Salmo 6: De la angustia a una nueva esperanza

Este es un Salmo de David, el hombre conforme al corazón de Dios. No sabemos lo que estaba pasando en su vida cuando lo escribió, pero es obvio que este gran rey, guerrero, y varón de Dios estaba angustiado. ¿Eso te sorprende, como me sorprendió a mí la primera vez que lo leí? David tenía poder, mucho dinero, mujeres hermosas, e hijos bien parecidos. Nadie sabía la angustia del mundo interior de David (hasta que publicaron sus salmos). Al igual tú puedes envidiar al hombre que parece confiado y exitoso, pero es muy probable que por adentro él tiene los mismos temores y luchas como tú.

Temor de la ira de Dios

Oh Señor, no me reprendas en tu enojo
ni me disciplines en tu ira.

David sabía como es sufrir bajo la ira y la reprensión de Dios, y sabía que esa ira significa disciplina. A veces, con la visión clara, aceptamos que la disciplina es para nuestro bien, pero cuando estás angustiado como David, puede ser abrumador. No sabemos si en realidad Dios estuviera enojado con David en este momento, pero en el dolor es fácil sentir así.

¿Has conocido la reprensión de Dios? ¿Tienes la comunicación abierta con Dios para que sepas si está enojado contigo? ¿Es posible que estás experimentando la disciplina de Dios en este momento? ¿Te alienta saber que un gran hombre como David también experimentó la ira y la disciplina de Dios? ¿Has pensado que Dios está enojado contigo porque la vida es tan dura? Si Él está juzgándote o disciplinándote, te revelará la razón por lo cual.

Ten misericordia, Señor. ¡Estoy angustiado!

Ten compasión de mí, Señor, porque soy débil;
sáname, Señor, porque mis huesos agonizan.

Tal vez parte de su problema fue alguna enfermedad. Dificultades y obstáculos se engrandecen cuando estás enfermo. Aun cuando la enfermedad no está grave, a veces te sientes como vas a morir. David está sufriendo mucho dolor. Él está débil, y no puede hacer nada al respecto. Dios es su única esperanza. Él cree que Dios puede sanar. Él sabe que Dios es misericordioso. Sin embargo, no está seguro si recibirá esa misericordia o curación. Sabe que no la merece, pero todavía la pide.

¿Has conocido la misericordia de Dios? ¿Eres consciente que no mereces todas sus bendiciones? ¿Te sientes enfermo, o débil, o agonizado? ¿Crees que Dios puede sanarte? ¿Lo puedes pedir con fe en este momento? No para exigir o mandar la curación, sino confiando en el cuidado amoroso de Dios para ti.

¿Hasta cuándo?

Mi corazón está angustiado;
¿cuánto falta, oh Señor, para que me restaures?

Su dolor no es sólo físico; él está luchando con algo mucho más profundo que la enfermedad, algo que puede causar síntomas físicos. Su alma está angustiada; no está seguro cuánto más puede soportar. A menudo es difícil ver cómo el dolor terminará; parece que la angustia siempre dura demasiado tiempo.

¿Has conocido angustia del alma? ¿Qué era la fuente de ella? ¿Cómo la has aliviado? Yo no sé cuánto tiempo tu angustia puede durar,  pero estoy seguro que Dios es soberano, y Él no se deleita en verte tan angustiado. A veces estamos angustiados porque somos cabezones. A veces la respuesta a «¿Hasta cuándo?» es: hasta que te arrepientes de verdad, hasta que te humillas y pides perdón, hasta que entregas tu vida a Dios. Eso suena duro. Cuando tu alma está en angustia lo que deseas es consuelo y alivio. El Espíritu Santo es el Consolador, que camina a tu lado y mora dentro de ti, pero también es el que te convence del pecado y te trae al Padre.

¡Sálvame!

Vuelve, oh Señor, y rescátame;
por tu amor inagotable, sálvame.

David reconoció y confesó su necesidad de liberación y salvación. Si alguien tenía los medios para liberarse a sí mismo, parece que sería el que como muchacho mató a Goliat, pero Dios lo ha llevado a un lugar donde él sabe que su única salvación viene de Dios. David ha conocido el amor de Dios, y ahora se aferra a ese amor, en la esperanza que Dios lo salvará una vez más, como lo había hecho tantas veces en el pasado.

Es difícil para los hombres llegar al final de sí mismo, darse por vencido, y pedir a Dios para liberación y salvación. A veces la liberación que necesitamos es de enemigos físicos, pero a veces necesitamos liberación de las fuerzas espirituales de maldad que nos oprimen y nos encadenan. Tu hayas intentado muchas veces a librarte en tu propia fuerza, pero Dios puede hacer la situación tan insoportable que por fin tienes que dejarle ayudarte.

¿Crees que el amor de Dios nunca falla? ¿Lo ha fallado para ti alguna vez? ¿Puedes recibir ese amor? ¿Es difícil para ti creer que realmente Dios te ama? ¡Dios te ama al extremo de enviar a su propio Hijo a morir en la cruz por tu salvación!

¡No quiero morir!

Pues los muertos no se acuerdan de ti;
¿quién puede alabarte desde la tumba?

David cree que está en una lucha de vida y muerte; todavía cree que será más útil para Dios vivo que muerto. Él sabe que unos de los propósitos más importantes de la vida son proclamando la grandeza de Dios y alabándolo. David no puede hacer eso si está muerto, y lo usa para negociar con Dios.

¿Cómo te va proclamando el nombre de Dios? ¿Es tu vida un buen testimonio para tu Salvador? ¿Es importante para ti proclamar su nombre? ¿O esperarás hasta que estás casi muerto para negociar con Dios? He visto a un sinnúmero de presos decir que servirán a Dios para el resto de su vida si sólo Él les sacara de la cárcel. ¿Has hecho ese tipo de promesa a Dios? ¿La has cumplido?

¿Cómo va tu alabanza? No estoy hablando de mirar al grupo de alabanza en la iglesia o aun cantando con ellos. Estoy hablando de una adoración sincera que quiere glorificar a Dios en toda tu vida. ¿Es el deseo de tu corazón ver a Jesucristo exaltado?

El varón llorón

Estoy agotado de tanto llorar;
toda la noche inundo mi cama con llanto,
la empapo con mis lágrimas.

¿Cómo podría David el bailador, el escritor de Salmos tan hermosos, David que tenía tanto a su favor, sufrir de tal depresión? ¿Cómo pudiera un tipo  fuerte como David ser un llorón? Es difícil salir de una depresión tan profunda. Las lágrimas pueden ser un gran alivio, pero parece que no es el caso aquí. Los siguientes versículos nos dan una pista de lo que está causándole estar tan abajo.

¿Has conocido depresión? ¿Has sentido que estabas mal porque estabas tan deprimido? ¿Ha estado tan profundo tu gemido que sacó tus fuerzas y ​​te debilitó? ¿Cuándo fue la última vez que tuviste un buen llanto? ¿Fuese útil expresar tu dolor en lágrimas?

Enemigos sinnúmero

El dolor me nubla la vista;
tengo los ojos gastados a causa de todos mis enemigos.

El dolor añade a la depresión; siente como una profunda tristeza. A menudo, cuando estamos deprimidos nos sentimos tristes por nuestra situación y todos los problemas que vemos a nuestro alrededor. ¡Realmente puede afectar la vista, hasta decir que tienes los ojos gastados! Y por fin vemos porque David está clamando por auxilio: una multitud de enemigos. Casi toda su vida ha sido una lucha; tal vez ya está cansado.

¿Cuáles enemigos estás enfrentando? Pueden ser personas, circunstancias, espíritus malignos, o cosas dentro de ti mismo. ¿Te sientes como son demasiados para derrotar? ¿Te has permitido sentir dolor o tristeza? Muchos no quieren “confesar” esos sentimientos, creyendo que es una mala confesión o una falta de fe. Muchos hombres lo cubren con actividad y entretenimiento, pero es saludable enfrentar tu dolor. El setenta por ciento de este Salmo ha sido un lamento. Algunos pudieran condenar a David por ser demasiado negativo y hacer una confesión negativa. No pueden soportar su dolor, y quieren arreglarle o callarle. Pero antes de tomar un paso adelante muchas veces tenemos que completamente expresar nuestro dolor.

Fuerzas renovadas

Váyanse todos los que hacen el mal,
porque el Señor ha oído mis sollozos.

Al igual con muchos de los Salmos de David, cuales comienzan angustiados o con muchas inquietudes, este salmo termina con una fe renovada y nueva confianza en Dios. Muchos hombres tienen miedo de ser honestos acerca de sus dudas y temores; David se enfrentó a ellos, no para regodearse en su depresión, sino para confrontar lo que siente con la verdad. Nuevas fuerzas comienzan a fluir dentro de David, y exige que los malhechores retrocedan; no van a dominarlo. Él todavía tiene la autoridad para decirles que se vayan. ¿Por qué? Porque él sabe que Dios ha oído su llanto y está a su lado. Algunas personas no encuentran esta fuerza porque no son permitidas llorar o confesar su dolor.

¿Eres capaz de hablar con la autoridad de Dios – y tu autoridad como un hombre – a los que intentan hacer daño a ti, tu familia o tu iglesia? ¿Sabías que tus sollozos son una forma de comunicación con Dios? A veces no tienes que decir nada – tus lágrimas son suficientes. ¿Crees que Dios ha oído tu llanto?

¡Dios me ha oído!

El Señor ha escuchado mi ruego;
el Señor responderá a mi oración.

La fuerza sigue a infundir este gran varón de Dios. No se queda en la profundidad de su depresión. Clamó por misericordia y oró a Dios, y tiene la certeza que Dios le ha escuchado y responderá a su oración. Eso no significa que todo necesariamente saldrá como a él le gustaría, pero hay mucho aliento que viene al saber que Dios te ha escuchado y ha aceptado tu oración como legítima.

A veces estamos tan desanimados que ni siquiera oramos ni pensamos que Dios oiría un grito por misericordia, pero ¿puedes tomar el primer paso, clamando aÉl? ¿Hay algo que tienes que arreglar con Dios para tener más certeza que Él escuchará tus oraciones? ¿Le has dado gracias por su misericordia y por Jesús, tu gran sumo sacerdote que está intercediendo para ti?

¡Liberación!

10 Que todos mis enemigos sean deshonrados y aterrorizados;
que retrocedan de golpe, avergonzados.

Estos enemigos han hecho su vida miserable. Las Escrituras revelan que muchos de sus enemigos eran de su propia casa y asesores cercanos, ¡incluso su propio hijo! Eso duele. Pero ahora la fe de David se ha renovado y puede proclamar con confianza que todos sus enemigos no sólo se apartarán de él, sino que también serán avergonzados y turbados. La venganza es de Dios, y David no tiene ningún plan para aterrorizarlos. Su confianza es que Dios los llevará a este punto.

