo Pacto. Por supuesto, Dios puede dar una palabra y fe en el corazón de una madre para la salvación de sus hijos, pero esa salvación no está garantizada. Cada persona tiene que tomar su propia decisión de ser un discípulo de Jesucristo. Claro que el ambiente de un hogar cristiano, el ejemplo de una iglesia llena de la presencia y el poder de Dios y las oraciones de padres cristianos deben tener un fuerte impacto. Pero aún más en estos días postreros, por desgracia, vamos a ver estas palabras de Jesús cumplidas. Es fácil ignorar la profecía de Miqueas 7:5-6:

 No creas en tu prójimo,
ni confíes en tus amigos;
cuídate de lo que hablas
con la que duerme en tus brazos.
El hijo ultraja al padre,
la hija se rebela contra la madre,
la nuera contra la suegra,
y los enemigos de cada cual
están en su propia casa.

Y olvidamos las palabras de Jesús: —En todas partes se honra a un profeta, menos en su tierra, entre sus familiares y en su propia casa (Marcos 6:4).

Odiado por todos

22 Por causa de mi nombre todo el mundo los odiará, pero el que se mantenga firme hasta el fin será salvo. 

¿Por qué somos tan rápidos para lloriquear solo porque a alguien no le gustamos? Jesús es muy amable, pero provoca reacciones muy fuertes en quienes se oponen a Él, y ese odio se nos transmite. Ves más de ese odio en el mundo de hoy. ¡En estos días un video tiene muchos “me gusta” que dice que la iglesia evangélica es el talibán de los Estados Unidos!

Con ese odio y los problemas familiares que Jesús profetizó, la vida puede ser tan dura que será difícil mantenerte firme. Puedes sentirte tentado a volver atrás y negar a Cristo solo para tener paz en el hogar y en la comunidad, y ser querido por todos. Mantenerse firme puede significar tomar posiciones impopulares basadas en las Escrituras. Tu puedes ir todos los domingos a la iglesia (incluso ser un pastor), y ceder a la presión del mundo para que seas políticamente correcto, y comprometer lo que Dios ha dicho claramente.

Yo sé que este es un verso difícil para aquellos que creen “salvo, siempre salvo,” pero fue Jesús quien lo dijo, no yo. No importa qué oración hiciste hace 20 años, Jesús claramente dice que es el quien persevera hasta el fin que será salvo. Si vacilas y renuncias bajo la intensa presión descrita aquí, solo podemos esperar el juicio de Dios. Los versículos 32-33 de este capítulo explican lo que sucederá.

¿Ellos evangelizarían a todo Israel antes de que Jesús regrese?

23 Cuando los persigan en una ciudad, huyan a otra. Les aseguro que no terminarán de recorrer las ciudades de Israel antes de que venga el Hijo del hombre.

Hay un propósito en la persecución: Nos mueve. Eso es obvio en el libro de los Hechos. Dios no espera que nos quedemos donde estamos y suframos el abuso. Jesús nos aconseja salir de allí. Escápate a un lugar seguro, aunque una vez que comiences a predicar a Cristo allí, la persecución probablemente empezará de nuevo (lo que sucedió muchas veces con Pablo).

Aquí hay una declaración difícil acerca de la venida de Jesús.  Él dice que vendría antes de que terminen de recorrer todas las ciudades de Israel. ¿Qué significa eso?

  • Algunos creen que se refiere al juicio de los judíos en el año 70 d.C., cuando Jerusalén y el templo fueron destruidos, y Jesús vino a juzgar su rechazo del Hijo de Dios. Pero es una espiritualización de su venida lo que es poco probable.
  • Otros han sugerido que esto significa que Jesús vendría detrás de estos discípulos y proveería seguimiento antes de que ellos tuvieran la oportunidad de visitar todas las ciudades (ve Lucas 10:1). Pero como hemos dicho, el contexto de estos versículos es posterior a su ascensión.
  • En muchos de estos casos, con algo que parece complicado, la solución es más simple. Lo más probable es que Jesús esté diciendo que la evangelización de Israel continuará, pero nunca totalmente terminará, hasta que Él regrese. Lo que podemos afirmar es que el Hijo del Hombre vendrá, y vamos a continuar este ministerio hasta que Él venga, de acuerdo con la Gran Comisión.
    • En Marcos 13, donde Jesús habla de las señales del fin, Él dice en el verso 10: Pero primero tendrá que predicarse el evangelio a todas las naciones. 
    • En Mateo 24:14, se lo repite: Y este evangelio del reino se predicará en todo el mundo como testimonio a todas las naciones, y entonces vendrá el fin.
    • Pablo dice en Romanos 11:25-27: Parte de Israel se ha endurecido, y así permanecerá hasta que haya entrado la totalidad de los gentiles. De esta manera todo Israel será salvo, como está escrito: «El redentor vendrá de Sión
      y apartará de Jacob la impiedad.
       Y este será mi pacto con ellos
      cuando perdone sus pecados».
    • Entonces, la misión que Jesús confía a sus discípulos aquí continuará hasta que Él venga.

El siervo no es superior a su amo

24 »El discípulo no es superior a su maestro, ni el siervo superior a su amo. 25 Basta con que el discípulo sea como su maestro, y el siervo como su amo. Si al jefe de la casa lo han llamado Beelzebú, ¡cuánto más a los de su familia!

NTV: 24 »Los alumnos no son superiores a su maestro, y los esclavos no son superiores a su amo. 25 Los alumnos deben parecerse a su maestro, y los esclavos deben parecerse a su amo. Si a mí, el amo de la casa, me han llamado príncipe de los demonios, a los miembros de mi casa los llamarán con nombres todavía peores.

¡Basta del engaño popular que Cristo sufrió para que nosotros no suframos! ¡Basta de pensar que la vida cristiana es fácil y siempre próspera! ¡Tú no eres superior a Jesús! ¿Cómo puedes creer que tú, como siervo de Dios, eres mejor que tu Maestro? Si odiaban a Jesús y lo perseguían, ¡también te odiarán a ti!

Estamos hablando en esta serie de “andar como Jesús anduvo.” ¡Nuestra meta es ser como Jesús! El discípulo debe ser como su maestro, y el siervo como su amo. ¡Qué hermoso ser miembro de su familia! Pero eso significa que si dijeron  que Jesús era del diablo, dirán lo mismo de ti.

No tengas miedo

26 »Así que no les tengan miedo; porque no hay nada encubierto que no llegue a revelarse, ni nada escondido que no llegue a conocerse. 27 Lo que les digo en la oscuridad, díganlo ustedes a plena luz; lo que se les susurra al oído, proclámenlo desde las azoteas. 28 No teman a los que matan el cuerpo pero no pueden matar el alma. Teman más bien al que puede destruir alma y cuerpo en el infierno. 29 ¿No se venden dos gorriones por una monedita? Sin embargo, ni uno de ellos caerá a tierra sin que lo permita el Padre; 30 y él les tiene contados a ustedes aun los cabellos de la cabeza.31 Así que no tengan miedo; ustedes valen más que muchos gorriones.

¿Tienes miedo? ¿Tienes dudas acerca de servir a Jesús? Al parecer, Jesús sabía que sus discípulos tenían miedo. Esa es la reacción natural a todo lo que Él había dicho. Tres veces en estos versos les dice: “no tengan miedo.” Y nos da tres buenas razones para rechazar el miedo:

  • Todas las agendas ocultas y el pecado de sus perseguidores serán expuestos.
  • Pueden matar el cuerpo, pero no pueden tocar el alma.
  • Los discípulos están en las manos de Dios. Él te conoce, te ama, te cuida y te valora altamente.

Hay uno que debemos temer: Dios mismo. Él puede destruir tanto el cuerpo como el alma en el infierno. Esa realidad nos impulsa a venerarlo y ser fieles y obedientes, y confirma que Jesús cree en un infierno, un lugar de destrucción y tormento eterno de cuerpo y alma.

Ten cuidado con esa palabra “destruir.” Hay gente que predica aniquilación, que dice que el diablo, los demonios y todos los que no han aceptado a Jesús serán aniquilados, o destruidos, después del gran juicio. Como sabes, en este mundo tú puedes destruir tu vida o la vida de otra persona y seguir con vida. La Biblia claramente habla de un castigo eternal en el infierno; “destruir” aquí no es equivalente a “aniquilar.”

¿Estás ocultando algo que deberías revelar? ¿Hay cosas ocultas en tu vida que se darán a conocer y te causarán mucho dolor a ti y a tu familia? Es mejor tratar con ellas ahora. Dios es un Dios de transparencia. Él no guarda secretos. No tengas miedo de proclamar lo que Él ha dicho, aunque te puede causar muchos problemas.

Tómate el tiempo para meditar en esta hermosa verdad:

  • Dios te conoce íntimamente.
  • ¡Dios ama a los gorriones! ¡Él sabe todo sobre ellos!
  • ¡Él ama a tu perro! ¡Y tu gato!
  • ¡Tú eres importante para Él! ¡Él sabe todo sobre ti!
  • ¡Él te ama! ¡Él te cuidará!

¡Qué pensamientos alentadores!

El peligro de negar a Cristo

32 »A cualquiera que me reconozca delante de los demás, yo también lo reconoceré delante de mi Padre que está en el cielo. 33 Pero a cualquiera que me desconozca delante de los demás, yo también lo desconoceré delante de mi Padre que está en el cielo.

A pesar de esa seguridad, Jesús sabe que los discípulos están pensando que podría ser mejor permanecer callados y sin problemas. Ya sabes, ser cristiano, pero no lo anuncies ni irrites a otros dando testimonio, y, si puede salvarte la vida, tal vez incluso niegues a Cristo.

¡No! ¡Piensa bien antes de hacer eso! Aquí hay otro problema para aquellos que predican la seguridad eterna del creyente: puedes ser un creyente de por vida, pero si niegas a Jesús ante las autoridades hostiles, Él te rechazará, te negará, ante del Padre. Por otro lado, aquellos que tengan el coraje de reconocer a Jesús y confesarlo a pesar de la gran posibilidad de persecución, serán reconocidos ante el Padre y recibirán una bendición especial.

Jesús vino a traer una espada

34 »No crean que he venido a traer paz a la tierra. No vine a traer paz sino espada. 35 Porque he venido a poner en conflicto

“al hombre contra su padre,
a la hija contra su madre,
a la nuera contra su suegra;
36     los enemigos de cada cual serán los de su propia familia”.

37 »El que quiere a su padre o a su madre más que a mí no es digno de mí; el que quiere a su hijo o a su hija más que a mí no es digno de mí; 38 y el que no toma su cruz y me sigue no es digno de mí. 39 El que encuentre su vida, la perderá, y el que la pierda por mi causa, la encontrará.

¡Jesús está cambiando todo! ¡Hay varias creencias comunes sobre el cristianismo de que tenemos equivocados!

  • Jesús, ¿el pacificador? ¿”Paz en la tierra, buena voluntad para con los hombres?” ¡Incorrecto! ¡Él no vino para suavizar las cosas y traer paz! ¡Jesús es polémico! ¡Es un revolucionario! ¡Él vino a traer una espada! Eso no significa que Jesús abogue por el conflicto. También dijo: “Bienaventurados los pacificadores.” Pero Jesús, el Príncipe de Paz, causa conflicto.
  • ¿Jesús que resuelve todos los problemas de la familia, para que todos vivamos felices para siempre? ¡De ninguna manera! ¡Podemos esperar que los miembros de nuestra propia casa sean nuestros enemigos! ¡Las relaciones entre padre e hijos se ponen feas! ¡Y no ames a tus padres o hijos más de lo que amas a Jesús!
  • Somos muy egocéntricos, pero Jesús dice que la persona que se centra en la autorrealización y en encontrar su vida, ¡la perderá! Es cierto que somos hechos a imagen de Dios, y tenemos un gran valor ante Dios. El mandato es amar a otros como nos amamos a nosotros mismos. Él quiere que tengamos una autoestima saludable, pero muchos casi hacen un ídolo del “yo.” En realidad, si tú quieres encontrar tu vida y experimentar una verdadera autorrealización ¡hay que perder la vida! ¿Has pensado en cómo perder tu vida por Jesús?

Jesús habla varias veces sobre la persona que es “digna” de Él. ¿Eres tú? Jesús dice que el que quiere a sus padres o hijos más que a Él no es digno de Él, y el que no toma su cruz y sigue a Jesús, no es digno de Él. Jesús exige toda nuestra devoción, toda la vida. Sin juzgar, ¿dirías que la mayoría de los cristianos que conoces son dignos de Él? ¿Hay algo que debas cambiar para ser digno de Él?

