Sexualidad santificada: 1 Corintios 6:12-20

En los 40 años que llevo en el ministerio, he hablado con miles de hombres. No importa si es soltero o casado, pastor o preso, joven o viejo. La mayoría de ellos no hablan mucho sobre eso, pero todos han luchado con la tentación sexual. La batalla puede cambiar con los años, pero he hablado con hombres de 90 años que todavía piensan mucho sobre el sexo. Una de las razones más comunes para la caída de un pastor es el pecado sexual. La pornografía siempre ha sido una tentación, pero ahora, con Internet, es una plaga en la iglesia. Algunos estudios dicen que hasta el 40% de pastores son adictos a la porno en Internet.

Dios está muy interesado en tu vida sexual. Él te creó un hombre. Jesús sabe lo que es ser un hombre: Fue tentado en todo como tú, y nunca pecó. Él es tu sumo sacerdote que puede y quiere ayudarte. Habla con Dios honestamente acerca de tus luchas. Él ya sabe todo. No separes tu vida sexual de tu vida espiritual.

La Biblia habla abiertamente sobre el sexo. Cantar de Cantares lo celebra. Efesios 5:31 y 32 comparan la relación íntima de un hombre y una mujer con la relación de Cristo y la iglesia. El misterio de dos personas que son una sola carne es semejante al misterio de la santa trinidad: tres personas en uno. Por esa razón, Satanás ha hecho todo lo posible para pervertir y destruir el sexo. Efesios 5:3 dice que el cristiano ni siquiera debe mencionar la inmoralidad sexual o la impureza. La triste realidad es que muchos hombres cristianos piensan y hablan sobre el sexo todo el día. Llenan sus mentes de impurezas en la televisión e Internet. Es una lucha muy dura, pero tú puedes superar esta tentación. La Biblia nos habla de la lucha, la caída y la victoria de varios hombres. Había mucha inmoralidad en la cultura de Roma y Grecia, y ya había invadido la iglesia primitiva. Una de las enseñanzas bíblicas más claras sobre el sexo se encuentra en este pasaje.

Para la mujer que está leyendo este libro, estoy escribiendo muy abiertamente para ayudar a tus hermanos. Puede ser que te ayude a comprender al hombre en tu vida, y hay principios aquí que se aplican a ti también.

Lo que esta porción nos enseña

12 Ustedes dicen: «Se me permite hacer cualquier cosa», pero no todo les conviene. Y aunque «se me permite hacer cualquier cosa», no debo volverme esclavo de nada.

  1. Hay libertad en Cristo; hay algunas cosas que no están prohibidas. Pero la cuestión es: ¿es para mi bien? ¿Me conviene?
  2. Puedes ser libre de hacer lo que quieras, pero ¿te domina? ¿Llena todos tus pensamientos? Si te domina, es pecado.

13 Ustedes dicen: «La comida se hizo para el estómago, y el estómago, para la comida». (Eso es cierto, aunque un día Dios acabará con ambas cosas). Pero ustedes no pueden decir que nuestro cuerpo fue creado para la inmoralidad sexual. Fue creado para el Señor, y al Señor le importa nuestro cuerpo. 

  1. Dios hizo cada parte del cuerpo con un propósito. Tu cuerpo no es tuyo para abusar como quieras. Tu cuerpo es para el Señor, y debe ser usado como Él ha planeado.

14 Y Dios nos levantará de los muertos con su poder, tal como levantó de los muertos a nuestro Señor.

  1. El sexo es solo para esta vida; en el cielo seremos como los ángeles (ver Mateo 22:30). Puedes pensar: “¿Un paraíso sin sexo?” Pero así será, y Dios sabe lo que está haciendo.

15 ¿No se dan cuenta de que sus cuerpos en realidad son miembros de Cristo? ¿Acaso un hombre debería tomar su cuerpo, que es parte de Cristo, y unirlo a una prostituta? ¡Jamás! 

  1. Tu cuerpo es un miembro de Cristo. Piensa cuidadosamente sobre lo que haces con un miembro de Jesús.

16 ¿Y no se dan cuenta de que, si un hombre se une a una prostituta, se hace un solo cuerpo con ella? Pues las Escrituras dicen: «Los dos se convierten en uno solo».

  1. No importa la persona; cuando tienes relaciones con alguien, eres una sola carne con ella.

17 Pero la persona que se une al Señor es un solo espíritu con él.

  1. La unión del hombre y la mujer es paralela a la unión de Cristo y el creyente.

18 ¡Huyan del pecado sexual! Ningún otro pecado afecta tanto el cuerpo como este, porque la inmoralidad sexual es un pecado contra el propio cuerpo. 

  1. Se nos manda a huir de la inmoralidad sexual, y Cristo nos da el poder de obedecer sus mandamientos. El problema es que muchas veces no queremos huir; queremos entrar en ella.
  2. Hay algo diferente en el pecado sexual; toca lo más íntimo de un hombre. Pecas contra tu propio cuerpo.

19 ¿No se dan cuenta de que su cuerpo es el templo del Espíritu Santo, quien vive en ustedes y les fue dado por Dios? Ustedes no se pertenecen a sí mismos, 20 porque Dios los compró a un alto precio. Por lo tanto, honren a Dios con su cuerpo.

  1. Cristo compró tu cuerpo con el precio de su sangre; no eres el dueño de tu cuerpo.
  2. Tu cuerpo es un templo del Espíritu Santo. Honra a Dios con tu cuerpo.

Algunas aplicaciones de estos versículos

  1. Dios quiere que un hombre casado tenga relaciones íntimas con una sola mujer de por vida. De esa manera puedes disfrutar de la profundidad de ser “una sola carne.” ¿Cómo es posible ser “una sola carne” con 10 mujeres?
    • Todo sexo fuera de la relación comprometida del matrimonio es pecado, y te roba de la intimidad que Dios intenta para ti y tu esposa. Incluye fantasías, masturbación y pornografía.
    • Ya sabemos que el adulterio está prohibido en los Diez Mandamientos, y el castigo bajo la ley era la muerte.
    • Pablo dijo que los adúlteros, fornicarios y pervertidos que continúan practicando su pecado no son salvos (1 Corintios 6:9).
    • En lugar de la “libertad” que algunos quieren con muchas experiencias sexuales, todo pecado sexual destruye la belleza de la unión sexual.
    • Si realmente amas a tu esposa, detén todo pecado sexual.
  2. Muchos hombres viven bajo condena porque no pueden dejar de masturbarse, pero no es el pecado peor. Aunque la Biblia nunca menciona la masturbación en sí misma, se le puede aplicar muchos principios bíblicos:
    • No es para tu bien, no te conviene. Te deja vacío, con culpa, y alejado de Dios.
    • Es fácil ser dominado por la masturbación.
    • Impulsa al hombre a pensar aún más sobre el sexo, tener fantasías y usar pornografía.
    • Dios puede darnos sueños mojados para aliviar la presión física.
    • Tú puedes vivir sin sexo. Cristo lo hizo. Este es el testimonio de muchos solteros, presos, soldados y otros sin una mujer: es mucho mejor si no te excitas con la masturbación, las fantasías y la pornografía.
    • El sexo es como un fuego. Muchos hombres siempre le agregan leña a ese fuego. Pero si no es posible tener relaciones con tu esposa, es mejor mantener ese fuego muy bajo.
    • Piensa en esto: ¿Estoy honrando a Dios con esto? ¿De verdad quiero hacer esto con un miembro de Cristo?
  3. El acceso que tenemos hoy a la pornografía es muy peligroso. A veces llegan cosas no invitadas en el correo electrónico. Y no es solo Internet; hay un montón de imágenes en la televisión, revistas… pues tú ya sabes.
    • La porno es una adicción, y es posible que necesites liberación para dejarla. Pon un buen filtro en tu computadora y ten mucho cuidado con Internet y el teléfono.
    • Destruye toda la porno que tienes, o te destruirá. Completamente adormece el espíritu.
  4. Como José en Egipto, huye de la tentación sexual. En el momento que comienzas a discutir y considerar la tentación, ya has perdido la batalla.
  5. Memoriza 1 Corintios 10:13: Las tentaciones que enfrentan en su vida no son distintas de las que otros atraviesan. Y Dios es fiel; no permitirá que la tentación sea mayor de lo que puedan soportar. Cuando sean tentados, él les mostrará una salida, para que puedan resistir. Es posible ganar la batalla contra la concupiscencia.
  6. Muchos hombres batallan con la atracción a otros hombres. En sí, es una tentación como cualquier otra. La sociedad actual (¡incluso muchas iglesias!) dicen que es normal. Está claro que va completamente en contra del plan de Dios para nosotros. No le des ningún lugar al diablo. Dios quiere ayudarte a superar esa tentación y liberarte de esa atracción, pero será una lucha.
  7. No somos ciegos – claro que siempre habrá mujeres hermosas. Echa un vistazo, agradeciendo a Dios por su belleza, y no más. Hay que entrenar la mente para no codiciar.
    • Ten cuidado con tus compañeros, y evita esos lugares (¿la playa?) donde sabes que habrá mucha tentación.