¿Cuáles son tus enemigos que te hacen la vida imposible? ¿Puedes entregarlos al Señor? ¿Te molesta que tienes enemigos? ¿Te ayuda saber que incluso un gran hombre como David tenía a muchos enemigos? Estamos en una batalla de por vida. Lo siento, pero siempre vas a tener enemigos. Satanás no está de dar la vuelta y aligerar sus ataques. Jesús nos dijo que en este mundo tendríamos tribulación, pero no te desanimes, porque Él ha vencido al mundo. Eso nos permite descansar en el amor de Dios y confiar que Dios es justo, y juzgará a nuestros enemigos como merecen. Mientras tanto, eres libre para levantarte y seguir sirviendo a tu Señor. David ofrece un gran ejemplo de cómo se puede pasar de las profundidades de la depresión a un lugar de confianza y fuerza renovada.

 

Job 39: El Caballo

El capítulo 39 de Job nos da una imagen encantadora de nuestro Dios alegrándose en las criaturas diversas que creó. Algunos, como el avestruz, son francamente cómicos:

16 Maltrata a sus polluelos como si no fueran suyos,
y no le importa haber trabajado en vano,
17 pues Dios no le dio sabiduría
ni le impartió su porción de buen juicio.
18 Pero cuando extiende sus alas y corre,
se ríe de jinetes y caballos.

Qué bueno es saber que Dios sabe cómo divertirse. ¿Sabes cómo expresar tu creatividad en el taller, el jardín, o algún otro lugar? ¡Dios lo hace también! ¡Una mirada a un show en Animal Planet muestra la increíble diversidad de su creación! El avestruz puede reírse del caballo, pero un caballo no es nada para reírse. De hecho, la descripción que Dios nos da del caballo me hace pensar que era una de sus criaturas favoritas. Como hombre, me identifico con el caballo como muy masculino, aun si es una yegua:

19 »¿Le has dado al caballo su fuerza?
¿Has cubierto su cuello con largas crines?
20 ¿Eres tú quien lo hace saltar como langosta,
con su orgulloso resoplido que infunde terror?
21 Patalea con furia, regocijándose en su fuerza,
y se lanza al galope hacia la llanura.
22 Se burla del miedo; a nada le teme;
no rehuye hacerle frente a la espada.
23 En torno suyo silban las flechas,
brillan las lanzas y las jabalinas.
24 En frenética carrera devora las distancias;
al toque de trompeta no es posible refrenarlo.
25 En cuanto suena la trompeta, resopla desafiante;
percibe desde lejos el fragor de la batalla,
los gritos de combate y las órdenes de ataque.

Lee esta hermosa poesía un par de veces y deja que ella penetre tu alma. Dios está hablando con un hombre que ha perdido todo, sufrió increíblemente, y probablemente piensa que su vida está para terminar. Luego él escucha la descripción de este glorioso animal. ¿Has admirado los músculos de un caballo corriendo a través de un campo, tal vez volando sobre un obstáculo, o haciendo cabriolas en el aire? Ver a un animal como este me infunde de vida. Creo que Dios quería que Job riera con el avestruz – y sacara fuerza de esta hermosa descripción de un caballo. Hay mucho aquí que Dios quiere para ti como un hombre:

Fuerza

Tú puedes sentir esa fuerza en el gimnasio, luchando con un árbol en tu patio o un perno terco en tu coche, o haciendo el amor. Dios te hizo fuerte. Si has dejado que tu fuerza disminuyera con edad y un estilo de vida más sedentario, tal vez Dios quiere que hagas una conexión nueva con ella. Es posible ser viejo y todavía fuerte, pero también hay algo más que fuerza física. A menudo, cuando la fuerza bruta comienza a desaparecer, puedes sentir la fuerza interiores aumentándose. Fomenta eso. Haz ejercicio y mantén tu fuerza física, pero aún más importante, nutre la fuerza interior de tu carácter. Como el caballo, regocíjate en tu fuerza. Siente tu fuerza y ​​da gracias a Dios por ella. Es posible que has utilizado tu fuerza para destrucción en el pasado. Es posible que tienes que poner riendas en ella, o aceptar las riendas que Dios pone en ella. La fuerza desenfrenada de un caballo es agradable a la vista y se siente bien al caballo, pero no vale mucho. Tú quizás admiras la fuerza de un fisicoculturista, pero a menos que nuestra fuerza es sometida al señorío de Cristo, probablemente no va a cumplir mucho. Tú tienes tremendas fuerzas para hacer el bien y edificar el reino de Dios. Dios le da al caballo su fuerza, y Él te da tu fuerza a ti. Me acuerdo de Efesios 6:10: Hermanos míos, fortaleceos en el Señor, y en el poder de su fuerza. Ten cuidado de no ser orgulloso u obsesionado con tu propia fuerza. Da la honra y gloria a Dios. Esa fuerza física no dura para siempre.

Una melena que fluye

Quizás tu cabello no fluye; puede ser que ya no tienes mucho pelo. La mayoría de los hombres tienen peinados cortos. Con mucho gusto Dios bendijo al caballo con su hermosa melena y abrigo, y Él te hizo a ti atractivo, no importa el color de tu cabello, ya sea liso o rizado, o cuánto te quede. Cuida de ello y mantenlo bien peinado. Tú puedes ser muy guapo (o no), pero recuerda que Dios mira al corazón. Dedica tanto tiempo a cultivar una impresionante apariencia interior como dedicas a tu apariencia externa.

Denuedo

Siento una mezcla de asombro y tristeza al ver películas de guerra y esos hermosos caballos entrando en la batalla – solo para morir. El caballo en Job 39 no tiene miedo de la espada. Se deleita en las lanzas y las jabalinas que es privilegiado a llevar. Nuestro Dios es un guerrero. Él nos ha diseñado para guerrear, y nos da armas y montajes tan impresionantes como caballos para llevarnos a la batalla. Pero ahora muchos hombres nunca entran en la batalla; demasiados se esconden de la batalla (a excepción de sus juegos de video). Las historias de valentía y denuedo son pocas. Por supuesto, Jesús dijo que los pacificadores son bienaventurados. Nuestra imagen de Jesús es de un hombre no violento y tierno (a excepción cuando echó fuera a los mercaderes del templo), pero Él va a volver como un gran guerrero.

Job nos dice que el caballo espera el sonido de la trompeta; capta la esencia de la batalla desde lejos, y está dispuesto a entrar en la guerra. Cuando oye el grito de batalla ya está listo. ¿Y tú? ¿Estás escuchando para el sonido de la trompeta? ¿Hay una guerra en tu familia, tu iglesia o tu comunidad – y ya es tiempo entrar en ella? ¿Estás preparado para la batalla?

Emoción

¡El caballo salta como una langosta! ¿Puedes visualizarlo «devorando la distancia,» pataleando con furia y con resoplido orgulloso? ¡Él no puede estar quieto! ¡Está lleno de energía! ¿Cómo está tu energía? ¿Y tú entusiasmo para la vida? ¿Has perdido la emoción, porque no estás en la batalla? Manipular a algunos soldados en un videojuego o ver una película de guerra: ¿es lo más cerca que llegas a la batalla? ¿Te has desprendido de la vida? ¿Eres tan gordo y lleno de carbohidratos refinados que tu nivel de energía es bajo? ¿Te cansa para pensar de salir a correr o hacer ejercicio? ¡Empieza a vivir de nuevo! Dios quiere que saltes como el hombre en el templo que fue curado. Él quiere que te entusiasmes con la vida. En lugar de sentarte todo el día, Dios te quiere tan lleno de energía que no puedes estar quieto. (Ahora, tengo que decir, hay algunos hombres tan hiperactivos que necesitan sentarse y descansar, y aprender a esperar en el Señor. Pero parece que están en la minoría.)

Infundir terror

¿Cuándo fue la última vez que alguien notó tu «resoplido?” Bueno, tengo que confesar que hay un montón de hombres resoplando. A veces infunden terror en sus hijos el momento que entran en la casa, exigiendo que hacen todo a la manera de papi. O infunden terror en sus subordinados, quienes esperan una nueva reprimenda. ¡Incluso los pastores pueden sembrar terror en sus obreros con su resoplido religioso! No  dudo que la mayor parte del terror que estos hombres infunden está en la persona equivocada por la razón equivocada. Es el diablo quien debe temblar en sus botas. En lugar de ver a nosotros como una broma, sus representantes en posiciones de poder mundano deben estar aterrorizados ante nuestra fuerza y ​​las batallas sabias que estamos peleando. Tal vez si empezamos a reflejar estos rasgos del caballo (y mucho más), el temor de Dios cayera cuando hablamos y hacemos milagros en su nombre.

Intrepidez

Guao. El caballo se burla del miedo. Él no tiene miedo de nada. Muchos hombres me recuerdan de mi pitbull. Como tú sabes, se supone que deben ser perros muy bravos, infundiendo terror en los demás. Pues, el mío no lo sabía. Él fue abusado como cachorro (no por mí) y estaba lleno de miedo. ¡Subía a la segunda planta y se escondía cuando sonaba el timbre de la puerta! Pero no más: él está justo en la puerta ladrando y gruñendo. Fue requerido castrarlo cuando lo adoptamos, pero poco a poco está recuperando su fuerza viril. Hace unas semanas se enfrentó a un zorro. No había manera de que él daría marcha atrás. No importa lo que hizo el zorro, no había ni rastro de miedo en mi perro Tiger. Él persigue ciervos y casi todos los animales salvajes. ¿Pero darle un gato? Olvídalo. Él tiene miedo de las cosas más tontas. Muchos de nosotros somos como Tiger. No nos damos cuenta de nuestra fuerza, tenemos miedo de las cosas más extrañas, y participamos en cosas que no nos corresponde. ¿De qué tienes miedo? ¿Qué tiene que cambiar en ti para burlarte del miedo como el caballo? Es obvio que Dios ama la intrepidez del caballo. Él incluye cobardes entre aquellos que no heredarán el reino (Apocalipsis 21:8). ¡Pido al Señor que te infunda de tal fuerza, y fe, y confianza que te burlarás del miedo!

La próxima oportunidad que tienes para ver una película con caballos, montar a caballo, o simplemente estar cerca de caballos, piensa en este pasaje. Da gracias por un Dios que creó la fuerza de un caballo y se regocija en ella. Y un Dios que se regocija en la fuerza de un hombre, la cual es mucho más importante. Dale gracias por tu fuerza.

 

¿Eres más como Abraham o Jesús en tu trato de la mujer?

Yo creo que Dios me ha llamado principalmente a ser un padre espiritual, alentando a hombres a tomar su lugar en el reino de Dios. Pero eso de ninguna manera significa que yo estoy en contra de las mujeres, o que no quiero que ellas alcancen todo su destino. Una masculinidad sana se regocija en la mujer y lo femenino; no es amenazada por ellas, y no usa ni abusa a la mujer.

Génesis 12: ¡Vete Abraham!

