Ocho consejos para ayudarte a tomar decisiones sanas 1 Corintios 10:23-11:1

Hay algunas cosas en la Biblia que son muy claras. Por ejemplo, los diez mandamientos.  No hay duda, no hay argumento con ellos.  Pero todos los días tenemos que tomar decisiones sin ningún consejo específico de la Biblia, a menudo en cosas que no existían en los tiempos bíblicos. En este resumen de lo que Pablo ha enseñado en los capítulos anteriores, el apóstol nos da unos consejos sencillos (pero profundos) para evaluar nuestras decisiones diarias.

23 «Todo está permitido», pero no todo es provechoso. «Todo está permitido», pero no todo es constructivo. 

  1. ¿Es provechoso? ¿Me conviene?  ¿Me beneficia a mí y a otros? Es cierto que no estamos bajo la ley, pero hay que ser sabio con esa libertad. Para mí, este consejo elimina muchas películas, juegos, programas de televisión y páginas web. No son provechosos para mí. Pero cada persona tiene la libertad para tomar su propia decisión.
  2. ¿Es constructivo? ¿Me ayuda a crecer espiritualmente?  ¿Edifica? Hace muchos años yo trabajaba como DJ en una radioemisora. Me gusta la música, pero hay mucha música que no me edifica.  Aunque puede estar permitida, yo escojo no escucharla. Hay muchas cosas en Internet que no edifican.  Muchas veces en la vida lo bueno es el enemigo de lo mejor.  La vida es corta; yo quiero dedicarme a cosas constructivas, que edifican.

24 Que nadie busque sus propios intereses sino los del prójimo.

  1. ¿Estoy buscando los intereses de mi prójimo? ¿O solo los míos? Tendemos al egoísmo.   Si seguimos este consejo, yo creo que vamos a dedicar mucho más tiempo y energía a ayudar a otros.  En tu hogar, cuando tienes una tarde libre, ¿buscas tus intereses, o los de tu esposa e hijos? En tu trabajo, en la carretera y con tu dinero, ¿buscas los intereses de tu prójimo? Hay que hallar un equilibrio sano entre tus intereses y los del prójimo.

25 Coman de todo lo que se vende en la carnicería, sin preguntar nada por motivos de conciencia, 26 porque «del Señor es la tierra y todo cuanto hay en ella».

  1. ¿Estoy usando lo que Dios me ha dado sabiamente, disfrutándolo conforme a su propósito? Toda la creación de Dios es buena, hecha para nuestro disfrute: Todo lo que Dios ha creado es bueno, y nada es despreciable si se recibe con acción de gracias (1 Timoteo 4:4). Pero tenemos que ejercer sabiduría y usarla conforme a su propósito.  Por ejemplo, el sexo: Lo disfrutamos, pero solo en el contexto del matrimonio. O comida y bebida: si comes demasiada comida, o comida mala, el cuerpo sufre.

31 En conclusión, ya sea que coman o beban o hagan cualquier otra cosa, háganlo todo para la gloria de Dios.

  1. ¿Estoy glorificando a Dios en esto? Evalúa tus chistes, tu forma de hablar, lo que escribes en Facebook, tus pensamientos, las fotos y el tiempo en tu trabajo. ¿Estás glorificando a Dios? ¿Conduce a otros a alabar y honrar a Dios? ¿Pueden ver a Cristo en tu vida? Toda tu vida debe glorificarle.  Lamentablemente, los cristianos a menudo no glorifican a su Señor, sino que lo deshonran.

32 No hagan tropezar a nadie, ni a judíos, ni a gentiles ni a la iglesia de Dios. 

  1. ¿Voy a hacer tropezar a alguien con esto? Puede ser tu esposa, un hermano cristiano o alguien de otra religión.  Puede ser una palabra o un hecho, pero siempre queremos edificar, y no servir de tropiezo para nadie. Es una parte integral de actuar en amor.

33 Hagan como yo, que procuro agradar a todos en todo. No busco mis propios intereses sino los de los demás, para que sean salvos.

  1. ¿Estoy procurando ayudar a otros? ¿O tengo en mente solo mis propios intereses? Lo que quiero hacer, ¿conduce a otros a la salvación? No es para decir que somos hombres complacientes; queremos complacer a Dios más que al hombre, ¿verdad?  Esto significa que actuamos con amor, haciendo todo lo posible por el bien de la iglesia, de la comunidad, y, sobre todo, por la salvación de muchos.

11:1Imítenme a mí, como yo imito a Cristo.

  1. ¿Hay algún ejemplo a seguir? ¿Jesús? ¿Tu pastor? ¿Alguien en la Biblia? ¿Otros creyentes maduros? Si yo hago esto, ¿qué ejemplo ofreceré a un hermano joven en la fe? Vive una vida ejemplar, siguiendo el ejemplo de Jesús y otros hombres piadosos. Hace unos años fue muy popular el dicho “¿Qué haría Jesús?” Cristo es siempre nuestro mejor ejemplo.  Estudia los evangelios y sigue su ejemplo. Cristo también nos da modelos aquí en la tierra (cristianos maduros), que nos ofrecen un buen ejemplo.  ¿Puedes decir a un cristiano más joven: “Imítame a mí?”  ¿Estás imitando a Cristo en toda tu vida?

Es importante que apliques cada uno de estos consejos a una decisión que vas a tomar. Pide la ayuda del Espíritu Santo y espera la confirmación, o presta atención a una inquietud cuando comiences a actuar sobre esa decisión. Ten mucho cuidado con aquellos que andan bajo la ley, con sus muchas reglas. Pero a la misma vez, en nuestro rechazo al legalismo, tenemos que evaluar todo conforme a cada uno de estos consejos.  Por ejemplo, algunas iglesias tenían muchas normas acerca del vestido de las mujeres.  Pero, al rechazar ese legalismo, muchas mujeres ahora se visten en ropa reveladora, sin pensar en los intereses de sus hermanos, y los hacen tropezar.

 

Ejemplos bíblicos de mujeres… ¡Hay muchas buenas!

El ejemplo bíblico de hombres como padres y esposos no es muy bueno. No hay tantas mujeres en la Biblia, pero la mayoría ofrecen un mejor ejemplo que los hombres, aunque es claro que ser madre no es fácil.

Eva: Vivía con la culpa de comer la fruta y perder Edén; su primogénito asesinó a su hermano.

Sara: Sufría para muchos anos con esterilidad, su criada se burló de ella, sufría con la locura de Abram, demostró incredulidad a veces.

Lea: No era muy bonita, su esposo no la quería, pero era la madre de Judá.

Jocabed, la madre de Moisés: Tenía que esconder a su hijo, lo puso en una canasta en el rio Nilo, por la gracia de Dios tenía la oportunidad de criarlo.

Rahab: Prostituta que ayudó a los espíes y así salvó a su familia; en la genealogía de Jesucristo.

Ana: Estéril, Dios honró su fe y contestó su oración para un hijo, ofreció su primogénito (Samuel) al Señor para servirle en el tabernáculo.

Betsabé: Llevada por fuerzas al palacio, su esposo fue asesinado, su primogénito murió a causa del pecado de David, madre de Salomón.

Naomi: Mantenía la familia unida después de la muerte de su esposo y dos hijos en una tierra extranjera.

Rut: Viuda, aceptó la fe judía de su esposo, fiel a su suegra Naomi, en la genealogía de Jesucristo.

Esther: Por su sabiduría salvó a su pueblo de una matanza fea.

Elisabet: Prima de María, después de muchos años de esterilidad, Dios la bendijo con un hijo (Juan Bautista), quien tenía un estilo de vida raro y fue decapitado.

¿Y qué de la madre más famosa de todas? Aunque era la madre del Hijo de Dios, tenía una situación bastante difícil:

  • Era una joven sin experiencia ninguna como madre.
  • Era pobre y vivía en un pueblo rústico sin cuidado médico.
  • No era casada; a la misma vez que cuidaba al bebé tenía que establecer una relación con su esposo.
  • Fue burlada por su familia y amistades; sabía que José pudiera divorciarse de ella o pudiera ser apedreada para adulterio.
  • Hizo un viaje largo y peligroso en los últimos días de su embarazo.
  • Dio a luz en un pesebre, muy lejos de su familia.
  • Tenía que huir a Egipto para salvar la vida del bebé.
  • Al final, vio a ese hijo crucificado.

¿Hay un mensaje allí para nosotros?

  • Tu situación no pueda ser ideal tampoco.
  • Todo no pueda estar conforme a lo que los expertos dicen es importante.
  • Te puedes sentir incapacitado para ser madre o padre.
  • Pero a pesar de todo, Dios confiaba en María para criar a su hijo, y Él confía en ti también con vidas preciosas.

¿Qué más aprendemos de la historia del nacimiento de Jesús en la Biblia?

A los seis meses, Dios envió al ángel Gabriel a Nazaret, pueblo de Galilea,  a visitar a una joven virgen comprometida para casarse con un hombre que se llamaba José, descendiente de David. La virgen se llamaba María.  El ángel se acercó a ella y le dijo:

—¡Te saludo, tú que has recibido el favor de Dios! El Señor está contigo.
 Ante estas palabras, María se perturbó, y se preguntaba qué podría significar este saludo.
 —No tengas miedo, María; Dios te ha concedido su favor —le dijo el ángel—.  Quedarás encinta y darás a luz un hijo, y le pondrás por nombre Jesús.  Él será un gran hombre, y lo llamarán Hijo del Altísimo. Dios el Señor le dará el trono de su padre David,  y reinará sobre el pueblo de Jacob para siempre. Su reinado no tendrá fin.
 —¿Cómo podrá suceder esto —le preguntó María al ángel—, puesto que soy virgen?
 —El Espíritu Santo vendrá sobre ti, y el poder del Altísimo te cubrirá con su sombra. Así que al santo niño que va a nacer lo llamarán Hijo de Dios.  También tu parienta Elisabet va a tener un hijo en su vejez; de hecho, la que decían que era estéril ya está en el sexto mes de embarazo.  Porque para Dios no hay nada imposible.
 —Aquí tienes a la sierva del Señor —contestó María—. Que él haga conmigo como me has dicho.
(Lucas 1:26-38)

Dios puede interrumpir nuestras vidas en maneras completamente inesperadas. Su favor y su presencia no aseguran una vida fácil ni cómoda, pero aseguran que tu vida tendrá propósito.

¿Puede ser que Dios quiere hacer algo sobrenatural en la rutina de tu vida diaria familiar?

Cuando Dios viene a ti, puede ser muy preocupante; es común no entender lo que está diciendo y tener miedo.  Eso está bien. Una y otra vez en la Biblia cuando Dios llama a alguien con una tarea, la primera reacción era: “¿Yo? ¿Cómo puede ser?” Y pensamos en todas las razones por las cuales sería imposible. Eso tiene sentido, ¡pero no tiene nada que ver contigo! ¡Se trata de Dios! No hay nada imposible para Dios, cuando su Espíritu viene sobre ti y el poder del Altísimo te cubre con su sombra. ¿Hay algún límite de lo que Dios puede hacer? ¿Quieres que Dios utiliza tu vida en esa manera?

¿Qué parte tenía María? No mucha. El plan no originó con ella.  Dios no tenía ningún problema en conseguir su atención; María solamente tenía que someterse, aceptar su plan, y ser disponible a Dios. Y entonces tener su vida destruida.

Dios le habló de su parte en su plan para este mundo. Tu parte no pueda ser tan dramática, pero es muy importante. ¿Sabes el plan de Dios para la historia?  ¿Te interesa? ¿Tienes alguna idea de tu parte en ese plan? Si Dios quiere hacer algo contigo, ¿crees que puede conseguir tu atención? ¿Puede ser que está llamándote ahora, pero hay tanto ruido en tu vida que no puedes oírlo? ¿Estás disponible a Dios? ¿Has puesto límites en lo que Dios puede hacer con tu vida?

