Números 16     La rebelión de Coré

Después del desastre con los espías, uno pensaría que Israel habría aprendido que no hay lugar para la rebelión, pero no.

1Cierto día, Coré, hijo de Izhar, quien era descendiente de Coat, hijo de Leví, conspiró con Datán y Abiram, hijos de Eliab, junto con On, hijo de Pelet de la tribu de Rubén. Ellos provocaron una rebelión contra Moisés junto con otros doscientos cincuenta jefes de la comunidad, quienes eran miembros prominentes de la asamblea. Todos se unieron contra Moisés y Aarón y les dijeron:

—¡Ustedes han ido demasiado lejos! El Señor santificó a la comunidad entera de Israel y él está con todos nosotros. ¿Qué derecho tienen ustedes para actuar como si fueran superiores al resto del pueblo del Señor?

Envidia

¿Suena familiar? Poco tiempo atrás Aarón se levantó, junto con su hermana Miriam, con la misma queja. Ahora él es el blanco de críticas. Si tú eres un líder, es muy posible que hayas escuchado críticas parecidas:

  • ¿Quién crees que eres?
  • ¿Quién te hizo Dios?
  • ¡No me digas qué hacer!

La raíz son los celos, pero es un desafío directo a la autoridad Dios-ordenada. Como la mayoría de los engaños del enemigo, hay cosas que son ciertas: Moisés no era más santo que nadie totalmente entregado al Señor, y Dios ciertamente está con todos los que hacen su voluntad. Uno no es mejor que el otro. Pero es una exageración decir que toda la comunidad era santa. Coré ciertamente no estaba actuando muy santo en ese momento; era un hombre muy orgulloso y atrevido que se puso al mismo nivel que Moisés. Es el mismo espíritu que insiste en que no hay diferencia entre hombres y mujeres, tratando de socavar la autoridad del hombre en el hogar. Ciertamente, los hombres no son mejores que las mujeres, pero la igualdad no tiene nada que ver con la función. Padre, Hijo y Espíritu Santo son igualmente Dios, pero tienen funciones distintas. Jesús se somete voluntariamente a su Padre, y el Espíritu hace con mucho gusto lo que el Padre y el Hijo le indican que haga.

La ironía es que Coré seguramente se pondría a si mismo por encima del pueblo si tuviera la oportunidad. Ha sucedido una y otra vez: Un hombre del pueblo (como Fidel Castro, por ejemplo), lucha contra un dictador, pero luego se convierte en el mismo dictador al que condenó.

Esta fue una colección interesante de rebeldes, liderada por los levitas y los rubenitas. Parece que durante algún tiempo buscaban el apoyo de los 250 líderes. Esto fue una conspiración, o aún un golpe de estado. Puede ser que Coré quisiera ser ese líder que los llevaría de regreso a Egipto. Sabemos que Moisés había nombrado ancianos, pero ahora nos enteramos de que también establecieron un concilio formal, que debería funcionar bajo la autoridad de Moisés, dándole apoyo y llevando a él las inquietudes del pueblo. Pero parece que hubo una falta de comunicación, tal vez porque Moisés estaba tan ocupado intercediendo con Dios que no los destruiría después del incidente con los espías. Si el líder no es consciente del descontento, por lo general hay un “Coré” listo para aprovechar la situación.

Cómo responde Moisés

Cuando Moisés oyó lo que decían, cayó rostro en tierra.

Moisés había aprendido bien; en lugar de levantarse en su propia defensa, reflexivamente se humilla. Él sabe que Dios es el único que puede ayudarle. Después de todo, es él (y cualquier ayuda que Aarón pueda brindar) contra 250 líderes, y probablemente Moisés no era muy popular con el resto de la gente en este momento.

Entonces les dijo a Coré y a sus seguidores:

—Mañana por la mañana el Señor nos mostrará quién le pertenece a él y quién es santo. El Señor permitirá la entrada a su presencia solo a quienes él elija. Coré, tú y tus seguidores preparen sus recipientes para quemar incienso. Mañana enciendan fuego en ellos y quemen incienso ante el Señor. Entonces veremos a quién elige el Señor  como su santo. ¡Ustedes, levitas, son los que han ido demasiado lejos!

Moisés no permaneció postrado en su rostro. Es posible esconderse detrás de Dios y no pararse como un hombre para enfrentar la oposición. Lo impresionante de Moisés es su dependencia total de Dios. Él da un desafío y establece los parámetros de cómo resolver el problema. A pesar de esta rebelión, Moisés está claramente a cargo. Él confía en que Dios le dará el apoyo necesario, y si por alguna razón no lo hace, Moisés probablemente estaría muy feliz de regresar con sus ovejas y su familia en Madián.

Moisés está perdiendo la paciencia. Él ha sufrido murmullos y quejas, pero este desafío de sus propios líderes es demasiado. Han cruzado la línea, deshonrando a aquellos a quienes Dios ha puesto en autoridad.

Sé contento con lo que Dios te dio

Moisés le habló de nuevo a Coré: «¡Ahora escuchen, levitas! ¿Les parece de poca importancia que el Dios de Israel los escogiera de entre toda la comunidad israelita para estar cerca de él de manera que sirvan en el tabernáculo del Señor y que estén delante de los israelitas para ministrarles? 10 Coré, él ya les dio este ministerio especial a ti y a tus hermanos levitas. ¿Ahora también reclaman el sacerdocio? 11 ¡En realidad es contra el Señor que tú y tus seguidores se rebelan! Pues, ¿quién es Aarón para que se quejen de él?».

Muchos no están contentos con los dones y la posición que Dios les ha dado, y codician. Por ejemplo, no basta ser co-pastor, siempre busca alguna falla en el pastor principal y sutilmente trata de socavar su autoridad, esperando obtener su posición. O tú puedes tener un papel aparentemente insignificante en la iglesia, y crees que mereces más. Si eres fiel en lo poco y te humillas, Dios puede exaltarte y darte más responsabilidad. O no. Él es el encargado. Esto aplica en tu trabajo y otras situaciones fuera de la iglesia también. Piensa bien sobre lo que estás codiciando. ¿Por qué querrías los dolores de cabeza de Moisés? Lo vemos en la política todo el tiempo: Es fácil criticar a aquellos que están en el poder y prometer a hacerlo mejor, pero por lo general una vez que tienen el poder, rápidamente aprenden los desafíos del liderazgo.

Ten cuidado de no envidiar los dones y el llamado de otros. ¿Estás codiciando la posición de alguien? ¿Criticas sutilmente a quienes tienen autoridad para mejorar tu propia popularidad? ¿Has hablado con tu pastor u otro líder sobre los retos que enfrentan? ¿Hay algo que puedas hacer para apoyarlos? ¿Hay un Coré en tu iglesia u organización?

En este caso, los líderes eran levitas. Ya estaban apartados como una tribu especial para ministrar al Señor, con acceso a los lugares santos. Como Moisés señala correctamente, en realidad no se rebelan contra él, sino contra Dios, por lo que Moisés va a permitir que Dios resuelva el problema.

Egipto, ¿la tierra que fluye leche y miel?

12 Luego Moisés mandó llamar a Datán y a Abiram, los hijos de Eliab, pero ellos respondieron: «¡Rehusamos presentarnos ante ti! 13 ¿No te basta que nos sacaste de Egipto, una tierra donde fluyen la leche y la miel, para matarnos aquí en este desierto, y que además ahora nos trates como a tus súbditos? 14 Es más, no nos has llevado a una tierra donde fluyen la leche y la miel. Ni nos has dado una nueva patria con campos y viñedos. ¿Intentas engañar a estos hombres? ¡Nosotros no iremos!».

15 Entonces Moisés se enojó mucho y le dijo al Señor: «¡No aceptes sus ofrendas de grano! Yo no les he quitado ni siquiera un burro, ni jamás he lastimado a ninguno de ellos». 

Ahora Moisés se dirige a los dos hijos de Rubén. Parece que no estaban presentes cuando los demás presentaron su queja, y cuando Moisés los llama, ¡se niegan a venir! Su desprecio por él es obvio. Hay varias cosas que los están molestando:

  • Habían sufrido como esclavos en Egipto, y Moisés les recuerda a sus amos egipcios. No han superado la desconfianza general de la autoridad ni han aprendido a diferenciar entre la autoridad Dios-ordenada y la autoridad egipcia abusiva.
  • De alguna manera tenían la idea que Moisés maltrataba a la gente y les robaba cosas para su propio beneficio.
  • Convenientemente han olvidado por qué no heredarán los campos y viñedos prometidos. En cambio, acusan a Moisés de no darles una tierra que fluye leche y miel. Además de eso, acaban de enterarse de que van a vagar cuarenta años en el desierto, donde morirán. Tienen que hacer algo para mejorar la vida.
  • Ellos totalmente confunden los hechos (que a menudo sucede cuando estamos en rebelión). Por supuesto, el engañador está siempre dispuesto a ayudarlos. De alguna manera se olvidan de cómo era la vida en Egipto. ¡Lo llaman una tierra que fluye leche y miel! Por supuesto, Moisés es culpable de sacarlos de esa buena vida, y ahora él está llevándolos a la muerte.

Esto fue demasiado, incluso para Moisés. Está enfadado, y le pide a Dios que no acepte la ofrenda que estaban planeando hacer en alguna exhibición hipócrita de espiritualidad.

El desafío

16 Y Moisés le dijo a Coré: «Tú y tus seguidores deberán venir aquí mañana y presentarse ante el Señor. Aarón también estará presente. 17 Tú y cada uno de tus doscientos cincuenta seguidores deberán preparar un incensario y ponerle incienso para que todos puedan presentarlos ante el Señor. Aarón también llevará el suyo».

¿Qué esperaban que sucediera? No sabemos si Dios le mandó a Moisés que hiciere esto, o si Moisés tomó la iniciativa de organizarlo. Veamos si obedecen sus instrucciones y vienen preparados con sus incensarios:

18 Así que cada hombre preparó un recipiente para quemar incienso, lo encendió y le puso incienso. Después se presentaron a la entrada del tabernáculo con Moisés y Aarón. 19 Mientras tanto, Coré había incitado a toda la comunidad contra Moisés y Aarón, y todos se reunieron a la entrada del tabernáculo. Entonces la gloriosa presencia del Señor se apareció ante toda la comunidad. 20 Y el Señor les dijo a Moisés y a Aarón: 21 —¡Aléjense de todas estas personas para que pueda destruirlas en el acto!

Sorprendentemente, lo hicieron exactamente conforme a la palabra de Moisés. Imagina a 254 hombres con sus incensarios frente a Moisés y Aarón, y de repente la gloria del Señor aparece. No sucedió en silencio, en secreto; toda la asamblea estaba esperando ver qué pasaría. Probablemente muchos querían ver a Moisés removido de su posición elevada. No está claro si todos escucharon la voz de Dios; parece que el Señor solo habló con Moisés y Aarón. Dios está enojado; esta es al menos la tercera vez que quería destruir a toda la nación. Solo Moisés y Aarón se quedarían, y tienen que alejarse de la asamblea o ellos podrían ser consumidos también.

Moisés intercede por la asamblea

22 Pero Moisés y Aarón cayeron rostro en tierra y rogaron: —¡Oh Dios, tú eres el Dios que da aliento a todas las criaturas! ¿Tienes que enojarte con todo el pueblo cuando solo un hombre peca?

¿Viste eso? Otra vez Moisés y Aarón se postraron sobre sus rostros, esta vez en respuesta a lo que dijo Dios. ¿Por qué no dejar que Dios los elimine? ¿Cómo te sientes cuando escuchas profecías de juicio? ¿Estás feliz de que esos «pecadores» finalmente reciban lo que se merecen? ¿O caes rostro en tierra pidiendo la misericordia de Dios sobre tu país?

Creo que nadie culparía a Moisés si aceptara esta oferta de Dios y se deshiciere de todo este grupo problemático. ¡Tendría cuarenta años más con ellos! ¿Cómo te sentirías atrapado con tus críticos más feroces durante los próximos cuarenta años? Pero Moisés es consistente, y muy justo. Sabía que Coré era el cabecilla, y ya sabe lo fácil que es engañar a la gente, por lo que rogó a Dios que no juzgue a toda la asamblea por el pecado de un solo hombre.

Debemos aprender de su ejemplo, y no clasificar a un grupo entero o una iglesia entera por el pecado de una persona. Pide discernimiento de quién es responsable. Escudriña tu corazón para ver cuánto amor tienes por los perdidos. ¿Eres más apto para juzgar, o rogar por la misericordia de Dios? ¿Podría ser que Dios quería probar el compromiso de Moisés con su pueblo? ¿Podría ser que Dios está probándote a ti?

Juicio

23 Y el Señor le dijo a Moisés:  24 —Entonces dile a todo el pueblo que se aleje de las carpas de Coré, Datán y Abiram.

25 Así que Moisés se levantó y fue a toda prisa hasta las carpas de Datán y Abiram, seguido por los ancianos de Israel. 26 «¡Rápido! —le dijo a la gente—, aléjense de las carpas de estos hombres perversos y no toquen ninguna de sus pertenencias. De lo contrario, serán destruidos por el pecado de ellos». 27 Entonces todo el pueblo se alejó de las carpas de Coré, Datán y Abiram. Pero Datán y Abiram salieron y esperaron de pie a la entrada de sus carpas, junto con sus esposas, sus hijos y sus pequeños.

Finalmente aparecen Datán y Abiram; es posible que deliberadamente no participaran en el desafío del incensario como otro signo de su rebelión. La gente se agolpaba, queriendo ver lo que sucedería. Eso puede ser una reacción natural, pero ten cuidado con la curiosidad. Aléjate de los rebeldes. No toques sus cosas, o podrías ser destruido junto con ellos en su pecado. Trágicamente, la familia no tiene esa opción; cuando la cabeza peca, toda la familia sufre.

¿Estás cerca de gente que Dios va a juzgar? ¿Tienes curiosidad por las vidas de los pecadores? ¿Te fascinan? ¿Hasta ver programas y leer cosas en Internet sobre ellos?

28 Y Moisés les dijo: «Esta es la manera en que sabrán que el Señor me ha enviado a realizar todas estas cosas, pues no las he hecho por mi propia cuenta. 29 Si estos hombres mueren de muerte natural o si nada fuera de lo común les sucede, entonces el Señor no me ha enviado; 30 pero si el Señor hace algo totalmente nuevo y la tierra abre su boca y se los traga con todas sus pertenencias y descienden vivos a la tumba, entonces ustedes sabrán que estos hombres mostraron desprecio por el Señor».

El escenario está listo, y es dramático. No sólo trataban a Moisés con desprecio, sino que irritaban y menospreciaban a Dios. No sabemos si Dios le dijo a Moisés lo que estaba a punto de hacer, o si Moisés caminó tan cerca de Dios que conocía su corazón, y en fe proclama lo que Dios hará. De cualquier manera, es una declaración audaz; si tú haces tal declaración, asegúrate de que realmente sea de Dios, y no solo de tu invención.

31 Apenas Moisés terminó de decir estas palabras, la tierra repentinamente se abrió debajo de ellos. 32 La tierra abrió la boca y se tragó a los hombres, junto con todos los de su casa y todos sus seguidores que estaban junto a ellos y todo lo que poseían. 33 Así que descendieron vivos a la tumba, junto con todas sus pertenencias. La tierra se cerró encima de ellos y desaparecieron de entre el pueblo de Israel; 34 y toda la gente que los rodeaba huyó cuando oyeron sus gritos. «¡La tierra nos tragará a nosotros también!», exclamaron. 

Esto debería convencer a la gente de que Moisés fue escogido por Dios, y hacerlos pensar dos veces antes de rebelarse contra la autoridad delegada de Dios. ¡Parece que puso el temor de Dios en ellos!

Cuando contemples hacer algo estúpido, imagina a las esposas e hijos de estos hombres (y sus perros, y todos sus bienes) siendo tragados. Escucha sus gritos. Aún si no le temes a Dios, por amor a tu familia, arrepiéntete y busca a Dios.

35 Entonces un fuego ardiente salió del Señor y consumió a los doscientos cincuenta hombres que ofrecían incienso.

Apenas empezó la masacre; el fuego que consumió a los 250 hombres fue tan dramático como el de los líderes tragados.

36El Señor le dijo a Moisés: 37 «Dile a Eleazar, hijo del sacerdote Aarón, que saque todos los incensarios del fuego, porque son santos. También dile que esparza los carbones encendidos. 38 Toma los incensarios de estos hombres que pecaron a costa de sus vidas, y de ese metal elabora láminas a martillo para recubrir el altar. Como estos incensarios se usaron en la presencia del Señor, ya son santos. Que sirvan como advertencia al pueblo de Israel».

39 Así que Eleazar, el sacerdote, recuperó los doscientos cincuenta incensarios de bronce usados por los hombres que murieron en el fuego y del bronce se elaboró una lámina a martillo para recubrir el altar. 40 Esta lámina serviría de advertencia a los israelitas para que nadie que no fuera autorizado —nadie que no fuera descendiente de Aarón— entrara jamás a la presencia del Señor para quemar incienso. Si alguien lo hiciera, le sucedería lo mismo que a Coré y a sus seguidores. Entonces cumplieron las instrucciones que el Señor le dio a Moisés.

Los incensarios se convirtieron en un recordatorio permanente para Israel de lo serio que es rebelarse contra Dios y sus autoridades.

¡Más murmullos!

41 Sin embargo, tan pronto como la mañana siguiente, toda la comunidad de Israel comenzó de nuevo a murmurar contra Moisés y Aarón diciendo: «¡Ustedes mataron al pueblo del Señor!». 

¡Me asombra que la gente pueda hacer esto! Después de que Dios reivindicó y ratificó su liderazgo de una manera tan convincente, ¿cómo podrían atreverse a murmurar contra Moisés y Aarón? ¿Cómo podrían acusarlos de matar gente? ¿Por qué es tan fácil para nosotros dudar y desobedecer, siendo testigos del poder de Dios y conociendo su voluntad?

42 Cuando la comunidad se congregaba para protestar contra Moisés y Aarón, la gente se dio vuelta hacia el tabernáculo y vio que la nube lo había cubierto y que había aparecido la gloriosa presencia del Señor.

43 Entonces Moisés y Aarón fueron al frente del tabernáculo, 44 y el Señor le dijo a Moisés: 45 «¡Aléjate de toda esta gente para que la destruya inmediatamente!». Pero Moisés y Aarón cayeron rostro en tierra.

Esto ya suena demasiado familiar: Moisés y Aarón están con sus rostros en tierra, de nuevo. Dios está harto, de nuevo. Pero esta vez hay algo diferente; la matanza ya comenzó. Ésto es una emergencia. ¿Qué hará Moisés?

Expiación para el pueblo

46 Y Moisés le dijo a Aarón: «Rápido, toma un recipiente para quemar incienso y ponle carbones encendidos del altar. Agrégale incienso y llévalo entre el pueblo para purificarlos y hacerlos justos ante el Señor. El enojo del Señor ya arde contra ellos y la plaga ha comenzado».

47 Entonces Aarón hizo como Moisés le dijo y corrió entre el pueblo. La plaga ya había comenzado a matar a la gente, pero Aarón quemó el incienso y purificó al pueblo. 

De alguna manera tienen que hacer expiación por este pecado. Moisés sabe que orar por el pueblo no será suficiente esta vez. No estoy seguro exactamente cómo, pero el incienso y los carbones encendidos del altar hicieron expiación. Moisés no pudo hacerlo, pero como sumo sacerdote, Aarón tenía la autoridad de interceder por el pueblo. Hasta ahora, Aarón no ha sido muy impresionante, pero ya ha visto lo suficiente como para saber que debe hacer lo que le dice su hermano. Mientras corría en medio de la multitud (que ya están cayendo muertos), se hizo expiación. Parece que esta experiencia fue muy importante en la formación de Aarón como un varón de Dios.

