El falso evangelio del «yo»

Este es uno de esos mensajes que el Señor deposita en el espíritu. Me pareció muy fuerte. Hay ocasiones cuando el Señor nos revela algo, pero no es para compartir. Así que pedí confirmación para compartirlo. Y esto es lo que el Señor me dio:

En presencia de Dios y de Cristo Jesús, que ha de venir en su reino y que juzgará a los vivos y a los muertos, te doy este solemne encargo: Predica la Palabra; persiste en hacerlo, sea o no sea oportuno; corrige, reprende y anima con mucha paciencia, sin dejar de enseñar. Porque llegará el tiempo en que no van a tolerar la sana doctrina, sino que, llevados de sus propios deseos, se rodearán de maestros que les digan las novelerías que quieren oír.  Dejarán de escuchar la verdad y se volverán a los mitos. (2 Timoteo 4:1-4)

Esa palabra me dejó con un temor de Dios. Porque es algo que cada vez veo más y para mí es alarmante. Es la proliferación de la psicología en las publicaciones de cristianos en las redes sociales. En la misma página tienen sus dichos y enseñanzas a la par de citas bíblicas. Es como si tuvieran casi la misma autoridad y no se dieran cuenta de que son diametralmente opuestas.

Quiero aclarar que no estoy en contra de la psicología. Toda verdad es de Dios, y esa verdad incluye cosas en todas las ciencias. Hay psicólogos cristianos y hay perspectivas importantes que han contribuido a la salud emocional del creyente. Pero hay mucho, a veces sutil, que suena bien, pero es mentira. Yo he visto a muchos citar estas enseñanzas para apoyar su divorcio y separación de la familia y de la iglesia. Aquí hay unos ejemplos; todos son de cristianos e incluso de pastores:

Cada quien es capaz de reescribir su propia historia. Cualquier momento puede ser el instante preciso para convertir nuestros inviernos en primaveras.

Coloca todo el poder en nuestras manos. Tú puedes escribir tu destino. Si no te gusta tu propia historia, reescríbela. Si no te gusta ser hombre, hazte una cirugía y toma hormonas para convertirte en mujer. Es cierto que la Biblia dice que hoy es el día de salvación. Pero solo Cristo tiene el poder de convertir tu invierno en primavera. Y tienes que entregar la vida y la historia a Dios y Él lo hace todo nuevo. Nacimos de nuevo con Cristo.

Bendita es la mujer que se atreve a ser libre, la que aprende a amarse y valorarse. Benditas son todas las mujeres que salen adelante por ellas mismas, que no esperan a un príncipe azul en su vida, por que más que princesas, esas mujeres son guerreras.

¿Es verdad? Hasta cierto punto. Claro que es importante amarse y valorarse a uno mismo. Hay demasiadas mujeres con la autoestima destruida. Pero, ¿qué pasa cuando una mujer sale adelante por ella misma? Y, ¿libre de qué?  Demasiadas veces es librarse de enseñanzas bíblicas anticuadas. Abandonar la familia y la iglesia. Cristo enseña que la única libertad real se encuentra sometido al alfarero. Es Cristo quien nos libera de nuestras ataduras para vivir conforme al diseño de nuestro creador. Una guerrera para Cristo es una cosa. Pero esa guerrera tiene que someterse al capitán. Y a mí me gusta una princesa, una hija del Rey. No hay nada de malo en ser una princesa.

Hermoso es cuando tomas una decisión difícil y el tiempo te muestra que tomaste la decisión correcta.

Otra vez, suena bien. Puede que haya momentos en que el tiempo confirma que fue una decisión correcta. Pero queremos andar siempre guiados por el Espíritu Santo. En una relación, ¿son las dificultades evidencia de que tomaste una mala decisión al casarte con ella? No quiero jugar con una decisión importante. No quiero esperar años para averiguar que fue un error. Dios quiere salvarte de esas malas decisiones.

Me quedo cerquita de la gente que me hace sentir que ser yo está bien. Este proviene de un grupo llamado “Amor Propio”. No hay nada malo en sí con el amor propio. Pero Dios nos manda amar incluso a tus enemigos con ese mismo amor. A menudo la gente que te hace sentir que ser “tu” está bien no te anima a crecer o mejorarte. ¿Y qué pasa el día en que no te hace sentir que ser “tu” está bien? ¿Vas a buscar otra iglesia que te haga sentir bien? ¿U otro dios? ¿U otra pareja?

Al final, las almas gemelas se encuentran porque tienen el mismo escondite.

Toda la vida vas en busca de tu alma gemela. “Ya sé que mi esposa no era mi alma gemela. Estoy pidiendo a Dios que me muestre y me traiga a mi alma gemela.” Pero, ¿cómo sabes cuándo la encuentras? Y si nunca, ¿siempre estarás solo? ¿Qué significa tener el mismo escondite?

El café nunca se imaginó que podría tener un sabor suave y dulce, hasta que conoció al azúcar y la leche. Todos somos buenos individualmente, pero nos volvemos mejores cuando nos mezclamos con las personas apropiadas.

Entonces, hay personas apropiadas y otras que no lo son. Este dicho se puede aplicar para afirmar que se vuelve mejor cuando se mezcla con gente que ama a Jesús. Pero el primer problema aquí es que la Biblia no dice que somos buenos individualmente. Y yo he visto este pensamiento racionalizar la separación de un marido y una iglesia. Hasta que algunos racionalizan una relación gay.

Yo creo que esto resume bien el problema:

El mundo: Se la mejor versión de ti mismo.  Cristo: Niegate a ti mismo y toma tu cruz.

Mundo: Sigue tu corazón. Cristo: Sigueme.

Mundo: Hay grandeza dentro de ti. Cristo: El que se engrandece sera humillado.

Lo que me lleva a un tema muy popular: Gente toxica. Esta idea de personas toxicas es muy popular en la cultura actual. Alguien que no te gusta es etiquetado como “tóxico” y se aleja de esa persona. Aquí hay un ejemplo del entendimiento común de las personas tóxicas. Este hombre, Hiram Terán, es un “coach” y es muy popular. Un tic toc suyo sobre gente toxica estaba en el Facebook de un pastor amigo y recibió muchos comentarios de otros cristianos de que buen consejo ofreció. Aquí esta, si tiene la oportunidad de verlo: https://www.facebook.com/permalink.php?story_fbid=1607778162755604&id=333155820217851

No conozco al hombre. Pero en este y otros TicToc suyos que he visto, veo mucha arrogancia. Mucha supuesta sabiduría. No veo amor ni humildad. Nos da 7 caracteristicas de gente toxica. Escudriñemos lo que dicen:

No están dispuestas a cambiar, quieren que se les acepte “así como son”

Gracias a Dios, no es una condición del Señor cambiar antes de ser aceptable a Él. Por dicha, Él nos acepta tal como somos. Él sabe que hemos intentado cambiar muchas veces, sin éxito. Él sabe que solo el Espíritu Santo puede cambiarme. ¡Y el Señor tiene que luchar con cada uno de nosotros para hacer esos cambios!

En la gran mayoría de los casos de consejería matrimonial, la pareja cree que es el otro que tiene que cambiar. Es la naturaleza humana ser ciego a nuestras faltas. Por eso Jesus nos enseñó:

No juzguéis, para que no seáis juzgados.  Porque con el juicio con que juzgáis, seréis juzgados, y con la medida con que medís, os será medido.  ¿Y por qué miras la paja que está en el ojo de tu hermano, y no echas de ver la viga que está en tu propio ojo?  ¿O cómo dirás a tu hermano: Déjame sacar la paja de tu ojo, y he aquí la viga en el ojo tuyo?  ¡Hipócrita! saca primero la viga de tu propio ojo, y entonces verás bien para sacar la paja del ojo de tu hermano. (Mateo 7:1-5)

Todos queremos ser aceptados. Jesus te acepta “así como eres”, y él nos llama a imitarlo. Así que tenemos que aceptar a otros tal como son. Ese amor y aceptación los motiva a cambiar.

Siempre culpan al otro de los problemas

¿No suena eso como Adán y Eva? Era la mujer. Era la serpiente. Es uno de los mayores obstáculos para llegar a los pies de Jesús: Confesar que soy pecador y tengo que rendirle cuentas a Dios. No es la culpa de mi madre ni de mi padre ni de mi pareja ni de la iglesia. Para venir a Jesús tenemos que confesar que soy pecador y necesito un Salvador. Tengo que aceptar mi responsabilidad y arrepentirme de mi pecado. Dejamos a los demás en las manos del Señor. Le corresponde a Él juzgarlos y bregar con ellos.

Despiertan cada mañana con la intención de hacerse y hacerte la vida imposible

Yo no estoy seguro de que haya tantas personas que intencionalmente quieran hacerles la vida imposible a otros. Son atados en su pecado y por los lazos del diablo. No tienen a Cristo. Así no pueden salir de ese círculo vicioso, y se lastiman a sí mismo y a otros. Juzgar a una persona así para mí es una completa falta de misericordia y amor. Es ignorar que Dios hizo a esa persona a su imagen y la ama. Hay algo hermoso en cada creación de Dios.

No quieren amar, quieren poseer, controlar y absorber tu vida

Están tan necesitados que no saben cómo amar. Quieren ser amados. Pero son inseguros y están llenos del temor de que nadie los quiera o los acepte. Han perdido a tantas personas importantes en su vida que reaccionan con control. Llamar a esa persona “tóxica” y alejarse de ella solo afirma lo que ya cree: No tengo valor ninguno. No soy amable.

Su juego siempre necesita al menos un codependiente

¡Porque quieren amor! ¡Quieren estar cerca de alguien! Esta persona es muy necesitada. Ocupa mucha afirmación. Lo más importante para esta persona es una iglesia que demuestre el amor y la firmeza de Cristo.

Por más sufrimiento que generan y se generan, ellos nunca dirán adiós

¡Claro que no! Ya hemos visto que son necesitados, temen el rechazo, ya han perdido a muchas personas importantes en su vida. La mayoría de ellos han sufrido mucho, y no saben cómo sanar esas heridas. Solo Jesus y el amor incondicional de otros que los rodean puede liberarlos de ese ciclo. A veces hay gente en la iglesia que causa muchos problemas y en secreto se espera que se vaya. Pero Cristo permite tales personas en nuestras vidas para enseñarnos paciencia, perseverancia y amor.

Por más promesas que hagan, solo cambian cuando tocan fondo

¿No es cierto para todos nosotros? ¿Cuántos tuvieron que tocar fondo para buscar a Dios y entregar su vida a Jesús? Yo creo que todos hemos hecho promesas que no cumplimos. Es cuando toca fondo que la iglesia debe estar allí con el amor de Cristo para levantarlo. No para señalarlo y recordarle todas sus promesas incumplidas.

Hay algo que veo en común en casi todas estas publicaciones de psicólogos y coaches: el “yo” en el centro. Egoísmo. Y eso va completamente en contra del evangelio.

De hecho, Pablo le escribió a Timoteo sobre estos días postreros:

También debes saber esto: que en los postreros días vendrán tiempos peligrosos.  Porque habrá hombres amadores de sí mismos, avaros, vanagloriosos, soberbios, blasfemos, desobedientes a los padres, ingratos, impíos,  sin afecto natural, implacables, calumniadores, intemperantes, crueles, aborrecedores de lo bueno,  traidores, impetuosos, infatuados, amadores de los deleites más que de Dios, que tendrán apariencia de piedad, pero negarán la eficacia de ella; a estos evita. (2 Timoteo 3:1-5)

Esa es la verdadera persona tóxica. Hay otro nombre para la persona tóxica: Pecador. Sin Jesús, todos somos tóxicos. Lo primero que Pablo menciona es: “amadores de sí mismos.” Y muchos de ellos están en la iglesia. Dicen que aman a Dios, pero aman más los deleites. Tienen apariencia de piedad, pero niegan el poder del evangelio. No son los inconversos los más tóxicos. Jesús es amigo del pecador. Es la gente religiosa hipócrita que es toxica. ¿Qué es el remedio para la toxicidad? Arrepentimiento genuino, salvación y amor verdadero.

Cristo dijo: Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente.  Este es el primero y grande mandamiento.  Y el segundo es semejante: Amarás a tu prójimo como a ti mismo. (Mateo 22:37-39)

Dios tiene que mandar. Tiene que ser el primero en nuestra vida. Solo cuando tienes esa relación en buen estado puedes amar a otros y a ti mismo.

Oísteis que fue dicho: Amarás a tu prójimo, y aborrecerás a tu enemigo.  Pero yo os digo: Amad a vuestros enemigos, bendecid a los que os maldicen, haced bien a los que os aborrecen, y orad por los que os ultrajan y os persiguen;  para que seáis hijos de vuestro Padre que está en los cielos, que hace salir su sol sobre malos y buenos, y que hace llover sobre justos e injustos.  Porque si amáis a los que os aman, ¿qué recompensa tendréis? ¿No hacen también lo mismo los publicanos?  Y si saludáis a vuestros hermanos solamente, ¿qué hacéis de más? ¿No hacen también así los gentiles? (Mateo 6:43-47)

Yo propongo que la cultura representada en esta psicología ni pone a Dios en primer lugar, con un amor ferviente y sumisión a Él, ni entiende lo que es el amor. Porque el amor genuino siempre piensa en el dar, en el bienestar de otros. Y no es verdadero amor el que ama sólo a la gente que son fáciles de amar. La vida tiene que girar en torno a Dios, y no en torno al “yo.” Adorar al “yo” o cualquier cosa que no sea Dios es idolatría. Muchos en la iglesia son adoradores del “yo”. Pero no es algo nuevo. Pablo escribió en Romanos 1:21-25:

Pues habiendo conocido a Dios, no le glorificaron como a Dios, ni le dieron gracias, sino que se envanecieron en sus razonamientos, y su necio corazón fue entenebrecido. Profesando ser sabios, se hicieron necios, y cambiaron la gloria del Dios incorruptible en semejanza de imagen de hombre corruptible, de aves, de cuadrúpedos y de reptiles.

Por lo cual también Dios los entregó a la inmundicia, en las concupiscencias de sus corazones, de modo que deshonraron entre sí sus propios cuerpos, ya que cambiaron la verdad de Dios por la mentira, honrando y dando culto a las criaturas antes que al Creador, el cual es bendito por los siglos. Amén.

No es una sorpresa. En lugar de honrar y dar culto al Creador, se honran y adoran a sí mismos y a las personas que les agradan. En lugar de exaltar a nosotros mismos, tenemos que humillarnos y presentarnos en sacrificio vivo a Dios:

Así que, hermanos, os ruego por las misericordias de Dios, que presentéis vuestros cuerpos en sacrificio vivo, santo, agradable a Dios, que es vuestro culto racional. No os conforméis a este siglo, sino transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento, para que comprobéis cuál sea la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta.

Digo, pues, por la gracia que me es dada, a cada cual que está entre vosotros, que no tenga más alto concepto de sí que el que debe tener, sino que piense de sí con cordura, conforme a la medida de fe que Dios repartió a cada uno. (Romanos 12:1-3)

Cuando se llena así de Dios, Él nos da un amor y un deseo de bendecir a otros. Estos son los consejos que debemos poner en práctica. Pablo nos da un resumen en Romanos 13:8-10:

No debáis a nadie nada, sino el amaros unos a otros; porque el que ama al prójimo, ha cumplido la ley. Porque: en esta sentencia se resume los mandamientos: Amarás a tu prójimo como a ti mismo. El amor no hace mal al prójimo; así que el cumplimiento de la ley es el amor.

En ese amor no hay lugar para juzgar a otros o señalar a alguien como tóxico. Cada persona tiene su propia relación con Dios. Lo que me toca a mí es acercarme a Dios y estar bien con Él.

Dios primero, luego otros, y así podemos amar a nosotros. ¿Cómo es este amor?

El amor es sufrido, es benigno; el amor no tiene envidia, el amor no es jactancioso, no se envanece; no hace nada indebido, no busca lo suyo, no se irrita, no guarda rencor; no se goza de la injusticia, mas se goza de la verdad. Todo lo sufre, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta. El amor nunca deja de ser. (1 Corintios 13:4-8)

No caigas por el engaño de este evangelio del “yo.” ¿Has aceptado esas mentiras? Este es el evangelio de Jesús:

 Si alguno viene a mí, y no aborrece a su padre, y madre, y mujer, e hijos, y hermanos, y hermanas, y aun también su propia vida, no puede ser mi discípulo.  Y el que no lleva su cruz y viene en pos de mí, no puede ser mi discípulo. (Lucas 14:26-27)

Comparado con el amor que tenemos por Dios, aborrecemos incluso  la vida propia. Tenemos que tomar la cruz, crucificar la carne e ir en pos de Jesus.

Incluso el apóstol Pedro cayó en este error y Jesus tuvo que regañarlo fuertemente:

Desde entonces comenzó Jesús a declarar a sus discípulos que le era necesario ir a Jerusalén y padecer mucho de los ancianos, de los principales sacerdotes y de los escribas; y ser muerto, y resucitar al tercer día. Entonces Pedro, tomándolo aparte, comenzó a reconvenirle, diciendo: Señor, ten compasión de ti; en ninguna manera esto te acontezca. Pero él, volviéndose, dijo a Pedro: ¡Quítate de delante de mí, Satanás!; me eres tropiezo, porque no pones la mira en las cosas de Dios, sino en las de los hombres.

Entonces Jesús dijo a sus discípulos: Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, y tome su cruz, y sígame. Porque todo el que quiera salvar su vida, la perderá; y todo el que pierda su vida por causa de mí, la hallará. Porque ¿qué aprovechará al hombre, si ganare todo el mundo, y perdiere su alma? ¿O qué recompensa dará el hombre por su alma? Porque el Hijo del Hombre vendrá en la gloria de su Padre con sus ángeles, y entonces pagará a cada uno conforme a sus obras. (Mateo 16:21-27)

Jesus sabía muy bien cuan tentador es este falso evangelio. Tiene su fuente en el padre de la mentira. La persona que lo acepta es piedra de tropiezo para el verdadero discípulo de Jesus. El problema es que esta persona pone la mira en las cosas de los hombres, y no en las cosas de Dios. ¿Dónde está tu mira? ¿Eres tropiezo para alguien? ¿Qué pago recibirás de Jesus conforme a tus obras cuando el venga en gloria?

Jueces 2: El problema de una generación que no conoció al Señor

1El ángel del Señor subió de Guilgal a Boquín y dijo: «Yo los saqué a ustedes de Egipto y los hice entrar en la tierra que juré darles a sus antepasados. Dije: “Nunca quebrantaré mi pacto con ustedes; ustedes, por su parte, no harán ningún pacto con la gente de esta tierra, sino que derribarán sus altares”. ¡Pero me han desobedecido! ¿Por qué han actuado así? Pues quiero que sepan que no expulsaré de la presencia de ustedes a esa gente; ellos les harán la vida imposible, y sus dioses les serán una trampa».