¡Todo esto no suena muy atractivo! ¡Podemos esperar muchos conflictos si realmente estamos siguiendo a Jesús! Sin embargo, hay beneficios eternos.

Recompensas

40 »Quien los recibe a ustedes, me recibe a mí; y quien me recibe a mí, recibe al que me envió. 41 Cualquiera que recibe a un profeta por tratarse de un profeta, recibirá recompensa de profeta; y el que recibe a un justo por tratarse de un justo, recibirá recompensa de justo. 42 Y quien dé siquiera un vaso de agua fresca a uno de estos pequeños por tratarse de uno de mis discípulos, les aseguro que no perderá su recompensa.»

Finalmente, Jesús nos ofrece un poco de aliento. Los que acogen a los discípulos recibirán una recompensa. ¡Entre todos los corazones duros, hay algunos con un corazón tierno!

  • Cuando recibes a alguien que viene en el nombre de Jesús, recibes a Jesús y a su Padre. Por el contrario, si rechazas al discípulo de Jesús, rechazas a Cristo. ¡Hay una gran lealtad en esta familia!
  • Tanto los profetas como los justos pueden esperar una recompensa, pero tú no tienes que ser un profeta para recibirla. ¡Sólo recibe a ese profeta o esa persona justa!
  • Y aquellos que muestren la más mínima hospitalidad a un discípulo de Jesús (un vaso de agua fresca) serán recompensados por ello.

¿Realmente quieres andar como Jesús anduvo?

¿De verdad quieres ser su discípulo? ¿Es ésta la imagen que tenías de ser enviado como apóstol? ¡No parece una charla muy bonita que Jesús dio para enviar a los discípulos en su primer viaje! Jesús no tuvo miedo de predicar el costo del discipulado. No hay nada tan glorioso en ser un apóstol o un discípulo serio de Jesucristo. Es un camino duro y estrecho, pero no hay nada mejor. Realmente, no hay otra opción. La alternativa es el infierno. ¿Eres digno de andar como Jesús anduvo? ¿Estás listo para todo lo que implica? Cuando haces discípulos en obediencia al mandato de Jesús, ¿incluyes estas partes complicadas?

 

 

Mateo 9:35-38 La cosecha: abundante; los obreros: pocos

Andar como Jesús anduvo nos presenta un plan muy sencillo y eficaz para alcanzar al mundo entero y cumplir la Gran Comisión. ¡Pero las cosas no siempre salen según el plan, incluso para Jesús, y Él es Dios! Cristo sabía exactamente qué hacer para formar un hombre de Dios, pero Judas terminó siendo un traidor, y Jacobo murió poco después de Pentecostés, el primer apóstol en morir mártir. Sorprendentemente, el Señor del universo tiene un problema de reclutamiento para su Gran Comisión. ¡Hay mucho más trabajo que trabajadores! No es de extrañar que Jesús dedicó la mayor parte de sus tres años de ministerio a la formación de estos doce hombres.

En Mateo 10 Jesús los envió en su primer “viaje misionero.” Ese capítulo está lleno de principios importantes a seguir en el discipulado. Lamentablemente, debido a la división de capítulos (que no formaba parte del texto original), no leemos la introducción importante a ese pasaje en los últimos versículos del capítulo 9:

35 Jesús recorría todos los pueblos y aldeas enseñando en las sinagogas, anunciando las buenas nuevas del reino, y sanando toda enfermedad y toda dolencia. 

No es casualidad que el verso 35 sea casi igual a Mateo 4:23:

Y recorrió Jesús toda Galilea, enseñando en las sinagogas de ellos, y predicando el evangelio del reino, y sanando toda enfermedad y toda dolencia en el pueblo.

Ambos versículos sirven como un resumen del ministerio registrado en los pasajes anteriores y una introducción a la enseñanza que sigue. En el caso de Mateo 4:23 es el Sermón del Monte; en 9:35 es la segunda de las cinco enseñanzas importantes en Mateo.

Jesús sanó toda enfermedad

Jesús recorrió toda Galilea. Sabemos que ya tenía discípulos que viajaban con Él, pero solo estaban observando y aprendiendo. En este momento Jesús estaba ministrando solo, y hay tres partes importantes de ese ministerio:

  1. Enseñando la Palabra de Dios en la sinagoga (hoy sería la iglesia) a los que ya son creyentes. Hay una falta muy grave de conocimiento, interpretación sana, y práctica de la Biblia en la iglesia actual.

Las otras partes de su ministerio están fuera del edificio, con personas que aún no son parte del reino.

  1. Predicando el evangelio del reino. Tenemos que proclamar que Dios es el Rey Soberano y establecer su señorío en nuestras vidas, nuestros hogares y en toda la sociedad. Su reino perfecto de justicia y paz se establecerá cuando Cristo venga otra vez.
  2. Sanando. En los Evangelios y los Hechos siempre había una confirmación de la palabra predicada con señales y prodigios. Jesús sanó toda enfermedad y toda dolencia. Esa es una de esas palabras que causan dolores de cabeza a los teólogos. Toda enfermedad. La misma palabra aparece en 4:23 y de nuevo en el primer versículo del capítulo 10. Hoy estamos muy contentos si un par de personas se sanan. De hecho, fácilmente excusamos la falta de sanidad de una enfermedad muy difícil. No es así con Jesús. Con razón las multitudes se le acercaban. Si vamos a cumplir la Gran Comisión, tenemos que seguir este modelo de Jesús.

36 Al ver a las multitudes, tuvo compasión de ellas, porque estaban agobiadas y desamparadas, como ovejas sin pastor. 

Ovejas agobiadas y desamparadas

Jesús nunca fue impresionado con las multitudes. Claro que Él se regocijó al ver a alguien liberado de su sufrimiento, pero sabía que la verdadera necesidad era mucho más profunda. Las ovejas necesitan un pastor. Todos nosotros nos descarriamos como ovejas, cada cual se apartó por su camino (Isaías 53:6). Están confundidas y dispersas. No es tan difícil publicar una enseñanza profunda en Internet o animar a la iglesia con una predicación ungida. Cuando el poder de Dios está presente, ni siquiera es tan difícil ministrar sanidad. Por supuesto, es posible que te sientas cansado más tarde, pero también existe la emoción de ver a los cojos andar y los sordos oír. Eso está bien. Mucha gente quiere los elogios que acompañan a esos ministerios. Pero el pastoreo de ovejas es una tarea continua, a menudo poco apreciado y difícil. No puedes orar por ellas y de repente ya no están agobiadas y desamparadas. Para aliviar ese dolor, se necesita un ministerio continuo. Se necesita compasión. La verdadera compasión nos obliga a ir más allá de los milagros y los cultos emocionantes. La compasión mueve nuestros corazones para realmente cuidar a la gente herida. Cuesta hallar esos obreros, pero la verdadera cosecha está ahí. Sin ese pastoreo, la cosecha se perderá. La semilla será arrebatada por el maligno o sofocada por la lucha diaria de las ovejas por sobrevivir. El lobo vendrá y destruirá el rebano. La necesidad es para alguien que quiera hacer discípulos y sepa cómo hacerlo.

37 «La cosecha es abundante, pero son pocos los obreros —les dijo a sus discípulos—.

¡La mies es mucha!

Casi siempre pensamos en esta “cosecha” como almas que necesitan salvación. Por supuesto, ellas son parte de la cosecha, pero en el contexto parece que Jesús está hablando de ovejas dispersas. Primero tenemos una cosecha entre las muchas ovejas descarriadas que ya conocen a Jesús. ¡Pocos tienen la compasión y la paciencia para ministrarles!

Nos apresuramos a señalar la impiedad en nuestra sociedad y su resistencia al Evangelio, pero ¿estamos haciendo de Jesús un mentiroso? ¡Él dice que la cosecha es mucha! El problema parece ser con los obreros. Si la gente del mundo no responde, tal vez el problema radica en nuestros métodos de cosecha, la forma en que hemos entrenado a los cosechadores o la falta de la unción del Espíritu Santo. Tenemos que hacer un mejor esfuerzo para levantar una gran cantidad de obreros. Si seguimos el plan del Maestro vamos a ver esa multiplicación.

38 Pídanle, por tanto, al Señor de la cosecha que envíe obreros a su campo.»

¡Ora por obreros!

¿No es interesante que Jesús pidiera oración? ¿No crees que Él solo podría decir la palabra y su Padre levantaría a todos los obreros que necesitaría? ¡Pero no es así! Él trabaja con nosotros y de alguna manera ha elegido moverse en respuesta a nuestras oraciones. Es fácil orar por obreros, si yo no soy uno de ellos. Pero, ¿cómo es posible ver a una oveja hambrienta y lastimada, y no responder? A menudo estamos motivados para actuar por lo que estamos orando. Aquellos que oran fervientemente por la cosecha y los trabajadores necesarios tienen más probabilidades de tener la compasión de ir a esa cosecha.

En el siguiente versículo (10:1), Jesús llama a algunos de esos mismos discípulos a quienes pidió orar, dándoles autoridad y enviándolos a la cosecha. Esa es su expectativa para cada uno de nosotros. Este fue el primer paso importante para resolver la escasez de trabajadores. Ahora su ministerio se multiplicaría.

El Señor de la cosecha

Recuerda, Dios es el Señor de la cosecha. Es su cosecha; no es tuya. No pertenece a ninguna iglesia en particular. Todos estamos trabajando para el mismo Maestro de la cosecha (¡ojalá!). Más importante que llenar tus propios graneros es no perder el grano maduro y trabajar juntos para asegurar la mejor cosecha. Con demasiada frecuencia, estamos socavando los esfuerzos de otros para reclamar una cosecha mayor. ¡Dios no se complace si perdemos lo que Él ha plantado y cuidado con mucho cariño!

¿Andas como Jesús anduvo?

  • ¿Sigues el ejemplo de Jesús? ¿Hay una combinación de proclamación y demostración? ¿Palabra y prodigios? ¿Eres todo habla y poca acción? ¿Hay evidencia en tu ministerio de poder sobre la enfermedad y Satanás?
  • ¿Predicas acerca del reino de Dios? ¿Tienes una buena compresión del reino?
  • ¿Has visto a Dios sanar todas las enfermedades y dolencias? Si no, ¿por qué? ¿Crees que Jesús podría querer manifestaciones similares en la iglesia hoy?
  • ¿Estás tan ocupado con milagros y predicación emocionante que ignoras las necesidades de aquellos que Dios te ha confiado?
  • ¿Cuándo fue la última vez que sentiste compasión por la gente que encuentras? ¿A pesar de todo el hablar de victoria, puedes ver a las muchas ovejas agobiadas y desamparadas? ¿Hay algo que puedas hacer por ellas? ¿Acaso te importa?
  • ¿Qué significa pastorear a la gente? ¿Cómo está tu iglesia en ese aspecto? ¿Cómo puede mejorar?
  • ¿Oras por obreros? ¿Estás haciendo tu parte? ¿Eres consciente de que los campos ya están blancos para la siega (Juan 4:35)? ¡Alza los ojos y mira! ¿Cómo puedes ayudar a tu iglesia a ver la siega?
  • ¿Te comportas de una manera que reconoce que la cosecha es de Dios?

¡Estas son buenas noticias! ¡Qué emocionante vivir en esta hora! ¡Hay una gran cosecha esperándote! ¡Hay un montón de ovejas desamparadas y dispersas, hambrientas de que alguien venga a cuidarlas! ¡Sigamos adelante con el discipulado, conforme al plan del Maestro,  para que podamos comenzar a multiplicar los obreros y cumplir con la Gran Comisión!

 

El Plan del Maestro

Hubo muchas cosas que Cristo hizo mientras caminaba en esta tierra:

  • Enseñó sobre la vida en el reino.
  • Explicó la ley y la resumió en dos mandamientos: ama a Dios y ama al prójimo.
  • Sanó a los enfermos.
  • Liberó a los endemoniados.

La buena noticia es que cuando caminamos con Jesús también podemos enseñar su palabra y ayudar a la gente a obedecerla. Podemos sanar a los enfermos y liberar al endemoniado. Pero Jesús probablemente dedicó solo unas pocas horas al día al ministerio público de la enseñanza y milagros.

Lo más importante que hizo Jesús no lo podemos repetir. Fue único: Jesús llevó el pecado del mundo al morir en la cruz. Él compró nuestra salvación con su propia sangre. Tenemos que proclamar estas buenas noticias al mundo. Nada más que hizo Jesús puede igualar la importancia de ese sacrificio expiatorio, pero lo logró en cuestión de unos pocos días.

Entonces, ¿cómo pasó Jesús la mayor parte de su tiempo? Aparte de su muerte salvífica, lo más importante que hizo, aún más importante que la enseñanza y los milagros, fue invertir su vida en los doce discípulos.