48 Se puso entre los vivos y los muertos y se detuvo la plaga.49 Aun así, 14.700 personas murieron por esa plaga, además de los que habían muerto por la rebelión de Coré.50 Entonces, debido a que la plaga se detuvo, Aarón regresó donde estaba Moisés a la entrada del tabernáculo.

Coré y todos sus compañeros ya están muertos; ahora casi 15,000 murieron de una plaga. Eso debería llamar su atención, pero Dios quiere hacer aún más para mostrar su apoyo a Moisés y Aarón. En el capítulo 17 de Números (un capítulo inusualmente breve para el Pentateuco, solo tiene 13 versos), el líder de cada una de las doce tribus tuvo que colocar su vara, con su nombre escrito en ella, delante del arca en el tabernáculo. La que brotó pertenecería al hombre que Dios escogió. ¿El propósito de Dios? «Finalmente pondré fin a las murmuraciones y a las quejas de este pueblo en contra de ustedes» (versículo 5).

Bueno, adivina ¿cuál vara retoñó? ¡La de Aarón! No solo retoñó, sino que floreció y salieron almendras. La vara se colocó con el arca como un recordatorio permanente para los israelitas, y parece que esta vez recibieron el mensaje. Por alguna razón, esto realmente los asustó: «¡Estamos perdidos! ¡Moriremos! ¡Estamos arruinados! Cualquiera que tan siquiera se acerque al tabernáculo del Señor morirá. ¿Acaso estamos todos condenados a morir?» No hay registro de la respuesta de Moisés, pero parece que las quejas terminaron por un tiempo. Los siguientes capítulos detallan los deberes del sacerdocio.

La rebelión ha resultado en un golpe mortal para esta joven nación y los privó de la Tierra Prometida. Ha tocado a casi todo el mundo, excepto a Moisés, Josué y Caleb. En un último acto de rebeldía, va a tocar al gran líder también.

Números 14: 20-45 El fruto feo de una rebelión

Israel no tiene fe para confiar en Dios, obedecerlo y entrar a la Tierra Prometida. En cambio, van a elegir un nuevo líder y volver a Egipto. Dios quiere destruir a todos y empezar de nuevo con Moisés. En medio de esta locura, Moisés, Josué y Caleb son los únicos hombres de fe e integridad. Moisés no puede hacer mucho más que rogar por la misericordia de Dios. Este hombre puede determinar la supervivencia de una nación entera. Él no pide nada por sí mismo, simplemente pide perdón por los pecados de su pueblo. ¿Cómo responderá Dios a su oración? ¿Cuál será el resultado final de la rebelión?

El perdón no elimina las consecuencias

20 Entonces el Señor le dijo: —Los perdonaré como me lo pides. 21 Pero tan cierto como que yo vivo y tan cierto como que la tierra está llena de la gloria del Señor, 22 ni uno solo de este pueblo entrará jamás en esa tierra. Todos vieron mi gloriosa presencia y las señales milagrosas que realicé, tanto en Egipto como en el desierto, pero vez tras vez me han probado, rehusando escuchar mi voz. 23 Ni siquiera verán la tierra que juré dar a sus antepasados. Ninguno de los que me trataron con desdén la verá. 24 Sin embargo, mi servidor Caleb tiene una actitud diferente a los demás. Él se ha mantenido fiel a mí, por lo tanto, yo lo llevaré a la tierra que él exploró. Sus descendientes tomarán posesión de la porción de la tierra que les corresponde. 25 Ahora bien, den la vuelta y no sigan hacia la tierra donde habitan los amalecitas y los cananeos. Mañana deberán partir al desierto en dirección del mar Rojo.

Es cierto; a pesar de su inclinación a matar a todos y empezar de nuevo con Moisés, Dios honra la petición de su siervo, y los perdona. Con una palabra, Él borra el pecado de las multitudes, aunque recuerda claramente sus diez casos de rebelión. Dios ha sido paciente y misericordioso, pero hay una enseñanza muy importante sobre el perdón: no significa que no habrá consecuencias. Y en este caso las consecuencias son graves: Nadie de esa generación verá jamás la Tierra Prometida.

Hay varias formas de traducir la palabra del idioma hebreo en el versículo 23: tratar con desdén, irritar, despreciar o menospreciar. Claro que Dios estaba profundamente afligido y enojado. Son perdonados, pero todavía habrá un precio que pagar por su pecado.

Sí, Dios les prometió esa tierra, pero sus promesas conllevan condiciones. Sus hijos entrarán en ella, pero solo dos adultos entrarán: Josué y Caleb, los dos espías que tuvieron fe y trajeron un buen informe. Caleb era único entre los hijos de Israel: Tenía otro espíritu. Se mantenía fiel a Dios, obedeciéndole y siguiéndolo con todo su corazón.

¿Tienes ese espíritu? ¿Te sientes más como Caleb, o la multitud? ¿Por qué parece tan difícil ser como Caleb? ¿Por qué tratamos a Dios con desprecio? No creemos en su Palabra, murmuramos, nos quejamos y desobedecemos. ¿Cómo podemos despreciar y provocar a alguien que ha hecho tanto por nosotros? ¿Cómo podemos rechazar la oferta de vida eterna? ¿Hay realmente tan pocos con el espíritu de Caleb que verdaderamente siguen a Cristo?

Doy gracias a Dios que Jesús compró nuestro perdón en la cruz. Doy gracias a Dios que muchas veces, por su misericordia, nos salva de las consecuencias de nuestro pecado. Pero no siempre. A menudo hay consecuencias graves: Puede que estés internado en una prisión, lastimes gravemente  el cuerpo, contraigas alguna enfermedad o pierdas tu esposa a causa de la infidelidad.

Ya han probado el rico fruto de la tierra y escucharon el buen informe. Una vida buena en una tierra que fluye leche y miel era suya. Pero la perdieron.

Date la vuelta

26 Entonces el Señor les dijo a Moisés y a Aarón: 27 «¿Hasta cuándo debo tolerar a esta perversa comunidad y sus quejas en mi contra? Sí, he oído las quejas que los israelitas tienen contra mí.28 Ahora bien, díganles lo siguiente: tan cierto como que yo vivo, declara el Señor, haré con ustedes precisamente lo que les oí decir. 29 ¡Todos caerán muertos en este desierto! Ya que se quejaron en contra de mí, cada uno de los registrados que tiene veinte años o más morirá.30 No entrarán a ocupar la tierra que yo juré darles, excepto Caleb, hijo de Jefone, y Josué, hijo de Nun.

31 »Ustedes dijeron que sus niños serían llevados como botín. Pues bien, yo me ocuparé de que entren a salvo a esa tierra y que disfruten lo que ustedes despreciaron. 32 Pero en cuanto a ustedes, caerán muertos en este desierto.33 Sus hijos serán como pastores que vagarán por el desierto durante cuarenta años y de esa manera, ellos pagarán por la infidelidad de ustedes, hasta que el último de ustedes caiga muerto en el desierto.

34 »Puesto que sus hombres exploraron la tierra durante cuarenta días, ustedes andarán vagando en el desierto por cuarenta años —un año por cada día— y así sufrirán las consecuencias de sus pecados. Entonces sabrán lo que es tenerme como enemigo. 35 ¡Yo, el Señor, he hablado! Sin falta, haré todas estas cosas a cada miembro de la comunidad que conspiró contra mí. ¡Serán destruidos en este desierto, y aquí morirán!».

Los murmullos y las quejas de Israel enfurecieron a Dios más que su rebelión; eran una expresión continua y molesta de su incredulidad y descontento. Insultan a Dios e implican que Él no sabe lo que está haciendo. Dios los odia. ¿Has caído en el mismo pecado?

Los hebreos dijeron que su preocupación principal era que sus hijos pudieran ser tomados como botín. Irónicamente, son esos mismos niños que poseerán la tierra. Dijeron que eran tan preciosos, pero ahora, debido al pecado de esos padres, van a sufrir por los próximos cuarenta años. Vagarán por el desierto. ¿Cómo afectará eso la actitud de esos niños hacia sus padres?

Dios dice que el pueblo conspiró contra Él. Una conspiración es seria, sobre todo contra Dios. En medio de toda esa rebelión, Moisés ha sido ejemplar; sin embargo, en Deuteronomio 1:37 él dice Por causa de ustedes el Señor se enojó también conmigo, y me dijo: “Tampoco tú entrarás en esa tierra.” Vamos a ver la desobediencia que le costó tanto a Moisés cuando llegamos a Números 20, donde él sintió la misma frustración que Dios expresa aquí, y golpeó una roca en lugar de hablarle. Incluso Moisés sufrió las consecuencias de deshonrar al Señor ante la gente.

Josué y Caleb estaban listos para entrar en la tierra. No pecaron. Sin embargo, ellos también tienen que darse la vuelta y vagar por el desierto durante cuarenta años. Nosotros también somos miembros de un cuerpo; cuando un miembro sufre, todos sufrimos. Cuando una parte del cuerpo no quiere avanzar en los propósitos de Dios, todo el cuerpo puede sufrir.

Dios quería matarlos allí mismo, y de cierta manera hubiera sido mejor. Esto es casi un infierno: Por el resto de sus vidas van a saber lo que es tener a Dios en contra de ellos, y sufrirán por su pecado. ¿Es posible que Dios permita que algunos que han pecado contra Él vivan, para experimentar las consecuencias de su pecado, y tal vez evitar el castigo eterno del infierno?

36 Entonces los diez hombres que Moisés envió a explorar la tierra —que por sus malos informes incitaron la rebelión contra el Señor— 37 fueron heridos de muerte por una plaga delante del Señor.38 De los doce que exploraron la tierra, solo Josué y Caleb siguieron vivos.

Dios no esperó para juzgar a los responsables de la rebelión. No juegues con Dios. Si Él te ha dado una posición de liderazgo y autoridad, ten cuidado de no hacer tropezar a un pequeño. No desalientes la fe de tu esposa o tus hijos. Dios lo toma muy en serio.

Presunción

39 Después, cuando Moisés comunicó las palabras del Señor a todos los israelitas, se llenaron de profundo dolor. 40 Así que a la mañana siguiente se levantaron temprano y subieron a la parte alta de las colinas. «¡Vamos! —dijeron—. Reconocemos que hemos pecado, pero ahora estamos listos para entrar a la tierra que el Señor nos prometió».

Lo he visto en innumerables ocasiones entre los reclusos: Cuando son arrestados y condenados, de repente se despiertan y se arrepienten. Hacen tratos con Dios, reconocen su pecado y están dispuestos a caminar en obediencia. Pero no se trata solo de los reclusos. Cuando la esposa se va, cuando perdemos el trabajo, cuando empezamos a experimentar las consecuencias, tendemos a tomar en serio las cosas de Dios. Pero hay un punto en que ya es demasiado tarde para evitar las consecuencias, y perdemos las bendiciones que Dios había planeado para nosotros.

41 Pero Moisés les dijo: «¿Por qué desobedecen ahora las órdenes del Señor de volver al desierto? No les dará resultado. 42 No suban ahora a la tierra. Lo único que sucederá es que sus enemigos los aplastarán porque el Señor no está con ustedes. 43 Cuando enfrenten a los amalecitas y a los cananeos en batalla, serán masacrados. El Señor los abandonará porque ustedes abandonaron al Señor».

Primero desobedecieron cuando se negaron a subir como Dios les mandó. Ahora perdieron esa oportunidad y Dios les manda que se den la vuelta, pero ellos no quisieron. De pronto están listos para subir y pelear, pero Dios ya no está con ellos, y sin el Señor se enfrentan a una derrota segura. Aún si su ejército fuese superior, serían derrotados, porque están peleando sin Dios.

Me estremezco de aquellos que se apartan del Señor hoy. Han perdido su cobertura y son vulnerables a los demonios del infierno y todo el mal en el mundo. A menos que se arrepientan y tomen la obediencia en serio, caerán.

44 Sin embargo, el pueblo avanzó con insolencia hacia la zona montañosa, aunque ni Moisés ni el arca del pacto del Señor salieron del campamento.45 Entonces los amalecitas y los cananeos que vivían en las montañas descendieron, los atacaron y los vencieron, haciéndolos huir hasta Horma.

La presunción es vanagloria, jactancia, o tenerse en alto concepto. Arrogantemente, ignoran a Dios y sus mandamientos, y hacen lo que les parece correcto, de alguna manera creyendo que pueden derrotar a sus enemigos sin el Señor. El hecho de que ni Moisés ni el arca los acompañaron debería ser un mensaje claro que sería un fracaso. Cuando arrogantemente salimos de debajo de la cobertura de Dios en desobediencia flagrante, el resultado siempre es desastroso.

Deuteronomio 1:45 dice: Entonces ustedes regresaron y lloraron ante el Señor, pero él no prestó atención a su lamento ni les hizo caso. ¿Cuán genuinas eran sus lágrimas? ¿Estaban verdaderamente arrepentidos, o simplemente consternados por su derrota? Puede haber ocasiones en que Dios no te presta atención a tu clamor, cuando estás en rebelión. No sentirás su presencia; has perdido su bendición. Solo puedes humillarte, darte la vuelta y hacer su voluntad.

El Salmo 78 narra la trágica historia de Israel

Hablando de este tiempo, los versículos 32-43 dicen:

Se acordaban de que Dios era su roca,
de que el Dios Altísimo era su redentor.
Pero entonces lo halagaban con la boca,
y le mentían con la lengua.
No fue su corazón sincero para con Dios;
no fueron fieles a su pacto.
Sin embargo, él les tuvo compasión;
les perdonó su maldad y no los destruyó.
Una y otra vez contuvo su enojo,
y no se dejó llevar del todo por la ira.
Se acordó de que eran simples mortales,
un efímero suspiro que jamás regresa.

¡Cuántas veces se rebelaron contra él en el desierto,
y lo entristecieron en los páramos!
Una y otra vez ponían a Dios a prueba;
provocaban al Santo de Israel.
Jamás se acordaron de su poder,
de cuando los rescató del opresor,
ni de sus señales milagrosas en Egipto.

¿Y tú? ¿Estás poniendo a Dios a prueba? ¿Estás provocándolo?

Cuando tu pueblo no quiere seguir a Dios

Por un lado, parece que Moisés no fue el héroe de esta historia. No pudo convencer a su pueblo de confiar en Dios y subir a la tierra. Es duro cuando un pastor, líder, esposo o padre sabe lo que Dios quiere hacer y hace todo lo posible para alinearlos con el plan de Dios, y ellos no quieren hacerlo. Moisés era un gran ejemplo de fe: Predicó la Palabra de Dios e intercedió por el pueblo; obedeció a Dios en todo, y varias veces vio la salvación milagrosa de su pueblo. Pero a fin de cuentas, no había nada que pudiera hacer para moverlos de su miedo e incredulidad a la obediencia. Y no hay nada que tú puedas hacer para que tu esposa, tus hijos o tu iglesia hagan lo que crees que es lo que Dios quiere para ellos. Está fuera de tu control. Ellos tienen que tomar esa elección. Pueden decidir permanecer en su rebelión, y tú agonices al ver el juicio de Dios en sus vidas y todas las bendiciones que han perdido. Y, a pesar de tu fidelidad, puede perturbar tu vida también. En lugar de retirarse a una bonita casa en la tierra que fluye leche y miel, Moisés pasaría los últimos cuarenta años de su vida vagando por el desierto con muchos llorones. Eso no parece una gran recompensa para uno de los hombres más grandes de la historia. Algunos estarían bastante resentidos con el pueblo; incluso podrían tomar la decisión de olvidarse del llamado de Dios y dejarlos para ir solos a la Tierra Prometida. Pero esa nunca fue una opción para Moisés.

El mensaje de Dios para ti en este capítulo

¿Estás sufriendo como consecuencia de la rebelión de alguien más? ¿Todavía te sientes responsable? ¿Crees que todo sería diferente si solo hubieras sido un mejor pastor, esposo o padre? Si había fracasos de tu parte, pide perdón a Dios, y déjalo ir. Pero lo más probable es que ya hayas hecho todo lo  posible y que ellos solo estén ejerciendo su libre albedrío. Pensar “si tan solo hubiera hecho esto” de verdad no sirve para nada. Me gustaría decirte que de ahora en adelante será más fácil, pero no puedo. Puede ser que vayas a caminar con algunas personas difíciles por el resto de tu vida. Y no pienses que un divorcio o una nueva iglesia resolverán el problema.

Tu puedes estar en una etapa crítica en tu caminar con Cristo, al punto de entrar en bendiciones y un ministerio fructífero como nunca imaginaste. Puede que tengas muchos detractores, diciendo que es demasiado difícil o demasiado tarde, o que nadie lo ha hecho antes: “¿Quién crees que tú eres para intentar eso?” Puedes estar al tanto de las batallas fuertes que te esperan. Los obstáculos son grandes; puede que tengas dudas y miedo a veces, y que no tengas el apoyo de tu esposa, pero tú tienes una confianza profunda en que Dios te ha llamado a seguir adelante. ¿Qué vas a hacer?

Tal vez el Señor te ofreció algo, pero caíste en quejas e incredulidad y perdiste esa oportunidad. Algunos pueden decirte que todavía debes luchar por él y reclamarlo por fe, pero es posible que Dios te diga que ya es demasiado tarde. La vida no es facil, pero es importante no ser presuntuoso o arrogante en este punto. Humíllate y prepárate para un poco más de entrenamiento. Eso es difícil, pero te traerá beneficios eternos. Para Israel serían casi cuarenta años de muerte, con cada uno de esos adultos muriendo antes de llegar a la Tierra Prometida. Tal vez tus hijos o un líder joven puedan aprender de tus errores y heredar lo que tu perdiste.

No endurezcas el corazón

Es mucho mejor confiar en Dios y seguir adelante desde el principio. Las batallas pueden ser difíciles, pero qué glorioso ver a Dios pelear y ganarlas. Deja el miedo y camina en obediencia, paso a paso. Dios se encargará del resto. Cerramos este capítulo aleccionador con un pasaje del Nuevo Testamento, Hebreos 3:15-4:2:

«Si ustedes oyen hoy su voz,
no endurezcan el corazón
como sucedió en la rebelión.»

Ahora bien, ¿quiénes fueron los que oyeron y se rebelaron? ¿No fueron acaso todos los que salieron de Egipto guiados por Moisés? ¿Y con quiénes se enojó Dios durante cuarenta años? ¿No fue acaso con los que pecaron, los cuales cayeron muertos en el desierto? ¿Y a quiénes juró Dios que jamás entrarían en su reposo, sino a los que desobedecieron? Como podemos ver, no pudieron entrar por causa de su incredulidad.

 Temamos, pues, no sea que permaneciendo aún la promesa de entrar en su reposo, alguno de vosotros parezca no haberlo alcanzado. Porque también a nosotros se nos ha anunciado la buena nueva como a ellos; pero no les aprovechó el oír la palabra, por no ir acompañada de fe en los que la oyeron.

El autor de Hebreos claramente cree que nosotros enfrentamos el mismo peligro que los israelitas. Nuestra «tierra prometida» es el reposo que Dios nos ofrece. ¿Qué te ha dicho Dios en este capítulo? No endurezcas tu corazón. Decide que vas a caminar en obediencia a Dios, sin importar lo que eso signifique. ¿Cómo es tu fe? Confiesa cualquier incredulidad como pecado. En fe, da ese paso de obediencia. Dios estará allí contigo.