El capítulo comienza con Dios mandando a Abraham a salir de su país. Es la primera llamada de Dios, y él responde en obediencia, tomando a su esposa Sarai con él (Génesis no dice nada de cómo se sentía ella):

El Señor le dijo a Abram: «Deja tu tierra, tus parientes y la casa de tu padre, y vete a la tierra que te mostraré. Al encaminarse hacia la tierra de Canaán, Abram se llevó a su esposa Saray, a su sobrino Lot, a toda la gente que habían adquirido en Jarán, y todos los bienes que habían acumulado.  (Versículos 1 y 7)

El capítulo termina con Faraón mandando a Abraham a salir de su país:

¡Anda, toma a tu esposa y vete!»  Y el faraón ordenó a sus hombres que expulsaran a Abram y a su esposa, junto con todos sus bienes.  (Versículos 19 y 20)

¿Qué pasó entre el llamado de Dios para salir (lo cual fue dado principalmente a Abraham), y Faraón ordenando a sus hombres a expulsarlos (que se centra en Sarai)?

Es una de las historias más tristes en la vida de este gran patriarca (lee toda la historia en Génesis 12:10-20). Había una hambruna en Canaán. Abram decide abandonar la tierra que Dios le dio (aparentemente sin consultar con Dios), e ir a Egipto. Es el principio de una larga historia de los hebreos descendiendo a Egipto, que casi nunca servía para su bien.

Usando (abusando) a su mujer para su propio beneficio

En este caso, Abram está preocupado por su propia seguridad. Dios bendijo a Abram con una mujer muy hermosa. En su hogar Abram estaba muy contento con ella, pero ahora su hermosura era una carga: Tiene miedo que lo van a matar para tomarla. Así que inventa la mentira que ella es su hermana. No dice cómo Sarai sentía al respecto, pero es probable que su estancia en el palacio incluía algunas noches con el rey. Eso funcionó para Abram; gracias a ella, el faraón le trató muy bien y le dio muchos animales y sirvientes. Pero Dios no estaba contento, y afligió a Faraón y a su casa con enfermedades graves. Por fin se supo la verdad. Porque Dios todavía estaba con Abram, él salió con su vida, su esposa, y todas las posesiones que había acumulado en Egipto.

Es un caso trágico de un hombre (¡de Dios!) usando a su mujer para su propio beneficio, sin tener en cuenta el bienestar o la salud ni de ella ni de su matrimonio.

Mujeres apoyan a Jesús

Un avance rápido hasta Jesús. El contraste en cómo Jesús trataba a las mujeres en Lucas 8:1-3 es muy impresionante:

Después de esto, Jesús estuvo recorriendo los pueblos y las aldeas, proclamando las buenas nuevas del reino de Dios. Lo acompañaban los doce, y también algunas mujeres que habían sido sanadas de espíritus malignos y de enfermedades: María, a la que llamaban Magdalena, y de la que habían salido siete demonios; Juana, esposa de Cuza, el administrador de Herodes; Susana y muchas más que los ayudaban con sus propios recursos.

Todos conocemos a los Doce, y ellos reciben casi toda nuestra atención, pero este sombrío grupo de mujeres aparece de vez en cuando, sobre todo en la cruz y la resurrección. No nos da su número, pero había muchas. Varias son mencionadas específicamente:
• María Magdalena, una de las mujeres más conocidas de los Evangelios, que había sido liberado de siete demonios.
• Juana, una mujer importante, esposa de Cusa, el administrador del Rey Herodes. Ella podía dejar a su marido y viajar con este predicador itinerante, algo muy inusual para la época. María y Juana fueron testigos de la resurrección.
• Susana, de quien no sabemos nada más.

¿Qué aprendemos acerca de ellas de esta Escritura?
• Por lo general, viajaron con Jesús y los Doce, lo que también era muy inusual para la época.
• La mayor parte había experimentado una liberación o curación por Jesús. En gratitud servían a Jesús y sus discípulos y los seguían.
• Era un grupo variopinto, con una que era endemoniada, y la esposa de un funcionario del gobierno de alto rango entre ellas.
• Los gastos diarios del ministerio de Jesús fueron pagados en gran parte por estas mujeres, que tenían ingresos disponibles. Era inusual para mujeres tener acceso a tanto dinero.

Un grupo paralelo a los Doce

Nuestro conocimiento es limitado, y no queremos deducir demasiado, pero esto parece radical. Rabinos del día no enseñaban a mujeres ni las permitían participar plenamente en la sinagoga; las asignaban un lugar inferior. Jesús obviamente dio la bienvenida a estas mujeres y su apoyo. Ellas jugaban un papel importante en el ministerio, a su manera tan importante como los Doce. Y parece que ellas evitaban la crisis de fe y otras cuestiones que muchos de los Doce batallaban rutinariamente. Aunque nunca tenían la autoridad de los hombres, eran muy activas en el ministerio de Jesús. Así ha sido para toda la historia de la iglesia, y debe ser hoy. Ninguna mujer vino a ser entre los Doce, ni hubo ninguna presión para hacerlas parte de ese círculo íntimo de discípulos. Ningún hombre trataba de juntarse a este grupo especial de mujeres que tomó cuidado de Jesús y sus discípulos. Tanto comprendían, aceptaban, y se regocijaban en el papel importante que desempeñaban en el ministerio.

La familia de Jesús: Los que ponen la Palabra en práctica

Curiosamente, más adelante en el mismo capítulo (versículos 19-21) hay una referencia a otra mujer importante en la vida de Jesús, otra María, su madre:

La madre y los hermanos de Jesús fueron a verlo, pero como había mucha gente, no lograban acercársele.  —Tu madre y tus hermanos están afuera y quieren verte —le avisaron.

Pero él les contestó: —Mi madre y mis hermanos son los que oyen la palabra de Dios y la ponen en práctica.

Se supone que las mujeres que acabamos de mencionar estaban en la multitud. Los que informaron a Jesús acerca de María creían que iba a dejar todo para verla, o por lo menos asegurar que pudo entrar en la habitación. En su lugar, vuelve con una declaración bastante cáustica que profundamente hirió a su madre. En efecto, dijo: «¿Quiénes son ellos? Solamente es mi familia terrenal. Tengo una familia mucho más grande que esa. Cualquier persona que realmente escucha la Palabra de Dios y la toma en serio, la pone en práctica, es tan importante como ellos. Ni siquiera estaban aquí para oír esta Palabra, pero ustedes sí, estaban. Así que ustedes son mi verdadera familia.»

Igualdad entre hombres y mujeres

En medio de esa declaración vemos una verdad poderosa que afecta nuestro tema de la mujer: igualdad absoluta entre hombres y mujeres. Dios no hace acepción de personas. La posición de su madre, la que nosotros pensaríamos debe darle un privilegio especial, significaba poco. Los que hacen la voluntad de Dios – sean hombres o mujeres – son la verdadera familia de Dios. Es evidente que hay diferentes funciones, como acabamos de ver en el inicio del capítulo, pero todos son iguales en los ojos de Dios. Eso también fue radical para el día.

Hemos recorrido un largo camino desde Sarai, quien fue tratada como propiedad y objeto de sexo, y no tenía voz ninguna. En Cristo, las mujeres están exaltadas y dado igualdad con los hombres. Celebramos las diferencias entre hombres y mujeres, y mujeres son liberadas para disfrutar el destino que Dios tiene para ellas. Pero más importante que cualquier diferencia de género es verdaderamente escuchar a la Palabra de Dios y ponerla en práctica. ¿Cómo te va con eso? ¿Compartes la actitud de Jesús hacia mujeres? ¿O eres más como Abram, usando o abusando a mujeres para tu propio beneficio?

 

Job 35:5-16 El problema de la oración sin respuesta

Job perdió casi todo y sufrió mucho. Gracias a Dios, tenía tres amigos que lo visitaron, supuestamente para ayudarlo. Digo “supuestamente” porque estaban tan dispuestos a condenarlo. Después de escuchar su tonto consejo, Job se sintió peor que nunca. Pero de repente apareció un cuarto amigo, Eliú. Él es mucho más joven (y aún más arrogante), por lo que decidió guardar sus palabras (que él creía que eran las más profundas) hasta el final. Es cierto que hay mucha verdad en lo que dicen estos amigos, pero recuerda que es la opinión de ellos, y no siempre refleja una visión correcta de Dios.

Estas palabras de Eliú me llamaron la atención debido a su similitud con una percepción común (pero errónea) de la oración en la actualidad. Eliú presenta a Dios como una deidad lejos de nosotros que no tiene mucho interés en ti:

5Mira hacia el cielo, y fíjate bien;
contempla las nubes en lo alto.
Si pecas, ¿en qué afectas a Dios?
Si multiplicas tus faltas, ¿en qué lo dañas?
Si actúas con justicia, ¿qué puedes darle?
¿Qué puede recibir de parte tuya?
Hagas el mal o hagas el bien,
los únicos afectados serán tus semejantes.

¡Es una mentira! Es cierto que tu justicia no aporta nada a Dios, pero esto me deja sin esperanza. Claro, yo soy solo un hombre entre millones, ¡pero mi pecado y/o justicia sí, afectan a Dios! Eliú no comprende eso. ¡Dios se deleita en la justicia de un hombre y se entristece por el pecado de un hombre! Para ti, mi hermano, eso significa que Dios está al tanto de cada acto justo que realizas. Es cierto que Dios no los necesita (¡aunque contribuyan a su reino!), pero son regalos que le ofrecemos; regalos de adoración y gratitud, que son como un olor fragante para Él. Y tu pecado no sólo te impacta a ti, a tu familia y a tu comunidad, sino que obstaculiza la obra de Dios. ¡Y también estás crucificando al Hijo de Dios de nuevo (Hebreos 6:6)!

»Todo el mundo clama bajo el peso de la opresión,
y pide ser librado del brazo del poderoso.
10 Pero nadie dice: “¿Dónde está Dios, mi Hacedor,
que me infunde fuerzas por las noches,
11 que nos enseña más que a las bestias del campo,
que nos hace más sabios que las aves del cielo?”
12 Si Dios no responde al clamor de la gente,
es por la arrogancia de los malvados.
13 Dios no escucha sus vanas peticiones;
el Todopoderoso no les presta atención.

Si Eliú tiene razón, ¿por qué orar? Parece que tienes que usar exactamente las palabras correctas y tener la actitud correcta, o Dios no te escuchará. Pero la Biblia está llena de un Dios que escucha el clamor de los oprimidos, por simple que sea (como los israelitas en Egipto). Dios se preocupa por el hombre más pequeño que sufre bajo su opresor. Si no hay nadie más, ¡Dios los defiende! ¡Y Él nos llama a hacer lo mismo! Qué triste es creer que Dios no presta atención a tus “vanas palabras,” aunque estoy seguro de que todos nos sentimos así en ocasiones. ¿Por qué orar si ya sabes que es inútil?

Dios puede infundir fuerza por la noche. Claro que Él nos enseña más que a los animales y nos hace más sabios que las aves. Para Eliú, los hombres son arrogantes hipócritas, que ni siquiera se molestan en pedir conocimiento. Y si lo hicieran, Dios no les respondería, porque Él sabe que están pidiendo mal. La realidad es que la persona que sufre y gime en su opresión solo quiere alivio. No puede recibir enseñanzas o sabiduría profundas cuando tiene hambre, y Dios lo sabe y lo comprende.