La estrategia de multiplicación de Dios

Afortunadamente, tú y yo podemos hacer eso también, y posiblemente debería ocupar la misma prioridad en el uso de nuestro tiempo. La iglesia ha gastado miles de millones de dólares en seminarios, libros y materiales de capacitación. Miles de millones más en redes de televisión, cruzadas y películas. Obviamente ellos han impactado muchas vidas. Pero Dios ha puesto en mi corazón el anhelo de la sencillez de Cristo. Creo que hemos perdido de vista la estrategia muy básica (y gratuita) que Jesús usó con tanta eficacia. Es conocido por varios nombres:

  • Cada uno alcanza uno
  • Discipulado
  • Una relación como la que tuvo Pablo con Timoteo
  • Ser un padre espiritual
  • Mentoría

Llámalo como quieras, es la simple relación de un creyente más maduro con un cristiano más joven. Digo “más maduro”, porque un cristiano con seis meses en Cristo que está siendo discipulado puede ayudar a un nuevo creyente y animarlo en su caminar con Cristo. No se necesita mucho entrenamiento. Tu edad es irrelevante. Y no tienes que ser un gigante espiritual y tener toda la vida en orden.

Mil millones en 30 años

Hay una estadística sorprendente que ha capturado mi imaginación durante muchos años. No puedo entender por qué no le prestamos más atención. La posibilidad increíble de impactar a una nación es tan obvia. Tal vez el enemigo nos ha engañado porque él sabe lo poderoso que es. Es una cosa tan simple: solo tengo que discipular a un hombre este año. El año que viene él también discipula a un solo hombre, mientras yo empiezo con alguien nuevo. Cada año, todos los que están siendo discipulados buscarán un solo hombre nuevo para discipular. No abandonamos al primer hombre después de ese primer año. Mantenemos la relación, mientras nos enfocamos en el próximo discípulo. Después de diez años yo he discipulado a diez hombres. Pero, si cada uno es fiel a seguir el modelo, estos serán los números:

Después de 10 años: 1.000 hombres

Después de 20 años: un millón

Después de 30 años: mil millones

Y todo comienza conmigo, con una sola persona. Y no estamos hablando de “decisiones.” Estamos hablando de discípulos sólidos de Jesucristo. Incluso si solo la mitad de los hombres discipulados son fieles para ayudar a otra persona, ¡yo habré alcanzado 500 millones en 30 años!

¿Por qué no hacer lo que Jesús nos mandó hacer?

Vayan y hagan discípulos de todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo, enseñándoles a obedecer todo lo que les he mandado a ustedes. (Mateo 28:19-20)

Jesús nunca nos mandó construir organizaciones grandes o templos hermosos. Él nos mandó que hiciéramos discípulos. Hay que seguir el plan de Jesús. No necesitamos otra forma nueva y mejorada de ser la iglesia. Jesús escogió doce hombres. Ese número fue muy significativo para los judíos, debido a sus doce patriarcas y tribus. Jesús podía manejar doce. Yo estoy sugiriendo que tú inicies con uno. Por supuesto, si Dios te guía, puedes trabajar con más, pero parece que más de doce sería muy difícil.

El primer paso para elegir un discípulo

Lucas 6:12 nos da antecedentes importantes que Marcos y Mateo omiten:

Por aquel tiempo se fue Jesús a la montaña a orar, y pasó toda la noche en oración a Dios.

Jesús ya tenía algunos discípulos, pero ahora va a designar algunos apóstoles. Es tan importante que Él pasó toda la noche hablando con su Padre; ¡la única vez registrada que Jesús oró toda la noche! Aunque la selección de tu “discípulo” puede parecer obvia, busca un lugar tranquilo donde puedas pensar y orar sin interrupción. Apaga el teléfono. Tal vez incluso toma un retiro. Y pasa tiempo serio en comunión con Dios. Esta es una decisión que va a cambiar la vida de otra persona (¡y la tuya también!).

Tengo una pregunta para al Señor cuando lo veo: Si Jesús estaba en esa montaña sin un teléfono celular, ¿cómo “llamó” a los que Él quería como apóstoles? ¿Quizás estaban acampados en el fondo de la montaña?

Marcos 3 da la guía simple para iniciar una relación de discipulado.

13 Después subió al monte, y llamó a sí a los que él quiso; y vinieron a él.

Jesús llamó a los que quería

  • La iniciativa te corresponde a ti, el padre (o madre) espiritual. No esperes a que alguien venga y te diga que quiere ser discipulado.
  • No te sientas malo por ser selectivo. Tú no tienes que hacer un gran anuncio de quién eliges. Mucha gente no va a entender lo que estás haciendo. Van a cuestionar tus motivos en la selección de uno y no el otro. No dejes que eso te desanime.
  • El que no fue elegido puede ser celoso. No hagas nada que aliente aquellos celos, sino mantente firme en lo que crees que Dios te ha llamado a hacer.
  • ¿Qué pasa si la persona no quiere? Puede sentirse incómoda ser señalada. Pero si ella se niega, debes volver al Señor en oración. Tal vez ella solo necesita un poco de tiempo para pensarlo.
  • Ten cuidado de cómo lo presentas. No le pongas exigencias. No tienes que decir: “Creo que Dios me ha llamado a ser tu padre (o madre) espiritual.” Por lo general, esta relación será natural. La mayoría de mis “hijos espirituales” ya me vieron como su padre espiritual antes de comenzar un discipulado más intensivo, porque oraron conmigo para recibir al Señor.
  • Aunque el ejemplo de Jesús pone la carga en el mentor para iniciar la relación, algunas personas pueden ser tímidas para hacerlo. Está bien decirle a alguien que quieres ser su estudiante; que quieres que él sea tu mentor. Luego ora y confía en el Señor para la confirmación. No seas devastado si él dice que ya tiene todo lo que puede manejar y no puede. Sigue orando para que Dios provea a alguien.

Ellos vinieron a Él

  • Ten cuidado de no hacer la relación demasiado intensa. Sí, puedes ser guiado por el Señor y puede ser su voluntad que tú discipules a esa persona. Estos discípulos vinieron a Jesús, pero tú no eres Jesús. Él tiene la libertad de venir a ti, o no. Deja que Dios trate con él si él decide no venir. Y si él quiere terminar la relación, no lo hagas sentir culpable.
  • Debe ser con entusiasmo por parte del creyente más joven. Ten cuidado de tratar de crear algo que no está ahí. Si él acepta tu invitación, a menudo confirma que has escuchado del Señor.
  • Ten cuidado con cualquier inclinación a controlarlo o usarlo para tu propio beneficio. Cristo dio su vida por sus discípulos, y debemos estar dispuestos a hacer lo mismo. Si tú eres el discípulo, ten cuidado con cualquier esfuerzo de parte de un padre espiritual para controlarte. Duele ver cambios preocupantes en alguien que amas y ha tenido un impacto en tu vida, pero no dejes que eso te ciegue ante la posibilidad de abuso espiritual. Por desgracia, está rampante en la iglesia hoy.
  • Jesús nunca pidió un centavo a ninguno de sus discípulos. Nunca deben obligarte a “ofrendar” por la cobertura apostólica o de discipulado.

14 Y estableció a doce, para que estuviesen con él, y para enviarlos a predicar,

Nombró 12 y los designó apóstoles

  1. Los Doce eran un grupo claramente definido. Dentro del 12 había un círculo íntimo de 3 (Pedro, Jacobo y Juan). Parte del crecimiento en Cristo es aceptar tu llamado y resistir la envidia de aquellos que no fueron llamados. Como muchos creyentes de hoy, incluso los discípulos de Jesús cayeron en la carne, y hubo competición para ser el más grande.
  2. Aunque Jesús no era un aficionado de títulos, hay un lugar en algunas iglesias para la designación de alguien para una función específica. Puede ser importante para la Iglesia saber que la persona cuenta con tu apoyo.

Para que estuviesen con Jesús

  • La parte más importante del discipulado es simplemente estar juntos. Es esencial que sea algo más que una reunión semanal. Conoce a su familia. Visita su trabajo. Ve al gimnasio o haz algo divertido juntos. Invítalo a tu casa para que él te pueda observar en relación con tu familia.
  • Sí, él va a ver si realmente estás “andando como Jesús anduvo.” No es tan difícil parecer espiritual en una reunión de una hora al estudiar las Escrituras y orar juntos. Pero él tiene que verte lo mejor y lo peor. Eso está bien. No tienes que ser perfecto. Sé real, pero busca la gracia de Dios para ser un buen ejemplo.

Los envió a predicar

  • Pasa tiempo con él hablando y orando acerca de su llamado y sus dones. Quieres animarlo a desarrollar y utilizar esos dones. ¡Nunca lo retengas por celos! Si él va a un ministerio mayor en otros lugares, ¡gloria a Dios!
  • Dale oportunidades para estirar sus músculos espirituales, ya sea predicando en la iglesia, o saliendo juntos en un viaje misionero, para evangelizar, o en alguna otra experiencia práctica. Asegúrate de prepararlo adecuadamente y luego dar un tiempo para comentarios y análisis sobre la experiencia.

15 y que tuviesen autoridad para sanar enfermedades y para echar fuera demonios: (RVR)

Él les dio autoridad para sanar y expulsar demonios

  • Una de las cosas más importantes que podemos fomentar en un joven es la autoridad espiritual y la autoridad apropiada en su familia. Jesús comenzó la Gran Comisión en Mateo 28 diciendo “Se me ha dado toda autoridad en el cielo y en la tierra.”  Él nos concede esa autoridad, ya que obedecemos sus órdenes para hacer discípulos. No se puede ganar ni comprar autoridad; nos la otorga alguien con mayor autoridad. Es posible que tú puedas concederle esa autoridad en ciertas situaciones, o ayudarlo a crecer en su autoridad dada por Dios.
  • Es fácil abusar de la autoridad. Los discípulos hablaron de hacer descender fuego sobre los incrédulos (Lucas 9:54). Modela y enseña la autoridad correspondiente.
  • Enseña la realidad de la guerra espiritual y cómo tratar con los demonios. Asegúrate de que el discipulo esté libre de cualquier fortaleza demoníaca.
  • La sanidad va de la mano con la liberación. Tú quieres que su vida esté llena del poder sobrenatural de Dios. Anímalo a moverse en estas áreas.

Dios mira el corazón

Los versículos 16-19 de Marcos 3 enumeran a los discípulos, aquellos que iban a caminar con Jesús hasta su muerte. Ellos fueron los responsables de la realización de su misión y el establecimiento de la Iglesia. Es un grupo diverso que el Padre confirmó ser los discípulos de su Hijo.

¿Quién está obviamente ausente?

  • Cualquier persona religiosa, como un sacerdote o fariseo
  • Cualquier persona altamente educada. Eran hombres sin letras y del vulgo (RVR), gente sin estudios ni preparación (NVI, Hechos 4:13).
  • Cualquier persona de una familia prestigiosa
  • Cualquier persona popular en Israel en ese momento

En cambio, lo que vemos es:

  • Varios pescadores ásperos y duros
  • Un odiado recaudador de impuestos
  • Gente común
  • Un par de discípulos de Juan Bautista, él mismo un radical
  • Un tipo cuestionable que luego lo traicionaría (¿fue realmente una buena elección?)

Ese proceso de la elección de Jesús puede ser instructiva para nosotros cuando oramos acerca de a quién vamos a discipular. Me recuerda a Samuel cuando ungió al siguiente rey de la familia de Isaí. El profeta se inclinó hacia el mejor parecido o el mayor. Pero Dios le dijo:

No mires a su parecer, ni a lo grande de su estatura, porque yo lo desecho; porque Jehová no mira lo que mira el hombre; pues el hombre mira lo que está delante de sus ojos, pero Jehová mira el corazón. (1 Samuel 16:7)

Dios escogió a David, el más joven, que estaba en el campo con las ovejas. A menudo no es el que ora más fuerte o el más popular. Puede que su educación en un seminario o instituto bíblico no significa mucho. Por lo general, no es el que sus compañeros votaron con la mayor probabilidad de éxito. Puede ser una persona con discapacidad, torpe en situaciones sociales o de un grupo minoritario. ¿Qué buscaría yo?

  • Humildad – una disposición para ocupar el lugar más bajo; no ambicioso
  • Una vida devocional y de oración sólida
  • Un estilo de vida consistente en el hogar y en el trabajo
  • Un corazón de amor por Dios, los hermanos cristianos y los inconversos
  • Disponibilidad para ser usado por Dios
  • Hambre por la Palabra de Dios
  • Un espíritu enseñable
  • Honestidad sobre su pecado y luchas personales
  • Un corazón para adorar a Dios en espíritu y en verdad

¿Qué sigue?