La Cena del Señor: ¿Estás celebrándola en una manera indigna? 1 Corintios 10:14-22 y 11:17-34

Yo crecí en una iglesia que no permitía a nadie participar en la Santa Cena hasta su confirmación, alrededor de los 13 años. Cuando era niño, estaba celoso de mis padres (y luego de mi hermana mayor), cuando recibieron la comunión. Pensé que era algo muy especial, un momento íntimo con el Señor. Finalmente llegó el día de mi confirmación y primera comunión. Después de tanta expectativa la recibí, y ¡nada! Esa decepción fue el primer paso para que dejara a la iglesia y al Señor.

Por desgracia, esa es la experiencia de muchos cristianos. Reciben la comunión como una obligación, algo que cada iglesia hace de vez en cuando. Pero muchas veces incluso el pastor no parece muy entusiasmado con la Cena; la celebra al final del servicio cuando todos quieren irse, y dice casi nada al respecto. Los que se criaron en la iglesia católica quieren evitar el misterio y la casi idolatría de la misa, con la creencia que el vino realmente se convierte en la sangre de Jesús, y el pan se convierte en su cuerpo. Nosotros creemos que son símbolos (es pan y jugo que tomamos), pero muchos han perdido la creencia de cristianos a lo largo de los siglos de que la Cena es un medio de gracia. Cristo nos ordenó participar en ella; a la mesa se manifiesta su presencia, y recibimos su gracia.

En la primera parte del capítulo 10, Pablo nos advierte de la posibilidad de ser descalificado y perder nuestro premio, citando el ejemplo de Israel. Uno de sus pecados fue la idolatría, y Pablo comienza  su enseñanza acerca de la Cena con otra advertencia: Por tanto, mis queridos hermanos, huyan de la idolatría (verso 14) Los que practicaban la idolatría ofrecían comida y bebida a los ídolos, y también celebraban banquetes como parte de su idolatría. Pablo no quiere ninguna confusión entre ellos y la Santa Cena.

El problema de la idolatría

19 ¿Qué quiero decir con esta comparación? ¿Que el sacrificio que los gentiles ofrecen a los ídolos sea algo, o que el ídolo mismo sea algo? 20 No, sino que cuando ellos ofrecen sacrificios, lo hacen para los demonios, no para Dios, y no quiero que ustedes entren en comunión con los demonios.

No ocurre nada con la comida sacrificada a un ídolo, que no es más que madera o hierro (como Pablo ya dijo en 8:4-6). Pero detrás de cada ídolo o religión falsa hay un demonio, y los que participan en sus ceremonias entran en comunión con esos demonios. Hay gran riesgo de ser endemoniado.

21 No pueden beber de la copa del Señor y también de la copa de los demonios; no pueden participar de la mesa del Señor y también de la mesa de los demonios.22 ¿O vamos a provocar a celos al Señor? ¿Somos acaso más fuertes que él?

Aparentemente, algunos creyentes seguían participando en la idolatría (la mesa de los demonios), y también la iglesia (la Santa Cena). No puedes vivir en dos mentes. Dios es un dios celoso, y sería casi blasfemo participar en ambas. Hoy no participamos en una comida (una mesa) de demonios, ¿pero hay otras formas en que participamos en cosas de demonios? ¿En el entretenimiento, por ejemplo? No puedes servir a dos amos. Hay que escoger a Dios y renunciar a los demonios.

18 Consideren al pueblo de Israel como tal: ¿No entran en comunión con el altar los que comen de lo sacrificado? 

Aquellos que eran judíos ya entendían el concepto de sacrificios: Entraron en comunión con Dios, quien recibió el sacrificio del altar, y también en comunión con otros que comieron la comida sacrificada.

Lo que aprendemos acerca de la Cena en el capítulo 10

16 Esa copa de bendición por la cual damos gracias, ¿no significa que entramos en comunión con la sangre de Cristo? Ese pan que partimos, ¿no significa que entramos en comunión con el cuerpo de Cristo? 

La palabra griega traducida “comunión” o “participación” es koinonia. Para el cristiano, esa palabra habla del compañerismo, o la comunión, que tenemos con el Señor y con otros creyentes. Yodos somos uno en Cristo, y la celebración de la Cena es la cumbre de la expresión de esa comunión. El Nuevo Testamento habla varias veces de la unión que tenemos con Cristo y de Cristo viviendo en nosotros. Estos símbolos de la vida de Jesús (pan y vino) entran en nosotros; son un tipo de alimento espiritual que nos llena y toca todo nuestro ser. Debes esperar a salir de la Cena fortalecido en el Espíritu.

¿Qué significa “entrar en comunión con el cuerpo de Cristo?” Por supuesto, con Cristo mismo, pero también nuestra comunión con otros creyentes:  Hay un solo pan del cual todos participamos; por eso, aunque somos muchos, formamos un solo cuerpo (verso 17). Participamos en la Cena como individuos, pero la Cena también celebra nuestra unidad (un tema que Pablo va a desarrollar más en el capítulo 12). La comunión, por su propia naturaleza, debe ser celebrada como una congregación. Pablo habla de “un solo pan;” puede ser apropiado para todos compartan un pan.

Otros problemas con la Cena en la segunda parte del capítulo 11

18 En primer lugar, oigo decir que cuando se reúnen como iglesia hay divisiones entre ustedes, y hasta cierto punto lo creo. 19 Sin duda, tiene que haber grupos sectarios entre ustedes, para que se demuestre quiénes cuentan con la aprobación de Dios. 

En lugar de la unidad que la comunión debe demostrar, las divisiones que Pablo ya mencionó se manifestaron también en la Cena. Parece que hubo casi una competencia entre varios grupos, para demostrar contaron con la aprobación de Dios.

20 De hecho, cuando se reúnen, ya no es para comer la Cena del Señor, 21 porque cada uno se adelanta a comer su propia cena, de manera que unos se quedan con hambre mientras otros se emborrachan. 22 ¿Acaso no tienen casas donde comer y beber? ¿O es que menosprecian a la iglesia de Dios y quieren avergonzar a los que no tienen nada? ¿Qué les diré? ¿Voy a elogiarlos por esto? ¡Claro que no!

33 Así que, hermanos míos, cuando se reúnan para comer, espérense unos a otros. 34 Si alguno tiene hambre, que coma en su casa, para que las reuniones de ustedes no resulten dignas de condenación.

No es malo tener una comida junto con la Cena; era la costumbre de la iglesia primitiva (“fiestas de amor fraternal”). Pero había desorden en la práctica de la Cena en Corinto:

  • No permitieron que algunos (¿los pobres?) comieran la rica comida que otros trajeron, y ellos se quedaron con hambre.
  • Otros se emborracharon con mucho vino.
  • Algunos comían antes que los otros.

Ellos habían perdido la reverencia y el significado de la Cena. Pablo dice que en esas condiciones sería mejor comer en casa antes del servicio. Estos abusos (como el alimento para los ídolos), pueden sentir ajenos a nosotros, pero yo creo que tampoco nosotros entendemos la importancia de la Cena.

Cómo celebrar la Cena

23 Yo recibí del Señor lo mismo que les transmití a ustedes: Que el Señor Jesús, la noche en que fue traicionado, tomó pan, 24 y después de dar gracias, lo partió y dijo: «Este pan es mi cuerpo, que por ustedes entrego; hagan esto en memoria de mí.» 

La iglesia recibió las instrucciones y el mandato para la Cena directamente del Señor Jesús. Tomar la Cena a la ligera menosprecia a nuestro Salvador, quien inició la Cena la noche en que fue traicionado, en la intimidad del aposento alto. Tenemos que hacer todo lo necesario para que la Cena no se convierta en nada más que un ritual o un hábito piadoso.

Hacemos la Cena en memoria de Jesús, y todo el enfoque debe estar en nuestro Salvador. La celebración puede incluir una lectura de los evangelios, alabanzas sobre la obra salvadora de Jesús y un tiempo abierto de oración. La Cena nos recuerda que el punto central de nuestra fe es Jesús: su vida, su sacrificio en la cruz y su victoria en la resurrección. Como dice el comentarista Gordon Fee: “Es un recordatorio constante y repetido – así como una experiencia – de la eficacia de esa muerte para nosotros.”

Hoy hablamos tanto sobre los beneficios de Cristo y cómo tener éxito en la vida que podemos perder de vista lo más importante: la cruz, la restauración de nuestra relación con Dios y el perdón de los pecados.

25 De la misma manera, después de cenar, tomó la copa y dijo: «Esta copa es el nuevo pacto en mi sangre; hagan esto, cada vez que beban de ella, en memoria de mí.» 

En la Cena Jesús inició el nuevo pacto. Tradicionalmente sellaron un pacto con sangre; en este caso fue la sangre de Jesús. Cuando tomamos la copa, damos gracias por la fidelidad de Jesús a ese pacto, y reafirmamos nuestro compromiso con el pacto.

26 Porque cada vez que comen este pan y beben de esta copa, proclaman la muerte del Señor hasta que él venga.

En la cena proclamamos la muerte de Jesús a las potestades, a los demonios y  al mundo entero; a la vez, soltamos el poder de su sangre derramada. En la Cena miramos para atrás, a la cruz, y al futuro, cuando Cristo venga y todos participemos en las Bodas del Cordero (Mateo 26:29).

27 Por lo tanto, cualquiera que coma el pan o beba de la copa del Señor de manera indigna, será culpable de pecar contra el cuerpo y la sangre del Señor.

Espero que la importancia de esta Cena sea clara. Pablo ya ha descrito la «manera indigna:» los abusos de los Corintios, y tomar la Cena a la ligera. Pecar contra el cuerpo y la sangre de Jesús es muy grave. Participar en la Cena de manera indigna (con los abusos que Pablo menciona o cualquier otra cosa que la desprecia) se convierte en culpable. La persona que oficia en la Cena es responsable de ayudar a la congregación a tomar la Cena correctamente; incluso orientar a los nuevos creyentes. Aunque nos acercamos a la mesa con gozo y acción de gracias, también hay que acercarnos con mucha reverencia, aún temor. En el pasado, los líderes de la iglesia tenían la tarea de confirmar que los participantes tenían un buen entendimiento del significado de la Cena.

28 Así que cada uno debe examinarse a sí mismo antes de comer el pan y beber de la copa. 

31 Si nos examináramos a nosotros mismos, no se nos juzgaría; 32 pero si nos juzga el Señor, nos disciplina para que no seamos condenados con el mundo.

Una parte muy importante de la Cena (que muchas veces pasamos por alto) es un autoexamen. ¿Hay alguien a quien tenemos que perdonar (ver Mateo 5:23-24)? ¿Hay un pecado que confesar, o arrepentimiento necesario? Aunque puede ser incómodo, cuando se abre así a la obra del Espíritu Santo y la disciplina y corrección del Señor, Dios puede obrar en nuestras vidas. Si no pasamos por este proceso, podemos ser condenados con el mundo.

29 Porque el que come y bebe sin discernir el cuerpo, come y bebe su propia condena. 30 Por eso hay entre ustedes muchos débiles y enfermos, e incluso varios han muerto.

Es posible traer condenación sobre ti mismo si no tomas la cena correctamente. Otra vez, es la responsabilidad del líder ayudar a la gente a “discernir el cuerpo.” ¿Qué significa eso? Algunos dicen que es la iglesia (el cuerpo de Cristo), ya que Pablo ya habló sobre los problemas en la unidad de los corintios y su práctica de la cena, y en el capítulo 12 habla más sobre ese cuerpo. O puede ser tomar la Cena sin discernir el significado del sacrificio del cuerpo de Jesús. La Cena es tan importante y poderosa, que tomarla de manera incorrecta puede provocar debilidad, enfermedad y aún la muerte.

Debido a estas precauciones, algunos pueden creer que no son dignos y no quieren participar en la Cena. Pero nadie es digno, y no tomar la Cena es desobedecer el mandato de Jesús. Anima a la iglesia a que la Cena sea la oportunidad de examinarse, arrepentirse, arreglar lo que tienen que arreglar, y luego con mucho gozo y gratitud al Señor recibir la comunión.