¿Has luchado con la oración sin respuesta? Las razones típicas dadas son:

  • Poca fe
  • Motivos malos
  • Pecado no confesado

Si esos son los requisitos, ¡nadie obtendría respuesta a sus oraciones! En el entendimiento simplista de Eliú, si cumplimos con todas las condiciones, la respuesta es automática, así como el juicio de los malvados es automático. ¡Dios te escucha solo cuando haces todo perfecto! ¡Pero eso desalienta la oración sincera y el acercarse al trono de la gracia con denuedo!

14 Aun cuando digas que no puedes verlo,
tu caso está delante de él, y debes aguardarlo.
15 Tú dices que Dios no se enoja ni castiga,
y que no se da cuenta de tanta maldad;
16 pero tú, Job, abres la boca y dices tonterías;
hablas mucho y no sabes lo que dices.»

(Nota: Una de las cosas que encontrarás en el estudio de Job es una variación significativa en las traducciones. Es un libro muy antiguo, y gran parte del hebreo es incierto y difícil de traducir, pero el mensaje central no se ve afectado. Las distintas traducciones dan diferentes perspectivas.)

Dada la imagen que Eliú pinta de Dios, Job debe suicidarse. Parece que Eliú le está diciendo:

  • «Pobre Job. No ve a Dios y Dios no responde a su caso. Pobrecito. ¡Él te escuchará menos que estas otras personas arrogantes! ¡Eres lo peor de lo peor! «
  • «¿Crees que en su ira Dios no castiga? ¡Piénsalo otra vez! ¡Es por esa razón que estás sufriendo! Por supuesto que Dios ve todo el mal que haces – ¡y tú has hecho mucho mal para ser castigado tan severamente!”
  • «¡Solo estás hablando tonterías!»

Ya conocemos la advertencia de Jesús sobre la repetición sin sentido en la oración, pensando que Dios nos escuchará por nuestras muchas (o elocuentes) palabras:

»Cuando ores, no parlotees de manera interminable como hacen los seguidores de otras religiones. Piensan que sus oraciones recibirán respuesta sólo por repetir las mismas palabras una y otra vez. No seas como ellos, porque tu Padre sabe exactamente lo que necesitas, incluso antes de que se lo pidas (Mateo 6:7-8).

Francisco I. Anderson, en el Comentario Tyndale (Intervaristy Press), dice:

Eliú, que cree tener «conocimiento perfecto,» tiene un Dios predecible y manejable. Job, muy consciente de la libertad soberana del Señor, vive en el suspenso de la fe, orando sin garantías. ¡Y Job tiene razón! Me temo que la mayoría de los cristianos de hoy en día optan por el Dios «manejable y predecible» – ¡y se pierden la oportunidad de la plenitud de un Dios vivo!

Puede que te hayas preguntado:

  • ¿Qué diferencia hago yo?
  • ¿Realmente importan mis pequeños actos de servicio a Dios?
  • ¿Es el pecado tan grave?

¿Crees que hay algo malo en ti, porque parece que Dios no responde a tus oraciones? ¿Tienes dudas acerca de las fórmulas dadas por muchos para lograr la vida cristiana perfecta? ¡No te dejes engañar por el dios predecible de Eliú! ¡No pongas a Dios en una caja! ¡Es demasiado grande para eso! Puede que se sienta incómodo, pero ¡deja que Dios sea Dios, el Señor infinito del universo, más allá de tu comprensión! ¡Alégrate de que Él te conoce y se preocupa por ti! Puede que tú no entiendas esta vida, ¡pero eso está bien! Puede que no entiendas por qué algunas oraciones no reciben respuesta, ¡pero sigue orando!

 

Entra en el juego

Todavía no soy viejo, pero los años están pasando rápidamente. Me doy cuenta de que mi tiempo aquí en esta tierra está corto, y hay una urgencia para usar cada día bien. Me siento como:

• No quiero ver a otros jugar. ¡Yo quiero jugar!
• No quiero ver a otros vivir sus vidas en la televisión o en películas. ¡Yo quiero vivir!
• No quiero leer más libros. ¡Quiero escribirlos!
• No quiero ver la intimidad de otras parejas en las películas. ¡Quiero intimidad con mi esposa!
• No quiero escuchar más predicas. ¡Yo quiero predicar!
• No quiero simplemente escuchar a otras personas adorando a Dios. ¡Yo quiero adorarle!
• No quiero ver noticias todo el día. ¡Yo quiero hacer las noticias!

Sé que puede sonar arrogante. No significa que creo que tengo nada más que aprender. Por supuesto voy a leer libros seleccionados con cuidado. De vez en cuando voy a ver una buena película, y me gusta una predicación ungida. Pero tengo que salir de los márgenes y entrar en el juego. Estoy preocupado porque veo tanta gente que vicariamente viven las vidas de otros – ya sean celebridades o el cristiano exitoso. ¡La vida es corta! ¡Vívela al máximo! ¡Es hora de entrar en el juego!

 

Jeremías 29  El Señor tiene un futuro y una esperanza para ti

11 Porque yo sé muy bien los planes que tengo para ustedes —afirma el Señor—, planes de bienestar y no de calamidad, a fin de darles un futuro y una esperanza.

¡Qué linda promesa! Es una de las promesas más «populares» en la Biblia, por razones obvias, pero también es una de las más abusadas, porque a menudo se saca totalmente de contexto. Somos muy expertos en ignorar el contexto de las promesas bíblicas y reclamarlas para nosotros, pero muchas se dieron a personas específicas con condiciones específicas. Empecemos por el comienzo del capítulo:

1Ésta es la carta que el profeta Jeremías envió desde Jerusalén al resto de los ancianos que estaban en el exilio, a los sacerdotes y los profetas, y a todo el pueblo que Nabucodonosor había desterrado de Jerusalén a Babilonia.

Así dice el Señor Todopoderoso, el Dios de Israel, a todos los que he deportado de Jerusalén a Babilonia.

¿Para quién es la promesa?

Aunque hay principios generales que podemos extraer – con cuidado – de cualquier promesa, no podemos ignorar quién la recibió. No se le dio a todo el pueblo de Dios, sino sólo a los cautivos en Babilonia. Es importante notar que aunque Nabucodonosor los llevó allí, Dios dice que Él es quien los llevó al cautiverio. Nabucodonosor fue solo su instrumento.

Este pueblo corre un gran peligro. Además, una y otra vez los falsos profetas proclamaron que pronto serían liberados y volverían a casa, y todo estaría bien. Quieren creer eso. Todavía no reconocen la gravedad de su pecado o la situación actual. Así que podemos decir que esta promesa tiene una aplicación especial para:

  • Aquellos que experimentan el juicio de Dios
  • Aquellos en cautiverio o esclavitud
  • Los que están lejos de casa, en un lugar que no quieren estar (como una prisión).

No está dirigida a personas en la voluntad de Dios, que le sirvan fielmente y disfruten de la vida, aunque hay seis principios aquí que se aplican a todos.

«Construyan casas y habítenlas; planten huertos y coman de su fruto. Cásense, y tengan hijos e hijas; y casen a sus hijos e hijas, para que a su vez ellos les den nietos. Multiplíquense allá, y no disminuyan.

Primer principio: Prepárate para el largo plazo y aprovecha al máximo tu situación

Puede ser la cárcel o simplemente una circunstancia muy incómoda, pero tu instinto natural es tratar de salir de ella. Definitivamente no quieres confesar que Dios puede tener un propósito en ella y puede dejarte allí por un tiempo. Claro que a veces no tiene nada que ver con tu pecado, y realmente eres una víctima del diablo o personas malvadas. No quiero decir que no debas, por ejemplo, apelar una sentencia injusta. Pero busca al Señor para discernir cómo responder, y el mensaje que Él tiene para ti.

El principio general sigue siendo válido: No pierdas el tiempo. No caigas en una actitud de auto-compasión de “ay de mí.” Haz tu mejor esfuerzo para vivir una vida normal y sacar lo que puedas de la situación. Multiplícate, que puede incluir:

  • Aumentar tu conocimiento a través del estudio
  • Profundizar tu vida espiritual a través de la oración
  • Edificar la iglesia a través de la evangelización y el discipulado

Haz lo que puedas para mantener una vida familiar normal, manteniendo las tradiciones familiares y disfrutando de tus hijos. Trata de protegerlos de la fealdad de la situación. Puede ser una celda o un apartamento sucio, pero haz todo lo posible para arreglarlo y convertirlo en un hogar. Dios puede cortar tu sentencia, pero vive como si estuvieras allí un tiempo. Esto no significa que creas que la situación es buena, sino que estás de pie y tu circunstancia no te robará de una vida digna. José y María sufrieron el rechazo de su familia y vecinos, e hicieron un viaje peligroso a Egipto con el niño Jesús, pero aun así suplieron un hogar adecuado para criar al Hijo de Dios.

Además, busquen el bienestar de la ciudad adonde los he deportado, y pidan al Señor por ella, porque el bienestar de ustedes depende del bienestar de la ciudad.»

Segundo principio: Bendice a tu opresor

Esto es más difícil. Puede que tú quieras luchar contra el sistema y el gobierno o destruir sus edificios. Pero al final del día, sólo te lastimas a ti mismo. Dondequiera que estés, cuando la sociedad que te rodea prospere y esté en paz, tú también prosperarás. Como capellán de la prisión, yo vi esto suceder con frecuencia. Cuando un reo hizo algo en contra de la administración o destruyó algo, todos se cerraron y sufrían. Gracias a Dios, los reclusos cristianos fueron instrumentos de paz; mediaron conflictos y fomentaron un ambiente positivo. Así hicieron la vida más fácil para todos.

¿Oras por lo que te oprime? Dios lo repite: «Fui yo quien te deportó.» ¿Puedes creer que Dios es soberano y por alguna razón ha permitido esta circunstancia en tu vida?

Muchos hablan de cómo está cayendo su país. Incluso parece que muchos cristianos así lo esperan, para reivindicar su teología y sus ideas políticas. ¡Eso es pecado! No debemos abandonar nuestro país ni esperar que caiga, sino orar por él y buscar su paz y prosperidad. Los cristianos fueron responsables de muchas de las bendiciones que disfrutamos hoy; no deben abandonarlo y altivamente verlo autodestruir.

Así dice el Señor Todopoderoso, el Dios de Israel: «No se dejen engañar por los profetas ni por los adivinos que están entre ustedes. No hagan caso de los sueños que ellos tienen. Lo que ellos les profetizan en mi nombre es una mentira. Yo no los he enviado», afirma el Señor.

Tercer principio: Guárdate del engaño espiritual

En esta situación eres particularmente susceptible al engaño espiritual. Quieres abrazar la doctrina de salud, riquezas, y prosperidad. Quieres creer que Dios siempre sana y nunca permite el sufrimiento. Incluso puedes sentir que la fe que te han enseñado no ha funcionado, por lo que es hora de probar algo diferente. Algunos incluso se dedican a la brujería y otras prácticas demoníacas en busca de alivio. Ten mucho cuidado con lo que ves en Internet o en la televisión. Cíñete a la Biblia. Busca a un pastor piadoso que escuche a Dios y predique su Palabra, y escucha con atención lo que él dice acerca de las impresiones que recibes en tu espíritu.