Es un paso muy serio llamar a alguien e iniciar una relación de discipulado. Tienes que estar comprometido a largo plazo, a través de los inevitables altibajos en su vida y tu relación con él. Puedes herirlo profundamente si inicias una relación y luego no cumples con el compromiso cuando tu vida se vuelve demasiado ocupada. Demasiados hombres fueron abandonados por su propio padre.

  • Es posible que tú ya estés haciendo esto sin saberlo. Tal vez esto solo enfoca lo que has estado haciendo.
  • Tal vez tú hayas sido reacio a iniciar una relación y este es el empujoncito que necesitabas. Es hora de ponerte en marcha.
  • Tal vez has descuidado una relación de discipulado que ya tienes, y hay que confesar tu fracaso y dedicarte  nuevamente a ese discípulo.
  • Tal vez tú fuiste herido por un padre espiritual. Puede que tengas que perdonarle. Dios quiere sanar esa herida y liberarte para dar a otro hombre lo que tú perdiste.
  • Puede haber algunas cosas incómodas que debes enfrentar en la vida de tu hijo espiritual. Eso es parte de ser padre. O esas cosas desagradables pueden estar en tu propia vida.
  • Puede ser que alguien venga a la mente de inmediato a quien agradecería esta relación. Dios ya puede haber preparado a ambos.

¿Eres un discípulo de Jesucristo? Yo creo que Él te ofrece la misma oportunidad que Jesús les dio a estos apóstoles:

  • Te llama a estar con Él. ¿Has oído su llamado? ¿Lo has contestado?
  • Jesús te envía a predicar las buenas nuevas a todo el mundo.
  • Cristo te da autoridad para sanar enfermedades y liberar al endemoniado.

¡Dios puede usarte! No descartes esa posibilidad. Ora seriamente al respecto. Este podría ser el comienzo de una nueva fase de tu caminar con Jesús. Definitivamente es parte de andar como Jesús anduvo.

Una invitación de Jesús: ¿Quieres andar como yo anduve?

La primera carta de San Juan dice (2:5-6):

Por esto sabemos que estamos en él:

El que dice que permanece en él, debe andar como él anduvo. (RVR)

Ésta es una prueba; es posible saber si estás en Cristo, o, como dicen otras traducciones, si estás unido a Él, o si vives en Él. ¿Eres de verdad salvo? ¿Hay veces cuando tienes dudas? ¿Está todo bien con Dios?

Hablar es fácil. Es posible hacer una oración para salvación y asistir a todas las actividades en la iglesia sin estar unido a Cristo y sin vivir en Él. Por desgracia, la fe de muchos es meras palabras, como dice Santiago 2:20: la fe sin obras es muerta. Tú puedes decir que eres cristiano y todo está bien con Dios y estás permaneciendo en Él. Pero, ¿cómo está tu diario andar?

La prueba de una fe viva es andar como anduvo Cristo

¡Guao! ¿Es posible andar como Jesús?

¡Sí! ¡O no sería escrito aquí en la Biblia!

¡Es posible andar como Cristo anduvo! ¡Eso en sí es algo muy profundo!

¡Es la voluntad de Dios para ti!

¡Él te ayudará a hacerlo!

Unos años atrás era de moda llevar una pulsera con “WWJD”  (“What Would Jesus Do?,” ¿Que haría Jesús?). Tenían razón en enfocarse en esa pregunta; lástima que más de ellos no hacían lo que Jesús hizo.

Permanecer en Jesús

La palabra “permanecer” es la misma que Juan usa en el capítulo 15 de su evangelio:

Permanezcan en mí, y yo permaneceré en ustedes. Así como ninguna rama puede dar fruto por sí misma, sino que tiene que permanecer en la vid, así tampoco ustedes pueden dar fruto si no permanecen en mí. »Yo soy la vid y ustedes son las ramas. El que permanece en mí, como yo en él, dará mucho fruto; separados de mí no pueden ustedes hacer nada. El que no permanece en mí es desechado y se seca, como las ramas que se recogen, se arrojan al fuego y se queman. Si permanecen en mí y mis palabras permanecen en ustedes, pidan lo que quieran, y se les concederá. Mi Padre es glorificado cuando ustedes dan mucho fruto y muestran así que son mis discípulos. »Así como el Padre me ha amado a mí, también yo los he amado a ustedes. Permanezcan en mi amor. 10 Si obedecen mis mandamientos, permanecerán en mi amor, así como yo he obedecido los mandamientos de mi Padre y permanezco en su amor.

Estos son versículos bien conocidos y merecen varios estudios profundos, pero para nuestros propósitos, vamos a resaltar solamente los puntos claves:

  • La palabra “permanecer” aparece once veces.
  • Nosotros tenemos que permanecer en Cristo, Él quiere permanecer en nosotros (pero hay condiciones), Cristo permanece en el amor de su Padre, y sus palabras tienen que permanecer en nosotros.
  • No es una opción para algunos creyentes súper espirituales permanecer en Cristo. El que no permanece en Cristo arderá en el fuego.
  • El secreto de una vida fructuosa es permanecer en Cristo.
  • El secreto de oración contestada es permanecer en Cristo.
  • La clave para permanecer es guardar los mandamientos de Jesús.

Si Cristo vive en nosotros, y guardamos su palabra, vamos a andar como anduvo Cristo. Él nos ha dado su Espíritu Santo para guiarnos y darnos el poder para hacerlo.

¿Estás permaneciendo en Jesús?

¿Cómo te va? ¿Dirías que estás permaneciendo en Cristo? ¿Estás andando como anduvo Cristo? El comienzo es ser honesto. No puedes engañar a Dios. Muchos no quieren predicar estos pasajes. Muchos dicen que Dios nunca pretendió que en realidad haríamos lo que dice aquí. Pero no es para nosotros cambiar lo que Jesús dijo. No quiero dar una falsa esperanza a nadie. La verdadera fe no tiene nada que ver con reclamar muchas cosas y vivir cómodo en este mundo; tiene todo que ver con andar como anduvo Cristo.

Dios no quiere condenar a nadie con esta palabra, pero, sí, está tratando de llamar nuestra atención. Hay urgencia; Él tiene que preparar la novia (la iglesia) para su Hijo. Él quiere llenar su casa, pero la mayoría de los invitados no tienen aceite en sus lámparas (Mateo 25:1-13) y no tienen ropa de boda (Mateo 22:1-14). El mundo está cansado de nuestra hipocresía y harto de la falta de poder en los que se llaman cristianos. Tienen hambre espiritual. Hay mucha necesidad de sanidad y liberación, y pocos verdaderos milagros. ¡Y la solución es tan obvia y tan sencilla! ¡Es Jesús!

El primer paso

¿Qué piensas? ¿Quieres andar como anduvo Cristo? Si vamos a andar con Él, tenemos que empezar en algún punto. Aquí está la entrada, en Mateo 7:13-14:

Entrad por la puerta estrecha; porque ancha es la puerta, y espacioso el camino que lleva a la perdición, y muchos son los que entran por ella; porque estrecha es la puerta, y angosto el camino que lleva a la vida, y pocos son los que la hallan. (RVR)

La gente entra naturalmente por la puerta ancha y anda por el camino amplio. Ese camino es muy obvio: está lleno de luces y muchas atracciones; todos los días la tele e Internet promueven sus placeres. Al contrario, hay que buscar y hallar el camino angosto, que no parece muy atractivo. Solamente unos pocos siervos del Señor anuncian cómo hallar la puerta estrecha y entrar en ese camino. ¿Estás entre los pocos que han entrado por esa puerta? ¿Te encuentras en un camino arduo? ¿Te dijo alguien que caminar con Cristo sería fácil? ¿Has pensado en volver al camino espacioso y más cómodo?

Casi toda la multitud que seguía a Jesús todavía estaba en el camino que conduce a la perdición; puede ser que la mayoría de las multitudes de “creyentes” en los estadios e iglesias mega también estén en ese camino. Miles caminaron con Jesús cuando el vino fluyó, el pan se multiplicó y los ciegos recibieron su vista, pero solo quedaron 120 después de su crucifixión. ¡Incluso perdió a uno de los 12, y casi perdió a Pedro! ¡No es fácil ser cristiano! ¡No es fácil andar como anduvo Jesús! ¿Estás seguro que quieres? Piénsalo bien. ¿De verdad crees que la alternativa es un castigo eternal en el infierno?

¿Quieres ser un discípulo de Jesús?

Un discípulo es un estudiante que aprende de su maestro y sigue su enseñanza. En Lucas 14 Jesús compartió cinco requisitos para el discipulado.

25 Grandes multitudes iban con él; y volviéndose, Jesús les dijo: 26 Si alguno viene a mí, y no aborrece a su padre, y madre, y mujer, e hijos, y hermanos, y hermanas, y aun también su propia vida, no puede ser mi discípulo.

  1. Aborrecer a tu familia

Tienes que odiar a toda la gente que más amas. ¿Pero no es cierto que Jesús nos mandó amar aun a nuestros enemigos? Por supuesto. Siempre es peligroso elegir solo unas pocas palabras de cualquier maestro; hay que analizar toda su enseñanza. Jesús a propósito dice algo muy radical para despertarlos; Él quiere decir que siempre tenemos que darle prioridad a Cristo.

La propia familia de Jesús no entendió su misión. Es muy común que la familia te rechace cuando te conviertes en un “fanático.” Así, en el pasado, algunas familias católicas rechazaron a un hijo que se bautizó evangélico, y algunas veces los musulmanes matan a uno que se bautiza. Habrá situaciones en las que tengamos que elegir entre Cristo y la familia; tenemos que seguir a Cristo.

  1. Aborrecer tu propia vida

Eso no significa que si Dios te ha bendecido, y estás agradecido por la linda familia y buen trabajo que Él te ha dado, que no puedes ser su discípulo. Pero si amas tu vida demasiado, vas a hacer todo lo posible para salvarla, incluso renunciar a Cristo. Muchos de los discípulos en la iglesia primitiva perdieron la vida porque eran discípulos de Cristo, y vemos muchos mártires en el mundo hoy en día. El instinto natural es salvar tu propia vida, pero Jesús dice que tenemos que poner nuestras vidas por otros. Hay algunos que han tenido una vida tan perdida que la aborrecen; son buenos candidatos para ser discípulos de Jesús.  

27 Y el que no lleva su cruz y viene en pos de mí, no puede ser mi discípulo. (RVR)

  1. Llevar tu cruz

En ese momento sus discípulos no tenían idea que Jesús moriría en una cruz, pero ¡cada persona tiene una cruz! Tienes que crucificar tu carne y tus deseos, y negarte a ti mismo.

¿Qué es tu cruz? Puede ser muy pesada. Puede ser una persona, una debilidad, una aflicción o una obligación. 

  1. Ir en pos de Jesús

Jesús conduce. Él va primero. Nosotros lo seguimos a Él. Si sigues en sus huellas, vas a andar como Él anduvo.

El último requisito está en el verso 33, pero primero Cristo nos da dos ejemplos para ayudarnos a entender lo que acaba de decir:

28 »Supongamos que alguno de ustedes quiere construir una torre. ¿Acaso no se sienta primero a calcular el costo, para ver si tiene suficiente dinero para terminarla? 29 Si echa los cimientos y no puede terminarla, todos los que la vean comenzarán a burlarse de él, 30 y dirán: “Este hombre ya no pudo terminar lo que comenzó a construir”.

Termina lo que comienzas

Es genial aceptar a Cristo y empezar en este camino cristiano, y no es muy difícil en la emoción de un culto ungido en la iglesia, con el apoyo de amigos y familia. Pero es más importante terminar el camino. Lo difícil es andar como Cristo anduvo día tras día, en tu hogar y tu trabajo. Por desgracia, muchas veces no compartimos el costo del discipulado con alguien que acepta a Jesús. Hay que analizar y calcular el costo; no solo para el caminar personal con Jesús, sino también con proyectos para el Señor, y en toda la vida.

La iglesia está llena de proyectos iniciados con gran fe; hombres que comenzaron a edificar una iglesia o una obra para el Señor, pero no la pudieron acabar. La mayoría de nosotros tenemos algún proyecto que comenzamos, pero luego, debido al cansancio o la falta de tiempo o recursos, lo abandonamos. No es muy difícil comenzar un proyecto. Hay muchos visionarios, pero ellos tienen que trabajar con los ingenieros que pueden hacer que la visión se haga realidad.

Cuando inicies un proyecto, termínalo, y no inicies algo si no estás seguro de poder terminarlo. Yo sé que la fe es importante. A veces tenemos que tomar un paso de fe, sin saber si tenemos todos los recursos necesarios para terminarlo. Hay algunos que dicen que es una falta de fe planificar, que solo tenemos que ser guiados por el Espíritu. Pero aquí Jesús dice que antes de actuar, el sabio se sienta, ora, planea, y calcula lo que necesita. Es importante para Jesús que nadie se burle de sus discípulos porque no terminan lo que empezaron. Eso no honra a Jesús.