Es mejor no compartir tu lucha con tu esposa. Si ella sabe que tú estás batallando en tu vida sexual, puede fomentar la inseguridad en ella y crear aún más problemas en tus relaciones íntimas. Mejor buscar a un hermano para orar contigo y rendirle cuentas. ¡Somos hermanos en la batalla! ¡Juntos venceremos! El sexo es una de las grandes bendiciones que Dios te ha dado, pero si no lo usas conforme al diseño divino, puede convertirse en una maldición. Mi oración para ti es que Dios te dé libertad del pecado, para disfrutar de la mujer que Dios te ha dado.

(Citas bíblicas de la Nueva Traducción Viviente)

 

¿Quieres ver a Jesús?

«Queremos ver a Jesús.»

Fue solamente unos días antes de la crucifixión de Jesucristo. Era una petición rara. Una multitud ese día vio a Jesús. Pero ellos eran griegos. Tal vez no los permitieron en esa parte del templo. Ellos pidieron a Felipe, Felipe fue a decírselo a Andrés, y ambos fueron a decírselo a Jesús.

¿Quieres ver a Jesús esta Pascua?

Los discípulos querían ver a Jesús otra vez después de su crucifixión. Pero no tenían ninguna expectativa. Era solamente un sueño para ellos. ¿Te parece imposible ver a Jesús? ¿Como respondería Jesús a tu petición: «Quiero verte, Señor»? Yo creo que él quiere que tu le veas en la Biblia, en tu vida diaria, y tal vez también en una manera sobrenatural. Quiere revelarse. ¿Tienes la esperanza que le verás en el cielo, o en el rapto?

Parece que esos griegos nunca vieron a Jesús. A fin de este pasaje (Juan 12:20-36), Jesús se fue y se escondió de ellos. ¿Te parece que Jesús está escondido de ti? Jesús nunca respondió a la petición de los griegos, pero dijo algo muy profundo a la multitud.

Les contestó: Ha llegado la hora de que el Hijo del hombre sea glorificado. ¿Como? En su muerte y su resurrección. Y entonces les dijo que él no era el único que tenía que pasar por esa agonía (24):

Ciertamente le aseguro que si el grano de trigo no cae en tierra y muere, se queda solo. Pero si muere, produce mucho fruto.

¿Quieres fruto en tu vida? Una muerte es necesaria, y entonces habrá nueva vida. ¿Hay cosas que tienes que entregar al Señor? ¿Cosas que tienen que morir? ¿Confías en el Señor que él te hará aun más fructuoso? ¿Hay granos, semillas, que has sembrado? En su debido tiempo, van a crecer. ¿Hay cosas que han muerto en tu vida? ¿Sueños? ¿Proyectos? ¿Iglesias? ¿Tu matrimonio? ¿Seres queridos? Solamente Jesús puede resucitarlas, en su manera, y en su tiempo. No es fácil, y Jesús lo sabe. Está hablando aquí de la cruz.

El que se apega a su vida la pierde; en cambio, el que aborrece su vida en este mundo, la conserva para la vida eterna. (25)

¡Que raro! ¿No predicamos que Jesús quiere darte una vida mejor, ahora? ¿Una vida que amarás? ¡Pero Jesús dice que se debe aborrecer su vida en este mundo! Porque no somos de este mundo. Y él que esté muy pegado a la vida aquí en esta tierra no será útil en el reino. ¿Estás pasando por unas pruebas ahora hasta que aborrezcas tu vida? ¿Estás atribulado porque crees que eres un cristiano malo porque no amas esta vida? ¿Es posible que estés «perdiendo» tu vida? ¿Que haya muchas cosas ahora crucificadas en tu vida juntamente con Cristo? ¿Es posible que Cristo esté preparándote para una vida nueva, para el cielo, para vida eterna? ¿Y por eso te sientes como un extranjero aquí?

¿De verdad quieres servir a Jesús? ¡Siguele! (verso 26) Cuando Cristo lo dijo, ¡estaba de camino para la cruz! ¡Síguele hasta la cruz! Lo importante es estar con Cristo. En la vida y en la muerte. No hay nada mejor que la presencia de Jesús. Y aquí tienes una promesa: el siervo de Cristo estará con Él y también su Padre te honrará. ¿Buscas el honor del hombre? ¿O el honor que viene del Padre?

¿Estás angustiado por algo que está pasando en tu vida? Jesús dijo (27): Ahora todo mi ser está angustiado. No sé si nosotros sabemos como es tener todo el ser angustiado. Pero Jesús vivía con esa angustia. Y la tendencia natural, la tentación para Cristo el hombre, es escapar de esa angustia. Queremos clamar a Dios: «Padre, ¡sálvame de esta hora difícil!» ¿Estás enfrentando una hora muy difícil en tu vida? ¿Quieres que Dios te salvara de esa hora? A veces lo haga, pero muchas veces tenemos que enfrentarla. Y Dios te dará la gracia y las fuerzas necesarias. Cristo sabía que precisamente para esa hora difícil vino a este mundo. ¿Es posible que naciste para esta hora difícil? Sea tu destino. Jesús quería evitar el dolor de la cruz, pero aun más importante quería glorificar a su Padre. Lo más difícil la prueba, la más gloria que recibe el Padre. ¿Tienes ese deseo, que el Padre sea glorificado en tu vida?

En el mismo momento que Cristo dijo eso una voz habló del cielo (28): «Yo lo he glorificado, y volveré a glorificarlo.» Dios quiere obrar en tu circunstancia para glorificarse. Si tu estás buscando la gloria, él no puede trabajar. Pero en Cristo, su hijo obediente, ya se glorificó, y sería glorificado en el futuro.

Cuando Dios habla, muchos no lo oyen. Algunos dijeron que había sido un trueno, otros un ángel. Oyeron algo, algo impresionante. Pero solamente los que tenían los oídos para oír lo oyeron. ¿Tienes esos oídos?

Jesús entonces los explica como el Padre le glorificará (31-32). Cuando Cristo murió, llegó el juicio de este mundo. Y Satanás, el príncipe de este mundo, era expulsado. Todavía está aquí por un rato, pero ya no tiene el mismo poder. Es para nosotros poner en fuerza esa victoria de Cristo, recordándolo que es expulsado ya.

Satanás es expulsado, Cristo es levantado. En ese sacrificio y muerte cruel hay un poder increíble suelto. Un poder que atrae a todos a Cristo. No son unos pocos que Cristo quiere atraer. Él quiere atraer a todos. No es tu buena predica, la música dinámica, ni los edificios bonitos – nada de nosotros. Es Cristo mismo que atrae a todos. Nosotros lo hacemos difícil para Cristo con todas nuestras invenciones. Levanta a Cristo, exalta a Cristo, predica al Cristo levantado en esa cruz, y déjale atraer a todos a sí mismo. ¿Crees que su palabra aquí es verdad, o crees que necesita tu ayuda?

La gente todavía no entiende lo que está diciendo (33-34). Saben que él está hablando de la muerte. Pero este Cristo no cuadra con su concepto del Mesías. ¿Es posible que hay cosas que no entendamos porque tenemos un concepto falso de Cristo?

Jesús sabía que ya casi no tendrían mas tiempo en la luz de su presencia. Estaba triste porque sabía que la mayoría todavía no sabía como caminar. Estaban en las tinieblas. ¿Eres un hijo de la luz? ¿Estás caminando en la luz? ¿O en tinieblas? La luz es la presencia de Jesús. Tenemos que aprender a caminar y discernir la voluntad de Dios en esos tiempos cuando la presencia de Jesús esté manifestada. Los discípulos pasaron por un tiempo de tinieblas. No sabían a donde ir. Estaban confusos. Pero si te has aprovechado de la presencia de Jesús, su unción y su palabra, entonces aun en el tiempo de tinieblas sabrás como caminar. Si estás en tinieblas ahora, estudia la Biblia y síguela. Jesús volverá a brillar su luz sobre tu vida.

¿Quieres ver a Jesús? ¡Tu puedes! ¡Jesús resucito de los muertos! ¡Él vive! ¡Adórale!

¿Que significa jueves santo para ti?