Para terminar la Cena es bueno ministrar a los hermanos en oración, darles a todos la oportunidad hacer una oración de petición o gratitud, o adorar al Señor en canción. Jesús está muy presente en ese momento, y muchas veces el Señor ministra sanidad o liberación en esa atmósfera.

¿No crees que Cristo merece lo mejor para su Cena? Cada parte debe ser dirigida por el Espíritu, y no simplemente seguir la misma rutina. Debemos dedicar mucha oración para prepararnos, con mucha expectativa de un encuentro sobrenatural con el Señor. Yo creo que estamos en gran peligro de tomar la Cena en una “manera indigna.” Mi oración por ti es que la Cena sea un tiempo rico de comunión con Cristo y su iglesia.

 

Ejemplos bíblicos de hombres de familia    Génesis 12

El primero de mayo, 1982, me case con la mujer de mis sueños y la respuesta a mis oraciones. Para muchos años yo buscaba una pareja ejemplar  para guiarnos en nuestro matrimonio.  Aunque he conocido a algunos con matrimonios buenos, yo aprendí que todos tienen sus problemas, aun esa pareja “perfecta.”  Así que fui a la Biblia para buscar a alguien que sería un ejemplo como esposo y padre.  Mira lo que encontré…

Adán: Se quedó callado cuando el diablo tentó a su esposa. Como resultado la raza humana cayó.  Su primogénito mató a su hermano.

Noé: Sus hijos le encontraron borracho y desnudo.

Abraham, el patriarca: Tenía relaciones con la criada de su esposa, dos veces puso a su esposa en peligro mintiendo que era su hermana, y tenía que exiliar a su primogénito (Ismael).  Problemas entre las familias de sus dos hijos permanecen hasta el día de hoy (Israel y los árabes).

Isaac: También mintió acerca de su esposa, diciendo que era su hermana, sujetándola a abuso de otros hombres.

Jacob: Rechazó a su primera esposa y tenía a cuatro mujeres. A causa del favoritismo que él mostró a su hijo José, sus hermanos querían matar a José, y lo vendieron  a unos mercaderes.

Judá: Padre de la tribu natal de Jesucristo, se casó con una cananea.  El Señor quitó la vida de su primogénito. Judá tomó a su nuera por una prostituta y tuvo gemelos con ella (Génesis 38).

Moisés: Su esposa le llamó “esposo de sangre” porque el Señor casi le mató por no circuncidar a su hijo. Sabemos muy poco acerca de su familia.

Josué: Ninguna esposa es mencionada; posiblemente era soltero.

Sansón: Tenía problemas con mujeres y perdió sus fuerzas a causa de la traición de Dalila.

Saúl: Quería matar a su hijo porque desobedeció su mandato. No trató bien a su hija.

David: Mujeriego, se adulteró con Betsabé, tenía a varias mujeres y muchos problemas con sus hijos.

Salomón: Tenía mil esposas y concubinas que apartaron su corazón del Señor.

Entre los muchos reyes de Israel y Judá casi no se oye nada de sus familias.  La más famosa mujer era Jezabel, ejemplo de una mujer que domina a su esposo.

Elías y Eliseo: Nunca se casaron.

Isaías: Estaba casado, pero la Biblia solamente menciona su esposa (la profetisa) una vez (Isaías 8:3) cuando concibió y dio a luz un hijo.

Jeremías: El Señor le dijo que no pudo casarse.

Ezequiel: Tenía una mujer que amaba mucho vista, pero el Señor la quitó y le mandó gemir en silencio y no hacer lamentos (Ezequiel 24:15-18).

Daniel: Era un joven en el palacio de Babilonia y soltero.

Oseas: Su esposa era ramera; tenía muchos problemas familiares.

Juan Bautista: Soltero.

José: Casi se divorció de su novia, murió bastante joven y no sabemos casi nada de su vida familiar.

Jesús: Soltero.

Pablo: Soltero.

Entre los doce discípulos parece que la mayoría eran casados (1 Corintios 9:5), pero la Biblia solamente menciona la esposa de Pedro, y casi no dice nada de ella. La tradición de la iglesia primitiva dice que todos menos Juan eran casados.

¡No es fácil encontrar ese ejemplo entre los hombres de la Biblia!

Lo que aprendemos de la Biblia es que un hombre puede ser muy exitoso en negocios, en su trabajo, en liderazgo, o en el ministerio, pero parece que la vida familiar es una batalla para la mayoría de los hombres.   A pesar de eso, he visto en mi ministerio que lo más importante en el corazón de un hombre es su vida sexual, su esposa, y sus hijos, aunque no habla mucho al respecto.

Una lección del mal ejemplo de Abraham

No hay muchos buenos ejemplos, pero podemos aprender algo de los malos ejemplos, como Abraham, en Génesis 12.

En la primera parte del capítulo Abram recibió su llamamiento con una gran promesa de parte de Dios:

»Haré de ti una nación grande,
y te bendeciré;
haré famoso tu nombre,
y serás una bendición.
Bendeciré a los que te bendigan
y maldeciré a los que te maldigan;
¡por medio de ti serán bendecidas
todas las familias de la tierra!»
(2-3)

Pero al principio no vio ningunas de estas bendiciones, ni aun pudo morar en la tierra prometida:

En ese entonces, hubo tanta hambre en aquella región que Abram se fue a vivir a Egipto (10).

Como muchos hombres, Abram hace lo necesario para sobrevivir.  Si tuvo que moverse, o buscar otro empleo, él lo hizo para su familia.  Pero estaba muy lejos de sus parientes, no conocía a nadie allí, y todos estaban sufriendo de hambre.  En ese momento parece que fue un error  dejar todo para ir a una tierra desconocida.  Ya tenía 75 años y no tenía ningún hijo.  Lo único que tenía era su esposa y un Dios que él de verdad no conoce muy bien. Y aunque creemos que un hombre debe ser fuerte, Abram tenía temor cuando llegó a Egipto:

Cuando estaba por entrar a Egipto, le dijo a su esposa Saray: «Yo sé que eres una mujer muy hermosa. Estoy seguro que en cuanto te vean los egipcios, dirán: «Es su esposa»; entonces a mí me matarán, pero a ti te dejarán con vida. Por favor, di que eres mi hermana, para que gracias a ti me vaya bien y me dejen con vida.» (11-13)

Abram no estaba pensando en el bienestar de Saray.  No la estima ni la trata como el vaso más frágil.  La triste realidad es que muchos hombres valoran a sus esposas por el sexo y por su apariencia.  Una mujer hermosa toca a un hombre profundamente.   Pero Abram mintió e hizo a su esposa vivir una mentira.  Aun peor, usaba a su esposa por su propio beneficio, para que le fuese bien y le dejaren con vida.

El mejor ejemplo para un hombre es Jesucristo, que puso su vida por nosotros.  Su Palabra manda a los maridos a amar “a sus esposas, así como Cristo amó a la iglesia y se entregó por ella.” (Efesios 5:25) Abram no está actuando en amor, sino en temor y egoísmo.  No le importa lo que pasase con su esposa.   ¿Cómo se sintió Saray? ¿Sintió el amor y protección de su esposo?  ¿Es posible que fue por este trauma que ella no pudo concebir?

¿De verdad amas a tu esposa? ¿Tal como Cristo ama a la iglesia? ¿Estás listo a entregar tu vida por ella, no solamente frente a alguien peligroso en la calle, sino entregando tus deseos y placer por su bien?  ¿Has hecho algo semejante a lo que hizo Abram aquí? ¿Tiendes a usar a otras personas por tu beneficio?  ¿De verdad sabes lo que es amar a alguien?

Cuando Abram llegó a Egipto, los egipcios vieron que Saray era muy hermosa.  También los funcionarios del faraón la vieron, y fueron a contarle al faraón lo hermosa que era. Entonces la llevaron al palacio real (14-15).  Posiblemente Abram no estaba esperando esto.  Es cierto que Saray estaba muy cómoda y bien alimentada, pero está en el palacio de una tierra extranjera. No la llevan al palacio solamente para ver su hermosura; es claro que tienen otro propósito.

Gracias a ella trataron muy bien a Abram. Le dieron ovejas, vacas, esclavos y esclavas, asnos y asnas, y camellos (16).  Parece que todo salió muy bien para Abram. Se queda con su vida, y con un montón de cosas, pero todo eso fue a causa de una mentira. Y más importante, estaba sin su mujer, muy solo y frustrado.  Eso pasa frecuentemente a hombres cuando no saben cómo amar a sus esposas. Pueden tener muchas cosas, pero no tienen el amor de su mujer.  Aún más importante, Dios no está a gusto con lo que hizo Abram, a pesar de la prosperidad que estaba disfrutando.  Está mejor estar bien con Dios y contento con tu mujer, con casi nada, que tener muchas ovejas y vacas y asnas y esclavas.

Pero por causa de Saray, la esposa de Abram, el Señor castigó al faraón y a su familia con grandes plagas. Entonces el faraón llamó a Abram y le dijo: «¿Qué me has hecho? ¿Por qué no me dijiste que era tu esposa? ¿Por qué dijiste que era tu hermana? ¡Yo pude haberla tomado por esposa! ¡Anda, toma a tu esposa y vete!»  (17-19) Puedes engañar al hombre, aun al faraón, pero no puedes engañar a Dios. Tarde o temprano, vendrá el juicio de Dios. Cuando hay un creyente en pecado, bajo el juicio de Dios, va a impactar a toda su familia y a todos alrededor.  Dios le prometió bendecir a todos por medio de él (12:3), pero en vez de bendición, Abram llevó una maldición y grandes plagas.  Para ser una bendición, tú tienes que estar bien con Dios.

Y el faraón ordenó a sus hombres que expulsaran a Abram y a su esposa, junto con todos sus bienes (20).

Por la gracia del Señor, Abram salió bien, con su vida, con su mujer, y con todos sus bienes.  Pero son expulsados, humillados, y tienen que volver al hambre en Canaán. Lamentablemente, Abram no aprendió su lección, porque hizo lo mismo otra vez más (Génesis 20).  ¿Y qué piensas?  ¿Cómo estuvo el viaje de regreso a Canaán?  Después de tantos días (¿semanas? ¿meses?) aparte, ¿crees que Saray estaba muy lista a tener relaciones con Abram?  ¡Me parece que le costaría mucho a Abram para restaurar la paz en su hogar!

Pues, creo que podemos aprender bastante del mal ejemplo de Abram.  Qué el Señor nos ayude a amar de verdad a nuestras mujeres.  Gracias a Dios por su Espíritu Santo que nos ayuda y nos guía todo el día.  Pido a Dios que tu vida sea un buen ejemplo para otros. Si tú ya tienes varios años de casado, tengo un desafío para ti: Busca a hombres más jóvenes e inviértete en sus vidas, ayudándolos ser hombres de Dios.

 

1 Corintios 10: Como vencer la tentación

Lamentablemente, debido a las divisiones artificiales entre los capítulos de la Biblia, casi siempre leemos este capítulo aparte del capítulo 9, pero ese contexto es esencial para entenderlo. Pablo acaba de terminar con dos temas:

  • Correr la carrera para ganar el premio, practicando el autodominio estricto.
  • La posibilidad de quedar descalificado después de predicar y ministrar para el Señor.

Un ejemplo de ser descalificado y perder la carrera

1No quiero que desconozcan, hermanos, que nuestros antepasados estuvieron todos bajo la nube y que todos atravesaron el mar. Todos ellos fueron bautizados en la nube y en el mar para unirse a Moisés. Todos también comieron el mismo alimento espiritual y tomaron la misma bebida espiritual, pues bebían de la roca espiritual que los acompañaba, y la roca era Cristo. 