Números 14: 1-19 Rebelión total

Este tiene que ser uno de los capítulos más tristes de la Biblia. Estaban tan cerca de la tierra de sus sueños, tan cerca de la provisión milagrosa de Dios, y las perdieron. Sí, debido a nuestra rebelión podemos perder la plenitud de la bendición de Dios. Puede que no pierdas tu salvación; Israel seguía siendo el pueblo de Dios. Caminaron con Dios y Él les enseñó. Pero el propósito de Dios ahora fue preparar una nueva generación que evitara los errores de sus padres. Serían esos hijos que heredarían la tierra.

Este es un capítulo trágico, pero también poderoso. Si te encuentras en una de estas situaciones, hay un mensaje de Dios para ti:

  • ¿Estás enfrentando una decisión que podría cambiar tu vida? ¿Una encrucijada?
  • Como los espías en Números 13, ¿has estudiado todas las opciones?
  • ¿Tienes miedo de los retos por delante?
  • ¿Estás tentado a tomar lo que puede parecer un camino más fácil? (¿Aún si eso significa caminar en un desierto durante cuarenta años?)
  • ¿Estás viviendo con las consecuencias de una mala elección que tomaste hace años? ¿Has visto los pecados de los padres visitando a sus hijos? (Tú puedas ser ese hijo o ese padre.)
  • ¿Es posible que tu tarea principal ahora sea ayudar a tus hijos a seguir a Cristo y evitar tus errores?

¿A dónde podemos ir?

En unos pocos meses, Israel salió de Egipto, cruzó el Sinaí y recibió la ley. Parece que Dios tenía a Israel en una vía rápida, con muchos cambios en poco tiempo. Ahora Él cree que están listos para entrar en la Tierra Prometida.

Los espías habían explorado la tierra y estaban entusiasmados con su abundancia. Pero diez de los doce se centraron en los gigantes y las dificultades de tomarla, sembrando miedo e incredulidad. El pasaje paralelo en Deuteronomio 1:28 expresa la desesperación del pueblo: ¿Dónde podemos ir? Nuestros hermanos han atemorizado nuestro corazón. Sabemos que una persona atrapada y atemorizada puede hacer algo tonto.

El miedo lleva a una rebelión total

1Entonces toda la comunidad empezó a llorar a gritos y así continuó toda la noche.Sus voces se elevaron en una gran protesta contra Moisés y Aarón: «¡Si tan solo hubiéramos muerto en Egipto o incluso aquí en el desierto! —se quejaban—. ¿Por qué el Señor nos está llevando a esta tierra solo para que muramos en batalla? ¡A nuestras esposas y a nuestros hijos se llevarán como botín! ¿No sería mejor volvernos a Egipto?». Entonces conspiraron entre ellos: «¡Escojamos a un nuevo líder y regresemos a Egipto!».

Lee estos versos de nuevo. ¡Es increíble! Van de mal en peor. Mira sus pasos para abajo a la desesperación:

  1. Escuchan palabras de fe y palabras de miedo. Pero los espías incrédulos ahogan las voces de la fe, infectando a todos con su miedo. ¡Ten cuidado con lo que escuchas! Guárdate de la infección de la incredulidad, y guarda a tu familia e iglesia del temor y la incredulidad. Pueden destruirlas.
  2. Se reúnen, no para adorar a Dios y buscar su rostro, sino para revolcarse en lágrimas de autocompasión. Se olvidan de Dios y su Palabra; solo piensan en sí mismos.
  3. Dirigen su miedo e ira a sus líderes, Moisés y Aarón. Ya hemos visto lo listos que están para murmurar. ¿Estás quejándote de algo en este momento? ¿O eres el blanco de las quejas de otros, injustamente?
  4. Quieren morir. Su temor de lo desconocido es tan grande que desearían haber muerto en Egipto o en el desierto. Anhelar la muerte o pensar en el suicidio es una obra del diablo. ¡Dios quiere darte vida! ¡Es Satanás quien quiere quitarte la vida!
  5. Están engañados. Reconocen que Dios los trajo a la Tierra Prometida, pero lo ven como un Dios caprichoso y malvado, que lo hizo solo para matarlos. De hecho, en Deuteronomio 1:27 dicen: Seguro que el Señor nos odia. Mentiras. El error teológico conduce a la rebelión. ¿Hay mentiras que has creído acerca de Dios? ¿Está tu imagen de Dios alineado con la verdad bíblica? ¿Hay algunas creencias que debas cuestionar?
  6. Piensan lo peor: sus mujeres y niños serán tomados como botín. ¿Qué sería tu pesadilla?
  7. Deciden que su única opción es volver a su vida anterior en Egipto; al menos era predecible y familiar. Ten cuidado cuando el pasado parezca más atractivo que caminar con Dios. ¿A dónde regresarías tú? ¿Realmente es tan color de rosa? ¿Cuán realista es la posibilidad de volver atrás?
  8. Están listos para rechazar la autoridad de Dios y Moisés y elegir su propio líder, que haría lo que ellos quisieran. Están a punto de abandonar a Dios y la tierra que Él quiere darles y volver a la esclavitud, y probablemente a la muerte. ¿Has pensado en dejar todo y buscar a alguien que te ofrezca una vida mejor? ¿Una nueva mujer? ¿Un nuevo pastor? ¿Incluso una nueva religión?

¿Qué puede hacer un líder frente a la rebelión?

Entonces Moisés y Aarón cayeron rostro en tierra ante toda la comunidad de Israel. Dos de los hombres que exploraron la tierra, Josué, hijo de Nun, y Caleb, hijo de Jefone, se rasgaron la ropa y dijeron a todo el pueblo de Israel: «¡La tierra que atravesamos y exploramos es maravillosa! Si el Señor se agrada de nosotros, él nos llevará a salvo a esa tierra y nos la entregará. Es una tierra fértil, donde fluyen la leche y la miel.No se rebelen contra el Señor y no teman al pueblo de esa tierra. ¡Para nosotros son como presa indefensa! ¡Ellos no tienen protección, pero el Señor está con nosotros! ¡No les tengan miedo!».

¿Qué se puede hacer? ¿Qué harías tú? Moisés no sabe qué decir. Caen sobre sus rostros ante el pueblo. Josué y Caleb hablan palabras razonables de fe a la multitud; aparentemente son los únicos que se unen a los líderes. Dios les da una oportunidad más para despertarse y arrepentirse antes del juicio.

  • Habían visto la tierra, y es maravillosa. Es bueno edificar la fe y coger ánimo de los testimonios de otros creyentes que han experimentado la bondad de Dios.
  • Josué y Caleb saben que no pueden jugar con Dios. Sí, Dios les prometió la tierra, pero ellos saben que las promesas de Dios tienen condiciones. Si desobedecen al Señor, no pueden contar con su bendición y gracia, y si persisten en sus murmullos e incredulidad, no pueden esperar que Dios les dé la tierra.
  • La gente puede creer que está rebelándose contra Moisés, pero en realidad está rebelándose contra el Señor. La rebelión tendrá consecuencias drásticas.
  • Sí, hay gigantes en la tierra, pero no hay que temer. Dios peleará por su pueblo y derrotará a sus enemigos. Ya han visto a Dios pelear por ellos en Egipto y en este viaje. ¿Te enfrentas a algunos gigantes? ¿Crees que Dios puede pelear por ti? ¿Puedes confiar en Él para derrotar a tus enemigos?
  • Sus enemigos han perdido cualquier protección que habían disfrutado en el pasado. Dios está con Israel, y eso es realmente todo lo que importa. Si Dios es por ti, ¿quién contra ti?
  • Para dar énfasis, dos veces Josué y Caleb dicen: No tengan miedo. Lo que deberían temer es a Dios y las consecuencias de su rebelión.

No sabemos exactamente cuándo Moisés se levantó y habló; es posible que haya sido alentado por estas palabras de Josué y Caleb. En Deuteronomio 1:29-31 él dice: No temáis, ni tengáis miedo de ellos. Jehová vuestro Dios, el cual va delante de vosotros, él peleará por vosotros, conforme a todas las cosas que hizo por vosotros en Egipto delante de vuestros ojos. Y en el desierto has visto que Jehová tu Dios te ha traído, como trae el hombre a su hijo, por todo el camino que habéis andado, hasta llegar a este lugar.

Los ha llevado como un padre lleva a su hijo.

¡Dios los ama!

¡Deja que tu Padre te lleve!

¡Deja que Dios pelee por ti!

¡Pueden contar con Él!

¡Él ha sido fiel!

¡Tranquilo!

Para algunas personas no es fácil ofrecer palabras de fe y aliento como estas. ¿Y tú? ¿Puedes entrar en situaciones de temor y desánimo en tu hogar, iglesia o trabajo, y hablar en el nombre de Dios?

La oferta de Dios a Moisés

10 Sin embargo, toda la comunidad comenzó a decir que apedrearan a Josué y a Caleb. Entonces la gloriosa presencia del Señor se apareció a todos los israelitas en el tabernáculo. 11 Y el Señor le dijo a Moisés: «¿Hasta cuándo me despreciará este pueblo? ¿Nunca me creerán, aun después de todas las señales milagrosas que hice entre ellos? 12 Negaré que son míos y los destruiré con una plaga. ¡Luego te convertiré en una nación grande y más poderosa que ellos!».

Proclamaron palabras de fe y aliento, pero cayeron en oídos sordos. Están tan involuncrados en su temor y rebelión que están listos para apedrear a sus líderes, y lo podrían haber hecho, pero en ese momento apareció la gloria de Dios. El Señor tiene una oferta muy atractiva para Moisés; no es la primera vez que la hizo. ¿Te acuerdas del becerro de oro? Dios quería destruir a todos allí y empezar de nuevo con Moisés (Éxodo 32:10).

Esto no es solo una cuestión de temor comprensible por parte de unos pobres ex esclavos que realmente no conocen a Dios, ni son como niños que se comportan mal. Ellos desprecian a Dios. El verdadero problema es la incredulidad (dudar de su palabra). Dios espera que ellos hayan visto suficiente en estos meses del éxodo para fortalecer su fe; Él ha sido paciente con ellos, pero hay límites para su paciencia.

¿Cuántos cristianos hoy desprecian a Dios, no creyendo lo que claramente ha dicho en su Palabra? Tú no has visto el Mar Rojo dividido, pero ¿no has visto suficiente del poder de Dios para seguir adelante en la fe?

¡Mira cómo Dios honra al hombre fiel! Él hará todo lo posible por esa persona, aún eliminar al pueblo y comenzar de nuevo con Moisés.

Moisés intercede por su perdón

Moisés podría haber sido tentado a aceptar esta oferta, pero ya hemos visto su compromiso con el pueblo; él ni siquiera la contempló, y presenta un caso tan sólido que uno podría pensar que pasó horas preparándolo. Pero él no tenía mucho tiempo; si iba a salvar a la nación, tenía que actuar con prisa. Sus argumentos no tienen nada que ver con los méritos del pueblo, o con sus propios méritos; tienen todo que ver con Dios. Es un gran modelo de intercesión para nosotros.

13 Pero Moisés respondió: —¿Qué pensarán los egipcios cuando oigan acerca de esto? —le preguntó al Señor—. Ellos saben muy bien cómo demostraste tu poder cuando rescataste a tu pueblo de Egipto. 14 Si ahora los destruyes, entonces los egipcios lo informarán a los habitantes de esta tierra, los cuales ya escucharon que vives en medio de tu pueblo. Ellos saben, Señor, que te apareciste a tu pueblo cara a cara y que tu columna de nube se mantiene en el aire sobre ellos. Saben que de día vas delante de ellos en la columna de nube y por la noche en la columna de fuego. 15 Así que si ahora matas a todo el pueblo de un solo golpe, las naciones que han oído acerca de tu fama dirán: 16 “Como el Señor no pudo llevarlos a la tierra que juró darles, los mató en el desierto”.

17 »Por favor, Señor, demuestra que tu poder es tan grande como lo has declarado. Como lo has dicho: 18 “El Señor es lento para enojarse y está lleno de amor inagotable y perdona toda clase de pecado y rebelión; pero no absuelve al culpable. Él extiende los pecados de los padres sobre sus hijos; toda la familia se ve afectada, hasta los hijos de la tercera y la cuarta generación”. 19 En conformidad con tu magnífico e inagotable amor, por favor, perdona los pecados de este pueblo, así como lo has perdonado desde que salió de Egipto.

Hay tres partes principales de su oración:

  1. Preocupación por la reputación y el honor de Dios. A los ojos del mundo, Dios se identifica con esta nación; los ha llevado, realizó milagros entre ellos y habló con ellos. Si Dios los destruye, las noticias llegarán a los egipcios, y les dirán a las naciones que Dios no pudo cumplir lo que prometió. Dios quería que Israel fuese un testimonio para todas las naciones de su poder y bondad, pero el resultado sería exactamente lo contrario, y el mundo nunca sabría por qué Dios los mató.
  2. Apela a la Palabra de Dios, lo que Él ya ha dicho y revelado sobre su personaje. Dijo que es lento para la ira y está listo para perdonar la rebelión. Se requiere mucha fuerza para seguir amando y perdonando a gente tan pecaminosa.
  3. Moisés hace una petición sencilla para perdón, esperando que el amor y la misericordia de Dios superen su justicia. Varias veces Dios ya los ha perdonado; este perdón estaría conforme a lo que ya ha hecho.

¿Qué piensas? ¿Tocará Moisés el corazón de Dios con este argumento?

 

 

Números 13: ¿Obediencia o rebelión?

1El Señor le dijo a Moisés: «Envía hombres a explorar la tierra de Canaán, la tierra que les daré a los israelitas. Envía a un jefe de cada una de las doce tribus de sus antepasados». Entonces Moisés hizo lo que el Señor le ordenó y envió a doce hombres desde el campamento en el desierto de Parán, todos jefes de las tribus de Israel.

¿Quién quería enviar espías?

Estos espías serían una pesadilla para Israel, pero antes de entrar en esta porción bíblica hay otro problema para nosotros. Números dice claramente que se fueron por orden de Dios, pero el relato paralelo en Deuteronomio (1:22-23) parece contradecirlo:

»Sin embargo, todos ustedes se acercaron y me dijeron: “Primero enviemos espías a que exploren la tierra por nosotros. Ellos nos aconsejarán cuál es la mejor ruta para tomar y en qué aldeas entrar”.

»Me pareció una buena idea, así que elegí a doce espías, uno de cada tribu.

¿Cómo se concilia la diferencia? Dios puede revelar algo a un líder, pero luego le indica que espere para compartirlo con los demás. Y como lo hagas con tu hijo, a veces es mejor para ellos creer que la idea es de ellos. Dios podría haber mandado esta misión, y luego ponerla en los corazones de los hijos de Israel para solicitarla. O ellos podrían haber hecho su solicitud, y Moisés buscó al Señor para discernir su voluntad. Deuteronomio sugiere que Moisés se embarcó en esta misión tan importante sin consultar al Señor, pero eso no es característico de él.

¿Soberanía o libre albedrío?

Al igual que algunos pasajes paralelos en los evangelios nos presentan con perspectivas algo diferentes del mismo evento, Números se centra en la soberanía de Dios y su propósito al enviar los espías. ¿Necesita Dios saber quiénes habitaban en esa tierra? ¡Por supuesto no! ¿Sabe ya el resultado de su exploración? ¡Por supuesto! Pero a pesar de su plan inalterable de llevarlos a la tierra prometida, la libre voluntad del hombre puede cambiar los detalles. En este caso se retrasó su entrada en Canaán durante cuarenta años. Deuteronomio da énfasis a la libertad de la gente para solicitar espías. Es como el viejo debate de soberanía versus libre albedrío: probablemente ambos sean correctos. El resultado final es el mismo.

Lo que no cambia se encuentra en el primer versículo de Números 13: Dios le está dando la Tierra Prometida a Israel. No importa si por su rebelión e incredulidad se niegan a entrar y tomarla, o si por fe reclaman toda la tierra; la tierra es de ellos. Lo que realmente sucedió es similar a lo que sucede en nuestra experiencia de alcanzar la plenitud del plan de Dios: Su pecado y rebelión causaron un retraso significativo, mientras aprendieron algunas lecciones duras. Finalmente entraron en la tierra, pero nunca eliminaron a todos sus habitantes, lo que resultó en constantes guerras y luchas. Disfrutaron los frutos de la tierra, pero se hicieron la vida difícil.

La selección de los espías

Los versos 4 – 16 dan la lista de los representantes de cada tribu. Los únicos dos nombres de importancia para nosotros son Caleb (de Judá), y Oseas (cuyo nombre Moisés cambió a Josué) de Efraím. Hay otros dos puntos importantes:

  • Moisés quiere asegurarse de que cada tribu esté representada y participe en la evaluación de la tierra. Como ya vimos en la selección de los setenta ancianos, desde el principio el concepto de la representación de todo el pueblo fue importante en el gobierno de Israel.
  • Esta es la primera tarea importante en el éxodo que Moisés no ha dirigido; él entregó la misión a estos hombres. A veces estamos obligados a delegar, como aquí. Moisés ya había estado apartado del pueblo para bastante tiempo en el Sinaí, lo que resultó en el desastre del becerro de oro; el pueblo necesita su presencia. También, ya era un hombre mayor de unos 80 años. No era muy apto para viajar tanto, ni para espionaje.

Las instrucciones de Moisés a los espías

17 Moisés envió a los hombres a explorar la tierra y les dio las siguientes instrucciones: «Vayan al norte a través del Neguev hasta la zona montañosa. 18 Fíjense cómo es la tierra y averigüen si sus habitantes son fuertes o débiles, pocos o muchos.19 Observen cómo es la tierra en que habitan. ¿Es buena o mala? ¿Viven en ciudades amuralladas o sin protección, a campo abierto? 20 El terreno, ¿es fértil o estéril? ¿Abundan los árboles? Hagan todo lo posible por traer muestras de las cosechas que encuentren». (Era la temporada de la cosecha de las primeras uvas maduras).

Moisés dejó muy clara su misión, incluso diciéndoles cómo entrar en una tierra que ninguno de ellos nunca había visto:

  • ¿Cómo es el paisaje?
  • ¿Es la gente fuerte o débil?
  • ¿Cuántas personas hay?
  • ¿Qué tipo de tierras son?
  • ¿Buena o mala?
  • ¿Es la tierra fértil o estéril?
  • ¿Hay árboles?
  • ¿Cómo son las ciudades?
  • ¿Tienen muros y fortificaciones?

Para un pueblo que ha escuchado hablar de esta tierra que fluye leche y miel durante tantos años, la última instrucción es conmovedora: Haz tu mejor esfuerzo por traer algunos frutos de la tierra. ¡Eso sería un estímulo visible para seguir adelante!

Me he mudado muchas veces, y siempre es emocionante hacer ese primer viaje a un lugar nuevo y hacer algunas de esas mismas preguntas. Finalmente debían lograr lo que esperaban durante tanto tiempo. Hay muchas expectativas, y algo de ansiedad. Puede ser muy positivo, pero también implica bastante riesgo. Ésta será una prueba crucial de la capacidad de Moisés para administrar a su pueblo.

La exploración

21 Así que subieron y exploraron la tierra desde el desierto de Zin hasta Rehob, cerca de Lebo-hamat. 22 Yendo al norte, atravesaron el Neguev y llegaron a Hebrón donde vivían Ahimán, Sesai y Talmai, todos descendientes de Anac. (La antigua ciudad de Hebrón fue fundada siete años antes de la ciudad egipcia de Zoán).23 Cuando llegaron al valle de Escol, cortaron una rama con un solo racimo de uvas, tan grande ¡que tuvieron que transportarlo en un palo, entre dos! También llevaron muestras de granadas e higos. 24 A ese lugar se le llamó el valle de Escol (que significa «racimo») por el racimo de uvas que los israelitas cortaron allí.