En este contexto, Jesús está hablando principalmente de entender bien lo que implica entrar por la puerta estrecha y caminar por el camino angosto. Es peligroso tomar esa decisión por obligación, con prisa o con mucha emoción. Es la decisión más importante de tu vida. ¡De verdad! Piénsalo bien. ¿Cómo podría impactar a tu familia y tu estilo de vida?

Considera el costo de la guerra

31 »O supongamos que un rey está a punto de ir a la guerra contra otro rey. ¿Acaso no se sienta primero a calcular si con diez mil hombres puede enfrentarse al que viene contra él con veinte mil? 32 Si no puede, enviará una delegación mientras el otro está todavía lejos, para pedir condiciones de paz.

Entrando por esa puerta estrecha no te salva de la guerra. ¡Satanás todavía ataca y tienta a los que están en el camino angosto! De hecho, estás “marchando a la guerra” cuando tomas la decisión de ser un discípulo de Cristo. No hay tanta guerra en el camino espacioso, porque allí ya estás en el campo del diablo.

Aunque las fuerzas del ejército de Dios pueden parecer pocas, podemos vencer los poderes y principados celestiales, y todas las cosas del mundo. Pero tienes que analizar al enemigo y elegir tus batallas, guiado por Dios. El Señor puede enviarte a hacer guerra contra un enemigo muy numeroso con muy pocas personas, pero Dios también te ha dado inteligencia, y te dará sabiduría.

Sé realista sobre las batallas que te enfrentan. Abre los ojos para ver cuáles son tus enemigos. Por supuesto, no vamos a buscar la paz con el diablo, pero puede haber batallas en tu trabajo, tu comunidad o tu familia que tengas que confesar que no puedes ganar. A veces tienes que humillarte y buscar otra solución al problema.

El “otro rey” al que tienes que enfrentar puede ser Dios mismo. Tú has sido el rey de tu vida, pero ahora sabes que hay alguien más fuerte. Tú puedes luchar con Dios toda la vida, y perderla eternamente. O tú puedes hacer la paz con Dios, entregarle tu vida, rendirte a Él y ser su discípulo.

Hay una lección aquí para la guerra espiritual. He visto a hombres entrar en una ciudad que es una fortaleza del diablo. Hablan con gran confianza de cómo van a ganar esa ciudad para Cristo y destruir al enemigo, pero no han considerado el costo para ellos y sus familias. No han considerado que su iglesia es pequeña, y que la gente no está acostumbrada al ayuno y la guerra espiritual. No consideran que haya desunión entre las iglesias en ese lugar. Y pueden irse después de unos meses con su fe y su familia destruidas.

En estos dos ejemplos, en contexto, Jesús está diciendo que es muy costoso ser su discípulo. Ten cuidado de cómo presentas el evangelio. Claro que hay cosas muy hermosas, como el perdón de pecados, la vida eterna y el poder del Espíritu Santo. Pero también hay mucho que tenemos que renunciar. No es fácil llevar una cruz todos los días. ¿Has calculado el costo de seguir a Jesús?

Jesús terminó esta parte de su mensaje con un costo adicional, el quinto requisito del discipulado. Para algunos, esto puede ser lo más difícil. Puedes espiritualizar llevando la cruz y odiando a la familia, pero esto es algo muy concreto:

33 Así, pues, cualquiera de vosotros que no renuncia a todo lo que posee, no puede ser mi discípulo. (RVR)

  1. Renunciar a todo lo que posees

Es muy difícil para los ricos ser discípulos de Jesús; tienen mucho que renunciar. Es más fácil para la persona pobre que tiene muy poco, o el prisionero que ya ha perdido todo.

¿Qué significa renunciar a todo lo que posees? A veces Jesús mandó a un hombre rico que vendiera todo y dárselo a los pobres, pero puede ser también un cambio de mentalidad. Ahora tus posesiones no son tuyas. Tienes que poner todo a los pies de Cristo; entregar todo a Él. Y si Él te dice que hay que regalar ese carro a alguien que lo necesite, tienes que obedecerlo. La vida no consiste solo de nuestras posesiones y cosas materiales. Tenemos que soltarlas. Hay muchas personas que no pueden dar ese paso. Esto es algo muy concreto que impacta mucho el diario andar. Es similar a lo que Pablo dijo en 1 Corintios 7:29-31:

Lo que quiero decir, hermanos, es que nos queda poco tiempo. De aquí en adelante los que tienen esposa deben vivir como si no la tuvieran; los que lloran, como si no lloraran; los que se alegran, como si no se alegraran; los que compran algo, como si no lo poseyeran; los que disfrutan de las cosas de este mundo, como si no disfrutaran de ellas; porque este mundo, en su forma actual, está por desaparecer.

No es pecado disfrutar de las cosas del mundo, así como no es pecado tener una esposa. Es una cuestión del corazón. A lo largo de este pasaje Cristo ha hablado en extremos (para odiar a la familia y su propia vida), y debemos equilibrar lo que dice aquí con otros pasajes. Pero Cristo no tenía nada, y si vamos a andar como Cristo anduvo, no es posible estar muy involucrados en las cosas materiales de este mundo. (Vamos a hablar mucho más sobre el dinero y esas cosas en el segundo volumen de esta serie.) Como Jesús dijo en Mateo 6:32-33:

Los paganos andan tras todas estas cosas, pero el Padre celestial sabe que ustedes las necesitan. Más bien, busquen primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas les serán añadidas.

Si quieres ser un discípulo de Jesús, Él lo exige todo. No puede ser Cristo y tu esposa, o Cristo y tu trabajo, o Cristo y tus deportes. Cristo tiene que ser todo para ti. Número uno. Prioridad. Jesús sabía que pocos aceptarían estos requisitos. Serían pocos que andarían como Él anduvo, pero eso está bien. Mira lo que hizo un solo hombre para transformar el mundo. Dios no necesita a muchos. Una iglesia de 15 personas andando como anduvo Jesús es mucho más poderosa que una iglesia de mil personas involucradas en sus posesiones y todas las cosas de este mundo, andando en el camino espacioso.

¿Estás listo para dar estos pasos y andar como Cristo anduvo?

 

Lucas 14:1-24  Una cena con Jesús

Queremos aplicar las Bienaventuranzas a la vida diaria y andar como Jesús anduvo. Este capítulo nos ofrece una buena oportunidad para acompañar a Jesús, observar cómo se relaciona con la gente y aprender algo más acerca del ADN del reino.

A todos les gusta una invitación a cenar con unos amigos, pero una cena puede ser muy diferente con Jesús como el convidado especial. En solo unas pocas horas Él sana, enseña y se enfrenta a gente importante de esa comunidad. ¡Qué ejemplo para nosotros! Aprovecha oportunidades en cenas o cualquier ocasión.

1Un día Jesús fue a comer a casa de un notable de los fariseos. Era sábado, así que estos estaban acechando a Jesús. Allí, delante de él, estaba un hombre enfermo de hidropesía. 

NTV: Cierto día de descanso, Jesús fue a cenar en la casa de un líder de los fariseos, y la gente lo observaba de cerca. Había allí un hombre que tenía hinchados los brazos y las piernas.

La situación:

  • Era el día de reposo, un día para descansar, estar con familia, adorar a Dios y congregarse con otros creyentes.
  • La ley judía prohibió trabajar ese día, pero a través de los años los rabinos habían agregado muchas reglas para guardar el sábado. Ya era más una obligación que una bendición.
  • A veces Jesús enseñaba en la sinagoga en el día de reposo. No sabemos si lo hizo ese sábado o no.
  • Es casi seguro que ya fueron al servicio en la sinagoga y ahora van a comer.

¿Has notado que a Jesús le gustaba comer? ¡Muchas veces le vemos en las comidas! Compartió una última cena con sus discípulos antes de su arresto. Preparó un desayuno para ellos como uno de sus últimos actos aquí en la tierra. Y esperamos un gran banquete en las bodas del Cordero. ¡Qué deliciosa será la comida allá!

Jesús no tenía casa propia, ni cocina, ni mujer, pero Dios siempre proveía el alimento que necesitaba. Recibió muchas invitaciones para comer en los hogares. Nunca lo vemos en un restaurante, y nunca lo vemos rechazando una invitación. Es un buen ejemplo: Invita a la gente a tomar un café o una cena en tu casa.

Jesús estaba cómodo en casas grandes y casas muy humildes. Esta era una casa muy cómoda. Parece que había mucha gente presente, y gente importante. Este fariseo era un gobernante, un líder de los fariseos. Sabemos que había conflictos entre Jesús y los fariseos, pero si lo invitaron a su hogar, incluso con motivos mixtos, Jesús iría con gusto. Él confiaba en su Padre como su “secretaria social” y sabía que su visita tendría un propósito. Cuando tenemos esa actitud, Dios nos dará muchas oportunidades para ministrar.

Le acechaban

¿Sabes cómo es tener a gente vigilándote? Tal vez gente de otro país, cultura o clase. O tu jefe. O el pastor. A veces se siente como un animal en un zoológico.

Muchos observaban a Jesús de cerca, buscando una razón para acusarlo. La versión Dios Habla Hoy  dice: otros fariseos lo estaban espiando.  Lo estaban mirando con cautela. Esta comida era una trampa. Ésta no fue la primera vez; Jesús lo sabía, y no le importa. ¿Cómo respondes tú a una trampa? ¿Te enojas o peleas con la gente? Busca la sabiduría de Dios sobre cómo responder para glorificarlo y cumplir sus propósitos. A veces es mejor irse.

Y tú, ¿estudias Jesús? ¿Siempre estás observando cómo Él trabaja en otros, en la iglesia y en tu vida? ¿Estudias su ejemplo en los evangelios?

Sólo una cosa estaba fuera de orden en esta cómoda casa: un hombre hidrópico. (Pero estaba en un buen lugar, delante de Jesús.) No sabemos exactamente cuál era su enfermedad; esta es la única vez que la palabra griega aparece en el Nuevo Testamento. La enfermedad la conocería Lucas, quien era médico. Parece que fue una acumulación anormal de líquido en sus tejidos y cavidades. Él podría estar muy hinchado y feo. Para los judíos, era un signo de inmundicia e inmoralidad. No sabemos si el hombre también fue alguien importante. No lo creo, porque Jesús lo despidió después de que lo sanó, probablemente para ir y compartir las buenas nuevas con su familia. Yo creo que le llevaron para probar a Jesús, a ver si se sanaría en el sábado o no. En siete ocasiones Jesús sanó en sábado; fue una de las cosas más controvertidas de su ministerio, pero Jesús nunca huyó de la controversia.

¿Cómo manejas una trampa?

Es un momento tenso: Toda esta gente religiosa y piadosa, y un hombre enfermo, de una clase más baja. ¿Qué hará Jesús? Hubo un silencio profundo.

No temas la prueba o la situación complicada. Dios te dará sabiduría. Mantente firme en tus convicciones. Confía en el Señor. Si estás en su voluntad, Él te ayudará.

Jesús les preguntó a los expertos en la ley y a los fariseos: —¿Está permitido o no sanar en sábado?

Pero ellos se quedaron callados. Entonces tomó al hombre, lo sanó y lo despidió.

Jesús sabe muy bien lo que había en sus corazones. Él tiene su propia trampa para ellos. Jesús era un experto en el uso de preguntas: Mejor que atacar a alguien, se le obliga a pensar y responder a una pregunta, y condenarse a sí mismo. El Señor te dará sabiduría para formular preguntas que obligarán a la persona a dar la respuesta deseada.

Los fariseos están entre la espada y la pared:

  • Si dicen que no es lícito, no hay ninguna cita bíblica para apoyarlos, y parecerán crueles.
  • Pero si dicen que es lícito, van en contra de sus propias normas, y ya han perdido esta batalla.

No podían contestar. Se quedaron callados. (¿Lo has hecho con tu esposa?)

Cuando dice que Jesús tomó al hombre enfermo, visualizo a Jesús poniendo su mano sobre él y abrazándolo. Instantáneamente fue sanado. Es difícil discutir con un milagro. Jesús no tuvo que decir nada. Creo que necesitamos menos palabras y más poder; más manifestaciones del Espíritu, más curaciones y liberaciones. Es como el hombre ciego que Jesús sanó: No podían discutir; sus padres dijeron: Lo que sabemos es que era ciego, y ahora ve (Juan 9:20-21). Hay algunos hoy en día que dicen que Dios no hace milagros y no sana, pero es difícil ignorar una curación que está ante ti.