La mayoría de los israelitas en el desierto fueron descalificados a pesar de experimentar maravillas del Señor:

  • Todos estuvieron bajo la nube (la columna de nube y fuego cuando salieron de Egipto; guiados físicamente y protegidos por el Señor).
  • Todos atravesaron el mar rojo (en el éxodo; Dios salvó a todos con un gran milagro, ve Éxodo 14).
  • Hubo una especie de bautismo, uniéndolos a Moisés, cuando pasaron por las aguas. Como pueblo, se unieron bajo el plan redentor de Dios y sometidos al liderazgo de Moisés. Es semejante a nuestra sumisión al Señor Jesucristo y el plan de salvación. Moisés es un tipo de Jesús.
  • Todos comieron el mismo alimento espiritual (el maná, y la rica palabra que Moisés trajo directamente de la presencia de Dios).
  • Todos tomaron la misma bebida espiritual (agua que salió milagrosamente de las rocas).

Ahora Pablo introduce un concepto nuevo: no era solo agua; esa roca que apareció de vez en cuando, acompañándolos en el camino y dándolos el agua de vida, fue Cristo.  El Salvador mismo estaba con ellos en el éxodo.  El alimento espiritual y la bebida espiritual corresponden  a la Santa Cena. Posiblemente “el ángel del Señor” que los acompañaba en el desierto realmente fue Cristo.

¿Qué más quieres?

Tenían todos estos beneficios; la presencia y provisión milagrosa del Señor:

5Sin embargo, la mayoría de ellos no agradaron a Dios, y sus cuerpos quedaron tendidos en el desierto.

Nunca entraron en la tierra prometida.  Perecieron.   No agradaron a Dios. Y Pablo ya ha advertido a los corintios varias veces en esta carta que ellos no están agradando a Dios. Pueden ser bautizados y participar en la santa cena, pero ellos también perecerán si practican el pecado. ¿Cómo es posible perder todo cuando Dios hizo tanto por ellos?  ¿Cómo podemos nosotros fallarle a Dios? ¡Tenemos la salvación, la revelación de la Biblia y el Espíritu Santo!

6Todo eso sucedió para servirnos de ejemplo, a fin de que no nos apasionemos por (no codiciemos) lo malo, como lo hicieron ellos.

Tenemos el ejemplo actual de hermanos en Cristo  y de otros cristianos y sus escritos a lo largo de los siglos. Pero el mejor ejemplo es Israel. Ellos se apasionaron por lo malo, codiciaron cosas malas, y cayeron en estos pecados que nosotros tenemos que evitar:

Idolatría7No sean idólatras, como lo fueron algunos de ellos, según está escrito: «Se sentó el pueblo a comer y a beber, y se entregó al desenfreno.»  Aquí Pablo habla del becerro de oro (lee lo que sucedió en Éxodo 32), aunque Israel continuamente cayó en la idolatría.  Comida…bebida…entregándose al desenfreno… ¿no describe el mundo actual?

Pecado sexual8No cometamos inmoralidad sexual, como algunos lo hicieron, por lo que en un sólo día perecieron veintitrés mil. En Números 25 los israelitas se prostituyeron con las moabitas. Dios quiso destruir a todo Israel, pero Fines, el nieto de Aarón, atravesó con una espada un israelita acostado con una mujer moabita, y así cesó la mortandad. La iglesia está llena de todo tipo de pecado sexual. ¿Cuántos morirían si Dios trajera el mismo juicio sobre nosotros?

Poner a prueba el Señor (tentarlo): 9Tampoco pongamos a prueba al Señor, como lo hicieron algunos y murieron víctimas de las serpientes.  ¿Cómo se pone a prueba al Señor?  Israel murmuraba contra Él cuando no había agua, desconfiando de Él (Éxodo 17).  En Números 21 se impacientaron y se quejaron de la “pésima comida” (maná y codornices), hablando contra Moisés, Dios y su plan para ellos.  Cuestionar al Señor y su provisión y plan para nosotros es ponerlo a prueba. Querían ver hasta dónde podían llegar y aún escapar del castigo de Dios.  Muchos cristianos ponen al Señor a prueba, para ver cuánto pueden pecar y aún ser salvos.

Murmurar contra Dios10Ni murmuren contra Dios, como lo hicieron algunos y sucumbieron a manos del ángel destructor.  Murmuraban ante la falta de comida y agua, y después del juicio de Dios contra la rebelión de Coré (Números 16).  El Señor nos manda dar gracias en todo. Es fácil caer en murmurar y quejarse.

En cada caso el castigo por el pecado fue la muerte. ¡Y los corintios ya cometieron casi todos estos pecados!  ¡Pablo tenía razón al preocuparse por su salvación! ¡No repitas los errores del pasado: los tuyos, los de tus padres o los de Israel!

11 Todo eso les sucedió para servir de ejemplo, y quedó escrito para advertencia nuestra, pues a nosotros nos ha llegado el fin de los tiempos.

¡Presta atención a esta advertencia! Toda la historia fue una preparación para esta temporada de gracia y salvación en Cristo. ¡Qué bendición tener el privilegio de vivir en el fin de los tiempos!

El peligro de la autoconfianza

Los corintios pensaban que eran firmes. Muchos cristianos se creen firmes, pero la confianza en sí mismo es peligrosa:

12 Por lo tanto, si alguien piensa que está firme, tenga cuidado de no caer.

Posiblemente Pablo estaba pensando de nuevo en la carrera. El diablo anda alrededor, buscando a quien devorar.  ¡Ten mucho cuidado con sus tentaciones!  Nadie está exento de estos pecados, pero Dios es por ti, y está contigo en la tentación.

Una salida de la tentación 

13Ustedes no han sufrido ninguna tentación que no sea común al género humano. Pero Dios es fiel, y no permitirá que ustedes sean tentados más allá de lo que puedan aguantar. Más bien, cuando llegue la tentación, él les dará también una salida a fin de que puedan resistir.

  • Todos sufrimos tentaciones. Tú no has sufrido ninguna tentación ajena al género humano. El diablo te dirá que tu tentación es única o imposible de resistir, pero es una mentira.
  • Dios es fiel. Confía en Él. Te ama. Te ayudará.  ¡Clama a Él!
  • Dios no permitirá que tú seas tentado más allá de lo que puedas soportar (o, resistir).  Él sabe lo fuerte que eres.  Si casi no hay tentación en tu vida, puede ser porque Dios sabe que tu fe es débil.  O puede ser que ya hayas resistido mucho la tentación y la hayas vencido. Si la tentación es muy fuerte, puede ser porque Dios sabe que puedes soportar mucho.  Dios es soberano, y la única tentación que te toca es la que Él permite.
  • Cuando llega la tentación (no dice si, sino cuando), Dios te dará también una salida a fin de que puedas resistir (o soportar).  Tú tienes que resistir.  Tienes que desear una salida, y tienes que tomar esa salida.  Tienes que huir, sin mirar atrás. La verdad es que muchas veces no queremos salir de la tentación.  Queremos caer en ella, y luego pedir el perdón de Dios.  Ten mucho cuidado con eso; estás jugando con Dios.

¡Aprende del mal ejemplo de Israel!  ¡No caigas en los mismos pecados! ¡Resiste la tentación y corre a la gracia de Jesucristo! Él es fiel y siempre te dará una salida – si quieres tomarla.

 

1 Corintios 9: Un obrero del Señor

1¿No soy libre? ¿No soy apóstol? ¿No he visto a Jesús nuestro Señor? ¿No son ustedes el fruto de mi trabajo en el Señor? Aunque otros no me reconozcan como apóstol, ¡para ustedes sí lo soy! Porque ustedes mismos son el sello de mi apostolado en el Señor.

Ésta es mi defensa contra los que me critican: ¿Acaso no tenemos derecho a comer y a beber? ¿No tenemos derecho a viajar acompañados por una esposa creyente, como hacen los demás apóstoles y Cefas y los hermanos del Señor? ¿O es que sólo Bernabé y yo estamos obligados a ganarnos la vida con otros trabajos?

De lo que ya hemos estudiado, es obvio que no es fácil ser un cristiano, y aún más difícil ser un líder en la iglesia de Jesucristo. Hoy reconocemos a Pablo como un gran apóstol del Señor, pero no siempre fue así:

  • Como no era uno de los doce discípulos de Jesús (tuvo su encuentro con Cristo después de la ascensión del Señor, de camino para Damasco), y había perseguido a la iglesia, muchos nunca lo reconocieron como apóstol (verso 2).
  • Muchos lo criticaron (3).
  • Siempre tuvo que luchar por los derechos que disfrutaban los otros apóstoles (4-6).

Pablo podía aceptar eso; era un hombre muy fuerte. Pero mucho más difícil para él fue el rechazo de los corintios después de todo lo que él invirtió en ellos. Él vio a ellos como el sello de su apostolado y el fruto de sus labores (1). Él tenía que preservar esa fruta y restablecer su relación con ellos.

Qué pena que incluso en ese día había una competencia entre los líderes de la iglesia, la cual todavía existe hoy en día. Hay algunos pastores muy populares, con mucha influencia, mientras que otros, tal vez sin estudios o con iglesias pequeñas, siempre tienen que defender su llamado. Algunos reciben un salario de la iglesia, pero otros, como Pablo y Bernabé, tienen que trabajar a tiempo completo en otro trabajo (6). Puede ser que tú también hayas dedicado mucho tiempo, amor y energía a una iglesia. Puedes tener fruto después de años de ministerio, pero parece que nadie reconoce tus labores. No te apures; Pablo puede simpatizar contigo. Tu trabajo en el Señor nunca es en vano.

El derecho del obrero cristiano a recibir pago de la iglesia

¿Qué soldado presta servicio militar pagándose sus propios gastos? ¿Qué agricultor planta un viñedo y no come de sus uvas? ¿Qué pastor cuida un rebaño y no toma de la leche que ordeña? No piensen que digo esto solamente desde un punto de vista humano. ¿No lo dice también la ley?Porque en la ley de Moisés está escrito: «No le pongas bozal al buey mientras esté trillando.» ¿Acaso se preocupa Dios por los bueyes, 10 o lo dice más bien por nosotros? Por supuesto que lo dice por nosotros, porque cuando el labrador ara y el segador trilla, deben hacerlo con la esperanza de participar de la cosecha.11 Si hemos sembrado semilla espiritual entre ustedes, ¿será mucho pedir que cosechemos de ustedes lo material? 12 Si otros tienen derecho a este sustento de parte de ustedes, ¿no lo tendremos aún más nosotros?

Sin embargo, no ejercimos este derecho, sino que lo soportamos todo con tal de no crear obstáculo al evangelio de Cristo. 13 ¿No saben que los que sirven en el templo reciben su alimento del templo, y que los que atienden el altar participan de lo que se ofrece en el altar? 14 Así también el Señor ha ordenado que quienes predican el evangelio vivan de este ministerio.

15 Pero no me he aprovechado de ninguno de estos derechos, ni escribo de esta manera porque quiera reclamarlos. Prefiero morir a que alguien me prive de este motivo de orgullo. 16 Sin embargo, cuando predico el evangelio, no tengo de qué enorgullecerme, ya que estoy bajo la obligación de hacerlo. ¡Ay de mí si no predico el evangelio! 17 En efecto, si lo hiciera por mi propia voluntad, tendría recompensa; pero si lo hago por obligación, no hago más que cumplir la tarea que se me ha encomendado. 18 ¿Cuál es, entonces, mi recompensa? Pues que al predicar el evangelio pueda presentarlo gratuitamente, sin hacer valer mi derecho.

El dinero era un tema delicado para los corintios, y aún lo es para muchos hoy. Pablo lo sabe, y  comienza la defensa a su derecho de apoyo financiero con tres ejemplos de la vida diaria (7):

  • Un soldado no tiene que pagar sus propios gastos.
  • Un agricultor que planta una viña puede comer sus uvas.
  • Un pastor que cuida una manada de vacas o cabras puede tomar su leche.

El granjero que ara y la segadora que trilla deben hacerlo con la esperanza de participar en la cosecha (10), como lo ordena la ley de Moisés: No le pongas bozal al buey mientras esté trillando (Deuteronomio 25:4).

  • Los que sirven en el templo reciben su alimento del templo (13).
  • Los que atienden el altar participan de lo que se ofrece en el altar (13).
  • El Señor ha ordenado que quienes predican el evangelio vivan de este ministerio (14, Mateo 10:10).