Hoy es jueves santo. Muchos cristianos creen que es un día católico y no hacen nada para celebrarlo. Que lástima. Seis de los 21 capítulos del evangelio de San Juan nos cuentan de lo que pasó en un solo día en la vida de Jesucristo – ese jueves antes de su crucifixión. Se puede dedicar todo un año predicando de esos capítulos. La persona que de verdad los comprenda y los ponga en practica tendría una vida transformada.

Aun más triste, muchos cristianos creen que lavando los pies también es para los católicos. ¿Pero como es posible ignorar estos mandatos?

También ustedes deben lavarse los pies los unos a los otros. (Juan 13:14)

Les he puesto el ejemplo, para que hagan lo mismo que yo he hecho con ustedes. (Juan 13:15)

Dichosos serán si lo ponen en practica. (Juan 13:17)

Son más claros que su mandato para celebrar la santa cena.

Algunos dicen que Jesús no intentó que actualmente lavemos los pies, sino solamente seguir su ejemplo de servicio y humillándose. Claro que es un símbolo de algo que debe ser parte de la vida todos los días. Pero la santa cena también es un símbolo de algo mas profundo. De verdad, yo creo que muchos cristianos no entienden la cena muy bien. La celebran por obligación, una vez al mes o menos, casi como si nada, con prisa, al fin del servicio. De verdad la cena es muy poderosa. Vigila para mi blog sobre 1 Corintios 11 en las semanas que vienen.

Cuando yo ministraba como capellán en las prisiones, jueves santo era uno de los días más importantes del año para los hermanos. Es un servicio muy íntimo, lleno de amor. Al ver a alguien que trabaja en la prisión lavando los pies de los presos, muchos rompieron a llorar. Los temas de esta noche – la traición de un amigo, el arresto, el juicio – tocan muy cerca al corazón de un confinado.

Hay tanto que me gustaría compartir contigo, pero quiero tocar a unos versículos importantes de Lucas 22.

3: Entró Satanás en Judas, uno de los doce. Parece casi imposible que Satanás mismo puede entrar en uno de los escogidos de Jesús, uno que pasó tres años con Jesús, uno que había ministrado liberaciones y curaciones. Pero puede pasar aun con alguien muy cerca de Jesús.

13: Ellos se fueron y encontraron todo tal como les había dicho Jesús. Habla aquí del lugar para celebrar la Pascua. Pero aplica a toda la palabra de Jesús. Cuando oímos claramente la palabra del Señor, y la obedecemos, siempre vamos a encontrar todo tal como Jesús ha dicho.

16: No volveré a comer [la Pascua] hasta que tenga su pleno cumplimiento en el reino de Dios. Tu no estabas en esa primera cena, pero si conoces a Jesús, algún día vas a compartirla con Jesús, todos los discípulos, y todos los creyentes de todos los siglos. Jesús tiene muchísimos deseos de comer esa Pascua contigo. ¿Tienes el mismo anhelo? En la cena, proclamamos la muerte del Señor hasta que él venga. (1 Corintios 11:26)

25-26: Los reyes de las naciones oprimen a sus súbditos, y los que ejercen autoridad sobre ellos se llaman a sí mismos benefactores. No sea así entre ustedes. Al contrario, el mayor debe comportarse como el menor, y el que manda como el que sirve. Jesús nos dio este ejemplo lavando los pies y muriendo en la cruz. Que triste que muchos lideres cristianos son más como los reyes de las naciones.

31: Simón, Simón, mira que Satanás ha pedido zarandearte como a trigo. Pero yo he orado por ti, para que no falle tu fe. Y tu, cuando te hayas vuelto a mí, fortalece a tus hermanos. Satanás tiene que pedir permiso, pero Jesús le dio ese permiso. ¿Has sido zarandeado por Satanás? ¿Estás en ese proceso ahora? Jesús lo permita, pero está orando por ti. Lo importante es que no falle tu fe. Sigue confiando en el Señor en el fuego. Jesús lo permite para purificarte. Al terminar la prueba serás más capaz de ministrar a tus hermanos. Házlo.

40: Oren para que no caigan en tentación. Es mejor orar al Señor antes de la tentación, para no caer en ella. Muchos no oran hasta que llegue la tentación y entonces claman al Señor. El tentador anda alrededor como león rugiente. Esa conexión con Dios en oración es necesaria, o vas a caer en tentación.

42: Padre, si quieres, no me hagas beber este trago amargo; pero no se cumpla mi voluntad, sino la tuya. ¿Tienes un trago amargo que beber? La voluntad de Dios a veces es amarga. No es pecado compartir tus sentimientos con Dios. Jesús estaba luchando hasta sudar sangre. Nadie quiere sufrir. Pero a fin de cuentas, ¿tienes la actitud de Jesús? ¿Confías en tu Padre celestial? ¿De verdad quieres hacer la voluntad de Dios en toda tu vida?

54: Pedro los seguía de lejos. Los demás discípulos huyeron. Pero también es peligroso seguir a Jesús de lejos. Pedro quería estar con Jesús, pero no quería sufrir. Y en la prueba, negó a Jesús. Tenemos que caminar pegados a Jesús, hasta la muerte si es necesario.

62: Saliendo de allí, [Pedro] lloró amargamente. ¿Has fallado a tu Señor? ¿O le hayas negado? A veces tenemos que llorar amargamente, lagrimas de arrepentimiento. Dice que Jesús miró directamente a Pedro. Jesús está mirando directamente a ti. ¿Cómo está tu corazón? ¿Eres fiel a tu Señor?

¿Jueces en la iglesia? 1 Corintios 6:1-11

En el capítulo anterior, Pablo habló de la necesidad de juzgar el pecado en la iglesia. El verso 5:12 dice: ¿No son ustedes los que deben juzgar a los de adentro? 

Yo sé que esto va contra la corriente, y si intentamos poner esta enseñanza en práctica, todos nos señalarán como juiciosos. De hecho, tenemos que equilibrarlo con lo que Jesús dijo, por ejemplo, en Mateo 7:1-5:

»No juzguen a nadie, para que nadie los juzgue a ustedes. Porque tal como juzguen se les juzgará, y con la medida que midan a otros, se les medirá a ustedes. ¿Por qué te fijas en la astilla que tiene tu hermano en el ojo, y no le das importancia a la viga que está en el tuyo?  ¿Cómo puedes decirle a tu hermano: “Déjame sacarte la astilla del ojo”, cuando ahí tienes una viga en el tuyo?  ¡Hipócrita!, saca primero la viga de tu propio ojo, y entonces verás con claridad para sacar la astilla del ojo de tu hermano.

Lee esos versos cuidadosamente: Jesús habla de alguien con un espíritu crítico, que está ciego a sus fallas y busca razones para acusar a sus hermanos. ¡Jesús precisamente nos da permiso para sacar la astilla del ojo del hermano! El requisito es ver con claridad, y para esa claridad primeramente debemos arreglar nuestras vidas y sacar la viga de nuestros ojos.

Jesús puso el fundamento, y Pablo lo afirma: Debemos juzgar a los que están dentro de la iglesia. ¿Te parece muy radical o raro? ¿Está fuera de tu experiencia en la iglesia? Pues, ya hemos visto en esta carta que hemos perdido mucho de lo que Jesús intentó por su iglesia. ¿Vamos a poner en práctica lo que dice la Palabra de Dios?

El capítulo 5 tocó un caso de inmoralidad en la iglesia; ahora Pablo toca a pleitos entre hermanos:

1Si alguno de ustedes tiene un pleito con otro, ¿cómo se atreve a presentar demanda ante los inconversos, en vez de acudir a los creyentes? ¿Acaso no saben que los creyentes juzgarán al mundo? Y si ustedes han de juzgar al mundo, ¿cómo no van a ser capaces de juzgar casos insignificantes? ¿No saben que aun a los ángeles los juzgaremos? ¡Cuánto más los asuntos de esta vida! Por tanto, si tienen pleitos sobre tales asuntos, ¿cómo es que nombran como jueces a los que no cuentan para nada ante la iglesia?Digo esto para que les dé vergüenza. ¿Acaso no hay entre ustedes nadie lo bastante sabio como para juzgar un pleito entre creyentes? 6Al contrario, un hermano demanda a otro, ¡y esto ante los incrédulos!

En realidad, ya es una grave falla el solo hecho de que haya pleitos entre ustedes. ¿No sería mejor soportar la injusticia? ¿No sería mejor dejar que los defrauden? Lejos de eso, son ustedes los que defraudan y cometen injusticias, ¡y conste que se trata de sus hermanos!

El pecado en Corinto

  • Defraudan y cometen injusticias contra sus hermanos (verso 8).
  • Presentan demandas entre hermanos en la corte secular, ante los inconversos (6).
  • Sacan el asunto de la iglesia y lo entregan al mundo para que lo arregle; confían en el mundo para resolver problemas en el Cuerpo de Cristo.