Invitaron a Jesús a la cena para acusarlo. Algunos podrían señalar la hipocresía y los corazones endurecidos de los fariseos, pero no Jesús. No quiere perderlos.

Dios no envió a su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para salvarlo por medio de él (Juan 3:17).

Todavía tiene mucho que decirles, y Él sabe que hay algunos presentes que tienen los oídos para oír. Él simplemente hace otra pregunta:

También les dijo: —Si uno de ustedes tiene un hijo o un buey que se le cae en un pozo, ¿no lo saca en seguida aunque sea sábado?

Y no pudieron contestarle nada.

Jesús sabía muy bien sus prácticas. Sabía que salvarían la vida de un buey, pero no permitirían la curación de un hombre. Si vamos a enfrentar la hipocresía en la iglesia y la sociedad, tenemos que saber qué creen y qué practican, y entonces aprender de Jesús cómo tratar con su hipocresía. Otra vez Jesús les pregunta algo obvio que no pudieron contestar.

No sabemos cuánto duró este silencio. Tal vez una doncella finalmente salió de la cocina para anunciar que la comida estaba lista, y todos buscaron asientos. Nada ha cambiado en 2000 años: Siempre hay algunos que quieren ser primeros en la fila para el buffet, con los mejores asientos, o sentarse al lado del pastor. Pero en lugar de sentar a Jesús en un lugar importante, parece que lo dejaron para buscar su propio asiento, y Él esperó hasta que todos estuvieran sentados, porque tenía otra lección para enseñar.

Evitar la vergüenza

7Al notar cómo los invitados escogían los lugares de honor en la mesa, les contó esta parábola:  8—Cuando alguien te invite a una fiesta de bodas, no te sientes en el lugar de honor, no sea que haya algún invitado más distinguido que tú. Si es así, el que los invitó a los dos vendrá y te dirá: “Cédele tu asiento a este hombre”. Entonces, avergonzado, tendrás que ocupar el último asiento. 10Más bien, cuando te inviten, siéntate en el último lugar, para que cuando venga el que te invitó, te diga: “Amigo, pasa más adelante a un lugar mejor”. Así recibirás honor en presencia de todos los demás invitados. 

Los fariseos no eran los únicos que observaban. Jesús también estaba observando todo lo que sucedió, y lo que observó es muy normal: El hombre por naturaleza busca el primer lugar. El mejor asiento. Jesús aprovecha la oportunidad para revelar sus corazones, pero otra vez con clase. Él usa una parábola, y el ejemplo de una boda. Puede ser que Jesús simplemente quiere salvarlos de la vergüenza. Dice algo que es de sentido común, pero algo a menudo olvidado en nuestro deseo de exaltarnos.

Aprende de Jesús cómo usar parábolas y comunicar la verdad sin alienar a la gente. Jesús no los acusa de ser egoístas o de enaltecerse. Él les permite ser condenados por su propia conciencia. Ellos no son sordos; reciben el mensaje.

 »Más bien, ocupa el lugar más humilde, al final de la mesa. Entonces, cuando el anfitrión te vea, vendrá y te dirá: “¡Amigo, tenemos un lugar mejor para ti!”. Entonces serás honrado delante de todos los demás invitados. (NTV)

¡No está mal ser honrado delante de otros! El problema es buscar esa gloria u honra. En toda la vida, siéntate en el último lugar. Toma el lugar más humilde. Espera a que alguien más te diga: “Amigo, pasa más adelante a un lugar mejor.” Y si no te dice nada, regocíjate en el lugar humilde.

Es una lección que estos fariseos ya deberían saber, porque Jesús estaba citando Proverbios 25:6-7:

No te des importancia en presencia del rey,
ni reclames un lugar entre los magnates;
vale más que el rey te diga: «Sube acá»,
y no que te humille ante gente importante.

Si tú estás en una posición para honrar a alguien que lo merece, ofrécele un lugar mejor; de esa manera puedes bendecir y animar a otros. Solo no caigas en la trampa de honrar a gente por razones políticas o para tu propio beneficio.

El que se humilla, será enaltecido

11Todo el que a sí mismo se enaltece será humillado, y el que se humilla será enaltecido.

NTV: Pues aquellos que se exaltan a sí mismos serán humillados, y los que se humillan a sí mismos serán exaltados.

Aquí está el principio universal: Jesús comparte el corazón de Dios, y muchos en su audiencia pueden estar condenados de su falta de humildad. Jesús tiene su atención. Tienen un nuevo respeto para Él. Están impresionados con su forma de comunicar la verdad.

En tu enseñanza y estudio de la palabra, siempre busca algún punto clave, algo que la gente puede recordar. Es más impresionante si es una situación real y un ejemplo práctico, como aquí, en el medio de la comida. Gente sentada en la iglesia, escuchando una prédica de media hora (o una hora y media), pierden mucho.

¿Crees que tú mereces  un lugar especial en el reino? Confía en Dios. Humíllate. Confía que en su tiempo Dios te enaltecerá. Ten cuidado de no exaltarte a ti mismo en tu hogar, tu iglesia o tu trabajo.

Jesús comienza con algo obvio y más sencillo, pero ahora va a tocar tres temas cada vez más profundos.

Consejos para una cena exitosa

12También dijo Jesús al que lo había invitado: —Cuando des una comida o una cena, no invites a tus amigos, ni a tus hermanos, ni a tus parientes, ni a tus vecinos ricos; no sea que ellos, a su vez, te inviten y así seas recompensado.

Jesús le habla directamente al dueño de la casa; sabe muy bien que todos los invitados (menos Él y el hombre que Jesús sanó) son amigos, familia o gente rica de la comunidad. Probablemente el hombre tenía varios motivos en invitarlos:

  • Darles la oportunidad de conocer a este nuevo rabino, tan popular y polémico.
  • Ser el primero en ese pueblo en invitar a Jesús a su hogar.
  • Impresionar a Jesús que él es alguien importante en la comunidad.

Primer consejo:

  • Examina tus motivos en hacer una comida.
  • No invites siempre a las mismas personas.
  • No hagas algo con el motivo de ser recompensado y reconocido.
  • No llames a tus amigos, parientes o vecinos ricos.

13Más bien, cuando des un banquete, invita a los pobres, a los inválidos, a los cojos y a los ciegos. 14 Entonces serás dichoso, pues aunque ellos no tienen con qué recompensarte, serás recompensado en la resurrección de los justos.

Cuando yo era niño mi madre cuidadosamente notó a quién ella invitó a la casa, y si ellos luego nos invitaron a sus casas. Si no devolvieron la invitación, ya no fueron invitados a nuestra casa. Eso es muy común. Aun es enseñado en muchas iglesias que ofrendamos para que podamos recibir más en recompensa. Pero Jesús dice que la recompensa más importante está en el futuro, en la resurrección. Implica que si te recompensan ahora, esa será tu única recompensa. Y confirma que sí, habrá una resurrección de los justos. ¡Qué esperanza hermosa tenemos!

Segundo consejo:

  1. Bendice a los que no te pueden recompensar.
  2. Llama a la gente que nadie quiere invitar a sus casas. (No significa que sea un pecado invitar a tu familia a cenar.)
  3. No hagas solamente una comida o cena para ellos, hazles un banquete.

¿Quiénes son los pobres, mancos, cojos y ciegos que puedes invitar a tu casa? Jesús dice cuando hagas banquete, no si hagas banquete. La hospitalidad es una parte importante de ser cristiano. ¿Cómo cambiarían tu iglesia y tu comunidad si todos los cristianos pusiesen en práctica estos simples consejos? ¿No te dije que andar como Jesús anduvo va en contra de nuestro estilo de vida? La verdad es que nuestras vidas se parecen más a los fariseos que al ejemplo de Jesús.

15Al oír esto, uno de los que estaban sentados a la mesa con Jesús le dijo: —¡Dichoso el que coma en el banquete del reino de Dios!

¿Qué es esto? Parece que este hombre siente obligado a decir algo profundo, pero no sabe lo que está diciendo. Posiblemente él quiere decir que es mejor comer pan en el reino de Dios que un rico banquete ahora, o tal vez quiera espiritualizar lo que Jesús dijo porque no quiere invitar a los pobres a su casa. El hombre puede estar seguro de que estará en esa resurrección, pero abre la puerta para que Jesús comparta otro tema, advirtiendo a la gente sobre esperanza falsa. Escucha con atención lo que la gente a tu alrededor dice y aprovecha esas puertas abiertas para compartir la Palabra de Dios.

El problema que tiene Dios con sus convidados

16Jesús le contestó: —Cierto hombre preparó un gran banquete e invitó a muchas personas.17 A la hora del banquete mandó a su siervo a decirles a los invitados: “Vengan, porque ya todo está listo”.

Jesús está atacando algo fundamental de los judíos. Eran el pueblo escogido; estaban muy confiados y aun orgullosos de ser escogidos. No entendían que Dios quería incluir también a los gentiles en su reino.

El hombre aquí (el Padre) invitó a la gente de antemano, y estos aceptaron la invitación. Ahora todo está preparado, y Jesús dice que los convidados – los escogidos de Dios – ya no quieren ir. Pueden ser escogidos, pero todavía tienen libre albedrío. Están ocupados en cosas de este mundo, y no entrarán en la cena; no entrarán en el reino de los cielos.

18Pero todos, sin excepción, comenzaron a disculparse. El primero le dijo: “Acabo de comprar un terreno y tengo que ir a verlo. Te ruego que me disculpes”. 19 Otro adujo: “Acabo de comprar cinco yuntas de bueyes, y voy a probarlas. Te ruego que me disculpes”. 20 Otro alegó: “Acabo de casarme y por eso no puedo ir”.

Las excusas que Jesús menciona son todavía muy comunes:

  • “He comprado.” El dinero y las cosas que compramos muchas veces ocupan más importancia en nuestras vidas que una relación con el Dios vivo. Si tienes más dinero, luego compras más y tienes más distracciones.
  • Casas, haciendas y propiedades pueden ocupar más importancia que las cosas de Dios.
  • El trabajo (las yuntas de bueyes) tiene prioridad para muchas personas.
  • La mujer, el sexo y la familia son bendiciones de Dios, pero Cristo todavía tiene que ser Señor. Y cuando Dios llama, tenemos que responder a su llamada.

Tenían la cortesía de excusarse, pero no nos corresponde a nosotros decidir cuándo vamos a responder a Dios. No hay excusa para rechazar su llamada. Es posible aceptar la invitación de venir a Cristo – pero luego ocuparse en las cosas del mundo y nunca caminar con Cristo.

21El siervo regresó y le informó de esto a su señor. Entonces el dueño de la casa se enojó y le mandó a su siervo: “Sal de prisa por las plazas y los callejones del pueblo, y trae acá a los pobres, a los inválidos, a los cojos y a los ciegos”.

¿Notaste algo aquí? ¡Es la misma gente que Jesús nos mandó a invitar a nuestras casas en el verso 13! El Padre está enojado por las excusas de los que Él ha invitado a su cena. Hay una ira justificada de Dios hacia aquellos que rehúsen su llamada.

22“Señor —le dijo luego el siervo—, ya hice lo que usted me mandó, pero todavía hay lugar”.23 Entonces el señor le respondió: “Ve por los caminos y las veredas, y oblígalos a entrar para que se llene mi casa. 24 Les digo que ninguno de aquellos invitados disfrutará de mi banquete”.

¡Dios quiere su casa llena! ¡Ve a las plazas y las calles de la ciudad e invita a todo el mundo a Cristo! ¿Estás invitando a todos a su casa? ¿A su cena? ¡Fuérzalos a entrar!

Todo esto sucedió dentro de unas pocas horas en la casa de alguien a quien no le gusta Jesús, alrededor de una comida.

  • ¿Estás dispuesto a compartir la Palabra en hogares, en comidas y en la vida diaria de tu comunidad? ¿O siempre estás encerrado en la iglesia?
  • ¿Estás ligado a la religión? ¿O tienes la libertad de amar y ministrar a la gente más pequeña de este mundo?
  • ¿Estás buscando estatus y posición en tu trabajo o iglesia? ¿O estás dispuesto a humillarte y confiar en que Dios te exaltará en su tiempo?
  • ¿Estás dispuesto a obedecer a Dios cuando Él te llama? ¿Cuáles son tus excusas para tu desobediencia?