Pablo presenta un caso muy convincente. No es un pecado estar motivado por la posibilidad de una hermosa cosecha, ni es un pecado recoger algo material de la semilla espiritual que se siembra (11). Parece que en Corinto sustentaban a otros, pero no a Pablo, quien tenía más derecho para ello (12).

Está claro que tenían el derecho, pero Pablo y sus compañeros no lo ejercieron (12): De hecho, preferiría morir antes que perder mi derecho a jactarme de predicar sin cobrar (15).  Pablo tenía una especie de orgullo de no aceptar fondos de ellos (16). (Es algo un poquito extraño que vemos varias veces en su carácter.) Aún más importante que el dinero, Pablo no quiso crear ningún obstáculo para el evangelio de Cristo (12). Pablo no predicó para ganancias financieras, sino para cumplir con la tarea que se le encomendó (17). ¡Me gustaría que los siervos del Señor tuviesen esa mentalidad hoy! La cuestión del dinero pone muchos obstáculos para el crecimiento del evangelio. Qué bueno sería presentar el evangelio gratuitamente, como lo hizo Pablo.

Un ministerio humilde y encarnado

19 Aunque soy libre respecto a todos, de todos me he hecho esclavo para ganar a tantos como sea posible.20 Entre los judíos me volví judío, a fin de ganarlos a ellos. Entre los que viven bajo la ley me volví como los que están sometidos a ella (aunque yo mismo no vivo bajo la ley), a fin de ganar a éstos. 21 Entre los que no tienen la ley me volví como los que están sin ley (aunque no estoy libre de la ley de Dios sino comprometido con la ley de Cristo), a fin de ganar a los que están sin ley. 22 Entre los débiles me hice débil, a fin de ganar a los débiles. Me hice todo para todos, a fin de salvar a algunos por todos los medios posibles. 23 Todo esto lo hago por causa del evangelio, para participar de sus frutos.

El modelo que Cristo nos ofrece para el ministerio es la encarnación: una identificación radical con nosotros, hasta el punto de tomar nuestra carne. Jesús tomó la naturaleza de un siervo humilde. Tu actitud debe ser como la de Cristo Jesús (Filipenses 2:5-8). Somos libres en Cristo, pero por amor nos convertimos en esclavos para ganar el mayor número posible (19). ¡Basta de pastores perezosos y egocéntricos que casi no trabajan y no quieren ser molestados con las necesidades de su rebaño! Se puede aplicar las advertencias de Ezequiel 34 a muchos pastores hoy. Dios nos llama a hacer todo lo posible y todo lo necesario para ganar a alguien para el Señor.

  • Entre los judíos, Pablo se volvió judío. Entre los que viven bajo la ley me volví como los que están sometidos a ella (aunque yo mismo no vivo bajo la ley) (20). Obviamente, eso no fue difícil para un ex fariseo como Pablo, pero él optó por obedecer algunas leyes a las que no se vio obligado a obedecer para que su mensaje fuese escuchado.
  • Entre los gentiles se volvió como gentil (21).
  • Entre los débiles se hizo débil (22).
  • Hizo igual para todos; se hace igual a todos (Dios Habla Hoy); con todos se trata de encontrar algo que tengan en común (Nueva Traducción Viviente) (22).

Queremos utilizar todos los medios posibles (sin comprometer nuestra integridad) para salvar a todos los posibles. No es para que puedas ser famoso, sino por el bien del Evangelio. No había nada condescendiente o falso en lo que hizo Pablo. Él era libre de hacer esto porque estaba seguro en su propia identidad. Sin comprometer tu fe, haz todo lo posible para identificarte con otras personas, compartiendo en su estilo de vida, su comida, su ropa y su idioma. Eso significa que tenemos que observar y estudiar a la gente que queremos alcanzar, para poder identificarnos con ellos.

¿Estás siguiendo este modelo en tu ministerio?

  • ¿Tienes que humillarte y dejar tu comodidad para entrar más en el mundo de otros?
  • ¿Hay situaciones en las que te has acomodado demasiado a la cultura?
  • ¿Cómo está tu iglesia? ¿Está tan alejada de la gente que no puede identificarse con nadie?

Deja que el Espíritu te lleve al equilibrio correcto, y recuerda que el propósito es ganarlos para Cristo. ¡Pero no diluyas el Evangelio! Pablo ciertamente no lo hizo.

¡Persigue el premio!

24 ¿No saben que en una carrera todos los corredores compiten, pero sólo uno obtiene el premio? Corran, pues, de tal modo que lo obtengan. 25 Todos los deportistas se entrenan con mucha disciplina. Ellos lo hacen para obtener un premio que se echa a perder; nosotros, en cambio, por uno que dura para siempre. 26 Así que yo no corro como quien no tiene meta; no lucho como quien da golpes al aire. 27 Más bien, golpeo mi cuerpo y lo domino, no sea que, después de haber predicado a otros, yo mismo quede descalificado.

Pablo termina el capítulo con un desafío para nosotros en el ministerio,  y para cada cristiano.

  • En una carrera todos los corredores compiten, pero solo uno obtiene el premio. Las buenas nuevas para la carrera cristiana es que todos pueden obtener el premio.
  • Los atletas entrenan con mucha disciplina para obtener un premio que se echa a perder (24-25).

¿Qué significa para ti?

  • Corre de tal modo que obtengas el premio (24), lo cual requiere una dedicación total, con los ojos fijos en el premio.
  • Entrénate con mucha disciplina para ganar un premio que dura para siempre.
  • Corre como alguien que tiene una meta (26).
  • Lucha con un propósito, no como alguien que da golpes al aire.
  • Golpea tu cuerpo y domínalo (27).
  • Incluso para Pablo, existía la posibilidad de predicar a otros y aún quedar descalificado.

¡Este es un gran desafío para nosotros! ¿Cómo te va en la carrera?

  • ¿Estás cansado?
  • ¿Desanimado?
  • ¿Te parece imposible ganar el premio?
  • ¿Has tirado la toalla?
  • ¿Estás vagando sin rumbo? ¿Has perdido tu meta, tu propósito? ¿Pierdes tu tiempo y tu energía? ¿Es hora de acercarte más a Dios y evaluar tu vida?
  • ¿Estás dando golpes al aire? A la misma vez, ¿está el verdadero enemigo dándote golpes?
  • ¿Cómo está tu disciplina? ¿Estás dominando tu cuerpo y sus deseos? ¿O eres su esclavo para cada deseo de alimento, descanso y placer?

¡Levántate y lucha con propósito! ¡Vuelve a la carrera!

  • ¡Vuelve al ring de boxeo!
  • ¡Golpea tu cuerpo!
  • ¡No te rindas!
  • ¡No quedes descalificado en la carrera!
  • Si te cuesta correr porque has descuidado tu cuerpo con falta de descanso, ejercicio y buen alimento, tómate un tiempo para recuperar el equilibrio.

Es posible comenzar la carrera muy bien. Muchos lo hacen. Pero lo importante es perseverar. Lo importante es cómo terminas la carrera. Por desgracia, hay muchos descalificados. No quiero que tú estés entre ellos.

Apóstoles hoy en día

Hoy hablan mucho de apóstoles. Hace 50 años casi nadie reclamaba ser apóstol; ¡hoy parece que todos quieren ser apóstoles! Aprendemos muchas cosas acerca del apostolado en las cartas de Pablo. En este capítulo hemos visto que:

  • El sello del apostolado es una congregación que estableció y supervisa (2).
  • El apóstol tiene el derecho de comer y beber en el lugar donde está ministrando (4). Tiene el derecho de sustento de la iglesia que fundó (11-12). No se debe obligar al apóstol a ganarse la vida con otros trabajos (6).
  • Un apóstol viaja, y tiene el derecho de ser acompañado por su esposa (5).
  • Los hermanos carnales de Jesús fueron incluidos entre los apóstoles, tuvieron esposas, y viajaron.
  • Siempre en el Nuevo Testamento los apóstoles eran varones. Parece que la mayoría de ellos estaban casados con una mujer creyente.

El estudio de la vida y las cartas de Pablo nos recuerda que no es fácil servir al Señor. ¡Es aún más difícil para el apóstol!

 

Rios de agua viva

En Ezequiel 47:1 un hombre (¿o un ángel? ve Ezequiel 40:3) le hizo a Ezequiel volver a la entrada de la casa de Dios. ¿Quieres morar en la casa de Dios?  Sería bonito, pero Dios tiene algo aún mejor para nosotros.  No permanecemos cerrados en la casa; el enfoque de este pasaje es el río que sale de debajo del umbral de la casa. Al principio las aguas son poco profundas, hasta los tobillos de Ezequiel (3).

Le hizo pasar por esas aguas. Agua es agua, ¿verdad? Sí, pero agua puede ser muy peligrosa. Pregunta a los japoneses que sobrevivieron el maremoto de 2011. En Isaías 43:2 las aguas son pruebas: Cuando pases por las aguas, yo estaré contigo; y si por los ríos, no te anegarán.

¿Es posible que, por temor, permaneces en las aguas pocas profundas?  ¿No confías en la palabra de Dios que Él estará contigo en las aguas profundas?  ¿Estás pasando por unas aguas profundas ahora?  ¡El Señor está a tu lado y no te dejará hundir en esas aguas!  ¡Puede ser que tienes que pasar por las aguas de pruebas para llegar a un lugar de mucha bendición! ¿Has entrado en el fluir del río de vida?

Agua también es la fuente de vida. En Ezequiel el río seguía creciendo, sin ningún tributario, hasta las rodillas y entonces los lomos.  ¡Este no es un río normal! Llegó a ser un río que no se pudo pasar.  Israel ya había experimentado cruzando tal río (el Jordán) cuando entró en la tierra prometida (Josué 3).   Pero Ezequiel ni entró a nadar en este río ni lo cruzó.  El Señor le hizo volver por la ribera del río (6) porque quería mostrarle algo (7): Había muchos árboles frutales. Sus hojas nunca caerán, ni faltará su fruto. Su fruto será para comer y su hoja para medicina (12).

Ezequiel y todos sus oyentes ya conocían muy bien el primer Salmo:

Bienaventurado el varón que no anduvo en consejo de malos, ni estuvo en camino de pecadores, ni en silla de escarnecedores se ha sentado;  antes en la ley de Jehová está su delicia, y en su ley medita de día y de noche.  Y será como el árbol plantado junto a arroyos de aguas, que da su fruto en su tiempo, y su hoja no cae; y todo lo que hace, prosperará.

¡Yo quiero ser uno de esos árboles!  ¿Estás plantado junto a las aguas vivas del Señor? ¿Meditas en la Palabra de Dios?   ¿Estás dando fruto?  Si estás haciendo todo conforme a la voluntad de Dios y todavía no hay fruto, ¿es posible que todavía no es tu tiempo?

Yo quiero también entrar en esas aguas.  Versos 8 y 9 de Ezequiel 47 dicen que:

  • Las aguas sanarán todo lo que toquen.
  • Toda alma que nadare en el agua vivirá.
  • Todo lo que entrare en el rio vivirá.

Un río salía de Edén, al principio de la Biblia (Génesis 2:10).  Un río, y un árbol de la vida, aparecen otra vez al fin de la Biblia, en Apocalipsis 22:1 y 2:   Después me mostró un río limpio de agua de vida, resplandeciente como cristal, que salía del trono de Dios y del Cordero.  En el medio de la plaza de ella, y de la una y de la otra parte del río, estaba el árbol de la vida, que lleva doce frutos, dando cada mes su fruto: y las hojas del árbol eran para la sanidad de las naciones.

En Génesis vemos la primera creación, en Apocalipsis la nueva creación.  Pero la nueva no es física; no sigue las leyes naturales de esta tierra. El templo de Dios ahora es el cuerpo de Jesús, nosotros los creyentes.  El río de vida sale de la iglesia, y crece hasta ser un gran río, trayendo vida a todo el mundo. Los doce arboles representan el pueblo de Dios, un pueblo que tenía doce tribus y entonces doce apóstoles.