Cuatro partes importantes e impactantes de este breve mensaje

  1. Dios les ha sido fiel. Ha hecho milagros. Prometió la tierra a Abraham y a sus antepasados. Pasaron cientos de años de esclavitud en Egipto con la esperanza de volver algún día a esa tierra. Dios cumplió su palabra, y los sacó de Egipto. Hizo muchos milagros en el camino a Canaán y ahora ha peleado muchas batallas para hacerlos entrar en la tierra. Hizo un pacto con ellos que afirmaron antes de entrar en la tierra. Dios los promete que nunca quebrantará ese pacto.

¿Cómo has visto la fidelidad de Dios en tu vida? ¿Cuáles milagros has experimentado? ¿Cuáles batallas ha peleado por ti?

 

Nosotros tenemos un pacto en la sangre de Jesús, un nuevo pacto, que afirmamos cada vez que recibimos la Santa Cena. Dios siempre será fiel a ese pacto. Y tú, ¿le has sido fiel?

  1. Casi todas las promesas y pactos de Dios tienen condiciones o requisitos de nuestra parte. Aunque Dios les dio los Diez Mandamientos y muchas otras leyes para guardar como su parte del pacto, aquí Él señala solo dos requisitos específicamente para esta etapa de la conquista de la tierra prometida: No hacer ningún pacto con los habitantes de la tierra, y derribar sus altares. De hecho, tenían que eliminar por completo a todos los habitantes de la tierra y destruir cualquier rasgo de su religión.

¿Sabes cuáles son los requisitos para nosotros en el Nuevo Pacto? Jesús nos dio un nuevo mandamiento: Amar los unos a los otros como Él nos ha amado. ¿Cómo te va con la obediencia a ese mandamiento?

 

¿Qué más crees que Dios espera de ti para ser fiel a su pacto?

 

 

  1. Esta es la queja que Dios tiene contra ellos, y es muy sencilla: Le han desobedecido. No han cumplido esos dos requisitos. Es una palabra de juicio; una palabra que a menudo necesitamos cuando no somos conscientes de nuestro pecado y cómo ofende a Dios.

La obediencia es muy importante para Dios. ¿Cómo está tu obediencia? ¿Eres consciente de áreas donde andas en desobediencia?

 

  1. La consecuencia de quebrantar el pacto. La misma gente a la que permitieron vivir, en contra del mandato de Dios, ahora les hará la vida imposible. Sus dioses, cuyos altares no quisieron derribar, ahora les serán una trampa. Dios les prometió que expulsaría a estos enemigos; ahora, dado su pecado, no los expulsará. Siempre les quedarán como un aguijón.

Aquí hay un concepto muy importante para la vida cristiana: Cuando seguimos a Cristo, Él quiere liberarnos de la opresión del enemigo y echar fuera a todo espíritu inmundo. Pero si permanecemos en el pecado y permitimos esas influencias malignas, llega el momento en que es demasiado tarde, y Dios permite que sigan siendo piedras de tropiezo para nosotros.

¿Hay algún pecado o algo del mundo que hayas permitido en tu vida, sabiendo que Dios te llama a arrepentirte y dejarlo? ¿Has experimentado ese dolor, ese tropiezo, ese aguijón a causa de tu desobediencia?

 

 

El ángel del Señor

En el Antiguo Testamento, la identidad de un ángel es un poco complicado. Sabemos que los ángeles son mensajeros de Dios. En este caso, claramente comunica un mensaje de parte de Dios Todopoderoso. Pero hay momentos en lo que es difícil diferenciar entre el ángel y Dios. Y algunos creen que hay instantes en los que un ángel puede ser Jesucristo en una aparienciapreencarnada. Aquí parece que tiene forma de un hombre, pero no sabemos por qué estaba en Guilgal, cómo llegó a Boquín o por qué se reunió mucha gente en Boquín para recibir este mensaje.

Llorar a gritos

Cuando el ángel del Señor les habló así a todos los israelitas, el pueblo lloró a gritos. Por eso llamaron a aquel lugar Boquín, y allí ofrecieron sacrificios al Señor.

Es algo que observamos muchas veces durante el éxodo y también en nuestra experiencia: Cuando conocemos las consecuencias de nuestro pecado, lloramos, nos arrepentimos y buscamos al Señor. En este caso, no hay indicios de que estos sacrificios hayan motivado a Dios a cambiar su juicio contra ellos. Y no hay ningún indicio en el registro de un arrepentimiento genuino.

¿Ha habido ocasiones en tu vida en las que recibiste un mensaje duro de Dios? ¿Una profecía? ¿Algo que leíste en la Biblia que sabias que vino directamente del Señor?

 

¿Cómo respondiste? ¿Te motivó a cambiar de rumbo?

 

Aparte de la cuestión del ángel, hay otro detalle en este capítulo: Está claro que los siguientes versículos fueron escritos aparte de lo que ya hemos leído en Jueces, and se remontan al final de la vida de Josué.

El problema de una generación que no conoció al Señor

Cuando Josué despidió al pueblo, los israelitas se fueron a tomar posesión de la tierra, cada uno a su propio territorio. El pueblo sirvió al Señor mientras vivieron Josué y los ancianos que le sobrevivieron, los cuales habían visto todas las grandes obras que el Señor había hecho por Israel.

Este es un problema que vemos una y otra vez en la iglesia y en un mover de Dios. Hay un avivamiento, con un pastor u otro siervo de Dios que el Señor usa de una manera maravillosa. Hay un grupo de personas que reciben sanidad, liberación y nueva vida en ese avivamiento. Entre ellos se encuentran ancianos y líderes con experiencia de primera mano que mantienen el fuego encendido en esa iglesia. Pero cuando ese pastor fallece, y más tarde esos ancianos fallecen, la siguiente generación no ha tenido la misma experiencia con Dios, y la iglesia cae en una rutina y pierde la unción. Lo mismo sucede en las familias con los hijos o nietos de alguien que tuvo un encuentro poderoso con Dios.

¿Has observado este tipo de transición y pérdida del fuego en tu vida, en una iglesia o en tu familia?

 

Josué hijo de Nun, siervo del Señor, murió a la edad de ciento diez años, y lo sepultaron en Timnat Jeres, tierra de su heredad, en la región montañosa de Efraín, al norte del monte de Gaas. 10 También murió toda aquella generación, y surgió otra que no conocía al Señor ni sabía lo que él había hecho por Israel. 

Este es el mismo problema que la ausencia de un líder preparado después de la muerte de Josué. Es un problema grave, y la culpa es de los padres y líderes del país. Es su responsabilidad compartir con sus hijos y la juventud las historias de los patriarcas, el éxodo y la Palabra de Dios. Depende de ellos presentarles una relación viva con el Señor.

¿Cómo ayudas a tus hijos y nietos a conocer a Jesús? ¿Compartes con ellos lo que el Señor ha hecho por ti?

 

¿Cómo lo hace tu iglesia? ¿Cómo pueden mejorar esa educación para conservar la cosecha de la juventud en la iglesia?

 

Provocar la ira del Señor

11 Esos israelitas hicieron lo que ofende al Señor y adoraron a los ídolos de Baal. 12 Abandonaron al Señor, Dios de sus padres, que los había sacado de Egipto, y siguieron a otros dioses —dioses de los pueblos que los rodeaban—, y los adoraron, provocando así la ira del Señor. 13 Abandonaron al Señor, y adoraron a Baal y a las imágenes de Astarté. 

Aquí hay una explicación de la desobediencia que el ángel señaló en el versículo 2. En lugar de adorar, temer y obedecer a Dios, sin esa relación personal con Dios y esa educación, han hecho lo que ofende a Dios. Lo abandonan en favor de los dioses de los pueblos que permitieron permanecer en la tierra. Fue exactamente la razón por la que Dios dijo que tenían que exterminarlos y derribar sus ídolos. Él sabía la tentación que presentarían. Adoraban y seguían a esos ídolos y falsos dioses. Cuando abandonamos a Dios, provocamos su ira. Habrá una consecuencia fea.

¿Cuáles son los ídolos o dioses que te rodean? ¿De qué manera sientes la tentación de seguirlos y adorarlos?

 

 

14 Entonces el Señor se enfureció contra los israelitas y los entregó en manos de invasores que los saquearon. Los vendió a sus enemigos que tenían a su alrededor, a los que ya no pudieron hacerles frente. 15 Cada vez que los israelitas salían a combatir, la mano del Señor estaba en contra de ellos para su mal, tal como el Señor se lo había dicho y jurado. Así llegaron a verse muy angustiados.

La vida de un pecador en las manos de un Dios enojado es muy dura. Las palabras aquí son muy fuertes:

  • Se enfureció
  • Los entregó en manos de invasores
  • Ellos los saquearon
  • Los vendió a sus enemigos
  • No pudieron hacerles frente
  • La mano del Señor estaba en contra de ellos para su mal
  • Se vieron muy angustiados

Puede que tú ya sepas lo difícil que es luchar con Dios, lo serio que es Él hacia la obediencia y el pecado y la agonía de la persona que ha abandonado a Dios.

¿Cómo pueden convertirse de la niña de su ojo, su hijo adoptado, a alguien que sufre la mano dura de Dios? Es como un padre que disciplinando a su hijo. Dios nos da muchas oportunidades. La historia del éxodo y los tratos de Dios con su pueblo revelan su paciencia. Pero cuando permanecemos en rebelión y cerramos nuestro corazón a Dios, las consecuencias son severas. Lamentablemente, aún hay personas que no reconocen la fuente de su angustia, y culpan a satanás, a la iglesia o su “mala suerte.” Pueden hacer todo lo posible en la carne para fortalecerse y pelear, pero será fútil.

¿Estas angustiado ahora? ¿Sientes que el Señor te vendió a tus enemigos? A pesar de tus muchos esfuerzos, ¿no puedes hacerles frente?

 

¿Sabes lo que es tener la mano de Dios contra ti? ¿Conoces a alguien que el Señor ha entregado en manos de sus enemigos para saquearlo? ¿Alguien sufre esta disciplina del Señor?

 

 

En su misericordia, Dios envía libertadores

16 Entonces el Señor hizo surgir caudillos que los libraron del poder de esos invasores. 17 Pero tampoco escucharon a esos caudillos, sino que se prostituyeron al entregarse a otros dioses y adorarlos. Muy pronto se apartaron del camino que habían seguido sus antepasados, el camino de la obediencia a los mandamientos del Señor. 18 Cada vez que el Señor levantaba entre ellos un caudillo, estaba con él. Mientras ese caudillo vivía, los libraba del poder de sus enemigos, porque el Señor se compadecía de ellos al oírlos gemir por causa de quienes los oprimían y afligían. 19 Pero, cuando el caudillo moría, ellos volvían a corromperse aún más que sus antepasados, pues se iban tras otros dioses, a los que servían y adoraban. De este modo se negaban a abandonar sus malvadas costumbres y su obstinada conducta.

A pesar del juicio fuerte que observamos en los versículos anteriores, Dios siempre los ama y quiere rescatarlos. Él tiene paciencia con nosotros y siempre quiere darnos otra oportunidad. Se compadece de nosotros y escucha nuestro clamor.

La ayuda aquí viene en forma de un hombre. Un caudillo o un juez; de allí el título del libro, aunque no son jueces en el sentido en que nosotros entendemos a los jueces.

Ellos ya vieron su liberación a manos de estos líderes que Dios se levantó. Pero en lugar de escucharlos, arrepentirse y agradecer a Dios por su liberación, se prostituyeron entregándose a otros dioses y adorándolos. Tal vez por un breve momento siguieron el camino angosto de la obediencia a Dios, pero pronto se apartaron de ese camino. La influencia de un líder ungido es muy poderosa. Mientras ese caudillo viviera, estaban bien. Pero nunca establecieron su relación con Dios, y cuando el caudillo murió, volvieron a su pecado.

Esta es la historia del libro de Jueces, y desafortunadamente, de gran parte de la historia de Israel. Y es un patrón muy común, un ciclo, con el que viven muchos cristianos. No tienen su propia relación con Dios. Dependen de la unción de otra persona. Y nunca hay un arrepentimiento genuino.

Si eres un líder en la iglesia, ¿has visto estos altibajos en las vidas de tus hermanos? ¿Te ha usado Dios para liberar a otros? ¿Has experimentado la decepción de gente que es liberada, pero vuelven a sus malas costumbres y obstinada conducta?

 

¿Eres tú una persona débil, que depende de otros para tu fortaleza espiritual? ¿Es tu vida una serie de altibajos?

 

 

El propósito de Dios al dejar enemigos en tu vida

20 Por eso el Señor se enfureció contra Israel y dijo: «Puesto que esta nación ha violado el pacto que yo establecí con sus antepasados y no me ha obedecido, 21 tampoco yo echaré de su presencia a ninguna de las naciones que Josué dejó al morir. 22 Las usaré para poner a prueba a Israel y ver si guarda mi camino y anda por él, como lo hicieron sus antepasados». 23 Por eso el Señor dejó en paz a esas naciones; no las echó en seguida ni las entregó en manos de Josué.

Dios no quiere dejarnos en esta posición tan complicada. Nos envía pastores u otros hermanos para advertirnos y ayudarnos. Nos da muchas oportunidades. Él siempre quiere echar fuera de tu vida todas las malas influencias. Pero cuando persistimos en nuestro pecado y rebelión, llega el momento en que Él dice, en efecto: Bueno, ¿tú quieres estar con esta gente rebelde? ¿Quieres permanecer en tu desobediencia? Entonces, no te libraré de esos enemigos. Los permitiré en tu vida para que te pongan a prueba. Siempre serán una piedra de tropiezo para ti. Te revelarán lo que verdaderamente hay en tu corazón. Tienes la oportunidad de andar por el camino del Señor, pero tú has hecho tu vida más difícil.

¿Hay “naciones,” siervos del maligno, que Dios ha permitido en tu vida para ponerte a prueba? Tal vez algún pecado que tu hayas permitido y siempre te sirva de piedra de tropiezo. Dios quería librarte por completo de ese pecado, pero tú no querías dejarlo. Ahora siempre sirve de prueba para tentarte y ver tu respuesta.

 

Jueces 1: Después de la muerte de Josué

1Después de la muerte de Josué,

El libro de Josué empezó y terminó con las palabras “muchos años después.” Este libro inicia con otro hito importante: La muerte de este gran guerrero. Josué les dejó consejos muy claros. Pero, ¿después de su muerte? Creo que todos hemos conocido familias que se desintegran después de la muerte de la matriarca o el patriarca, o una iglesia después de la salida de un pastor amado.

¿Has experimentado la muerte de alguien muy importante en tu vida? ¿Cómo te impactó? ¿Qué hiciste después de su muerte?

 

 

los israelitas le preguntaron al Señor: —¿Quién de nosotros será el primero en subir y pelear contra los cananeos?

Estaban acostumbrados a recibir la guía de Josué, y ahora andan conforme a las promesas que Dios le hizo. No hay duda de que van a pelear contra el enemigo; la pregunta es: ¿quién subirá primero?

Por dicha, buscan al Señor. Es muy importante consultar a Dios, pero la ausencia de adoración o algo que muestre una relación personal con Él es notable. Podemos consultarlo para que nos oriente en los negocios o en el hogar solo porque queremos prosperar o tener una vida feliz.

¿Tienes el hábito de consultar a Dios antes de dar un paso importante en tu vida?

 

¿Tienes la confianza de que Dios te guiará si sinceramente buscas su voluntad?

 

Dios ya entregó el país en manos de Judá

El Señor respondió: —Judá será el primero en subir, puesto que ya le he entregado el país en sus manos.

Judá no era la tribu más grande o más importante, pero fue el primero en subir, tal vez una indicación de la importancia de Judá debido a la ubicación de Jerusalén y el templo, como la tribu de gran rey David y, mas tarde, la tribu del Mesías.

La victoria ya era suya. Dios ya les ha entregado a su enemigo. Solo tienen que subir y tomar posesión de la tierra.

¿Crees que Dios prepara el camino ante ti? ¿Cuál ha sido tu experiencia consultando a Dios y recibiendo su dirección?

 

 

Qué lástima que muchos, por miedo, dudas, incredulidad o impaciencia, no andan en esa victoria y pierdan muchas bendiciones porque hacen las cosas a su manera.

Entonces los de la tribu de Judá dijeron a sus hermanos de la tribu de Simeón: «Suban con nosotros al territorio que nos ha tocado, y pelearemos contra los cananeos; después nosotros iremos con ustedes al territorio que les tocó». Y los de la tribu de Simeón los acompañaron.

¿Hicieron lo correcto aquí? Dios no dijo que otra tribu debería acompañar a Judá, pero tampoco condenó a Judá por incluirlos. Puede ser que dentro de la revelación que Dios nos da, hay alcance y libertad para tomar decisiones sobre cómo cumplir su voluntad. En este caso, es un ejemplo de ayuda mutua entre hermanos, algo que seguramente agrada a Dios.

¿Hay alguien a quien tú puedas pedir que te ayude en alguna batalla? Si alguien te ayuda, ¿eres fiel para ayudarlo en su batalla?

 

 

Cuando Judá atacó, el Señor entregó en sus manos a los cananeos y a los ferezeos. En Bézec derrotaron a diez mil hombres. Allí se toparon con Adoní Bézec y pelearon contra él, y derrotaron a los cananeos y a los ferezeos. 

Dios ya los había entregado en sus manos, pero aún tenían que atacar. Tuvieron que pelear. Tener la victoria garantizada por Dios no significa que no hagamos nada. Si tenemos temor o equivocadamente creemos que no tenemos que hacer nada, el enemigo no será derrotado.

Pagado con la misma moneda

Adoní Bézec logró escapar, pero lo persiguieron hasta que lo alcanzaron, y le cortaron los pulgares de las manos y los dedos gordos de los pies.

Puede que tu enemigo escape, pero tienes que perseguirlo hasta que lo alcances. Al principio parece raro y cruel cortarse los pulgares y los dedos gordos de los pies, pero Judá probablemente conoció este detalle sobre Adoni Bezec:

Entonces Adoní Bézec exclamó: «¡Setenta reyes, cortados los pulgares de las manos y los dedos gordos de los pies, recogían migajas debajo de mi mesa! ¡Ahora Dios me ha pagado con la misma moneda!» Luego lo llevaron a Jerusalén, y allí murió.

Era un hombre muy cruel; ahora reconoce la mano de Dios contra él en recompensa por lo que hizo.

¿Crees que Dios nos paga “con la misma moneda” por los pecados cometidos contra otros? ¿Hay algún ejemplo que tú hayas visto en tu vida o en la experiencia de otra persona?

 

¿Cómo has experimentado la misericordia de Dios al no cosechar lo que sembramos?

 

 

Los de la tribu de Judá también atacaron a Jerusalén; la capturaron, matando a todos a filo de espada, y luego incendiaron la ciudad. Después la tribu de Judá fue a pelear contra los cananeos que vivían en la región montañosa, en el Néguev y en la Sefelá. 10 Avanzaron contra los cananeos que vivían en Hebrón, ciudad que antes se llamaba Quiriat Arbá, y derrotaron a Sesay, Ajimán y Talmay. 11 Desde allí, avanzaron contra los habitantes de Debir, ciudad que antes se llamaba Quiriat Séfer. 