Los eventos bíblicos importantes a menudo duran cuarenta días, lo cual muestra la importancia de esta exploración, y también les dio tiempo de sobra para conocer la tierra. Sería un racimo de uvas muy impresionante, que requiere dos hombres para llevarlo en un palo entre ellos. También consiguieron granadas e higos. Todos sobrevivieron. Hasta ahora todo se ve bien.

Informe de los espías

25 Después de explorar la tierra durante cuarenta días, los hombres regresaron 26 a Moisés, a Aarón y a toda la comunidad de Israel en Cades, en el desierto de Parán. Informaron a toda la comunidad lo que vieron y les mostraron los frutos que tomaron de la tierra. 27 Este fue el informe que dieron a Moisés: «Entramos en la tierra a la cual nos enviaste a explorar y en verdad es un país sobreabundante, una tierra donde fluyen la leche y la miel. Aquí está la clase de frutos que allí se producen. 28 Sin embargo, el pueblo que la habita es poderoso y sus ciudades son grandes y fortificadas. ¡Hasta vimos gigantes allí, los descendientes de Anac! 29 Los amalecitas viven en el Neguev y los hititas, los jebuseos y los amorreos viven en la zona montañosa. Los cananeos viven a lo largo de la costa del mar Mediterráneo y a lo largo del valle del Jordán».

Primero, las buenas noticias. La tierra realmente fluye leche y miel; tienen la fruta para probarlo. Sin embargo, en esta vida por lo general hay un «pero,» y este es un gran pero: Personas grandes y poderosas habitan la tierra, y hay ciudades grandes y fortificadas.

Obviamente, todos estaban ansiosos por escuchar su informe. Parece que dieron un informe general a todos, y luego le dieron más detalles a Moisés. Pero podría haber sido más prudente informar primero a Moisés y entonces decidir cuales detalles compartirían con toda la asamblea. Una vez que escucharon la voz de la duda y el miedo, sería casi imposible contrarrestarlo.

Dos respuestas a la exploración

30 Pero Caleb trató de calmar al pueblo que se encontraba ante Moisés. —¡Vamos enseguida a tomar la tierra! —dijo—. ¡De seguro podemos conquistarla!

31 Pero los demás hombres que exploraron la tierra con él, no estuvieron de acuerdo: —¡No podemos ir contra ellos! ¡Son más fuertes que nosotros!

32 Entonces comenzaron a divulgar entre los israelitas el siguiente mal informe sobre la tierra: «La tierra que atravesamos y exploramos devorará a todo aquel que vaya a vivir allí. ¡Todos los habitantes que vimos son enormes! 33 Hasta había gigantes, los descendientes de Anac. ¡Al lado de ellos nos sentíamos como saltamontes y así nos miraban ellos!».

Ahora tienen que escoger: Obedecer o rebelarse; tener fe, o permitir que el miedo los paralice y los conduzca al pecado. Todo es cuestión de perspectiva, ¿verdad?

Hay aspectos positivos y negativos de casi todo lo que nos enfrenta en la vida. Sería genial si pudieran entrar a la tierra sin oposición ninguna, pero la vida no es así. Casi todo lo que obtenemos implica algo de lucha. Tenemos la palabra de Dios y sus promesas. Conocemos sus propósitos para nosotros. Tenemos que elegir entrar en lo que puede ser desconocido y temible, confiando que Dios está con nosotros, y que podemos coger ánimo de las uvas y los testimonios de otras personas que han experimentado la fidelidad de Dios. O podemos escuchar a los quejosos y sus informes negativos. Podemos mirar los hechos, y también podemos reconocer nuestra tendencia a exagerar. Gran parte de la forma en que abordamos la vida implica cómo nos vemos con nuestros propios ojos y cómo nos sentimos. ¿Te ves como un saltamontes? ¿O un poderoso guerrero armado con poderosas armas espirituales?

Solo dos hombres vieron la situación con los ojos de la fe. Dios dijo que Caleb «tenía un espíritu diferente.» Ya hemos visto la fe de Josué. Esos dos hombres fueron contrarrestados por diez que solo vieron los obstáculos. Solo dos de doce. Esa puede ser la relación típica de aquellos que se avanzan valientemente en fe, y aquellos que siembran dudas y miedo. ¿De cuál grupo sueles formar parte? ¿Hay posibilidades de obediencia y de servicio? ¿Estás tentado de ir con lo que es seguro? ¿Ves solo los obstáculos? ¿O puedes confiar en que los obstáculos son oportunidades para que Dios se glorifique a sí mismo?

En el próximo capítulo veremos lo que el pueblo eligió – y cómo Moisés maneja uno de sus mayores desafíos.

Números 12    El peligro de criticar a los líderes de Dios

El éxodo de los hebreos de Egipto se caracterizó por quejas, murmullos y rebeldía, pero hasta ahora muy poco se dirigió a Moisés personalmente. Cuando llega el ataque, no es de la gente, sino de la familia: su hermana y su hermano. Sí, el mismo Aarón que se paró con Moisés ante Faraón, su portavoz y el sumo sacerdote. Y Miriam, quien dirigió al pueblo en la adoración después de cruzar el Mar Rojo. Miriam, que vio a su hermano colocado en una cesta en el Nilo y arregló su cuidado con la hija del faraón. Es triste, pero a menudo la oposición más fuerte proviene de los más cercanos a nosotros. Por supuesto, ellos conocen nuestras debilidades y vulnerabilidades, pero también pueden estar celosos de nosotros.

Miriam y Aarón tenían un problema: No podían encontrar ninguna crítica legítima. Moisés andaba sin reproche. Así que deciden atacar a su esposa. Si eres un líder, prepárate para las críticas dirigidas a tu familia. Siempre mantén tu lealtad a esa familia; a Satanás le encantaría utilizar la política de la iglesia para abrir una brecha entre tú y tu familia.

La esposa de Moisés

1Mientras estaban en Hazerot, Miriam y Aarón criticaron a Moisés porque se había casado con una cusita. 

Hay mucho debate acerca de quién era esta mujer cusita (o etíope). Es posible que no fuera Séfora, porque ella era madianita. Desafortunadamente, algunos usan este versículo para justificar el divorcio y el nuevo matrimonio, diciendo que cuando Moisés despidió a Séfora (Éxodo 18:2), se divorció de ella y luego se casó con esta mujer. Tal vez por eso a Miriam y Aarón no les gustaba que se casara con esa mujer. Sabemos que la relación de Moisés con Séfora no era la mejor, pero es demasiado decir de este versículo que Moisés se divorció de ella. Era muy común en el Antiguo Testamento que un hombre tomara varias mujeres. El hecho que no fuera hebrea podría haber sido un problema para Miriam también. Dada la estatura de Moisés en la Biblia, es un poco sorprendente que no se haya casado con una hebrea.

Parece que los otros hebreos no estaban preocupados por la esposa de Moisés; Miriam y Aarón querían exagerar su importancia, con la esperanza de crear malestar entre la gente. Era solo una cortina de humo; ahora vamos a ver la verdadera razón de su crítica.

Celos

Dijeron: «¿Ha hablado el Señor solamente por medio de Moisés? ¿Acaso no ha hablado también a través de nosotros?». Y el Señor los oyó. 

Miriam y Aarón ambos ocupaban posiciones importantes: Aarón era sacerdote y Miriam dirigía la adoración y era una profetisa (Éxodo 15:20). Es cierto que Dios habló a través de ella. Miqueas 6:4 dice que Dios envió a los dos, junto con Moisés, para conducir al pueblo, pero eso no era suficiente para ellos. Envidiaban la comunión que Moisés tenía con Dios y la manera en que Dios habló a través de él. Ellos estaban celosos de que él fuese la cabeza.

¿Has estado celoso de los dones o la unción de otra persona? ¿Tal vez su predicación, dones de sanidad o habilidades proféticas? ¿O su carisma y popularidad en la iglesia? ¿Eres consciente de personas que envidian tu posición y tus dones? ¿Tal vez incluso miembros de tu familia? El Nuevo Testamento enseña claramente que Dios da dones según su voluntad, y en el Cuerpo de Cristo todos somos importantes (1 Corintios 12).

Ellos no incitan a una rebelión contra Moisés ni buscan su posición; solo quieren ser reconocidos como igualmente dotados y compartir su unción profética. Cuando Dios tomó del Espíritu que estaba en Moisés y lo repartió entre los setenta ancianos en el capítulo anterior, Aarón y Miriam no lo recibieron, lo que me parece que pudo haber provocado su descontento. En la superficie, lo que hicieron Aarón y Miriam no parece tan grave. Pero fue grave para Dios.

El hombre más humilde en la tierra

(Ahora bien, Moisés era muy humilde, más que cualquier otra persona en la tierra).

Guau. Esa es una declaración fuerte, y podemos suponer que se insertó más tarde. Creemos que Moisés escribió este libro, ¡y no sería muy humilde escribir esto! Es notable que Moisés permaneció humilde con la autoridad y las increíbles experiencias espirituales que tuvo. Fue criado en el palacio. Salió de Egipto un joven seguro de sí mismo y orgulloso. Dios usó los cuarenta años en Madián para quebrantarlo. Ver la gloria de Dios lo ayudó a mantenerse humilde.

¿Qué hay de ti? ¿Podría alguien decir esto acerca de ti? El orgullo es una tentación fuerte para pastores exitosos (y cualquier hombre). La humildad tiene un gran valor a los ojos de Dios.

Dios enfrenta a los rebeldes

Así que, el Señor llamó de inmediato a Moisés, a Aarón y a Miriam y les dijo: «¡Vayan los tres al tabernáculo!»; y los tres fueron allí. 

Dios actuó de inmediato y los llamó a la tienda de reunión; no podría soportar esta locura que podría destruir la autoridad de Moisés. No sabemos si Moisés se dio cuenta de lo que estaba sucediendo. Si lo sabía, no se defendió ni los reprendió; los dejó en manos de Dios. Es sabio seguir su ejemplo con quienes nos critican.

Los desafíos a la autoridad pastoral son comunes. Pueden comenzar sembrando dudas sobre su carácter o sus acciones, pero fácilmente pueden terminar con una iglesia dividida y mucha gente lastimada. Se necesita mucha sabiduría para responder a una rebelión. El ejemplo de Dios nos enseña a no esperar hasta que crezca un gran problema, sino a enfrentarlo de inmediato. Puede ser necesario llamar a alguien que tenga autoridad sobre la iglesia, porque es muy difícil para la persona criticada resolver la situación.

Entonces el Señor descendió en la columna de nube y se detuvo en la entrada del tabernáculo. «¡Aarón y Miriam!», llamó él.

Miriam y Aarón querían oír mas la voz de Dios, pero en su pecado no reciben ningún mensaje del Señor. ¡Él está hablando a ellos! Si puedes visualizar esto, es muy impresionante. ¿Que estaban pensando Aarón y Miriam? ¿Estaban tan arrogantes que esperaban alguna comisión o unción especial de Dios? ¿O se dieron cuenta de que estaban en problemas?

Ellos dieron un paso al frentey el Señor les habló: «Escuchen lo que voy a decir:

»Si hubiera profetas entre ustedes,
yo, el Señor, me revelaría en visiones;
les hablaría en sueños.
Pero no con mi siervo Moisés.
De toda mi casa, él es en quien confío.
Yo le hablo a él cara a cara,
¡con claridad y no en acertijos!
Él ve al Señor como él es.
¿Entonces, por qué no tuvieron temor de
criticar a mi siervo Moisés?».

Moisés era más que un profeta, él era un amigo de Dios. Normalmente recibimos palabras proféticas en sueños o visiones. Joel profetizó que serían comunes después de Pentecostés. Hoy, como en ese entonces, esas revelaciones proféticas pueden venir en acertijos. No sabemos exactamente por qué Dios ha escogido revelarse de esa manera, pero puede ser para que solo aquellos con discernimiento del Espíritu Santo puedan entenderlos.

¿Qué hay de ti? ¿Has tenido sueños o visiones? ¿Estás abierto a ellos?

La fidelidad de Moisés era lo que realmente tocó el corazón de Dios. Ya sabemos que Moisés tenía una tarea muy difícil, pero era fiel en toda la casa de Dios. ¿Y tú? La fidelidad es muy importante para Dios. ¿Has sido fiel a tu esposa y a tu familia? ¿Al llamado de Dios en tu vida? ¿Fiel en la casa de Dios?

Hablar contra alguien que el Señor ha puesto en autoridad es muy serio. No importa si hay algún fundamento para la crítica. Puede ser un marido, un pastor o alguien más en autoridad; míralos con temor y temblor. Si lo estás haciendo ahora, detenlo. Cuida tu corazón y honra a aquellos que Dios ha puesto en autoridad sobre ti. Si hay otros que hablan en tu contra, confía en Dios para tratar con ellos y reivindicarte. Y no seas orgulloso; párate y examínate a ti mismo para ver si hay algo de verdad en lo que dicen.

El juicio de Dios

El Señor estaba muy enojado con ellos y se fue.

Cuando Dios está enojado, se irá. No le gusta estar cerca de los rebeldes. Si de repente parece que Dios ha dejado tu vida o tu iglesia, pregúntale por qué. ¡No querrás que Dios se enoje contigo mientras tú creas que todo está bien! No sabemos qué forma tomó la ira ardiente del Señor, pero estoy seguro de que ellos estaban al tanto de su ira. Fue cuando Él se fue y la nube se levantó que vieron la evidencia de esa ira.

10 Cuando la nube dejó de estar encima del tabernáculo, allí estaba Miriam, con su piel tan blanca como la nieve, leprosa. Cuando Aarón vio lo que había pasado con ella, 11 clamó a Moisés: «¡Oh, mi señor! ¡Por favor, no nos castigues por este pecado que tan neciamente cometimos! 12 No dejes que ella sea como un bebé que nace muerto y que ya está en descomposición».

¿Por qué estaba afligida Miriam y no Aarón? ¿Por qué no pidió perdón Miriam? Parece que Miriam era la cabecilla de esta rebelión. Es posible que Aarón demostró la misma debilidad que mostró con el becerro de oro, fácilmente influenciado y arrastrado a la situación. Él llama a Moisés señor, y le pide perdón, aunque no le pide perdón a Dios.

Moisés intercede por su hermana

13 Entonces Moisés clamó al Señor: —¡Oh Dios, te suplico que la sanes!

Eso requiere gracia y humildad. ¿Te sentirías tentado a decir?: «Ese no es mi problema. Habla con Dios. Tal vez si ustedes realmente se arrepienten, Dios la sanara.» ¿Estarías secretamente encantado de que ella estuviera afligida y aprendiera su lección? No Moisés. Con la misma compasión y profundidad de carácter que hemos visto en varias ocasiones, clamó a Dios, sabiendo que Él tiene el poder de sanarla.

14 Pero el Señor le dijo a Moisés: —Si el padre de Miriam tan solo la escupiera en la cara, ¿no duraría su contaminación siete días? Por lo tanto, mantenla fuera del campamento durante siete días y después podrá ser aceptada de nuevo.

Si no fuera por la intercesión de Moisés, Miriam podría haber permanecido leprosa por el resto de su vida. Dios honra la súplica de Moisés, pero solo después de siete días con Miriam fuera del campamento. Es como si Dios estuviera diciendo, «Le he escupido en la cara… ahora ella tiene que pasar esos días en desgracia.» La reprensión pública requiere un período de vergüenza pública.

15 Así que Miriam permaneció fuera del campamento durante siete días, y el pueblo esperó hasta que la trajeron para continuar su viaje. 

Eso es muy humillante. Todos sabían que se quedaron siete días en el campamento a causa de la rebelión de Miriam y el juicio de Dios sobre ella. Fue una advertencia clara para ellos de no rebelarse contra el ungido del Señor. Miriam nunca se volvió a mencionar hasta que su muerte se registra en Números 20:1.

Dios espera que honremos, respetemos y obedezcamos a aquellos que Él pone en autoridad. La rebelión contra esa autoridad es muy ofensiva para Él. Pero también yo he visto líderes abusivos usar este pasaje para ordenar lealtad inquebrantable. Cualquier cuestionamiento de sus decisiones o sugerencias sobre cómo hacer las cosas mejor se toman como un desafío a su autoridad. El «rebelde» puede ser golpeado espiritualmente y emocionalmente hasta que se someta, o sea expulsado de la asamblea. Tal vez el versículo tres es el más importante en este capítulo: Moisés era humilde; no usaba una mano dura para mantener su control sobre la gente. Un líder humilde tendrá el corazón de un siervo y estará abierto a críticas y consejos. Nunca dice que no podemos acercarnos a un líder y compartir nuestras inquietudes con él. Para situaciones serias, Jesús nos dio un procedimiento a seguir en Mateo 18:15-17. El liderazgo plural es saludable. Cuando una persona tiene el control total (una de las quejas de Miriam y Aarón contra Moisés) hay muchas más posibilidades de abuso. Moisés ahora tiene la protección de los setenta ancianos.

Los medios sociales e Internet ahora ofrecen una plataforma para todos los Miriam y Aarón en nuestro mundo. Y hay muchos de ellos, sobre todo con el sesgo de nuestra cultura contra la autoridad. Ten mucho cuidado con lo que escribas (y leas, y creas) en línea acerca de los líderes de Dios. Y sigue el ejemplo de la humildad de Moisés.

Números 11: 1-34  Rebeldía: Quejas y descontento

En el capítulo anterior vimos la importancia para Dios de la autoridad y la sumisión; ahora veremos los resultados desastrosos de la rebelión. Quizás no sea coincidencia que esta rebelión se produjo justo después de recibir la ley, construir el tabernáculo y acercarse a la Tierra Prometida. Aquí se rebelan contra Dios mismo, pero es Moisés que tiene que tratar con el pueblo, como la autoridad delegada de Dios.

La rebeldía a menudo se manifiesta en quejas y descontento

1Poco después el pueblo comenzó a quejarse de las privaciones que enfrentaba, y el Señor oyó todo lo que decían. Entonces el enojo del Señor se encendió contra ellos y envió un fuego que ardió entre ellos y destruyó a algunos en las afueras del campamento. 

No es fácil vivir en un desierto: No tenían control sobre sus vidas y estaban obligados a moverse con la nube, por orden de Dios. Tú también puedes estar pasando por circunstancias muy difíciles, pero eso no justifica quejarse. Puede ser muy difícil, pero Dios nos llama a alabarlo y agradecerle, incluso en el desierto. Quejarse es como el cáncer, infectando la iglesia, la familia o el trabajo. No logra nada, y Dios lo odia. ¿Por qué? Porque esencialmente estamos diciendo que Él no sabe lo que está haciendo; no estamos sometiéndonos a lo que Él soberanamente ha colocado en nuestro camino. Nos falta la fe de que Dios puede cambiar las cosas y hacerlas más fáciles, si quisiera. De hecho, podemos estar enojados que no lo hace.