10 Así dice el Señor: «Cuando a Babilonia se le hayan cumplido los setenta años, yo los visitaré; y haré honor a mi promesa en favor de ustedes, y los haré volver a este lugar. 11 Porque yo sé muy bien los planes que tengo para ustedes —afirma el Señor—, planes de bienestar y no de calamidad, a fin de darles un futuro y una esperanza.

Cuarto principio: Confía en los planes de Dios para ti

Tu sufrimiento no durará para siempre. Dios ha establecido un tiempo que probablemente tú no puedas acelerar; no importa lo que hagas. Confía en que Él será fiel y traerá liberación en el momento adecuado. Y recuerda, puede que tú tengas que pasar por el mismo proceso como Israel. Los judíos pasaron varios siglos esperando a su Mesías, pero Jesús llegó en el momento adecuado. Ahora sabemos que el Imperio Romano fue el ambiente perfecto para la difusión del Evangelio. A la hora señalada, Jesús vendrá otra vez. Su venida te da certeza de que:

  • Él vendrá a ti. Puede parecer que Jesús está lejos de ti en este momento, pero Él vendrá a ti.
  • Él cumplirá sus promesas a ti, la palabra que Él te ha dado.
  • Él tiene planes para ti.
  • Él quiere hacerte prosperar, pero puede ser que antes de la prosperidad tengas que soportar su entrenamiento y disciplina.
  • Dios tiene una esperanza y un futuro para ti. A veces puedes sentir que no vale la pena vivirla; estás demasiado lejos de Dios y has destruido demasiado. Puedes sentirte desesperado. ¡Dios quiere darte una nueva esperanza! Tu futuro está en sus manos, y Él puede redimir los peores errores.

12 Entonces ustedes me invocarán, y vendrán a suplicarme, y yo los escucharé. 13 Me buscarán y me encontrarán, cuando me busquen de todo corazón. 14 Me dejaré encontrar —afirma el Señor—, y los haré volver del cautiverio. Yo los reuniré de todas las naciones y de todos los lugares adonde los haya dispersado, y los haré volver al lugar del cual los deporté», afirma el Señor.

Quinto principio: Busca al Señor con todo tu corazón

Esta es una parte fundamental para avanzar hacia el futuro que Dios ha preparado para ti:

  • Invoca al Señor.
  • Ven a Él.
  • Órale.
  • Búscale con todo tu corazón.

Cuando tú haces eso, Él te promete:

  • Ser encontrado por ti.
  • Hacerte volver de tu cautiverio y recuperar tu vida.

Aquellos que vinieron a Jesús encontraron paz, el favor de Dios, y una nueva relación con Él.

15 Ustedes podrán decir: «El Señor nos ha dado profetas en Babilonia», 16 pero esto es lo que dice el Señor acerca del rey que ocupa el trono de David, y acerca de todo el pueblo que aún queda en esta ciudad, es decir, de sus hermanos que no fueron con ustedes al exilio. 17 Así dice el Señor Todopoderoso: «Voy a mandar contra ellos la espada, el hambre y la pestilencia. Haré que sean como higos podridos, que de tan malos no se pueden comer. 18 Los perseguiré con espada, hambre y pestilencia, y haré que sean motivo de espanto para todos los reinos de la tierra, y que sean maldición y objeto de horror, de burla y de escarnio en todas las naciones por donde yo los disperse. 19 Porque ustedes no han escuchado ni han hecho caso de las palabras que, una y otra vez, les envié por medio de mis siervos los profetas —afirma el Señor—.

Sexto principio: Dios juzgará a los falsos profetas y maestros

¿Cual fue el verdadero problema de los judíos? No escucharon a Dios, sino a lo que querían escuchar. Me preocupa la falta de predicación verdaderamente bíblica en muchas iglesias y lo que veo en Internet y en la televisión. Dios juzgará severamente a los falsos profetas. ¡Ten cuidado con lo que escuchas! ¡Ya has sufrido demasiado! ¡No te dejes engañar por un falso profeta! Los líderes religiosos y maestros de la ley eran los más fuertes en denunciar a Jesús; incluso enseñaron que era del diablo.

También hay una tendencia a tener envidia de:

  • Aquellos que parecen prosperos
  • Aquellos que cooperaron con el gobierno para evitar la cárcel
  • Aquellos que todavía disfrutan de la buena vida a pesar de su pecado

Su tiempo llegará. De hecho, puede ser mejor que en su misericordia Dios te llamó tu atención y te dio la oportunidad de arrepentirte.

20 »Pero ahora todos ustedes los exiliados que hice deportar de Jerusalén a Babilonia, ¡obedezcan mi palabra!» 21 Así dice el Señor Todopoderoso, el Dios de Israel, acerca de Acab hijo de Colaías, y de Sedequías hijo de Maseías, que les profetizan una mentira en mi nombre: «Voy a entregarlos en manos de Nabucodonosor, rey de Babilonia, y él los matará ante sus propios ojos. 22 Por culpa de ellos, todos los deportados de Judá que están en Babilonia pronunciarán esta maldición: “Que haga el Señor contigo lo mismo que hizo con Sedequías y Acab, a quienes el rey de Babilonia asó en el fuego.” 23 Porque cometieron una infamia en Israel: adulteraron con la mujer de su prójimo y dijeron mentiras en mi nombre, cosas que jamás les ordené. Yo lo sé, y de eso soy testigo», afirma el Señor.

Estos profetas hablaron mentiras en el nombre del Señor y estaban en pecado sexual. Tú puedes conocer a supuestos siervos de Dios que están en pecado, jactándose y engañando a la gente. Dios los juzgará. Mantente alejado de ellos. Jeremías fue uno de muy pocos que predicaron la Palabra de Dios, y puede que sea lo mismo hoy. Si quieres disfrutar de los buenos planes que Dios tiene para ti, estudia y guarda la Palabra de Dios. Está llena de promesas, pero ten cuidado de no aplicarlas mal y ser engañado.

¿Se aplica Jeremías 29:11 a ti? No importa tu situación, Dios tiene planes para ti. Él no quiere destruirte. Él quiere que tengas una esperanza y un futuro que lo glorifique. El contexto completo de Jeremías 29 da una comprensión mucho más rica de eso. ¡Dios quiere hacer maravillas en tu vida!

Cuando nació Jesús, el pueblo de Judá anhelaba la esperanza y un Mesías en medio de su opresión. Pero tenía un concepto equivocado de la vida bendita. Esperaban a un rey como David que restauraría su prosperidad y soberanía. Dios tenía grandes planes para su futuro, pero muchos no lo reconocieron cuando Él estuvo aquí en la tierra. Tu verdadera esperanza y futuro no es la prosperidad mundana, sino una persona: Jesucristo.

 

Job: Zarandeado como al trigo

La última vez que vi a alguien tamizar harina, yo era un niño pequeño viendo a mi mama preparar un pastel. Puede que tú no eres un agricultor, ni siquiera has tamizado harina, pero creo que ya sabes lo que significa ser zarandeado como al trigo: refinar, pasar por el molino, ser examinado, o pasar por una prueba. Satanás pidió permiso para zarandear a los discípulos de Jesús  como al trigo. ¿Es cierto que Satanás tiene ese acceso a tu vida? ¿Es posible que algo de lo que estás experimentando ahora es el resultado de Satanás zarandeándote?

El hombre mejor conocido que Satanás casi destruyó es Job. En el primer capítulo de su libro, Satanás se presenta en la corte celestial, donde Dios está jactándose acerca de este hombre intachable y recto:

Entonces el Señor preguntó a Satanás:

—¿Te has fijado en mi siervo Job? Es el mejor hombre en toda la tierra; es un hombre intachable y de absoluta integridad. Tiene temor de Dios y se mantiene apartado del mal.

Satanás le respondió al Señor:

—Sí, pero Job tiene una buena razón para temer a Dios: 10 siempre has puesto un muro de protección alrededor de él, de su casa y de sus propiedades. Has hecho prosperar todo lo que hace. ¡Mira lo rico que es! 11 Así que extiende tu mano y quítale todo lo que tiene, ¡ten por seguro que te maldecirá en tu propia cara!

12 —Muy bien, puedes probarlo —dijo el Señor a Satanás—. Haz lo que quieras con todo lo que posee, pero no le hagas ningún daño físico.

Entonces Satanás salió de la presencia de Señor.

Satanás no está impresionado con Job, y me imagino que muchas personas hoy en día dirían lo mismo. ¡Por supuesto Job está muy contento con Dios! ¡Ha derramado bendiciones tremendas sobre él!

  • Dios puso un muro de protección alrededor de él, su familia, y todos sus bienes. ¿Tienes ese muro? ¿Lo quieres? ¡Dios puede proveerlo! Si por alguna razón ese muro no está presente y parece que el maligno ha entrado en tu casa, pregúntate a ti mismo y pídele a Dios: ¿Qué ha sucedido? ¡A veces abrimos el portón! Pídele a Dios que en su misericordia Él edifique ese muro de nuevo.
  • Dios bendijo la obra de sus manos. Todo lo que hizo prosperó, trayéndole grandes riquezas. El profeta Hageo (1:6) habla de la experiencia opuesta, donde se trabaja duro sin nada que mostrar a cambio. ¿Cuál es tu experiencia? La «bolsa rota» generalmente es el resultado de prioridades equivocadas. No hay ninguna garantía de riquezas, pero ¿es evidente la bendición de Dios en la obra de tus manos?

Job tenía una vida casi perfecta, pero está a punto de ser probado. Satanás propone que Dios quitara su mano de Job, a ver cómo reacciona. Satanás es muy egoísta, y sabe que la mayoría de nosotros también somos egoístas. Así que Satanás cree que Job sólo sirve a Dios por las bendiciones que recibe. Si Dios quita esas bendiciones, Satanás está confiado que Job maldecirá a Dios a su cara. ¿Y tú? ¿Cómo reaccionas cuando sufres reveses? ¿Te sientes ahora que Dios ha quitado su mano de tu vida y tu familia? ¿Cómo has respondido?

En este caso, Dios le da permiso a Satanás a meterse con Job como él desee. A veces la prueba puede ser simplemente perder la bendición de Dios y permitir consecuencias naturales en tu vida. Hay tres cosas importantes que tener en cuenta aquí:

  1. Dios tiene el control absoluto sobre Satanás. Dios está en su trono y Satanás se le presente (sí, ¡en su presencia!), junto con los otros ángeles. No es una competencia de iguales.
  2. Satanás hace sólo lo que Dios le permite hacer. Si él te está atacando, es sólo porque Dios sabe que tú puedes soportarlo, y tiene un propósito en ello para ti.
  3. ¡No seas engañado a pensar que Satanás no existe! La Biblia dice claramente que él es un ser espiritual que se meta con tu vida.