La cuestión más básica para Pablo es: ¿por qué tienen pleitos?

  • Es “una grave falla, una derrota” (7).
  • Un hermano no debe demandar a otro hermano.
  • Deben arreglar la situación entre sí.
  • En lugar de demandar o entrar en pleitos con hermanos, el cristiano a veces tiene que soportar la injusticia (7).

Jesús dijo (Mateo 5:39-40): “Pero yo les digo: No resistan al que les haga mal. Si alguien te da una bofetada en la mejilla derecha, vuélvele también la otra.  Si alguien te pone pleito para quitarte la capa, déjale también la camisa.”

Nosotros estamos muy dispuestos a reclamar nuestros derechos. Por desgracia, los conflictos son muy comunes en la mayoría de nuestras iglesias, y no recibimos mucha ayuda del liderazgo para resolverlos.

Como lidiar con pleitos entre hermanos

El cristiano debe vivir en armonía con sus hermanos, pero somos humanos, y a veces vamos a tener conflictos. La iglesia tiene que estar lista para ayudar a esos hermanos, sin la participación de los incrédulos fuera de la iglesia.

¿El proceso? Pablo dice que deben designar jueces de entre los hermanos en la iglesia (4-5). No está claro en el griego si él está diciendo:

  • Que están nombrando a aquellos que son de menor estima en la iglesia, y no debería ser así.

O

  • Que incluso aquellos de menor estima tienen la capacidad de servir como jueces.

Pero el mensaje es claro: En la iglesia hay hermanos humildes, que demuestran la sabiduría de Dios, que deben ser nombrados jueces. No profundiza en el proceso, pero como todo lo que hacemos en la iglesia, tiene que estar bajo la unción y la dirección del Espíritu Santo. Si tratamos de hacerlo en la carne, seguramente será desastroso.

¿Cuándo fue la última vez que viste «jueces» en una iglesia? ¿A quién irías en tu iglesia con un problema con otro hermano? Otra vez vemos aquí que la iglesia debe tomar una parte muy activa en la vida de los miembros. No ignora los problemas, sino que los confronta y los resuelve. ¡Qué triste que a veces haya divisiones y odio entre hermanos en una iglesia que duren muchos años!

Jueces en el Antiguo Testamento

Puede ser que Pablo, con su gran conocimiento de la Ley, estuviera pensando en lo que Jetro sugirió a su yerno en el desierto, y Moisés puso en práctica:

“A ellos los debes instruir en las leyes y en las enseñanzas de Dios, y darles a conocer la conducta que deben llevar y las obligaciones que deben cumplir. Elige tú mismo entre el pueblo hombres capaces y temerosos de Dios, que amen la verdad y aborrezcan las ganancias mal habidas, y desígnalos jefes de mil, de cien, de cincuenta y de diez personas. Serán ellos los que funjan como jueces de tiempo completo, atendiendo los casos sencillos, y los casos difíciles te los traerán a ti. Eso te aligerará la carga, porque te ayudarán a llevarla. Si pones esto en práctica y Dios así te lo ordena, podrás aguantar; el pueblo, por su parte, se irá a casa satisfecho” (Éxodo 18:20-23).

  • Fue la responsabilidad de Moisés instruir al pueblo en la Palabra de Dios. El conocimiento de la Biblia es la base de nuestra conducta. Si todos están instruidos en ella, se evitarán muchos problemas. Ésta es la responsabilidad del pastor u otros líderes de la iglesia.
  • En el caso de Moisés, le correspondió elegir a los jueces. Tenían que ser:
    • Capaces (varones de virtud, RVR)
    • Temerosos de Dios
    • Amantes de la verdad
    • Sin avaricia; aborrecedores de ganancias mal habidas

No son muy diferentes de cualidades de los ancianos y diáconos en la iglesia (1 Timoteo 3:1-16, Tito 1:6-9).

  • Hubo varios niveles de jueces, y ellos servían de tiempo completo. Ya que fue para toda la nación, eso tiene sentido. Eran jefes de mil, cien, cincuenta y diez. Se supone que la mayoría de los casos podrían resolverse al nivel de diez. Podrían “apelar” al siguiente nivel, o el juez podría remitir un caso difícil al siguiente nivel. Trajeron los más difíciles a Moisés. Algo parecido puede funcionar en una iglesia, con los líderes de células, o grupos en los hogares, en el primer nivel. En una iglesia grande puede ser necesario que algunos trabajen a tiempo completo.
  • Cuando el pueblo se siente atendido y escuchado, evitamos muchos problemas, y ellos se van a casa satisfechos.

Dos puntos importantes en 1 Corintios 6

  1. Dios confía en nosotros para juzgar.
  • Los creyentes van a juzgar al mundo (verso 2). Posiblemente Pablo tenía Daniel 7:22 en mente: Se dio el juicio a los santos del Altísimo; y llegó el tiempo, y los santos recibieron el reino.
  • Vamos a juzgar a los ángeles también.
  • Si tenemos esa capacidad, claro que somos capaces de juzgar casos insignificantes en la iglesia. De hecho, Dios puede usar los problemas en la iglesia y en la vida personal como preparación para el futuro.
  • El modelo de Moisés e Israel puede servirnos de guía.
  1. Es una contradicción completa para un creyente caer en pecado:

¿No saben que los malvados no heredarán el reino de Dios? ¡No se dejen engañar! Ni los fornicarios, ni los idólatras, ni los adúlteros, ni los sodomitas, ni los pervertidos sexuales, 10 ni los ladrones, ni los avaros, ni los borrachos, ni los calumniadores, ni los estafadores heredarán el reino de Dios. 11 Y eso eran algunos de ustedes. Pero ya han sido lavados, ya han sido santificados, ya han sido justificados en el nombre del Señor Jesucristo y por el Espíritu de nuestro Dios.

Los malvados no heredarán el reino de Dios. Algunos ejemplos de malvados (esta lista no es inclusiva):

  • Fornicarios
  • Idólatras
  • Adúlteros
  • Sodomitas (afeminados)
  • Pervertidos sexuales (los que se echan con varones, homosexuales)
  • Ladrones
  • Avaros
  • Borrachos
  • Calumniadores (maldicientes)
  • Estafadores

¡Estos son versículos muy fuertes, porque nombran a prácticas muy comunes hoy en día! No condenamos a tales personas. Cristo vino para salvarlos y liberarlos de sus pecados. Nosotros también éramos pecadores. Estábamos entre ellos, y estos pecados no son imperdonables. Un cristiano puede cometer pecado, arrepentirse y ser perdonado. Pero la palabra es muy clara: no es posible continuar con estos pecados, practicarlos, y ser salvo y entrar en el reino de Dios.

Cuando aceptamos a Cristo somos:

  • Lavados
  • Santificados (separados del mundo, apartados para un uso especial)
  • Justificados (no culpables, como nunca pecamos)

¿Cómo es posible, entonces, volver a practicar el pecado?

Hay muchos engañados. Creen que ya tienen su boleto al cielo y pueden vivir como quieran. Hay mucha presión del mundo para aceptar a tales personas en la iglesia, especialmente a aquellos que practican el pecado sexual, lo cual Pablo toca en la segunda parte de este capítulo.

Jesucristo vino a lavarte y liberarte de todo tu pecado. No hay pecado (excepto la blasfemia contra el Espíritu Santo) que Él no puede perdonar. Él quiere justificarte; declararte no culpable. Si ya has aceptado a Cristo y estás viviendo en pecado, arrepiéntete ahora y pide perdón. No esperes hasta mañana.

 

 

 

Cómo responder al pecado en la iglesia: 1 Corintios 5

Este capítulo es muy fuerte para mí, porque revela lo lejos que estamos del ejemplo de la iglesia primitiva. Es el primero de dos casos (el otro está en el capítulo seis) de pecado en la iglesia, y nos enseña cómo responder a él.

¿Chotas en la iglesia? ¿O el amor verdadero?

1Es ya del dominio público que hay entre ustedes un caso de inmoralidad sexual que ni siquiera entre los paganos se tolera, a saber, que uno de ustedes tiene por mujer a la esposa de su padre. ¡Y de esto se sienten orgullosos! ¿No debieran, más bien, haber lamentado lo sucedido y expulsado de entre ustedes al que hizo tal cosa? 

En la cultura carcelaria que yo conocía durante muchos años, un “chota” (alguien que informa a los oficiales de algún delito) era odiado. Pero en la iglesia, es nuestro deber cuidar de nuestros hermanos (ver Génesis 4:9). Algunos se regocijan en secreto cuando un hermano se cae, porque los hace sentir más espirituales. Pero la primera reacción debe ser llorar y sentir un dolor profundo. Todo el cuerpo sufre por el pecado de un miembro. ¿Estás tan acostumbrado al pecado que no te molesta, no te duele? ¿Comprendes lo importante que es la santidad para Dios?