En Juan 7:37-39 Jesús dijo: Si alguno tiene sed, venga a mí y beba.  El que cree en mí, como dice la Escritura, ríos de agua viva correrán de su corazón. (Y esto dijo del Espíritu que habían de recibir los que creyesen en él.)

A través del Espíritu Santo estamos ahora saboreando las aguas vivas.  Dios está construyendo un templo santo. Hay unas gotas cayendo a un mundo sediento. Cristo nos invita a beber hasta que un gran río fluya para llevar sanidad y vida. Todavía hay contaminación en el rio, y lamentablemente aun a veces traiga destrucción.  Pero Apocalipsis dice que cuando Cristo viene habrá un templo hermoso, lleno de adoración, y un río de aguas limpias y resplandecientes trayendo sanidad a las naciones.

Comienza con cada creyente.  En Juan 4 Jesús habló de fuentes de agua viva brotando del interior del cristiano.  ¿Cómo está esa fuente en tu vida? ¿Está brotando? ¿O tienes sed?  ¿Has entrado en las aguas profundas?  ¿Eres parte de este templo de Dios?

Hay una canción hermosa por Jesús Adrián Romero:

Cansado del camino, sediento de ti.

Un desierto he cruzado, sin fuerzas he quedado. Vengo a ti.

Luché como soldado y a veces sufrí. Y aunque la lucha he ganado, mi armadura he desgastado.

Vengo a ti.

Sumérgeme en el río de tu Espíritu. Necesito refrescar éste seco corazón sediento de ti.

Esa fuente, ese río, está disponible dondequiera que estés en este instante. Tú puedes vivir en un gran desierto, pero Dios quiere edificar un templo hermoso en esa prisión o esa ciudad violenta.  Y quiere que ríos de agua viva fluyan de ese templo para traer sanidad y vida a tu comunidad. Juan 7 tiene una promesa:  Ven a Jesús, bebe de esa agua viva, y  Él te llenará de nuevo con su Espíritu Santo.  Te edificará juntamente con otras piedras vivas como un templo hermoso, y ríos de agua viva fluirán.

 

La comida sacrificada a ídolos – lo que significa para ti 1 Corintios 8

Al principio parece que el tema de este capítulo no tiene nada que ver con la vida actual. ¿Quién aún sacrifica la comida a los ídolos? Pero como toda la Biblia, hay unas joyas aquí.

La importancia del amor

1En cuanto a lo sacrificado a los ídolos, es cierto que todos tenemos conocimiento. El conocimiento envanece, mientras que el amor edifica. El que cree que sabe algo, todavía no sabe como debiera saber.Pero el que ama a Dios es conocido por él.

Muchos de los corintios ya sabían que nada cambia en la comida sacrificada a un ídolo; el cristiano es libre de comer esa carne. Pero no todos lo sabían, y aquellos con más conocimiento (a través del ejercicio de su libertad) hacían tropezar a algunos hermanos. Estaban pecando porque no estaban actuando en amor.

¿Has conocido a alguien que cree que lo sabe todo?

  • El adolescente típico cree que sabe más que sus padres.
  • Es posible que haya hermanos en la iglesia que hayan estudiado y puedan citar muchas referencias bíblicas, y actúen como lo saben todo.
  • Hay ateos que creen que pueden refutar todo lo que dice la Biblia.

Está bien estudiar en un instituto bíblico o en un seminario, pero ten cuidado: el conocimiento envanece. Fueron las personas bien educadas (los maestros de la ley y  los fariseos) quienes se opusieron más a Jesús. Jesús señaló a los niños, que no saben mucho, como los más importantes en el reino de Dios.  Alguien que ha estudiado mucho se verá tentado  por el orgullo, y tendrá que hacer un esfuerzo para mantenerse humilde. En mis veinte años, pensé que sabía mucho, pero con cada año que pasa me doy cuenta de lo poco que sé.  El que cree que sabe algo, todavía no sabe cómo debiera saber.  ¡Fue Pablo, un hombre muy inteligente y muy educado, quien dijo eso!

¡El amor es más importante que el conocimiento! El amor edifica.  El primer mandamiento es amar a Dios.  El que ama a Dios  es conocido por él. Dios ya lo sabe todo, y no está impresionado por tu conocimiento o presentación de él. Él está impresionado por tu amor. Como Pablo escribe más adelante en el capítulo trece, el conocimiento acabará, y luego conoceremos todo por completo. La fe, la esperanza y el amor permanecen, y el mayor de ellos es el amor.

La naturaleza de los ídolos

De modo que, en cuanto a comer lo sacrificado a los ídolos, sabemos que un ídolo no es absolutamente nada, y que hay un solo Dios. Pues aunque haya los así llamados dioses, ya sea en el cielo o en la tierra (y por cierto que hay muchos «dioses» y muchos «señores»), para nosotros no hay más que un solo Dios, el Padre, de quien todo procede y para el cual vivimos; y no hay más que un solo Señor, es decir, Jesucristo, por quien todo existe y por medio del cual vivimos.

Los ídolos comunes de esa época son muy raros hoy en día, pero hay una multitud de ídolos en nuestro mundo. ¡Y no son absolutamente nada! ¡No hay competencia entre muchos dioses!

Aquí hay una afirmación interesante de la divinidad de Jesucristo.  El Padre e Hijo tienen diferentes títulos y funciones, pero ambos son la fuente y el propósito de todo ser viviente. Pablo los paralela:

  • Dios el Padre, de quien todo procede (o tiene su origen) y para el cual vivimos.
  • El Señor Jesús, por quien todo existe y por medio del cual vivimos.

Jesús nos da la razón para vivir: por su Padre. Los dos (con el Espíritu Santo) trabajan juntos.

¿Qué sería la comida sacrificada a ídolos para ti?

En el mundo actual, los ídolos varían la cultura y el país. Muchos piensan que un vaso de vino de vez en cuando está bien, pero está prohibido para otros; ver a un hermano tomar vino puede hacer tropezar alguien que fue liberado del alcoholismo.

Mi país (Costa Rica) tradicionalmente ha sido muy católico. Los que han abandonado la iglesia católica creen que algunas de sus prácticas son “idolatría,” y participar en ellas es parecido a sacrificar a un ídolo. Entre ellas:

  • Participar en fiestas patronales para el santo de una ciudad, incluso comprar comida, porque es para el beneficio de la obra de la iglesia católica.
  • Celebrar navidad o la semana santa, dadas las tradiciones de la iglesia católica. Puede incluir no comer tamales (la comida tradicional de navidad en Costa Rica) o adornar la casa con luces y un árbol.
  • Cuando alguien muere y tienen varios días de rosarios, terminan con una comida familiar muy rica. Pero como es parte de los rosarios, los cristianos creen que si comen esa comida están aprobando la adoración de la virgen.

Es difícil para cristianos que no fueron criados en la iglesia católica, o que son de otros países, entender el tropiezo en estas cosas. Pero ese es precisamente el punto de Pablo en este capítulo. No importa si tiene razón o no: si sirve para hacer tropezar a un hermano, no voy a participar en él. ¿Qué sería “comida sacrificada a los ídolos” en tu situación?

Libertad

Para concluir, Pablo profundiza en este tema de la libertad, en un pasaje muy parecido a Romanos 14:

Pero no todos tienen conocimiento de esto. Algunos siguen tan acostumbrados a los ídolos, que comen carne a sabiendas de que ha sido sacrificada a un ídolo, y su conciencia se contamina por ser débil.Pero lo que comemos no nos acerca a Dios; no somos mejores por comer ni peores por no comer.

Sin embargo, tengan cuidado de que su libertad no se convierta en motivo de tropiezo para los débiles. 10 Porque si alguien de conciencia débil te ve a ti, que tienes este conocimiento, comer en el templo de un ídolo, ¿no se sentirá animado a comer lo que ha sido sacrificado a los ídolos? 11 Entonces ese hermano débil, por quien Cristo murió, se perderá a causa de tu conocimiento. 12 Al pecar así contra los hermanos, hiriendo su débil conciencia, pecan ustedes contra Cristo. 13 Por lo tanto, si mi comida ocasiona la caída de mi hermano, no comeré carne jamás, para no hacerlo caer en pecado.

La comida sacrificada a los ídolos es una de varias cosas que la Biblia no manda ni prohíbe. En sí, estas cosas no nos acercan a Dios ni nos alejan de Él. No eres superior (más maduro, más fuerte), si participas en ellas, y no eres inferior (débil o ignorante) si no participas. Por otro lado, aquel que es más conservador puede pensar que es un mejor cristiano que el hermano más “liberal,” y caer en el orgullo. Todo lo que no se basa en el amor es pecado. En todo, nuestra primera prioridad debe ser amar y edificar a nuestros hermanos y hermanas.

El problema es que la libertad de una persona puede ser motivo de tropiezo para la fe de alguien muy conservador, tal vez criado en un hogar con muchos ídolos. Ese hermano puede creer que es pecado, pero cuando observa que un hermano más maduro participa en él, decide hacerlo también. Para él sería pecado,  y se perderá a causa de tu conocimiento. Nuestra libertad puede convertirse en motivo de tropiezo para los débiles. La persona con más conocimiento y madurez tiene la responsabilidad de amar y cuidar a su hermano que es más joven en la fe; si insiste en ejercer su libertad, él peca.  En el amor, tenemos que acomodarnos con el otro hermano, para no herir su débil conciencia (12). Se podría permitir algo, y puedes tener la libertad de hacerlo, pero si ocasiona la caída de un hermano, si le hace tropezar, jamás lo hagas.

Mi enfoque en estas áreas “grises” siempre ha sido errar en el lado más conservador. Si hay alguna duda, ¿por qué arriesgarse? Más vale prevenir que curar.

  • ¿Estás luchando con algo que no está muy claro en la Biblia? Ni blanco ni negro, ¿sino de color gris?
  • ¿Estás envanecido por tu conocimiento?
  • ¿Condenas a alguien que tiene un entendimiento más amplio de lo que está permitido para un cristiano?
  • ¿Hay algunas áreas en las cuales estás causando que alguien se tropiece?

En todo, el amor y la edificación del hermano tienen prioridad.

¿Quieres vivir fuera de la correa?

El otro día mi hijo (quien es un poco rebelde) comentó que yo había entrenado a mi perro muy bien, pero él no estaba muy a gusto que el perro me obedece inmediatamente y espera a cada palabra mía.  Creo que le recuerda de las normas de su niñez.

La verdad es que mi perro es muy impresionante; se comporta muy bien fuera de la correa.  Cuando el ve a otro perro o un ciclista, sabe volver a mí, sentarse a mis pies, y esperar para la correa.  No tengo que decir nada.

Para mi hijo, ese es un control que no le agrada. Pero yo le expliqué que no es control, sino libertad.  Porque mi perro (Tigre) es tan obediente, y puedo confiar en él, tiene la libertad para correr e investigar todo – fuera de la correa.  Él nunca piensa en salir de nuestro patio, así que puede estar libre allí.  Nunca toca a nada en la casa; así que puede estar libre en la casa cuando nosotros no estamos allí.  Cuando llegó a nosotros, era temeroso de todo, pero ahora se siente seguro y no tiene ese temor.

Le recordé a mi hijo la diferencia con el perro de la vecina: Brinca la cerca con cada oportunidad, así que tiene que estar en una jaula.  En la casa destruye todo y tiene que estar en una caja cerrada.  Siempre está en la correa cuando sale de la casa.  La dueña nunca ha dedicado el tiempo para entrenarle.  No es obediente.  Tiene que ser controlado por fuera.  No tiene ninguna libertad.

Le expliqué a mi hijo que así es con Dios.  Se encuentra verdadera libertad en sumisión y obediencia.  Yo confío en mi Padre que Él  sabe mejor que yo. Él no quiere controlarme; quiere darme libertad, pero  no se encuentra libertad en rebeldía.  Muchos presos pueden confirmar eso.  No hay temor en la seguridad que tengo cuando estoy en la voluntad de mi Padre. Yo espero su palabra y quiero agradarle.  Yo sé que me ama y yo le amo a Él.