No menciona a Simeón, pero Judá está disfrutando de una serie de éxitos en sus batallas, como lo prometió Dios.

Caleb ofrece a su hija como galardón

Ahora nos enteramos de que Caleb, el que tenía “un espíritu diferente” y volvió de explorar la tierra prometida con un buen informe, es parte del ejército de Judá. Para alguna razón, él cree que es necesario motivar a los hombres a derrotar a Quiriat Sefer con algo que nos parece extraño:

12 Entonces Caleb dijo: «A quien derrote a Quiriat Séfer y la conquiste, yo le daré por esposa a mi hija Acsa». 

La pobre muchacha es el galardón por la conquista de esa ciudad. Ella no tiene la oportunidad de decir nada. Peor aún desde la perspectiva moderna, fue su tío quien la consiguió como esposa:

13 Y fue Otoniel hijo de Quenaz, hermano menor de Caleb, quien la conquistó; así que Caleb le dio por esposa a su hija Acsa. 14 Cuando ella llegó, Otoniel la convenció de que le pidiera un terreno a su padre. Al bajar Acsa del asno, Caleb le preguntó: —¿Qué te pasa?

15 —Concédeme un gran favor —respondió ella—. Ya que me has dado tierras en el Néguev, dame también manantiales.

Fue así como Caleb le dio a su hija manantiales en las zonas altas y en las bajas.

Ella es muy astuta, pidiendo manantiales. Aparentemente Caleb tenía mucha tierra, y de buena gana le da a su hija tierras y manantiales. No sabemos nada más de lo que sucedió en este matrimonio. Otoniel fue el primer juez de Israel (Jueces 3:9, 10), lo que demuestra que fue un hombre muy exitoso, posiblemente en parte debido a la influencia de esta mujer sabia.

¿Hay formas más sutiles en las cuales abusamos de nuestras familias, ofreciéndolas sobre un altar para impresionar a otros hombres?

 

16 Los descendientes de Hobab el quenita, suegro de Moisés, acompañaron a la tribu de Judá desde la Ciudad de las Palmeras hasta el desierto de Judá, que está en el Néguev, cerca de Arad. Allí habitaron con la gente del lugar.

De repente se menciona a los descendientes del suegro de Moisés, Jetro, quien conocemos de Éxodo 3:1, 4:18 y 18:1 y 2. Números 10:29 nos dice que Hobab era un hijo de Jetro. Parece que Hobab acompañó a su padre cuando Jetro visitó a Moisés en el desierto, y se quedó con ellos hasta que entraron en la tierra prometida. Allí habitó con ellos en el Néguev.

17 Después fueron los de la tribu de Judá con sus hermanos de la tribu de Simeón y derrotaron a los cananeos que vivían en Sefat, ciudad a la que destruyeron por completo. Desde entonces Sefat fue llamada Jormá. 18 Los hombres de Judá también conquistaron las ciudades de Gaza, Ascalón y Ecrón, cada una de ellas con su propio territorio.

La derrota de Sefat es la única vez que se menciona a Simeón batallando con Judá.

Una nota alarmante

Hasta ahora todo parece estar procediendo de acuerdo con la Palabra de Dios. De hecho, hay tantas victorias que casi podemos perder la importancia del siguiente versículo:

19 El Señor estaba con los hombres de Judá.

Es obvio que Dios estaba con estos hombres, lo que hace lo siguiente alarmante:

Estos tomaron posesión de la región montañosa, pero no pudieron expulsar a los que vivían en las llanuras, porque esa gente contaba con carros de hierro. 

El autor no nos ofrece más explicaciones. Dios ha estado con ellos y les ha dado victorias impresionantes. Pero, ¿qué le ha sucedido con este gran Dios en las llanuras? ¿Es sólo el Dios de las montañas? ¿Son los carros de hierro demasiado para Dios? Judá juega una parte importante en la historia de Israel, siendo la tribu del Mesías, pero fracasó en estas primeras batallas.

¿Hay algunos enemigos que te parecen demasiado fuertes, y no puedes expulsarlos de tu vida? ¿Cuáles son sus “carros de hierro” que te intimidan tanto?

 

¿Qué ha sido la consecuencia en tu vida de no poder expulsarlos?

 

Solo el principio de una historia deprimente

20 Tal como lo había prometido Moisés, Caleb recibió Hebrón y expulsó de esa ciudad a los tres hijos de Anac. 21 En cambio, los de la tribu de Benjamín no lograron expulsar a los jebuseos, que vivían en Jerusalén. Por eso hasta el día de hoy los jebuseos viven con los benjaminitas en Jerusalén.

No es sorprendente que Caleb recibió lo que Moisés prometió. Por su fe y valentía (¡incluso en su vejez!) expulsó a los habitantes de Hebrón. Pero los benjaminitas no tenían tanto éxito. Ésta sería la ciudad santa, la capital de Israel y la sede del templo, pero otra gente pagana resistió a Benjamín y siempre permanecieron en Jerusalén.

22 Los de la tribu de José, por su parte, subieron contra Betel, pues el Señor estaba con ellos. 23 Enviaron espías a Betel, ciudad que antes se llamaba Luz, 24 y estos, al ver que un hombre salía de la ciudad, le dijeron: «Muéstranos cómo entrar en la ciudad, y seremos bondadosos contigo». 25 Aquel hombre les mostró cómo entrar en la ciudad, y ellos la conquistaron a filo de espada; pero al hombre y a toda su familia les perdonaron la vida. 26 Y ese hombre se fue a la tierra de los hititas, donde fundó una ciudad a la que llamó Luz, nombre que conserva hasta el día de hoy.

Caleb salió victorioso, pero Benjamín no logró expulsar al enemigo. La tribu de José sigue el ejemplo de Josué en Jericó, enviando espías y solicitando la ayuda de un habitante de la ciudad. Ese hombre y su familia escaparon y fundaron otra ciudad. ¿El motivo de su triunfo?: “el Señor estaba con ellos.” ¿No estaba con Judá o Benjamín? Parece que ellos tenían la misma promesa, pero tal vez carecieron de la fe para avanzar con valentía contra el enemigo. La siguiente tribu continúa el mismo patrón de derrota después de la victoria de sus hermanos:

27 Pero los de la tribu de Manasés no pudieron expulsar a los de Betseán y de Tanac con sus respectivas aldeas, ni tampoco a los habitantes de Dor, Ibleam y Meguido con sus respectivas aldeas, porque los cananeos estaban decididos a permanecer en esa tierra. 28 Solo cuando Israel se hizo fuerte pudo someter a los cananeos a trabajos forzados, aunque nunca pudo expulsarlos del todo. 

Tal como las otras derrotas, esta gente pagana siempre permaneció en la tierra, violando el plan de Dios de limpiarla completamente para establecer un pueblo santo. Otra vez, la razón dada, de que “estaban decididos a permanecer,” parece muy débil ante el poder del Dios omnipotente. Puede delatar una falta de perseverancia por parte de Manasés.

Acomodándose a la gente que Dios quería expulsar

29 Los de la tribu de Efraín tampoco pudieron expulsar a los cananeos que vivían en Guézer, de modo que los cananeos siguieron viviendo entre ellos. 30 Los de la tribu de Zabulón, por su parte, tampoco pudieron expulsar a los cananeos que vivían en Quitrón y Nalol, y estos siguieron viviendo entre ellos, aunque fueron sometidos a trabajos forzados. 31 Tampoco los de la tribu de Aser pudieron expulsar a los habitantes de Aco, Sidón, Ajlab, Aczib, Jelba, Afec y Rejob. 32 Por eso, como no pudieron expulsarlos, el pueblo de la tribu de Aser vivió entre los cananeos que habitaban en aquella región. 33 Tampoco los de la tribu de Neftalí pudieron expulsar a los habitantes de Bet Semes y Bet Anat, sino que vivieron entre los cananeos que habitaban en aquella región. Sin embargo, sometieron a trabajos forzados a los que vivían en Bet Semes y Bet Anat. 

El fracaso de las tribus más importantes se extiende a las otras tribus, Efraín, Zabulón, Aser y Neftalí. Es como dijo Pablo (Gálatas 5:9): «Un poco de levadura fermenta toda la masa». El pecado de una persona en la familia o en la iglesia puede afectar a todos. Ya dejaron el ideal de eliminar a esta gente pagana, ya no tienen esa fe ni esa valentía. Se acomodan a un estándar mucho más bajo de lo que Dios intentó para ellos. Cuando se esforzaron, en lugar de eliminarlos, los sometieron a trabajos forzados, como esclavos, algo que Dios nunca quiso para su tierra santa.

¿Hay algo que no agrada a Dios que se ha permanecido en tu vida, tu familia o tu iglesia? ¿Hay alguna manera en que los hayas “sometido a trabajos forzados” para racionalizar su presencia?

 

 

34 Los amorreos hicieron retroceder a los de la tribu de Dan hasta la región montañosa, y no les permitieron bajar a la llanura. 35 Los amorreos también estaban decididos a permanecer en el monte Heres, en Ayalón y en Salbín. Pero, cuando se acrecentó el poder de la tribu de José, los amorreos también fueron sometidos a trabajos forzados. 36 La frontera de los amorreos iba desde la cuesta de los Escorpiones hasta Selá, e incluso más arriba.

Este primer capítulo de la experiencia de Israel después de la muerte de Josué empezó con buscar el plan de Dios, obedecerlo y ver el poder de Dios obrando a su favor. Pero rápidamente declinó. Lo que es notable en su ausencia en este capítulo es un líder como Moisés o Josué, que animó y ayudó al pueblo en tantas ocasiones. El único hombre que nos impresiona en el capítulo es Caleb, parte del grupo enviado por Moisés y el compañero de Josué. ¿Fue una falla por parte de Josué no nombrar y preparar a alguien para liderar al pueblo después de su muerte? No lo dice, pero puede ser.

El capítulo termina no solo con el fracaso de no expulsar a los habitantes, sino también de ser sometidos a la fuerza del enemigo. Los amorreos los “hicieron retroceder” y “no les permitieron” bajar a la llanura. En lugar del pueblo de Dios poderoso y ungido, esta tribu de Dan parece débil. Es un comienzo muy triste para este libro y este nuevo capítulo en la vida de Israel.

Desafortunadamente, la experiencia de algunos cristianos es parecida a la de Israel. Empiezan su discipulado con muchas victorias y fe en el Señor. Pero cuando encuentran con enemigos más fuertes, retroceden, se apartan, y nunca andan en la victoria y la libertad que Dios quiere para ellos. ¿Cuál ha sido tu experiencia? ¿Dónde estás ahora comparado con la experiencia de Israel?

 

Notamos la ausencia de un líder para guiar al pueblo, y la posible falla de Josué en nombrar y preparar a un líder. Si tú estás en el liderazgo, ¿haces tu parte para preparar nuevos líderes? ¿Tienes un pastor o alguien en quien confías para darte consejos y orientación?

Josué 24: Por mi parte, mi familia y yo serviremos al Señor

Josué reunió a todas las tribus de Israel en Siquén. Allí convocó a todos los jefes, líderes, jueces y oficiales del pueblo. Todos se reunieron en presencia de Dios. 

¿Qué opinas de lo que hizo Josué? En lugar de un funeral después de la muerte, convocar a todos los que has guiado y compartir tu corazón con ellos. Eso era común en el Antiguo Testamento. Convocar a los hijos para que los bendigas. Compartir algunos consejos y exhortarlos.

¿Qué diría la gente más importante de tu vida en tal ocasión?

 

Esta sería una tarea difícil. Los hijos de Israel estaban esparcidos por un territorio bastante extenso. No había internet ni teléfono para anunciar esta reunión, pero tenían establecida una red de comunicación entre todas las tribus.

Josué se dirigió a todo el pueblo, y le exhortó: —Así dice el Señor, Dios de Israel:

Josué era un gran guerrero y un hombre de fe. No pensamos en él cómo un profeta, pero Dios puede usar cualquier instrumento disponible para hablarnos (¡incluso un asno!).

“Hace mucho tiempo, sus antepasados, Téraj y sus hijos Abraham y Najor, vivían al otro lado del río Éufrates, y adoraban a otros dioses. Pero yo tomé de ese lugar a Abraham, antepasado de ustedes, lo conduje por toda la tierra de Canaán y le di una descendencia numerosa. Primero le di un hijo, Isaac; y a Isaac le di dos hijos, Jacob y Esaú. A Esaú le entregué la serranía de Seír, en tanto que Jacob y sus hijos descendieron a Egipto.

Es importante conocer nuestro patrimonio. Los hijos son un regalo de Dios. Él empieza con Abraham, el padre de la fe (e ignora por completo a Ismael).

¿Cómo tratas a tus hijos?

 

Cómo heredaron la tierra prometida

Dios les recuerda cómo llegaron a tener esa tierra que fluye leche y miel:

»”Tiempo después, envié a Moisés y Aarón, y herí con plagas a Egipto hasta que los saqué a ustedes de allí. Cuando saqué de ese país a sus antepasados, ustedes llegaron al Mar Rojo y los egipcios los persiguieron con sus carros de guerra y su caballería. Sus antepasados clamaron al Señor, y él interpuso oscuridad entre ellos y los egipcios. El Señor hizo que el mar cayera sobre estos y los cubriera. Ustedes fueron testigos de lo que les hice a los egipcios. Después de esto, sus antepasados vivieron en el desierto durante mucho tiempo. A ustedes los traje a la tierra de los amorreos, los que vivían al este del río Jordán. Cuando ellos les hicieron la guerra, yo los entregué en sus manos; ustedes fueron testigos de cómo los destruí para que ustedes poseyeran su tierra. 

Dios no menciona la rebelión y el becerro de oro, ni por qué vivieron en el desierto durante mucho tiempo. El énfasis está en el gran poder de Dios para liberarlos de su esclavitud y de sus enemigos. Él respondió al clamor del pueblo e interpuso oscuridad entre ellos y el ejército egipcio. La mayor parte de lo que dice está en primera persona:

  • Yo envié
  • Yo herí
  • Yo los saqué

Cambia por un momento a tercera persona:

  • Él interpuso oscuridad
  • Él hizo que el mar cayera sobre los egipcios

Pero luego vuelve inmediatamente a la primera persona:

  • Eran testigos de lo que les hice a los egipcios
  • Los traje a la tierra de los amorreos
  • Yo los entregué en sus manos
  • Los destruí para que poseyeran la tierra

¡Todo eso en tres versículos! ¡Dios es un dios muy activo a nuestro favor!

¿Qué ha hecho Dios en tu vida para llevarte a donde estás hoy?

 

Y, cuando Balac, hijo de Zipor y rey de Moab, se dispuso a presentarles combate, él envió al profeta Balán hijo de Beor para que los maldijera. 10 Pero yo no quise escuchar a Balán, por lo cual él los bendijo una y otra vez, y así los salvé a ustedes de su poder. 

Incluso la oposición vino de alguien que decía ser un profeta de Dios. Balán es para siempre un ejemplo de alguien que se vende al enemigo para su propio beneficio.

11 Finalmente, cruzaron el río Jordán y llegaron a Jericó, cuyos habitantes pelearon contra ustedes. Lo mismo hicieron los amorreos, ferezeos, cananeos, hititas, gergeseos, heveos y jebuseos. Pero yo los entregué en sus manos. 12 No fueron ustedes quienes, con sus espadas y arcos, derrotaron a los dos reyes amorreos; fui yo quien por causa de ustedes envié tábanos, para que expulsaran de la tierra a sus enemigos. 13 A ustedes les entregué una tierra que no trabajaron y ciudades que no construyeron. Vivieron en ellas y se alimentaron de viñedos y olivares que no plantaron”.

Dios quiere dejar muy claro que Él fue responsable de sus victorias. Sin Dios, no son nada. Tenían muchos enemigos, pero:

  • Yo los entregué en sus manos
  • No fueron ustedes quienes, con sus espadas y arcos, los derrotaron
  • Fui yo quien los expulsó
  • A ustedes yo les entregué la tierra
  • No trabajaron por la tierra y no construyeron las ciudades
  • Se alimentaron de viñedos y olivares que ellos no plantaron

El mensaje es muy claro: Todo depende de Dios y de su misericordia.

¿Cuáles batallas en tu vida has intentado de pelear con espadas y arcos en tu fuerza? ¿Qué fue el resultado?

 

¿Cuáles enemigos ha entregado Dios en tus manos?

 

¿Has aprendido a disfrutar de las buenas dadivas de Dios? ¿O siempre has trabajado duro, tratando de construir y plantar?

 

Claro que esto no significa que nos sentemos y esperemos a que Dios nos dé todo. Normalmente, trabajamos y plantamos, pero hay momentos en los que Dios transferirá las riquezas del mundo a sus hijos, para beneficio de su reino.

A la luz de la obra de Dios, Josué reta al pueblo

14 »Por lo tanto, ahora ustedes entréguense al Señor y sírvanle fielmente. Desháganse de los dioses que sus antepasados adoraron al otro lado del río Éufrates y en Egipto, y sirvan solo al Señor. 15 Pero, si a ustedes les parece mal servir al Señor, elijan ustedes mismos a quiénes van a servir: a los dioses que sirvieron sus antepasados al otro lado del río Éufrates, o a los dioses de los amorreos, en cuya tierra ustedes ahora habitan. Por mi parte, mi familia y yo serviremos al Señor».

Siempre tenemos una opción. A la luz de todo lo que Dios hizo por ellos, a la luz del sacrificio del Hijo de Dios en la cruz, ofrecemos la opción a la gente. Es una cuestión de a quién vas a servir. Todos servimos a alguien.

¿A quién sirves?

 

La primera opción:

  • Entregarse al Señor
  • Servirle fiel y únicamente
  • Arrepentirse; deshacerse de todos los “dioses” de los antepasados y del mundo

La única otra opción es servir a los dioses de este mundo, a los dioses de los que no conocen al Señor: placer, dinero, éxito y todo lo demás.

¿Has tomado estos pasos? ¿Puedes decir que sirves a Dios fiel y únicamente?

 

¿A que otros dioses has servido? ¿Hay alguno que te resulte más tentador?

 

Como cabeza de casa, Josué declara su decisión: Él y su casa servirán al Señor. Es complicado obligar a tu casa a servir a Dios. Hay hijos rebeldes. Hay muchos los casos en los que la madre quiere servir a Dios pero el hombre se lo pone muy difícil. Pero cuando la cabeza de la casa, el esposo y padre, toma esa decisión y guía y anima a su familia en esa dirección, libera la bendición de Dios sobre su casa. Él debe modelar esos pasos de entrega a Dios y realmente servir a Dios; si es un hipócrita y su verdadero dios es el dinero, la familia se rebelará. Y es posible servir tanto a Dios que no sirvas a tu familia.

¿Has tomado esa decisión para ti y tu casa?

¿Cómo te va en el ejemplo que le das a tu familia?

 

¿Hay algo que puedas hacer para ayudar a tu familia a brindarle un mejor servicio?