Dios puso solo una restricción sobre Satanás: que no tocara a Job mismo. Satanás  comienza de inmediato y devasta al hombre, con todos sus hijos muertos y la mayoría de sus posesiones perdidas. Lo único que el tipo no pierde era su esposa. Sin embargo, Job todavía adora a Dios:

«Desnudo salí del vientre de mi madre
y desnudo estaré cuando me vaya.
El Señor me dio lo que tenía
y el Señor me lo ha quitado.
¡Alabado sea el nombre del Señor!».

Aunque fue muy dolorosa, Job recibió un “A” en esta primera prueba. ¿Cómo te va en tus pruebas? ¿Sigues adorando al Señor? ¿Estás consciente que todo lo que tienes viene de Dios, y que Dios no es obligado a bendecirte? Si pierdes todo, como Job ¿lo aceptarías como lo hizo Job?

Dios está muy complacido con su hijo, y se jacta de él la próxima vez que Satanás se presenta en su corte celestial (Job 2:3):

 Entonces el Señor preguntó a Satanás:

—¿Te has fijado en mi siervo Job? Es el mejor hombre en toda la tierra; es un hombre intachable y de absoluta integridad. Tiene temor de Dios y se mantiene apartado del mal. Además ha conservado su integridad a pesar de que tú me incitaste a que le hiciera daño sin ningún motivo (RVR: para que lo arruinara sin causa).

¿Era realmente Dios que le hizo daño a Job y lo arruinó sin causa? En esta escritura parece ser una posibilidad. Satanás no tiene el poder para controlar ni nuestras vidas ni la naturaleza. Hay veces  cuando las tragedias en nuestras vidas no tienen sentido ninguno.

Job probablemente intentó a recuperar su vida, con la esperanza que esta tragedia fue temporal.  Estaba agradecido que todavía tenía su buena salud. Él no sabe que Satanás no había terminado con él:

 Satanás respondió al Señor:

—¡Piel por piel! Cualquier hombre renunciaría a todo lo que tiene para salvar su vida. Así que extiende tu mano y quítale la salud, ¡ten por seguro que te maldecirá en tu propia cara!

—Muy bien, haz con él lo que quieras —dijo el Señor a Satanás— pero no le quites la vida.

Curiosamente, Satanás no persigue la esposa de Job, lo cual devastaría a Job totalmente, sino ataca su cuerpo. La única restricción que Dios le da es que no lo matara, aunque en el capítulo tres veremos que Job habría preferido la muerte a los sufrimientos que tuvo que soportar. Esta vez se dice claramente (3:7) que fue Satanás quien afligió a Job con forúnculos. Incluso su esposa le insta a maldecir a Dios y morir, pero Job sigue fiel y persevera en esta prueba increíble. Al final del libro, todo le es restaurado y terminó su vida feliz y bendecido.

Sabemos que Job es un libro anciano, escrito mucho antes de la venida de Jesús. ¿Es posible que algo semejante puede suceder hoy en día? Mira a Lucas 22:31-32, la noche que Jesús fue traicionado:

»Simón, Simón, mira que Satanás ha pedido zarandearlos a ustedes como si fueran trigo. Pero yo he orado por ti, para que no falle tu fe. Y tú, cuando te hayas vuelto a mí, fortalece a tus hermanos.

¿No es cierto que suena notablemente como Job? Justo al momento cuando Jesús está de experimentar su muerte horrorosa, Satanás viene pidiendo permiso para zarandear a sus mismos discípulos, y ¡Jesús lo permite! No le dice a Pedro: «¡Yo le reprendí y le dije que no toque a ninguno de ustedes!» ¡Me encantaría si Cristo hubiera dicho eso! ¡Pero Jesús lo permite! Él sabe lo que va a suceder, y sabe que es posible que la fe de Pedro pudiera fallar. (Nota que aquí Jesús no le llama Pedro [la roca], sino su nombre dado, Simón.) El único consuelo para Pedro es que Jesús está orando para él. Jesús ya sabe cómo todo terminará. Él hará todo lo necesario para que Pedro sobreviviera, pero por un rato va a pasar por una prueba difícil, y se apartará de Jesús.

Satanás pidió permiso para zarandear a todos los discípulos, pero Jesús tenía una tarea especial para Pedro: Cuando ha vuelto a Jesús tiene que fortalecer a los otros discípulos en sus tribulaciones. A veces tienes que pasar por tu propia tribulación para entonces ministrar a otros que están pasando por sus pruebas.

¿Es posible que Satanás ha solicitado acceso a tu vida? ¿Te está zarandeando el diablo en este momento? ¡Dios está en control! ¡Jesús sabe lo que está pasando! Satanás no puede hacer nada más allá de lo que Dios le permitiera. Tú no puedes entender por qué Dios lo permite, y tal vez nunca lo entenderás. ¿Puedes seguir adorando a Dios a pesar del sufrimiento? ¿Te das cuenta de que todo lo que tienes es un don de Dios? Si ya has salido de la prueba, este sea el momento para ministrar a otros que Satanás está zarandeando.

¡Jesús está orando por ti! ¡Esto también pasará!

 

2 Corintios 13:7-14 Como experimentar el amor y la paz de Dios

Pedimos a Dios que no hagan nada malo, no para demostrar mi éxito, sino para que hagan lo bueno, aunque parezca que nosotros hemos fracasado. Pues nada podemos hacer contra la verdad, sino a favor de la verdad. De hecho, nos alegramos cuando nosotros somos débiles y ustedes fuertes; y oramos a Dios para que los restaure plenamente.

En la primera parte de este capítulo Pablo propuso una prueba: Examínate para ver si estás en la fe.  Su propósito no fue demostrar su éxito como apóstol para levantar a discípulos fieles.  Ni le importa si parece que él y sus compañeros han fracasado. Su preocupación fue que los corintios prosperasen espiritualmente. Es posible ministrar para vanagloriarse, prestando más atención a la imagen que presentamos a otros, que al verdadero crecimiento de la iglesia. Puede ser sutil; aquí hay algunas señales de advertencia:

  • ¿De verdad amas a la gente, o quieres ser elogiado como un buen pastor, muy ungido con el Espíritu?
  • ¿Qué ocupa más en tus pensamientos? ¿La posibilidad de fama, con libros y programas en televisión, o las cargas que lleven los hermanos en tu iglesia?
  • Si tu hijo está en pecado, ¿te molesta porque quieres que él sea un verdadero siervo de Cristo, o porque pareces un fracaso como padre?

¿Ves la diferencia? Aunque parezcas débil, dedícate a lo que verdaderamente beneficia a aquellos que Dios tiene a tu cargo, ya sea tu familia o tu iglesia.

10 Por eso les escribo todo esto en mi ausencia, para que cuando vaya no tenga que ser severo en el uso de mi autoridad, la cual el Señor me ha dado para edificación y no para destrucción.

Esposo, Dios te ha dado autoridad en tu casa. No es para destruir a tu esposa e hijos, sino para edificarlos. Pastor, Dios te ha dado autoridad en tu iglesia. Según Pablo aquí, es posible usarla para su destrucción.

La autoridad se da, y se da con un propósito. Algunos son duros con su autoridad. ¿Y tú? ¿Cómo ejercitas tu autoridad? ¿Crees que tener autoridad significa ser duro? Muchos la han experimentado de esa manera. Aquelos que no conocen a Dios muchas veces en temor se levantan para controlar a otros, creyendo que es autoridad. Si no estás caminando bien con Dios, no tendrás su autoridad. Si Dios te ha dado autoridad (en tu hogar, iglesia o trabajo), Él está contigo para ayudarte a usarla para su bienestar. (Si quieres un estudio más profundo de la autoridad, consigue mi libro sobre la vida del Rey Saúl, Hecho para reinar.)

11 En fin, hermanos, alégrense, busquen su restauración, hagan caso de mi exhortación, sean de un mismo sentir, vivan en paz. Y el Dios de amor y de paz estará con ustedes.

Pablo termina su carta con cinco mandatos que tocan la relación entre los hermanos en la iglesia:

  1. ¡Alégrense!¡Incluso después de leer esta carta difícil! Independientemente de los problemas, ¡mantén el gozo del Señor! Puede ser que no puedas alegrarte a causa de tus circunstancias, pero nuestro gozo como creyentes no proviene de las circunstancias, sino de Dios mismo. El gozo del Señor tu fortaleza es. ¿Tienes ese gozo? ¿Qué tienes que hacer para alegrarte ahora? ¿Qué te ayuda a experimentar el gozo del Señor? ¿Hay algo que te está robando tu gozo ahora?
  2. Busca tu restauración.Otras traducciones dicen: Crezcan hasta alcanzar la madurez (NTV), Busquen la perfección en su vida (DHH), o Perfeccionaos (RVR). La variedad de traducciones demuestra la dificultad del traductor para comunicar lo que Pablo quiere decir, pero hay unas cosas importantes que vemos aquí:
  • Necesitamos restauración y renovación.
  • No hemos llegado todavía a la madurez. Es un proceso, algo que tenemos que lograr.
  • Toda la vida tenemos que seguir creciendo.
  • Nuestra meta es la perfección. No descansamos con menos. Es algo que tenemos que buscar, y no es fácil.

¿Cómo te va en este camino largo hacia la madurez? Si no estás caminando con otros hermanos, es un camino muy duro y solitario. Necesitamos el apoyo de la iglesia para seguir adelante. La perfección es la meta. ¡Esa es la voluntad de Dios para tu vida! ¿Has aceptado algo menos? ¿Qué necesita restauración o renovación en tu vida? Como renovamos una cocina o restauramos un carro viejo, tal vez sea hora de que comiences un proyecto de renovación en tu vida. ¿Por dónde vas a empezar? ¿Estás cansado de tu inmadurez? ¡Estoy seguro que tu familia y tu iglesia lo son!

  1. Anímense unos a otros (NTV). La traducción en la NVI (Hagan caso de mi exhortación)no es muy buena.  El sentido es la necesidad de ánimo y consolación después de leer esta carta, y en la vida diaria. Otra vez, es casi imposible ser un cristiano solitario. Necesitamos a nuestros hermanos. Estoy seguro de que tú quieres ser animado, ¿pero te das cuenta de que hay gente a tu alrededor que también necesitan un estímulo? ¿Tal vez tu esposa? ¿Tu papá? ¿Tus hijos? ¿Los compañeros de trabajo? ¿A quién puedes alentar hoy? Muchos no saben muy bien cómo animar a otros. Pídele a Dios que te ayude, y reflexiona sobre cómo lo puedes hacer.
  2. Sean de un mismo sentir.No es opcional; es un mandato. Se ve la importancia de la unidad de la iglesia una y otra vez en el Nuevo Testamento. Si Satanás puede dividirnos, puede destruirnos. ¡Lo empieza en tu hogar! ¡Una casa dividida contra sí no permanecerá! ¿Estás en la misma mente con tu cónyuge? ¿Se te conoce como un pacificador que promueve la unidad, o tiendes a crear conflictos? ¿Tienes que hablar con alguien sobre la restauración de tu relación? ¿Estás dispuesto a humillarte y abandonar tu insistencia de que tú eres mejor, para ser de una mente con tus hermanos?
  3. Vivan en paz.Esta paz (shalom) es un estado total de bienestar; paz con uno mismo, con los demás y con Dios. ¿Conoces esa paz en tu vida? ¿En tu hogar? ¿Cuándo fue la última vez que sentiste esa paz? ¿Cómo la perdiste? ¿Qué puedes hacer para recuperarla? ¿Podría ser que el primer paso es pedir perdón? ¿Cómo es posible mantener tu paz en una iglesia, una casa o un trabajo donde la paz está totalmente ausente?