Doy gracias a Dios por mi perro.  Pero aún más, doy gracias a Dios por la libertad de obediencia.  ¿Quieres vivir fuera de la correa?

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Matrimonio y divorcio 1 Corintios 7

Pablo no era un gran aficionado del matrimonio, pero este apóstol soltero que vivió hace 2000 años tiene mucho que enseñarnos.  Este es un capítulo complicado y difícil (como todo matrimonio), y controvertido (igual a muchas cosas en esta carta). Siempre es delicado tocar la vida íntima de un hombre, y Pablo tiene directivas muy claras sobre las relaciones sexuales, el equilibrio de la familia y el servicio para el Señor, y el divorcio y la posibilidad de volver a casarse.

¿Es mejor no casarse?

El capítulo comienza con esta rara afirmación que nos llama la atención: Es mejor no tener relaciones sexuales. Pablo está tan feliz como soltero que dice que preferiría que todos fueran como yo (verso 7). Pero luego, como una concesión, admite que es un don vivir sin sexo (¡un don que la mayoría no quiere!).  Otra vez dice que sería mejor que se quedaran como yo (8).  ¿Por qué está en contra del matrimonio?

  • Parece que hubo una crisis en Corinto, y cree que en esas circunstancias no es el momento de buscar una esposa (26).
  • Quiere que el creyente sea libre de preocupaciones(32); libre para servir a Cristo.  Quiere que vivamos con decoro y plenamente dedicados al Señor (35).
  • El soltero se preocupa de las cosas del Señor y de cómo agradarlo(32). La mujer soltera (34) se afana por consagrarse al Señor tanto en cuerpo como en espíritu.
  • Por otro lado, el casado se preocupa de las cosas de este mundo y de cómo agradar a su esposa(33), y la casada se preocupa de las cosas de este mundo y de cómo agradar a su esposo (34).  ¡Y nosotros los hombres estamos felices de que ella se preocupe así!  Es lógico, y no es pecado, pero es cierto que los intereses de los casados están divididos (34), y más aún si tienen hijos.
  • Los que se casan tendrán que pasar por muchos aprietos(28). La Reina Valera dice que tendrán aflicción de la carne. ¡Conozco a demasiados que lo han experimentado!

Así que algunos tomarán la decisión de negarse de los placeres del matrimonio para dedicarse al servicio del Señor.  No debes hacerlo por obligación, pero Pablo dice que realmente es mejor no casarse.  La mayoría de nosotros no tenemos esa actitud; lo vemos más como una maldición de no estar casado, e incluso despreciamos a los católicos que renuncian al matrimonio para servir a Dios.

Vive con la mente que este mundo está por desaparecer

Aparte de la crisis en Corinto, Pablo nos da un principio que se aplica hasta que Cristo venga (29-31).  Nos queda poco tiempo para evangelizar y edificar la iglesia.  La mies es mucha y los obreros son pocos.  Si fue la verdad hace 2000 años, ¡imagina cuan poco tiempo nos queda ahora!  ¡Aún más debemos prestar atención a estas palabras!

  • Los que tienen esposa deben vivir como si no la tuvieran.
  • Los que lloran, como si no lloraran.
  • Los que se alegran, como si no se alegraran.
  • Los que compran algo, como si no lo poseyeran.
  • Los que disfrutan de las cosas de este mundo, como si no disfrutaran de ellas.

¡Esto va mucho más allá del matrimonio!  Toca nuestro estilo de vida. No dice que no debas hacer estas cosas; no es pecado disfrutar de las cosas del mundo, pero no debemos centrarnos en ellas.  No te aferres a tus posesiones. ¿Por qué? Porque este mundo, en su forma actual, está por desaparecer. Este mundo no es nuestro hogar.  Claro que Pablo no está diciendo que el esposo es libre para vivir como soltero; eso sería una contradicción con otros versículos del mismo capítulo, pero la prioridad para cada creyente es el servicio al Señor.

¿Y la familia?

El verso 29 es muy controvertido, porque la enseñanza prevalente hoy es que la familia tiene prioridad sobre nuestro servicio a Dios. El Nuevo Testamento es claro que alguien con su familia en desorden no es apto para ser un líder en la iglesia:

El que fuere irreprensible, marido de una sola mujer, y tenga hijos creyentes que no estén acusados de disolución ni de rebeldía (Tito 1:6).

Que gobierne bien su casa, que tenga a sus hijos en sujeción con toda honestidad (pues el que no sabe gobernar su propia casa, ¿cómo cuidará de la iglesia de Dios?), (1 Timoteo 3:4-5).

Es cierto que un hombre tiene que amar a su esposa como Cristo ama la iglesia (Efesios 5:25), y en esta misma carta (9:5) Pablo dice que los apóstoles viajaron con sus esposas.

Pero no estamos bajo la ley, y yo creo que no hay ninguna norma que aplica a cada familia y matrimonio. En algunas situaciones la familia necesita más atención, y en otras, quizás si no hay hijos, pueden dedicarse más libremente a la obra de la iglesia. La pareja debe buscar a Dios juntos, y llegar a un acuerdo, guiados por el Espíritu Santo. De lo que ya dijo Pablo, está claro que el hombre casado no puede dedicar tanto tiempo a la iglesia como el soltero. Pero un matrimonio sano tiene mucho que contribuir a la edificación de todos los miembros de la iglesia. Un matrimonio feliz da mucho ánimo a un pastor; un matrimonio problemático le quita mucha energía y paz.

La actitud de Jesús hacia la familia

Es interesante que Jesús nunca instruyó a sus discípulos (de lo que tenemos registrado en los evangelios) sobre sus responsabilidades familiares. No vio ningún inconveniente en llamarlos a dejar todo (incluso sus familias, se supone) para que lo sigan y viajen juntos. De hecho, Jesús dijo algunas cosas que nos dan una pausa, con nuestro enfoque actual en la familia (hasta casi hacerla un ídolo):

¿Pensáis que he venido para dar paz en la tierra? Os digo: No, sino disensión. Porque de aquí en adelante, cinco en una familia estarán divididos, tres contra dos, y dos contra tres. Estará dividido el padre contra el hijo, y el hijo contra el padre; la madre contra la hija, y la hija contra la madre; la suegra contra su nuera, y la nuera contra su suegra (Lucas 12:51-53).

Entonces Pedro dijo: He aquí, nosotros hemos dejado nuestras posesiones y te hemos seguido. Y él les dijo: De cierto os digo, que no hay nadie que haya dejado casa, o padres, o hermanos, o mujer, o hijos, por el reino de Dios, que no haya de recibir mucho más en este tiempo, y en el siglo venidero la vida eterna (Lucas 18:28-30).

Si alguno viene a mí, y no aborrece a su padre, y madre, y mujer, e hijos, y hermanos, y hermanas, y aun también su propia vida, no puede ser mi discípulo. Y el que no lleva su cruz y viene en pos de mí, no puede ser mi discípulo (Lucas 14:26-27).

Iban por el camino cuando alguien le dijo: ―Te seguiré a dondequiera que vayas.

―Las zorras tienen madrigueras y las aves tienen nidos —le respondió Jesús—, pero el Hijo del hombre no tiene dónde recostar la cabeza.

A otro le dijo: ―Sígueme.

―Señor —le contestó—, primero déjame ir a enterrar a mi padre.

―Deja que los muertos entierren a sus propios muertos, pero tú ve y proclama el reino de Dios —le replicó Jesús.

Otro afirmó: ―Te seguiré, Señor; pero primero déjame despedirme de mi familia.

Jesús le respondió: ―Nadie que mire atrás después de poner la mano en el arado es apto para el reino de Dios (Lucas 9:57-62).

Y Él dijo de su propia madre y familia, cuando ellos fueron a visitarlo:

Mientras él aún hablaba a la gente, he aquí su madre y sus hermanos estaban afuera, y le querían hablar. Y le dijo uno: He aquí tu madre y tus hermanos están afuera, y te quieren hablar. Respondiendo él al que le decía esto, dijo: ¿Quién es mi madre, y quiénes son mis hermanos? Y extendiendo su mano hacia sus discípulos, dijo: He aquí mi madre y mis hermanos. Porque todo aquel que hace la voluntad de mi Padre que está en los cielos, ése es mi hermano, y hermana, y madre (Mateo 12:47-50).

Una perspectiva del pasado

Cuando leemos libros de muchos años atrás acerca de la familia, queda claro que los autores no eran “iluminados” como nosotros acerca de su importancia.

Albert Barnes fue un teólogo muy estimado en los Estados Unidos en el siglo XIX. Él escribió un comentario sobre estos versículos en 1 Corintios:

Esto no significa que deban tratar a sus familias con malicia o negligencia, o fallar en los deberes de amor y fidelidad. Deben entender, en un sentido general, que deben vivir por encima del mundo; que no deberían estar excesivamente vinculados a la familia, de modo que estuvieran dispuestos a desprenderse de ella; y que no deben permitir que el apego a ella interfiera con cualquier deber que ellos le deben a Dios. Estaban en un mundo de pruebas, y fueron expuestos a persecución. Como cristianos, estaban obligados a vivir enteramente para Dios, y no debían, por lo tanto, permitir el apego a los amigos terrenales se apartara de Dios sus afectos o interfiera con su deber cristiano. En una palabra, deben ser «tan fieles a Dios» e «igual de piadosos,» en todos los aspectos, como si no tuvieran esposas o amigos terrenales. Tal consagración a Dios es difícil, pero no imposible. Nuestros apegos y cuidados terrenales alejan nuestros afectos de Dios, pero no necesitan hacerlo. En lugar de ser la ocasión de alejar nuestros afectos de Dios, deberían ser, y podrían ser, los medios de atarnos más firmes y enteramente a Él y a su causa. Pero, ¡ay!, cuántos cristianos profesantes viven solo para sus esposas e hijos, y no para Dios en estas relaciones. ¡Cuántos permiten que estos objetos terrenales de apego desvíen sus mentes de los caminos y los mandamientos de Dios, en lugar de hacerles la ocasión de unirlos más tiernamente a Él y a su causa!

De ninguna manera quiero decir que está bien descuidar a la familia. Es obvio que muchas familias pastorales sufren porque el pastor no les dedica suficiente tiempo, y muchos hijos de pastores se alejan del Señor debido al mal ejemplo de su padre. Pero la verdad es que los discípulos de Jesús pasaron bastante tiempo separados de sus familias. Sabemos que incluso después de la resurrección, Pedro, por ejemplo, viajaba mucho.

Muchos han tratado de hacer una distinción entre nuestra relación con Dios y nuestro servicio a Dios. Puede ser que haya una diferencia entre aquellos que tienen un llamado al ministerio de tiempo completo, y aquellos que sirven a Dios como parte de su discipulado. Pero una parte esencial de ser cristiano es participar en una iglesia y servir a otros. Y Dios, y lo que Dios exige de nosotros, tiene la prioridad sobre todo lo demás, incluida la familia. Yo creo que no debería ser una competencia entre los dos, sino la sumisión sincera de toda la vida al señorío de Jesucristo. No es una separación rígida bajo una ley, sino libertad de amar y servir guiados por el Espíritu Santo. Yo sé que esto no va a satisfacer a muchos que quieren justificar su opinión (ya sea la prioridad del servicio cristiano o de la familia), y me pueden ver indeciso, pero creo que cada persona y familia debe establecer sus prioridades en la presencia de Dios. No trato de establecer una doctrina de un versículo; eso es muy peligroso. Solo quiero presentar algunas perspectivas sobre este asunto para tu oración y reflexión. Tenemos que tomar en serio todas las escrituras, dejar que nuestras perspectivas favoritas sean moldeadas por la Palabra de Dios, y no siempre ver la Biblia con las lentes del siglo XXI.

Relaciones matrimoniales

Aunque Pablo tiene varias razones por las que cree que es mejor no casarse, él también es realista.  Él sabe que la mayoría se queman de pasión y no pueden dominarse. Precisamente por eso, para no caer en inmoralidad y quemarse (y por mucho más), Dios ha diseñado el matrimonio.