 

16 El pueblo respondió: —¡Eso no pasará jamás! ¡Nosotros no abandonaremos al Señor por servir a otros dioses! 17 El Señor nuestro Dios es quien nos sacó a nosotros y a nuestros antepasados del país de Egipto, aquella tierra de servidumbre. Él fue quien hizo aquellas grandes señales ante nuestros ojos. Nos protegió durante todo nuestro peregrinaje por el desierto y cuando pasamos entre tantas naciones. 18 El Señor expulsó a todas las que vivían en este país, incluso a los amorreos. Por esa razón, nosotros también serviremos al Señor, porque él es nuestro Dios.

Sin pensarlo mucho, el pueblo sigue a su líder. Se apresuran a declarar que nunca abandonarán a Dios. Están en consonancia con todas las grandes obras del Señor y no pueden concebir de no servir a este gran Dios. Pero, ¿son meras palabras? Cuando alguien se compromete a servir a Dios, ¿cómo se sabe si es sincero o no?

¿Alguna vez has pasado al frente en una iglesia, te has comprometido a alguna tarea en la iglesia o simplemente te has entregado a Dios en oración – y no fuiste sincero?

 

 

Josué conoce el pueblo y tiene años de experiencia observando a Moisés y caminando con el Señor. En lugar de felicitar a la gente y regocijarse, él tiene una respuesta inesperada y contundente:

19 Entonces Josué les dijo: —Ustedes son incapaces de servir al Señor, porque él es Dios santo y Dios celoso. No les tolerará sus rebeliones y pecados. 20 Si ustedes lo abandonan y sirven a dioses ajenos, él se les echará encima y les traerá desastre; los destruirá completamente, a pesar de haber sido bueno con ustedes.

Josué no les cree. Ha visto demasiado pecado y rebelión. Él sabe por experiencia propia que el hombre es incapaz de servir a Dios sin la ayuda del Espíritu Santo. Tiene recuerdos amargos de su propio fracaso con Acán (Josué 6), y la santidad y los celos de Dios.

Primero, Josué no acepta su compromiso verbal, que no muestra humildad ni valoración seria de la situación. Hay muchos que dicen que quieren hacer grandes cosas para Dios, pero subestiman su propia soberbia y arrogancia. Hay muchos sirviendo en la iglesia que manifiestan un espíritu rebelde en su desobediencia y deshonra al pastor o líder que Dios ha colocado sobre ellos. El verdadero servicio empieza con la confesión de que, en nuestras fuerzas, en la carne, es imposible servir a un Dios santo.

En segundo lugar, hay una advertencia. Ya habló de todas las maravillas que un buen Padre hizo por sus hijos, para formar un pueblo. Pero eso puede cambiar rápidamente si abandonan a Dios y sirven a otros dioses. La consecuencia será el desastre y la destrucción.

¿Has experimentado desastre y destrucción en tu vida en un momento en que le diste la espalda a Dios y empezaste a servirle a tu manera, en la carne?

 

¿Qué significa para ti la santidad y los celos de Dios? ¿Estás violando su santidad de alguna forma? ¿Está impactando tu servicio por Él?

 

¿Qué vestigios de rebelión hay en tu vida? ¿Hay algún pecado que impida tu servicio a Dios?

 

 

21 Pero el pueblo insistió: —¡Eso no pasará jamás! Nosotros solo serviremos al Señor.

No comprendieron lo que dijo Josué. No se humillaron para confesar su rebelión y pecado y pedirle perdón a Dios. Están muy confiados de su fidelidad a Dios.

No usamos nuestra debilidad o pecado como excusa, pero es bueno ser conscientes de ello y ser humildes. ¿Dirías que tienes esa humildad?

 

22 Y Josué les dijo una vez más: —Ustedes son testigos contra ustedes mismos de que han decidido servir al Señor.

—Sí, sí lo somos —respondió toda la asamblea.

Su compromiso y palabra firme ahora servirán como testimonio contra ellos, si rompen el pacto con Dios. Josué les dio la oportunidad de humillarse o no comprometerse a servir a Dios, pero no la aprovecharon.

23 Josué replicó: —Desháganse de los dioses ajenos que todavía conservan. ¡Vuélvanse de todo corazón al Señor, Dios de Israel!

24 El pueblo respondió: —Solo al Señor nuestro Dios serviremos, y solo a él obedeceremos.

Josué es consciente de dos problemas con su pueblo:

  1. Todavía conservan a dioses ajenos. No han destruido todos sus ídolos. No hubo ningún arrepentimiento genuino. Tienen que eliminar a todos esos dioses de entre ellos. Esa es la parte negativa.
  2. La parte positiva tiene igual importancia: Tienen que volverse de todo corazón a Dios. Estoy seguro de que dirían que ya lo han hecho, pero la realidad es que muchos creyentes no tienen un corazón completamente inclinado hacia Dios. Él no tiene su afecto. Creen en Él intelectualmente, pero Él no tiene su corazón.

¿Hay algún Dios que tengas que quitar de tu hogar? Para algunos, puede ser la televisión. Para otros es la computadora.

 

¿Has perdido tu primer amor? ¿Tienes que volverte con todo tu corazón a Dios? Empieza con el arrepentimiento y la confesión del pecado, entrando en su presencia en adoración y dándole el primer lugar en tu corazón.

 

 

25 Aquel mismo día Josué renovó el pacto con el pueblo de Israel. Allí mismo, en Siquén, les dio preceptos y normas, 26 y los registró en el libro de la ley de Dios. Luego tomó una enorme piedra y la colocó bajo la encina que está cerca del santuario del Señor. 27 Entonces le dijo a todo el pueblo:

—Esta piedra servirá de testigo contra ustedes. Ella ha escuchado todas las palabras que el Señor nos ha dicho hoy. Testificará contra ustedes en caso de que ustedes digan falsedades contra su Dios.

28 Después de todo esto, Josué envió a todo el pueblo a sus respectivas propiedades.

Josué ha dejado muy claros los términos del pacto. Les ha explicado las consecuencias de la rebelión y el pecado. Siempre declaran que quieren servirle a Dios. Ahora pueden renovar su pacto con Dios, con el símbolo de una gran piedra. Josué dice que la piedra ha escuchado sus palabras; sabemos que las piedras no tienen oídos, pero es un símbolo sólido de su compromiso.

Este proceso se puede también aplicar a un matrimonio. La pareja tiene que abandonar a todo otro amante. La rebelión de una mujer que debe someterse a su marido o de un hombre que no está sometido a Dios provocará problemas en el matrimonio. Tienen que arrepentirse de todo pecado y quitar todo lo que lastima la relación (pornografía, amistades o familiares que no apoyan la relación). Pero tal vez lo más importante sea volver de todo corazón en amor y afecto por la pareja. Si la división ha sido muy grande, puede ser provechoso renovar los votos y el pacto matrimonial.

¿Cómo está tu matrimonio? ¿Hay algo aquí que debas hacer para fortalecerlo?

 

El símbolo común del pacto matrimonial es un anillo. ¿Hay otros símbolos que puedas usar para proclamar tu fidelidad al pacto con Dios y con tu conyugue?

 

29 Tiempo después murió Josué hijo de Nun, siervo del Señor, a la edad de ciento diez años. 30 Fue sepultado en la parcela que se le había dado como herencia, en el lugar conocido como Timnat Sera, en la región montañosa de Efraín, al norte del monte Gaas. 31 Durante toda la vida de Josué, el pueblo de Israel había servido al Señor. Así sucedió también durante el tiempo en que estuvieron al frente de Israel los jefes que habían compartido el liderazgo con Josué y que sabían todo lo que el Señor había hecho a favor de su pueblo.

Josué muere descansando en el conocimiento que le brindó un buen liderazgo que motivó al pueblo a servir a Dios, y levantó a otros líderes fieles para compartir el liderazgo.

Si eres un líder, ¿estás capacitando a otros líderes para que compartan el trabajo fielmente?

 

 

32 Los restos de José, que los israelitas habían traído de Egipto, fueron sepultados en Siquén, en un terreno que Jacob había comprado por cien monedas de plata a los hijos de Jamor, padre de Siquén. El terreno después llegó a ser propiedad de los descendientes de José. 33 Finalmente, Eleazar hijo de Aarón murió y fue sepultado en Guibeá, propiedad de su hijo Finés, en la región montañosa de Efraín.

Es el final de un largo viaje para José y el hijo de Aarón, el sacerdote de Dios. José empezó en Canaán, fue vendido a los egipcios y murió con la petición y la fe de que algún día sus restos serían enterrados en la tierra prometida.  Es el final de un capítulo importante en la historia de Israel. Ahora, en el libro de Jueces, veremos si el pueblo fue fiel a su promesa de servir a Dios.

 

Josué 23: «Mucho tiempo después»

El libro comienza con la palabra “después”, y termina con ella. Estas palabras son importantes. Algo está cambiando. Muchos años han pasado. Puede ser tu vida ahora. Mucho tiempo después de:

  • tu conversión…
  • tu matrimonio…
  • recibir tu título…
  • pastorear una iglesia…
  • nacer tu hijo…

Mucho tiempo después.

¿Cuál sería ese punto de inflexión para ti?

 

¿Qué ocurrirá en el futuro? Todo parece incierto ahora. Esperamos que haya algún cambio, pero las encuestas muestran que la gran mayoría del mundo tiene una visión pesimista del futuro. Solo los cristianos tienen la esperanza del regreso de Jesucristo, la destrucción de esta tierra, el juicio del diablo y sus discípulos y el establecimiento del reino de perfecta paz y justicia.

¿Cuáles son tus pensamientos sobre el futuro? ¿Dirías que tienes esperanza?

 

Mucho tiempo después… ¿de qué?

De que el Señor le diera a Israel paz con sus enemigos cananeos

Ya hemos leído la historia. Hubo mucha guerra, con enemigos llamados cananeos, pero llegó el momento en que hubo paz. No por la valentía de algún ejército o gran general, sino como resultado de una obra divina. El Señor les dio paz. Este pueblo de Israel tenía un Dios poderoso que ama a su gente y quiere bendecirlos cono paz.

¿Estás en una batalla?    ¿Quién es el enemigo? ¿Lo sabes?

 

¿Conoces a este Señor que puede darte paz? ¿Puedes notar una o más veces cuando Dios te ha dado paz?

 

¿Necesitas esa paz? ¿Qué significaría para ti tener paz?

 

Josué, anciano y cansado, 

Aparte de Dios, Josué has sido el héroe de esta historia. Su nombre significa “Dios es mi salvación;” el mismo nombre que se le dio al Hijo de Dios cuando Él vino a este mundo. Cuando conocimos a Josué (Éxodo 17:9), era joven y enérgico; ahora está anciano y cansado. ¿Por qué? Bueno, hemos leído de sus 40 años en el desierto, más años batallando en la tierra prometida. ¿Es el destino de todos estar cansado al llegar a la vejez?

¿Cómo te describes? ¿Joven? ¿Anciano? ¿Energético? ¿Cansado?

 

¿Cómo te sientes frente a la realidad del envejecimiento inevitable? ¿Qué puedes hacer para evitar el cansancio?

 

convocó a toda la nación, incluyendo a sus líderes, jefes, jueces y oficiales,

Josué todavía es su líder, con el poder para convocar a toda la nación. No menciona a los sacerdotes…debe ser algo en la arena política, e importante, para convocar a todos. Ahora veamos qué tiene para decirles:

Y les dijo: «Yo ya estoy muy viejo, y los años me pesan. 

¿Te pesan los años? ¿O todavía eres joven? Dios mediante, y si Cristo no viene, vas a llegar a la vejez, y sabrás lo que es sentir el peso de los anos. La vejez no es fácil. Es mejor saber que tenemos la vida eterna con Cristo esperándonos, pero aún pesan todas las batallas, los fracasos y la gente perdida.

¿Cuáles son las cosas que te pesan?

 

Hay un ministerio muy especial para los viejos en Cristo, y para con ellos; un ministerio que a menudo se pasa por alto. Las culturas que antes valoraban mucho a los ancianos ahora se centran más en la juventud. Muchas veces esos ancianos solo quieren hablar sobre sus experiencias. Podemos aprender mucho que de ellos.

¿Alguna vez has tenido un “Moisés” en tu vida? ¿Quién? ¿Cuáles son las cosas más importantes que aprendiste de él?

 

Si no tienes a ese “padre espiritual,” pídele al Señor que te guíe a alguien. ¿Podrías ser tú un mentor para un Josué? ¿Quiénes son las posibilidades?

 

Ustedes han visto todo lo que el Señor su Dios ha hecho con todas aquellas naciones a favor de ustedes, pues él peleó las batallas por ustedes. 

La tendencia de algunos ancianos es glorificarse a sí mismos, y hablar de sus logros impresionantes. Josué le da toda la gloria a Dios. Puede que haya pasado mucho tiempo, pero la mayoría de la gente convocada tiene vívidos recuerdos de batallas y victorias. Ninguno de ellos había experimentado la esclavitud en Egipto. Toda esa generación murió en el desierto debido a su rebelión, pero muchos de estos hombres vieron los milagros del maná y el agua de una roca en el desierto. Eran parte de una generación muy especial que heredó una tierra que fluye leche y miel. Tenían la ley de Dios y todas las oportunidades para establecer un país modelo como testigo al mundo de la bondad y el poder de Dios.

También tenían muchos enemigos. El reto fue tan grande que cuando Moisés envió espías, trajeron un reporte de gigantes y ciudades fortificadas que atemorizaron a la gente y resultó en 40 años de vagar por el desierto. Tenían que aprender que Dios pelea nuestras batallas y actúa a favor de nosotros.

¿Qué has visto de las maravillas de Dios?

 

¿Cuáles enemigos ha derrotado el Señor?

 

¿Has visto a Dios pelear tus batallas? ¿O siempre tratas de pelear con tus propias fuerzas?

 

¿Estás dispuesto a aprender a dejar que Dios las combata?

Yo repartí por sorteo, como herencia de sus tribus, tanto las tierras de las naciones que aún quedan como las de aquellas que ya han sido conquistadas, entre el río Jordán y el mar Mediterráneo. 

Cada tribu tiene su herencia. El gran trabajo de Josué fue repartir las tierras por sorteo. Él estableció los límites para cada tribu. No hay razón para pelear entre ellas. Aunque algunas tierras ya se han conquistado, el desafío es no descansar hasta que todas las tribus tengan su herencia.

Lo que Dios hará en el futuro

Ahora Josué cambia a tiempo futuro. Su vida está acabando, pero la batalla y la tarea no han terminado. Han disfrutado del gran liderazgo y ejemplo de Moisés y Josué, y tienen promesas preciosas de Dios:

El Señor su Dios expulsará a esas naciones de estas tierras, y ustedes tomarán posesión de ellas, tal como él lo ha prometido.

El mismo Dios que los sacó de Egipto, dividió en dos el Mar Rojo, los acompañó en el desierto y peleó sus batallas, ahora expulsará a todas las naciones paganas que quedan. Ya han visto la fidelidad de Dios para cumplir sus promesas. No hay duda de que Él hará todo lo que sea necesario para entregarles las tierras. Hay tres cosas que Dios les promete. Claro que son específicamente para ese momento de la conquista de la tierra prometida, pero yo creo que también se aplican a nosotros:

  1. Dios echará al enemigo delante de nosotros. Él prepara el camino para ti.
  2. Lo expulsará de nuestra presencia.

Estas dos son una obra soberana de Dios, pero Israel también tiene que hacer su parte, tal como nosotros tenemos que hacer nuestra parte:

  1. Deben tomar posesión de lo que Dios les entrega. Poseeremos las tierras que solían pertenecer al enemigo. La TLA dice: se apoderarán de esas tierras.

¿Qué es esa tierra? Puede ser un área de tu vida donde el diablo dominaba. Puede ser tu familia, o una ciudad. Dios quiere quitarnos la gente y las cosas de este mundo que están bajo el dominio del enemigo y darnos su territorio.

¿Cuál sería tu tierra? ¿Tienes que tomar posesión de algo que el Señor tiene para ti?

 

¿Hay algún enemigo en tu vida que Dios tiene que expulsar?

 

¿Crees en las promesas que Jesus nos dio, de que tenemos autoridad sobre todo demonio? No tienes que convivir con esos enemigos. ¿Cuáles son las promesas que Dios te ha dado?

 

Lo que ellos (y nosotros) tienen que hacer

»Por lo tanto,

A la luz de todo lo que Dios ha hecho y prometido, hay algunas cosas que ellos tienen que hacer:

  • Esfuércense por cumplir todo lo que está escrito en el libro de la ley de Moisés. ¿Todo? Eso es lo que dice. Creo que solo Jesucristo cumplió todo lo que está en la ley, pero esa es la meta. 100%. Muchos creen que si cumplen la mitad de las instrucciones en la Biblia, son buenos cristianos. Dios sabe que somos débiles, pero no acepta excusas para la obediencia parcial, y se nos ordena a “esforzarnos” para hacerlo. Pero, ¿cómo?

 

¿Qué estás haciendo para esforzarte por cumplir la Palabra de Dios?

 

¿Qué porcentaje dirías que estas guardando?

  • No se aparten de esa ley para nada. Esa ley ahora incluye la enseñanza de Jesús y los apóstoles del Nuevo Testamento. No nos corresponde a nosotros escoger las partes que nos agradan e ignorar las partes que parecen anticuadas. Siempre tenemos que cuidarnos de enseñanzas, “profecías” y otras palabras que pueden apartarnos de la Biblia.

¿Hay algo ahora que te sirva para apartarte de la Biblia?

 

¿Hay cosas en la Biblia que hayas ignorado a propósito?

 

  • No se mezclen con las naciones que aún quedan entre ustedes. Esto es difícil para nosotros. Estamos en el mundo pero no somos del mundo. Los judíos, literalmente, no tenían nada que ver con los gentiles. No entraron a sus casas ni conversaron con ellos. Pero el cristiano es la luz del mundo y la sal de la tierra. El problema mayor para Israel “mezclándose” con las naciones era el matrimonio con ellos. Ha existido mucho legalismo a través de los siglos en la interpretación de la santificación y la separación del mundo. Queremos evitar los extremos. Sabemos que Jesús fue condenado por ser amigo de “pecadores.” Pero mi impresión es que actualmente casi no hay diferencia entre el cristiano y “las naciones.”

¿Cómo te va en relación a ese equilibrio de mantener la santidad y a la misma vez ser sal y luz en el mundo?

 

¿Pueden otros ver a Cristo en tu ejemplo? ¿Hay áreas en las que has permitido que los valores y prácticas del mundo entren tu vida?

 

  • No rindan culto a sus dioses ni juren por ellos. Ni siquiera mencionen los nombres de sus dioses y mucho menos juren por ellos, ni los sirvan, ni los adoren. No ofrecemos sacrificios ni participamos en los cultos de otras religiones. Pero si dependemos de los “dioses” de este mundo (el dinero, el sistema mundial), los rendimos culto. No solo mencionamos los nombres de sus dioses, pasamos horas frente a la pantalla con su dios de la sensualidad, adoramos la plata y las cosas materiales e incluso nos casamos con ellos y compartimos su estilo de vida.

¿Hay dioses de este mundo a los que sirves?

 

¿Cómo te va con el dios de la sensualidad y la plata y las cosas materiales?