Pecamos no solo cuando nos quejamos de Dios, sino también de cualquier persona que Él coloque sobre nosotros en autoridad. Eso no quiere decir que no puedes orar por esa persona, clamar a Dios y hablar con ella para tratar de mejorar la situación. Pero el espíritu de queja enciende la ira de Dios, y cuando Dios se enoja, las cosas se ponen feas: El fuego consumió las afueras del campamento. No está claro si mató a gente, pero definitivamente llamó la atención. Una vez más, ellos naturalmente miran a su líder, Moisés:

Así que el pueblo pidió ayuda a gritos a Moisés, y cuando él oró al Señor, el fuego se apagó.Después, ese lugar fue conocido como Taberá (que significa «lugar del fuego que arde»), porque el fuego del Señor ardió allí entre ellos.

Fiel como siempre, Moisés intercede, y el fuego se detiene. Pero, como muchos de nosotros, la gente tardó en recibir el mensaje:

Al populacho que iba con ellos le vino un apetito voraz. Y también los israelitas volvieron a llorar, y dijeron: «¡Quién nos diera carne! ¡Cómo echamos de menos el pescado que comíamos gratis en Egipto! ¡También comíamos pepinos y melones, y puerros, cebollas y ajos! Pero ahora, tenemos reseca la garganta; ¡y no vemos nada que no sea este maná!»

Ahora están quejándose de lo que Dios específicamente y milagrosamente suministró en respuesta a sus gemidos anteriores. Vemos varios problemas en estos versos:

  • El populacho. El problema comenzó con la mezcla de extranjeros que se unieron a los israelitas cuando salieron de Egipto. No es para señalar a los extranjeros, pero les faltaba mucho conocimiento de Dios y sus promesas y propósitos. Puede haber chusma en cualquier grupo, no necesariamente extranjeros. Ten cuidado con ellos y ten en cuenta los problemas que pueden causar. Su queja rápidamente se extendió a los israelitas.
  • Antojos. Todos sabemos lo que es tener un apetito voraz por algo, y muchas veces hacemos lo necesario para satisfacerlo. Es especialmente fácil anhelar lo que no podemos tener, ya sea comida o algún placer. Es normal tener un apetito saludable, y un antojo suena inocente, pero es un paso pequeño del antojo a la lujuria, y de hecho la palabra hebrea aquí significa lujuria. Ten cuidado de que tus apetitos no te controlen y te lleven a pecar. Está atento a la lujuria y los antojos en ti mismo, tu familia y otras personas en tu carga. No tengas miedo de enfrentarlos antes de que les cause problemas serios.
  • Lamentos. Llanto. ¿En serio? ¿Está tan malo? Cuando caemos en la rebelión y un espíritu de queja, exageramos la importancia de lo que nos falta y comenzamos a sentir que no podemos vivir sin ello.
  • «Si tan solo.» Eso se puede aplicar a muchas cosas. Los medios parecen alentarlo. Si solo tuviera una casa como la que se ve en la tele. Si tan solo fuese bien parecido. Si tan solo tuviera más dinero. Incesantemente. La triste verdad es que no estarás satisfecho cuando lo consigas. Si tienes ese espíritu quejumbroso, siempre habrá otro «si tan solo.»
  • Nostalgia. Los buenos viejos tiempos, tal vez antes de aceptar a Cristo. Los hebreos olvidaron su arduo trabajo como esclavos, y solo recuerdan la buena comida que disfrutaban en Egipto. La tendencia es culpar a cualquiera que te sacó de esa situación y lamentar las decisiones que has tomado. En el caso extremo, vuelvas a Egipto en busca de la vida buena. Lamentablemente, por lo general no es lo mismo, y rara vez fue tan bueno como recuerdas. Sin duda, la comida era gratis, al igual que la comida en la prisión es gratis. ¿Pero realmente quieren volver a ser esclavos?
  • La pérdida de apetito. Nada satisface. Ya no amas a tu mujer. No soportas la idea de ir a trabajar. La iglesia no hace nada por ti. Incluso el sexo no es atractivo (¡ya sabes que las cosas están muy malas!). Dios quiere que disfrutemos lo que Él nos ha dado (¡sin importar las circunstancias que Él haya permitido!). Cuando pierdas el apetito, examínate para ver si tienes un espíritu de rebelión o descontento.

Una descripción del maná

El maná era parecido a pequeñas semillas de cilantro, y era de un color amarillo claro como goma de resina. La gente salía a recogerlo del suelo. Con el maná se hacía harina en los molinos de mano o se machacaba en un mortero. Luego se hervía en una olla para hacer panes planos que sabían a pastelitos horneados con aceite de oliva. Durante la noche, el maná caía sobre el campamento juntamente con el rocío.

Incluso Moisés está infectado por el espíritu de la queja

10 Moisés escuchó que las familias del pueblo lloraban, cada una a la entrada de su tienda, con lo cual hacían que la ira del Señor se encendiera en extremo. Entonces, muy disgustado, 11 Moisés oró al Señor:

—Si yo soy tu siervo, ¿por qué me perjudicas? ¿Por qué me niegas tu favor y me obligas a cargar con todo este pueblo?12 ¿Acaso yo lo concebí, o lo di a luz, para que me exijas que lo lleve en mi regazo, como si fuera su nodriza, y lo lleve hasta la tierra que les prometiste a sus antepasados? 13 Todo este pueblo viene llorando a pedirme carne. ¿De dónde voy a sacarla? 14 Yo solo no puedo con todo este pueblo. ¡Es una carga demasiado pesada para mí! 15 Si éste es el trato que vas a darme, ¡me harás un favor si me quitas la vida! ¡Así me veré libre de mi desgracia!

¡Whoa! ¡El espíritu quejoso incluso ha llegado a Moisés! ¡Así de  poderoso puede ser! Moisés ya no se somete felizmente al llamado de Dios, intercediendo fielmente por el pueblo. Todo el campamento se apodera de murmullos. ¡Cada familia se ve afectada! La nación está paralizada, y si Dios le quita la vida de Moisés, como él lo pide, esta gran liberación será un fracaso.

No deberías ser muy duro con Moisés. Sospecho que cada líder tiene momentos como este, cuando está listo para tirar la toalla y renunciar (¡tal vez cada semana!), pero cuando caemos en este agujero, por lo general habrá mucha auto-compasión, engaño y mentiras. El enemigo está riéndose. Mira lo que dice Moisés:

  • ¿Por qué has hecho mal a tu siervo? Bueno, en cierto sentido, Dios lo hizo, llamando a Moisés de su vida tranquila pastoreando ovejas. ¡Pero Dios no causó esto! ¡La gente lo hizo! ¿Estás culpando a Dios en tu corazón por el resultado del pecado de alguien?
  • ¿Por qué no he hallado gracia en tus ojos, que has puesto la carga de todo este pueblo sobre mí? Cuando las cosas no van bien en la iglesia o la familia, es fácil sentir que Dios está descontento con nosotros. Ciertamente, ¡si tuviéramos su favor, las cosas mejorarían! Pero Dios nos da la carga que Él sabe que podemos llevar, y no más. Si la carga es pesada, es porque Él está  complacido contigo. ¡Dios no quiere lastimarte!
  • ¿Concebí yo a todo este pueblo? ¿Lo engendré yo? A veces el líder puede sentir como está criando niños. ¡Y puede ser tan doloroso como el parto! Moisés tiene razón cuando dice que ellos pertenecen a Dios; por supuesto que él no los concibió ni los dio a luz. Pero como un padre adoptivo, cuando Moisés aceptó la carga de ser una autoridad delegada de Dios, se convirtió en un padre para ellos, con todas las luchas relacionadas.
  • Llévalo en tu seno, como lleva la que cría al que mama, a la tierra de la cual juraste a sus padres. No sabemos cuándo Dios lo ordenó; no aparece en la Biblia. Pero es una hermosa imagen de la carga que Dios le da a los líderes espirituales, y ambas son imágenes femeninas. Sí, definitivamente hay paternidad involucrada en pastorear o liderar, pero hay también maternidad. ¡A veces te cansas de enfrentarte a muchos bebés! Pero tienes que llevarlos tiernamente en tus brazos. En este momento, probablemente es lo último que Moisés quiere hacer. Puede que no sea muy natural para ti, pero junto con el llamado, Dios te dará la capacidad de hacerlo.
  • ¿De dónde conseguiré yo carne para dar a todo este pueblo? Porque lloran a mí, diciendo: Danos carne que comamos. “¡Yo no tengo lo que esta gente quiere! ¡No tengo el dinero para proveerlo! ¡Son muy exigentes!» En lugar de centrarte en tu incapacidad, date cuenta de lo pecaminoso de lo que están pidiendo. Si tienen una petición legítima, Dios lo proveerá. Pero cuando la petición es obviamente imposible, no te desesperes. Tú no tienes que conseguir la carne.
  • Yo no puedo tratar con todo este pueblo solo. ¡Es una carga demasiado pesada para mí! ¡Tiene razón! Si tú sientes que puedes, ¡no necesitarías a Dios! Tú puedes sentir que el llamado de Dios en tu vida es una carga demasiado pesada. Eso no significa que estás en el lugar equivocado. Es posible que solamente ahora estés llegando al punto en que Dios puede hacer sus milagros. Cuando llegues al final de ti mismo, Dios estará allí. Tal vez hasta este punto Moisés estaba trabajando con todas sus fuerzas para ser un buen líder; ahora tiene la oportunidad de experimentar la gracia de Dios.
  • Si éste es el trato que vas a darme, ¡me harás un favor si me quitas la vida! ¡Así me veré libre de mi desgracia! Si eres honesto, probablemente tú hayas dicho algo similar en algún momento. Moisés realmente está pensando solo en sí mismo. Dios no está maltratando a Moisés, y la muerte (a veces pensamientos de suicidio) es realmente un escape de lidiar con lo que parece más de lo que puede soportar. Ahora vemos la fuente de sus temores, y es un temor muy común entre los hombres: el temor al fracaso. En su caso, no es el miedo a lo que la gente diría si fracasa; no soporta la idea de enfrentar su propia ruina. No podía vivir consigo mismo. Probablemente habrá fracasos en tu vida. Algunos pueden ser devastadores: Un matrimonio fallido, o perder tu iglesia o empleo. Duele, pero no es el fin del mundo. No tienes que matarte a ti mismo ni pedirle a Dios que te mate. Dios quiere liberarte del temor al fracaso. A fin de cuentas, ese temor revela una falta de fe de que Dios te ayudará, es soberano, te ama y quiere lo mejor para ti.

Dios responde

16 Entonces Jehová dijo a Moisés: Reúneme setenta varones de los ancianos de Israel, que tú sabes que son ancianos del pueblo y sus principales; y tráelos a la puerta del tabernáculo de reunión, y esperen allí contigo. 17 Y yo descenderé y hablaré allí contigo, y tomaré del espíritu que está en ti, y pondré en ellos; y llevarán contigo la carga del pueblo, y no la llevarás tú solo.

La primera provisión: Otros para compartir la carga

¿Sigues intentando hacer todo por ti mismo? Demasiados pastores lo hacen. Nadie más puede hacerlo tan bien como tú. Puede ser difícil confiar en otros, sobre todo cuando te has decepcionado en el pasado. La mayoría de los hombres tratan de manejar ser padres y esposos por sí mismos. Es muy difícil para un hombre hablar con otro hombre acerca de problemas familiares. Pero Dios nos ha diseñado para funcionar en comunidad, y necesitamos el apoyo de otros familiares, amigos y hermanos en Cristo.

Moisés era libre de seleccionar los setenta. Probablemente la mayoría ya funcionaba como líderes. Moisés había aprendido a delegar autoridad de su suegro (Éxodo 18). Setenta ancianos acompañaron a Moisés al Monte Sinaí, pero no entraron en la gloria de Dios con él. Ahora estarán de pie con él y escucharán la voz de Dios. ¡Qué bueno sería saber lo que Dios dijo! Posiblemente reafirmó la posición y autoridad de Moisés.

Ahora la gente puede presentar sus quejas a otros hombres. Pero Moisés tiene que orientar al pueblo, porque la gente siempre quiere hablar con el pastor principal o la persona cargo. Es importante que estos líderes sean reconocidos oficialmente, así como necesitamos algún tipo de ceremonia en la iglesia para confirmar nuevos líderes. Uno de los peligros de delegar es dar una posición sin el poder correspondiente. Estos ancianos necesitan el Espíritu Santo. Aunque ya eran líderes, no habían recibido al Espíritu; ahora Dios les repartirá del Espíritu que estaba sobre Moisés.

En su queja rechazaron al Señor

18 »También dile al pueblo: “Purifíquense, porque mañana tendrán carne para comer. Ustedes gemían y el Señor oyó sus quejidos: ‘¡Oh, un poco de carne! ¡Estábamos en mejores condiciones en Egipto!’. Ahora, el Señor les dará carne y tendrán que comérsela. 19 Y no será solo un día, ni dos, ni cinco, ni diez, ni aun veinte. 20 La comerán durante un mes entero, hasta que les produzca náuseas y estén hartos de tanta carne. Pues han rechazado al Señor que está aquí entre ustedes y han lloriqueado diciendo: ‘¿Por qué dejamos Egipto?’”.

¡Que revelación tan interesante del carácter de Dios! ¿Quieren carne? Él les dará carne, pero comerán hasta que la detestan. ¿Crees que Dios puede hacer lo mismo con nosotros?

Le han hecho tres cosas desagradables a Dios:

  • Llorar; en sí mismo, no hay nada malo con el llanto, pero Dios no está impresionado con lamentos egoístas.
  • Mirar hacia atrás y lamentar la decisión de seguir a Dios y dejar atrás el mundo y la esclavitud.
  • Rechazar a Dios; eso es esencialmente lo que hacen con las primeras dos cosas. Claro que dirían: «¡Oh, no! Queremos a Dios. Solo queremos que Él haga las cosas como nosotros queremos.»

¿Cómo rechazamos a Dios?

  • Mirando hacia atrás y pensando que estábamos mejor sin Dios.
  • Quejándonos de lo que Dios ha hecho en nuestras vidas.
  • Haciendo un ídolo de algo (en este caso, la carne).

Lo triste es que Dios todopoderoso está justo en medio de ellos, y ni siquiera se dan cuenta. No les importa que estén lastimándolo. ¡La presencia de Dios es mucho mejor que la carne más rica! Debido a su pecado, antes de recibir la provisión de Dios, tienen que consagrarse y purificarse.

¿Estás tentado a mirar hacia atrás? ¿Has puesto todas tus esperanzas en algo que parece fuera de tu alcance? ¿Tal vez algo que Dios no tiene para ti? ¿Estás lloriqueando?

No es característico, pero Moisés también ha caído en la incredulidad, y Dios tiene que recordarle quién es Él.

La incredulidad de Moisés

21 Entonces Moisés respondió al Señor: —¡Hay seiscientos mil soldados de infantería aquí conmigo y aun así dices: “Yo les daré carne durante un mes entero”!22 Aunque matáramos a todos nuestros rebaños y manadas, ¿podría eso satisfacerlos? O si pescáramos todos los peces del mar, ¿alcanzaría?

Este es el mismo hombre que presenció las plagas de Egipto, la división del Mar Rojo y la gloria de Dios en el Monte Sinaí. ¡Sin decir nada de agua de una roca y el maná del cielo! ¿Y ahora no tiene la fe que Dios puede proveer carne?

En este momento Moisés está desesperado y embotado. Su visión está nublada y no puede ver a Dios y su poder. Yo lo he visto en mucha gente: Puede caminar con fe, pero alcanza el límite de su fe y ya no puede creer que Dios solucionará ningún problema. Moisés me recuerda a los discípulos cuando Jesús les pidió que alimentasen a la multitud.

¿Te cuesta creer que Dios hará algo importante en tu vida? ¿Has estudiado todas las cifras y estadísticas y te parece que no hay manera? ¿Qué ha hecho Dios por ti en el pasado? ¿Por qué no puede hacer algo aún mayor en el futuro?

23 Entonces Jehová respondió a Moisés: ¿Acaso se ha acortado la mano de Jehová? Ahora verás si se cumple mi palabra, o no.

Dios es mucho más paciente con Moisés que con la multitud, pero obviamente no está complacido; Moisés duda de su palabra y cuestiona su poder. Para Moisés, ver es creer, y Dios va a probarse a sí mismo.

¿Es esta palabra para ti? ¿Estás cuestionando la capacidad de Dios para hacer algo que te ha prometido en su Palabra? ¡El brazo de Dios no ha acortado ni perdido su poder! Este mismo Dios no ha cambiado; es lo mismo ayer, hoy y siempre.

24 Moisés fue y le comunicó al pueblo lo que el Señor le había dicho. Después juntó a setenta ancianos del pueblo, y se quedó esperando con ellos alrededor de la Tienda de reunión.

Es claro que este fue un día muy malo para Moisés, pero aún hace dos cosas muy importantes que tú también debes hacer a pesar de las luchas en tu vida:

  • Él dijo lo que Dios le dio para decir. Confía en la Palabra de Dios lo suficiente para salir y proclamarla a la gente. Si Dios no cumple esa palabra, Moisés parecerá un mentiroso, pero siempre puedes confiar en lo que Dios ha dicho. Proclámalo.
  • Él hizo lo que Dios le dijo que hiciera. Además de consagrar al pueblo, no había nada que Moisés tuviera  que hacer para conseguir la carne. Solo tenía que reunir a los setenta ancianos, y eso lo hizo inmediatamente. Cuando lo hizo, experimentaron algo parecido a Pentecostés.

25 El Señor descendió en la nube y habló con Moisés, y compartió con los setenta ancianos el Espíritu que estaba sobre él. Cuando el Espíritu descansó sobre ellos, se pusieron a profetizar. Pero esto no volvió a repetirse.

Esta no es la única referencia en el Antiguo Testamento a la gente «profetizando» cuando el Espíritu de Dios cayó sobre ellos. No creo que signifique que todos los setenta estaban recibiendo mensajes inspirados por Dios al mismo tiempo. Esta fue una alabanza extática, muy posiblemente en otras lenguas. En las Escrituras, cuando el Espíritu viene sobre alguien, casi siempre hay una manifestación de la lengua, ya sea en alabanza, profecía o lenguas desconocidas. Ésta fue la única vez que profetizaron, y hubo un giro interesante:

26 Dos de los ancianos se habían quedado en el campamento. Uno se llamaba Eldad y el otro Medad. Aunque habían sido elegidos, no acudieron a la Tienda de reunión. Sin embargo, el Espíritu descansó sobre ellos y se pusieron a profetizar dentro del campamento. 27 Entonces un muchacho corrió a contárselo a Moisés: —¡Eldad y Medad están profetizando dentro del campamento!

28 Josué hijo de Nun, uno de los siervos escogidos de Moisés, exclamó: —¡Moisés, señor mío, deténlos!

29 Pero Moisés le respondió: —¿Estás celoso por mí? ¡Cómo quisiera que todo el pueblo del Señor profetizara, y que el Señor pusiera su Espíritu en todos ellos!

30 Entonces Moisés y los ancianos regresaron al campamento.

En medio de uno de sus momentos más débiles, Moisés proclama una profecía que hemos visto cumplida. ¡Dios ahora distribuye su Espíritu a todos los creyentes y les da el potencial de profetizar!

Hay algunos como Josué en la iglesia hoy; quieren mantener un aura alrededor de aquellos que tienen dones especiales y dar la impresión de que los demás son menos espirituales y no pueden tener la misma experiencia. Eso fue muy evidente en la iglesia medieval, donde deliberadamente mantenían a la gente común en la ignorancia.

Dios sabía quiénes eran los setenta, y el Espíritu también cayó sobre estos dos, que podrían haberse burlado de ser parte de esta reunión. No creo que siempre suceda así. ¡Si tu hubieras quedado en casa la mañana de Pentecostés, habrías perdido la bendición del Espíritu!