Pablo dice que si hacemos estas cosas, entonces el amor y la paz de Dios nos acompañarán: Entonces el Dios de amor y paz estará con ustedes (NTV). Es necesario fomentar las interrelaciones con los demás para experimentar el amor y la paz de Dios; es difícil experimentarlos los si no hay unidad en la iglesia.

12 Salúdense unos a otros con un beso santo. 13 Todos los santos les mandan saludos.

Debe haber un compañerismo cariñoso en tu iglesia local, y entre todas las iglesias. Es importante mantener la comunicación con creyentes de todo el mundo. Hoy en día es muy fácil, gracias al Internet. ¿A quién puedes alentar hoy? ¿Cómo puedes expresar un poco más cariño (no tiene que ser un beso)? ¿Saludas a los hermanos en tu iglesia de tal manera que sepan que son importantes para ti, y te alegras de verlos?

14 Que la gracia del Señor Jesucristo, el amor de Dios y la comunión del Espíritu Santo sean con todos ustedes.

¡Y algunos dicen que la Trinidad no se encuentra en el Nuevo Testamento! Tal vez no usen esa palabra, pero una y otra vez vemos referencias indudables a tres personas distintas. No hay ninguna sugerencia de que uno es divino, mientras que los otros no lo son. En vista de la expansión de Islam y sectas supuestamente cristianas que niegan la Trinidad,  ¡está firme con lo que la Biblia enseña acerca de la Deidad, aunque sea difícil de entender!

Al terminar esta carta difícil, Pablo no quiere que nada impida la experiencia de cada hermano con esta Trinidad. Mucho más que una doctrina teológica, las tres personas nos dan una gran oportunidad para relacionarnos con tres facetas de Dios:

  • Él es Señor y Maestro, pero Jesús también es un hermano mayor, el gran sumo sacerdote que intercede por ti y entiende tu debilidad humana de su propia experiencia. Él está en una posición perfecta para derramar el favor inmerecido, o la gracia, en tu vida. ¿Todavía tratas de vivir por tu propia fuerza? ¿Estás dispuesto a renunciar a tu esfuerzo, y vivir en la gracia que Jesús anhela darte? Por supuesto no la mereces; nunca serás suficientemente bueno para ganarla. ¡Pero ya no estás bajo la ley! Disfruta de tu libertad y de una relación profunda con Cristo. Él la anhela aún más que tú.
  • El Padre, quien te ama de tal manera que dio a su Hijo único para comprar tu salvación, te ama como padre, con todo su corazón. Como padre, puede haber momentos en que sea severo y te disciplina, pero su amor está detrás de todo. ¿Estás tan ocupado con tu vida que casi no tienes tiempo para tu Padre? ¿Necesitas más amor en tu vida? Su amor es inmutable, incondicional e ilimitado.
  • Y luego, el más íntimo de los tres, el que mora dentro de ti, es el Espíritu, el Consejero, Consolador y Maestro. ¡Nunca estás solo! ¡Puedes pasar todo el día en comunión con el Espíritu Santo! ¿Hay momentos en que el Espíritu se siente solo dentro de ti? ¿Pasas horas (incluso días) actuando como si Él no estuviera allí? ¿Te das cuenta de que Él anhela el compañerismo contigo? ¿Cómo está tu comunión con el Espíritu? ¿Qué puedes hacer para mejorarla?

 

2 Corintios 13:1-6 Examínate

1Ésta será la tercera vez que los visito. «Todo asunto se resolverá mediante el testimonio de dos o tres testigos.» Cuando estuve con ustedes por segunda vez les advertí, y ahora que estoy ausente se lo repito: Cuando vuelva a verlos, no seré indulgente con los que antes pecaron ni con ningún otro, ya que están exigiendo una prueba de que Cristo habla por medio de mí. Él no se muestra débil en su trato con ustedes, sino que ejerce su poder entre ustedes. Es cierto que fue crucificado en debilidad, pero ahora vive por el poder de Dios. De igual manera, nosotros participamos de su debilidad, pero por el poder de Dios viviremos con Cristo para ustedes.

Casi al final de esta carta, Pablo sigue luchando por el alma de esta Iglesia.

Primero, él quiere impresionarlos con lo serio que él está sobre limpiar la iglesia del pecado. A pesar de lo que sus enemigos pueden decir, no son amenazas vanas. Esta es su tercera visita, el tercer “testimonio” necesario para confirmar su juicio de la iglesia. Casi como “tres strikes y estás fuera,” esta visita será decisiva.

Pablo y los falsos apóstoles ambos reclaman que Cristo habla por medio de ellos, pero los corintios ponen la carga sobre Pablo para probarlo. Confía en que la demostración del poder y la autoridad de Cristo durante su visita lo confirmará. Hasta el día de hoy, muchos afirman que Cristo habla por medio de ellos, y la maravilla es que en realidad Cristo puede hablar por medio de nosotros. Es una gran responsabilidad; si dices que es Cristo hablando por medio de ti, ¡hay que estar muy seguro que realmente es su palabra! Lamentablemente, hay muchos charlatanes y falsos profetas que hablan por su propia cuenta. Necesitamos mucho discernimiento para evaluar a otros que dicen que Cristo habla por medio de ellos.

La iglesia de Corinto no funcionaba independiente de la autoridad apostólica. No era una opción para ellos “dejar el concilio” y ser una iglesia autónoma. La naturaleza de la autoridad que Dios ha establecido en la Iglesia requiere alguna cobertura apostólica, ya sea de un concilio o un apóstol. Es cierto que hay abusos con la autoridad apostólica, y hay concilios que no apoyan a sus pastores, pero también hay abusos en las iglesias independientes.  ¡Necesitamos mucha gracia de Dios para establecer la verdadera autoridad apostólica!

Los falsos apóstoles acusaron a Pablo de ser débil, pero ser débil o poderoso en el mundo es muy distinto de nuestra comprensión de poder y debilidad como creyentes. Muchos hombres orgullosos en el mundo creen que Dios es solo una muleta. Son autosuficientes; la fe en Dios es solo para los débiles. Es cierto que entregar tu vida y crucificar la carne voluntariamente puede parecer débil. La crucifixión de Cristo fue una expresión profunda de debilidad, pero ese acto humillante soltó un poder sobrenatural increíble. Incluso después de muchos años de caminar con Cristo, tú puedes estar muy consciente de la debilidad de tu carne, pero eso te permite vivir por el poder de Dios. Los que confían en sí mismos no experimentan más que su propia fuerza. ¡No se trata de ti! Lo importante es negarse a sí mismo, para que se manifieste el poder de Dios.

Los corintios estaban locos por el poder: manifestaciones sobrenaturales en sus servicios, apóstoles impresionantes y demostraciones del poder del Espíritu Santo en la vida diaria. Para ellos, cualquier debilidad podría ser un signo de falta de fe, y Pablo les parecía débil. El mismo Cristo fue sospechoso por su supuesta debilidad y humildad: ¿Por qué no pidió fuego o ángeles del cielo? ¿Por qué no se enfrentó a los fariseos y los líderes judíos? Los corintios habían aceptado un evangelio distorsionado, y por esa razón Pablo hace una petición sorprendente:

Examínense para ver si están en la fe; pruébense a sí mismos. ¿No se dan cuenta de que Cristo Jesús está en ustedes? ¡A menos que fracasen en la prueba! Espero que reconozcan que nosotros no hemos fracasado.

Los corintios tienen la audacia de exigir que Pablo se probase, pero él lo da la vuelta: ¡ellos son los que tienen algo que probar! ¿De verdad son salvos? Pablo no está tan seguro. Él se había puesto a sí mismo a esa prueba, y sabe que él y sus compañeros la pasarán.

Hay una provisión asombrosa para los verdaderos creyentes, casi escondida en su llamado al autoexamen: Cristo está en nosotros. ¿Eres consciente de eso en tu vida diaria? ¿Hay evidencia que Cristo vive en ti? Si el Hijo de Dios está en ti, ¿no se espera alguna evidencia?

¿Cuándo fue la última vez que hiciste este autoexamen, o desafiaste a tu iglesia a examinarse a sí mismos? ¿Tienes miedo de no pasarlo? ¿Crees porque alguien tiene mucho tiempo en la iglesia que él está en la fe?  Pablo no lo cree. Basándose en su experiencia con los corintios, quienes aceptaron a los “apóstoles” que él llama siervos de Satanás, probablemente teme que muchos no sean realmente salvos.

¿Cómo puedes estar seguro de que realmente estás en la fe? Se puede escribir un libro sobre ese tema, pero aquí hay algunas pruebas:

Fruto

  • Del mismo modo, todo árbol bueno da fruto bueno, pero el árbol malo da fruto malo. Un árbol bueno no puede dar fruto malo, y un árbol malo no puede dar fruto bueno. Todo árbol que no da buen fruto se corta y se arroja al fuego. Así que por sus frutos los conocerán(Mateo 7:17-20).
  • El que recibió la semilla que cayó entre espinos es el que oye la palabra, pero las preocupaciones de esta vida y el engaño de las riquezas la ahogan, de modo que ésta no llega a dar fruto(Mateo 13:22).

El quebrantamiento sobre el pecado y la victoria sobre él. Varios pasajes hablan de cómo aquellos que habitualmente practican el pecado no pueden ser salvos:

  • ¿No saben que los malvados no heredarán el reino de Dios? ¡No se dejen engañar! Ni los fornicarios, ni los idólatras, ni los adúlteros, ni los sodomitas, ni los pervertidos sexuales, ni los ladrones, ni los avaros, ni los borrachos, ni los calumniadores, ni los estafadores heredarán el reino de Dios (1 Corintios 6:9-10).
  • Las obras de la naturaleza pecaminosa se conocen bien: inmoralidad sexual, impureza y libertinaje; idolatría y brujería; odio, discordia, celos, arrebatos de ira, rivalidades, disensiones, sectarismos  y envidia; borracheras, orgías, y otras cosas parecidas. Les advierto ahora, como antes lo hice, que los que practican tales cosas no heredarán el reino de Dios (Gálatas 5:19-21).
  • Los que son de Cristo Jesús han crucificado la naturaleza pecaminosa, con sus pasiones y deseos(Gálatas 5:24).

Lo que ocupa tu tiempo, cariño y pensamientos.