 

¿Hay algo que tengas que cambiar para ser fiel a Dios?

 

  • Permanezcan fieles al Señor su Dios, como lo han hecho hasta ahora. Aférrense bien al Señor.  En una crisis, es fácil aferrarse al Señor y buscarlo con todo el corazón. Hasta ahora, Josué está satisfecho con su fidelidad. Solo tienen que perseverar en ella y siempre permanecer en unión con Cristo.

Lee Juan 15:1-17. ¿Estas permaneciendo en Cristo?

 

¿Crees que eres fiel al Señor?

El Señor ha expulsado a esas grandes naciones que se han enfrentado con ustedes, y hasta ahora ninguna de ellas ha podido resistirlos. 10 Uno solo de ustedes hace huir a mil enemigos, porque el Señor pelea por ustedes, tal como lo ha prometido. 

El Señor pelea las batallas, y les da un impacto milagroso, pero ellos todavía tienen que salir a perseguir a sus enemigos. El Señor expulsa a las grandes naciones, pero son los soldados de Dios a quienes no pueden resistir. Tenemos que escucharlo y obedecerlo como nuestro jefe, y luego peleamos juntos. Sería un varón valiente para perseguir a mil hombres, pero así es la valentía y la fuerza sobrenatural que Dios nos da.

¿Hay grandes enemigos en tu vida en este momento? ¿Fuerzas enemigas que se enfrentan a tu iglesia? ¿Cuáles son tus batallas actuales?

 

¿Estás peleando en tu fuerza, a tu manera? Solo tendremos la victoria cuando dejamos que Dios pelee.

 

¿Tienes muchos enemigos? ¿Crees que tu iglesia es demasiado pequeña para impactar tu ciudad? ¡No importa! Con Dios, ¡uno puede hacer huir a mil!

¿Qué tienes que hacer para liberar a Dios para pelear tus batallas?

 

11 Hagan, pues, todo lo que está de su parte para amar al Señor su Dios. 

Esta es la primera mención de amor a Dios. Sabemos que es el mandamiento más importante. Sabemos que Cristo dijo que si lo amamos, lo obedecemos. No son meras palabras o la emoción de un culto ungido. Cuando Josué dice “hagan,” es porque amar a Dios implica que hacemos algo. Ese amor no es solo una emoción, sino acciones que hacemos como resultado de ese amor. Muchas cosas pueden quitarnos nuestro amor por Dios. Esa relación y ese amor es lo más importante. Es el primer mandamiento.

¿Obedeces al Señor porque lo amas? ¿O es de temor u obligación?

 

¿Estás haciendo todo lo que está de tu parte para amarlo? ¿Qué más puedes hacer?

 

La Reina Valera dice: Guardad, pues, con diligencia vuestras almas, para que améis a Jehová vuestro Dios.

Guarda con diligencia tu alma. Hay muchas cosas que pueden atacar tu alma y distraerte de Dios. Consciente y diligentemente tenemos que guardarla.

¿Eres consciente de que tienes que guardar tu alma? ¿Qué significa para ti? ¿Eres diligente en guardarla?

 

Cuando Dios empieza a bendecirnos, nuestra tendencia es olvidarlo y perseguir el placer y la riqueza. Las cosas del mundo. La triste realidad es que muchos de nosotros hemos empezado a caminar con Cristo, y Él ha expulsado a los enemigos de nuestra presencia, pero no hemos tomado posesión de la tierra. No hemos perseguido a esos mil enemigos. Tenemos mucho que ver con el mundo. Resulta que hay batallas inacabadas en nuestras vidas.

El peligro de un “yugo desigual” en el matrimonio

Puede parecer cruel, pero Israel tuvo que eliminar por completo a las naciones paganas en la tierra, o habría muchas posibilidades de yugos desiguales en los matrimonios o la adoración de sus dioses. Josué les advierte fuertemente:

12 Porque si ustedes le dan la espalda a Dios y se unen a las naciones que aún quedan entre ustedes, mezclándose y formando matrimonios con ellas, 13 tengan por cierto que el Señor su Dios no expulsará de entre ustedes a esas naciones. Por el contrario, ellas serán como red y trampa contra ustedes, como látigos en sus espaldas y espinas en sus ojos, hasta que ustedes desaparezcan de esta buena tierra que el Señor su Dios les ha entregado.

Este es la primera advertencia. Parece una locura dar la espalda a un dios que tanto ha hecho por ellos, pero sabemos que siempre es una tentación mezclarse con el mundo y casarse con no creyentes. Es cierto que había naciones que aún permanecían entre ellos. La promesa de Dios es expulsarlas de la tierra, pero solo si se mantienen separados de ellas.

Es un principio que se aplica a nosotros. Dios quiere expulsar todos los demonios y pecados del pasado de nuestras vidas, pero si seguimos visitando esos sitios de pornografía u otro pecado, no lo expulsará, y será como una red y una trampa para ti. Demasiados cristianos viven con esos pecados.

¿Hay algo en tu vida que Dios quiso quitar, pero le diste la espalda a Dios y permaneciste en ese pecado?

 

¿Es posible que estés experimentando algunas de estas consecuencias? ¿Hay pecados que ahora son piedras de tropiezo, látigos en tu espalda?

 

14 »Por mi parte, yo estoy a punto de ir por el camino que todo mortal transita.

Josué ha hecho su parte. Todos nosotros, en el ámbito que Dios nos dé, tenemos que hacerlo lo mejor que podamos, pero llega el momento en que tenemos que retirarnos, morir o dejar la obra en manos de otra persona. Nadie quiere ver en vano el trabajo de su vida. Por eso, Josué advierte a la nación otra vez de las consecuencias de la desobediencia.

Cuando llegue el momento de emprender el camino hacia la vida eterna, ¿podrás decir con confianza que has hecho tu parte?

 

Ustedes bien saben que ninguna de las buenas promesas del Señor su Dios ha dejado de cumplirse al pie de la letra. Todas se han hecho realidad, pues él no ha faltado a ninguna de ellas. 

¿Puedes pensar en alguna promesa del Señor que Él no haya cumplido? El testimonio de millones de personas a lo largo de los siglos es que Dios es completamente fiel.

 

Años atrás era común tener una cajita con tarjetas de todas sus promesas. ¿Sabes cuáles son? ¿Las anotas y las estudias cuando lees la Biblia? ¿Las reclamas en tus oraciones?

 

¿Te das cuenta de que la mayoría de las promesas también contienen condiciones?

 

Es fácil quitar la promesa de su contexto e ignorar la condición, pero lee ese contexto. Hay algunas que eran para personas específicas o una situación específica.

Las consecuencias de la desobediencia

15 Pero, así como el Señor su Dios ha cumplido sus buenas promesas, también descargará sobre ustedes todo tipo de calamidades, hasta que cada uno sea borrado de esta tierra que él les ha entregado. 16 Si no cumplen con el pacto que el Señor su Dios les ha ordenado, sino que siguen a otros dioses, adorándolos e inclinándose ante ellos, tengan por seguro que la ira del Señor se descargará sobre ustedes y que serán borrados de la buena tierra que el Señor les ha entregado».

Dios es fiel para cumplir sus promesas de bendición, pero también es fiel para cumplir con los juicios que Él asegura que acompañarán la desobediencia. Es el pueblo escogido de Dios. Tienen su palabra y sus promesas. Dios les ha entregado una tierra que fluye leche y miel, pero eso no es motivo para presumir. Fácilmente pueden perderlo todo. Todo tipo de calamidad que puedas imaginar les sobrevendrá. Dios es un dios de amor, pero también es un dios de ira. Es un dios celoso. El borrará a cada uno si no son fieles a su pacto. No se menciona ninguna excepción para los pocos fieles que guardan el pacto. Parece que como pueblo perderán la tierra y serán borrados. Todos sufrirán.

Si estás experimentando “todo tipo de calamidades,” hay que examinarse a sí mismo y preguntarle al Señor si son consecuencia de algún pecado. Josué menciona tres posibilidades:

  • No cumplir con el pacto. ¿Sabes que cuando aceptas a Jesucristo entras en un pacto con Dios? No es el pacto que Josué menciona, sino un nuevo pacto en la sangre de Jesucristo. Afirmamos ese pacto cada vez que recibimos la Santa Cena. El bautismo es el sello de entrada a ese nuevo pacto; la muerte del hombre viejo, la crucifixión de la naturaleza pecaminosa e identificación con Jesucristo. Nuestra parte del pacto es obedecer a Jesus y guardar sus mandamientos. ¿Pensaste que ser cristiano era pura bendición? ¿Qué Dios está obligado a hacerte prosperar? No, Él exige nuestra obediencia y nuestro servicio.

¿Eres fiel al pacto con Jesús?

 

¿Cómo te va con la obediencia y servicio a Cristo?

 

  • Seguir a otros dioses. Ya no tenemos a Baal y todos esos dioses. Los dioses de hoy son el éxito, el placer, el dinero y la sensualidad; todo lo que ocupa más nuestra afección y tiempo que Dios.

¿Qué más ocupa tu tiempo y tus pensamientos?

 

Los que viven conforme a la naturaleza pecaminosa fijan la mente en los deseos de tal naturaleza; en cambio, los que viven conforme al Espíritu fijan la mente en los deseos del Espíritu. La mentalidad pecaminosa es muerte, mientras que la mentalidad que proviene del Espíritu es vida y paz. La mentalidad pecaminosa es enemiga de Dios, pues no se somete a la ley de Dios, ni es capaz de hacerlo. Los que viven según la naturaleza pecaminosa no pueden agradar a Dios (Romanos 8:5-8, NVI).

  • Adorarlos e inclinarse ante ellos. Ya no son las estatuas e ídolos de esa época. Ahora nos adoramos a nosotros mismos y a ese cuerpo que vemos en el espejo. Más que nada, nos inclinamos ante la pantalla: de nuestros teléfonos y todas sus imagines y mensajes, los videos en YouTube y toda clase de películas y programas en la televisión.

Tú puedes decir: “Pues, no me inclino ante esa pantalla.” Pero, ¿gastas más tiempo con ella de lo que pasas arrodillado o en la Palabra de Dios o adorándolo?

 

Josué 13-21; Muchas batallas, muchas victorias

Estos capítulos contienen muchos detalles acerca de las batallas y la división de la tierra. Al leer el Antiguo Testamento es fácil cansarse de tantas cosas que no se relacionan a la vida cotidiana, pero entre las leyes, genealogías y otros detalles hay algunos tesoros. El autor Bruce Wilkinson lo descubrió hace varios años con un librito llamado La Oración de Jabes que vendió millones de copias, basado en unos versos oscuros en una genealogía de 1 Crónicas 4.

Todos estos detalles también sirven para confirmar la diligencia de los autores bíblicos al comunicarnos la verdad sobre hechos históricos. Así que, en estos capítulos, veremos algunos detalles que pocos conocen. Son capítulos que casi nunca escuchas predicados.

Josué 13

1Cuando Josué era ya bastante anciano, el Señor le dijo: «Ya estás muy viejo, y todavía queda mucho territorio por conquistar. Me refiero a todo el territorio filisteo y guesureo, que se extiende desde el río Sijor, al este de Egipto, hasta la frontera de Ecrón al norte. A ese se le considera territorio cananeo, y en él se encuentran los cinco gobernantes filisteos: el de Gaza, el de Asdod, el de Ascalón, el de Gat y el de Ecrón. También queda sin conquistar el territorio de los aveos. Por el lado sur queda todo el territorio cananeo, desde Araj, tierra de los sidonios, hasta Afec, que está en la frontera de los amorreos. Además queda el territorio de los guiblitas y todo el Líbano oriental, desde Baal Gad, al pie del monte Hermón, hasta Lebó Jamat. 

¡No es una noticia que uno quiera escuchar después de toda una vida de viajar por un desierto y luego guerrear hasta una edad avanzada! No hay registro de la relación o comunicación que Josué tuvo con el Señor a lo largo de los años, pero justo cuando uno quiere escuchar “bien hecho, has terminado la carrera y ya puedes descansar”, Dios le dice que le queda mucho territorio por conquistar, y luego describe cuán extenso es. A un anciano le parece muy agotador. La vejez no es fácil. Se da cuenta de que el final se acerca. Algunos están muy satisfechos con lo que lograron en la vida; otros tienen muchas decepciones.

¿Qué palabra te gustaría escuchar en tu vejez?

 

¿Crees que estás progresando en terminar el trabajo que Dios tiene para ti en esta tierra? ¿O crees que te queda mucho?

 

¿Hay algo que puedes hacer ahora para asegurar una vejez más feliz?

 

Yo mismo voy a echar de la presencia de los israelitas a todos los habitantes de Sidón y a cuantos viven en la región montañosa, desde el Líbano hasta Misrefot Mayin.

¡Eso es un alivio! No es Josué quien tiene que derrotar a todos estos pueblos. Dios mismo lo hará.

»Tú, por tu parte, repartirás y les darás por herencia esta tierra a los israelitas, tal como te lo he ordenado. Ya es tiempo de que repartas esta tierra entre las nueve tribus restantes y la otra media tribu de Manasés».

Hasta ahora no han repartido las herencias de las tribus. Siguen en una situación casi como el éxodo, sin la oportunidad de descansar y edificar casas. Esa es una tarea más grata para Josué en su vejez; ya no tiene que salir a más batallas.

Capítulo 14 La herencia de Caleb

Los descendientes de Judá se acercaron a Josué en Guilgal. El quenizita Caleb hijo de Jefone le pidió a Josué: «Acuérdate de lo que el Señor le dijo a Moisés, hombre de Dios, respecto a ti y a mí en Cades Barnea. Yo tenía cuarenta años cuando Moisés, siervo del Señor, me envió desde Cades Barnea para explorar el país, y con toda franqueza le informé de lo que vi. Mis compañeros de viaje, por el contrario, desanimaron a la gente y le infundieron temor. Pero yo me mantuve fiel al Señor mi Dios. Ese mismo día Moisés me hizo este juramento: “La tierra que toquen tus pies será herencia tuya y de tus descendientes para siempre, porque fuiste fiel al Señor mi Dios”.

Al momento que reparten la plata, los oficios u otro beneficio, siempre hay alguien que se presenta para recordarle al encargado algo que le fue prometido o que se merece. Es más delicado arreglar la situación con un familiar o un amigo. En este caso fue Caleb, uno de los amigos más cercanos de Josué.

Caleb le recuerda (como si Josué pudiera haber olvidado) la tarea que les dio Moisés, la exploración del país, y el lastimoso fin de ese viaje. Parecería que Josué recordaría muy bien esa promesa y sería el primero en darle a Caleb su herencia, pero cuestiones de dinero y otros beneficios pueden dañar una amistad. Lo más importante de Caleb fue su fidelidad a Dios; por eso fue recompensado.

Para algunos, puede parecer que Caleb y Josué fracasaron cuando no pudieron convencer a sus paisanos para que avanzaran con fe. Fue uno de los momentos más difíciles de su vida. Pero lo importante para Dios era su fidelidad.

¿Te consideras fiel a Dios, su palabra y los acuerdos que tú has hecho con otros, como el matrimonio?   ¿Qué significa ser fiel en tu circunstancia?

 

 

10 »Ya han pasado cuarenta y cinco años desde que el Señor hizo la promesa por medio de Moisés, mientras Israel peregrinaba por el desierto; aquí estoy este día con mis ochenta y cinco años: ¡el Señor me ha mantenido con vida! 11 Y todavía mantengo la misma fortaleza que tenía el día en que Moisés me envió. Para la batalla tengo las mismas energías que tenía entonces. 12 Dame, pues, la región montañosa que el Señor me prometió en esa ocasión. Desde ese día, tú bien sabes que los anaquitas habitan allí, y que sus ciudades son enormes y fortificadas. Sin embargo, con la ayuda del Señor los expulsaré de ese territorio, tal como él ha prometido».

Ahora nos enteramos de que llevan cinco años en Canaán, batallando con los habitantes de la tierra. Lo impresionante es que a través de la peregrinación en el desierto y las batallas de los cinco años anteriores, Caleb tiene la misma fortaleza que tenía a los cuarenta. Caleb atribuye esa salud y fortaleza al Señor.

¿Crees que el Señor puede hacer lo mismo por ti?  Dios quiere darte fe y esperanza para una vida larga, fructífera y sana. Claro que hay buenos cristianos que fallecen jóvenes, y es difícil de entender. Nosotros tenemos que hacer nuestra parte con hábitos saludables de alimentación, ejercicio y salud emocional y espiritual. Pero Dios claramente puede mantener a un viejo con mucha fortaleza y las mismas energías.

 

 

Aún más impresionante es que Caleb está pidiendo una región difícil y montañosa. Le fue prometida por el Señor, y Caleb tiene la fe de que si Dios le prometió esa zona, le dará la capacitad para tomar posesión de ella. Son ciudades enormes y fortificadas, pero Caleb ha visto muchos milagros, y tiene toda la fe que Dios lo ayudará a expulsar a los habitantes de la tierra.

13 Entonces Josué bendijo a Caleb y le dio por herencia el territorio de Hebrón. 14 A partir de ese día Hebrón ha pertenecido al quenizita Caleb hijo de Jefone, porque fue fiel al Señor, Dios de Israel. 15 Hebrón se llamaba originalmente Quiriat Arbá, porque Arbá fue un importante antepasado de los anaquitas.

Y así lo hizo Dios, como le había prometido a Caleb. Todo porque Caleb fue fiel a Dios. Con mucho gusto Josué bendijo a su amigo y le dio ese territorio por herencia. Recibir la herencia no es igual a tomar posesión de ella. Caleb aún tenía que batallar para expulsar a sus habitantes. Hay muchas herencias prometidas a nosotros en Cristo, pero a menudo tenemos que luchar duro para tomar posesión de ellas.

Después de todo esto el país se vio libre de guerras.

Parece una contradicción, después de tanto territorio en el capítulo 13 que aún tenían que conquistar. Pero parece que Dios les dio un descanso de la guerra para establecerse en la tierra.

Capítulo 16 Más paganos que no expulsaron

10 Los efraimitas no expulsaron a los cananeos que vivían en Guézer; les permitieron vivir entre ellos, como sucede hasta el día de hoy, pero los sometieron a trabajos forzados.

Todos nosotros sabemos cómo permitir a un pequeño pecado abre la puerta al pecado cada vez más feo. Y todo empezó cuando no consultaron al Señor cuando los gabaonitas los engañaron. Con ese pacto, se vieron obligados a permitirles vivir entre ellos, pero solo como sirvientes.  Ahora, en Guezer, simplemente eran perezosos y estaban cansados, y no querían expulsarlos. De todos modos, eran útiles como sus esclavos. Es otro ejemplo de un patrón desconcertante, de permitir a los paganos en la tierra santa que Dios dijo que tenían que eliminar.

¿Has acomodado a “Guezer” en tu vida? ¿Algo o alguien que tú sabes va en contra de la voluntad y la palabra del Señor?

 

¿Cómo lo racionalizas?

¿Qué ha sido el impacto de acomodar el pecado?