Los corintios ignoraron el pecado e incluso estaban envanecidos y se jactaron. Los líderes fallaron en su responsabilidad de enfrentarlo. Por desgracia, en muchas iglesias grandes de hoy, la mayoría no tiene idea de lo que está pasando en la vida de sus hermanos. Si sabemos algo, lo ignoramos o chismeamos – o (si somos muy espirituales) oramos por ello. La mayoría de los líderes no tienen el denuedo, la unción o el conocimiento para enfrentar al pecado.

Jesús dijo que no solo es la responsabilidad de los líderes, sino de cada creyente. En Mateo 18 nos enseñó cómo responder al pecado de un hermano:

  1. Busca al hermano y repréndelo en privado.
  2. Si él no te escucha, trae uno o dos testigos.
  3. Si te niega a escuchar, lleva el asunto ante la iglesia.

El papel del apóstol

Pablo siguió este modelo de Jesús y lo aplicó a toda la iglesia. Él sabía que este pecado la destruiría, y como los corintios ignoraban la situación, ahora es su responsabilidad como apóstol enfrentarlo. El versículo tres explica cómo funciona la autoridad apostólica:

Yo, por mi parte, aunque no estoy físicamente entre ustedes, sí estoy presente en espíritu (o, en el Espíritu Santo), y ya he juzgado, como si estuviera presente, al que cometió este pecado.

La iglesia no es un negocio o un club. Un apóstol, y toda la iglesia, operan en un nivel espiritual. No es solo un dicho (“estoy presente contigo en el espíritu”); Pablo sabe que realmente él está presente. Eso es muy poderoso: La autoridad funciona fuera de nuestro concepto de tiempo y espacio. Fue esa compresión y la fe profunda del centurión que asombraron a Jesús cuando ese hombre le dijo: “no soy digno de que entres bajo mi techo…pero dí la palabra, y mi siervo será sano. Porque también yo soy hombre puesto bajo autoridad.” Jesús nunca entró a su hogar, pero espiritualmente estuvo presente, y el siervo se quedó sano (Lucas 7:1-10).

Como un hijo cuando sus padres no están presentes, los corintios creían que tenían la libertad de hacer lo que quisieran hacer. Pablo les dice: “No, tu papá está presente”: Ya he juzgado, como si estuviera presente, al que cometió este pecado. Aún más importante, el Señor Jesús está presente.

Un apóstol puede, y debe, juzgar al pecador en una de las iglesias que él supervisa. Para cumplir con esa responsabilidad, necesita un conocimiento de lo que está sucediendo en las iglesias, y necesita el denuedo para actuar. Algo sucede en el espíritu cuando él juzga a un pecador.

El papel de la iglesia 

Bajo la autoridad del apóstol, la iglesia tiene que cumplir tres condiciones antes de actuar:

Cuando se reúnan en el nombre de nuestro Señor Jesús, y con su poder yo los acompañe en espíritu, entreguen a este hombre a Satanás para destrucción de su naturaleza pecaminosa a fin de que su espíritu sea salvo en el día del Señor.

  1. Estar reunidos en el nombre del Señor Jesucristo

No es suficiente simplemente terminar la oración para abrir el servicio con “en el nombre de Jesús.” Por la fe en la palabra de Jesús (“donde están dos o tres congregados en mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos.”), creemos que Jesús mismo está allí. Ese es el mismo pasaje donde Jesús habla del poder de la unidad, y cómo tratar a un hermano que peque contra ti (Mateo 18:15-20).

  1. El poder del Señor Jesús está presente

Sería peligroso disciplinar al hermano sin el poder de Jesús presente. Aparentemente, incluso con Cristo presente, su poder no es automático. A veces tenemos que esperar, o confesar el pecado, antes de experimentarlo. ¿Has estado en un servicio donde el poder de Jesús no estuvo presente? ¿Podría ser que la mayoría de nuestros servicios carecen de ese poder? Si no lo están experimentándolo, no es sorprendente que haya gente atada en pecado.

  1. Pablo los acompaña en espíritu

La iglesia no ejerce esa disciplina sin el apóstol, y Pablo no lo hace aparte de la iglesia; trabajan juntos. La presencia del apóstol les da autoridad; ellos necesitan la fe para creer que él está presente.

Si la persona no recibe la corrección 

Solo cuando hayan hecho todo lo posible por ayudar al hermano, y no se arrepienta, hay un paso más: Entreguen a este hombre a Satanás para destrucción de su naturaleza pecaminosa a fin de que su espíritu sea salvo en el día del Señor (verso 5).

Está claro que hay una dinámica aquí que la mayoría de nosotros nunca experimentamos en la iglesia. Solo en estas condiciones pueden hacer algo tan radical como entregar a un hermano al diablo.

  1. No es un castigo o venganza, sino una disciplina hecha en amor, con el motivo de la restauración del hermano. Cada iglesia necesita salvaguardas para evitar abusos en la disciplina.
  2. Muchos creen que Romanos 7 dice que siempre vamos a tener una lucha entre la carne y el espíritu, pero aparentemente Pablo cree que la carne (la naturaleza pecaminosa) puede ser destruida. En este caso, esa destrucción ocurre cuando el pecador es entregado a las manos de Satanás. Tenemos que crucificar la carne. No es posible acomodarla; tiene que morir. Si la naturaleza pecaminosa no es destruida, el espíritu no será salvo. Mejor ser obediente y crucificarla ti mismo, que ser entregado a Satanás para su destrucción. ¿Es ese hombre viejo destruido en tu vida?
  3. ¿Cómo se destruye? El hombre está fuera de la cobertura de la iglesia y, por lo tanto, es vulnerable a los ataques físicos, emocionales y espirituales de Satanás. Él puede pasar por unas pruebas muy fuertes, pero el motivo es la destrucción de la carne, no de la persona, aunque a veces puede morir (ver 1 Corintios 11:30 y Ananías y Safira en Hechos 5).
  4. El único otro ejemplo en el Nuevo Testamento de entregar a alguien a Satanás está en 1 Timoteo 1:19-20. Pablo dice que al ignorar su conciencia, algunos han naufragado en la fe. Él entregó dos hermanos a Satanás “para que aprendan a no blasfemar.” Está claro que no lo haces apresuradamente o a la ligera. Requiere mucha oración y mucho cuidado, o puedes hacer mucho daño a la persona.

 ¿Por qué es tan importante purificar la iglesia completamente y practicar esta disciplina?

Hacen mal en jactarse. ¿No se dan cuenta de que un poco de levadura hace fermentar toda la masa?Desháganse de la vieja levadura para que sean masa nueva, panes sin levadura, como lo son en realidad. Porque Cristo, nuestro Cordero pascual, ya ha sido sacrificado. Así que celebremos nuestra Pascua no con la vieja levadura, que es la malicia y la perversidad, sino con pan sin levadura, que es la sinceridad y la verdad.

Primero, impacta la salvación eterna del individuo, pero también puede destruir una iglesia entera. El pecado es como un poco de levadura que impregna toda la masa con malicia y perversidad. ¿Te acuerdas de Acán en Josué 7? El pecado de un solo hombre resultó en la derrota de toda la nación. Si permitimos a una persona en la iglesia con pecado en su vida, será como un cáncer y una mancha en todo el cuerpo. Tenemos que echar fuera la vieja levadura de la malicia y la perversidad, y tomar el pan de la sinceridad y la verdad.

Entonces ¿cómo relacionamos con los pecadores, en la iglesia, y en el mundo?

Los últimos versículos del capítulo revelan cómo ellos (y muchos de nosotros también) tenían las cosas al revés:

Por carta ya les he dicho que no se relacionen con personas inmorales.10 Por supuesto, no me refería a la gente inmoral de este mundo, ni a los avaros, estafadores o idólatras. En tal caso, tendrían ustedes que salirse de este mundo. 11 Pero en esta carta quiero aclararles que no deben relacionarse con nadie que, llamándose hermano, sea inmoral o avaro, idólatra, calumniador, borracho o estafador. Con tal persona ni siquiera deben juntarse para comer.

12 ¿Acaso me toca a mí juzgar a los de afuera? ¿No son ustedes los que deben juzgar a los de adentro? 13 Dios juzgará a los de afuera. «Expulsen al malvado de entre ustedes.»