  • El hombre debe cumplir su deber conyugal con su esposa, e igualmente la mujer con su esposo (3). La expectativa es que tengan relaciones con frecuencia, y nunca usen el sexo como un arma contra la otra persona.  Pero también tenemos que amar a la mujer como Cristo ama a la iglesia (Efesios 5:25). La mujer no debe sentirse violada.
  • La mujer ya no tiene derecho sobre su propio cuerpo, sino su esposo. Tampoco el hombre tiene derecho sobre su propio cuerpo, sino su esposa (4). ¡Al hombre le gusta este versículo!  Como una sola carne, debe ser intimidad y el deseo de complacer al otro.
  • No se nieguen el uno al otro (5).
  • La única excepción sería de común acuerdo, y solo por un tiempo, para dedicarse a la oración (5).  Ambos tienen que estar de acuerdo.
  • Si por alguna razón no hay relaciones, no tarden en volver a unirse nuevamente.  Si una pareja no tiene relaciones como Dios lo intenta, pueden caer en tentación de Satanás (5).  Muchos carecen de dominio propio, y la respuesta que Dios nos ha dado es quedarse satisfecho con su propia esposa.  Si tienen relaciones frecuentes, no hay excusa para la inmoralidad. Si hay problemas en la relación íntima, deben buscar ayuda.

Separación y divorcio

Este tema es tan controvertido y delicado que merece un estudio en profundidad, que no es posible en este libro. Yo sé que es muy personal y doloroso para muchos. No quiero condenar a nadie, sino presentar claramente lo que dice la Biblia.

Hay tres fundamentos importantes del Antiguo Testamento para ayudarnos a entender lo que Pablo dice aquí:

  1. El plan original de Dios para el matrimonio es una unión permanente de por vida.
  • Por tanto, dejará el hombre a su padre y a su madre, y se unirá a su mujer, y serán una sola carne (Génesis 2:24).
  • Dios nunca hizo una provisión para el divorcio: Por la dureza de vuestro corazón Moisés os permitió repudiar a vuestras mujeres; más al principio no fue así (Mateo 19:8). Claramente un cristiano no debe tener un corazón endurecido.
  1. El adulterio, la violación de la santa unión del hombre y la mujer, es un pecado muy grave.
  • Es prohibido en los Diez Mandamientos: No cometerás adulterio (Éxodo 20:14).
  • Según la ley de Moisés, el adúltero murió: »Si alguien comete adulterio con la mujer de su prójimo, tanto el adúltero como la adúltera serán condenados a muerte (Levítico 20:10); »Si un hombre es sorprendido durmiendo con la esposa de otro, los dos morirán, tanto el hombre que se acostó con ella como la mujer. Así extirparás el mal que haya en medio de Israel (Deuteronomio 22:22).
  • Es auto-destructivo: Pero el hombre que comete adulterio es un necio total, porque se destruye a sí mismo (Proverbios 6:32).
  • Un problema con el divorcio es que fácilmente puede conducir al adulterio: Cualquiera que repudia a su mujer y se casa con otra, comete adulterio contra ella; y si la mujer repudia a su marido y se casa con otro, comete adulterio (Marcos 10:11-12).
  • Pablo dijo (6:9) que el que permanece en el pecado de adulterio no es salvo; no entrará en el reino de los cielos.
  1. Dios odia el divorcio: «Yo aborrezco el divorcio —dice el Señor, Dios de Israel (Malaquías 2:16).
  • Pablo dijo que la unión de un hombre y una mujer es parecida a la unidad de Cristo y su iglesia (Efesios 5:27 y 32).
  • Jesús dijo: Al principio de la creación, varón y hembra los hizo Dios.Por esto dejará el hombre a su padre y a su madre, y se unirá a su mujer, y los dos serán una sola carne; así que no son ya más dos, sino uno. Por tanto, lo que Dios juntó, no lo separe el hombre (Marcos 10:6-9). Ningún hombre debe separar lo que Dios ha juntado. El decreto de un tribunal no cambia el hecho que son una sola carne.

La enseñanza de Pablo aquí se deriva de ese entendimiento:

  • El Señor nos da el mandato: La mujer no se separe de su esposo (10).
  • La mujer está ligada a su esposo mientras él vive (39). Pablo lo afirma otra vez en Romanos 7:2: Porque la mujer casada está sujeta por la ley al marido mientras éste vive.
  • El hombre no se divorcie de su esposa(11).
  • A pesar de este mandato, si por alguna razón se separan, que no se vuelva a casar(con otro).  La única opción es la reconciliación con el cónyuge (11).

Hay un caso especial si uno acepta a Cristo y el otro no es creyente:

  • Si la esposa que no es creyente consiente en vivir con él, que no se divorcie de ella (12); lo mismo para un esposo que no es creyente (13).
  • Si el cónyuge no creyente decide separarse, no se lo impidan. El cónyuge creyente queda sin obligación (15). Ten en cuenta que Pablo dice “separarse,” y no “divorciarse.”
  • Dios nos ha llamada a vivir en paz (15).  Podemos asumir que no habría paz si el incrédulo se viera obligado a quedarse cuando no quiere.  Este verso, en el contexto, se aplica sólo a esta situación. Algunos lo han usado para racionalizar un divorcio.
  • Algo que no entendemos muy bien sucede en el espíritu del incrédulo casado con una creyente: El incrédulo es santificado por la unión con su esposa/esposo, y por medio de la presencia del creyente, los hijos son santos (14). No puede significar que son salvos, pero la presencia del creyente en la intimidad de la familia tiene una influencia santificadora para todo el hogar.

¿Es posible casarse por segunda vez?

  • Si el esposo muere, ella queda libre para casarse con quien quiera (39), y se supone que también se aplica a un viudo, pero Pablo cree que sería más feliz si no se casara (40). Pablo afirma lo mismo en Romanos: Si el marido muere, ella queda libre de la ley del marido. Así que, si en vida del marido se uniere a otro varón, será llamada adúltera; pero si su marido muriere, es libre de esa ley, de tal manera que si se uniere a otro marido, no será adúltera (Romanos 7:2-3).
  • La persona tiene que ser en el Señor (39). Es un principio claro del Antiguo y el Nuevo Testamento. Los creyentes solo pueden casarse con otros creyentes.  Una de las tentaciones más comunes es tener una novia que no conoce al Señor.

Esta es la única situación en la que Biblia claramente dice que es lícito volver a casarse. Muchos han creído que el verso 15, el caso donde un incrédulo deja al cónyuge, le da permiso al creyente para casarse de nuevo. Pero Pablo no dice eso; simplemente dijo que el creyente está “sin obligación” de hacer un esfuerzo por mantener el matrimonio. Otra vez, este es un área gris, y no quiero ser dogmático. Pero en estas áreas, especialmente cuando se trata de mi salvación, más vale prevenir que curar, sobre todo porque no será posible curar después de la muerte.

Los eruditos del pasado no estaban tan dispuestos a concedernos la libertad de volver a casarnos. Albert Barnes (a quien cité antes) escribió:

Un hermano o una hermana no está obligado”… Muchos han asumido que esto significa que estarían libres para casarse de nuevo cuando la esposa o el marido no creyentes se hubieran ido; pero esto es contrario a la cepa del argumento del apóstol. El significado de la expresión «no está obligado» es que si él se va, el que permanece no está obligado por el lazo matrimonial para hacer provisión para el que partió. No se debe hacer actos que puedan ser perjudiciales para la religión mediante un esfuerzo violento para obligar al marido o esposa que se marcha a vivir con el que está abandonado, pero que tiene la libertad de vivir por separado, y debe considerar que es apropiado hacerlo.

El Nuevo Testamento Griego del Expositor dice del verso 15:

Si la libertad de los inocentes divorciados se extiende al nuevo matrimonio, no aparece: la Iglesia Romana toma la opinión negativa; la Iglesia Luterana dice «en vista de 1 Corintios 7:11, la inferencia de que el divorciado debe permanecer soltero es el más seguro.»

Y un teólogo (Woodford) escribió en 1881:

La separación aquí mencionada no es una separación que permita al hombre o la mujer cristianos casarse de nuevo durante la vida del cónyuge pagano. Es separación, no divorcio.

La “excepción” de Mateo

Muchos cristianos, basado en dos pasajes en Mateo, creen que Jesús ofrece una “excepción” que también permite el divorcio:

Pero yo os digo que el que repudia a su mujer, a no ser por causa de fornicación, hace que ella adultere; y el que se casa con la repudiada, comete adulterio (Mateo 5:32).

Y yo os digo que cualquiera que repudia a su mujer, salvo por causa de fornicación, y se casa con otra, adultera; y el que se casa con la repudiada, adultera (Mateo 19:9).

El argumento es que Jesús parece dar permiso para casarse con otra si es “por causa de fornicación.” El problema es que no dice explícitamente que volver a casarse está bien si hay fornicación. Y el mayor problema es, ¿qué significa cuando Jesús dice “fornicación”? No es la palabra griega para adulterio, sino la palabra griega “porneia,” que se refiere a cualquier pecado sexual (obviamente la raíz de nuestra palabra “pornografía”). Algunos creen que esta “excepción” es para una pareja comprometida (como José y María), que en ese día requerían un divorcio para terminar el compromiso. Es obvio que Jesús no quiere decir que está bien divorciarse de un cónyuge que se masturba o usa pornografía. Tanto Marcos como Lucas, en el verso paralelo, usan la palabra para adulterar y no incluyen la “excepción.” Incluso en el caso de infidelidad, por supuesto, la voluntad de Dios es el arrepentimiento, el perdón, y la restauración.

Ya que Jesús habla con tanta claridad sobre el peligro del adulterio en un segundo matrimonio, y el adulterio (si no se arrepiente y abandona la relación adúltera) lo hace imposible entrar en el Reino, yo prefiero estar seguro, y no jugar con algo tan serio. Tradicionalmente, ni la iglesia Católica ni la evangélica han creído que estos versículos permiten que  uno se vuelva a casar. Hay muchos libros y estudios en Internet con varios puntos de vista. Te animo a orar mucho y estudiar con un corazón abierto para discernir la verdad.

Las implicaciones

Muchas preguntas surgen de esta enseñanza de casos personales, y mucho miedo, duda, y culpa.

  • Me divorcié y me casé de nuevo. ¿Debo divorciarme y volver con la primera esposa? ¿Y qué pasa si ella se ha casado con otro? ¿O debería simplemente divorciarme y quedarme soltero?
  • Mi esposa es cristiana, pero ella me dejó. ¿Puedo volver a casarme?
  • Mi esposo es un abusador. ¿Quiere Dios que yo siga sufriendo ese abuso de por vida?
  • ¿Puedo ser perdonado por el adulterio y un divorcio? (¡Claro que sí! Sobre todo si ocurrió antes de conocer a Cristo. No es el pecado imperdonable.)

No es posible en este libro dar consejos para la multitud de posibilidades. Yo sé que es muy doloroso y difícil, pero es inútil pretender que la Biblia no dice lo que claramente dice. ¡Ay de los muchos pastores que no quieren ofender a nadie y no predican la Palabra de Dios! ¡Y aun peor, los pastores que se divorciaron y luego se casaron con otra mujer en la iglesia!

Dios te ama. Tiene una salida de cualquier situación. Hay perdón. Hay esperanza. Solo el Espíritu Santo puede aconsejarte en cada caso sobre lo que debes hacer. Busca a Dios.

 Otros temas en este capitulo

Hay dos asuntos más que Pablo toca, que no son tan controvertidos:

  • Cada uno debe vivir conforme a la condición que el Señor le asignó y a la que Dios lo ha llamado (17).  Ya sea casado, circuncidado o eslavo, se queda en esa condición hasta que el Señor lo cambie (17-24).
  • Consejos para alguien que tiene una prometida (25-28, 36-38).

Hay un tema que Pablo no toca: el matrimonio homosexual. Es obvio que la Biblia duramente condena las relaciones homosexuales, y más aún el matrimonio de un hombre con un hombre o una mujer con una mujer (Levítico 20:13; Romanos 1:24-27).