 

Capítulo 18 Un sorteo para proporcionar la tierra

1Cuando el país quedó bajo el control de los israelitas, toda la asamblea israelita se reunió en Siló, donde habían establecido la Tienda de reunión. Para entonces, todavía quedaban siete tribus que no habían recibido como herencia sus respectivos territorios.

Aunque hemos visto que no están cerca de eliminar a todos los pueblos que Dios quiere que se destruyan, el país queda más o menos bajo su control. Es una victoria parcial, y siete tribus ni siguiera han recibido su herencia, pero parece una buena idea convocar a todo el país en la ciudad que les sirve como sede de culto, con la tienda de reunión que construyeron en el desierto. Esta sería una asamblea santa.

Es interesante que Siló estaba en el territorio de Efraím, la tribu que acabamos de ver que no eliminó a algunos de los cananeos. Ana fue a Siló para adorar y pedirle a Dios un hijo (1 Samuel 1), y ese hijo, el profeta Samuel, ministraba allí al principio de su ministerio.

Así que Josué los desafió: «¿Hasta cuándo van a esperar para tomar posesión del territorio que les otorgó el Señor, Dios de sus antepasados? 

¡Qué desafío! El Dios todopoderoso les otorgó un territorio. Ya es suyo. Solo tienen que tomar posesión de él. Pero están esperando para…¡no sabemos qué! Quizás estaban tan acostumbrados a que Moisés o Josué lo hicieran todo, que nunca aprovecharon su libertad y poder para tomar sus propias decisiones. O quizás estaban tan ocupados en la batalla que aún no habían pensado en establecerse en su territorio.

Nombren a tres hombres de cada tribu para que yo los envíe a reconocer las tierras, y que hagan por escrito una reseña de cada territorio. A su regreso, dividan el resto del país en siete partes. Judá mantendrá sus territorios en el sur, y los descendientes de José, en el norte. Cuando hayan terminado la descripción de las siete regiones, tráiganmela, y yo las asignaré echando suertes en presencia del Señor nuestro Dios. Los levitas, como ya saben, no recibirán ninguna porción de tierra, porque su herencia es su servicio sacerdotal ante el Señor. Además, Gad, Rubén y la media tribu de Manasés ya han recibido sus respectivos territorios en el lado oriental del Jordán. Moisés, siervo del Señor, se los entregó como herencia».

De nuevo con los espías. Para algo tan importante, el proceso parece un poco casual. Josué confía en la guía soberana de Dios mediante suertes y una reseña escrita por los espías.

¿Y qué opinas de la herencia de los levitas? Su porción es el servicio sacerdotal. No necesitan ninguna tierra. ¡Qué diferencia con esos pastores que quieren enriquecerse y tener una casa grande a expensas de su congregación!

Cuando los hombres estaban listos para salir a hacer el reconocimiento del país, Josué les ordenó: «Exploren todo el país y tráiganme una descripción escrita de todos sus territorios. Cuando regresen aquí a Siló, yo haré el sorteo de tierras en presencia del Señor». Los hombres hicieron tal como Josué les ordenó, y regresaron a Siló con la descripción de todo el país, ciudad por ciudad, y su división en siete partes. 10 Josué hizo allí el sorteo en presencia del Señor, y repartió los territorios entre los israelitas, según sus divisiones tribales.

Aparentemente, estos hombres tenían libertad para hacer su trabajo en todo el país. Israel ya había eliminado a la mayoría de sus enemigos. Tres veces en estos versículos dice que Josué hizo el sorteo “en presencia del Señor.” El último ejemplo de echar suertes en la Biblia es la selección del apóstol Matías para reemplazar a Judas Iscariote. Siempre ha habido controversia en la iglesia si esa selección fue de Dios. Gracias a Dios, con el Espíritu Santo tenemos la oportunidad de discernir la voluntad de Dios claramente.

A menudo hacemos cosas “en presencia del Señor” que no sean necesariamente su voluntad. Puede ser una manera de buscar la bendición de Dios mientras hacemos las cosas a nuestra manera. ¿Has hecho algo parecido a un sorteo para discernir la voluntad de Dios?

 

 

¿Qué harías si fuera, por ejemplo, de la tribu de Judá, pero hay una tierra al norte del país que quieres? ¿Cuáles son las implicaciones de esta división de la tierra?

 

¿Te basta con servir al Señor y a otros, como los levitas? ¿O quieres una casa y un terreno aquí en la tierra también?

 

Capítulo 20 Ciudades de refugio establecidas

1El Señor le dijo a Josué: «Pídeles a los israelitas que designen algunas ciudades de refugio, tal como te lo ordené por medio de Moisés. Así cualquier persona que mate a otra accidentalmente o sin premeditación podrá huir a esas ciudades para refugiarse del vengador del delito de sangre.

Hay algunas cosas adicionales que Josué debe terminar antes de morir. Al Señor le interesa la justicia, y está estableciendo un sistema para proteger a los inocentes y castigar a los culpables (casi siempre la pena de muerte). Estas ciudades ofrecerían un refugio para alguien que incluso mató a alguien sin premeditación, por ejemplo, en una pelea. Hay un procedimiento muy definido a seguir:

»Cuando tal persona huya a una de esas ciudades, se ubicará a la entrada y allí presentará su caso ante los ancianos de la ciudad. Acto seguido, los ancianos lo aceptarán en esa ciudad y le asignarán un lugar para vivir con ellos. Si el vengador del delito de sangre persigue a la persona hasta esa ciudad, los ancianos no deberán entregárselo, pues ya habrán aceptado al que mató sin premeditación ni rencor alguno. El acusado permanecerá en aquella ciudad hasta haber comparecido ante la asamblea del pueblo y hasta que el sumo sacerdote en funciones haya fallecido. Solo después de esto el acusado podrá regresar a su hogar y al pueblo del cual huyó tiempo atrás».

Capítulo 21 Un resumen: Toda promesa cumplida al pie de la letra

43 Así fue como el Señor les entregó a los israelitas todo el territorio que había prometido darles a sus antepasados; y el pueblo de Israel se estableció allí. 44 El Señor les dio descanso en todo el territorio, cumpliendo así la promesa hecha años atrás a sus antepasados. Ninguno de sus enemigos pudo hacer frente a los israelitas, pues el Señor entregó en sus manos a cada uno de los que se les oponían. 45 Y ni una sola de las buenas promesas del Señor a favor de Israel dejó de cumplirse, sino que cada una se cumplió al pie de la letra.

Este es un resumen del proceso que empezó casi 50 años atrás en Egipto, cuando los esclavos hebreos clamaron al Señor en su angustia. Pero también es el cumplimiento de una promesa hecha cientos de años atrás a Abraham (Génesis 12:2-3). Las palabras suenan comprensivas: “todo” (dos veces), “ninguno”, “cada uno” (dos veces) y “ni una sola”. Dios claramente ha hecho su parte, pero como vamos a ver en el próximo libro (Jueces) todo no es color de rosa.

A pesar de eso, Josué puede descansar sabiendo que ha hecho un buen trabajo. Es impresionante lo que Dios ha hecho:

  • El Señor le entregó a Israel toda la tierra que había jurado darles a sus antepasados.
  • Los israelitas la tomaron para sí mismos y se establecieron en ella.
  • El Señor les dio descanso en todo el territorio, tal como había prometido solemnemente a sus antepasados.
  • Ningún enemigo pudo hacerles frente, porque el Señor los ayudó a conquistar a todos sus enemigos.
  • Ni una sola de todas las buenas promesas que el Señor  había hecho a la familia de Israel quedó sin cumplirse.
  • Todo lo que Dios había dicho se hizo realidad, al pie de la letra.

Es notable la fidelidad de Dios a su palabra, y la obra soberana y poderosa del Señor para cumplir su promesa.

¿Hay promesas que Dios le haya hecho a ti y tu familia, o a tu iglesia?

 

¿Cómo has visto la mano del Señor moverse para cumplir esas promesas?

 

¿Hay promesas aun incumplidas que Dios te ha dado? ¿Te fortalece la fe ver la fidelidad de Dios aquí?

 

Había mucha muerte, trabajo y batalla para llegar a este punto. ¿Qué has experimentado en tu vida mientras esperas el cumplimiento de todas las promesas hechas a ti?

 

Josué 11: Cumplir al pie de la letra

1Cuando Jabín, rey de Jazor, se enteró de todo lo ocurrido, convocó a Jobab, rey de Madón, y a los reyes de Simrón y de Acsaf. También llamó a los reyes de la región montañosa del norte; a los de la región al sur del lago Quinéret; a los de los valles, y a los de Nafot Dor, al occidente. Llamó además a los cananeos de oriente y occidente, a los amorreos, a los hititas, a los ferezeos, a los jebuseos de las montañas y a los heveos que viven en las laderas del monte Hermón en Mizpa.

Ahora las cosas se están poniendo serias. Empezó con una ciudad, cuando Dios milagrosamente derribó las murallas de Jericó. Hubo derrota y luego triunfo en Hai, un tratado imprudente con Gabaón y victoria sobre una alianza de cinco reyes, con el sol milagrosamente detenido. Parece ser un mover poderoso de Dios a favor de Josué y el pueblo de Israel. Pero esa última expedición fue tan frenética que fácilmente puedes sentir que las cosas están fuera de control. ¿Por qué digo eso?

Los primeros capítulos registran una preparación muy cuidadosa para la conquista, con instrucciones explícitas para la derrota de Jericó. Pero luego no se menciona a Josué buscando a Dios o al Señor guiándolos a la próxima batalla. No es un proceso ordenado, con espías revisando la situación y Josué preparando un plan de batalla en comunión con el Señor. No, Israel está cada vez más envuelto en una guerra que ha crecido hasta incluir a casi todos los habitantes de la tierra.

¿Hay momentos en tu vida en los que las cosas suceden tan rápido que te sientes fuera de control?

 

En tu experiencia, ¿es evidente más tarde que Dios tenía el control? O, como vimos con Gabaón, ¿has cometido errores porque no esperaste la palabra del Señor?

 

Ejércitos tan numerosos como la arena

Ni siguiera menciona el número de reyes aquí, pero el siguiente verso nos da una idea de su inmensidad:

Todos ellos salieron con sus ejércitos, caballos y carros de guerra. Eran tan numerosos que parecían arena a la orilla del mar. Formaron un solo ejército y acamparon junto a las aguas de Merón para pelear contra Israel.

Cuando la Biblia dice que un ejército o un pueblo es como la arena a la orilla del mar, es realmente intimidante. A menudo, la gente del mundo entiende la importancia de la unidad mejor que la iglesia. Un solo rey contra Israel no tiene esperanzas, pero aquí todos forman un solo ejército. No dice si Josué sabía lo que estaban preparando, pero Dios sí. Aunque puede estar fuera del control de Josué, él siempre está andando en las promesas de victoria, y con cada victoria se vuelve aún más valiente y fortalecido.

¿Te sientes fuera de control en lo que sucede en tu vida ahora?

Es alentador recordar que eres un hijo de Dios, la niña de sus ojos, y estás bajo sus alas. Él es soberano, y es por ti. No es excusa para no buscar a Dios o esperar su guía, pero cuando la situación está fuera de tu control, Dios siempre tiene el control.

 

¿Hay alguna situación en tu ministerio en la que Dios haya hecho maravillas, pero ahora te enfrentas a una alianza de las fuerzas del maligno?

 

¿Has recibido alguna promesa de victoria?

 

¿Tienes paz y confianza en que debes avanzar en la batalla, o hay otra alternativa?

 

La palabra de Dios para la batalla

Entonces el Señor le dijo a Josué: «No les tengas miedo, porque mañana, a esta hora, yo le entregaré muerto a Israel todo ese ejército. Ustedes, por su parte, deberán desjarretar sus caballos e incendiar sus carros de guerra».

Incluso después de años de servir al Señor y experimentar su poder, cuando ves un adversario tan grande o un problema tan serio, es normal sentir miedo. Esos reyes aliados tenían temor, pero si el miedo se apodera de Josué, Israel ya ha perdido la batalla. Dios no se demora; al día siguiente verán un gran mover de Dios. Si se sienten tentados a apropiarse de los caballos y carros de guerra para ser como las otras naciones, Dios claramente dice que no; no quiere nada que le robe la gloria de la victoria.

Josué cumple con todo lo que el Señor le ordenó

Así que Josué partió acompañado de sus guerreros y tomó por sorpresa a sus enemigos junto a las aguas de Merón. El Señor los entregó en manos de los israelitas, quienes los atacaron y persiguieron hasta la gran ciudad de Sidón, y hasta Misrefot Mayin y el valle de Mizpa al este, y no quedaron sobrevivientes. Josué cumplió con todo lo que el Señor le había ordenado: desjarretó los caballos del enemigo e incendió sus carros de guerra.

Josué ha aprendido muy bien el valor de la sorpresa en la batalla, pero también la importancia de la obediencia absoluta. Cumplió con todo lo que el Señor le había ordenado.

¿Eres igualmente diligente en tu obediencia a la palabra de Dios?

 

¿Enfrentas una batalla en tu vida ahora? ¿Tienes fe en que Dios puede entregar a ese enemigo en tus manos? ¿Estás dispuesto a perseguirlo hasta destruirlo?

 

Cuidado con los caballos y carros de guerra; las cosas que el mundo usa para pelear sus batallas. Cumple cuidadosamente todo lo que el Señor te ha dicho.

 

Una ola de victoria

10 Al regreso Josué conquistó Jazor y mató a filo de espada a su rey, pues Jazor había sido cabecera de todos aquellos reinados. 11 Los israelitas mataron a espada a todo cuanto tenía vida. Arrasaron la ciudad y le prendieron fuego. 12 Josué conquistó todas las ciudades de aquellos reinos junto con sus reyes; a estos mató a filo de espada, destruyéndolos por completo. Así obedeció Josué todo lo que Moisés, siervo del Señor, le había mandado. 

Josué aprendió bien de su mentor. Moisés inculcó la estrategia de Dios en su ayudante. Es como una ola imparable que conquista la tierra entera.

¿Te ha dado Dios un “Josué” para que te instruya sobre cómo vencer en esta vida?

 

¿Hay algo que tu papá, un pastor o alguien más te haya enseñado? ¿Has sido fiel a su palabra?

¿Hay algo en lo que el Señor está llamando tu atención ahora que debes cambiar?

 

Cumplir al pie de la letra

13 Las ciudades que estaban sobre los cerros fueron las únicas que los israelitas no quemaron, excepto Jazor. 14 Tomaron como botín de guerra todas las pertenencias del enemigo y su ganado, y mataron a todos los hombres a filo de espada, de modo que ninguno quedó con vida. 15 Así como el Señor había ordenado a su siervo Moisés, también Moisés se lo ordenó a Josué. Y este, por su parte, cumplió al pie de la letra todo lo que el Señor le había ordenado a Moisés.

Josué recibió instrucciones directamente de Dios, pero hay mucho que Dios había ordenado que él recibió de Moisés. Por su gracia, hay ocasiones en las que recibimos una palabra fresca de Dios. Pero tenemos mucha revelación escrita, dada a Moisés, los profetas y los apóstoles. Esa palabra también es para nosotros, y tenemos que cumplirla al pie de la letra si queremos vencer al enemigo.

Aquí aparece por primera vez lo que puede ser un inconveniente: No quemaron las ciudades que estaban sobre los cerros. ¿Por qué? ¿No se les ordenó quemar todo? A pesar de eso, dice que cumplieron todo. Veremos más adelante si será problemático.

Todos los reyes ejecutados

16 Josué logró conquistar toda aquella tierra: la región montañosa, todo el Néguev, toda la región de Gosén, el valle, el Arabá, la región montañosa de Israel y su valle. 17 También se apoderó de todos los territorios, desde la montaña de Jalac que se eleva hacia Seír, hasta Baal Gad en el valle del Líbano, a las faldas del monte Hermón. Josué capturó a todos los reyes de esa región y los ejecutó, 18 después de combatir con ellos por largo tiempo.

Puede parecer que la conquista se logró rápidamente, pero dice aquí que combatieron por largo tiempo. Es aún más impresionante, dada nuestra tendencia a cansarnos y dejar algunos enemigos en nuestras vidas. Cinco veces la palabra “todo” aparece en estos versículos. Dios no quiere una victoria parcial para nosotros; tenemos que seguir batallando hasta conquistar toda la tierra que Dios nos ha dado.

19 Ninguna ciudad hizo tratado de ayuda mutua con los israelitas, excepto los heveos de Gabaón. A todas esas ciudades Josué las derrotó en el campo de batalla, 20 porque el Señor endureció el corazón de los enemigos para que entablaran guerra con Israel. Así serían exterminados sin compasión alguna, según el mandato que el Señor le había dado a Moisés.

¿Dónde está la compasión de Dios? Eran gente pagana y violenta, y estaban en una tierra prometida al pueblo de Dios. Josué no buscó la guerra con ellos; ellos entablaron guerra con Israel. Incluso allí, el Señor estaba obrando, endureciendo sus corazones. Hoy también Dios puede ablandar o endurecer el corazón de alguien para cumplir sus propósitos. Él es Dios, es soberano, y tiene todo el derecho a hacerlo, para cumplir sus propósitos.

21 En aquel tiempo Josué destruyó a los anaquitas del monte Hebrón, de Debir, de Anab y de la región montañosa de Judá e Israel. Habitantes y ciudades fueron arrasados por Josué. 22 Ningún anaquita quedó con vida en la tierra que ocupó el pueblo de Israel. Su presencia se redujo solo a Gaza, Gat y Asdod.

Puede parecer que fue Josué solo quien conquistó a todas estas naciones, pero sabemos que lo hizo con todo su ejército. Fue un gran comandante que se ganó el respeto de esos hombres. No se mencionan quejas ni rebeliones entre ellos. Dios generalmente obra por medio de un hombre. Dijo que quería enaltecer a Josué, y lo hizo. Sirve a los propósitos de Dios tener un hombre obediente que escuche su voz y cumpla con toda su palabra.

¿Crees que Dios aún trabaja de esa manera?

¿Puedes pensar en algunos ejemplos como Josué que hayas observado en la iglesia? ¿Qué es diferente hoy?

 

Por fin, descanso

23 Así logró Josué conquistar toda aquella tierra, conforme a la orden que el Señor le había dado a Moisés, y se la entregó como herencia al pueblo de Israel, según la distribución tribal. Por fin, aquella región descansó de las guerras.

Este es un versículo resumido. Josué logró lo que se le ordenó que hiciera; cumplió todo. Después de largo tiempo batallando, por fin hubo un descanso. Durante todo ese largo tiempo, los hombres de las tribus del lado este del río Jordán estaban lejos de sus familias, ayudando a sus hermanos.

 

Josué 10: El sol se detiene

1Adonisédec, rey de Jerusalén, se enteró de que Josué había tomado la ciudad de Hai y la había destruido completamente, pues Josué hizo con Hai y su rey lo mismo que había hecho con Jericó y su rey. Adonisédec también supo que los habitantes de Gabaón habían hecho un tratado de ayuda mutua con los israelitas y se habían quedado a vivir con ellos. Esto, por supuesto, alarmó grandemente a Adonisédec y a su gente, porque Gabaón era más importante y más grande que la ciudad de Hai; era tan grande como las capitales reales, y tenía un ejército poderoso.