Un cristiano no debe relacionarse con personas inmorales; ni siquiera deberían juntarse para comer. Nada. Pero entendemos mal lo que Pablo dijo. No está hablando de la gente del mundo: Uno tendría que salir de este mundo para evitar gente como esa (NTV). Muchos cristianos, como los fariseos, no quieren nada que ver con los “pecadores” del mundo. ¡Pero somos la sal y la luz del mundo! Los inmorales, los avaros, los estafadores y los idólatras del mundo nos necesitan. Jesús era “amigo de publicanos y de pecadores” (Mateo 11:19). Sigue el ejemplo de Jesús y busca a tales personas. No es para nosotros juzgar a los que están afuera (12). Esa es la tarea de Dios. ¡Ten cuidado de no tomar su lugar!

El problema no es el mundo, sino la iglesia. Necesitamos un templo santo para el Señor, sin levadura. El verso 11 dice: No deben relacionarse con nadie que, llamándose hermano, sea:

  • Inmoral: ¡Imagínate expulsar a todos en la iglesia que se meten en pornografía, fornican con sus novios o practican alguna inmoralidad sexual!
  • Avaro: ¡Allí va otra gran parte de la iglesia!
  • Idólatra: Aquellos que tienen algo más que Dios (dinero, computadora, televisión, placer….) ocupando el primer lugar en su vida.
  • Calumniador (maldiciente): Aquellos que chismean y hablan mal del pastor u otro hermano, o simplemente tienen una boca sucia y mala.
  • Estafador o ladrón: Aquellos que no son honestos en su negocio, con impuestos o en cosas pequeñas de la vida diaria.

¡Con tal persona ni siquiera deberían juntarse para comer (11)!

Dios juzga a los que están afuera; los hermanos de la iglesia deben juzgar a los que están dentro. ¡Pero parece imposible! ¡Vamos a perder la mayor parte de la iglesia! Es cierto que es muy delicado.

Algunos consejos sobre la disciplina

  1. Estamos hablando aquí de la persona que practicapecado. Todos pecamos de vez en cuando. 1 Juan 1:8 dice:Si afirmamos que no tenemos pecado, nos engañamos a nosotros mismos y no tenemos la verdad.
  2. Esta persona está endurecida. Sabe que está pecando, pero sigue haciéndolo. Tiene la actitud de que no tiene que rendir cuentas a nadie; es libre de hacer lo que quiera. Dios quiere un corazón arrepentido, que corre hacia el Señor quebrantado, pidiendo su misericordia y perdón.
  3. Solo después de hacer todo lo posible para ayudar a la persona “perversa,” tenemos que sacarla de entre nosotros (verso 13, Deuteronomio 17:7). La ley del Antiguo Testamento era muy fuerte con el pecado; apedrearon a muchos, y tenían que eliminar todo pecado de la comunidad.

¿Pero no es casi imposible poner en práctica la enseñanza de este capítulo?

Ya he escuchado todas las excusas:

  • “Pablo no pretende que realmente sigamos estas instrucciones.”
  • “Era para la iglesia primitiva; no es posible hacerlo hoy.”
  • “Vamos a tener problemas con las autoridades y con el tribunal.”
  • “Vamos a perder a toda la congregación.”
  • “Nos van a llamar fanáticos.”

De verdad, estoy cansado de las excusas. La iglesia está llena de levadura. No hay poder de Jesús en nuestros servicios. Jesús no aparece en muchos de ellos, hay tanto pecado en su cuerpo. No predicamos acerca del pecado, el arrepentimiento y la santidad. Luchamos contra la autoridad, ya sea un apóstol, un pastor o una iglesia. Somos rebeldes y no queremos dejar nuestro pecado. Y si una iglesia intenta poner en práctica esta palabra, la gente irá a otra iglesia más “abierta,” con “más amor,” que no “juzga.” Pero no es para nosotros sacar las cosas de la Biblia que no nos gustan o que nos parecen anticuadas. Como en toda la vida cristiana, Dios nos ayudará a obedecerla.

¿Cuáles son las enseñanzas principales de este capítulo?

  1. La importancia de la autoridad en la vida cristiana. Por naturaleza, el ser humano es rebelde y resiste a la autoridad. Hoy hemos rechazado la autoridad que teníamos en el pasado, en la familia, la escuela y la sociedad. La misma rebeldía ha invadido la iglesia. Cada creyente debe estar bajo la autoridad de una iglesia, la iglesia bajo la autoridad de un apóstol o un concilio, y ellos bajo la autoridad de Cristo. Cuando dejamos esta cadena de autoridad, perdimos el poder del Espíritu. Ha habido muchos abusos con esa autoridad, pero no abandonamos un principio bíblico debido a esos abusos.
  2. También estamos bajo la autoridad de la Biblia. Existe lo bueno y lo malo; no nos corresponde a nosotros decidir lo que está permitido o no. Cristo murió a causa de nuestros pecados; despreciamos ese sacrificio cuando tomamos su muerte y el pecado a la ligera.
  3. Estamos en el mundo, pero no somos del mundo. Debe haber una diferencia entre el mundo y la comunidad de fe.
  4. La disciplina en la iglesia no es opcional. Tenemos que enfrentar el pecado.

¡Qué Dios tenga misericordia de nosotros! ¡Qué la sangre de Jesús nos purifique! ¡Qué nos arrepintamos de nuestro pecado, y de la tolerancia del pecado! ¡Estamos muy listos para el juicio de Dios! Más que nunca necesitamos la plenitud del Espíritu Santo para guiarnos y aconsejarnos sobre estos asuntos delicados.

 

Un hombre extraordinario, altamente respetado

Creo que todo el mundo diría que Moisés era una persona muy buena. Claro que tenía sus fallas. Pero era el hombre más humilde. Tenía una relación intima con Dios que todos anhelan. Y era un gran éxito guiando al pueblo hacia la tierra prometida. Estaba con Jesús en el monte de transfiguración. Y puedo decir mucho más.

Pero la reacción de la gente de su día no era tan positiva.

Ya sabemos de sus conflictos con el faraón. La ultima vez que vio a Moisés le dijo: -Retírate de mi presencia. Cuídate de no ver mas mi rostro, pues el día en que veas mi rostro, morirás. (Éxodo 10:28) No me sorprende, después de todas esas plagas.

Es más difícil entender la reacción del pueblo que él liberó de su esclavitud. No se lee muchas palabras de agradecimiento. Parece que no estaba muy a gusto con Moisés.

  • No le escuchaba.

  • Dijeron a Moisés y Aarón: –¡Que el Señor los examine y los juzgue! ¡Por culpa de ustedes somos unos apestados ante el faraón y sus siervos! ¡Ustedes mismos les han puesto la espada en la mano, para que nos maten! (Éxodo 5:21)

  • ¿Que has hecho con nosotros? ¿Para que nos sacaste de Egipto? Ya en Egipto te decíamos: «¡Dejanos en paz! ¡Preferimos servir a los egipcios!» (Éxodo 14:11)

  • Una y otra vez se lee: Murmuraban en contra de Moisés. Altercaron con Moisés. Toda la comunidad hablaba de apedrearlos.

Lo sorprendente es la reacción de los egipcios. Leí este versículo esta mañana como para la primera vez:

Moisés era considerado un gran hombre en la tierra de Egipto, a los ojos de los siervos de faraón y a los ojos del pueblo. (Éxodo 11:3 RVR)

Los funcionarios del faraón consideraban a Moisés como un hombre extraordinario, y lo mismo pensaban todos en Egipto. (Versión Popular)

La NVI dice que era «altamente respetado«.

¡Y esto después de todas las plagas que destruyeron su país! ¿Cómo se explica su reacción? Solamente podemos adivinar, como no dice nada mas:

  • Ellos también sufrían bajo la opresión del faraón.

  • Todavía le consideraban como el hijo del faraón. Sabían algo de su juventud en el palacio.

  • Respetaban su relación con Dios y las manifestaciones de su poder. Hizo mejores señales que los mágicos egipcios.

  • Vieron la integridad de Moisés.

  • El drama era como una novela en la televisión, y Moisés era el héroe.

A fin de cuentas, no sabemos porque. Pero para mí es impresionante que un pueblo pagano le consideraba así. Lástima que su propia gente no podía.

Me gustaría tener ese respeto del pueblo a mi alrededor. De hecho, 1 Timoteo 3:7 nos da un requisito para un obispo: –Que hablen bien de el los que no pertenecen a la iglesia, para que no caiga en descrédito y en la trampa del diablo.

¡Que tu también seas considerado «un hombre extraordinario, altamente respetado» para la gloria de Cristo!

La lucha de un padre espiritual 1 Corintios 4

En este capítulo puedes ver el amor, el dolor y el anhelo del corazón del apóstol Pablo por sus hijos espirituales.