Mateo 5:3 Bienaventurados los pobres en espíritu

En Mateo 4, Jesús fue bautizado, fue tentado por el diablo en el desierto y llamó a sus primeros discípulos. Él estaba al principio de su ministerio, pero Cristo ya era famoso:

Jesús recorría toda Galilea, enseñando en las sinagogas, anunciando las buenas nuevas del reino, y sanando toda enfermedad y dolencia entre la gente.  Su fama se extendió por toda Siria, y le llevaban todos los que padecían de diversas enfermedades, los que sufrían de dolores graves, los endemoniados, los epilépticos y los paralíticos, y él los sanaba.  Lo seguían grandes multitudes de Galilea, Decápolis, Jerusalén, Judea y de la región al otro lado del Jordán (Mateo 4:13-15).

El Sermón del Monte

Grandes multitudes querían experimentar y ver sus milagros, y escuchar su enseñanza, pero Jesús nunca buscó la fama o multitud de discípulos. Puede ser que para escapar de la multitud Jesús subió esa montaña, pero la multitud lo siguió. Jesús lo recibió como una oportunidad que le dio su Padre para separar a los verdaderos discípulos de los espectadores. Así como Moisés subió al monte para recibir las normas del viejo pacto, Jesús subió al monte para enseñar las normas del nuevo pacto, el ADN del reino de Dios. Varias veces Él citó la ley y la profundizó, demostrando que Él tiene mayor autoridad que Moisés. Empezó su enseñanza describiendo a la persona bendecida por Dios, las características del ADN de su discípulo.

Empezamos pobres y necesitados

Bienaventurados los pobres en espíritu, porque de ellos es el reino de los cielos. (RVR)

«Dichosos los pobres en espíritu, porque el reino de los cielos les pertenece. (NVI)

«Dios bendice a los que son pobres en espíritu y se dan cuenta de la necesidad que tienen de él,
porque el reino del cielo les pertenece.
(NTV)

Jesús a propósito comienza con algo que va completamente en contra de nuestras expectativas y la cultura del mundo. Podríamos  pensar que la persona dichosa sería alguien:

  • Con mucha fe.
  • Quien anda en victoria.
  • Muy piadoso y religioso.
  • Quien tiene mucho éxito en su ministerio.
  • Quien demuestra muchas manifestaciones de dones espirituales: profecía, milagros…
  • Lleno del Espíritu Santo y de sabiduría, y con muchos recursos para compartir con otros.

Es decir, rico en espíritu.

Claro que esas cosas son buenas. Pero Jesús dice que su reino pertenece a los pobres en espíritu. Por supuesto, la persona con mucha fe y un gran ministerio puede ser pobre en espíritu, pero es más difícil.

¿Qué significa ser pobre en espíritu?

  • La Nueva Traducción Viviente dice que esta persona se da cuenta de su necesidad de Dios. Ha perdido toda confianza en su propia justicia y fuerza, y reconoce que depende totalmente de Cristo y del poder de su Espíritu.
  • Reconoce que no tiene ningún reclamo, sino espera en Dios por su salvación. Tiene un espíritu humilde y quebrantado.
  • Reconoce su bancarrota (moral, espiritual y aun física) ante Dios.

La pobreza espiritual no tiene nada que ver con el miedo o la cobardía, ni tampoco es una falsa humildad que pretende ser nada, negando los dones y habilidades que Dios le ha dado.

Los filósofos de ese día no reconocieron la humildad como una virtud. Por nuestra naturaleza somos orgullosos y rebeldes, y valoramos nuestra independencia. ¡Despreciamos a los pobres en espíritu! Pero Dios no necesita gente confiada en sí misma, bien estudiada, con todas las cosas que son importantes para el mundo. Pablo tenía que aprender la pobreza espiritual; antes, creía que era rico espiritualmente, pero aprendió que cuando era débil, Dios podía manifestar su poder.

Este primer bienaventurado nos da mucho ánimo y esperanza. Jesús va completamente contra la corriente común. ¡No depende de ti! No tienes que presentar la imagen de que sabes todo y siempre estás en victoria.

¿Qué significa heredar el reino?

Jesús enseñaba mucho sobre el reino; vale la pena estudiarla cuidadosamente. Él no quería establecer un reino político, aunque muchos de sus discípulos querían entronizarlo como rey en Jerusalén. Lamentablemente, muchas iglesias y pastores quieren establecer sus propios “reinos,” y otros (como los discípulos), quieren establecer un reino cristiano en la tierra ahora.

Jesús usa el tiempo presente: De ellos es el reino. Lo que esta persona dichosa hereda ahora es la presencia y el gobierno de Jesús en su vida. Puede que no tenga nada más en este mundo, pero tiene al Rey de reyes. La bendición en cada bienaventurado se saborea ahora, pero estará consumada en el futuro. Jesús vendrá otra vez a esta tierra para establecer su reino perfecto, que los pobres en espíritu heredarán. Aquellos que ya tienen su “reino” aquí se quedarán afuera. No fueron los fariseos, los zelotes o los sacerdotes quienes entraron en el reino con mayor frecuencia, sino los publicanos y las prostitutas arrepentidos.

Porque así dijo el Alto y Sublime, el que habita la eternidad, y cuyo nombre es el Santo: Yo habito en la altura y la santidad, y con el quebrantado y humilde de espíritu, para hacer vivir el espíritu de los humildes, y para vivificar el corazón de los quebrantados (Isaías 57:15, RVR).

La iglesia en Laodicea perdió esta actitud humilde y era autosatisfecha y superficial. No podía reconocer su pobreza espiritual:

Dices: “Soy rico; me he enriquecido y no me hace falta nada”; pero no te das cuenta de que el infeliz y miserable, el pobre, ciego y desnudo eres tú (Apocalipsis 3:17).

Es fácil para el cristiano que tiene mucho tiempo en el Señor perder esta pobreza de espíritu. Como la iglesia de Laodicea, puede creer que ha llegado a la madurez y ya es rico.

¿Ay de los ricos?

Hay un pasaje muy similar a Mateo en Lucas 6; se llama el Sermón del Llano, y probablemente se dio en otra ocasión. En Lucas 6:20, Jesús simplemente dice Dichosos ustedes los pobres, lo que confirma el énfasis de su ministerio para los pobres (Lucas 4:18). Lucas 6:24  confirma lo que Jesús dijo varias veces acerca de aquellos que ya tienen todo en este mundo: Pero ¡ay de ustedes los ricos, porque ya han recibido su consuelo! Lucas nos da una perspectiva ligeramente diferente, pero es la misma idea.

¿Te sientes pobre en espíritu? ¡Regocíjate! ¡Eres bendecido! ¡Es mejor ser pobre en espíritu que rico en espíritu! ¿Y si te sientes rico en espíritu? Habla con el Señor para ver si tienes que humillarte y aprender, como Pablo, lo que Dios valora.

 

¿Quién es la persona que Dios bendice?

El Sermón del Monte contiene la enseñanza más extensiva de Jesucristo. Es un mensaje radical que va directamente contra la corriente del mundo – y la corriente popular de la iglesia.  Jesús contrasta el verdadero creyente con el pagano – y con la persona religiosa. Vemos un contraste profundo con nuestro mundo secular, pero también con posiblemente la mayoría de “cristianos” a nuestro alrededor. La persona que pone este mensaje en práctica será caracterizada como:

  • Diferente
  • Distinta
  • Radical
  • Contra cultura
  • Extrema

Te garantizo que este mensaje transformará tu vida y tu mundo. ¿Estás listo?

Los Bienaventurados

La palabra griega (makarios) también puede ser traducida bendecida, dichosa, favorecida, o aun feliz. Antes de leer lo que constituye la persona dichosa según Jesús, ¿qué dirías tú?

Yo quería saber – de entre mis amigos en Facebook – lo que otros (la mayoría cristianos) dirían. Estos son los resultados.

Dios bendice a la persona que:

  • Confía completamente en él y se rinde a él
  • ¡Vive!
  • Dios quiera bendecir – él manda lluvia sobre los justos e injustos…
  • Anda en humildad ante Dios y lo deja dirigir su camino
  • Es una bendición a otros
  • Obedece su palabra
  • Escoge la vida (Elige, pues, la vida, para que vivan tú y tus descendientes. 30:19)
  • Pertenece a él y es llamada por su nombre
  • Anda humildemente con Dios y con otros
  • No se cansa de hacer lo bueno
  • Bendice el pueblo de Dios (Bendeciré a los que te bendijeren, y a los que te maldijeren maldeciré; y serán benditas en ti todas las familias de la tierra. Génesis 12:3)
  • No quiere ser “como” Jesús, sino deja que Jesús viviera a través de él o ella
  • Le teme, le sigue, le alaba, y le obedece
  • Ama a su prójimo como a si mismo
  • Bendice a otros y bendice al Señor en sus acciones (obediente en oración, ayuno, leyendo la Palabra)
  • Anda en lo recto y ama a su prójimo
  • Le honra y es fiel
  • Bendice al más pequeño (Mateo 25:34-40)
  • Lo ama y cumple sus mandamientos
  • Alimenta y da ropa a los pobres
  • Hace su voluntad, ama sus límites, y bendice a otra persona
  • Es agradecida
  • Confía en Jehová, y haz el bien; Y habitarás en la tierra, y te apacentarás de la verdad. Deléitate asimismo en Jehová, Y él te concederá las peticiones de tu corazón.Encomienda a Jehová tu camino, Y confía en él; y él hará. Exhibirá tu justicia como la luz, Y tu derecho como el mediodía. (Salmo 37:3-6)
  • El escoge a bendecir ellos con el regalo de su Hijo que murió por nosotros en nuestro pecado
  • Toda buena dádiva y todo don perfecto desciende de lo alto, del Padre de las luces, en el cual no hay mudanza, ni sombra de variación. (Santiago 1:17)
  • Todos

De verdad, ¡estoy muy impresionado con mis amigos en Facebook! Nadie mencionó las cosas que el mundo valora mucho, como éxito o riquezas. Pero también veo tendencia a hacer lo que hacemos la base de ser bendecido por Dios. ¡Jesús va mucho más profundo y tiene unas sorpresas para nosotros! La próxima vez…los Bienaventurados.

Zacarías

Muchos hermanos me dicen: “Quiero leer la Biblia, pero es difícil para mi entenderla. Puedo leer un capitulo y no capto nada.” Aquí está un estudio que compartí con hermanos en mi iglesia. Se ayuda tener lapicero y un cuaderno, y reflexionar en lo que un pasaje dice, lo que significa, y como aplica a tu vida.

Lucas 1:5-6: Hubo en los días de Herodes, rey de Judea, un sacerdote llamado Zacarías, de la clase de Abías; su mujer era de las hijas de Aarón, y se llamaba Elisabet.  Ambos eran justos delante de Dios, y andaban irreprensibles en todos los mandamientos y ordenanzas del Señor. (RVR)

Cuando Herodes era rey en Judea, hubo un sacerdote judío llamado Zacarías. Era miembro del grupo sacerdotal de Abías; y su esposa, Elisabet, también pertenecía a la familia sacerdotal de Aarón.  Zacarías y Elisabet eran justos a los ojos de Dios y cuidadosos en obedecer todos los mandamientos y las ordenanzas del Señor. (NTV)

¿Que aprendemos acerca de Zacarías y Elisabet?

1.

2.

4.

5.

  1. (La clase de Abdías: Una de las 24 divisiones de sacerdotes que David estableció)

¿Que es nuestra expectativa de alguien que anda irreprensible?

 

Muchas veces, a pesar de nuestra fe y obediencia, haya un “pero” en nuestras vidas. A ver ese “pero” para Zacarías.

Verso 7: Pero no tenían hijo, porque Elisabet era estéril, y ambos eran ya de edad avanzada. (RVR)

Muchas personas sufren de alguna debilidad o problema que domina toda su vida. ¿Qué fue en la vida de esta pareja? ¿Qué impacto tendría en su matrimonio?

 

¿Cuánto tiempo han sufrido? ¿Crees que todavía tenían alguna esperanza de hijos?

¿Qué ha sido doloroso para ti? ¿Hay algo en tu vida que te parece imposible? ¿Dónde has perdido toda esperanza?

 

Lucas 1:37: Nada hay imposible para Dios. ¿Quién dijo estas palabras? ¿Qué pasó con ella?

Versos 8-9: Aconteció que ejerciendo Zacarías el sacerdocio delante de Dios según el orden de su clase, conforme a la costumbre del sacerdocio, le tocó en suerte ofrecer el incienso, entrando en el santuario del Señor. (RVR)

Cierto día, Zacarías se encontraba sirviendo a Dios en el templo, porque su grupo de sacerdotes estaba de turno esa semana.  Como era costumbre entre los sacerdotes, le tocó por sorteo entrar en el santuario del Señor y quemar el incienso. (NTV)

¿Estaba Zacarías haciendo algo especial? ¿De veras crees que fue “en suerte” que le tocó entrar en el templo? Muchas veces simplemente tenemos que ser obedientes en la llamada que Dios nos ha dado. ¿Sabes cuál es tu parte en el reino de Dios? ¿Eres fiel y obediente a tu llamada?