Gran alarma

Ahora nos enteramos de que Gabaón era una ciudad grande e importante, con un ejército poderoso, lo que hace que sea aún más impresionante que hayan llegado al extremo de engañar a Israel y entregarse para servirlos. El tratado con Israel provoca mucho temor en sus vecinos: si Gabaón se rinde, ¿qué esperanza hay para nosotros? Josué es famoso como un gran guerrero, y el temor de Dios ha caído sobre los habitantes de la tierra. El Señor ha creado un ambiente muy favorable para que Israel derrote a todas estas naciones.

¿Dirías que hay temor de Dios en tu país?   Si no, ¿por qué no?

 

¿Los pecadores tienen respeto y están alarmados por el poder de la iglesia? Si no, ¿por qué no?

 

La respuesta: Unirse y conquistar a Gabaón

Por eso Adonisédec envió un mensaje a los siguientes reyes: Hohán de Hebrón, Pirán de Jarmut, Jafía de Laquis, y Debir de Eglón. El mensaje decía: «Únanse a mí y conquistemos a Gabaón, porque ha hecho un tratado de ayuda mutua con Josué y los israelitas».

No sabemos si Gabaón se dio cuenta de los problemas que causó el tratado con las otras ciudades, pero provocó otra alianza y una batalla inesperada para Israel. Antes, Dios los guio en la campaña para conquistar la tierra. Ahora, debido a este necio tratado, están obligados a entrar en esta batalla y ayudar a Gabaón.

¿Hay situaciones en las que tu vida se complicó porque te involucraste con gente, empresas o grupos en el mundo?

 

¿Crees que Dios sabía cómo esos acuerdos con el mundo complican la vida cuando los prohibió?

 

Entonces los cinco reyes amorreos de Jerusalén, Hebrón, Jarmut, Laquis y Eglón se unieron y marcharon con sus ejércitos para acampar frente a Gabaón y atacarla. Los gabaonitas, por su parte, enviaron el siguiente mensaje a Josué, que estaba en Guilgal: «No abandone usted a estos siervos suyos. ¡Venga de inmediato y sálvenos! Necesitamos su ayuda, porque todos los reyes amorreos de la región montañosa se han aliado contra nosotros».

Josué salió de Guilgal con todo su ejército, acompañados de su comando especial. Y el Señor le dijo a Josué: «No tiembles ante ellos, pues yo te los entrego; ninguno de ellos podrá resistirte».

No dice nada acerca de consultar a Dios para la estrategia, pero afortunadamente Dios le dio a Josué una promesa de victoria, aparentemente después de que Josué salió a la batalla. Dios honra el pacto que Israel hizo con Gabaón. Josué aprendió de Hai a no ir a la batalla con demasiada confianza; lleva consigo a todo el ejército y su comando especial.

¿Puedes pensar en alguien que haya solicitado la ayuda de los cristianos?

 

¿En cuáles circunstancias debemos ayudarlos?

 

Aunque no conocen a Dios, el Señor puede acompañarnos y favorecernos para prevalecer en una situación y ayudarlos.

 

Después de marchar toda la noche desde Guilgal, Josué los atacó por sorpresa. 10 A su vez, el Señor llenó de pánico a los amorreos ante la presencia del ejército israelita, y este les infligió una tremenda derrota en Gabaón. A los que huyeron los persiguieron por el camino de Bet Jorón, y acabaron con ellos por toda la vía que va a Azeca y Maquedá. 11 Mientras los amorreos huían de Israel, entre Bet Jorón y Azeca, el Señor mandó del cielo una tremenda granizada que mató a más gente de la que el ejército israelita había matado a filo de espada.

Josué utiliza una estrategia que le ha servido bien en el pasado: atacar por sorpresa. Mientras él los atacó, Dios hace su parte, y la hace de manera muy impresionante: llenó de pánico al ejército enemigo, y mandó tremenda granizada del cielo. ¡Así que Dios mató a más gente que el ejército israelita!

Cuando fluimos en el plan y el favor de Dios, Él puede actuar soberanamente para confundir a nuestros enemigos y glorificarse a sí mismo. ¿Tienes esa fe y expectativa de Dios en las batallas en tu vida ahora? ¿Has experimentado algo similar?

 

 

El sol se detiene

Ese poderoso mover de Dios llena a Josué de fe y valentía para pedir algo inusual:

12 Ese día en que el Señor entregó a los amorreos en manos de los israelitas, Josué le dijo al Señor en presencia de todo el pueblo:

«Sol, detente en Gabaón,
luna, párate sobre Ayalón».

13 El sol se detuvo
y la luna se paró,
hasta que Israel
se vengó de sus adversarios.

Esto está escrito en el libro de Jaser. Y, en efecto, el sol se detuvo en el cenit y no se movió de allí por casi un día entero. 14 Nunca antes ni después ha habido un día como aquel; fue el día en que el Señor obedeció la orden de un ser humano. ¡No cabe duda de que el Señor estaba peleando por Israel!

Mucha gente ha intentado explicar este milagro científicamente. Eso no es necesario. Es obvio que el escritor lo cree y lo atribuye al Señor. Josué se lo dijo al Señor, pero luego él dio órdenes al sol y a la luna. Él sabe que solo Dios tiene ese poder para detener el sol. El propósito fue una confirmación dramática de que Dios estaba peleando por Israel. Le dio a Israel (y a Dios) la oportunidad de terminar la batalla. Seguro que también sirvió para engrandecer a Josué a los ojos de Israel y Gabaón (quien no se menciona como participante en la batalla).

¿Crees que está bien que le ordenemos a Dios que haga algo? Mucha gente hoy actúa como si estuviera bien, pero no lo es; por lo tanto dice claramente aquí que fue algo único: Nunca antes ni después ha habido un día como aquel; fue el día en que el Señor obedeció la orden de un ser humano. Ten cuidado de citar algo como lo que hizo Josué aquí para justificar algo indebido.

Josué persigue a los cinco reyes

15 Al terminar todo, Josué regresó a Guilgal con todo el ejército israelita.

16 Los cinco reyes habían huido y se habían refugiado en una cueva en Maquedá. 17 Tan pronto como Josué supo que habían hallado a los cinco reyes en la cueva, 18 dio la siguiente orden: «Coloquen rocas a la entrada de la cueva y pongan unos guardias para que la vigilen. 19 ¡Que nadie se detenga! Persigan a los enemigos y atáquenlos por la retaguardia. No les permitan llegar a sus ciudades. ¡El Señor, Dios de ustedes, ya se los ha entregado!»

Después de algunos errores en sus primeros días al mando del ejército, es obvio que Josué camina con la fuerza y la valentía que Dios le prometió. No se detiene después de una victoria, sino que persigue a sus enemigos, proclamando su fe y confianza en que Dios ya se los entregó.

Es tentador regresar a casa y descansar después de una victoria, pero es importante perseguir una victoria completa sobre todos los aspectos de ese problema o pecado. Sobre todo, aquí, sobre los principales, los reyes. ¿Hay unos “reyes” que aún tienes que perseguir para completar la victoria?

 

Un resumen de la gloriosa victoria de la que disfrutó Israel

20 Josué y el ejército israelita exterminaron a sus enemigos; muy pocos de estos pudieron refugiarse en las ciudades amuralladas. 21 Finalmente, todos los israelitas retornaron a Maquedá sanos y salvos. ¡Nadie en la comarca se atrevía a decir nada contra Israel!

Enemigos exterminados. Ni siquiera las grandes ciudades amuralladas pudieron refugiarlos. ¡Y todos los israelitas sanos y salvos! Con razón, nadie en la región se ha atrevido a hablar en contra de ellos. Están experimentando lo que Dios les prometió, la vida victoriosa.

22 Entonces Josué mandó que destaparan la entrada de la cueva y que le trajeran los cinco reyes amorreos. 23 De inmediato sacaron a los cinco reyes de la cueva: los reyes de Jerusalén, Hebrón, Jarmut, Laquis y Eglón. 24 Cuando se los trajeron, Josué convocó a todo el ejército israelita y les ordenó a todos los comandantes que lo habían acompañado: «Acérquense y písenles el cuello a estos reyes». Los comandantes obedecieron al instante. 25 Entonces Josué les dijo: «No teman ni den un paso atrás; al contrario, sean fuertes y valientes. Esto es exactamente lo que el Señor hará con todos los que ustedes enfrenten en batalla».

Tres lecciones importantes

  1. Los comandantes obedecieron a Josué al instante. Él se ha ganado su respeto y confianza. Esa obediencia es muy importante en la guerra.

¿Tienes ese corazón para obedecer a alguien que Dios ha puesto en autoridad sobre ti?

 

Si eres un líder, ¿actúas de una manera que se gana el respeto y la obediencia de quienes están bajo tu autoridad?

 

 

  1. Josué les comunica a ellos lo que Dios le dijo: No teman, sino sean fuertes y valientes. Josué ha visto que puede confiar en la palabra y la promesa de Dios, y quiere infundir la misma fe y valentía en otros. A veces Dios nos da una palabra solo para nosotros, pero a menudo es importante impartirla a otros.

¿Hay alguna palabra o un pasaje bíblico que Dios te haya dado que pueda ser de aliento para otros que debas compartir?

 

¿Has cometido el error de compartir una palabra que era solo para ti como si fuese para todos?

 

  1. Josué ha aprendido un principio importante de cómo crecer en la fe: Actuar sobre la palabra de Dios y saber que lo que Dios hizo una vez, lo puede hacer otra vez.

Reflexionando sobre cómo Dios ha actuado en tu vida en el pasado, ¿hay algo que puedas aplicar a una batalla actual?

 

Josué sigue adelante: Seis ciudades importantes conquistadas

26 Dicho esto, Josué mató a los reyes, los colgó en cinco árboles, y allí los dejó hasta el atardecer. 27 Cuando ya el sol estaba por ponerse, Josué mandó que los descolgaran de los árboles y los arrojaran en la misma cueva donde antes se habían escondido. Entonces taparon la cueva con unas enormes rocas, que permanecen allí hasta el día de hoy.

28 Ese mismo día Josué tomó Maquedá y mató a filo de espada a su rey y a todos sus habitantes; ¡nadie quedó con vida! Y al rey de Maquedá le sucedió lo mismo que al rey de Jericó.

29 De Maquedá, Josué y todo Israel se dirigieron a Libná y la atacaron. 30 El Señor entregó en manos de Israel al rey y a sus habitantes. Josué pasó a filo de espada a todos sus habitantes; nadie quedó con vida. Y al rey de Libná le sucedió lo mismo que al rey de Jericó.

31 De Libná, Josué y todo Israel se dirigieron a Laquis. El ejército la sitió y la atacó. 32 El Señor la entregó en manos de Israel, y al segundo día la conquistaron. Todos en Laquis murieron a filo de espada, tal como había sucedido con Libná. 33 Además, Horán, rey de Guézer, que había salido a defender a Laquis, fue totalmente derrotado junto con su ejército; nadie sobrevivió a la espada de Josué.

34 De Laquis, Josué y todo Israel se dirigieron a Eglón. Sitiaron la ciudad y la atacaron. 35 En un solo día la conquistaron y destruyeron a todos a filo de espada, tal como lo habían hecho con Laquis.

36 De Eglón, Josué y todo Israel se dirigieron a Hebrón, y la atacaron. 37 El ejército israelita tomó la ciudad y la pasó a filo de espada, de modo que nadie, ni el rey ni ninguno de los habitantes de la ciudad y de sus aldeas, escapó con vida. Y tal como sucedió en Eglón, Hebrón fue destruida completamente.

38 De Hebrón, Josué y todo Israel se dirigieron a Debir y la atacaron. 39 Se apoderaron de la ciudad, de su rey y de todas sus aldeas, y mataron a filo de espada a todos sus habitantes. Nadie quedó con vida; todo fue arrasado. A Debir le sucedió lo mismo que les había sucedido a Libná, a Hebrón y a sus respectivos reyes.

Una y otra vez atacan con valentía y ven a Dios entregar una ciudad tras otra en sus manos. Avanzan confiadamente en la conquista.

Dios combate por su pueblo

40 Así Josué conquistó toda aquella región: la cordillera, el Néguev, los llanos y las laderas. Derrotó a todos sus reyes, sin dejar ningún sobreviviente. ¡Todo cuanto tenía aliento de vida fue destruido completamente! Esto lo hizo según el mandato del Señor, Dios de Israel. 41 Josué conquistó a todos, desde Cades Barnea hasta Gaza, y desde la región de Gosén hasta Gabaón. 42 A todos esos reyes y sus territorios Josué los conquistó en una sola expedición, porque el Señor, Dios de Israel, combatía por su pueblo.

43 Después Josué regresó al campamento de Guilgal junto con todo el ejército israelita.

Es un testimonio fuerte de cómo Dios pelea nuestras batallas, ¡y todo en una sola expedición! Para nosotros, la matanza de tantas personas parece extrema, pero Dios sabe que es importante purificar la tierra y liberarla de toda idolatría. Quiere proporcionar un entorno sano para su pueblo.

Después de esas victorias el ejército fatigado tiene la oportunidad de descansar.

Josué 9: No consultaron al Señor

Altibajos. Todos cometemos errores, pero lo importante es aprender de ellos y no repetirlos. Josué aún está al principio de su liderazgo. Tenía un buen aprendizaje y promesas hermosas de éxito. Vemos un oído atento a la dirección del Señor en los primeros capítulos de este libro. Incluso obedeció un mandato impopular de circuncidar a todos los varones. Pero después de la victoria milagrosa en Jericó, Josué descuidó esa conexión esencial con su Dios, y muchos murieron en Hai. El pueblo se llenó del temor y el desánimo. Dios lo rescató y Josué se recuperó con otra victoria. Acaba de leer toda la ley a la nación, quien reafirmó el pacto, pero luego otra vez descuidó esa relación íntima con el comandante de su ejército.

Cómo actúa el enemigo: engaño, mentiras y astucia

1Había reyes que vivían en el lado occidental del Jordán, en la montaña, en la llanura y a lo largo de la costa del Mediterráneo, hasta el Líbano: hititas, amorreos, cananeos, ferezeos, heveos y jebuseos. Cuando estos monarcas se enteraron de lo sucedido, se aliaron bajo un solo mando para hacer frente a Josué y a los israelitas.

Esta fue la estrategia de la mayoría de sus enemigos. Dios cumplió con la promesa de Éxodo 23:27: En toda nación donde pongas el pie haré que tus enemigos te tengan miedo, se turben y huyan de ti. Ellos no piensan en las debilidades del líder de Israel. Toman una decisión sabia de aliarse para enfrentar a los israelitas como un solo hombre. El diablo sabe que hay fuerza en la unidad, y, lamentablemente, a menudo las fuerzas de maligno demuestran más unidad que el pueblo de Dios. También hay fuerza en los números; tienen la experiencia y la pericia de muchos reyes, y un ejército mucho más grande que Israel.

La noticia de esta alianza no es alentadora para Josué y el pueblo de Israel. Dios ya les ha advertido de las batallas necesarias para conquistar la tierra, y les ha prometido la victoria si siguen a Dios. Nosotros también sabemos que tenemos un enemigo dedicado a hurtar, matar y destruir. Tenemos promesas de victoria. Pero cuando recibimos malas noticias, la tendencia es desmayar y temerse.

¿Sientes a veces que hay enemigos aliados contra ti o tu iglesia?    ¿Cuáles son?

 

¿Cómo respondes a esa amenaza?

 

No sabemos por qué los gabaonitas no se unieron con los otros reyes. Gabaón era una ciudad a unos 10 kilómetros (6 millas) al noroeste de Jerusalén. Tenía un buen suministro de agua; Jeremías (41:12) habla de un “gran estanque que está en Gabaón.” La ciudad era el líder de una liga de otras ciudades cercanas, y la ciudad principal de los heveos. Quizás ya sabían del fracaso de Josué en Hai y creen que pueden engañarlo.

El plan de los gabaonitas

Los gabaonitas, al darse cuenta de cómo Josué había tratado a las ciudades de Jericó y de Hai, maquinaron un plan. Enviaron unos mensajeros, cuyos asnos llevaban costales viejos y odres para el vino, rotos y remendados. Iban vestidos con ropa vieja y tenían sandalias gastadas y remendadas. El pan que llevaban para comer estaba duro y hecho migas. Fueron al campamento de Guilgal, donde estaba Josué, y les dijeron a él y a los israelitas: —Venimos de un país muy lejano. Queremos hacer un tratado con ustedes.

Son muy astutos; lo preparan todo muy bien y van directo al campamento de Israel.

No confíes en las apariencias. Hay que ser tan astuto como el enemigo. Cuidado cuando todo parece bien preparado y hablan con mucha confianza. También ten cuidado con los halagos; su deseo de hacer un tratado puede resultar atractivo para nuestro orgullo.

Los gabaonitas también alejaron a sus vecinos; en lugar de guerrear con ellos contra Israel, se rindieron a ellos. Si Israel no acepta su solicitud, corre el riesgo de ser castigado por Israel y los otros reyes de Canaán. Preferirían confiar en este Dios y su pueblo que en las fuerzas armadas que eran tan impotentes contra Israel en Jericó y Hai.

Tratados prohibidos por la ley

La ley claramente prohibió los pactos o tratados con las naciones de la Tierra Prometida:

No hagas ningún pacto con ellos ni con sus dioses. Si los dejas vivir en tu tierra, te pondrán una trampa para que adores a sus dioses, y acabarás pecando contra mí (Éxodo 23:32-33).

Y Éxodo, el capítulo 34:

12 Ten mucho cuidado de no hacer ningún pacto con los habitantes de la tierra que vas a ocupar, pues de lo contrario serán para ti una trampa. 13 Derriba sus altares, y haz pedazos sus piedras sagradas y sus imágenes de la diosa Aserá. 14 No adores a otros dioses, porque el Señor es muy celoso. Su nombre es Dios celoso. 15 »No hagas ningún pacto con los habitantes de esta tierra, porque se prostituyen por ir tras sus dioses y, cuando les ofrezcan sacrificios a esos dioses, te invitarán a participar de ellos. 16 Y si casas a tu hijo con una de sus mujeres, cuando ella se prostituya por ir tras sus dioses, inducirá a tu hijo a hacer lo mismo.

Israel responde a su invitación

El peligro de algún pacto o tratado con estas naciones es tan obvio que cualquier mención de un pacto debería causar alarma y hacer que busquen una palabra muy clara de Dios.

Los israelitas replicaron: —Tal vez ustedes son de por acá y, en ese caso, no podemos hacer ningún tratado con ustedes.

Tal vez, antes de hablar con Josué, se acercaron al pueblo. Los israelitas saben que está prohibido hacer un pacto. Sospechan y no aceptan de inmediato su engaño:

Ellos le dijeron a Josué: —Nosotros estamos dispuestos a servirles.

Así que parece que fueron a Josué y se ofrecen como sirvientes. Con Josué, no mencionan un pacto.

Y Josué les preguntó: —¿Quiénes son ustedes y de dónde vienen?