Llegan las codornices

31 El Señor desató un viento que trajo codornices del mar y las dejó caer sobre el campamento. Las codornices cubrieron los alrededores del campamento, en una superficie de casi un día de camino y a una altura de casi un metro sobre la superficie del suelo. 32 El pueblo estuvo recogiendo codornices todo ese día y toda esa noche, y todo el día siguiente. ¡Ninguno recogió menos de dos toneladas! Después las distribuyeron por todo el campamento.

33 Ni siquiera habían empezado a masticar la carne que tenían en la boca cuando la ira del Señor se encendió contra el pueblo y los hirió con gran mortandad. 34 Por eso llamaron a ese lugar Quibrot Hatavá, porque allí fue sepultado el pueblo glotón.

El final de esta triste historia es aún más trágico. Sí, tenían su carne; Dios milagrosamente la suplió. Mucha carne. Pero justo cuando estaban listos para disfrutarla, Dios los afligió con una plaga. No sabemos cuántos murieron, pero dice que la plaga fue grave.

Rechazar a Dios y su provisión es serio. Quejarse provoca la ira de Dios. Rebelarse contra su autoridad y no someterse a Él invitan a un juicio severo. Puede ser que tú tengas la tentación de mirar hacia atrás y quejarte sobre lo que Dios te ha dado, o ser un Moisés que ya no puede soportar más. ¡Creo que hay un mensaje importante para ti en este capítulo! Que su Espíritu caiga de nuevo sobre ti para darte fe y ojos para ver que su brazo no se ha acortado, sin importar lo que enfrentes.

 

Números 9:15-23  ¿Entrarás en el Reino?

En este pasaje, Moisés literalmente tiene la última palabra. Pues, en realidad, él no dice ninguna palabra, y su nombre ni siquiera aparece hasta el final. A primera vista, puede parecer que este pasaje no pertenece a un estudio sobre el liderazgo de Moisés. Eran el mandato del Señor y la columna de fuego y nube que estaban guiándolos. Y así debería ser. En la iglesia Él manda, y es su voz lo que queremos oír. Pero Dios ha elegido usarnos  como sus líderes delegados y portavoces, como se ve en las palabras finales del capítulo: obedecían todo lo que el Señor les decía por medio de Moisés.

Sumisión a Dios

Donde no hay autoridad hay caos. El libro de Jueces es un gran ejemplo; termina diciendo: cada uno hacía lo que bien le parecía (Jueces 21:25). Esto también puede describir el mundo de hoy. Muchos dicen que el cristiano que predica autoridad y sumisión es controlador, abusivo y rígido. Pero el fundamento de una relación con Dios es reconocer su autoridad como Señor y someterse a Él. ¿Recuerdas como Eva decidió escuchar a la serpiente en lugar de Dios? Eso es lo que nos metió en problemas en primer lugar. Lo contrario de la sumisión es la rebelión, y ha sido una plaga para nuestra raza desde aquel entonces. Yo creo que este puede ser el capítulo más importante de este libro. Varios de mis hermanos cristianos que lo revisaron dijeron que es “controvertido” en la iglesia actual, y les parece imposible poner en práctica estos conceptos en el mundo de hoy. Hay que leerlo con mucha oración y un corazón abierto a la voz del Espíritu.

Sumisión significa obediencia

La mayoría de los cristianos confiesan a Jesús como su Señor y dicen que quieren hacer su voluntad, pero parece que Jesús tiene un problema con muchos de nosotros:

»No todo el que me dice: “Señor, Señor”, entrará en el reino de los cielos, sino sólo el que hace la voluntad de mi Padre que está en el cielo. Muchos me dirán en aquel día: “Señor, Señor, ¿no profetizamos en tu nombre, y en tu nombre expulsamos demonios e hicimos muchos milagros?” Entonces les diré claramente: “Jamás los conocí. ¡Aléjense de mí, hacedores de maldad!” (Mateo 7: 21-23)

Este es uno de los pasajes más alarmantes de toda la Biblia. Estos son creyentes que alaban al Señor, conocen la Biblia y están muy involuncrados en la iglesia. Profetizaron, echaron fuera demonios e hicieron milagros en el nombre de Jesús. Jesús nunca niega sus grandes hechos; el problema es que los hicieron a su manera. Algo puede ser bueno, pero no necesariamente sea la voluntad de Dios. El requisito es someter toda la vida a su señorío. Y no es una cuestión de que Dios nos discipline por un rato o perder nuestra recompensa; es una cuestión de nuestra salvación. No pueden entrar en el reino de los cielos, y Jesús dice que hay muchos.

Este mensaje no es popular. No predica bien en televisión. Pero la autoridad y la sumisión constituyen el centro de nuestra fe. Creemos que Dios tiene autoridad absoluta. Jesús la demostró: sobre la enfermedad, los demonios, la muerte y la naturaleza. La autoridad exige obediencia: Los demonios tienen que someterse, y nosotros tenemos que someternos. Algunos dicen que la persona que se somete es débil; no tiene la fuerza para tomar sus propias decisiones; en cambio él deja que Dios u otra persona dirija su vida. En realidad, someterse voluntariamente a la voluntad de otro exige más fuerza.

Autoridad delegada

En Números 9, la autoridad de Dios estaba presente visiblemente en la columna de nube y fuego, pero Dios habló a través de Moisés, su autoridad designada. Desobedecer a Moisés era desobedecer a Dios. En la iglesia, Dios delega su autoridad a los apóstoles, pastores y ancianos, para predicar su palabra y guiar a su pueblo.

Dios también nos manda obedecer a las autoridades en el gobierno, la escuela y el trabajo: Todos deben someterse a las personas que ejercen la autoridad. Porque no hay autoridad que no venga de Dios, y las que existen, fueron puestas por él (Romanos 13:1, DHH). Dios ha ordenado a la sociedad para que podamos prosperar y vivir en paz. Estableció al hombre como cabeza de familia, y les dio autoridad sobre los hijos al padre y a la madre. Si no hay autoridad habrá anarquía. Un país donde el gobierno ha perdido su autoridad se llama un «estado fallido.» En muchos sentidos, nuestra sociedad es una «sociedad fallida.» La autoridad es despreciada, los niños corren desenfrenados, las escuelas no funcionan y la rebelión está presente en todas partes.

Autoridad abusiva

Durante cientos de años, Israel sufrió bajo la autoridad abusiva del faraón; eso sería suficiente para hacer que cualquier persona sea rebelde y temerosa de la sumisión. El hombre pecador es capaz de horrendos abusos de autoridad. Puede que tú hayas sufrido bajo un padre tiránico, un pastor que cree que es la cuarta persona de la Trinidad o un jefe exigente. No hay excusa para el abuso, y Dios nunca nos ordena tolerar tal abuso. Él entiende lo difícil que es someterse (incluso a Él) después de esas experiencias, pero ellas no te eximen de obedecerle a Él o su autoridad delegada. Dios quiere sanar las heridas y restaurar la confianza en una autoridad sana y piadosa.

La autoridad de Dios es justa y buena. Israel ya vio esa autoridad cuando Moisés abrió el mar rojo, y cada día ellos estaban aprendiendo más al respecto. En Números 9, Dios les dio una lección muy sencilla de obediencia:

15 El día que se armó el tabernáculo, la nube lo cubrió. Pero desde la tarde hasta el amanecer la nube que cubría el tabernáculo tomaba la apariencia de una columna de fuego. 16 De esta manera ocurría siempre: por la noche la nube que cubría el tabernáculo tomaba la apariencia de fuego. 

La nube de gloria

La construcción de la tienda de reunión también era una lección de obediencia; Dios les dio planes detallados y Moisés supervisó el trabajo, asegurándose de que todo se hiciera exactamente conforme a esos planes. No había lugar para la iniciativa individual, y no podían cambiar el diseño. Ahora ese tabernáculo estaba listo, y la nube de gloria de la presencia de Dios lo cubría. Por la noche la nube se veía como fuego.

Hay algunos detalles adicionales en el pasaje paralelo en Éxodo 40: 34-35:

Entonces la nube cubrió el tabernáculo, y la gloria del Señor llenó el tabernáculo. Moisés no podía entrar en el tabernáculo, porque la nube se había posado allí, y la gloria del Señor llenaba el tabernáculo.

La gloria de Dios también llenó el tabernáculo. ¡Fue tan abrumadora que ni siquiera Moisés pudo entrar! Pero el propósito de la nube era más que una manifestación de su gloria:

17 Cada vez que la nube se elevaba de la carpa sagrada, el pueblo de Israel levantaba el campamento y la seguía; donde la nube se detenía, el pueblo de Israel armaba el campamento. 

Sigue la nube

Es parecido a dejar un gran culto de adoración para caminar toda la semana en obediencia en el desierto de este mundo. La lección era muy sencilla: Para sobrevivir y prosperar tienes que caminar con Dios y obedecerle. No tienes la libertad de salir del campamento cuando tengas las ganas, y no importa cuánto te guste un lugar, tienes que empacar y seguir adelante cuando Dios lo manda. Tú puedes rebelarte y dejar el campamento, pero no habrá maná, y vas a morir en el desierto.

Es triste cuando una nube de gloria se mueve de una iglesia, y la gente no se da cuenta. En lugar de empacar la tienda (espiritualmente) y moverse junto con Dios, se quedan donde están. El tabernáculo sigue siendo hermoso (fue construido según el plan de Dios), pero ya está vacío. La presencia de Dios se fue. Él sólo lo habita cuando la gente camina en obediencia a Él.

18 De esta manera los israelitas viajaban y acampaban por orden del Señor, donde él les indicaba que fueran. Permanecían en el campamento todo el tiempo que la nube se quedaba encima del tabernáculo.

Una experiencia 100% corporativa

La nación entera se movió. No había lugar para el individualismo (hacer las cosas a tu manera). Si alguien se impacientó con la larga estancia en un lugar y decidió marcharse por su propia cuenta, sin el maná, las codornices y el agua que Dios proveyó, moriría en el desierto.

Tenían que mover como un solo pueblo o todo podría fracasar. Habría enemigos en el camino, y su unidad fue fundamental para su supervivencia. Imagina estas posibilidades:

  • Aarón fue humillado por su hermano con el becerro de oro y reúne a un grupo de descontentos a su alrededor. Hacen otro becerro y siguen a Aarón hacia Canaán.
  • Josué está harto de servir al viejo. Ha visto la gloria de Dios y cree que las restricciones sobre quién puede entrar en el lugar santo son injustas. Él reúne a jóvenes adoradores y les promete rostros brillantes como  Moisés.
  • Bezalel fue el artesano que trabajaba duro en el tabernáculo. Él reúne a artesanos frustrados por la rigidez de los planes para ello. Él enseña que Dios les dio creatividad y en su grupo cada persona tendrá la libertad de expresarla.
  • Un gran chef aprovecha el descontento con las codornices y el maná, y promete una dieta más apetecible. Él acusa a Moisés de guardar la mejor comida para sí mismo.
  • Otro dice que conoce una ruta directa a la tierra santa que Dios le reveló en sueños. Con él, llegarán allí en un mes.

Y así va. ¿No te recuerda a la iglesia hoy? El individualista tiene un gran problema: «Nadie me va a decir qué hacer o cómo vivir mi vida.»

¿No es lógico que tengamos que seguir el ejemplo de Israel? Dios tiene un plan y un destino para nosotros y nos coloca en un cuerpo de creyentes que nos llevará a la madurez. Él pone autoridad en ese cuerpo en forma de pastores y ancianos. Cuando elegimos ser parte de una iglesia local, estamos afirmando nuestra creencia de que Dios ha puesto a esos líderes allí y estamos dispuestos a someternos a ellos.

19 Si la nube se quedaba por largo tiempo sobre el tabernáculo, los israelitas permanecían allí y llevaban a cabo sus deberes ante el Señor. 20 Algunas veces la nube se detenía por pocos días sobre el tabernáculo; entonces el pueblo se quedaba por pocos días, como el Señor ordenaba. Luego, por orden del Señor, levantaban el campamento y se ponían en marcha. 21 Algunas veces la nube se detenía solo por la noche y se elevaba a la mañana siguiente; pero fuera de día o de noche, cuando la nube se elevaba, el pueblo levantaba el campamento y se ponía en marcha. 22 Si la nube permanecía sobre el tabernáculo por dos días, un mes o un año, el pueblo de Israel acampaba y no se ponía en marcha; pero en cuanto se elevaba, ellos levantaban el campamento y se ponían en marcha.

Toda la vida giraba en torno al movimiento de Dios

Puede parecer muy arbitrario. ¡Sería imposible vivir la vida como quieras!

  • Tu esposa está lista para servir una comida rica o pasar un tiempo íntimo contigo cuando la nube se levante y tengas que empacar.
  • Tú puedes estar profundamente dormido después de caminar todo el dia, cuando llega la palabra de irse.

Tal vez sería mejor si hubiera lógica, o si Dios preparó un horario para que sepas qué esperar. Parece que no le importan a Dios los inconvenientes causados por este constante movimiento, pero la gente aprendió que la obediencia no era opcional. Desde su infancia, los niños aprendieron a observar la nube y escuchar la orden de Moisés. Todos lo hicieron.

Seguir la nube hoy

Israel estaba operando al nivel de un niño, aprendiendo cosas muy básicas acerca de la fe y la obediencia. Hoy no tenemos la nube. A veces una nube puede parecer más fácil, pero tenemos algo mejor: El Espíritu Santo, que mora en nosotros. Tenemos más libertad, y un guía 24/7. Dios ha dado recursos y espera que actuemos como adultos. Lamentablemente, para muchos, todavía parece difícil discernir su voluntad. ¡Pero Jesús dijo que sólo aquellos que hacen la voluntad del Padre entrarán al reino! ¿Cómo sabemos lo que Dios quiere?

Cómo discernir la voluntad de Dios

  • Sumérgete en las Escrituras y procura ponerlas en práctica. Cuando te sometes a la Palabra de Dios y caminas en obediencia, será fácil discernir su voluntad en situaciones específicas.
  • Cultiva tu vida de oración. Aprende a escuchar a Dios y la voz apacible del Espíritu. Elimina mucho ruido de tu vida. ¡Dale la oportunidad de hablarte! Desarrolla el hábito de pedir su dirección en las decisiones diarias, y estarás listo para oír su voz en una crisis.
  • Comparte tu vida con otros creyentes. Anda en comunión con hermanos piadosos que realmente te conocen. Busca su consejo y una confirmación de tus decisiones. Sométete al liderazgo de tu iglesia y busca su guía.
  • Si sientes pavor o falta de paz, no te muevas. Si no estás seguro de que la nube se está moviendo, quédate donde estás. Si Dios quiere que te muevas y estás abierto a Él, te lo hará saber.
  • Ten en cuenta que tu naturaleza pecaminosa fácilmente puede engañarte. Por ejemplo, dejar que la lujuria o las apariencias te guíen en la selección de un cónyugue, eligiendo un trabajo simplemente porque paga mejor u ofrece más estatus o seleccionar una misión o una nueva iglesia debido a su clima deseable.

¡Dios quiere que sepas su voluntad! No es un gran misterio, pero requiere trabajo de tu parte.

23 Así que acampaban o viajaban bajo las órdenes del Señor y obedecían todo lo que el Señor les decía por medio de Moisés.

Obediencia a Moisés no era opcional

Llevar un grupo de ex esclavos de Egipto a la Tierra Prometida fue una tarea muy pesada. Para llegar allí, Israel tenía que honrar y obedecer a Moisés. No habría otra manera. Necesitan milagros de Dios, y Moisés era su instrumento escogido. Pero la relación de Israel con Moisés no estaba siempre genial. Ellos no tenían la oportunidad de elegir un líder y nunca seleccionaron a Moisés; un día él llegó y anunció que Dios lo había enviado para liberarlos. Ahora, en el camino, culparon a Moisés por cualquier problema. Nunca abandonaron la posibilidad de volver a Egipto. Cuando se desesperaron mientras Moisés estaba en la montaña, hicieron un nuevo dios, el becerro de oro, para llevarlos a la Tierra Prometida. Pero a fin de cuentas, no tenían otra opción; tenían que confiar en que Moisés oyó de Dios y quería lo mejor para ellos.

¿Y nosotros? ¿Somos muy diferentes de los israelitas? Tenemos infinitamente más recursos: la Palabra de Dios, la salvación en Cristo y una relación personal con Él, la plenitud del Espíritu Santo y muchos medios para aprender y equiparnos.

Autoridad y libertad

Yo estoy muy preocupado por la falta de autoridad y sumisión en la iglesia. ¿Significa que estoy a favor de un sistema católico de un papa y control total desde arriba? ¡Por supuesto no! En la iglesia primitiva había varios hombres que funcionaban como apóstoles y ejercían autoridad sobre sus iglesias, y había falsos apóstoles en competición con ellos. Lee 2 Corintios y la lucha de Pablo para mantener su posición de autoridad. Hoy no faltan apóstoles, pero hay pocos que demuestren los signos bíblicos del apostolado, y muchos que parecen más interesados en la fama y el dinero.

Tampoco estoy diciendo que la iglesia debe ejercer control total sobre sus miembros. Definitivamente no estamos hablando de un Jim Jones u otra secta diabólica. Mientras los israelitas seguían la nube, estaban libres para:

  • Casarse con quien quisieran (solo tenía que ser creyente).
  • Tener tantos hijos como quisieran y enseñarles en casa.
  • Comer lo que quisieran (según lo permitido por la ley).
  • Vestirse como quisieran (también dentro de las normas de la ley).

Dios nunca quiere que seamos esclavos de un hombre. Lo que Dios ordenó en el éxodo fue donde colocar sus tiendas (en agrupaciones tribales para mantener el orden y proporcionar autoridad sobre ellos, ve Números 2), y dónde y cuándo podrían moverse (siguiendo la nube). Tenían que moverse como un grupo. Dios nos coloca en una iglesia hoy, y creo que tenemos que caminar juntos con los otros miembros de ese cuerpo para alcanzar la madurez (ve Efesios 4). En el resto hay mucha libertad.

Unidad doctrinal

Entonces, ¿cómo podemos llegar a un acuerdo doctrinal y caminar en unidad? Tenemos un buen ejemplo en la iglesia primitiva. Comenzando en Hechos 15, cuando hubo desacuerdo sobre una cuestión doctrinal o ética, los apóstoles y líderes de las iglesias de todo el mundo se reunieron en oración para buscar a Dios y llegar a un acuerdo. Su decisión fue compartida con las iglesias. Honraron a los apóstoles y temieron a Dios, y se sometieron a su decisión. En otras reuniones (llamados concilios ecuménicos) decidieron cómo explicar la naturaleza de Cristo y cuáles libros incluir en la Biblia. La iglesia Católica todavía utiliza concilios parecidos. Varios grupos han intentado hacer lo mismo entre los cristianos, como el Consejo Mundial de Iglesias o la Alianza Evangélica Mundial. Dentro de varias denominaciones o concilios los líderes también se reúnen para definir sus creencias. Pero muchas veces los esfuerzos de hombres son más notables que la verdadera autoridad apostólica.

La autoridad comienza en casa

El respeto a la autoridad (en última instancia, la autoridad de Dios, su Palabra y su iglesia) comienza en el hogar. Los niños deben aprenderlo desde la infancia, con el padre honrado como cabeza del hogar y la madre respetándolo y apoyando su palabra. Si no se establece la autoridad bíblica, los niños serán rebeldes en la escuela y, finalmente, en el trabajo y en la iglesia. Ya vemos las consecuencias de la pérdida de esa autoridad. A la misma vez, posiblemente la mayoría de los hombres no tienen idea de cómo ejercer la autoridad bíblica. El mundo ve la “autoridad y sumisión” como anticuada, machista y sofocante. La iglesia tiene que enseñar a las familias acerca de la autoridad divina y la sumisión.