 

Zacarías estaba en un lugar y una situación donde podía oír del Señor. En este caso tenía que dejar a su esposa en su pueblo y viajar a Jerusalén. Era un privilegio que uno tenía pocas veces en la vida.

Verso 10: Y toda la multitud del pueblo estaba fuera orando a la hora del incienso. (RVR)

Muchas veces queremos estar con la multitud. Y es importante en “la hora del incienso”, o la “hora del culto” estar con nuestros hermanos. Es importante orar con nuestros hermanos – y apoyar al pastor que está en la presencia de Dios. Pero a veces la multitud se quede “fuera.” Tenemos que dejarla para estar a solas con el Señor.

Verso 11:  Y se le apareció un ángel del Señor puesto en pie a la derecha del altar del incienso. (RVR)

Casi siempre es cuando estamos en oración, en la Palabra, o en adoración, que el Señor viene a nosotros con un mensaje. Reflexionando en los tiempos que el Señor te ha hablado, ¿dónde estabas? ¿Qué estabas haciendo?

¿Cómo reaccionarías si un ángel te apareciera?

Verso 12: Y se turbó Zacarías al verle, y le sobrecogió temor. (RVR)

¿Cómo reaccionó Zacarías? ¿Por qué? ¿Qué significa tener temor de Dios?

Verso 13: Pero el ángel le dijo: Zacarías, no temas; porque tu oración ha sido oída, y tu mujer Elisabet te dará a luz un hijo, y llamarás su nombre Juan. (RVR)

¿Hay temor en tu corazón hoy? ¿Crees que “no temas” sería la palabra de Dios para ti también?

¿Cuántos años crees que Zacarías estaba orando? ¿Tienes la fe para perseverar en oración tanto tiempo?

Juan significa “El Senor es bondadoso”

Verso 14: Y tendrás gozo y alegría, y muchos se regocijarán de su nacimiento; (RVR)

¿Qué será la bendición para Zacarías?                                        ¿Para otros?

Versos 15-17: porque será grande delante de Dios. No beberá vino ni sidra, y será lleno del Espíritu Santo, aun desde el vientre de su madre.  Y hará que muchos de los hijos de Israel se conviertan al Señor Dios de ellos.  E irá delante de él con el espíritu y el poder de Elías, para hacer volver los corazones de los padres a los hijos, y de los rebeldes a la prudencia de los justos, para preparar al Señor un pueblo bien dispuesto. (RVR)

¿Cuáles son las cosas que hará Juan?

1.

3.

4.

5.

6.

7.

8.

Tal vez Juan hizo el voto de nazareo, de consagración a Dios, descrito en Números 6:1-8.  Sansón y Samuel también eran nazareos.

¿Cuál de estas cosas sería más deseable para ti?

Dios tiene un plan para tu vida también. ¿Sabes qué es? ¿Has desviado del plan? ¿Cómo puedes volver al camino?

¿Cómo se prepara un pueblo para el Señor?

 

Malaquías 4:6 El hará volver el corazón de los padres hacia los hijos, y el corazón de los hijos hacia los padres, no sea que yo venga y hiera la tierra con maldición.

Si tienes hijos, ¿tienes que volver tu corazón a ellos? ¿Qué puedes hacer?

¿Tienes que buscar reconciliación con tu padre?

Verso 18: Zacarías le dijo al ángel: —¿Cómo puedo estar seguro de que ocurrirá esto? Ya soy muy anciano, y mi esposa también es de edad avanzada. (NTV)

 

¿Cómo responderías tú a estas noticias? ¿Te parece rara la respuesta de Zacarías?

Versos 19-20: Respondiendo el ángel, le dijo: Yo soy Gabriel, que estoy delante de Dios; y he sido enviado a hablarte, y darte estas buenas nuevas. Y ahora quedarás mudo y no podrás hablar, hasta el día en que esto se haga, por cuanto no creíste mis palabras, las cuales se cumplirán a su tiempo. (RVR)

Cuando Dios tiene planes, muchas veces nuestra incredulidad no los cambiaran. Pero haya consecuencias para nosotros. ¿Hay dudas en tu corazón acerca de alguna palabra que el Señor te ha dado?

 

Zacarías no lo sabía, pero tenía parte en el principio de la cosa más importante en la historia del mundo.

Verso 25: Así ha hecho conmigo el Señor en los días en que se dignó quitar mi afrenta entre los hombres. (RVR)

«¡Qué bondadoso es el Señor! —exclamó ella—. Me ha quitado la vergüenza de no tener hijos». (NTV)

Estas palabras son de Elisabet, después del parto. ¿Hay alguna afrenta que deseas que el Señor quitara de ti?

 

Jesús (Mateo 11:11) dijo acerca de Juan: De cierto os digo: Entre los que nacen de mujer no se ha levantado otro mayor que Juan el Bautista; pero el más pequeño en el reino de los cielos, mayor es que él.

Juan, hablando de Jesús (Juan 3:30): Es necesario que El crezca, y que yo disminuya.

¿Cómo terminó Juan su vida? (Mateo 14:1-12)

 

¿Qué te impacto más de este pasaje? ¿Qué crees sea el mensaje de Dios para ti? ¿Hay algo que tienes que hacer o cambiar?

Una navidad radical

¡Es navidad! Todo el mundo celebra el nacimiento de Jesucristo, ¿verdad?

¿Estás seguro? ¿Es Jesús de verdad el centro de navidad?

¿O estás pensando en la empresa multimillonaria llamada cristianismo? Tenemos todo tipo de música, películas, canales de televisión, páginas de internet, libros y colegios. Templos enormes y hermosos. Casi todo el mundo tiene una Biblia en su celular. Supuestamente todo esto es para Jesús.

¿O es?

Yo sé que muchos sinceramente desean proclamar y glorificar al Señor de señores, pero en medio de las luces, el humo, y la música ruidosa, con demasiada frecuencia tengo que preguntarme “¿Qué tiene todo esto que ver con Jesús? ¿Dónde está Jesús en medio de esta empresa comercial enorme que hace a algunos millonarios? ¿Qué opina Jesús al respecto?”

Anhelo volver a la sencillez del Jesús de los Evangelios. Anhelo:

  • A caminar con Jesús por los campos
  • A navegar con Jesús en el lago
  • A sentarme en la montaña y escuchar sus enseñanzas
  • A alimentar a las multitudes
  • A sanar a los enfermos
  • A liberar a los oprimidos
  • A hacer verdaderos discípulos
  • A compartir el mensaje del reino de Dios

Una misión radical

¿Sería arrogante adoptar la misión de Jesús para mí mismo? Si vamos a identificar radicalmente con Él, parece que deberíamos hacer eso. Fue Jesús que dijo: De cierto, de cierto os digo: El que en mí cree, las obras que yo hago, él las hará también; y aun mayores hará, porque yo voy al Padre (Juan 14:12).

Jesús describe su misión con las palabras de Isaías 61:

El Espíritu del Señor está sobre mí,
Por cuanto me ha ungido para dar buenas nuevas a los pobres;
Me ha enviado a sanar a los quebrantados de corazón;
A pregonar libertad a los cautivos,
Y vista a los ciegos;
A poner en libertad a los oprimidos;

A predicar el año agradable del Señor (Lucas 4:18-19, RVR).

¿No es eso lo que tenemos que hacer? ¿Lo que hizo Jesús? En Lucas 4 Él acababa de ser bautizado en agua y en el Espíritu. Y nuestra misión también comienza con la crucifixión de nuestra carne, simbolizada en el bautismo, y el bautismo del Espíritu, que nos da la unción necesaria para hacer sus obras.

Jesús dijo que son los enfermos los que necesitan un médico (Mateo 9:12). Esta misión descrita en Lucas 4 se centra en manifestaciones del poder de Dios y la proclamación ungida del Evangelio. El corazón de Jesús late para:

  • Los pobres (los que no tienen recursos materiales, y también los pobres espiritualmente)
  • Los quebrantados de corazón
  • Los presos (los encarcelados, y también los atados en pecado)
  • Los ciegos (probablemente incluyendo cualquier enfermedad, también los ciegos espiritualmente)
  • Los oprimidos (liberación para los demonizados, libertad de opresión, y desafiando los sistemas opresivos en la sociedad)

Se trata de las obras de Dios – no las nuestras. ¿Y sabes algo? ¡No requieren ni un centavo! ¿Dónde dice que grandes presupuestos traen grandes bendiciones?

Me recuerda de la vida sencilla de la iglesia del Nuevo Testamento: comunión diaria en hogares, compartiendo todo en común. Vieron a gente añadida a la iglesia todos los días en respuesta a las señales y prodigios abundantes y la predicación de la Palabra.

Ciertamente no soy el primero que anhela un retorno a ese poder y simplicidad. Múltiples movimientos y denominaciones nacieron con ese propósito, pero creo que muchos tienen hambre para algo más. ¿Qué significaría eso? Lo vemos en el comienzo y el final de la vida de Jesús.

Humildad radical

Vamos a celebrarlo en unas pocas semanas: Jesús dejó la gloria y el privilegio del cielo para venir a esta tierra y nacer como un bebé:

La actitud de ustedes debe ser como la de Cristo Jesús,

quien, siendo por naturaleza Dios,
no consideró el ser igual a Dios como algo a qué aferrarse.
Por el contrario, se rebajó voluntariamente,
tomando la naturaleza de siervo
y haciéndose semejante a los seres humanos.
Y al manifestarse como hombre,
se humilló a sí mismo
y se hizo obediente hasta la muerte,
¡y muerte de cruz!
(Filipenses 2:5-8, NVI)

Como Jesús, nosotros comenzamos con un nuevo nacimiento. Para entrar en el reino Jesús dijo que tenemos que volvernos y hacernos como niños. ¡Eso, sí, es radical, porque hay muchos atrapados en actividades “cristianas” que son complejas y muy adultas!

La palabra “siervo” también podría ser traducida “esclavo.” Renunciamos el derecho de hacer nuestra voluntad, y vivimos para complacer a nuestro Maestro. Obediencia total. No negamos a quién somos. Nuestra educación, inteligencia, experiencia, y habilidades son importantes y serán utilizadas por el Maestro, pero no somos orgullosos de ellas. Las sometemos al Maestro.

¿Cómo sabes si estás creciendo en humildad? Una prueba es la forma en que tratas a otras personas:

Teniendo un mismo parecer, un mismo amor, unidos en alma y pensamiento. No hagan nada por egoísmo o vanidad; más bien, con humildad consideren a los demás como superiores a ustedes mismos. Cada uno debe velar no sólo por sus propios intereses sino también por los intereses de los demás (Filipenses 2:2-4, NVI).

Porque Jesús se humilló a sí mismo, Filipenses 2:9 y 10 dice que Dios le exaltó hasta lo sumo. Algunas personas se humillan para que Dios las exaltara. Algunos dan a la iglesia esperando que su ofrenda se multiplicará de nuevo a ellos. Si tenemos esa actitud no hemos captado la idea, y perderemos la bendición.

El bebe que nació en ese establo humilde vivía una vida perfecta, pero esa vida terminó en tragedia y sacrificio, con la mayor expresión de amor jamás conocido: la muerte de cruz.

Amor radical

La cruz, que todo el mundo ve como un símbolo del cristianismo, representa nuestro llamado al amor radical.

Nadie tiene amor más grande que el dar la vida por sus amigos (Juan 15:13).

En esto conocemos lo que es el amor: en que Jesucristo entregó su vida por nosotros. Así también nosotros debemos entregar la vida por nuestros hermanos (1 Juan 3:16).

Pablo habló de la preeminencia del amor (1 Corintios 13). Claro que amamos a nuestras familias, amigos, y compañeros cristianos, pero amor radical da un paso más. Estamos llamados a amar a nuestros enemigos también.

Difícilmente habrá quien muera por un justo, aunque tal vez haya quien se atreva a morir por una persona buena. Pero Dios demuestra su amor por nosotros en esto: en que cuando todavía éramos pecadores, Cristo murió por nosotros (Romanos 5:7-8, NVI).

¿Qué significa entregar tu vida por tu esposa? ¿Tus hijos? ¿Ese jefe que parece odiarte?

¿Hay que dar nuestras vidas por terroristas musulmanes? ¿O es eso demasiado radical? ¿Entregó Jesús su vida por ellos?

¿Estás listo?

Tal vez podemos celebrar navidad buscando maneras de humillarnos y servir, como hizo Jesús. Y aprovechar las oportunidades de verdaderamente amar a otros; no para los regalos o beneficios que obtendremos a cambio, sino con amor ágape, el amor incondicional de Dios.