Siempre es peligroso dialogar con el enemigo. Josué les abrió la puerta en lugar de rechazar su oferta de servicio.

Ellos respondieron: —Nosotros somos sus siervos, y hemos venido de un país muy distante, hasta donde ha llegado la fama del Señor su Dios. Nos hemos enterado de todo lo que él hizo en Egipto 10 y de lo que les hizo a los dos reyes amorreos al este del Jordán: Sijón, rey de Hesbón, y Og, rey de Basán, el que residía en Astarot. 11 Por eso los habitantes de nuestro país, junto con nuestros dirigentes, nos pidieron que nos preparáramos para el largo viaje y que les diéramos a ustedes el siguiente mensaje: “Deseamos ser siervos de ustedes; hagamos un tratado”. 12 Cuando salimos para acá, nuestro pan estaba fresco y caliente, pero ahora, ¡mírenlo! Está duro y hecho migas. 13 Estos odres estaban nuevecitos y repletos de vino, y ahora, tal como pueden ver, están todos rotos. Y nuestra ropa y sandalias están gastadas por el largo viaje.

En respuesta a Josué:

“¿Quiénes son?” Sus siervos.

“¿De dónde vienen?” Un país muy distante.

No ofrecen detalles, lo que debería generar sospechas y más preguntas. Hablan de la fama de su Dios. ¡Quizás se convertirán a creer en Él! Su explicación debería hacer dudar a Josué, pero él no dice nada.

No consultaron al Señor

14 Los hombres de Israel participaron de las provisiones de los gabaonitas, pero no consultaron al Señor. 

A menudo estamos demasiado dispuestos a participar de las provisiones del mundo. Dice que todo estaba desgastado, por lo que no está claro qué compartieron con los israelitas. Posiblemente trajeron oro u otra cosa de valor. Esas provisiones y palabras fueron suficientes para convencer a los hombres de Israel. Ni ellos ni su líder consultaron a Dios.

¿Cuáles errores has cometido por que no consultaste a Dios? ¿Sigues experimentando las consecuencias de ese fracaso?

 

Toma la decisión de consultar siempre a Dios y esperar una confirmación clara de Él antes de actuar.

15 Entonces Josué hizo con ellos un tratado de ayuda mutua y se comprometió a perdonarles la vida. Y los jefes israelitas ratificaron el tratado.

Dios proporciona ancianos y otros líderes para protegernos como pastores. A menudo, un jefe no tiene la confianza para cuestionar a un Josué, y muchos “Josué” no quieren que nadie los cuestione. Lástima que todos los jefes ratificaron el tratado.

Se entierran del engaño

16 Tres días después de haber concluido el tratado con los gabaonitas, los israelitas se enteraron de que eran sus vecinos y vivían en las cercanías. 17 Por eso se pusieron en marcha, y al tercer día llegaron a sus ciudades: Gabaón, Cafira, Berot y Quiriat Yearín. 18 Pero los israelitas no los atacaron porque los jefes de la comunidad les habían jurado en nombre del Señor, Dios de Israel, perdonarles la vida. Y aunque toda la comunidad se quejó contra sus jefes, 19 estos contestaron: —Hemos hecho un juramento en nombre del Señor, y no podemos hacerles ningún daño. 20 Esto es lo que haremos con ellos: les perdonaremos la vida, para que no caiga sobre nosotros el castigo divino por quebrantar el juramento que hicimos.

Cometer estos estos errores es una buena manera de alienar a la familia, la iglesia o tus subordinados, y provocar sus quejas. Los jefes (y Josué) están entre la espada y la pared: el pueblo israelita no está contento, pero ellos juraron en el nombre del Señor. Es admirable que no quebraron con su palabra, pero nos enseña que los votos o juramentos son peligrosos. Hay varios ejemplos bíblicos de eso (Jueces 11:30, 1 Samuel 14:24). Ellos temen el castigo de Dios más que el enojo de la gente. Dios honra esos juramentos y castiga romperlos. Años más tarde, el rey Saúl quebrantó este juramento y Dios castigó a Israel con una hambruna (2 Samuel 21:1-9).

Un pecado a menudo conduce a otro. Cometemos un delito, mentimos para cubrirnos y luego matamos (figurativamente, si no literalmente) a la persona que puede revelar nuestro pecado.

¿Cumples con tu palabra a pesar de las consecuencias?

 

¿Te encuentras ahora en una situación complicada como resultado de una decisión equivocada? ¿Cómo puedes actuar en una manera que honre al Señor? ¿Cuáles pueden ser las consecuencias?

Al principio, esta solución con Gabaón puede parecer más fácil que las próximas batallas con la alianza de reyes poderosos. Nadie murió, e Israel adquirió sirvientes. Estaban sometiendo a los gabaonitas a una esclavitud parecida a la que habían dejado en Egipto. Es tentador hacer pactos y acuerdos con el mundo y las fuerzas del maligno. Parece más fácil que luchar para eliminar a ese enemigo de nuestra vida. Aceptamos el engaño y la mentira del enemigo que no es tan malvado. El diablo dice que es demasiado radical y extremo crucificar la carne y sus deseos. Así que, tal como Dios lo advirtió a Israel, dejamos a los “gabaonitas” en nuestras vidas y sirven siempre como trampas y piedras de tropiezo.

21 Luego añadieron: —Se les permitirá vivir, pero a cambio de ser los leñadores y aguateros de la comunidad.

De ese modo, los jefes de la comunidad cumplieron su promesa.

Ya el daño está hecho: Estos engañadores estarán siempre en medio del pueblo santo de Dios como sus sirvientes. Después de fracasar, nosotros a menudo hacemos algo para aliviar el daño, pero casi siempre nos queda algo inconveniente.

¿Hay pactos que tú hayas hecho con el enemigo?       ¿Hay “gabaonitas” en tu vida?

 

¿Qué puedes hacer al respecto?

 

22 Entonces Josué llamó a los gabaonitas y les reclamó: —¿Por qué nos engañaron con el cuento de que eran de tierras lejanas, cuando en verdad son nuestros vecinos? 23 A partir de ahora, esta será su maldición: serán por siempre sirvientes del templo de mi Dios, responsables de cortar la leña y de acarrear el agua.

Aún peor, ¡Josué los coloca en el templo de Dios! Otra vez, sin consultar a Dios. Josué los reclamó; lo que nosotros hacemos a menudo cuando somos culpables. La verdad es que Josué es el responsable. De una manera, tenemos que respetar los esfuerzos de los gabaonitas por preservar sus vidas.

24 Los gabaonitas contestaron: —Nosotros, servidores suyos, fuimos bien informados de que el Señor su Dios ordenó a su siervo Moisés que les diera toda esta tierra y que destruyera a todos sus habitantes. Temimos tanto por nuestra vida que decidimos hacer lo que ya saben. 25 Estamos a merced de ustedes. Hagan con nosotros lo que les parezca justo y bueno.

A veces, el enemigo conoce la Palabra de Dios mejor que nosotros.

26 Así salvó Josué a los gabaonitas de morir a manos del pueblo de Israel. 27 Ese mismo día Josué los hizo leñadores y aguateros de la asamblea israelita, especialmente del altar del Señor que está en el lugar que él mismo eligió. Y así han permanecido hasta el día de hoy.

Ahora nos enteramos de que el pueblo estaba enojado y listo para matarlos. Eso es lo que deben hacer, excepto que ya hicieron un pacto con ellos y juraron en el nombre de Dios. Josué tiene que defenderlos y salvar sus vidas. Cuando Solomon fue coronado rey, el tabernáculo y el altar estaban en Gabaón (2 Crónicas 1:3, 5).

Engañar y mentir es demasiado común hoy en día. Muchos están muy dispuestos a traicionar a otros, mentir y romper su palabra para perseverar su reputación, su trabajo, su ministerio o su matrimonio. El pacto hecho en el matrimonio se rompe fácilmente. Dios nos llama a la integridad total.

¿Qué papel tienen el engaño y la mentira en tu vida?

 

¿Cuáles pactos has hecho?   ¿Eres fiel a esos pactos?

 

Tal como Rajab, lo que empezó con el motivo de salvar vidas y clamar a Dios y su pueblo por misericordia resulta en su salvación e incorporación al pueblo de Israel.

Josué 8: Victoria en Hai

1El Señor exhortó a Josué: «¡No tengas miedo ni te acobardes!

¿En serio? ¿Cómo no tener miedo? Josué acaba de sufrir una derrota humillante, su primera. Vio la destrucción aterradora de una familia entera. Todo su pueblo está temblando de temor. Josué mismo ha pensado en abandonar la misión entera. En estas situaciones no es extraño pensar en el suicidio.

A pesar de la exhortación y mandato a Josué en el primer capítulo para ser fuerte y valiente, Dios sabe que una derrota como la de Hai puede resultar en temor y cobardía. Josué actuó tontamente, pero necesita la misericordia y gracia de Dios en este instante. Necesita una palabra fresca de su Padre. Qué bueno saber que nuestro Dios es compasivo y misericordioso. El entiende nuestra debilidad y está allí para nosotros en los momentos de angustia. No te rechaza, pero no te chinea tampoco. Su palabra para Josué viene en forma de otro mandato: No temas ni desmayes.

¿Sientes que has fracasado y ya no hay esperanza?

¿Has visto la destrucción de tu familia, tu iglesia o tu carrera?

 

¿Has contemplado quitarte la vida?

¿Tienes miedo?

¿Cómo respondes a esta palabra de Dios para ti? ¿Puedes creer que Dios es por ti y entiende lo que sucedió?

 

Dios no se ha olvidado de ti ni te ha abandonado. Puede que había unas consecuencias fuertes, pero hay un futuro y una esperanza para ti. Dios aun te dará la victoria.

La estrategia de Dios para Hai

Toma contigo a todo el ejército, y ataquen la ciudad de Hai.

Josué falló con los pocos soldados que los espías le aconsejaron enviar. Aquí no le da una estrategia espiritual como marchar alrededor de la ciudad y soñar trompetas. Ni es una oportunidad para experimentar una victoria milagrosa con unos pocos soldados. Aquí es un ataque con todo el ejército. Lo que funcionó en Jericó no funciona en Hai. No podemos usar el milagro que Dios hizo en una iglesia particular como un modelo para la victoria en todas las iglesias. Ni podemos usar lo que Dios hizo para ti ayer como una garantía que hará lo mismo hoy. A Dios le gusta mantenernos alertos, para aprovechar la guía del Espíritu Santo en nuestra vida.

Yo les daré la victoria sobre su rey y su ejército; se apropiarán de su ciudad y de todo el territorio que la rodea. Tratarás a esta ciudad y a su rey como hiciste con Jericó y con su rey. Sin embargo, podrán quedarse con el botín de guerra y todo el ganado. Prepara una emboscada en la parte posterior de la ciudad».

Dios lo asegura de la victoria. Cada victoria en tu vida es dada por Dios; es peligroso pensar que vencemos por nuestra fuerza o intelecto superior.

Y lo mismo que resultó en su ira en Jericó, ¡ahora Dios lo permite! ¡Ahora podrán quedarse con el botín y todo el ganado! Hay cosas claramente prohibidas en la Palabra. Ellas no cambian. Pero hay otras cosas que un día Dios permitiera y al otro día sean prohibidas. Puede ser una prueba. Tenemos que siempre buscar a Dios y escuchar su voz.

¿Puedes pensar en ejemplos de algo que un día Dios te prohibió y al otro día permitió?

 

¿Mantienes los oídos abiertos para siempre escuchar la voz del Espíritu? ¿La obedeces?

 

Josué se levanta en obediencia

Se levantó Josué junto con su ejército y fueron a pelear contra Hai. Josué escogió treinta mil guerreros y los envió durante la noche con estas órdenes: «Ustedes pondrán una emboscada en la parte posterior de la ciudad. No se alejen mucho de ella, y manténganse en sus posiciones. Yo me acercaré con mi tropa y, cuando los enemigos salgan a pelear contra nosotros, huiremos como la primera vez. Ellos nos perseguirán, pensando que estamos huyendo de nuevo, y así los alejaremos de la ciudad. Entonces ustedes saldrán de su escondite y se apoderarán de Hai. El Señor les dará la victoria. Cuando hayan capturado la ciudad, quémenla tal como nos lo ordenó el Señor. Estas son mis órdenes».

Dicho esto, Josué envió a los guerreros a preparar la emboscada, y ellos se apostaron entre Betel y Hai, al oeste de la ciudad mientras él, por su parte, pasaba esa noche con su ejército.

No hay evidencia de temor ni cobardía; Josué es el guerrero valiente de nuevo. Sigue exactamente lo que el Señor lo mandó hacer, pero también usa su experiencia y conocimiento para formular todo el plan de ataque. Dios no trata a nosotros como robots; a menudo nos da los puntos principales del plan y nos permite planear los detalles.

10 Muy de mañana se levantó Josué, pasó revista al ejército y, junto con los jefes de Israel, se puso en marcha hacia Hai. 11 Todos los guerreros que iban con Josué llegaron cerca de Hai y acamparon al norte de la ciudad. Solo había un valle entre ellos y la ciudad. 12 Josué envió a cinco mil guerreros a preparar la emboscada, y ellos se escondieron entre Betel y Hai, al oeste de la ciudad. 13 De esa manera, una tropa acampó al norte de la ciudad y la otra al oeste. Esa noche Josué avanzó hacia el medio del valle.

14 Cuando el rey de Hai se dio cuenta de lo que pasaba, se apresuró a salir con toda su tropa a pelear contra Israel, en la pendiente que está frente al desierto, sin saber que le habían puesto una emboscada en la parte posterior de la ciudad. 15 Josué y su tropa, fingiéndose derrotados, huyeron por el camino que lleva al desierto. 16 Mientras tanto, todos los hombres que estaban en la ciudad recibieron el llamado de perseguir a los israelitas, alejándose así de Hai. 17 No quedó ni un solo hombre en Hai o en Betel que no hubiera salido a perseguir a Israel, de modo que la ciudad de Hai quedó desprotegida.

No es siempre así, pero cuando hacemos las cosas a la manera de Dios es más probable el éxito.

18 Entonces el Señor le ordenó a Josué: «Apunta hacia Hai con la jabalina que llevas, pues en tus manos entregaré la ciudad». Y así lo hizo Josué. 19 Al ver esto, los que estaban en la emboscada salieron de inmediato de donde estaban y, entrando en la ciudad, la tomaron y la incendiaron.

20 Cuando los hombres de Hai miraron hacia atrás, vieron que subía de la ciudad una nube de humo. Entonces se dieron cuenta de que no podían huir en ninguna dirección, porque la gente de Josué que antes huía hacia el desierto ahora se lanzaba contra sus perseguidores. 21 En efecto, tan pronto como Josué y todos los israelitas vieron que los que tendieron la emboscada habían tomado la ciudad y la habían incendiado, se volvieron y atacaron a los de Hai. 22 Los de la emboscada salieron de la ciudad y persiguieron a los guerreros de Hai, y así estos quedaron atrapados por todos lados. Los israelitas atacaron a sus enemigos hasta no dejar ni fugitivos ni sobrevivientes. 23 Al rey de Hai lo capturaron vivo y se lo entregaron a Josué.

El plan del Señor y de Josué funciona perfectamente.

No dejaron ni un sobreviviente

24 Después de que los israelitas terminaron de matar a filo de espada, en el campo y el desierto, a todos los guerreros de Hai que habían salido a perseguirlos, regresaron a la ciudad y del mismo modo mataron a todos los que quedaban. 25 Ese día murieron todos los habitantes de Hai, como doce mil hombres y mujeres. 26 Josué mantuvo extendido el brazo con el que sostenía su jabalina, hasta que el ejército israelita exterminó a todos los habitantes de Hai. 27 Y tal como el Señor había mandado, el pueblo se quedó con el botín de guerra y todo el ganado. 28 Luego Josué incendió la ciudad, reduciéndola a escombros, como permanece hasta el día de hoy. 29 También mandó ahorcar en un árbol al rey de Hai, y ordenó que dejaran su cuerpo colgando hasta la tarde. Al ponerse el sol, Josué mandó que bajaran el cuerpo del rey y lo arrojaran a la entrada de la ciudad. Así mismo, pidió que se amontonaran piedras encima del cadáver. Y ese montón de piedras permanece hasta el día de hoy.

.Honrar a Dios por la victoria

30 Entonces Josué levantó, en el monte Ebal, un altar al Señor, Dios de Israel, 31 tal como Moisés, siervo del Señor, había ordenado a los israelitas. Lo levantó de acuerdo con lo que está escrito en el libro de la ley de Moisés: un altar de piedras sin labrar, es decir, que no habían sido trabajadas con ninguna herramienta. En él ofrecieron holocaustos y sacrificios de comunión al Señor.

Después de la derrota, podría ser tentador para Josué exaltarse como el gran guerrero que venció a Hai, pero él da toda la honra a Dios. Es importante después de la victoria no vanagloriarse ni olvidarse del Señor. Estos son los primeros sacrificios en la Tierra Prometida. El altar y sus holocaustos mantienen el enfoque firmemente en Dios, quien los dio la victoria. La victoria es de Dios, pero como sucede muchas veces, nosotros tenemos que guerrear y hacer el trabajo. Decir que Dios nos da la victoria no significa, en muchos casos, que nos sentemos y no hagamos nada.

El monte Ebal está a unos 32 km (20 millas) de Hai. Todos tenían que viajar al monte y acampar allí.

La palabra escrita y proclamada

32 Allí, en presencia de los israelitas, Josué escribió en tablas de piedra una copia de la ley que Moisés había escrito. 33 Todos los israelitas, con sus jefes, oficiales y jueces, estaban de pie a ambos lados del arca del pacto, frente a los sacerdotes levitas que la cargaban en hombros. Tanto los israelitas como los inmigrantes tomaron sus posiciones, la mitad de ellos hacia el monte Guerizín y la otra mitad hacia el monte Ebal, tal como Moisés, siervo del Señor, había mandado cuando bendijo por primera vez al pueblo de Israel.

34 Luego Josué leyó todas las palabras de la ley, tanto las bendiciones como las maldiciones, según lo que estaba escrito en el libro de la ley. 35 De esta lectura que hizo Josué ante toda la asamblea de los israelitas, incluyendo a las mujeres, a los niños y a los inmigrantes, no se omitió ninguna palabra de lo ordenado por Moisés.

Esto es muy importante e impresionante. En el espacio de pocos días Josué circuncidó a los varones, celebraron la Pascua, derrotaron a Jericó, fueron derrotados en Hai, vieron el juicio de Dios y su fe fue restaurada en la victoria de Hai. Ahora, en el monte Ebal, tal vez parecida a su experiencia en Sinaí, ofrecen holocaustos y se acercan al Señor.

Por primera vez leemos de la ley escrita por mano de Josué, quien estaba presente con Moisés cuando el recibió la mayoría de ella. Escuchar la Palabra del Señor era algo muy solemne, y tenían que mantener un orden. Todos estaban presentes, y Josué leyó toda la ley, no omitiendo ni una palabra. Son los libros de la ley que tenemos en nuestras Biblias hoy. Josué no era solo un guerrero, sino también un líder espiritual.