¿Vas a entrar en el reino?

¿Quieres experimentar la autoridad y el poder de Dios en tu vida? Puedes hacerlo, en la medida en que sometes tu vida y tus planes a Él. ¿Qué sucedería si una iglesia decidiera corporativamente hacer lo que Israel hizo aquí? ¿Crees que podríamos ver el fuego de Dios y su nube de gloria? ¿Estás congregándote en un hermoso templo, pero sin la nube de gloria, porque esa iglesia no escuchó la voz de Dios ni obedeció su mandato?

Yo hablé de este tema en un grupo de líderes de varias iglesias. Todos estuvieron de acuerdo que la autoridad y la sumisión es un tema importante en la Biblia. La rebelión es como adivinación, y es el principal problema de Satanás. Ellos no pudieron encontrar nada en este capítulo para estar en desacuerdo. Anhelan esta experiencia en sus iglesias, sus hogares y la sociedad, pero estaban de acuerdo que es radical, controvertida e imposible de poner en práctica hoy en dia. ¡Qué trágico! Si hay un desacuerdo entre la Palabra de Dios y nuestra experiencia actual, yo tengo que afirmar la autoridad de la Biblia y creer que es posible vivir lo que enseña. Mi oración para ti es que Dios ponga esa fe en tu corazón y te ayude a caminar en la autoridad que Moises demostró en el éxodo.

¡No seas uno de los que Jesús dice que nunca conoció! Examina lo que estás haciendo, incluso las cosas buenas (como sanar a los enfermos).

  • ¿Estás dispuesto a someter tu vida a la autoridad de Dios? ¿Puedes decir con confianza que estás haciendo su voluntad? ¿O estás sirviendo a Dios por conveniencia?
  • ¿Estás sometido a una autoridad espiritual?
  • ¿Cómo respondes a la autoridad en el trabajo o la escuela? ¿A la policía y la ley? Si no va contra los mandamientos de Dios, ¿tratas de ser sumiso en cada situación? ¿O te consideras a ti mismo un rebelde?

Ezequiel 34:2-16  Una palabra para el año nuevo

Simón Pedro era el líder de los Doce. Él era la roca. También es uno de los discípulos más amados, en parte a causa de sus defectos. Era impulsivo y se enojó. Era un hombre de hombres: Un pescador macho; listo para pelear – pero con un corazón de oro. Pedro era el líder de la iglesia primitiva, así que se espera que las últimas palabras de Jesús a Pedro revelarían el corazón del Señor para la iglesia – y nuestras responsabilidades en ella.

Las palabras de Jesús en Juan 21:15-17

Es impresionante que no dicen nada acerca de organización, edificios, o dinero. No hay teología o una carga a mantener doctrina pura. No hay palabras de exhortación a Pedro que tomase su posición de autoridad. Jesús las habló tres veces para enfatizar su importancia, pero tienen muy pequeñas variaciones:

Apacienta mis corderos.

Pastorea mis ovejas.

Apacienta mis ovejas.

Jesús había preguntado a Pedro si realmente lo amaba. Pedro le dijo que sí, y Jesús dice que la prueba de ese amor es como pastorea a sus ovejas. Y ese es el tema del pasaje que me dio para 2015: Ezequiel 34. Es una palabra dirigida a pastores, pero si no eres pastor aplica a cualquier persona que esté en tu cuidado.

«Hijo de hombre, profetiza contra los pastores de Israel; profetiza y adviérteles que así dice el Señor omnipotente: “¡Ay de ustedes, pastores de Israel, que tan sólo se cuidan a sí mismos! ¿Acaso los pastores no deben cuidar al rebaño?

Dios claramente está enojado con los pastores. Estaban descuidando las necesidades de su rebaño y pensando sólo en sí mismos. Dios espera más de pastores. ¡Ay de los que no toman el pastoreo en serio!

Pastores que se apacientan a sí mismos

En capítulo 21 de Juan es evidente que Pedro estaba pensando en sí mismo. Todavía estaba angustiado por su fracaso, negando a Jesús la noche de su arresto. Decidió volver a la pesca, algo que sabía y se disfrutó. Ya no pescaría para hombres como Jesús le mandó hacer. Como líder de los discípulos no estaba alentando su fe y guiándolos hacia adelante, sino llevándolos de vuelta a su antigua vida.

Un nuevo año nos da la oportunidad de tomar una mirada honesta a nosotros mismos. Por supuesto hay un lugar para autocuidado. Algunos pastores se queman porque no se cuidan. En este versículo Dios está condenando a los que sólo se cuidan a sí mismos. Busca un equilibrio saludable.

Pero hombres y líderes lleguen a creer que sus familias y subordinados solo existen para servir a sus necesidades. Lo justifican señalando las largas horas que trabajan y grandes cosas que hacen para el Señor.

¿Dónde se centra tu atención? ¿Estás cuidando a aquellos en tu carga? Ya veremos en un momento lo que eso significa. Es mucho más que predicando un sermón, haciendo unas cuantas llamadas, y poniendo comida en la mesa de tu familia.

Ustedes se beben la leche, se visten con la lana, y matan las ovejas más gordas, pero no cuidan del rebaño. 

Los pastores comieron la mejor comida, la que era para el rebaño. En lugar de regocijándose en la belleza de los animales mejores, ¡los mataron! Y desplumaron las ovejas – tomando lo que tenían que ofrecer por sí mismos.

No fortalecen a la oveja débil, no cuidan de la enferma, ni curan a la herida; no van por la descarriada ni buscan a la perdida. Al contrario, tratan al rebaño con crueldad y violencia.

El pastor abusador

Se enaltecieron y se vanagloriaban en su posición y poder. Creían que estaban superiores a sus ovejas. Ellos son precisamente como los líderes mundanos que Jesús condenó. No eran siervos.

  • Ellos trataban al rebaño con crueldad; lo enseñoreaba con dureza.
  • Lo trataban con violencia; gobernaban con mano dura.

Pablo advierte a maridos en Colosenses 3:19 no tratar a sus esposas con aspereza. El pastor más cariñoso en la iglesia sea muy duro y áspero en su hogar.

Lo que Dios espera de pastores

Fracasaron en hacer esas cosas que Dios considera más importante para pastores:

  • Ellos no fortalecen a los débiles. ¿Sabes cómo discernir si alguien estuviese débil o necesitado? No es siempre muy obvio, sobre todo entre los hombres. Aprendemos muy bien como proyectar una fachada fuerte. ¿Sabes cómo fortalecerlos? Alimento sólido de la Palabra de Dios es un buen comienzo. También grupos pequeños para discipular a los creyentes jóvenes. Pero aun los hermanos maduros pasen por tribulaciones. Un pastor tiene que vigilar para signos de debilidad y hacer lo necesario para fortalecer sus ovejas. Se pendiente para esos signos en tu esposa e hijos también.
  • Ellos no cuidan de los enfermos. Es cierto que sólo Dios verdaderamente sana, pero él usa a nosotros como sus instrumentos para traer sanidad, ministrando en oración y dando cuidado cariñoso. Ocúpate activamente buscando el bienestar total de las personas en tu cuidado y haz lo necesario para ayudarlas recuperar. A veces tengas que llevarlas a un médico u hospital.
  • No han vendado las heridas de la perniquebrada. Nuestras iglesias están llenas de creyentes heridos. Qué trágico que muchas veces la iglesia sólo agrava esas heridas. Pastores no tengan paciencia con los que no pueden superar los problemas en sus vidas y aun los menosprecien. En vez de recibiendo sanidad en la iglesia sean juzgados. Lamentablemente hagamos lo mismo con las altas expectativas que tenemos para nuestras familias.
  • No salieron a buscar a las descarriadas y perdidas. ¿Te recuerdas de la parábola de Jesús del pastor dejando las noventa y nueve para ir en busca de la oveja extraviada? »Miren que no menosprecien a uno de estos pequeños. Porque les digo que en el cielo los ángeles de ellos contemplan siempre el rostro de mi Padre celestial.  Pues el Hijo del Hombre vino a buscar y a salvar a los que están perdidos.»¿Qué les parece? Si un hombre tiene cien ovejas y se le extravía una de ellas, ¿no dejará las noventa y nueve en las colinas para ir en busca de la extraviada?  Y si llega a encontrarla, les aseguro que se pondrá más feliz por esa sola oveja que por las noventa y nueve que no se extraviaron.  Así también, el Padre de ustedes que está en el cielo no quiere que se pierda ninguno de estos pequeños. (Mateo 18:10-14). Todo ese capítulo toca temas importantes para pastores: el que sea mayor en el reino, haciendo tropezar a otros, y como bregar con pecado en la iglesia. También aplican a relaciones familiares. La mayoría de pastores apenas sepan donde viven o trabajan sus ovejas, y mucho menos buscan al descarriado. Sí, eso cuesta bastante tiempo y un compromiso serio, y puede llevar al pastor a lugares que prefiere no estar.

¿Has notado que el pastoreando que vemos aquí no tiene nada que hacer con ovejas que están sanas y caminando bien? Pastorear es menos sobre poder y autoridad y más sobre cuidado cariñoso, especialmente de aquellos que estén sufriendo. En nuestra cultura de éxito algunos simplemente no quieren ser molestados con ellos. Siempre llamamos la atención a la gente andando en victoria, porque afirman que somos pastores exitosos. Si fuiste a una escuela bíblica o seminario, ¿te enseñaron cómo hacer estas cosas?

Ovejas descarriadas

Por eso las ovejas se han dispersado: ¡por falta de pastor! Por eso están a la merced de las fieras salvajes. Mis ovejas andan descarriadas por montes y colinas, dispersas por toda la tierra, sin que nadie se preocupe por buscarlas.

Sin un pastor, ovejas naturalmente vagan, se convierten en presa para lobos, y pasan hambre. Muchas iglesias tienen una puerta giratoria. Es posible que haya conversiones, pero ¿continúan en la iglesia? Hay mucha rotación de hermanos en la mayoría de iglesias. Si hablas con gente en la comunidad vas a encontrar muchos que han dejado la iglesia. Es muy raro que alguien viniera de esa iglesia para ministrar a ellos y reintegrarlos en ella. Haya llamadas de seguimiento con buenas intenciones («Te extrañamos el domingo. ¿Está todo bien? Esperamos verte en la iglesia la próxima semana.») Pero parezcan muy frias y más preocupadas por mantener los números que mostrar verdadera interés en la persona.

Recuerda, son las ovejas de Dios. Tú eres responsable ante él por su bienestar. Si andan descarriadas y heridas tendrás que explicar por qué no hiciste nada para ellas.

El juicio de Dios sobre los pastores

» ”Por tanto, pastores, escuchen bien la palabra del Señor: Tan cierto como que yo vivo —afirma el Señor omnipotente—, que por falta de pastor mis ovejas han sido objeto del pillaje y han estado a merced de las fieras salvajes. Mis pastores no se ocupan de mis ovejas; cuidan de sí mismos pero no de mis ovejas. Por tanto, pastores, escuchen la palabra del Señor. 10 Así dice el Señor omnipotente: Yo estoy en contra de mis pastores. Les pediré cuentas de mi rebaño; les quitaré la responsabilidad de apacentar a mis ovejas, y no se apacentarán más a sí mismos. Arrebataré de sus fauces a mis ovejas, para que no les sirvan de alimento.

¡Hay demasiadas iglesias sin pastores! Por supuesto, tienen predicadores y administradores y ministros que se llaman a sí mismos pastores. Pero estén más preocupados por su salario, su posición, su reputación en la denominación, y el éxito de sus libros, programa de televisión, o blog. Su estilo de vida cómodo es más importante que los que Dios les ha confiado. Ellos terminan devorando el rebaño. Piensen que nadie sabe, pero Dios está enojado y, se levantará en contra de ellos.

  • Dios los hace responsables. Tienen que rendir cuentas a Dios mismo. Parece prudente rendir cuentas a alguien ahora, para evitar sorpresas en el día de juicio.
  • Los que están desplumando al rebaño y no verdaderamente pastoreándolo serán quitados.
  • Dios mismo rescatará a su rebaño.

11 » ”Así dice el Señor omnipotente: Yo mismo me encargaré de buscar y de cuidar a mi rebaño.12 Como un pastor que cuida de sus ovejas cuando están dispersas, así me ocuparé de mis ovejas y las rescataré de todos los lugares donde, en un día oscuro y de nubarrones, se hayan dispersado. 13 Yo las sacaré de entre las naciones; las reuniré de los países, y las llevaré a su tierra. Las apacentaré en los montes de Israel, en los vados y en todos los poblados del país.14 Las haré pastar en los mejores pastos, y su aprisco estará en los montes altos de Israel. Allí descansarán en un buen lugar de pastoreo y se alimentarán de los mejores pastos de los montes de Israel. 15 Yo mismo apacentaré a mi rebaño, y lo llevaré a descansar. Lo afirma el Señor omnipotente.16 Buscaré a las ovejas perdidas, recogeré a las extraviadas, vendaré a las que estén heridas y fortaleceré a las débiles, pero exterminaré a las ovejas gordas y robustas. Yo las pastorearé con justicia.

El mundo menosprecia a los débiles, los heridos, y los descarriados. Es la gorda y robusta que presentamos como ejemplo del cristiano maduro. Dios no sólo prefiere al paria, ¡él destruirá al gordo y poderoso! ¡Parece que realmente tenemos las cosas al revés! Claro, no queremos hacer algo muy radical. No hay que condenar a cada oveja robusta. La versión amplificada añade a los gordos que se han vuelto duros de corazón y perversos. Por desgracia, ¡ser gordo y poderoso con frecuencia lleve al orgullo y un corazón endurecido!

Entonces, ¿qué quiere Dios que hagas en el 2015?

¡Alinea tu corazón con el corazón de Dios y ocúpate haciendo esas cosas que él mismo promete hacer! Parece que Dios está haciendo esto como un último recurso. Él levantó a pastores y espera que ellos hagan su trabajo. Puesto que ellos no lo hacen, su corazón de amor está tan conmovido por estas heridas que él se levantará y las ayudará. ¡Que lo hiciere hoy! ¡Hay demasiados creyentes descarriados y lastimados! Pero imagínate que contento estaría si en realidad hubiera pastores que tomasen seriamente lo que Dios valora. He aquí algunas sugerencias:

  • Haz una lista de todas las ovejas descarriadas que conozcas. ¿Sabes cómo ponerte en contacto con ellas? Haz un plan para ministrar a ellas. Asegúrate que ninguna se pierda.
  • Tu iglesia debe ofrecer buenos pastos, buena enseñanza, y apoyo. Prepara un lugar seguro y acogedor por ellas, donde pueden descansar. ¡Sea difícil con ovejas acostumbradas a corriendo en las calles! No esperes que vengan a la iglesia y se metan en algún ministerio de inmediato. Probablemente están sufriendo y agotados. Necesiten un poco de cuidado intensivo.
  • Reúnete con tu liderazgo y da prioridad a vendando a los heridos y fortaleciendo a los débiles. Haz planes específicos para hacerlo. Cuando otros oigan de lo estás haciendo ¡seas invadido con los heridos! Eso está bien. ¡Prepárate!
  • Decide apacentar tu rebaño con la justicia. Exactamente lo que eso signifique en hebreo es incierto. Ciertamente excluye favoritismo y parcialidad, y consiste en pastoreando de un corazón totalmente recto.

De Ezequiel, a Pedro, a ti… el corazón de Dios no ha cambiado tras los siglos. Si quieres caminar en el favor de Dios, alinéate con su corazón pastoral. Aplica estos mismos principios a tu familia y en cualquier lugar donde tengas liderazgo. ¡Puedes contar con la ayuda de Dios!

Éxodo 35:30-36:7  Dones de artesanía

30 Moisés les dijo a los israelitas: «Tomen en cuenta que el Señor ha escogido expresamente a Bezalel, hijo de Uri y nieto de Jur, de la tribu de Judá, 31 y lo ha llenado del Espíritu de Dios, de sabiduría, inteligencia y capacidad creativa 32 para hacer trabajos artísticos en oro, plata y bronce, 33 para cortar y engastar piedras preciosas, para hacer tallados en madera y realizar toda clase de diseños artísticos y artesanías. 34 Dios les ha dado a él y a Aholiab hijo de Ajisamac, de la tribu de Dan, la habilidad de enseñar a otros. 35 Los ha llenado de gran sabiduría para realizar toda clase de artesanías, diseños y recamados en lana púrpura, carmesí y escarlata, y lino. Son expertos tejedores y hábiles artesanos en toda clase de labores y diseños.

Cuando Dios tiene un trabajo que hacer, proveerá lo necesario para terminarlo. Moisés no tenía el tiempo o la capacidad para hacer todo este trabajo artístico, pero él tiene un papel importante: Presentar estos artesanos a todo el pueblo y afirmar el llamado de Dios sobre ellos. ¿Cuántos Bezalels languidecen en la iglesia porque su Moisés está demasiado amenazado, ocupado o desinteresado para notar sus dones y validarlos ante toda la congregación? Los líderes de la iglesia tienen que ser conscientes de lo que el Señor quiere hacer, incluso si se trata de un trabajo creativo que puede parecer poco importante en comparación con la predicación del pastor. Deben estar conscientes de la diversidad de los dones del Espíritu, afirmarlos y dar la oportunidad a la gente de ejercerlos.

El Señor los eligió, les dio dones y les llenó con su Espíritu

Aquí, aún al principio de su caminar en fe, se reconocieron los dones espirituales. Específicamente, Dios los llenó con:

  • Su Espíritu
  • Sabiduría (entendimiento)
  • Inteligencia (conocimiento)
  • Capacidad creativa (todo arte)
  • Muchas habilidades (trabajos de tallado, diseño, bordado y tejido)

¿Te sorprende que los artesanos también tuviesen sabiduría, entendimiento e inteligencia? Parece que la habilidad manual fue acompañada, y mejorada, por las habilidades espirituales.

Lo que es aún más impresionante para mí es que Dios también les dio dones de enseñanza. ¿Podría ser que Dios generalmente da el don de enseñanza junto con una cierta habilidad? De esa manera, otros sin habilidad sobrenatural también pueden aprender a trabajar. ¿Cómo podemos alentarlos a enseñar en nuestras iglesias? ¿Les damos esa oportunidad? ¿Les ayudamos a encontrar a estudiantes para enseñar?

¿Estás lleno del Espíritu? ¿Necesitas sabiduría, entendimiento y conocimiento? Se puede ganar algo a través de la experiencia y el estudio, pero también necesitamos impartaciones sobrenaturales del Espíritu de Dios. ¡Pídele a Dios por ellas! ¿Te ha dado un don para el beneficio de toda la iglesia? Los dones no se limitan a las listas de dones en el Nuevo Testamento. ¿Está abierta tu iglesia a una variedad de dones? ¿Tienes algún don que la iglesia nunca ha reconocido porque no encaja en el molde que ellos esperan?

Puede ser difícil para nosotros comprender el significado de la gran arquitectura, pintura, escultura y otras obras de arte que llenan las catedrales antiguas, pero en el pasado esos dones fueron reconocidos y promovidos. ¿Son realmente más espirituales nuestros templos sin adornos? ¿Estamos perdiendo bellas expresiones del Espíritu de Dios en las obras de arte?

Hazlo a la manera de Dios

1»Así, pues, Bezalel y Aholiab llevarán a cabo los trabajos para el servicio del santuario, tal y como el Señor lo ha ordenado, junto con todos los que tengan ese mismo espíritu artístico, y a quienes el Señor haya dado pericia y habilidad para realizar toda la obra del servicio del santuario.»