Lo que más le duele es la arrogancia de la iglesia (verso 8):

  • ¡Ya tienen todo lo que desean!
  • ¡Ya se han enriquecido!
  • ¡Han llegado a ser reyes! ¡Y eso sin nosotros!

Ellos creen que no tienen necesidad de nada ni de nadie. Ya han llegado. Están prósperos y contentos, y creen que son muy espirituales. Pero están ciegos a unos problemas muy profundos en su iglesia.

Me recuerda a la iglesia de Laodicea en Apocalipsis 3:17: Dices: «Soy rico; me he enriquecido y no me hace falta nada»; pero no te das cuenta de que el infeliz y miserable, el pobre, ciego y desnudo eres tú.

En sus propios ojos, los corintios son:

  • Inteligentes
  • Fuertes
  • Estimados (10)

Por el contrario, mira cómo Pablo describe a los apóstoles (que deberían ser ejemplos de una vida piadosa):

  • Son ignorantes (lo que significa que el mundo piensa que son ignorantes)
  • Son débiles (ante los ojos del mundo)
  • Son despreciados
  • Pasan hambre
  • Tienen sed
  • Los falta ropa
  • Son maltratados
  • No tienen donde vivir
  • Se matan trabajando con las manos
  • Están malditos, pero bendicen
  • Son perseguidos, pero lo soportan
  • Los calumnian, pero los tratan con gentileza
  • Son considerados la escoria de la tierra y la basura del mundo (10-12)

Hoy son muchos los que se llaman “apóstol.” Pero ser un apóstol es algo muy serio, y también muy difícil. Pablo dice que Dios los «ha hecho desfilar en el último lugar, como a los sentenciados a la muerte.» En lugar de la gloria que muchos buscan como apóstoles, Pablo dice que han » llegado a ser un espectáculo para todo el universo, tanto para los ángeles como para los hombres» (9).

¿Por qué tiene que sufrir así un fiel siervo de Jesucristo? ¿Sufrió tanto Pablo porque no era un buen apóstol? ¿O puede ser que los “apóstoles” de hoy no conocen muy bien lo que significa ser un apóstol?

El corazón de un padre espiritual

Quizás lo más difícil para el apóstol es el dolor en el corazón de un padre que ve sufrir a su hijo. Pablo nunca tuvo hijos de carne, pero tuvo muchos hijos espirituales, y eso es muy especial. Aunque podemos tener miles de tutores en Cristo, solo tenemos  un padre que nos engendró en el evangelio. ¿Sigues en comunicación con tu padre espiritual? ¿Le das el honor que se merece?

Hemos escuchado el dicho: Haz lo que digo, no lo que hago. Eso es hipocresía. Aún más importante que su enseñanza, un padre tiene que dar un buen ejemplo a su hijo. Y para conocer y seguir ese ejemplo, tienen que pasar tiempos juntos, tal como los discípulos estuvieron con Jesús casi todo el día. No es posible saber cómo es la vida de alguien que ves en la televisión, o que conoces por medio de Internet. En este caso, Pablo les está enviando a uno de sus hijos más queridos, Timoteo, para recordarles su manera de comportarse (17).

Todo esto es importante para Pablo, no porque él quiera alardear y ser alguien exaltado en sus ojos, sino porque él tiene que amonestarlos, y solo puede hacerlo si reconocen su autoridad. Pablo puede soportar con gozo todas las tribulaciones de ser apóstol si él sabe que sus hijos (en este caso, la iglesia en Corinto) están recibiendo sus enseñanzas y creciendo en Cristo. Él sabe que todo es por causa de Cristo (10). Pablo no busca dinero ni honor, sino el bienestar de la iglesia. Está obligado a ministrarles como apóstol llamado por Jesucristo; si no lo hace, está en rebelión y pecado.

Algunos malentienden a Pablo. No saben lo que es tener el corazón de un padre espiritual. Pablo realmente amaba a sus hijos, como todo padre debe amar a sus hijos. Nos da un ejemplo de sacrificio en su amor. Así él puede decir: “Les ruego que sigan mi ejemplo.” Le pido al Señor que tú tengas a alguien con un buen ejemplo a seguir, y que tu vida sea un buen ejemplo para muchos.

 

¿Entraré al cielo como quien pasa por el fuego? 1 Corintios 3

Pablo usa dos metáforas para describir la iglesia:

  1. Un campo
  • En un campo, algunos siembran y otros riegan. En la iglesia, Dios ha designado diferentes personas para cada tarea. En este caso, Pablo sembró y Apolos regó (verso 6).
  • Para obtener una cosecha, cada uno tiene que hacer su parte. Todos los labradores están al mismo nivel. Un pastor, por ejemplo, no es mejor que otro miembro de la iglesia; simplemente tienen distintas tareas en el campo (8).
  • Tenemos el gran privilegio de ser colaboradores con Dios (9).
  • Dios conoce tus talentos y Él asigna a cada uno su tarea (5). La parte más importante es de Dios: Él da el crecimiento (6). Tú puedes sembrar la mejor semilla y echar agua y alimento todos los días, pero sin la obra de Dios, no tendrás ninguna cosecha.
  • Dios está muy interesado en la cosecha; ese es el propósito del campo. Si no es fructífero, es inútil (Juan 15:6-8), pero si permanecemos en Cristo, debemos tener una buena cosecha. Vamos a ver en un momento algunas  cosas que pueden limitar esa cosecha.
  1. Un edificio; en efecto, un templo.
  • Aquí, otra vez, Pablo fue el sembrador que echó los cimientos. Él se llama un «maestro constructor» (10).
  • Luego otros vienen y construyen sobre ese fundamento. Para ser un edificio sano, cada uno tiene que tener cuidado de cómo construye (10). Si el fundamento es malo, todo el edificio será malo.
  • El único fundamento para una iglesia es Jesucristo. Si el fundamento de una iglesia es un pastor o una doctrina, la iglesia no es una verdadera iglesia.

Cosas que pueden dañar este campo o edificio

  1. Divisiones
  • Todavía hoy en día es común que los cristianos se identifiquen con algún teólogo, apóstol o líder de la iglesia. Incluso se puede decir que los concilios y denominaciones tienden a eso.
  •  Pablo dice que aquellos que lo hacen son carnales y actúan como la gente del mundo (4).
  • Seguir a algún hombre o doctrina de esta manera produce celos y conflictos. Pablo dice que los que caen en contiendas son inmaduros (3); no son espirituales, sino niños en Cristo (1).
  • Para ser maduros en Cristo tenemos que dejar todo lo que pueda dividir la iglesia.
  1. Usar materiales inferiores
  • Para construir un edificio puedes usar lo mejor: oro, plata y piedras preciosas; o puedes usar madera, heno y paja (12). Se puede edificar sobre la arena o sobre la roca. Al principio, los edificios pueden parecer iguales, pero cuando llega la tormenta, se revela la calidad de los materiales. Hay un juicio venidero que dejará todo al descubierto (13). Muchas personas están usando materiales inferiores porque no quieren gastar mucho dinero, tiempo o energía. Cuesta más construir con los mejores, pero el templo del Señor lo merece.
  • Lo que tú hagas en la construcción del templo va a tener consecuencias eternas para ti. No es una cuestión de salvación; serás salvo, pero como quien pasa por el fuego (15). Si tu obra es consumida, sufrirás pérdida (la Biblia no dice qué será qué se perderá). Pero si tu obra permanece, recibirás tu recompensa (14). Construir el templo de Dios es muy serio.
  1. Tomar la iglesia a la ligera
  • La iglesia (los creyentes) es el templo de Dios, mucho más importante que el antiguo templo en Jerusalén. Obviamente, el templo de Dios es sagrado (17). Muchos no tienen un concepto tan alto de la iglesia.
  • Ya que es el templo de Dios, si alguien lo destruye, Dios destruirá a esa persona (17). ¿Cómo destruimos la iglesia?
    • Descuidando las ovejas.
    • Falsa doctrina y falta de alimento de la Palabra.
    • Contiendas y divisiones.
    • El pecado.
    • Vanagloriándose.

Es muy serio jugar con la iglesia. Cada líder en la iglesia debe tener un temor de Dios y hacer su obra con mucha seriedad.

  • En el capítulo 6 Pablo dice que el cuerpo humano también es un templo del Espíritu Santo. Creo que se puede decir que si alguien destruye ese templo con glotonería, drogas, alcohol, cigarrillos, abusos, etc., Dios lo destruirá.