  • Los que viven conforme a la naturaleza pecaminosa fijan la mente en los deseos de tal naturaleza; en cambio, los que viven conforme al Espíritu fijan la mente en los deseos del Espíritu. La mentalidad pecaminosa es muerte, mientras que la mentalidad que proviene del Espíritu es vida y paz (Romanos 8:5-6).

La confirmación interior del Espíritu Santo.

  • Y ustedes no recibieron un espíritu que de nuevo los esclavice al miedo, sino el Espíritu que los adopta como hijos y les permite clamar: «¡Abba! ¡Padre!» El Espíritu mismo le asegura a nuestro espíritu que somos hijos de Dios (Romanos 8:15-16).

Evidencia de la presencia del Espíritu en tu vida.

  • Si alguno no tiene el Espíritu de Cristo, no es de Cristo(Romanos 8:9).
  • Se debe ver fruto del Espíritu (amor, alegría, paz, paciencia, amabilidad, bondad, fidelidad, humildad y dominio propio, Gálatas 5:22-23), y manifestaciones del Espíritu en dones espirituales.

Confesión pública de fe en Cristo, y fe sólida en lo que logró en la cruz.

  • Mas a cuantos lo recibieron, a los que creen en su nombre, les dio el derecho de ser hijos de Dios(Juan 1:12).
  • Si confiesas con tu boca que Jesús es el Señor, y crees en tu corazón que Dios lo levantó de entre los muertos, serás salvo. Porque con el corazón se cree para ser justificado, pero con la boca se confiesa para ser salvo (Romanos 10:9-10).
  • Un verdadero creyente debe hablar con otros acerca de su fe.

Haciendo la voluntad de Dios; obediencia.

  • »No todo el que me dice: “Señor, Señor”, entrará en el reino de los cielos, sino sólo el que hace la voluntad de mi Padre que está en el cielo. Muchos me dirán en aquel día: “Señor, Señor, ¿no profetizamos en tu nombre, y en tu nombre expulsamos demonios e hicimos muchos milagros?” Entonces les diré claramente: “Jamás los conocí. ¡Aléjense de mí, hacedores de maldad!”(Mateo 7:21-23).

Si tú no pasas el examen, ¡no te desesperes! ¡He conocido a muchos pastores y otros que llevan mucho tiempo en la iglesia que se han dado cuenta de que no son salvos! El propósito de una prueba es determinar dónde estás, para que sepas qué estudiar y cómo prepararte para el examen final. ¡Es mucho mejor saberlo ahora, que cuando te presentas ante Dios en el día del juicio! Algunos han ofrecido a muchos un boleto al cielo, sin costo o verdadera entrega al Señorío de Cristo.

Qué el Espíritu Santo de Dios te guíe y abra tus ojos para honestamente examinarte a ti mismo. Si pasas la prueba, ¡regocíjate en la gracia y la salvación de Dios! Si no, ¡Jesús está esperando ahora para recibirte, para corregir lo que estaba mal y para darte una nueva vida!

 

2 Corintios 12:11-21: Ministerio Apostólico Auténtico

11 Me he portado como un insensato, pero ustedes me han obligado a ello. Ustedes debían haberme elogiado, pues de ningún modo soy inferior a los «superapóstoles», aunque yo no soy nada. 12 Las marcas distintivas de un apóstol, tales como señales, prodigios y milagros, se dieron constantemente entre ustedes. 13 ¿En qué fueron ustedes inferiores a las demás iglesias? Pues sólo en que yo mismo nunca les fui una carga. ¡Perdónenme si los ofendo!

El verdadero ministerio apostólico está marcado por señales, prodigios y milagros

¿Cómo sabes si alguien es realmente un apóstol? Pablo declara que será conocido por señales, prodigios y milagros. No sabemos si los “superapóstoles” demostraron estos signos, pero eran abundantes en el ministerio de Pablo. ¿Son evidentes en el ministerio de “apóstoles” que tú conoces? Si no, puede ser necesario evaluar su autenticidad.

Hemos visto varias veces lo incómodo que ha sido para Pablo defender su apostolado. No tenía sentido que tuviera que defenderse; ¡deberían haberlo elogiado como apóstol! La negativa de Pablo a aceptar dinero era la fuente de muchas de sus dudas acerca de él. Según ellos, si él era un verdadero apóstol, ¿por qué no actuaba como los otros “súperapóstoles” que tomaron el dinero de los corintios con tanto gusto?

14 Miren que por tercera vez estoy listo para visitarlos, y no les seré una carga, pues no me interesa lo que ustedes tienen sino lo que ustedes son. Después de todo, no son los hijos los que deben ahorrar para los padres, sino los padres para los hijos. 15 Así que de buena gana gastaré todo lo que tengo, y hasta yo mismo me desgastaré del todo por ustedes.

El verdadero apóstol se gasta a sí mismo de buena gana por la gente a su cargo

Para silenciarlos Pablo simplemente pudo haber aceptado su dinero, pero eso violaría varios principios fundamentales del verdadero ministerio apostólico, que cada ministerio debe seguir:

  • No te seré una carga.El ministro no debe ser una carga para el pueblo que recibe su ministerio.
  • Meinteresa quién eres como persona, no lo que tienes. ¿Has estado en una iglesia donde sientes que a nadie le importas como persona? Te buscan por lo que puedes hacer por la iglesia, por tu diezmo y por la agenda de la iglesia. ¡Enfócate en la persona! Haz lo necesario para que sepa que tú estás realmente interesado en él o ella, y no en lo que tienen. Lamentablemente, si parece que alguien no sirve en la agenda del líder, muchas veces se descarta.
  • Los niños no deben ahorrar para los padres, sino los padres para sus hijos.Muchos padres ahorran para la educación de sus hijos, los ayudan a comprar su primera casa o les guardan una herencia generosa. Aquí Pablo habla de hijos y padres espirituales. ¡Un padre espiritual debe estar dispuesto a dar todo lo que pueda para apoyar a quienes están a su cuidado! Claro que hay ocasiones en que los hijos ayudan a sus padres (por ejemplo, en su vejez), pero por lo general, los padres no deben utilizar a sus hijos para su propio beneficio.
  • El padre espiritual debe tener una actitud de auto-sacrificio. Como un padre natural que ama a sus hijos y haría cualquier cosa por ellos, debe estar dispuesto a gastarse totalmente en lo económico, emocional y espiritual. El buen pastor entrega su vida por las ovejas (Juan 10:11). Un niño no debe ser obligado a gastarse por sus padres. El ministerio se trata de dar y entregar tu vida; no se trata de lo que puedes conseguir.

15Si los amo hasta el extremo, ¿me amarán menos? 16 En todo caso, no les he sido una carga. ¿Es que, como soy tan astuto, les tendí una trampa para estafarlos? 17 ¿Acaso los exploté por medio de alguno de mis enviados? 18 Le rogué a Tito que fuera a verlos y con él envié al hermano. ¿Acaso se aprovechó Tito de ustedes? ¿No procedimos los dos con el mismo espíritu y seguimos el mismo camino?

 Un verdadero apóstol camina en las mismas pisadas y comparte el mismo Espíritu con sus compañeros de trabajo

¡Por tercera vez les recuerda que él no ha sido una carga para ellos! El ministerio de Pablo estaba basado en el amor, y no sería amoroso ser una carga. Lo que Pablo anhela es su amor. Los hermanos que Pablo les envió siguen los mismos principios, para nunca explotar a la iglesia.

¡Qué hermoso cuadro de la unidad al servir a otros! ¡Todos caminando en las mismas pisadas! ¿Cómo puedes hacer eso? Ser dirigido y llenado por el mismo Espíritu. Todo el equipo debe tener la misma mente. El líder debe ser consciente de lo que hacen los demás y corregirlo si algo está fuera de orden.

19 ¿Todo este tiempo han venido pensando que nos estábamos justificando ante ustedes? ¡Más bien, hemos estado hablando delante de Dios en Cristo! Todo lo que hacemos, queridos hermanos, es para su edificación. 20 En realidad, me temo que cuando vaya a verlos no los encuentre como quisiera, ni ustedes me encuentren a mí como quisieran. Temo que haya peleas, celos, arrebatos de ira, rivalidades, calumnias, chismes, insultos y alborotos. 21 Temo que, al volver a visitarlos, mi Dios me humille delante de ustedes, y que yo tenga que llorar por muchos que han pecado desde hace algún tiempo pero no se han arrepentido de la impureza, de la inmoralidad sexual y de los vicios a que se han entregado.

Un verdadero apóstol hace todo por la edificación de la iglesia

¡No se trata de Pablo! Tal vez ellos no lo crean, pero su propósito al escribir esta carta era que él pudiera seguir ministrando a ellos, y así fortalecer a la iglesia. Sin embargo, Pablo todavía tenía temores acerca de su próxima visita. ¿Te sorprende?

Cuando tú anticipas un viaje ministerial u otro paso de fe, ¿hay momentos cuando tienes miedo? ¿Puedes nombrar tus temores? ¿Es malo tenerlos? Pablo comparte cuatro temores específicos sobre su próxima visita:

  • Posible desilusión e incomprensión entre Pablo y los corintios. Puede que Pablo no esté a las alturas de sus expectativas – y ellos no cumplan con las suyas. “¿Me aceptarán? ¿Serán difíciles las cosas cuando llegue allí?” Hay una inseguridad normal cuando nos encontramos en una situación difícil, incluso para un gran hombre de fe.
  • De lo que Pablo sabe acerca de esta iglesia, puede haber peleas, celos, enojo, egoísmo, calumnias, chismes, arrogancia y conducta desordenada. ¿Quién quiere entrar en esa situación? ¿Cuáles temores parecidos tienes acerca de tu iglesia? ¿Tu hogar? Algunos pueden declarar que estas cosas no sucederán, pero Pablo es un realista, y sabe que a pesar de sus oraciones, la situación puede estar tensa.
  • Dios puede humillar a Pablo ante la iglesia, tal vez por el pecado presente en una iglesia que Pablo trabajaba tan duro para establecer, y sobre la cual se ha jactado. Incluso puede confirmar las acusaciones de algunos judíos de que no es posible que los gentiles sean verdaderos cristianos.
  • Teme que encontre pecado sin arrepentimiento. Si no han seguido las instrucciones dadas en su primera carta, él tendrá que lamentarse y llorar por el pecado continuo.

Casi del final de esta carta todavía hay una gran incertidumbre sobre el futuro de la relación con una iglesia que Pablo valora tanto. ¡Todavía es muy posible que pueda perderla! Pablo no lo dice, pero el temor al fracaso, perder a tu esposa o familia o perder tu ministerio, a menudo puede acarrear otros temores. ¡No se puede decir que Pablo no hizo todo lo posible para recuperar los corazones de los corintios! Nosotros también debemos hacer nuestro mejor esfuerzo para mantener esas relaciones, pero al final tenemos que dejarlas en manos del Señor.

¿Cómo se compara tu ministerio con estas marcas de un verdadero ministerio apostólico? ¿Cuáles temores te enfrentan en estos momentos con respecto a tu iglesia, tu trabajo o tu familia? ¿Puedes expresarlos y quizás compartirlos con las personas que los causan?