Estos artesanos fueron dotados, pero sus dones operaron en sumisión al Señor. Es fácil para los tipos creativos hacer su propia cosa, aparte de la cobertura de la iglesia, y no necesariamente dirigido por el Señor. Obviamente, hay espacio para la creatividad individual, pero esta fue una tarea especial en el tabernáculo de Dios. ¿Crees que es posible que Dios te guíe, trabajando en madera, con flores o pintando?

Cuando se trata de la casa de Dios, tenemos que hacerlo a la manera de Dios. Él ya no mora en tabernáculos, pero trabajando juntos para construir la casa de Dios hoy, tenemos que asegurarnos de que estamos siguiendo su Palabra, bajo la supervisión de su autoridad designada.

Moisés llamó a Bezalel y a Aholiab, y a todos los que tenían el mismo espíritu artístico, y a quienes el Señor había dado pericia y habilidad y se sentían movidos a venir y hacer el trabajo, y les entregó todas las ofrendas que los israelitas habían llevado para realizar la obra del servicio del santuario. Día tras día el pueblo seguía llevando ofrendas voluntarias.

Involucra a toda la comunidad

Hay una hermosa participación de toda la comunidad aquí, similar a lo que se debe ver en la iglesia:

  • Moisés convocó a todos los trabajadores juntos. El líder tiene que convocar a aquellos que Dios ha dotado para el trabajo. Alguien tiene que tomar la iniciativa de reunir a los trabajadores y motivarlos a seguir adelante.
  • Ese líder, o alguien que trabaja con él, tiene que distribuir los recursos necesarios para hacer el trabajo. Había orden en la recepción y distribución de las ofrendas, con Moisés coordinándolo. Esto aseguró la integridad y la buena administración de ellas.
  • Algunos pueden ser dotados, pero no quieren trabajar. Ellos tendrán que rendir cuentas al Señor por negarse a usar sus dones. No nos corresponde a nosotros obligarlos a trabajar. Serán más un obstáculo que una ayuda para hacer un trabajo de excelencia.
  • Toda la comunidad está a favor de la obra, y está dispuesta a ofrendar para aquellos que fueron dotados. Sin su participación, nada sucedería. Los que tienen los recursos para dar son tan importantes como los trabajadores. Estas fueron ofrendas voluntarias y especiales, a diferencia de los diezmos requeridos para apoyar la obra de Dios. De hecho, ellos están tan entusiasmados con el proyecto que siguen llevando ofrendas cada mañana.

Todos los artesanos y expertos que estaban ocupados en la obra del santuario suspendieron su trabajo para ir a decirle a Moisés: «La gente está trayendo más de lo que se necesita para llevar a cabo la obra que el Señor mandó hacer.»

Entonces Moisés ordenó que corriera la voz por todo el campamento: «¡Que nadie, ni hombre ni mujer, haga más labores ni traiga más ofrendas para el santuario!» De ese modo los israelitas dejaron de llevar más ofrendas, pues lo que ya habían hecho era más que suficiente para llevar a cabo toda la obra.

¡Qué maravilloso tener este problema! ¿Cuándo fue la última vez que escuchaste a alguna iglesia o ministerio decir «Deja de dar, ¡tenemos demasiado!»? ¡El problema era tan grave que el trabajo se detuvo en el santuario mientras que los trabajadores hablaron con Moisés!

¡Estos eran esclavos recién libertados que apenas conocían a Dios, no tenían ni su Palabra ni el Espíritu Santo, y no tenían el privilegio de salvación por medio de Jesús! ¿Por qué es tan difícil para nosotros conseguir apoyo para el trabajo de la iglesia hoy, cuando tenemos tantas bendiciones? ¿Por qué no hay más emoción para edificar la casa de Dios hoy? ¿Podría ser que no estamos haciendo la obra de Dios a su manera? ¿Nos preocupa más la construcción de una casa para nuestra gloria, que para la gloria de Dios? Señor, ¡ayúdanos a tener tanta emoción y apoyo para el labor de tu casa hoy!

 

Mateo 1:18-25  José

¿Que hay en navidad para un hombre? En la mayoría de hogares la atención centra en los niños. La mujer se ocupa mucho con la comida y todas las preparaciones en la casa. Tú buscas el regalo perfecto para tu amada. Pero el hombre no reciba muchos regalos – y frecuentemente el regalo que reciba no es algo que desea.

La primera navidad también centró en una mujer – su embarazo y su bebé. Es María que fue encinta por el Espíritu Santo, llevó a Jesucristo en su vientre, y lo dio a luz. Se encuentra la historia mejor conocida del nacimiento en el evangelio de Lucas. Lucas era gentil. Escribió su evangelio para el mundo griego. En su historia del nacimiento da mucho énfasis a María. Dice muy poco acerca de José.

El evangelio que da más énfasis a José

¿Sabías que el primer evangelio, Mateo, casi no menciona a María? Es una historia muy distinta de la de Lucas. Fue escrito para judíos. Para ellos, el padre tiene mucha importancia. ¡Mateo da más énfasis a José!

La primera parte del primer capítulo es la genealogía de Jesús. Para los judíos es muy importante saber quién eran sus padres y de que tribu son. Lucas también tiene una genealogía. Las dos tienen varias diferencias, pero ambas son la línea de José.

¿Que sabemos acerca de José?

En la iglesia no hablamos mucho acerca de él. No sabemos cuántos años tenía, pero José era un hombre algo mayor. Pasaba muchos años esperando en Dios para una esposa. Era un hombre muy piadoso y había orado mucho para una mujer. En su corazón estaba seguro que era María. Estaban en su noviazgo, con los sueños normales para una familia y un hogar. Se supone que estaban enamorados, aunque el noviazgo de esos días era muy distinto de lo que sabemos hoy en día.

Era un hombre humilde, contento trabajando como carpintero. No estaba buscando ni esperando ningún ministerio especial. No era bien educado. No tenía experiencia ninguna como padre o esposo, aunque tenía más experiencia en la vida que la jovencita María. No era sacerdote, fariseo, o rabino. No era poderoso ni rico. No era de Jerusalén u otra ciudad importante, sino de un pueblo menospreciado. Decían de ello: ¿De Nazaret puede salir algo de bueno? Nadie escogería a José para algo tan importante. Nadie sino Dios.

Dios es soberano

Claro que José y María no tenían idea ninguna de los planes de Dios, pero el Señor estaba arreglando todo para el evento más importante de toda la historia. Tal como Dios escogió a María para ser la madre de Jesús, escogió a José para ser su padre terrenal. Claro que María tenía la carga más pesada, pero el padre también tiene un rol muy importante. ¡Dios confiaba en José para criar al Hijo de Dios!

¿Crees en la soberanía de Dios? ¿Crees que Dios te escogió a ti para ser el padre de tus hijos? Y si por alguna razón nunca has tenido hijos, ¿crees que fue en su plan también? ¿Crees que Dios tiene un propósito en tu matrimonio, a pesar de todos los problemas que tengas? Es posible que tú también estés trabajando y cuidando a tu familia – y Dios tenga algo preparado para ti mucho más allá de lo que puedas imaginar. Sigue fiel en tu trabajo y tu familia, y si Dios tiene algo para ti, te llamará.

Circunstancias fuera de tu control

Como muchos hombres, José bregaba con circunstancias fuera de su control:

  • El censo mandado por Roma. No había opción. Tenían que viajar en el momento más delicado para María.
  • En Belén fue José que tenía que buscar a un lugar. Cada hombre quiere lo mejor para su mujer cuando va a dar a luz. Pero no es siempre posible. José no tenía plata y no conocía a nadie en Belén. A fin de cuentas tenían que aceptar un establo sucio.
  • En Mateo 2 leemos de una amenaza contra el niño. En sueno Dios advirtió a José del peligro. No a María. Y fue José que tenía que levantarse y huir y encontrar un lugar en Egipto.

Se espera que Dios arreglaría las mejores condiciones para el nacimiento del mesías. Pero al contrario, estaban entre las peores.

¿Que haya fuera de tu control en tu vida ahora? ¿Crees que Dios tiene el control? ¿Confías que él te ayudará bregar con las situaciones difíciles? La vida de José no salió como estaba esperando. Había muchas dificultades y razones para dudar el plan de Dios para su matrimonio. Poco en esta vida sale conforme a nuestras expectativas, ¡pero Dios es soberano!

Así fue el nacimiento de Jesús

18 El nacimiento de Jesús, el Cristo, fue así: Su madre, María, estaba comprometida para casarse con José, pero antes de unirse a él, resultó que estaba encinta por obra del Espíritu Santo. 

De Lucas sabemos cómo supo María que sería una madre. Pero nunca dice como José lo supo. ¿Fue de María? En esos días el novio no tenía mucha oportunidad para platicar con su novia en privado. Me parece poco posible.  ¿De sus amigos? Nazaret era un pueblo pequeño y seguro que habría mucho chisme. Claro que era un golpe fuerte cuando José recibió las noticias. Dios no tenía la cortesía de informarle más temprano. Muchas veces hay cosas que pasen con mujeres y el pobre hombre no tiene ninguna idea de lo que está sucediendo.

Divorcio: ¿La mejor opción?

19 Como José, su esposo, era un hombre justo y no quería exponerla a vergüenza pública, resolvió divorciarse de ella en secreto.

José tenía que hacer algo. Perdería el respeto de la comunidad si no hizo nada. En esos días un compromiso era como el matrimonio. Para romperlo José tenía que divorciarse de María. Uno de los diez mandamientos prohíbe el adulterio. Por su falla José tenía todo derecho de divorciarse. Aun peor, bajo la ley María puede ser apedreada como adultera. O, lo peor, José podía presionarla a abortar al bebe. ¡Imagínate abortando al Hijo de Dios!

Pero José era un hombre justo. De verdad amaba a María. No quería infamarla. A pesar de mucho lamento y confusión, iba a dejarla secretamente. Siempre la tentación es dejar una situación difícil, sea un trabajo, una iglesia, o un matrimonio. José tenía una excusa muy buena. Muchas veces parece más fácil simplemente dejar la familia. Pero de verdad no es. Dios tenga un propósito en las dificultades que nosotros no sepamos. No tengas prisa en dejando algo o juzgando alguien.

¿Eres guiado por justicia en tus decisiones? ¿Quieres ser un hombre justo como José? Hay tantas tentaciones hoy en día:

  • No esperando hasta el matrimonio a tener relaciones.
  • Pornografía en el internet.
  • Robando pequeñas cosas de tu trabajo.
  • Dejando a tu esposa y familia. Para muchos, divorcio parece la única opción para solucionar una situación imposible.

Tú seas un hombre justo como José, siguiendo lo que dice la Biblia. Frente a esas tentaciones, y antes de actuar en una decisión difícil, hay un paso muy importante.

Considéralo

20 Pero cuando él estaba considerando hacerlo, se le apareció en sueños un ángel del Señor y le dijo: «José, hijo de David, no temas recibir a María por esposa, porque ella ha concebido por obra del Espíritu Santo. 

Gracias a Dios José no actuaba con mucha prisa. Estaba pensando en sus opciones. Estaba considerando el divorcio. Y estoy seguro que estaba esperando en Dios para confirmación. Siempre es peligroso actuar con mucha prisa. Piénsalo bien. Ora. Espera una palabra del Señor. Dale la oportunidad de hablar. Cuando sentimos mucha urgencia ya no estamos abiertos a los consejos de otros y estamos en peligro. En la pasión hagamos cosas que más tarde lamentemos mucho.

Claro que Dios no iba a permitir un divorcio, ni apedreándola, ni un aborto. Y de una manera u otra Dios te llamará la atención. En este caso un ángel apareció en sus sueños. ¿Crees que Dios puede hablarte en sueños? ¿Crees que puede enviarte un ángel?

Lo que necesitas: Una palabra de Dios

A fin de cuentas, cuando nos encontramos en situaciones tan difíciles, con consejos confusos, tenemos que oír de Dios. Necesitamos su palabra. Esta era la palabra para José:

  • No temas. El temor nos motiva hacer cosas impulsivas y equivocadas. Si hay temor no habrá amor. Pero el perfecto amor del Señor echa fuera el temor. Es mucho mejor actuar motivado por amor que por temor. Tantas veces en la Palabra Dios nos dice: No temas. ¿Hay temor en tu corazón? Una Palabra de Dios para ti es: No temas. No dice que José tenía temor en la situación. Claro que no. Es un hombre. El hombre no tema a nada ni nadie, ¿verdad? ¡Mentira! ¡Claro que José tenía temor! Iba a perder a su amada. Posiblemente estaba haciendo un error grave.
  • Recíbela. José tiene que dejar su orgullo a un lado. Tiene que humillarse y posiblemente sufrir las burlas de sus amigos y vecinos. Tiene que abrazarla y recibirla. ¿Hay alguien que te ha ofendido? ¿Que te ha lastimado? Es posible que la palabra del Señor para ti sea: Recíbela. Recíbelo. No entiendas completamente lo que pasó. Tengas dudas y temores. Pero recíbela. Dios va a resolver la situación. Recibiéndola implica perdón. Implica gracia y amor ágape, sin condiciones.
  • ¡Dios está en medio de la situación! Lo que está pasando es una obra del Espíritu Santo. Si tú has tenido experiencias con el Espíritu, ya sabes que no opera dentro de nuestras normas. ¿Cuando fue la última vez que experimentaste algo que dirías “esta es una obra del Espíritu Santo”? Lamentablemente, mucho de lo que pase como obra del Espíritu en nuestras iglesias son obras de la carne. Una obra del Espíritu será algo sobrenatural. Algo que ningún hombre puede hacer. ¡Yo anhelo mucho más de esas obras en mi vida y mi ministerio!

Su nombre es Jesús, el Salvador

21 Dará a luz un hijo, y le pondrás por nombre Jesús, porque él salvará a su pueblo de sus pecados.»

Imagínate José hablando con María cuando la había recibido y por fin tenían la oportunidad de platicar con calma:

“Y María, el Señor aun mi dio el nombre del niño. Adivina que es.”

“Jesús”

“Pero…como lo sabes?”

“El Señor me lo reveló a mí también.”

Como pareja buscando la voluntad de Dios, los dos deben recibir la misma palabra del Señor. Para oír claramente la voz del Señor, hay que escuchar bien. Eso es difícil con todo el ruido en nuestras vidas, del teléfono, la televisión, y el internet. Y hay que ser obediente a lo que dice. Imagínate José diciendo: “No, lo voy a nombrar José. No me gusta el nombre Jesús.”

Dios también le da a José el destino del niño, el propósito de su vida: la salvación de su pueblo de sus pecados. No solamente perdón, sino libertad del pecado. Para no pecar más. ¡Que privilegio es en esta temporada celebrar el nacimiento de nuestro Salvador! Son de verdad buenas nuevas que tenemos que compartir con todo el mundo, y en estos días están más abiertos al Señor.

El nombre Jesús significa Dios salva. Habla de su destino, su propósito. Hay un propósito para cada vida. ¿Cuál es tu nombre? ¿Cuál es tu propósito? ¿Tu destino? Nosotros tenemos que afirmar la importancia de cada vida, y estar firmes contra los que quieren matar a los niños no nacidos.

Su nombre es Emanuel, Dios con nosotros

22 Todo esto sucedió para que se cumpliera lo que el Señor había dicho por medio del profeta: 23 «La virgen concebirá y dará a luz un hijo, y lo llamarán Emanuel» (que significa «Dios con nosotros»).

Cuando recibes una palabra profética o una visión, busca una confirmación en la Biblia. Debe cuadrar con lo que dice la Palabra de Dios.

¿Has hecho un estudio de profecías en el Antiguo Testamento y como Jesús las cumplió? ¡Es muy impresionante! ¿Tienes una perspectiva bíblica de cómo interpretar los tiempos?

Aquí tenemos otro nombre para Jesús que también habla de su propósito: Emanuel. En Jesucristo experimentamos a Dios íntimamente con nosotros. No está alejado en el cielo. El tomó la iniciativa en venir a nosotros – ahora nosotros tenemos que recibirlo. La mayoría en ese entonces no lo reconocieron. Lo rechazaron. Y sigue igual hoy en día.

¿Tienes esa relación con Dios? ¿Esa conciencia que él está contigo? ¿O te parece alejado?

Obediencia

24 Cuando José se despertó, hizo lo que el ángel del Señor le había mandado y recibió a María por esposa. 

Sin obediencia la palabra no vale mucho. Tú puedes recibir palabras proféticas todos los días. Tu puedes oír predica ungida cada domingo. Pero si no la pones en práctica no te sirve para mucho.

No sabemos exactamente que pasó cuando José recibió a María. Parece que había una boda, aunque bajo las circunstancias tal vez no tanta fiesta como era el costumbre para los judíos. José la trajo a su casa.

¿Crees que esos primeros días juntos eran fáciles? ¡Yo creo que no! Tal vez María tenía náuseas matutinas. Estoy seguro que a veces José todavía tenía dudas. Era una luna de miel muy diferente que la de sus sueños. Comenzaron su matrimonio con muchos desafíos. Tú tengas muchos problemas en tu matrimonio también. Pero tal como Dios ayudó a José y María, te ayudará a superarlos y crecer en el proceso.

No tuvo relaciones

25 Pero no tuvo relaciones conyugales con ella hasta que dio a luz un hijo, a quien le puso por nombre Jesús.

No era un matrimonio normal con la noche de bodas y una luna de miel. Jose tenía que aceptar a un hijo que no era suyo. ¡En este caso era el hijo de Dios! Sea muy difícil para un hombre, pero haya veces cuando tienes que aceptar al hijo de otro hombre.

No tenía relaciones íntimas con María hasta que dio a luz. ¡Eso requiere mucho auto dominio! Después del nacimiento, sí, tenían relaciones. Hay algunos que dicen que María era siempre una virgen y no tenía a otros hijos. Pero la Biblia claramente dice que sí. José y María tenían a varios hijos. Entre ellos era Santiago, que escribió la carta en la Biblia y era líder de la iglesia en Jerusalén.

La importancia del padre

De verdad, no había necesidad ninguna para José en esta historia. María era encinta por la obra del Espíritu Santo. Dios también pudiera enviar a Jesús a este mundo como un hombre. Pero quería afirmar la importancia de la familia, y la importancia del padre. José tenía un rol muy importante en la vida de Jesús. En la cultura judía un hijo varón pasa mucho tiempo con su papa. Desde pequeño Jesús le ayudaba en su taller de carpintería. Como el primogénito la expectativa era que le seguiría en su vocación. Fue José que enseñaba a Jesús la Palabra de Dios e iba con él a la sinagoga. Cuando José murió, fue Jesús que tenía la responsabilidad principal para la familia y el negocio.

El plan de Dios es para una mujer y un hombre como padres. No dos hombres. O dos mujeres. Si tú eres una madre soltera leyendo esto, te bendigo, porque yo sé que no es lo que querías y es una carga muy pesada. Que Dios siga dándote las fuerzas y la sabiduría para criar a esos preciosos hijos. A pesar de todo lo que el diablo ha hecho para destruir la familia, nosotros como creyentes y como iglesia tenemos que hacer todo posible para apoyarla. Y sobre todo afirmar la importancia del padre, porque el padre está sufriendo un ataque fuerte en estos días. Gracias a Dios por un buen ejemplo de un padre como José, quien Dios escogió para ser el padre terrenal de su Hijo. ¡Gracias a Dios que el mismo Señor soberano está trabajando en tu vida!