Unas cosas para reflexión de este capítulo:

  1. ¿Estoy maduro? ¿O inmaduro? ¿Cuáles son los criterios que utilizo para determinar si alguien es maduro o inmaduro? ¿Puedo decir con confianza que no estoy siguiendo a ningún hombre o doctrina? ¿Que no estoy contribuyendo a contiendas, celos o divisiones en la iglesia?
  2. ¿Estoy dando alimentos sólidos a los creyentes que todavía son niños? ¿Tengo que hacer algunos ajustes en mi predicación para dar más leche a la congregación? ¿O hay una necesidad de más alimentos sólidos, o exhortaciones para la iglesia?
  3. ¿Qué puedo hacer para sanar las divisiones en la iglesia?
  4. ¿Cuál es mi parte en el campo del Señor? ¿Estoy dejando que Dios dé el crecimiento? Si no hay crecimiento, ¿por qué? ¿Estoy dejando a otros, y animándolos, a hacer su parte? ¿Podría ser que estoy regando cuando nadie ha sembrado?
  5. Reflexionando honestamente sobre mi vida, mi familia y mi iglesia, ¿estoy seguro de que el fundamento es Cristo? ¿Qué tengo que cambiar para darle a Cristo su lugar como fundamento?
  6. ¿Estoy usando lo mejor en mi servicio para el Señor? ¿Hay evidencia de que mi obra permanecerá? ¿O ya está sufriendo bajo la presión de este mundo? ¿Qué tengo que cambiar para evitar sufrir una pérdida eterna? Pon tu obra a prueba ahora, para prepararte para el juicio venidero. Pide ayuda a algunos hermanos para probarla.
  7. ¿Estoy sufriendo bajo el juicio de Dios porque he destruido un templo? ¿Qué puedo hacer para comunicarle a otros cuán importante es la iglesia para Dios? ¿Qué puedo hacer si veo a alguien destruyendo el templo de Dios?

 

Una noche más con las ranas Éxodo 8:8-10

Entonces el faraón mandó llamar a Moisés y a Aarón, y les dijo: Ruéguenle al Señor que aleje las ranas de mí y de mi pueblo, y yo dejaré ir al pueblo para que le ofrezca sacrificios.

Moisés le respondió: Dime cuando quieres que ruegue al Señor por ti, por tus funcionarios y por tu pueblo. Las ranas se quedarán solo en el Nilo, y tu y tus casas se librarán de ellas. “Mañana” contestó el faraón.

“Así se hará” respondió Moisés, “y sabrás que no hay dios como el Señor, nuestro Dios.”

El faraón y todo el país de Egipto estaban afligidos con una plaga de ranas;  así como muchos están afligidos con algún pecado, una adicción o algún problema en su vida.

Faraón hace lo correcto: llama al varón de Dios y pide oración para quitar esa aflicción de su vida. Le promete que si Dios contesta, él obedecerá el mandato del Señor. Muchos hacen votos y promesas al Señor si Él les quita su aflicción. Dios está listo para contestar la petición y quitar las ranas, pero le da al faraón una opción: ¿Cuándo lo quieres?

Ahora, es lógico que él dga: “Pues, ahora mismo.” Pero no, le contesta: “Mañana.”

Una noche más con las ranas.

¿Por qué esperas hasta mañana cuando Dios quiere salvarte hoy? ¿Por qué sufres una noche más cuando Dios quiere sanarte hoy?

Me recuerda a Jesús preguntando al paralítico: ¿Quieres ser sano?

La realidad es que muchos solo quieren un poquito más de tiempo con su pecado. Unos días más con esa novia. Una noche más con las drogas o pornografía. Ya están acostumbrados a esa vida y todavía no quieren un cambio.

No esperes más. Arrepiéntete ya. Hoy es el día de salvación. No esperes para recibir más fe o asistir a esa campaña. Dios está contigo ahora mismo. Cuando Dios contesta tu petición, cumple con tu voto o promesa. No esperes hasta mañana. No pases una noche más con las ranas.

 

 

La locura de la cruz 1 Corintios 1:18-31

Nosotros los cristianos estamos en un dilema. Predicamos lo que al mundo es locura: pecado, arrepentimiento, sacrificio y santidad. Así que a veces sentimos la presión de acomodar el mensaje al mundo, de ser aceptado por ellos. Queremos música que suene como la música del mundo, y cultos espectaculares que sean como los mejores conciertos del mundo. Queremos predicar un mensaje que tenga sentido para el mundo, con un énfasis en cómo Cristo va a mejorar la vida. Queremos riquezas y todos los juguetes del mundo. Al final, no hay mucha diferencia entre la iglesia y el mundo.

Lo insensato, débil, y despreciado

Algo no cuadra. La mayoría de la gente rica, poderosa y religiosa no seguía a Cristo cuando Él andaba en la tierra. Pablo dijo en el verso 26: Hermanos, consideren su propio llamamiento: No muchos de ustedes son sabios, según criterios meramente humanos; ni son muchos los poderosos ni muchos los de noble cuna. 

Esto es lo que Dios escoge:

  • Lo insensato del mundo
  • Lo débil del mundo
  • Lo más bajo y despreciado
  • Lo que es nada (versos 27-29)

¡Qué raro! ¿Por qué Dios hace eso?

  • Para avergonzar a los sabios
  • Para avergonzar a los poderosos
  • Para anular lo que es
  • A fin de que en su presencia nadie pueda jactarse (los mismos versos 27-29)

La sabiduría de Dios

Hoy queremos la aprobación de los sabios. Queremos ser fuertes. Queremos la bendición y los beneficios de los poderosos. No queremos anular lo que es, sino participar en él. ¡Pero es mucho mejor gloriarse en el Señor Jesús! Mira lo que Dios nos ofrece si nos humillamos para aceptarlo:

  • Sabiduría de Dios
  • Justificación (nos perdona y restaura nuestra relación consigo)
  • Santificación (nos hace puros)
  • Redención (paga el precio necesario para rescatarnos del castigo por el pecado)
  • Unión con Cristo (verso 30)

¿Es por casualidad que no escuchas muchas predicaciones sobre estas cosas? Muchos creen que no se aplican a este mundo tan sofisticado y no quieren saber nada de ellas. Los pastores temen perder mucha gente a las iglesias que predican la prosperidad. Muchos cristianos no saben lo que significa ser justificado. Vivimos en un mundo que piensa que es muy sabio y llena el Internet con su sabiduría, pero Dios quiere destruir la sabiduría de los sabios; frustrar la inteligencia de los inteligentes (verso 19).

Hay muchos eruditos y filósofos con sus consejos sobre cómo vivir. Muchos de ellos están en la televisión e Internet. Y, otra vez, los cristianos acomodan el evangelio a sus enseñanzas. Muchos cristianos están casi avergonzados de la Biblia; piensan que es anticuado y fuera de moda. Así que no predican mucho de ella. Algunos cristianos lo hacen peor, usando traducciones de la Biblia con palabras anticuadas.

Cristo crucificado

La situación era la misma en los días de Pablo. Los judíos pidieron señales, como mucha gente actualmente quiere milagros o alguna evidencia de que el mensaje es verdadero y funciona en la vida diaria. Los gentiles buscaron sabiduría, y todavía quieren la sabiduría del mundo (verso 22). ¡Pero Dios ha convertido en locura la sabiduría de este mundo (verso 20)! No es posible conocer a Dios mediante la sabiduría humana (21). Es cierto que Dios quiere confirmar su palabra con señales y prodigios, y es cierto que se encuentra la sabiduría más profunda en la Biblia, pero Pablo nunca perdió el enfoque del mensaje de la cruz. Para aquellos que se pierden (la mayoría del mundo), ese mensaje es locura y motivo de tropiezo. El mundo desprecia el mensaje principal del evangelio: Cristo crucificado. Pero la locura de Dios es más sabia que la sabiduría humana, y la debilidad de Dios es más fuerte que la fuerza humana (25).

Que Dios te dé una visión clara de lo que está sucediendo en tu iglesia y en tu vida. Más que nunca, este mundo necesita a Cristo. Al Cristo crucificado. Al Cristo de la Biblia.

  • Dios sigue llamando a la gente (24).
  • Dios todavía usa la locura de la predicación para aquellos que tienen fe (21). Ese mensaje es el poder de Dios (18).
  • Para ellos, Cristo es el poder de Dios y la sabiduría de Dios (24).
  • Para el creyente, el poder de Dios y la sabiduría de Dios es una persona, el Señor Jesucristo (24). No es un método complicado de vivir, o la tecnología del mundo, sino una relación íntima con el Hijo de Dios.

Hemos perdido el poder del evangelio porque queremos acomodarnos al mundo. No tenemos que fabricar apariencias de poder, como es común en muchos cultos cristianos. Tú verás el poder de Dios para salvar, liberar y sanar, si vuelves a lo que Dios ha ordenado. Necesitamos un gran avivamiento. Predica la locura de la cruz. Durante 2000 años ha desatado el poder de Dios.